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EL APORTE DE WERNER GOLDSCHMIDT PRIMERA PARTE El ordenamiento de los repartos obedece a dos causas: el plan de gobierno en marcha y la ejemplaridad En toda sociedad existe un plan de gobierno elaborado y ejecutado por los gobernantes, 0 como los denomina Goldschmidt, los supremos repartidores. El plan de gobierno en marcha, la politica arquitecténica, pone en evidencia quién detenta el poder y con qué criterios supremos de reparto el gobernante puso en marcha su politica arquitecténica. La ejecucién del plan de gobierno en marcha dota de previsibilidad al accionar del gobernante. Goldschmidt se pregunta, como excelente fildsofo del derecho que era, si la previsibilidad es un valor natural absoluto o relativo. Llega a la conclusién de que es un valor natural relativo (1) Al finalizar el siglo XVIII la mayoria de los planes generales de gobierno se cristalizaron en constituciones escritas que se expandieron por todo el mundo “conocido” (Europa y Estados Unidos). E! texto constitucional Gnicamente contiene la descripcién del plan. Resulta, por ende, insuficiente para tener una idea cabal de cémo funciona el régimen politico, Para lograrlo es fundamental adentrarse en lo que Bidart Campos denominaba “constitucién real”, en el real funcionamiento del plan de gobierno y en la manera como la sociedad lo recepciona. Goldschmidt estipula varias clasificaciones de los planes de gobierno en marcha en funcién del dmbito espacial de accién, del émbito objetivo de accién, de su contenido y de su realizacién. Respecto al ambito espacial de accién Goldschmidt distingue los planes de gobierno en marcha locales, provinciales, nacionales, regionales e internacionales. Cuando el intendente de Rosario toma decisiones que atafien a las necesidades que aquejan a los ciudadanos, ejecuta un plan de gobierno local. Cuando el gobernador de Santa Fe inaugura obras, ejecuta un plan de gobierno provincial. Cuando la Comunidad Econémica Europea decide proteger los intereses de los bancos, ejecuta un plan de gobierno regional. Finalmente, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas condena a un gobernante por actos de genocidio y ordena sanciones econémicas, ejecuta un plan de gobierno internacional En relacién con el dmbito objetivo de accién Goldschmidt distingue los planes de gobierno generales y especiales. La constitucién formal, como la argentina de 1853, suele contener un plan de gobierno de indole general, aunque ello no impide que los gobernantes pongan en marcha planes de gobierno especiales. Los planes quinquenales ejecutados por Perén mientras ejercié el poder entre 1946y 1955 ejemplifican lo que Goldschmidt entiende por plan de gobierno en marcha especial En este punto Goldschmidt recalca la clésica divisién que la doctrina constitucional esboza entre la parte orgénica de la constitucién y la parte dogmatica. En la primera se condensa todo lo vinculado con los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), mientras que en la segunda quedan consagrados los derechos y garantfas individuales. En cuanto a su contenido Goldschmidt distingue los planes de gobierno religiosos, metafisicos y laicos. El "Fuero de los espafioles" del 17 de julio de 1945 es un ejemplo de plan de gobierno religioso. El articulo 1 implica la proclamacién del Estado espafiol del respeto a la dignidad, libertad e integridad del ser humano como principio rector de sus decisiones, al ser aquél titular de derechos y deberes que ninguna autoridad politica puede violar. Por su parte, el articulo 6 consagra al catolicismo como la religion oficial del Estado espafiol y garantiza el derecho de todos a no ser perturbados por sus creencias religiosas ni por ejercerlas de manera privada. Ademés, garantiza la libertad de expresién, condena la reduccién del trabajo a la categorfa de simple mercancia y protege el derecho de propiedad. Goldschmidt asocia los planes de gobierno metafisicos con los regimenes politicos totalitarios. Pone como ejemplo a la China Soviética cuando aprobé la nueva Constitucién de la Republica Popular en septiembre de 1954. Dicho documento define a la Reptiblica Popular China como un Estado democratic popular, en cuyo dmbito el poder es ejercido por la clase obrera y cuyo sostén estd constituido por la alianza entre obreros y campesinos. El poder, pues, pertenece al pueblo y quienes son ciudadanos de la Republica Popular “gozan de libertad de palabra, de prensa, de reunién, de asociacién y de manifestacién publica; también gozan de libertad de conciencia. Se declaran inviolables la libertad individual y el domicilio, el secreto de la correspondencia, el derecho al trabajo, la libertad en la investigacién cientifica y en la redaccién literaria” (2). Ante la evidente contradiccién entre el contenido del texto y el cardcter totalitario del régimen chino, Goldschmidt se esmera por aclarar que a veces la constitucién formal se estrella contra la constitucién material, contra la realidad social y politica del régimen. Otros paises estén orientados por constituciones laicas. Tal el caso de la otrora Reptiblica Federal Alemana cuya Constitucién de 1949 consagra la intangibilidad de la dignidad humana, la obligatoriedad estatal de su proteccién y resguardo, y la existencia de derechos inviolables o inalienables que constituyen el basamento de toda sociedad libre y pacifica. Por Uitimo, en cuanto a la realizacién Goldschmidt distingue los planes de gobierno que realmente estén en marcha y aquellos que sdlo son deseados, como las constituciones formales incumplidas. El pueblo argentino puede brindar seminarios a todo el mundo sobre el incumplimiento de los gobernantes de todo lo que prometieron en la campafia electoral y prometen una vez instalados en la Casa de Gobierno. Los planes de gobierno en marcha aluden exclusivamente a grupos limitados de hombres. El plan de gobierno en marcha que abrace a toda la humanidad atin es una utopia. Sin embargo, para Goldschmidt el desarrollo histérico marcha hacia una especie de “gobierno mundial”. Si bien cabe hablar de la existencia de una comunidad internacional a raiz del nacimiento del derecho internacional publico en el siglo XVI, debe admitirse que de los dos modos constitutivos de las comunidades nacioneles, el plan de gobierno en marcha y la ejemplaridad, sdlo el ultimo esté vigente a nivel internacional. Ello explica por qué la comunidad internacional se presenta, en comparacién con las comunidades nacionales, mucho més endeble y precaria (1) WERNER GOLSCHMIDT: “Introduccién filosdfica al derecho. La teoria trialista del mundo juridico y sus horizontes", editorial Depalma, Buenos Aires, cuarta edicién, 1973, pags. 83/84. Dice el autor alemédn: "La previsibilidad es un valor natural. Se puede dudar de si es un valor relativo 0 un valor absoluto. En efecto, si se tiene en cuenta lo valioso 0 disvalioso de lo que resulta previsible, la previsibilidad es un valor relativo, toda vez que es evidente que lo previsible puede ser bueno o malo. La situacién cambia si nos atenemos a la previsibilidad en si, puesto que se puede sostener que siempre es valioso prever lo que va a ocurrir, aun siendo lo previsible terrible. No obstante, como esta tesis es fundada sdlo si la previsién es util para tomar alguna medida pertinente, y no siempre ello es posible, la previsibilidad es un velor relativo cualquiera fuese el angulo desde el cual la miremos. La previsibilidad, en efecto, es mala si se prevé algo malo sin poder hacer nada para impedirlo, alejarlo 0 aliviarlo: es el caso de Casandra previendo la caida de Toya” (2) Ibidem, pag. 86. SEGUNDA PARTE LA EJEMPLARIDAD Ninguin reparto tiene lugar porque si. Siempre hay razones detrds de él. No siempre las razones coinciden con los méviles del reparto ni con las razones esgrimidas como tales por quienes efectuan el reparto. El juzgamiento de las razones de los repartos es funcién de los miembros del grupo que recibe los efectos del reparto, de los recipiendarios. Tal enjuiciamiento se realiza en funcién del sistema de valores, creencias y valoraciones esgrimidas por ese grupo. La historia demuestra que no existen criterios inmutables y eternos de juzgamiento de los repartos. Cada sociedad juzga a los repartos segtin la ideologia vigente en ese momento particular del desarrollo histérico. Los ejemplos que brinda Goldschmidt lo corroboran. Cita a aquellos pueblos que legitimaban el asesinato de aquellos nifios que nacfan con deformaciones y el de los padres por sus propios hijos cuando contaban con una determinada cantidad de afios. Ni qué hablar del perfodo donde se consideraba légica y natural la existencia de esclavos. Segin Goldschmidt la razonabilidad de un reparto conduce a su ejemplaridad. El reparto considerado razonable por la sociedad se constituye en ejemplo para los futuros repartos. La sancién del voto femenino en la Argentina fue legitimada por el pueblo y a partir de entonces las mujeres participaron en las futuras contiendas electorales. La ejemplaridad de los repartos se sustenta en la calidad de los mismos y de sus motivos. En el ejemplo brindado precedentemente emerge en toda su magnitud la calidad del reparto y Ia legitimidad de sus razones: ampliar el proceso de participacién politica en la Argentina permitiendo a las mujeres sentirse protagonistas de la politica. Este reparto se pudo generalizar porque las futuras generaciones consideraron positivas sus razones. La ejemplaridad se desenvuelve en funcién del esquema “modelo- seguimiento”. Asi lo explica Goldschmidt: “El reparto estimado fundado es concebido como modelo en vista del cual, por medio del seguimiento, se realizan nuevos repartos semejantes. El reparto que desempefia el papel de modelo, puede ser tanto un reparto autoritario como un reparto auténomo” (1). La ley que consagra en la Argentina el matrimonio igualitario ha sido considerada ejemplar por importantes sectores de la sociedad. Lo mds probable es que en el futuro se sancionen leyes similares para garantizar y reconocer los derechos de las minorias. Si ello acontece aquella norma habré pasado a la categoria de “reparto ejemplar”, de modelo para futuros repartos. 2En qué se basa el seguimiento? En la solidaridad, responde Goldschmidt “Los repartidores y los recipiendarios del nuevo reparto se solidarizan con los protagonistas que actuaban en el reparto pasado” (2). El fin de la segregacién racial en Sudéfrica propiciada por Nelson Mandela es un ejemplo por demés elocuente. Su decisién de utilizar el mundial de rugby en 1995 para sepultar la ignominia del racismo constituyé un reparto considerado ejemplar por el pueblo. Los futuros repartidores y recipiendarios no harén mds que solidarizarse con Mandela y su firme decisién por pacificar a un pais ensangrentado por una feroz guerra racial. Ahora bien, la solidaridad, remarca Goldschmidt, es un valor relativo, “porque su cardcter de valiosa o desvaliosa depende del valor de los criterios que se consideran ejemplares. Si en una comunidad se considera ejemplar excluir a los negros de la ensefianza publica e inhabilitarlos para los cargos publicos, la solidaridad es desvaliosa, mientras que seria valiosa en el supuesto contrario de la convivencia racial” (3). Antes del mundial de rugby en Sudéfrica, la segregacién racial era considerada “natural” por la minoria blanca. Hoy, a 16 afios de aquel evento deportivo la segregacién racial es considerada un desvalor. Goldschmidt distingue dos tipos de solidaridad: la solidaridad unica y la solidaridad paralela. La solidaridad Unica es aquella que se manifiesta en una sola empresa, mientras que la solidaridad paralela es aquella que pone en funcionamiento empresas iguales. La huelga y la revolucién constituyen ejemplos de solidaridad unica. La protesta de los estudiantes chilenos ha despertado sentimientos solidarios no sdlo en Chile sino también en nuestro pais. La solidaridad paralela se basa en el efecto contagio. La huelga protagonizada por un gremio puede motivar a otro gremio a lanzar una huelga paralela en defensa de sus derechos. La ejemplaridad de los repartos produce lo que Goldschmidt denomina “un orden de repartos’. Los repartos se van concatenando en funcién de su ejemplaridad y van desplazando a los repartos considerados no ejemplares. Se trata de un proceso de cardcter esponténeo que Gurvitch denomina "Derecho esponténeo”. Si el derecho espontdneo se produce lentamente, se estd en presencia de un derecho esponténeo consuetudinario. Si, por el contrario, su ritmo de produccién es vertiginoso, se esté en presencia de un derecho esponténeo repentino. Si se lo compara con el sistema de normas, todo derecho esponténeo puede ser “secundum, praeter o contra legem*. El derecho esponténeo es secundum legem cuando, por ejemplo, la norma vdlida ordena al deudor a cumplir su obligacién en funcién de las costumbres del comercio honrado. El derecho espontdneo es praeter legem cuando, por ejemplo, la mujer casada no encuentra su apellido de soltera reglamentado. Finalmente, se tropieza con el derecho consuetudinario contra legem cuando, por ejemplo, en el Congreso de la Nacién hay “tradiciones’ no consagradas por el texto de la Constitucién Nacional. El derecho repentino también puede ser “secundum, praeter o contra legem. El derecho repentino secundum legem es aque! que llena de golpe un “numerus clausus’. Goldschmidt brinda como ejemplo de este derecho la adquisicién repentina del publico de un empréstito gubernamental a raiz del estallido de la guerra. El derecho repentino praeter legem se produce si de golpe un pais es sacudido por una serie de huelgas legitimas. Por Ultimo, el derecho repentino contra legem no es mds que el derecho revolucionario. El derecho consuetudinario contra legem y el derecho repentino contra legem tienen en comtn el provocar la derogacién de la ley. Seguin Goldschmidt la denominacién “Derecho esponténeo" deja en evidencia la intima vinculacién existente entre lo consuetudinario y lo revolucionario. No se discute que un proceso revolucionario provoque el quiebre del orden constitucional vigente. Sin embargo, no todos coinciden en reconocer que la costumbre también tiene la fuerza para crear derecho. El hecho de que la costumbre no sea vertiginosa como la revolucién no significa que no esté tan capacitada como ésta para la creacién de normas juridicas. La revolucién y la evolucién no son més que manifestaciones de la democracia directa que limitan a los repartidores, aunque difieren en el ritmo que le imprimen a los cambios. Goldschmidt distingue dos tipos de costumbres y revoluciones: las costumbres y revoluciones con mayorfa absoluta y las costumbres y revoluciones con mayoria relativa, Aquéllas son mds democrdticas que éstas. Este enfoque sirve para analizar la naturaleza democratica © elitista de los procesos revolucionarios. La Revolucién de Mayo, por ejemplo, fue democrética o elitista? La discusién atin no se ha cerrado, Finalmente, Goldschmidt hace el siguiente distingo entre costumbre y revolucién: “Por lo demés, y si bien costumbre y revolucién son ambas capaces de derogar leyes, existe una diferencia entre sus respectivos modos de operar. En efecto, el proceso de formacién de una costumbre contra legem provoca anarquia, a diferencia del surgimiento de la revolucién que, precisamente por su rapidez, reduce el lapso de anarqufa a un minimo. La guerra civil es violenta como la revolucién, pero lenta como la anarquia: por ello, engendra la guerra civil también anarquia” (4). (1) WERNER GOLDSCHMIDT: “Introduccién filoséfica al derecho. La teorla trialista del mundo juridico”, editorial Depalma, Buenos Aires, 1973, pag. 91 (2) Ibidem, pag. 91. (3) Ibidem, pag. 91. (4) Ibidem, pag. 93. TERCERA PARTE. PLAN DE GOBIERNO EN MARCHA Y EJEMPLARIDAD: RELACIONES Goldschmidt considera que entre el plan de gobierno en marcha y la ejemplaridad existen relaciones de equivalencia y de preferencia Respecto a las relaciones de equivalencia, las hay de transformacién y de compenetracién. {Cuéndo un plan de gobierno en marcha se convierte en ejemplar? Ello sucede, por ejemplo, cuando una ley es derogada pero su reglamentacién continua vigente de manera consuetudinaria. Esta vigencia, ensefia Goldschmidt, no implica necesariamente un supuesto de costumbre contra legem ya que puede suceder que la derogacién se haya decretado de manera negligente. El caso inversoa transformacién del derecho consuetudinario (basado en la costumbre) en derecho legal (positivo)-es el més frecuente; a tal punto, que la escuela histérica del derecho afirma con contundencia que el legisiador debe apoyarse exclusivamente en estas transformaciones. Para Goldschmidt sin ejemplaridad no hay plan de gobierno. De ahi que ambos se compenetren necesariamente. “En efecto”, explica Goldschmidt, “para que el plan de gobierno esté en marcha, debe haber una obediencia normal; y esta obediencia que lo hace funcionar, se engendra al hilo de la ejemplaridad” (1). Para que un gobernante dure en el ejercicio del poder es fundamental que la sociedad lo apoye, que considere legitima su autoridad, que lo considere digno de ser obedecido. Sin ejemplaridad la obediencia se esfuma y cuando ello acontece el gobernante ve peligrar su permanencia en el cargo. Respecto al plan de gobierno en marcha la ejemplaridad disfruta de dos preferencias: una, éntica, y la otra, dikeldgica. Desde el dngulo éntico existen comunidades que se sostienen exclusivamente en la ejemplaridad, mientras que no es posible la existencia de comunidades cuyo funcionamiento se sostenga sdlo en el plan de gobierno en marcha. Goldschmidt pone como ejemplo a la comunidad internacional. Ella nace en el siglo XVI con el surgimiento de varios Estados nacionales que reconocen sus respectivas soberanias y que enhebran una serie de vinculos que dan forma a tal comunidad. El plan de gobierno en marcha surge recién en el siglo XIX al entrar en vigencia el Pacto de la Liga de las Naciones (1920). Ahora bien, no debe confundirse el plan de gobierno en marcha con los repartos autoritarios. Por lo demés, es fundamental no perder de vista que la ejemplaridad abarca ambos tipos de repartos distinguidos por el trialismo: los repartos auténomos y los repartos autoritarios. Las guerras que han asolado a la humanidad constituyen el mds feroz ejemplo de repartos autoritarios. Por su parte, el plan de gobierno general se limita a contener pautas tanto para los repartos autoritarios como para los repartos auténomos. Al contrario, el plan de gobierno en marcha debe su vigencia a la ejemplaridad, a la obediencia que le presta la sociedad por considerarlo legitimo Respecto a la preferencia dikeldgica de la ejemplaridad sobre el plan de gobierno en marcha Goldschmidt reconoce que no es tan evidente como la que se da entre el reparto auténomo respecto al reparto autoritario, Pueden ser ejemplares tanto los repartos auténomos como los autoritarios. La costumbre de dejar propina Iuego de almorzer en un restaurante puede ser considerada ejemplar, al igual que la costumbre de castigar fisicamente a los alumnos en la escuela. Por ultimo, cabe no perder de vista lo siguiente: el plan de gobierno en marcha puede ser aceptado de manera undnime cuando se trata de grupos de reducido tamafio. En una familia, por ejemplo, todos se ponen de acuerdo en ahorrar lo necesario para costear una operacién delicada a la que debe ser sometido uno de sus miembros. “No obstante”, remarca Goldschmidt, “es licito mantener que el plan de gobierno en marcha por el modo normal de establecerse, sobre todo en una comunidad grande, descansa en un reparto autoritario, mientras que la ejemplaridad como tal (sin perjuicio del reparto que es estimado ejemplar y que éste sf puede ser tanto autoritario como auténomo) estriba en la libertad” (2). EL ORDEN DE REPARTOS: SUS CARACTERISTICAS El orden de repartos se da en la realidad social, cultural, econémica y politica. Al igual que la realidad, el orden de repartos fue, es o serd, es decir, posee dimensién temporal. Y como aquélla es también espacial, éste es particular o universal. Si el orden de repartos es particular, puede ser de carécter municipal, provincial, nacional o regional. Esta realidad en la que se situa el orden de repartos recibe la denominacién de “positividad’. Goldschmidt destaca la existencia de dos conceptos de “positivo’: por un lado, lo positive como sinénimo de norma creada mediante un procedimiento ya establecido; por el otro, lo positive como sinénimo de eficacia. Goldschmidt escoge el segundo sentido del término La expresién “derecho positivo” alude, por ende, a la realidad de un orden de repartos que se dio en el pasado, que se da en la actualidad o que puede darse en el futuro (3). El derecho que imperaba en la Roma imperial era derecho positivo; el que impera hoy en nuestro pais, también es derecho positivo, al igual que el que imperaria en una sociedad del futuro. Al considerar al derecho como algo que es darfa la impresién de que se estd en contradiccién con quienes enarbolan la bandera del derecho como algo que debe ser. Para evitar la polémica, Goldschmidt enarbola la concepcién trialista del deber ser. “Existe, en primer lugar, un deber ser real que es un deber ser que es. Este deber ser real se produce por el mero hecho de que alguien (con o sin autoridad, justa o injustamente) pida algo de alguien ya que asi alguien establece algo realmente como debido (4). Si la policia, obedeciendo una orden judicial, procede al desalojo de quienes estén acampando en un barrio de Rosario ocasionando multiples inconvenientes a los vecinos, no hace otras cosa que establecer en la realidad, con autoridad y justicia, como debida por los ocupantes de las calles de ese vecindario el abandono de tal postura. Si la DGI pide equivocadamente a los contribuyentes el pago de un aumento tarifario, crea un deber ser real, con autoridad pero sin justicia. “En otras palabras, todos los repartos autoritarios ordenancistas (pero no directos) contienen un deber ser real” (5). Por el contrario, el deber ser real no se da en los repartos auténomos, basados en los acuerdos entre las partes. Mientras el acuerdo esté vigente, subsiste el reparto auténomo; cuando tal acuerdo se quiebra, el deber ser real que subsiste comienza a darse en el marco de un reparto de cardcter autoritario. Los terceros captan Idgicamente la voluntad de los repartidores mediante la norma (de manera neutral), mientras que los protagonistas como tales lo hacen mediante el imperativo. Las normas abarcan los dos tipos de repartos distinguidos por el trialismo; en cambio, los imperativos nicamente captan las ordenanzas de los repartos autoritarios de cardcter ordenancista Finalmente, desde el éngulo de la valoracién de la justicia, los repartos son justos 0 injustos, respetan el valor justicia o la agraden. De esa forma Goldschmidt arriba “al deber ser dikeldgico, 0 sea, un deber ser que debe ser, con total independencia de si es o no es" (6). (1) WERNER GOLDSCHMIDT: “Introduccién filoséfica al derecho. La teoria trialista del mundo jurfdico y sus horizontes’, editorial Depalma, Buenos Aires, cuarta edicién, 1973, pag. 98. (2) Ibidem, pag. 99. (3) En este punto Goldschmidt también clasifica a la realidad en singular o universal (4) Ibidem, pag. 100 (5) Ibidem, pag. 100 (6) Ibidem, pag. 101 CUARTA PARTE En qué consisten las relaciones de transformacién? Consisten en la transformacién de un reparto auténomo en uno autoritario y viceversa. Un reparto auténomo se transforma en un reparto autoritario si uno de los repartidores se desentiende del acuerdo y procura imponer su voluntad. 4 nivel internacional ello sucede cuando un pais que firmé con otro un pacto de no agresién, decide desconocerlo para invadir parte de su territorio. A nivel nacional un reparto auténomo se transforma en un reparto autoritario cuando los dirigentes de un partido politico desconocen el pacto sellado con otra fuerza politica y deciden competir solos en la contienda electoral. Un reparto autoritario se transforma en un reparto auténomo cuando, por ejemplo, una colonia como la India se transforma en miembro del Commonwelth 0 cuando un hijo alcanza la mayoria de edad y comienza a ser consultado por sus progenitores en la resolucién de los conflictos que surgen en el seno familiar. Las relaciones de interpenetracién pueden producirse de diversos modos. Puede suceder que la autonomia Unicamente esté vigente en un dmbito donde impera la autoridad. Goldschmidt brinda como ejemplos los contratos laborales y el matrimonio: “Los contratos laborales, verbigracia, no se mueven con autonomia sino dentro de las reglas obligatorias estatuidas por los convenios colectivos, si los hubiese. En el matrimonio cada parte esté libre de escoger @ la otra; pero ambas han de respetar un numero determinado de reglas prohibitivas de incesto, de la poligamia, etc., que estrechan la libertad auténoma. Normalmente, la autonomia de las partes tiene ciertos limites que les estan impuestos coactivamente” (1) También acontece el fendmeno contrario: repartos autoritarios que existen en el marco de repartos auténomos. La decisién del Poder Ejecutivo de nombrar funcionarios en puestos clave de la administracién, previo acuerdo entre las partes, constituye un reparto auténomo. Sin embargo, ello no inhibe la existencia de repartos autoritarios (las érdenes impartidas por los funcionarios jerérquicos a sus subordinados, por ejemplo) en su dmbito. éCudles son los limites de los repartos? Cada vez que un poderoso emite una orden y los interesados tejen un acuerdo, tropiezan con una serie de limites @ su capacidad de mando o a su autonomia. Tanto los repartos autoritarios como los repartos auténomos tropiezan necesariamente con limites, cuyo conjunto “comporta la naturaleza de las cosas” (2) La naturaleza de las cosas limita tanto a los repartos auténomos como a los repartos autoritarios, tanto a quienes acuerdan como a quienes dan Ordenes. Tal limitacién es mds evidente en los repartos autoritarios. Por qué? Goldschmidt asf lo explica: “La razén esté en que si un reparto auténomo no es realizado, las partes en un momento determinado advierten esta imposibilidad, la cual echa por tierra el acuerdo. En el reparto autoritario, por el contrario, el autor de la ordenanza puede ignorar la imposibilidad de su realizacién, sobre todo si se trata de un mandamiento, y puede mantenerla, aunque, claro est, la ordenanza no sera obedecida" (3). El jefe de una reparticién pliblica puede ordenar a sus empleados que acomoden en tres estantes vacios de escasas dimensiones un millén de expedientes. El jefe puede encapricharse y mantener la orden, pese a su nula probabilidad de cumplimiento. En el reparto auténomo, basado en la capacidad de los repartidores de llegar a un acuerdo, la aparicién de una limitacién imposible de sortear los convence de archivarlo. éDe dénde proceden los limites de los repartos? Seguin Goldschmidt pueden proceder de la naturaleza psiquica, fisica y espiritual del hombre que efectia un reparto (considerado con independencia de la sociedad) y de la naturaleza politica y econémica de la sociedad en la que est inmerso. Las posibilidades fisicas de un reparto son cercenadas por las leyes de la naturaleza. La historia ha sido prédiga en increibles casos extremos de estas limitaciones ignoradas por los supremos repartidores. Hubo reyes dementes como Pedro Ill de Rusia que ordené a los marinos enfermos de la flota del Béltico que sanaran répidamente para estar en condiciones de luchar contra Dinamarca. Mientras que Dario, afectado de ‘la locura de los Césares”, ordené a sus subditos flagelar al mar debido a las tormentas que le impedian continuar su campafia contra Grecia El conjunto de inclinaciones fisico-sicolégicas constituye una fuerte limitacién a los repartos, en especial a los repartos autoritarios. Cuando en Estados Unidos se sancioné la ‘ley seca” para combatir el consumo de alcohol, el legislador fue incapaz de prever lo que sucedié: el surgimiento de la mafia que lucré con la venta ilegal de las bebidas alcohdlicas. Muchas veces la prohibicién no hace més que provocar el efecto contrario al buscado, Los méviles éticos también deben tenerse en consideracién. Por mas malvado que sea un repartidor los hombres no siempre estén dispuestos a obedecer sus érdenes. Durante la dictadura militar hubo miembros de las Fuerzas Armadas que se negaron a participar de la represién ilegal Goldschmidt recuerda las siguientes palabras de Moisés (II, 1, 16 y 17) “Cuando parteareis a las hebreas y mirareis los asientos, si fuere hijo, matadlo, y si fuere hija, entonces viva. Mas las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandé el rey de Egipto, sino que reservaban la vida a los nifios” (4) El fracaso de un reparto esté asegurado si conculca las leyes de la ldgica Un repartidor no puede tener éxito si ordena cosas contradictorias. Incurre en contradiccién Iégica, por ejemplo, el legislador que prohibe la existencia de lagunas. “El legislador puede indicar un procedimiento @ seguir, en caso de lagunas: lo que no es posible es que decrete sencillamente su ausencia El legislador resuelve en la ley determinados grupos de casos dejando necesariamente sin resolver otros tantos grupos de supuestos, por lo inagotable de la realidad y Io limitado de la mente humana” (5) El legislador también puede estrellarse contra el muro infranqueable que constituyen determinadas leyes politico-sociales. Nadie puede impedir que en una sociedad se imponga la voluntad de sus miembros influyentes. El legislador puede decretar la prohibicién de su derrocamiento por la via revolucionaria. No podrd impedir que ello pueda producirse si ejerce el poder de manera despética (6). También puede imponer la racionalizacién de los alimentos en tiempos de paz. En poco tiempo se expandiré como reguero de pélvora un mercado negro donde los alimentos costarén una fortuna Por ultimo, Goldschmidt destaca otra realidad social ineluctable, Un repartidor supremo puede poner en practica el més crudo dirigismo para impedir cualquier acuerdo particular entre los repartidores sobre un asunto determinado. Sin embargo, jamés lograré evitar que en determinadas circunstancias los repartidores celebren repartos auténomos, aunque sea clandestinamente. “Se pueden fijar los precios, los salarios, los alquileres, etc., pero siempre caben acuerdos entre los particulares que modifiquen esta legislacién 0 que completen las lagunas que ella forzosamente habré de dejar, por la sencilla razén de que los hombres somos incapaces de prever todo y de reglamentar todo de modo anticipado. Por ello, el acuerdo es una fuente tan original como la ley; y estd con ella en pie de igualdad” (7). Emerge en toda su magnitud la defensa que hace Goldschmidt del liberalismo econémico. (1) WERNER GOLDSCHMIDT: “Introduccién filoséfica al derecho. La teoria trialista del mundo jurfdico y sus horizontes’, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1973, pag. 68. (2) Ibidem, pag. 71. (3) Ibidem, pags. 71/72 (4) Ibidem, pag. 73. (5) Ibidem, pag. 74 (6) En esta parte de su reflexién Goldschmidt recuerda la célebre conferencia pronunciada en 1862por Ferdinand Lassalle “iQué es una constitucién?”, donde manifiesta la necesidad del legislador de respetar los factores reales de poder a la hora de legislar. (7) Ibidem, pag. 75.

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