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Mirar a quien te mira

Jorge Torres ha muerto.


Quisiera escribir se ha ido, porque este eufemismo me abre la posibilidad de la
esperanza, la esperanza de volverlo a ver. Ver como l lo haca a travs de la lente de su
cmara, que no era ms que la extensin mecnica en tanto instrumento- de su alma.
Cuando lo conoc hace poco menos de diecisiete aos, me pareca un hombre atemporal,
con arrugas en el rostro que parecan encriptar no slo el paso de los aos, sino, y por
sobre todo las heridas de la guerra de la vida.
Haba estado, igual, muchos aos en el PRI, como fotgrafo de batalla, de talacha, del da
a da. En efecto le toc retratar muchas campaas de candidatos a diputados, presidentes
municipales, gobernadores. Pero cada uno de ellos, quera tener a su fotgrafo-pintor,
que le acompaara a todas partes.
En ese tiempo tena que fotografiar a Mario Marn, quien se estrenaba como dirigente, y
como poltico de templete. Es muy difcil, me deca, no copera, es muy rgido, no puedo
tomarle buenas fotos. Se quejaba, como slo l saba hacerlo. Con el rostro duro como
roca, con el puo cerrado y el codo flexionado cual gatillo, dirigindose a mis partes
blandas como boxeador- en franca amenaza porque no le resolva su inquietud. Su brazo
se tensaba conteniendo una carcajada, que al final lograba soltar, y que me invitaba a
compartir esa meloda estruendosa.
Llevaba tambin, me dijo, aos sin tomar, pero los compensaba bien fumando, y
repartiendo cigarros a quien se le acercaba con la amenza-ofrecimiento de: fmate un
cigarro, no seas mamador. Se rea de los polticos que con su sueldazos no se ruborizaban
al pedirle-exigirle que les regalara un cigarro.
Marn invit a Jorge a su campaa como candidato a la presidencia municipal de Puebla, y
luego del triunfo, hizo lo propio para que se fuera a trabajar al ayuntamiento. Era la
primera vez, en muchos aos, que tendra un trabajo estable, que no tendra que
preocuparse si esa quincena les pagaran o no, como a menudo ocurra en el partido.
Tendra aguinaldo, seguridad social. Pero por sobre todas las cosas, este ofrecimiento
representaba la oportunidad de ser mirado, por uno de los cientos que tuvo que mirar
para tomarles fotografas empapadas de culto a la personalidad.
Alguien lo volte a ver y le tom la mejor fotografa de su vida, la de ser reconocido como
sujeto.

Ojal antes de partir haya podido decirle a alguien: fmate un cigarro, no seas
mamador.

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