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6/Emoclones y comunicactén de masas 109 necesarios del castellano, pero los de uso cotriente se incluyen y el quechua resultante es suficientemente natural ¢ inteligible aunque puede tener pe: cculiatidades como las que mencionaremos a propésito de los dialectos ta- diales en El dialecto radial del quechua (p. 120), Es que no se trata de evo- caciones obsoletas y alienadas de un pasado ya imposible, sino de nuevas manetas de re-creat ¢ integrar el presente. No ¢s el diletantismo de viejos es- critores apergaminedos, sino una vitalidad a lo José Marfa Argucdas. Es frecuente que los titulos de los radio-teatros, yen Mayta Purishan- chej también las direcciones escénicas y los comentarios nattativos, estén en castellano y s6lo los dilogos draméticos propiamemte dichos estén en guechus, Este hecho refuerea nuestra tesis de que es el canal expresivo que facilita el paso al “otro” idioma, El caso especial de los canales rituales. (Regla C2) Se trata de un caso particular de canales expresivos que requiere una modificacién, pero no una plena negacién, de Ia regla original. El receptor inmediato o al menos el referente subrayado por este canal no es ya un individuo cercano © un grupo social, sino un ser trascendente: Dios, un Santo, la Pachamame (madre tierra), un muerto, el cOndor, etc. Sigue ha- biendo un cruce de la frontera idiomética del emisor, Pero, dado que el referente en este caso ya no es humano, no tiene sentido cambiar al idioma del “otro” grupo humano dentro del mismo sistema local. Por tanto el ccruce, © mejor la difuminacién de la linea fronteriza se simboliza de otra forma. Probablemente los cambios lingifsticos propios de estos canales ri- tuales simbolizan la comunicaciéa, y por tanto la comuniGn, con esos seres no-humanos trascendentales a que se refieren. Los cambios lingiisticos mAs frecuentes son: a) La atencién se enfoca hacia la forma més que hacia el contenido; no interesa tanto qué se dice sino cémo se dice. b) Junto con el Ienguaje del emisor, se introduce una mezcla de varios lenguajes, inclu- yendo a veces alguno que nunca se utiliza en contextos mis normales, c) Se introducen rasgos lingiifsticos anormales, sobre todo prosédicos, tal como se describiré en cada canal ritual. Todos estos aspectos sociolingiifsticos no suelen tenerse en cuenta en otros estudios. Por esto nos detendremos un poco mas en describir cada canal ritual y las combinaciones més complejas ue ocurren en las situaciones rituales reales, como ejemplo de tantas di- mensiones atin abiertas a la investigacién.®® Rezos. (Regla C2a) Este canal ritual ocurre en el mundo castellano y el quechua por igual. Sus peculiaridades, por supuesto, son una consecuencia directa de la memo- rizacién de una férmula fija, Por eso no es algo exclusivo de los rez0s, sino que puede ocurrir también entre niffos de escuela primatia que recitan de ‘memoria 1a tabla de multiplicar 0 los meses del afio. Pero su persistencia en los contextos rituales, y el mayor interés en Ia exactitud de Ia f6rmula que en su comprensién, esté en consonancia con lo que hemos venido di- ciendo. Los rasgos prosédicos propios de los rez0s consisten en una nueva entonacién' que no corresponde necesariamente a Ia orgenizacién interna de 110 Los: mil rostros del quechua frases y oraciones, sino que viene dictada por Ia necesidad de respirar de vez en cuando. También es frecuente que algunas frases no sean pronun- cladas hacia fuera sino hacia dentro, en forma implosiva, como si el rezador “se tragara” una parte del rezo, para ganar tiempo rezando y tomando aire al mismo tiempo, Uso del falsete y del lenguaje esotérico. (Regla C2b) Tampoco este canal es s6lo ritual, Ocurre también, simultineamente con el canto de mujeres, en las fiestas. Aunque también es cierto que la mayorfa de las fiestas se desarrollan en un contexto més 0 menos titual. EL uso del falsete es también un recurso corriente entre yetiris y otros agentes rurales de lo sobrenatural para sus rezos a seres ancestrales como los espfritus de Jos cerros (awki, achachila, machula, etc., segin las zonas) y atin mnds para simular la respuesta de estos seres en sesiones comparables al espiri- tismo occidental. En estos casos el celebrante del ritual suele mezelar el ritual catélico sacado de viejos devocionarios y su propio ritual; usa fécilmente términos Uexicos que nadie entiende; mezcla su propio idioma con castellano y latin,5* ete. Los quechuas usan a veces aymara, aunque no tanto viceversa.®” En el caso especial de los Kallawaya, un grupo quechua del Norte de La Paz famoso por sus habilidades mégicas y curativas, pueden utilizarse todos estos idiomas y ademés su “idioma secteto”, al parecer emparentado con el pu- kina.* Llanto cantado (Regla C2c) Este sf es primariamente un canal ritual, muy corriente en Jos valles y estancias de Cochabamba. Consiste en una melodfa bésicamente cons- tante, pero con diversas variantes posibles, dentro de la escala pentatnica propia de los Andes.§* La melodia viene susurrada por Iantos entre los que se abren paso en forma poco inteligible ciertas frases medio espontancas medio estercotipadas. Suele usarse la voz de falsete, pero no es un requisito absoluto, Los hombres, especialmente en las estancias, pueden pasarse a este canal; pero las mujeres précticamente deben hacerlo en determinadas ocasiones. Cuando ellas lo hacen es ademés poco menos que obligatorio cubrirse 1a cabeza con su verdnica (velo de luto) o,.en su defecto, con un pafiuelo. La ocasién més ordinaria es cualquier ceremonia para difuntos, desde el velotio y el entierro haste cualquier recordacién en los siguientes meses y afios, Es también frecuente en las oraciones privadas frente @ alguna imagen. Alguna vez se escucha también en contextos menos rituales, espe- cialmente en labios de borrachos que sibitamente se acuerdan de un pe fiente difunto 0, més raramente, al expresar una pena intema. En todos los casos que yo he presenciado, se ha utilizado el quechua y los actores eran quechuas © a Jo més mujeres bilingiies quechuacastellanas de pueblos y de barrios populares de la ciudad, Como en otros candles rituales, lo que se dice es menos importante que la forma cémo se dice, Por lo mismo, es dificil entenderlo y peor trans- 6/Emociones. y comunicacién de masas 114 ctibirlo. Hice varias grabaciones en las condiciones ideales ¢ intenté transcri- birlas inmediatamente después con ayuda de gente del luger. Pero aun asi, ‘muchas partes permanecieron ininteligibles. De todos modos, por ser ma. terial en general desconocido, adjunto un par de fragmentos que pudieron econstruirse. Ambos proceden de la regién de Rodeo, cerca de Vacas. El primero transcribe parte de la oracién de una mujer Horando junto a una imagen en la capilla un dia de feria, con ocasién de la muerte’ de su hijit Tatitdy, Niditw Papito, Niliito (se refiere a Ia imagen de Tata Cruz) Wawitdy chinkachikuni He perdido mi hijito Tatitdy, Nisiow Papito, Nifito ‘Tatitdy, qanta nikuyki Papito, a tf te lo digo Tatitdy, jap'ikapaway Papito, témame Papasita * Papacito Wawitdy chinkachileuni He perdido mi hijito Dyusnfy, Tatdy Dios mio, Padre mfo Chinkachileuni Lo he perdido Wawitay, juch’uy chikitu i hijo, a mi chico pequeiiito Waway chinkasqa Mi hijo se ha perdido Kunantaj_pusakapuway Ahora, évame Tatitdy, Nifituy Papito, Nifito Uj Kata waway waiorga Mutié mi hijo ‘nico Tatitdy, Nifiva Papito, Nifito Qanmanché chayaykamusayki ‘Tal vex Megaré hasta tf Maneché ashkachu juchasniy Tel vez no son muchas mis culpas Jampuy wawitdy (...) iVemte, hijito! El segundo fragmento fue clicitado artificialmente. Al regresar de un entierro real, una de las mujeres imit6 ante el micréfono el Ianto que ella habia escuchado muchas veces, y ella misma habia protagonizado, tras el atatid de un familiar inmediato (en este caso el esposo): Tatitdy, nifitu Papito, niiito (se refiere al esposo difunto) Mayta rikushanki Kunantaj jind eDénde estés yendo? sagerparinawaykipaj aPara qué ahora me abandones asi? Compaiieritu, tatita Compaiietito, papito Kunanmé tukuy imaykita apariykakapusqanki Ahoras te estés Uevando todas tus cosas Ripusganki Te estis yendo Imataj kay chayjinata ruwawarganki ePor qié me hiciste aif? Tatitdy, Nifituy Pepito, nifito 112 Los mil rostros del quechua Kunantaj jind sagerparisawanki © Y_chora me estés dejando asf Imatataj.niwarganki Qué me habfas dicho? Chay jallp'atapis rantikusun niwarganki ‘Me habfas dicho: vamos a comprat se terreno Ni jallp’stapis rantikepunchischu Ni siquiera hemos comprado el te reno Kunan chaytapis sagesawasenki Ahora me ests dejando con este ‘asunto més ‘Maytepisché wafiupusaj Quién sabe dénde me morisé? ‘Wawasniykiwan imapi parasaj gDénde iré a parar con tus hijos? Ermanitn, chonku, ay tatita Hermanito, mi amor, papito Ge) La finslidad del Wanto cantado no parece set sélo una expresiéa de dolor (aunque, por supuesto, este elemento también esté presente), sino también la comunicacién con seres de otro mundo. Por so es un’ canal ritual. Esta afirmacién se basa en el hecho de que tal Ianto suele ocurrir casi siempre en contextos rituales, y refiriéndose en segunda persona a un ser del otro mundo, Ademés, los’ cambios de canal dentzo del mismo con- texto confirman esta interpretscién. Si tras el ataid 0 frente a la imagen Ja mujer que esta Uorando y cantando de esta forma tiene que decir algo a algén ser humano circunstante, su Ianto para en seco y se ditige a su nuevo interlocutor usando el canal neutro de voz normal, que es el propio para itigirse a seres humanos vivos. Acabado su mensaje, vuelve a su lanto melédico, para seguir comunicindose con el difunto o el santo usando el canal ritual adecuado. La presuncién es de que el Ianto significa ademas verdadero dolor. Pero a veces no es este el caso. Algunos informantes me han asegurado que, si el difunto habia tratado mal al pariente que le sobre- vive, Ia lorona puede decir frases como ésta: “Estoy contenta, Por fin te has ido. Ya no volverds a pegarme”. Pero estos gozosos mensajes de liberacién se expresarin a través de un Ianto melodioso y triste, el canal requetido por Ja etiqueta de difuntos. En realidad Jas situaciones rituales son mucho més complejas y com- binan varios de Jos elementos que aqui hemos descrito en su forma aislada y pura. Supongamos un funeral para una autoridad importante del pueblo que, por lo mismo, eitaba ligada por compadrazgo con muchos vecinos del pueblo y campesinos de los ranchos cercanos. Si el cura es bilingtie,” su primer problema seré decidir en qué idioma debe predicar, y, si esté abierto a la nueva liturgia, en qué idioma debe recitar las preces tituales. Para ello entranin en consideracién las reglas del componente emisor-receptor. Otro hecho que debe tenerse en cuenta es que, tanto entre bilingiies como incluso entre monolingties quechuas, hay una tendencia a pensar que el idioma obvio para dirigitse a Dios es el castellano, el idioma de prestigio (Regla ER3).# Esto es més claro en las ocasiones formales y, sin duda alguna, el hhecho de que los rezos formales se aprendan en la escuela (Regla E2) es en parte responsable de ello. Es pues de esperar que en este funeral se escu- 6/Emoclones y comunicacién de masas 113 chen varios padrenuesttos y avematfas en castellano rezados quizés entre varios durante 1a ceremonia. Como contrapunto, es también de esperar que primero una y después varias parientas, comadres 0 shijadas empiecen a lorar cantando, ciertamente en quechus, A medida que vaya aumentando 1 voltaje emotivo, se inin scumulando también recuerdos familiares y te- miticas expresivas ‘por lo que la ambientacién seré més quechua (reglas’ T2 y T4). No todas las ceremonias habladas utilizarén un canal ritual. Pero fen todos los rincones y momentos se respirard la atmésfera propia de un Fito de pmo y de una situacén liminal: fez, lentes, salmodias del cure, notas dudosas del cantor y de su armonium desvencijado, mezcla de caste- Mano, quechua y latin, el catafalco en medio de la iglesia, 1a combinacién de oscuridad y juz, caras ocultas tras las verSnicas y otras caras vislumbradas tras la luz y humo de las velas, olor de incienso, ruido de campanas, mur- mullos indescifrables por todas ‘partes... La amalgama y confusién resul- tante da el tono ritual de Ja situacién. La consideracién ‘de cada elemento fen forma aislada puede ser necesaria pata fines analiticos. Pero no debemos quedamos en ella, De otra forma se nos escapa la importancia de la cons- tante interrelacién e interdependencia de todos Jos componentes. Canales noultiplicedores. Programas de radio. (Reglas C32, C3b y C3ba) La relacién entre los canales multiplicadores y los expresivos es seme- jante a la que existe entre: temas formales y expresivos. Pero canales ex: presivos y multiplicadores pueden coexistir en la misma situacién. Entonces el rasgo expresivo prevalece. La regla C1 sc impone sobre la regla C3. Pensemos en una cancién pasada a un disco o a un cancionero, Pero en la mayoria de los casos la caracteristica prevalente es un aumento casi indefi- nido de la distancia entre el emisor y el circulo de receptores, que aumenta también en forma casi indefinida, todo ello sin que se creen estados emorivos especiales. Este sumento y distanciamiento, junto con la probabilidad de que sean muchos los niveles sociales implicados determinan reglas especiales que podrian calificarse ‘como “transaccionales” por su carécter andnimo y de seleccién del idioma “més seguro”. En la regla C3 hemos dicho que cuando se utiliza un canal multiplicador se escoge el idioma del sistema de referencia ‘‘més amplio”, evitando decir el sistema “nacional” o simple- mente el “castellano”, porque bajo determinadas circunstancias el sistema mis amplio de referencia puede ser el sector campesino y, por tanto, puede escogerse quechua 0 aymara. Pero lo més corriente serd, sin duda, que el sistema de referencia sea el nacional (o regional) que incluye diversos niveles sociales y que pide, por tanto, el idioma dominante, castellano, por més que sea el minoritario. 'Si se tiene en cuenta la regla ER3, esta es la forma para que en una estructura social asimétrica de. dominacién los grupos sociales ambiguos y los jerérquicamente superiores no se sientan injuriados. EI castellano y la radio. (Regla C3a) ‘Los programas de radio implican un canal multiplicadot en cuanto que ‘el medio radiof6nico impone una serie de constricciones estructurales al enguaje ordinario. Hay casos en que estas imposiciones son minimas y entonces casi no cabe hablar de canal multiplicedor, o al menos de canal

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