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Tepatitlán

Conociendo Tepa

¿El tianguis?, ¿qué es eso?


+ ¿Qué les doy aparte de lástima?
+ ¡Cuatro técnicas en un bordado!
+ Esas bolsas sí que son de etiqueta
Por Flavia M. Bustamante

¿Tianguis?, ¿qué es eso? pregunté cuando me invitaron un hasta que pasé por otro puesto que me asombraría más aún, si lo del Claudia y María Dolores
domingo a recorrerlo en busca de unas cortinas. inodoro fue curioso para mí esto lo fue más; había vestidos para las
Es algo así como un mercado -dijo mi suegra- donde uno puede licuadoras, vestidos que tienen ojitos y boquita bordados, cabellos tradicional en México, donde además uno puede encontrar frutas y
comprar además de cortinas, sábanas, toallas, acolchados (edredones hechos con lana y hasta sus aretes a los costados. verduras, pero donde también ofrecen mercancías importadas de
les llaman ustedes), etc. En un puesto sólo tenían ropa para muñecas y en otro vendían China, baratas pero de mala calidad, y artículos de piratería como
Y ahí me preparé, me puse unos zapatos cómodos y ropa unos delantales (mandiles) y sombreritso de cocinero para ponerles CD de música, películas, etc., que existen porque hay gente que los
liviana para aguantar el calor. Cuando iba llegando a la Central a las botellas. La señora de ese puesto me explicaba que podía ponerles compra.
Camionera, de la que durante la semana había visto yo su playa ese mandilito a las botellas de aceite, pero según su esposo -que Como habíamos llegado un poco tarde anduvimos recorriendo
(bueno, así le llamamos en Argentina a los espacios para también estaba allí- me decía que igual podía ponérselos a las botellas el tianguis medio a las prisas con tal de conseguir las cortinas, y por
estacionamiento de vehículos), como un lugar medianamente tranquilo, de tequila cuando no quiera uno que un invitado vea la marca. Muy suerte antes de que cerraran las conseguimos. Yo nomás me traje un
ese día el panorama era totalmente distinto. ocurrente el hombre... mandilito para la botella y un vestidito para mi licuadora, resulta que
Calculo que había por lo menos un centenar de puestos, Ese domingo descubrí que el tianguis es un mercado ambulante la pobre había andado desnuda un tiempo ¡¡y yo sin saberlo!!
seguiditos todos y con sus pasillos repletos de personas, autos por
todos lados y los infaltables puestos de comida, porque eso sí,
donde hay mexicanos hay mucha comida.
Luego, mientras íbamos avanzando los puesteros nos decían
“¿qué van a llevar?”, otros “pase que con gusto le enseñamos” y uno
muy gracioso dijo “¿qué les doy aparte de lástima?”. De todo hacen
para llamar la atención de la gente. Tal vez para los que me
acompañaban no era gran cosa pero para mí era todo un
descubrimiento.
Una de las cosas que me gustaron, más que nada por su
colorido, fueron unos bordados en caminos de mesa o almohadones.

Pasé por un puesto, por otro y al tercero, como soy un poco curiosa
y la curiosidad me pica, no me aguanté las ganas de preguntarle a la
señora que atendía ahí sobre lo que estaba viendo.
Rogelia, así se llama ella, me dijo que ese bordado que parecía
tan simple pero bonito, tenía cuatro técnicas empleadas; el punto de
cruz, la filigrana, el deshilado y el trapeo. ¡Y tan simple que parecía!
Yo hubiera perdido un ojo por cada cuadrito bordado..
También me contó que el tianguis estaba antes en la Plaza
Morelos y que desde hace 17 años está allí en la Central Camionera.
¿Pero cómo, entonces cuántos años más o menos tiene este mercado?
le dije, y ella contestó que ya tiene alrededor de 24 años en total.
Ahí me di cuenta de que estaba ya en un lugar tradicional de
Tepa, y de que no sólo los domingos se instalaban allí sino también
los jueves.
Seguí recorriendo sus pasillos en medio de la gente y vendedores
de helados que hicieron su día con tanto calor. Buscaba lo que para mí
son curiosidades y encontré algunas más en el puesto de las hermanas
Claudia y María Dolores que llevan ocho años en este tianguis y
venden unas bolsas (carteras de mujer) hechas con las etiquetas de
las botellas de gaseosas (refrescos) de una marca roja que las hacían
muy vistosas. Es una técnica nueva, más o menos tiene tres meses,
que consiste en doblar cada etiqueta y engancharlas entre sí para
darles la forma, les lleva 3 para armar una bolsa grande. Mucho
trabajo ¿no?
Por suerte la gente del tianguis respondía con mucha paciencia
a mis preguntas, porque a veces no entendían mis palabras o viceversa,
pero compartieron conmigo lo que sabían sin ningún problema.
No todos los puesteros llevan años en ese mercado, otros
como María Guadalupe apenas tiene apenas dos años allí y vende
fundas de tela para inodoros y otros artículos para el baño pero con
una decoración muy bonita hecha con cintas de tela o listones, se
trata del “bordado de listón”; es una técnica complicada para mí,
pero no para Lupita que en apenas tres horas transforma una funda
simple cubriéndola principalmente por flores de todos colores que
quedan en relieve.
Me iba ya sin poder creer que los inodoros tuvieran su vestido,

Doña Rogelia, una de las locatarias.

8 7 días Sábado 12 de abril de 2008

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