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Es una completa locura tener en las manos un corazn, uno distinto al nuestro.

Aun recuerdo esa noche, cuando conoc a Julia.


Esa fue la casualidad menos esperada e irnica, tal cual lo recit aquel hombre: Cuanto mas viejo
se hace uno, ms se persuade de que su majestad la casualidad hace las tres cuartas partes de las
cosas de este miserable universo
No es asombroso recordar un pasado que no existe?
Tratando de inmortalizar esa femenina imagen con entusiasmo y amor del verdadero aunque
prematuro. Bueno a veces las mujeres somos atrapadas tras una sola mirada, con sencilla
humildad. Hoy no es lo mismo, ya sus risas y guios, abrazos y caricias, han escapado de m por
implacables dardos de moral y fanatismo espiritual. Por qu seguir ocultando ese extrao ser que
nos encadena a hechos vulgares y socialmente sealados por mentes nobles con apariencia de
blando corazn? Ha fenecido en mi la libertad que me haca sentir mientras juntas nos
disfrutbamos en nuestra travesa pasional.
Quise ser yo quien dirigiera mi destino, el capitn de mi embarcacin con una ventana enorme
que enmarca al sol, que se pierde en las grandes olas de una mirada coqueta, que siempre
terminaba de la misma manera en una cama desordenada cuando dejaba tras su fugaz partida
unos ojos cristalizados, con un peculiar calor en el cuerpo, tan frio como el dolor.
Cada beso suyo era una tortura, sudo, tiemblo, pero el frio no lo so, ah est paseando en mi
mente; esta vez no fue como las dems, aunque ese calor fue veneno soy una profesional para
huir, olvidando mis convicciones, y abrindole paso a lo ulltimo que perdera, esa vez no quiso
volver.
Veo mi vida pasar frente a mis ojos, con ruidos temerarios, flemas, vergenza plcida, ciertamente
haba una mezcla de pesares, mientras mi sangre sazonaba el adis de este idilio de amor.
Qu pas con mis ganas que vivir?

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