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EL DEBATE SOBRE EL. CANON LITERARIO Exe sous 1 2Qué es el canon literario? Responderé de unsa manera sencilla y practica: una lsta.o elenca de obras consid das valiosas digo pore nce las ¥ coment ‘cuencias, Entre aquéllos, que no todas ls obras ao lo bos tant buenas para ser recordadas, ex decir, unas son mejo- res, mis dignas de memoria, que otras, solo las ane smuestran ia calidad, estéticao de oto tipo, deben Ser conservadas, mientras qi el resto cat en el olvido, (Wéase, por ejemplo, el volumen titulado La tiblotca tal ‘ue quiere ser una guta para organizar la biblioteca perso, al.) Ademas del ovido, entre las consecuencias se cucn tan, por un lado, que el elenco de obras y autores sive de ale i e fun. lala en primer Iugar en la lengua, y, por el otro, que ex sea esl resultado de un fn en el que han intervenido ‘anto ‘santo ls insti- 1 pode, por lo que aquél es inevitable que pueda lo de (ideol6gicamente) conservator Decir que sobreviven las obras mejores, las de mis cali dad, que la exeelencia (estética, para no complicarlo mis) se impone al fin, exige explicar qué ipo de, 7 seleccién inter se piensa, por un lado, en el archivo, el museo, la enciclopediao incleso on ta historia de ta literatura (sobre todo en las destinies ¢ 'a universidad), todo cabe y todo se conserva (aunque el ‘spacio concedido a unos ¥ otros sea sin embargo dition 2 voc seta 10). por elo, en que escoge lo mis repre Sea cane ai array manifesto la labor di ue exigen los programas Y las précticas docentes mise puede leer toda la literatura A diferencia de los EUA o del Reino Unido, en Espara el Iinistero de edeacion y Tos onganiamos competentes a daria) los temarios, es decir, lo cantenidos(periodos de tiempo y lita de autores) tanto de las asignatur (alas que ‘5 alapanTuego los indices de Tos Hbros de texto) como dlelortemas de oponciones, mientras queen el ambit un ‘erstario se fimitr a contolat los contenidosminimos (des {riptores) de las asjnaturs Por supuesto que, una ver dem tro del aula, cada profesor de iteratura decide cuales seran las obras de lecturaoblignda orienta esta leturs(omenta elplacer de leer. ex un decir) yadiestra al alumnatto en el comentario de texto, forma de atenciOn (dria F Kermode) tan enralzada en la prcticalectivahispnica como la explication detente n Ua francesa (Fernander Cinentes, 5; Crespo, 1993), Convicne insiatiren que Ia raz6n por la que el canon lteraro ha susttado atnques ydefensas es 3 nexin com el pode I ycon 5 ok deteactores, como fnequlvockmente Eacclonario, yoo, los defensores como dni ‘gle ona con acetic icone erate individos Ni que dec ene que esta segunda actitud seria adserita sin vaclacién y ean en siasmo por los militantes de la primera a posiciones ideo logieas tradicionalistas y conservadoras.Ydiiase que desde esa trinchera lucha Harold Bloom en su libro sobre Et fernon occidental (1995), en el que se enfrenta a la deno- rminada «Escuela del Resentimiento», una improbable agr- Pacin, astatamente inventada con fines polémicos, en la que amontona a feminista, alfoamericanisas, marxistas Aeohistoricistas, decontruccionistas yen fin, a todos Ios que ejercen la critien cultural, Lo que con tanta belige s-pesae sows caNo UTERO 7 ranciaretrica defiende Bloom ent mis ni menos. a ee {ura extética de in literatura, ta lectura del poctna me cma, en contra dela conversin de a obras eraras en ocumentor scales, clturalese ideoligicos de la sujeion del valor extético a ia hucha de clases, encros raza {le ladsolucton en to colectivo del individual en el ato (Claro ques canon ocdena fe noticia no ve debis al problema teérico del canon, que no le hubiera conse ldo ningin eco medio, sno a lista de autores que Bloom proponia como elcanonyfundandose en el Gnieo thio desu autorided personal. Atribuyenco a Shakespeare lncondiion de centro de canon, ex mi identicando Jo.con el mismo canon, enumeraba ycanonlzaba a Dante, Gace, Cervantes, Montaigne y Moe, Mion, 8 Johnson (cleric, como si no hubiera otto), Goethe, W- Words: ‘worth, J Austen, W. Whitman, E- Dickinson, C: Dickens) G hot, L Tolstoy. H. Ibsen, Fred, M. Proust, Joye, V ‘Wooit,F Katha, JL. Borges, P. Neruda y Beso, Becket; en woul, veins autores, todos ellos de raza ban ay de sexo maculino, con la excepeton de dos mujeres Gomo es logico en toda operacion candnica, los autores inluidos son una minora ane la mayorin de excluidos,y entre éstos,como se encargaron de subrayar los medios de comunicacin mediante encuesas, era amoroso no solo love dels rates greg latins sino ambien el de los autores que se cousideran claios en ta radicin ieratia espa (ease Lata, 13, 1996, con is decaraciones a de Anta, G. Cabrera Infante, J, Marias, J. Marse y © Mendoza). La acusacion de angiocentismo fue la replica inmediata que encontraron ls lists de Bloor (aque eons tituye el indice de la obra y las que siguen como apendlice, ‘mucho mis extents pero tambien con ls nevtables exc siones), quien no tavo en cuenta en su maniobrala ines teicable reacin de soidaridal entre, por lado tna lene Kin... (ase Un aye de dry ela: canon, en. Isla 1996). Pero por mis que le guste el afin de polemizar en st mismo, ello no basta para explicar por que corsié {I riesgo de proponer precisamente el canon y limitarlo a ‘ceidente, de la misma forma que quiza tampoco sea claro fen qué puede interesar semejante debate a los profesores y testudiantes de literatura de ese lado de los Pirineos. Al mencionar #1 canon acidenal ya he dado a entender aque la polémica del canon se origina en los EUA, de donde asaludo ala menos agitda Europa merced ala discusion provorada en los medios de comunicacion norteameriea- hos pore libro de Bloom ya la subsiguiente discusion est- mnulada por la traduccion espaiola (por ejemplo: EI Pais, 2419-1904, 211-1905 y 30-12-1995; La Vanguardia, 27-11 1104, 15-12-1995; Garcia Berrio, 1995; Galvan, 1996; Garcia Gual, 1996; Zavala 1996). Convene recordar en este punto que la sociedad norteamericansa de los timos veinte aos Se ha convertido, debide a la constante emigracién, inte- fraciony ascenso social de Tos descendientes de los nuevos Ejudadanos, en un conglomerado de razas,lenguas y cul turas, expresido mediante el marbete de smuliculturalis tos, que susita tanto problemas de identidad individual ¥ ‘tiva (entre los mas importantes, lo que significa ser lamerieano) como la imperiosa necesidad de asegurar una Cohesion lingistica y cultural a exe extraordinario y,n0 Ache olvidarse, democratic crisol, En efecto, la preoeupa- ‘Gin por el descenso gencralizado del nivel cultural, las ‘arencia en el manejo dela lengua yla pobreza de la proponia < Exito de ventas, Cultural literacy (1987), donde proporcio- ‘aba una lista le palabras que «todo americano necesita ‘conocer (asi dice el subsitulo)- Ahora bien, ‘cha conservadara en el poder (piénsese en los aos 1980- 11902 cubiertos por las presencia de Reagan y Bush) como sarap iar deat (soque Ermulicuturallsmo no es una realidad tan acuelante cn la Europa ocedental como en los EUA, aunque justo Feconocer que ls socfedaces britnia, francesa y alemana registra tensioncssocloculturales que se pueden intes- pretar como sintomas deal problema, Seguin. Hi lctiuralno snaticac Soe a gens oo tc tat pueden coe, que pueden aprender eer los bancos de Imgencs de ls demas que pueden ydeben mirar ara ‘és de las fronteras de ln rac, el lenguaje, el sexo yin edad ‘in los prejicioso lsionesy aprender a pensar Conta el tran de una sociedad hb, Propone, modesamemt foe al geen coma ble; en particular imbién poner en prictica, como reparacién a la sinvisibilidad> en la que han permanecido durante tanto tiempo, una politica de «reconocimiento, de aceptacion, y promocién de la identidad de los individuos pertene~ ientes a una minora, étniea 6 sexual, en especial en el ‘marco social yeducativo, lo que equiva a obligase a con: ceder o abrir a estas minorias un espacio digno y equitati vo en la cultura, En Jo que atafie al canon literaro, la sold cign parece sencilla: se trata de admitir en el canon feseritores y obras que representen a esas minorias, Claro due Ia apertura del canon, esa lista de slibros de autores €eucopcos muertos» (Hughes, 1998: 116), la misma posi Tidad de mezela de nombres j ieulos la Supuestay temida rebaja Consiguiente de los crteris establecidos de gran sn pes somnec4NOS TERN i deza, suscitan miedo en las flas conservadoras, como lo “demuestra I veaceiGn de Harold Bloom con sus ataques 8 Ja fantasmal +Fscuela del Resentimiento» I énfasis en la exigencia le juzgar la cultura y, por aupuesto, la literatura, sobre todo Ta literatra, sega par metros de eraza, casey género», base d Serenade thon anette eRe las bumanidades en los EUA pone de manifiesto el retorno de una eoncepeién de lo Titerario como sreflejo= y repre- Sentaciins, legiimada por la reivindicacion “en nombre de» fas cantas veces mencionadas minorias (la conexion fentre tniversitarios, aetuando come vanguardia, y el diga- Ios spueblon, sera digna ce consderacion), yemparentada aalaver con el mandato platénico de educar los ciudad nos de la repsblica y con la «mimesis» aristotélica. En otro brden de cma como apunt Hughes esis dll fulturalismo es es deci la ruptara de la cul tra 6 feiones Culturales locales, separadas entre sf, sordas unas a otras (1995: 115-116), cuando el mayor benelicio que se puede obtener del reconocimiento del mulcaluraimo es Despues de lo expuesto, con mayor razdn puede pre- ‘guntarse mas de wn lector qué interés tiene un debate sobre €l canon literario que se ha demostrado que tiene muy f= tes races en ht actual sociedad norteamericanay seria mas mings de raza (aunque los hijos de inmigean- tes de procedencia africana asitica empievan a poblar Jas aulas de los niveles biscos de la ensefanza en algunas trandes ciudades y en determinadas zomas de gran erect Iiento econ6mico), con un movimiento feminista poco 18 sme kk desarrollado aunque aetivo y unas minoréas homosexuals {que ganan posiciones pablieas con muchisima lentitud, sobre un fondo social y cultural todavia muy patriareal y machista, ycon uma cultara de clase que ha perdido las Posiciones trahajosamente ganadas durante Ia cha anti ranquista por Ia intelectwalidad de izquierdas, hoy des ‘movilizada y dividida entre el desencanto y la defensa de posiciones partidisas. Probalblemente haya sido y sea toda ia la existencia de ls nacionalidades histories ys poit- ea de reconocimiento linghistico y cultural, de sutoatie macién, el mayor desaffo al que se enfrenta hoy an in embargo, lejos de la propaganda periodistica y sin necesitar un discursorevindicatio comin, en algunas areas de la universidad (en Filologia sobre todo Inglesa y Francesa, en Teoria de la Literatura, en Comt- nicacién o en Traduccion e Interpretacién) se trabaja por Ja ampliacion efeciva del canon a genera) 4 {como por fa incorporacion, cine ola publicidad al estudio de la literatura (por ejem- plo, en narratologia 0 en retiriea). Detris del debate sobre el canon literati existe una ana logia entre éste yel canon biblico que numeroxos autores hhan sefalado como problemitica, sino errénea, pero que ‘muchos otros, como F. Kermode, han seguido ttilizando como término de referencia (1987). El canon biblico lo constiuye a ista de libros que forman el Antigua y el Nucvo ‘Testamentos, es decir la Biblia tal como la conocemos estos son los libros considerados sagradosyautorizados, basindose ‘su canonicidad en haber sido inspirados por la divin, La Sjacin de last fue el resultado de lx controversias encen didas entre distintas facciones del cristianismo antiguo ¥ sobre todo como reaccién ante las frecuentes hers, en th ss peRA sown cao LER 9 Deccass quo eros GesvocissHipanecies 00) tis Bessa cect eae pat ae pe Fe saat acct tastes ata hae tutes de ln era criana) Lov nerowosbrosrecharron anon a donominarse escondidos 6 apécifoey, pos Ricer e autocad region, ne pucte dejar reco tocer Ia huella que han tejado en la creacicn tranny uodea (Salguero, 19670) Los bros Gandnicoe goran de Pires x lating eicen ecndet lveanonec ftscochectge ree areata eeu ae peehe dentoiceatce aerogenes ese cate atie bc cs cs egy pe feat que haben alecoresefntertes de ores oetpoe Spies eats Wipes ae egy oa eee Bae romicl sii ote aricyaae seereiee leat Sete) Soatnesaycen tollsiscirwien Greeti! eg ic cx figntiecn es sony cet epoca i aiechors pecaesecerel etme eee eran Tiss 15 és ambien 1985 62,7870, La labor de wlat (icin oecrvacibe} ttc lor wety lepton de Panes cer tepcesiaal Gers erpeaiosioex end Jee; pro, ena iglesia Calbia, el estaento eles Co dapone de! monopolioefectvo dela autorsad en la Interpretacon de went sagrado, a ciferenca de as ihe dns eformadae, que aden el cco individual al sto Uc (ca Cora, 1001 1948), Tioelgicamente ia pairs canon procede del griega Jno he sn ct rnp ara a ‘Shor de concucta, es decir tna norma étca sin embar “#0, los fl6logos alejandinos wt mine para sdesignar Ia i po istico, a palabra canon aplieada a las Eserituras ‘lo se utiliza a partir del siglo tl, pero estd documentada desde antiquo con el significado de reglas 0 leyes de fa vida Teligiosy, lamadas enones para distinguitlas de las Leyes hhumanas. Del sustantivo canon procede el adjetivo cand 20 sme soa, nico y de éste, a su vex, el verbo canonizar, que se referi tanto’ la recepcidn de un libro en el canon biblico cuan- toa conferir a'un miembro de la iglesia la condicién de santo, de elegido; del mismo adjtivo se forms el término Canonicidad, que exprest la cualidad de inspirado de un libro del canon (Anderson, 1970; Gurtius, 1948; Kermode, 1987; Salguero, 1967b), Restringido, sin embargo, al 0 ceclesistic, no es hasta finales del siglo xvi, por obra de D. Rulinken (1768), cuando el trmino wel 2 circular apli- ‘ado precisamente& la labor editorial y pedagdgica de los {ilologos alejamdrinos, sobre todo ala confeccion de a lista de los autores (oradores o escttores) que consideraban mas importantes para su estudio (Pfeiffer, 1968: I, 370) ‘Asi, pues, cl nieleo de sentido del concepto «canon» cone tiene por lo menos dos aspectos: norma o regia o, incluso, tmadelo,y sta de autores, @ autoridades, dignos de este dio, Reeuérdese, con todo, que en flologfa el eanon de: ‘obras cle tn ator Jo consttuyen aquellas que le pertenecen sin margen de duda e incluso aquellas que le son atribuidas con fundamento, mientras que se consideran apéctifas las aque carecen de base suiciente para realizar la atrbucion, pero permaneeen alrededor de la obra del maestro como tuna constelacin 0 prolongacion, duplicanelo hasta cierto punto la relacion de canonicidad entre los Evangelios ylos Apécrifos, 'W. V. Harris precisa que st E.R Curtus habla del canon, lo hace con referencia al érmino =clisico», dandole a éste el sentido de autor estudiado en las aulas, de autoridad, temparentado con el clasicismo literario francés del siglo ‘vil que acta como término de referencia para el resto de Titeraturas europeas modernas, yraz6n por la que se afitma ‘que la literatura espaiiola earece de un period clisico pro- iamente dichor en dltimo término, todo se reduce a lt ‘eonocda oposicion de los rominticos alemanes entre clase cismo y romanticismo (1948: 372-383), Sin embargo, hay ‘una pregunta muy importante que hac verte una obra en «! forms ses, raz de ser de las lista que mes Pero las relaciones entre clisico y canon no se an aclarad ‘a pmnare sonne LCANON UTERO a tase, por ejemplo, es significa que Kermode dedi team vo nomep dt (17) prego sar un completo saws y rete soo al ion, Gon ot reromponnny ees une tn prica Aunque Oe ln npresn de actuar de forma He CU Cumbrecht argument de manera batante love. Dela de concen de canon al de sco en Herat trecntmente dela perdi de ator, dec ase Poctica uadiconal que, ens fragmentacion, no Site bbcatder de un obras como modelos af come del aaa hncion dei tcraura isa Sendo niger Ce spues no real cl complejo yexuiv pric ee reptccer a calaad de lo aco, efter Ge, sn Bac gor cucnia con una ska tadiion, en la gue a Fea idc Deroy D Albert no ext jo de Sale Bewe”y ne nos leva ZS. Bot 915 9 145), quien a Peper ios necren hasta Kermode. Cano (1083) ‘Haran com del el problen. que sia a ob tnartn‘ie mantener analogs ene el canon cy el err yw oer por demos que inn ron sino vara Heya hana el punta da ‘Gtepaoner tae que exablece A. Fowler (1979. Pone min el acento cla vriabldady mvtablidad des Tits Glando a Curtusyglosando exquematicamente la tolucion de ns lectures aclares Gee a Eda Med Un ejeriio que, por ota pares completa con lands de Tnrepresentacion de la porta ingles victoranaa través de aigunas anttogtas,parecido al que han reatizad Lauter y tes ademas ten buen namero de ator feminists: Bjercicio que encajaperfeciamente con la deBinicign de ‘anon que da Rotanson, pars quien consi el anon fs reams Obras sque consguen formar parte de ix acu ‘lon informal de programas de curso anologas de To ‘que consideramos “a = (1983), ‘Ahora bien, it i, mis que enzarrarc en diseutir ee fs postive mal e080 de otro tipe Duidasalos cénones con la finalidad de extraer 2 emesena ros, habida cuenta de que los canones tienen, entre rode x . ir una herencia inteleee tual, 8) erear marcos de referencia communes, 4) inteream= biar favores (en el sentido de que los ecritoressuelen see ddecisivos en la formacién de un canon prestindose aten- «i 5) legitimar la teorfa, 6) ofrecer una pene pectiva historia y 7) pluralizar (no limitindose @ una trax ‘icin, es deci, practicando la politica del recanocimient), on todo, una’ no tendria apenas consectuene asa fara oBPPRET us cso? sung lo hee solo uirdvulgarse ein m1 io fun ia ertic al canon Ia fare cin dea inaituclon que adminis el canon i unre dia Recurrendo al modelo eles, fKraNoDE Se de partliamo para inclu rangos que compare pero sobre todo ls ciferencis que wont muchas fndameate desl carcer a niverndad de fuera da igh, ncién d idad cs la de adiestrar en las for e iodo, se certiica mediante ealfcaciones y grads académicos; se ensefia lo que hay que hacer con los textos ‘dentro de una tradicion metodologica ¢ interpretaiva, en un sentido no lejano a lo que puidiera pensar tn Gadamer Sostiene Kermode que la interpretacin asegura la vida dde una obra, es decit, ue un texto canénico o elisico, que ppara el caso es lo mismo, perdura mediante el comenta- rio, pues éste proporeiona el medio que asegura la comt- nuidad de la atencién a esa obra, Una apreciacion con la ‘que, por cierto, esti de acuerdo 1S, Robinson, para quien ses mediante la ensefanza y el estudio (se puede decit, mis bien, a ensefianza y el estudio reiterados) que ciertas ‘obras se institucionalizan como iteratra canon (1983). Dicho de manera mis sencill, cuantos mas comentarios sgenera una obra y durante mas tiempo, mas probabildades tiene de sobrevisira su 6poca, puesto que le aseguran wn ‘permanente modernidad, Piénsese en la oportunkadl de comentarios de Homero, que exigieron primero la Hjacion pena sate a. caNON LTERAMO e det texto y luego su explicacin por parte de os logos deraiandrin} Pergamo (Pei, 1008) o en tos comer: Gries de Hero yel Brocense de Ia pocss de Gaels, primer clico dea eratrs espa, cenonkad pre: Sidinene por haber mereclo cl comentario, Naturale Bttans gus punicavner nislen oi empvatmine fava cscurtdl yur resctados por la poster comm os iss ac Sen Joan dea Crus, Calderon de a Bence 0 Géngora (véase Insula, 600, 1996; Mainer en este volu- men) m Los articulos de Culler, Robinson, Gates y el prélogo de ‘Bloom a su libro sobre Et canon acental pretenden ejem plifcar de manera forzosammente esquemtica el debate nor- feamericano sobre el canon. Asi, los tres primeros se a nearian en una genérica posicion critica, lustrando Robinson el feminism de inspiracién marxista y studios afroamerieanos, mientras que Culler def sentido critico de fa teoria (sin el adjetivo «iteraia») Elarticulo de J. Culler proporciona una perspectva cr tea de lo que lama ls flan de ae ec siguiendo Ia moda de narratviarlo todo, estucia la version, que en forma de narracin de decadencia cuentan y se ‘cuentan los pensidores conservadores para, en primer liga, {istifiar su diagndsico negative de la stain de las humar nidades en las universidaces americanas; en segundo lugar, Proponer la erradicacin del pensamiento radical de pro edencia europea o de iaquierdas: ¥, por fin, defender, ‘mediante la lista de autores candnivos, lr identidad cultural socal occidental Resulta euando menos digno de mencién {ue la batalla cel canon se libra de manera asi exclsva en la teratura, con minimasintervenciones de fildsofos, cien- tificos © polities de nota, Como si de la literatura depen- diera precisamente esa contestada identidad accident americana, femenina, afroamericana, gey ola que sea ue decir tiene que Culler no deja eseapar la ocasion de Poner bajo sospecha ala dlefensa tradicional de las huma- m swe sua, hidades caliiedndola de suniversalista»y «fundamentalistan, (Con ambos adjetivos se designa la referencia unos val resaceptables para todo el mundo y fundados en una even cia permanente y accesible mediante la Tectia cle los tex tos del canon, Pues bien, el multiculturalisiao y la erties radical echazan una justificacién de este ipo pore, en pre mer lugar, la marginacién en funeidn de la sraza clase y sgénero» se ha producido en benecficio de la clase dome ante y ha generado tanta injustcia, dolor y opresin que no puede aceptarse que alguien habe, sin mas, en nombre de todos: en segundo lugar, despucs de la labor de zapa de Ja deconstruccion (amparindore en Niewsche), precedida por la mis afiejacrsiea ideologica de inspiracién marxisa ‘0 lano menos antigua critica pricoanalitica, es decir, poniene do el discurso dominante sbajo sospecha>, no se puede: aceptar otro sentido que no sea contextual y local, 0 dicho de o1ro modo, que e! significado de los textos vals segin los contextos de lecturay la eondicion de sus lectores (tara, clase y géneros otra ver). No hay, ni puede haber, sega ‘sta posieén, una ini interpretaion valida y, por to tanta, tampoco hay valores universales en la literatura, que res ponde a cada lector hic mune La conexion entre esta pie temologia y la politica del reconocimiento de la que he hhablado antes me parece bastante clara, tanto como que s resultado es el relativismo, ya evidente, por cierto, eh ten denciasteéricas como las dsintas versiones de la este de Ja recepei6n o readertesponse critcizm, la misma decons- ‘ruecion 0, por qué no, el neohistoriciamo, Culler resindica el conocimiento de la alteridad w otre= dad, en sintonia con el multiculturalism, por lo que se se obligado a defender el estudio de las humanidades desde luna perspectiva critica que permitiria que éstas se acer- ccaran masa la realidad de los hechos: emo pueden ui afroamericano o una mujer sentirse representados por Solocles o por Shakespeare, zeuil es ln autentica culturs del estudiante medio actual? La primera pregunta supone planta uller responde si medio procede mis de la television (y del eine) que dé ce Son HL CASON TERANO e Te a eae ca nas as ede eins bunsoneae ee Sa ease pte 26 smc sd, ‘ese en el aumento def presencia de textos de mujeres en 4a tina edicion de la my significativa Norn Anihology of ‘American Literate, 1992, 0 ea publicacion de a todavia ‘mis elocuente Norton Anthony of Literatur by Women: The ‘raion in English 1985). Ni que decir ene que dead la rspectiva dela casey de la raza esta tradicion resistin la critica tanto o tan poco como el eoncepto mismo de canon, Occidental, por lo que se Tega, por fin, al debate sobre la como consecuenei, ras de lo literario como, bre la que se funds aqul, en tanto que vec estilo de expresion propias de las mujeres, como Jas cars o dietarios sin intention estética, HL, Gates hace las veces de portavor de la tradici6n. afroamericana, una designacié {qe evita el sno del término enegros,reivindicado en st dia como afirmacién por el Black Pooery hoy en sparente descrédito, El mismo Gates, por otra parte, representa, ‘como €] mismo declara,a esa inquierd, a es radical ‘que en los sesenta tuvieron una actividad politica en las calles ya los que la revolueién conservadora de Reagan y ‘Bush confiné en las universidades con muy pocas posible dades de inciir en la vida pablica, pero con tn cierto mar fgen de influencia en la vida cultural, Yahi es donde la ite- Tatura se convierte en vehiculo de la ideologia porque, como muy habilmente Gates sub dole al muy citado W. Bennet, da eneianade a fieranas ‘que resulta cuando menos Te ‘ia, justicia, calidad estética et.) desde una positon sper ‘ice, como sel orden civico-ultral lo pudiera er como 6 (de ahi el fundamentalism), mientras que le saquierdax tiende a considerario todo como politi De ah el rechz0 al canon en nombre de la propia identidad afroamericana, ‘egadaésta 0 por lo menos ninguneada en el canon occ dental, formado por exeritoes bancos. Con todo, Gates mo ‘cede ala tentacion de establecer un caion diferenciado, sino que propone que tn texto de autor tea se ‘ontextualza y por ello estudiado tanto dentro de la ae dliin afroamericana como dentro de a radicin americana ne pmnare semis NON TERA a tomo conjunt. En ano que compilador (con N.¥. Mek Statin Arty of Aen Amero Liebe B07). {Ges aati fancton de lax dias anol de es (Goer negra en a formnacion del canon y los citric mericana ha conscguido,y quire defender, el reeonoct Infento que le confteren lor alos académicon de expect Taco la apaciad de formar profesionalesy contol tabe la insitul6n. Nims ni menos como fo tents el feminism en sur muy varias veriones, Bi os de euperg ex Blum ectentel Baten defen en soled pero con gran cra, autoridad y bel Bie ens oho pen tine oldaros muchos lctres de nuestra ites, abe Bis boca del cichowsannto dafus xin Paro ta Aetensa de canon noes Bloom el tinicosbandersdo cl ims notoro: ya he explicado que le ha precedido, por fo ‘nos W. Bennet, relorrado por su levada poiin ene ‘calan del poder civil (veanse también Brann, 1903,» Bis, 1997) Ln cir esque, aunque exhiba ina ati de defensacerrada de eanon, Bloom tiene menos interés fen protger ia cultra occidental y los valores def demo- facia que en exalta In relaion int de base esti del lector on Ia obra terra, Su preocpa por la memoria, Incomseracn dea traicin Heras, amcnazada de i hein pore! rulicattarasmo y los eotadioncltarale, Berosobre todo por ia relaion cn ta iteratura por parte Mel lector individual idea compartida por G. Steiner en Prsenas wae (1980) (vee Porco, 155: 40), Bloom Hega hasta el panto de amar que sc yo india ee Anieo metodo el neo eritero para peter! valor ex 28 eat [pxpenare sone. c000N ERO 2 ticor,hipdtesis que encaja con su teorfa de la «angusta de i v las influencias, es deci, la necesidad de los xeritores de arrastrar la carga dle las influcncias si se desea alcanzay la criginalidad significativa dentro de a riquera de la trade cian fteraria occidentale, puesto que ecualquier gran ob traia lee de una manera errénea~ycreativa~,y por tanto, 1alinterpreta un texto texton precursorese (pero wade aa, He). Clare aue para oom legate de valores sing una eae RPE cis firmaciones scl Famente anoxia, endégena, dado que -pocmas relation ‘novelas, obras de eto, nacen como respuesta anteriones Poetas, elton, novels y obras de teatro,» esa respuet Alepende de actor de lectoracinterpretacion evades & ‘tho poresrtores posteriores (1004 19). Gamo conscevencia cel atonomiaabuida aa ee ratura (en relatv ston com fos formalsmos ebicos da tradicinroméntica), lon riterion de grandera que propos ne Bloom se coneretan en el sdominio del lenguaje mete forico, originalidad, poder cognitiv, sabidurta} exube: rancia en la dicen, Aunque puliera parecer que eae Per cognocitvo oes sabia saponen adit lal Fencia de fa iteratrn una exterior dad, loom expla jue la gran literatura insite ens suonfilencia ante tag Eansas mds nobles y que en calgier caso no es un medio de salvar la sociedad Ants bien la recepeion de a fuer ‘a etética nos permite aprender a hablar de nosotros mie thos ya soportrnos(.) ontribuye al cremiento de nue tro yoimerors (wane Garcia Berra, 1995), ‘ls conciencia tacos “Es innegable que el debate norteamericano sobre et Toston tuerario ett condicionaco tanto por la misma vehe- dade mila en bandos enfrentador com por la ner ble naturale polieaquese le arbuye Elo limit ss lidades de extrapolacion a otra circnsancia, pero Froélo es, tampoco contrbuye a ampliar los apoyos too Hosa los que recurten fos comendiemes A, part empe- taecia de menor ih os Rapes que anarie SRN TES» Sena i : Mera, 1905: 19) como, mas lyon en Ly Scheking. Pterctcs tn slidoa come eicaces para allegnr doct- pitas ycuborara dc mancra cic, Lninisencack So deer ma ua caren dca Speen apenas ciirointa del poses 9s Sea orsonce ograiceyeronol6gico orteamericano, ha hiss dition dines pr sareoea ease Be eloryy Porto. Tmbiee es sencasiony caters: a Octioryac tye aye co Carduay deste Isis meres Senco Ge raptractn aksnocris: Beifntc Yocoo, en fo malo) nto como qu craee et isereniencasylitaclanes dl Scbots en cio yse sacr spor canalizrlo mediante proceinientoszealfcosy Soncepraics que le confcranoldceyal mimo dempo lt tenes, cestando w ans ena pracanpodagg Eaay ents consinnlon dal enguaje tera En mu ogerente eto sole eo mera ria tentenporne (1905), despats de un reps tan siete tome tars del debate noveamericane MF Porc com. Bye gue, perdido cl concenso sno sdlorexpecto numa esha cdlspetsadoy eco pean dao repecio. los propor obj de eso yls Pcie ete cue Dass oda ken anes utr oe ftom un tryecio que lems de Gumbrect Migeol, Aakers (1961) y ote, ha record tambien A. Krupat en ‘8 espléndido anilisis de la literatura india norteamerica: a, Theva th margin (158. 2250. Pc isaaeo Atetncrealardad dele debates ene sateos) eyes fobre a cxstncla del Dreanons,propone lnrodult io dad polemica) Syatenase ccna eel slada ala lucha entre textos lo que los ertiens del canon fescenifican como lucha de razas, clases y género a través ‘dey mediante los textos a "uc seua Deka SOORE HL CANON LITER a modelos teéricos que ayuden ala teorta a salir del labetine toen el que se ha extraviado, La incorporacin de la orf «de los polisistemas de I. Ever: Zohar (1990 y 1994), que rect ae, elaboray sistematiza los agudos andlisis cle los proceso de canonizacin emprendidos por los formalise risos yen particular por Sklovskij(192%a y b), le permite a Pozuelo Tegar a la conclusion de que stodiaconsideraci ee cice eee ene igen ese cao en el orden de lo que Mignoto lama el con- epto voracional del canon, que lo concibe como generado por sna comunidad que se reconoce en él, eircunstancia {que dficulta, como ya obseryaba Poruelo, un andl oso del canon como cuestion teériea, De ahi que, tatan- fo de superar lazos emotivos y existenciales, proponga ignelo esa nis a pio del canon gen, {que lo concibe como um fendmeno que debe ser descrito ‘explcado. Asi, pues, «todo se complica cuando hablamos de literatura porque somos ala ver screyentes» (a nivel voca- ional), que toman decisiones sobre Ia formacin del canon, yeacadémicos» (a nivel epistémico), que estudian transt por lo que Mignolo sor Fe tice nermscon que atafen a la (trans)formacién del canon por explica ones que tengan en cuenta las condiciones en las que se forman y translorman los cinonew; efectuado ese despla- ei pegs cs ul ei fo i dba len gre tet deterinade marin cigar de equas como qué edna eg Molo insite en ue then spare ar cuesone etna preps taloresy de vehemencia, de a epistemicay,cujo bjt es explcar categoriasyfunciones, para lo que relama mode: Jory teorias que ayuden a comprendet las practicas di unis la formacion de cdnones ms ll dela froneras cultraes, en una clara revindieacion multicultural, Pero sin ovdar como aslo han hecho los defensores del fanon occidental, que no se dhe univeraizary eleva al isis de Even-Zohar (19052 18:28), en Io que coincide con C., Guillen (1985: 389-340), Ponucio presta una especial atencién a las ideas del semige tico I. Lotman porque le parece la «contsibucidn que ha ‘cuajado una mas compleea y sistemstica ardenacivn teGri ca» de las cuestiones que se debaten al amparo del concep tode canon, convencido tambien de que «podria actuar de ppunto de diiuciacion clara ysalida produetiva- cle los ver ‘uetos en que se halla extraviada, De esta rigurosalectara ‘oportuna apropiaciin en sentido hermencutico-; destaco, en primer higar, sobre el fondo de la conexidn entre cule ray literatura, la afirmacion que sla definiidn n Ste Udo yaclsnionohenc alessio sin dua precisayy,en segundo lugar, la conclusi ae cE pr Sacro prude igor en la aplicacion prictiea de esta propisestay el val ‘wabajo que Pozuelo viene realzando en los dltios tem pos aeeren des, acai ‘orden epistémico,tedrico, lo que son s6lo valores locales, wrx: ‘ocacionales, Para iustratsemejante dsyuntiva, Mignole Sasa se nena de mm D (Ge) plantca el problema del estatuto candnico del Popt- (véanse, slo como gjemplo, ISay 1997) ee -2xcluido en una opein por no estar escrito en la len- Mignolo parte de la esis, que ya se ha visto antes, de Bs de a literatura colonial y de las Hteraturas latinoame- {que sla formacién del canon en los estudios literarios n0 canas, pero incluido en otfa, que no considera decisivo 8 sc “pepwnare sons caso eERAUD 33 el crterio fingtstico: aunque lo que es seguro.es que canon, como les sucede las figuras menotes, no slo del Popatuh no tiene el mismo valor para la comnidad: {ino del 27. Reclama Maines, para conclu, ta revision ‘ite para los estudioson de la ientidad latinoamericama fe las ruinas historiogrfcas que han congelide geners- ‘J-C. Mainer comparte explicitamente el rechazo ee ndminas, amas ysombras,ysugiere eid coy Harris dela analogta entre canon biblic y canon Tie fans histricas fundamentales,constelaciones de cream ¥defende ante a initia! de aque! el dinamismo, anias en toro 1900, 1914, 1925 6 1965» (Pease, ademis, Ene, pesto que las -sanciones del canon som legit Glexeclente monogrfico de Faun, 19,0 Senabe, 1987, des que se alcancan porn estuezo historiablew: es {Gold 190, y Sonate, 1907), squall Legato ala esperadaconclusin, me arew a wer pliicacion mas que a menudo, sn ejerico dl poder sabe sauna pregunta del principlo:zqué sentido tiene ocuparse Ia literatura para determinar qué interesa a los ped {lel canon cuando éste no esti bajo sospecha, cuando se fo qué se consttiye en nora descables, una apreciacon 9. presenta como sina moda importada? Hay varias razones ‘menos certera que la de Kermode cuando dice que el objes {hue considero de bastante peso para jusificar esa atencion, tivo de un eanen, bajo cualquier forma que adopte, ese fen apariencia superfiua o con fecha de cadueidad, y m0 &s de masado siti 1 pasado que no sea slo Tamenor que, al estudio dela lteratura, tome la forma de pasido sino que sea siempre huevo» (1984: 116), afimae Distora o ert ia, nunea le sobra una dosis de relle- ones ambas muy cercanss Ia antes citada de Migaala. sx0n tedrica. Una vellexion que en el estudio de los proce: {pero véase Beltran, 1998), Pero el maximo interés, 10-8 Sos de formacign del canon, es decir, en su dimension his confunda el genérico lector, del trabajo de Mainer no ese (rica, equiva a a istora de las historias de literatura iedrieo (es no es pretension), sin el ands de alguns (Maier), es decir, al andlisis de cOmo se construyen las mean iormacondel canon ea ert pe narracionescronoldgicas de lorecimiento,apogco y deca alae nig sco pra ten» den idencia, cGmo se escogen autores y obras, qué se destaca eneracional el concepto de generacon, aunque problee para estudiar en la escuelas y con qué criterios, como se Idtico, es uiizado en muchas historias de ta literatura (€ Aistribuyen en épocas y periodos,cémo se delimitan éstos, denostado 98 el mis tolerable 27), sirviendo tanto para ae 0m mis razdn s se tiene en cuenta. que Sificaryal mismo tiempo valorar los escritores que nel yer mientras que destierraa otrosal territorio de lo inelae Sificable o de lo inconexo, como sucede en los casos de Ramén Gomer de la Serna 0, sobre todo, de Joan Rama. Timéner, de cuya funcién de antecesor renegaron los poe finaliza) que no son otra cosa tas del 27. Tambien se hace patente la lucha entre canomes naa letacaalnicpgsiaayy qe cn cuanto gue ropugnan modelos, establecen criterios de valoracion, tt fa conslidaciin del grupo poctco del medio pl Gai dopstn rere de le onen e leeneriam oa Siguiendo estilo, teresa el canon desde la perapectiva diada también por Talens, 1989) o, incluso, en lo que ace deta iciones en las que tideamenicthaioer design Eo asarebeay dd Ca igi, sobre wd enario privlegia fe pervivenciaycadOREER oh obider hentai refirigndose alos scasoss de esritores como Felipe TH, Vicente Blasco Ther, Wenceslao Fernindr Fares (que tan bien conoce) y Jacinto Benavente (née x ext Fe todo elloen ecto Hot, 1992) amonos en su diay margins hoy, si fe una ls que Is Iiteratura culta 0 sill propia ni capaeidad de pasar s formar parte del fran literatura esti sometida alas presiones combinadas de ao vvmeseua 1a produccién lteraria de masas y de los medios audioyic suales, donde ya no reina elcine, sino li television (con tuna oferta cada ver mas amplia y competitva). Hasta aqut el orden epistémico, pero, en el vocacional (Mignolo),, cabria afirmar que el problema del canon no s limita alos confines de lo estrictamente universitario, puesto que log | desborda y se convierte, asi, en un problema pedagogieg ‘qué ensear, por qué y para qué?) ¥, en tltima instancia, ‘en un problema cultural, social, por qué no, politico, por su relaci6n con la identidad cultural y la tradicion mation | nal claro que si, que garantizan un pasado que esta mano, {que sea titll para reconocerse asf mismo y'como micmbro de un colecuvo. Todo ello suponiendo que se acepte que la literatura todavia tiene algo que ver con la sociedad y que éstale conceda tna cierta medida de wild, v Después de lo anteriormente expuesto, no creo que haga falta redundar en la justificacién de los articulos selecclo= radios Sobre Tos exeltidos (ven-Zohar 6 Louman), lo tiie que podria aducir como descargo es la evidente y Iogica necesidad de no exceder de un cierto nimero de paginas para failtar que el volumen sea a la vez manejable y acee= sible. En colaboracién com las traduetoras, he procurado que las versiones sean tan fieles como legis, lo que ha supuesto adaptar 0 parafrasear alin pasaje. He procura «do anotar las referencias alusiones mas locales o que pide ran obstaculizar la comprensin. La bibliografia final esta slo una seleecién de un campo tan proifico como prokijo, y se limita a referencias que he manejado 0, caso de nO haber tenido acceso a ells, cya probada importancia me hha aconsejado inclu

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