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050 IPA-REV INFORME SOBRE TAS ENPERMEDADES Y ENEMIGOS DE LAS PLANTAS CULTIVADAS 8 BL PARAGUAY Por ei Doctor MOISES S BERTONI A—ENFERMEDADES DE LA VID Hace ahora cerca de dos afios, corrié con insistencia la voz de haber aparecido la filoxera en el pafs. La facilidad excesiva con {ue se introducen plantas del extranjero sin averignacién de ningma clase, daba 4 la noticia algunos visos de probabilidad, yo mismo, hace como seis afios, hice presente al H. Consejo de Agricultura é Tndustrias y por la prensa, el peligro de introducir el temible ene- migo, si no se tomaban medidas preventivas, de las cuales la més -corrieate es la institucién de una oficina de inspeccién de plavtas ¥ semillas que se introfuzcan del extranjero. En eso, tnye €l honor de recibir la comunicacién 13 de Noviem- bre de 1900 Ge ese Ministerio, ordenando un informe exacto al respecto. Desde entonces me dispuse 4 practicar de una urduiera metédica las averiguaciones necesarias para informar con conocimien- to acabadofen tan grave asunto. Me persbitiré omitir, por brevedlad, Sefior Ministro, el detalle de esas averignaciones, que siempre estara, por lo demés; 4 las drdenes de S. E. Los primeros estudios, practicados en pleno verano 1900- 1901, sobre todo 4 fines de Diciembre, no me dieron resultados finitivos. En los dos viftedos donde se habla ‘desarrollado con ey Digital i lea a mayor intensidad uma enfermedad que se sospechaba ser la filoxera, hallé en efecto, en las rafces de las plantas muertas 6 atacadas, tnberenlizaciones y lesiones que tenfan todo el aspecto de las que presenta esa terrible plaga; pero no hallé el insecto. Debido pro- bablemente 4 la estacién, los tubérenlos estaban vacios y s6lo en unos pocos hallé un vermes nemétodo, que no me Mamé entonces mayormente la atencién, pues de tales verines tenemos varias espe- cies cuya presencia se nota en las heridas y putrefacciones de las plantas como consecuencia, né como causa. Durante el invierno practiqué otras averiguaciones y las extendi 4 un tercer vifledo, cuyo propictario me habia anunciado también la presencia de una enfermetlad por él desconocida. Condiciones de estacién mas favorables permitiéronme entonces descubrir la causa del mal y la naturaleza verdadera de la enfermedad: se trataba precisamente de un vermes nemftodo, y era 61 conocido bajo el nombre de Helerodera radicicola, y vulgarmente de Anguilala. Gusanillo muy pequeflo, que escapa facilmente 4 la inspeccién practicada por personas no habituadas; este animal produce en efec- to lesiones parecidas 4 las de Ia filoxera y esto explica el orijen de la noticia. La enfermedad que produce, aun distando muchisimo de ser tan grave como aquella, no deja de ser temible y causar perjuicios de consideracién, especialmente cuando los medios de combatirla resul- tan costosos como aqui. Felizmente, una vez reconocida, es relati- yamente facil prevenir su propagacién, pues no tratindose de ani- mal alado 6 muy andariego, sino de esencialmente sedentario, su pasaje de un foco -infectado 4 una plantacién sana es debido jene- ralmente 4 la ignorancia 6 imprudencia de los agricultores. Datos algo vagos, pero constituyendo siempre indicios concomi- tantés, me hacen creer que la enfermedad ha sido introducida de la R. Argentina, sobre barbados, hara préximamente unos cuatro afios, Hn ese pais, iné descubierta primeramente en Gérdoba por el Dr. Adolfo Doering, en 1891; posteriormente, su existencia fué probada on San Juan por el Sr. D. L. Simois, y en la provincia de . Buenos Aires por el Tug. Agron. José M. Huergo (b.), que también la hallé en las de “8ntre Rios y Mendoza y en la de Bueno Aires hasta Bahia Blanca. . ey eo oo 309 — Siendo asf, si se continfia introduciendo plantas y barbados de la R. Argentina sin inspeecién, se irén seguramente formando en este puis nuevos focos de infeccién y con algunos afios mis todo el pais estard mAs 6 menos infestado; con la circunstancia de que aqui Imeve més que en la vecina reptiblica, lo que ba de favore- cer grandemente el desarrollo de ese plaga, detenida durante estos liltimos afios de Iuvias escasas, en sus focos, cercanos de esta ciudad. Hs de notar que esta plaga ataca 4 varias otras plantas cultiva- das. En Europa (de donde es originaria) ataca 4 varias gramineas, 4 las coles, 4 la remolacha dulce, ete. El Dr. Doering la hallé so- bre el durazno, Por mi parte, la hallé aqui sobre el tomate, con carfcter de suma gravedad; una plantacién de esta especie fué com- pletamente destrufda y las rafces que me enviaron para el anélisis no dejaban Ingar & dudas sobre la causa. Ademfs, no puedo, por ahora, excluir la probabilidad de que ataque al cafeto; su modo de ser, su biolojfa y sus caracteres son tan parecidos 4 los de la espe- cie (Heterodera exigua 6 Meloidogyne) descubierta por el Dr. Goeldi, en el Brasil, sobre cafetales por esta plaga casi destruidos, que me parece muy probable que la especie que recién nos ha visitado también pueda daflar 4 los cafetales. Las otras enfermedades de la vid que he podido observar hasta ahora en este pais, gon: 28 La erinosis, enfermedad causada por ol acérido Mriophyes vitis. La observé en todos los viftedos y se desarrolla mas 6 me. nos todos los afios. Pero la erinosis, poco grave en la zona tem: plada, es apenas una enfermedad en nuestro clima; hasta ahora no he podido notar caso en que hubiese afectado sensiblemente la produccién 6 la vejetacion. 3.° El Oidiwm. Bs la misma especie (O. Tuckerii) conocida en todos los paises que cultivan la vid, y aqui se presenta con los mismos caracteres biol6jicos. No es enfermedad destrnctora, cuando se persiga debidamente, pero exije uno 6 dos azufrados. No me consta que se haya manifestado con mucha intensidad y por otra parte, me parece que nuestro clima, con la intensidad de sus rayos solares, no le es favorable. 4.* La antraenosis, quo so ha mostrado desde algunos afios, es- pecialmente (tal ver ‘inicaments) sobre cepas de reeiente introduceién ey Digital Republicana — 310 — La obseryé en tres vifiedos, alejados unos de otros y de plantacién reciente (4 4 6 affos), de sarmientos y barbados introducidos de Buropa, Montevideo y R. Argentina. Hasta ahora se mantuvo esta plaga en estado esporadico, 4 pesar de que nada 6 muy poco se haya hecho para combatirla, y no be visto hasta el presente sino daiios muy aislados. 5.8 Prendocommis vitis. X pesar de su nombre especifico, esta curiosa enfermedad ataca mas 4 Jas otras plantas que 4 la vid, al menos aqui. Consigné muchas veces su presencia en los vifiedos, pero nunca perjuicios de consideracién, ni dignos siquiera de ser notados. Asi que hablaré de ella més adelante. 6. La pudricion de la ura es mas bien un accidente que una enfermedad. Numerosos son los insectos que atacan al fruto cuando empieza 4 madurar, y ellos son, 4 no dudar, la plaga mayor que se opone al desarrollo de la viticultura en este pais. Una vez he- rido el grano, basta una Iuvia 6 la humedad atmosférica ayudada por el calor, para determinar la putrefaccién. Con esto he acabado de enumerar las enfermedades de la vid que ‘he encontrado en este pais. Hi encargado de un vifiedo, practico, sin preparacién especial, cre~ y6 ver la Perondspora en su plantaciéu, y de allf la voz de alarma que corrié harén dos afios. Tanto esa noticia como otra parecidla, resultaron infundadas. Tratébase, eu un caso, del oidiwm ya enu- merado, y en otro, de erinosis. Desde entonces yo no tuve otras noticias. En resumen, al respecto de su patolojia especial, se puede afir- mar que la vid se halla aqui en condiciowes muy buenas. Lae dos enfermedades més graves, filoxera y perondspora, uo nos han, ata- cado afin, al menos por lo que me consta, y es muy poco admi- sible que puedan existir en los muy contados vifledos de este pafs, sin que la noticia Hegne hasta nosotros 7* Observé un caso sélo de apopleyia, lo que prueba que deta enfermedad es muy rara; es sabido por lo demas que no es cou- tajiosa, y en el caso 4 que aludo, nada perdieron do su lozanfa las plantas vecinas, 4 posar de muy cercanas. 8* Dejo en duda la enfermedad Hamada Clack-rot. Al empezar la madurez, varios granos en cada racimo y 4 veces racimos enteros - ae — 311 — 4 alteran, pudren y secan, como en el caso del bla roi no pnde ain averiguar si eso es debido realmente 4 Ia presencia de la Laesiadia (1) bidwelii, 6 si se trata sencillamente de una de las tantas formas de la pudricién avriba mencionada. Agrego no haber visto nunca gomosis, ni clorosis especificas, ni fumajina; tampoco Ya Cereospora y el Margarodes, enfermedades éstas que ya han invadido el Brasil, Argentina y Chile. WK ENFERMEDADES DE LAS OTRAS PLANTAS Dos razones me obligaran 4 ser més breve en este capitulo. Primeramente Ja vastidad del tema y lo reducido de este cuadro. Ademés, la escasez de documentos, 4 lo cual ya me he referido, por tratarse de un estudio qne recién he podido inictar, solo, con escasos elementos é incompleta bibliografia, causa esta ‘ltima que me impidié hasta ahora clasificar con segnridad algunas enferme- dades. 1.° — Enfermedades generates Coloqué bajo esta riibrica aquellas fitopatias que resultan de agentes mérbidos que atacan & un niimero muy grande 6 indeter- minado de plantas cultivadas. 1. Pongo en primera linea el microorganismo Hamado por Debray Pxeudocommis vitis, y que paréceme fuera de duda ser el que aqui tengo observade desde muchos aflos y he visto anteriormente en la Reptiblica Argentina. ste parasifo, el més sencillamente organizado entre los fitopatégenos, ataca 4 las hojas de casi todas, talvez todas, las plantas, sobre todo cuando jévenes, Hxiste, al parecer, casi en todo ol mundo. Aqui ha causado mayores per- juicios en las siembras de mangos y ci cen particularmente expuestas. Otra plaga es el hongo, que produce la enfermedad del euello de la rats. Yo ta descnbri y publiqué on 1898 bajo el nombre aoteros, plantas que pare- (1) Gieiquardia bidwellit de Visla y Ravaz. He notado sin embargo la presencia Ge hongos diversos, Phoma probablemente, sin que atin pueda atirmar hechos preeisos al respeeto, por no haber estudiado debidamente este particular. ey Diitai Py — 312 — esp. de subepiges, agregindola provisoriamente al jénero Rhixor- tonia; es cuando menos muy vecina de las Cercospora, entre las euales puede figurar. El afio pasado el profesor Tonduz Ia descn- brié en Centro América; estoy persuadido que se ha de encontrar en muchas otras partes de las zonas calientes, pues me parece que ha de ser Ja causa verdadera de muchos perjuicios achacados 4 otros pardsitos 6 4 las intomperies. Esta plaga ataca 4 gran nt- mero de especies en las siembras, viveros 6 cuando atin tienen poca edad; se establece sobre el cuello de la raiz y causa una muerte segura. Sobre grandes plantaciones no puede causar ma- yores estragos, porque su difusién es necesariamento lenta; pero cuando se ignora la causa, como aqui sucedié, no se aplican re- medios adecuados, y se da Ingar 4 que el mal sea grande y 4 veces irreparable. Es en los cafetales que ha causado aqui ma- yores pérdidas, Varios acdridos 6 insectos pueden ser cousiderados también en este capitulo, por la’ razén expresada. La entomologia paraguaya es un vastisimo campo, rico de promesas, pero inculto atin, No existe ningtin trabajo especial. 3. Por mi parte, puedo dar estos primeros datos al respecto: Entre los acdridos reconoci la presencia del Thetranychus telarius, gue ataca 4 un ntimero cada vez mas grande de vejetales; creo que su introduceién no ha de ser muy reciente; la jente del pais eree que es arafia. Ataca, sobre todo, 4 las plantas herbfceas tiernas, flores, hortalizas, habichuelas, arvejas, mani; pero persigue tenazmente 4 los ricinos ( tértagos ). Entre los miridpodos tenemos: : 4, El Spirobolus maximus, especie indijena de la parte célida de este continents (hay otras especies no clasificadas atin). 5. Y el Iuliss terrestris importado de Buropa. Ambas especies atacan 4 las semillas y plantitas tiernas en los somilleros, almacigos y macetas. Son dafiinos sin ser plagas muy temibles. Bnére los inseclos verdaderos ocupan gran espaciv los céecidos, de los que hablaré mas adelante, pues rara vez atacan 4 plantas qne no sean Arboles, arbustos 6 palmeras. 6. A casi todas ls plantas invaden los pulgones (Aphidae), de los ro ret en earn — 313 — que hay varias especies, de entre las cuales, el Aphis persicae, 6 pulgon del Durazno, fne introducido de Europa; de las demas no tengo ciasificacion. Agrego, como dato negativo importante, no haber visto todavia la Schizoneura lanigera 6 pulgén lanigero, hallado ya ea Argentina y Brasil. Los pulgones en general, no causan per- juicios muy graves desde que haya algnn cnidado serio, Estos aflos de sequia les han sido poco favorables, y més abundan en el Este donde lneve mucho mas. Paso por alto las Langostas, cya frea de extensi6n en esta parte ya es conccida; limitindome @ indicar que la sola rejién re- lativamente salva es la que constituyen las ininterrumpidas forestas del Este (Alto Parana). 7, A més de la Schistocerea peregrina, dos 6 tres acridios més catisan & veees perjuicios de consideracién por su ntimero, siendo ademas especies sedentarias; no han sido clasificadas atin. 8. Hntre los Lepidépteros, und de los més temibles es la Lew- cania unipunetata, cuya oruga, Iamada ysé 6 gusano, ataca 4 la mayor parte de las plantas herbéceas y cuanto brote tierno halla en gu camino. 9. El canastito (Qeceticus platensis) existe aqui, al lado de otra especie mis chica; pero no catsan mayores perjuicios. Las Hormigas, como en todas partes, constituyen aqui una plaga incémoda y 4 veces muy seria. 10. El ysadé (dita sevdens) es sin dnda la més perjudicial. 11. Otra dita mas chica, cuyas hormigueras son casi completa- mente superficiales, vive en agrupaciones més 6 menos numerosas en los monte del Hstes. . El numeroso grupo de los Coledpleros cuenta aqui con algunas especies muy perjudiciales 4 wn gran numero de plantas, Asi los Mamados (12) bichos moros (Hpicauta genus); el torito (18) | Dilobo- derus abderus), cuya larva prospera en las huertas, viveros y quintas de tierra fértil y afin m&s en las comarcas montuosas y himed: varios curculionidos (tingud’d), desgraciadamente no estudiados sufi- 3 cientemento; algunos cerambicidos (yvyrd-ikyti’d) que atacan 4 varios Arboles; y por fin los erisomélidos (saltones), tan pequefios como perjudiciales, que pocas plantas respetan, 14. Entre estos iiltimos, existe aqui también la Epitria parvula, = — 314 — ya hallada en la R. Argentina, y otra especie, abundante en el Este que ataca especialmente 4 los higuoras (Wicus cariea). Los demas insectos dafiinos que he reconocido, los indicaré al hablar de cada especie cultivada. °—Enfermedates de los drboles y arbusios en general. HE aqui en breve 1a enumeracién de las que he reconovido, de- nominadas por sus ajentes respectivos. 1. Capnodium irichostonum, speg.; Mamada comunmente earbin tise, hollin 6 fumajina la enfermedad que produce. Le acompafian 4 veces otros hongos. Cubre wm gran nfimero de especies, sobre todo el naranjo, mandarino, limetero, cidrero, guayabo, cafeto y che- rimoyos; raramente la vid; con poca frecuencia las plantas herba- ceas. He notado que las hormigas son el agente mis activo de su propagaci6u, talvez necesario. La enfermedad es menos grave de Io que aparenta. Clorosis, No cteo sea enfermedad parasitaria. No es comin sino en los terreno pobres y expnestos 4 seqnia. Me convenci de que las causas generales, al menos aqui, son: la pérdiila do las rai- cillas por las sequias y la pobreza del suelo. 2. Trachyderes striatus. Cerambicido cuyas larvas taladrean Ja madera verde atin y causan la pérdida del Arbol. Estas y otras especies afines encontré en los laureles (Nectandra y Ocotea) ent jeneral, el laurel negro (Nectandra porphiria), el alcanforero (Laurus camphora), el caticho de Asam (Ficus elastica) y el taté-yva (Chilo- rophora tincloria), sin contar otras plantas que ahora no recuerdo 4, Céccidos. Desde muy poco tiempo he poifido dedicar algun tiempo al estudio de este numeroso y perjudicial grupo de insectos, Nin- gun trabajo se ha publicado al respecto y estos son los primeros renglones que sé escriben. Hl doctor Silvestri es el naturalista que mas se acereé 4 este pais, enviailo por el Gobiemo Arjentino, para estudiar las enfermedades de las plantas, causadas por los insectos; recorrié Corrientes y los territorios arjontinos de Misiones, Chaco y Formosa, publicé en sii informe haber hallado cuatro especies de céccidos. Hs todo lo que tenemos de las rejiones vecinas. Hé aqui To que mis estudios, afin muy imperfectos, me permitieron hallar en este pais: Pe eo Poy — 315 — 5. Teorya sp. aurantii, parecida en su conjunta 4 la I. schrotikyi, pero més chica. Se desarroll6 seriamente sobre algunos naranjos cerea de la Asunciéa; pero como cl mal era muy aislado, se pudo atajar. En cambio no nos ha invadide la Leerya purchasi, tan tomible. 6. Orthewia sp. La especie ‘nica que hall6 hasta ahora no pa- rece multiplicarse nunca de una manera temible. Es indfjena. 7. Triococeus sp. psidii. Difiere de las especies publicadas hasta ahora del Brasil y la creo indfjena. Su Arbol preferido es el gua- yabo, pero ataca 4 otros también, como Campomanesia aprica, Myreia quavira, Psidium konnedyanum y Eugenia cauliflora; es posible que sea particular de las mirtéceas. Es bastante comun, 8. Dactylopius longifilis; lo he visto una sola vez y un individuo solo, sobre un guayabo. de la quinta en medio de muchos Eriococ- cus. Su presencia alli debia ser accidental; estaba cerca de plantas venidas de Buenos-Aires. 9. Dactylopius sp. Lo hallé sobre la Anona muricata, de cuya especie matéme vai s plantas. Constaté que la sequia favorece su desarrollo y lo combato ahora facilmente por medio del riego de bomba violento. Se parece al D. destructor en muchos puntos, pero se combate mucho mas ficilmente. 10. Cryptokermes brasiliensis. Lo hallé en el Alto Parana sobre las ramillas y ramas bastante gruesas del Pacuri, uo habiendo ata- cado & los naranjos y limoneros muy cercanos, I] liqnido transpa- rente que secreta, atrafa muchas hormigas. Li. Lecaninm hesperidum, Ataca con especialidad aqui @ los limoneros y naranjos. Pero & més de las otras hesperideas, “ataca también 4 muchas otras especies. entre Tas cuales indico la yac: (Artocarpus integrifolia), que suite particularmente, el mango, la guanabana (Anona muricata), la atovira (dnona squammosa). Es el céecido més comin aqui, También persigue la Hugenia jambosa (Pomarrosa) y el Almacate (Persea gratissina). 12 Lecanium oleae. Menos comin, al parecer, que la anterior, la encontré sobre el naranjo y el guayabo. Bl doctor Silvestri lo observ en la Axjentina (Posadas y Colonia Benitez) sobre el algo- donero. 13. Lecanium sp. Parece especial del Artocarpus integrifolia, pues atin no lo he visto sobre otras plantas. ae ey a Prony — 316 — Ain estamos libres del Leconium coffeae que ya se ha presen- tado en el Estado de San Pablo. 14. En cambio existen segnramente varias otras especies de este jenero: tengo uva que vive sobre los Rubus y otra que cacé sobre la Syringa chinensis, planta que no resistié 4 sus ataques. 15. Coroplates janeirensis. Crece con notable abundancia sobre los guayavos( Psidium guajaba y P. Kennedyanum) y los guaviré-mi (Campomanesia aprica}, pareciendo ser especial de las Mirtéceas. Tanto se multiplica 4 veces, que permite 4 la jente del pais apro~ vecharla ceta que produce, para hacer bujias. Hs poco perjudicial, 4 no ser que se desarrolle con exceso. 16, Sobre el gnavira-mi vive una especie muy afine 4 la prece- dente, més pequefia y de cnbierta més clara, blanco de perla. Cera muy fiva, 17. Ceroplastes sp. leguminosarum. Hs comun y ataca A los ar- boles leguminosos, especialmente la Poinciana pulcherrima y Pelto- phorum dubium. El insecto es rojizo, la cubierta rojizo obscuro, y la cera terrosa, formando lo todo una costra de feo aspecto, 18. Geroplasies sp. peltophori. Solo la vi sobre el Peltophorum dubiwm. Sus cubiertas son muy blancas, con excopcion de dos nti- cleos centrales negros, ‘y soldfndose unas di otras forman una costra al rededor de las ramas, 19. Ceroplastes sp. erescentiae, especie muy distinta de las nn- meradas, la vi desarrollarse con profusién sobre la Grescentia eujeie. 26. Aspidiotus aonidum (Chrysomphalus conidum). Byiste en el pais desde mucho tiempo y ahora abunda mucho. Se le vé especial- mente sobre las hojas y los frutos de los naranjos, dejando éstos manchados como de herrumbre, Io que los hace impropios para la exportaci6n. Ataca, al parecer, con menor intensidad, 4 los cidreros ¥ limeteros, pero fuertemente 4 los limoneros, Vive frecuentemente en sociedad con el Lecanivm esperidwm, Hs mis perjndicial que éste, porque “ataca 4 los frutos. Se ha visto sobre el rosal y la ca- melia (Hempel). Yo lo vi sobre todas las especies do Citrus, 21. Aspidiotus (dictyospermi?). Hncontré esta especie sobre la palma Areca lutescens, y mo parece ser la descrita por Morgan, que también fué hallada:en San Pablo sobre Jas palmeras, por Hempel. oy Se — 22. Mylelaspis citricola. Hs la que en Hspafia laman serpela. Es tan perjudicial como los peores céccidos y se ha desarrollado mu- cho en estos tiltimos afios. El doctor Silvestri lo hallé en todos los territorios argentinos limitrofes. Agota menos la planta que el Lecanium hesperidum, pero ataca mucho 4 los frutos (naranjas,) dejandolos con corteza de feo aspecto, aspera y parduzca, 6 im- pidiendo su natural desarrollo; en esto es afin mas dafiino que el Aspidioius, No la observé hasta ahora sino sobre los naranjos y mandarinos. 28. Diaspis (cacti?) Dejo provisoriamente bajo este nombre wa especie que no tengo a la vista, y supongo ser la descrita por Constock. Esta Diaspis vive en las comarcas hiimeilas y calientes del Bste y ataca 4 las cactéceas, sobre todo al Opuntia ficus in- diea cuyo cultivo hizo imposible en mi quinta, 3.° Enfermedades y plagas mds 6 menos especiales de cultivos determinailos ANANAS , 1. Pudrici6n del cogollo 6 corazén, Hsta enfermedad parece idén- tica 4 la que aqueja & la cafia de azticar y al banano. El cogollo, 6 parte central del brote terminal, se pudre sin causa aparente. Esto atribuyo 4 la presencia de la Trichosphoeria sacchari, hongo qne ha recibido varios nombres en razén de las varias formas que pre- senta, Aqui se inculpa al haber cafdo tierra en el cogollo del ana- pero creo que eso favorece simplemente el desarrgllo del mal. por la facilidad con que la tierra vejetal’ puede contener esporos del hongo en cuesti6n, ALFALFA 2. Lencania unipunctaia. Bs el gusano devastador de que ya he hablado (army-worm, isoca y lagarta en la Reptiblica Argentina y Uruguay). Me parece menos comin que en otras partes, pero des- truye 4 veces alialfares onteros. ALGODONERO Esti relativamente libre de enfermedades. No existe Gargaphia ey eo ron — 318 — subpilosa hallada en la Argentina, Recuerdo haberlo visto con um Lecanium y con un Telranychus, pero sin gravedad, BANANO 3. La pudrieién del coraxén tiene probablemente la misma caysa que en la cafia, Esta enfermedad es mas temible en los afios Hu- viosos ¥ e més conocida ea el Este y Centro Sud. 4, La desecacién del racino es enfermedad sin causa aparente y sucede en las plantas mis robustas también. Afecta 4 la Musa pa- radisiaca solamente, (banana blanca, amarilla, de oro y pacovusit) y s6lo aparece en los terrenos arenosos del Centro, Norte y Chaco Ta causa la he reconocido en la composicin de Ja tiorra. CAFETO Esta planta tiene relativamente pocas enfermedades en el Para- guay. Las mas terribles: Hemileia vastaiix, Dactylopius destructor, Lecanium coffeac, Heterodera ambigua, no nos han visitado hasta ahora. 5. Cemiostoma coffeellum 6 tifia del caieto. Reconoef esta enfer- medad hace algunos afios; actualmente existe en todo el pats; otra especie muy parecida es indijena. Cuando entra en una plantacién, no sale mas y ninguna planta so escapa de ella. Felizmente, no reviste gravedad sino muy excepcionalmente, y casi nunca pasa de una molestia muy tolerable. 6. Mancha (negra 6 parda). Esta enfermedad es debica 4 un hongo reconocido en el Brasil por el doctor Goeldi como Ramutaria. Es asaz comin en el interior del pats y en*el Alto Parana. No es grave, debido en parte 4 Ia lentitud de su marcha 7. Una enfermedad indeterminada atin, al parecer, observé en el Este durante Jos aflos mas Iuviosos: al madurar las corozas se ras- gaban y abrian més 6 menos; esto no parecia perjudicar al grano, bien formado ya, pero muchas cerezas se podrian prontamente, obli- gando 4 activar la cosecha. OANA DE AZUCAR 8. Diatraea saccharitis. Es el gusano comfin de la cafia que ya existe poco mienos que en todo el mundo caliente, Ataca especial- * Pry — 319 — mente 4 la cafia cayana 6 blanca grande y fué causa de substituir esa variedad por la tucumana. Respeta més al tacuareh®-mi (bras, canninha) y 4 Ja cafla morada ‘Tricosphaeria sacchari. Es el ajente de la, pudricién, de que ya hablé bajo el ntimero de este capitulo, No es comtin esta enfer- medad; no la vi sino al estailo esporiidico y asi mismo pocas veces. CEREALES . Se ha multiplicado de aria del 9. Calandra granaria, gorgojo 6 tinguil uma manera alarmante en todo el pais. Hs la especie oF continente antiguo, que ahora existe en todo el mundo. 10. Diatraea saecharalis hallada sobre el maiz; creo que eso no sea comfin. La vi en las espigas tiernas (choclos). 11. Gusano del mac. No conozco atin el animal 4 que corres- ponda esta oruga, que en ciertas estaciones hace mucho dafio, 2 penetrando en el tallo, que casi inevitablemente se pierde. 12. Ustilago maidis, carbén del matz, Es enfermedad comin en el pais, aunque no sea nunca muy devastadora. 13. Ustilago sp.’ (segetum?), carbon de las gramineas. Creve so- bre varias especies de gramfneas del pafs, especialmente segfin he visto, sobre los Oynodou. GUAYAVO 14, A més de los c6ecidos ya enumerados, el guayavo es per- seguido de la herrumbre, esto es, por la invasién de un Aleurodes, que grandemente muftiplica sobre el envés de las hojas. LIMONERO. © 15. Papilio thoas. El gusano i oruga de esta hermosa mariposa coine Jas hojas del limonero. Pero no se vi6, que yo sepa, en can- a tidades muy grandes. (Al articulo para las otras plagas especiales). MANDIOCA 16. Aleurodes sp. Algunos la Haman mosquilla; se establece s0- bre el envés de la hoja, la cual toma, atin superiormente, un tinte gris blanqnizeo caracteristico. Disminuye la produecién. — 320 — 17. Gracilarina, Liimanle mbird. La causa es un microlepidépte- To, 6 sea pequefiisima mariposa blanca, que se establece en las ho- jas @ guisa de la tifla del caieto (Comiostoma coffeellum). Hace tres afios llegé del Noroeste una invasién tan ‘grande de estas ma- ripositas, que los aires estaban Ilenos desde la ciudad hasta la Es- cucla de Agriculiura, distante 7 kilémotros, Causa 4 veces nota- bles perjuicios. MANISOVA (Mani hol glaxiovii) Noté en esta especie Jas mismas enfermedades, indicadas ya para la mandioca. NARANJOS * Ya he dicho de la famajina. Al respecto de hongos, consiguo que no he visto todavia la Rhixoclonia violdcea en el pats, 18. Gangrena. No puedo atia determinar la causa de esta enfor- modad, que ataca al cuello de Ia raiz los arboles mevos 6 adultos, ¥ los hace perecer, Persigue aqui especialmente al mandarino y al naranjo dulce, He notado la presencia de un nevadlodo on Ia par- te infectada, parecido 4 la heterddera. La marcha es ripida, rela- tivamente. 19. Clorosis infecciosn. Llamo asi una segunda enfermedad de Jas raiees que ataca todas las hesperiideas, naranjos, mandarinos, limoneros, cidreros, limeteros, ote, grandes y pequefios. Su marcha es més lenta; Ia clorosis de las hojas aparcke mucho tiempo antes de Ia mmerte; las rafces todas estén invadidas por el mal. Salvo averignaciones atin necesarias, creo ser causa de tales estragos el Sphoerium wolffensteinianim, hongo hallado ya en casi todos los cultivos citricolas del Mediterrineo y do allé soguramente intro- ducido, Estas dos enformedades no se propagan ffcilmente como otras. La planta esti condenada, si no se le aplica pronto remedio; pero las vecinas pueden permaneer sanas, durante mucho tiempo enando menos. 20. Sarna. Enfermedad de la corteza del troneo y ramas prin- X ey eo ro — 321 cipales, causada por un aedrido que no he podido determinar atv. oil Marcha muy lenta y curacién relativamente f. 21. Tetranychus (aurantii?) Invadi6 esta esp njo dulée, En el primer ca e un grat vivero de mandarinos, y la vi sobre el nare fué destruida por otros insectos seguramente, 22. Gusano de la naranja. A pesar de todo, no he podido de- terminar atin el insecto a que pertenece la pequefla larva que causa la caida prematura y pérdida de las naranjas y mandarinas. Segtin datos que ‘iste El mal es més 6 menos grave sogtin los afios. tengo, "se trata de un insocto introducido del extranjero; no e en los naranjales naturales del Este, mientras es sobre el litoral que es mas comin. PALMAS Calandra palmarum. Esta especie fué acusada de matar las palmeras, por su larva, que roe lo interior del tronco. Yo nunca la vi sino sobre plantas volteadas 6 muertas por otra causa, 23. En las plantas vivas adu, s6lo encontré uumerosas la de un pequefio colesptero, y en otras ocasiones un lamelicornio vas que roe el cogollo ent su estado de animal perfecto. Hstos insec- tos atacan seguramente 4 muchas palmas, pero no los vi sino en el Phoenix dactylifera y Acrocomia sclerocarpa. RICINO (Tartago) Le alcanza frecuentemente la invasién® del Telranychus telarius de que ya hablé 24, Pero hace poco hallé otra especie de Tetranychus, la cual no tiene absolutamente ninguna tela y vive exclusivamente sobre la faz superior de las hojas. No parece tan perjudicial como la primera TABACO 25. Protoparee carolina, conocilo en el pais por marandovi, templada, Serfa una gran comtin en toda la América caliente y plaga si 4 su multiplicacién no pusiesen coto sus enemigos, que 2 son los piijaros y una especie de bracdnido que mucho la persigue. 26. Hpitria parcula, saltn 6 pulgén saltador. Este pequefio cole6ptero es a pesadilla de los que siembran tabaco, pues en poco tiempo destruye las mejores eras, y en ‘el pafs no se vonoce el uso de la emulsién de petréleo y del arsenito de cobre que son los medios de combate (2). 27. Edessa meditabunda, es Ya chinche que muchas veces in- vade los tabacales. Su accién no es tan peligrosa como Ja de las especies precedentes. 28. Mbiré. No he tenido tiempo hasta ahora de estudiar la enfermedad asf amada y asaz temible: lo que siento mucho por Ja imporiancia que habria en poder aleanzar sus verdaderas cansas. Es la misma, que bajo diversos nombres, existe en los paises Timitrofes, y en Cuba y Espaiia, donde también se lama viruela, indicando como causa la accién de un sol fuerte sobre, la luvia, 6 aguacero tras de sol fuerte, lo que afirmo ser un error, pues repetidas experioncias me probaron acabadamente que la causa no es esa, ni otra parecida. TOMATERA Helerodera radicicola. Ya indicada como enfermedad de la vid, El cultivo de la tomatera me ha probado que esa infeccién no se extiende de un terreno «i otro sino muy dificilmente, y que basta no plantar en un terreno infectado, durante un par de afios, plantas sobre las cuales pueda vivir, . Erisyphe species. Hongo que persigne esta planta con te- nacidad y tengo por introducido de Europa. Cubre la planta de nna especie de polvo, infestando las No resiste al azufrado. hojas, que quedan raquiticas. 30. Peronospora infestans. Las plants aparecen como cubiertas de haria. Es wn hongo, que aparece a y acullé en las huettas que siempro reciben semillas de Hnropa; ataca 4 otras hortalizas también, sobre tudo (aqui) & las mostazas (Sinapis). 31. Enfermedad del ‘allo. Produeida evidentemente por un (1) Bl doctor Silvestri ha encontrado en las Misiones Argentinas otra especie de Epitriz, mas grande, que probablemente debe existir en el Paraznay tambien, ey ae nd IN PM eve “+ hongo microse6pico, parece desarrollarse en el interior y médula. Bs diffeil de combatir, ahora, pues no {6 estudiada debidamente. 32. Pudricién del tomate. Al madurar, 6 poco antes, los frutos se pndren, pero empezando regularmente por el vértice y sin romperse hasta que la pudricién aleance Ja base; la parte enferma se parece 4 una gorra color negruzco perfectamente limitada, Pa- rece causada por un microorganismo especial, pero no puedo agre- gar mas. Es probablemente rara; la observé una sola vez, pero me convenci de que cuando ataca 4 una plantacién, no deja frnto sano, aunque 4 muy poca distancia otras plantaciones permanezcan indemnes. 33. Piral del tomate. Aunque sin tiempo todavia para una investigacién complota, cargo & una piral la pudricién comin de los tomates, sin exeluir la probabilidad de que otros agentes in- ) tervengav. Es enfermedad comin y existe més 4 menos en todas partes, inclusive Europa, donde se cree generalmente causada por fenémenos atmosféricos, lo que niego, por lo que aqui respecta. TRIGO Esta planta, toda vez que venga de semilla importada de Ar- gentina 6 Enropa, presenta las enfermodades signientes, “casi infa- _liblemente, sobre todo si viene del Plata: i 34. Puccinia graminis, Ea la roya, 6 herrumbro, 6 robin. 35. Claviceps purpirea. Es el corneznelo. Hn nuestros eneayos esas enfermetades no se mudaron por nin- guna planta del pafs 6 aqui cultivada, 4 pesar de haber grau niimero de ‘especies en la Escuela, y desaparacieron tan pronto se dejé de cultivar trigo. Sin embargo, la roya habia invadido al indigenas 4 Ja orilla del trigal, por principio algunas gramineas 7 poco tiempo. he 36. Phacellura marginalis. Bsta piral, comtin en gran parte de : Sud América, es la qne da el gusano ti oruga que tanto dafio hace & veces 4 los melones, zapallos, ete. sta especie y proba- ZAPALLO ¥ OTRAS CUCURBITACEAS blemente algunas més, hacen frecuentemente dificil el cultivo del = 324 — melonero particularmente. A las otras especies ofenden menos. Las Luff (esponjas vejetales) y Laghenaria parecan indemnes. Hn resumen, contiene este trabajo prelimiuar la enumeraciéa de 8 enfermedades de ia vid, 14 de las plantas en general, 2 los Arboles y arbustos y 35 de los cultivos especiales. Totales 79 enfermedades y enemigos diversos. de Dr. Morsés S. Berronr. Asunci6n, Marzo 19 de 1902 APENDICE Me permitiré algnias breves observaciones generales. Las per- sonas poco versadas hallarén muy crecids Ia suma de enemigos qne, segiin esta enumeraci6n, tienen Jas plantas cultivadas en el Paraguay. Pero muy diferente sera la opinién de los précticos de patolojia vegetal. No hay pais en que la agricultura no tenga cen- tenares de plagas y enemigos que combatir, Por més que sea cosa segura, de que nuevos estudios alargaran uotablemente la lista que hoy presento, creo que en cuanty 4 en- fermedades de mayor gravedal, mi enumeracién 0s completa, y que ‘no tendremos huéspedes muy temibles qne agregar, si se toman con tiempo las medidas necesarias, inspeccionando las plan- tas y ciertas otras materias qne se introducen del extranjero. Fl fitopatblogo reconocerd lo que en algunas partes ya hi observar, esto es, la ausencia, en casi todos los grupos, de las enfermedades mis terribles. La situaci6n continental del Paraguay, la poca densidad de su poblacién y cultivos, y en ciertos casos el clima, poco favorable 6 absolutamente contrario 4 ciertas enfer- medades de los paises frios y templados 6 demasiado himedos, son condiciones naturales que explicarén facilment> la situacién favorable que el pais ocups todavia. ey Digital Py Digo todavia, porque debo reconover qne el mimero de. enfer- medades aumenté notablemente durante estos tiltimos afios, lo que por lo dems suede ahora en todo el mundo, con el aumento diario y facilitacién de las comunicaciones. Pero estoy convencido situaci6n, el Paraguay puede detener de que, precisamente por su ese incremento con relativa facilidad, adoptando las medidas ne- cesarias. Dr, Bertont Prey eo ro El por qué el santo fray Martin de Porres no hace ya milagros Tradicion dedicada a Carlos Rey de Castro, en el Paraguay. tA) Para santo milagrero 6 facedor de milagros mi pai- sano fray Martin de Porres. Se lo echo de tapada & cualquier santo de Europa. No hay quien le pise el ponsho. Como ya en otra tradicién he eserito una sucinta biografia de fi Mortin, que fué un bendito de Dios con poca sal en la mollera, pero con santidad infusa, no he de repetirlo ahora. De mis cocos, pocos. Bastele al lector saber que como el viejo Porres no le dejé 4 su retofio otra herencia que los siete dias de la sema- na y una ufia en cada dedo para rascarse las pulgas, tuyo éste que optar por meterse lego dominico y ha- cer milagros. Dios sobre todo, conio el aceite sobre el agua. Cuando no habfa en mi tierra la plaga de radicales, librepensadores y masones, cuando todos creiamos con la fe del carbonero, ni pizea de falta hacian los mila gros, y los teniamos 4 granel 6 4 boca qué quieres 2Por qué sera que hoy, en que acaso convendrian pa- ra reavivar la fe, no tenomos siquiera un milagrito de pipiripao por semana’ a por algo, que yo no he de perder mi ecuanimidad averiguando lo que no me importa saber 2 £Quién me mete en esas hondur Pry El famoso escritor y orador sagrado padre Ventura, en su panegirieo de fray Martin de Porres, impreso en Paris en 1863, refiere que. sin moverse de Lima, estuvo nuestro compatriota en las Molucas, y en la China, y en el Japén, libertando del martivio 4 jesui- tas misioneros, pues Dios le concedis el privilegio de la bilocacién 6 doble presencia, gracia que negara 4 San Felipe Neri cuando éste la pretendié. El padre Ventura afiade que lo que él nos cuenta en su citado pa- negirico, consta en el proceso de canonizacién. Me doy tres puntadas con hilo grueso en la boca, y no me opongo 4 la realidad del milagro. Yo, en cosas de frai- leria. 4 todo digo amén, pues no quiero parecerme al amanuense del tirano Rosas que puso en peligro la pellejina por andarse con recancanillas y dingolodan- gos. No desperdiciaré esta oportunidod para contarlo. Puede el lector fumar un cigarrillo, mientras dure el cuento. Diz que el amanuense le lefa una tarde al supremo dictador las pruebas de una oda que debia aparecer en la Gaceta Oficial del 25 de Mayo, y alllegar 4 unos versos que decian el pueblo te venera, ¥ el argentino sabe que en tus manos flameara victoriosa su bandera, lo interrumpié don Juan Manuel, diciendo: No me gus- ta ese verso. Donde dice bandera ponga usted estan- darle—Excelentisimo sefior, (se atrevié 4 argitir el mo- cito palangana) como estandarte no es consonante de venera, va 4 resultar.......que no resulta verso. Don Juan Manuel de Rosas no aguantaba’ picada de cain- cand, y dando feréz pufietazo ,sobre la mesa, grité: Car... amba jCallese la boca y ponga estandarte, an- tes que lo haga degollar por salvaje unitarios = Republicana — 328 — Fuera el cigarrillo. Vuelvo 4 mis carneros, esto es, 4 los milagros. All4, en el primer tercio del sigla XVII, cuando dos amigos se encontraban por: la calle no se decian como ogaiio se estila ,qué hay de novedades? grenuncia 6 no renuncia el ministro fulano? sino zqué me cuenta usted de milagros? zha hecho alguno nue- yo, de ayer 4 hoy, el bienaventurado fray Martin? Todas las mananas acudia a la porteria del conven to de Santo Domingo un cardtimen de viejas y mucha- chas devotas en demanda del lego, y en solicitud de un prodigio mas 6 menos morrocotudo. Hasta la Ca- rita de cielo, hembra que como fea no tenia nada que pedir 4 Dios, pues su fealdad era de veintiun quilates, como la de Picio, pretendié del santo limefio que la embelleciese, tinico milagro que diz que no pudo, no supo 6 no quiso fray Martin hacer. Si lo hace se di- vierte, por que las feas de un Jestis, Maria y José no Jo habrian dejado 4 sol ni 4 sombra. Fastidiado el prior de que 4 la porterfa de su con vento acudieran mas faldas que al jubileo, resolvié cortar por lo sano, y llamando una mafiana al tauma- turgo, le dijo: Hermano Martin, bajo de santa obe- diencia le prohibo que haga milagros sin pedirme an- tes permiso.—Acato la prohibicién, erendo padre. Pero fray Martin era de suyo milagrero, y sin dar- se cuenta, sin propdsito 6 intenciém de desobedecer el mandato, seguia menudeando milagritos de poca enti- dad. Sucedié que un dia resbalése de altfsimo andamio un albaiil que se ocupaba en la reparacién del elaus- tro, y en su cuita grité: sflveme fray Martin! El le: go alz6 las manos, y le contest6: Espere, hermanito, que voy por la superior licencia—el abaiiil. se mantu- vo en’el aire, patidifuso y pluscuamperfecto, como el alma de Garibay, esperando el regreso del lego. A buena hora mangas verdes! —dijo el prelado— Pry oy Qué permiso te yoy 4 acordar si ya has hecho el mi- lagro? En fin, anda y rematalo. Pase por esfa vez, pero. que no se repita. Este milagro metié en Lima mds ruido que una ban- da de tambores, y fué mds sonado que las. narices. Fallecido fray Martin en Noviembre de 1639, 4 los sesenta afios de edad, nadie se quedé en ‘Lima sin ue- liquia de un retacito del habito 6 de la camisa, 6 por lo menos sin una pulgarada de tierra oxtraida de su sepultura, tierra que guardaban en un saquito de tercio- pelo y que, 4 guisa de relicario, Ilevaban los crédulos de- votos pendiente del cuello. Con el correr de los tiem- pos las reliquias fueron al basurero, y las que se con- servaban en el convento las mand6 encerrar en una caja el primer arzobispo republicano don Jorge Bena- vente, y en 28 de Septiembre de 1837 las remitid 4 Roma consignadas al general de la orden de predica- dores. Vaya si hemos sido ingratos los limefios con nuesiro santo paisano, pues de él no tenemos ya ni reliquias! Lo siento, pero no puedo llorar por. tamaia ingratitud. Yo no he de ser como el verdugo de Ma- laga que se murié de pena, por que 4 un eonocido suyo le eché el sastre 4 perder unos pantalones, sa- cdndoselos estrechos de pretina. Durante muchos meses dié el pueblo en acudir 4 la tumba de fray Martin en solicitud de milagros, y el difunto no siempre anduyo remolén para hacer fa- vores. Pero una maiiana se levanté con lo vena grue- sa el padre prior, y precedido por la comunidad se encaminé 4 la sepultura, donde con acento campanu do y solemne dijo: Hermano Martin, cuando vivias en el mundo obedecias humildemente mis mandatos, y no he de creer que en el cielo te hayas vuelto orgulloso y rebelde tu superior gorarquico, negdndole la santa obediencia que juraste un dia. Basta de milagros. Te intimo y mando que no vuelvas 4 hacerlos. ry . ey ao Pr — 330 — Y que nuestro santo paisano acat6 y sigue acatando la imposicién lo comprueba el que, ni por bugonada, se ha hablado de milagrosos prodigios por ¢] realiza- tC dos después del afio 1640. Lo que es ahora, en el siglo XX, més hacedero me parece criar moscas con biber6én que hacer milagros. ' Ricagpo PaLMa. Marzo 31 de 1902. NOTA:—EI autor nos remitis 1a composicién antecedente como fuditita, pero al mismo tiempo la habia enviado & Caras y Carefus, que la publicé primero que nosotros. Bl asunto tratado con el hermoso estilo, en sti zénero, del senior Palma, estii tomado, lo ereemos, del Diccionario Filoséfico de Voltaire. (Za R.) Publicamos 4 continuacién, con este titulo, los pre- ciosos versos del Sr. D. Martin Goycoechea Menén- dez, bien conocido ya entre nosotros por varios tra- bajos de subido valor literario. 4Quiém no ha lefdo el esquisito Guarani, premiado en e] coneurso que abrié Hi Pais de Buenos Aires? El Sr. Goyeoechea Menéndez prepara una novela, en que piensa sorprender toda la poesia que habia en la raza guaranf, tan poco estudiada hasta ahora. Hablaré el autor de aquella raza muerta, cuya sangre trasfundida en las venas del godo, contribuy6 4 for- mar la nacionalidad paraguaya. Allé van los versos, que su autor dedica al se- fior don Victorino Abente, el primero que canté nues- tro heroismo y lloré nuestras desgracias. Bajo la paja oscura de la ranchada, Junto 4 las Hamas rojas de los fogones, Mientras el arpa suena casi velada Atisban 4 las hembras los mocetones. ey aoa ro — 332 — En sns grandes oscuros brillantes ojos = Se refleja la fue: Parece que qnisierau en sus antojos Zapatear sobre alfombras de corazones. Las muchachas ocultan el seno fuerte Entre ramos de rosas y de alelfes, Y la carne bronceada, casta, se advi Tras impalpables velos de fianduties. as caderas se enarean entr Hecha toda una la falda spuima de albos encajes, Y las trenzas gne céen sobre la espalda Parecen cintas negras sobre los trajes. El arpista modula en sw instrumento Un ritmo apasionado, suave, lijer En su nido de plumes lanza un lamento El zorzal que soflaba sobre el alero. Entre frases pnnzantes y carcajadas Van tomando sus pnestos las tres parejass Las mozas llevan flores avacaradas Y los hombres claveles tras las orejas. Vuelan los largos ponchos en amplios giros Formando vastas combas al agitarse, Y. se escncha que estallan hondos suspiros Cuando el mozo y la w a van & chocarse. Las parejas. saludan; marcan las notas Fl compis pronto y récio del zapateado, Y los rostros expresan Ansias ignotas Dulces suefios y besos de enamorado. Bl arpa lanza un largo postrer gemido; Se agitau bravamente las tres parejas, za de sus pasiones; s roy = 333 + Y al terminar el valse han ya perdido Los mozs los claveles de sus orejas. Y Ilevando las hembras de negros ojos En sus brazos robustos los mocetones, Parece que qnisieran en sus antojos Zapatear sobre alfombras de corazones. +OYCOECHEA MENSNDEZ. Asuncién—1902. Republicana wre ie Estndiantes paraguayos en la Universidad de Cordoba De los Anales de la Universidad Nacional de Cor- doba—(segundo periodo—1767-1778) tomamos los si- guientes apuntes sobre los paraguayos que cursaron carreras en dicha Universidad. En la nota dedicada al Dr. Francia se vera que

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