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Remontar el vuelo - Elche - INFORMACION.

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REPORTAJE

Remontar el vuelo
El hospital celebra la próxima semana su XXX aniversario entre la incertidumbre por su futuro y la
esperanza de que las nuevas infraestructuras le devuelvan el esplendor de antaño
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Mucho ha llovido desde que hace tres décadas los


ilicitanos asistieran a la ansiada apertura de la
"residencia" para poder recibir atención médica sin
tener que trasladarse a Alicante. Numerosos
avatares, momentos difíciles y también un prestigio
merecido han marcado el devenir del hospital
ilicitano en estos años. El momento actual tampoco
es fácil. La falta de espacio y de inversiones asfixian
a un centro que aspira a volver a sus momentos de
esplendor con la puesta en marcha de la Unidad
Integral Ambulatoria.
 

 MULTIMEDIA
M. J. MORA E
xpectación es la palabra que mejor define el  Fotos de la noticia
sentimiento que embargaba a la sociedad ilicitana
hace ahora tres décadas cuando se inauguró, tras muchos avatares y no pocos escollos, lo que entonces se
denominó la Residencia Sanitaria de la Seguridad Social, lo que en la práctica significaba que a partir de ese
momento los ciudadanos podrían empezar a recibir atención hospitalaria sin tener que trasladarse a Alicante.
Los comienzos, como casi siempre, fueron difíciles y los profesionales que el actual hospital fue "reclutando"
suplieron la falta casi total de medios con ilusión, con ganas y con mucho ímpetu. Gracias a ello, lo que
entonces se diseñó como una simple residencia comarcal llegó a convertirse en un hospital general con
proyección de futuro y con un nombre propio en cualquier punto del país a pesar de no estar en una capital
de provincia. "La mayoría de los profesionales que entonces nos incorporamos al hospital procedíamos en
buena parte de grandes centros clínicos y universitarios y nos trasladamos aquí con la intención de iniciar un
nuevo proyecto de trabajo, lo que originó una gran sintonía y aproximación entre unos y otros que desembocó
en un grupo homogéneo que aunaba esfuerzos e intereses", señala Alberto Martín Hidalgo, quien a la sazón
se convertiría entre 1979 y el 1981 en el segundo director del centro tras el "mandato" de Justo Medrano
Heredia, quien se hizo cargo del centro tras su inauguración el 6 de mayo de 1978.
Los primeros años del hospital ilicitano no fueron un camino de rosas y desde el primer directivo del centro
hasta el último de los trabajadores puso su empeño por suplir todo aquello de lo que se carecía, puesto que,
según recuerdan los que asistieron tres décadas atrás a aquel emblemático momento, la apertura se realizó
"con desconocimiento de las necesidades asistenciales, con una inadecuada planificación y con una
insuficiente infraestructura", como reconocería años después Medrano.
Martín Hildalgo, uno de los pocos profesionales que aún permanecen en el centro ilicitano, subraya que "el
hospital se distinguió del resto de forma inmediata, incluso en ocasiones al margen de las opiniones que
marcaban las direcciones, en ese afán por impulsar proyectos y desarrollar ideas. Además, en aquella época
fue clave la consecución de la docencia MIR, algo poco usual en un hospital que no era cabecera de provincia.
Esa impronta de calidad que entonces tenía el hospital de Elche no se ha perdido, aunque las condiciones y el
panorama de la asistencia sanitaria son radicalmente distintos".
Hasta la fecha, el centro hospitalario ha contado con trece directores gerentes que han aportado, en mayor o
menor medida, su granito de arena para que el hospital sea lo que es actualmente. A Martín Hidalgo le
relevaría en el cargo Orencio Torralba Soriano (81-83), un inspector de Servicios Sanitarios que consiguió
poner en marcha toda el área de quirófanos y abrir el servicio de Nefrología, aunque por aquel entonces lo
que hoy denominamos planificación sanitaria no se contemplaba como elemento de gestión.
Miguel Ull Laita (83-85) fue el primer director gerente de la etapa socialista y con él se inauguraría la gestión
planificada. A él le sucederían José Antonio Buil Aina (85-86), Alberto Cañís Pedreny (86-89), José Antonio
Molina Illán (90-92), Emilio Martínez Marco (93-94), Salvador Ruso Pacheco (95-96), Ernesto Armañanzas
Villena (97-99), Carlos Arenas Díaz (2000-2001), Frank Leyn Van Der Swalm (2001-2005) y Juan Antonio
Marqués Espí (desde 2006).
En estos momentos, si bien es cierto que el proceso de declive comenzó hace unos años, el centro se
encuentra en un momento de incertidumbre asediado por la falta de espacio, por el envejecimiento de sus
infraestructuras, por el desinterés de los nuevos profesionales en incorporarse a las filas del centro, por la
falta de inversiones... "El hospital ha pasado por momentos muy duros, como los años previos a la apertura
del centro de la Vega Baja, pero los hemos superado. Es cierto que nuestro hospital tiene apariencia de viejo y
vetusto, pero el nivel medio de calidad es incuestionable y el elenco de profesionales es comparable a
cualquier otro gran hospital", asegura Martín Hidalgo, quien rechaza cualquier alusión al desencanto y la
desgana. "El mayor activo es la plantilla. Por ello, con las reformas que están en marcha y a las que hay que
dar celeridad, el hospital volverá a ser el que fue y podrá remontar el vuelo", asevera Alberto Martín Hidalgo.

http://www.diarioinformacion.com/secciones/noticia.jsp?pRef=2008050400_13_7506... 04/05/2008

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