"Y si de verdad eres capaz de verme tras mi crcel es que tu persona es

realmente afortunada. [...] Porque, aunque no encuentre razones, sigo

cerrando puertas y ventanas. Sigo temindolo todo: por seguridad, por
inseguridad.

Como aquel que prefiere dormir mil horas y despertar en un mundo distinto.
Como aquel que huye hacia el silencio y no quiere ser odo.
Como aquel que no habla y mira al infinito, buscando un lugar desconocido.

He aprendido que 'yo' no significa 'nosotros' y que mi sonrisa no significa

futuro. He aprendido que el dolor es permanente, que recordar es dar un paseo
en chubasquero por el corazn. He mirado a los ojos de la completa perdicin
solamente para no tener que perderme en otros. He aprendido a callar, mirar,
luchar, asumir y continuar.
He aprendido tanto... que jams abrira ninguna de mis puertas. Y el tiempo las
convertir en muros de bisagras oxidadas: speras, robustas, fijas.

Considera tu existencia afortunada si eres capaz de verme tras los muros,

porque incluso el tiempo que tienes para hacerlo cuenta en negativo en m: no
me queda tiempo para existir en la vida de nadie ms, ni esfuerzo ni ganas ni
deseos.
Y no hay tanque ni ariete que me haga cambiar de parecer."

Colg el telfono.
Colgaron lgrimas.
Fin de la cita.