FILOSOFIA DE LA SOSPECHA
FW. NIETZSCHE
(1.8441. 900)
I
5NOS DE.UNA EROCA,
Friedrich Nietzsche eneama Ia critica mas radical que se haya hecho en Oocidente
contra Ia “cultura establecida”, en todas sus modalidades: Filosofia, Religi¢n, Ciencia, Moral,
Aric... Para comprender esta tome de posture, hay que toner en cuenta que F. Ni
vue Epoca mereada por la decadencia de una sociedad cristiano-barguesa,
puritana y lena de prejuicios. Sa obra consfituye uma reaccién airada contra la mediocridad y el
Convencionalismo de la moral tradicional, hipberita y decadente, y una critica implacable de
todo su sistema de valores.
Junto 2 esa moral conservadora y asfixiante surgea, en Ja época de Nietzsche,
movimientos revoluciorarios de tipo sociopolitico como esperanza de liberacién y de justicia
para el hombre (Marx): en ellos se afirme la autonomia del hombre para construir su propio
mundo y se rechaza toda transcendencia roligiosa, quo se considera como un obstéculo para
alcanzar La plena macturez (opio del pueblo). Influido por este ambiente, Nietzsche quiere crear
un maevo tipo de hombre que sustituya el hombre cristiano tradicional. Un hombre mis acorde
con fa visiSn que el siglo XIX tiene de Ie realidad cientifice y social
El siglo XIX es un siglo dindmico y creador, activo. Un siglo que disfruta, como
ningtn otro, de una larga paz. intemacional -desde 1.815 a 1.914 (| Guerra Mundial) no se
conoce enfrentamiento bélico-. Animada por las crisis revolucionarias do 1.830 y 1.845, que
aceleran la evoluciba econdmica, Ja civilizacién europea avanza hacia [a liberacién del hombre
tanto on Jo material como en lo ecpiritual. Es el siglo de la ciencia y de la técnica, En él se
afirma Ta fe en Ja ciencia como witima consesnencia do la fe en la Ta76n que se inicié en ef
Renacimiento. Al tiempo, la hegemonia cel cientifismo Neva 2 una concepeién disgregadora,
mecanicista y antiespiritual de los valores universales.
El sigle XIX es un siglo pluriferme y sin
(dad profimnda, rico en expectativas. En él,
asistimos a un proceso de’ diversificacién de formas de pensar de gran envergadura que
desemboca en un caos de opiniones, sistemas y directrices. E] exceso de recionalisamo provoca
una crisis de valores y de certezas que levarén, ya a fincles del siglo XVID, a la bisqueds de
algo firme on que creer, algo que dé una respuesta a los grandes interrogantes que se plantea
toda cultura, Seré en Europa central donde con mayor intensidad se produzce la renovacién
culturel que afirmard la primacta de la vida ftente a le religin, la moral, la ciencia o «1
otra construccién teSrica,
Iquiex
Se trata de un movimiento nuevo: el “vitalismo”, Fl vitelismo representa una filosotia
y una actitud cultural que pone el acento ea Ja vida y en Tos valores vitales, defendiendo una
Ssubordineciéa de lo recional 2 10 vital expresado en la “razén vital”. A, Schopenhauer, que
influird poderosamente en Nietasche, el propio Nietzsche; Dilthey o Bergson son algunos de los
pensadores mis seprerentativos de una comiente que tendré repercusiones claras en toda la
filosofia posterior. Junto al vitalismo se desarrollaran otras lineas de
miento uo menosimportantes: el positivismo de Comte, el materialismo histérico de Mare, el evolucionismo é
Darwin, ls orientaci6a prapmatista de W. James (1.842-1.910) o el psicoanilisis de Freud.
A mediados del siglo XIX, un conjunio de pensadores va a establecer una filosofia cuyo
aje va a cer la exaltacién de lo vital y lo afective, frente al exeesivo racionalismo propio del
idealismo de Hegel o del positivismo cientifico de Comte. Se trata de los “‘vitalismos”, que
defienden el irracionalismo y la afirmacién de le vida como realidad primaria y radical del ser
humeno. La Razén y su poder discursive son inadecuados para captar la realidad, ls verdadera
realidad. La razén no es la dinica facultad que nos permite acecder a le realidad. Hay que contar
con Ia inspiracién podtica, Ia intuicién, el instinto, la visién profética, el inconscieate, ete.
I. CRITICA A LOS VALORES OCCIDENTALES
acide en el seno de una familia profundamente religiose (su padre y sus dos abuclos
eran pastores protesiantes), en uaa época de grandes contrastes y considerable dinamismo,
Nietusche se uniré al coro de voses que se clevan contra el Dogmatismo que impera en
Oceidente, Para él, Ia cultura ocoidental esti viciada desde str origen. Bs uma cultura racional y
dogmética que asfixia al hombre. Es una cultura decadente que se opone a la vida, a los
instintos, ompefiada en instaurer Is racionalidad y Ja nomna a toda costa.
a) Crftica a ta moral
La critica més profunda de Nietzsche a le cultura occidental es la critica a los valores
morales., El principal error de la moral tradicional, piensa, consists en su oposicién a todo lo
vital. La base filoséfica de esta moral contrasnatra es el platonismo: el mundo de las ideas,
sivve de “més alla” religioso para los cristianos, de tal manera que acaba convirtiéndose en la
cristiana El centro de gravedad so pone en la vide future, en el hombre celesto,
jose uma evasién respecto al hombre concreto, vivieate, zespecto al mundo real
Gracias a las virtudes oristianas, dice Nietwsche, se Lev6 a cabo la “rebelién de los
cesclavos”, la “transvalorasién” de todos los valores. Transvaloracién que sonsiste en que ahora
se llama “malo” a lo que antes fue bueno y viceversa. En todas partes fueron les nobles, los
poderosos, los hombres de posicion superior y elevados sentimientos, los aristécratas, quienes
se sintieron y valoraron a sf mismos como buenos en contraposiciéa a todo Jo bajo, abyecto,
valgay, indigonte y plebeyo. Pero llegé, con los judios, la vengenza del hombre débil c incapaz.
Para Nietzsche, Jos hombres se dividen en dos grandes gmpos: uno, muy restringido, el
de los fueries y otro, el de los débiles, mucho més amplio. Dentro del primer grupo se hallarian
los kombres dc vohintad de poder, los nobles, los valicates y orgullosos, Ios que quieren
dominar su vida; mientras el segundo grupo englcbaria a los resontidos, los pequsiios y
humildes, los cobardes, envidiosos, ineapaces y mediocres. De ahi que el noble se sienta
distanciado de 1a muchecumbre de los mal constituidos, enfermizos, cansados; de abi que se
considere con derecho sobre ellos. Y de ahi, que el esclavo, en venganza, se aferre a la
subversia de los valores planteada por el judaismo y heredada por el eristianismo.
“Han sido Jos judios -dice- Jos que... se han atrevido a invertir la identificacién
aristocratica de los valores... y an mantenido con los dieates del odio més abismal (€]
odio de la impoteacia) esa inversién, a saber, jlos miserables son los buenos; los
pobres, los impotentes... «en cambio vosotras (los fueries), vosotros sois, por toda lasternidad, los maivados, los erueles, los lascives, los insaciebles, los ateos, y vosotros
seréis también eternamente los desventurados, los malditos y condenacios|...™
El concept del “bien” fue conscientemente tergiversado, segin Nictesche, pore
desgracia de Ia humenidad. La cual, por ese mal entendido “bien”, perdié a sus especimenes
1s valiosos por mejor dotados para la vida (Darwin), “Y cuando & lo largo de los siglos ha
surgido algin hombre noble, aristooritice, los débiles se han ccupado de él, mantenievdo con
ello ef actual estado de cos:
liberacion que e
Cayo reflejo mis inmediato son los movimientos sociales de
ipiezan en Ia Revolucién Francesa y que se extiendea a través del siglo XTX
Para superar la decade:
is introducida por los valores cristianos, es preciso poner en el
paesto del hombre actual al “superhombre”, libre de toda servidumbro roligiosa y de todo
dogmatism,
la relizioa nace del miedo,
que siente el hombre on si mil
las angustias y de las necesidades, de la impotencia
. Por lo tanto, ningun religién ba contenido jams ainguna
verdad, Concretamente, el cristianisme he invertido los valorss de las antiguas Grecia y Roma,
que eran valores de vida, y se ha inventado un mundo ideal, celestial, que lleva consigo una
desvalorizacién del mundo terreno. El cristianismo:
Supone el exravio més fuerte de los instintos, que Heva a inventarse el ote mundo y
despreciar éste
+ Sélo foment los velores mezquinos como la obediencis, el sacrificio, la humildad,
sentimientos propios del rebaiio, Bs el enemigo moral del Superhombre.
+ Habla de pecedo. Con el concepto de pecado aniquila las formas y valores mas robles de
vida y pervierte le vide en su raiz Ataca todo lo “dionisiaco” (lo instintivo, pasional e
irracional) dejando la vida a merced de lo “apolineo” (mesurado, racional y estitico).
La critica que hace Nietzsche a la religion tiene precedentes muy claros en la filosofia
de la Tlastracién: algunas de sus afirmaciones recuerdan a Feuerbach, también al rensceatista G.
Bruno. Nietzsche interpreta el cristienismo como una “moral vulgar”, “do estufa”, una felsa
moral 0 “moralina”, opuesia a los valores especificos de la verdadera virtud (gallardia, nobleza
y mando). Esta vulgarided de la religién crisiana procede de su Dios, que ha sido el gran
obsidculo contra fa vida, y por eso hay que decretar su muerte.
¢) Critica a Ja filosofia tradicional
La critica que hace Nietzicho a ta Filcsofia se halla en estreche relecién con la critica a
Ta Moral. La moral hunde sus raices en la filosofia platénica con sus dos mundos: el sensible y
€] inteligible, El-de la verdad, el real, est mis alld de la vida terrena, mas alla del mundo
Fenoménico en que habitamos y que es causa de perdicién,
La filosofia tradicional es dogmitica; considera el sor como algo estético, fijo,
inmutable, abstracto. Pero ese ser no existe. Entre otras cosas porque Ia verdad en que se basa
no 8s una verdad absolula ni objetiva. La verded para Nietzsche es personal, tiene su origen en
la exporicncia o intuicién subjetiva. Sélo cuando aos empetiamos en ignalar experiencias
similares, s6lo cuando reducimos la riqueza de la experiencia criginal a un conjunto de
caracteristicas que In hacen coincidir con la experiencia del otro, bublamos de verdades
°F ONIETZS
Genealogia de la moral, Alianza, Madtid, 1.980, 39-40absohutas. Verdades que Nietzsche compara con “una moneda tan gasteda que ha perdido su
trequelado, su cufo” y con ello su valor. Sécrates hizo triunfar Ia razSn, lo apolinee, contra la
‘vida; Platén cre6 otto mundo desvalorizando cl verdadero, ol sensible y vital. Con ello,
{introdujeron en occidente el espirita de la decadencia, el odio a la vida y al mundo.
“Lo que la humanidad ba tomado en serio hasta este momento n0 son
siquicra realidades, soa meras imaginaciones o, hablando von més rigor,
mentiras nacidas de los instintes malos de naturalezas onfermas, de
nataralezas nocivas en cl sentido mas honda -todos los concepts Dios,
alma, viriud, pecado, mas alld, verdad, vida eterna... Pera en ellos se
buseado Ta grandeza de la naturalece humana, su divinidad”
De ahi que Nietzsche proclame en La Gaya Ciencia la “muerte de Dios”, con la “muerts
de Dios” mueren todos Jos demas conceptas, pues estos se apoyaban en EL En efecto, Dios da
Ja Vida exerna por medio de la virtud que nos permite la redencion del pecado. Pero, sobre todo,
Dios le “roba” al hombre su “divinidad”; comienza sionds un ideal humano para acabar
hipostasiindose, convirtiéndase en lo “sbsolutamente otro”. Dios le quita al hombre sn
grandeza, le hace “extraaarse de si mismo", to que Ie impide erigirse a si mismo ea finalidad
(Marx), produciendo individuos dependientes que basan sus actos en una moral de des-
simismacin, negadora dele vide, une moral de decadence. Hay que acabar con Dios pare decir
sia le vide, para potenciar “la veluntad de ser uno mismo, de destacarse”, de ser un
No obstante, Nietzsche distingue entre ol “Dios de los pueblos” y el “Dios buono”. El
€l se veneran las condiciones mediante las cuales un pueblo se encumbra: el
poder, el orgullo de lt libertad, la vida. Bl sezundo es el Dios de los débi
decadentes, un Dios que exige sumisiéa, homildad, abaudono, que s¢ ot
objecién contra la existencia. La humanidad en general,
de venerar a un Dios de los fuertes a alabar a un Dios bueno; ba tomado partido por todo io
bajo, Jo malogrado: ha hecho un ideal de la contradicci6n a Ios instintos de conservacion de Ta
Vida fuerte. Y, creado esto suvede,
presupaestos de la vide ascendente todo lo fuerte, valiente, sefiorial, ergulloso-, cuando Dios se
convierte ea simboio de un bastén para canssdos, Dios de les pobres gertes y de Ios enfermos,
entonces Dios pase a ser un Dios degenerado, la contradicciOn de Ja vida, en tugar de ser su
transfiguraci6n y etemo si; y, por eso mismo, un Dios que niega el devenir, la dlaléctica placer-
dolor en que todo consiste. Un Dios del que hay que redimir al mundo, un Dios con el que hey
que seabar.
seatimit
Jos resentidos, los.
Con la muerte de ese Dios, del Dios de la tadicién, el bombre se libera a sf mismo,
climinando fo que no fe habia dgjado ser hombre. Con cllo se acabe la historia antigus y
comienza una nueva historia, la verdadera historia, el gran mediodia en que el hombre se libera
de mitnlogias y supersticiones para convertirse en creador de su propio cestino. Con la muerte
¢ Dies, ¢] hombre lege, por fin, a ser hombre, Zaratustra es el aran pregonero de la muerte de
suplantado abora por cl superhombre: “Dios ha mvesto, Viva el superhomb
II. LA TRANSVALORACI
Para Nietzsche, I2 cultura europea ba llewado ya a sn propia ruina, a la decadencia total
Se impone la restauracion, Esta serd tarea del filésofu: liberar al hombre de todos los valores
2 NIBTZSCHE, Ecce homo, Alianza, Madrid, 19fictioios devolvigadole el derecho a la vida, a la existensia. El primer paso debe consistir en un
cambio profundo de valores, de todos los valores de nuestra tradieién, que proceden de la
“voluntad de nada”, de lanegacion de la vida
La “voluatad de poder”, opuesta a a anterior, es la encargada de destruir les valores
tradicionales y crear el espacio que posibilite el si a a vida del superhombre. De aquel que es
capaz. de enfrentarse a ta vida porque comprende y admite que esta es guerra, contradictién,
placer y dolor, en tiltima instancia, dialéctica (Hegel). El superhombre no renuncia al dolor
1 imnplica renunciar a la vida.
Con ta muerte de Dios, se ha perdido el sentido de ta orientacion de muestra existencia,
ce nuestra vida: estamos perdidos, sin bréjula, Con Dios, también. Hay que negar a Dios, pero
una vez negado es dialécticamente preciso afirmar, crcar, producir mucvas formas de vida.
Frente a Ja decadencia de Occidente hay que poner algo. Veamos qué
En LI origen de Ia tragadia griega, contrapone Niewsche @ Dionisos y a Apolo:
Dionisos es el dios de la vide, del vino, de la embriaguez y la pasidn; es el simbolo de la
slegria deshordante de vivir, dal desorden, del cans. Constituye el terreno de las fnerzas de
Ja Vida desetadas. Represeata lo activo y progresista frente a 0 pasivo y reaccionario, lo
inacional frets a lo racioual
Apolo as el dios de las formas externas, de la armonia y
belleza. Es'el simbolo de lo ordenado, coterente, racion
mesura, de le epariencia lena de
medible, proporcionado; es la
in encubidora, adonmecida, resentida y eamascarada de [a realidad.
dimens
En Ia tragedia (expresién de la dialSeticn vital) so armonizan lo dionisiaco con Jo
apolineo, como en Ia vida deberian hacerlo. Fi superhombre, el ideal de nuevo horabre, debe
pues recuperar fo que de instintivo e imecional se perdié con Socrates y Platén para recuperar
con ello la humanidad, Bl supechombre ha de sustituir al viejo hombre.
a) Elhombre acmal
E] hombre actual es un ser miserable que desprecia Ia tierra, su cusrpo, el instinto. Es
tun ser a medio hacer entre la bestia y el superhombre. Corre el riesgo de vencerse a si mismo
mediante 12 superaciin o de volver a Ja animalidad primitiva. Es un hombre que se resiste a
abandovar los valores del pasado y a dar un nuevo sentido a su bumanidad.
Para que legue a ser el supethombre, tiene que superar Ia moral tradicional, dacadente,
alicnante, y alcanzar una nheva riioral que no atente contre su vida. La especie humana esti
dolade de esa fuerza expansiva que tiene la vida, est en un proceso evolutivo constante, sin
terminar, que le hace ir hacia especies superiores (Darwin). Dicha fuerza expansiva, expresada
en el affin de superacién, debe llevames a expulser a Dios de nuestro interior; a superar la idea
de Dins. Dios ha muerto y sélo queda el hombre, que se irk suzerando hasta llegar al
supethoutbre.
b) ELsuperhombre,
La transformacién del hombre en supeshombre pe
recuordan la dieléctica hegeliaae o la marxista):
por tres cambios sucesives (que
A. Camello: El espirita del hombre es un animal de carga que ohedece a su amo sin que};2. Leia: Cansado por el peso de 1a carza el espiritu Gel hombre se sebela contra ef amo y Jo
deniba. El camello se convierte en Ieén, critico y duefo de si mismo, impone su voluntad,
3. Niffo: A medida que se libera de la carga crea sus propios valores; se convierto en el
hombre-nifio que busca la autoafirmacién
A partir del tereer momento (¢l nifio) es cuando empieza a aparecer el superbomibre que
¢a luger a la nueve humanidad libre y creadora, El superhombre que da lugar a la nueva
humanidad libre y creadore. EL superhombre se preocupa, ante todo, de la vida, sin treba
alguna. No esta sometido a ningtin precept moral, porque se sitia por encima del bien y del
mal. Su concicncia os la couciencia de la naturaleza: Io que favorece la naturaleza es bueno y
lo que Ia perjudica es malo. El superhombre es la méxima posibilidad del sor human.
El superhombre es un ser superior, que dice si a las jerarquias entre los hombres: Ia
igualdad s6lo Yeve a la moral de rebeio, de esclavos. El superhombre debe practicar la moral
€e los sefioros, baseda en la volumtad de poder, no de poderio, en la virtd renacentista, ox la
capacidad. Fi superhombre es el ser que vive el eterno retomo,
IV. ELETERNO RETORNO
La dootrina dol oterne retorno tiene su fardamento en la concepeiin trigica que de la
vida tenia Nietzsche. La vida es para dl eterna contraposiciOn entre la ereacién y la destruceién,
entre el placer y el dolor. Decir “si” ala vida es ¢ 2 la desticcidn y al suftimiento tanto
como a la creacién y al placer para, “mis allé del espanto y la compasién, ser nosotros mismos
el eterno placer del devenir, -ose placer que incluye en sf también el placer de destruir... No
hay n que el eterno ratomo de la vida @ través do la prosrcacién.
is etomid
Elrechazo ¢el cristianismo por parte de Nietzsche Ie lleva a concebir cusiquier forma de
inmortelidad como un modo de rechazar el mundo, la tmica vida que verdederamente
conocemos, la vida en la tierra. EI parafso no es mis que uns ficoidn, y de no seclo, una morada
de etemo aburrimiento, un Ingar dond= quedn refucidas @ puro recuerdo los poderosos
impulsos Vitales, un Iugar de muerte en vida 0 de vide en la muerte. Bl rechazo del cristianismo
surge del arraigado vitalismo que leva a Nietzsche a desdefter todo cuanto tienda a negar 0
desgastar innecesariamente la vida,
No se trata solo de defender Ia vida, de preserverla, sino también de potenciarla. Ahora
bien, ,a dénde ira toda esa cnergia vital que intentamos reservar y acumular en nuestro paso por
el mundo, si a la larga hemos de morir? Le respucata se halla, segin Nietzsche, en los misterios
Gionisfacos. En ellos se garantiza el eterno retcrno de la vida, la vida verdadera como
supervivencia colectiva (Darwin) mediante Ie procreacién, mediante los misterios de la
sexualidad. En ellos se santifica el dotoroso relevo de las generaciones, lz voluntad de vida que
sacrifica incluso a les mAs fuertes pare enselzar el devenit.
Nietzsche habla de eterno retorno al menos en dos sentidas: el eterno retorno de la vida
eracias a la procreacién y el etemo retorno de las cosas tal cual han sido. La idea base parece
‘somada de su gran admiracién por el mundo clésico gricgo. La idea de desarrollo ciclico es mas
helena que occidental, porque la cultura occidental se formé a partir de dos tradiciones, la
helena y la cristiana, pero la concepeién histirica que sobrevivié fue Is eristiana, que concibe el
devenir de forma lineal, no efetica.
*ib,70En cualquier caso, el eterno retomo parece un sucedineo de ta inuuortalidad, del ansia
de pervivencia, que Nietzsche picrde al rechazar el cristianismo, En sa primera acepcion
supondria la pervivencia de la especie (Darwin), en la segunda se centaria mas en le
subsistencia personal. No obstante, ambas modalidades supondrian, como han sabido ver
antores como Unamuno, falsas formas de inmortalidad. Sobrevivir en los hijos no es, on
definitiva, més que dejar un vago recuerdo (biclégico o espiritual) en las generaciones
venideras. Algo quea le larga estaria condenado a le desoparicidn.
Por su parte, le repeticién sin limites de idénticas vidas es otro espojismo. Un espejismo
{gus pretende hacemos ereer que estensos vivos cuando la realidad es que no lo estamos, pues
todo lo estitico os astivital, mata. Adem:
una misma cosa.
dos casas absolntamente idénticas no son mas que
Los repercusioncs dsl pensamiento nietzschoano so extienden, en general, a toda Ja
Silosofia del siglo XX, desde el momento en que esta no puede, en ningiin caso, pasar por ato la
critica nietzschesna a la falsa moral, al dogmatismo religioso y al exceso de raclonalismo ea
filosofia. Su influencia en las doctrinas existencialistas, en concreto, es proverbial. Dada la
pevuliaridad de los avtores que cenominemos existeacialistas es posible afirmar que cada uno
de cllos ha beredado a Nietzsche atrayéndolo a su propia Srbita filoséfica. Asi, para Jaspers,
Nietzsche es un existencialista en tanto se enfrenta al mundo en.un proceso de superacién-
negacién que le leva a situerse en una ilimitada inguietud. Por su parte, Heidegger ve en
Nietesche a un metalisico a pesar de su declaracién de la muerte de Dios, la Mea. Nietzsche 20
entendié el nihilismo que propugnaba pues siguié buscando el ser a través del ente, de la
voluntad de poder del superhombre. En cuanto al preexistencialismo de Unermuno, a pesar de 1a
tica que el autor espafiol dirige a Nietzsche, Io cierto es que, al menos en lo que se refiere ala
moral decimonénica, le influencia de
c Niewsche ea Unamuno es evideate.
La radical cposicién de Nietzsche al exceso de racionalismo, que apuesta por Ie
univocidad det lenguaje y del didlogo, sirve de base a] deconstruccionisrao de J. Dersida, pares
quien es preciso romper los viejos moldes y desplazar Jos limites del concepto, poniendo al
doscubicrto las posibles interpretaciones del discurso, sus diversos mensejes y lecturas.
acon