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CIENCIAS AMBIENTALES Ecologia y desarrollo sostenible Sexta edicién Bernard J. Nebel Catonsville Community College Richard T. Wright Gordon College Traduccién Francisco Javier Davila Traductor profesional Revisién Técnica José Salvador Pantoja M. 'M. en Ingenierta ambiental Instituto Tecnolégico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Estado de México Addison a AUS) PRENTICE ‘Wesley HALL Longman MEXICO + ARGENTINA + BOLIVIA + BRASIL + COLOMBIA + COSTA RICA + CHILE + ECUADOR EL SALVADOR + ESPANA + GUATEMALA * HONDURAS « NICARAGUA * PANAMA. PARAGUAY + PERU « PUERTO RICO + REPUBLICA DOMINICANA® URUGUAY ¢ VENEZUELA AMSTERDAM HARLOW + MIAMI» MUNICH + NUEVA DELI» MENLO PARK = NUEVA JERSEY ‘NUEVA YORK - ONTARIO® PARIS» SINGAPUR » SYDNEY'+ TOKIO + TORONTO + ZURICH ‘Datos de eatalogacion biblogrifica NEBEL, BERNARD J. Ciencias ambientales. Ecologia y desarrollo sostenible, 6a. ed. PRENTICE HALL, México, 1999 ISBN: 970-17-0253-6 ‘rea: Universitarios Formato: 21 % 27 ems 2s: 720 EDICION EN ESPANOL: EDITOR: ROXANA MARTIN-LUNAS. SUPERVISOR DETRADUCCION: JOSE LOPEZ ANDRADE ‘SUPERVISOR DE EDICION; OSCAR AVALOS SALCEDO VersiGn en espaiiol de la obra titulada Environmental Science: the way the world works, Sixth Edition, de Beard J. Nebel y Richard T. Wright, publicada originalmente en inglés por Prentice Hall, Inc, E.U.A. Esta ediciGn en espaitol es la unica antorizada, Original English language title by Prentice Hall, Inc Copyright © 1998 All rights reserved ISBN 0-13-835331-X EDICION EN INGLES: Executive Editor: Sheri L, Snavely Acquisitions Ealitor: Teresa K, Ryt Editor in Chief: Paul F. Corey ‘Art Director: Heather Scott Interior Design: Lorraine Mullaney Photo Editor: Lori Morris/Melinda Ringrose Photo Research: Tobi Zausner/Beaura Ringrose IMlustrations: Academy AriWorks Insert Illustrations: Renaissance Suis, Inc SEXTA EDICION, 1999 DR, © 1999 por Prentice Hall Hispanoamericana, S.A, Calle 4 Nim. 25-2 piso, Frace. Industrial Aloe Blanco 53370 Naucalpan de Juirez, Edo. de México (Cémara Nacional de la Industria Editorial Mexicana Reg. Nim. 1524. Reservados todos los derechos. Ni Ia totalidad ni pacte de esta publicacién pueden reproducirse, registrars o transmitirse, por ‘un sistema de recuperaciéa de informacidn, en ninguna forma ni por ningin medio, sea electronica, mecsinico, fotoguimico, ‘magnético © electroéptico, por fotocopia, grabacién o cualquier otro, sin permiso previo por eserito de editor. Bl préstamo, alquiler 0 cualquier ota forma de cesién de uso de ese ejemplar requerira también a autorizaciGn del editor 0 de sus representantes, ISBN 970-17-0233-6 Impreso en México / Printed in Mexico 1234567890 0302010099 CAPITULO El ecosistema del suelo ‘Temas y preguntas clave 1. El suelo debe proporcionar a las plantas agua, nutrientes y aire para las raices, {Cudles son los atributos principales del suelo que le permi- ten (0 no le permiten) suministrar estos elementos? 2. Una relacion dinémica entre particulas minerales, detritos y organis- ‘mos del suelo es de importancia primordial para que éste adquiera sus atributos principales. Explique tal relacin y la forma en que se obte- nen esos atributos. 3. Los métodos de cultivo”que propician la erosi6n siguen devastando el suelo y la productividad de éste, ;Cudles son estos métodos de culti- vyo? Explique el proceso de la erosién y emo acaba con los atributos ‘@or qué? Refiera los pro- bblemas que llega a originar el riego. 5, La degradacién del suelo y ladisminuci6n de la productividad legan a convertirse en un cielo vicioso que lleva’arla desertificacion. 2Qué se entiende por desertificactén? Explique la secuencia de acontecimien- tos que conducen a ella. 6. Las pérdidas por erosién, salificacién y agotamiento de los suminis- tvos de agua, asi como la transformacién de tierras de cultivo en 20- nas residenciales no hablan en favor de la sostenibilidad, Ofrezca una panorimica mundial de estos temas. {Cémo seria una politica “mas verde” que las précticas actuales? tierra, y este porcentaje crece conforme se agotan la pesca y los ecosistemas occdnicos naturales. Proteger y nutrir las tierras de cultivo, que son la piedra angular de la produccin de alimentos, debe ser la caracteristica central de la sostenibilidad; pero ésta no ha sido descuidada en el pasado. La historia de la isla de Pascua, que referimos en el capitulo 1, es apenas una entre muchas. En su libro Topsoil and Civilization, Carter y Dale explican que la caida de los antiguos imperios griego, romano y ottos fue provocada més por la declinacién de la agricultura de subsistencia (por causa de ia erosiGn del suelo) que por fuctzas externas. Con todo, la civilizacién moderna parece inclinarse a la misma locura. Nada mas en Estados Unidos, el destino de tierras de cultivo para otros usos ha promediaclo casi 600,000 hectireas en la tikima década, y las pérdidas siguen aumentando. Lo mismo ocurre en los paises en desarrollo, ( os alimentos del mundo provienen en 90 por ciento de sistemas agricolas basados en la ‘ta protec y la frtilizacin de las Herras de cutivo son itles para la prodtucetin de altmentes. ~~ 211 Ademis, en todo el mundo la erosi6n, la formacién de sales en las tierras y otros problemas vienen degradando los suelos agricolas de una manera que socavari mucho la produetividad en el futuro. Durante los tltimos 40 afios, un tercio de las tierras de labrantio del mundo (1500 millones de hectéreas) han sido abandlonadas por semejante degradacién. Las pérdidas han sido equilibradas gracias el aumento en la produccién por hectérea lograda con los recursos que analizamos en el capitulo 8; pero, como observamos, estos medios ya van llegando a sus limites te6ricos y practicos. Y compensar con la tala de mis bosques, el arado de pastizales y la desecacin de pantanos no es ecol6gicamente sostenible El problema es que en las economias monetarias los alimentos tienden a fluir hacia donde esta el dinero, sin impomtar las necesidades sociales clel momento. Asi, quienes tienen poder de compra se alimentan; los demas se mueren de hambre si aquellos no acceden a alguna forma de redistribucién, Del mismo modo, las tierras de cultivo se destinan a ottos usos si Jos urbanizadores pagan més por ellas de lo que gana el agricultor con su trabajo, Y Jos métodos de cultivo que propician la degradacién del suelo tienden a ganar preferencia sobre la conservacién cuando son bastante mas rentables, asi sea a corto plazo. Parte importante de la cuestin es que casi todos nosotros, que vivimos en ciudades cerca de ellas y compramos la comida en los supermercados, hemos perdido la conciencia de que los suelos féniles siguen siendo el fundamento de nuestra civilizacion y nuestra sobrevivencia, Damos por hecho que ottos ya se vienen haciéndose cargo de la situacién y buscan nuestro provecho a largo plazo. Ta pérdida de tierras agricolas y la degradaci6n del suelo son pruebas suficientes de que esta suposicién es tan ingenua como falsa. Pero también somos ciudadanos, los que en tiltima instancia decidimos las politicas de preservacién de las tierras de cultivo y de conservacion del suelo, 0 nosotros mismos trabajamos la tierra. Lo alentador del caso es que erece el interés y el compromiso de la gente de todas las éreas, que van desde el planteamiento y puesta en practica de politicas agrarias hasta la horticultura doméstica. Pero las acciones racionales y los resultados positivos dependen de la conciencia En este capitulo, nuestro objetivo es enseftarle los atributos y las caracteristicas que requiere el suelo para sostener el crecimiento de las plantas, c6mo esos atributos son deteriorados por diversos. meétodos empleados y qué se necesita para mantener la productividad de la tierra. También presentaremos ciertos aspectos de las politicas agrarias. Empecemos considerando las relaciones centre plantas y suelo que sustentan la productividad, Plantas y suelo En el suelo reside la clferencia entre levantar una cose- cha abundante 0 abandonar el campo a unas cuantas yerbas. Un suelo rico que da cultivos abundantes es mucho més que la tierra que se saca de cualquier ho- ‘yo. Y los expertos agricolas se ofenden cuando alguien habla del suelo como simple “tierra”, Ya ha aprendido (capitulos 2 y 3) que los detritos del ecosistema alimen- tan a saprofitos y descomponedores. Los nutrientes de los detritos son liberados y vueltos a absorber por los productores, lo que fomenta el ciclo de los autrientes. Al observar un suelo produetivo veremos que los sa- profitos y los descomponedores constituyen una comu- nidad bidtica de organismos que no sélo facilitan la transferencia de los nutrientes, sino que también crean en el suelo un medio muy favorable para el crecimien- to de las raices. En suma, un mantillo productive com- prende relaciones dinémicas entre los organismos del suelo, 1os detritos y las particulas minerales que ahi se ‘encuentran (figura 9-2). 212. > Si consideramos los ecosistemas como comunida- des de organismos que viven en cierto ambiente, vere- mos al suelo como una forma de ecosistema por si mismo: sus organismos viven y establecen un entorno particular. Desde luego, el ecosistema del suelo no tiene FIGURA 9-1 La automatizacién de los sistemas de cultivo ha venido proporcionando mas alimentos. No obstante, es necesario {que se tenga presente el equilibrio ecol6gico. ‘SEGUNDA PARTE / 1 equilibrio entre poblacién, suelo, agua y agricultura FIGURA 9-2 Un suelo productive es mucho mis que “tierra” Su mantenimiento comprende una relacion dinimica entre las particulas de minerales, los detritos y los saprofitos y descomponedores, Alterar cualquiera de estos elementos tendria efectos graves en la calidad del suelo. productores, sino que depende de los detritos; por lo tanto, es lo que llamamos un ecosistema basaclo en de- tritos, y sigue siendo en esencia parte del ecosistema general, Comencemos con el estudio de lo que necesitan los vegetales verdes, Después analizaremos cémo fun- tema del suelo pata satisfacer tales nece- Suelo para el cultivo de plantas Para que crezcan mejor las plantas, las raices necesitan tun ambiente que les suministre las cantidades dptimas de nutrientes minerales, agua y aire (oxfgeno). El pH (acidez relativa) y la salinidad (concentracién de sales) del suelo también son cruciales. La fertilidad del sue- Jo, su capacidad de sostener el crecimiento de las plan- tas, a menudo se refiere en particular a la presencia de las cantidades adecuadas de nutrientes, pero también comprende su capacidad de necesidades de las plantas ( vaciGn’, pagina 215). Minerales y capacidad de retencién de nutrientes. Los nutrientes minerales —fostato (PO,"), potasio (K*), calcio (Ca**) y otros iones— se encuentran en di- versas rocas junto con elementos que no son nuttien- tes. Quedan primero a disposici6n de las raices debido a la descomposicién gradual fisica y quimica de las ro- ‘cas, procesos que se designan en conjunto como in- temperismo, EI desgaste por intemperismo en las rocas ¢s demasiado lento para sostener nada que pro- picie el crecimiento normal de las plantas, por lo que, en los sistemas naturales, los nutrientes que respaldan este crecimiento proceden sobre todo de la descompo- sici6n y la liberacién (reciclado) de los nutrientes de los detritos (véase, a modo de ejemplo, la figura 3-15), Pero surge un problema. Como los nutrientes mi- nerales son solubles en agua, se escurren del suelo con él liquido, de la misma manera como es posible retirar la sal de la arena haciéndola pasar por agua. La remo- ci6n por agua de los materiales del suelo se lama lixi- viacién, que no sélo aminora la fertlidad del suelo, sino que también contribuye a la contaminacién cuando los materiales que arrastra desembocan en las corrientes Aluviales, En consecuencia, la capacidad del suelo de recoger y retener iones de nutrientes hasta que los ab- sorban las raices es tan importante como el propio su- ministro de los iones. Esta propiedad es la capacidad de retenci6n de nutrientes del suelo o su capaci- dad de intercambio de iones. En los sistemas agricolas, es inevitable retirar nu- ttientes del suelo con cada cultivo, porque éstos son ab- sorbidos por las plantas que se cultivan. Por es0 los sistemas agricolas requieren suministros de nutrientes para reemplazar los perdidos con la cosecha, lo que se FIGURA 9-3 Relaciones entre plantas, nutrientes y suelo. La fuente ‘original de nutrientes minerales —como fésforo y potasio— ‘que requieren las plantas provienen de materiales bisicos 223 Cultivo excesivo. Por tradici6n, el primer paso en el cultivo del campo ha sido (y en buena medida sigue siendo) arar para controlar la maleza, La desventaja es que con ello el suclo queda expuesto a la erosion del viento y el agua. Mis atin, quedaria desmudo mucho tiempo antes de que las semillas recién plantadas for- ‘men una coberura completa; después de la cosecha, mu- cho del suelo queda otra vez abandonado a la erosién. Los escurtrimientos pluviales y la erosi6n son particu Jarmente graves en las pendientes, pero en cualquier terreno con pocas lluvias el viento se llevaré una muy buena tajada Es una ironia que a menudo se juzgue que es ne- cesatio arar para “aflojar” el suelo para mejorar la infil- traci6n y la aeracién, porque con mucha frecuencia el efecto es el contrario. La erosién pluvial por salpi ra destruye la estructura del suelo y sella la superficie, de modo que la aericién y la infiltracion disminuyen. El peso de los tractores con arados propicia la compacta ion de la terra, Adems, el arado acelera la oxidacién del humus y la pérdida de agua por evaporacisn. A pesar del efecto dafino intrinseco para la agri- cultura, Ios sistemas de rotacion de cultivos —una prac- tica comercial, como maiz cada tres aiios, con heno y trebol (que fijan el nitrSgeno y afiaden materia orgéni- ca) entre tanto— han probado ser sostenibles. No obs- tunte, como Ia demanda de alimentos o las exigencias, es orillan a que s€ abandonen las rotaciones, i6n y erosi6n superan los procesos regenera- tivos, ¥ el resultado es una declinacién gradual de la ¢ lidad del suelo: la desertficacion, 224 > FIGURA 9-17 El eultivo tadicional (como el dle la foto) ‘ocasiona erosisn y desperdicio —por cevaporacion— de grancles cantidades de agua. La agricultura moderna se encamina hacia los campos culkivados “sin aras", en fos que una maquinaris especial hace surcos “indlivicuales” para las semilla, que luego tapa y abona Una técnica que permite la siembra continua y con todo reduce al minimo la erosi6n es la ageicultura sin arar, que ahora se practica de forma rutinaria en varios, paises. Primero, el campo se rocia con herbicida para eliminar las hierbas malas; entonces, Ja maquina sem- bradora, impulsada por un tractor, realiza varias opera- 1a vez, Un disco de acero abre un surco por el pajote de hiesbas muertas, deposita en el surco semilla y fertlizante y lo cierra. Para la cosecha, se repite el pro- ‘ce50, y los deshechos de fa siembra anterior se convier- ten en los detritos y la cobertura de pajote para la préxima. Asi, el suelo nunca queda expuesto, se redu- cen la erosi6n y la pérdida de agua por evaporacién y hay bastantes detiitos —incluyendo rafces del. cultivo anterior— para mantener el mantillo. Desde luego, es tun inconveniente el empleo de herbicidas quimicos por- que ocasionan efectos secundarios, y el control de las plagas se vuelve mas problemstico puesto que inviernan cen los restos de la siembra que quedan en la superficie. Otto aspecto del cultivo excesivo atafie a la dis- yuntiva de usar fertlizantes orginicos 0 inorginicos. No hay duda de que la aplicacion adecuaca de fertilizantes «quimicos inorganicos provee con eficacia las cantidades, Sptimas de los nutrientes que se requieren, Pero el de. fecto de los fertlizantes quimicos es que carecen de materia orginica que sustente a los organismos y forme Ja estructura del suelo, Con fa agricultura intensiva —un, cultivo comercial cada aiio—, se mantendria elevado el contenido de nutrientes, pero en todos los casos zan la mineralizaci6n y la desentificaci6n. Asi, con la pérdida de la capacidad de retencién del suelo, los fer SEGUNDA PARTE / Bl equilibrio entre poblacién, suelo, agua y agricultura tilizantes quimicos son susceptibles de escurtir por lisi- viacion a las corrientes de agua y causar contaminaciGn, Esto no quiere decir que los fertilizantes quimicos ro tengan un lugar valioso en Ia agricultura. EI uso ex- clusivo de materia orginica no brinda Jo suficiente de Giertos nutrientes que hacen falta para el crecimiento 6ptimo de las plantas. Es necesario que los agricultores, entiendan las funciones diferentes de los materiales or- anicos y los nutrientes inonginicos y que los utilicen segiin sea preciso. Cualesquiera que sean los métodos de cuhivo y de empleo de fertlizantes, se aplican otras varias técni- cas para reducit la erosion, Entre las mas notables se cuentan la siembra en franjas y contornos (figura 9-18), y el establecimiento de cortinas de proteccién. El Ser vicio de Conservacién de los Recursos Naturales de B: tados Unidos (NRCS, consulte: hupy//www-neg.ntcs usda.gov/ EE), que antes se llamaba —y sigue siendo muy conocido como— Servicio de Conservacién del Suelo (SCS), que fue fundado en respuesta a la ragedia, del Tazén del Polvo a comienzos de los afos treinta, ofrece informacién a los ageicultores y otros interesados, tn los métodos de conservacién del suelo y el agua por medio de una red nacional de oficinas regionales (en, aquel pais, las oficinas del servicio de Extensi6n Federal prueba muestras de suelo, hace anilisis y da recomen- daciones). Sin embargo, el NRCS slo brinda asistencia; no tiene fuerza legal para obligar a la conservaci6n y la mayor parte de los paises en desarrollo no poseen de- pendencias equivalentes, El hecho triste es que la ero- sin prosigue a niveles inaceptables en casi todos los paises, como se aprecia en la tabla 9-4, Se asoma una FIGURA 9-18 Siembra en contorno, Los cultivos de arriba ¥¥ abajo por las perdientes fomentan los cescurrimientas de Mluvia en los surcos y provoein una erosion grave, Fl problema se reduce sise ara y se cultiva en forma perpendicular en relacién con los declives. ironfa en algunos de estos conocidos métodos para prevenir la erosién del suelo, Conforme lx maquinar ha crecido en tamafo, las antiguas franjas y las cortinas de proteccién han cedido el paso a fajas que otra vez corren arriba y abajo por las colinas. Esta es la ra76n, de que se necesite de la fuerza legal para imponer las pricticas adecuadas. Pastoreo excesivo. Desde tiempos remotos, los past zales que reciben muy pocas lluvias para mantener campos de cultivo se han dedicado a criar ganado. Del mismo modo, se acostumbra segar e introducir pastos de samoneo en las pendientes arboladas demasiado e carpadas para sembrarlas. El inconvenientes es que estas tierras suelen suftir un pastoreo excesivo. Como la pro- duccién de pastos no mantiene el ritmo del consumo, la tierra se vuelve estéril, empieza la erosién por vien- toy agua y el resultado es la desertificaci6n, Los datos reunidos por el World Resources Institute muestran que, en todo el mundo, 62 por ciento de las zonas ga naderas padecen desertificacion (tabla 9-3), lo que sig- nifica que la producei6n ha disminuido 20 por ciento 0 EI pastoreo excesivo no es un problema nuevo, En Estados Unidos, a comienzos del siglo x1x el bison- te (bifalo americano) fue exterminado para matar de hambre a los indios y suplir de ganado a los ranchos. El pastoreo era tal, que llev6 a la desertificacién y a la invasion de maleza resistente, como las artemisas, los mezquites y los enebros, que el ganado no digiere, En. cl oeste de aquel pais, las tierras ganaderas rinden hoy menos de 50 por ciento de forraje que producian antes de la llegada del alimento comercial; sin embargo, de acuerdo con un estudio de la Oficina General de Con- > 225 9/ Bl ecosistema del suelo TABLA 9-4 Erosién del suelo en algunos paises Extensién y localizacion bor hectdrea al aio) Africa Tiopia ‘Tetras de cultivo toxales (12 millones fa) 2 Keni anuras de Njemps 138 Madagascar Sobre todo tiers de cultivo (45.9 millones ha) 25-250 Zimbabwe 304,000 hha 5 : Norte y Centroamérica Canada ‘Tiewa cultivada New Brunswick 40 Repiiblica Dominicana Guenca de Boa (9330 ha) 26 Jamaica ‘Tieras de cultivo totales (208,595 ha) 36 Estados Unidos ‘Tieras de cultivo totales (170 millones de ha) 18 Sudamérica Argentina, Brasil y Paraguay ‘Cuenca del Bo de la Plata 188 Peri Todo el pais 15 Asia China Region de la mescta def Loes (6) millones ha) 1-51 India ‘Terras de cultivo muy afectadas (60 millones ha) B Nepal odo el pais (13.7 nullones ha) 3570 Europa Belgien Centro del pais 10-25 Antigua URSS. ‘Campos de cultivo totales @32 millones ha) ii ‘Pure World Reeources 189, Wasbingon, Word Resourses Insite, Conse: hp /ingic pve ed. 9999p eoson es Jap solneen pad wep tabilidad de Estados Unidos (GAO), 20 por ciento de Jos ranchos mantienen un exceso de cabezas de gana- do (figura 9-19). No pasa inadvertido el impacto ecol6gico del apa- centamiento excesivo. El World Resources Institute in- forma: “El pastoreo en exceso ha trastornado en mucho ln dindmica de muchos ecosistemas ganaderos al redu- Cit la biodiversidad y al alterar los habitos de alimenta- ci6n y apareamiento de aves, pequefios mamiferos, reptiles ¢ insectos", Mas atin, alrededor de un tercio de las especies en peligro en Estados Unidos estin en ries- 0 a causa del pastoreo excesivo 0 de otras pricticas asociadas a la crfa de ganado, como los programas de control de depredadores y de supresiin de incendios. Un golpe particularmente duro es el que suften las 70- nas arboladas en las margenes de rios y corrientes, pues las pisotea y las arrancar el ganado que baja « beber. La contaminacién del agua que resulta ce los sedimentos 226 ~ y los desechos dle los animales se encuentra entre los primeros sitios en la lista de factores que hacen que las especies de peces sean el grupo de fauna silvestre que desaparece mas ripidamente en Estados Unidos. En muchos casos, el pastoreo excesivo ocunre por que las tierras ganaderas son “puiblicas’, es decir, no pertenecen a los duefos de los animales. Cuando no es asi, los criadores que deciden retirar a su ganado del apacentamiento sacrifican ingresos, en tanto que los de- is siguen dejando pacer a sus hatos. Por lo tanto, lo que se estimula es Ia roza, aun si se advierte que los pastos se agotan. En el capitulo 19 estudiaremos més a fondo este problema, conocido como la “trageclia de las zonas comunales” En una variacion de fa tragedia de las zonas comu- rales, la Oficina de Administracién de la Tierra de Esta- dos Unidos (BLM, consulte: http://www.blm.gov/ SEGUNDA PARTE / El equilibrio entre poblacién, suelo, agua y agricultura renta los derechos de apacentamiento en extensiones ‘enormes de tierras del gobierno (de les contribuyentes) por una cuota nominal de 1,93 délares mensvales por tunidad animal (una vaca y un par de becerros © cinco ovejas), que es alrededor de un tercio de lo que se pa- garia a un particular por los mismos derechos. Los in- gresos del gobierno (19 millones de délares en 1990) ni siquiera cubren los costos de administrar el programa 60 millones), y la mayoria de los zootecnistas conside- ran que la cantidad de ganado que permite la BLM es demasiado elevada. El régimen del presidente Bill Clin- ton hizo un esfuerzo por aumentar las rentas de la BLM ‘en 1994, pero la medida se top6 con tal oposicién del ‘grupo de criadores —y tanta apatia de casi todos los de- mis— que fracas6. Asi, los contribuyentes siguen sub- sidiando el pastoreo excesivo y la destruccién ecolégica de las praderas del oeste estadounidense. La soluci6n obvia se encuentra en una mejor admi- nistracion de las tierras. Puesto que las tierras ganaderas producen ahora al 50 por ciento o menos, su re i6n beneficiarfa unto a la fauna silvesire como a la pro- duccién ganadera. En Estados Unidos, el Servicio de Conservacién de los Recursos Naturales tiene ahora un proyecto que offece a los propietarios de tienras infor- macién y asistencia para que quemen las plantas le- fhosas que no deseen, siembren pastos perennes que retienen agua y manejen su ganado de manera que lo trasladen a otro lugar antes de que pastoreen en dema- sia, Los resultados son estimulantes, pero no hay un programa equivalente para fortalecer las tierras piblicas (federales) en ese pais ni en ninguna otra parte. ‘Algunos ven una solucién en que reduzcamos nuestro consumo de came de res. Por ejemplo, en Es FIGURA 9-19 Pastoreo excesivo, Originalmente pastizales, la erosidn, la degradacién del suelo y la pérdida de productividad causadas por el pastoreo excesivo son evidentes en esta ‘escena, en Ia que la hierba es escasa y la tierra es arrastrada por el viento. tados Unidos este consumo ha menguado en los titi ‘mos afos por diversas razones de salud asi como por uestiones cticas, pero sigue siendo de cinco a 10 veces superior que en la mayor parte de Jos paises en desarro- Ilo. Por su lado, los habitantes de estas naciones tienden a incrementar su consumo de cane conforme son capa- ces de costearla. Por lo tanto, las presiones mundiales son en la direccién de una demanda mayor de carne de res y de un aumento en las presiones ecol6gicas que la acompafan. Deforestaci6n. Los ecosistemas forestales son en ex tremo eficaces tanto para retener y reciclar nutrientes como para mantener y proteger mantillos porosos y ri- cos en humus. Investigadores del Hubbard Brook Fo- rest, en New Hampshire, descubrieron que convert ‘una colina arbolada en pastizal duplica los escurrimien- tos de lluvia y aumenta muchas veces la lixiviacién de los nutrientes, Peor atin es lo que ocurre si el bosque es talado y el suelo queda expuesto. EI golpeteo de las gotas de lluvia sella pronto el suelo; el mantillo se satura de agua y resbala de la colina en una masa loclosa hasta las vias de agua, Lo que queda es un subsuelo desnudo que si- gue erosionindose. Entre los ejemplos actuales no es el timo la ex plotaci6n de los bosques milenarios del noroeste de Es- tados Unidos (figura 9-20). Aqui también buena parte de la tierra pertenece al gobiemo (a los contiibuyentes). El Servicio Forestal de ese pais arrienda extensiones para tala y tiende caminos de acceso para que las empresas privadas retiren los troncos. Como en el caso de los de- rechos de pastoreo, el gobierno gasta mucho més de lo > 227 9/ El ecosistema del suelo FIGURA 9-20 a desmedida tala de los bosques viene constituyendo una save tragedia ecol6gica mundial, En la foro, miles de troncos son conducidos a los aserraderos. que recibe, lo que quiere decir que los contribuyentes subsidian la tragedia ecolégica en aquella regiéa. El problema es particularmente agudo con la tala de bosques tropicales. Los suelos de las regiones ecuato- riales han sido sometidos a lluvias abundantes y mucha lixiviacién durante millones de afios. Los materiales bai cos han estado expuestos al méximo a la intemperie y los nutrientes libres ya fueron lixiviados desde hace mucho tempo. En consecuencia, los suelos tropicales carecen de nutrientes, Todos éstos, que sostienen el cre- cimiento exuberante de esos bosques, estin en la bioma- say se transfieren en forma directa de los materiales en descomposicién a la vegetacién en desarrollo por medio de las micorrizas y sin que entren en absoluto al propio suelo, Cuando los bosques se aclaran, la delgada capa de ‘humus con nutrientes se escurre con facilidad. S6lo que- da el subsuelo arcilloso, demasiado pobre en nutrientes para la agricultura Sin embargo, se siguen talando bosques tropicales 4 un ritmo alarmante: unas 16.9 millones de hectéreas, © casi uno por ciento al aio, segtin los estucios realiza- dos por la Organizacin de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentacién (FAO). Esta pérdida signi- fica un aumento con respecto a la ciffa anterior de 0.6 or ciento al aft. En la titima década, se ha perdido un area tres veces mayor que el territorio de Francia, y mu- cho mas ha sido degradado por fragmentacién (claros parciales y entresacados). Alrededor del 80 por ciento de [a deforestacién obedece a propésitos agricolas, a pe- sar de la pobreza del suelo, y buena parte de las tierras se dedica a la produccién de cultivos comerciales o se convierte en pastos para criar ganado. Muy poca se ad- ministra con la decidida intencidn de producir alimentos én forma sostenible. 228 ~ En total, menos del dos por ciento de los bosques twopicales se encuentra en algiin plan de administracion que los proteja o que haga que la explotacion de los pro- ductos forestales sea sostenible, aunque instituciones no gubernamentales, como Conservacidn Internacional, se muestran activas al respecto. Asimismo, la FAO ha lanza- do un Plan de Accién para los Bosques ‘Tropicales (PABT) que cuando menos crea un foro mundial para analizar y establecer medidas que conduzcan a la sostenibilidad. Es interesante observar que los paises desarrollados han dic rigido la oposicién a los acuerdos significativos que res- trinjan la tala de los bosques. Es evidente que todavia hay mAs interés en defender la rentabilidad de las par- tes que se benefician de la explotacién que en favore- cer Ia sostenibilidad, un interés que tal vez. cambie si ms miembros de la opinién pablica dan a conocer sus deseos. Recapitulacién. Fl punto es que, para salvar el suelo —el lindamento de toda Ia proctuctividad en la tierra— debemos rescatar los ecosistemas naturales que lo for- man, mantienen y nutren o al menos proveen los me- canismos equivalentes. Observemos que hay bastante ‘margen para mejorar. Fl WorldWatch Institute calcula que la pérdida mundial de suelos por agricultura, ganaderia y defores- taci6n es de alrededor de 23,000 millones de toneladas al ao, Esto es equivalente a todo el mantillo de 9.2 mi- Hones de hectéreas, un 4rea de casi el tamaho del esta- do de Indiana, Estados Unidos. En total, as tierras que sufren son proclives a la desertificacién cubren buena parte del mundo (figura 9-21). La erosi6n es un fendme- no particularmente insidioso porque provoca que se pierda 20 0 30 por ciento del mantillo con apenas una disminucién marginal en la productividad, y esa pérdila es subsanada con més fertilizantes y un régimen de Iluvias favorable, Pero si la pérdida cel mantillo con- tintia, la mengua en la producci6n y el aumento en la vulnerabilidad a la sequfa se harin cada vez més pro- nunciados, Y la declinacién de la productividad confor- me el suelo se erosiona no es todo el cuadro. El otro extremo del problema de la erosién. Ademas de la degradacién del suelo y la pérdida de pro- ductividad que resulta de la erosi6n, también debemos considerar la alteracién de las corrientes fluviales y a d6nde van los sedimentos, que es como se llaman las particulas arrastradas del suelo erosionado. Bl agua, in- capaz de infiltrarse, lye por la superficie hacia los rios y los arroyos, los sobrecarga y causa inundaciones. De ‘este modo, los sedimentos de la erosi6n son acarreados por las corrientes, donde obstruyen los canales y exacet- ban las inundaciones, lenan los embalses, matan peces ¥ trastornan los ecosistemas de rios, bahias y estuarios. ‘SEGUNDA PARTE / El equilibrio entre poblacién, suelo, agua y agricultura O1sjove ‘ONva90 y oouNyuy ‘ONv300 ‘ooislova onvgo0 [ a foe OoUNy Ay ‘ONVa00. En todo el mundo, los arrecifes cle coral mueren a cau- sa de los sedimentos y ottos contaminantes que arras- tran. De hecho, el exceso de sedimentos y nutrientes que resulta de la erosién se sefala como el principal problema de contaminacién de las aguas superficiales en muchas regiones del mundo, Entre tanto, las aguas subterrdneas también se agotan porque las lluvias se es- curren, en lugar de suplir la reserva de humedad del suelo 0 recargar los mantos fredticos profundos. Riego, salificacién y desertificacién El lego, el suministro de agua a los campos de cultivo por medios artifciales, ha aumentado de manera radi- cal la producci6n agricola en regiones que suelen #e- cibir pocas lluvias. Por lo general, el agua se desvia de rfos mediante canales ¢ inunda los surcos, una técnica conocida como riego por derrama. En los tltimos afios, el riego por surtidor, un método con el que el agua se bombea desde un pozo central a una regadlera enorme que gira despacio alrededor del pozo, se ha vuelto mucho mas popular. En todo ef mundo, [a extensiGn de las terras de riego ha aumentado radicalmente en las cltimas décadas, ¥ los clculos de los totales van de 225 a 250 millones de hectireas. Se siguen erigiendo nuevos sistemas de riego, pero esta expansi6n tiene ahora el contrapeso de otra tendencia alarmante: la salificacién, que es la acumulacién de sales en el suelo al grado de que se sus- pende el crecimiento de las plantas (Figura 9-22). La sa- lificacién ocurre porque incluso el agua de riego mas fresca contiene al menos de 200 a 500 partes por millon (0.02 a 0.05 por ciento). Cuando el agua desaparece por 230 ~ FIGURA 9-22 Sin vegetacién que las proteja millones de hectireas de tieeras irvigadas han perdido su valor por la acumulaciéa de sales que deja el agua al evaporarse, un fenémeno conocido ‘como salificacién, evaporacién o transpiraciOn, las sales en solucién se que- dan y se acumulan poco a poco. La salificacién se con- sidera una forma de desertificacién. Se calcula que ya para el aio 2000 al menos la mi- tad de las tieras de riego habrrin reducido su producti- vidad a causa de la salificacién (tabla 9-5). Cada afto, se salifican 1.5 millones de hectéreas mas, En Estados Uni- dos, el problema es muy grave en la zona de la cuenca inferior del rio Colorado y en el valle de San Joaquin, California, zonas donde un total de 160,000 hectareas se han vuelto improductivas y arrojan pérdicas econémi- cas de més de 30 millones de d6lares al ano. Ademés, se ahade al problema el que los suministros de agua se agotan con rapidez por el monto de lo que se extrae para riego, En el capitulo 11 profundizaremos en este problema y otros relacionados. Es posible evitar la salificaci6n y hasta reducirla, si se derrama suficiente agua para que arrastre por li xiviaci6n las sales del suelo. Aun asi, a menos que ha- ya un drenaje adecuado, la tierra se convertiré en un cenagal inundado, aclemss de salificado. Se recomien- a instalar tuberia de drenaje a tres 0 cuatro metros de profundidad, pero s6lo con grandes gastos, y entonces hay que prestar atenci6n al lugar donde se descarga el agua con las sales en suspensi6n. Las poblaciones de la Reserva Nacional de la Fauna Salvaje de Kesterton, California, fueron destruidas por la contaminacién de las aguas de riego drenadas; zona que fue clasificada como sitio de desechos t6xicos luego de tres aftos de recibir el drenaje salino. Los proyectos gubernamenta- les de construccién de presas y sistemas de riego para suministrar agua a los agricultores a muy bajo costo, que estimulan el uso excesivo del liquide, agravan los SEGUNDA PARTE / El equilibrio entre poblacién, suelo, agua y agricultura ‘Buen: Worl Resoures 1999 Washington, D.G= Weald Resources tosh problemas de salificacién y agotamiento de Ios recur sos hidriiulicos. Medidas agricolas “verdes” Hemos visto que a pesar de la importancia crucial de salvar las tierras agricolas y ganaderas y los bosques, el mundo las pierde a un ritmo alarmante por erosién, sertificacién, salificacién y urbanizacién. Tales pérdi se encuentran en curso de colisién con la sostenibil dad. De quién es la responsabilidad de producis los cambios? La politica agraria de Estados Unidos se ha con- centrado en una sola meta: aumentar la producci6n, Es innegable que han tenido éxito en conseguirla; los ex- cedentes constantes hablan por si mismos. Pero con es- ta insistencia en la produccién se han tolerado y aun fomentado mediante subsidios gubernamentales algu- nas pricticas cuya sostenibilidad es cuestionable. EL Consejo Nacional de la Investigacion lo resu- ‘mi en un informe de 1989 titulado Alternative Agricul- ture: En general, la politica agraria va en contra de los métodos ecolégicos benignos y de la adopcién de otfos sistemas de siembra [sostenibles}, en particular los que se fundan en la rotacién de cultivos, ciertas pricticas de conservacién del suelo, reduccién del uso de insecticidas y el aumento en Ia utilizacién de medios biolégicos y agricolas de control de plagas. Por lo regular, las medidas tomadas le dan mayor prioridad al inistro pleno de alimentos que a la protecci6n de los recursos basicos El estado de cosas es defendido con vehemencia por los grupos de interés que se benefician de los subsi- dios y las politicas actuales, No es de esperar que los agricultores acttien en contra de sus beneficios econémi- cos; aun asi, es obvio que son pertinentes las modifica ciones de las politicas. Una reaccién refleja de la opini6n, pUblica, sobre todo a la luz de las presiones crecientes por reducir el gasto del gobiemo y orientarse a la libera- Gi6n del mercado, podria suspender todos los subsidios al campo; pero un cuarto de los ingresos agricolas netos proviene de subsidios de una clase u otra, y suspender Jos de tajo causaria un desastre econdmico en las comu- nidades rurales, para no decir nada de los trastornos en a produccién. Los objetivos de Ia agricultura sostenible son: (1) mantener un mantillo productivo; (2) que los alimentos estén asegurados y sean saludables; (3) reducir el uso de pesticidas y fertilizantes quimicos; y, al final pero de rningtin modo lo ultimo, (4) conservar la viabilidad eco- nGmica de los campos. ¢Cémo establecer politicas sos- tenibles a pesar de los intereses de los grupos de par ticulares? ‘Los agrénomos profesionales estin cada vex mis conscientes de las insuficiencias de la agricultura moder- nna y trabajan por encontrar opciones. En la actualidad, muchas opciones remedan las priicticas del pasado: cul- tivo en franjas, rotaci6n de cultivos, teerazas, maquinaria menos pesada y la reducci6n o la suspension de los agentes quimicos. En 1988, el Departamento de Agricul- tura de Estados Unidos inicié el programa Agricultura Sostenible de Bajos Insumos (ASBD, que otongaba finan- ‘ciamiento a los métodos alternativos. Las facultades y uni- versidades de agronomia estin revisando sus programas de estudio para resaltar la agricultura sostenible. Ade- mils, varias organizaciones no gubernamentales, como el Rodale Institute, se dedican con ahinco a investigar y difundir informaci6n acerca de técnicas sostenibles (véa- se la bibliografia). Un ntimero pequefto pero creciente de agricultores vienen experimentando y perfeccionan- do sistemas alternativos por iniciativa propia (véase "La Tierra en observaci6n”, pagina 234). Un impulso vigoroso para cambiar al cultivo orga- nico sostenible proviene de los consumidores que por diversas razones quieren alimentos cultivados en esa forma, Tal demanda brinda un incentive econémico a cada vez mas agricultores para que adopten los méto- dos sostenibles de laboreo. Estos han descubierto que hay un mercado lucrative para sus productos. En tanto que estos alimentos se cosechan a escala local y se dis- tribuyen en canales comerciales de la zona, restablecen una relacién entre el consumidor, el cultivador y el sue- lo. Una relaci6n atin mas estrecha es la que establecen las cooperativas agricolas. Aqui, un grupo de consu- midores pone el capital para pagar al agricultor para que ~~ 231 91/ El ecosistema del suelo 1 vida de todos nosotros depend de ka produccién abundante de ls agricultur Revolucién Industrial, k gente se ba dic. tanclado cada vez mis de la ier y ka pproducciin de alimentos, En todos. tos, paises desarrllades, innumensbles eras familiares dversifcadas han dado lugar a ‘enormes empresis especializadas en mo- noculivos. Por ejemplo, en Estados Uni- ddos, menos de das por ciento de la po blacion se dedica 4 Ja produccién agri. ‘Del campo al granero, y hnego a los mol ‘nos, las compantas panadenisy los estar- tes dl supermereado, los grancs van en fpromedio. 1600 kilimewns antes de ser consumides. Menos de un centavo de ci agricutor, Lo mismo es cierto con otros alimentos. (Con esta especializacién de fa pro- ¥y con minimas compensiciones, casi to- | posicién fuera llevada a ta prictic, los dos los granjesos consideran sw. producto | habitantes de cada regién se interesaan ‘Durante los ans que han pasido desde ki simplemente un negocio: Fas ges som. vastas fbeicas al ave lbw Si fracasan, as dan por perdi y se dedican a otra cosa. $n ott palabras, hemos creado sin querer un sistema de prodicckin alimen= tara en el que casi nadie ext en pesicion. de ver que se tits de un ecosstema, m= ‘cho menos de manejario como tl Muchos. esadaunidenses sefalan con ongullo su sistema agpicola diciendo: Vein qué eficiente es; en general, Tos pobladores de esa nacién gasta menos de sus ingress en alimentos pero comen mejor que en cualquier oi pats del mun do.” Aun asi, si el Sssema n0 es sosteni da dar que se pags porlas hogazas va al ble y su eficacia es un punto discutble En si fibro For the Common Good, Herman Daly yJohin Cobb proponen que © exiia que todas las regiones de aquel ands en el manejo del sistem de su suelo, porque se darian cuenta de que mante- nero saludable es enical para so sobse- vivenciay bienestar Guiles sexfan Las ramiieaciones ddl plan de Daly y Cob}? = Adoptaria cada regién una agecultura ‘mis diversificada y sosterublez + clina agneulura mis diversficada fa- cilliaia el reciclado de fos desechios animales, los abonos vegetales los seclimentos de las aguas mesiduales de | wneka al suelo! | # eAdquitian los ageulones un mayor | sentido, de responsabilidad hacia los | consumidores, sus consumidores? *# jAumentast el interés y la responsabi Tidal de los consumidres hacia a for ‘me en que se cultvan sus alimentos dueciéa y su distanciamiento de los con- pais, aquellas no mayores que estados + Bncaaria la gente ls consecuercas de sumidores, gquién es el encargido de ver forma adecuada como recurso Sosterible? ‘Dele nego, no ese 9 por ciento de los ‘consurtidares que no son agrcultores, y tampoco ese dos por ciento de los culivas dores, Muy alejados de los consumidores caltive de manera orgénica, Asi, los miembros compar ten el producto conforme est listo, En efecto, compran de antemano sus productos para toda la temporada, Lo que vemos en estas iniciativas es Ia creacién de lo que se ha llamado coalicién urbanoambiental: grupos cada vez mayores de personas que, si bien no se dedican directamente a la agricultura, estén intere- sadas en la forma de producir los alimentos y en lt sostenibilidad de ésta. La coalicién s una red informal de grupos como Sictra Club, la Sociedad Nacional Au- dubon y la Fundacién para la Conservaci6n, Concertar los intereses de la coalicién urbanoambiental impon- dia a la toma de decisiones politicas presiones consi- derables que superen las de los grupos de interés. Por ejemplo, durante los aftos setenta los agricultores, por las presiones econémicas para que aumentaran la produc- 232 > pequelos, tenga una agricultura autosuli que el suelo sea protegido y culdado en la ciente (se exeluye la ayuda en cio de desasire). Esta cisposicion obligaria « las regiones « adoptar una agricultura diver “sficada y medidas para lograr que lt ie- | + suelo en el que creoen ls plantas a seq sosteible, a la vez que acercaria a productores y consumidores Siesa diss Die? ‘converts cada vez mis ters agricolas ‘en zona residenclales y de ofcinas? ‘Se iran a ls nubes los precios de los alimentos? ert tratado. de manera més sosteni- cin, araron y cultivaron tierras muy erosionables, y la erosi6n fue enorme, El problema fue advertido y he- cho piiblico por instituciones ecologistas, como Crédito Agricola Estadounidense, Rodale Press y WorldWatch Institute. Los miembros de la coalicién urbanoambien- tal cabildearon en el Congreso estadounidense y logra- ron en 1985 la aprobacién del Programa de Reserva de Conservacisn, Con este programa, 16 millones de hec- ‘reas de tierras muy erosionables fueron colocadas en una “Reserva de Conservacion” de bosques y pastos. A. los agricultores cuyas tiers estin en la reserva se les aga 125 dotares al ano por hectérea. Hasta 1994, 14.5 millones de hectieas habian sido puestas en reserva, con lo que se rescata de la erosién un estimado de 700 millones de toneladas de mantillo al aio (pero tam- bién cuesta a los contribuyentes mas de 1000 millones ‘SEGUNDA PARTE / B] equilibrio entre poblacién, suelo, agua y agricultura de délares en ‘pagos deficitarios", como Jos ilaman) De acuerdo con otra ordenanza, la Ley de Seguridad Alimentaria de 1985, se exige a los agricultores que es- tablezcan y emprendan programas de conservacién del suelo para que sean objeto de los subsidios al precio Y¥ 0t70s beneficios que concede el gobierno Del mismo modo, por las presiones de la coalicién, urbanoambiental el proyecto de Ley Agraria de 1990 (que se renueva cada cinco aftos) incluyé medidas para estimular a los agricultores a salvar los pantanos y redu- cir en sus tierras los escurrimientos que contaminan el agua. En conclusién, vemos que con los incentivos eco- némicos adecuados es posible inducir a los cultivadores al conservacionismo, No obstante, salvar las tierras agricolas de la urba- nizaci6n es uno de los problemas mis dificiles de abor- dar, Presenta el conflicto moral clisico que opone el valor de los derechos del individuo a los valores del con- junto de la sociedad. La sociedad se da cuenta de la im- portancia de salvar ls tierras de cultivo; pero también da por supuesto el clerecho individual a comprar extensio- nes de terreno laborable y convertilo en zona residen- ial. Tampoco nos parece que podamos violar el derecho del agricultor a vender tierras para urbanizacién si el contratista ofrece un pago 10 veces mayor de lo que va- le su cultivo, Como por razones estéticas muchos prefie ren vivir en espacios campestres amplios, observamos que la conversiGn de tierras agricolas en habitacionales erece seis veces mais aceleradamente que la poblacién Ademis de desperdiciar campos de laboreo, esta tenden- ia origina muchos otros problemas ambientales, entre ellos la contaminacion del aire, la degradacién de los re- ‘cursos hidrdulicos y el agotamiento de los energeticos, pues la gente se traslada cada vez més lejos para satisfa- cer sus necesidades (véase el capitulo 24). El problema exige una solucién. Los paises europeos han aceptado restricciones muy severas a la usbanizaci6n de las tierras agricolas, y lo mismo se ha hecho en Hawai, pero las sugerencias de implantar restricciones similares en otras naciones han sido frustradlas por los abogados de los de- rechos individuales. Un intento notable por solucionar el problema se dio en la ciudad estadounidense de Traverse, Michigan. Alli, 1a coalicién urbanoambiental logré la aprobacién de un titulo de 25 millones de dolares para proteger los huertos de cerezas por los que es famosa la regién, El di nero sees colocado en un fondo que pagari a los agri- cultores la diferencia entre el valor en cultivos de la terra y lo que paguen los urbanistas, a cambio de la promesa de seguir labrando sus campos. Crédito Agricola Esta- dounidense, la omganizacién que conduce la iniciativa ofrece su experiencia a otros grupos de ciudadanos que quieran alcanzar metas similares. Es evidente que todas estas medidas costarin mas 2 los contribuyentes. {Bs lo que hay que pagar por la sostenibilidad, o hay una politica mas general que cum- pla con ese objetivo sin tal desembolso? Herman Daly, catedritico de economfa en la Uni- vversidad dle Maryland y miembro fundador de la Socie- dad Internacional de Economia Ecolégica, ha sefialado que el gobierno de Estados Unidos escogié elevar sus ingresos gravando el trabajo (impuesto sobre la renta), cn tanto que los recursos naturales son tratados como si fueran gratuitos. Este sistema hace que el trabajo sea antificialmente: caro —todos trabajarfan por mucho me- nos si no hubiera que pagar ese impuesto— y los re~ cursos arificialmente baratos. Por su parte, la actitud de todas las empresas ante Ia situaci6n ha sido reducir el trabajo al minimo y manejar los recursos como si fue- ran desechables. Por eso vemos que la automatizacion y la mecanizaci6n aumentan y desplazan a la mano de obra, en tanto que la explotacién de los recursos y la contaminacién —verter los residuos en el ambiente es otra forma de explotar los recursos navurales— cam- pean a sus anchas, En respuesta, apilamos leyes y regu laciones para tratar de mitigar el impacto en el medio. Daly plantea que cumpliriamos los propésitos de Ja sostenibilidad con mas facilidad si los gobiernos au- mentaran sus ingresos gravando no el trabajo, sino el uso y el agotamiento de los recursos naturales. En rela- Gi6n con nuestro tema, suponga que los agricultores no pagan impuesto sobre la renta, pero que tienen que cu- brir un gravamen por cada tonelada de mantillo que pierden por erosién 0 mineralizaciOn. Sus ingresos ne- tos podrian ser iguales al principio, pero habia un in- centivo poderoso para emplear més gente que ayude a reducir la erosion y a conservar el mantillo Del mismo modo, podria haber un impuesto al transporte de productos alimenticios de cierta cantidad por kilmetro, siempre a cambio de un monto igual re- ducido al impuesto sobre la renta, Un dato disparatado revela que, en promedio, cada kilogramo de lo que co- ‘memos Viaja mids de 1500 kilometros del sitio de produc- cin al lugar de consumo. 48s de sorprender que hhayamos perdido el sentido de la retacién entre nuestro sustento y el suelo en el que crecié? En muchos casos, nos veriamos en aprietos para decir de dénde vino. El impuesto al transporte dle alimentos crearia un incentivo econdmico para adquitir los productos locales, que se- sfan por ende mas baratos. A su vez, comprar los produc- tos del lugar fomentaria un vinculo mis estrecho entre los consumidores, los cultivadores y el suelo que traba- jan, y podria estimular el cuidado de la fertlidad de las tierras agricolas (véase “Etica’, pagina 232). La produecién de granjas cercanas a las ciudades y de Jos huertos domésticos tiene también otras ventajas > 233 9./ Bl ecosistema del suelo Ejemplo de una granja pequefia y diversificada En el region apacible del suroeste de 1o- sea hay una ganja pequeta (65 hectt- eas) y diversificada dirigida por Clark “BreDahl y su esposa Linda, una maesie que es capaz de eabajar todo el dia en Ja finea dlorante el verano. Con menos de la mitad del tamado promedio de ls _granjas de la regi6n, la de Jos BreDahl eslé entre el 10 por lento de las mis rentables y mantiene por completo a le Jfamaliay les permite ahorrar el sueldo de Linda, Las culivas incluyen maiz, alfalfa 'y nabo para alimento de animales, soya para el mercado, aventx de primera que se vende como seals (al doble del pre- ‘io de forraje de la semilla ordinara), ast coma ovejas para aprovechar la lana conleros y cerds paca el mercado, os culivos se relizan en franjas de 20 metros de anche y siguen una sc cenencia de rotacién de maiz y soya, ft jol y miai2, avena mis nabo y alfalfa La anyor parte de las necesidades de Fert Jizante provienen del fall, la soya y la alfalfa que son facones de nitéyeno— y del estigrcol. Las franjas estin bard chs, de modo que la alimentaci6n de ios Animales es mis eficiente, pues se deja que pasten (y depositen el estigrcol) en <1 cimpe micntras crecen las siembras dd forrje, eto permite utilizar como re ‘uso alimenticio animal las plantas da- ‘ada y sus residuos. ‘Ua pane exclusiva de este sistem 8 €1 uso de mabos. Plantados después de levantar Ia avena en julio, madkran ara el o1on0. Las ovejas se introducer en ests franjas en septiembre ¥ sc co- ‘mea tanto lis hojas como los propios rnabos. Al arrancar los bulbos de la ta cigjan en cl suelo depresiones en forma. de copa que se llenan de agua, nieve y hielo, lo que anade humedad y previene los escurrimientos. Asi, los nabos pro- pporcionan un forraje muy nutritive pari ‘que las ovejas pusen el afo y entre tan 10 se heneficia ol suclo. Gracias al em- peo de:“méiodos omrinicos’, el suelo se mantiene en excelentes condiciones, al tiempo que las teas de casi todas las ‘otras granjas del condade padecen una ‘erusiin clasficada de moderada a grave. Fl rendimiento de los cltivos ep la gran- ja de Jos BreDahl esti constantemente jpor aniba del promedio del Area La conclusién es que, con ura adminiscracién inteigente, una. Familia puede evar una vida comoda con una “granja pequetia y diversficada, siguien- do pcticas sostenibles. ee; Naina eset Cee. Aerator eure. 15. ecolégicas pricticas, Primera, con una diversidad de ve- agetales y animales resulta econémico utilizar estiércol y desechos vegetales. Del mismo modo, es posible em- plear de manera rentable aguas tratadas y composta (véase el capitulo 13). Los gastos de traslado hacen que estas aplicaciones sean inviables en las granjas grandes, especializadas y dlstantes, Sea que haya 0 no modificaciones en la estructu- 12 impositiva 0 en la concesién de subsidios, la sosteni- bilidad de nuestra civilizaci6n dependerd de que se preserve el mantillo. Otro aspecto de la agricultura sos tenible es que se aparta del uso contraproducente de agentes quimicos taxicos para el control de las plagas. Nos ocuparemos de este tema en el capitulo 10, FIGURA 9-23 Las granjas comunales son tanto fuentes de alimentos como de empleo. Los comuneros suelen recibir asesoria sobre métodos de culive mis productivos. 234 > ‘SEGUNDA PARTE / El equilibrio entre poblacién, suelo, agua y agricultura eee «~~ Preguntas de repaso a a 3. 4, ‘Cudles son los principales elementos que las rai ‘ees de las plantas deben obtener del suelo? Describa el ambiente del suelo en términos tanto del contenido como de la estructura fisica que sa- tisface mejor las necesidades de las plantas. Defina y explique la relaci6n entre la textura y la estructura del suelo, e! humus, los detritos y los or- zganismos del suelo, Explique c6mo se relaciona cada factor que definis en la pregunta 3 con la creaci6n de un ambiente en el suelo que satisfaga mejor las necesidades de las plantas, {Qué significa mineralizaci6n? Qué la causa? :Cudé- les son sus consecuencias para el suelo? {Como una cobertura vegetal protege y nutre al suelo de una manera que sustenta el crecimiento de las plantas? %. 10. 11. 12. ;Cuales son las tres principales pricticas de cultivo que exponen el suelo a la intemperie? {Cuil es el impacto del agua y el viento en el sue~ lo desnudo? Defina y describa en detalle el proce- so de la erosién, {Qué significa desertificacién? Explique cémo la erosién conduce a la pérdida de la capacidad de retener el agua y, por tanto, a la desertificacién. {Qué significa salificacin y cudles son sus conse- cuenctas? {Cémo la causa él riego? {Cudiles son los principios de la agricultura sosteni- ble? {Cémo podtian modificarse las politicas agricolas, iganaderas y forestales de los gobiemos para pro- mover la sostenibilidad? eS «> Pensamiento ambientalista ds 2 wPor qué se considera que el suelo es un ecosiste- ma basado en los detritos? Explique de qué forma actan como dos sistemas relacionados ¢ indepen- dientes las partes por encima y por debajo del sue~ Io de los ecosistemas, {Guiles son los peligros a largo plazo de hacer ‘que las granjas se dediquen por entero a las ope- raciones comerciales (con intereses econémicos inmediatos) y deban competir con otras empresas pecuniarias, como las de urbanizaci6n? Por qué parece que las sociedades humanas, pas ddas y presentes, le dan tan poco valor a la conser- vacin del mantillo? 235, 9/ El ecosistema del suelo

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