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Calendario Maya

Submitted by Estuardo Torres on Abril 28, 2009 – 9:30 AM33 Comments


El calendario sagrado de 20 días, llamado Cholq’ij (Tzolkin en Maya Yucateco), salió
del cuerpo humano, de los diez dedos de las manos y los diez dedos de los pies. Estos
20 días forman una ley que controla la vida del ser humano, desde su concepción hasta
la muerte. Así mismo, de estos 20 días salió una ley conocida como Derecho
Consuetudinario Maya, esta es una ley divina, una ley sagrada, una ley que no tiene
reforma, no se le puede ni quitar ni agregar nada.
En este Derecho Consuetudinario Maya se respetan dos leyes : la Ley Divina del
Creador y la Ley Natural sobre la Tierra. Aquí se encuentra la sabiduria de nuestros
abuelos, aquellos profetas Mayas qui vinieron de la constelación de estrellas, Las
Pleyades ; aquellos que nos dejaron estos grandes conocimientos y a su debido tiempo,
después de terminar su trabajo aquí en la tierra Maya, se regresaron hacia aquel lugar de
donde habian venido. Estos cuatro profetas Mayas son : Balam Quiche, Balam Aqab,
Balam Majaqutaj e Ikg Balam.
Mientras estuvieron en tierra Maya, estos profetas tuvieron sus compañeras de vida, y
ellas fueron : Kaja Paluma, Tzununha, Chomiha y Kakixaha ; tambien tuvieron hijos a
excepción de Ikg Balam. Estos profetas aquí vivieron y nos dejaron grandes
conocimientos. Por ejemplo, nos enseñaron cuales son los materiales a usar cuando se
hace ceremonia, eso fue desde aquella primera ceremonia celebrada sobre el Cerro
Chui’ Saqarib’al (Lugar de Amanecer) en aquella madrugada cuando por vez primera se
esperaba la salida del sol sobre la faz de la tierra. Cada uno de estos profetas traía su
ofrenda para dar gracias : Balam Kiche traía el Kaxlam Pom, Balam Aqab ofrecio el
Mexcam Pom ; Señor Majacutaj ofrecio Cuil Pom, e Ikg Balam ofrecio gok pom. Hasta
hoy en día se practica esta ceremonia tal como se hizo en aquel primer día sobre aquel
sagrado Cerro “Lugar de Amanecer”. También nos dejaron, entre otras cosas, nuestros
20 grandes calendarios. En fin, nos dejaron una tradición entera.
Con el estudio y formación de los calendarios, llegaron a saber que cada 5200 años la
tierra se oscurece por un periodo de 60 a 70 horas, a este periodo de 5200 años le
llamaron “Un periodo de Sol”. Asi se empezo a medir el tiempo de los 20 calendarios y
entro en vigencia la nueva constitución de los pueblos Maya, el llamado Derecho
Consuetudinario. El Calendario de los 20 días, Tzolqij, como se dijo anteriormente, es
el que controla la vida del ser humano desde su nacimiento hasta su muerte.
Este calendario Tzolqij o Cholqij, año del ciclo humano, tiene 13 meses y cada mes
tiene 20 días. Asi pues, un año esta compuesto de 260 días o sea el tiempo de gestacion
del ser humano en el vientre materno. Otro calendario es el del Año Solar o Haab, el
cual tiene 18 meses de 20 dias cada mes, dando un total de 360 días, a esto se le agregan
cinco días más llamados días del Wayeb (que es el encaje del año) y nos da la cantidad
de 360+5=365. Estos 365 corresponden al tiempo que tarda la Madre Tierra en su gira
al rededor del sol.
Así pues, despues de llegar a medir el tiempo es cuando comienza la cuenta de los días.
A un día se le llama Qij ; a un mes se le llama Winal ; a un año se le llama un Tun, a 20
año un Katun, etc.
Cada día es representado por una imagen llamada glifo y como día primero se coloca al
“BAATZ”.
Nota
En los 20 días del Calendrio Sagrado están expresadas todas las fuerzas básicas de la
creación y destrucción, de lo positivo y negativo, de lo bueno y malo, la dualidad que
existe en el mundo, en la sociedad, en la familia y en el corazón del ser humano. De la
conjugación de tales fuerzas en las vidas individuales depende el curso de la existencia
y del destino. Es importante saber que todo lo que uno hace repercute de una manera a
uno mismo, a la familia y a la comunidad. Por eso los abuelos recomiendan portarse
bien para el bien de uno, de la familia y de la comunidad en general.
Ajau : Gran Padre o Ser Supremo
Ajq’ij : sacerdote maya
Nahual : es el Espíritu o la Energía, la fuerza qui anima los diferentes días del
calendario Tzolkin ; usualmente está relacionado con un animal regente, con el espíritu
del animal que rige cada signo.
fuente www.kakulhaa.org
Los calendarios en mesoamérica fueron en esencia el mismo. Había dos tipos: La rueda
calendárica y la cuenta larga. (ver breve explicación de History)
La cuenta larga

baktún katún tun uinal kin


(20 katunes) (20 tunes) (18 uinales) (20 kines) [1 día]
[144000 días] [7200 días] [360 días] [20 días]
El tzolkín (ciclo de 260 días) es el año ritual maya, tiene 260 días repartidos en 20
trecenas (20 x 13 = 260). Cada día de la trecena recorre 20 signos.
El haab es el año solar maya, tiene 365 días y está repartido en 18 meses de 20 días,
más 5 días extras (18 x 20 + 5 = 365). Los 5 días extras se llaman uayeb, y se
consideraban de mal agüero. A cada mes se le llama veintena.
Danzas y Bailes Tradicional
Submitted by Estuardo Torres on Abril 28, 2009 – 12:22 AM7 Comments

Historia y significado de algunas Danzas y Bailes


• El Yurumen
Se celebra el 26 de noviembre, con esta danza se festeja la llegada de la
étnia Garífuna al territorio guatemalteco y recientemente según decreto 83-
96, también se declara como Día Nacional del Garífuna.
• Baile del Venado
Durante el período de la conquista de Guatemala, los españoles que
visitaban algún lugar, miraban la fauna que atravesaba los caminos,
encantados por la silvestre locomoción de la diversidad cuadrúpeda, se
dirigían a los Mayas u otros nativos, preguntando los nombres de los
animales, ellos respondían que se llamaban: “venados”. El cuadro de la
tradición oral, base de este “baile”, sigue de esta forma:
Los españoles volvían a preguntar el porque no mataban a los venados para
comérselos, ellos contestaban que no tenían armas para hacerlo, a demás
indicaron a los españoles, que en un cerro vivía un cazador, este tenía
permiso para cazar con cerbatana. Luego los nativos fueron en busca del
viejo cazador y le pidieron permiso a Tzuultaq’a, Dios del cerro. Los
españoles consiguieron un arma de fuego para cazar a 0los venados. Luego
el cazador y sus acompañantes al intentar cazar a los venados se dieron
cuenta que estos animales eran rabiosos, por lo que prepararon un baile.
Todos acompañaron al viejo cazador; los venados también eran
acompañados por el tigre, el mico, el león y otros. Cuando el viejo cazador
termina la caza, es cargado por los micos, el león, el tigre y el perro para
que ya no siga cazando más a la orilla del río. Los acompañantes del viejo
cazador bailan con alegría puesto que a este no le pasó nada cuando se
enfrentó al venado rabioso. Con el arma en mano el cazador le dice a los
españoles: “Ya les traigo al venado muerto” luego lo destazaron, al
terminar de comer bailan con el viejo cazador de alegría.
Cada “son” (obra del género musical vernáculo) interpretado en la marimba,
corresponde a cada pareja que busca el cazador.

• Baile de la Conquista
El baile de la Conquista, como su nombre sugiere, evoca incidentes propios
de la conquista de Guatemala por los españoles, que encabezó el
adelantado Pedro de Alvarado, en la misma tomó parte la figura legendaria
de Tecún Umán, encabezando los vencidos. Sus instrumentos musicales
siguen siendo actualmente el pito, la chirimía, el tambor y el tamborón. El
argumento del baile es guerrero, en el cual los cristianos son los españoles,
los “gentiles” son los mayas. De modo similar a la danza de “moros y
cristianos”, finaliza con la conversión al cristianismo de la población local,
con lo que se consuma la conquista, en la salutación final todos bailan
juntos. Mientras tanto se han escenificado batallas, alegatos e insultos
entre unos y otros. En esta danza sobresale la participación de Pedro de
Alvarado.
Este baile fue creado por los frailes dominicos, para auxiliarse en la
catequización de los “infieles” en la época de la conquista. Representa las
batallas libradas por los castellanos o cristianos contra los moros, árabes o
sarracenos en su afán de expulsarlos de la península ibérica a finales del
siglo XV.
• Danza de Los Diablos
La cosmovisión maya, surtida de varios elementos religiosos junto con el
dualismo “bien y mal”, tiene creaciones y configuraciones dentro de su
propio marco de creencias, el cual se enriquece, se ha mantenido digno de
investigación y estudio hasta hoy.
Por ejemplo, los espíritus del mal que habitan en las entrañas de la tierra,
tienen su espacio en la cosmovisión maya. Los catequistas de la época de
la conquista se aprovecharon de ello, dando nombre a los espíritus
malignos: los siete pecados capitales, las siete virtudes y un diablo mayor.
Esta danza considerada mitológica por los personajes que intervienen, es en
la vida real una costumbre bien identificada con todo el pueblo de
Guatemala. En todos los hogares, cuando alguien de la familia sufre un
susto, mas si se trata de un niño, lo llaman “mal de espanto” o simplemente
“susto”; para curarlo se busca una mujer diestra en el oficio, en la
“costumbre”, se conoce como rezadora, durante el acto se quema copal.
Esta danza es una costumbre Q’eqchi’ puede verse el siete de diciembre
con la quema del diablo,
La danza es un espectáculo único en América, en esta actúan 13 actores,
cada uno representa una enfermedad o vicio; también es interesante el
nombre de algunas mujeres: Ixtab’: la mujer del mecapal; Kob’et: la lujuria;
kaqal: la envidia. En algunos hombres los nombres son enfermedades, laj
puch: el hinchado; raxkamk: el infarto cardíaco; Chili’: la diabetes, luego hay
dos personajes que visten calaveras o esqueletos, kamenaq que significa e
identifica a los “alguaciles de Xib’alb’a”, quienes están prestos a jalar al que
se está muriendo; luego el personaje principal laj xik’ o ma’us aj winq (el
vampiro), que es el murciélago, causante de muchas enfermedades y
muerte en los niños de pecho.
La leyenda de la derrota de Xib’alb’a nació en el área Q’eqchi’, por los
nombres de los héroes mitológicos Junajpu e Xb’alanke, los gemelos que
con su magia engañaron en el campo de pelota a los señores de Xib’alb’a.
Una interpretación científica de la leyenda, arroja las siguientes referencias:
“los murciélagos son el 42% de los mamíferos de Alta Verapaz, existen 3
tipos: los que chupan sangre y los que se alimentan de polen e insectos.
Hace miles de años cuando surge la leyenda, los estudios concluyen que
por tanto tiempo, la acumulación de gusano en grandes cantidades sufre
transformaciones, tanto en putrefacción como en otros procesos operados
por el tiempo y las reacciones de los elementos naturales. Seguidamente, a
través de su descomposición, se produce “metano”; la hipótesis del origen
de la leyenda enfatiza: una descarga eléctrica de tipo atmosférico, prendió
fuego a ese gas, con el fragor suficiente para quemar millones de vampiros.
En las alas del fuego pirotécnico se colocan bombas que estallan
estruendosamente, se hace para simular centellas, también no faltan los
canchinflines, el “son” de esta danza es especial en armonía y sonoridad,
se le nombra: “Son de la quema del diablo”.
Después de que cada uno de los personajes habla su parte que le toca,
interviene el diablo mayor, quien después de pronunciar su parlamento,
invita a todos a que se quemen con él en el infierno, momento justo en que
se prende todo el arsenal pirotécnico.
• Baile de Mah Num (Los Guacamayos)
Este baile, inicia el 30 de abril a partir de las 9 de la noche con distintas
actividades, primero se hace una pequeña ceremonia para despertar a las
máscaras, ya que tuvieron un año de descanso y se requiere que sean
despertadas, seguidamente se hace el wa’tesink (dar de comer). En ese
momento se mata un gallo, en honor de las mascarás, se cocina y luego ya
cocido se les da de comer a las máscaras, pasándoles la carne en los labios;
así también, se les da de beber “b’oj”, a media noche, inician su camino
rumbo al calvario, su lugar sagrado donde empiezan a bailar, sin embargo
no debe haber ningún otro baile (venado, moro, etc.), pues esto las hace
enojar y las mascaras empiezan a pegar con látigos. Una vez han bailado en
el calvario, bajan a la iglesia catedral (05:00 horas), desde donde empiezan
a llamar a su gente con trompetas y tun, acompañados de bombas y
cohetes; salen de la iglesia con destino al lugar donde se encuentra la
Virgen de Santa Elena (06:00 horas), luego a la Cofradía de Santa Cruz.
Origen de este baile: Cierto día un personaje llamado Mama’ Mun, con su
esposa Pet Mun, fueron a las montañas en busca de comida; a cazar
venados, tepezcuintles etc, sintiendo que les sería difícil cazar con su
pequeña hija llamada Princesa, la dejaron por un momento en una cueva,
(Peñas Altas que es en donde se construye el primer pueblo de Santa Cruz)
y se alejaron. Al regresar a la cueva, ¡cuál fue su sorpresa! ya no estaba la
niña, entonces recurrieron a instrumentos musicales como el tun, trompetas
y el su’ para llamar y pedir ayuda. Aparecieron los grandes guacamayos
que les preguntaron: ¿a dónde van?, ellos contestaron: “perdimos a nuestra
hija y necesitamos recuperarla”; los guacamayos dijeron: “te ayudaremos a
encontrarla…” acto seguido, empiezan a danzar a modo de hacer mucha
bulla, para que se les presentara el hombre que había cometido el robo. En
ese momento los guacamayos girando entre unos grandes bejucos,
señalaron el camino hacia donde se encontraba la niña, pero la hallan bajo
los pies de un personaje llamado K’iche’ Winaq. En los labios de K’iche’
Winaq se veía sangre de la pequeña Princesa, en ese momento agarran a
K’iche’ Winaq (los guacamayos y los padres de la princesa). De pronto
empieza la pelea entre el Jicaque, los guacamayos y el cacique, en disputa
por la niña.
Aparece la mujer que grita de dolor por lo sucedido a la niña. Luego de la
prolongada lucha logran agarrar al jicaque, lo destrozan, reparten toda la
carne y la sangre en venganza de su niña. Pet Mun recibe la sangre de
K’ichee’ Winaq en un sombrero, la vierte en el cerro, en todas las piedras y
árboles que se encontraban a su alrededor. Luego de haber repartido la
carne los guacamayos se retiran con el son del tún y trompetas.
Esta historia nace en Rabinal, pasando por najkitob y chik’ajab’, tiene
asiento en el lugar denominado ajwal chi so’s, y según los habitantes este
retumba con los cantos de los guacamayos cada veinte días.
Integrantes. Mama’ Mun, Pet Mun, K’iche winaq, Primer Xajel ak’ach,
Segundo Xajel ak’ach, Aj Sib, Trompetista de primera voz, Trompetista de
segunda voz, Aj tun, Aj eeqom tún.
• La danza de Li Wakax Poop (Toro De Petate) o Torito Somaton
El origen de esta danza se dio en la época de navidad. Después de la
conquista se comenzó a celebrar con todo esplendor, el nacimiento de
Nuestro Señor Jesucristo, con posadas y nacimientos al estilo español; fue
tanta la alegría que toda la gente se abrazó a la religión y al cristianismo
con una entrega total.
Cuentan que en una de las celebraciones, se hizo un pesebre que incluía
ganado vacuno, caballar, bovino y sus respectivos pastores; todos estaban
felices y contentos cuando en eso soltaron un toro que envistió todo lo que
encontró a su paso y no podían alzarlo. Durante la noche el animal
permaneció caminando, por todos los contornos en la extensión del terreno,
luego se desbandó hacia la montaña colindante.
Esta ocasión fue aprovechada en tal sentido, que todos se organizaron para
ir en busca del animal. Se formaron doce vaqueros, llevaban el tambor, que
era el instrumento con que se llamaba al ganado, también un caracol.
Pasaron días y días hasta una semana, cuando encontraron al animal, el
que de dócil se había puesto salvaje, los vaqueros no podían alzarlo; por fin
lograron amarrarlo y lo llevaron de regreso a la región. Dispusieron matarlo
porque ya era un animal peligroso y salvaje. En la repartición de la carne, a
cada vaquero se le dio su parte como recompensa a la labor que realizaron.
Con ese acontecimiento surge un personaje llamado Santos Pop, pudo hacer
un toro en estilo “Wakax Kab” (en idioma Q’eqchi’ significa: “casa de
paja”), con su propio ingenio, consigue formarla haciéndola de varitas y
forrada de petate. El inventor cargaba esta casa y embestía a la gente
(esto lo hizo para recordar el susto de la navidad anterior). Esta
dramatización fue aceptada por mucha gente, volviéndose en una
tradición. Al principio esta actividad fue llamada Li Xwakax laj Saant Poop
(El toro de Santos Pop) Actualmente se le conoce como El Torito Somatón.
El día 24 de diciembre de cada año, es día de fiesta para todos lo vaqueros,
quienes llegan con su traje blanco y k’amalsa’ (faja o cinturón), a la casa del
xb’eenil wakax (primer mayordomo), para armar el toro.
Cuando el toro está listo, lo pasan al frente del altar o pesebre, antes de
medianoche lo bautizan; el xb’eenil es el encargado de la ceremonia, donde
se degüella un pollo y se esparce la sangre sobre el toro, mencionando a
todos los Dioses de los cerros, y pidiendo la protección para todos los que
intervienen, para que no les pase nada en las fiestas navideñas. Hay un
ambiente de alegría que prevalece en la casa, saturado de olor a pino,
liquidámbar y pom; a chicos y grandes les dan de comer pochitos y caldo de
res.
Como punto final de la preparación, antes de salir a recorrer el pueblo, el
xb’eenil se encarga de repartir el pollo ya cocido a los vaqueros; le da tres
latigazos al toro, se dice que es un secreto, porque si no lo hacen, alguien
se desmaya o sale lastimado.
Alrededor de la media noche salen de la casa del xb’eenil, con gran júbilo y
criterio, para regresar casi de madrugada. Después de haber recorrido casi
todo el pueblo, ya frente al altar lo dejan bien amarrado, pues dicen que
cuando no lo amarran desaparece.
En la noche del primer día del año es el destace, donde pasan todo el día y
parte de la noche buscando el toro que se les ha escapado una noche antes;
con el sonar del caracol y el batir del tamborcito, recorren todo el pueblo en
su búsqueda. Después de tanto buscar lo encuentran y se lo llevan al
calvario, donde lo destazan, a cada vaquero le dan su pedazo de toro para
recuerdo.
La costumbre del Wakax poop, se repite cada veinticuatro de diciembre en
la población de San Juan Chamelco, terminando el primer día del año.
• Baile de la La Chatona
La Chatona es un personaje tradicional de gran relevancia, causa
emotividad en las fiestas populares, en ferias patronales de Petén. Es una
inmensa mujer, de rostro risueño, construida de palitos y forrada de
cartones, a la cual se le ponen largos vestidos de tela llamativos y
extravagantes, a demás se le colocan collares, aretes, una cara muy bien
pintada y larga cabellera. Sus brazos flácidos se mueven al ritmo del baile.
Una persona dentro de ella es la que la baila en el espacio vacío dejado para
tal fin; tiene su propia canción y baile.

Constituye un hecho folklórico y tradicional, procede desde hace muchos


años, está vigente, es popular, colectivo, no institucionalizado y funcional.
Las Chatonas originales construidas en Petén son altas, de más de 2 metros
se lea asocia con la X’tabay y la Mojiganga, las cuales eran mujeres-espanto
que asustaban a las personas de conducta irregular o de mal proceder,
como los “bolos” (alcohólicos) o las infieles (adúlteros).
En la actualidad se le asocia con doña Marina o La Malinche, la “india
mejicana” que le fue regalada a Cortés por un cacique de rango. Esta mujer
causó mucho daño, tanto a los nativos mejicanos como a los antiguos
peteneros, ya que acompañó a Cortés en su viaje a Petén cuando pasó
rumbo a Honduras en 1525. El miedo que causó esta mujer al lado de los
españoles, por sus grandes atrocidades, dio lugar a que se dijera: “Allí viene
La Malinche”, para infundir temor. En Petén, aún suena cierta música de La
Malinche y el Baile de Cortés.
Existe otra historia sobre el origen de La Chatona y que enriquece nuestro
folklore al otorgársele su origen en el municipio de San Andrés. Según esta
referencia, llegó a Petén una mujer procedente de la parte sur oriental,
posiblemente de Tenosique, Tabasco; era muy alta, trabajaba de cocinera
en los campamentos chicleros en tiempos del auge de la explotación del
árbol de chico zapote o del “Oro Blanco”. Alrededor de la industria del
chicle, subsistió económicamente, la población petenera a través de un
siglo. Esta mujer se estableció en el municipio de San Andrés. En la época
de la temporada chiclera, permanecía en los diversos campamentos, pero
en el tiempo de la “baja” de los chicleros y la consecuente estadía en el
poblado, su diversión era ingerir aguardiente. Según relatan los antiguos
moradores de San Andrés, esta famosa cocinera le gustaban los bailes y
juegos con los niños, además de fabricar dulces, melcochas, buñuelos, así
como otras golosinas y comida de la gastronomía petenera. Este personaje
es recordado por su nariz achatada.
En cierta ocasión, la Chatona subió al monte a proseguir con su trabajo de
cocinera en la chiclería, pero ya no regresó, se cree que sufrió la mordedura
de una serpiente. En su recuerdo, un chiclero construyó una inmensa mujer
de palitos y bejucos, en cuyos gestos revive su rostro alegre. No falta un
“bolito”, que acompañe a La Chatona en el baile. La primera Chatona, es
atribuida a don Sabino Castillo, originario de San Andrés. Don Estanislao
Aldana (don Tanish), oficial del ejército en esos días, establece el paseo de
la Chatona, por las calles de San Andrés, en actividades especiales y ferias.
Se exhibió por primera vez en las calles de Flores Petén, durante la Feria de
1927. Según informe de doña Remedios Góngora de Castellanos de 87 años,
fue don Sabino Castillo quien la fabricara para su padre, don Pedro Góngora,
en su día de celebración, durante la Feria Patronal Departamental. Don
Andrés Zetina, construyó la primera Chatona en ciudad Flores Petén, le
siguieron Don Tashito Montero, don Chema Berges, don Cruz Reynoso y
otros. Actualmente, es el nieto de don Tashito, Julio Rodríguez, de
sobrenombre El Cuache, el encargado de fabricar chatonas, vacas
ciquitraqueras (Triquitraqueras), castillos, globos, etc.
“…A los peteneros no nos asustaron los espantos, consideramos que fueron
absorbidos por el conocimiento científico, por la tecnología actual:
artefactos de hierro y pólvora; por lo tanto, convertimos a La Chatona en la
mujerona que divierte, tanto a niños como adultos. Los peteneros hemos
construido Chatonas, con nombres de ex funcionarias que nos han hecho
daño. El epíteto de Chatona, también se le otorga a mujeres inmigrantes
jactanciosas, prepotentes, ignorantes acerca de nuestra cultura, que
migran a esta región y ofenden nuestra dignidad e idiosincrasia. La
Chatona y su baile constituye la alegría, el chiste, el motivo de plática en la
sociedad petenera. En síntesis podemos inferir que todas las historias de La
Chatona están íntimamente relacionadas.
Los siguientes versos de la canción y baile de La Chatona vienen de hace
muchos años, fueron recogidos por don José María Soza en la Pequeña
monografía de Petén: “Naranjas verdes Chatita/ Limón maduro Chatona/
Dame un besito Chatía/ Con disimulo Chatona// Ya no puedes espantar/
Pues somos otros muchachos/ Has la prueba y verás/ Que te vamos a
bailar”
Esta canción refiere claramente el papel que jugó y que en la actualidad,
juega la Chatona. La Chatona cambia de cara, vestido, atuendos, peinado;
existen chatonas brinconas, rítmicas, ebrias, destartaladas y elegantes,
dependiendo quién la baila, la construyó o según, los atuendos que utiliza.
Uno de los mejores bailadores de Chatona es Rubén Méndez, alias “Rubén
Arica”, quién vive en el Barrio El Remolino de Ciudad Flores, Petén.
• Baile de El Caballito
Es otro elemento del folklore del departamento del Petén, consiste en una
armazón que simboliza un caballito, confeccionado de bejucos, cubierto de
piel de vacuno, venado o de cartón. Se adorna con papel de china y flecos
de distintos colores. Dentro de El Caballito se coloca el jinete, cuyos pies le
dan movilidad. Sobre el cuerpo de El Caballito van las piernas hechizas del
jinete, que son un par de botas con polainas. El Caballito es maniobrado
también a través de riendas que guía el jinete.
El baile se conoce con el mismo nombre, es interpretado en las
celebraciones de las ferias de dicho departamento. El Caballito, con el
personaje que lo monta, sale a bailar con La Chatona y los Mascarudos,
éstos últimos están disfrazados de españoles conquistadores. El Caballito,
identifica el caballo morcillo porque venía enfermo, el cual Hernán Cortés
dejó a los itzaes para que lo cuidaran. Según los cronistas españoles, este
caballo murió porque no recibió una alimentación adecuada. Con el fin de
pacificar a través de la cristianización a este indómito y valiente pueblo, los
frailes franciscanos Órbita y Fuensalida, llegaron a la isla de Noj Petén (hoy
Flores) en 1918, cuando el gobernante era el 3er Can Ek. En un templo o
cúes, encontraron un Caballo de Piedra o Tzimín Chac (Caballo de Trueno o
Rayo), que era idolatrado; los frailes lo destrozaron. Los relatos de los
españoles, refieren que los itzaes confundían al Caballo con el jinete, lo cual
es semejante a la alusión de la muerte de Tecún Umán. Esto es falso, los
itzaes le rindieron culto al caballo, porque lo consideraron valioso, les
parecía un natural medio de transporte de bajo costo, que se mantenía con
zacate, grama y agua.
La historia del origen de El Caballito fue recogida en el pueblo maya de San
Andrés, por el T.U. Hugo Pinelo en su Informe Final de la carrera de turismo,
investigación orientada por el ingeniero M.T. Pinelo. Este informe lo dio don
Antonio Manzanero, historia que le contaron sus abuelos. Esta tradición
explica que los itzaes, no temían a los caballos de los conquistadores; por el
contrario, los admiraban por ser de gran ayuda para al hombre.
Don José María Soza que refiere a otra historia dice: “…antes, existía una
superstición nombrada El Caballito del Tío Vicente, el cual se ocupaba de
asustar a los transeúntes que viajaban de noche en los caminos vecinales.
En la actualidad se construyen un Caballito, la armazón es de madera
forrada, lo bailan en las mismas fiestas de enero, con su canto alusivo en
estos versos: caballito del Tío Vicente/ échenle carga y no lo siente/ en otro
tiempo asustabas/ ahora ya no lo haces/ tu tiempo ya ha pasado/ con todo
lo que cargabas”.
El Caballito, asustó cuando cargó a Hernán Cortés. El Tío Vicente fue
posiblemente la persona que construyó el primer Caballito. Los jinetes de El
Caballito se distinguen por sus diversas habilidades en el baile. Uno de los
mejores bailadores fue Sóstenes Pinelo Zetina. Actualmente es el joven
Neftalí Peche, quien forma parte del Grupo Juvenil: Pro Rescate de las
Tradiciones de Petén. Entre los constructores de Caballitos sobresalió: don
Fabio Anastasio Montero (Don Tashito), don Chema Berges, don Cruz
Reynoso. En la actualidad, de ello se encarga Julio Rodríguez, nieto de don
Tashito

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