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BIBLIOTECA DEL PENSAMIENTO SOCIALISTA ELEMENTOS FUNDAMENTALES PARA LA CRITICA DE LA ECONOMIA POLITICA (GRUNDRISSE) 18571858 2 KARL MARX > siglo veintiuno editores (I.] EL CAPITULO DEL CAPITAL (continuacién) Circulacién del capital y circulacién del dinero. valor en cuanto supuesto presente dentro de cada capital individual (ins- trumento, etc.).— EI proceso de produccién y el proceso de cireulacién, momentos de Ia circulacién. — La productividad en los diversos capitales (ramas de la industria) condiciona la de cada capital. — Tiempo de circulacién, La velocidad de la circu- lacion suple 1a masa del capital. Dependencia recfproca de los capitales en la velocidad de su circulacién. La circulacién, mo- mento de la produccién. Proceso de produccién y su duracién, Transformacion del producto en dinero. Duracién de esta ope- ‘acién. Reconversién del dinero en las condiciones de produc- cién. Intercambio de una parte del capital por trabajo vi- vo. ~ Costos de transporte. La circulaci6n del dinero partia de una infinita multitud de puntos y retornaba a una infinita multitud de puntos. El punto de retorno en modo alguno estaba puesto como punto de partida. En la circulacion del capital el punto de partida estd puesto como punto de retorno y el punto de retorno como punto de partida. El capitalista mismo es el punto de partida y el de retorno. Intercambia dinero por las condi- ciones de produccién, produce, valoriza el producto, esto es, lo transforma en dinero y entonces recomienza el proceso. La circulacion del dinero, considerada en si misma, se extingue ariamente en el dinero en cuanto objeto inmovil. La circulacién del capital se reinicia constantemente por si mis- ma, se escinde en sus diversos momentos, es un perpetuum mobile. La fijacion del precio en la circulacion monetaria era puramente formal, por cuanto el valor estd presupuesto inde- pendientemente de la circulacién monetaria. La circulacion del capital pone el precio, no solo formalmente, sino de ma- nera real, en cuanto pone el valor. Alli donde éste mismo se presenta como supuesto en la circulacién del capital, ello sélo puede ocurrir en cuanto valor puesto por otro capital. La circulacion monetaria sigue una trayectoria que ya ha sido medida, y las circunstancias que la aceleran o retardan son impulsos externos. En su circulacion, el capital se amplia a si mismo y. a su trayectoria, y la velocidad o lentitud de la circulacién constituye un momento inmanente de la misma. {416] 4 El Capital — Cuaderno V El capital se modifica cualitativamente en la circulacién, y la totalidad de los momentos de su circulaci6n son momentos de su produccién: tanto de su reproduccién como de su pro- ducci6n inicial. {{Hemos visto como al término del segundo ciclo, o sea el del plusvalor que se ha valorizado como pluscapital, se disipa la ilusion de que el capitalista intercambiaba con el obrero otra cosa que no fuera una parte del propio trabajo objeti- vado de éste. En el seno del modo de produccién fundado ya sobre el capital mismo, la parte de éste que representa las materias primas y el instrumento se le aparece a cada capital individual como un valor que le esta presupuesto, y que asi- mismo est4 presupuesto al trabajo vivo comprado por el capi- tal. Estos dos rubros se resuelven como puestos por un capi- tal ajeno, o sea nuevamente por el capital, sdlo que otro capital. Lo que para un capitalista es materia prima, es el producto de otro. Lo que para uno es producto, para el otro es materia prima. El instrumento de uno es el producto del otro, y puede incluso servir como materia prima para la pro- duccién de otro instrumento. Aquello, pues, que en el capital individual aparecia como supuesto y que denominamos valor constante, no es otra cosa que la presuposicién del capital por el capital, de manera que los capitales en las diversas ramas de la industria se ponen alternativamente como supues- to y condicién. Cada capital, considerado en si mismo, se resuelye en trabajo muerto? que como valor se ha vuelto aut6nomo frente al trabajo vivo. En Ultima instancia ningin capital contiene otra cosa que trabajo, si hacemos salvedad de la materia natural, carente de valor. La introduccion, aqui, de muchos capitales, no debe perturbar nuestro anilisis. La rela- cién entre los muchos capitales, antes bien, se aclarard luego que hayamos considerado lo que todos tienen en comun: ser capital. ]] La circulacién del capital es al mismo tiempo su devenir, su crecimiento, su proceso vital. Si algo habria de ser compa- rado a la circulacién de la sangre, ese algo no seria la circula- cién formal del dinero, sino la del capital, lena de contenido. Si la circulacion presupone en todos los puntos la pro- duccién —y la circulacién lo es de productos (tratese de dine- @ En el manuscrito, “lebendige’”’ (“vivo”) en lugar de “tote” Circulacion del capital y circulacién del dinero we ro o mercancia), los cuales derivan indefectiblemente del pro- ceso de produccién que es el proceso mismo del capital—, la circulacion monetaria misma se presenta ahora como determi- nada por la circulacién del capital, mientras que anterior- mente parecia estar junto al proceso de produccién. Volve- remos a ocuparnos de este punto. Si consideramos ahora la circulacién o giro del capital como un todo, dentro de la misma aparecen como las dos grandes diferenciaciones, dos momentos, el proceso de pro- duccién y la circulacién misma, ambos como momentos de la circulacion del capital. La mayor o menor permanencia del capital dentro de la esfera del proceso productivo depende de las condiciones tecnoldgicas de aquél, y el quedarse dentro de esta fase —por distinta que tenga que ser la duracién segin el tipo de la produccién, su objeto, etc.— coincide directamente con el desarrollo de las fuerzas productivas. La duracién no es aqui otra cosa que el tiempo de trabajo necesario para la claboracién del producto (j falso!)? . Cuanto mas reducido sea este tiempo de trabajo, tanto mayor sera, como hemos visto, cl plusvalor relativo. Decir que para una cantidad dada de productos se requiere menos tiempo de trabajo, equivale a decir que en un tiempo dado de trabajo se pueden preparar més productos acabados. Para un cuanto determinado de ca- pital, la reduccién del tiempo durante el cual permanece en el proceso de produccion y se sustrae a la verdadera circula- ci6n y esté embarked®, coincide con la reduccién del tiempo de trabajo necesario para la elaboracion de un producto —con cl desarrollo de las fuerzas productivas, por el empleo ya sea de las fuerzas naturales, de la maquinaria, como de las fuer- zas naturales del trabajo social—, con la aglomeracién de los obreros, Ja combinacién y division del trabajo. Desde este punto de vista parece, pues, que no se afiade ning’n momen- to nuevo. No obstante, si se tiene en cuenta que con respec- to al capital individual la parte del mismo que constituye la materia prima y el instrumento (medio del trabajo) es el pro- ducto de un capital ajeno, se aprecia que la velocidad con que puede renovarse el proceso de produccion esta deter- minada asimismo por el desarrollo de las fuerzas productivas en todas las demas ramas de la industria. Esto resultara meri- En el manuscrito, “jfalsch! ” (“‘jfalso! ”) es una anotacién posterior.- P Lite- ralmente, embarcado, 0 sea comprometido [417] laze] 6 El Capital ~ Cuaderno V dianamente claro si imaginamos que un mismo capital produ- ce sus materias primas, sus instrumentos y sus productos aca- bados. Si se supone la existencia de diversos capitales, la mayor O menor permanencia del capital en la fase del proce- so productivo se convierte en un momento de la circulacién. Sin embargo, aqui no tenemos que ocuparnos ain de los muchos capitales. Este momento no viene aqui al caso. El segundo momento es el lapso que transcurre desde el capital ya transformado en producto [hasta] su transfor- macién en dinero. De la velocidad con que se recorre este lapso, o de su duracion, depende evidentemente la cantidad de veces que, en un tiempo dado, el capital puede reco- menzar el proceso de produccién, la autovalorizacion. Supon- gamos que un capital —digamos que originariamente de 100 taleros— ejecuta 4 giros en un afio; que la ganancia sea cada vez del 5% de sf mismo; si el nuevo valor no se capitaliza a su vez, es lo mismo que si un capital de una masa 4 veces mayor, digamos de 400, realiza con la misma tasa porcentual un solo giro en un afio; en cada caso, 20 tdleros*. A igualdad de todas las demas condiciones de produccion, pues, la velo- cidad de la circulacion suple la masa del capital. Del mismo modo, si un valor 4 veces menor se realiza 4 veces como capital en el mismo perfodo en que un valor 4 veces mayor solo se realiza una vez como capital, la ganancia —la produc- cién de plusvalia— por parte del capital menor sera tan gran- de —por lo menos tan grande—, como por parte del mayor. Decimos que por lo menos. Puede ser mayor, ya que es posi- ble emplear nuevamente como pluscapital el plusvalor mismo. Supongamos, a modo de ejemplo, que en un capital de 100 el beneficio (por razones de calculo anticipamos aqui esta forma de la plusvalfa) es cada vez de 10%, sea cual sea la frecuencia de la rotacién. Tendriamos entonces que al térmi- no de los primeros 3 meses seria de 110; de los segundos, 121; de los terceros 135 1/10 y de la ultima rotacion 148 61/100, mientras que en el caso de un capital de 400 co. una rotacion anual seria sdlo de 440. En el primer caso la ganancia es= 48 61/1004; en el segundo es sdlo=40. (Que el supuesto sea falso, por cuanto el capital en cada amplia- En ed. 1939, en vez de “20 Tir.” (20 tdleros”) decia “20%".- © En lugar de “135 1/10", deberfa decir “133 1/10".-¢ En lugar de “148 61/100" deberia decir “146 “1/100".- 4 Fn lugar de “48 61/100" deberia decir “46 417100" Circulacién del capital y circulacién del dinero 7 vion no aporta la misma tasa de beneficio, no invalida el ciem plo, ya que aqui no nos incumbe el monto del exceden- lv. sino exclusivamente que en cl primer caso sea mas de 40, como efectivamente lo es.) Ya en la circulacion monetaria nos habfamos encontrado con la ley de la sustitucion de la velocidad por la masa y de la masa por la velocidad. Rige esa ley tanto en la produccién como en la mecanica. Es un pun- to que habraé que tocar nuevamente al analizar la compen- sucion de las tasas de beneficio, de los precios, etc. La cues- {ion que aqui nos interesa es: jno interviene en la determi- nacion del valor un momento que es independiente del tra- hujo. que no deriva directamente de él, sino que dimana de la cireulacion misma? [[Que el crédito compense las diferen- vits en la circulacion del capital es tema que atin no cabe tratar en este lugar. Pero la cuestion misma se plantea aqui, puesto que surge del concepto simple del capital, considerado vn general]]. La circulacion mas frecuente del capital en un perfodo dado se asemeja a la repeticion mds asidua de la vosecha, durante el afio natural, en los pafses del Sur compa- rulos con los nérdicos. Tal como lo sefialamos més arriba, hacemos abstraccion aqui enteramente del tiempo mayor o incnor durante el cual el capital debe permanecer en la fase de produccion, esto es. en el proceso de valorizacion produc- lwo. Asf como el grano en cuanto semilla, puesto en la ticrra. pierde su valor de uso directo, se desvaloriza como valor de uso directo, tenemos que el capital se desvaloriza desde el término del proceso productivo hasta su reconversion en dinero y a partir de éste nuevamente en capital. [[Esta velocidad con la cual el capital, de la forma de dinero, puede convertirse de nuevo en condiciones de produccién —entre las cuales no aparece, a diferencia del caso de la esclavitud, el Wabajador mismo sino el intercambio con él—, depende de la uipilez y continuidad de produccion de los demas capitales que le suministran materia prima e instrumentos, asf como de que haya obreros disponibles: una superpoblacién relativa es, cn tillima instancia, la mejor condicion para el capital. ]] {[De- tando totalmente aparte el proceso de produccién del capital u. la velocidad y continuidad del proceso de produccién b se presenta como un momento que condiciona la reconversion del capital @ cuando éste pasa de la forma de dinero a la de capital industrial. La duracién del proceso de produccién del capital b se presenta, de esta suerte, como un momento en la 1419) {420} 8 £l Capital - Cuaderno V velocidad del proceso de circulacién del capital a. La dura- cion de la fase productiva del uno determina la velocidad de la fase de circulacién del otro. Su simultaneidad es una con- dicién para que no se restrinja la produccién de a; el lanza- miento simultaneo de sus propios elementos, por los cuales él ha de intercambiarse en la produccién y circulacién. Pongamos un ejemplo. En el ultimo tercio del siglo XVIII el proceso de hilado a mano no estaba en condiciones de suministrar, en el volumen requerido, materia prima para los tejidos, 0, lo que es lo mismo, el proceso de hilado no podia hacer que el lino o el algodén recorrieran el proceso de produccion, su transfor- macion en hilado, con la simultaneidad requerida, o sea con una velocidad simultanea. La consecuencia fue el invento de la méquina de hilar, que en el mismo tiempo de trabajo suministraba un producto enormemente mayor 0, lo que es la misma cosa, para el mismo producto requerfa un tiempo de trabajo incomparablemente menor, una permanencia despro- porcionadamente menor en el proceso de hilado. Todos los momentos del capital que aparecen implicitos en él si se le considera segtin su concepto universal, adquieren una realidad autonoma, y se manifiestan, tan sdlo cuando aquél se presen- ta realmente como muchos capitales. Es solamente ahora cuando la viviente organizacion interna, que tiene lugar en el seno de la competencia y gracias a ella, se desarrolla amplia- mente.]] Si consideramos en su totalidad la circulacién del capital, se nos presentan cuatro momentos, o si consideramos los dos grandes momentos del proceso de produccién y del proceso de circulacion como dos momentos, cada uno de los mismos se escinde a su vez en dos: podemos partir ora de la circulacién, ora de la producci6én, Segtin se ha dicho, la circu- lacibn misma es un momento de la produccién, ya que no es sino gracias a ésta que el capital se vuelve capital; la produc- cién no es mds que un momento de la circulacién en la medida en que esta misma se considera como conjunto del proceso de produccién. Los momentos son: I) El proceso real de produccién y su duracion. II) Transformacion del producto en dinero. Duracion de esta operacion. III) Transformacion del dinero, en las proporciones adecuadas, en materia prima, medios de trabajo y trabajo; en suma, en los elementos del capital como productivos. IV) El intercambio de una parte del capital por capacidad viva de trabajo puede considerarse como un momento particular, y debe considerarsele asi, puesto que Cireulacién del capital y circulacién del dinero 9 cl mercado laboral se rige por otras leyes que las del produce market?, etc. Aqui la poblacién es lo esencial; no la absoluta, sino la relativa. Tal como se ha dicho, no tomamos en consi- deracién aqui el momento 1), puesto que coincide en general con las condiciones de la valorizacién. El momento III) solo pucde tenerse en cuenta cuando el anilisis se centra no en el capital en general, sino en muchos capitales. El momento IV) corresponde a la seccién sobre el salario, ete. Aqui hemos de ocuparnos tnicamente del momento II. En la circulacién monetaria se daba s6lo una alternancia formal dcl valor de cambio como dinero y mercancfa. Aqui tenemos el dinero, la mercancia como condicién de la produccion, y por Ultimo el proceso de produccién. Los momentos tienen aquf un contenido bien distinto. La diferencia en la rotacion del capital, tal como aquélla esta puesta en II) —ya que la misma no depende ni de una mayor dificultad en el inter- cambio con el trabajo, ni de un retraso debido a una presen- cia no simultanea de materia prima e instrumento®, ni de la diferente duracién del proceso productivo— sdlo podria de- rivar, pues, de mayores‘ dificultades en la valorizacién. Evi- dentemente, éste no es un caso inmanente, surgido de la rela- cién misma, sino que aqui, donde consideramos el capital en wencral, coincide con lo que hemos dicho de la desvalori- aicibn que al mismo tiempo resulta ser una_valorizacion. Nadie funda una empresa basdndose en que le sera mds dificil que a otra colocar sus productos. Si esto se debiera a que el mercado es menor, no se emplearia un capital mayor —como se ha dado por supuesto— sino menor que en el caso de la empresa con mercado mayor. Pero la dificultad podria tener que ver con /a mayor lejania del mercado en el espacio, y bor consiguiente con un return? mds tardfo. El tiempo mas prolongado que requerfa el capital a para valorizarse, dima- mba aqui de la mayor distancia espacial que debia recorrer, lucgo del proceso de produccién, para intercambiarse como M por D. Pero en el caso, por ejemplo, de un producto fabri- cudo para China, jno se puede considerar que el producto, su proceso de produccién, tan sdlo esta terminado cuando se le pone en el mercado chino? Sus costos de valorizacion @ Mercado de productos,-® En ed. 1939, “Rohstoff und Rohmaterial” (“materia Ima _y material en bruto”) en vez de “Rohstoff und Instrument™.- ¢ En ed. 1939, “pvossen” (“grandes”) en lugar de “gréssren”.- 4 Rendimiento la2a} 10 El Capital - Cuaderno V aumentarian por los costos de transporte de Inglaterra a China. (Aqui no se puede hablar atin de la compensacion por el periodo mds prolongado que el capital ha permanecido improductivo, puesto que para ello deben estar presupuestas las formas secundarias y derivadas de la plusvalia: el interés.) Los costos de producci6én se resolverfan en el tiempo de tra- bajo objetivado en el proceso inmediato de produccion + el tiempo de trabajo contenido en el transporte. El problema actual es ante todo el siguiente: conforme a los. principios que hasta ahora hemos enunciado, jpuede extraerse una plus- valia sobre los costos de transporte? Dejemos a un lado la parte constante del capital consumida en el transporte, barco, carro, etc., y todo lo que se requiere para su utilizacion, puesto que este elemento no aporta nada a la cuestion y es indiferente que se le ponga =0 6 =x. Ahora bien, jes posi- ble que en los costos de transporte haya plustrabajo y, por tanto, que el capital pueda extraer de ellos plusvalor? Se responde facilmente a esto mediante la pregunta: gcudl es el trabajo necesario o el valor en que éste se objetiva? El pro- ducto debe pagar 1) su propio valor de cambio, el trabajo que esté objetivado en él mismo; 2) el plustiempo que el marinero, carretero, etc., emplea en el transporte de aquél. Que consiga o no extraer ese plustiempo depende de la rique- za del pafs al que lleva el producto y de su necesidad, etc., del valor de uso que tenga el producto para ese pais. En la produccion inmediata es claro que todo el plustrabajo que el fabricante hace hacer al obrero significa plusvalor para el pri- mero, puesto que se trata de trabajo objetivado en nuevos valores de uso y que al fabricante nada le ha costado. Pero es evidente que en el transporte no puede emplear al obrero mas tiempo del que el transporte requiere. Si lo hiciera, des- perdiciaria el tiempo de trabajo en lugar de valorizarlo, esto es, en lugar de objetivarlo en un valor de uso. El marinero, el carretero, etc., solo necesitan medio afio de tiempo de trabajo (si es ésta generally? la proporcion del tiempo necesario para la subsistencia) para vivir un afio; el capitalista los emplea un aflo entero y les paga medio. Como el Ultimo carga sobre el valor de los productos transportados un afio entero de tiempo de trabajo, pero paga solamente 1/2, gana una plusvalia de 2 Por lo general Circulacién del capital y circulacién del dinero i 100 % sobre el trabajo necesario. El caso es exactamente igual al de Ja produccion inmediata, y la plusvalia originaria del producto transportado sélo puede obedecer a que no se paga una parte del tiempo de transporte a los obreros, ya que aqucila es plustiempo, esta por encima del trabajo necesario para vivir, El hecho de que a este o aquel producto lo enca- tezcan de tal modo los costos de transporte que no se le pue intercambiar --a causa de la desproporcidn entre el valor del producto y su plusvalia como producto transpor- tado, cualidad que desaparece en él no bien arriba al lugar de destino- en absoluto modifica la cosa. Si un fabricante debie- ta poner en movimiento toda su maquinaria para elaborar { libra de hilado, subiria tanto el valor de esta libra que diticilmente encontraria salida. El encarecimiento de produc- fos extranjeros, asf como su reducido consumo en la Edad Media, obedecen a esta causal. Extraer metales de las minas o {ransportar mercancias al lugar de su consumo; en ambos cusos estamos ante un movimiento en el espacio. El mejora- miento de los medios de transporte y comunicacion cabe asi- mismo en la categoria de! desarrollo de las fuerzas produc- tivus en general. Que pueda depender del valor de los pro- ductos en qué medida éstos pueden absorber los costos de transporte; que ademas sea necesario el transporte masivo para reducir aquellos costos —un buque de 100 toneladas de capacidad puede llevar con los mismos costos de transporte? 2 y 100 toneladas, etc.— y hacer que los medios de comuni- cuci6n sean rentables, etc., nada de esto nos concierne aqui. (Con todo, serd necesario dedicarles a los medios de comuni- vacion una seccién especial, ya que constituyen una forma del capital fixe? que tiene leyes propias de valorizacion.) Si imaginamos un mismo capital que produzca y transporte, ambos actos quedaran incluidos en la produccién inmediata, y la circulacion tal como la habiamos considerado hasta ahora, us decir la transformacién en dinero tan pronto el producto adquiere su forma ultima para el uso, su forma apropiada para circular, solo comenzaria después de llegar a su lugar de destino, El return® diferido de este capitalista —a diferencia ite otro que coloque su producto en la plaza— se resolveria en otra forma de mayor uso de capital fixe, de la cual aun 4@1n cdic. 1939, “Produktionskosten” (‘“costos de produccién") en vez de “ Transportkosten”.- © Capital fijo.- € Retorno; reflujo [422] 1423] 12 El Capital - Cuaderno V no hablamos aqui. Tanto da que A requiera 100 tdleros mds que B de instrumentos o que necesite 100 taleros m4s para llevar su producto? al lugar de destino, el mercado. En ambos casos se utiliza un capital fixe mayor, mds medios de produccién que se consumen en la produccién inmediata. En este respecto, no estariamos aqui ante un case> inmanente; cabria mds bien en el tratamiento de ta diferencia entre ca- pital fixe y capital circulant. Costos de circulacién — Medios de comunicacién y de trans- porte. (Divisién de las ramas de trabajo.) (Asociacién de mu- chos obreros, Fuerza productiva de esta asociacién.) (Coope- racién masiva.) — Condiciones generales de la produccién, a diferencia de las particulares Otro momento se inserta aqui: los costos de circulacién, que no caben en el concepto simple de la circulacion y aun no nos conciernen en absoluto. Los costos de circulacién que derivan de la circulacion como acto econémico —en cuanto relacién de produccién, y no directamente en cuanto momen- to de la produccién, tal como es el caso en los medios de transporte y comunicacién—, no pueden ser tratados antes de enfocar el interés y en particular el crédito. La circulacién, tal como la consideramos [aqui], es un proceso de transfor- maci6n, un proceso cualitativo del valor, tal cual éste se pre- senta en las formas diferentes de dinero, proceso de produc- cin {de valorizacién), producto y reconversién en dinero y pluscapital. [Lo es] en la medida que dentro de ese proceso de transformacién en cuanto tal —en este transito de una determinacién a otra—.se regeneran nuevas determinaciones. Los costos de la circulacion no estén incluidos necesa- tiamente, por ejemplo, en la transicién de producto a dinero. Pueden ser = 0. En la medida, empero, en que la circulacion misma trae aparejados costos, en la medida en que requiere plustrabajo, aparece ella misma como incluida en el proceso de pro- duccién. En este aspecto la circulacion aparece como mo- mento del proceso inmediato de produccién. En la produc- cién orientada directamente al uso y que no intercambia mds 4 En edic, 1939 “Geld” (“dinero”) en lugar de “Produkt”.- » Caso Circulacién del capital y circulacién del dinero 13 que el excedente, los costos de circulacién sdlo afectan el excedente, no el producto principal. Cuanto mds se funda la produccién en el valor de cambio, y por tanto en el inter- cambio, tanto mds importantes se vuelven para ella las condi- ciones fisicas del intercambio: los medios de comunicacion y transporte. El capital, por su naturaleza, tiende a superar toda barrera espacial. Por consiguiente la creacién de las condi- ciones fisicas del intercambio —de los medios de comuni- cacion y de transporte— se convierte para él, y en una medi- da totalmente distinta, en una necesidad: la anulacién del espacio por el tiempo. Por cuanto en los mercados remotos el producto inmediato sélo puede valorizarse masivamente en la medida en que disminuyan los costos de transporte, y por cuanto, de otra parte, los medios de comunicacién y el trans- porte mismo no pueden convertirse en otra cosa que en esfe- ras donde se yaloriza el trabajo puesto en marcha por el capital; por cuanto se opera un tréfico masivo —a través del cual se reintegra mds del trabajo necesario—, la produccién de medios de circulacion y de transporte mds baratos se convier- te en condicion de la produccién fundada en el capital, y por consiguiente éste la leva a cabo. Todo trabajo requerido para lanzar a la circulacién el producto acabado —que tan sdélo se encuentra en circulacién econémica una vez que puede hallar- scle en el mercado— constituye desde el punto de vista del capital una barrera a superar, asf como todo trabajo que se tequiere como condicién del proceso productivo (asf, por ejemplo, los costos que demanda la seguridad del intercambio, cte.). Las vias de navegacién, como caminos que se deslizan o se mueven por sf mismos, [eran] kar éfoxnv4 los caminos de los pueblos de mercaderes. Por lo demas, las vias de comuni- m estuvieron a cargo originariamente de la entidad comu- nitaria, y mas tarde, por largo tiempo, de los gobiernos, como simples deducciones de la produccién; derivan del plus- producto colectivo del pais, pero no constituyen una fuente de su riqueza, esto es, no cubren sus costos de producci6n. Kin las entidades comunitarias asidticas originarias, self-sustain- ing, por un lado no existia necesidad alguna de caminos; por el otro la carencia de los mismos las mantenia firme- mente en su aislamiento y constituye por tanto un momento @ Por excelencia.- Autosuficientes [42a] 14 El Capital - Cuaderno V esencial de su persistencia inalterada (como en la India). La construccion vial mediante prestaciones personales 0, lo que es lo mismo, mediante impuestos, es una transformacién for- zada de parte del plustrabajo o del plusproducto del pais en caminos. Para que el capital singular se haga cargo de esa tarea, esto es, cree aquellas condiciones del proceso de pro- duccién inmediato que quedan fuera del mismo, es necesario que el trabajo se valorice. En el supuesto de que exista determinado camino entre A y B (aqui el terreno no ha de costar nada), el mismo no contiene mds que un determinado cuanto de trabajo. o sea valor. Tanto da que sea el capitalista o el estado el que lo construya. ;El capitalista, pues, gana aqui, ya que genera plustrabajo y por tanto plusvalor? * Por de pronto, apartemos del camino lo que es puzzling’, aquello que deriva de su caracter de capital fixe. Supongamos que el camino pudiera venderse at once, como un traje o una tonelada de hierro, Si la produccién del camino insume, digamos, 12 meses. su valor serd= 12 meses. Si el general standard of labour’ es tal que el trabajador puede vivir, pongamos por caso, de 6 meses de trabajo objetivado, ese trabajador, suponiendo que constru- yese é] todo el camino. habria creado para si un plusvalor de 6 meses de trabajo: o si la comunidad construyera el camino y el trabajador solo quisiera trabajar el tiempo necesario. habria que agregar otro trabajador que estuviera en actividad 6 meses. El capitalista, por el contrario, fuerza a un trabajador a que trabaje 12 meses y le paga6. La parte del valor del camino que contiene su plustrabajo constituye el beneficio del capitalista. La forma real bajo la cual se presenta el pro- ducto no debe perturbar en absoluto la fundamentacion de la teorfa del valor mediante el tiempo de trabajo objetivado. Pero la cuesti6n es, precisamente, si el capitalista puede valo- rizar el camino, y si podria realizar el valor de éste mediante el intercambio. Esta interrogante se plantea, desde luego, en el caso de cada producto, pero cuando se trata de las condi- ciones generales de produccién adopta una forma especial. * Pasaje tachado: “No, sin duda! {De donde, entonces, procede su beneficio? El piblico le paga intereses y beneficio. En la medida en que el camino le facilita a la produccién el intercambio, es una fuerza produc- tiva, no un valor, =valor de uso para el acto de la produccion” ? Nebuloso, desconcertante.- © De inmediato.- © Nivel general del abajo La circulacién del capital y la circulacién det dinero IS Supongamos que el valor del camino no se valoriza. Se le construye igual, no obstante, porque constituye un valor de uso necesario. ~Como se plantea entonces el asunto? Hay que construirlo y hay que pagarlo, en la medida en que es menester intercambiar sus costos de produccién por el valor del camino. Surge a la existencia merced a cierto consumo de trabajo, medios de trabajo, materias primas, etc. Es indife- rente que la construccién se efecttie mediante prestaciones personales 0 mediante impuestos. Se le construye sdlo porque es un valor de uso indispensable para la comunidad. por- que ésta lo necesita ad tout prix?. Trdtase, por cierto. de un plustrabajo que el individuo ticne que ejecutar, ora bajo la forma de la prestacion, ora bajo la forma mediada del im- puesto sobre el trabajo directo necesario para su subsistencia. Pero en Ja medida en que es necesario para la comunidad, y para cada individuo como miembro de la misma, no es un plustrabajo ejecutado por él, sino una parte de su trabajo necesario, del trabajo que es imprescindible para que él se reproduzca como miembro de la comunidad y con ello repro- duzca la entidad comunitaria misma, la cual es a su vez una condicion general de la actividad productiva del individuo. Si cl tiempo de trabajo se consumiera fntegramente en la pro- duccién inmediata (0, para expresarlo de manera mediata, si fuera imposible recaudar impuestos suplementarios para este tin determinado), el camino habria de quedar sin construir. Si se considera a la sociedad como si fuese un individuo, el trabajo necesario consistirfa en la suma de todas las funciones de trabajo especiales, a las cuales la division del trabajo ha vuelto autonomas. E! individuo unico tendria, por ejemplo, que emplear tanto tiempo en la agricultura, tanto en la indus- (ria, tanto en el comercio, tanto en la elaboracién de instru- mentos, tanto —para volver a nuestro tema~ en la cons- truccién vial y los medios de comunicacién. Todas estas nece- sidades se resuelven en una cantidad determinada de tiempo de trabajo que debe orientarse hacia fines diversos y consu- mirse en actividades particulares. La cantidad de tiempo de trabajo que se puede emplear depende del cuanto de capa- cidad laboral (=a la masa de los individuos capaces de tra- bajar que constituyen la sociedad) y del desarrollo de la fuer- @A toda costa [425] [426] 16 El Capital — Cuaderno V za produetiva del trabajo (de la masa de productos (valores de uso)* que éste puede crear en un tiempo dado). El valor de cambio, que presupone una division del trabajo mds o menos desarrollada segin el grado de los intercambios mis- mos, presupone que. en vez de que el individuo tnico (la sociedad) ejecute diferentes trabajos y emplee su tiempo de trabajo de diferentes maneras, el tiempo de trabajo de cada individuo se dedique a las funciones particulares necesarias. Si hablamos del tiempo de trabajo necesario aparecen como ne- cesarios los diversos ramos de trabajo particulares. Esta nece- sidad reciproca esta mediada por el intercambio, sobre la base del valor de cambio, y se manifiesta precisamente en que cada trabajo objetivado particular, cada tiempo de trabajo particularmente especificado y materializado, se intercambia por el producto y simbolo del tiempo de trabajo general, del tiempo de trabajo objetivado a secas, por dinero, y de esta suerte puede intercambiarse de nuevo por cualquier trabajo particular, Esta necesariedad misma es cambiante, puesto que también las necesidades son producidas, al igual que los pro- ductos y las destrezas en el trabajo. Dentro de estas necesi- dades se da un mds y un menos. Cuanto mas las necesidades historicas ~necesidades generadas por la produccién misma, necesidades sociales que son ellas mismas el offspring de la social production e intercourse*— son puestas como necesa- rias, tanto mayor es el desarrollo de la riqueza real. La ri- queza, considerada desde el punto de vista material, no con- siste en otra cosa que en la multiplicidad de las necesidades. El propio artesanado no aparece necesariamente junto a la self-sustaining agriculture* que practica el hilado, el. tejido, etc., como ocupacion doméstica secundaria, Pero cuando, por ejemplo, la agricultura se funda en una explotacién cientifica —requiere mdquinas, abonos quimicos aportados por el comer- cio, semillas de paises remotos, etc., y al mismo tiempo, lo que ya estd incluido en el supuesto, ha desaparecido la manu- factura campesina patriarcal—, la fabrica de mdquinas, el co- mercio exterior, el artesanado, etc., se presentan como nece- sidad para la agricultura. Sdlo es posible procurarle el guano, digamos, mediante la exportacion de articulos de seda. La 2 EI témino “Valores de uso” estd escrito, sin signos de inclusin, sobre “masa de productos”. PE] resultado de la produceién ¢ intercambio sociales,- i p : ¢ Agricultura autosuficiente La circulacién del capital y Ia circulacién del dinero 17 muanufactura de la seda ya no se presenta entonces como industria de lujo, sino como industria necesaria para la agri- cultura, A ello se debe en esencia y en este caso, el que la ‘gricultura ya no encuentre en si misma y de manera natural las condiciones de su propia producci6n; éstas existen ahora lucra de ella, como industria auténoma, y con este exis- lir-fuera-de-ella también resulta absorbida en el circulo de las condiciones de produccién de la agricultura toda la intrincada conexion en la que existe esa industria extrafia, y a ello se debe también que lo que otrora aparecia como lujo sea ahora necesario, y que las Hamadas necesidades de lujo, por ejem- plo, aparezcan ahora como necesidad para la mds natural de fas industrias, surgida en las condiciones mds puras de la ne- cesidad natural. La tendencia del capital es precisamente ésta de retirar el fundamento natural debajo de la base de cada industria, de trasplantar sus condiciones de produccién fuera de la misma, a una conexion general, y de ahi la conversion de aquello que figuraba como superfluo en algo necesario, en una idad generada historicamente. El propio intercambio gene- el mercado mundial y por consiguiente el conjunto de las aclividades, trafico, necesidades, etc., que lo forman, se convierte cn base general de todas las industrias. El /ujo es la antitesis de lo uaturalmente necesario. Necesidades imprescindibles son las del individuo reducido él mismo a un sujeto natural. El desarrollo de la industria suprime esa necesidad natural, asi como aquel lujo (cn la sociedad burguesa, por cierto, sélo contradictoriamente, puesto que ella misma solo contrapone al lujo determinada medi- ds social como la necesaria). ,En qué lugar debemos ocuparnos de estos problemas relativos al sistema de las necesidades y al (427) sistema de los trabajos? Lo veremos sobre la marcha. Volvamos ahora a nuestro camino. Si, en suma, se le puede construir, ello demuestra que la sociedad dispone del tiempo de trabajo (trabajo vivo y objetivado) para su construccién*. jPor 4ué, entonces, no bien entran en escena la produccion fundada cn el valor de cambio y la division del trabajo, la construc- * Desde luego, damos por supuesto aqui que aquélla sigue un instinto cerlero, Podria también comerse las semillas, dejar incultos los campos y vonstruir caminos. Con ello no habria ejecutado el trabajo necesario, ya «ue no se reproducirta, no se conservaria como capacidad laboral viva por inedio de este trabajo. O incluso puede matarse directamente la capacidad laboral viva, como por ejemplo lo hizo Pedro I para construir Petersburgo. Vul tipo de situacion no es pertinente aqui 1428] 18 El Capitat — Cuaderno V cién vial no se convierte en negocio privado, de individuos? Y alli donde se le lleva a cabo mediante impuestos del es- tado, eso no ocurre. D’abord: la sociedad, los individuos aso- ciados, pueden poseer el plustiempo para construir el camino, pero solo si estén asociados. La asociacién es siempre una adicion de la parte de capacidad laboral que cada individuo puede emplear —al margen de su trabajo particular— en la construccion de caminos, pero no es sdlo una adicién. La asociacién de sus fuerzas aumenta su fuerza productiva, pero con esto en modo alguno se dice que aquéllos, sumados nu- méricamente, dispondrian de la capacidad laboral si no cooperasen, si, por tanto, a la suma de su capacidad de tra- bajo no se agregara el excedente que solo existe gracias a y en su trabajo asociado, combinado. De ahi el arrebafiamiento brutal del pueblo en Egipto, Etruria, la India, con vistas a Ja realizacion de construcciones obligatorias y trabajos piiblicos forzados. E] ca- pital pone en practica la misma asociacién de otro modo, a su manera, que es el intercambio con el trabajo libre*. En segundo lugar: la poblacién, por una parte, puede haber evolucionado suficientemente, y el apoyo que, por otra parte, encuentra en el empleo de la maquinaria, etc., puede ser tan amplio que la fuerza procedente meramente de la asociacién masiva, material —y en la Antigiiedad se trata siempre de esta accién masiva de la co- operacién forzada~ sea superflua y se necesite una masa de trabajo vivo comparativamente menor**, Puede ocurrir que * Que el capital no tiene que habérselas con el trabajo aislado, sino con el combinado —que en y para si es ya una fuerza social, combinada— es un punto que tal vez habria que tratar ya aqui, en la historia general del surgimiento del capital ** Cuanto mas se funda todavia la produccion en el trabajo mera mente manual, en la aplicacion de la fuerza muscular, etc., en suma, en el esfuerzo y el trabajo fisicos de los individuos, tanto mas el aumento de la fuerza productiva depende de su colaboracion masiva. En el artesanado semiartistico surge la antitesis entre la especializacién y el aislamiento; destreza del individuo, pero trabajo no combinado. El capital, en su desa- rrollo real, combina el trabajo de masas con la destreza, pero de tal suerte que el primero pierde su poder fisico y la destreza no existe en el tra- bajador, sino en la maquina y en la factory que, merced a la combi- nacion cientifica con la maquina, actha como un todo. El espiritu social del trabajo adquiere una existencia objetiva independiente de los obreros individuales 2 Fabrica La circulacién del capital y la circulacién del dinero 19 se forme una clase especial de constructores de caminos, em- pleada por el estado*, o que con ese fin se utilice una parte de.la poblacién ocasionalmente desocupada, con cierto nimero de tnaestros de obras, etc., que empero trabajan no como capita- listas, sino como menials mas especializados. (Acerca de la situacion de este trabajo calificado, etc., ver mds adelante.) Los trabajadores son asalariados, entonces, pero el estado no los vmplea como tales, sino como menial servants> . Para que el capitalista, pues, emprenda la construccién vial como negocio, a su costa**, se requieren diversas condiciones, todas las cuales coinciden en ésta: que el modo de pro- duccién fundado en el capital se haya desarrollado hasta su nis alto nivel. Primero: se da por supuesta una magnitud del capital, del capital concentrado en sus manos, como para poder emprender trabajos de tales proporciones y de rotacién y valorizacion tan lentas. Por consiguiente, las mds de las veces capital por acciones, modalidad bajo la cual el capital se ha elaborado hasta su forma altima, en la cual esta puesto no solamente en si, segin su sustancia, sino segin su forma como fuerza y producto social. Segundo: se exige de él que teditte intereses, no beneficios (puede redituar mds que inte- teses, pero no es necesario). Aqui atin no cabe investigar mas este punto. Tercero: como supuesto, un trafico tal —co- mercial, ante todo—, que haga rentable el camino, esto es, “Los romanos tenian en el ejército una masa —pero ya separada del conjunto del pueblo— disponible y disciplinada para el trabajo, y cuyo plustiempo pertenecia al estado; a éste le vendian asimismo todo su tiem- po de trabajo por un salario; intercambiaban toda su capacidad laboral por un salario indispensable para la conservacion de su vida, tal cual lo luce el obrero con el capitalista, Esto es valido para la época en que el wjército romano ya no era un ejército ciudadano, sino mercenario. Por parte de los soldados se da aqui, igualmente, una venta libre del trabajo. Vero el estado no lo adquiere con vistas a la produccion de valores. Y asi, wunque la forma del salario pueda parecer que se encuentra originaria- mente en los ejércitos, este sistema mercenario, sin embargo, difiere esen- viulmente del trabajo asalariado. Cierta similitud deriva de que el estado utiliza el ejército para acrecentar su poder y su riqueza “* Cuando el estado confia las tareas de este tipo a concesionarios juiblicos, ello ocurre siempre, empero, mediante prestaciones de trabajo o im puestos 4 Siervos, sirvientes.- > Siervos domésticos 1429} 20 El Capital ~ Cuaderno V que el precio que se exija por el uso del camino valga tanto valor de cambio para los productores o suministre tal fuerza productiva que les permita pagarla tan cara. Cuarto: que ha de gastarse en estos artfculos de locomocién una parte de los réditos obtenidos por la riqueza que los aprovecha. Los esen- ciales, empero, siguen siendo estos dos supuestos: 1) un capi- tal, disponible en el volumen requerido para este objetivo y que se dé por satisfecho con un interés; 2) para los capitales productivos, para el capital industrial, pagar el precio por una ruta debe significar una valorizacién de si mismos. Asi, por ejemplo, el primer ferrocarril entre Liverpool y Manchester, que se convirtid en una necesidad de produccion para los cottonbrokers? de Liverpool y aun mds para los manufac- turers? de Manchester*. El capital en cuanto tal —supo- niendo que haya alcanzado la envergadura necesaria— no pro- ducird caminos sino cuando la produccién de éstos se convier- ta en una necesidad para los productores y, en especial, para el capital productivo mismo, lo cual es una condicién para la obtencioén de beneficios por el capitalista. Entonces también el camino sera rentable. En tales casos, sin embargo, ya estard presupuesto un trafico intenso. Se trata del mismo supuesto, duplicado: por una parte la riqueza del pais debe estar sufi- cientemente concentrada y transmutada en la forma del capi- tal, como para poder emprender tales trabajos en cuanto pro- cesos de valorizacioén del capital; por la otra, la masa del trafico debe ser suficiente y la barrera constituida por la falta de medios de comunicacién ha de sentirse suficientemente como tal para que el capitalista pueda realizar el valor del camino (por partes.o al menudeo, con el tiempo) en cuanto camino (esto es, su utilizacion). Todas las condiciones gene- rales de la produccién, como caminos, canales, etc., ya sea que faciliten la circulacidn o tal vez que la hagan posible por primera vez, ya sea que acrecienten la fuerza productiva (como obras de regadio, etc., en Asia y por lo demas tam- * La competencia puede suscitar la necesidad de los ferrocarriles, por ejemplo, en un pais en el cual el desarrollo alcanzado hasta entonces por las fuerzas productivas ain no la habria planteado. El efecto de la compe- tencia entre naciones corresponde a la seccion sobre el comercio interna- cional. Se manifiestan aqui, de manera especial, los efectos civilizadores del capital 4 Corredores algodoneros.- ® Fabricantes La circulacién del capital y ta circulacién del dinero 21 bi¢n en Europa, construidas por los gobiernos) suponen, para que emprenda su realizacién el capital (en vez del gobierno, que representa a la entidad comunitaria en cuanto tal), el mis alto desarrollo de la produccion fundada en el capital. El ubandono de los travaux publics? por el estado y su pasaje al dominio de los trabajos emprendidos por el capital mismo, son indices del grado en que la entidad comunitaria real se ha constituido bajo la forma del capital. Un pais, por ejem- plo los United States, puede sentir en la esfera productiva misma la necesidad de ferrocarriles; no obstante, la ventaja inmediata que de ellos deriva para la produccién puede ser demasiado exigua como para que la inversion no parezca @ fonds perdu’ Entonces el capital echa la carga sobre los hombros del estado o bien, alli donde éste ocupa tradicional- mente atin una posiciOn supérieuree con respecto al capital. el estado todavia tiene el privilegio y la voluntad de compeler la colectividad [a invertir] una parte de su rédito, no de su capital, en tales trabajos de utilidad publica, que al mismo liempo se presentan como condiciones generales de la pro- duecion y por tanto no como condicion particular para este © aquel capitalista (y mientras el capital no adopta la forma de la sociedad por acciones, busca siempre solo las condicio- nes particulares de su valorizacion: las colectivas las transfiere al pafs entero en calidad de necesidades nacionales). El capi- tal sdlo acomete empresas ventajosas, ventajosas desde su punto de vista. Por cierto que también se embarca en especu- laciones desatinadas y, como lo veremos, tiene que especular asf. Efeettia inversiones que no son lucrativas o que no Ilegan a serlo hasta tanto no estan desvalorizadas en cierta medida. We ahi las muchas empresas en donde la primera mise de capitals es 4 fonds perdu, los primeros empresarios quiebran, y solo se valorizan en el segundo o tercer cambio de duefios, cuando el capital invertido ha mermado por la desraloriza- cin, Por lo demas, el estado mismo y sus dependencias caen dentro de estas deducciones del rédito, dentro, por asf decir- lo, de los costos de consumo del individuo, de los costos de produccién de la sociedad. Un camino, incluso, puede acre- centar las fuerzas productivas de tal manera que cree un tra- fico gracias al cual pase a ser rentable. Puede haber trabajos e 4 Trabajos piblicos.- © A pura pérdida.- ¢ Superior.- 4 inversion de capital [430] laa] 22 El Capital - Cuaderno V inversiones que sean necesarios sin ser productivos en el sen- tido del capital, esto es, sin que el plustrabajo contenido en ellos se realice como plusvalor a wavés de la circulacién, a través del intercambio. Si un obrero, pongamos por caso, du- rante el afio trabaja diariamente 12 horas en un camino y el tiempo necesario de trabajo es en general y promedialmente =6 horas, habra ejecutado un plustrabajo de 6 horas. Pero si el camino no se puede vender a 12 horas, quizds apenas a 6, la construccion del mismo no constituye una empresa para el capital, la construccion vial no es para éste un trabajo pro- ductivo. El capital ha de estar en condiciones de vender el camino (el momento y forma de Ja venta de ningan modo nos conciernen aqui), de manera que se valorice tanto el trabajo necesario como el plustrabajo, o que del fondo gene- ral de los beneficios se le adjudique una parte de los plusva- lores, tal como si hubiera creado un plusvalor. Inves' adelante esta relacién, cuando toque analizar el beneficio y el trabajo necesario, El mas alto desarrollo del capital ocurre cuando las condiciones generales del proceso social de produc- cin no se crean a partir de una deduccidn del rédito social, de los impuestos estatales --donde es cl rédito, y no el capi- tal, el que aparece como labour funds? y el obrero, aunque es un asalariado libre como cualquier otro, desde el punto de vista econdmico, esta sin embargo en otra relacién--, sino del capital en cuanto capital. Ello revela, por un lado, el grado en que el capital ha sometido a su dominio todas las condi- ciones de la produccion social, y por otro lado, consiguiente- mente, en qué medida esta capitalizada ja riqueza social reproductiva y sc satisfacen todas las necesidades bajo la for- ma del intercambio; también las necesidades del individuo puestas como sociales, esto es, las que satisface y experimen- ta® colectivamente. con otros ~y cuyo modo de satisfaccion® es, por su naturaleza, social—-, también éstas son no solo satis- fechas* sino también producidas a través del intercambio. En el caso ya mencionado del camino, la construccion de éste ha de ser tan ventajosa como para que determinado tiempo de trabajo convertido en camino reproduzca la capacidad laboral del trabajador exactamente como si el mismo la_hubiera 2 Fondo de trabajo. > Literalmente, “consume y necesita” (“konsumiert und bedarf™”).- © Literalmente, “consumo™ ‘(“konsum”).- 4 Litéralmente, “consumidas” (“konsumiert™) La circulacién del capital y la circulacién de: ainero 23 transformado en la agricultura. El valor se determina por el licmpo de trabajo objetivado, sea cual fuera la forma que ¢ste adopte. Dependeré empero del valor de uso en el cual esta realizado el valor, el que éste sea realizable. Se da por supuesto aqui que el camino constituye una necesidad para la volectividad, de lo cual se desprende que estd presupuesto el valor de uso. Por lo demas, para que el capital emprenda la vonstruccién del camino estd presupuesto no sdlo que se pa- rard el tiempo de trabajo necesario, sino también el tiempo de plustrabajo durante el cual trabaja el obrero; 0 sea su heneficio. (A menudo el capitalista arranca este pago median- te aranceles proteccionistas, monopolios, coercién estatal, tnientras que los actores individuales del intercambio, en un regimen de libre cambio, pagarian a /o sumo el trabajo nece- sirio.) Es muy posible que haya tiempo de plustrabajo dispo- tble y que no se le pague (lo que también puede sucederle a cualquier capitalista individual). Allf donde domina el capital (ast como allf donde prevalece la esclavitud y la servidumbre © las prestaciones serviles de cualquier género). el tiempo de trabajo absoluto del trabajador esté puesto para él como con- dicidn de que se le permita efectuar el trabajo necesario, esto ws, de poder realizar para si, en valores de uso, el trabajo necesario, para la conservacion de su capacidad laboral. En cada tipo de trabajo la competencia hace que el trabajador deba trabajar el tiempo completo: por tanto, tiempo de plus- trabajo. Puede darse el caso, sin embargo, de que este tiempo de plustrabajo, aunque contenido en el producto, sea imposi- ble de intercambiar. Para el obrero mismo —comparado con los demas asalariados— se trata de plustrabajo. Para el usuario vs trabajo que, ciertamente, tiene un valor de uso para él, como lo tiene por ejemplo su cocinero, pero no un valor de cambio. por lo cual no existe la distincion entera entre tiem- po de trabajo necesario y tiempo de plustrabajo. E\ trabajo pucde ser necesario y no ser productivo. Por consiguiente, todas las condiciones generales, colectivas de la produccion mientras tanto no pueda ocurrir su creaciOn por el capital vn cuanto tal, bajo sus condiciones— se cubren con una parte del rédito nacional, del erario piblico, y los obreros no se resentan como trabajadores productivos. aunque aumenten la lucrza productiva del capital. I} resultado de nuestra digresion es, por lo demas, que la produccién de medios de comunicacion, de las condiciones [432] 1433] 24 El Capital — Cuaderno V fisicas de la circulacién, entra en la categoria de produccién del capital fixe, por lo cual no constituye caso particular alguno. Sdlo que, paralelamente, se ha abierto ante nosotros la perspectiva ~que a esta altura de las cosas atin no pode- mos trazar rigurosamente— de una relacién espectfica entre el capital y las condiciones generales, colectivas de la produccién social, a diferencia de las del capital particular y de su proce- so particular de produccion. Transportar al mercado (condicién espacial de la circulacién) forma parte del proceso de produccién, Momento temporal de la circulacién: el crédito, — El capital es capital circulant. — La circulacién monetaria, mera apariencia, —Sismondi. Cherbuliez. (Capital. Diferentes partes constitutivas del mismo.) La circulacién se efectia en el espacio y en el tiempo. Desde el punto de vista econdmico la condicién espacial, el transporte del producto al mercado, forma parte del proceso mismo de produccién. El producto no est4 realmente termi- nado hasta tanto no se encuentre en el mercado. El movi- miento en cuyo curso llega a aquél, forma parte atin de sus costos de produccién. No constituye un momento necesario de la circulaci6n considerada como proceso particular del valor, ya que se puede comprar e incluso consumir un pro- ducto en el lugar mismo de su produccién. Este momento espacial, sin embargo, es importante en la medida en que guarda relacidn con la expansién del mercado, con la posibili- dad que el producto tiene de intercambiarse. La reduccion de los costos de esta circulacién real (en el espacio) cae dentro del desarrollo de las fuerzas productivas por el capital, en la merma de los costos de la valorizacién de este Ultimo. Pero desde cierto punto de vista, como condicion exterior de exis- tencia para el proceso econdmico de la circulacién, este mo- mento puede incluirse también en los costos de produccién de la circulacion, de tal suerte que la propia circulacién, con arreglo a este momento, se presenta como momento no sdlo del proceso de produccién en general, sino del proceso inme diato de produccién. De todos modos, aparece aqui la deter- minaci6n de este momento por el grado general del desarrollo de las fuerzas productivas, asi como en general el de la pro- duccién fundada en el capital. Mads precisamente se podria Condicién espacial de la circulacién 25 considerar este momento espacial —el transportar el producto al mercado, lo que constituye una condicién necesaria para su circulacion salvo en el caso de que el lugar de produccién mismo sea el mercado— como transformacién del producto en mercancia, La mercancia no es tal sino cuando esta en el mercado. (Whether or not? constituye esto un momento parti- cular, es algo contingente. Si el capital trabaja a pedido, no existe este momento para él, y ni siquiera la transformacion en dinero como momento particular. Trabajar por encargo —o sea la oferta que corresponde a una demanda precedente— como situacién general o predominante, no corresponde a la gran industria y en modo alguno deriva, en cuanto condicion, de la naturaleza del capital.) En segundo lugar, el momento temporal. El mismo, en esencia, cae dentro del concepto de la circulacién. En el supuesto de que el acto de conversion de la mercancfa en dinero se fije contractualmente, esto insumird tiempo: calcu- lar, pesar, medir. La reduccién de este momento es, asimis- mo, desarrollo de la fuerza productiva. Estamos ante el liempo, concebido exclusivamente como condicién exterior para la transicion de la mercancfa a dinero®; la transicién se da por supuesta; se trata aqui del tiempo que transcurre du- rante este acto presupuesto. Esto cae dentro de los costos de circulacién, Diferente es, en cambio, el tiempo que transcurre cn general antes que la mercancia se convierta en dinero; o el tiempo durante el cual la misma se mantiene como mercan- cia, valor solo potencial, no real. Este tltimo es pérdida pura. De todo lo dicho se desprende que la circulacién se presen- ta como proceso esencial del capital. No es posible recomen- var el proceso de produccién antes de la transformacién de la mercancia en dinero. La ininterrumpida continuidad del pro- ceso, la transicién libre y fluida en que el valor pasa de una forma a la otra, o de una fase del proceso a la otra, aparece como condicién fundamental de la produccién basada en el capital, y ello en un grado enteramente diferente del de todas las formas anteriores de la produccién. Por otra parte, una vez puesta la necesidad de esta continuidad, las fases divergen temporal y espacialmente, como procesos particulares, recipro- camente indiferentes. De este modo, para la produccién fun- 4 Si [constituye esto] 0 no.-> En ed, 1939, “von Geld in Ware” (“del dinero a mercancia”) en vez de “von Ware in Geld” [43a] 26 El Capital ~ Cuaderno V dada en el capital, aparece como contingente el que su condi- cién esencial, la continuidad de los diversos procesos constitu- tivos de su proceso total, se produzca 0 no se produzca. La supresién, por el capital mismo, de este cardcter contingente es el crédito, (Presenta éste otros aspectos, pero el que aqui nos ocupa deriva de la naturaleza inmediata del proceso pro- ductivo y por consiguiente constituye la base de la necesidad del crédito.) De ahf que el crédito, en cualquiera de sus formas desarrolladas, no se presente en ninguno de los modos de produccién anteriores. Se prestaba y se tomaba en présta- mo, también, en fases anteriores, y la usura es incluso la mas antigua de las formas antediluvianas del capital. Pero dar y tomar en préstamo en modo alguno son sindnimos de crédito, del mismo modo que trabajar no lo es de trabajo industrial o de trabajo asalariado libre. Como relacién de produccién des- arroljada, esencial, el crédito se presenta histdricamente solo en la circulacion basada sobre el capital o el trabajo asalaria- do, (El dinero mismo es una forma de eliminar la desigualdad del tiempo requerido en las diversas ramas de produccion, en la medida en que aquella desigualdad obstaculiza el inter- cambio.) Aunque en su forma aburguesada, adaptada al capital, \a usura misma es una forma del crédito, en su forma prebur- guesa es mds bien una expresién de la falta de crédito. (La reconversion del dinero en momentos y condiciones objetivos de la produccién presupone la existencia previa de los mismos. Aquélla constituye los diversos mercados en los que el productor los encuentra ya como mercancfas —en manos del comerciante—, mercados (junto al labour market)? que difieren esencialmente de los mercados para el consumo directo individual, final.) En su circulacion, el dinero se transformaba en mercancia, yen el intercambio de D-M el consumo ponfa término al proceso; o la mercancia se intercambiaba por dinero, y en el intercambio M-D o bien D desaparecia para intercam- biarse nuevamente por M —en cuyo caso el proceso terminaba nuevamente en el consumo- o el dinero se retiraba de la circulacién y se transformaba en tesoro inanimado, en riqueza puramente figurada, En ninguna parte el proceso se reiniciaba @ Mercado de trabajo Condicién espacial de ta circulacion 27 por si mismo; por el contrario, los supuestos de la circulacién del dinero se hallaban fuera de ésta, que necesitaba constan- temente de un renovado impulso exterior. En la medida en que ambos momentos se intercambiaban, su cambio de forma era, dentro de la circulacién, sdlo formal. En la medida, vempero en que la misma Jlegaba a tener un contenido, era exterior al proceso econdmico; a éste no le concernfa el con- tenido. Ni la mercancfa se conservaba como dinero, ni el dinero como mercancia; cada cual era o el uno o el otro. El vilor en cuanto tal no se conservaba en y a través de la virculaci6n como hegeménico sobre su proceso de transforma- vién, su cambio de forma; ni el propio valor de uso (lo que sf es el caso en el proceso de produccién del capital) era producido por el valor de cambio. En el capital, el consumo de la mereancfa misma no es el final; cae dentro del proceso productivo; se presenta incluso como momento de la produc- cin, id est de la actividad que pone valor. Ahora, en cambio, el capital esta puesto pero como valor que en cada uno de los momentos en los cuales se presenta ora como dinero, ora como mercancia, ora como valor de ciainbio, ora como valor de uso— no sdlo se conserva formal- mente en esta metamorfosis sino que se valoriza; como valor que se relaciona consigo mismo en cuanto valor. La transici6n de un momento al otro aparece como momento particular, pe- to cada uno de estos procesos constituye la transicién al otro. I'| capital estd puesto asf como valor que se procesa y que en cada momento es capital. Esté puesto de este modo como capi- tal circulant}; en cada momento es capital y circula de una determinacién a la otra. El punto de regreso es al mismo tiem- po el punto de partida y viceversa: a saber, el capitalista. Origi- Nuriamente todo capital es capital circulant, producto de la circulacién, que al mismo tiempo la produce y traza asi su propia trayectoria, La circulacién del dinero —desde este punto de vista actual— se presenta ahora s6lo como un momento de lu circulacién del capital y su propia autonom{a esta puesta volo mera apariencia. Se presenta determinada en todos los \entidos por Ja circulacién del capital, de la cual volveremos a ocuparnos. En Ja medida en que la circulacién del dinero cons- liluye un movimiento aut6énomo al lado de la del capital, esta aulonomia slo esta puesta merced a la continuidad de a circula- cin del capital, de tal modo que se puede fijar y considerar este preciso momento por si mismo. [435] [436] 28 El Capital — Cuaderno V [{“El capital es un valor permanente que se multiplica, que ya no desaparece. Este valor se libera de. la mercancfa que lo ha creado: al igual que una cualidad metafisica insustancial® permanece siempre en posesion del mismo cultivateur®” -i.)©, “para el cual reviste diversas formas”. (Sism. VI.)? “En el intercambio del trabajo con el capital, el obrero demanda la subsistencia pour vivre4, el capitalista du travail pour gagner®. ” (Sism. 1.c.)3 “El chef d’atelier gana, se beneficia de tout laccroissement des pouvoirs productifs q’avait opéré la division du travail'.”” (l.c.)4 “Venta del trabajo = renuncia a todos los frutos del trabajo.”” (Cherbuliez ch. XXVIII.)5 “Los tres elementos constitutivos del capital no crecen’ proporcio- nalmente” (a saber: matiére premiére, instrument, approvision- nement)%, ‘“‘ni tampoco estén en la misma relacién en diver- sos estadios de la sociedad. El approvisionnement se mantiene igual en un tiempo determinado, por mas que crezca la ra- pidité de la production y, en consecuencia, la cantidad de los productos. Por lo tanto, el aumento del capital productivo no trae necesariamente aparejado un aumento del approvision- nement destinado a formar el precio del trabajo; puede in- cluso, estar acompafiado de una reduccién del mismo” (cd. HS Influencia de la circulacién sobre la determinacién del valor. — Tiempo de circulacién=tiempo de la desvalorizacién. — Diferencia entre el modo de produccién capitalista y todos los anteriores (universalidad, etc.). La naturaleza del capital lo empuja a propagarse. — Acortamiento de la circulacién (crédito), — Storch, — Lo que anticipa cl capitalista es traba- jo. (Malthus). — Barreras a la produccién capitalista, (Thompson) [{Por cuanto Ja renovacién de la produccién depende de la venta de los productos acabados --transformacién de la mer canefa en dinero y reconversién del dinero en las condiciones de produccién: materia prima, instrumento, salario—; por cuanto la trayectoria que describe el capital para pasar de En ed. 1939, “und substanticllen” (“y sustancial”) en vez de “unsubstanticl; len”. P Productor agricola © F.i, for instance’’ (“por ciemplo™).- 4 Para vie vin~© Trabajo para ganar.- El jefe de taller, gana, se beneficia gracias a todo ef aumento de las fuerzas productivas resultante de la division del trabajo.- 9 Materld prima, instruinento, medios de subsistencia.-" Rapidez de la produccion Influencia de la circulacién sobre la determinacién del valor 29 una de estas determinaciones a la otra constituye secciones de la circulacion, y estas secciones se recorren en determinados espacios de tiempo (hasta la lejania espacial se resuelve en el liempo: lo que importa, por ejemplo, no es la distancia del increado en el espacio, sino la velocidad --el cuanto de tiem- po en que se le aleanza), entonces la cantidad de productos que se pueden producir en un espacio de tiempo dado, la frecuencia con que un capital puede valorizarse en un espacio le tiempo dado, con que puede reproducir y multiplicar su valor, dependerd de la velocidad de la circulacién, del tiempo vn que se recorre esta ultima. De hecho, lo que se presenta aiqul es, pues, un momento de la determinacién del valor, momento que no deriva de la relacién directa entre el trabajo y el capital. La proporcién en la cual el mismo capital, en un espacio dado de tiempo, puede repetir el proceso de produc- cion (creacion de valor nuevo), constituye evidentemente una condicion que no ha sido puesta direetamente por el proceso Iwoduetivo. Por consiguiente, si bien la circulacién no -genera ningtin. momento de la determinaciébn misma del valor —la cual toca exclusivamente al trabajo~, sin embargo, de su velo- vidad depende la velocidad con la cual se repite el proceso de jnoduccién, se créan valores, por ende, si no los valores, [sf,] hasta cierto punto, la masa de los valores. Esto es: los valores y plusvalores puestos por el proceso de produccién. multipli- «idos por el nimero de veces en que, dentro de un espacio ado de tiempo, puede repetirse el proceso productivo. Cuan- ilo hablamos de la velocidad de circulacién del capital supo- nemos que al pasaje de una fase a otra sdlo se oponen barre- Wy exteriores, que no surgen del proceso productivo y la cculacion mismos (como si ocurre en las crisis, superpro- iluccion, ete.). Por tanto, ademds del tiempo de trabajo reali- aulo en el producto, el tiempo de circulacién del capital licmpo de trabajo productivo, asimismo— interviene como momento de la creacién de valor. Si el tiempo de trabajo se Pesenta como la actividad que pone valor, este tiempo de cheulaeion del capital, pues, aparece como el tiempo de la desvalorizacion. La diferencia consiste simplemente en esto: si la totalidad del tiempo de trabajo dirigido por el capital se pone en un maximo, digamos el infinito, co, de tal modo que vl tiempo de trabajo necesario constituyera una parte infin lumente pequeiia y el tiempo de plustrabajo una parte infin: tumiente grande de este oo, tal seria el mdximo de la valori: 1437] [438] 30 El Capital ~ Cuaderno V cion del capital, y tal la tendencia que lo impulsa. Por otra parte, si el tiempo de circulacién del capital estuviera pues- to=0, si los diversos estadios de su transformacién se efec- tuaran en la realidad con igual rapidez que en el pensa- miento, también estarfamos ante el factor mdximo conforme al cual podria repetirse el proceso de produccion, o sea la cantidad de procesos de valorizecién del capital en un espacio determinado de tiempo. La repeticién del proceso productivo estaria limitada unicamente por el tiempo que el mismo dura, por el que transcurre para transformar Ja materia prima en producto. El tiempo de circulacién, por ende, no es un ele- mento positivo en la creacion de valor; si fuera igual a 0, la creacién de valor habria llegado a su punto mas alto. Si fuese =0 el tiempo de plustrabajo 0 el tiempo de trabajo necesario, esto es, si el tiempo de trabajo necesario absorbiera todo el tiempo, o si la produccién pudiera efectuarse sin trabajo algu- no, no existiria ni valor, ni capital, ni creacién de valor. En consecuencia, el tiempo de circulacién solo determina el valor en la medida en que se presenta como barrera natural para \a valorizacion del tiempo de trabajo. In fact?, es una deduccién del tiempo de plustrabajo, esto es, un aumento del tiempo de trabajo necesario. Es claro que tiene que pagarse el tiempo de trabajo necesario, por lenta o rapidamente que transcurra el Proceso de circulacién. Por ejemplo, en los oficios que requie- ren obreros especificos, los cuales, sin embargo, sdlo pueden estar ocupados una parte del aio porque. digamos, los pro- ductos no se pueden vender mds que en una season”. habria que pagar a los obreros por todo el ajio; vale decir que el tiempo de plustrabajo se reduce en la misma proporcion en que se les puede ocupar menos durante un lapso dado, pero. sin embargo, d’une maniére ou d'une autre*, hay que pa- garles. (Por ejemplo, de modo que su salario de 4 meses les alcance para mantenerse durante el aio.) Si el capital pudiera emplearlos durante [2 meses, no pagaria salarios de mas. habria ganado otro tanto de plustrabajo. El tiempo de circu- lacién se presenta, pues, como barrera a la productividad del trabajo = aumento del tiempo de trabajo necesario = merma del tiempo de plustrabajo = merma del plusvalor = freno, ba- rrera del proceso de valorizacion del capital. Por tanto, mien- 2 De hecho.- > Estacién, temporada.- © De una forma u otra Influencia de la circulacién sobre la determinacién del valor 31 (ras que el capital por un lado debe tender a arrasar toda barrera espacial opuesta al trdfico, id est al intercambio, y a vonquistar toda la Tierra como su mercado, por el otro lado licnde a anular el espacio por medio del tiempo, esto es, a reducir a un mfnimo el tiempo que insume el movimiento de un lugar a otro. Cuanto mas desarrollado el capital, cuanto inds extenso es por tanto el mercado en el que circula, mer- vado que constituye la trayectoria espacial de su circulacién, (anto mas tiende al mismo tiempo a extender mds el mercado y a una mayor anulacién del espacio a través del tiempo. (Si vl tiempo de trabajo no se considera como dia laboral del obrero individual, sino como dia laboral indeterminado de una cantidad indeterminada de obreros, intervienen aqui todas las relaciones de poblacién; de ahi que las teorfas fundamen- tales sobre la poblacién estén contenidas en este primer cap{- tulo del capital a igual titulo que las del beneficio, el precio, crédito, etc.) Aparece aqui la tendencia universal del capital, «uc lo diferencia de todos los estadios anteriores de la pro- duccién. Aunque por su propia naturaleza es limitado, tiende a un desarrollo universal de las fuerzas productivas y se con- vierte en la premisa de un nuevo modo de produccién, que no esta fundado sobre el desarrollo de las fuerzas productivas von vistas a reproducir y a lo sumo ampliar una situacién delerminada, sino que es un modo de produccién en el cual cl mismo desarrollo libre, expedito, progresivo y universal de las fuerzas productivas constituye la premisa de la sociedad y por cnde de su reproduccién; en el cual la Gnica premisa es la de superar el punto de partida. Esta tendencia —que es inhcrente al capital, pero al mismo tiempo lo contradice como forma limitada de produccién y por consiguiente tiende a su disolucién— distingue al capital de todos los modos de produccién anteriores e implica, a Ja vez, que aquél esté pues- to como simple punto de transicion. Todas las formas de socicdad, hasta el presente, han sucumbido por el desarrollo de la riqueza 0, lo que es lo mismo, de las fuerzas produc- livas sociales. Por eso entre los antiguos, que eran conscientes de cllo, se denuncié directamente la riqueza como disolvente de la comunidad. El régimen feudal, por su parte, se desmo- trond por obra de la industria urbana, del comercio, la agricul- (ura moderna (e incluso de ciertos inventos, como la pdlvora y la imprenta). Con el desarrollo de la riqueza —y consiguien- (emente también de nuevas fuerzas y de una relacién mds (439] 32 El Capital — Cuaderno V amplia entre los individuos— se disolvieron las condiciones economicas sobre las que reposaba la comunidad y las relacio- nes politicas entre los diversos elementos componentes de la entidad comunitaria que correspondian a ésta: la religion en la cual se la contemplaba idealizada (y ambas se fundaban a su vez en una relacién determinada con Ja naturaleza, en la cual se resuelve toda fuerza productiva); el cardcter, las con- cepciones, etc., de los individuos. El solo desarrollo de la ciencia —id est, de la forma mas sélida de Ja riqueza, tanto producto como productora de la misma— era suficiente para disolver esta comunidad. Empero el desarrollo de la ciencia, de esta riqueza ideal y a la vez practica, es sdlo un aspecto, una forma bajo la cual aparece el desarrollo de las fuerzas productivas humanas, id est de la riqueza. Desde el punto de vista ideal bastaba con la disolucion de determinada forma de conciencia para matar una época entera. En la realidad, esta barrera de la conciencia corresponde a determinado grado de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas materiales y en consecuencia por la riqueza. Ciertamente, no sdlo se ope- raba un desarrollo sobre la vieja base, sino un desenvol- vimiento de esta base misma. El desarrollo mas alto de esta misma base (la floracién en la que se desarrolla; pero siempre es, no obstante, esta base, esta planta como floracién; de ahi el marchitamiento tras la floracion y como consecuencia de la floracién) constituye el punto en el cual ella misma ha sido elaborada en la forma en que es compatible con el mds alto desarrollo de las fuerzas productivas, y por tanto también con el mds alto desarrollo de los individuos. Una vez alcanzado este punto, el desarrollo posterior se presenta como decaden- cia y el nuevo desenvolvimiento comienza a partir de una base nueva. Hemos visto precedentemente que la propiedad de las condiciones de produccién estaba puesta como idéntica a determinada forma limitada de la entidad comunitaria; por tanto en las cualidades del individuo —cualidades limitadas y desarrollo limitado de sus fuerzas productivas— {[requeridas] para constituir tal entidad comunitaria. Este supuesto mismo era a su vez, y por su parte, el resultado de un limitado estadio histérico de desarrollo de las fuerzas productivas; de la riqueza asi como del modo de crearla. El objetivo de la entidad comunitaria, del individuo asi como la condicién de la produccién— era la reproduccién de estas determinadas condiciones de produccién y de los individuos,.tanto aislada- Influencia de la circulacién sobre la determinacién del valor 33 mente como en sus diferenciaciones y relaciones sociales, en cuanto portadores vivos de estas condiciones. El capital pone la produccién de la riqueza misma y por ende el desarrollo universal de las fuerzas productivas, el trastroca- miento constante de sus supuestos vigentes, como supuesto de su reproduccién. El valor no excluye ningun valor de uso, y por tanto no incluye ningin tipo particular de consumo, etc., de circulacién, etc., como condiciédn absoluta; asimismo, cualquier grado de desarrollo de las fuerzas pro- ductivas sociales, de la circulacién del saber, no se le apa- rece mds que como barrera que se afana por superar. Su supuesto mismo —el valor— esta puesto como producto, no como supuesto superior que se cierne sobre la producci6n. La barrera del capital consiste en que todo este desarrollo se efectua antitéticamente y en que la elaboracién de las fuerzas productivas, de la riqueza general, etc., del saber, etc., se presenta de tal suerte que el propio individuo laborioso se enajena; se comporta con las condiciones elabo- tadas a partir de él no como con las condiciones de su propia riqueza, sino de la riqueza ajena y de su propia pobreza. Esta forma antitética misma, sin embargo, es pasa- jera y produce las condiciones reales de su propia abolicion. El resultado es: el desarrollo general, conforme a su tenden- cia y Svvdyer® de las fuerzas productivas —de la riqueza en general- como base, y asimismo la universalidad de la comunicacion, por ende el mercado mundial como base. La base como posibilidad del desarrollo universal del individuo, y el desarrollo real de los individuos, a partir de esta base, como constante abolicion de su traba, que es sentida como una traba y no como un Jimite sagrado. La universalidad del individuo, no como universalidad pensada o imaginada, sino como universalidad de sus relaciones reales e ideales. De ahi, también, comprension de su propia historia como un proceso y conocimiento de la naturaleza (el cual existe asimismo como poder practico sobre ésta) como su cuerpo teal. El proceso mismo del desarrollo, puesto y sabido como supuesto del mismo. Para ello, no obstante, es nece- sario ante todo que el desarrollo pleno de las fuerzas productivas se haya convertido en condicién de la produc- 4 Potencialmente [440] {aaj 34 El! Capital — Cuaderno V cién; que determinadas condiciones de la produccién no estén puestas como limites para el desarrollo de las fuerzas produc- tivas. Volviendo ahora al tiempo de circulacién del capital, tene- mos que la reduccién de aquél (en la medida en que esa reduccion no consiste en el desarrollo de los medios de co- municacioén y transporte necesarios para traer el producto al mercado) consiste en parte en la creacion de un mercado de naturaleza continua, y por tanto de un mercado en perma- nente expansiOn; en parte, en el desarrollo de relaciones eco- nomicas, desarrollos de formas del capital, mediante los cuales éste reduce artificialmente la circulacion. (Todas las formas del crédito.) ([Puede sefialarse también en este lugar que como sdlo el capital tiene —y por tanto satisface y procura realizar— las condiciones de produccion del capital, es tenden- cia general del capital la de constituir en todos los puntos los supuestos de la circulacion, centros productivos de la misma, asi como la de asimilarse estos puntos, vale decir, transfor- marlos en produccién capitalizante o produccién de capital. Esta tendencia a la propagacion (0 civilizadora) sdlo es propia al capital, a diferencia de todas las condiciones anteriores de produccion.]} Los modos de produccién en los cuales la circulacidn no constituye la condicion inmanente, dominante de la produccion, desde luego no [tienen] las necesidades de circulacion especificas del capital y por tanto tampoco elabo- ran ni las formas econdmicas ni las fuerzas productivas reales correspondientes a esas necesidades. En un comienzo la pro- duccién fundada en el capital partia de la circulacién; vemos ahora cOmo aquélla pone la circulacion como su propia con- dicién y pone asimismo al proceso de produccién, en su in- mediatez, en cuanto momento del proceso de circulaci6n, asi como pone a éste como fase del proceso de produccion en su totalidad. En la medida en que diversos capitales tienen dis- tintos tiempos de circulacién (por ejemplo el uno tiene un mercado lejano, el otro uno préximo; el uno una transfor- macién segura en dinero, mientras que la del otro es azarosa; éste mas capital fixe, aquél mds capital circulant), esa circuns- tancia se traduce en diferencias en la valorizacion. Esto no ocurre, empero, antes del proceso secundario de valorizacién. El tiempo de circulacion es en sf una barrera a la valori- zacion (el tiempo de trabajo necesario también es, cierta- mente, una barrera; pero al mismo tiempo un elemento, ya Influencia de la circulacién sobre la determinacién del valor 35 que sin él dejarfan de existir el valor y el capital); deduccion del tiempo de plustrabajo 0 aumento del tiempo de trabajo necesario con relacién al tiempo de plustrabajo, La circulacién del capital es realizadora de valor, asi como el trabajo vivo es creador de valor. El tiempo de circulacion no es mds que una barrera opuesta a esta realizacion de valor y por lo tanto a la creacién de valor: una barrera especifica que no surge de Ja produccién en general, sino de la produccién del capital, y abolir a la cual lucha por superarla— pertenece también al desarrollo es- amente econdmico dei capital y da el impulso para el desarrollo de sus formas en el crédito, etc.}j [[El capital mismo es la contradiccion, ya que constantemente procura suprimir el tiempo de trabajo necesario (y esto implica a ta vez la reduc- cién del obrero a un minimo, id est su existencia como mera capacidad de trabajo viva). pero el tiempo de plustrabajo solo existe antitéticamente, sdlo en antitesis con el tiempo de traba- jo necesario, por cuanto el capital pone el tiempo de trabajo necesario, como ecesario para la condicién de su reproduccién y valorizacion. Un desarrollo de las fuerzas productivas mate- riales —que al mismo tiempo es desarrollo de las fuerzas de la clase obrera— al alcanzar cierto punto suprime al capital niis- mo. |] [[{“El entrepreneur? solo puede recomenzar la producci6én una vez que ha vendido el producto acabade y que ha empleado el precio para la compra de nuevas matiéres® y nuevos salaires: © por ende, cuanto mas prontamente la circulacién opere ambos efec- tos, tanto antes? estard él en condiciones de reiniciar su produc- cién y tantos mas productos suministrard el capital en un espacio dado de tiempo.” Storch. 34.)]]7 [[“The specific advances of the capitalist do not consist of cloth etc., but of labour®.” (Malthus IX, 26.)]]® [[“The accumulation of the general capital of the community in other hands as those of the operative labourers. necessarily retards the progress of all industry save that of the usual remuneration of capital, which the time and circumstances afford to the holders of the capital. . . '? En los sistemas que han @ Empresario. P Materias primas.- € Salarios. 4 En ed. 1939, “um so mehr” (“tan- to més”) en lugar de “um so eher””- © Los anticipos especificos del capitalista no se componen de ropa, etc., sino de trabajo.- La acumutacién det capital colectivo de Ia comunidad en manos que no sean las de sus trabajadores activos. necesariamente retarda el progreso de toda industria, salvo el de la remuneracién habitual del ca- pital, que el tiempo y las circunstancias proporcionan a tos poseedores del capital (442) 36 El Capital — Cuaderno V existido hasta ahora se considera la fuerza productiva in reference y subordinate to actual accumulations, and to the perpetuating of the existing modes of distribution. Actual accumulation and distribution are to subordinate to the power of producing*.” (Thompson, 3.)}]}° Circulacién y creacién de valor. (Nivelacién entre diferentes capitales en las condiciones de circulacién.) EI capital no es ninguna fuente de creacién del valor. — Costos de circula- cién. — La continuidad de la produccién supone el tiempo de circulacién [|como |] abolido. De la relacién existente entre el tiempo de circulacion y el proceso de produccién se sigue que la suma de los valores producida, 0 la valorizacion total del capital en una época dada. no esta determinada simplemente por cl nuevo valor que se crea en el proceso de producci6n, 0 por el plustiempo que se realiza en el proceso productivo, sino por este plus- tiempo (plusvalor) multiplicado por el niimero que expresa cudn a menudo se puede repetir el proceso de produccion del capital en determinado espacio de tiempo. Se puede consi- derar el ntimero que expresa esta repeticion, como coeficiente del proceso de produccién o de la plusvalia creada a través (443; del mismo. Este coeficiente, sin embargo, no es determiriado positiva sino negativamente por la velocidad de la circulacion. Esto es, si la velocidad de la circulacién fuera absoluta, o sea que el proceso de produccién no experimentara ninguna in- terrupcion debida a la circulaciOn, aquel coeficiente seria maximo. Si, por ejemplo, las condiciones reales de la produc- cion triguera en un pais dado permiten una sola cosecha, ninguna velocidad de la circulacion podrd convertirla en dos cosechas. Pero si la circulacion se entorpeciera y el arren- datario no pudiera vender su trigo a tiempo, por ejemplo para contratar nuevos trabajadores, la produccion se habria detenido. El maximo del coeficiente de los procesos de pro- duccion o valorizacion en un perfodo dado esta determinado por el tiempo absoluto que dura la fase productiva misma. Finalizada la circulacion, el capital puede recomenzar su pro- 2 Referida y subordinada a las acumulaciones reales y a la perpetuacion de los modos existentes de distribucion. La acumulacién y distribucién reales deben subor- dinarse a la capacidad de produccion Circulacién y creacién de valor 37 ceso productivo. Por lo tanto, si la circulacién no causa de- tencion alguna, su velocidad seria absoluta y su duracion =0: esto es, si se realizara in no time* esto serfa lo mismo que si el capital hubiera podido recomenzar inmediatamente su pro- ceso de produccion, apenas finalizado; es decir que la circula- cién no hubiera existido como barrera condicionante para la produccién, y la repeticion del proceso productivo en un lapso determinado serfa absolutamente independiente, coinci- dirfa con la duracién del proceso productivo. Por ende, si el desarrollo de la industria permitiera producir x libras de hilo de algodén en 4 meses con un capital de 100 libras, el proce- so productivo solo podria repetirse 3 veces al afio con el mismo capital, solo se producirian 3 x libras de hilo. Ningune velocidad de la circulacion podria hacer que la reproducciér del capital, o mds bien la repeticio6n de su proceso de valori- zacion, fuera mds alla de ese punto. Esto solo podria suceder a consecuencia de un aumento de las fuerzas productivas. El tiempo de circulacion en sf no es una fuerza productiva del capital, sino una barrera en su fuerza productiva, procedente de su naturaleza como valor de cambio. Todo lo que puede obtenerse de un aceleramiento y reduccion del tiempo de circulacién —del proceso de circulacion—, es una reduccion de las barreras puestas por la naturaleza especifica del capital mismo. Por ejemplo, en la agricultura, las barreras naturales opuestas a la repeticidn del proceso productivo coinciden con la duracién de un ciclo de la fase de produccién. La barrera puesta por el capital es la duracion que transcurre no entre la siembra y la cosecha, sino entre la cosecha y la transforma- cion de la misma en dinero y la reconversion del dinero, digamos por ejemplo en compra de trabajo. Los prestidi- gitadores de la circulacion, que se imaginan que mediante la velocidad de la circulacion pueden hacer otra cosa que re- ducir los obstéculos puestos por el capital mismo a su repro- duccion, se extravian por completo. (Aun mds insensatos son, [444] naturalmente, los ilusionistas de la circulacion que se ima-- ginan que, mediante establecimientos e innovaciones credi- ticios que anulen la duracién del tiempo de circulacion, no s6lo suprimirfan la detencion. la interrupcion en el proceso productivo requerida por la transformacién del producto 2 Literalmente, en nada de tiempo 38 El Capital — Cuaderno V acabado en capital. sino que volverian superfluo el capital mismo por el que se intercambia el capital productivo; esto es, producir sobre la base del valor de cambio y al mismo tiempo querer suprimir, exorcizar las condiciones necesarias de la produccién que descansa sobre esa base.) El mdximo que el crédito puede hacer en este aspecto —que se refiere a la mera circulacibn— es salvaguardar la continuidad del pro- ceso productivo, siempre y cuando existan todas las demas condiciones de esa continuidad, vale decir, que exista real- mente el capital por el cual se ha de intercambiar, etc. En el proceso de circulacién estd puesto que para la valori- zacion del capital por la produccién, para la explotacion del trabajo por el capital, exista como condicién la transfor- macién del capital en dinero, o el intercambio de capital por capital* como barrera para el intercambio de capital por tra- bajo y viceversa. El capital s6lo existe como capital en la medida en que recorre las fases de la circulacién, los diversos momentos de su transformacién para poder recomenzar el proceso de pro- duccién, y estas fases mismas son fases de su valorizacion (pero al mismo tiempo, como hemos visto, de su desvalori- zacion). Mientras el capital permanece fijado en Ja forma del producto acabado no puede ser activo como capital, es capi- tal negado. En el mismo grado en que se detiene su proceso de valorizacion, se niega su valor en tanto proceso. En conse- cuencia esto aparece como pérdida para el capital, como pér- dida relativa de su valor, puesto que el valor reside precisa- mente en el proceso de valorizacién. Esta pérdida del capital, en otras palabras, no significa otra cosa sino que para él transcurre en vano el tiempo durante el cual, si no se hubiera presentado el dead lock*, habria podido apropiarse de tiempo de plustrabajo, de trabajo ajeno, mediante el intercambio con el trabajo vivo. Imaginemos ahora que existen muchos capi- tales en diferentes ramos de la produccién, todos los cuales son necesarios (lo que se revelarfa en el hecho de que si el capital emigrara masivamente de un ramo de la producci6n, la oferta de los productos en este ramo caerfa por debajo de la * Puesto que, desde el punto de vista actual, en todos los puntos de la circulacién finicamente tenemos trabajo o capital 2 La paralizacion Circulacién y creacién de valor 39 demanda, y por consiguiente el precio de mercado subirfa por encima del precio natural); supongamos que un ramo de la produccién exige, por ejemplo, que el capital a permanezca mas tiempo en la forma de la desvalorizacién, es decir, que el tiempo en que recorre las diversas fases de la circulaciOn sea mayor que en todos los demas ramos de la produccién. En tal caso este capital a considerarfa como pérdida positiva al nuevo valor que habrfa dejado de crear, como si hubiera hecho tantos mds gastos para crear el mismo valor. Por ende, para compartir la misma tasa de ganancia, cargaria proporcio- nalmente a sus productos un valor de cambio mayor que el de los demas capitales. In fact, sin embargo, esto sdlo podria ocurrir siempre que la pérdida se repartiera entre los otros capitales.. Si a requiere para el producto mds valor de cambio que el trabajo objetivado en él, este mds sdlo puede obte- nerse si los otros reciben menos del valor real de sus pro- ductos. Significa esto que las condiciones desfavorables bajo las que a produjo, serfan soportadas en partes alfcuotas por todos los capitalistas que intercambian con él, y de esta ma- nera resultaria una ganancia media igual. Pero si se considera la suma de plusvalias creadas en conjunto por los capitales, la misma habria mermado exactamente en la mengua de valori- zacion experimentada por el capital a con relacién a los otros capitales; sdlo que esta merma, en lugar de recaer exclusiva- mente como pérdida general sobre el capital a, es soportada como pérdida general, como pérdida en partes alfcuotas por todos los capitales. Por ello nada puede ser mas ridfculo que figurarse (véase por ejemplo Ramsay) que, ademds de la ex- plotacién del trabajo, el capital constituye una fuente original ~separada del trabajo— de la creacién de valor, ya que la distribucion del plustrabajo entre los capitales no se efectia en proporcién al tiempo de plustrabajo creado por este o aquel capital sino al plustrabajo total creado por la totalidad de los capitales, y por tanto en tal o cual capital puede re- caer una creacién de valor mds alta que la atribuible direc- tamente a su explotacién particular de la fuerza de trabajo. Pero este mds por un lado debe compensarse con un menos por el otro. Si no fuera asf, la palabra promedio no significarfa ab- solutamente nada. El problema de como la relacién del capital con el capital ajeno, esto es la competencia de los capitales entre si, distribuye el plusvalor, evidentemente no tiene nada que ver con el cuanto absoluto de este plusvalor. [aas} [446] 40 El Capital — Cuaderno V Nada mas absurdo, pues, que concluir que, por cuanto el capital se hace indemnizar su tiempo de circulacion excepcio- nal —es decir, registra su menor valorizacion relativa como plusvalorizaci6n positiva—, los capitales en su conjunto, el ca- pital, pueden sacar algo de Ja nada, hacer de un menos un mas, de menos tiempo de plustrabajo o menos plusvalor mas plusvalor, y poseer, por consiguiente, una fuente mistica de creacion de valor, independiente de la apropiacién de trabajo ajeno. El modo en que los capitalistas? calculan, entre otras cosas, su parte alfcuota de la plusvalia —no solo mediante el tiempo de plustrabajo que han puesto en movimiento, sino también segun el tiempo que su capital no» ha trabajado en cuanto tal, esto es, ha permanecido inactivo, se ha encon- trado en la fase de desvalorizacisn— no modifica en lo mas minimo, desde luego, la suma de plusvalia que han de repar- tirse entre sf. Esta suma misma no puede crecer, puesto que es menor de lo que seria si el capital a, en vez de perma necer inactivo, hubiese creado plusvalia; esto es, puesto que en el mismo tiempo ha creado menos plusvalor que los demas capitales. Unicamente se le indemnizara al capital a por esta permanencia en inactividad en la medida en que la misma derive necesariamente de las condiciones existentes en el ramo particular de la produccién, y por tanto en la medida en que, con respecto al capital en general se presente como impedi- mento a la valorizacion, como barrera necesaria de su va- lorizacion, en suma. La division del trabajo permite con- siderar esta barrera tan sdlo como barrera al proceso pro- ductivo de este capital en particular. Si se considera el proceso de produccién como d oO en general por el capital, se trata de una barrera general opuesta a su valo- rizacion. Si se piensa que solo el trabajo mismo es el que produce, entonces los mayores anticipos que requiere du- rante su valorizacion, aparecen como lo que son: deduc- ciones de la plusvalia. La circulacion puede crear valor solo en la medida en que requiere un nuevo empleo de trabajo ajeno, fuera del consu- mido directamente en el proceso de produccion. Esto es lo mismo, entonces, que si en el proceso de produccion se utili zara directamente mds trabajo necesario. Sdlo los costos de @En ed. 1939, “Kapitalien” (‘“capitales”) en vez de “Kapitalisten”.- En ed, 1939 no aparece este “no” (“nicht”) Circulacién y creacién del valor 41 circulacion reales aumentan el valor del producto, pero redu- cen el plusvalor. En la medida que Ja circulacién del capital (el producto, etc.), nO expresa meramente las fases necesarias para recomen- zar el proceso de produccion, esta circulacién no constituye (véase el ejemplo de Storch) un momento de la produccion en su totalidad; por tanto no es la circulacién puesta por la produccién, y en cuanto trae costos aparejados se trata de faux frais de production? 12. Los costos de circulacion en general, esto es, los costos de produccién de la circulacion, en la medida en que conciernen a los momentos meramente econdmicos, a la verdadera circulacién (el transporte del pro- ducto al mercado le confiere a aquél un nuevo valor de uso), deben considerarse como deducciones de Ia plusvalia, 0 sea como aumento del trabajo necesario en proporcién al plustrabajo. La continuidad de la produccion supone que se haya aboli- do el tiempo de ¢irculacion. Si no esta abolido, habra de transcurrir tiempo entre las diversas metamorfosis que el capi- tal debe recorrer; su tiempo de circulacion tiene que presen- tarse como deduccién de su tiempo de produccién. Por otra parte, la naturaleza del capital supone que éste recorre las diversas fases de la circulacion y, precisamente, no en el te- treno de las ideas, donde un concepto puede transformarse en otro con la rapidez del pensamiento, in no time®, sino como situaciones que estén separadas en el tiempo. Tiene que pasar un periodo como crisdlida antes de poder volar como mari- posa. Las condiciones de la produccién del capital, pues, deri- vadas de su naturaleza misma, se contradicen entre sf. La contra- dicci6n puede ser eliminada y superada solo* de dos maneras: La primera es el crédito: un comprador ficticio B —o sea que realmente paga, pero no compra realmente— sirve de intermediario al capitalista A para la transformacion de su producto en dinero. Pero a B mismo sdlo se le paga una vez que el capitalistaC ha comprado el producto de A. Que este credit-mant B le dé el dinero a A para comprar trabajo o * A menos que se suponga que todos los capitales trabajan por en- cargos reciprocos, en cuyo caso el producto siempre es directamente di- nero, una concepcién que contradice a la naturaleza del capital y por tanto también a la practica de la gran industria 2 Falsos costos de producci , > En nada de tiempo, en un instante.- € Dador del crédito [447] {aa} 42 £1 Capital — Cuaderno V materia prima e insttumento de trabajo, antes de que A pueda remplazarlos con la venta de su producto, nada cambia en el asunto. Au fond y con arreglo a nuestra hipotesis. debe darle ambas cosas, es decir, todas las condiciones de produc- cion (las cuales, sin embargo, representan un valor mayor que el originario. con el que A comefzo el proceso de produc- cion). En este caso el capital b sustituye al capital @ pero ambos no se valorizan simultaneamente. B ocupa ahora el lugar de A. esto es, su capital permanece inactivo hasta que s¢ interéambia con el capitalc. Queda fijado en el producto de A. que ha hecho fluido su producto en el capital 6. Ramsay. Tiempo de circulacién, Concluye por tanto que el capital es Tuemte auténoma del beneticio. — Ramsay, Confusion acerca de la plusvalia y el beneficio y fa ley de los values. (No surplusvalue segin a ley de Ricardo.) — Ricardo. Com- peteneia, - Quincey. Teorfa ricardiana del valor. Salario y beneficio. Quincey. — Ricardo. — Wakefield. Condiciones de ta produccién capitalista fen] las colonias. La confusion absoluta de los economistas con respecto a la determinacion ricardiana del valor por el tiempo de trabajo —confusion que se funda en una falla basica del propio desa- trollo de Ricardo— se revela con toda crudeza en el sefior Ramsay. Este (luego de haber extraido precedentemente, de la influencia que ejerce el tiempo de circulacién de los capi- tales sobre su valorizacién relativa o sea su participacion rela- tiva en el plusvalor general, la insulsa conclusion de que “esto muestra how capital may regulate value independently. of labour’? (IX. 84. R, 43)13 0 que “capital Jis] a source of value independent of labour”® (55 1c.)14, dice literalmente: ‘A circulating capital (approvisionnement) > will always maintain more labour than that formerly bestowed upon it- self. Because, could it employ no more than had been pre- viously bestowed upon itself, which advantage could arise to the owner from the use of it as such?* (1c. 49). “Supon- 2Cémo el capital puede regular el valor, independientemente del trabajo.- > El capital es una fuente de vator, independiente del trabajo.- € Un capital circulante (medios de subsistencia) mantendra siempre mas trabajo del que se habia consumido en él mismo previamente. Porque. si no pudiera emplear més del que previamente se habia consumido en él mismo, qué ventaja podria depararle al propictario el uso del misino en cuanto tal? Tiempo de circulacion 43 gamos dos capitales de igual valor, each produced? por el trabajo de 100 men operating for a given time®, de los cua- les uno es totalmente circulante, el otro totalmente fijo, and may perhaps consist of wine kept to improve‘. Ahora bien, este capital circulante raised by the tabour of 100 men?, pondra en movimiento 150 men. Therefore the pro- duct at the end of the coming year®en este caso sera el result del trabajo de 150 men. But still it will be of no more value than the wine at the termination of the same period, aunque solamente hubo 100 men employed upon the latter’ .” (50.) “,O se pretende afirmar que la quantity of labour que every circulating capital will employ is no more than equal to the previously bestowed upon it?® Esto significarfa that the value of the capital expended" = al del producto.” (52) Gran confusion entre cl labour bestowed upon capital y aquel which it will employ'. El capital que se intercambia por la capacidad de trabajo, por el approvisionnement! —y a esto llama Ramsay aqui capital circulant nunca puede employ mds trabajo than has been bestowed upon it* 1® (La reaccion del desarrollo de las fuerzas productivas sobre el capital exis- tente no nos concierne aqui.) Pero there has been more la- bour bestowed upon it than it has paid for —surplus-iabour, which is converted into surplus-value and surplus-produce enabling the capital to renew this profitable bargain, where the mutuality is all on one side, on a more enlarged scale. It is enabled to employ more new living labour, because during the process of production a portion of fresh labour has been bestowed upon it beyond the accumulated labour of which it consisted before entering that process! 2 Producido cada uno.- P 100 hombres que trabajan durante un tiempo dado.- © Y puede, tal vez, consistir en vino guardado para aiejarlo.- ¢ Obtenido por ef trabajo de 100 hombres.- ® Por ello cl producto, al término del afio siguiente.- ' Pero todavia no tendra mds valor que el vino a 1a finalizacion del mismo perfodo, {aunque solamente huboj, 100 hombres empleados por el ultimo.- 9 ,La cantidad de trabajo que empleard todo capital circulante es apenas igual a la que se consumicra en é1 precedentemente? - Que el valor del capital empleado.- | Trabajo consumido en el capital [y aquél] que éste empleara.- 4 Medios de subsisten « Emplear mas trabajo que cl que se ha consumido en é.- !Se ha consumido més trabajo en él, del que habia pagado: plustrabajo, que se convierte en plusvalor y plusproducto permitién- dole al capital que renueve en mayor escala este ventajoso pacto, donde la recipro- cidad esta toda de un lado. E1 capital queda en condiciones de emplear mas trabajo vivo nuevo, puesto que durante el proceso de produccién se ha consumido en él una parte de trabajo recién creado, por encima del trabajo acumulado en el que consistia antes de entrar al proceso 44 El Capital - Cuaderno V El sefior Ramsay parece imaginarse que si el capital es el producto de 20 dias de labor (tiempo necesario y plustiempo incluidos), este producto de 20 dias de trabajo puede emplear 30 dias de trabajo. Esto de ningin modo es asf?7, Supon- gamos que en el producto se emplearon, digamos, 10 dfas de trabajo necesario y 10 plusdias. El plusvalor, por tanto, =10 plusdias. Como el capitalista cambia nuevamente a éstos por materia prima, instrumento y trabajo, con el plusproduc- to puede poner nuevamente trabajo necesario en movimiento. El quid no esta en que el capitalista employed mds tiempo de trabajo del que existe en el producto, sino en que inter- cambia nuevamente el tiempo de plustrabajo —que no le cues- 1449] ta nada— por tiempo de trabajo necesario; o sea, justamente, que employs todo el tiempo de trabajo bestowed upon the produce, while he has paid only part of that labour*. La conclusion del sefior Ramsay, that si the quantity of labour which every circulating capital will employ was no more than equal to that previously bestowed upon it, the value of the capital expended would be equal to that of the produce?®, ie. no surplus value would be left, seria correcta unicamente si la quantity of labour bestowed upon the capital” hubiese sido pagada integramente esto es, si el capital no se apro- piara, sin ceder un equivalente, de una parte del trabajo. Estas malas interpretaciones de Ricardo derivan evidentemente de que éste mismo no tenia una vision clara del proceso, ni podia tenerla, por su condicién de burgués?®. Comprensién de este proceso es = la statement® de que el capital es no slo, como afirma A. Smith?°, control sobre trabajo ajeno —en el sentido en que lo es todo valor de cambio, ya que le da poder de compra a su poseedor—, sino que es el poder de apropiarse de trabajo ajeno sin intercambio, sin equivalente, pero con la apariencia del intercambio. Frente a A. Smith y a otros que caen en el mismo error respecto al valor as determined by labour y al valor as determined by the price of labour (wages)*, Ricardo nunca sabe refutarlos de otra 2 Emplea [todo el tiempo de trabajo] consumido en el producto, cuando solo ha pagado parte de ese trabajo. > De que (si) la cantidad de trabajo que empleard todo capital circulante fuera apenas igual a la que se consumiera en él precedentemente, el valor del capital gastado seria igual al del producto, o sea que no dejaria plusvalia alguna. Seria correcta inicamente si la cantidad de trabajo consumida en el capi- tal. . .- © Afirmaci6n.-4 En tanto determinado por el trabajo [y al valor] en tanto determinado por el precio del trabajo (salarios) Tiempo de circulacion 45 manera que diciendo que con el producto de la misma canti- dad de trabajo se puede poner en movimiento ora mas, ora menos trabajo vivo; esto es, considera al producto del trabajo, con respecto al obrero, s6lo como valor de uso: sdlo la parte del producto que el obrero necesita para poder vivir como tal. Pero de dénde surge que, de improviso, en el intercambio el obrero sélo represente valor de uso o que sdlo extraiga valor de uso del intercambio, para él es by no means? claro, como lo prueba ya su argumentacién polémica contra A. Smith, la cual nunca es general, sino que se apoya siempre en ejemplos particulares. ,De donde resulta, entonces, que la parte del obrero en el valor del producto no esté determinada por el valor, sino por el valor de uso del producto, o sea no por el tiempo de trabajo empleado para producirlo, sino por su cualidad de conservar la capacidad viva de trabajo? Si Ricardo, tal vez, explicara esto por la competencia de los obreros entre si#1, habria que contestarle lo mismo que él respondio a A. Smith respecto a la competencia de los capita- listas: que esta competencia puede precisamente emparejar, uniformar, el nivel del beneficio, pero que de ninguna manera crea la medida de ese nivel??. De igual suerte, la competencia entre los obreros podria rebajar los salarios mas altos, etc., pero el nivel general del salario 0, como dice Ricardo, el precio natural del salario?*, no podria explicarse a partir de la competencia entre obrero y obrero, sino, inicamente, a partir de la relacién originaria entre capital y trabajo. La competencia, en suma, este motor esencial de la economia burguesa, no establece las leyes de ésta, sino que es su ejecu- tor. Por tanto la illimited competition? no es el presupuesto de la verdad de las leyes economicas, sino la consecuencia; la forma de manifestacién en la que se realiza su necesidad. Para los economistas, dar por supuesto —como lo hace Ricar- do— que existe la illimited competition es dar por supuestas la realidad y realizacion plenas de las relaciones de produc- cién burguesas en su differentia specifica?*. Por consiguiente la competencia no explica estas leyes, sino que las deja ver; luego, no las produce. O Ricardo dice también: los costos de produccién del trabajo vivo dependen de los costos de pro- duccién para producir los valores que son necesarios para reproducir ese trabajo vivo?®. Si precedentemente Ricardo @ En modo alguno.- © Competencia ilimitada [450] {451] 46 El Capital — Cuaderno V consideraba el producto, con respecto al obrero, sdlo como valor de uso, aqui considera al obrero, con respecto al pro- ducto, sdlo como valor de cambio. No le interesa el proceso hist6rico a través del cual el producto y el trabajo vivo Ilegan a reunirse en esta relacién. Pero de la misma manera, tam- poco ve claramente en qué modo esta relacién se perpetia. Para él ef capital es el resultado del ahorro, lo cual indica ya que comprende erradamente su proceso de surgimiento y reproduccién. Por consiguiente se imagina también que la pro- ducci6n es imposible sin el capital, mientras que cree muy posible al capital sin renta de la tierra. No existe para él la diferencia entre el beneficio y la plusvalia, lo que prueba que no ha comprendido claramente ni la naturaleza del uno ni la de la otra. Lo revela ya elf modo en que procede desde el comienzo mismo. Al principio hace que el obrero intercambie con el obrero, y su intercambio esté entonces determinado por el equivalente, por el tiempo de trabajo que cada uno ha gastado en la produccion. Se presenta luego el verdadero pro- blema de su economia: demostrar que esta determinacién de valor no se modifica por la acumulacién de fos capitales, o sea por la existencia del capital?6. En primer lugar, no se le viene a las mientes que su primera relacién natural no es més que una relacién abstraida de la produccién fundada en el capital. En segundo lugar, sefiala la existencia de un deter- minado cuanto de tiempo de trabajo objetivo, que por cierto puede crecer, y se pregunta: gcdmo se divide? La pregunta es rather® jcémo se le crea? , y es precisamente la naturaleza especifica de fa relacion entre el capital y el trabajo, o la differentia specifica del capital, ta que explica esto. En reali- dad, como lo expresa Quincey (X, 5), de lo que se trata en la economia moderna (ricardiana) es solamente de los dividen- dos, mientras que se considera al producto total como fijo, determinado por la cantidad de trabajo empleada en él (su valor se estima segtin ese criterio)*”. Por eso se le reprocha con razén a Ricardo que’ no comprenda el surplus value, aunque sus adversarios lo comprenden aun menos. Se represen- ta al capital como apropidndose de determinada parte del valor existente del trabajo (del producto); no se representa como fuente de la plusvalia la creacién de este valor, del que el capital se apropia por encima del reproducido. Esta crea- a Mas bien Tiempo de circulacion 47 cién coincide con la apropiacién, sin intercambio, de trabajo ajeno y por tanto nunca puede ser comprendida claramente por los economistas burgueses. Ramsay le reprocha a Ricardo olvidar que el capital fixe (del cual se compone el capital aparte el approvisionnement?, y que para Ramsay es a la vez raw material e instrument)® se deduce de la suma que el capitalista y el obrero deben repartirse. “Ricardo olvida que el producto total no sdlo se divide en wages y profits®, sino que también una parte es necessary for replacing fixed capi- tal*.”? (IX, p. 88. R. 174 note.)?®. De hecho, como Ricardo no comprende en su movimiento vivo la relacién entre el trabajo objetivado y el vivo —que no se deduce de los divi- dendos arrojados por un cuanto dado de trabajo, sino del poner plustrabajo--, y como por tanto tampoco comprende la relacién recfproca entre los diversos elementos constitutivos del capital, se tiene la impresién, al leerlo, de que el produc- to total se dividiera en wages y profits, de tal suerte que la reproduccién det capital mismo se incluye en el beneficio. Quincey (I.c., cuaderno X, 5) expone asf la teorfa ricardiana: “Si el precio es de 10 sh., entonces wages y profit as a whole cannot exceed 10 sh. But do not the wages and profits as a whole, themselves, on the contrary, predetermine the price? No, that is the old superannuated doctrine”* (p. 204.) “La nueva economia ha mostrado that all price is governed by proportional quantity of the producing labour, and by that only. Being itself once settled, then, ipso facto, price settles the fund out of which both wages and profits must derive their separate dividends”' (Ic. 204)?°. El capital se presenta aqui no como poner de plusvalor, id est, de plustrabajo, sino tnicamente como haciendo deducciones de un cuanto dado de trabajo. Que el instrumento y la materia prima se apro- pian de estos dividendos ha de explicarse entonces a partir de su valor de uso en la produccién, en lo cual esta dada por supuesta, entonces, la necedad de que la materia prima y el @ Medios de subsistencia.- > Materia prima [e] instrumento.- ¢ Salarios {y] bene- ficios.- 4 Necesaria para remplazar el capital fijo.- © Salarios [y} beneficios, en con- junto, no pueden pasar de 10 chelines. ;Pero no son los salarios y beneficios los que en conjunto, por el contrario, predeterminan el precio? No, ésa es la vieja y obsole- ta doctrina.- f Que todo precio esta regido por la cantidad proporcional de trabajo productive, y sélo por ésta. Una vez fijado, el precio, por el mismo hecho, fija entonces ef fondo del cual tanto tos salarios como los beneficios habran de extraer sus distintos dividendos 1452) 48 El Capital - Cuaderno V instrumento crean valor de uso gracias a su separacién del trabajo, puesto que la separacion los convierte en capital. Con- siderados por sf mismos, no son mas que trabajo, trabajo pasado. Ademds esto con toda justicia le choca al common sense, puesto que el capitalista sabe muy bien que él incluye el salario y el beneficio entre los costos de produccién y que ajusta conforme a ello el precio necesario. Esta contradiccién entre la determinacién del producto mediante el tiempo re- lativo de trabajo y la limitacion de la suma de beneficio y wages mediante la suma de este tiempo de trabajo, y la fija- cién real del precio en la prdctica, deriva sencillamente de que no se concibe al beneficio como forma secundaria y deri- vada de la plusvalia; precisamente lo que el capitalista, con razon, considera como sus costos de produccién. Su bene- ficio, pues, deriva simplemente de que a él una parte de los costos de produccién no le cuesta nada, es decir, que no entra en sus desembolsos, en sus costos; de produccién. “Any change that can disturb the existing relations between wages and profits must originate in wages’? (Quin- cey, lc. (X, 5), p. 205). Esto slo es verdadero en la medida en que any variations in the mass of surplus labour must be derived from a variation in the relation between necessary and surplus labour® Pero esto puede ocurrir igualmente si el necessary labour se vuelve mds improductivo y por tanto recae sobre él una parte mayor del trabajo total, o si el trabajo total se vuelve mds productivo, con lo cual el tiempo de trabajo necesario se reduce. Es nonsense’ decir que esta fuerza productiva del trabajo deriva de los wages*. La men- gua de los wages relativos es mas bien su resultado. La misma obedece a: I) la apropiacion del crecimiento de las fuerzas productivas, derivada de la division del trabajo, del comercio que suministra materias primas mds baratas, la ciencia, etc., por parte del capital; 2) no obstante, este aumento de las fuerzas productivas, en la medida en \que se realiza gracias al empleo de un capital mayor, etc., ha de considerarse como proveniente del capital. Por afiadidura, profit y wages, aunque Tiempo de circulacién 49 determinados por la proporcion entre trabajo necesario y plustrabajo, no coinciden con éstos, son solamente formas se- cundarias de los mismos. La gracia, empero, esta en que entre los ricardianos se da por supuesto determinado cuanto de trabajo; el mismo determina el precio del producto, de lo cual el trabajo extrae sus dividendos en wages y el capital en profits: los dividendos del obrero = al precio de los medios de subsistencia necesarios. Por consiguiente, en las ‘existing rela- tions between wages y profits”*, la tasa del beneficio esta en suu maximo y la de los wages en su minimo. La competencia entre los capitalistas slo puede cambiar la proporcién segtin la cual participan los inismos en el beneficio total, pero no alterar la proporcién entre el beneficio total y los wages tota- les. El general standard of profit es esta proporcién entre el beneficio total y los wages totales, proporcién no alterada por la competencia. ;De donde, entonces, procede la altera- tiont? Con seguridad, no se debe a que la tasa del beneficio decrezea espontineamente, y tendria que hacerlo espontdnea- mente, ya que la competencia no provoca ese resultado. Lue- go, por alteration in los wages cuyos costos necesarios pueden aumentar (teorfa del deterioro progresivo del suelo sometido a cultivos, teorfa de la renta) a consecuencia de una disminu- cion de la fuerza productiva del trabajo debida a causas natu- rales. A esto contrapone Carey. etc., con razon (aunque a la vez sin razon, por el modo en que lo explica) que la tasa del beneficio no decae a consecuencia de la disminuci6n, sino del aumento de la fuerza productiva?® Todo esto se resuelve sencillamente diciendo que la tasa del beneficio no tiene en vista el plusvalor absoluto, sino el plusvalor con relacion al capital empleado, y que el crecimiento de la fuerza produc- tiva est4é acompafiado por la mengua de la parte del capital que representa el approvisionnement con respecto a la parte que representa el capital invariable; por tanto, y necesa- riamente, al disminuir la proporcidn entre el trabajo total empleado y el capital que [este trabajo]) pone en movimien- to? merma también la parte del trabajo que se presenta # Aqui comienza el cuaderno siguiente, cuya primera pagina lleva el encabeza- miento: ““Cuademno VI. El capitulo del capital. London, February, 1858”.- © Cual- quier cambio que pueda perturbar las relaciones existentes entre salarios y beneficios ha de tener su origen en los salarios.-¢ Cualesquiera variaciones en la masa del plustrabajo han de derivarse de una variacién en la relacién entre el trabajo necesario y el plustrabajo.- 4 Un desatino.- © Salarios @ Relaciones existentes entre salarios [y| beneficios. © Nivel general del bene- ficio.- © Alteracion.- 4 En ed. 1939, “die es” como correccién de un presunto “das es” del_ms. La nueva correccién del IMEL establece “das sie”; en este caso el parrafo divia “das sie in Bewegung setzt” (al gue pone en movimiento”), lo cual tornarfa al parrafo, confuso, cuando es evidente que Marx quiere referirse a “cl capital que el trabajo pone en movimiento” [453] 50 £1 Capital — Cuaderno VI como plustrabajo o plusvalor. A esta incapacidad de explicar uno de los mas decisivos fendmenos de la produccién moder- na, obedece el que Ricardo no haya comprendido su propio principio. Pero en qué aprietos pone a sus discipulos, se des- prende, entre otros, del siguiente pasaje de Quincey: “It is the common paralogism, that if upon the same farm you have always kept 5 men, and in 1800 their produce was 25 qrs., but in 1840? SOqrs., you are apt to view the produce only as variable, and the labour as constant: whereas virtually both have varied. In 1800 each qr. must have cost [/5 part of a man; in 1840 each has cost no more than 1/10 part of aman” (Lc., 214). En ambos casos el tiempo de trabajo absoluto era el mismo, 2 dias; pero en 1840 la fuerza pro- ductiva del trabajo se habia duplicado respecto a 1800 y por tanto era menor el cost of producing necessary labour‘. El trabajo bestowed upon | quarter? era menor, pero el trabajo total era el mismo. Empero, que la fuerza productiva del trabajo no determina el valor del producto —aunque deter- mina el plusvalor, si bien no en proporcién al aumento de la fuerza productiva—, lo debfa haber aprendido de Ricardo el sefior Quincey. Tanto las objeciones contra Ricardo, como las desesperadas sofisterias de sus discipulos® (por ejemplo el sefior MacCulloch, que por medio del plustrabajo explica la plusvalia: el vino afiejo vale mds que el nuevo)3!_ El valor tampoco se puede determinar por el trabajo que ha costado la unit,’ esto es, el precio del single quarter9, sino que el (454) precio multiplicado por la cantidad es lo que constituve el valor Los 50 quarters en 1840 tenjan el mismo valor que los 25 en 1800, porque objetivaban el mismo cuanto de trabajo. El precio para cada quarter, la unit, tiene que haber sido diferente y el precio total (expresado en dinero) puede ser diferente por muy diversos motivos. (Lo que Quincey dice de la méquina, vale también para el obrero: ‘“‘Una maquina, una vez conocido su secreto will not sell for the labour pro- En ed. 1939, “1845”. Corregido segiin De Quincey.- Se trata del vulgar para- logismo segiin el cual si en la misma granja se ha hecho trabajar siempre a S hombres, y cn 1800 su producto era de 25 quarters pero en 1840 de 50 quarters, se podria ver sélo el producto como variable y al trabajo como constante; mientras que virtualmente ambos han cambiado, En 1800 cada quarter tiene que haber costado 1/5 parte de un hombre; en 1840 cada uno costé tan sdlo 1/10 parte de un hombre.- © El costo de producir trabajo necesario.- 4 Consumido en un quarter.- © La frase es obviamente incompleta.- ‘ Unidad.- § Cada quarter Tiempo de circulacién St duced, but for the labour producing... it will no longer be viewed as a cause equal to certain effects, but as an effect certainly reproducible by a known cause at a@ known cost’? (84, 85)®. Quincey dice de Malthus: ‘Malthus in his Political Economy refuses to see, may he positively denies. that if two men produce a variable result of ten and five, then in one case each unit of the result has cost double the labour which it has cost in the other. On the contrary, because there are always two men, Mr. Malthus obstinately insists that the cos¢ in labour is constants (Lc., 215. Note). In fact: the cost in labour is constant,* ya que, segtin la premisa. esté contenido tanto trabajo en diez como en cinco. Pero el cost of labour® no es constante. porque en el primer caso, como la fuerza productiva del trabajo se ha duplicado, el tiempo que corres- ponde en determinada proporcién al trabajo necesario es menor. Inmediatamente después abordaremos la concepcién de Malthus. Aqui, antes de que prosigamos analizando el tiempo de circulacién del capital y su relacién con el tiempo de trabajo, hemos de considerar previamente la doctrina ente- ra de Ricardo sobre esta materia, para fijar mds tajantemente la diferencia entre nuestra propia concepcién y la suya. (Las citas de Ricardo en el cuaderno VIII.)3? EI primer supuesto en él es la “comtpetencia ilimitada” y el aumento a discrecién de los productos por medio de la indus- tria (19. R. 3)'33. Esto significa, en otras palabras. que las leyes del capital no se realizan plenamente sino dentro de la illimited competition e industrial production. Sobre esta base productiva y esa relacion de produccién el capital se desa- rrolla adecuadamente; sus leyes inmanentes, pues, entran ple- namente en vigencia. Siendo esto asf, habria que mostrar como la illimited competition y ta industrial production son condiciones de realizacion del capital que este mismo debe producir cada vez mds (mientras que aqui la hipotesis 3 No se venderd por el trabajo producido, sino por el trabajo que produce... No se la vera ya como una causa igual a ciertos efectos, sino como un efecto cierta- mente reproducible por una causa conocida y @ un costo conocido - ® En ed. 1939, © Malthus en su Political Economy se nicga a ver, es mas, niega positivamente que si dos hombres producen un resultado variable de diez y de cinco, entonces en im caso cada unidad del resultado ha costado el doble de trabajo que ha costado en vl otro caso, Por ef contrariv, como hay siempre dos hombres, el Sr. Malthus insiste obstinadamente en quc cl costo en trabajo cs constante.-4 Fn efecto: el costo de trabajo es constante.- © Costo de trabajo. f En ed. 1939, "R. S* 52 El Capital — Cuaderno VI como la del teérico puro que, para parecer irreprochable, pone la relacion del capital consigo mismo en cuanto capital —la free competition y el modo de existencia productivo del capital~ externa y arbitrariamente, no como autodesarrollos del capital, sino como supuestos concebidos intelectualmente). [48s] Dicho sea de paso, éste [es] el tnico pasaje en Ricardo donde hay una vislumbre acerca de la naturaleza historica de las leyes econémicas burguesas. Bajo este supuesto, el valor relati- vo de las mercancias (pero este término es absurdo, ya que un valor absoluto es nonsense) se determina por la diferente cantidad que puede producirse en el mismo tiempo de tra- bajo, o por la cantidad de trabajo realizada proporcionalmen- te en las mercancias (p. 4). (Cuaderno, 19.)34 (En adelante el primer guarismo para la pdgina en el cuaderno; el segundo para la pagina en Ricardo.)*5 De qué manera se pasa ahora del valor en cuanto equivalente determinado por el trabajo al no equivalente, o al valor que en el intercambio pone plus- valor, es decir, de qué manera se pasa del valor al capital, de una determinacién a la determinacién aparentemente contra- puesta, es materia que no interesa a Ricardo. Para él el pro- blema es solamente el de como la relacién de valor de las mercancias puede y debe permanecer la misma y ser determi- nada por el cuanto de trabajo relativo, aunque el poseedor de trabajo acumulado y los? de trabajo vivo no intercambien equivalentes en trabajo, esto es, pese a la relacion entre el capital y el trabajo. Constituye entonces un sencillisimo caso de cdlculo demostrar que la mercancia a y la mercancia b pueden intercambiarse en proporcién al trabajo objetivado en ellas, aunque los productores de a y b dividan de manera muy diferente entre sf el producto a, o el producto b inter- cambiado por aquél. Pero como aqui toda divisién se produce sobre la base del intercambio, de hecho resulta absolutamente inexplicable por qué un valor de cambio ~el trabajo vivo— se intercambia segun el tiempo de trabajo realizado en él, mien- tras que el otro valor de cambio —el trabajo acumulado, el capital— no se intercambia conforme a la pauta del tiempo de trabajo realizado en él. En este caso el poseedor del traba- jo acumulado no podria participar en el intercambio en su condicién de capitalista. Por eso Bray, pongamos por caso, 4 En ed. 1939, en lugar de “‘y los” (“und die”) figuraban unos puntos suspensi- vos, con lo cual el sentido de la frase era oscuro Tiempo de circulacién 53 cree que con su equal exchange? entre trabajo vivo y trabajo muerto es el primero en extraer la verdadera consecuencia de Ricardo ?®. Que desde el punto de vista del mero exchange el salario del obrero tendria que ser=al valor del producto, en otras palabras, que el cuanto de trabajo en forma objetiva tecibido por el obrero en el salario, tendria que ser=al cuan- to de trabajo en forma subjetiva que él gasta en el trabajo, a tal punto es una consecuencia necesaria que Adam Smith incurre en ella3’. Ricardo, por el contrario, se mantiene en lo cierto, pero cOmo? “El valor del trabajo y la cantidad de mercancias que puede comprar determinada cantidad de tra- bajo, no son idénticos”. Why not?® “Porque el producto del obrero o un equivalente de este producto no es=a la remu- neracién del obrero.”” Esto es, la identidad no existe porque existe la diferencia. “Por tanto” (porque no es asf) “‘el valor del trabajo no es la medida del valor, del modo en que lo es cl trabajo empleado en la cantidad de las mercancias” (19, 5)¢ 38. El valor del trabajo no es idéntico a la remuneracién del trabajo. Porque son diferentes. Es ésta una curiosa conclu- sion. Au fond esto se basa nada mds que en lo siguiente: que en la practica mo es asi. Pero con arreglo a la teoria, tendria que ser asi, porque el intercambio de valores esta determi- nado por el tiempo de trabajo realizado en ellos. En conse- cuencia, se intercambian equivalentes. Determinado cuanto de tiempo de trabajo en forma viva, pues, tendria que intercam- biarse por el mismo cuanto de tiempo de trabajo en forma pasada. Habria que demostrar, precisamente, que la ley del intercambio se trastrueca en su contrario. Ni siquiera se mani- fiesta el presentimiento de que efectivamente asi lo hace. A menos que el presentimiento se encuentre en el rechazo, a menudo reiterado, de la confusidn. Que eso tampoco puede hacerlo la diferencia entre el trabajo pasado y el vivo, se reconoce de inmediato: “La cantidad comparativa de mer- cancias que un cuanto dado de trabajo puede crear, deter- mina su valor pasado y presente” (19, 9)39, con lo cual, pues, el trabajo vivo llega incluso a determinar retroactiva- mente el valor del trabajo pasado. {Por qué, entonces, el capital no se intercambia por trabajo vivo en proporcién al trabajo realizado en el capital? ,Por qué un cuanto de tra- Intercambio igual. > ;Por qué no? © En ed. 1939: “19,3” [456] 457] 4 El Capital - Cuaderno VI bajo vivo no es, él mismo,=al cuanto de trabajo en el que se ha objetivado? ‘El trabajo, naturalmente, es de diferente calidad, y es dificil la comparacién de diferentes horas de trabajo en ramas de produccién diversas. Pero esta escala se afianza muy pronto en la practica” (19, 13)4°. “En periodos breves, por lo menos de un afio a otro, la variacion en esta desigualdad es insignificante, por lo cual no se le tiene en cuenta” (19, 15)41. Esto no significa nada. Si Ricardo hu- biera aplicado su propio principio, los cuantos de trabajo (simples) a los cuales pueden reducirse las diversas capacida- des de trabajo, Ja cosa habria sido facil. En general, Ricar- do se ocupa directamente de las horas de trabajo. Lo que el capitalista recibe en el intercambio es la capacidad de trabajo: es éste el valor de cambio que paga. El trabajo vivo es el valor de uso que tiene para él este valor de cam- bio, y de este valor de uso surge el plusvalor y la abolicién del intercambio en general. Como Ricardo hace que el intercambio se realice con trabajo vivo —o sea, incursiona de inmediato en el proceso de produccién—, se mantiene in- soluble, en su sistema, la antinomia de que un cuanto de- terminado de trabajo vivo no es=a Ja mercancia que éste crea, en la que se objetiva, pese a que el valor de la mer- cancia es=al cuanto de trabajo contenido en la misma. En el valor de la mercancfa esta ‘incluido también el trabajo de flevar la mercancia al mercado” (19, 18)4?. Veremos que el tiempo de circulacién, en la medida en que en Ricardo aparece como determinante del valor, no es otra cosa que el trabajo necesario para llevar las mercancias al mercado. “E] principio de la determinacién del valor por los cuantos relativos de trabajo contenidos en las mercancias, se modi- fica sustancialmente por el empleo de Ja maquinaria y de- mas capital fijo y duradero. El alza o baja del salario afec- ta diversamente a dos capitales de los cuales uno es casi totalmente circulante, el otro casi totalmente fijo; otro tan- to ocurre con la duracién desigual del capital fijo empleado. O sea, el beneficio sobre el capital fijo (el interés) se agre- ga también para compensar la mayor duracién del tiempo que debe transcurrir hasta que se haya podido Ilevar al mercado ja mas valiosa de las dos mercancias” (19, 29, 30)*43 Este ultimo momento se refiere sOlo a la duracién a En vez de “19, 29, 30”, deberfa decir: ‘19, 25, 27, 29, 30” Tiempo de circulacién 5S del proceso de produccién, o sea al tiempo de trabajo empleado directamente, por lo menos en el ejemplo ricardia- no del arrendatario y el panadero**. (Si el trigo de un llurrendatario] sdlo esté en condiciones de ser Mevado al mercado después que el de otro, entonces esta Namada compensacion como en el capital fixe, supone ya el interés, o sea ya algo derivado, y no una determinacion originaria.) “El beneficio y el salario son tan sdlo porciones en las cuales las clases de los capitalistas y los obreros participan en la mercancia originaria, y por tanto también en la que intercambian por ésta” (p. 21, 22)* 4°. El que la mercancfa originaria de manera alguna ser[{a] producida si no contu- vicra un plustrabajo para el capital demuestra hasta qué punto la produccién de la mercancia originaria, su origen mismo, esta determinado por estas porciones, asf como tam- bién que éstas preceden, en cuanto fundamento determinan- (c, a la mercancfa originaria>. “Mercancias en las que se emplea la misma cantidad de trabajo difieren en valor relati- vo si no se les puede llevar al mismo tiempo al mercado. ‘También en el caso de un capital fijo mayor, el valor supe- rior de una mercancia se debe a la mayor cantidad de tiempo que debe transcurrir antes de que se pueda Hevar aquélla al mercado... La diferencia, en ambos casos, deriva de que los beneficios se acumulan como capital, y esto re- presenta tnicamente una compensacién por el tiempo duran- te el cual se retuvieron los beneficios” (19, 35)° *® Esto no significa absolutamente otra cosa sino que el capital in- activo se calcula y compensa como si en lugar de estar in- activo se intercambiara por el tiempo de plustrabajo. Este fenémeno nada tiene que ver con la determinacion del valor. Forma parte del precio. (En la esfera del capital fijo, sdlo tiene que ver con la determinacién del valor en cuanto ofro mé- todo de pago del trabajo objetivado, abstracted¢ del bene- ficio.) “There is another principle of labour which nothing points out to the economical inquirer in old countries, but 2 En lugar de “21, 22”, deberia decir “19-20, 31”. En la ed. 1939, “wie sie aiso als Bestimmungsgrund den Portionen vorhergeht” (‘asi como que ella preceda en cuanto fundamento determinante, a las porciones”) en vez de “wie sie also als Bestimmungsgrund der urspriinglichen Ware vorhergehen”.- © En lugar de “19, 35”, deberia decir: "20, 34-35".- 4 Separado [458] 56 El Capital - Cuaderno VI of which every colonial capitalist has been made conscious in his own person. By far the greater part of the opera- tions of industry, and especially those of _which-the~pro- duce is great in proportion to the capital and labour em- ploved, require a considerable time for |their] completion. As to most of them, it is not worth while to make a com- mencement without the certainty of being able to carry them on for several years. A large portion of the capital employed in them is fixed. inconvertible, durable. \f any- thing happens to stop the operation, all this capital is lost. If the harvest cannot be gathered, the whole outlay in making it grow has been thrown away. Esto muestra que constancy is a no less important principle as combination of labour. The importance of the principle of constancy is not seen here, because rarely indeed does it happen, that the labour which carries on a business is stopped against the will of the capitalist...47 Pero en las colonies exacta- mente al revés. Aqui capitalists are so much afraid of it that they avoid its occurrence as much as they can. by avoiding, as much as possible, operations which require much time for their completion” ? (Wakefield, 169, XIV, 71)°43 “There are numerous operations of so simple a kind as not to admit a division into parts, which cannot be performed without the co-operation of many pairs of hands. Por ejemplo the lifting of a large tree on to a wain. keep- ing down weeds in a large field of growing crop, shearing a large flock of sheep at the same time, gathering a harvest of corn at the time when it is ripe enough and not too @Existe otro principio del trabajo que no se deja ver por el investigador econd- mivo en los paises viejos, pero del que, por experiencia propia, ha adquirido concien- cia todo capitalista colonial. Por lejos la mayor parte de las operaciones de la industria, y en especial aquellas en las cuales el producto es grande con relacién al capital y el trabajo utilizado requieren un tiempo considerable para ser Nevadas a término En la mayor parte de elas, no vale la pena comenzar a efectuarlas si no se tiene la seguridad de poder hacerlo durante varios afios. Una gran parte del capital empleado en ellas es fijo, inconvertible, duradero, Si ocurre cualquier cosa que detenga esa operacidn, se picrde todo el capital. Si no se puede levantar la cosecha, todos los gastos para hacerla crecer han sido en balde... [Esto muestra que] la constancia no es un principio menos importante que la combinacién del trabajo. La importancia del principio de Ja constancia no es percibida aqui, porque raramente, por cierto, ocurre que cl trabajo que hace adelantar un negocio se interrumpa contra la voluntad del capitalista. .. [Pero en las] colonias [exactamente al revés. Aqui] los capitalistas tienen tanto temor de ello que lo evitan todo lo que pueden, eludiendo las operaciones que requicren mucho tiempo para ser finalizadas- © En vez de “169, XIV, 71", debiera decir: “169/170, XIV, 71” Tiempo de circulacién 57 tipe, moving any great weight; everything, in short, which cannot be done unless a good many pairs of hands help logether in the same undivided employment, and at the sume time”? (168 Le.). “Combination and constancy of labour are provided for in old countries, without an effort or [a] thought on the part of capitalist, merely by the abundance of labourers for hire. The scarcity of labourers for hire is the universal complaint of colonies’? (170 l.c.). “Solo la cheapest land in a colony is that whose price affects the labour market. The price of this land as of all bare land, and of everything else which it costs nothing to produce, depends of course on the relation between the demand and the supply”* [p. 332]. “In order that the price of waste land should accomplish its objects” (a saber: con- vertir al trabajador en un no-propietario de tierras), ‘‘it must be sufficient for the purpose. Hitherto the price has been everywhere insufficient”? (338 lI.c.). En cuanto a este “sufficient” price: “In founding a colony the price might he so low as to render the quantity of land appropriated by settlers practically unlimited: it might be high enough to occasion a proportion between land and people similar to that of old countries, in which case, if this very high price did not prevent emigration, the cheapest land in the colony might be as dear, and the superabundance of labourers as deplorable as in England: or it might be a just medium between the two, occasioning neither superabundance of people nor superabundance of land, but so limiting the quantity of land, as to give the cheapest land a market @ Hay numerosas operaciones de naturaleza tan simple como para no admitir su divisibn en partes, pero que no se pueden realizar sin Ja cooperacién de muchos pares de brazos. [Por ejemplo] subir un gran tronco a un carro, extirpar la cizafia en un gran campo en el que crece un cultivo, esquilar al mismo tiempo un gran rebaiio de ovejas, recoger una gran cosecha de cereal cuando esta suficientemente maduro y no pasado de maduro, mover un gran peso; todo aquello, en suma, que no pucde hacerse a menos que un buen nimero de brazos colaboren en la misma operacién indivisa, y al mismo tiempo. La combinaci6n y constancia del trabajo estan dispo- nibles en los paises viejos, sin que el capitalista deba esforzarse ni pensar en ello, a causa simplemente de la abundancia de trabajadores prestos a asalariarse. La escasez de trabajadores en tales condiciones constituye 1a queja universal de las colo- nias En una colonia [solo la} tierra mds barata es aquella cuyo precio afecta el mercado de trabajo. EI precio de esta tierra, asi como el de toda la tierra baldia, y el de todo aquello cuya reproduccién no cueste nada, depende por supuesto de la relacion entre la oferta y la demanda.- 4 Con vistas a que el precio de la tierra baldia cumpla con su finalidad [.. J, debe ser lo bastante alto para ese objetivo. Hasta el presente el precio en todas partes ha sido insuficiente [459] 58 El Capital ~ Cuaderno VI value, that would have the effect of compelling labourers to work some considerable time for wages before they could become landowners’? (139 Ic.) (H. XIV, 71). (Este pasaje, aqui citado, de Wakefield’s “Art of Colonisation”, corres- ponde a lo indicado mas arriba sobre la necesaria separacion entre el trabajador y las condiciones de propiedad.) Plusvalia y beneficio, Ejemplo (Malthus). — Beneficio y plus- valia. Malthus. — Diferencia entre trabajo y capacidad de tra- bajo. — La curiosa afirmaciér segin la cual la injerencia of capital no modificarfa nada en el payment of labour, — Teoria de Carey sobre ef abaratamiento del capital para los obreros. — (Merma de la tasa del beneficio.) — Wakefield sobre la contradiccién entre las teorfas ricardianas del salario y el valor (El calculo del beneficio, a diferencia del calculo de la plusvalfa real que el capital pone en el intercambio con el trabajo vivo, [se aprecia] claramente, pongamos por caso. en el ejemplo siguiente. Se trata de a statement® contenido en el First Report of the Factory Commissioners (Malthus’ Princip. of Polit. Economy. 1836. 2 ed. (Cuaderno X, p. 42.)) Al fundarse una colonia el precio podria ser tan bajo como para que fuera practicamente ilimitada la tierra de la que se apropiasen los colonos; podria ser suficientemente alto como para que se estableciera entre Ja tierra y la poblacién una proporcidn similar a la de los viejos paises, en cuyo caso, si este mismo precio no evitara la emigracién, la tierra m&s barata en la colonia podria ser tan cara y la superabundancia de trabajadores, tan deplorable como en Inglaterra; 0 podria ser un Justo medio entre los dos, no dando lugar ni a la superabundancia de poblacién ni a la de tierra, pero limitando asi la cantidad de tierra como para que la mds barata tuviera un valor de mercado, cuyo efecto seria que los trabajadores estarian obliga- dos a trabajar un tiempo considerable por salarios antes de poder transformarse en propietarios de tierras.- Pago de trabajo.- € Un estado de cuenta Plusvalia y beneficio 59 Capital sunk in building and machinery £ 10.000 loating capital 2. sees £ 7.000 Yr SOU interest on € 10,000 fixed capital 350. . floating capital iso. - Rents, taxes, rates 650. « Sinking fund of 6 1/2% for wear and tear of the fixed capital { 1.050 { 1.100 Contingencies, carriage, coal, oil 2.750 ».G00 wages and salaries 5.350 10,000 for about 400.000 Ibs raw, cotton at 6 d. 15.350 16.000 for 363.000 Ibs twist spun. Value 0... £ 16.0008 "I capital gastado en trabajo es 2.600; la plusvalia es = 1.650 {460} (850. interest + 150 rents®, lo cual hace 1.000 + 650 de bene- licio). Pero 2,600 : 1.650= 100 : 63 6/13. Por tanto la tasa de la plusvalia es 63 6/13%. Segtin el propio cdlculo del beneficio esto tendria que ser: 850 interest, 150 rents y 650 beneficio, o sea 1.650 : 15.350; mas de 10.7%°. el ejemplo precedente el capital flottant* rota | 67/708 veces por afio; el capital fixe rota una vez en 15 5/13 afios; una vez en 200/13 afios. « Capital invertido en editicios y maquinaria Capital flotante : £ $00 de interés sobre’ £10,000 de capital fyo £ 10.000 . £ 7.000 «350. sobre el capital flotante 150. Rentas, impuestos, tasas. 650 Fondo de reserva de 61/2% para repo- ~ sicién del capital fijo. £ 1.650 { 1.100 Gastos varios, transporte, carbon, aceite. 50 00 Jornales y sueldos 5.350 10.000 por aproximadamente 400,000 libras de algodén en rama 26 peniques. 15.350 16.000 por 363.000 libras de hilado. Valor... £16,000 » Rentas.- ¢ En vez de “mds de 10,7%", deberfa decir “casi 10.1%". 4 Capital cireu- fante.- © Fn ed. 1939, "167/70"

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