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Una vez, no hace mucho, existi un hombre que crea no tener alma. Las
lenguas que escupen cido as se lo haban hecho creer y l, mirndose para
adentro, lo haba confirmado pues no hall ms que una especie de trozo de
alma con la recortada silueta de su enjuto cuerpo.
Dios mo! exclam. Es un desastre! Slo tengo un trozo de alma!
Empez a pensar con desesperacin, tratando de recordar si haba visto
alguna vez su alma completa, pero no obtuvo conclusin alguna. Su mente se
hallaba embotada por la angustia. Tal era su angustia que comenz a buscar el
resto de su alma por toda al casa, revolvindolo todo en su desesperacin. No
debiera hacer caso a las lenguas que escupen cido pensaba, con lo
tranquilo que viva sin saber que tan slo tena un trozo de alma. Revolvi el
contenido de armarios y cajones sin encontrar nada. Antes de saberlo, un trozo
era suficiente, pero ahora que lo s... me siento incompleto. Rebusc entre los
cacharros de la cocina ponindolo todo patas arriba, pero ni rastro de su alma.
Finalmente, de forma impulsiva, tras dejar la casa hecha un buen lo, sali a
buscar a la calle.
A lo mejor la perd no hace mucho y an puedo encontrarla se dijo.
Tendr que estar en algn sitio!
Recorri todas las calles aledaas a su vivienda, revisando con sumo
cuidado cada oscuro rincn. Rebusc en las papeleras y en las tiendas donde
haba entrado recientemente. Tom, sin necesitarlo, autobuses y taxis, esperando
encontrar el resto de su alma olvidada bajo algn asiento. Todo fue en vano. Su
alma pareca haberse esfumado como por arte de magia.
Fue entonces cuando comenz a sentirse tremendamente cansado y decidi
marcharse a dormir confiado de que su suerte cambiara al da siguiente. Apenas
en
personas
vivas
muertas,
cercanas
lejanas,
conocidas
desconocidas, amadas y odiadas. Hall todas y cada una de las partes que, como
empujados por fuerzas magnticas, terminaron por unirse en una gran unidad
inabarcable cuyo cegador brillo sali a travs de los ojos de la muchacha
aturdiendo al hombre de tal manera que qued dormido dentro de su propio
sueo, soando que dorma.
A la maana siguiente, despert y una sonrisa se dibujaba en su boca sin
motivo aparente. Record haber tenido uno de esos sueos extraamente
agradables e intent, sin xito, recobrar su contenido. Entonces, se mir hacia
adentro encontrando tal fulgor que le hizo apartar la vista y comenz a recordar...