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Mateo 9:16 Nadie pone remiendo de pao nuevo en vestido viejo; porque tal

remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.


La vida cristiana no puede vivirse dentro de las formas viejas de la ley. La Biblia
habla de un nuevo nacimiento y eso precisa conversin del corazn.

Un parche, medio tapa el pecado, pero, se sigue notando el pecado. Se precisa


UN CAMBIO! No un remiendo; no un pedazo de tela nueva, sino un vestido
nuevo. O luz o tinieblas; o lo viejo o lo nuevo, es decir, una transformacin del
corazn.
Cuando Dios restaura a alguien, sea una familia, un matrimonio, una persona,
lo que l restaura siempre se mejora, crece, se multiplica y, sobre todo, supera
el estado de "arreglado".
La Biblia explica el producto de nuestra salvacin usando el trmino: nuevas
criaturas. Dios no hace nada remendado, no le pone parche al viejo hombre.
Por medio del nuevo nacimiento, literalmente nos convierte en una nueva
creacin (2 Corintios 5:17)
Segn Pablo, la nueva criatura que Dios hace es tan distinta a la de antes, que
siente los efectos en todas las esferas de su existencia, tanto que dice: "...las
cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas". (2 Corintios 5:17)
Dice en Filipenses 1:6, que: "El que comenz en ustedes la buena obra la
perfeccionara hasta el da de Jesucristo". Jess va a perfeccionar esto que inici
en nosotros el da que llegamos a l.

La palabra dice que la perfeccionar, o sea que va a llevar un tiempo. No dice


inici la buena obra y ya est todo perfecto. No es as; la palabra nos ensea
que
vamos siendo perfeccionados en un tiempo que, sin duda, es Su tiempo.

Cuando nos convertimos a Jesucristo, vamos renunciando a ciertas cosas que


no sabamos que al Seor no le agradaban; renunciamos a confiar en las
prcticas de curar el empacho, tirar el cuerito, y a todas esas cosas que el
Seor abomina.

Pero, qu sucede con las conductas o sentimientos que no podemos controlar,


que quisiramos deponer, pero que no podemos cambiar como: la ira, la

agresin, los malos pensamientos, el estancamiento espiritual, el


autoritarismo, la amargura, las respuestas agresivas u ofensivas, y otros tantos
desatinos.
Hay que esperar. A veces no es fcil, pero hay que esperar. Dejar que el Seor
haga su obra.
Muchas personas no dejan que Dios sea Dios.

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