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Lo más destacado de Microsoft Office 2010 será, sin duda alguna, Office Web Applications,
una versión web gratuita de los programas de la suite. Así y todo, el entorno preferido de
Office seguirá siendo el Escritorio, y ahí los cambios no se han hecho esperar. Te mostramos
algunas de las novedades más llamativas del Office que viene.
Hemos probado la Technical Preview 14.0.4006.1010. El número 13 ha sido evitado por mera
superstición (Office 2007 correspondió a la 12.0). Consta de nueve aplicaciones: Word, Excel,
PowerPoint, Access, Outlook, Publisher, OneNote, SharePoint e InfoPath. El tamaño ocupado
en disco es de unos ochocientos megabytes para la instalación estándar. Cabe señalar que
también habrá versión de 64 bits.
Microsoft siempre intenta mantener cierta coherencia entre el aspecto del sistema operativo
y el de sus programas estrella. Aunque mantenga la barra de pestañas ribbon, introducida en
la edición anterior, Office 2010 vuelve a colores más discretos y un diseño que encaja más
con Windows 7:
Al clásico gris titanio se une el color del nuevo botón Office, que ayuda a identificar
rápidamente cada aplicación de la suite. El aspecto mejorado, por otra parte, no parece
afectar el consumo de recursos como ocurría en 2007. Gracias a la “dieta Seven”, el nuevo
Office es más rápido y ligero.
Pasada la sorpresa inicial (¿dónde ha ido a parar mi documento?), es fácil percatarse de las
ventajas de este menú frente al anterior. No sólo las opciones disponen de más espacio, sino
que el número de cuadros de diálogo se reduce de forma drástica, sin tener que navegar por
delicados menús flotantes.
Outlook adopta, por fin, el estilo ribbon común a los demás programas de Office. Todos los
cambios introducidos apuntan a mejorar la organización y reducir el típico caos de correos,
citas y tareas. Prueba de ello es el sistema de almacenamiento por conversaciones, similar al
de G-Mail:
El calendario tiene un aspecto más pulcro, y las barras de botones muestran sólo las funciones
más usadas. Entre ellas, curiosamente, están los botones de votación. Si necesitas
concentrarte en lo esencial y prescindir de fruslerías y texto poco relevante, la herramienta
Clean Up activa una vista resumida de tu correo en la que se ocultan las partes redundantes
de los mails. Ideal para las series interminables de respuestas.
Podría decirse que cortar y pegar texto es la operación fundamental de cualquier programa
ofimático. Pero el contenido que puede copiarse ha variado mucho. El texto con formato que
se toma de una página web o de otra aplicación puede trastocar severamente la maquetación
de un documento. Por suerte, Office 2010 tiene pre visualización de pegado:
Pasando el ratón por encima de las tres opciones, podrás ver cómo quedará el texto pegado si
mantienes su formato original, lo unes al existente u optas por convertirlo a texto puro. Un
clic y el pegado se llevará a cabo.
¡Vídeos en PowerPoint!
Insertar vídeos en PowerPoint es más fácil que nunca. Soporta los formatos AVI, MPG, WMV y
SWF. Por otro lado, también puedes pegar el código de inserción que ofrecen las páginas de
vídeos. Un reproductor incorporado aparece al pasar el puntero por encima del vídeo que
hayas añadido.
Muy atractiva es la función Recortar vídeo, utilísima para elegir únicamente el fragmento
que te interese. Nos hubiera gustado ver más filtros y funciones de edición, pero es pronto
para saber si manejar vídeo en PowerPoint será igual de fácil que en Windows Movie Maker.
Resulta cada vez más frecuente recurrir a una captura de pantalla para explicar cómo
funciona un programa o una página web, evitando así prolijas explicaciones. Lo que hacíamos
los mortales antes de la llegada de Office 2010 era pulsar el botón Impr. Pant. y pegar la
captura desde el portapapeles. Ahora, sin embargo, está la herramienta de Captura:
No tiene el refinamiento de utilidades específicas (ni tampoco lo pretende), pero puede sacar
de más de un apuro. Las capturas, hechas a partir de una región seleccionada con el ratón,
van acumulándose en una especie de carrete, listas para ser introducidas en el documento.
Más fácil, imposible.
Un documento no tiene porque limitarse al texto. De hecho, las imágenes tienen un papel
muy relevante. Ya que el usuario medio de una oficina no suele tener un programa de retoque
fotográfico en su ordenador - ni tampoco los conocimientos necesarios para aplicar efectos
espectaculares, Office 2010 ha incluido una colección de magníficos filtros:
La calidad es muy similar a los efectos típicos de Photoshop. Pero no es lo único que puedes
hacer con una imagen: el menú Color permite cambiar el tono de la imagen para que encaje
con la paleta de colores que prefieras. ¿Lo más impresionante? La herramienta de
eliminación del fondo, que se encarga de una de las maniobras de retoque más complejas.
En Office 2010 basta con seleccionar la fotografía y pulsar un botón. Una capa de color
indicará el fondo detectado. Los resultados son espectaculares:
Con todo, sigue siendo muy experimental. Ajustar la detección del fondo requiere definir
áreas en la imagen mediante un sistema poco intuitivo. Es de esperar que mejore en la
versión final.
Una sparkline es un gráfico lineal diminuto que se utiliza para condensar información en un
espacio reducido. En Excel 2010, estas “palabras gráficas” se generan rápidamente a partir de
los datos de la hoja. Se pueden extender como si fuesen fórmulas, y su formato puede
modificarse con facilidad.
Las sparklines son perfectas para comparar de un vistazo múltiples filas o columnas de datos,
aunque no reemplazan las gráficas tradicionales. Están pensadas para ser un resumen gráfico
que se funda con datos y textos, como ideogramas de datos.
Otras novedades menos visibles de Office 2010 incluyen la vuelta de las herramientas de
traducción (antes exclusivas de algunas ediciones), la compatibilidad con los formatos PDF y
OpenDocument, un editor de animaciones en PowerPoint, mejoras visuales y funcionales en
Excel, mayor control de las tipografías en Publisher (el cual ya adopta la nueva interfaz), y un
aspecto renovado para OneNote, tal vez la aplicación más infravalorada de toda la suite. Y
todo esto a falta de ver la versión Web, auténtica estrella de Office 2010.