Al cabo, siempre nacemos, o crecemos y maduramos,

que es como seguir naciendo desde la Cruz y la oscuridad.

Hay que pasar por all. Pero lo nico que nos consuela
ante la angustia de la oscuridad propia de la cruz,
es que nacemos desde la Cruz de Cristo, es decir,
de su costado abierto, de donde mana sangre y agua,
de su Corazn esxpuesto.
Lucio era
!Por qu" #Corazn de Jess#$
El corazn, en la Biblia, es mucho ms que el lugar de los
sentimientos y afectos. Es, sobre todo, el centro vital de la
persona, su ncleo ms ntimo, el espacio para las decisiones y
la libertad. Por eso, acceder al corazn de alguien es entrar en
la tierra sagrada donde habitan sus opciones, sus vnculos
fundamentales, el centro donde se unen el obrar y el ser y el yo
ms profundo reside. !e ah la importancia de relacionarnos
con "ess por medio de su corazn.
#l acercarnos a "ess de este modo, descubrimos que su vida,
sus palabras y gestos estn completamente orientados en dos
direcciones$ su #bb, el Padre, y la gente, a quienes se entrega
totalmente por el impulso del Espritu %anto. &odo su ser gira en
torno a esta tensin. 'l es realmente el hombre para los dems$
para !ios y para sus hermanos.
()mo ingresar en esta lugar santo, en el ncleo del ser de
"ess* +ay dos caminos privilegiados$ la Palabra y la Eucarista.
En la Palabra, todo nos habla de )risto, y vamos abrevando de
a poco en el misterio de su persona, llegando por distintos
rumbos al encuentro con ,l. - en la Eucarista celebramos su
misterio pascual, el momento en el que su corazn se devela
plenamente para mostrarse como fuente de salvacin y lugar
donde reside todo su amor por nosotros y por el Padre. .o slo
eso, sino que descubrimos cmo vive esta entrega "ess$
permaneciendo frente a !ios y frente a nosotros, de modo
sencillo, humilde, haci,ndose ofrenda y alimento.
En la oracin podemos beber de esta doble fuente, abriendo en
el dilogo, en la simple presencia, en la alabanza y la
intercesin nuestro propio corazn, para de/ar que el Espritu lo
transforme, y lo haga seme/ante al de "ess. Podemos aprender
a vivir como hi/os y compartir como hermanos, como lo hizo
)risto, en la intimidad constante con su Padre.