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LA MUJER EN EL MEDIO RURAL Cuadernos Agrarios & 13 s&s enero—junio : nueva época i 1996 ts rR RR oT con ne ERE TP RRRERERENEETTTE ta nego © Cuadernos Agrarios nuova paca — ‘Abo 6 nsmero 19 ‘enero junio de 1996 Portada y visetas: La Tradicisp del Amate de Jonathan D. Amith ISBN 968.6455.10-8, Cuadernos Agrarion «= una publicacién semestral de Cuadernos Agraria, A.C. oan Romo, im, 64, Col, Miguel Hidalgo, Talpan, DF. Tel. y fax 606 94 12 “Tirae 1.000 eemplaes Fein Federciin Estoril Meseana, 8. de C¥. Coordinacién del namero Beattie Canabal Cristiani Gisela Espinosa Damian Agradecimientos Organizacién Catélica Canadiense para el Desarrollo y 1a Paz Instituto Maya para el Desarrollo Rural, A.C. ‘Maestria en Desarrollo Rural, UAM-Xochimileo Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM Comité Rditorial Jaamime Aguilar, Beatriz Canabal, Rosario Cobo, Ruberto Diego, ‘Ghuals Eeginosa, Emilie Gaxeia, Adsiana Lopez Monjardin, Francis ‘Metres Liisa Paré, Maria Cristina Renard, Sergio Sarmiento Consejn Consultive Nacional ‘Juan Manuel Aurreccochea, Josefina Aranda, Ma. Antonieta Barrén, Ananda Biutra, Roberto Bermide2, Carlota Botey, Tomis Bustamante, Seat Laie Calva, Carola Carbajal, Luciano Concheiro, Carlos Cortes, Michelle Chauvet, Flavia Eehsnove, Carlos Escalante, Joaquin Flores else Jouan Gonsaleg Exponda, Humberto C. de Grammont, Erasmo Hernaaien, Lais Herinder Navarro, Jorge Hidalgo, Gisela Landazuri, y Shears Lara, Arturo LaGn, Alma Bstela Martinez, Jorge Morett, ulio \ Moguel, Davi Oseguera, Pedro Ovalle, Lorena Paz Paredes, Jaime Pefa, Reun: Quintana, Susana Rappo, Rosario Robles, Blanca Rubio, Vania ‘Salles, Maria Tarrio, Miguel Szekely , Yanga Villagémez, Brie Willanwevst Comité Internacional ik Piorte Beaveage, Universidad de Montreal, Canad Javques Chuvalin, Universidad de Carleton-Otaws, Canada A arguesite Bey. IEDES, Paris, Francia David Mrhre, Universidad de California, La Jolin, BU. Neil Harver, Nuevo Mexico, EU. Fl eran A RRR TE ixpice Presentacion 7 Mujeres y desarrollo rural Ipabel Droy, tradueeidn de Beatriz Canabal n Mujeres indigenas y trabajo. Puntos prineipales de investigacion en México Maria Guadalupe Huacuz Bias 30 Oficios, conocimientos y padecimientos. t La salud como préctica politica en el mundo indigena femenino Patoma Fonfil 8 3 Donde manda el hombre, no manda ia mujer. i Génere y tenencia de la tierra Verdnica Vazquez Garcia 63 {foemesemtincne ‘Alguna ver las obreras agricolas se organizaron.. ‘Sara Marta Lare Flores * 34 Del proyecto productive a Ia empresa soci de mujeres Banta apata Renata Mara reado Goodies vo ik Las mujeres cafetaleras en Oaxaca Ve Tisefna ronda Brzwury 9 Mujerosindigenas yan i Nuevos horisontes te i ‘Murra lan 132 Igualdad y participaeion entre las mujeres zapatistas. Una ciudadania emergente Tuts Castro Apreza 168 RRR ENT DEL PROYECTO PRODUCTIVO A LA EMPRESA SOCIAL DE MUJERES Emma Zapata Martelor ‘Marta Mercado Gonzdles** Introducetén, | en este contexto que los proyectos , productivos o microempresas ruras Bonds demeanclsann- | i mremgrn re ‘quecer la discusién en tomoalain- | lor cuichelechatinestontes Corporacién de as mujeres uralesa | Gy ont ye mmeién ce buset an proyectos productivos haciendo un | gs ltimamente con medidas halnnoe elas ventajae y desventa- | Enschtalon que no tecen ma sas que tienen estas actividades” | 55> Sstructurales del problema. Las Desde década delos setentay | mujeresse insertan en estos proyec: con mayor énfasisen los ochenta, las_| tos en un eontexto socieconémica politicas y programas propuestos | desfaverable-un sector nara dawvalo como solueiopes.a la ersis econémi- | rieado, los recursos naturales deterio fa generaliznda insisten en “inte- | rados (Gerva, suelo, agua), la age rar” ala mujer a la producsin. £5 | cultura afectada por el proceso de Pofeoora Investigadors det Peograma de Estudios del Desarrolo Rural (@ROBDIEKU) ‘nol lnmtitte de Scteeconomin, Rataotea Informs (189 dl CologodePasteraduason en Cincis Agrelae 1 sellexiones yu hacen ag argan de mestra experiencia dete con mujer ‘exmposinas: de vn sneetiznciénseaiada con varine ON ue snplean proyectos be fictive de un gst tai en 1098 en 6 prea do Empresas on Solidaridad IWONAHS, entre ae quae eneontraton tenis del epresentaiones mujeres te 106 @ @ a Latur ex e Medio Resa 0s slobalizacion y Ia vida rural drésti- | va asi como restricciones de card camente transformada porlacrisis. | ter tecneldgico y de accoso a los mer fades y al financiamiento— no han Injeiamos hablando precisamen- tedeleontextoen que sedesarrollan | Potideconeretar tal cometido, las mieroemprosas y lo que teévicn La formulacién de programas mente significa para las mujeres | para mujeres rurales que cumplie- invaluerarse en elias. Diseutimaslos | ran estos objetivos na es nueva, Se problemasestructurales que imitan | hablé en un principio de proyectos su participacion en actividades | produetivos y posteriormente de sgeneradoras deingreso ylos escollos | imieroempresas (Boiecen y Bovis, ‘que surgen de patronesculturalese | 1988; Por, 1986). A nivel nacional ideoligicos. Resaltamos asimismo | se han sucedide varias iniciativas, las ventajas queestaexparienciales | como las Unidades Agricolas Indus. hha sgnifieado, para legar algunas | trisles para la Mujer (AIM), el Pro. reffesiones finales, en lus que sefia- | grama de ln Mujer Campesina para Jaremos In conveniencia deconside- | Iz Consecucién del Desarrollo Rural rar estas formas organizativascomo | (PROMUDER), el Progeama Nacional empresas sociales. de Accién hacia la Mujer (PRONAM), Mujeres on Solidaridad (4Us01) cl eee ay Programa de Desarrollo Comunita een rio con la Participacin de la Mujer milcroempresa para la mujerrural (envivu08).? Bn el presente sexenio {09942000 la ireeiin Gonaral de A partir e a agudizacién dpe on | Desroolo Rural de In Secretaria de Sisecondmica, ls polftea agricola en | Agesultura, Gazaderia y Desarro- elpais ha hecho fneapié en el au- | ORural SAGAR) impulsa ol progra mento de a produceiényla prode. | ™2 de Mujer Campesina, que pers tividad, abogando por ia ineorpora- | £¥6, entre otros propésits, la incor- Cidnde aqullosstctoroseamparinos | Porcidn de la mujer en actividades que tendrian la capacidad de | 4@ generacién de ingresos en mejo- Incrementar su produetividad pero. | Te5 condiciones dela que ha tendo ‘que por diversas razones—entre las | hasta el momento. dveseencuentransabsjzenpaeidad | Sin emhargoen toda estos po de gestidn y orgnnizacién producti- | yramas su deja de lado el heche de Para mar infarc sabe eos progrimas, wae dina ARSON, 189. tra seretnias (Desarole Soca. Salut tussebn ot) tambin tienen progres eereemenea entree sna nena 106 Cuadernos Agrariee ‘que la mujer siempre ha estado inte. fada a In economia del pais. Lo ha hecho de manera invisible on el tra hajo doméstico, encargindose de las actividades detraspatin, de a produc- in y reproduccién, todo elo sin ro tribueién econémica, pero siempre ‘como aporte indispensable para 1a ‘permanencia de a unidad doméstiea “Mas atin, Caensio (1994) sefala que Ja participacign dela mujer en la pro dduceién de alimentos en 18 paises la tinoamericanos no xesponde. fendme os cayunturales, sino que es de tipo structural, establey permanente. En teste sentido, Mrnzano (1991) dice que bhabria que plantear desde otro angu: Jo a efectiva incorparacién de la mu: Jere Tos process econtmicos y soca. Tn, de tal forma que la prohlemétien no se ubicaria en como integrar la mujer a la produecién, sino que se focalizavia primoro en lograr un efee tivo reconneimiento a su aporte y en buscar Ja transformacién de los ter tninos de su vineulaeién al desarrollo rural, de manera que se garantioe In ‘equidad de eu participacién econ ‘a, social y cultural en relacién con el exo de la poblacin, Por otro Tado, 1a miereempresi rural no debe analigarse en forma aislada, sino inserta en lov grandes ‘cambios econémicos que se dan en la sociedad global, en ta que la inteenacionalizacign del eapital Tins ti Ins posibilidades do competir y produeir ingrosos estables para las mujeres que Ins implementan, BI fendmeno globalizador tiene como sustento ideol6gico el penea- ‘miento neoliberal o de ibre merea- do, Susimpulzores sostienen que por medio de este proceso sera posible tun nuevo estado de desenvalvimien to de la economia, la sociedad y In politiea mundial, que resulta de Ia socializacién e interdependencia de Jas fuerzas productivas actuales y que contiene enormes potencialida des de desarollo econémico y social (haar y Revexs, 1989), Proponen con fete enfoque convertir al mundo en ‘un gran mercado global neoliberal o ‘como menciona Daway (2990), aca baron los eiudadanos y eonverti a todos en consumidores, Las hechos demuestran que el ‘modelo occidental en sa vertiente nooliberal no ha avanzado en la sa \isfaccién de Ins grandes necesida- dee de la mayoria de la poblacién, ‘Bn Méxieo 45 millones 560 mi por sonas (la mitad de Ia poblacién) no euentan eon ingresos para comprar el minimo de ealorias diarias” (La Jornada, 1996b:46). “En Estados Unidos, se amplié la brecha entre rieos y pobres de forma que sélo el 20% se benefiié del desarrllo eco nomieo” (La Jornada, 19964:58), Los impulsores del modelo han. Ihoch cazw omiso de las prufindas Aenigualdades sociovenasinicas y politicns que existen entre Ins nacio snes ¥ 8 su interior. Sdlo han puesto Ja mirada en aquellos sectores alta: La tues om el Medio Raral 107 ees ‘mente competitivos, alvidéndose de las mayorias marginadas, alejindo se de una visign humana del desa- rrollo que ineluya coma meta, no el trecimiento econémico per se, sino {que apunte mis bien hacia “el fortae Jocimiento de las eapacidades y det poder de la mayoria pobre para me- Jorar sus vides por medio del acceso ‘la tierra, al eréito, a la toenologia apropinda, a los empleos y el adies ‘ramiento® (Fostsssox, 1991, eitado on Venzz, 1994:3), En Ja perspectiva neoliberal, el sector agropecuario us considurada silo como exportadior de productosde valor agregado para obtener divisas ‘en un escenario tremendamente competitive y desigual Zavxts, Mr. ‘eano y Lover, 1994). Le mieroemn. presa rural aparece en las propue! fas nuevamente como alternativa y ‘mecanismo goneredor de ingresos ppara enfrentar el estancamienta de las ocupaciones remuneradas y el eterioro del salar real, tanto para sectores pobres de In poblacién tr bana cme de la rural. Se pretende ‘que la mujer microemprosaria com. pita con economias de escala, en un ontexto de mereadas libres eontea. Indos fuera dens fronterasnaciona. les. Tiene ademis, como indica Cantusa (1994), que articular mo- mento’ y espacins del proces pre. uetive para garentizay estrategins ay sohrevivencin avis viahles Los cambios estaueturales im. puestos por el modelo neoliberal 50 hhan dado a partir de desigualdades ae género nunca resueltas, Las ‘ransformaciones han favoreeido la entrada masiva de las mujeres a la fueren de trabajo en el sector infor: mal de fa economia, en la agrieultu ra comercial y de subsistencia, en la ‘icroempresa. En el espacio al cual Jas politicas neoliberales las han re Togado, han recibido el peso de los ajustes estructurales, aunque con: forman un sector dindmico, propo- sitivo, que ha hecho posible ls eam. bios impulsedos por In globalizacin. Desde las condiciones cestrueturales se limita la participacion de las mujeres La micrnempresa se ve rostringida por problemas estructurales como la ccarencia o escasee de terra, el eré- dito, las tasas de interés, las trans formaciones en laorganieacidn banca 1a, el desmantelamiento de la infra estructura de apoyo al agro, etestera, ‘que sin duda Iinitan la participacion de las mujeres en este tipo de activi dad. Acontinuacién mencionamos los aspectos que a nuestro parecer, cons- ‘ituyen serias trabas para que las mujeres puedan desarollar exito samente una microempresa rural Probleme deta terra Bn la Conferencia Mundial de Refor. ama Agrarin y Desarrollo Rucal, or anizada por la Fa0 en 1979, apare. oe Cunkemas Agrarios ‘cela igualdad entre hombres y mu: Ca.n (2998) aitade que estas jores en el sector rural como parte | politicas de distribucién de tierra no {leas politieas e intenciones formu- | sélo no beneficiaron a las mujeres, Indas. Ahi se establece que “ia mu- | sino que en realidad reforzaron el jer debe participar en igualdad de | sistema rural vigente, en el que el ‘quicionescon el hombreen los pro- | derechode horencia se establece fun. ‘esos sociales, econémivosy politicos | damentalmente porlinea masculina del desarrollo rural y compartiyple- | Asi, la mujeres beneiciarias en Hon. namente los beneficios del me} ‘duras fueron 3%, en Repibliea Do- miento de la situacién social de z0- | minieana 4.8%, el 5% en Peri y rns rurales” (PAO, 1995:92). 11.2% en Colombia, La distribucién delatierra noha, Ep México, con aereacién de las egado nunca a solucionarse, ni en | Uist en 197, se ineluyd en la le ‘México ni z nivel Intinoamericano, | gislacién Ia asignacién de tierra a No ha habido respuesta para los | gruposde mujeres organizadas para campesinos sin tierra y mucho me- | promover microempresas producti nos para las mujeres rurales. De 19. | vas rurales, Se pensé en que la mu paises estudiados por Leda y Deere | jer procesnra la produccién del edo, (1886) quo habian emprendido poll- | sin embargo para las autoridades ficas de distribueién de tierra, sélo | ejidales fue secundario hacerlo, ac os, Cuba y Nicaragua® habian be- | ttud que frecuentemente se tradujo peficiade @ mujeres. Desde el punto | en eposicion a que las mujeres tu de vista legal, se tomaron como obs- | vieran acceso a otra forma de traba. ‘culos aspectos ideoldgicos, axa no | jono tradicional. Muchas delas par considerarias en el reparto agrario. | celas que se les asignaron eran abje Se dijo que el hombre esel “agricul. | todelitigios, lo que obligé a los grw- tor” y el frabajo dela mujer es sdlo | pos receptores a presentar deman- complementario(Zarsta etal, 1994). | das y amparos y realizar otros tr * Como prt de a palticn apis, ae mujeres anton integrase en Cu ome tab jndores peemanentas en I prouecin de can de aniea,Poseiormante so eetabieero8 (alidades en su beneisn. no guerderia infantile ycomeorescomanales. La ley nlearaguense sobre cooperativas integed 4 Ine muitos on este formas ‘engunzativas bajo la misma condiciones quel hombres Algunos de esoe lg a has ‘reverie com ol gubiern de Vien Chamorro. En 1972 we considera a mujer en a Lay Fader de Horm Agraria coma aera ‘kt dorech al wut te wna parcele Fata np pr ei de na Figura nga a Maper em el Medio Rural 109 enna nites egies Ota ess, ns p> | Atlinene nein promovon Celts aindas dein comunidad ew | anottantames een ion fncionadaso ram pro sp | lacqueencan ine dee tas pore in ngrcutua, ivr | dant Seem esac eS (58) report gu sso! deen | enact cee rea Sides confméa de arinc anda, | rede te ca errata ue ers aes At (195-209, seen | = | Muchas mujeoramposna no fon dl Apso en Meee | 2=7auion cl dee x pn (CEHAM), menciona queen los29983 | T** (MabaLAON, 1988). Cuando em- fides y comunidades rurales que | PYenden luchas por este recurso lo isn empathy 2250 Uns | MER AT Deni de eam, repintradas, aunque eo se dtpone | 20 Te lite mismas como un dre de datos desgloaados de 924. Zapata | °hO# Po ‘medio de produccién, erat (00448 erdoncan ie iguldnd 124 mers de Be, | Aeroomprenneprayecoe poseen 49.5 ha de tierra, es decir un | Pequerios de subsistencia TESS de hectare por aye tae es hombres de estos mismos ejidos,741 | En la politicas piiblicas se habla de ‘on total, poseian un total de 4 98) | mieroempresas para la mujer, pore ‘has, es decir un promediode6.7 has. | en general los proyectos para este por hombre sector sou de baja inversion, Muchos Stan encaminadon al stistnccoa Zsa falta de recursos entre ellos |. necesdades bisies; cc sary oe 1a torr, impticn que las mujeres | ,rereldndesbisias: es deci, ban ententaae sus comurada. | sinaal autteonsumo Otros bus des en busea de que les otorguen ei | "a's arten de gunancia median nufructo de wa pedazo dé este re- | propia comunidad © eonsionionde urs, El derocho se los concede ta | Gentes en el mercado nee Jey, pero en Ia prictica se les niega | Siempre con problemas y bates malt catenin. Lanai | EMP rls ya Fos generalmente cuenta can el apoyo de las autordades ngrarias, | | Poasinner, Manvinnz y Sara en detsimento de los deseos y dee. | (1994) encontraron en 18 grupos > chose ln more organizaionas de diferentes vata £ ta mupeisie dels doe» comunidades ode 109 miles de hectrens Tositte Nocona de Esadtien, Coogan Infrmsica NHC) Fel marc de maces Las Arava reslamentarin del atu 2 cotton ‘rescind nueva UIA cin In combi, gutta enter de hs comiason aan, no Cuademas Agravios dos de 1s Repablica y del Distrito Federal un total de 100 empresas manejadas por mujeres. Sus activi dades productivas fueron catalogs fdas como empresas productoras de biiones, servicios y thors. Entre las productoras de bienes se cuentan fempresas de costura,tjido, pan, or fila, chocolate, induistializacidn dol cerda, siembra de ajonjolf y eaca- Inuate, produccidn y eomercializacién, de artesanias textiles y de palma, hortalizas, granjas de cordos y po- Tips, erfa de borregos, industrializa cn de chiltepiny apiarios. Entrelas de servicios cocinas populares, ce: ‘10s infantiles Gimpulsados por orge pizaciones sociales en algunas colo pias populares del D.F.), salud, ou. fricidn, abasto, agua, saneamionto y ‘medio ambiente, cultura y recrea- cidn, weologia, Tarmacia, servicios funerariog, molinos, vendimias, al- fabetizacién, guarderias, lavan- dorias ambulantes y mejora a la vi- vienda. Batre las empresas de ako- ro existen cajas de ahorz0 y fondos de pogueios eréditos para impulsar proyectos de abasta, [Estos datos son semejantes a los ‘enoontrados por Lépez et al. (1995), ‘en 8 organizaciones de mujeres en Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Jalisco y Sonora Proyectos diferentes alos ya mencio- nnados identfieados en esta étima in vestigacién san explotacin de vacas echeras, produceién de hongos, ‘topos, produccién de huevo, mensa- joria y renta de bicicletas. En Pert los fgrupos de mujeres se dedican mayer {ariamente al comercio al por menor (63.8%), sobre todo como vendedoras (67.8%), a la produccién de bienes y ‘consumo (16.699, y el esto a la reali tzacién de servicios a las personas y hhogares, ome lavado de ropa ¥ eu dado de bebés (Guzati, 1990, Las proyectos impuleados on México por Mujeres en Solidaridad {(MUSOL), durante 1988 fueron 855 y 414 los programas sociales; en ellos partiiparon 12 908 mujeres de 985, comunidades de 28 entidades del pais, Entre éstos, 185 fueron mob thos de nixtamal, os cuales represen: taron el 23% del total” “Solo 43, 1 5% te consideran mieroompresas gonerndoras de empleos" (Bav0x y “xvas, 1982: 7), Los montos dest rnados las mujeres sorrmuy dos; en algunas entidades fedora tivas, meramente asistenciales. De 16 entidades, e] 56% cuenta con un presupuesto anal de 100 millones {pesos o menos; el caso extreme es Baja California, con 23 millones ‘Baio y Zara, 1982: 7." Tine que soconeer Ia impotancia de eats programas pseu dsminnir bs ergs de Ara nméstion «psa le eu bow suelontes paca alcinay Ios problems de semi eee, ice refers 9 vse peso gia La Maer en ef Mekis Rural ” ‘Los datos de Baanox (1994) so- | tienen de sf mismas, pues, debido a bre Empresas en Solidaridad apun- | su rol doméstico y los preceptos cu: ‘an en la misma disecsién, Las mw- | turales, pionsan que 6lo pueden b . jeres predominan en los proyectos de | dedicarse a proyectos pequeios que ropa tortilleras, huipileseinverna | son extension de su quehacer. eros, y Jos hombres en los de gana ao bovino, apfeolas, pesca y equipo, frutas y produceién de granos bisi- cos, entre otfos (véase cuadro 1). Beta situacién es entendible, ya ue, como apunta Guia (1990), la Iineorporacién de las mujeres y ew exclusion de ciertas espacios de sec- Asimismo, Is asociaciones con | tor informal estin condicionadas por 1a iniciativa privads," segs infor- | la division sexual del trabajo y por md en entrevista el presidente del | Ia existencia de arraigndos estereo- CNA, Eduardo Robinson Bours, en | tipes sexuales. Al estar obligadas a 1998 se estaban promovienda parti- | desempenar sus roles domésticos, cularmente entre varones. Las xa- | permenecen cerca de sus ensue, por mas més atvactivas para el capital | lo que se les priva de oportunsdades privado han sido las hortalizas, In} de trabajo y ahorro y de oxperien: produccién peewaria y 1a forestal | cias lnborales ¢ institucionales. Por (Rupito, 1994: 43) flo, la mayoria de las mujeres se tbican en actividades poco comple: ns, que roquieren poce entrenamien: toprevio y necesitan muy poco capi- tal para iniciarse. ba caracteriatica de todos loa proyector de mujeres, sin exeepein, sel limitado financiamiento, tanto ‘para infraestructura como para gas- tos deperacidn, Muchas veces, como indian Pernéndes etal, (1994), sus | Los pequeitos proyectos y el erédito Tuentes definanciamiento provienen, enprimera instancia, del trabajo que | Para las mujeres rurales el crédito ssportan las mismas mujeres, ha sido muy limitado, polo que sus Loslas)téenicosas) do roxas | Proyectos han tenide poco Saito, Tat opinan que Jo comén es que la mu- | Part Jere dedique a actividades propia | resmzativas g9 ve ohetneultiags | de su género, en el area hogarenia, | Gtorgar erédito se considers Ia pro- conde combina Ja reproduecién con) piedad o Ia jefatura del hogar, am IMpmnduon Laresentnequever | lead os efatura de Nog, am iebevmcint on a exibios = Aiorentos enter eile, ley agri I pia de wetahecer rein entre me Cuademas Agrees posean las propiedades que exigen No existe suficienteinformacisn, lasentidades eroditicias para respal- | para que los(as) micro y peque. ddar los préstamas, poro por la tra | fos(as) empresarios(as) accedan al Jas parcelas se halian en zonas poco | Banrural, pero, aun conociendo el productivas, porloquenoselescon- | mercado preferencial, no cuentan sidera redituablesdeacuerdocon las_| con los recursos suficientes que ir nuevas reglas del mercado." Por | van de aval para disponer del servi- ejemplo, en el easo del FONAKS se | cio (Baxnow y Zapata, 1992). Otro exige una inversign de 65%, ya que | problema loexpone Drews (1994: 48) Jainstitueion sélo aporta el 35%res- | en entrevista a Za Jornada: los er. fant, dios con tres veces ing earos en ‘México que en Estado Unidos, con el agravante de que en ese pais los agricultores reciben un subsidio de 1a eestructuracin dl Banco de Créaito Rural Banrura) ups dar andes en nc queceyostbl we. | 39% del profucabrtn aril Yerarcleapitaly garantiaarlosprés: | EI FIRA(1996) annta que slo st {amos mediante ia eonstancia de | 20% de Ins. UAINe ha recibico osesin defiitva de Tes parcels | financamiento, Hl exéito otorgade Sales. Uno w ott elemento estan | alas mujeres por esta insttucen fn contra de as earspesinas. Curio. | de 18 923 438 pesos, en benefcio de Samente se argument quo eon ex- | 1278 mujeres de 9 estado, Si die tos cambios et Banco azplineles+ | tibuyeramos en forma igualtaria pestrodelossujetosociaiesntonque | esta cantidad;a cada una'e corres, ftiende elimina in diseiminnetin, | ponderia 16072 peso, sume incu Ja quetanioel hontre comolamu: | Ciente para lacrecien do un empleo jer partivipan oneondcionesdénti- | productive en la anna rural (las Cas para resibir el erit. No obs: | tox del edit y el ntimer de bene fants, a enuan de ln dscriminacion | ficiarins aparecen en el euadro 2) Ancestral qe han suid las moje, os, muy pes han endo neceso a Giido 0.4 Ia UAIN. Los terrenos que Prseen son generalmente de ube tenet y por tanto el Banco no las considers clientes potencies Etciterio goneralizado para que Jas mujeres yurales accedan a ui ‘crédito es la presentacién de un pro- ‘yeeto viable, el cual debe ser elabo. ado por expertos. Al eareoer de re ‘eurs9s para el eumplimiento de este Mi establecimiente nomeation y eae al fnancmiento erin deta UN foe segmeata son 19 ste syd) Comanriadh Bits. a poser ‘ened. calers lari eect dln mer enna clement inst Ae fede f(A, Ca Majer on eC Medio Rural we requisite, 8 frecuente que los pro yyeetos fracasen por estar mal plans teados y porque en su mayaria no fionen ninguna viabilidad econémi- fe, e8 decir, no son competitivas en el mercado, Esta situneidn se agra '¥6-con el Tratado Trilateral de Li thre Comercio (fic), ya que en las nuevas condiciones establecidas por este acuerdo las mujeres tienen que cenfrentarse a una economfa abiorta ‘con un merendo fuertemente compe titivo (Bab y Zarsra, 1992), Relacionada con el punto ante ior esti la burocratizaciin de los lorganismos exediticios Bs muy ei cil Ienar los enormes formularios ‘que se soliitan para una eperaciéa bbancaria, as como responder con los sequisitas que demandan estas ine jStuciones, se qu las mujeres ne han, tenido experiencia en ul maneja de estos ingtrumentos Acestos obsticuloshay que ayre: sar que en la mayorta de los progra nas guberaamentales elerequisite para otorgar evéditns o para promo verlos es que se asocien al menos 15, mujeres. Pero los progectos peque- Roe —los molinos de nixtamal, Ine tiendas de abarrotes 0 las granjas aviewlas— que predominan entre las Iujeres ag dan acupacion n 15 de fellas lo que erea problemas al inte ior de la wnmpresa hasta provoear su faa. Finalmente, cna annie Chie C2905:71), 67 rage yore ease las mujeres pueden eurmplir con loa re {quisitos impuestos para el ator imiento de crédites, come som Constituir una figura juriica, lo ‘que la mayoria de Ins veoes re- duiere de un dosembolso. Aportar un porcontaje econémi: ‘o (capital social) para el proyes- to, cooperativa, asociacibn, unin Ae crédito, tasters, + Solicitar exéditos par montos ele vados, fuera de Jo que las muje rus"eeatreven" a solicitar,obien alos que no pueden acceder por bo contar can las garantiag re: queridas por tales cantidudes. ‘Tenor propiedades que garanti con la devolucién del erédito, lo cual impliea eomprobar con do- eumentos dichas propiedades La estructure organizativa de los grupos Laconstituciin jardin osté reacio- nada eon el punto anterior y se con- vierte en obstaculo para que las ‘mujeres puedan acceder a diversos ‘apoyos produetives, sobre todo el que serefiereal finaneiamiente, Como lo ‘snotan Friis ef a. (1994), laa Bguras juridieas exiatentes no se ‘ajustan i Tag necesidades o proble mations de lis microompresarias, dando lugar a que étas ivan on izregularidades permanentes. Ade nds, lt nueva politica fiscal consi= m Cuademos Agrasios Adora a las cooperativas de produc- ién, asociaciones y sociedades eivi- Jes no Tuerativas como sociedades mereantiles, on lo cual deben pagar Impuestos. Legalmente no se esta- Dlece ninguna diferenciacién entre la ‘ern empresa y la empresa popular, dque cumplon fanciones sociales dis: tintas. Para constituirse legalmente los svupos de mujeres deben salvaruna Amplia variedad de obsticulos, que fn Tn mayeoria de Jos casos no estén en la capacidad de resolver. Ante este panorama, muchos grupos no se constituyen legalmente. Da las 100 tempresas estudiadas por Frxsawvez etal. (1994), easi el 50% no lo esti En Ja mayor parte de los casos, lng mujeres optan por figuras infor. males que realmente reepondan ‘sus necesidades; pero claro esta que alo contar con una figura juridica formal su noceso al erédito y diver: 50s financiamientos y apoyos a la producsién se hace, mas que dificil, ‘casi imposible, Situacidn semejante reportan Jos(as)téenicos{as) de FONARS cuan- ao afirman que In mayorfa de los grupos con Ios que han trabajado funcionan mi por dinémiea propia {que por estructuras fermales. Gene- rralmente son grupos pequefios (10 integrantes). Esto se debe a que los revursne de que disponen son mini mas, y los ingresos que generan in sufieiontes para todas ns roeias. Hay dificultad para encontrar una figu: xa legal y productiva que incluya @ Ing 15 personas que exige la ley. Para Jas tortilleras y las tiendas popula res este niémern es excesivo. a general se han dado poces alternativas para la conatitucién ju ridiea de empresas de mujeres, No fexiste tna normatividad juridiea y fiseal adecuada para ellas; la actual requiere “una fuerte inversién de tiempo, energia, conocimiento y di- nero que no todas Ins empresas es ‘Gn dispuestas a realizar ono tienen las posibilidades para hacerlo” (Peunanoes et ul, 1995: 58). De campesinas a empresarias La creacién de las UAIns y otras fi- auras nsocintivas impuleadas en el ‘agro, como las Sociedades de Solida- ridad Social (885), se bas6 en el su puesto de transformar a las muje- res en microempresarias eficiontes, idea que se refuerza en la actuals ad, yaque las polfticas hacia el agro ppriosizan tnicamente la producti ad, Sin embargo, nunca se aborda. ton en la prictiea los problemas es ‘ucturales para que este supuesto se cumpliora ‘Manejar las mieraempresas, des de el punto de vista de Ix raciona lidad organizativa, implies un veto ‘que trasciende In vida de mache Tujeres confinadas a espacios do: snésticos para no hablar de la forma ii i | \ La Mager en ef Medis Rural 1 de vida campesina: implica concet mionto del mereado y de la econo: ‘mia, racionalidad en Jas decisiones, ‘bsciplina orgnizativa, aplieacién de principios decontabilidad, mangjode Ja téonien, dominio de las relaciones ppiblicas, informacién sobre el mer- endo internacional, etaétera, Generalmente, In actividad de Jos grupos no se sustenta en estu slios de mereado. Nose analigan Jas caracteristiens de la preduccign niles Inabilidades requeridas a nivel pro Auctivo, administrativo, social y eon table (Gurmats, 1990). Se piensa que 1 eanocimiento tradicional de las ‘mujeres puede transferirse ala nue va sitaciée, Como indiean FenwAvoer ef al. (994), las empre sus de las mujeres son manejadas ‘como si se tratara del trabajo domés. ‘eo, “en donde todas hacen de todo, se prestan dinero sin roglas claras y sin controles, se hacen edleulas al ids 0 menos de Jo que deberin in: sgresar y de los gastos por realizar” Si consideramos l mostado, por «jemplo, este rubra nunea forms par te integral de los programas emana- dos dela politica agricola ni ee esta Dleciaron canales de comertializacin para Ia produecién rural y menos ppara Ta de los grupos de mujeres Para hacer efciente el suminietno de lun provtto se requiere de grandes eantidades de éste para que los po sibles clientes o ree sin interrup ‘cin. Dado que la produceién de Tos {grupos de mujeres as generalmente Ciclicay limitada si se compara con otros sectores de la economia (inicia- tiva privada), las microempresariag ‘quedan en manos de “coyotes” qui. nes se apropian de las ganancias, Ademés, las pequefias produc. ciones dependen en alto grado de ingumos det mereade, por lo que el costo de la produccién se eleva, el aceezo al mercado se hace mas dif cil y el producto pierde compe. titividad, Con esto, los pequeios proyectos ‘mplican mucho trabajo e inversio: nes en infrastructura y eaen facil ‘monte en lasobreexplotacidn del tra. bbajo de 1a mujer. Ademés, la falta do recursos y las continuas erogs- ciones para realizar gestiones ante ‘autoridades locales 9 regionaler para el mercado 0 para conseguir recursos adicionales o nuevos exédi- tos, e convierten en wna carga eco nnémica para quienes tienen que In. char por la sobrevivencia También, hay difiewltad para abordar colectivamente el trabajo Las mujeres deben organizarse, eva. iar el esfuerzo individual, dividir responsabilidades y tareas y asumir cargos. Bl escaso éxito de las micro ‘empresas se refleja en Tos datos de Zasiuvousky (1998-58): para 1990, fen el sector agrieola, ganadero ¥ pesquero, habia 96.81% de empre- Ne Cuademas Agzarios saving masculinos y sélo 3.19% de femeninas. B1 tipo de empresa en ‘que participan las mujeres es gene- ralmente el relacionado eon servicios ¥ en rubros considerados como “fe tneninos". La formaciéno permmanen- ia en una pequefia empresa de fa nila con frecuencia heredada,obe- ddece a que muchas veces es la tinea ‘pein fronte a ins limitaciones de las ‘mujeres para ingresar en la fuerza de trtajo, Copacitacsn social y téenico ‘Mucho se habla y se recomienda Ja ceapaeitacién, pero con igual freewen: cis est ausente en los programas pasa mujeres, La conformacion de luna mieroempreaa es un proceso complejo que requiere de una eficaz fcupeiiveidn Loca weuede ee le actividades pertinentes decada pro: syecto, Cada uno de éstos presenta problemas teenioas que sederivan de Ja mayor o monor experiencia en el ‘teabgio, asi como de a imposibilidad te realizar majoras que impliquen altas inversiones de eapital La capacitaclin deberia enter: {derse como integral al proceso de tr ‘bajo y no sélo como asistencia técni cen, Habria que brindarla en el area soci, et los aepectos organizativos liderszgo desde el inicio de los He ao meres srapos, De esta forma se garantina ia una real participacién de todas Jas integrantes on Ta toma de deci siones y una intervencién igualitaria fen todas las etapas de ls proyectos. La capacitacién en los aspectos ter. nniens y empresarialea debe asimis. ‘mo ineluirse. Fron) (1986) menci- tna que muchos proyectos para mi {ores so convierten en paternalistas Aebido a que a las mujeres se les en- ‘rena solamente en la produccién y rnp en metodologias adeninistrativas y empresarinies. También habria {que poner al aleance de los grupos 1s informacién sobre lo aspectos le gales y freales de los proyectos, Un ‘enico del FONAES menciona: "Todo monde le tiene miedo a Hacienda, Bs necesario que una empresa ten. ga muy elaro qué elo que tiene que Thacer y qué ez lo que ee eatipula le sgalmente para este tipo empresas” En el easo del PONABS y de Ia mayoria de proyectos impuleados per instancias gubernamentales," los proyectos se ham iniciado sin eapaci tacidn téeniea ni social, Las mujeres cempiezan a praducir como pueden, ‘unas porque ya tienen experiencia, cotzas porque algin familiar los ens Bay atras més a su propio entendes, “hacen pan como lo hacen en su casa” Es decir que las mujeres que trabajan en estas experiencias pro- ‘Grupos scion varia ONG han eee cureneytallers para capcincén lustre aenliende agpeciossninlen, orgenaativery wrestler, ern | aaa e @uctivas no cuentan con espacios | nocido para la mujer es el tradicio fe formacién, socializacién ointer- | nal deesposay madre, Beto produce cambio de experiencias que les per- | un doble fendmeno: por una parte, mmitan adquirirconocimientos aue- | leexige ala mujer una continua jus vos que les sirvan de apoyo en la | tfiescién ante sf y su familia; por conduecién y manejode sus empre- | otra, tiene que dar respuesta a una as imagen dual; buena y abnegada en hogar y fuerte combatientecuan. do debe luchar por los intereses del arupo, Bs decir, que trascender del ‘espacio privade al publi es uno de Problemas cultwrales, politicos e ideolégicos ‘ba modernizacién agroindustrialha | 108 problemas més serios para la teaide aparejada la proletarizacion | ™uler campesina, de Jos habitantes del campo, con Relacionado con el problema bivevnsenngns para la mujer No se | anterior se enuenta el de enfron. pretende que tales eargas susciton | tar ln toniveroaién del actua? da omo consecuoncin Ia tiberasién y | las mujeres Gos ciemes), coman en fmancipacin de esta tina, pero st | ql imate rural ron un papel in fue la mujer tenga que cumphirun | ortantealinterordelos grupos. Par ‘hanwo sal esondmice productive que | media decomamtarioe muons ave resulindesuaportacin ala unidad | Co abieron, lo miembros de las domestica y le permite participar | junidedes ce encargan de desprer ‘monetariamenteenta sobrevivencia | {igor las mujeres que parterpan det ndceo famine (Caso, 1985). | en propos de trabajo oem oto ipo En muchos casos le ha tocado des: | Ge actividades eeanémieas que lon emefar un papel protagénico que | proporcionan algan ingreso El he: fupone ejeroer Js fuciones de mi | Che de que la mujer asta roles de dre y tate sostén econdmign para | abajo diferentes a lor tndiclonn Insohrevivencia dela familia. Ent | Jesenusa, tantoen oshombrescome regiin andina, Ciowuio (1904) en: | en las mujeres de las comunidades, entra que eatre las mujeres prov | yn desasorepo ice npc a ped Aluctoras de alimentos elas de: | Gn de poder conte! en i familia sviiarepresentan entreel 296148 | yor parte dei hombre, debido a que poreene Sete velarign de oder ene una bse ceomsmien, de modo qu enn med Leach gue las ners tenon de med quent awe as mulerestenan | Son que in mujer haciéndone Sonfietos cate in oles ormatery | independiente econémieamente de terfirmaios ented az comany | Seon elaio fia utr mo ddades rurales el prioritario y reco ma Cuademos Agrariog Las imitaciones que padecen las ‘mujeres para participar en organi zaciones (tomar la palabra, hacer valer sus ideas, expresar sus neces Gades) se deben a normas ideo fas que responden a un tipo deter. ‘minado de organizacién familiar y social que les ha negado toda posi lidad de intervenir a niveles amplios {de Ta sociedad, relegéndolas al ém- bito daméetioo de Ja unidad de pro: duccién campesina (MAcauLon, 1988). La participacin de las mujeres cen organinaciones est4 supeditada, (06 chos casos, a una justfieacién fante si mismas y ante su familia, Como lo indican Camrara y Lace (1987-11), las mujeres se han cons- feuido un ideal deo que quieren ser, y colocan barveras que les impiden pavticipar en organizaciones locales y regionales por ereer que, de aso ‘Garse a elles, actuarian en detzimen- tode la armonfa familiar y del bien estar de los his, Los problemas sociales 0 ubiean en diferentes niveles En la familia destacan los pre: coptosculturules (machismo genera: Jizado) que les impone a as mujeres normas que refuerzan sus activida- des tradicionales, Los varomes cue tionan quea mujer salga dela casa, peor atin cuando os easada. Los ma: Yidos quieren tener todo controlado: on quién va, quien Ia eva. De esta Forms, el Ambito familiar se const tuye en una de las limitantes para el funeionamiento de los provectos Prevalece la negativa de los es: posos a que las mujeres participen fen ackividades colectivas, Sin embar- fo, en caso de que estén de acuerdo con los proyectos de as mujeres, quieren que la instrumentacién sea rapida, consideran que la reflexién xel anilisis son pérdida de tiempo. ‘Siempre desean resultados inmedia 08, imponiendo asi valores apro: ciativos masculinos al quehacer de las mujeres. Hay también ejemplos de proyectos exitosos que, una vez fen operacidn, han sido tomados por las hombres bajo su control 0 some: tides a todo tipo de argucias con el ptopésita de dastruisios (La Jorna: dda, 1996¢; Zaeava et al, 1994), tiempo es otra restriceién pues Jas mujeres se encargan do todes los quehaceres damésticos, Pazaellas lo primero es cumplir con las activida- es del hogar. Practicamente “tienen que hacerse eachitos para poder ‘cumplir con todo’, ‘el tiempo es oro para ellas”, Una ver que se orga: zan se recarga su quchacer porque fbaden una tarea més. Tanto la fa: ‘milia como las instituciones de go: biemno no entienden esta problems. ica Zavara y Mencabo, 1996). La falta de tiempo redunda en dificul tades paza cumplr con les horarios {que el grupo asigna. Los retvasos & incumplimionto de taroas son fre i aaa aR La Mapes on el Medio Rural m9 En Ja comunidad priva ante | den considerarse como grandes res: todo la falta de reeonocitniento ao- | puestas al deteriora de la situacién cial, Aunque las mujeres Leven a | econémica en dreas rurales, ya que ‘cabo un sinfin de actividades, por eso | tienen limitaciones estructurales, tnistno se leseatalogacoma”chismo- | Sin embargo, son importantes a car sis’. A voces ellas entienden esto | to y mediano plazo, ya que constitu como un reto que las motiva, pero | yenuna delas posbiidades de amor. fon otras ocasionee la erica Jogra | tiguar la situacidn de crisis y, aun Gestruirlas, La organizacién de los | querestringida en su alcance, pueden, hombres ee bien vista, pues se le | abrir espaciospara las mujeres yfaci- percibe como un proceso natural que | litar que el enriquocimionto de su ca Tes otorga libertad para participar, | pacidad de gestién les permita a lar. ‘encambie, los grupos de mujeres son | go plazo formar parte de pronesos eco tal vistos, més vigiladas y eon mi- | némieos de mayor envergadura, noria, Enfrentan rivalidades, oposi ifn, rechazo j falta de credibilidad. [Al interior se topan con problemas de tipo ieoldgico, cultural y de indi vidualismo, Durante los ltimos afies y do bido a Ia aceién de las ONG, se han ‘mpulsado talleres de reflexién en os ‘quel tema dela microempresa para In mujer ha sido ampliamente sbor- Otro tipo de impedimento ve xe- | dado. Un aspocto importante es que: fereal miedo que experimentan las | se empieza a remplazar el concepto ‘mujeres, ya que siempre han estade | de microempresa por el do “empresa flejadas de) proceso de toma de de: | social" Al priorizar el aspecto £0: peaevanenas cisiones, Sienten angustia ante 1a | cial sobre el empresarial se ha podi participacién enlasdecisionesyante | do valorar el quehacar de la mujer. In necesidad de exponey su pensa miento en asambleas del grupo. Con la empresa social se han bierto espacios de participacién, pues por este medio as mujeres han Ventajas de la mujer para la Incursionada en Ambites que habian participacién en proyectos estado corrados para ellas. Han po- ide participar activa y crea- Como se comprueba a través deeste | tivamente, y demostear lo que quie- ndlisi, Ins formas organizativasa. } yen, Han podido evear cohesion ¥50- Ins que nos hemos referide no pue- | fidavidad enteelas personas que con: ‘ina empress on Is que, adem de basen Ia rntabiide conémin ts Ir murs te perigee ren de sepacies pan la ganernetin del empoderamient 40 ro Cuademos Agrrios forman los grupis. Bstoe logros se pueden ubienr en varios niveles. Nivel personal: Superacién en ‘ferente eseala, desde Ia alfabetiza ibn ¥ la participacién en reuniones comunitarias on las que se gesta el dleseo de transformaeiin hasta eam: bios en la pereepeién que las mu: res tienen de af misinas, con nuevas formas de conciencia. Las mujeres hhan eonseguido incursionar activa mente en muchos espacios antes n0 eonsiderados, donde se va desarro- TInndo una cierta independencia que les permite actuar de forina més autGnoma y erear espacios propios, que veees son mis importantes que el ingreso econémice que puedan obtener. En algunos easos han podi- do legitimar su partieipacién come énero. Nivel comunitario: En la co ‘munidad se ha reconocido y peribi doen forma diferente! trabajo rea- Itzade por las mujeres. Estas apare- con en ocasiones como ejemplo para utras perfonas. Han lograde desen\ pear cargos piblicos de represen. tacidn, tales como la comsisaria eda. Vans y Gonantz(1993:98) reportan 26 presidentas munieipales en mu hieipios con menos de 10 000 ha: hitantes. Las grupos ae han araiga- do en la comunidad mediante Ia ge: neracin de empleoseambios de per ‘opedin sobre el papel dela mujer. La mujer empieas tener una partieipaeién activa en comités que sealizan actividades de servicio para Ja comunidad: construceign de ban- quetas, dronajes, eseuelas, agua, tortillerias(Cexrevo, 1996). Parti pa en Ja solucion de los problemas Ae vivionda, EI hombre se preoeupa por lovar el ingreso de forma tral sional y no se da cuenta de los pro Dlemae de la comunidad porque la mujer es la que més los sient. ‘Las mujeres han conquistado autonomia para solucionar algunos problemas, Antes lohabian hecho al interior det hogar, pero ahora la bis queda de soluciones se ha hecho fue ra de él con muchos sacrificios, Poro al participar demuestran su capaci dad, se reconoce su trabajo y elias ‘mismas se valoran. Nivel familiar: Cambios en las nctitudes yen el nivel de vida a ca sa del ingreso que las mujeres apor- tan. Cuando fa mujer ineursiona en actividades productivas remunera: ‘das se reciben dos ingresos en ln fa milia, aunque de uso diferente: el vvarén aparta algo para él y da para el gasto, mientras que la mujer lo invierte todo en beneticio de la fam lia, Ademds, har logredo involucrar 2 otros miembros dela familia en la actividad produetiva y en las activi dades domésticas. Nivel organizacional: Las mujeres han asitmida responsabili fades en la toma de decisiones y en el trabajo, han propuesto heneficios Jquales para las participates, an: sig! ail es ts La taper am of Medio Rural rr aque ello depende det proceso que a Suvertiene relacién con factores in- ternos y externos. $i bien es cierto que le participacién les ha abierto ‘espacios, muchos da los grupos alos ‘que noe hemos referido Jo han eon: seguido en condiciones de predomi no de las mujeres, de forma que no han cnestionndo el Tiderazge maseu Tino, Sin embargo, existen otros gru pos que desde eu inicio han fomen ftada In organieacién productiva y social tomando.en cuenta la perspec tiva de género, con lo cual han sido capacas de defender el devechoa una participacién social propia indepen fliente de los beneficios del resto de Ja familia, Es en este sentido que podemos hablar de una empresa so- ial Conclusiones Como se ha adventide a través de ‘estas paginas, “Ia constitucidn de tuna empresa es una tara comploja que requiere de la participacisn de profesionales especializados. Desde tun punto de vista puramente econ ‘mien, e1 esfuerzo y el capital inverti> {dos no son compensados por las uti- lidades. Bstas pequeiias empresas fonstituyen, entonces, experiencing tedwoativas de eardeter experimental ‘que ayudan a identifienr los facto ros de sito o Tenens pur que Mo constituyen una sulucion genera lieable para el eonjunto de mujeres” (Guman, 1990), Las limitaciones estructurales son de tal magnitud ue la microompresa produetiva de Jas mujeres se ha quedado en meros enunciados. Deabila impartancia de hablar de empresas sociales ‘Bntonces, para precisar el and- lisis es necesario distinguir diferen- tos dimensiones en el proceso de de- sarvlle de las empresas de las mu- jeres, a saber: 0) Dimension meramente econs: ‘mica, que serfa igual a lo que hoy ;conocemes como proyectos producti vos o mieroempresas. Dentro de és- tos podemos ubienr a los que se de dican a products bienes yo servicios. 2) La dimensin anterior pero ‘on reivindicaciones de género. Es decir, se trata de evear un capaci propio que permita poteneiar una partieipacisn en la vida politica y Social. Asimismo, se busca transfe- sir poder econémica alas mujeres ¥ ‘modificar los estereotipas sexales awata y Mencavo, 1996) Para actuar de esta forma, nvr de con lo que hemos expuesto sobre laempresa social, es imperative que Tas mujeres tengan acceso a una ca- pacitacién integral que incluya tan- to aspectos enien-contables como los relacionados eon Ia superacién des su opresién en Ia sociedad, Astellas pod trinsitnr hacia inn partic pacién social significativa | | 1 i re undesnes Agrarios _ En este sentido es interesante lo aque Fennxprt et al. 1984) anotan sobre la pereepeidn que las mujeres tionen de la rentabilidad do sus er presas: piensan no slo es una ren: fabilidad econémica, sino también social. “Para ellos esto significa re runciar a la concepeidn de que estos proyectos eon y deberdn sor siempre pobres y marginalesy cambiarla por tuna concepeién de luchar desde los tespacios econémieos para hacer va- ler sus derechos de neces a una vida dligna, « la salud, vivienda, permi- ‘sor eincapacidades por maternidad, sguarderias para sus hijo, et.” Este Seria el verdadero sentido de una fempresa social. Aunque importantes y requisito recesavio para mejorar la eandicién {dela mujer, Ins politicas sociales no son suficientes. Hl problema de las campesinas est dado, on muchos aso, por la inviabilidad do sus unt ddades de produceign, en las que par- ticipan etin trabajo junto con otros ‘miembros de la familia. Estos pro bblemas tienen que ser atacados des: de Ins politicas de desarrollo fagropecuari, ambito en el que las ‘campesinas deben ganar respeto ¥ tespacia téenigo en los procesos de formulacién de las mismas (Cas ynu40, 1998). Bs por ello que las pot ticas de marendo sesyo asistencial 0 bien no Hegan més alla del combate ala pobrens o 4 limitan a proveer servicios sociales, de manera que tearecen de los elementos inteyrales para hacer propuestas vilidas para Ja mujer rural ‘La propia Campi Indica quela conteibucién de Ins mujeres rurales 5 la equidad en eu participacion re ‘quieren no sélo de politicas especii fas, sino también de la adecuada ingereidn delas necesidades, deman- das e intereses de las mujeres en politicas glebales aparentemente houtras, Menciona tres: politicas agropecuarias que se cree, no tienen hada que ver eon los problemas de ‘género, pero que, como so ha podida Comprobar, tienen impacto diferen- cial en hombres y mujeres; politicas {de desarrollo rural en las quo es po sible disponer espacios especficos on los que las mujeres podrian estar presentas yen las que destacan cua Eo elementos contrales: el fortaleas tmiento de los gobiernos locales, Ja partiipacién de la sociedad civil, la perspectiva de género y a soste- hibilidad de los recursos naturales; Finalmente politicas soriales, esfera ‘en a que se pueden proponer mejo tes formas de participacién de las mujeres en los procesos de desarro- Ip, Esta autora afirma que lo ideal seria que las mujeres contaran con poder de negociacién para que las ‘cousideraciones de género fueran intogradas a estos tres tipos de poli- tices y diepusieran de unidades té- ‘micas eapaces de asogurar la coordi phacién del conjunto de aceiones q se detivarian de esta integraciin (Cann, 1995:39-40), rea Cuadernes Agrariog vyos para In produccién debido a un sistema de Telaciones cocisles que area comportamientos diferencia. dos @ ambos sexos, quedando las ‘mujeres en desventaja con respecto alos varones, No podemos pretender que este proceso sen fii. Construir una nue. vq identidad femenina y optar por ‘el cambio social constituyen tensio hes que se expresan en tn eontexto de crisis on quo las domandas de las ‘mujeres se dirigen tanto a la conse: ‘eucin de ingresos como: constituir- seen actores sociales para gener tun mayor poder para ellas, en ss familias, en se comunidades ya niveles mas amplios (Vanes y Gone, 1998). De alli la importancia de fomen: tor la organizacion de les mujeres. Hasta el momento, sus agrupaciones han side instancins dingmicns que Jes han permitide luchar por dere ‘chos nunea recanaeidas, como Ia po susidn dle una pareela y ol acceso a Ios servicios comunales. Loa grupos ‘te mujeres han compartido sus pro blemas y solucionado muchos otros que no habrian podido resolver de tra forma, Han podido colectivizar Inguietudes y problemas, y la orga. poizneidn le ba permitido salir de) ‘imbito deonéstico. Han participa fen expacis piblicns ¥ oeupado ear os, Tachi por el neces n reer im, entendide la situaeidn de mujer ¥ sus derechos y demandads fl respeto y la formacién de dirigentas (Lore, ef al, 1996). Con una nueva vis de la par: ticipacin de las mujeres se busca ‘que éstas empiocen a verse eon nie vos ojos, a reconocerse como perso- nashistéricas.on eapacidad de cam- Diary cambiarss, camo personas qus deciden por sf mismas y ponen de manifiesto su autoestima (Pensxst, 1998:89). Como sustiene Hosa (sif) sel objetivo final de una pobiten de mujereses su empoderamionto, exis teconsenso en que tienen que desa. rollar précticnsefiaees que Tes per nitan Megara ln toma de decisiones, a nivel individual, activando recur 08, asi como aprender a nogociar, ganar legitimidad social y politica y ‘capacitarse personal y grupalmente fen el ejervicio del ee Bibliografia Ansa, Josefina 1995), "Paiteas pions ‘inujerermpesinasen Me™ en Eula Goss ord). ers ‘elucsones le ner ta antrpol {ia ltinamsrinana: Mexia. Co ‘Bomnos. Ma. Antonieta y Emma Zarata i902) “Plies de appa ceditae poet Ia reson de microempreeae pra In uj nual en Meio” Po engi presentada en el VIL Can geeonInternactnal de ASA, Las (nla 1, 1990, "La msm: etrategia Jee" Fone prevent ene VIN, Gongasen internacional de LARA, ‘nt eH rn te Ca trafes en ef Medio Rural res Los pequotios proyectos analiza: {dos no fueron coneebides a partir de politieas globales. Por el contrario, hhan sido pobres y marginales, Por Jn pareialidad del enfoque se asume aque las mujeres deben encargarse de proyectos pequetis sin alternativas para competir en un mercado cada ‘yor mis abierto, Bsta tendoncia ae pavticularmente importants cuando 1 Bstado so retiza del sector rural, se doprime la agricultura y se abzen las fronterasa In competencia inter. nacional La SAGAR, por ejemplo, alege que no debe tener un programa es pecifico para mujares ni asignar re ‘cursos inancievos especies. As, os programas para este sector se inser farfan en todas las subsecretarias, Es el mismo argumento que esgri ame ol Banrural. Pero cuando se ea rece de una politica especifica para rujeres los requerimientos para poyar proyectos son iguales para mujeres y hombres. Sin embargo, como hemos podide demsstrar en estas péyginas, existen grandes des: vventajas pita Ins mujeres en evan: toa recursos produetivos, experien: fin organizntiva y panticipacién en actividades empresarinies. No exis te-una experiencia histériea de mit Jores organizndas. Las mujeres no hhnn pavtiipadto en proyectos empre ssurales en convliiones de mereado hjerto y de eompeteneia ean empre sas de Lavin travectoria, Hay abst ‘oulos al interior de las comunidades, dentro de ta familia y dentro de los ‘mismos grupos para que las muje- ses 50 organicen y participen en los procesos decisorios, Como mencionan Monauis ¥ Rawinsz (1983:7), en el mareo del neoliberalismo se ha sustituido el ‘derecho social por el derecho priva- do, que “individualiza as relaciones sociales y colaea los sujetos en tun plano de igualdad procesal ante la Jey, igualdad que en To econémico y en fo cultural no existe: porgue se std abandonando el principio de dar trato desigual a los desiguales, sustituyéndase por el de dar trato gual aloa desiguales’, De esta ma pera ge aplican normas estrictas, ‘acordes con la racionalidad del mer. ado, a grupos on desventaja econd: rica y cultural. Pero para logear tanto una ren: tabilidad econérmieo-eorial como de spénero, es nocesario brindar apoyos as decididos en recursos econdmi ns, sin olvidar el acceso « los pro- ductivos (como la tierra, por een plo) ya eanales de comercializacion y trabajo de cupacitacién en aspee: tos tenieo-contables y de formaciiin como mujeres, En este sentido Cruz (1995) re comienda el establecimiento de wan politica especifien de erédito eon tn cenfogue de géneros es decie, partir del reconceimiento de que, en nes tra sociedad mujeres y varones ac ceden de manera desigual a los apo: eines? eal La Mufes om el Medio Rural re 1 Cuadro 1 Proyectos apoyados en empresas de Solidaridad {Proyectos Mujeres % Hombres * | Rope 46 793 1B 20.7 Tortllerias 72. 80.0, 18 20.0 Bovinas 154 826 319 6r4 Caprinos. 5 94. 48 90.6 Artesanias a 20.0 14 00 Huipites 28 95.8 1 42 Ladritos 4 26 56.7 | Prod. Gra. bdsiens 6 f a2 93.2 | Canpinteria 2 25.7, 26 48. 1 Apicote 2 22 SLE Aviople 2 vz 12 S57 Camarsn 2 22 ao m8 | Transporte 3 155, 16 S42 | Gronjas Pareinas 1 59 16 941 Brute, A 278, 1322 | Flores 4 10.0 6 600 Pesca ada. equipo 2 25 7 M5. Fovestal o 0 Invernoderns 10. Calsonio 6 Gonads 2 1 Otros 108 aa ad La taper on el Medio Rural ny Bates, Maruverite ¥ Mayra Bovine ‘eomps} (1889). La muir onl ee lor informal. 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