Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
los
encanto
de
la
discriminacin
consiste
en
practicarla
En
cuanto
la
sustitucin
de
pelado
por
naco,
La
dignificacin
cinematogrfica
del
pelado
pudo
ser
Vase "Lpero y catrines, nacos y yupis", en Mitos mexicanos, compilacin de Enrique Florescano, Edit.
Aguilar, 1995.
pueden admitir
las fritangas y los perros callejeros a lugares como la Zona Rosa, que a
mediados del siglo era una colonia elegante poco frecuentada por la
gente del pueblo. El naco nace junto con el Metro, de ah que algunos
escritores lo vean como un invasor. En el primer captulo de Pasado
presente (FCE, 1993), Juan Garca Ponce describe el Distrito Federal
desde la perspectiva de un personaje que busca entre las ruinas de la
ciudad las huellas de su pasado. Cuando el protagonista cruza la plaza
de Coyoacn lamenta encontrarse "con gente cuyo aspecto en otra
poca hubiera considerado tan feo como desarrapado" y ms adelante,
despus de sortear "una gran estacin del repulsivo Metro", desemboca
en una avenida "infinitamente atravesada por los horribles habitantes de
nuestra ciudad". Aunque no lo mencione por su nombre, es obvio que el
autor se refiere al naco, que en los aos 50 todava no arruinaba el
paseo de ningn esteta porque estaba confinado en el arrabal y slo
sala de ah para ir al Centro, a la "villa o a La Merced. Testimonio de una
generacin y de una clase que ha visto como un despojo la
democratizacin del espacio urbano, la novela de Garca Ponce contiene
muchas claves para comprender el Mxico actual, donde la clausura de
calles y el acordonamiento de zonas residenciales, ms que temor a la
delincuencia, refleja disgusto por la omnipresencia del naco, a quien
podra definirse, desde la parte discriminadora, como un pelafustn que
nunca est en su lugar.
Ante la proliferacin del mexicano feo, la burguesa nostlgica de
los tiempos en que Mxico estaba menos revuelto asume una actitud
polticamente correcta. No desea exterminarlo ni abriga rencor contra l:
se contenta con dejarlo fuera de su campo visual.
Hasta los cineastas que buscan solidarizarse con el pueblo tienen
dificultades para aceptar la existencia del naco. En las pelculas de Mara
Novaro-, por ejemplo, su imagen ha sido falsificada y adecentada con
fines de exportacin. El danzn ya es una reliquia musical, pero la
Novaro lo convirti en emblema de una cultura popular que slo existe