Corría 1983 nuestro corazón sangraba, muchos hermanos
habían desaparecido por el terrorismo de estado, y muchos, muertos por una guerra absurda, declarada como manotazo de ahogado de una dictadura que intentaba perpetuarse en el poder.
Por fin una generación de argentinos, ya adultos, pero tratados
como niños, iban a elegir a sus gobernantes, la esperanza se palpaba en el aire, y comenzaba la actividad en los partidos políticos, una tarea que no fue fácil, pero tampoco difícil, la sociedad quería participar, sintiendo la necesidad, la urgencia de la democracia.
Recuerdo con qué emoción en el local partidario llené mi ficha de
afiliación (los padrones habían desaparecido) junto a mis hijas de 4, 2 y 1 año respectivamente, ellas miraban…y me pregunto ¿se darían cuenta que con ese acto yo me comprometía a luchar por la democracia, para que ellos crecieran respetándola para siempre?
Fueron pasando los meses y la campaña se
acrecentaba, se perfilaban dos candidatos fuertes, Italo Luder (PJ) y Raúl Alfonsín (UCR) el 1° se presentaba con un discurso setentista y lleno de glorias pasadas, el 2° un discurso hacia la vida.
Llego el día del cierre de campaña con una 9 de julio colmada,
desbordante de alegría. La multitud coreando…Siga, siga, siga el baile, al compás del tamboril…vamos a ser gobierno de la mano de Alfonsín…recuerdo el Preámbulo, cuántos argentinos comenzaron a darse cuenta de lo que significaba a partir de ese momento…y la canción de Jairo “Venceremos” se mezclaba con nuestra Marcha Radical.
Al día siguiente en el mismo lugar hace su cierre el
PJ y pasa lo “impensable” o tal vez “lo previsible”, en el palco se presenta un Luder incapaz de controlar a la multitud, sin un discurso profundo, rodeado de personajes que tenían “historia” y un señor llamado Herminio Iglesias candidato a gobernador de la Pcía de Buenos Aires casi al final del acto prende fuego un ataúd con las siglas UCR + ALFONSIN…todos los medios gráficos lo fotografían en ese momento, la TV lo pasa en vivo, aunque después este señor negara haber hecho lo que hizo.
Lo que la gente vio fue la Intolerancia y la
Violencia y sumemos porque no? Soberbia. La misma que nos llevó a la triste noche en que estuvo sumergido el país por largos 7 años y del que todos queríamos salir (cualquier semejanza con la realidad NO es pura coincidencia).
Ahora nos quedan 48 hs de reflexión y espera…y
llega el 30 de octubre un hermoso y soleado domingo, muchos de los que habíamos nacido en la década del ’50 en adelante, hombres y mujeres estrenábamos nuestros DNI pero no solo éso sino la hermosa tarea de ejercer nuestro derecho ciudadano con dudas y miedos y meta mate; largas colas en las escuelas para emitir el voto, era impresionante la cantidad de gente mayor ya exenta de votar que quería hacerlo.
Las mujeres combinaban en sus ropas los colores blanco, rojo y
negro. Y fue una larga espera pero lo real era ¡QUE LAS URNAS YA NO ESTABAN GUARDADAS!!!
Y sonó la campana de la escuela, nos abrazamos y aplaudimos
todos, gane quien gane, no importaba; habíamos recuperado la Democracia, soy sincera es el día de hoy, que este momento me emociona y alguna lágrima de alegría se escapa de mis ojos.
Comienza el escrutinio, tarea ardua, si
tenemos en cuenta la falta de experiencia de todos, pero alrededor de las 20,30 se comienzan a escuchar aplausos en los cuartos oscuros, gritos en la calle, bocinas, cánticos, después de 7 años de estado de sitio nos animamos a salir, cantar, gritar y las plazas de cada barrio, ciudad, provincia se llenaron de gente con banderas argentinas, muchas radicales, alguien vistió a su hija de República y estaba en el Obelisco, el cual como lugar neurálgico de la ciudad fue el centro del festejo, y todo el país era un solo grito: LIBERTAD!!!... ALFONSIN!!!
Es increíble pero recuperamos la democracia…
para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino…