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ET NOTAS SODRE PATOLOGIA DEL CARACTER SU peryo sddico Or. César Garza Guerrero. Hospital Universitario Cul Pa — Pe CSE Cotesia Departamento de Psiquiatria conxtario a cel pa-depvesive PERSONALIDAD HISTERICA. pa ep (en un nivel superior de organi zacién neurética). 1.- Aspectos clinicos predominantes. a) Labilidad emocional Aunque sobredramatizan y emocionalizan sus circunstantias, sus cambio: emocionales guardan una relacién con el afuera y caen dentro de lo "relati- vamente apropiado" y por ende, es .facil empatizar con ellos. b) Pseudohipersexual idad. 1 : No obstante que sexualizan enganchadoramente las relaciones, son vulne- rables a inhibiciones o dificultades sexuales, en el contexto de relaciones que movilizan prohibiciones edipicas — suelen disociar una disfuncién --- sexual, en el contexto de una relacién conflictiva, que alterna con un fun- cionamiento, pleno y compieto, en otro contexto. c) Dependencia. Esta, es més aparente que real; aparece en el contexto de relaciones con flictivas, con un tinte edfpico. La dependencia sirve de defensa que prote ge de la angustia. y culpa-depresiva, que resulta de ser vista como mujer plena y completa. Aunque les gratifica ser vistas como "vulnerables", y por ende en necesidad de ser protegidas, 1a verdad es que no se permiten para tar, 0 explotar a nadie, infantiloidemente. d) Masoqui smo. Este es un ingrediente inherente en toda organizacién de carécter histé- rico; generalmente al servic agar anticipadamente, la oratificacién + de_deseos incestuosos prohibidos; o bien de expiar cuipas por caiamidades - ‘ya_consunadas, resultado de haberse “atrevido" a realizar, o a triunfar, so bre introyectos maternos condenatoriasyy prohibitivos. e) Somatizaciones. ser Sus somatizaciones tienden a circunscritas, estables y bien definidas; general- mente predecibles y en relacién a ciertos contextos conflictivos — sindromes de-- presivo-ansiosos de variadas intensidades y generalmente no incapacitantes, aco pafian a ésta organizacién caracterolégica. f) Involucracién con otros. Se involucran emocionalmente con otros con relativa facilidad; sinceras y hasta ingenuamente “abiertas"; frecuentenente explotadas; fieles a su inversiGn enocio. ‘nal; sin mayores dificultades para dar y recibir. g) Exhibicionismo. fee 5 2 Este es un rasgo claramente sexualizado y circunscrito al deseo de ser vista - como atractiva y hermosa; al servicio de hacerse més adorable a los ojos de los de mas, por lo mismo, sirve Un propésito més reparatorio que egofsta, y/o posesivo: su: eee exhibicionismo es congruente, a tono y en armonia con ia estructura de carécter en general; fécil de empatizar con 61. h) Sugestibilidad. Vulnerables @ ponerle demasiada “ agia" a las relaciones; se quasi-hipnotizan - con el encanto que ellas mismas proyectan en los demis — particularmente en rela- ciones de amor y Situaciones de tratamiento; victimas frecuentes’ de manipulaciones con un tinte auto-destructivo. 4) "Pseudoestupidez Aunque brillantes y extraordinariamente competentes y autonomas, en reas no - conflictivas, en situaciones triangulares edipicas, conflictivas, se conducen con un sorprendente grado de “estupidez", no conmensurable con su nivel real de fun-- cionamiento. ods Srastes He so pelte y elo 5) Fobias. ~ yo ey Xr dipico-triangulares; generalmente no involucran el drea corporal generalmente no involucran e] area corpo ni results mente incapacitantes; con psicodinamismos conectados a ansie-- dades-depresivas, mecanismos represivos y con el foco de miedos y preocupaciones, sobre objetos en el afuera. k) Competividad di ferenciada. Su competividad con mujeres deriva de rivalidades edfpicas, con figuras mater- nas — con hombres, 1a urgencia de competir deriva de un sentido interno de infe- rioridad sexual. Cuando bien sublimada, sta ditima se transforma en admiracién - y goz0 por 10s atributos de masculinidad en su pareja, que compensan y complemen tan su sentido de incomplitud — fantasfas sobre enbarazos, o el embarazo mismo, i “ airovle pe (cose V 2i- Orginizaci6n psicestructural y naturaleza dé conflictos intrapstquicos. sirven un mismo propésito. a) Predominantemente edipicos. re presi 40s b) Conflictos orales y anales, generalmente resultan de regresiones funcionales - que protegen de conflictos edtpicos, propiamente dichos. de \a angushie c) Clinicamente aparecen en el contexto de manifestaciones globales de estructu-- ras mentales plenamente diferenciadas: conflictos intersistémicos entre ego, super ego e id. yo yello 4) Se leva tiempo en tratamiento, antes de que el trabajo analittco, o psicotera- péutico, sobre defensas y resistencias caracterolégicas, acarree como consecuencia una permeabilidad regresiva transitoria, entre estructuras, que permita el desdibu jamiento de fronteras y una definicién més clara y precisa de las unidades de rela ciones de objeto internalizadas, constituyentes de éstas mismas estructuras. 3.- ‘Transferencia a) Idealizaciones depresivamente instigadas, las hace involucrarse emocionalmente con extrema facilidad y confianza en el terapeuta, a quien erotizan intensamente. b) Pero sus expectativas de dependencia, hacia el analista, ocurren en el contexto de_empatia y respeto por Ta vida personal deli mismo y su sistema de valores; in aed cluyendo un claro entendimiento de aquellos cénones y principios de un orden pro- fesional. c) Sus exigencias y demandas no trascienden la situacién de tratamiento. 4) Su ingenua entrega a la situacién de tratamiento, aunado a conflictos edfpicos (e.g., frecuentemente se conducen como si con la conviccién interna de ser la ferida de papi") y masoquismo, las hace fécil victimas de analistas 0 psicoterapeu tas, con rasgos explotadores. De ahf que no sorprenda como pacjentes brillantes, o hasta con una formacién cientffica y académica, idealizan a analistas “silvestres", oe sin la habilidad para pensar @& sentir en "1fnea recta"; 0 bien como pacientes con integridad de carécter y un sistema de valores bien consolidado, toleran las des-- viactones de encuadre de analistas francamente corruptos y psicépatas — cuando a su organizacién caracterolégica, se agrega poderto econdmico y/o social, en sus vi das, son vulnerables de ser explotadas por terapeutas con la urgencia’ insaciable de alpinismo social; 0 con la necesidad no satisfecha de un exhibicionismo “mari- posero", o de "aparador". e) En ocasiones expresan el miedo de una involucracién sexiial, que meramente encubre’ el deseo del mismo, y traiciona su verdadero miedo: el no ser lo suficien temente atractivas a los ‘ojos del terapeuta. f) La intensa erotizacién de a transferencia, no se acompafia de celos infantiloi- des ni de envidias por la vida personal del analista. oa g) Su masoquismo e idealizaciones depresivo-reparadoras las hace tolerar enormida-- des, en téminos de 1a potencialidad para estupideces e inadecuacidades del terapeu ta h) Una clara capacidad para diferenciar realidad, de implicaciones de transferen-- cia; pasado de presente; y la vida en general, de la situacién de tratamiento. i) Desprecian a terapeutas del mismo sexo, resultado de la proyeccién de su propio sentido de inferioridad sexual. IL. oe HK ie repres i vos Contratransferencia. a) La respuesta emocional y sexual del analista, internamente, a las activaciones transferenciales, es consistente con el contenido verbal y no verbal, de las co- municaciones de su paciente. b) Riesgo del abuso "contra-sédico", en respuesta al sometimiento masoquista y la entrega incuestionable e inocente, de la paciente, a la situacién de tratamiento. c) Riesgo de un congelamiento contra-fébico, que protege de la erotizacién de la transferencia. w Ve luccoa idealve d) Riesgo de que se active una mal-alianza cimentada en un “pseudo-idilio", pero a expensas de escindir elementos agresivamente investidos, via la defleccién de 1a -- transferencia negativa hacia el afuera. e) Riesgo de explotar pacientes, al servicio de saciar una pseudocapacidad de amar no “realizada"; 0 bien de contra-actuar conflictos edipico-pre-geniteles diversos, derivados de rebeldia y oposicionismo ante el “padre-establishment-IPA-Instituto, ete.". f) Riesgo de no aceptar, contener, y metabolizar (entender) la intensa erotizacién, como un primer paso en direccién de la elaboracién de frustraciones inevitables, en torno a vicisitudes edfpicas — y que mis tarde permita la satisfaccién de deriva. dos impulsivos, pero en el contexto de relaciones heterosexuales no incestuosas o - edfpicamente prohibidas. PERSONALIDAD INFANTIL. (En un nivel de organizacién limitrofe). 1.- Agpectos clinicos predominantes. a) Labilidad_emociona rrentes externos que los justifiquen — por ende, inapropiad zar con ellos. canbios sipttes, erréticos ¢ impredectbles en sus estados de nino; sin refe-- sy Bificil de empati- b) Sexual ida “Liberacién sexual" y desinhibiciones, resultado de deficiencias superydicas y un pobre control de impulsos, podria confundirse con "madurez sexual" y un pobre contro! de inp) ETE ——E—— ———E———rorrrrvers “primer mundismo". Lo sexual, frecuentemente es solo el boleto de admis situaciones que las proveen de nutrimento emocional, guiadas por 1a necesidad de saciar urgencias infantiloides de dependencia. Frecuentemente sienten que, fuera de lo sexual, tienen poco 9 nada que compartir con otra persona. Promis cuidad sexual podrfa alternar con puritanismo moral y otras manifestaciones - ———rerrvewrre Or contradictorias. Manifestaciones sexuales “perversas" (€.9., homosexualidad, sadomasoquismo, pedofilia etc.,), resultado de 1a condensacién patalégica de derivados orales y genitales, agresivamente cargados, matizan la sexualidad, a a i = fantaseads 0 actuada de Estas pacientes. c) Dependencia. Extraordinariamente exigentes, posesivas y parasitarias — y, sin embargo, traordinariamente exigentes, posestas)_ aes iets odian el tener que depender del otro; de ahi sus enormes dificultades para de pender de los dems y los terribles impedi ara adnitir sentimientos de gratitud. Sus idealizaciones alternan'con_la_necesidad de despreciar y deva-- lua, al de envidia y rabia pregenital, Deses peradamente piden la ayuda de otros, pero encuentran dificil hacer buen uso de ella. d) Masoquismo. el sometimiento servil y masoquista ante otros, alterna con ¢1 esfuerzo de -- control sédico y omnipotente sobre los demés. Auto-destructividad aparece en : = ‘_‘_*e”emwes conducts jas, dietas bizarras y el_ingreso a grupos de petasebizal Pei ngresOnengmuPOsIe ideologfas esclavizantes (e.9., "Moonies",). Dadas a victorias pfrricas: "ca paces de quemar su propia casa, por tal de ver 1a del otre arder® e) Somatizaciones. Estas son de un cardcter mis bizarro; menos circunscritas e inespecificas; ao inestables o impredecibles; répidanente cambiantes. Involucran diferentes sis- temas anatémicos o fisiolégicos y aparecen en el contexto de una severa hipocon drfasis 0 absorcién en el funcionamiento corporal. ) Involucracién emocional con otros. Superficialmente afables y hasta aparentemente “encantadoras"; se involucran ‘emocionalmente con otros, con extrema facilidad, pero lo agresivamente derivado, pronto emerge en la relacién, en formas inapropiadas; se_"autoadoptan” y cuel-- gan, intensamente, a relaciones que idealizan — pero la proclividad para deva-- luaciones intempestivas, cuando su necesidad de control, se ve amenazada, subya ce ahi todo el tiempo. En pos ione: i Ja_sensacién de que uno las hu-- biese conocido desd a4 afios y de que uno es el responsable: o de to-- dos sus _agravios y carencias pasadas; 0 bien de la necesidad de retribufrla por elas, en el presente. g) Exhibicionsimo Sdbredramatizan su feminidad a proporciones caricaturezcas, si no grotescas; tens) sus desplantes exhibicionistas, al_servicio de saciar el deseo de ser el centro de atencién, tienen connotaciones mis infantiloides, que sexualizadas, propia-- mentg dichas; de ahf el repudio, més que empatia, que ste provoca; sin fineza, rudas y hasta torpes, en sus esfuerzos por imponerse como “abejas reinas". h) Sugestibilidad. Aunque extraordinariamente sugestibles y vulnerables a_ser manipuladas, no guardan fidelidad hacia nada en forma sostenida; frecuentemente cambian de con vicciones y de-suentrega a relaciones, grupos o causas diversas. i)" En coptraste a estructuras histéricas propiamente-dichas;—epque su brillan tez_real_es minada por una_aurecla_de "pseudoestupidez", en areas de conflicto; idades infantiles, pueden aparecer coma més “brillantes" de lo que en - seudo-brillantez". persor -e8- Infanti \ -dependiente 4 Svar realidad son. La ausencia de inhibiciones superydicas_y una mayor permeabilidad represiva, permiten una verborrea relativamente suelta y un aparente contacto - con_lo“profunde", que contribuyen a una falsa_impresién de “incl inaci6n psico- légica," "profundidad" y “sofisticacidn Sis psicoestructural més detallado de su funcionamiento psicolésico. Sus cambios frecuentes de planes y proyectos de vida, realmente no les permite explorar su - — que_no se sostienen ante un anéli- verdadero potencial. 5) Fobias. Estas involucran frecuentemente su area corporal; e.g., miedo de hablar en -- pGblico; de ruborizarse. Tignen un claro tinte paranoide: e.g., miedo de ser ri- diculizadas, atacadas, expuestes, etc.,; miedo de que la gente-se les quede --- .viendo en lugares piblicos; 5; cho més _incapacitantes,%uno_no observa los con on AU Yuno_no observa los con tenidos simbélico triangulares-edipicos, de las fobias que uno encuentra en per sonalidades histéricas — las fobias en personalidades infantiles son mediadas - ~ onalidades histérica Por mecanismos escisivos que alivian de ansiedades paranoides y conflictos que - condensan urcencias orales y genitales, agresivamente investidas. k) Competividad indi ferenciada. Riyalizan indiscriminadamente con hombres y mujeres; sin 1a competividad cla- ramente diferenciada de personalidades histéricas, propiamente dichas — sus "Ia mi “ ividad alternan con la apatia y aceptacién de—una_inhabilidad aniquilante para produ trabajar. 2.- Organizacién Psicoestructural y naturaleza de conflictos intrapsiquicos. a) Hay una condensacién patolégica de conflictos edipicus egenitales, bajo - Tai ii ia oral, pregenital. b) Las manifestaciones-clinicas_de conflictos, aparecen tempranamente en la si-- tuactén-de-tratamiente, via formas primitivas de relacionarse, resultado de la - activacién de transferencias primitivgs — sin las manifestaciones globales ate~ nuadas y moduladas, del_funcionamiento psicolégico que tipifica a pacientes ys reser ge pes By oneya react ES cng int 9 - ere Con bee < cion —P 3e descomts coafronka réticos con estructuras mentales plenamente diferenciadas (i.e., ego, superego e id). c) En_esta organizacién de personalidad, 1a_tensién dindmica instigadora de -- Lesta organizacién de_personal ida Ligador conflictos, deriva, no_de disensiones entre estruc ales plenamente di ferenciadas, sino de 1a escisién entre constelationes: ho _ integradas de represen taciones de self y objeto, agresiva y libidinalmente investidas. aciones de self y objeto, agresiva y libidinalmente investi da: d) Elpredominio-de-mecanismos escisivos, permite la aparicién en la conciencia, tanto de] contenido ideacion: jel_componente afectivo, de derivados impul sivos (i.e., via deseos). Mecanismos escisivos protegen de 1a angustia_que re-- sulta de poner juntos, sistemas de internalizacién contradictorios, disociando- ad cognitiva o ideacional con - 1q\disociado: hay "amnesia afectiva" por lo escindido, pero no amnesia cogniti | los afectivamente, pero preservando 1a continu va por lo disociado (i.e., como ocurre con mecanismos|represivos en estructuras neuréticas). YD iat erng 71° encre *6 7 el e) La interpretacién de aspectos escindidos, tient un_efacto intearativo, que -, fortifica el criterio de realidad y pavimenta e1 camino hacia una concepcién -- gradualmente mis integrada de si mismo y de otros. a) Ocurre una intensificacién-sorprendente y rdépida de manifestaciones transfe- rencizles. Desplazamientos transferenciales, cadticamente cambiantes, contradic torios e impredecibles (inicialmente). b) Las exigencias y demandas infantiloides amenazan con desbordarse fuera de la sityacién de tratamiento. Necesidad de establecer los limites de un encuadre, - clara y consistentemente definido, desde el inicio — y en el contexto de una - estrategta y téctica propianente psicoanalfticas, que prevengan del desarrollo de-mal-alianzas y el efecto crinicamente corsosive de movimientos sugestivo-nani pulativos. c) Encuentran dificil separar realidad de implicaciones transferenciales. d) Las _idealizaciones del terapeuta guardan una escasa relacién con la realidad de_la situacién de tratamiento y los aspectos reales de la persona del terapeu ta — ademds, éstas_alternan con apreciaciones contradictorias y 1a proclividad para devaluaciones igualmente distorsinantes. e) La activacién de paradignas transferenciales contradictarios, las hace fluc- tuar entre 1a exigencia de una intensa sobre-invalucracién_emocional_y una de- fensiva indiferencia; entre 1a demanda infantiloide de ser rescatadas y la nega cién de necesitar tratamiento; o entre 1a expresién de expectativas sobrevalora das_de la persona del terapeuta y e]_menosprecio de 1a potencialidad del mismo, para _ayudarlas . ! : #) La influencia de precursores primitives idealizados del superyo, no solo im- pone exigencias megalomanfacas insaciables en el analista, sino que despiertan expectativas complementarias, igualmente grandiosas y omnipotentes, en.ei pa-- ciente también, que contribuyen a cobrarse por carencias y vicisitudes pasadas. Adefigés, a Estas expectativas se agrega 1a acti Sdicos pri mitivos del superyo, agresivamente investidos, que_persiguen internamente; -y que, cuando proyectados, complican con ansiedades ides, 10s_esfuerzos del pacien te.por_despreciar 1a ayuda brindada, resultado de envidia e intensa rabia oral - pregenital. cansferencsa —Peen cl aguiy aleva le viv en «et allay egtoncts con une Fig aston a) £1 aspecto oral-infantiloide, agresivamente caraado, hace dificil empatizar. - con los contenidos eratizadas de la transferencia. b) Desconcertante y dificil de integrar in uencias, resultado de disociacio nes_entre contenidos verbales_y material no verbal, actitudinal e interaccional. c) Caos y mal funcionamiento en general, podria llevar a recurrir a técnicas de cma Jlevar 2 recurrira tec 4. Ci ratransferencia. apoyo, olvidindose del _esfuerzo por entender sus implicaciones defensivas y el - significad Lacion jeto activadas. = ihe d) La interpretacién dirt autoritaria y “ "de contenidos, sin em- bargo, sin atender a la capacidad del _paciente para discriminar entre realidad e implicaciones transferenciales, y sin atender a defensas que impiden poner - juntos ideas y afectos, podrfs in ejercicio estéril en futilidad, o a sugestiones manipulativas_por_parte del terapeuta; y si en piblico frecuente- mente nos sentimos en libertad de explicar, lo que se nos venga en gana, sinel temor de hacer el ridiculo, en privado... @) Riesgo de alimentar explotativamente, e] narcisismo del terapeuta, con "re- construcciones" pseudogenéticas,~resultado de equiparar, mecénicamente,trans- ferencias primitivas, cqn relaciones de objeto tempranas. — gon si "aqui y - ahora" fuesen réplicas ina’ tgradas de] “alla _y entonces", faljando en ,entender da naturaleza de_defensas_printtivas y elimpacto de alteraciones estructura~ Jes, en las idn_con el terapeuta:."Aquf y ahora" se tienen que conectaral “alla y entonces" pero ésta es una ardua y diffcil tarea reconstructiva, que requiere, antes, de un prolongado y critico perfodo inte-- grativo. la proyeccién de precursores superySicos idealizantes, en_el_contexto de - la_ambivalencia primitiva de estructuras limitrofes, hace que el efecto suges-~ ‘tivo-quasi-hi, ticas, culmine en mal-alianzas que oblite~ ran_la posibilidad de madurar, a ambos, paciente y terapeuta. f) Rigsgo de asumir —inocentemente - que se podria entrar directamente, en el niyel_del_supuesto punto de fijacién-regresién dei paciente, y desde ahf ofre- cerse de "objeto-real", que brinde un “acunamiento correctorde carencias pasa- das", sin ofrecer el espacio y encuadre analitico, que_simulténeamente analice los_conflictos e impedimentos defensivos — derivados de secuencias genéticas patoldgicas, via resistencias — can los_que el paciente se opone a ser “tera- p§utteanente_adoptado", y en contraste a 1a suposicién lineal de que se trata de una situacién "pre-estructural aconflictiva". ae 9) Riesgo de que la situacién de tratamiento en si, reemplazca las metas de 1a pes OO age arose LONE CCRCEOCOMIE RC OREN: =casa mets vida misma del paciente, h) Los intentos de formar una alianza de trabajo, a expensas de evita ficacién, confrontaci ivados agresivamente investidos, termina invariablemente en una mutua desilusién. i) Riesgo de abandonar un abordaje-esclarecedor_y activamente confront el sentido analftico) e interpretativo, y de reemp’ jazarlo con uno de "apoyo", ~ sigestivo-nanipulador, argumentando un sunuesto efecto, *dsintegativo" (en con traste a su potencialidad integrativa) de las interpretacioness (Gn palabras de Matte -Blanco: “Como si con las interpretaciones pudiéramos cambiar el curso de la clari ‘ivo (en las cataratas del Niégara"). i 5) A menudo se confunde la gratfficacién del acting out (i.e., de ambos, paciente y terapeuta), en las sesiones mismas de! tratamiento, con "la elaboracién regre- —— ee rete siva de 1a transferencia". k) La oscilacién entre disponibilidades transferenciales contradictorias, segui- do pasa por “la elaboraci conflictos", m§s_que 1a activacién disociada de - Tados opuestos del_conflicto (e.g., 1a alternacién entre puritanismo y promiscui dad sexual). 1) La activaci6n capric! ica de paradigmas transferenciales, que con- der urgencias pregenitales y -¢dipicas, también se confunde con la fluctuaci6n entre “distintos planos" de organizacién psicoestructural (e.g., pre-estructural- edfpico), que supuestamente "ii modelos distintos" de tratamiento (e.g.,.1a mezica de técnicas analfticas y de apoyo), sin atender a 1a naturaleza contradic- toria, y por ende mutuamente nulificante, de las misnas. m) No de_un "valor terapéutico", en las sesiones de tra- tamiento, a la gratificacién misma, e_inmediata, del acting-out de trans feren--- r pelea [ace ce lmece nga olnaceatcansrers cias_primitivas (i.e., incluyendo 1a manifestacién contratransferencial comple-- mentaria), que $ipifican a ‘a mayorfa de éstos pacientes, copo_una "regresign te eos rapéutica necesaria", a ser complementada con un “. ee ee parte del terapeuta, remediador de “carencias" y d ta "falla bisi- ca", que result (i.e., monoliti i nte) de “privaciones materno-in- fantiles pasadas". n) La presencia de alteraciones y6icas y supery6ic jones sobre 1 terapeuta, que contratransferencialmente podrian llevarlo a desviarse de su__‘encuadre y a verdaderas mal-alianzas terapéuticas, entre otras: a el _abandono pseudoherdico de truismos clinicos; a corrupciones superyOicas recfprocas; nihilismo terapéutico; relat idilicas y mesidnicas, mientras aspectos:negativos de la transferencia se defleccionan hacia el afuera; y a escaladas de odio que culninan en interrupciones prenatu ras o tardfas del tratamient 0) Contra-reacciones “penitentes" sicopéticas son -- ante frecuentes. particularmente pacientescon_paderfo econémico, polftico y/o social. Pequefios favores y servicios “extratransferenciales", culminan en va — ee a en caciones pagadas que combinan las familias del paciente y su terapeuta; la - pionestpagadas) consecucién de bienes rafces; 1a explotacién de pacientes al servicio de sa- >SCRESALAI COS 51 8Kex D7 OLAC I ONECCEPAC Ie NCesne ESeic! ciar la necesidad de "injertos sociales" del analista; 1a compra-venta, desde objetos de arte, hasta carros, boletos para rifas, el financiamiento de nego cios “colaterales", etc., y atin el abuso sexual de pacientes. _ p) De_interés clarificar ahora es que, algunos de éstos terapeutas parecieran actuar desde 1a posicién de contraidentificaciones proyectivas, es decir, in- tercambiando roles, complementariamente exoactuan en la situacién de tratamien =renonc CUM Lenn SES S2U8C1 O0RGERCIE LS to, el mismo derecho de aceptar, exigir y de explotarde su_paciente, via su - identificacién con una representacién de self del paciente, vorazmente inves- — tida_y proyectada en él. En otras palabras, el terapeuta se siente justificado en: ser “sreniado*, on “reconpensa" poral nal trata, afensase insultos, de su paciente; y por haber cargade-coné1,-por tanto tiempo — tal y como-su-pacien te siente que los_denés-estan-endeude-con-€l,_y ahora quiere,-no_solo que se oc Je pague,. sino “que otros paguen por ello", tambign. £1 paciente a suvez, se- wido asume, complementariamente, el rol de 1a representacién ob. respon diente, a través de 1a activacién de su identificacién con un objeto arcéico, omnipotente y caprichosamente controlador. Por supuesto, que en otras ocasiones, Ppa centenvace nai! e] terapeuta actua simplemente desde 1a posicién de sus componentes psicopéti--- cos, a secas". De una o de otra forma, llama 1a atencién como se toleran, y has ta se defienden y protegen, por muchos afios, mal-alianzas y situaciones mutuamen te corruptas como éstas, que meramente fosilizan el status quo. nes estructurales ySicas y superydicas, en_estruc- turas limitrofes, es tal, que podria influfr sobre el terapéuta para justifi-- a . car_ampliaciones de técnica clisica, més alli de lo que realmente 1a relacién terapéutica. puede y debe dar,supuestamente para acomodar al terapeuta como un q) La naturaleza de altera “objeto mis-real" (en contraste a el mitico “espejo o pantalla transferencial"). Cuando los esfuerzos por corregir, linealmente, "aqui y ahora", 1. ipotéti- camente "fall6" 0 "falté", "alld y entonces", sin ofrecer el marco terapéutico, estrategia, téctica y técnica, que permitan apreciar el significado, en el pre- sente, epigenéticamente determinado, de_alteraciones estructurales, conflictos ¥ defensas, de ahi derivados (a diferencia de 1a sobresimplificacién que postu Va una “aconflictiva ausencia de estructuras"), sequido se termina, precisanen- te, por pronover y mantener la distorsién fantéstica, y por endé irreal, de la relacién terapéutica: es decir, sealimentan y justifican los deseos y tenores del-paciente, en_tomoa una relacién irreal, con_un terapeuta omnipotente (bien sea libidinal o agresivamente investido)... Como con cualquier otro paciente, abs tinencia, en el contexto del trabajo con pacientes limitrofes, no implica abste- “nerse de ser real, humano, empatico y célido, — implica, eso sf, abstenerse de ser forzado a ser parte de fijaciones contransferenciales complementariamente pa toldgicas, que sostengan la desrealizacién defensiva, y culminen, irénicamente, en reconfirmar el carécter "irreal y deshumanizadot de relaciones pasadas. 1S) II1.= PERSONALIDAD NARCISISTA. 1.- Aspectos clinicos. a) Unconcepto grandioso de si mismas; sin embargo, una franca contradiccién, entre éste sentirse infladas_y-su-gran-dependencia_del tribut cién_de otros, para_poder mantenerse inflados. b) Emocionalmente superficiales, con escasa empatfa por otros e ii de entender valores en los demés; su "ligereza e inhabilidad para comprometerse en profundidad con nada, 80n conspicuas.:... . . c) Idealizan a oti i isi devaluéndolos cuando el -- aplauso termina. 7 1 : d) Son activamente explotadoras y ocasionalmente_pasivame rios. e) Superficialmente Sociales hasta “encantadores y afables"; sin embargo, - siempre terminan por dejar entrever lo rudo, desconsiderado y friamente cal f) Enyidian a aquellos que ti algo bueno en su vida, y fécilmente se -~ aburren, sin poder sostener interés en nada que trascienda su narcisismo. bulrellsus Jee podangsos teneiami ntenéskenknadalquexcrasciendaasusninc”S4 g) Incapaces de i depresién auténtica y genuina, responden con rabia, - resentiniento y "vendettas les", con tintes paranoides, en respuesta a pérdidas obj es y fantaseadas. VY engnara - enoye att vbjcto peed? h) Sentimientos de grandiosidad y omnipotencia, alternan con sentimientos de extrema_inferioridad e inseguridad. 4) Son_generalmente brillantes, con una buena fachada social y una_pseudo- creatividad exhibicionista. 3) sy i nsiedad es en realidad, producto de retirarse a un_espléndido aislamiento narcisista. ACC Ie Rata | esi k) Ipcapaces de depnder de nadie, debido a _marcada desconfianza y desprecio de otros, encuentran diffcil cultivar relaciones objetales en el contexto de mutuo respeto. 2.- Organizacién psicoestructural_y naturaleza de conflictos intrapstquicos. SiMmiIme ObyetO CAT OTLEY a) E1 predominio de representaciones jeto, intensamente investidas de agresién, resultado de conflictos predominantementeorales y pregenitales, - ‘interfieren con su integracién normal, en virtud de mecanismos de defensa esci- sivos. b) El predominio de mecani: isivos, a su vez, acarrea como consecuencia, - wung_mu estructuras intrapsfquicas: particularmente un bo- a rramjento entre ego y superegd, que es causa de severa patologia del superyo. c) Lagi dgica del self-ideal, objeto-ideal y self-real, leva a ung_identidad patoléqicamente integrada, alrededor de un sel f-grandii ye Tes permite un mejor funcionamiento adaptative y social, que el de estructuras limi trofes, Este self-arandioso manifiesto, se_sobreimpone-a_un_self terriblemente despreciable, subyacentenente disociado. 4) La integracién patolégica-de_un self grandioso, da_un relativo sentido de -~ TT continui) ismil a la ident: ‘turas narcisistas: caracterizado ni festa raadas de - por_la_supremacta stmismo, sobre aquettes—de-infravaloracién — pese a una organizacién defensiva basada en mecanismos escisivos, similar a la de estructuras limitrofes. e) Hay pacientes, sin embargo, con una tipica personalidad narcisista, pero con un nivel de funcionamiento inferior, propio de estructuras limitrofes. Estos ul. timos pacientes, no tienen 1a fachada estable, socialmente funcional y adaptati va, de estructuras organizadas a un nivel neurdtico intermedio. En éste nivel - (i.e., limftrofe) uno_observa las tipicas manifestaciones no especificas de de- observa las tipicas manifestaciones no egpect bilidades ydicas (e.9., pobre tolerancia a 1a ansiedad; muy pobre control de im- pulsos y un escaso_potencial sublimatorio), que_caracterizan a e-tructuras limf- un esc. racterizan a ecmoures trofes, pero sobre todo, 1a altern: ogcilante (f.e., en contraste a estructuras neuréticas), entre manifestaciones sobrevaloradas de s{mismo (i.e., el self-grandioso) y 1a expresién de aspectos +£l_self-grandioso) y 1a expresién intensamente infravaloradas (i.e. el self-despreciable). En Estos pacientes, fluctuaciones .épidas y desconcertante: » del polo de lo grandioso a lo despre- ciable, reemplazan el sentido de mismidad y continuidad descrito en el_nivel -- neurético intermedio, f) Una deficiente integracién de precursores pregenitales, s8dicos e idealizan- tes, del superyo, Ieva a un borramfento entre el ego y superego, ya establect- do, lo que a su vez determina grave patologia del superyo y de 1a calidad inter nia de relaciones objetales. ; e 9) Variaciones distintas enel_grado_y calidad de alteraciones_ostructurales, resultan en una gama divers de manifestaciones psicopiticas y patolagia . del - superyo, co iciones pronésticas diferentes, que podrfan verse en un con- "inuum: enel_polo extreno de severidad, personal idades psicopéticas,prapinen- te dichas, y pefsonalidades narcisistas, con-rasgos—psicopiticos_y formas extre mas_de narcisismo maligno, en donde un claro predominio de precursores s&dicos agresivamente investidos del superyo, infiltran el self y permiten su identifi- cacién con objetos agresivamente investidos, omnipotentes y terriblemente crue- Tes, en ausencia de precursores idealizantes del superyo que naturalicen y mit tiguen la expresividad cruda y sin culpa de agresién y violencia. En:el otro ex tremo, personalidades narcisistas con manifestaciones psicopéticas inespectfi=- cas, organizadas a un nivel neur6tico intermedio, con una mejor, si bien ain - escasa, disponibilidad de precursores depresivamente idealizantes del superyo, que se integran @ precursores sédicos agresivamente investidos, modulando y ni- tigando, en algo, 1a expresién burda y libre de agresién. 2) Sus_ideal izacionesfrecuentemente-son-resultado_de_relaciones-de-representa- di. S disociadas cjones-de-aely a representacisnse eeeia¢ (ng de sett a sel f, como estructura - preser no de self a self, como estr Transferencia - 18 - diferenciada). Es_decir, resultan de la activacién y proyeccién de representa- ciones fusionadas de si fe objeto-ideal, como componentes - de] _self grandioso — guarc casa o nula relacién con los as- pectos reales del terapeuta, o de la situacién de tratamiento. La vehemencia - con que exigen conocer sobre aspectos de la persona del analista, en reas de su interés narcisista, contrasta con su fria indiferencia por afios, hacia - otros aspectos relevantes de 1a vida personal del terapeuta. b)A diferencia de 1as idealizaciones depresivamente instigadas de estructuras neyréticas, las idealizaciones de personalidades narcisistas, protegen de an- siedades paranoides (i.e., alivian de 1a angustia persecutora que resultaria - de la devaluacién de objetos intensamente envidiados, que se perciben como sé- ! dicamente retentivos y crueles, resultado de 1a proyeccién de su propia voraci ' Pann dad, envidia y rabia oral, pregenital).. yy - cine integracién psicoestructural_(cono_en_estructuras limitrofes), hay una esca sa_disponibilidad de derivados libidinales: o una incapacidad, nacida de impedimen tos escisivos, para modular 1a manifestacién més cruda de rabia y violencia. f) En dimensiones ¢lfnicas mas maduras de masoquismo, 1a agresién se pone al -- servicio del erotismo (estructuras neurdticas); en formas mds severas de sadoma-- soquismo (estructuras limftrafes), e1 erotisno se pane al servicio.de:la agresién. g) Las manifestaciones clinicas de narcisismo y masoquismo, en e]_polo maduro --- pierden su connotacién patolégica para confundirse con los ingredientes masoquis-~ tag_y narcisistas, inespectficos e inevitables, propios de 1a condicién humana. también su relacién diagnéstica con el sentido més especificos y convencional de masoquismo. Por ejemplo, la severa autodestructividad de personal idades sadonaso- quistas, organizadas en un nivel limftrofe, es muy distinta de 1a tipica erotiza- ciéndedolor, y el gratificante masoquismo moral, que usvalmente uno observa en personal ida = istas oraanizadas a un nivel neurético. - 2 - h) No hay una relacién lineal, directa y simple, entre 1a experi ubjetiva de_grandiosidad o despreciabilidad, per se, y la inversién_ libidinal o agresiva, respectivaniente en representaciones de self. Por ejemplo, en algunas personal ida- des psicopéticas, con las formas més virulentas de narcisisio maligno, la sensa-- ci6n interna de grandiosidad, proviene de la identificacién misma, con un objeto omnipotente y cruel, agresivamente investido; la identificacién.: con éste objeto provee de poderfo y gozo; libera de inseguridades y temores, y permite la grati- ficaci6n, de 1a agresién, como Gnico modelo significativo de relacionarse con ~~ otros. Estas personalidades, a través del acto mismo de hacerse més despreciables, ante otros, paradéjicamente, alimentan y reconfirman su grandiosidad. Personalida- des depresivo-masoquistas, por el contrario, en el acto mismo de ser desprecia blemente humillados y maltratados, nutren y reconfirman su superioridad moral, -~ ante otros. i) Dif tip i i mal funcionamiento del su peryo — y expresadi ‘Iteracién ibitivas como - aquellas de naturaleza benevolente —, se originan de trastornos en el proceso de egies icine ucalezanpeieval entey Roni ginanidektras tornos” en €)a proce diferenciacién e integracién de ésta estructura a diferentes niveles. £1 grado de organizacién e integracién del yo y superyo, diferencfan niveles de psicopatologia masoquista, incluyendo a perversiones sexuales en general, con implicaciones diag- nésticas y prondsticas distintas. Por ejemplo, hay una enorme diferencia entre: -- a) conducta sexual masoquista, en el contexto de una relacién objetal estable, y en relacién: a psicodinamismos edfpicos, al servicio de aliviar ansiedad de cas-- tracién y "aplacar" un superyo punitivo y cruel, para poder asf, permitirse una - gratificacién sexual, que tiene un tinte neurdticamente incestuoso (tipica conste Jacién psicodinamica de muchas estructuras neuréticas); y, b) una perversién sexual sadomasoquista, en el contexto de relaciones objetales inestables y una condensa~ cién patolégica de urgencias orales y pre-genitales, bajo la prédominante influen cia de agresién, y en el contexto de severas alteraciones del yo y superyo (une - tipica e:tructura limitrofe). mer ~29- j) Del mismo modo, el sometimiento esclavizante y sacrificios, al servicio del - otro, de algunas personalidades depresivo-masoquista, en relaciones de amor, re- sultado de idealizar una celacién imposible no disponible, pero en el contexto de i si bien punitivo y demandante; es distinta de las humi V1 aciones ifici de inte! ofstas, que uno observe en los “apasionamientos" patolégicos de algunas personalidades narcisistas, resul. tado_de idealizaciones self a self, y en el contexto de un self-grandiaso, patolé gicamente integrada, 3) Transferenci. a) £1 sonetimionte-mesoquiste-yeneeettado" a los rigores de 1a situacién’. de tratamiento, podrfa_en_simismo,—transformarse en un-aspeeto-resistencial, pro- pio de su organizacién caracterolégica, que gratifica componentes masoquistas y encubre conflictos agresivamente investidos, seguido ligados a situaciones edf- picas invertidas (e.9., e1 sometiniento pasivo-receptivo-feminoide, de muchas - personalidades masoquistas, que protege de 1a rivalidad contra el padre, la ins- titucién, etc.). Al igual que personal idades histéricas de alto nivel, sorpren de verdaderamente, e1 grado grotescamente enfermizo de sonetimiento masoquista a pseudo-situaciones de tratamiento en su pasadd—pero a diferencia de personal ida~ des histéricas, que sobredramatizan “cambios y mejorfas? que idealizadamente adju dican a sus analistas anteriores (0 que le perdonan a su ex-analista.. como "fa- Vas hunanas"), Vania 1a atencién_cono personalidades depresivo-masoquistas, ain concien’ ido maitratados yusados.,{bien 0 mal-intencionadamente), bus can, prolongar su agonfa, o bien re-injertarla en otro contexto, con otro terapeu- ta AV iguat ‘personal idades khistéricas, sorprende tanbién, como personas realmente brillantes y creativas, cientificamente formadas, toleran y mantienen (pese a queji dos, protestas y lamentaciones) una relacién de sometimiento masoquista. (a veces de por vida) ante terapeutas o ex-analistas, obviamente torpes, silvestres, bur- dos, insensibles, y hasta psicépatas. - 30- b) Aunque son particularmente sensibles @ sentirse “ni jos", “rechazados", no. dos en cuenta, o bien ignorados; paradéjicamente, seguido exigen al ana- lista, interpretaciones unilaterales (en contraste a aquellas que emergen, como resultado de_un trabajo mutuamente colaborativo), por ende, potencialmente auto ritarias e indoctrinantes, que contratransferencialmente, asignan un rol "sédi_ co e_impositivo",al analista, y que a su vez consolida su posicién masoquista - frente a él. c) Personalidades depresivas de alto nivel, responden con un sentido profundo de auténtica gratitud; que proviene de idealizaciones depresivamente instigadas, -- con una funcién reparatoria, que alivia de culpas en relacién a la posibilidad de haber dafiado 1a relacién, cop su sentido interno de "maldad"..£n personalida des depresivo- iveli. io. 1 ytimientos de gratitud ha- cia el terai r_la_ambivalencia, envidia y resentimiento, despertados por 1 de tener que depender de é1. En persondlidades sado-masoquistas del nivel limftrofe, se observa una franca - ‘imposibilidad de adnitir sentimientos de gratitud, pues hacerlo, acentia senti- mientos de envidia y rabia primitiva: aqui predomina 1a oscilacién caprichosa e impredecible, entre idealizaciones que alivian de ansiedades paranoides, y deva luaciones que atendan 1a envidia. d) La gotencialidad para reacciones terapfuticas negativas en personalidades de~ presivas de alto nivel, deriva d i ecen ser bien tratados por -- parte del terapeuta. En personal idades depresivo-masoquistas del nivel intermedio, la reaccién terapéutica negativa, comienza a complicarse por la infiltracién de ~ = EET ——E—E—_EOOTOEOETEE———— err orrrv’' sentimientos de envidia y 1. i despreciar 1a ayuda brindada, para ete- nuar envidia y evitar_1. esidad de tener que reco- nocer i nbién_se han atacado. En pei sonalidades sa |_nivel inferior, 1a relacién terapéutica negativa es_aiin més maligna: deriva del deseo de triunfar sédicamente, sobre los mejores - esfuerzos del terapeuta (e.g., tfpica "victoria pirrica"). -31- e) Personal idade: sivas de alto nivel, abordan el tratamiento como una ta- rea_que potencialmente les redimiré; el_proceso adquiere por ende una aura "qua sizbeatificante; de ahi, el sometimiento y entrega quasi-religi rigo-- res y "sacrificios" de la situacién de tratamiento. Personal idades depresivo-ma soquistas_del_nivel_intermedio, frecuentenente encuentran muy diffcil asumir res di sidad de] tratamiento ienti ji i - ponsabilidad por la necesidad 3e_sienten empujados por circuns tancias ajenas a ellos. Por ejemplo, culpan al esposo, el trahajo, el destino, 1a mala suerte, 0 circunstancias diversas, etc. Admitir que se necesita ayuda, solo les confirma su sentido interno de despreciabilidad e inferioridad. Pérsonalida- des. imitrofe, frecuentemente entran a la situacién - de tratamiento con la expectatiya arrogante y despética de que algo se les debe; de que el mundo esta da_con ellos; y ahora vienen a cobrarlo sédicamente,- pero i i icisitudes, carencias y malos tratos del pasado. 4) Contratransferencia a) Riesgo de que el paciente induzca sraduatmente una respuesta contra-sédtca, . por parte del analista, patoTégicamente conplementaria, que gratifica el someti- miento masoquista del paciente. - b) La capitalizacién masoquista de vicisitudes humanas (como establecf antes, son . Sa apn rer ee ee a pacientes “expertos en la coleccién y explotacién crénica de agravios", "rechazos" y Circunstancias negativas), puede, por otro lado, transformarse en un instrumen- isformarse en un instrum to de control masoquista,con el que sddicamente torturan a otros (incluyendo por Supuesta aolanatiste};—pare-exigir_y extraer nutrimento emocional, que restaure, redi l-tratos pasados. ¢) Frecuentemente se_ti cién_de trabajar desde idn.._culpige na, evocadora de cue s con un tinte pers jo:."habré hecho o dado todo lo mejor de mi mismo a ésta situacién: é $ ofre cerle todo lo que él necesita" etc.,. Scie d) Personalidades depresivas de_un alto nivel inas_fantasias de res- cate y deseos de ayudar — en personalidades depresivo-masoquistas de nivel in-- termedio,-encambio,los_deseos de ayudar y rescatar. oscilan, sin embargo, entre sentimient i dos _a_una _sensacién de que, "hdgase lo - que se haga", nunca serésuficiente para restafiar, heridas pasadas; lo que a su - vez evoca repudio y rechazo, que_si se desborda en la contratransferencia, termi- ng por confirmarenel-paciente, su sensacifn interna de despreciabilidad y mal~ unc! ica. En_per- $gnalidades sado-masoquistas de nivel inferior, el riesgo de _contra-actuar 1a ii duccin innediata de sentimientos de rechazo dio, aparece tempranamente en Ja _situaciGn_de tratamiento. 5 e) Riesgo de perder neutralidad; de perder el sentido de equidistancia entre es-- trycturas instigadoras de confl 1d, tomando lado con 1a parte de ~ su_estructura de caracter, que_explota y capitaliza las circunstancias aparente-- mente negati va: ia s_desgracias y orfgen de_infelicidad”fallando_en nde i Ja _existencia de esos mismos factores de la ré i de_los mismos - ellos han hecho, Yfosilizando asf, un status quo patolégico.En personalidades sado masoquistas, e.g., sorprende el grado de distorsiones fantésticas que de otros ha- cen: capaces de hacer de un San Francisco de Asis, un "pinche, s&dico, gacho y --~ cruel", — de ahf, Ja potenciatidad para errores garrafales, en la estrategia y tactica de un tratamiento, cuando tales distorsiones se dan por un hecho. f) Riesgo de pseudo-idilios _benevoler ensan por aquellas relaciones a aparentemente ivas, opresivas icas del_afuera, con conyuges, jefes, supervisores, ex-analistas, maestros, etc., fallando en interpretar el rol de su propia contribucién, seductora, a tales situaciones. 4g) Riesga de ser convencido, contratran i ie que en efecto no se -~ puede esperar mucho de ellos (particularmente en personalidades depresivo-masoquis, ees ta de nivel intermedio), conforma: cia, con metas y objetivos de tratamiento, muy por abajo de 1o que realmente podria esperarse, y contribuyendo asi_a crear otra forma de ser maltratado. h) La necesidad de presentarse como més frégiles y wilnerables de lo que conmensu rablemente les corresponde, conforme a su nivel real de organizacién de persona- Vidi innecesaria de técnicas de apoyo y expresivas, que terminan por nulificarse u tra, y culminan en un "fiasco" o "desilusién" més, que sumar, a su ya larga lista de agravios, rechazos, y sinsabores. ~ PERGONALIDAD- OBSESIVO-COMPULSIVA. L.= Aspectos clinicos. ij 2) Rasgos de cardcter_y sintomas neurdticos obsesive-computsives,frecuentemente - van juntos, pero no :siempre coinciden. . b) Los rituales compulsivos, van desde acentuaciones aceptables de ciertas "medi-- das_de seguridad", hasta sintonas verdaderanente incapacitantes, y de naturaleza - mis compleja y bizarra, como los que uno observa_en_estructuras limitrofes. c) Ideas obsesivas, aparentemente "sin sentido", emergen en la conciencia, con -~ contenidos inocuos e irrelevantes, o bien con contenidos que despiertan afectos - intensamente disféricos, por encontrarlos totalmente ajenos o en desarmonfa con - el funcionamiento personolégico en general. Las ideas -tienen claramente un tinte Provocativo, oposicionista y retador — mientras més comprometador sea-su-canteni contexto en el que aparecen, mayor i i repetirlas -- (e,g., mentarle 1a madre-a-Dios_en_una Iglesia etc.). d) Tradicionalmente se les describe como ordenados, preocupados con aspectos de - limpieza, varos y bastante obst' si ibles y desemocionalizados. Cada - re- uno de estos rasgos, sin embargo, quiere de algunas calificaciones. Una verdadera organizacién y una preocupacién auténtica y funcional, por el orden de as cosas, al servicio de eficiencia y productividad, a secas, débe diferenciarse de 1a preo- seatiare Persami enke cient ge . Z & pensamicnto megico culpa fo Cupacién patolégica, improductiva y estéril de estructuras neurdticas obsesivo- compulsivas, propiamente dichas, con aspectos de orden, que es més aparente que real, y que se infiltra de lo opuesto: e]_deseo inconciente del desorden, de -- provocar y retar,dejando entrever lo sucio o 10 prohibido, y que frecuentemente se traduce en improductividad, ineficiencia y parasitismo (recordando a Freud: en estos caracteres, lo muy racional y lo muy irracional, van siempre de la ma- no). De igual modo, pueden ser exageradamente rigidos, en cuando a ciertos as-- = oo : pectos de su vida, y sin embargo bastante flexibles y hasta "locamente sueltos" en otras areas de su vida. Lo obstinado, puede alternar con: indiferencia, hacia los mismos elementos en cuestién y la avaricia, se acompafia de episodios de gas tar, como si en brotes "diarréicos" (sueltamente). 1 . e) Un pene dudar e incertidunbre acompafian invariablemente a esta organizacién de carécter. Fluctuaciones del polo niés benigno,, en que el dudar se racionaliza como un "sano escepticismo", hasta la indecisién que literalmente paraliza y constrife ai sujeto, a la inhabilidad para producir o crear. E1 dudar protege ide Ja angustta en relacién.a cor ustifica la inaccién. Siem- pre hay algo mas que afer o que atender (asf sea absolutamente irrelevante), - antes de lanzarse a aquellas tareas_verdaderamente valiosas: el posponer y eter- no_dudar, aunad isi nte_incapaci-- tantes, que interfieren con la explotacién de -1'y potencial sublimato-~ rio. #) Aunque mente se sienten inferiores e impotentes, pueden ser extraordi- nariamente exigentes consigo mismos — lo que les da una aureola de omnisciencia y omnipotencia. Su gerfeccionsimo, sin embargo, tiene un tinte més paranoide que depresivo (en contraste al perfeccionismo depresivo-congraciante de personal ida~ des depresivo-masoquistas): siempre perseguidos por el fantasma de su propia me- djocridad y la insequridad de perder el control sobre su vida y sobre,los denis. g) Su_aparente fachada de desemocimalizacién, y “austeridad", puede ser deso. rientadora, y contrasta con la exquisita y plenamente diferenciada sensibilidad de su mundo internorepresentacional — no debe confundirse con la congelacién afecto-cognitiva de pacientes esquizoides; ni con la superficialidad, ligereza y frialdad calculadora de personalidades narcisistas. La exploracién de la cali eee rae Ce RLOACS dad interna de ri a éste respecto, es crucial, en la tarea - de di, tico diferencial. La diferenciacién, riqueza rofundidad, en la ca- lidad_interna-de—telaciones objetales (asi sean solo fantaseadas), en_pacien-- tes obsesivas, contrasta con la sorprendente ligereza, vacuidad interna y super ser ficiali iu isi je a pasar por el "alma de la fies- 4a"). Mecanismos de formaciones reactivas, aislamiento y negacién, frecuentemente son responsables por apariencias de austeridad emocional, que en realidad prote- gen de greas verdaderamente sensibles, conectadas a conflictos en relacién a ver guenza, timidez, pena y remordimiento. Su connotada 4 “sobredeta Llisno mesurado" y sus tipicos circunloquio: Cr icarse — que frecuentemente culminan en 1a creacié enredos", que rayan en la prestidigitacién de afectos e ideas (i.e., uno termina por no saber 10 que real- mente piensan y sienten) —, sirven el mismo propésito. eee 2.~ Organizaciéni.psicoestructural _y naturaleza de conflictos. a) Sfritomas neuréticos obsesivos y rasgos de cardcter obsesivos-compulsivos, pue- den_ser observados tanto en estructuras neuréticas, como en limitrofes, y ain, en un nivel de organizacién de per: idad_francamente psicética. b) El substrato _psicoestructural mediador de conflictos, en consecuencia, podria corresponder, a la tipica organizacién neurética, con los criterios y varjables - del_nivel_organizacional correspondi establecidos, 0 al de una organiza-- cién_limftrofe o psicética. c) Conflictos anales, ligados a vicisitudes ambivalentes, en relacién a retener - o soltar; controlar o ceder; someterse o dominar; amar o odiar; penetrar o reci-- 26 - bir; etc. etc., matizan 19s psicodinamismos subyacentes de éstos pacien ono son los Gnicos). 4) Una preocupacién constante cou la necesidad de controlar las manifestaciones Be RO re ees OO LC og eon COECE TE Seema s 1 Gad decom trol ars) a5 an de derivados agresivos, es determinante de muchos de los casgos caracter{sticos de Estos pacientes, pero con un matiz de ansiedades persecutoras, més_que propia mente_depresivas (en contraste a aquel ya descrito en personal idades depresivo- masoquistas). : ) No hay nada empiricamente demostrado en relacién: a clichés archiconvenciona- lizados, tales como: “la neurosis obsesivo-compulsiva, es pariente psicolégica - de la esquizofrenia paranoide", etc., etc.,. El hecho de que determinada persona sufra de una neurosis obsesivo!compulsiva, no lo hace, per.se, “més pariente" de Ja potencialidad para una descompensacién psicética, del tipo de una esquizofre- nia paranoide, que si tuviera cualquier otro tipo de disfuncién neurética, a no Ser que simulténeamente sea,a su vez,portador de un substrato genético (i.e., en ei sentido biolégico), constitucionalmente dado, que lo predisponga a sufrir aquel trastorno. 3.- Transferencia. a) Frecuentemente proyectan en el -terapeuta las representaciones objetales corres Pondientes a precursores s&dicos, agresivamente derivados del superyox dan por he cho, que el analista es una persona rigida, austera, sobrepreocupada con aspectos de neutralidad y reliogiosamente absorta en seguir los cénones establecidos para la situacién de tratamiento — mas no para ayudarle a entender sus problemas, si- no para controlarte y someterle despiadada y autoritariamente. Se persiguen con - Sus propias demandas y exigencias. Paradéjicamente, son extraordinariamente sensi bles a las desviaciones del encuadre y a los lapsus en 1a neutralidad del analis- ta (en su sentido de-equidistancia entre estructuras_instigadorasde conflicto), ee idad: rechazan cualquier manifesta loz cuales critican con una sorprendenti cién innecesaria de apoyo, 1a n_inusitado grado de sospecha, que raya en lo paranoide. Bopesyskenmiodearenoice b) Particularmente vulnerables a sentirse perseguidos ante las "imposiciones" del analista, que amenazan su preciado sentido de autonomia y su peremenecesidad de afirmar su independencia ante los demés. c) Manifestaciones transferenciales oscilan, raépidamente, entte las polaridades de sometedor vs. sometid sentirse: en control vs. controlad. 3 penetrante vs. pene- trado; supermacho vs. afeminado; benevolente y tierno vs. sédicoy tstil; Morén y pusildnime vs. austero y rfgido, etc. 4) La necesidad irresistible, compulsivanente irrefrenable — particularmente du- rante fases avanzadas del tratamiento, cuando el trabajo gradual sobre defensas - caracteroléyicos ha permitido una mayor permeabilidad de barreras represivas — de anular y rechazar las intervenciones del analista, semeja la formacién de sina tomas neuréticos, en especial de ideas obsesivas. Oposicionistamente buscan, retan y ridiculizan las interpretaciones del analista — pero siempre bajo 1a influen-- cia, y en el contexto de una clara conciencia de culpa y deseos “reparadores", e) La necesidad de ridiculizar, ensuciar, y enlodar todo 1o-que el analista dice, sirve diferentes funciones: 1) protege la autoestima, ante el inpacto interpreta- tivo de defensas caracterolégicas;2) alivia un sentido de autonomfa corrofdo; 3) sacta la_necesidad omnisciente y omnipotente de atenuar una experiencia interna de inseguridad e impotencia; 4 idia a través de devaluar el traba Jo del_analista, retomande-et-controt-de—al f) Riesgo de que 1a sitvacién de tratamiento, se transforme en un ritual més, -- igual ay cin de tratanjento, se transforme en un itual m que_magistralmente s @ a ego-sintonizar conflictos y rasgos de cardcter » 38 4-contratransferencia 1) Tentador interpretar directamente las implicaciones simbélicas de contenidas, aparentemente significativos y relevantes, sin atender a la naturaleza defensiva de aspectos actitudinales y los elementos formales del material b) Errores, frecuentemente, considerarlos més enfermos de lo que en tealidad les corresponde (particularmente en ausencia de una adecuada evaluacién psicoestructural al inicio del tratamiento), cuando se atiende, meramente, 3 las implicaciones irracionales de contenidos aparentemente primitivos ¢) Dificultades en apreciar la profundidad emocional e ideacional de éstos pacientes, a quienes les Intimida involucrarse emocionalmente, resultado de contlictos en relacién a autonomia y el control de la agresién, Necesidad de escudrifiar con verdadero tacto humano, la naturaleza ‘exquisitamente sensibilizada y plenamente diferenciada de representaciones internas de si mismo ¥y de otros que contrasta con su fachada aparentemente acartonada, 4) Riesgo de contractuar, erénicamente, un control sédico y omnisciente, sobre el paciente, que complementa patdlogicamente, uno de los dos extremos oscilantes de su posicién de su posicién transferencial frente al analista. €) La integracion de afectos e ideas, en uno y en el paciente, momento a momento, en cada una de las sesiones, es un reto continuado en el tratamiento de estos pacientes

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