Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Juan
lo pienso porque somos amigos y porque ya una vez cuando
hablamos de Vivian Leigh en aquel caf de Mnilmontant bien
pudo suceder que acabramos besndonos, siempre ha sido tan
fcil para ti y para m, siempre besamos con tanta facilidad a los
que no nos quieren, porque tampoco nosotros nos querramos, creo
que lo sabes. Tengo que hacerte una confesin horrible: esta
maana la pas en un parque. No lo creers, verdad. Yo, rodeado
de verde y palomitas. Todava no haba empezado a beber y
hubiera sido mejor escribirte con el bloc en las rodillas, debajo de
un castao que era como un estpido pas de pjaros. Me haba ido
del hotel sin hacer ruido porque Nicole segua durmiendo, yo la
haba obligado a dormir, comprendes, no era posible que
siguiramos hablando de todo lo que ya estaba tan hablado,
entonces la obligu a tomar las pastillas y la ayud a dormirse y me
qued todava un rato mirndola y creo, Tell, esto te lo digo porque
estoy borracho, creo que Nicole se durmi convencida de que no
iba a volver a despertarse, alguna cosa as, comprendes, y antes de
cerrar los ojos me mir de una manera que quera decir eso, una
especie de agradecimiento inconcebible antes de morir, porque
estoy seguro de que crea que yo iba a matarla apenas se durmiera,
o que ya haba empezado a matarla con las pastillas. Y era absurdo
y yo estaba junto a ella y le deca tantas cosas, Nicole, oruguita ma,
escchame bien, no me importa que ests dormida o que finjas
dormir, que andes tal vez por la ciudad o retengas esa lgrima que
nace al borde de tus pestaas como naca la primera escarcha, te
acuerdas, al borde de las carreteras provenzales cuando todava
ramos felices. Te das cuenta, Tell, cmo la desdicha se complace
infatigable en suscitar las imgenes mismas de todo eso que
entonces
hasta que no se puede ms
pero ya ves, Nicole dorma y no me escuchaba, y yo no quera que
sufriera por los dos, por Juan y por m, por la ausencia de Juan y
por mi boca que todava la besaba sin derecho, con esa fuerza
insoportable que da el no tener derecho. Y le deca esas cosas
porque ya no me escuchaba, y antes que se durmiera habamos
hablado casi toda la noche, primero para convencerla de que se
quedara en el hotel puesto que yo iba a volverme a Francia y dejarle
la pieza, pero ella insista en mudarse en seguida a otra parte,
pareca decidida a ser ella quien tomara por segunda vez la