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— eran ESTUDIOS SUMARIO OTONO 94 Ne3. Antonio Sobral: Heterodoxia y Educacién Silvia Roitenburd Los Tiempos de Gallardo Valdez: : Partidos y Pactos Politicos en la Cordoba Libertadora (1955 - 1958) César Teach Una mirada argentina de la Revolucién Mexicana: Manuel Ugarte (1910 - 1917) Pablo Yankelevich Los artificios del Poder: el realismo politico de Maquiavelo Sergio Sanchez Teoria Gritica del Derecho Maria Susana Bonetto y Maria T. Piriero de Ruiz EL futuro de nuestras ciudades Maria Elena Foglia A propésito del iltimo teorema de Fermat Aroldo Kaplan Cérdoba Durchmusterung ‘Observatorio Nacional Argentino Gustavo Carranza ‘América Latina en el nuevo contexto Internacional Helio Jaguaribe Mediaciones politicas y construccion de la democracia argentina Waldo Ansaldi Pensamiento Politico militar argentino Gristian Buchrucker SEES PTR ST ESTUDIOS Dizector: Héctor Schmucler Secrotarios de Redaceién: Elsa Chanaguir, Horacio Grespo Comité Asesor Celma Agiero Beatriz Alasia Humberto Alagia Maria Saleme de Burnichop Halima Tahan Consejo de Redacciin Horacio Crespo, Elsa Chanaguir, Marfa Cristina Mata, Héctor Schmucler Diseno de taps y diagramacion: José Monaco. Correccidn: Juan Fragueiro. Estudios-es una publicaciéa del Centro de Estudios Avansados de la Universidad Nacional de Gérdoba, Vélez Saesffeld 153, CP. 5000, Cordoba, Argentina. Telefo ‘90 (051) 215750, Fax (051) 299731. 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Banco Israclita de Cérdoba S:A Banco Feigin Editorial Fondo de Cultura Econémica Gésar Teach (eras Teac ot lave Feneat Sched Pardon "Hoy un Juramento, maiana tina traicién Amores de Estudiance (C. Gardel-Le Pera) diferencia de paises como Alemania Awe Ins expetiencias de comprom- sos multipartidarios estables y gobiernos de coalicién, constituyeron una rare avis en la historia politica contemporanea de Argentina. En contraste con los sistemas de partidos que, Giovanni Sartori caracteriz6 como de “pluralis- ino moderado”, los pactos interpartidarios de gobierno raramente Hegaron a concretarse, ¥ en todo caso, estuvieron signados por su fragi- lidad. ' Nila teorfa de Formacion de costiciones de W. Gamson —segiin la cual los participantes en las mismas deben tener una participacién en Jos beneficios proporcional alos recursos apor- tados (norma de paridad)— ai la teorfa de formacién de coaliciones de Chertkoff —que desconoce la norma de paridad al sostener que el participante "mas débil de todos es tan fuerte como el mas fuerte" si st ausencia impide auna coalicién ser ganadora— son suficientes par explicar la casi nula operatividad de los com- promisos interpartidarios de gobierno en et caso argentino.” Natalio Botana explicé la precariedad de los compromisos interpartidarios en términos de un “pluratismo negativo”:las pautas de compo: tamiento de los partidos politicos se apoyar ris en el objetivo de derrotar al rival que en ‘Gasar Teach garantizar el éxito propio.* De modo similar, Eugenio Kvaternik considers que a partir de 1955 los partidos argentinos no pudieron escapar al “dilema del prisionero” Como es sabido, on éste se sugicre la imagen te dos decenidos que tienen wes posibilidades. Si ambos se delacan las penas se reducen, si uno de elios opta por delacar, el que calla carga las ponas de wnbos. Finalinence, la falta de confianza en el otro provoea jjue ios tlos “canten", De modo analog, la tibjeza de fe de los partidos en el juego politico democraticn, los empuje # actitudes desleates.+ Guillermo O'Donnell, en cambio, prefirié relacionar el tema de las coaliciones conta interferencia ce un referi las Puerzas Arimadas—provise to de determinadas reglas que desnaturalizaban la dindmica interpartidasia, convirtiéndola en un “juego imposible” que conducia a una sitaacion de bloqueo reciproco.* Ciertamente, tanto la imagea de vi ‘dilema del prisionero”, constituyen met jo se sittia en un nivel de anilisis distinto. Se propone estudiar el fendmeno 3 partic de un caso singular: Ia dnica experiencia —con cierta extension temporal— de comproiniso pluripartidario de gobierno en la historia con- temporinea de Cétdoba. Me estoy refiriendo al gobierno del Gral. Medardo Gallardo Valdez, que se extendid desde el 15 de diciembre de 1955 al triunfo electoral de Aruiro Zamichelli en 1958. El periodo de Ia Revoluc ertadora presenta condiciones ideales para analizar esta cuestidn primer lugar, porque los partidos politicos coincidicron en la extirpar aun actor politico ~el peronisme- pero fueron ineapaces de ponerse de acuerdo encre elios sobre las reglas que debian reir la dinimica interpartidaria, En segundo lugar, porque en Cérdoba Ja revolucion dle septiembre asumié caracteristicas especiticas que, presuntamente, favore- ¢fan la cohesion del conjynto del campo antiperonista. Disto de ser la revoluci6n radical sofiada por Sabatini, no fue un cuiartelazo o un mera Pronunciamiento, tampoco se purecié a las mediciones de fwerzas que afios eyo imposible” como la’ del foras seductoras. Pero este traba- después protagonizaron “azules” y"colorados”. En su gestacién y desarrollo Participaron activamente amplios sectores de la oposicion politica. Com- Particron la defensa de Ia ciudad y las acciones militares, radicales sabattinistas y unionistas, dirigences de Accin Gatélica y del Partido Demé- snza Universidad, Madrid, ot y sistemas de parties, pga, 224-284, Al de las teorias de Camson y de Chorthoff, vense Eugenio Kraternih, “Sobre arddos y democracia en la Argentina entee 1955 y 1960", en Desarrollo Econdmicn, N° 71, page ‘iears (1978). 3: Vease Natio Botans, El orden politics en ta Argentina Moderna, tasicuio Di Tella, 1977 4 Rraterai, 9p. ot 4, Sobre el debate entre Kvaternik y O'Donnell, véate “Qué democracis? Respuenta a vat coment (on Dererellg Exoninice N72 (1979), 1. Kester 18 i Los Tiempos de Gallardo Valdez Este protagonismo de los civiles en el levantamiento armigdo, constituyé un hecho fundacional sobre el que se for] una mitologfa provista de principios y simbolos propios. Proclamada por Lonardi, Capital Provisional de ta ‘Argentine, la provincia mediterranea pas6 a ser en la percepcion de periodis- las, politicos y militares, "Cérdoba la Heréiea", "cuna dela libertad”, "bastion de la fe", “reducto inexpugnable de la nacionalidad", LA ASUNGION DE ARAMBURU Y LOS PARTIDOS CORDOBESES. . Coit la éxcepeién dp la pequefia Unién Federal —que presidia en la capital cordobesa Enrique ‘Herrera— el derrocamiento del presidente Lonardi tue observado con beneplacito por el conjunto del arco politico partidario. Horas después de haber ssumido Aramburu la primera magistra- tira de la nacién, Arturo Frondizi deciaré: "soy optimista sobre el curso de los acontecimientos”. Al dia tiguiente, el comité nacional del radicalisino expresd, undnimemente, su respaldo al nuevo presidente: Esta actitud fue también compartida, aunque con matices propios, por demécratas naciona- les, socialistas y demécratas cristianos El lider conservador Juan José Aguirre Gémara fue el mas contundente Sostuvo que el lema "Ni vencedores ni vencidos” era un "aforismo declamatorio eamarcado Ge gencrosidad y grandeza, utilizado para traicio- har el sentido democratico de la revolucién, dentro de ella misma, coavir~ iéadola en un golpe nacionalista extremo".? Gon mas cautela pero no-con tnenos firmeza, el Girigente demécrata cristiano Manuel Ordories express ba: "La revolucién para ser saivada, ha nccesitado esta operscién tan dolororay también el eacrificin de vin hombre que habia contribuido al wiunfo de la gesta libertadora".’ El mismo 18 de noviembre, una-declara- cin del r.0.c, de Cordoba subrayaba enérgicamente aus diferencias con el grupo de Clemente Villada Achaval, cuyo ascendiente sobre el gobierno de Lonardi habia sido insoslayable. Al respecto sostenia: .. asf como ei partido rechaza todo posible pacto con las fuerzas oligarquicas 0 marxistas, confesadas 0 encubiertas, jamas ha wansigido ni transigira con los elementos nacionalistas, rosistas, 0 reincidentes en la perniciosa confusién de los planos religioso y politico”.” 8. Cérdoba, 9. La Vow del Interior, MA1ES5. “conspiraban para torcer el rumbo democrauico acre Fevolucién”."” Como puede aPreciarse, el nuevo presidente —-uriunilo de ly meridional ciudad poltting a 8 Rio Cuario— iniciaba su yestidin sobre tn bane un apoyo Politico tan amplio cumu diversu, EL GOBIERNO DE GALLARDO VALDEZ: COMPROMISO MULTIPARTIDARIO YPREDOMINIO RADICAL dee fetidente Aramburu nombré interventor en Gérdobs al Comedoro Medardo Gallardo Valder. De acuerdo von ce Propio relato, entre 1947-49 Ske marginado a un puesto de agregado acronieieg on Panama, “donde no tin railing a Tette ai aviacion militar", En 1930 passa eure" Se wataba de un militar antiperonista que a liferencia de oa Predecesor, el Gral. Dahniro Paatls Balaguer, carecia de vinculos previos von secte cn politicos locates Esta circunstancia lo situaba en una posiaén oe Felativa autonomia para Soeaeg at st gobierno. En la composicign del gabivece provincial, la v.cn. obuivo dos ministerios claves, lox de Cobieren y Hacienda, que fueron caersos Por Juan Palmero y Pedro Leén, respectivage re De esta de Obees Peni ~confinada durante la anterior incervencion gl Ministerio Se Obras Pablicas— pasaba a ejercer un pape! politico central Tos ministerios de Salud y Obras Publens, quedaron en manos del Rartido Demécrata Nacional, siendo encaberatod Por sus dirigentes Luis Areticllo Pitty Rail Eduardo Ferreyea, Enel ote educative, el interven sltura, organisino que intent Por ello dee, PeFtonal y directa supervision a fitde eva contlictos, iu del presidente Aramburu. la diigencia gl plano nacional: el unienina Macnera Dr, Manuel Rio Allende embajador en el ‘ministro de industria y Comercio, 1 bia. 20-467 sate £19 88 Abogado ociuode det spio. San Junto enrolady ca las filas del sanasigtme: Pedro Léa tabla sido mininuo de Hasionas aon Bobierno sabatuinista de Santiago det Castile. 20 ies Tiempos de Gallardo Valdez 5 secretario privado."* Como présidente del Consejo Gral. de Educacién fue nombrado el Dr. Emilio Sanchez, figura due comtaba con el respaido del. catolicismo tocal."* En el orden municipal, Gallardo Valdez decidié no innovar permitiendo que cl Dr. Emilio Olmos —destacado dirigenie del p.o.N.— continuara ejerciendo Ia titularidad de la intendencia capitalina, A juzgar por lo expuesto, es posible colegir que se asistia a una experien- cia politica caracterizada por tres factores findamentales: el compromiso multipartidario, el papel clave del radicalismo en la distribucién de los recursos institucionales, det Estado, y la mantencién del predominio de fuerzas cat6licas o conservadoras en Sreas ya controladas durante la gestién del anterior interventor, como fa educativa 0 municipal De este modo, el segundo gobernador post-peronista ensayaba una f6rmula politica orienta- daa alcanzar el consenso a través de una asociacién de factores de continui- dad y cambio. Pero, como tendremos ocasién de ver; la progresiva preemi- nencia de la v.c.r. —en virtud de su control del estratégico Ministerio de Gobierno— conspiré seriamente contra sus intenciones iniciales. CONFLICTO EDUCATIVO ¥ PRIMERA QUIEBRA DE LA JUNTA CONSULTIVA Cuando en marzo de 1956 el presidente Aramburn visit Cérdoba, tras el clima solemne y festivo del recibimiento oficial, podian advertirse los primeros puntos débiles del compromiso interpartidario. Mientras los estudiantes reformistas cubrian el centro de Ja ciudad con volantes que exigian la renuncia del ministro de educacién Atilio dell'Oro Maini, el Comité Coordinador de Asociaciones Catéticas de Padres y Educadores le hizo entrega de un petitorio favorable ala modificacion del art. 8 de la ley 1420, que afectaba a la ensenanza religiosa en las escuelas primarias nacio- nales."* Estas tensiones entre laicismo y catolicismio en el campo educativo, comenzaban a atravesar el escenario politico nacional y no tardaron en encontrar en Cérdoba una caja de resonancia privilegiada. Ciertamente, elinterventor inicié su gestién intentando aleanzar formu las de compromiso. Porque si el ministerio politico por excelencia —el de Gobierno— fue cedido a un reconocido y prometedor dirigente radical, Juan Palmero, el de Educacién fue ofrecido a Fernando Diaz Ulloque, cuya trayectoria como presidente del colegio de Abogados y del Ateneo de 1S, Les Principios, 16-1-56. Lasecretaria mencionada adquirié, pronto, rango ministerial. Sobre ‘su ereacibn, vease La Vor del Interior, 29-12-55. 14, Los Prineipios, 18-1-56. 15. fbid. 26-5-56, 9.6.56, a ee Cisar Teach asa Teach | Corrientes concitaba el apoyo del catolicisme local."6 Su designacién estaba | €M consonancia con las directrices emanadas del gobierno nacional. El médico Agustin Caeiro —figura de gran predicamento en el medio cientifi co y uno de los pioneros de la Democracia Cristiana cordobesa— fue nombrado rector interventor de la Universidad Nacional de Cérdoba. Se trataba, pues, de una suuil y wabajada operaci6n politica orientada a lograr un equilibrio a través de hombres prestigiosos que garantizasen las aspira~ ciones mas preciadas de cada sector. El establecimiento de fronteras institucionales y la utilizacién de figuras Prestigiosas, bastaria para evitar el conflicto? Para dar respuesta a este interrogante ¢s necesario considerar dos factores: a) El peso de un catoli- cismo tradicionalmente fuerte, revitalizado por el papel clave que desempe- AO en Gérdoba durante el derrocamiento de Perdn. b) La presencia de un radicalismo vinculado a la herencia laicista de la Reforma Universitaria y de los gobiernos sabattinistas. Ambos factores se conjugaron, como veremos, para socavar la cohesion de las bases de apoyo al gobierno provincial En febrero de 1956, el editorial de! diario catlico Los Principios expresa- | ba con firmeza su punto de vista: "Ya sabemos cual es el origen del laicismo: el sectarismo antireligioso. No ¢3 fruto de nuestra tierra;|o trajo al pais [a masoneria. Ella fue lainspiradora de fa ley 1420 [...]. zVamos a dejar imponer su orientacién a unos grupos minoritarios Proclives al totalitarismo: marxista? EI laicismo es, pues, contrario a Ia 1 democracia: es totalitario y est en pugna con las mejores tracdiciones argentinas".” Al comenzar el otosio, la presién del catolicismo cordodés se vio corona- da por el éxito, E] Comité coordinador de Padres y Educadores Catélicos —cuyo eje articulador era Accién Catéliea (*)— felicitaba al interventor y a su ministro de educacién por haber restituido la ley 1426, que establecia “la, ensefianza optativa de la religién catdlica dentro de las materias de hora- rio”. La batalla de la educacién, empero, recién comenzaba. Para que la ley 1426 tuviera vigencia era necesaria su regiamentacién, hecho que vendia a ser dilatado 0 entorpecido por los partidarios del laicismo, dentro y fuera 16, Ted 181-56, 11. Bia. 7-256, 18, Did, 8-4-56. + En 1956, Accién Catdlica estaba presidida por Enrique Broxer de Koning y contaba con 2.800 soclos actives. £1 Comité Coordinador estaba formado, ademas, por: Liga Cavolica de Padres de Familia, Gonsorcios de Colegios Catslicos, Liga de Madres Catdlicas, Asociacign del Diving Macsiro, Obra de Don Bosco, Federacién de Maestros y Protesores Catblices, Uniai de Padres y Alumnos del Colegio Sanco Toms, Grupos de Nazareth, Fed. de Padres de Golegios Catélicos ¥Gonsejo Catequistico. Los Principias. 84-56 y 12.5-56. 22 oe (os Tiempos de Gallarde Valdez del gobierno. Es por eso, que en la segunda quincena de mayo el Comité Goordinador organizé una multitudinaria movilizacién bajo el lema "Pri mer Plebiscito sobre Educacién”. Reunida en la Plaza Vélez Sarsfield, cerca de las puertas mismas de 1a Casa Radical, se ditigieron a la conourrencia figuras de reconocida trayectoria como Lila Perren, el ing. Emilio Salcedo © el padre Quinto Gargnelutti. Al dia siguiente, la prensa catélica titulaba sti editorial La Cérdoba Auténtica, y extsaia conclusiones sobre el acto: “La wadicién de ta ciudad docta, cristiana, celosa guardadora de una hisworta glortosa, titulo que revalido con [a uitima y merecida calificacion de heroica, estuvo presente en todo instante. Las ideologias exéticas [...] estan lejos del corazén de esta Cérdoba"."* La movilizacién’ citéiica, sin embargo, no era sino la contracara de la promovida por el estudiantado que se agrupaba en la Federacién Universi- laria de Cérdoba. Apoyada por fadicates, socialistas y comunistas, Ia #.0.0 rechaz6 el decreto 6403 del ¢.2.s, sobre universidades libres y reestructura- cin de universidades nacionales. Al respecto, el dirigente estudiantil Gustavo Roca —hijo de Deodoro, principal lider de ia Reforma Universitaria de 1918— arguinentaba: “... los interventores de la Universidad y los delegados interventores de las facultades poseen omnipodo poder y ejercen facultades extraordinarias, Se ha consagrado por decteto ley una original especie de monarquia universitaria”. A sujuicio, el decreto-tey dejaba en el olvido tanto el gobierno tripartite come los concursos en un marco de wansparencia democritica, dado que los interventores debian elevar al Poder Ejecutivo las ternas por orden de méritos de los profesores concursa- dos, Vale decir —afiadia con virulencia— que "el Poder Ejecutivo [...] aceptaré o no el dictamen de tas comisiones asesoras y nombrara o no al indicado en la terna. En suma, el Poder Kjecutivo designara profesor a quien Ievengaen ganas (...] y podra prescindir del consejo de las comisiones asesoras, meros tribunales de consejo, nunca tribunales de sentencia”.” En mayo, el enfrentamiento pas6 de las palabras alos hechos. Alentados por la F.u.c., los estudiantes tomaron la Universidad —su sede de la calle Obispo Trejo— y pidieron la renuncia tanto del rector A, Caeiro como del ministro de educacién de la nacién. Las reticencias de Juan Palmero —el ministro de gobierno radicat— a recurrir al empleo de la fuerza, originé una airada protesta del Partido Demdcrata Cristiano, que solicité la renuncia de Palmero y acts6 al interventor federal de “pasividad complice"." Esta postura fue compartida por el Partido Demécrata Nacional: Su representan- te ef la Junta Consultiva Provincial, Parmenio Ferrer Sosa, expresaba: "EI 19, Ibid, 205-56. 20. Ibid. 25.256; Cirdoba, 25 BU. Los Principiot, 13-5-56. Factor ha requerido el apoyo de ta fuerza para el Fespeto de su jerarquia, de we pnalinaaid fl seiior Jefe de Policia (..] le ha negudo et apoyo". Finalmente, ta Universidad fe clausucada ¥aus edificios custodiades por Seldados de Ia Escuela de infsnteria.™ Puro el centre habia quebrado el principal matine £9 la Juns Consuthiva Provinesal de Porcine Polfticos, emoeraca ce SPOV Al incerventor Federal La renunene gg rector Gemocraca cristiano, Agustin Cacivu, ¥ Ia euscuonaia Actitud del miniscco of Boblemo Juan Paimero, opecaron caine eaunitooonne de las tendencias ata confrontacién, Becerra—una declaracién de sea tay aniversiarto, y mds atin, se pronunciabs » lovey dene derogaciéa Sein ley Se reestructuracion univertitoria y de ty Fenuncia del minisiro Atilio del’Oro Maini Je: Petmeabilidad del gobernador n jas presiones cel Fadicatismo contre Digg & seudizar las tensiones: ceemplacd al mining educacién Diaz GMoaue por César Romero, figura que distaba de center con la simpatia del Faurcitme local. El cambio wyo su correlate en eh Consejo General de Fducacion. Su divector, Emilio Sincher —cuyo equipo de trabajo dirigido seca tpando Tagle era grato alos ojos de ta Iglesia fee sustituide por un Joren sbogado que acababa de egresarde la une ga fhico antecedente era haberse desempefiado como sectetario privade day interventor federal. Se © EmSlico Lor Principios, que ho ealiticd de “jong carente de apticudes" Los nuevos funcionarios Feglamento de 1937 —gobiernu de un eo Subattini— que restringias solo mares mag semanal ls ensefanza de religion en lor colegian eet medida reotores popes {2 RO retorn0 en las telaciones del geben ned los sesgar a, tices vineuladosal estolicismo. La prenss catcher deus ee *9N! on Cérdods, se esté entregando la educacion eae equipo de area educativa, pusicron en vigencia.un 2. id 225.56 26, ibid 1653.56, remain 2 210 aria» Cone Komero?_ tea wn hombre may acsivo y rabajador, pero SyfEmadamente andperonisia, Como decans de Peewee oe Derecho habia dejado cevaores none p Peesoreseustices que colaborsron: ea spas eee ene eronismon eetora dela Escuela Normal Superior oe Aguila Lila Moreno, acasada de Glopeseniane ircunstancia que loentremtS al conjure oa BE eras cuslicws de GSrdobs. Ibid B86 soy See 26, Wie. 7-756 4 srr lamentales, circunstancia que afects seriamente au fortaleza politica y organizativa.* Las divisiones internas agravaron su debilidad. En los albores de Ia “Revolucién Libertadora”, tres corrientes se disputaban la direccién del partido: una encabezada por J.J. Aguirre Camara, otra por Jose A. Mercado, y la restante por Felipe Yofre Pizarro. Mientras las dos primeras se procla. maban liberales, progresistas y adimiradoras del democratico conservadorisino beitanico, la tercera tendia a identificarse con los principios del 10 carolteo, En noviembre de 1955, tos tres sectores alcanzaron un acuerdo de unidad para formar una junta reorganizadora que asumiese ta direcein pariidaria en Ja provincia.® Se tratabi «un daco alentador que se asociaba a otros signos promisorios. El gobern..ivw habia dejado ea sus manos Ia intenden. cia de la ciudad y dos ministciios (Salud y Obras Publicas). Pero el optimismo inicial pronto cedié paso al malestar. El ministro de gobierno, Juan Palmero, asumié in creciente poder de decision en el nombramiento de comisionados municipales y jefes depaita mentales en el interior de la provincia. En consecuencia, la v.cik. se Convirtié —con el avai det interventor federal— en la principal suministea dora de personal politico ea una Srbita cuyo control era clave para incidir en las futuras contiéndas electorales. Cuando en julio de 1956 el presidente Aramburu anuncié a celebracida de elecciones al aflo siguicnte, las tensio- Res entre radicales y dem éeratas nacionalesse hicieron explicitas. La chispa que encendié el conflieto fue un hecho en apariencia menor: la cesantia de Olguin Nufiez, comisario departamental de Minas —en el noroeste de la Provincia— a quien ¢l radicalismo acusaba de haber sido secretario general del Partido Peronista en esa localidad. La primera reaccién provino de la juventud demécrata, que en una carta al presidente de su partido, Arturo Uanini, sosten sa: gSabe el senor presidente que todo demécrata que ocupa un cargo en la funcion pablica, es perseguido y frecuentemente decapitado, por altos funcionarios que representan a cierto partido politico, para colocar en su Feemplazo a otro hombre no mas capacitado, ni poseedor de cualidades superiores, pero sf perteneciente al partido antes nombrado? [..] ‘Son nuemerosos los casos de atrapello perpetrados contra dirigentes 6 afiliados al Partide Demécrata en la-campaita'** , 32, Enudit esta cuostion en Sabattinismsy Peranisme, PostidesPolticos en Corda doctoral publieada en 1991 por Ed. Sudamarieans 33. Gérdebe, 20-11-55. La junta reorgavizadora provincial del ro.n. estaba formads por Arturo Uanini (presidente), Luis Laje Weskamp, Adeimo Montenegro. Jost A. Moreade, Rouie Garrara Moroni, Leon Morra y Alfcedy Bariolurzi (scerctariony 34. Los Principia, 29-7 $6. Fi suheayato-en mio. 1943-1953, cesis 26 Tos Tiempos da Gal En consonancia con su denuncia, 1a Junta Provincial de la Juventud del Partido Demécrata solicité medidas dristicas, a saber, quitar todo apoyo al interventor y retirarse de la Junta Consultiva de partidos politicos. De igual modo, la Junta Capital de la Juventud expresé: : "Que el interventor federal se ve gobernado ¢ inclinado a favorecer al portide radical (...] Que las arbitrariedades cometidas por el Ministerio de Gobierno, revelan que se ha apartado'de su misién especifica dedicindose Gnicamente a radicalizarta funcién publica sin tasa ni medida, [...] ha legado la hora de demostrar a la opinisn publica 0 Partido Demécrata no'se ata al carro de ninguna Intervenc iradicalque el Esta declaracién fue contestada por otra, ‘A® menos virulenta, de la Juventud Radical: "Olvida seguramente la Juventud del Partido Demécrata, que el pueblo los ha abandonado y que ya no representan ni la quinta parte de la opini6n pablica ;Por no decir ningunal”. El comunicado conclufa identz lificando al Partido Demécrata con “los eternos enemigos del pueblo”.”” A tenor de lo expuesto, ¢s posible constatar un alto grado de polarizacién politica en el interior del campo antiperonista. La eleccién de los términos utilizados en sendos documentos —opinion pliblica antiradical/eternos enemigos del pueblo— reflejaba el caracter policéntrico de la intolerancia politica. La-intransigencia con respecto al peronismo se completaba con una dinamica interpartidaria marcada por una cendencia a l2 polarizacion. En las circunstancias descriptas, el comodoro Gallardo Valdez se entre- visté con Ia plana mayor del Partido Demécrata de Gérdoba. ‘A. Uanini, J J. Aguirre Camara y J. A. Mercado expresaron su disposicién a mantener el apoyo al interventor, siempre y cuando fuera desplazado el ministro de gobierno. A la propuesta de la direccién demécrata —atemperada en relacién ala de sus organismos juveniles— correspondié una respuesta muy dura de Gallardo Valdez en defensa de su ministro. Tras la entrevista, el interventor advirtié que retirar el apoyo a su gobierno suponia desconocer al propio presidente Aramburu, y por consiguiente, tornaba “incompatible” Ia permanencia de dirigentes demécratas en cargos de la administracion piiblica provincial.” 35. Tid. ~ 136, EI comunicado fue firmado por Marcelo Valdez Beltein (presidente) y Juan C. Doininguez (eseretario). [id. 1-8-56. El subrayado es mi 37. El documento cra firmado por Elio Ceballos, presidente del Comité Capital de fa Juventud Radical, Ibid. 88-56 138, Esta Formula no era compartida por el sector jevenil: “La juventud no pide la cabeza de ‘bingdn minisero”, propone “eortar relaciones con fa Intervencion Federal y Hevar cl planteo. has su toual acabamienco, sometiéndole al superior gobierno de la nacién”. Ibid. 856. 39. foid 28-56 ——__ __Sisar Teach a Tac fa béeras del conflicto, pues, quedaban abiertas El Partido Demécrata Democraer, Ci Juni consultiva “poco tempo enact ee habia hecho a pamnberacia Criitlana— y numerosos funcien peg demécratas amenazaron Obras panciss aie Finalmente no se conerewasen conn ellos el ministro de Cras PGblicas. A principios dle 1987 conflicto se agudizé. Gallardo Walder rechaz6 el proyecto de presupucea, municipal presentado por et sustituido por otro io Farreyra, pero la Mision demacrata del gobierno provincial oes univoca. Aguirre Cdmara envié yited se va, en definitiva, porque ef sabattinismo [...] en posesién allt de todos los resortes del poder, sin PagPese alguno, no se resignaba al concrane entre su propia inoperancia y's obra constructiva suya"." Contirtmaha, asi, el punto de vista expresado Por el Dr. Pedro J. Frias un ano antes osutispensable que el partido asuma una independencia digna frente alos demas partidos, y esp. ifamence, al Partido Radical queen was © €n menos gobierna ia provincia”. Prowresivamente, el control de los recutsos Politico-institucionales se fue Granhando a favor de la vcr. Varios factorce confluyeron en esa orienta. Terael deelive del Partido Demécrama intone durante la etapa peronista, Gels maquinaria radial, y sobre todo niet sabautinismo que no se resignaba A deine su lugar centraien ta eseona Politics cordobesa. La habilidad te Juan Palmero —futuro ministro del Interior act Presidente Ulia— hizo el resto, Una declaracién sabattinista sostenia que “los delegados interventores, Silko honrosas excepciones” eran tolerates con el conservadorismo. Sin duda, para los radicales cordobeses. et comodoro Medardo Gallardo Valden era una de esas honrosae excepriones. provisada” y pe aera Gallardo Valdes provose el Uikeso ee & uclo en ta vida Poles cordobesa, Las aclaraciones peraneraes pee tirigents radical, ompero, impidicrontges 7 28 E toe Tiompas da Gallardo Valdez CONCLUSION: LOS PACTOS EN EL TRAPECIO La historia de los pacios interpartidarios de gobierno, ¢s la historiade sus oscilaciones en el trapecio de la politica argentina. Aun en condiciones muy favorabietde realizaci6n & implementacién —como en el caso estudiado— no pudieron soportar las tensiones derivadas de factores de larga duracién: el cardcter irresoluto de la lucha en torno a la constitucién de la identiciad nacional —reflejado en el conflicto educativo— y la practica de un clientelismo no cooperativo que se tradujo en una disputa feroz por el control de los recursos institucionales del Estado. Si estas afirmaciones son correctas, cabe revitar la tesis clisica segin fa cual fa politica argentina se organizé de modo casi exclusive —a partir de 1955— en base al clivaje peronismo-antiperonismp, Una lectura atenta del relato histérico prece- denie, permite comprobar que ninguna de tas dos rupturas de Ia junta consultiva interpartidaria tuvo su origen en Ia actitud de los actores frente al péronismo. Sus contradicciones trascendian el fenémeno peronista—y en gran medida eran independientes del mismo— porque tenian sus raices en los origenes mismos de la formacién de ia Argentina moderna; es decis, sus tensiones derivaban de factores previos, inclusive, a la propia existencia del peronismo. Francisco Delich ha sefiatado con acierto que ta disputa por la nacién es Ia “confrontacién originada en la reivindicaciént excluyente de si represen- tacién, por parte de geupos sociales, clases, personas o instituciones". Yesta disputa lejos de ser.coyunsuiral, supone un conflict por "la posesion simbé- lica de un principio supremo de legitimidad”." Esta controversia era la que subyacia was ta lucha entre los estudiantes de la F.u.c. apoyados por el radicalismo y los partidos de izquierda, y la jerarqu(a eclesiastica respaldada por el diario Los Principios. Entre la Argentina plural que sofaban los Primeros y el pais cuasi-integrista que postulaban los segundos, habia poco espacio para el compromiso. ¥ como ha reconstruido meticulosamente la historiadora Silvia Roitenburd, este conflicto que hace a la identidad de la Argentina como nacién, encontraba en Cérdoba peculiares resonancias en virtud de Ia presencia de un clericafismo tan vigoroso como premoderno.” En segundo lugar. la junta canenttiva interpartidaria sucumbié por el peso de una tradicion que habitué a los partidos a practicas de clieatelismo 30 cooperativo. A diferencia de ta Italia de post-guerta, los partidos fueron renuentes a compartir cl boun estatal. Gon el peranismo fuera de juego, tadicales y conservadores tendieron a reproducit, como en el pasado, practicas de exclusién reciprocas apenas disimuladas por su breve historia 44, Francisco Delich. “La dispuea por f4 Nacign’, en Cetiea y Utopia, N* 18, pig. 11-18 (1989) 4%. Silvia Roitenburd, “Educacion y control social. El nacionalisme exslice eordobés (1862 1944)", en Adriana Pugros, La Autora de la educecién en lay provincion, tomo 4, Ee. Galera Buenas Aires 1993, ‘César Teach de lucha comin contra el régimen peronista, Fogueados en los viejos modos de hacer aprendizaje que los conducia a una cultura politica plenamente democritica, De alii, como veremos en los afios posteriores, su complicidad con los golpes dé Estado En auma, educacién e identidad nacional, clientelismo y Estado, fueron clivajes que operaron en decrimento de la posibilidad de aleanzar acuerdos duraderos. Era mas fécil ta eupcira que el equilibrio en el wapecio, y las escitiones tuvieron menos que ver con lo "nuevo" —el peronismo— que con los nudos irresueltos del pasado.

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