DE LA RETORICA
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Alejandro Tapia
ACM. UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANACr hibroen ii iat heir Hind tata em cnitithconitn
griegos y tiene un enorme desarrollo en 1a Edad Media, la técnica del
discurso y el lenguaje figurado se convirtié en uno de Ios principales so-
portes del arte y de Ia estilistica tanto en los textos literarios como en la
persuacién politica, En nuestro tiempo, esa antigua tradicién dejé de ser
patrimonio exclusivo de la lengua oral y escrita para fundamentar tam-
bién la creacidn de un lenguaje visual persuasivo, replantendose ahora
en fenémenos como la publicidad y el cartel. Asi, las matices de signifi-
cacion planteadas desde la antigiiedad a través de las figuras retéricas,
sirven hoy para explicar y producir imagenes que, en base al lenguaje fi-
gurado, se expresan con metaforas, sinécdoques, paradojas, eteétera. De
este modo, Ia téeniea retérica se convierte en un instrumento indispen-
sable para la practiea del disefio grafico, fendmeno que fue scfialado re-
cientemente por la semiologia en las obras de autores como R. Barthes,
U. Eco y G. Peninou. El presente texto sintetiza esa tradicidn e intenta
explicar, de un modo didsctico, cuales son los principios semanticos con
los que las figuras retdricas tienen una aplicacién visual en la formula-
cién de una estrategia de comunicacién grafica basada no solo en Ia des-
treza técnica, sino en el juego de log sentidos del lenguaje.
Casa abierta al tiempoDE LA RETORICA
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Alejandro Tapia
ACA UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA
Divisiin de Ciencias y Artes parINTRODUCCION.
EL ARTE RETORICO.
LA TECNICA RETORICA
‘La significacién
‘La seméntica
I sentido figurado.
La retérica de la imagen.
Dindmica del entimema
LAS FIGURAS:
Abismo..
RSRERBRRG
eyueess
2SBSsesaa
RIB
Rima..
Tépica del mundo al revés
‘Sinonimia ..
ssezg
azINTRODUCCION
A pesar de la facilidad ret6rica con que operan muchos mensajes que nos
rodean, es decir, de la aparente sencillez de su lectura, sus mecanismos no
social tiene acceso # 1a elaboraci6n de discursos: la conformaciGn de la opinién.
piiblica es una actividad controlada. La segunda es que el éxito de la retorica se
debe precisamente a que el piblico sélo debe recibir sus efectos, pues si
descubrieralos antificios de que parte no tan facilmente le otorgarfacredibilidad
a sus discursos (que es la finalidad esencial que persiguen): el arte retdrica es
un conocimiento de iniciados, una préctica de poder sobre el lenguaje. Una
saber ret6rico, aunque una critica més especializada la ha retomado para
explicar de nuevo sus bases, identificando la vigencla de los modelos ret6ricos
en mensajes hoy muy difundidos (como la publicidad) y estableciendo wna
metodologia para desconstruir su discurso crfticamente.
La enseflanza del lenguaje y de las técnicas discursivas se ha convertido
asf en un instrumento polftico. En nuestra cultura el acceso a este conocimiento
hablar otro est obligado a callar, fendmeno que podemos advertir si observa-
‘mos al gran pdblico que desconoce no ya el arte de elaborar discursos, sino otros
aspectos basicos de la lengua como son la gramética, la ortograffa, el vocabu-
ae eincluso la alfaberidad misma, que es un problema elemental que ain no
resolvemos.
Unode los propésitos de este texto es difundir algunas técnicas discursivas
muy precisas y muy antiguas, mediante una exposicién elemental de algunos
de los productos més visibles de a tradici6n retérica. Es claro que con ello no
‘se trata de resolver el enorme vacio de informacién existente, pero sf de
contribuir a la divulgacién de un aspecto bisico y vigente en nuestro lenguaje.
Un punto de partida obligado es observar que si la cultura occidental ha
alcanzado el gran poder discursivo que pose (y que no es menos imiportante
que, por ejemplo, e econémico, pues en gran medida depende de aquel) es
gracias a que tradicionalmente ha privilegiado el estudio de sus oSdigos para
depurar su destreza discursiva, ya que podemos definirla como una cultura
Fiaaeee aieg texionar sobre su propio Lenguaje y a defini sus me
istéricas siempre con un pronunciamiento respecto a 4. E.R. Curtius!
‘sefialado ya la trascendencia de esta consideraci6n al estudiar la tradicién de
Occidente como una unidad global y decit que con el desarroilo de la teorfa del.
‘enguaje, patalelo al de la légica; la filosoffa y la dialéotica, ts cultura occidental
se ha convertido en centro y requisito polftico de toda referencia para explicar
‘el mundo, ta historia ya naturaleza (pensemos porejemplo enla enorme unidad
y coherencia que dan «la cultura europea Las artes, las ciencias, la religion o Japolitica, todas las cuales poseen un refinado mecanismo de Jenguaje y son pa-
trimonio e invento de esta tradicién: su poder es visible a todas luces).
En Occidente la retdrica es una disciplina tradicional con un sustento
te6rico sélido, con reglas y posibilidades organizadas, que se ensefia como
materia obligatoria desde la antigtiedad clésica hasta el siglo XVIII, posibili-
tando grandes proyectos culturales al Imperio romano, a la época medieval. y
al Renacimiemto, Si quisiéramos comprender, de hecho, la enomme cohesién de
la tradicin de Oocidente e idemificar su patrimonio cultural en términos de
conocimiento (hasta la actualidad) tendrfamos que apreciar todas estas épocas
mds como una nnidad que como periodos que se excluyen entre sf, y una de las
discipltias en que se apreciarfa esa cohesisn serfa justamente la de la ret6rica.
Con la rei6rica, 0 arte de producir discursos persuasivos, la tradicién de
Occidente desarrotlé la facultad de ejercerla palabra y por lo tanto de acceder
al poder del lenguaje en los diversos campos donde el pensamiento se acredita
discursivamente. Iremos viendo a grandes rasgos las concepciones de reidrica
que fueron sumandose en este largo periodo y sus consecuencias; por lo pronto
digamos que serfa errdneo creer que esta disciplina ha perdido vigencia, pues
sigue siendo una préctica comin en Occidente aunque bajo otras condiciones,
al igual que otras disciplinas relacionadas con el discorso.
Es necesario decir, ademas, que el interés de este texto persigue otra fi-
natidad particular: contribuir al conocimiento de la retérica basica en la préc-
tica del disefio grifico. Si bien cl conocimiento de la elaboracién de mensajes,
‘como hemos visto, tendré que ser una actividad generalizada, compete atin més
al comunicadar 1a necesidad de abordarla. El disefiador gréfico es, como lo
hemos entendido desde este lugar, un productor de significaciones pablicas
cuyo medio de expresién son principalmente las imagenes. Por ello, ademds de
una exposicién general sobre los principios retéricos, nuestra contribucién
busca cimentarse en mostrar ciertos artificios de constraccién de significa-
ciones apticadas a un'nivet visual, procurando sintetizarlos a modo de manual
donde se expliquen ciertos conceptos y figuras seguidas de ejemplos gréficos.
En este. punto es importante hacer una aclaraciGn. La retSrica es una
disciplina que puede confundirse con un método para producir “engatios” 0
‘efectos altisonantes 0 “postizos” en el lenguaje, aunque en realidad rebasa esos
_usos pues su dominio comprende una teorizacién sobre los mecanismos de sig-
nificaci6n, de economfa del lenguaje, y estudiarla implica hacer seméntica y
I6gica, Es una teorfa del comunicar, Sin embargo, es comprensible que casi
siempre s¢ identifique con un uso demasiado artificioso y convencional (a
publicidad es en gran medida responsable de ello, debido precisamente a que
‘su principal soporte ¢s ret6rico; en todo caso, la compresiOn del mecanismo lo .
baja det pedestal dé su magia al revelar su trasfondg técnico y convertirloenuna
escritura expuesta), pero la tesis que proponemos aqu{ inscribe alla retéricaen
un contexto mucho mds amplio, pues parte de que no es sino vislumbréndola
en su funcionamiento general en Occidente como. pueden. entenderse las
amplias dimensiones discursivas en que esté presente, Al disefiador la historia
de este arte de la palabra y su fijacién ex el pensamiento filos6fico y artistica
alo largo de varios sigios de tradici¢in casi siempre le resulta ajeno; no obstante,,
¢l diseflo‘en muchos aspectos se desprendc en gu etapa de profesionalizacién de
a incotporacién de tas téenicas de produccién de. significado que se habfan
consotidado ya en esa tradicién, pues ella inicia en realidad la reflexiéa sobrelos elementos y usos de todo mensaje. Por esa raz6n proponemos una primera
parte donde se esbozen a grandes rasgos los parémetros que fueron constru-
yendo una ciencia del discurso en Occidente, los cuales, aunque parezcan de
entrada no competentes a la préctica del disefio, pueden leerse en ciertos
aspectos como parte de su prefiguraci6n; al incorporar este aspecto se intenta
sobre todo mostrar las consecuentcias que hist6ricamente ha trafdo el problema
de la construcci6n de! significado, para mds tarde estudiar esos mecanismosen
el lenguaje visual intentando proponer una reflexign al disefiador sobre los
medios com ios cuales construye entidades grdficas destinadas a comunicar, ya
que no siempre est habituado a ello. La semiética ha demostrado ya que la
teorfa del Lenguaje compete ala préctica del diseo, y este texto buscaintroducir
a una de sus posibilidades metodolégicas a partir de la instauracién de un
sistema que cobes vigencia en nuestra cultura desde la formacién en Occidente
de una teorfa capaz. de prover de elementos a los comunicadores sobre emo
elaborar mensajes, ya que de hecho sus conocimientos fundaron las reglas del
Juego sobre Las que se ejerce la comunicacién actual.
Elabordaje de la retérica como técnica persuasiva necesita comprenderse
més en esta dimensiGn que en la simple pretensi6n de hacer un manual
Pragmético para hacer artificios visuales. Ademds la persuaciGn del pablicono
¢s un recurso imputable s6lo a la retorica, ni puede considerarse tampoco
secundario: no existe discurso que no lo haga, que no quiera convencemos de
algo; la ret6rica s6lo sitematiza y organiza ciertos principios para Ilevara cabo
ese proceso y sus resultados est4n incluso donde menos se les sospecha. Si los
publicistas han capitalizado su uso para ciertos fines (son los continuadores de
la tradici6n) también ha servido en otros contextos para propdsitos diversos en
la captacion de la atencién, el aceleramiento de la informacién y la economia
de los signos, técnicas que han sido aplicadas al disefio en campafias de
alfabetizaciOn, de estrategia politica o de difusién cultural. En nuestro pas el
uso sistemético de la ret6rica se reduce a la publicidad (y es extranjera),
mientras que otras imagenes que requieren de una estrategia discursiva la
desconocen, y a veces resultan por ello menos eficaces. No obstante, tampoco
hay que pensar que esentonces una materia universal y vélidaen todos os casos
(obligatoria) sino slo un principio que puede dar pauta a otras estrategias una
‘vez que nos ha ubicado ya en el fendmeno de la produccién de significado. En
este sentido es conveniente también tener presentes sus limitaciones,
Seftalemos finalmente que las reglas del discurso retérico no son tampaco
competencia exclusiva de los formadores de discursos. Su conocimiento per-
mite también una lectura y a veces la desconstiuccién del andamiaje discursivo
de mensajes que estén en el entomo, Muchas instituciones estén cifradas en
‘c6digos ret6ricos cuya autoridad tiene sustentos jurfdicos y se asumen como
irrefutables. El andlisis del discurso permite apreciar los mecanismos y arifi-
cios de lenguaje con que se construye la credibilidad piblica, Los agentes que
definen estas pautas normativas del quehacer social pueden asumirse como
autoridades gracias a la organizacién de su discurso. Toda accién respecto a
éltiene que sustentarse en otro discurso a su vez. La apropiacién de este capital
cultural permite entonces adquirir competencia en la definicién de lo que
‘existe, pues siempre estd de por medio el lenguaje (que es aprendible), con las,
consecuencias de accién que eso genera. Como veremos enseguida, es esta la
‘médula del problema y la causa que originé el nacimiento de la retérica,Eldiscurso
EL ARTE RETORICO,
EI surgimiento de Ja retérica como una de las columnas de 1a cultura
‘occidental tiene origen en el pensamiento de los griegos, quienes identificaron
Ja cuestiGn fundamental del discurso y la organizaron para su conocimiento
sistemético.
El primer dato que llamala atencign.es que su aparicién se halle en relacién
‘cone! surgimiento de las normas jurfdicas (principio bésico de toda civilizacién
tal como ia entendemos desde Grecia) y particularmente con los procesos
destinados a reglamentat la propiedad privada dela tierra, La retérica empieza
a.utilizarse en Sicilia hacia el siglo V 2.C. como herramienta de la deliberacién,
‘en foros donde la justica es ejercida por primera vez en funcién de las palabras
de los contendientes: Dicho sistema buscaba reglamentar las luchas politicas
tratando de sustituir la fuerza por a clocuencia, el razonamiento y Ia
tacién, fenémeno que, ademas de la retdrica, darfa también lugar ala nociGn de
Derecho. La consecuencia fundamental de este cambio es que a partir de Ia
dado que comercia con su ensefianza
y la presenta como un medio para que el orador se instale confontablemente en
la esfera social, econémica y polftica”®; esta consecuencia inicia también su
descrédito, pero era inevitable puesto que si la palabra habfa sido reconocida
‘como entidad auténoma dentro de los usos y costumbres, y cultivable por sf
misma, el poder que podfa obtenerse con elia era un hecho irreversible. Pero
Gorgias no sélo vefa en la ret6rica un medio para obtener prestigio social 0
poder politico, sino que (y ésta es una consecuencia mas relevante por su
desarrollo ulterior) relacioné la ret6rica con lo que después sera la “estilistica”
{enriquecimiento de a elocutio), es decir, le daba posibilidades de competircon
TaPoética al hablar de! estilo comoun bienestético y acreditaren su terreno algo
que hasta entonces slo habfa sido patrimonio de lo artistico.
Gorgias, pues, apuntaba hacia una concepcin de la retbrica como medio
para producirun “estilo elevado” y para ello capitalizana los efectos entendidos
como prototipos hacia una concepcién mds general del escribir bien y con
elegancia, de modo que la creacién artistica podfa servirse también de ella, Los.
objetivos de la Reidrica y de la Poética empiezan aqu{ a confundirse, y
posteriormente la primera Hegard a absorver por entero a sta Gitima cuandolos
poetas comenzaron a producir textos en base a las ensefianzas del estilo rei6rico
Y 8 acreditarlas dentro de su arte, que es precisamente la operacién que hizo
‘surgi el concepto de literamura que privarfa en Occidente a lo Largo de varios
siglos, lo que quiere decir que muchas obras de esta cultura tienen un soporte
para su construccién basado en esquemas retéricos. Con ello, ademés, la
Tet6rica se instalaba en un terreno donde sobreviviria cuando el discurso