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Borges y el minotauro

An cuando nos podemos compadecer de la figura del minotauro, por sus


caractersticas amorfas, por su intrnseca soledad, hay que pensar que siempre ha
sido y ser un monstruo, un ser distinto pero similar, como el fondo mismo de los
hombres que es tan dismil, pero l, lo es fsicamente, un deforme!, en sta
diferenciacin lo vemos pattico con su cara estpida y triste de vaca que a los
hombres conmueve, esa otra mitad humana el cuerpo que por un lado nos
recuerda la debilidad y fragilidad de este, ante el faltante cuerpo imponente de un
toro, de nuevo nos compadecemos, por otro nos reconocemos incluso iguales,
nos identificamos y de ese sentimiento humano nos damos cuenta que todos
estamos sujetos a las desgracias, agradecemos y nos volvemos a compadecer.

Ah! Pero Borges no, Borges se da cuenta qu el no es como nosotros, terrible es,
un monstruo en su modestia, en su egolatra; no en vano fue una reina mi madre;
no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera. Un ser
pensante, libre y listo, que al no poderse reconocer en otro, no reconoce sus
errores en l, se cree nico, lo humano no le agobia; No me interesa lo que un
hombre pueda trasmitir a otros hombres, tan especial se siente, que se compara
con l sol dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el
intrincado sol; abajo, Asterin. Quiz yo he creado las estrellas y el sol la enorme
casa, pero ya no me acuerdo.

As es cuando entendemos qu tambin se cree creador de todo del infinito de lo


14 veces todo su hogar es creacin y el crea, l es el eterno retorno, la serpiente
que muerde su cola, el eterno sacrificio, el sacrificio liberador, la pase mgico del
9, y l como un Jess en la cruz es un redentor al igual que su sacerdote Teseo,
con esto: El sol de la maana reverber en la espada de bronce. Ya no quedaba ni
un vestigio de sangre. El minotauro apenas se defendi.

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