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LOS MATERIALES DE CONSTRUCCION Die Baumaterialen ee Pe ra Vn, gu de 108 2Qué es més valioso, un kilo de piedra 0 un kilo de oro? La pregun- ta es completamente ridicula, Pero s6lo para el comerciante. El artista responderé: para mi, todos los materiales son igual de La Venus de Milo es igual de valiosa, tanto si estuviera hecha de pie- dra de pavimentar —en Paros pavimentan las calles con mérmol del pais— como de oro, La Madona Sixtina no valdrfa ni un céntimo mas aunque Rafael hubiera mezclado unas libras de oro en los colores. El ji tuviera que fundir la comerciante que tiene que pensar en el ‘Venus de oro o raspar la Madona Sixtina, opinaria, sin duda, de modo completamente distinto. Pero el artista tiene slo una ambicién: dominar de tal modo el material que vuelva independiente su trabajo del valor del material en bruto, Pero nuestros artistas de la construccién desconocen esta ambi Gi6n. Para ellos, un metro cuadrado de muro de granito es mis valioso que uno de mortero. Y; sin embargo, el granito, en sy por si, carece de valor. Esta fuera, en e] campo, cualquiera puede cogerlo, © forma montafias enteras, cordilleras enteras, que s6lo necesitan ser excavadas. Con él se pavit ‘mentan las calles, con él se adoquinan las ciudades. Es la piedra mas comiin, el material més corriente que conocemos. ¥, sin embargo, gn hrabria gente que lo considerarfa nuestro material més valioso? Esta gente dice material y piensa en el trabajo. La fuerza de trabajo humano, habilidad artistica y arte, Porque el granito requiere un gran trabajo para arrancarlo de la montaiia, gran trabajo para transportarlo a su destino, trabajo para darle forma correcta, trabajo para prestarle tun aspecto agradable mediante el pulido y el bruaido. ¥, ante un 146 muro de granito pulido, nuestro corazén experimentaré un respetuio= so estremecimiento, ¢Ante el material? No, ante el trabajo humano. Entonces, cel granito seria mas valioso que el mortero? No se ha dicho esto; ya que una pared con decoracién de estuco de Mi Angel dejarfa en la sombra al muro de granito mejor pulido. No sélo Ja cantidad, sino ta calidad del trabajo realizado cuenta para valorar un objeto. Vivimos en una época en que la cantidad de trabajo tiene prioridad, Porque se deja controlar ficilmente, cualquiera lo advierte inmediata- mente, y no precisa una mirada experimentada ni otro tipo de conoci- miento, Aqui no hay errores. Tantos jornaleros han trabajado en ello tantas horas por tantas monedas. Eso puede calcularlo cualquiera. Y cualquiera podra entender fi se rodea. Si no, ya no tendrian sentido, iImente el valor de las cosas de las que , sern mis apreciados los materiales que necesiten més tiempo de trabajo. Esto no siempre fue asi. Antes se construfa con los materiales de obtencién més asequibles. En algunos sitios con ladrillo, en otros con piedra, en otros se recubrian los muros con mortero, Los que asi cons- trufan, eno quedaban completamente empequetiecidos ante los arqui- tectos de piedra? 2¥ por qué, pues? A nadie se le ocurria eso. Se tenia una cantera de piedra cercana, entonees se construia con piedra. Pero tuaer piedra desde lejos les parecia més una cuestién de dinero que una cuestiOn de arte. Yen otro tiempo el arte, la calidad del trabajo, se valoraba més que hoy en dia. Epocas semejantes produjeron en el ambito de la arquitectura soberbias fuerzas de la naturaleza. Fischer von Erlach no necesitaba ‘granito para hacerse entender. Gon ari cal y arena, creaba obras {que nos impresionaban tanto como las mejores construcciones hechas con los materiales mas dificiles de trabajar. Su esp! ids vil, Estaba en situacion de dar al polvo plebeyo la nobleza del arte. Un rey en el reino dé los materiales. Pero en el presente no domina el artista sino el jornalero, no domi- na la idea ereadora sino el su sentido. iempo de trabajo. Y también al jornalero 7 se le va arrebatando de las manos lentamente el poder, ya que se ha encontrado alguien que produce el trabajo cuantitativo mejor y mas bara maquina. Pero cualquier tiempo de trabajo, tanto si es de maquina como de coolie, cuesta dinero. :¥ si no se tiene dinero? Entonces se empieza a fingir el tiempo de trabajo, a imitar el material E] respeto a la cantidad de trabajo es el enemigo mas te tient industria, Ya que trae como consecuencia la imitacién. Pues la imitacién ha desmoralizado a una gran parte de nuestra industria. De ella se ha borrado todo orgullo y espiritu de oficio manual. «Impre- sor, ede qué eres capaz?» —«Yo sé imprimir de tal forma que parece litografiado.» —e¥ ti, litégrafo, ade qué eres capaz?» —«Yo sé litogra- fiar como si fuera impreso.» —«Ebanista, cde qué eres capaz?» —«Sé tallar ornamentos tan ligeros que parece como si los hubiera hecho el estucador» —«Bstucador, zde qué eres capaz?» —

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