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SEL ELLL ELL Lia a pairtiiiettit4tyt Peirce, que consideraba a la semistica como la “ciencia formal de las condi- 9 | ciones de verdad de las representaciones”, apuntaba a aprehender la totalidad de (Jos procesos comprometidos en la determinacién de las significaciones. Por esta raz6n, su obra plantea una teorfa de Ia simple presentaci6n de las cosas -una fenomenologia que Peirce denomina faneroscop(a- antes de desarrollar la teoria que concierne a las representaciones. Y por esta razén también, dentro de la teoria general de las representaciones, el signo lingiistico no ocuparé ningtin lugar especial. _ ‘La obra de Peirce se edit6 cerca de veinte afios después que la de Saussure, en forma fragmentaria y con cierto desorden cronolégico. Esta cuestién, sumada ala amplia difusion de la obra de Saussure en Europa, instituy6 a la lingiifstica como ciencia piloto, no s6lo de la semidtica sino de las ciencias humanas en general"® Si bien es innegable la intencién de la semidtica en cuanto a constituirse progresivamente como disciplina con estatuto propio -y como sintesis de apor- tes tan diversos como los provenientes de la l6gica, la lingiifstica, las teorias de los sistemas, algunas reas de las matemdticas, el psicoandlisis, la sociologia y Ja antropologia-, la discusién respecto de su catdcter cientffico no esté cerrada en absolute. Intentemos, por lo tanto, precisar cual es el eje de esta discusién 2, gLa se-nidtica es una ciencia? En térm.nos de Prieto, La semiologia no se muestra como una fragmentacién de conocimien- {0s sino como una aclaraci6n coherente de tos sistemas de comunicacisn y de sus consiguientes usos sociales.” Sin embargo, es dificil presentar una caracterizacién unénime acerca de lo que es la semiética, porque el acuerdo se halla en una definicién - “teoria 0 disciplina de los signos”- que transfiere al concepto de “signo” nuevos proble- mas de definici6n. Dicho de otro modo: nos encontramos con que Jas disciplinas difieren segin el contenido primero atribuido al término “signo” "= pesar del origen histrica diferente de os weminos semiologtay semidtica, cada vez que debamos refer nos a esta ciencia en general adoptaremos el término semidtica como equivalente de semiologia para atenes- nos i a carta consttutiva dela lnerational Association for Seriotc Sluies- Assocation Intematonale de ‘Sémiotiqe, 1969. En cambio, cuando hagamos referencia las concepciones de los diferentes esudiosos de ‘sta diciplina mantendremos ns denomminaciones que ellos mismos ivan empleado. © Prieo,L.*Semiologia de la connataci6n” en: Pertinencia y Préctica, Barcelona, Gustavo Gili; 1977. pp 59473 Hy ~SESEEREDELELULELLUELELLLLLLULELELELULULLLULELILILILS Para Saussure, cl signo es una entidad psiquica de dos caras intima y recipro- camente ligadas: el significante o “imagen actistica” y el significado 0 concep- to; esta uniGn es arbitraria, es decir, no motivada por ninguna raz6n natural 0 l6gica. El valor del signo -dado que la lengua es, antes que nada un sistema surge de su ubicacién en una estructura de relaciones binarias: | En la lengua s6lo hay diferencias; [..] un sistema lingiistico es una serie de diferencias de sonidos combinadas con una serie de diferen- sp] _ ins de ideas; este enfrentamiento de cierto nimero de signos acts ‘con otros tantos recortes realizados en Ia masa del pensamiento engen- | aun sistema de valores; y este sistema constituye el vinculo efectivo ‘entre los elementos fénicos y psiquicos en el interior de cada signo”. Para Saussure, este sistema de valores evoluciona en el tiempo (diacrénicamente) bajo el efecto de una “fuerza social” ya que la lengua, “parte social del lenguaje” - por contraposici6n al habla, que serfa individual- “s6lo existe en virtud de una espe- Cie de contrato entre los miembros de la comunidad”. El formalismo que da origen a la semistica peirceana, en cambio, es basica- mente triddico: se enenentra constituido por tres elementos que mantienen rel: ciones binarias cuando se los considera de a dos “ignorando” el tercero, pero también -y fundamentalmente- que establecen una relacién tal que uno de ellos resulta de la unién de los otros dos: Un Tercero es algo que siempre pone a un Pimero en relacién con un Segundo. Un Signo es una clase de Tercero. {..J Defino al Signo como algo que es determinado en su calidad de tal por otra cosa, llamada su Objeto, y de modo tal que determina un efecto. una persona, efecto que llamo su Interpretante; vale decir que este tiltimo es determinado por el signo en forma mediata. [..] Un signo =s algo que esté en relaci6n con su objeto, por una parte, y con su interpretant, ® Saussure, F. Curso de Lingiatice General, Buenos Aires, Losada; 1961 21 Saussure, F. Curso de Lingitstien General. Buenos Aires, Lasada; 1961. Desde la perspectiva, que abordamos aqui. imparta seal que la conceptualizacin saussureana de los hechos de lengua sélo hace intervenir la sociedad desl afters del modelo, a modo de una fuerza que la modifica sin alter su caracieristicasformates; seguimos las consideracianes iniciadas por Bajtin (Estética de ta ereacién ‘verbal, México. Siglo XXI: 1985) y Voloshinoy (Et signa ideoldgico y lo ilesofia del lenguaje, Buenos Ales. Nueva Vision; 1976) en la década de 1920, sen las cuales ta dimensidn social cs constitiva ce Ja lengua y que. por lo tanto, debe ser itegrada en todo intento formalizado de deseripeién. La idea sanssureana de “contiato” ene ls indviduos hablantes, del mismo modo que el concepto de la lengua ‘cama “tesor0 deposited por a prictica del habla en Tos Sujetos que pertenecen ala misma comunidad". ‘culta les determinaciones sociales que implican enormes desigualdades en la adquisiciGn dela lengua. (Bouidieu, P. Que significa hablar? . Madtid, Akal; 1965) B23 por otra, de modo tal que coloca al interpretante en relacién con el objeto, siendo esa relacién correspondiente a la que el signo tiene con el mismo objeto™ Es necesario que aceptemos, entonces, el carécter necesariamente complejo y polémico que implica cualquier tentativa de delimitacién y organizacién del cam- 5] po semiético. EI signo lingiistico ocupa un lugar tan importante -tanto por st posicién en el campo semiético como desde el punto de vista hist6rico- que para - | algunos autores la existencia de la semidtica estarfa supeditada a la dela lingifstica: Asi, la semiolog(a esta qui2a destinada a absorberse en una trans- lingiéstica, cuya materia ser yael mito, el relato, el articulo periodistico, en una palabra, todos los conjuntos significantes cuya materia prima es el lenguaje articulado, ya los objetos de nuestra civilizacién en la medida en que son hablados (a través de la prensa, el catélogo, el reportaje, la conver sacién y quizé el lenguaje interior mismo, de orden fantasmético). En summa, es necesario admitir desde ahora la posibilidad de invertir algdin dia la proposicién de Saussure: la lingiifstica no es una parte, ni siquiera privile- giada, de la ciencia general de los signos; ¢: Ja semiologia la que es una parte de la lingistica, precisamente esa'parce que se harfa cargo de las grandes unidades significantes de\ discurso™ Aqui preferimos ser cauitelosos: si adoptamc:‘el punto de vista de la sociolo- * gfa de la ciencia deberemos admitir que la scmiética, en tanto disciplina, se encuentra atin en proceso de constitucién y esto, no sélo por la diferencia origi- nal en cuanto a la concepcién del signo, sino también porque la comunidad cientifica no ha alcanzado todavia un acuerdo respecto de un objeto de conoci- ‘miento que permita unificar las probleméticas. Las principales concepciones que resullan opuestas en cuanto a la considera~ cién del objeto de la semiética son las siguientes: -La concepcién que proviene del desarrollo de Jos planteos saussureanos y Peitce, Ch. Lat Ciencia dle fa Semiética, Buenos Aires, Nueva Visién; 1974; pp. 92-93. Consideramos posible eer al larga de In complejay ascura obra de Peirce una consideracén dialéctica de los fendime~ ‘os de signitieaciGn, Atender a dichosfenémenos implica dialectizar ls relaciones binarias que mantie= ‘en Ios elementos opuests,sittarlos en la Fistoria de la sociedad para articularios con as paticularida~ es de Ia experiencia. En el plano formal, la trada aparece como el instrumento que permite resolver dlialécticamente las antinomias de los modelos binarios. ® Barthes, R: Bremond, C...Todorov, T.y Metz, C. La Semiologia. Buenos Aires, Tiempo Contemporéneo, 1974, Le edicién original, ue data de 1964, incluye el aticulo Blementos de semiotogia, sin duda el mis influyente dentro de Ia concepeién semiolingistica 4 sak ll aes coe ak a ie ae a

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