Está en la página 1de 7
LSt -Ipur [2 :os9001d oUoMsis [a enpour owstuxseur ofsjdu0s ng “OMpIAIpUI [9 Ue zo.AMpEUI ep 4opeotpur uM so Is UB OfaNp [> o1ana 13a vIn0T001sa ‘ojanp [ep wsSo[oorsd BL 9p upisuaaduics eum us os1epuny eqap udIoNAEdes op vYySNSUE ZL € ugiovaudep ev] ep vai1e08 aap anb wXeY ojUeNd ‘ozUE} 6] 40g “olenp 9 1vI9UeHIedxe op zudvour so ompeuut of [g “Zeanpeur US IBUOLo9veA vIpod OU 2459 eNb Ue aqaq o OULU [ap [euopowe oljoresep jep vdey vuN ua oprtin9e véLY prpsed ¥se enb ap ours ‘1s us eprpisd e[ ep vALOp ou pypouLiejue BL enb op ordiourad jo ‘40qe| ns ap wati9, eseq culo ‘opoy 9juv avjdope ueqep soptatidep souru uos uvfequay soustng “uorseadep vl & o1@np |e ‘uotoorye vy ‘9194S0p [9 UOD eprpI9d B] OWUE UOIDoEL E] ABUODvIa4 SoWs.mI0Ad Nb 97ubILOdUIT 0 oLLeseDaU se ‘ugIILIEd -98 ep USNZUE Bl op BITo[ooIsd Bl opuoy v 4epuasduios LAE weyeaqy [Ey ep svapr se] 10d ‘zon ns ¥ ‘opmnyut ‘pyoounjow « ofanq ofeqeay ns gorgnd pnesz onb epsop wuiey [ap uorsuaiduios eysonu v soysey soz1ode sopuss so opurysoaoude ‘eprpagd ef 97uB UO! -ovor UI] ep BIFojooisd vl 4Urpn4se 91eqUEWUL LOIDENUNUOD y ug1ovatidep Bl & [e190s “gue eouepus} vj 043U2 UoLU[eA vUN o4SIxa anb opeqoaduros ey eg “opesuojoid opurseuiep osde| un sod ‘pepe ¥409 op ouru 0 ‘eqeq [v [ejUoIed unsy | ep BAvdes as opuens re19dso epand as gnb & o9eds0.4 u09 a[quiapisuos opsonoe un v opEsoy] ey es erp ue Kojy “eorur[> uoIovasosgo EL ep sopeynser soy ua esopupseg esiviounue uepend s07S9 ‘sojoqya sns K ugIouied -98 B] OP VUUd} [2 eAqos OYONUT OWLIOSa EY es a]USUIO}UOIDOy [seers sequaqsise so] op osn vied GGT op ozieur ua OW19se o[NDy41y] NOIOVUVdaS VI Ad VIDOTOOISA ‘ST viduo que ha sufride la pérdida de un objeto introyecta a éste -yloodia dentro del yo. Desde el punto de vista clinico, lo muerta ‘el objeto introyectado varia de un momenta a otro, seguin, ppredomine el odio 0 el amor hacia él. Durante el duelo el individwo puede ser feliz por un tiempo, como si el chjeto hnubiese resucitado, porque ha revivide en su interior, pero atin tiene por delante mas odio y la depresion volverd tarde 0 temprano, Algunas veces vuelve sin una eausa obvia; otras, retorna traida por sucesos fortuitos o aniversarios que recuer dan la relacién mantenida eon el objeto y subrayan, una ver ‘mas, el modo en que le fallé al individu al desaparecer. Con cl tiempo, en los individuos sanos, el objeto interiorizado empieza a liberarse del odio (tan poderoso al principio) y el individuo recobra la eapacidad de ser feliz pese a la pérdida del objeto y a eausa de su rosurreecién dentro del yo. ‘Un bebé que no ha aleanzado determinada etapa de madurez rno puede llevar a cabo un proceso tan complejo, Hasta el individuo que ha llegado a esa etapa necesita que se cumplan, Aeterminadas condiciones para poder elaborar el proceso de duclo,E! ambiente que lo redea debe prestarle apoyo y sosten tras efectie esa elaboracién; asimismo, el individve debe ‘star libre del tipo de actitud que mpide experimentar tristeza, ‘A veces los individuos que ya son eapaces de hacer el duelo se ven impedidos de elaborar los procesos por falta de compren- sin intelectual, como suede cuando en Ia vida de un nifo 36 teje una conspiracién de silencio en torne a una muerte. En. algunos de estes casos, una informacin simple sabre el hecho ‘basta para posibilitarle al nifo el eumplimiento del proceso de ‘uelo; de lo contrario, caer4 en la confusién, Lo mismo puede decirse con respecto ala informacion que se daa un nino acerca de su adopcien, ‘Se ha sefialado convenientemente que una parte del odio hhacia el objeto perdido puede ser consciente; sin embargo, eabe Prever que habré mas odio del que se siente. Cuando este odio, la ambivaleneia hacia el objeto perdido son hasta cierto punto ‘eonscientes, no hay duda de que nos hallamos una vez mésante tuna sefal de buena salud Podemos examinar globalmente el tema de la deprivacién bbasandonos en esta breve enunciacién de la psicologia del dduelo, y percibir que el asistente social trata el efecto de la 158. pérdida (ya oeurrida o en curso) que el yo inmaduro del individuo es incapaz de afrontar eon madure2, 0 sea, mediante l proceso de duelo. El asistente social necesita tener un diagnéstico. En otras palabras, tiene que ser eapaz de compren- der en qué etapa de su desarrollo emocional se hallaba el bebo © nifio cuando ocurris la pérdida, para poder evaluar el tipo de reaccidn que ella ha provocado. Por supuesto, cuanto mis cerca esté el nito de poder hacer el duela, tanto mayor sera In esperanza de que pueda recibir ayuda aun cuando padezea alguna enfermedad cliniea grave, Por otro lado, cuando la Pérdida activa unos mecanismos muy primitivos, el asistente social quiza deba admitir que esta sueto a una limitacion fundamental con respecto a la ayuda que puede prestarle a ese bebs © nino. Este no es el lugar adecuado para enumerar las reacciones primitivas ante una pérdida, que indican un grado de madures Insuficiente para el duclo. No obstante, puedo dar algunos ejemplos. A veces podemos demostrar que la pérdida simulta nea de Ia madre y su pecho crea una situacién en la que el bobs pierde no solo el objeto, sino tambien el aparate para utlizarlo (ia boca). La pérdida puede ahondaree hasta abarear toda la ‘capacidad creativa del individuo, en euyo easo, mas que una desesperanza de redescubrir el objeto perdido, habra una esesperanza basada en la incapacidad de salir en busea de tun objeto Entre estos dos extremos —reacciones muy primitivas ante Ja pérdida y duclo— hay toda una eseala de fallas de come. nieacién aformentadoras. Dentro de este campo se observa slinieamente toda la sintomatologia de la tendencia antisotal, 1 robo aparece aqui como una sefial de esperanza, quizd bastante temporaria pero positiva mientras dure, antes de que l individuo reeaiga en la desesperanza, A medio camino entre los dos extremos descritos hay un tipo de reaccidn ante la pérdida que indica la anulacién de lo que Melanie Klein dio fen llamar el establecimiento de la posicién depresiva en el Aesarrollo emecional. Cuando todo marcha bien, el objeto (la ‘madre o figura maternal) permanece cerca del bebé hasta que ‘ste legn a conocerlo plenamente, en el momento de au experiencia instintiva, como una parte de Ia madre que esta siempre presente. En esta fase el individuo experimenta un aumento gradual de su sentido de preceupacion; si en 3, 159 {ranscurso pierde a la madre, ol proceso se revierte. El hecho ‘de quela madre no esté alli cuando el bebé se siente preoeupado provoca la anulacién del proceso integrador, do manera tal que Jn vida instintiva queda inhibida o disociada de la relacién wral entre el nifioy el euidado que le prestan. En tal cas tl sentido de preocupacién se pierde; en cambio, cuando el bjeto (a madre) continia existiendo y desempefiando su rol, cl sentido de preocupacion se robustece paulatinamente. El forecimiento de este proceso da como resultado esa madurez que denominamos “capacidad de hacer el duel”. 160 16. AGRESION, CULPA Y REPARACION [Disertacién pronunciada ante la Liga Progresiva 1 8 de mayo de 1960] Deseo valerme de mi experiencia como psieoanalista para fexponer un tema recurrente en el trabajo analitico, que ha tenido siempre gran importancia. Coneferne a una de las raiees de la actividad constructiva: la relacién entre eonstruceién y destruceién. Tal vez ustedes lo reconozcan al punto come un tema desarrollado principalmente por Melanie Klein, quien ‘eunié sus ideas al respecto bajo el titulo de “La posicion depresiva en el desarrollo emocional”. No viene al caso esta- blecer si es o no un titulo acertado. Lo importante es que la teoria psicoanalitien evoluciona en forma constante, que Melanie Klein fue quien tomé la destructividad existente en la naturaleza humana y empexé a explicarla y eneontrarle un sentido desde el punta de vista psicoanalitico. Fue un adelanto ‘importante, aeaecido en Ia década siguiente a la Primera Guerra Mundial; muchos de nosotras tenemos la impresién de ‘que no podriamos haber levado a eabo nuestro trabajo sin este figregade importante alo dicho por Freud acerca del desarrollo ‘emocional del ser humano, Melanie Klein ampli lo enuncindo por Freud sin alterar los métodos de trabajo del analista, Podria suponerse que el tema atayie a la ensefianza de Ia técnica psicoanalitca, Sino me equivoco, esto no les molestaria ‘a ustedes, Empero, ereo sinceramente que es un tema de vital importancia para toda la gente pensante, sobre todo porque tenriquece nuestra comprension del significado de la expresion “sentimiento de eulpa", asociandola a éste, por un lado, eon la destructividad y, por el otro, con la actividad eonstructiva, ‘Todo esta parece bastante simple y abvio: surge la idea de destruir un objeto, aparece un sontimiento de culpa y ol resultado es un trabajo constractivo; pero si ahondamos en la 161 cuestién descubrimos que es mucho mas compleja. Cuando se intenta ofrecer una deseripeiin completa del tema, se debe recordar que el momento en que esta secuencia simple empieza a cobrar sentido, a ser realidad o a tener importancia consti tuye un logro dentro del desarrollo emocional del individuo. Es tipico de los psieoanalistas que, al tratar de abordar.un tema como éste, siempre piensen en funcién del individuo en ‘proceso de desarrollo, lo cual significa remontarse a una etapa ‘muy temprana de su vida para ver si se puede determinar el punto de origen. Por cierto que la mas temprana infancia podria concebirse como un estado en que elindividuo es incapaz de sentirse culpable. En conseeuencia, y refiriéndonos siempre ‘a una persona sana, cabe suponer que mas adelante podra tener o experienciar un sentimiento de eulpa quiza sin regis: trarlo como tal en su conciencia. Entre estos dos puntos se textiende un periodo en que Ia eapacidad de experienciar un sentimiento de culpa esta en vias de establecerse. A él me referiré en esta disertacisn, ‘Aunque no es necesario dar edades y fechas, diria que @ veces los progenitores pueden detectar los inicios de un sen- timiento de culpa antes que su hijo cumpla un afo, si bien nadie pensaria que la téeniea de aceplacién de una responsa- bilidad plena por las ideas destructivas propias queda firme- ‘mente establecida en el nifo antes de los cinco aftos. Al ccuparnos de este desarrollo, sabemos que hablamos de la nifiez on su totalidad y, en particular, de Ia adoleseencia... y si hablamos de In adolescencia tambign nos referimos a los adultos, porque ninguin adulto To es en todo momento. Las personas no se imitan a tener su edad eronolégica; hasta cierto ‘punto, tienen todas las edades, 0 no tienen ninguna. Diré de paso que, a mi entender, nos resulta relativamente {cil Negar a la destructividad que Tlevamos dentro cuando la vvineulamos con la rabia por una frustracién 0 el odo contra algo que desaprobamos, o euando es una reaecién ante el miedo. Lo dificil es que cada individuo asuma plena responsabilidad por la destructividad personal que en forma inherente ataiie ‘a una relacién eon un objeto pereibide eomo bueno o, dicho de ‘otro modo, con Ia destructividad que se relaciona eon el amor. ‘Aqui viene al caso hablar de integracién, porque si es dable imaginar una persona totalmente integrada, esa person asumira plena responsabilidad por todos los sentimientos © 162 ‘ideas propios del estar vivo. Bn cambio, la integracisn fallard ‘i nos vemos abligados a encontrar los objetos que desaproba- mos fuera de nosotros y a un precio: Ia pérdida de aquella ddestructividad que en realidad nos perteneee, Por eso digo que todo individuo debe desarrollar la eapaci- dad de responsabilizarse por la totalidad de sus sentimientos # ideas. La palabra “salud” (en el sentido de una buena salud) std estrechamente ligada al grado de integracion que posibi- lita asumir esta responsabilidad plena. La persona sana se caracteriza, entre otras eosas, por no tener que apliear en gran. ‘medida Ia técniea de la proyeccién para hacer frente a sus ppropios impulsos y pensamientos destructivos. Comprenderan que paso por alto las etapas mas tempranas, Jo que podriamos llamar los aspectos primitivos del desarrollo ‘emocional. No hablo de la primeras semanas 0 meses de vida, porque un derrumbe en esta area del desarrollo emocional basico ocasionaria una enfermedad mental que requeriria la internacisn del individuo; me refiero a la esquizofrenia, que no entra en el tema de esta disertacion, Aqui day por sentado que ¢eneada easo los padres han provisto lo impreseindible para que ¢l bebé inicie una existencia individual. Lo que quiero devir podria aplicarse tanto al cuidado de un ni normal durante tuna etapa determinada de su desarrollo como a una fase del tratamiento de un nitio o adulto, pues en psicoterapia nunca sucede nada verdaderamente nuevo, En el mejor de los casos, alguna parte del desarrollo de un individuo que no haba sido ‘ompletada originariamente se completa, hasta cierto punto, ‘en el curso del tratamiento, ‘A continuacién eitaré algunos ejemplos tomados de trata: rientos psicoanalitieos, en los que omitiré todo detalle ajeno fla idea que procure exponer. Caso 1 [Bote ejemplo ha sido extraido del andlisi de un hombre que ejerce Ja psicoterapia. Empezé una sesién contandome que habia ido a ver 1 modo en que se desempefaha en sus tareas un paciente suye: en ‘otras palabras, habia sbandonado el rol del terapeuta que trata al paciente en el conaultoro lo habia visto en su lugar de trabajo, El paciente tenia mucho éxito en su trabajo, que era muy eepecializndo {yrequerta movimientos muy ripidos. Duras las sesiones de terapia, i paciente también ejecutaba movimientos ripidos (queen exe sits 163 carecian de sentido) y ce revolvia en el divin como un poseso. Mi conte dudaba de si Babia sido acereado o no vsitar a su paciente cen el lugar de trabajo, aunque erefa probable que tal acién lo haba Doneticiado « él ‘A continuacién se refirié a sus propias actividades durante las vacaciones de Pascua. Tine una easa de eampo, le gustan mucho los trabajos fiscos, cualquier actividad constructiva y los aparates y hherramiontas, que sabe usar. Me describis diversossuceuos de su vida omeéstien que no creo necesario relatar con todo sy eolorida emocional; Ais tan siloquevolvi areferirsea un tema que ha tenidoimpintancia fen Ta fase mAs reciente de su andlisis, yen el que desempenan un san papel varios tipos de herramientas mecSnicas. En camino hacia ‘i consultoro, suele detenerse a contemplar usa miquinherramien ta expuesta en una vidriera cereana mi enga y provisia de unes Aiontes espléndides. Este ex el modo en que mi puctente lega hasta 5 agresién orl, al impulso de amor primitive con toda su erusldad y destructividad. Podrfamos lmarlo “comer” leatingl. Bn su trata ‘aiento tiende a est crueldad del amor primitive y, como supendrin, Ja resistencia a enfrentarla era tremenda, (Dité de paso que cote hombre conoce Ia teorfa y podria ofrecer una buena explicciin inte leetaal de todas estos process, poro hace peicoandliss de posgrado orgue necesita ponerse verdaderamente en contactocon sus impulaas Primitives, n como una euestin mental, sino como una experiencia Instintiva y una sensacién corporal.) En la hora de sesiéa, pasar ‘muchas otras cosas, inluido wn examen do la pregunta: zpodemon ‘omer nuestra tort y, al mismo tiempo, tenerla?® Solo deseo extraer de este caso la siguiente observacién: cuando salis a la luz este material nuevo, relacionado con el ‘amor primitivo y la destruccién del objeto, ya se habia: hecho alguna referencia al trabajo eonstruetive. Cuando le hice al paciente la interpretacign de que necesitaba de mi y queria destruirme “comiéndome", pude reeordarle lo que ol habia dicho acerca de Ia construceién. Le recordé que asi como él hhabia visto a su paciente desempenando su trabajo, advirtien- cdo entonces que sus movimientos espasmédicos tenian sentido dentro de su oficio, yo podria haberlo visto a ¢l trabajando en ‘su jardin y utilizando artefactos mecéinicos para embellecerlo. Podia abrir brechas en las paredes y talar arboles, disfrutando + Traducios Ieralente ext penta para que se nae su exo con la ‘efernci al aco de “comer” Es un dich poplar ingles eye erate et ‘spit ria ser “ou puede ott misa andar en la prices ON del) 164 enormemente con ello, pero esta misma actividad, aislada de ‘su meta constructiva, habria sido un episodio maniaco earente de sentido. Esta es una caracteristica constante de nuestro trabajo y constituye el tema de mi disertacién de hoy. "Tal ver sea cierto que los seres humanos no pueden talerar la meta destructiva presente en su forma mas temprana de ‘amar. Sin embargo, el individue que trata de llegar hasta ella puede tolerar la idea de su existencia si comprucba que ya tiene ‘8 mano una meta constructiva, que otra persona le puede recordar. ‘Al decir esto, pienso en el tratamiento de una paciente mia. En una etapa inicial de su terapia cometi un error que estuvo punto de arruinarlo todo: interpreté el sadismo oral, 0 sea cl acto de devorar crueimente el cbjeto, como perteneciente a ‘una forma primitiva del amor, Poseia muchas evidencias de cello y mi interpretacién fue en verdad acertada... pero la di demasiado pronto: tendria que haberla formulado diez afios después. Aprendi la leceién. En el largo tratamiento siguiente Ja paciente se reorzanizé y se convirtié en una persona real e integrada, capaz de aceptar la verdad con respecto a sus ‘mpulsos primitives. Al eabo de diez o doce afios de andlisis diario, estuvo preparada para reeibir esa interpretacién, Caso It Al entrar en mi consultori, un paciente vio un grabador que me Inabian prestado, Bsto le inspiré algunas ideas, Mientras se acoetcba fen el divin y cobraba fuerzas para In hora de traajo analities que tenia por delante, me dij: “Me gustaria suponer que una vex terni- nado el tratamiento, lo que haya ocurrida aqu conmigo tend valor para el mundo de tin modo u otro". Anoté mentalimente que este ‘comentario podria indiear que el paciente estaba nl horde otro de ‘sos ataques de destructividad quo yo haba debido tratar, una y ofr ‘yer, en sus des ais de terapia. Antes de que transcurriers la hora e cecon, el paciente accedis en verdad a un nuevo eonocimiento de Tnenvidia que me tena por ser un analistarelativamente bueno, Tivo 4 impulso de darme las gracias por sr bueno y capas de hacer lo que

También podría gustarte