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Otto| es un rinaceronte| Oe Lund Kikegoard Topper escvertra un ptt extrortinaro y ines Gracoraé ere otras) Vp yc ‘sujsur esome moc far Ot on (eiespoens ce Nema Apes ceatenpona tet Siualones comics iesperads 7 cata pues rocerte cree te Ln eegoor nce 10 2 ‘orn Camara Une eee: ws esos ve ded 2 fo crac Ite He ees namrese: goes ova, thew, oad eee rns oie yn cn pc SUGAR (@}uxe) es un rinoceronte Cord Otto es un rinoceronte Ole Lund Kirkegaard ALEAGUARA. & - Capitulo 1 . EH nose labs Topper no puede deci que fra muy Reman Su plo ene colorado yeaa fo a como cher ond ca tan rio y dro que, ara que ever un Poco praca, a made tna que pet ino on un il, “enlace de pees y los diets de arb csv le expan aia boce “Topper viva en ans cara de color tool del ma La cat ro rs grande y vi y cna la de pests tnd eel moyen Ene inven habla ratne en séran yearn sh la chimenen Bi veo del tol exe estaba e- de gene ni pon gue con de a ado para ove A Topper le gustaba mucho aque- Ila casa grande y roja, y cuando volvia de la escuela siempre le decta: Hola, casat, hace buen dia, zeh? ronces le parecta que la casa se alegraba, todo lo que se puede alegrar tuna casa sin que se abran grietas en las paredes. En el dltimo piso, debajo del teja do, vivia el portero, Sr. Holm. EL Sr. Holm caidaba: de la casa y crataba que la gente lo pasara bien © hic Fumaba en una pipa pequena, re- torcida como un gancho, y sabfa contar historias de miedo, de faneasmas, de bru- jas y de canfbales hasta hacer temblar. EI Sr. Holm era bajito. gordo y muy amable y tenfa el bigote blanco. EL Sr, Holm no era cantbal y comia cosas tan normales como carne, sardinas fritas, pan y algunas veces flan de chocolate. ‘Ala pipa fa llamaba calientanariz, y solamente Ia sacaba de la boca para Contar historias de miedo y para comer. qJ Seguro que por las noches duer- me con la pipa puesta —Ie dijo una ver Topper a Viggo. Viggo era el amigo de Topper. —No —dijo Viggo—. Mi padre dice que no se puede dormir con a pipa, porque entonces se cae todo el tabaco en la cama y mi padre es muy inteligente y lo sabe todo. Pero Topper pensaba que el Sr. Holm saba mucho mas y decidié que le preguncaria eso de la pipa sin que se enteraran Viggo ni su padre que era tan inteligente. EL padte inteligente de Viggo se amaba Leén y tenia un café en el primer piso de la casa roja; se Ilamaba CAFE LA PESCADILLA AZUL, y todas las rardes estaba leno de pescadores y marineros 4que iban alli a comer guiso de carne, a fu- ‘mar y a beber vino. Topper vivia en el piso intermedio de Ia cass raja Topper vivla con su madre, que era pescadora y vendia pescado en el mercado, ON al otro lado del puerto, La madre de Top: per eantaba tan fuerte que hacis cemblar todas las ventanas, y los peces saltaban asustados. El padre de Topper era marinero, navegaba por los siete mares y solamente venia a casa una vez al ano. En fa escuela, Topper le contaba a la profesora y a los otros nifios cosas de su padre, —Mi padre —dijo Topper un dis— es un marinero auténtico, navega cen alta mar y tiene dentadusa postiza. Qué es dentadura postiza? —preguntaron los otras nifios. Bueno —dijo la maestra po- nigndose las gafas—. Una dentadura et postiza cuando se pueden quitar y poner los dientes de la boca. Caray! —dijeron los otros ni os—, ;Puede tu padre quitarse los dien- es de la boca? —Claro que sf —dijo Topper po- nigndose muy orgulloso—. Una vez que habia tormenta en el may, se los sacé para mirarlos un ratico y PLOP, se le cayeron ten medio de las olas y desaparecier —jOh! —dijeron los otros. ni fos—. zHicieron PLOP? dijo Topper—. Un aurén- tico PLOP y entonces ya ne uve mis dientes y durante mucho tiempo se cuvo que conformar comiendo sélo sopas y papilla. —Aggg —dijeron algunos—. no podia ser muy agradable para él —No —dijo Topper—. Fue tern ble y al final, del disgusto, agarré la Fiebre amatills. —Jestis! —dijo la macstra— pAgarré la fiebre amarrll “Si que la agarrs, y ademds una muy gorda; pero ahora ya esta bien y en ver de ficbre amarilla agarré una mujer cen cada puerto —dijo Topper. ‘Alla macstra casi se le cayeron lor anteojos. —Bien —dije—. Ahora vamos a escribir y ya oiremos mas cosas del padre de ‘Topper otro dia. Los nifios tomaron sus cuadernos y s© pusicron a escribir todo lo bien que podian. Pero pensaban mucho en el padre de Tapper y en sus extranos dientes que se podfan quicar de la boca. Todos descaban poderlo ver bien cuando volviera a casa desde alea mar. ‘También vivia en Ia gran cass roja luna sefiora mayor. Se Ilamaba Sra. Flora y cenfa una ry trompeta de oft, dorada y larga, porque ra muy sorda, ‘Su balcén estaba leno de enormes macetas con flores y jaulas con pajaritos verdes “Las flores son lo mis bonito que existe —e dijo un dia al St Holm cuando baja por Ia escalera para barter la calle. sf, es cierto —dijo el St. Hole tomando si calientanaria—, No hay ma- dda mejor que las flores, solamente una ta aa de cafe :Cmo dice? —pregunts la Sra Flora metiéndose la tromperila en la ore- jay volviéndola hacia el Se. Holm. CAFE —grité el St. Holm, iA, shel café también ests ‘muy bueno —dijo la Sta. Flora—. Quie~ re tomar usted una taza de ea, Sr. Holm? El Se. Holm acepté. Sh, muchas gracias —dijo—. Si no es abusar demasiado. —Demasiado? —dijo la Sra. Flo. ra sonriendo—. No, no tenga miedo que no le daré demasiado. 1s Asi hablaban el Sr, Holm y la Sra Flora, de evando en cuando, de flores y de café: en el fondo al Sr. Holm eso le gustaba, Casi todos los dias se sentaban el St. Holm y a Sra. Flora en el baled, en tre flores y pajaritos,felices, mieneras to- ‘maban café. —Un hombre atractivo como us ted, Sr. Holm —dijo la Sra, Flors—. Un hhombre atractivo como usted debia bus- arse una mujer. —Si —dljo el Se. Holm—. Usted 1 yo casados, no estarfamos mal ‘MAL —dijo la Sra. Flora olien- do la eafeters—. :Cree usted que mi café tiene mal sabor?, no es posible, mi queri- ddo portero,es café de Java. —Mmm —dijo el Se Holm un poco avergonzado. Bien, salud, Sea, Flora Pero estaba pensando: Un dia le cscrbit€ una cares y en esa carta le voy a decir asf: CASESE CONMIGO, DULCI- SIMA SENORA FLORA. Una carta ast tiene que entenderla esa dulce sefora Asi era la vida on Ia gran casa roja de la oilla del mar y asf era la gente que vivia en ella YY ahora ya es hora de contar una cosa muy rara que pasé precisamente all 2 Capialo2 Topper era coleccionista Coleccionaba de todo, pero prin cipalmente coleccionaba cosas pequefas de esas que se pueden meter en el bolsi= lo, para darselas a sus amigos En invieeno nos encontraban ‘muchas, pero el verano ers Ia mejor épo- ‘a para lor coleccionistas, En el verano Topper enconcraba pajarios, tapas de borellas ypiedras blaness “También encontrabs escarsbajos de alas azul, gusanos verdes... y una ver cenconté un cochecito de nifio, de tree redas, todo oxidado, El earticoche fu una de las mojo res cosas que enconts6 aquel verano. Topper y Viggo le llamaban TEM. BLEQUE y se turmaban pata levarse el tuno al otra hasta Ia escuela, Pero un dis que Topper Hlevaba a Viggo em el catricoche, vio a. su novia, pongue, vode hay que decislo, Topper ee ‘Se lamaba Sille y era muy bonica Hola, Sille —gricé Topper ba: ciendo sefas con las manos para que se fi Jara en cl sHas vieto of TEMBLEQUE? {Que TEMBLEQUE? —pre gunté Sle, acercindose rapidamente en Sh peaueia biciclers amarilla, TEMBLEQUE es nuestro carri coche —dijo Topper sefiakindolo con el Sede. Testes — tie Sle i slajaree Yo novo ningin carricoche “FEM: BLeQUE, Bute —ijo Tapper muy soxprendido~ Es posible que no. nT te dio I vucka para aegule cmpujande a TEMALEQUE, poto del cx coche oe babe al este SOiue rarons pened Topper clean do porn wrar paren, aSeguro ques marché solo «la cctla con Viggo” ‘cha 2 andes y no hablar andado tmucho cuando ey6 unm vox tay enojada govipriabe darts do un sare ‘mero? deca la von enojada— Un carvicache en medio de lat flores, cn rol vida vi coms igual y ademés con tn nino dentro. Silt rmurmuraba te von de Viggo devde dovrée de las sarene “iGeme demonlor vinite 2 pa- tar en medio de las Hones? grit la wo —jOh! —dijo Viggo—. Pasando a craves dclsarel —Eso es lo mis descarado que of —erits la vor enojada—. Voy a decirte algo, esto no es un sitio para jugar, ‘No —murmuré Viggo—. Ya lo sé —Esto —grits la vor enojada— es un jardin muy bien euidado y muy bonito. —S —dijo Viggo—. ¥ me gusta- tla salir de aqui corriendo. —Cortiendo —grté la vor—. Di jiste cortiendo, entonees acércate, amiguito, «Qué raro>, pensé Tapper. «Ahora le tlama amiguito. y uno no debe gritarle sus amigos...» Pero Topper no pudo seguir pen- sando mucho en eso de los amigos, porque de repente aparecié Viggo volando sobre el zaraal y detris de él TEMBLEQUE, {U8 —dijo Viego. —Te lastimaste dijo Topper y le ayudé a ponerse en pie. —jUR —dijo Viggo. Por qué soleaste el carricoche? ‘Topper se rascé su pelo oxidado. —Pues —dijo Viggo—. Verds, pa- s2 que Sille venta por alll y entonces eret que tenia que saludarla, y asf — Claro! —dijo Viggo quitindose las espinas del pantalén—. Fso es lo que pasa con esas conterfas del amor, pero de ahora cn adelante seré yo solamente cl ‘que empuje 2 TEMBLEQUE, ‘Bueno —dijo Topper—. Esti bien. A Topper le parecia muy bien ese arreglo y pensé que, después de todo, eso del amor en el fondo no era tanta tonteria abes una cosa, Viggo? —dijo Topper—. Ta también tienes que encon- —jBah! —dijo Viggo tragando sa liva—. Ti estés loco, —Si dijo Topper—. ;Quiaist Y se sent6 todo comodo en TEM- BLEQUE, el carricoche, soltando un par de pitides fi —:Qué haces? —pregunts Viggo, tun poco asustado, parando el carricoche. -Silho —dijo Tapper sonriendo muy complacide—. Estoy silbando, ami- guito. ” Capitulo 3 . Si El carricoche TEMBLEQUE fue un buen hallazgo. Por lo menos para Topper. No tenia nada en contra de que Viggo prefiriera empujar a TEMBLEQUE, y todos los dias Topper se sentaba en el ceatticoche y silbaba. Y algunas veces, si tenia suerte, sa- ludaba a sit novia Sille cuando pasaba en su biciclera amarilla Y entonces llegaron las vacaciones de verano. La profesora cerré la puerta de Ia escuela y puso un letrero, El letrero decia ‘Bueno —dijo Topper rascindose sat pelo oxidado—. (Qué pena! °F Que val “dijo Viggo muy con tearo—, Creo que tenemos suerte Y¥ se fueron au casa s pasa las va caciones de verano, ero doe dias mis tarde, Topper cencontrd algo que era ain mejor que a carticache. Era un Lapiz, “Topper lo encontr6 a Ia orilla del mat, por'la mafiana remprano, cuando iba acompafiando a su madre al mercado donde canaba y vendia pescado. Era solamente un troz de ipiz pequetio, de exon uc usan lox cagpinteros Euando tienen que marcar la madera, “= Caray! —dijo Topper mesiendo a tr0r0 de lipiz en a bolsllo—. Por lo Visto soy un tipo con suerte. Un lapiz asi ts lo que esnuve deseando siempre ana 6 4 continuacion Topper sigaié andando, con le mano meta en et bolle donde cenia el pir y cuando liege a la pared de accis del slimacén de pescado, ve par ‘hey Jen petads ecto sodas parce, sSepuo que un lapie ss exe Bice. Creo que voy a escribir algo en fa pated, algo bonito delicadon. Esruve pensando an rro alga que fuera, ala vex, bonito deliado para ex celbi en tuna pared Y cere Sikle te Amo Flume, pensé,

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