Mi ojo!
Mi ojo, virando hacia lo imaginario, recorrerd cualquier longitud de onda
por sus visiones, Escribo de la cognicién, la conciencia del ojo de la mente
de todas Ins vibraciones y sus diversos rumbos, ;Oué rayos afin no reteni-
dos por la mente atraviesan esta retina? ;Cuinto tiempo leva la parte cen-
{ral de fa vision siendo pupila de las imaginaciones de otros hombres? Este
instrumento sensible ha de responder a todos los dioses que se dignen a
jugar con él. Mas como ocurte con los otros cuatro receptculos, ella tam-
bién teme demasiado al Diablo, postula “visiones” como el final de sus via-
jes vibrantes, permanece embotellada contra todo naufragio, se
superficie para evitar clevarse hacia el interior de ondas extrafas de espa-
‘los desconocidos, prefiriendo humanamente las seguras olas grandes que
finalmente Ja llevaran a la playa, esparciendo fragments, superticies retle-
Xivas y amphaciones de palabra aqui, una imagen en movimiento alli, de
Jo que una vez fue una composicién interna continuada, Porque el tinico
mar, una vez. visto, se vuelve una oscilante suma pesada, se apaga, ya no
percibe el distante silencio del oleaje, Sirena que s6lo se conoce cuando se
est mis alld de todo lo que no sea el estruendo de una salvacién embria-
gada. Hasta su revés descompone [a fe en el mensaje divino destinado tni-
camente a la comprensién de Dios el Raquero. Sin embargo, dentro de
estas limitaciones, mi ojo comienza un movimiento hacia reins menos
Tmaginados que las arenas del paraiso, riegos mayores que el vuelo ordina-
To, extensiones de Herra que escapan hacia lo subiermanso.
Todo empieza con el arte, la necesidad de crear ~zpara qué?- esa explica-
cién que cambia él tiempo en Tiempo, el hombre joven que suefia con la
deificacién, al no verse a si mismo como una simple estrefla la inmortali~
dad arrojando su nombre entero a las luces astrales, bien deletreado para
todos los tiempos- comenzando esta empresa que otros han modelado, en
una era esencialmente no religiosa “Las vidas de los artistas” se convierte
en la Biblia de los iniciados, y todo termina cuando la juventud pierde el
sentido del crecimiento para siempre, percibe el aroma de su decadencia, y
llega a saber, a pesar de sus muchos recuerdos de él, que morira, En ese ins-
tante, bien cae espiritualmente en el acto o empieza a doblar las rodillas.
Airado por esta ausencia de lo eterno, porque nunca vera su biografia a no
ser que el autor sea él mismo, el esteta empieza a envolverse en el capullo
de sus tripas exigiendo respuesta inmediata, liberacion en la creacion, auto
conocimiento, ete, Cuando cada expresion se niega a ser eco y él descubr¢
que el arte no hace de espejo, este Narciso en cierne bien construye una
barca, bien se sienta en la orilla a esperar su reflejo, o se arroja a las aguas.
A partir de este momento todo esfuerzo depende de la profundidad, y todo
razonamiento no hace més que embrollar las cosas. EI agota las excusas
hasta que cada obra de arte parece mas un estornudo que una declaracién.
Pues todo su ser se convierte en un instrumento de expresidn de fuerzas
incomprensibles, encuentra que estas expresiones, no las suyas. le modelan
de la misma manera que lo harfan con cualquier pablico atenuado, Sin
embargo, siendo el médium, conace mejor el material que la mayoria, here
da mundos de palabras si es un poeta, sonidos si es un compositor, etc.,
38estos regalos, sélo dados cuando no son pedidos, exeluyen del primer “cho-
que” epiléptico, el punto negro en la visién, y el reflexivo. Pero todo cae,
quedando el artista, tinico medio por el que sobrevive, “en” una resistenci
formal que concede la ilusién de un descenso sin fondo,
Miojo, entonces, en inspirada espiral hacia dentro, en conflicto en materia
de estilo, recibe un legado de visiones con cada iluminacién que crea cuan-
do sobre él se actita,como un instrumento para hacer saltar chispas.. Vistas
similares estén al alcance de cualquiera quie desee liberar su ojo para que
pueda emprender un movimiento comparable. Mi ojo, tan perdido en el
espacio que parece que la caida sea hacia arriba, tan cautivado por el esti-
Jo que no eonoce la “realidad”, el mar descendiendo hacia arriba, de cual-
quier manera, ondas que no se conocen por st fosforescencia sino s6lo por
medio de la reflexién estética..., parecidas iluminaciones estén al alcance
de cualquicra capaz de entender su propia visién como una creacion meta-
forica bien inspirada directamente por la naturaleza o aguada por las visio-
nes estereotipadas de los demas.
Mi ojo entonces, mirando al cielo, relajado, libre de nubes.t inre-
flexiva como sea posible, (donde encontraria las palabras para describirlo),
Mi conciencia despierta... no-azul, cast de_oro._Dios en ella, como si flecos
de oro de Dios cayeran en mis ojos desde élla, En una pequefiez no cobar-
de, mi ojo se abre a ella, ahora la cerca, le da nombre, el ojo de la mente la
limita, destruyéndola. Imaginad él titular: EL CIELO No ES AZUL, descubier-
to por-en-mientras-ete. Imposibilidad de todo ello. Yo, hipnatizada por el
cielo, mi ojo involuerado sin visién, viendo a través de su presunto color,
descubriendo la luz, reduciéndola ahora con Ja vista a “flecos", “oro de
Dios”, “cayendo”. *hacia abajo”. Metiforas —plumas, nicve, reinado, todo
dorado=, Deseribo mejor en negativo, sin embargo —“no-azul’-. El mejor
[nie eeseabriendoa Tu Tx mejor frase —"Imposibilidad de todo
ello”. Sin embargo, es posible que algo venga antes, incluso hist6ricamen-
te, ie. que haya una “realidad” humana, creadora del mundo, en todo esto.
Hay culturas cuyos extensos garabatos no hacen nunca referencia al azul
cuando hablan de cielo, de hecho algunas slo hablan de luz cuando a él se
refieren, Miralo, si quieres; 0, mejor, admiralo, velo por ti misma. (En su
sentido més profundoeso significaria, olvidate de todo lo que aqui he escri-
to.) Nota adicional para padres o profesores: Por favor no impongan a la
fuerza su cobalto militantemente prusiano o de trasgo ni ningiin tipo de pas-
tel azulado sobre el cielo amarillo de los dibujos de los ninos felices, respe-
tena los jovenes que usan todos y cualquiera de los colores del espectro de
la cer:
ymarayillense ante aquellos a los que la representacién sigue sin
dejar satistechos
Bajando los parpados, cerrando un rato la trampa de Pandora, creyendo
incluso en su realidad, deteniendo el pensamiento durante un momento,
viajando a través de sus ttineles de aparieneia azul ,subterrdneos?-;mari-
2-gqué?, (completamente ineapar de fotogratiar nada de ello), vagando
sin propésito ni rumbo, a veces parece que en espiral, intemporalmente,
encontrando formas (indescriptibles), atravesandolas, ;0 eran clas las que
me atravesaban? zo en algiin momento se doblé una esquina’? y penetran-
p.atT: Stan Brakhage en Cambridge, $980, Fala: Rcbert Holl. Certesia Anthology Finn Archos, 39do en una dimensién no representada, alguna vez, en este no-tiempo, hasta
el drama _humano se proyecta en estos espacios, como si aqui también
hnubiera tefones que levantar y bajar, entradas, salidas,y un sentimiento de
interrelacién, como si hubiera que evitar algunas de estas como-formas,
algunos de estos inimaginables colores imaginarigs, extraios incluso para
este extrafio paisaje de tierra-mar-qué, Recuerdo une aventura de érase-
una-Vez un ojo cerrado (pero no dormido) en que supe con absoluta cer-
teza que una cierta forma conyexa-o-cncava que se aproximaba hipotéti-
camente, con un movimiento marino, no debfa rebasarme, i.e., envolver
todo el campo de visién del parpado, y mi acto de abrir los ojos finalmen-
te en un sudor casi sexual, preguntandome durante horas emo hubiera
continuado el drama sin mi, si haber abierto los ojos me habia excluido, ete,
Existe un firme intento de manipular estas formas, jfruto del ojo de la
mente? y,sin que la mano o el peso corporal intervengan en ello, libertad
con relacién al mundo fisico?, influir en este destino, ginterno?, de la forma
en que uno humanamente imagina cualquier control, ,entre posibilidades
infinitas?, y una clara retencidn de superposiciones de imagenes, gexter-
as?, una vez que el ojo se ha abierto a la sensaci6n de haber hecho tram-
pas, {de haber roto alguna ley primordial?, en el acto de abrir el ojo. De ahi
el deseo de racionalizar el parpado reduciéndolo a la simple proyeccién en
una pantalla de los irresponsables garabatos que produce el pensamiento
de uno... un pensamiento que no tiene nada que ver con estas experiencias
sensoriales a no ser por las maniobras que hace la meate para escapar de
cllas, -siendo su realizacién, la fuga abierta del ojo, demasiado dificil sin
parafernalia fisica (a falta de camara, etc)- pues Ia ilusién de completa eva-
sin, inconsciencia, sucito, etc., es preferible al cerebro, Sin embargo, ese
instrumento, en algunos momentos perversos, concede la facultad de reten-
cidn a la aventura retinaria del ojo asi como esta descripcién inadecuada
de la experiencia, acaso el primer contacto civilizado eneste territorio dpt
¢o, el primer paso moyido por la intencién de terminar colonizando, De
otro modo también ese caos tendria que ser humanamente evitado
Después de todo, la mente no es indiferente. La tinic: forma de conocer
estas visiones como algo distinto a un mundo simplemente inyentado es
experimentarlas como un mundo sobre el que hay que pensar, lo que aca-
bard por hacer de ellas un mundo redondo completamente pensado, una
descripcién, lo que significa conocerlas slo como un mundo pensado
desde abajo, limitado, en el proceso de la eterna creacién 0 recreacién
muerta, como gustéis, del cerebro, He aqui un reino que espera ser descu-
bierto por algo mejor que Colones, que exige vuclos mavores que los de los
cohetes, que existe por derecho propio. Mi mujer, por medio del ojo de
See le Ta concentracion extrema, ha logrado retener el tejido de los
Patrones del ojo cerrado con sus parpados bien abiertes, e hilar su vista a
través de ambos mundos sensoriales simultdneamente, percibiendo cada
vez mas claramente que estan interrelacionados. Yo atin no tengo lo bas-
tante de costurero para semejante experiencia, me falta paciencia, deseo
forzar, incluso rasgar los velos sin substancia reconocible, bien violarlos
bien emprender en un sudor sexual ta retirada, Mi mujer espera, recibe,
inspira mi visién, como siempre, pero halla su fuente de inspiracién en mi
arte visto s6lo superficialmente como un circulo cermdo en expansién,
como una onda en forma de O que se ensancha sobre uras aguas cuya pro
0fundidad no se pereibe~ el arte, cada obra, como pasado ~arrojada~ un
mundo par completo diferente ~a su propio espacio- conocido porque se
daa través de Ia motivacién humana -el impetu de su existencia espacio-
temporal—de un poder inspirador incomparable -trastornando el aire-1150-
tierra-todo el mundo de otra forma conocido -de acuerdo con la profundi-
dad de la pereepcién- en funcién de dénde y hasta donde siga el ojo. Todo
Jo de arriba y todo lo de abajo, al alcance de todos.
Mi ojo, otra vez, orientado al exterior (sin palabras) lidiando con estas
vibraciones “indescriptibles”, “imaginarias”, produciendo los calores cl:
ficados, que se conocen mejor de forma negativa, esta sensibilidad que
trata con este fendmeno, una apuesta irresponsable que desactiva el vincu-
lo de respuesta adiestrado entre la retina y el cerebro, rompiendo la cade-
na asociativa, esta sociedad entre ef ojo y ‘4 mente jugando la partida con
una baraja que no esté marcada, como al principio, dandole al ojo de la
mente una oportunidad de cambiar, y sin embargo esta baraja también
tiene la forma de la cubierta de un barco, con fines exploratorios, no como
un trofeo embotellado, (Trenzando Ia cuerda del lenguaje, que se ha vuel-
to tan imposiblemente rigida como las cartas de bridge en comparacién
con sus antepasadas del Tarot, adorno mi prosa con todos los juegos de
palabras que se cruzan en mi camino, buscando una ambigitedad delibera-
da, con la esperanza de crear de esta manera una falta de fe en la rigidez
de cualquier declaracién lingtistica, sabedor de que sélo la poesia es lo
suficientemente inmortal para liberarse de la rigurosa creencia en ci
quier palabra-mundo tinico y su finalidad, asesina de todo significado.) Mi
ojo, otra vez, entonces, emprendiendo su curso sin color, dador de vida,
continuamente creado, sigue arcos irises, sin permitir que Ja mente piense
jas de oro, en pos de Ia Iuz, persiguiendo mirar fijamente al sol, pero
sin rehuir ningtin reflejo, buscando incluso filamentos eléctricos, todos los
fucgos. Un tubo negro doblado, un estereoscopio de juguete, deshizo un
rayo de luz para dar earpetazo a la disposicién de los colores en hileras pul-
crisimas, listas para una presentacion formal, tan hip6crita y carente de
rigor como las historias que leemos en las Lépidas; sin embargo empecé a
diferenciar en la mezcla de las disposiciones, el cambio de espectro, de
fuente a fuente de luz, llegué a conocer como minimo cada mascara, 1a
mascara del sol, la mascara del neon, etc. Entonces comenzé la identifica-
cién de la fuente de luz a través de la apariencia de la reflexion, rayos de
sol vestidos de hierba, bombilla casera por la alfombra, etc. Finalmente
vino el descubrimiento de la contribucién de la vestimenta al cardeter de la
fuente de luz, la sutileza de las disposiciones en fa fusién de la mancha de
una gama de “color” con la mancha de una gama de “otro-color” dentro
del sistema de tubos doblados, y la de la cognicién de las vibraciones entre
y dentro de ellos, que una vez considerdramos sdlidos de “color” dominan-
te, al descubrimiento de fa transformacién que de los rayos solares hace la
Iuna,el hechizo que ejerce la fuente de luz del fuego sobre los muebles bar-
nizados de “marron”, etc, Archivamos entonces el espectroscopio mismo,
excepto para hacer alguna referencia ocasional dentro del juego contem-
pordneo de también-ser-alyo-cientifivo, del que afortunadamente s6lo soy
presa a la manera de un nifio, y el descubrimiento que hace el vuelo del ojo
de su facultad interna de producir sensaciones prismiticas directamente,
41 el concurso de instrumentos ajenos, Esta empresa afadida sufrié la
influencia primordial del prisma, que fue rapidamente descartado en el
go y reemplazado por el esirabismo, prestacién que permite a las pesta-
fias difractar la iluminacién de manera prismatica. Finalmente, con los ojos
pien abiertos, la estructura, semejante al rayo, de la senda de la luz, obvia-
mente todavia muy influida por ef sentido occidental de la perspectiva, al
encontrar un punto de fuga entre los filamentos de una bombilla 0 en cl
centro del sol y emitir radiaciones horizontales a las cuatro esquinas de
ojos adiestrados-en-duplicado, y otras verticales que se hacen anicos entre
las pestafias, contiene dentro de su red arcos irises indeseriptibles, todavia
demasiado influidos por el espectroscopio y el prisma, imitandose unos a
otros en el orden de los colores —“rojo-amarillo-verde-azul-morado™ y sin
embargo mostrando rarezas de color cuando el ojo ha estado un tiempo sin
sufrir la influencia del escopismo, Bajo una no-concentracién extrema, fija-
da por una fascinacién que no requiere esfuerzo, semejante a la auto-hip-
nosis, mi ojo es capaz de retener para su cognicién incluso esos arcos irises
completamente desbandados que reflejan los mas obscuros de los objetos,
tan transitorio que es completamente imposible instruirlo, y sin embargo
conservando en el orden alguna semblanza con la fuente de iluminacién,
guardando semejanzas inerefbles con la visién del parpado, danzando su
suave claqué tonal al ritmo de los arménicos de toda visién cerrada, pero
diliriendo precisamente en ese orden de espectroscopio. Estoy declarando
la facultad que me ha sido dada, galardén que esta por encima de toda bis-
queda, de transformar, sin ninguna parafernalia cientifica, las formas que
esculpe la Iuz en una habitacién casi completamente a oscuras en los
modelos de luz de color arco iris, Soy incluso capaz de imponer tina selec-
cién arbitraria sobre este recientemente descubierto sentido facultad, de
clegir una tonalidad de color, el ojo simplemente filtra todas las demas, y
percibir toda la luz, bien fuente bien reflejo, en relacién con la inclinacion..
esta coloracisn por medio de la accién del ojo guarda un paralelismo con
la visién ordinaria cotidiana debido mas a una carencia perceptiva que a la
capacidad de seleccién —ie,, la contemplacion de una escena de nieve
durante el crepisculo como algo esencialmente blanco y negro o blan-
quiazul y negro con la exelusién de toda otra coloracién-. Ahora estoy
comprobando que todas mis investigaciones, de cardcter aparentemente
especulativo, en torno al color han sido prioritarias en mis declaraciones
filmicas, invitaciones subconscientes que por desgracia necesitaban una
aprobacidn consciente, dandose el caso de que mi poca pericia me llevé a
trabar un mayor conocimiento del artilugio, el jaguete cientifico, que de mi
propio visionario estimulo estético. A medida que los ojos se liberaban de
sus influencias preliminares, se volvian cada vez mas susceptibles a la ins-
piracion del arte. Muchos consideraran esto simplemente un intro-espec-
tro. Yo digo que todo lo es.
En el interior de lo inmediatamente distinguible -lo “conocido” no visto.
Sin confusion -la vision agrietada y muerta, Una salida —desconexidn de la
tele-antena de recibir llamadas. Una salida de lo distinto —desenfocar...
difuminar... para lo desconocido visto- recogide dentro, tan facil como
cuando se respira, y sin embargo no absorbido... pues el ojo necesita una
acién para estar vivo santo como cualquier-otra-cosa-
Whose Rocts Are Stars nthe Human Mie, Pro
tesa Logado S, Halewge yF Camperviva. En {a indistincién visual, mientras emerge algo diferente al contorno
ordinario -para ser recibido sin esfuerzo, Sin deliberaci6n, se establece un
aura de molestia sensual. Para circunscribitlo todo -éste es el limite de un
nuevo fenémeno visual que requiere una capacidad de percepcion viva
Las formas se mezelan, como las yemas de los dedos se cierran al tocar, se
ven de cerca, llegan a borrar su color, cambiando su silueta, mezclindose
visualmente una con otra antes del contacto fisico; como todas las formas
desatendidas en una ausencia de forma con forma de emergencia, un algo
més o algo menos que fondo; mientras todo lo anterior se desvanece,
Dentro de este aura de no-forma, las formas se reforman, y siempre que el
ojo las respire naturalmente, siendo estilo y reaccion en la misma medi-
da inconscientes, contintian su danza transformadora hasta que a una slo
le atanen las entraias de lo que una vez conocimws exclusivamente como
contorno. Una vez que la visién de dibujo ha sido completamente despla
zada, el movimiento interno de todo lo que anteriormente fue objeto se
tevela subjetivamente -una efervescencia, como si una facultad de ver
entidades sin espacio y sin tiempo ascendiera hecha burbujas-. Una vez mi
mujer, mientras me leia en alto el libro de Lady Murasaki Cuentos de
Genji, comenz6 a sufrir una transformacién de este tipo al tiempo que yo
ponia toda mi atencién en transcribir a antiguas imagenes japonesas esa
prosa occidental del siglo veinte, pues mis ojos habian sido liberados y
recibian a la lectora de manera abstracta, al principio casi leyendo sus
labios para absorberlo todo, y después libre a través de una reconstruccién
mental extrema de las imagenes a partir del sonido de las palabras, todo
vista sin pensamiento, indiferente a la diferenciacién, disolviendo la soli-
dez visual en una mezcla de imagenes y después en algo que deherfa haber
sido indescriptible. Pero recibi la experiencia “sabiamente”, no perdi lo
suficiente la conciencia, me olvidé de Genji y no dejé de pensar cautelos
mente durante toda la experiencia, recurriendo a la mente para que me
Proporcionara explicaciones metaforicas, reconociendo una evolucién
continua por etapas -en lugar de vivir el sentido de aventura, que se veta
atenuado por el reclamo externo, y dejar fuera el soporte del ego. Pero
como desperdicié, usé, la experiencia, me roded mejor el halo de lo que
habia sido la luz de fondo, y el anillo de ésta finalmente se extendid hasta
dibujar lo que habia sido el contorno de su pelo, bahando su natural color
pardusco hasta tefiirlo de blanco, mientras su propia cara cambiaba y
envejecia al mismo ritmo hasta que todas las zonas de sombra se agrieta-
ron a lo largo de sus rasgos formando temblorosas arrugas que finalmen-
te aislaron las manifestaciones mas palidas en la forma (ransitoria de una
calavera. El miedo me redujo entonces a miradas precipitadas y breves, y
cada vez que la visi6n se afilaba sentia el apremio de percibir otra vez. las
imagenes de la forma que podia reconocer como “normal”, Una vez. tran-
quilizado por mis facultades de destrucci6n de sentido, era ahora todo
curiosidad, la normalidad se me qued6 corta, con el pelo de mi mujer,
todavia blanco, deshordéndose ahora hacia abajo y rebasando todo lo que
pudicra quedar de marrén en su longitud, formando un arroyo a sus pies,
ycereando por completo lo que una vez fuera su forma, permitf que el des-
arrollo del proceso emprendiera la marcha atrés otra vez, teniendo en
cuenta que esta “marcha atras” tenia lugar en la mente ya que ésta recuer-
da la segunda, e inferior, evolucién mas negativamente que {a original,
4siendo el pelo casi fo opuesto a su manifestacién ordinaria y las sombras
esta vez las que daban forma a la calavera mientras las zonas blanqueadas
quitaban brillo a una variedad de rasgos irreconocibles y, sin embargo,
continuamente similares a los de mi mujer. A medida que los rasgos enve-
jecfan de manera increible, la reducian a un aspecto de
con el aura de su pelo inundando la habitacién entera. Mi insistencia men-
tal en el drama me trasmiti6 la sensacién de que los parientes muertos y
por nacer se estaban presentando a través del organismo vivo, siendo mi
mujer repentinamente una enticad sin espacio que contenia una evolucion
intemporal. Este pensamiento, una devastadora limitacién de 1a casuali-
dad, paralizaba toda recepeién y detuvo de golpe el proceso. En ocasiones
posteriores mi mujer y yo hemos intentado recrear la experiencia artifi
cialmente con el fin de estudiarla. Al estar restringidos a otras considera
ciones, “ocasiones”, “arte”, “estudiar”, etc., lo maximo a lo que llegamos
fue a rodearnos mutuamente de un aura prometedora que nunca lleg6 a
desarrollarse internamente, Lo que se necesita es invertir el proceso de
revelado, ir de lo positive, pasando por lo negativo, a un original no
expuesto. Esos no-momentos en que el acontecer se impone con éxito
sobre nosatros son indescriptibles y en su totalidad demasiado personal-
mente sagrados incluso para una tentativa literaria, pues mi verdadera
forma de expresi6n es el medio visual del cine. Slo uno de estos aconte-
cimientos posteriores fue lo suficientemente fallido para poder ser traseri
to, Enojado, en conjuncién con Ia frustracién que me proporcionaba mi
incapacidad hasta para intentar comunicarme con mi mujer, vi como su
cabeza cambiaba de forma por medio de la emergencia de fuerzas anima-
les, muy particularmente y de modo recurrente la cabeza de un perro, ani-
mal con el que siempre se ha sentido conectada. Mi mujer describe esta
misma escena, la manera en que me vefa en ese silencio yaa través de su ira
restrictiva, como si me viera a través de ondas de calor que distorsionaban
mi forma, 0 mas que mi forma mi tamafio, pues me iban yolviendo més
grande de como normalmente se me percibe, mientras mi rostro concen-
trado, 0 més bien algo a lo que simplemente se llama “ti”, llenaba el
campo de visién de mi mujer, volviendo entonces a un tamano mas normal
y no obstante presentando un aspecto anormalmente oscilante, como si
inubiera legado al destino del viaje y fuera capaz otra vez de asumir pro-
porciones gigantes, Descripcién técnica:“Estaba viendo una pelicula foto-
prafiada con un objetive zoom y un vidrio ondulado™. Este episodio lead
a su fin cuando estalld la fuente de iluminacién, una bombilla, dejandonos
a ambos con un inconfundible olor a quemado eléctrico en el aire.
Hay entonces una visidn-semejante-al-desenfoque a la que se leva por
procedimientos exactamente contrarios, relativos a la claridad hiper-tocal,
y que depende de la indefinicion espacial. Nos acercamos aqui a Ia auto-
hipnosis a través de la firmeza, y no de Ia laxitud, de la mirada. La atencion
obstinada, si se fuerza mas allé de la capacidad natural de absorcién men-
tal produce una indeterminacion menos dominada por la memoria que
cuando prescindimos del ego. Aqui uno parece mas un practicante que un
paciente, y la paciencia no es tan necesaria, Uno se siente menos en estado
hipadtico y mas como un hipnotizador del objeto, la “objetividad” sirve
para describir este proceso. Todos los nervios pticos deben permanecer en
45Murcer Psalm, Programa 4, Coneei
lay Fi Archives.
tensi6n, més all de cualquiera de las maneras en que normalmente mira-
mos con atencién, hasta que estén tan verdaderamente, aunque de manera
opuesta, implicados con “Io lineal” como se est cuando se niega la alinea-
cin focalmente. Las terminaciones nerviosas deben comportarse como si
hubieran sido extraidas para ver todos los objetos como si hubieran sido
dibujados a lapiz. Deben llegar a identificarse con la “linea” mas all4 de la
delineacién. Lo que debe dejar de existir es el “espacio”. Este proceder
activard una racionalidad que debe orientarse hacia la destruccién de toda
logica bi- 0 tri-dimensional. Se puede, por ejemplo, nutrir la mente con el
hecho de que muchos problemas de las matemiticas contemporaneas se
“resuelven” permitiendo la problematica existencia de muchas mas dimen-
siones que las tres realistas esencialmente consagradas por el
Renacimiento occidental. O se puede simplemente permitir que el cerebro
vague por entre los multiples puntos de fuga y Iineas de horizonte de
muchas obras de arte renacentistas hasta dejar exhaustas las restricciones
mentales contenidas en esas expresiones laberinticas, Aqui no se puede
debilitar-podar-o-reducir el intelecto sino que se debe mantener un senti-
do que origine una discusin con todas sus manifestaciones restrictivas.
Asf, concentrado una vez en el brazo de mi mujer, del codo a la mano, mis
ojos extrajeron de él todas las lineas posibles hasta que todo cobré el
46aspecto de hebras separadas, como si se tratara de una diseccién de su
superficie de luz y sombra, Entonces una semi-reformacién produjo ntlti-
ples brazos, que se movian de manera independiente en este espacio re-
definido, superponiéndose unos sobre otros, todos dibujados de manera
diferente. La zona de sombra de los nudillos, las sombras que cafan sobre
elespacio entre los dedos,el propio vello del brazo y las intermitentes arru-
gas ennegrecidas producian una serie de caricaturas finamente dibujadas
que sobresalian sin parecer interdependientes. Finalmente se me hizo
imposible discernir la imagen originaria. En este punto mi mente, que bus-
caba una manera de re-detinir la “realidad”,se pregunto si mi propia mano
dividida del mismo modo ofrecerfa una imagen complementaria de si
misma cuando se alargaba para tocar o sentir de otra manera, para agarrar
omoverse interrelacionadamente de otra manera, con cada una de las imé-
genes que brotaban de mi mujer: y entonces postulé una tentativa de
conectar las manos matrices con este deseo. E] instante en que la singular
imagen de mis torpes dedos empez6 a entrometerse en esta exposicion
miiltiple -la visién desapareci6, todas las lineas serpentearon de retorno a
su fuente-. Como en tados los ejemplos anteriores de vision sobrenatural
mi mujer y yo hemos experimentado una serie de aventuras oculares mas
exitosas a este respecto que estin completamente fuera del aleance de
cualquier suerte de expresi6n lingiifstica.
i tuviéramos que dirigir nuestro ojo aventurero hacia una correspondencia
literaria, haciendo de la aventura visual un facsimil literario no menos aven-
turero, transformando las impresiones épticas abstractas en un lenguaje no
figurativo, convirtiendo las no-visiones en no-palabras mediante un encan-
iamiento, s6lo podriamos escribir poemas sonoros, la manifestacién auditi-
va de las letras cuando éstas no se limitan a una légica predeterminada y
en su lugar establecen una comunicacién sobre un plano emocional que
sélo guarda una relacién remota con todos los origenes conocidos de las
palabras de cualquier sonido escrito. En esa relacién distante se halla la
forma embrionaria de un arte puramente onomatopéyico. Bl andlogo visual
de este arte esta siendo creado por unos hombres que ya han sido llamados
Sexpresionistas abstractos”, quienes estén disenando las letras-simbolos
cuneiformes-jeroglificos de la comunicaci6n futura. La imagen en movi
miento hace posible el desarrollo de una continuidad y por consiguiente
una evolucién del Jenguaje con respecto a la forma en que hoy lo conoce-
mos, Todo lo que este libro contiene ha muerto en el titero, Lo aborté para
salvar el organismo vivo, sus origenes... un espéeimen en si mismo.
minimo una pieza de museo... s6lo de valor para el ojo anatémico.
Stan Brakhage
Notas del traductor:
1. Por tratarse de un texto experimental cuyas intenciones van manifestindose a to largo de la
ventura de su propia lectura, hemos respetado, siempre que lo hemos considerado posible,
peculiar ~por excéntrica y a veces incluso fatigosa~puntuacién de Brakhage.
2. Bjemplo de los innumerables y a menudo intraducibles juegos de palabras del texto. Aqui
juega con tres acepciones diferentes de la palabra deck (baraja de eartas, cubierta de barco,
‘adornar),as{ como con la ufinidad fonetica entre los términos word (palabra) y world (mundo).
iT