la persona que entre sustituir nuestra primera dama
que, como sabes, va tomar el velo en un convento. Es particular una vocacin semejante! Prado. Se lia visto eso tantas veces!.... Snchez. Es cierto. Supongo que no saldrs, porque dentro de muy breve tiempo vendrn aqu todos los compaeros y compaeras para tratar de un asunto tan interesante. ESCENA II. Dichos, NICOLS. Nicols. Seor esta carta que me han dicho que trae mucha prisa. Prado. A ver. (A Snchez.} Algn billete amoroso Snchez. Veamos, veamos. Prado. (Leyendo?) Ya que me es imposible tener con vos una entrevista, y ya que rehusis una audiencia la hija de vuestro antiguo amigo y bienhechor, os suplico que asistis una representacin que deseo dar muy pronto en presencia vuestra. De este modo podris juz- gar si soy digna no de alcanzar lo que pido hace tanto tiempo. Bernarda Ramrez." Snchez. Calla! Otra vez la Bernaidilla con sus intermi- nables peticiones? Pero dnde tiene la cabeza esa mu- chacha es testaruda si las hay. Prado. Mil veces he rehusado verla por no decirla en su cara que era inadmisible su peticin. La pobre chica es vergonzosa y luego Snchez. Te has criado con ella os habis querido todo lo se. Has hecho bien en no verla, porque tal vez Prado. No, no temas: jams sacrificare' nuestro inters comn por un antiguo devaneo que no ha dejado en mi pecho ninguna reliquia ya se ve , amores de la niez Snchez. Son pasageros como una nube de verano. Esa muchacha no puede ni debe sustituir la dama que hemos perdido. G e n e r a t e d
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