La forma de gobierno de los regmenes totalitarios se desarrolla a partir de su doble

propsito del dominio total y de la gobernacin total. Estos pueden quedan articulados por
un slogan utilizado por Trotsky de la "revolucin permanente". Tanto como en la Unin
Sovitica y la Alemania Nazi, estas se presentaron de dos diferentes maneras; En la Unin
Sovitica las revoluciones se dieron en forma de purga a los opositores de la construccin
del gobierno comunista, mientras que en la Alemania Nazi la revolucin permanente se
encuentra implcito en el concepto de seleccin racial, lo que nos lleva a una constante
renovacin de las formas en que se lleva a cabo la seleccin, para la eliminacin de los
incapaces.
Tanto Hitler como Stalin, llevaron a cabo acciones de inestabilidad permanente. El
dirigente totalitario tiene que establecer como parte del rgimen, un mundo ficticio, que
sirve como regulador operante de la vida cotidiana, y a la vez impedir la estabilidad; porque
la estabilidad llevara al fin del movimiento. La normalizacin llevara a un estilo de vida
que bien puede ser asimilado, lo que perdera sus cualidades y llevara a una forma de
reconocimiento del resto de estilos de vida que se dan sobre la Tierra. "Al momento en que
las instituciones revolucionarias se convierten en un estilo nacional de vida, el totalitarismo
pierde su cualidad total y se tornara sujeto a la ley de las naciones segn la cual cada una
posee un territorio especfico, un pueblo y una tradicin histrica (...)" (Arendt, ao, p.). El
totalitarismo tiene como base la dominacin de aquellos terrenos que no son totalitarios, de
la eliminacin de toda realidad que no presente sus caractersticas. Eso, es inherente a los
mismos regmenes totalitarios. El estado es fundamental para llevar acabo la tarea de la
posesin mundial a largo plazo.
El reconocimiento internacional, las relaciones diplomticas, tampoco sirvieron para
unir a los pases totalitarios con la comunidad de pases restantes, ni tampoco sirvi como
medida para hacer que eliminaran sus conjeturas de que todo el mundo estaba alineado
contra ellos.
Estas decepciones sufridas por diplomticos se identificaron con las que ya se haban
llevado los simpatizantes de los nuevos Gobiernos con pinta revolucionaria.