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Cara sepultada

Cara enterrada.

La escultura titulada El cubo, como podemos ver, no es un cubo. Es un poliedro irregular que
los catalogos describen como dotado de doce caras_bonito nmero el doce, numero de la
suerte, si habia uno, que evocar fcilmente el lanzamiento de dados de Mallarme, el
momento en el cual en la oscura morada de Igitur, sonaban los doce taidos de campana de la
media noche. Podriamos pensar que Giacometti queria dar un unico volumen a las doce caras,
seis y seis, dos cubos sumados: una unica arquitectura para dos dados lanzados, como si el
acto casual del lanzamiento hubiera impuesto, por de ms, el pnico de las caras, que de
repente se vuelven irregulares.
Tal vez hay algo de verdad en esta intuicion, pero tambien algo de inexacto. Giacometti no se
ha contentado con duplicar el nmero de caras de un dado, o de un cubo normal, y de hacer
ms compleja la geometria de seis caras. El objeto realizado en escayola, probablemente al
inicio de 1934, antes de ser hacia el 1954 y el 1962 pasado a bronce por el fundidor Susse, no
posee toda la precision de un objeto de demostracion geometrica pura. A menudo sus planos
muetran una ligera curvatura, algo aproximativa a pesar de su naturaleza inevitablemente
neta (limpia, pura, aseptica), la mano no queria corregir las numerosas huellas, voluntarias o
accidentales, que perturban la superficie. Cerca de la base frontal, esbozado un pliege, como si
Giacometti hubiese dudado en dividir esta cara, para romper la unidad de la superficie,
haceindola someterse a la operacin- inevitablemente doble, es decir compleja, ambigua, que
lleva en si una latencia o una virtualidad- de una ms, por asi decirlo, del 12+1.
Pero, sobre todo, los observadores olvidan la cara que en cierto sentido es la primera y la
ultima del poliedro. Es la cara dirigida al suelo, que ademas de mirar hacia abajo sugiere la
operacin de un nmero del destino que de alguna manera tiende hacia el valor ms fatal, ms
sinietro, ms grave, el del 13: 12+1=13. Por lo tanto, vamos a empezar por la decimotercera
cara, y tomarla en consideracin como la cara ciega que ocupa los otros doce.
De esto vamos a tener que enfrentar la decimotercera y reconsiderar como lo que en el volumen visible de
esta escultura , que no se ve . sugiere , adems de un destino incluido en la arquitectura de las caras
visibles

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