Para ser verdaderamente feliz, la familia humana debe tener una
buena relacin con Dios, una relacin voluntaria, no obligada (Deuteronomio 30:15-20; Josu 24:15). Jehov desea que nuestra obediencia y adoracin provengan del corazn y tengan el amor como motivo (Deuteronomio 6:5). Por ello, en el jardn de Edn impuso una restriccin que brind al primer hombre la oportunidad de demostrar su lealtad sincera. De todo rbol del jardn puedes comer hasta quedar satisfecho le dijo a Adn. Pero en cuanto al rbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de l, porque en el da que comas de l, positivamente morirs. (Gnesis 2:16, 17.) Era una prueba sencilla: Jehov prohibi a Adn comer el fruto de solo uno de los rboles del jardn. Aquel rbol simboliz el derecho del Creador omnisapiente a decidir lo que es bueno y lo que es malo. El primer hombre transmiti el mandato divino a la esposa que Jehov le haba dado como complemento de l (Gnesis 2:18). Ambos estaban satisfechos con esta situacin, es decir, con vivir sujetos al gobierno de Dios, acatando su voluntad con aprecio y expresando as el amor que sentan por su Creador y Dador de Vida.