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Salmo 77: 19, “En la mar estuvo tu camino y tus sendas en las muchas aguas; y tus
pisadas no fueron conocidas”.
Cuando la Biblia habla aquí de camino en la mar es dentro del mar, no en la superficie.
Dentro del mar no existen caminos, los caminos son una exclusividad de la tierra.
Bueno, yo entiendo que los submarinos tendrán sus coordenadas para viajar, pero no
que hayan caminos, ellos se mueven por un sistema de referencia. La cosa, es que el
único que sabe los caminos en el mar es Dios. El único que conoce los caminos en lo
profundo de los ríos es Dios. Ese es el punto.
¿Qué pasa con esta parte de la historia de Jeremías? No hablemos del asunto de
Sedecías, que es el otro tema aquí inmerso, sólo hablemos de Jeremías. Jehová le había
hablado diciendo que comprara una heredad, un pedazo de tierra en Anatot, porque él
tenía derecho a esto al ser el sobrino de Sellum. El asunto es que su primo fue donde él
como Jehová le había dicho y entonces Jeremías compró la tierra. Bueno, en tiempo de
guerra las tierras son muy baratas. En tiempo de cambios no falta el que vende y el que
compra sin darse cuenta.
Yo pienso en esto: cuando el gobierno está listo para hacer una calle, el gobierno es el
dueño del subsuelo, va a los dueños de los adobes y les dice que necesita tumbar la
casa, la gente dice: no, está es mi casa, y el gobierno le dice, si, este es mi suelo, por eso
le cobro un impuesto trimestralmente, le estoy alquilando el subsuelo, así que le
compramos la casa. El hombre que mientras el Estado le cobró $30.000 trimestrales y le
avaluó la casa en $30.000.000 nunca puso problema, lo que hace es ponerla en venta, y
no falta el desinformado que la compra y un año más tarde se la tiene que vender al
gobierno. Bueno, en Israel estaban en guerra, no construyendo una calle, la tierra era
barata, seguro por eso Jeremías la pudo comprar, además, Dios le había dicho y así lo
tenía que hacer. Pero note la queja de este hombre en los últimos dos versículos: v 24,
25. ¿Señor para qué me dijo que comprara esta tierra si me la van a quitar los Caldeos?
Eso es lo que trataré de responder en el día de hoy.
Dios le pidió que lo hiciera porque:
Roanos 11: 33. Yo creo que tenemos el problema práctico de estar buscando
entender a Dios, pero lo mejor no es entenderlo, es obedecerlo, ese es el punto.
Con lo de Andrés (mi hijo) yo le decía al Señor que no entendía, pero cuando él
recibió a Cristo yo pude entender, y también las dos veces que entre a cirugía, él
siempre quiso estar conmigo. Yo comprendí un poquito la imagen que soy para mi
hijo. Y otra cosa que seguro algún día les contaré. Yo comprendí, pero no al
principio, sólo al final, sólo en esos momentos solos en el hospital, allí yo
comprendí. Pero no al principio, al principio me hubiera matado o me hubiera ido a
beber o me hubiera ido con una mujer, esas son las salidas que uno se hace en el
mundo, esas son las falsas salidas. Pero sea paciente que pronto entenderá.
Dios quería darle una heredad a Jeremías, Dios quería que en ese tiempo de
desolación de destrucción Jeremías tuviera su refugio. Sabe una cosa,
Nabucodonosor trató bien a Jeremías. Él pensaba que tendría muchos problemas,
pero los Caldeos lo trataron bien, Jeremías 39: 11-12; Capítulo 40: 4-6. Mire que
Dios le dijo que guardara muy bien esa carta, pues la tenían que guardar muchos
días. Porque a pesar de la invasión se venderían casas y heredades. Entonces la
gente vendiendo a la loca viendo cómo salir de sus propiedades y Dios le muestra
que no, que se venderán. Dios quería que Jeremías tuviera su heredad.
Conclusión
Dios hace camino en el mar, en el lugar donde no hay salida, Dios hace el camino.
Nosotros nos preocupamos porque no entendemos y entonces tomamos otro camino que
no es el mejor, pero Dios si hace caminos y da la salida y da la bendición. La
conclusión a la que yo llego es a que no nos desesperemos cuando estamos en ese punto
si saber porque Dios nos pide algo, claro a que hagamos lo que Dios nos pide y que nos
aseguremos más en obedecerle que en comprenderle.