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CAPITULO 7. SIMBOLIZACIÓN.

PROFESOR VIRTUAL

Uno de los interrogantes que más debates ha suscitado en relación con el fenómeno de
la capacidad simbólica humana es si el lenguaje es anterior al pensamiento o viceversa.

El relativismo lingüístico, corriente de filosofía del lenguaje cuyos principales


representantes serían Franz Boas (1858-1942), Benjamin Lee Whorf (1897-1941) y
Edward Sapir (1884-1939), defiende que el pensamiento está determinado por el
lenguaje. La principal consecuencia de esta teoría es la idea de que las personas
concebimos el mundo de manera distinta en función de la lengua que se nos ha
enseñado. Uno de los ejemplos más usado al respecto es el de cómo consideran algunas
comunidades de esquimales el hecho de nevar a diferencia de cualquier otro ser
humano. Habida cuenta de que ellos aprenden desde niños al menos quince maneras de
definir la nieve (dependiendo de la temperatura a la que se produce, el grado de
humedad en el ambiente u otros fenómenos atmosféricos que pueda llevar aparejados,
etc.), cabe pensar que el ver los copos caer al otro lado de la ventana les hace concebir
una realidad exterior ciertamente distinta a la que puede captar, pongamos por caso, un
habitante del desierto de Kalahari al que posiblemente nunca le hayan enseñado ninguna
palabra en relación con ese elemento meteorológico.

No obstante, es mayor el grupo de autores que consideran que el pensamiento es


anterior al lenguaje. Uno de los más importantes es Jean Piaget (1896-1980). Mediante
su teoría cognitivista ha pretendido mostrar cómo los seres humanos, desde que
nacemos, atravesamos una serie de etapas en nuestra manera de concebir el mundo y,
correspondientemente, en la forma de verbalizarlo. Así, al principio, sólo poseemos
formas de pensar no lingüísticas que nos hacen tener una noción sobre lo que nos rodea,
pero sin poder expresarla. Después, con la adquisición de la capacidad lingüística, nos
preocupa nuestro entorno más cercano y comenzamos a utilizar palabras como mamá,
papá, chupete, etc. Luego, nuestro ámbito de interés se va extendiendo y pasamos a
crear nuevos términos: palo, coche, parque, nenes...

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