Está en la página 1de 295

ANTONIA NEMETH-BAUMGARTNER

MACROMETANOlA

UN NUEVO ORDEN
UNA NUEVA CIVILIZACIÓN

EL CAMBIO DE PARADIGMA CIENTÍFICO


EN LAS CIENCIAS
POLÍTICAS, JURÍDICAS Y ECONÓMICAS

EDITORIAL SUDAMERICANA
SANTIAGO - CHILE
Ilustración de portada: The Lorentz Atractor

CONTRATAPA
El desfase producido entre el impresionante avance científico y tecnológica frente a las
Macrociencias organizacionales, políticas, jurídicas y económicas ancladas en el paradigma
reduccionista mecanicista-Newtoniano Darwinista, constituye una amenaza global de incalculables
dimensiones. Éstas adoptaron un cientificismo arrogante y autoconfirmatorio de verdades absolutas y
eternas a través de ideologías.
La mutación producida por la Nueva Física, la Biología, la
Cibernética de Primer y Segundo Orden, y las Ciencias de
Sistemas como Metaciencias, el origen y evolución del Universo
han dejado obsoleto al paradigma científico Newtoniano
Cartesiano. En su reemplazo ha surgido un nuevo paradigma
científico: el autoorganizativo, evolutivo y omnicomprensivo,
alcanzando una nueva síntesis en todos los campos del
conocimiento. Este nos provee de una nueva forma de
pensamiento, del fenómeno de la cognición y del complejo
semiótico comunicacional, unificando el concepto de naturaleza,
conducta social humana, el fenómeno de la vida y del Universo mismo.
El progreso científico ha sustituido el determinismo por la incertidumbre. Las nuevas
formulaciones matemáticas de la Caología y de las Ciencias de la Complejidad la explican la
impredictibilidad en los procesos económicos, y la obsolescencia de la construcción mecánica
apodíctica de los sistemas políticos y jurídicos.
Con los conceptos de Autopoiesis, Estructuras Disipativas, Irreversibilidad, Atractores Caóticos,
Geometría Fractal, Bifurcaciones, etc., se da respuesta al origen de las galaxias, las bacterias, las
plantas, los animales, hasta del cerebro humano.
La Sociósfera (multidiversidad social total), es considerada como un organismo suprabiológico, la
que con el hacer creativo del ser humano generó el epifenómeno de la Tecnósfera. La
intercomunicación global en redes interconectivas, con que funciona el Planeta está mutando el
concepto de Soberanía.
La autora considera que la realidad en la que estamos inmersos constituye una nueva civilización,
donde se recapturará el concepto de sacralización del Cosmos a través de una inédita vivencia de la
NOOÉTICA y de la NOÓSFERA, como trascendencias supremas en el constante fenómeno del
misterio de la evolución y de la autorrealización. De ahí el concepto de Macrometanoia como
recursividad de un proceso de transformación de la conciencia humana

Editorial Sudamericana
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida en forma total o parcial por medio alguno, sean
estos mecánicos o electrónicos (incluido fotocopia, grabaciones o información cargada y su
recuperación) sin permiso por escrito de la autora.

Copyright © Antonia Nemeth


Madrid - España: l0 de noviembre de 1993
Todos los derechos reservados

Antonia Nemetb-Baumgartner, 1994


MACROMETANOIA
Un Nuevo Orden. Una Nueva Civilización
El Cambio de Paradigma Científica en las
Ciencias Jurídicas, Políticas y Económicas
Cambridge, Inglaterra
Noviembre de 1993

ISBN 956-262-021-2

Diseño Portada
Patricio Andrade

Diseño, Composición e Impresión


Valgraf Ltda.

Impreso en Chile 1 Printed in Chile


Editorial Sudamericana
Santa Isabel 1235, Providencia
Fax: (562) 223 63 86
ANTONIA NEMETH BAUMGARTNER
ha, desarrollado una carrera inter y transdisciplinaria en diferentes
sectores académicos, políticos, sociales, industriales y
económicos.
Asesora Gubernamental en las áreas de Administración de
Cúpula, Educación, Disfunción Social y Planificación de
Instituciones parlamentarias y políticas.
Generalista Sistémica, ha concentrado su atención en el diseño
e implementación de estructuras organizacionales, educativas y
estrategias de transferencia de tecnologías integrales; elaboración
de paradigmas lógicos y matemáticos, modelos y submodelos y
sus simulaciones.
Ha sido profesora en varias universidades e instituciones
científicas de Europa, EE.UU., Latinoamérica, Japón y lo ex Unión Soviética,. como residente o
visitante. Fue Directora de Planeamiento de la Universidad P. de Salamanca. Continúa como
Consultora en empresas asesoras internacionales y Parques Científicos y Tecnológicos.
En 1974 fue designada Directora Regional para la Península Ibérica, y Latinoamérica de la
Sociedad para la Investigación General Sistémica y Miembro de la Sociedad Americana para el avance
de la Ciencia y la UNESCO. Es miembro de varias instituciones científicas internacionales.
Entre sus trabajos se encuentran: “Sociología de los Grupos Marginales Negativos”,”Participación,
Acción Política y Sociedad de Masa”, “Geopolítica de la Comunicación”, “Ciencia Nacional y
Subdesarrollo Nacional”, “Ciencias de Sistema y Nueva Generación de Software”; “Modelo Global y
Ciencia Sistémica”; “Diseño Sistémico en Educación o Nueva Paradigmología para la Diversidad’;
“Ingeniería Societal”; “Reconversiones Epistemológicas y Transformaciones Transculturales”; “Teoría
de Catástrofe y Circulación de Ideologías”; “Numinosity, Cognition and Identity”; “Caos, Catarsis e
Imágenes Guías”.
En el segundo Semestre del presente año, aparecerá su último libro titulado: “Cibercultura,
Educación, Ciencia Gaia, y Economía del Conocimiento” (Ciberculture, Gaia Science and Fconomy of
the Knowledge”).
Su residencia en el Reino Unido por casi cuarenta años y su participación en el Movimiento
Sistémico le han permitida mantener estrecha relación con los pioneros de este movimiento, quienes
han logrado llevar o cabo la síntesis de este nuevo paradigma. Pueden citarse a A. von Bertalanffy;
Kenneth Boulding, James Mills; M. Rapaport; Margaret Meata; Gregory Bateson; Erwin Laszlo; R.
Abraham; Bela Banathy; H. Milsum; I. Prigogine; H. Maturana; F. Varela; E. Jantsch; etc.
Su relación sostenida con este último le hizo madurar en los profundos contenidos que sustentan al
nuevo paradigma científico coma propuesta epistemológica Global Autónomo y Autosuficiente
siguiendo los lineamientos de su trabajo póstumo.
Macrometanoia es el resultada de más de veinte años de reflexión sostenida llevado a cabo con los
pioneros citados y fertilizada por los ininterrumpidos viajes de trabaja que la obligaron a aculturarse en
las muy diversas realidades sociales.
La autora desearía mantener contacto con todos aquellos que se sientan interesados en enriquecer
de distintos ángulos la propuesta del libro y para ello deja consignada su dirección. 81 Denis Road,
Cambridge, CB 5 8 TT. Fax: (0044223) 564 602.
AGRADECIMIENTOS

Es casi de aceptación general el considerar que un libro, de alguno manera, arrastra consigo
ingredientes o rasgos que hacen sugerir relaciones autobiográficas. Estoy convencida que no se
escribe sino desde las motivaciones propias más profundas y que éstas te miman por organizarse en
eslabones ,formando entrañables cadenas con las que atamos los acontecimientos significativos en el
hacer del cotidiano vivir. He asumido esta tarea como una asignatura pendiente, haciéndome cargo de
una obligación bastante lejana para aquellos que de una manera u otra, nos hemos formado y crecido
en el paradigma científico reduccionista. Creo que no se hubiera escrito, a no ser por la causa de haber
practicado sin prisa pero sin pausa constantes y sistemáticas deserciones. Hay una sentencia de
antiguo cuño que dice: no descubrirás nuevas tierras a menos que dejes de perder de vista la costa por
algún tiempo. Por múltiples fortuitas causas en el quehacer científico, me vi obligada a afrontar
recorridos bifurcantes, los que me llevaron a nuevas problemáticas. Ello me hizo sentir aun sin pensar,
lo cambiante y sorpresivo de mi quehacer, advirtiéndome a la vez como a Ulises, del puerto seguro al
cual estamos recursivamente atados.
Debo considerarme en cierto modo, una persona privilegiada gracias a las oportunidades que me
brindó el hecho de vivir espaciadamente trabajando en diferentes países. En tales circunstancias pude
establecer contactos con científicos singulares y en la mayoría de los casos pioneros en sus diferentes
campos, con los que no tardé en compartir sus quehaceres, gozando de esta manera de las
realimentaciones comunicacionales que hacen surgir la actividad creativa. Inglaterra, mi país de
adopción, con casi cuatro décadas en él, contribuyó decisivamente a llevar a cabo las múltiples
integraciones que debía hacer en mi formación científica. En los comienzos de la década del 60 se
produjo la ocasión en que comencé a participar en el Movimiento Sistémico, viéndome involucrada en
todo el proceso del desarrollo científico que este movimiento arrimó a todos los campos del
pensamiento. A partir de este acontecimiento, todas mis motivaciones encontraron un hilo conductor
transformándose en un eje sobre el cual he hecho girar mi quehacer, asomándome al mundo por esa
ventana que constituyó la epistemología sistémica.
Este libro nunca se hubiese escrito ya que me considero una persona no inclinada a escribir libros;
siempre he preferido el diálogo y el trabajo de taller, porque creo que en ellos se tiene la ocasión de
trasladar y compartir experiencias activamente. Creo que toda creación tiene raíz colectiva y como tal,
el alejamiento a que nos obliga la elaboración de un libro, nos priva del constante fluir que nos ofrece
el trabajo grupal. Todo ha sucedido debido a la insistencia de colegas y amigos que me han
conminado a dejar por escrito «rapsódicamente» las conclusiones de las experiencias alcanzadas en los
diferentes campos organizacionales donde he trabajado. No puedo dejar de consignar y agradecer aquí
a las personas y países con quienes y donde trabajé de alguno manera u otra. Quiero dar las gracias a
quienes en el pasado o en el presente influyeron en mi ánimo y sostuvieron mis motivaciones en forma
ininterrumpida. Mi trabajo en California desde el ‘70 hasta el ‘76 y permanencias en Washington DC,
me dieron la oportunidad de compartir vívidamente los poderosos movimientos culturales y
acontecimientos políticos generados en los Estados Unidos, movimientos que para mí presagiaron el
comienzo de transformaciones decisivas. Estas me hicieron percibir el inicio del punto de inflexión de
nuestra civilización. Allí tuve ocasión de compartir experiencias con Kenneth Boulding, G. Bateson,
Allan Watt, C. Churchman, Erich Jantsch, Erwin Lazslo, Bela Banathy, Ralph Abraham, O. W.
Markley, G. J. Klir, Magoroh Maruyama, A. Linstone. Podría aquí continuar una lista muy amplia.
Participé intensamente también en el Esalem Institute y en las actividades desarrolladas en el Big Sur.
Seguir enumerando excedería el propósito de este reconocimiento. En la década del ‘80 y lo que va
del ‘90 fueron decisivas mis aproximaciones a personas como James Lovelock, David Bhom, Bryan
Josephson, R. Sheldrake, N. Luhmann, Mae-Wan Ho, B. Goodwin, H. Maturana, F. Varela, Leo y
Blanca Lazarte, Ilya Prigogine, Steven Hawkins, Peter Saunder Hanako Haba, Virginia Gamba-
Stonehouse, Philips Allot, Christmas Humprhey, entre muchos otros. Ellos han sido los que en
definitiva me dieron el puntapié que me lanzó a acometer la idea de sentarme a escribir el libro. A
todos ellos quiero dejar constancia de mi agradecimiento. Quiero también consignar aquí las personas
con quienes trabajé directamente en las tareas a las que me obligó el manuscrito y toda la parafernalia
de poner en orden todo cuanto hace posible su elaboración. Dado el hecho de vivir en Cambridge,
Inglaterra, para la versión en español tuve que recurrir a ocasionales colaboradores que manejaban el
idioma. Quiero dar las gracias a Pablo Contreras, quien se encargó de procesar el texto en su primera
versión. A la contribución sostenida para la versión española que me dieron en Madrid, a los
profesores Eduardo Bueno, Ricardo Torrón Durán y Sra., María Isabel Bernardo, Pedro Badia, María
Isabel Silvela. En Argentina: Profesor Raúl Milone, Doctor Roberto Viñuelas, Profesora Nili
Povedano, Doctor Manuel H. Vázquez, Doctoras Zunilda Riviello, Lola Pérez y Elvira del Pópolo. A.
Mauricio y Miriam Scollo, que colaboraron en diferentes procesamientos.
Por último, ha sido decididamente importante la dedicación y el entusiasmo, con que
contribuyeron en Santiago de Chile, trabajando en equipo, con increíble idoneidad, las siguientes
personas: el profesor Edison Pérez Bastidas, haciendo el “editing” y la corrección definitiva del texto,
asistido por Viviana M. Segovia. Marcos González y Jéssica Alfaro que procesaron electrónicamente
el texto y cumplieron las siempre ingratas tareas finales.
Muy especialmente, doy las gracias a don Juan Broussain y a don Arturo Infante, sin cuyo
entusiasmo habría sido muy difícil lograr el objetivo final

Santiago, Chile
Marzo 1994

A mi madre
In memoriam
ACERCA DEL LIBRO
Con referencia a las citas de autores, en la medida de lo posible, se han colocado entre comillas.
Pero por tratarse de un libro que busca aportar en la formación más amplia los hallazgos científicos y
armonizarlos con encaje en el nuevo paradigma, la constante reiteración de las citas se ha considerado
distractiva para el proceso integrador del lector. Para eliminar esas distracciones se han procedido a
indicar la obra entera de cada autor en forma taxonomizada con sus interfaces realimentadoras. De
este modo se puede recurrir a los textos libremente si la información que da el libro resultare escasa.
Obsérvese que con frecuencia se remite al lector a los subsubsistemas taxonómicos con diferentes
niveles de interfase (Apéndice B).
Este libro hubiera sido casi imposible de escribir, sin la apoyatura que le han dado los trabajos
pioneros de los que informa la amplia bibliografía incluida; ello demandé muchas horas de búsqueda
en los textos, escrutinización y evaluación de sus contenidos.
La autora desea dar las gracias muy sinceramente a los diferentes autores, a algunos de ellos con
énfasis especial. Es el caso de Erich Jantsch, colega en deserciones de campos disciplinarios y
buscador irrefrenable de conexiones posibles en las áreas del conocimiento. Como se dice en otra
parte, desgraciadamente su muerte, desde el punto de vista científico, prematura, dejó un lugar
irreemplazable entre los científicos sistémicos con similares inquietudes. Mi agradecimiento a este
trabajador infatigable es profundo. Las experiencias compartidas me han obligado a tomar como
propia esta tarea y dentro de las distancias lógicas he tratado de cumplirla de la mejor manera. Sin sus
aportes, la estructura de este libro acusarla debilidades evidentes. El Nodo y refleja su presencia
sostenida.
Igualmente, quiero referirme también a Kenneth Boulding, recientemente desaparecido.
La bibliografía taxonómica en alguna medida hace el ordenamiento sistémico de los aportes. En
forma recurrente, han venido desde las diferentes disciplinas trabajadas por los autores incluidos, las
que se han matrizado como aportes en interfaces realimentadoras. Ojala que se haya logrado el
propósito perseguido.
La factura de este libro puede resultar para aquellos menos acostumbrados a propuestas nuevas,
exageradamente inortodoxa, pero la autora considera que no hay creaciones individuales. El
conocimiento humano es un río que se nutre de muchos veneros y en definitiva, todo saber es
colectivo.
Construimos usando las construcciones de otros, como el ADN se pone a disposición de todo
proceso organizativo y reorganizativo, nutriéndose de combinaciones en el acto creativo. Se desplaza
siempre hasta alcanzar mayores y mejores niveles de complejidad y por lo tanto trascendencia, hasta
las síntesis última que consignamos como Noósfera.
Los epígrafes han sido traducidos al español por la autora.
CONTENIDO (En el Libro en Papel)

Prefacio

PARTE PRELIMINAR

Consideraciones Generales 7
Reflexiones sobre el Libro y la Transformación Cultural y Científica 8
El libro en Transición 10
Mutación del Libro. El Hipertexto 11
Cómo Iniciar el Viaje 13
Recomendaciones en el Ordenamiento de los Nodos con Respecto a
Opciones de Lectura 14
Razones Propedéuticas 14
Interpretación Semiótica de los Neologismos del Glosario 15
Omisión de Gráficos y Otras Descripciones 16
Sumario de los Nodos del Libro 17

NODO I

POR QUE MACROMETANOIA. HACIA UNA NUEVA SÍNTESIS

Explicación Semiótica del Concepto Metanoia 28


¿Por qué Macrometanoia? 29
Autorrenovación de la Ciencia 34
Los Nuevos Principios Universales 35
Los Cambios de Paradigmas 37
Interconectividad de la Naturaleza 39
Resonancia, Vida e Interconectividad 39
Biología, Sociedad y Ciencia Gaia 41
Hacia una Nueva Visión de la Realidad 41
La Persistencia del Reduccionismo Científico y Filosófico 44
Cosmovisión, Religión y Sociedad 45

NODO II

EXPLICACIÓN HISTÓRICA: EVOLUCIÓN DE LOS PARADIGMAS CIENTÍFICOS

Las Modalidades Cognitivas de los Métodos Científicos como Sistemas


Cualitativos 49
Circulación de Paradigmas. Sus Prototipos 50
Prototipo Axiomático 50
Prototipo Empírico 52
Evidencia de Contradicciones 53
Prototipo Constructural 53
Prototipo Normativo 55
Teorética Normativa 56

NODO III

LOS PROLEGÓMENOS DE UN NUEVO PARADIGMA


La Crisis de la Filosofía Cartesiana y de la Física de Newton 61
La Confusión Reduccionista del Positivismo y Las Ciencias del Espíritu 63
El Cambio de Reglas en la Nueva Epistemología de las Ciencias 66
Surgimiento de las Nuevas Características en el Avance Científico 69
El Abandono de la División de Ciencias Puras y Ciencias Aplicadas 70
La Transición Paradigmática 72
Los Gérmenes del Paradigma Evolucionario 73

NODO IV

LA CIENCIA DE SISTEMA COMO METACIENCIA Y LA TRANSDISCIPLINIZACIÓN DE LA


CIENCIA

La Ciencia de Sistema en la Cuarta Revolución Científica y el Nuevo


Paradigma de la Autoorganización 78
Emergencia del Pensamiento Sistémico 81
Taxonomía Sistémica 84
La Visión Evolucionaria de las Ciencias de Sistema y las Ciencias
de la Complejidad 86
El Nuevo Léxico Sistémico: Semiótica de la Complejidad 87
Tipología de la Complejidad 88
Las Sociedades como Sistemas en el Tercer Estado 89
Inestabilidad y Autopoiesis 90
Autopoiesis 90
Catástrofe, Caos y Bifurcaciones 91
Atractor 91
Caos 92
Bifurcación 92
Sinergética: Los Principios Universales de la Autoorganización 93
Orden, Cambios Macroscópicos, Cambio de los Comportamientos y sus
Parámetros 94
Sistemas Abiertos, Fluctuaciones y Cambios 94
Conflicto y Rotura de Simetría 95
Sistemas Abiertos 96
Los Principios Unificadores de los Comportamientos 97
Conclusión 98
NODO V

EL NUEVO PARADIGMA OMNICOMPRENSIVO DE LA EVOLUCIÓN: LA


AUTOORGANIZACIÓN

Principios Unificadores en el Proceso de la Evolución 102


Ordenamiento Jerárquico de la Dinámica Evolucionaria 104
Ontogenia 104
Filogenia 104
Anagénesis 105
Descripción de los Diez Principios Unificadores del Paradigma Evolucionario 106
Fuera de Equilibro (Non-Fquilibrium) 106
Rotura Espontánea de Simetría 107
Autorreferencia 109
Autotrascendencia 110
Irreversibilidad 112
Metaestabilidad: Complementariedad de los Factores Estocásticos y
Determinísticos 113
Proceso Epigenealógico: Cognición y Memoria 115
Autonomía 122
Simbiosis 123
Indeterminación y Apertura (Indeterminacy Openness) 125
Conclusiones 126

NODO VI

PSICOFISIOLOGÍA EVOLUCIONARIA DE LA COGNICIÓN: LA AUTOORGANIZACIÓN


DEL CONOCIMIENTO

Nuestra Herencia Cognitiva 131


El Precio de Nuestra Herencia Cognitiva 133
El Fenómeno de la Cognición 134
Consideraciones Generales sobre las Teorías del Conocimiento y la Filosofía
del Lenguaje 135
El Nuevo Mapa Cognitivo, su Geometría: Biología de la Cognición 138
Ciencias Cognitivas 142
Las Nuevas Ciencias de la Cognición 144
El Nacimiento Moderno de las Ciencias Cognitivas 147
Las Bases Físicas de la Cognición 148
El Comienzo de las Nuevas Ciencias Cognitivas 149
Cibernética, Teorías del Conocimiento y Ciencias Cognitivas 150
Etapas y Desarrollos de las Ciencias Cognitivas y la Tecnología
Comunicacional 151
Primera Etapa: Introducción a la Inteligencia Artificial 151
Segunda etapa: La Lógica Simbólica y las Hipótesis Cognitivistas 152
El Cognitivismo y la Inteligencia Artificial. Sus Teorías 154
Tercera Etapa: Conexionismo y Autoorganización 155
Emergencia y Autoorganización 156
Cuarta Etapa: La Enacción como Alternativa al Representacionismo 159
Ilustración Relacionada con los Postulados del Enactivismo 162
Consecuencias del Enactivismo 163

NODO VII
SEMIÓTICA SOCIAL: LOS NUEVOS CÓDIGOS COMUNICACIONALES. LA NATURALEZA
Y CIRCULACIÓN DE LAS IDEOLOGÍAS

Semiótica Social 171


El Nacimiento de la Semiótica 171
La Semiótica como Transdisciplina 175
Ortodoxias y Controversias acerca del Campo de la Semiótica 178
Las Ideologías 179
Conclusiones 180

NODO VIII

LOS PROBLEMAS CONCEPTUALES DEL ENFOQUE EVOLUCIONARIO EN LAS CIENCIAS


SOCIOPOLÍTICAS

Alienación Epistemológica y Defasaje Científico en la Dinámica de la


Convivencia 185
La Brecha en el Pensamiento Evolucionario entre Ciencias Biológicas y
Ciencias 186
Socioculturales 187
La Dinámica de la Evolución Social 190
Naturaleza de la Evolución de los Sistemas Sociales. Cambios Puntuales 193
Las Sociedades son Organismos Suprabiológicos 197

NODO IX

LA OBSOLESCENCIA GLOBALIZADA DE LAS CIENCIAS SOCIOPOLÍTICAS Y


ORGANIZACIONALES

La Necesidad de una Nueva Epistemología en el Contexto de las Ciencias


Jurídicas, Políticas y Económicas 203
La Concepción Mecanicista en las Ciencias Políticas y Jurídicas 205
Reduccionismo, Darwinismo, Altruismo y Democracia 207
Las Estructuras Dominadoras como Barreras en la Visión Evolucionaria
del Altruismo y la Democracia Funcional 211
Las Ciencias de Sistemas y la Persistencia Reduccionista Mecanicista 214
Las Estmcturas Profundas de Dominación en los Comporlamientos y la
Democracia 217
Las Estructuras Profundas de Dominación y las Imágenes Guías en la
Dinámica de la Convivencia 218
Las Imágenes Gulas del Futuro y Las Culturas Parasitarias 219
La Inadecuación de los Líderes Políticos y Sociales y las Imágenes de Futuro 222

NODO X

MACROMETANOIA:LA GRAN TRANSFORMACIÓN Y LA NUEVA IMAGEN DE LA


REALIDAD

Anatomía y Fisiología de los Cambios de Perspectiva 227


Evolución Espacial de la Conducta. Las Geometrías Culturales. Los Nuevos
Lenguajes y la Génesis del Poder 229
Ecología Cultural. ¡lacia Una Nueva Ciencia de la Cultura Planetaria 232
Ciencia Gaia, Dinámica Política, Ideologías, Ecología Cultural e Identidad 236
Política y Nooética. El Salto Paradigmático 239
Conclusiones 243

NODO XI

HACIA UNA MACRODINÁMICA PLANETARIA: LA CRISIS DE LOS SISTEMAS


ORGANIZACIONALES GLOBALES Y LA DE SUS LÍDERES

La Crisis del Derecho y de las Ciencias Políticas 247


El Nuevo Ciudadano 250
La Nueva Visión Científica y el Proceso de Obsolescencia en las Ciencias
Jurídicas, Políticas y Económicas 252
Obsolescencia Política y Poder 254
Economía y Ciencia Gaia 257
Obsolescencia Política, Ciencia Gaia y Poder 260
La Crisis de la Economía Tradicional 263
Ciencia Jurídico-Político-Económica y Ecodinámica Planetaria 266

NODO XII

EL NUEVO CIUDADANO PLANETARIO: EDUCACIÓN Y NUEVA ECONOMÍA DEL


CONOCIMIENTO

Abismo Generacional 273


La Crisis de los Sistemas Educacionales 276
¿Qué es Educación a finales del Siglo XX? 278
De la Educación Tradicional a la Concepción Sistémica en Educación .... 281
Educación y Profesionalización Bajo la Concepción Mecanicista 282
El Cambio de Perspectiva 284
La Educación Sistémica 284
La Teoría Sistémica 285
Los Presupuestos Básicos 287
Parámetros Modelizadores del Sistema Educacional Sistémico 289
Los Programas o Taxonomía de los Saberes 290
Organización del Aprendizaje 292
Investigación, Trabajo e Integración Social 292
La Nueva Paideia 293
Educación, Obsolescencia, Crecimiento y Evolución 296
El Nuevo Ciudadano Planetario, la Educación y la Economía del
Conocimiento 298
La Responsabilidad Educacional 299
La Universalidad de la Crisis de los Sistema Educacionales 301
La Educación Postcapitalista en la Economía del Conocimiento 302
Educación en las Sociedades Informatizadas 305
Qué es conocimiento 305

NODO XIII

CONSIDERACIONES FINALES Y JUSTIFICACIONES


APENDICES:
A- Glosario 309
B- Taxonomía Bibliográfica 337

Bibliografía de cada Subsistema 345


Bibliografía General 376
Índice de Materias 406
Índice de Autores 412
CONTENIDO (Libro electrónico en Word)
PREFACIO

Suele suceder que en las causas casi imposibles


el espíritu saca del ánimo inesperadas fuerzas.

Miguel de Cervantes Saavedra


El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha
Este libro se ha concebido bajo la idea de que los seres humanos son sólo parte de un universo
vivo en su totalidad. Así, también, lo concibieron las culturas antiguas y clásicas. La mayoría de
nosotros ha perdido o nunca ha sentido en forma directa la unidad que existe entre Biósfera,
Tecnósfera, Noósfera y Humanidad y el efecto envolvente entre ellas como afirmación de toda la
belleza que esto implica en nuestro crecimiento interior y trascendencia cósmica. La mayoría,
todavía no cree o percibe, cualquiera fueren los limites o detalles de nuestra experiencia, que el todo
ampliado es primariamente altruista, creativo y bello. Hemos perdido la esencia de lo ecuménico de
la Cristiandad. Hemos perdido a Shiva del Hinduismo cuya danza es a la vez destrucción y creación,
lo que en síntesis significa belleza incesante en sus explosiones creativas. Hemos perdido el sentido
del Totemismo con su percepción del paralelismo entre las organizaciones humanas, los animales las
plantas y los minerales. Se han comenzado a usar las ideas ecológicas, pero nos hemos tardado en
trivializarlas mezclándolas con los negocios o la política. Una parte de la razón del porqué hemos
perdido este sentido de unidad cósmica parece arrancar del reduccionismo filosófico de Descartes
que se consolida con Newton, Kant y Hegel dando lugar al Idealismo y su cadena deductiva.
Sabemos hoy que la Edad de Oro de las ciencias clásicas se ha marchado, y con ella ha desaparecido
la confianza en la racionalidad usada por ésta, creándose las conflictivas interpretaciones que aún
persisten en nuestro diálogo con la naturaleza. Oportunamente se argumentará y tratará de
demostrar, que mediante el intento de explicar la unidad de la Biósfera como una realidad sagrada,
se obviarán los errores deslizados en las versiones religiosas como epistemologías, para la búsqueda
de la unidad cósmica sacramentada del todo que la historia nos ha ofrecido. Sea cuales fueren los
resultados, correctos o desacertados, nuestra epistemología se basa en una nueva interpretación de la
realidad, como un proceso irreversible multidireccional donde todo tiene historia. Será explícita
dando, por cierto, la oportunidad de que las críticas sean del mismo tipo. Trataremos de explicar que
el universo es un gran proceso y no un mundo de cantidades con geometría tridimensional, donde
cada cosa tiene un lugar explicado por la ciencia, la que se presenta abiertamente divorciadas,
impotente para explicar el lugar preciso donde está el hombre en este proceso holístico con que se
manifiesta el Cosmos.
La ciencia occidental persiste en explicar al Cosmos como un automatón que funciona en el
tiempo y en el espacio con leyes eternas y procesos reversibles. Nuestras afirmaciones descansan
por el contrario en que el Cosmos es un gigantesco proceso de creaciones evolutivas donde todo es
irreversible y está sujeto a una constante trascendencia y autoconciencia como lo afirman las nuevas
ciencias de la autoorganización.
La tarea de este libro será la de construir un marco de referencia dentro del cual se concibe al
mundo como un totalizador proceso mental cósmico, que trasciende a las mentes y conciencias
individuales constituyendo un venero realimentador incesante. Su representación no es
antropomórfica. Explicaremos cómo la información y las representaciones que esta genera, dan los
pasos lógicos hacia su propia consistencia pragmática, como el hecho de producir las explicaciones
relacionadas con el mundo exterior, ya sea referidas a partes o al todo con que se interrelaciona. Si
las explicaciones se producen en cadenas, o si esos procesos explicativos lineales son impuestos por
los filósofos o los profesores. Daremos razones cómo es la lógica basada en “argumentos circulares”
donde el principio de la causación circular es la regla y no la excepción.
Lo que este libro se propone es describir cómo investigar una vasta red de matrices
interconectadas de mensajes materiales y tautologías abstractas, premisas y ejemplificaciones que
hacen surgir la comunicación y la representación interiorizada de la realidad y su entendimiento.
Configúrase así, el verdadero fenómeno activo de la cognición. Hace cincuenta años se asumía que
el mejor procedimiento para tal tarea deberla ser lógico, cuantitativo, o ambos a la vez. Pero hoy
cualquiera que estudia estos procesos, sabe que dicho tipo de lógica es impropia para resolver
circuitos recursivos sin generar paradojas, y que la cuantificación no es precisamente útil para
entender los sistemas complejos, especialmente el de la comunicación, que es siempre interactiva.
En otras palabras, lógica, cantidad y cuantificación se han vuelto inapropiados instrumentos para
describir los organismos y sus interacciones orgánicas internas y externas. Las particulares razones
de dichas inapropiaciones serán puntualizadas en la ocasión de referirse a los nuevos aportes de la
Biología, de todas las ciencias de la conducta y las nuevas Matemáticas y Geometrías conductales.
Consideramos interesante recalcar aquí lo que John Von Neumann puntualizó en su ‘Theory of
Game’, que las Ciencias de la conducta carecían de un modelo que pudiese servir para la Biología o
la Psicología y Psiquiatría, aunque en forma precaria, y a pesar de la interpretación mecanicista del
comportamiento de la materia que proveyó la física newtoniana para el arranque de la física de
partículas.
Hasta el presente, no han aparecido trabajos que traten de interconectar saberes que se
necesitan entre sí para dar, respuestas y consistencia a nuevas explicaciones y orientaciones para la
acción y la interacción en todos los campos del conocimiento. No existe todavía una ciencia como
“metaciencia”, cuyo especial interés esté basado en combinar y hacer inteligible las nuevas múltiples
piezas de información, en una civilización que se ha vuelto pura información y comunicación,
combinándolas y organizándolas como un todo, para visualizar los dinamismos que nos empujan en
el proceso evolucionario del cual somos su resultado, como procesadores de “misterios”, en virtud
de los incrementos de insospechados conocimientos y saberes en todos los campos. Se ha creado un
nuevo dominio emergente, una nueva civilización donde ha comenzado a implosionar otra forma de
convivencia.
PARTE PRELIMINAR

• CONSIDERACIONES GENERALES
• REFLEXIONES SOBRE EL LIBRO Y LA TRANSFORMACIÓN CULTURAL Y CIENTÍFICA
• EL LIBRO EN TRANSICIÓN
• MUTACIÓN DEL LIBRO. EL HIPERTEXTO
• CÓMO INICIAR EL VIAJE
• RECOMENDACIONES EN EL ORDENAMIENTO DE LOS NODOS CON RESPECTO A OPCIONES
DE LECTURA
• RAZONES PROPEDÉUTICAS
• INTERPRETACIÓN SEMIÓTICA DE LOS NEOLOGISMOS DEL GLOSARIO
• OMISIÓN DE GRÁFICOS
• SUMARIO DE LOS NODOS DEL LIBRO
PARTE PRELIMINAR

CONSIDERACIONES GENERALES
Pareciera que de la noche a la mañana nos hubiéramos dado cuenta, adentrándonos
súbitamente en un estado de azoramiento donde no podemos alegar ninguna suerte de ingenuidad,
que por más de 500 años la cultura escrita, proveniente de la invención del libro, se ha transmitido
en forma linealizada y rígida bajo el principio de autoridad de los que más saben. Como podremos
advertir en el transcurso de este periodo histórico, se han filtrado los ingredientes de los
autoritarismos en todos los intersticios de tas relaciones humanas.
Hoy, nuestras posibilidades para la incorporación del conocimiento y el libre pensar, bajo el
ritmo de una transmisión linealizada y secuencial de una sola vía, no condicen con la velocidad
para el aprendizaje de los saberes y habilidades actuales. Esto no armoniza con las urgencias y
modos de vivenciar la realidad actual, demandada por el nuevo escenario que nos ofrece la
Sociósfera y la Tecnósfera en la que estamos instalados.
Para incorporar el conocimiento y consolidarla nueva cosmovisión, la que comienza en forma
explosiva a expandirse por toda la humanidad, hoy nos manejamos con una instrumentación
complejísima que ha desbordado la capacidad comunicacional del libro, para adquirir los saberes y
habilidades que demanda esta nueva realidad.
Con motivo de la enorme sofisticación alcanzada por la tecnología comunicacional y todas sus
aplicaciones en constante ebullición, en forma sorpresiva, nos encontramos con un mutante de
incalculables efectos para el avance y transmisión de los saberes, los cuales han desbordado al
libro. La ampliación de la inteligencia en base a genuinos procesos de creatividad, mediante las
tecnologías adecuadas para ello, nos están demostrando que no hay procesos de aprendizaje
linealizados en forma excluyente, como lo puede demostrar el impacto que ha producido la
interfase con la inteligencia artificial. Sin embargo, el libro como instrumento para la transmisión
escrita de los saberes, su aprendizaje y de la cultura en general, hasta la fecha, constituye la
tecnología monopólica en todos los niveles de la educación. Esta supremacía del libro continúa
dándole una fisonomía autoritaria en forma monolítica para la transmisión del conocimiento, como
lo acreditan las todavía vigentes Teorías del Conocimiento. Éstas han transitado y continúan hasta
la fecha en las diferentes epistemologías que se aplican todavía adscriptas al Paradigma Científico
reduccionista y mecanicista.

REFLEXIONES SOBRE EL LIBRO Y LA TRANSFORMACIÓN CULTURAL Y CIENTÍFICA


El libro como formato y símbolo ha respondido a la imagen de la cultura escrita a partir del
siglo XV. En 1468, cuando aparece la primera impresión de Gutenberg se inicia la era de la
alfabetización de la cultura occidental. Hasta esa época, sólo un cinco por ciento de la población
tenía acceso al uso del libro. De tal modo, la transmisión del conocimiento por vía oral y de las
imágenes, constituyeron los soportes en que se basó la transmisión de los saberes como lo reflejan
los libros sagrados, los manuscritos, los palimpsestos y el maravilloso despliegue de las imágenes,
a través de los monumentos religiosos, especialmente con el incomparable esplendor alcanzado por
el Gótico.
Podemos decir que el libro ha constituido el espacio psíquico donde se ha producido el
proceso de la alfabetización masiva, y a través del mismo, el de la visión letrada de la realidad. Es
decir que éste ejerció la función de crear la cultura letrada pasiva mediante la imprenta. Sin
embargo, con anterioridad a esta invención, la existencia del libro no dejó de cumplirla misión de
la transmisión de la cultura de acuerdo a las orientaciones sobre las teorías del conocimiento de su
tiempo. Así vemos que la filosofía platónica crea un modelo de inteligencia. Platón no piensa que
la inteligencia es un procesamiento de la información, sino que ésta resulta de la mezcla (o
entramado) entre cálculo, especulación y discusión, como resultado de una pura introspección. A
partir de ello, el libro fue un instrumento para reforzar la especulación contemplativa y deductiva;
la lectura una práctica disciplinada y un estilo de vida a la vez. Con la aparición de la iglesia, la
lectura activa ligada a la oración, constituía la transformación del espíritu, al punto tal que la
escritura terminaba grabándose en el corazón del lector, bajo un principio de autoridad como
resultado de la contemplación.
Así, el libro además de domesticar las conciencias por medio de la fe, reforzaba los elementos
de una cosmovisión más o menos silogística - rígida.
Con la revolución de la imprenta, el encuadre psíquico platónico, se despliega usando esta
tecnología con los mismos contenidos para la formación del conocimiento. De ahí que el modelo
de conocimiento, desemboque en un complejo dedicado a concentrarse enteramente al ámbito de
las ideas sobre las cosas, y a distanciarse por consiguiente, de la verdadera experiencia humana
bajo una cosmovisión de leyes y principios eternos, tal como lo reflejan los mundos que hemos
heredado de Descartes y de Newton. Todo esto termina por desembocar en un modo de
explicación lineal silogístico, dando como resultado la experiencia fragmentada, la noción de
mundos privados y particularizados sin interconexiones. Es así como el libro resulta una
tecnología íntimamente asociada a un determinado movimiento del alma o psique, donde la
información es una incorporación de datos reglamentados, y el conocimiento, la capacidad de
manejar esa información en función de axiomas o discursos repetitivos, bajo principios
absolutizados para la descripción de la realidad.
Acompasadamente con la función del libro, como espacio psíquico circunscrito, se generaliza
el pensamiento lineal con su consecuente autoritarismo en los modos y formas de la transmisión de
los saberes, en que se deslizan las formas del conocimiento que desarrollan el Renacimiento y el
Industrialismo perpetuado hasta nuestros días.
Con el advenimiento de la tecnología comunicacional en su vastísima complejidad, la
transmisión del conocimiento sufre una transformación, que por sus efectos, podríamos anticipar y
ya lo hemos mencionado, constituye un mutante que terminará por replantear todas las ciencias de
la cognición y los sistemas educacionales.
El procesamiento electrónico de las palabras, nos ha hecho entrar en un ámbito nuevo para
establecer las distinciones y modalidades que producen las operaciones cognitivas, generando un
espacio psíquico inconmensurable si lo relacionamos con el espacio que nos brindaba el libro.

EL LIBRO EN TRANSICIÓN
Ahora me doy cuenta que frecuentemente los libros hablan de los
libros. Es como si ellos discurrieran entre ellos. A la luz de esta
reflexión la biblioteca me resulta lo más disturbante. Esta ha
sido el lugar de murmuración, por largas centurias un
imperceptible diálogo entre un pergamino y otro, una cosa viva,
un receptáculo de poder no gobernado por la mente humana, un
tesoro de secretos cincelados por muchas mentes. Supervivencia
de aquellos que lo produjeron en su mayoría o que fueron
quienes lo aceparon y lo transmitieron,
Umberto Eco
El advenimiento de la palabra digital no es una mera transformación incremental del proceso
alfabetizador, sino que trae aparejado un fenómeno que conduce a la transformación radical de los
modos y formas del pensar, dando lugar como consecuencia a una nueva geometría representacional.
Los avances actuales de la tecnología comunicacional, en interfases con los procesos mentales y los
productos analógicos producidos por la inteligencia artificial, han producido una verdadera
metamorfosis en el fenómeno de la cognición. Con estos procesos se puede amplificar el intelecto y
dotar mediante manipulaciones, a la comunicación, con diferentes tipos de lenguajes con efectos
heurísticos inimaginables en el proceso de la creatividad.
Deseamos consignar que los defensores de la cultura del libro, se han olvidado del efecto
egocéntrico y pasivo al que ha conducido la preeminencia del libro en la transmisión del
conocimiento. Esto ha reforzado en forma impensada e insospechada los efectos del autoritarismo
en las interacciones y convivencia humanas. Así vemos como ello se refleja en los procesos del
aprendizaje para la convivencia. Sin hacer un excesivo esfuerzo, podemos detectar que este
autoritarismo se encuentra subsumido en las relaciones sociales y políticas, bajo la legitimada
percepción del poder. Por lo tanto, el genuino y profundo vivenciamiento personal de la
democracia, todavía no se ha alcanzado en la convivencia como un acto de responsabilidad
compartida.
En la mayoría de los casos, se la funcionaliza bajo la forma tradicional de percibir a la realidad,
como expresada en leyes eternas absolutizadas, y no en procesos vivos, sistémicos, emergentes de la
convivencia. Su función aún se percibe como un fenómeno que está dirigido por dichas leyes
eternas, en forma pasiva, cuyo dictum continúa pendiente del pasado.
El romper con esta tradición monopólica impuesta por el libro, no sólo está permitiendo y
permitirá otras formas para la acumulación de los saberes, dando como producto un conocimiento
autoafirmativo y confirmador de las experiencias personales, con lo cual cada uno podrá interiorizar
la convivencia democrática en forma genuina. Estas formas nos obligarán a utilizar nuevos modelos
de inteligibilidad, los que indudablemente conducirán a la utilización de medios simultáneos, que ya
no estarán dependiendo del ámbito exclusivo del libro.

MUTACIÓN DEL LIBRO. EL HIPERTEXTO


El verdadero deleite está más en el hallazgo que en el
conocimiento.
Isaac Asimov
Seguir el recorrido que se le antoje a nuestra libre asociación de ideas sin preocuparnos por la
secuencialidad linealizada de páginas y capítulos, escapando a la tiranía que genera una rigidez y
embretamiento, es algo que nos permite hoy la tecnología digital de la palabra mediante una
reorganización personalizada de la información para su lectura por medio de lo que hoy se conoce
como hipertexto.
El concepto de hipertexto nació ya antes de contar con la tecnología informática necesaria. Fue
plasmado en los períodos de la creación de la computadora, como resultado de todos los avances de
la cibernética y de la formulación sobre Inteligencia Artificial, hace más de cuarenta años. Se lo
designó como extensión de la memoria (memory extender) bajo la sigla MEMEX.
El hipertexto consiste en almacenar mucha información en poco espacio, con un nuevo modo de
enlazarla y de interactuar con ella. Se trata de utilizar una escritura no secuencial, a diferencia de la
que se hace en los textos habituales del libro. A diferencia de éstos, el Hipertexto permite viajar de
una parte a otra haciendo una lectura y escritura simultánea, ni secuencial, ni lineal, sobre el tema o
asunto que se investigue. De este modo, hoy el libro, puede ser presentado y leído como Hipertexto.
El lector puede desplazarse de una parte a otra del libro y adentrarse en una temática sin
necesidad de hacer el recorrido previsto por éste. Puede, incluso agregar su propia información.
El libro se transforma así, en una serie de nodos, los que pueden reorganizarse de acuerdo a los
intereses y búsquedas conforme a la libre asociación de ideas o metas, sin tener que preocuparse por
la secuencialidad obligada de los capítulos, y cuyas lecturas pueden iniciarse de acuerdo a los
intereses de búsqueda personalizada.
El desarrollo adquirido hoy por estas técnicas de hipertexto nos permite, no sólo trabajar con la
información escrita, sino que da la posibilidad de interactuar con ésta por variadísimos medios.
Entre otros, la utilización de sonidos, imágenes, animación, reproducción virtual de la realidad,
video, etc. Así se provee un nuevo ámbito para la incorporación activa del conocimiento. Todo lo
cual se lo designa hoy como multimedia interactiva, si se hace simultánemente en tiempo y espacio.
De este modo el hipertexto no tarda en transformarse en un hipermedio de ida y vuelta, que
facilita los procesos para plasmar en recursos concretos nuestros recorridos internos en los procesos
de búsqueda, interpretación y creación del conocimiento, temática a la cual se asocia el libro.
Como todo análisis comunicacional, que es la lectura de alguna manera, siempre nos han
preocupado las fijaciones producidas por el leer, y no el resultado de cómo se efectúa esa lectura, ni
cómo ésta se transforma en conocimiento. Porque para que esto suceda, entra en juego el juicio
evaluativo que nos conduce a la creatividad. La inteligencia responde a las múltiples maneras en
que pueda llevarse a cabo el proceso de cognición, y radica en la capacidad de buscar distintos
caminos acorde con la experiencia de cada uno como proceso enactivo.
Gracias a la digitalización de la palabra provista por la tecnología como nuevo dialogador, la
capacidad creativa que evidencia el nivel de inteligencia, se materializa en su afán de búsqueda, y no
de obediencia ciega a textos autoritarios que no responden a las preguntas que el diálogo
comunicacional desarrolla. De tal modo, podemos decir que se producen en la realidad procesos
cognitivos diferentes, de acuerdo con los medios que se utilizan para satisfacer esas necesidades de
conocer. Con la aparición de la tecnología específica dedicada a procesar textos, conocido como el
computador personal (PC), las limitaciones a las que nos constreñía el libro, desaparecen. Genérase
así una cantidad de opciones multinivélicas y multidireccionales, no sólo en el espacio sino también
en el tiempo, al ponerse a nuestra disposición la información que aún el libro no nos podía proveer
en su accionar lineal - rígido. Una estadística producida por Utne Reader, nos informa que la gente
“recuerda el 10% de lo que escucha o lee, el 20% de lo que ve, el 40% de lo que discute, y el 90% de
lo que hace”.

CÓMO INICIAR EL VIAJE


Este viaje tomará la característica de excursión exploratoria alrededor de los contenidos del
libro. Para ello sugerimos realizar su recorrido utilizando los criterios que se aplican a la lectura de
los hipertextos.
El contenido se presenta en Nodos, los que pueden leerse tanto en forma independiente, como
secuencial, ordenadas por la forma en que están establecidos. Este primer abordaje de excursión
exploratoria que sugerimos como información muy general, no es nada más que una forma de
ingresar a una temática muy ambiciosa y difícil. Nuestra intención es ofrecer toda la información
que proveemos con criterio transdisciplinario. Para ello, se agrega una amplia bibliografía y un
léxico de neologismos, de modo tal que el especialista que lo desee, podrá enriquecer la información
mediante el ingreso a nuevas lecturas desde sus preferencias de búsqueda.
Cada uno de los Nodos del libro, constituye un nodo axial articulador (tal como las señales
viales) que pueden transformarse en puntos de partida o llegada para conseguir las respuestas a
intere-ses independientes. Si se desea, los diferentes Nodos podrán abordarse con diferentes niveles
de profundidad, conforme a las diversas especializaciones o profesionalizaciones.
El lector puede decidirse su lectora, es decir que el acceso a la temática es posible sin necesidad
de un orden predeterminado, ya que es él quien tendrá la libertad para confeccionar su orden.
Sin embargo, daremos una serie de alternativas, que consideraremos desde el punto de vista
propedéutico, como aconsejables para lectores no especializados o profesionalizados, que deseen
conseguir respuestas a inquietudes diversas. Indicaremos para ello, una suerte de cartografía o
itinerario que les ahorre esfuerzos, para acceder a áreas que de por sí se transforman abstrusas, pero
dando el afán transdisciplinario que estamos manejando. La información provista posibilitará las
opciones de cada lector para alcanzar sus personales objetivos, y no obstante, no abandonamos así, la
intención de proveer una visión acerca de las hipótesis con las que se trabaja en este libro.

RECOMENDACIONES EN EL ORDENAMIENTO DE LOS NODOS CON RESPECTO A


OPCIONES DE LECTURA
Para el lector no especializado, el orden de lectura que se recomienda sin perder el sentido del
mensaje que se pretende dar, ni la coherencia de las hipótesis que se manejan, es el que sigue:
Comenzar por el Nodo 1, prescindir del Nodo II, pasar directamente al Nodo III y IV; saltar al
Nodo V; luego continuar en forma opcional con el Nodo VIII y XI; para culminar con los Nodos X,
XI y XII. Este recorrido es recomendable hacerlo en una estrecha relación con apoyo Lexicográfico
que provee el Glosario que se agrega.
Eventualmente, si el Glosario no auxiliara, se sugiere ingresar a los temas puntuales que los
Nodos omitidos proveen. La forma recurrente en que se tratan los temas por corresponder a
enfoques sistémicos, no permite fracturar en unidades de conocimientos suficientes por sí mismos,
sino que a medida que se desee profundizar, hay que trasponer fronteras, las que siempre se
producen cuando la lectura produce un grado de motivación inquisitiva.

RAZONES PROPEDÉUTICAS
La metodología utilizada para la transmisión de los conocimientos en este libro, está basada en
la Concepción Sistémica Transdisciplinaria, donde nada está separado de nada. La necesidad de
cualquier intento de conocer, nos lleva a una dinamización de todos los conceptos que se usan.
Dichos conceptos sólo tienen independencia provisional, para dar opción a la incorporación
instrumental de un área de exploración o de una identificación puntual, que nunca puede estar
separada de todo el contexto del libro. Por ello, las opciones discontinuas de lectura por Nodos
aconsejadas, se hacen con temor que puedan resultar en algún tramo confusas o farragosas.
El lector tendrá que hacer el esfuerzo de abandonar los hábitos tradicionales de incorporación
pasiva, estructural, fragmentada, y familiarizarse con el seguimiento de procesos para la adquisición
del conocimiento. De este modo toda explicación se transforma en una autoexplicación, como
proceso personalizado y no relacional. Tenemos que abandonar el hábito de acumular las formas de
conocer mediante respuestas estereotipadas, a la que hemos estado sometidos en virtud de la presión
del reduccionismo mecanicista utilizado hasta ahora.

INTERPRETACIÓN SEMIÓTICA DE LOS NEOLOGISMOS DEL GLOSARIO


En virtud del enfoque transdisciplinario que aplicamos, los neologismos que se utilizan en este
texto llevan cargas de significantes, las que tienen por objeto la expresión de nuevos signos para la
comunicación. La incorporación de éstos, no constituyen nuevos ingresos no comparables con
viejos significantes, sino que estos reorganizan los significantes anteriores o los reemplazan sin
piedad alguna. Para ello es insoslayable una actividad semiótica precisa y puntual, que consiste en
decodificar y recodificar contextos. Ello produce el nacimiento de una suerte de entendimiento con
dinámica catártica. Es decir, que saltar de una estructura de significados a una explicación dinámica
de signos cargados con nuevos contenidos comunicacionales, provoca en el proceso de conocer una
actividad movilizadora interior, que termina por somatizarse como una nueva comprensión. Por
ejemplo, el neologismo estrés (stress) no tiene explicación extensiva si no se incorpora el fenómeno
de conocer, con una decodificación correspondiente al subterfugio descriptivo, lo que sólo se
consigue mediante la interpretación de los signos que evidencian la necesidad de usar ese fonema.
Vemos aquí la operación abierta de abandonar un paradigma para incorporar otro, es decir, saltar del
Paradigma Cartesiano-Newtoniano, a la nueva síntesis que ofrece la reorganización de la Ciencia
Moderna y de los modos de conocimiento, y de una nueva visión de la realidad que nos permite el
paradigma autopoiético omnicomprensivo que nos ocupa. De ahí la razón por la que nuestro libro se
titule “Macrometanoia”.

OMISIÓN DE GRÁFICOS Y OTRAS DESCRIPCIONES


Deliberadamente hemos optado por prescindir de gráficos o cualquier otra forma de
representación. Habitualmente éstas derivan de explicaciones esquemáticas con criterios
descriptivos, ya sean formulaciones matemáticas o geométricas. Preferimos que el lector movilice
su propia imaginación. En el caso que se considere necesario recurrir a gráficos, formulaciones u
otros tipos de descripciones, se sugiere que se los consulte mediante el rastreo de las bibliografías
especial y general, que agregamos, para dirigirse a aquellos los libros que las contengan. De este
modo, la limitación explicativa de nuestro texto, se verá enriquecida por el esfuerzo del lector que
recurrirá a una profundización pormenorizada que no puede dar este libro.
Tenemos la intención cuando las circunstancias lo permitan, de transformar este libro en un
Hipertexto asistido por hipermedios en CD-ROM, de tal modo que se enriquezca con el acceso a
todo tipo de proyecciones como videos, sonidos, imágenes virtuales, fuentes estadísticas, etc.;
haciendo uso de la Multimedia Interactiva para conectarse a redes de bancos de datos diversificados.
En definitiva se pretende que el libro se transforme en un Vademécum con forma de Software,
que permita el acceso guiado a la información global de todos los aportes de la ciencia que hasta
ahora haya realizado. Con ello deseamos presentar la síntesis alcanzada con la formulación del
Nuevo Paradigma Omnicomprensivo Autoorganizativo.
SUMARIO DE LOS NODOS DEL LIBRO

ARGUMENTACIONES
Detrás del concepto Macrometanoia se esconden una serie de hipótesis concatenadas, dirigidas a
explicar las causas por las cuales nuestra civilización en su aspecto más abarcativo, se encuentra
abismada en un punto de inflexión, que la está llevando a un proceso sin retomo de todos los
postulados con la cual se construyó.
La palabra Civilización refleja el artefacto más plural que ha alcanzado el hombre, es decir, una
producción global vertida por la humanidad para crearse creando. Por lo tanto, es un dominio de
despliegue cultural y tecnológico, que hoy definimos como “software” y “hardware”, dentro del cual
incluimos al concepto de cultura como cultivo y desarrollo de potencialidades creativas. Todo ello
ha culminado en la inmensidad de bienes producidos entretejidos, gracias a la ilimitada prodigalidad
de recursos que nos ha brindado el Planeta Tierra.
Partimos del hecho que el hombre es una pertenencia de la Biósfera, y no la Biósfera un
instrumento discrecional del hombre. Ell cambio de los términos de esta ecuación es lo que ha dado
lugar al desarrollo incontrolable de las “motivaciones legitimadas” para manipular sin límites, y con
éstas, el hombre decidió construir sus artefactos y desarrollar su “segunda naturaleza”. De este
modo y en forma incesante, ha ido distorsionando las dinámicas naturales de los ecosistemas de la
Biósfera, dentro de la cual tiene su propio ecosistema. Éste, como los otros ecosistemas, está sujeto
a una disponibilidad limitada que permite al planeta tierra llevar a cabo su proceso evolutivo.
Sabemos que entre todos los otros seres vivos del planeta, el hombre aparece como la creación
biológica más compleja, y con el más alto grado de libertad para manejar opciones. Así lo justifica
su sistema nervioso con una infinita red conexional, que instante a instante complejiza la usina
colosal y misteriosa que es el cerebro humano, quien acanzó la habilidad singular de producir
lenguajes para transmitir ideas, construir sistemas de creencias e ideologías, y utilizarlas como
instrumentos para la acción. Ellas no son más que la acumulación de códigos comunicacionales en
definitiva. Como consecuencia de ésto, se ha almacenado esta información no sólo para la
comunicación interpersonal, sino para la utilización de la misma en el tiempo y en el espacio, dando
lugar al epifenómeno singular de la “experiencia acumulada”, punto de partida de todas las otras
creaciones que han dado lugar a las teogonías, religiones, artes domésticas, y en definitiva, a la
construcción de lo que en el transcurso del tiempo conocemos como ciencias y filosofías. Con todo
ello podemos hipotetizar que el hombre fabricó el ambiente artificial, o mejor dicho, un segundo
ambiente en paralelo con el biológico o natural, con el cual empujó su propia evolución.
Sin el afán de simplificar este complejísimo fenómeno que se llama civilización, pero en función
de utilizar las nuevas geometrías que nos provee el conjunto integrado del avance científico,
ofrecemos una nueva visión que nos permite evaluar a dónde nos ha llevado el fenómeno de la
civilización, y cuáles son sus efectos con respecto a la sostenibilidad del ecosistema humano. El
desarrollo de las hipótesis subyacentes, nos ha llevado a presentar las conclusiones que ofrece este
libro. En él, nos proponemos explicar la urgencia de lanzarnos a una reflexión profunda y urgente,
casi inimaginable, a la que debe abocarse toda la humanidad, para cambiar el curso de sus acciones.
Sin opciones, nos vemos forzados a reinterpretar el proceso autoorganizativo de Gaia, como desde
antiguo fue designado en el Olimpo cosmológico de los griegos nuestro planeta tierra.
Estamos frente a la necesidad de comenzar una nueva andadura, asistidos por el bagaje de
experiencia de la civilización que fenece, pero el que nos ha lanzado a nuevos estados de conciencia,
y por tanto, a un mejor conocimiento con el que debemos continuar el proceso evolutivo, acuciante
de horizontes infinitos, guiados por una mente superior que no podemos precisar si es humana,
teológica o cósmica.

Nodo I
Las argumentaciones que anteceden van dirigidas a explicar las hipótesis contenidas en este
Nodo, cuyo desarrollo lo hemos hecho girar a través del concepto Macrometanoia. La elaboración
del mismo nos ha parecido lo más apropiado. Con este concepto nos hemos propuesto transmitir en
forma emocionalizada, las dinámicas internas que nos llevarán a la necesaria catarsis, prefigurando
el cambio, tanto a nivel individual como compartido o societal. Esperamos que estas dinámicas nos
hagan reflexionar, para llevar a cabo la transformación reorganizativa que la realidad nos está
exigiendo, desde una insoslayable toma de conciencia individual.

Nodo II
Se ocupa del viaje compartido que iniciamos para evaluar lo que ha sucedido en la civilización
en la que todavía estamos inmersos. Para ello necesitamos refrescar, no sólo la memoria colectiva,
sino la individual. Esa es la razón por la que comenzamos con la presentación de un rastreo de los
sistemas conceptuales como prototipos, construidos por el hombre para legitimar sus acciones. Cada
período histórico utilizó sus consiguientes narrativas, todo lo cual, lo conocemos como métodos
científicos y epistemológicos, con sus correspondientes paradigmas.

Nodo III
Se ocupa de reflexionar y evaluar circunstanciadamente las “crisis de crecimiento” que los
diferentes paradigmas o prototipos conceptuales enunciados en el Nodo II, han llevado a cabo en su
evolución. Nuevas propuestas epistemológicas han ido surgiendo en el discurrir del quehacer
científico, con sus consecuentes cambios de perspectivas y visualizaciones de la realidad.

Nodo IV
Nos presenta la culminación reorganizativa a través de un reciclaje multidireccional de todo el
quehacer científico precedente. Se consolida la Ciencia de Sistemas presentándose como una
Metaciencia que transdisciplina los diferentes y múltiples principios formulados por el quehacer
científico, con una nueva síntesis conceptual o instrumental sobre la cual se funcionaliza el Nuevo
Paradigma Científico Omnicomprensivo de la evolución.

Nodo V
Concretiza los principios sobre los cuales se basa el actual Paradigma Científico
Omnicomprensivo de la Autoorganización Evolutiva. Este Nodo es evidentemente crucial para la
interpretación de los desarrollos en curso y posteriores. Es la culminación del trabajo de científicos
sistémicos de campos muy diferentes, con cuyas aproximaciones se logró la elaboración de este
Nuevo Paradigma. Debemos dejar aquí constancia de los vigorosos aportes de los generalistas
sistémicos; en especial los realizados por Von L. Bertalanffy, K. Boulding, G. Bateson, I.
Prigogine, H. Maturana y E. Jantsch, sobre los cuales se amplía la referencia en la parte dedicada a
Agradecimientos que antecede.

Nodo VI
A partir de este Nodo se comienza a justificar en forma explicativa los efectos del Nuevo
Paradigma en las áreas decisivas de la nueva comprensión humana, con el cambio de perspectiva y
la adopción de una nueva geometría conductal. Para ello nos abocamos a replantear la
psicofisiología evolucionaria de la cognición, proveniente de los logros alcanzados por la
contribución brindada por la Biología de la Cognición con sus conceptos de autoorganización
evolutiva. Por razones didácticas nos inclinanos a hacer una exposición de nuestra herencia
cognitiva y consideraciones generales, sobre las teorías del conocimiento y filosofía del lenguaje,
esto es, la emergencia de un nuevo mapa cognitivo y el nacimiento de las nuevas ciencias cognitivas
para culminar con los últimos desarrollos sobre el tema, como es el enactivismo.

Nodo VII
Presentamos a la Semiótica como una ciencia transdisciplinaria. Consideramos el efecto de la
profunda transformación que han sufrido las disciplinas conocidas como teorías o ciencias del
conocimiento, ya expuestas al desarrollar el concepto de cognición y sus postulaciones dentro de
este campo, conocida como biología del conocimiento. Por ser la Semiótica una disciplina todavía
no muy generalizada, hemos aportado una información mínima para los menos introducidos.
Los planteos emergentes de las hipótesis con que se ha manejado el Nodo anterior sobre el
fenómeno de la cognición, nos ha llevado a la necesidad de contemplar en forma circunstanciada y
específica, la codificación y decodificación para la nueva interpretación que exigen los hoy muy
distintos campos comunicacionales, que emergen como efecto de la reorganización del conocimiento
que provoca el Nuevo Paradigma. El incremento de los bienes y servicios contenidos en la
Tecnósfera, y la complejidad que de ello se transmite a la Sociósfera en sus interacciones societales,
han producido nuevos signos. Todavía no nos damos cuenta que se han trastocado los códigos
comunicacionales con que nos veníamos manejando. Las proliferaciones producidas por la
explosión creativa en que estamos inmersos, nos han llevado a una nueva categoría de
consensuaciones basadas en nuevas geometrías conceptuales, con sus correspondientes respuestas
conductales. Es decir, nos vemos inmersos en un nuevo “campo semiótico”, o una nueva
problemática de decodificación de los contenidos comunicacionales, que se aleja de una concepción
silogística incrementadora, linealizada, extrapolada, y se sitúa en una actividad reinterpretadora,
multidimensional de contenidos, llevándonos a la necesidad de una reorganización y depuración de
los códigos comunicacionales que usamos. Ello nos obliga a decodificar los anteriores contenidos,
reorientando los viejop significantes, y construyendo así la configuración de la nueva visión de la
realidad y su dinámica operacional.
Este Nodo omite en forma deliberada las polémicas basadas en ortodoxias y controversias de las
diferentes escuelas con filiación lingüística y epistemologías tradicionales, que aún mantienen en el
campo de la comunicación y cognición, por razones que allí se explican. De este modo evitamos la
distracción o el aumento de la perplejidad a quienes no están familiarizados con ellas, ya que el
Paradigma que utilizamos, han quedado fuera de sus postulaciones.

Nodo VIII
El Nodo VIII está centrado en demostrar la ausencia de enfoque evolucionario en las Ciencias
Sociopolíticas. Del Nodo anterior, rescatamos los efectos que se han producido en las múltiples
interacciones de las distintas disciplinas científicas. A pesar del incremento de repertorios en todas
las actividades sociales y los niveles de complejidad que estos repertorios han producido, hacemos
notar la falta de conceptualización evolucionaria autoorganizativa de las ciencias organizacionales.
La concepción evolucionaria del Nuevo Paradigma ha desalojado el concepto de leyes eternas,
reemplazándolo por la dinámica del constante fluir de niveles de incertidumbre emergentes, con la
consiguiente operacionalidad o dimensión histórica con que hay que manejar las leyes a las que
estábamos acostumbrados. El Nuevo Paradigma nos evidencia que las sociedades son organismos
suprabiológicos con procesos que le son propios, y no el producto excluyente de dinámicas basadas
en principios de racionalidad sustentados por ideologías.

Nodo IX
Como consecuencia de los argumentos que sostienen las hipótesis subyacentes que se manejan
en el Nodo anterior, concentramos en este Nodo los argumentos que nos llevan a la evidencia de los
múltiples niveles de obsolescencia que existen en el contexto de las Ciencias Jurídicas, Políticas y
Económicas, subsistemas heurísticos y abarcativos de casi todas las interacciones de la sociedad, en
la que actúa y se desarrolla el ciudadano. Se argumentan allí los efectos de la concepción
mecanicista, el Reduccionismo y las estructuras dominadoras, como barreras a la visión
evolucionaria frente a la democracia funcional. Se suman a ello los efectos de las estructuras de
poder y las nuevas imágenes guía en la dinámica de la convivencia, para culminar con la
inadecuación de los líderes políticos y sociales, y las imágenes de futuro.

Nono X
Presenta conclusiones y reflexiones acerca de los recorridos desarrollados por el nuevo
paradigma científico. Se justifican aquí las razones que nos obligan a tomar conciencia de la
dinámica transformadora, en todos los niveles y direcciones, a la que está sometida la humanidad.
Se ponen en evidencia como amenazas, los efectos correlativos expandidos a lo largo y a lo ancho de
Gaia. Con el vocablo Macrometanoia, nos proponemos dejar codificada esta nueva emergencia con
la aparición de una nueva imagen sobre la realidad en la que estamos instalados. Este Nodo propone
entrelazar todas las argumentaciones utilizadas, clarificando así la consistencia interna del sistema de
hipótesis con que iniciamos el recorrido. Con ello, creemos que queda evidenciada la dinámica de
tránsito en que la sociedad toda está inmersa. Pasamos así de una cosmovisión a otra,
trasladándonos a una nueva geometría conductal para visualizar e internalizar una realidad diferente.

Nodo XI
La secuela proveniente de la transformación que nos informa el Nodo anterior, se recoge en éste,
y se propone dar las explicaciones que justifican las crisis desencadenadas por las causas citadas.
Consecuentemente, las razones dan lugar a la justificación de acciones que se aconsejan para
procesar los efectos que emanan del punto de inflexión en que ha entrado nuestra civilización. Se
visualizan los evidentes cambios que configura el estado de crisis de las instituciones. Estos
cambios se encargarán de dar una nueva fisonomía y operatividad a la dinámica de convivencia, a
través de las Ciencias Políticas, Jurídicas y Económicas, cuyo paso es el obligado para una nueva
síntesis que denominamos Ecodinámica Planetaria.

Nodo XII
Nos llega aquí la oportunidad de despejar las incógnitas que han motivado la elaboración de este
libro: ¿Por qué se ha escrito? ¿A quiénes va dirigido? ¿Quién es nuestro interlocutor válido? Como
su encabezamiento lo indica es el nuevo Ciudadano Planetario. Nueva emergencia en la Biósfera,
cuyo protagonismo dentro de Gaia, quien le cobija, le obliga a abandonar las estrategias tradicionales
para aprender y ejercitar las interacciones, que el nuevo estado de conciencia le exige, en su
constante proceso evolucionario regido por infinitas dinámicas autopoiéticas. A este proceso lo
visualizamos con el fenómeno de una nueva educación. Ésta le llevará a una dinámica basada en el
conocimiento responsable sustentado por valores nooéticos como patrimonio de intercambio y de
distribución del nuevo concepto de riqueza, una nueva economía no basada en el principio del ahorro
por el ahorro, y de apropiación de las diferencias, sino en el de la participación y distribución que se
circunscribe a los limites de sustentabilidad que para la especie humana y la preservación de la
Biósfera, nos está indicando el Planeta Tierra, a través de las leyes que rigen los principios de Gaia.
Por último, hemos tratado en todo el recorrido de ir acompañados de la trascendencia, que nos
informa sobre esa nueva realidad que incorporamos como Noósfera y su dinámica.
NODO I

POR QUE MACROMETANOIA.


HACIA UNA NUEVA SÍNTESIS

• EXPLICACIÓN SEMIÓTICA DEL CONCEPTO METANOIA


• ¿POR QUÉ MACROMETANOIA?
• AUTORRENOVACIÓN DE LA CIENCIA
• LOS NUEVOS PRINCIPIOS UNIVERSALES
• LOS CAMBIOS DE PARADIGMAS
• INTERCONECTIVIDAD DE LA NATURALEZA
• RESONANCIA, VIDA E INTERCONECTIVIDAD
• BIOLOGÍA, SOCIEDAD Y CIENCIA GAIA
• HACIA UNA NUEVA VISIÓN DE LA REALIDAD
• LA PERSISTENCIA DEL REDUCCIONISMO CIENTÍFICO Y FILOSÓFICO
• COSMOVISIÓN, RELIGIÓN Y SOCIEDAD
NODO I

POR QUE MACROMETANOIA. HACIA UNA NUEVA SÍNTESIS

Y es de tan alta excelencia a queste summo saber, que no hay


facultad ni ciencia que le puedan emprender; quien se supiere
vencer con un no saber sabiendo irá siempre trascendiendo!
San Juan de la Cruz

Como podría apreciarse mediante una lectura a vuelo de pájaro, el título de este libro nos está
anticipando el ingreso a un texto movilizador. No podemos precisar si se quedará en lo polémico o
producirá procesos reorganizativos con respecto a la perplejidad que estamos padeciendo al afrontar
las obligaciones que nos demanda nuestra convivencia actual. En forma a veces expresa o en la
mayoría de los casos implícita, cumplimos las obligaciones en nuestro diario vivir, sin proponemos
estrategias ni la consecución de objetivos, haciéndolo en forma inercial. No nos planteamos las
razones porqué estamos invadidos de innumerables repertorios que no funcionalizamos. Por falta de
perplejidad respondemos con lo obvio.
Seguimos pensando que las soluciones hay que darlas utilizando la experiencia del pasado, sin
ver que éstas emergen en un presente inquietante, abigarrado de acontecimientos que nos desbordan
y que nos han invadido ya, hasta los últimos resquicios de nuestra vida cotidiana.

EXPLICACIÓN SEMIÓTICA DEL CONCEPTO METANOIA


La palabra Metanoia es un vocablo griego que no tiene equivalente en español. Su etimología
nos lleva a una interpretación en forma simultánea con otros vocablos griegos como catarsis y
homonoia. Aunque no se contienen entre sí, tienen significantes dirigidos a procesos interiores
asociados interactivamente y recursivos desde adentro hacia afuera.
Catarsis significa limpieza, purificación, expiación, sacrificio expiatorio.
Homonoia, conformidad de sentimientos, concordia, unión de los corazones o consenso desde
los corazones, unanimidad.
Metanoia, cambio de opinión, arrepentimiento o remordimiento, alumbramiento, resurrección,
transformación.
Los tres vocablos nos hablan de procesos activos interiores, producidos por estímulos de alguna
suerte de entorno. Es decir, como si fuesen respuestas a situaciones que se incorporan para producir
realimentaciones en situaciones de compromisos existenciales, donde la propia identidad se ve
sometida a las crisis que desencadenan las acciones motivacionales. De los tres vocablos, el que
realiza la síntesis subsumiendo los contenidos de los otros dos, es el de Metanoia. Su contenido
etimológico de cambio de opinión, implica los procesos previos de purificación y expiación,
llevándonos a una nueva situación de claridad. Vale decir que se parte de alguna perplejidad o culpa
movilizadora de dichos estados, que lleva a una comprensión desde el corazón, haciéndolos
irreversibles, y de allí, contenidos de arrepentimiento o remordimiento como superación y asunción
de responsabilidades.
En lengua española, no hemos encontrado vocablo alguno con tal fuerza de comunicación,
donde juegue un papel decisivo el fenómeno cognitivo. Sólo para acercarnos, podríamos valernos de
los significantes comunicacionales que homonoia provee a términos muy recientes: Caos, Geometría
Fractal, Autopoiesis y Cibernética de Segundo Orden, los que han generado teorías nuevas, sólo
explicables desde los conceptos codificados en las nuevas Matemáticas, la Geometría Fractal, la
nueva Biología y los últimos desarrollos de la Física actual y las Nanociencias.
El prefijo Macro, tiene una finalidad calificadora de la dimensión transformadora que Metanoia
significa como proceso recursivo, implicando al sujeto y su ambiente, y al ambiente como
dialogador y consensuador de los procesos que desarrolla el sujeto, en este caso el ser humano,
frente a la nueva realidad que nos está presentando nuestro Planeta Tierra.

¿POR QUÉ MACROMETANOIA?


El tiempo es un río que me arrastra, pero yo soy el río, es un
tigre que me destruye, pero yo soy el tigre, es el fuego que me
consume, pero yo soy el fuego.
Jorge Luís Borges
El concepto de “Macrometanoia” nos ha parecido la cristalización de una metáfora feliz. Es la
metáfora que nos habla de una transformación en forma recursiva, cuya iniciación no podemos
precisar si es desde fuera hacia dentro o desde dentro hacia afuera. Lleva en sus entrañas una
especie de vértice o rizoma generador de turbulencias personales que nos resistimos a precisar de
dónde vienen. Por otra parte, no nos atrevemos a pronosticar hasta dónde podemos llegar en una
dinámica nunca experienciada, con tales niveles de urgencia y descontroles.
En nuestro cotidiano vivir pareciera no contarse con el sentido común, por ser éste el menos
común de los sentidos, que nos permita operar sobre la nueva realidad en la que transitamos y nos
negamos ver.
Este libro es un viaje de circunvalación que se inicia recurriendo al auxilio de una bitácora para
rastrear un pasado, sobre el cual hemos construido tanto con sueños como con desatinos, donde
héroes y villanos han vertido sus productos para fabricar el entramado sobre el cual seguimos
sosteniéndonos.
Es casi una ironía que no hayan sido “las Ciencias del Espíritu”, sino la Física y la Biología
Moderna, las que han dado por tierra con el Positivismo y Materialismo Científico en un pasado
recientísimo.
Ellas nos han permitido entrar en un nuevo espacio conceptual, con lo cual hemos accedido a
una descripción distinta, de la realidad a la que continuamos aferrados bajo la obcecación que no
existe más que una sola visión.
El mundo hegeliano y determinístico, que a pesar de todo no pudo superar Einstein, fue
totalmente conmovido por Werner Heisenberg con su Principio de Indeterminación, David Bohm
con su Teoría de los Órdenes Implicados, Ilya Prigogine y Aharon Katchalsky con los Principios de
Irreversibilidad. A ello se agregan también Humberto Maturana y Francisco Varela con la Teoría de
la Autopoiesis, además la inmensa cantidad de aportes que día a día realizan las micro y
macrociencias.
En virtud de ello, ha surgido una distinta visión de las cosas, para construir nuestra realidad.
Heisenberg con enorme aplomo nos dice: “No tenemos una ciencia de la naturaleza, lo que tenemos
es una ciencia sobre la descripción de la naturaleza”.
La Ciencia actual, las Nanociencias y las Teorías del Conocimiento han desalojado a la Filosofía
y Ciencias de la Conducta tradicionales. Se manejan con el citado Principio de Indeterminación, con
la Teoría del Caos, de la Autopoiesis, entre otras, para describir los fenómenos que estudian, usando
para ello una imaginación descriptiva y no los principios determinísticos.
Hoy el científico, el artista y el místico, están mucho más cerca que nunca, casi se diría que
pueden trabajar juntos. Se encuentran en el umbral mismo de una nueva civilización que reclama
otra suerte de imaginería y de geometría, que va más alla de las que hemos estado utilizando hasta
ahora. Así como sucedió en el Renacimiento, estamos construyendo una nueva perspectiva, un
nuevo diseño de la realidad, y por lo tanto una nueva geometría conductal.
Ya no podemos percibir más el mundo como lo hacía Sartre en Paris o Heidegger en Alemania,
construyendo filosofías autosuficientes acerca de la nada o del ser, porque no hay persona alguna ni
representación alguna, que no tenga un entorno de conexiones que influyan en su más intrínseca
naturaleza, de la cual surge la dimensión de lo humano. Incluso, no hay lenguajes que no se
conecten entre sí, produciéndose en el fondo, un dominio cognitivo que genera una geometría global
de las conductas, las que terminan por manifestarse como una infinita red en una nueva cultura
planetaria.
Vivimos en un mundo de emergentes, donde micro y macro Cosmos trabajan al unísono, lo que
nos obliga a nuevas descripciones, y a vivenciar nuevas dinámicas. Una de las razones del porqué
hoy el ser humano es mucho más creativo que en ninguna otra época de la historia, radica en el
hecho de estar compartiendo por interacción en forma simultánea múltiples y variadísimos dominios
cognitivos. Cada cultura vuelca sus aportes al mundo, con lo cual percibimos hoy, que no hay una
sola sino muchas elites civilizacionales. El jazz es tan universal hoy como el uso de los antibióticos,
o la electrónica. No hay dominio, sea cual fuere su naturaleza, que no esté movilizado por estímulos
del constante quehacer creativo. Ello no implica que algunas creaciones se apliquen con criterios
negativos, lo que puede deberse a causa del manejo de diferentes geometrías conductales. Como
consecuencia de las enfrentadas tablas de valores, podemos percibir y presenciar la contraposición
del concepto del dominio del más fuerte frente a la existencia del altruismo y la capacidad simbiótica
en las dinámicas interpersonales. (Ver Nodo VIII Darwinismo, Ideología y Altruismo). El altruismo
ha constituido biológicamente la sustancia básica con que se ha fabricado el entramado social, como
ámbito donde se ha producido la evolución humana.
Para el criterio de la “teoría del más fuerte” usamos una topología que lleva a la perspectiva
lineal con ecuaciones newtonianas.
Por el contrario, con el altruismo y su consecuente funcionalización simbiótica holística, se hace
presente un espacio multidimensional que utiliza otra imaginación matemática, que se adecúa más a
las narrativas basadas en las nuevas dinámicas que se visualizan con Geometría Fractal, Caología, o
el fenómeno de la Autopoiesis y todos los otros aportes emergentes de la transdisciplinización del
conocimiento.
Así vemos cómo se produce instintivamente e inintencionalmente una nueva interiorización
descriptiva para operar en la realidad. Los historiadores de la cultura han observado que tanto los
científicos como los artistas, en el devenir del tiempo, han utilizado diferentes geometrías para la
representación de la realidad, las cuales han tenido como respuesta cambios de cosmovisión.
El mundo arcaico utilizaba una mentalidad aritmética basada en el principio del altruismo en el
grupo para la distribución de los frutos con una dinámica tribal de subsistencia. Su representación
mitopoiética es el de la Gran Madre, y el culto de los muertos, como memoria simbólica se cristaliza
con tumbas que representan el Gran Vientre donde todos los huesos deben volver. No hay espacios
ni alfabetos fijos, ni individualismo con ego. Todo se expresa en una geometría de simultaneidades.
En la medida en aumentan las acumulaciones en función de sometimiento, aparecen las
aritméticas y la estratificación linealizada de las jerarquías. Allí se unifican las reservas y se
monopoliza el poder. Comienza una geometría del centro a la periferia, se cristaliza el
egocentrismo, y aparece el mundo del arriba y del abajo, del superior y del inferior.
Irrumpe el simbolismo del Sol como fuente de poder y como jerarquía de dominación
masculina, generándose así la mentalidad egocéntrica y de las jerarquías inflexibles. Esta
articulación entre lo masculino y la jerarquía, ha de reflejarse en la aritmética de la plusvalía y la
geometría euclidiana de los espacios, sobre los cuales se han de ejercer los diferentes repertorios de
dominaciones. Surge la mentalidad linealizada por secuencias y el discurso se mueve con los
criterios de valores del que contiene y el que es contenido.
El mundo clásico termina por darle funcionalidad y estatus a estas representaciones, con
Pitágoras y Platón, cuyo proceso no se interrumpe hasta la aparición de una nueva dinámica mental
con Galileo y Newton, quienes basándose en los principios de autoridad absolutizada por la Iglesia,
articulan una nueva narrativa, legitimada por las matemáticas, hasta alcanzar una construcción en la
que se ve obligada la mente humana a manejar la realidad con criterios de leyes absolutas, donde el
Universo es una perfecta relojería de mecánica celestial. La descripción acerca del movimiento
elaborada por Galileo y Newton, da pie al capitalismo industrial emergente, para que construya sus
conceptos acerca del dinero y de la propiedad individualizada. Sería conveniente reflexionar sobre
lo que ésto ha significado para reforzar del egocentrismo. Créase así la misma imaginación
matemática para la ciencia que para la cultura, la filosofía, las relaciones humanas y la descripción
de las instituciones, como relojerías mecánicas para el manejo del poder.
Actualmente nos encontramos frente a un nuevo acontecimiento histórico producido por la
sintetización de una nueva geometría y una nueva matemática, en virtud de las cuales está
emergiendo una mentalidad, que todavía es inconcebible para los que gobiernan las Naciones-
Estados y las Universidades actuales.
Los gobernantes o expertos, como líderes, ofrecen soluciones que provienen de la proyección de
las narrativas geométricas y matemáticas del pasado, que aplican a un mundo fenecido.
Históricamente, este mundo no responde a la realidad actual, transformándose en un espectro, como
podemos observar frente al desenvolvimiento acelerado de la cultura planetaria.
Padecemos trágicamente la ausencia de la imaginación de quienes están en los altos nodos
decisorios, esto no les permite ofrecer estrategias para conducir y armonizar el presente aluvión de
emergencias. Continúan atrapados intentando soluciones linealizadas, sin poder acceder a la nueva
narrativa geométrica que exige el manejo de la actual realidad.
Nos encontramos frente a una bifurcación “catastrófica” que ha producido una separación
irreversible entre la civilización tradicional y la planetarización emergente. Ya no existen más
contaminaciones, violencias, desempleos, analfabetismo laboral, polarizaciones crudelísimas,
obsolescencias burocráticas, instituciones redundantes, dinámicas caóticas, plagas o enfermedades,
que no se compartan a lo largo y a lo ancho del planeta. A estos fenómenos todavía se los considera
de acuerdo a la Teoría de la Información, como enormes ruidos en los múltiples canales de
comunicación que se producen entre dichos fenómenos. Pero estos ruidos, mirados desde una nueva
perspectiva y geometría conductal, se transforman en fuentes de información que nos están
anticipando e indicando la emergencia de un nuevo orden, una nueva civilización para la
convivencia de lo que es inestable y aperiódico hoy. No son nada más que las formas que están
tomando las nuevas conductas frente a fenómenos desconocidos e incontrolables, por causa de la
aplicación de soluciones con mentalidad lineal algebraica. Estamos viviendo una transición abismal
que no puede ser manejada por instituciones incapaces de dar respuestas.
Como sabemos muy bien, toda perplejidad genera alternativamente varios procesos de
acomodación psicológica con los cuales fabricamos los ingredientes con que se amasa nuestra
identidad personal y la representación del mundo en la que estamos instalados. Somos producto de
nuestra cosmovisión, y no hay identidad personal sin un sustento cosmovisivo que nos permita crear
el ámbito donde y desde donde, desenvolver nuestro proyecto vital.
La perplejidad es el primer síntoma que nos pone en evidencia que algo está dejando de
funcionar adecuadamente frente a nuestras expectativas. Nos lanzamos a ejercitar estrategias con
mayor o menor premura de acuerdo a la percepción relacional que tenemos de nuestro entorno. Si la
Cosmovisión que tenemos es el producto de una percepción egocéntrica de la realidad, nuestras
estrategias se transformarán en acciones para defendernos, y montaremos la lucha de “sálvese quien
pueda”. Es claro entonces que todo dependerá del paradigma que manejemos. Si por el contrario,
nuestra cosmovisión está encastrada en los fundamentos básicos que todos necesitan a todos,
construiremos una estrategia de reflexión y acciones coparticipativas, se refuncionalizando el
sentimiento natural del altruismo. Por las razones vistas, hemos construido hipótesis de trabajo que
giran en descubrir las razones profundas o superficiales de la perplejidad planetaria en la que
vivimos. Esa es la causa de haber organizado el viaje que nos proponemos realizar con aquellos que
se sientan involucrados, vivenciando perplejidades, dudas y temores antes de caer en fatalismos
apocalípticos.

AUTORRENOVACIÓN DE LA CIENCIA
La ciencia no puede resolver el último misterio de la naturaleza.
Esto es porque en último análisis nosotros mismos somos parte
del misterio que estamos tratando de resolver.
M. Plank
La década de 1980 ha dado en llamarse “el punto de no retorno de un proceso total de
transformación en todas las áreas del conocimiento humano”. Esta abarca: las Ciencias de la
Conducta, la Cosmología, la Física de las Partículas, la Química, la Biología, extendiéndose a las
Ciencias Políticas, Sociales, Económicas, Jurídicas, Antropológicas y Filosóficas.
Pero se cuenta además con el apoyo de todas las disciplinas derivadas de la Cibernética, y de la
Cibernética del Segundo Orden, que hoy constituye la Informática, y los resultados provenientes de
la interacción hombre-máquina e Inteligencia Artificial. Una nueva Epistemología y Semiótica de la
acción que están en marcha, cambiando significados y significantes en todas las direcciones del
conocimiento humano. Esto implica algo más que una revolución: se trata del traslado a una nueva
dimensión, el “Tiempo”, y de la relativización que éste produce. La ciencia de Newton, Kepler,
Dalton, Laplace, Walras, fue atemporal. Su principio paradigmático no tenía historia porque no la
necesitaba. La historia y evolución del Universo eran irrelevantes, dado que ha sido una ciencia
basada en leyes eternas de la naturaleza. Como consecuencia, aparecen toda una suerte de
problemas epistemológicos insolubles. Sin embargo, la Teoría Científica, ya sea sobre la Física
Cosmológica, la Sociopolítica o la Cultura, han permanecido obstinadamente atemporales, eternas.
Aún hoy en día para la mayoría de la gente, “Ciencia” se identifica solamente con lo que es
relativo al método experimental repetible, donde la historia o el devenir no tienen lugar ya que la
Física Clásica no hacía distinción entre futuro o pasado. La pregunta ¿qué es tiempo?, no se tuvo en
cuenta en las ciencias básicas, y sólo fue reservada para las relacionadas con experiencias
“subjetivas”. En las décadas más recientes, sin embargo, se ha venido produciendo un profundo
cambio, se ha perdido confianza en las leyes eternas, y junto con esto nuestra confianza intelectual.
El descubrimiento de la evolución del Universo, la inestabilidad de las micropartículas en los niveles
atómicos o moleculares, por ejemplo, han sacudido la seguridad intelectual de nuestros
razonamientos. Lo que era inconcebible hace cincuenta años en el edificio científico, ha sucedido.
Las leyes básicas con las cuales explicamos y gobernamos el mundo en que estamos viviendo ya no
pueden tomarse como tales.

LOS NUEVOS PRINCIPIOS UNIVERSALES


La vieja idea que el Hombre como un Microcosmos refleja al
mundo como Macrocosmos retiene aún todas sus fuerzas: quien
conoce al Hombre conoce al Universo.
René Thom
La visión dinámica de la Naturaleza como proceso o unidad inteligible del Universo, del cual
formamos parte y es causa de nuestra existencia, conlleva una tremenda implicación en la
apreciación de la conducta humana y su capacidad creativa.
La mayoría de las grandes civilizaciones, tanto del pasado como del presente, consideran la
unidad de la Naturaleza simplemente como un hecho inmediato de la experiencia cotidiana que no
necesita explicación o argumentación alguna. La Historia de la Ciencia Occidental sin embargo, ha
puesto toda su preocupación en fragmentar esta visión, mediante la división y reducción a unidades
cada vez más chicas.
Como consecuencia se ha producido un cambio fundamental desde el momento en que la mente
considera separado el proceso de observar y ser observado. Sin embargo, la Naturaleza se representa
en la mente humana como conocimiento, cuando el sujeto es simultáneamente observador y
observado. Desde este punto de vista el ser humano, él es un protagonista actuando directamente en
el misterioso desenvolvimiento del todo. De otro modo, y como todavía pensamos, la naturaleza
continúa su marcha inexorable en su evolución transformándonos en victimas o privilegiados del
azar de las leyes eternas. Gracias a los hallazgos que cada día se están produciendo simultáneamente
en las disciplinas más dispares, nos estamos familiarizando con el hecho de la interconectividad de
todos los fenómenos como un hecho primario, y que la separación, es sólo una abstracción
proveniente de la tradición analítica.
Filósofos de la talla de M. Kant e Isaac Newton abstrajeron las nociones de causa y efecto
como experiencias separadas, y no como un proceso simultáneo y continuo, que experienciamos
concretamente y comunicamos como abstracción, mediante la conciencia emergente de nuestra
capacidad de trascender. Esta conceptualización Kantiana-Newtoniana es tomada más tarde por el
Darwinismo y aún hoy por el neo-Darwinismo -del cual nos ocupamos por separado en otro lugar al
replantear el proceso de cognición y aprendizaje-.
Los recientísimos hallazgos de la Biología nos informan que los organismos conocen y
aprenden, ya que comienzan su vida con algo más que sus genes. Éstos, reciben la influencia
materna como asimismo la influencia de ambientes de anteriores generaciones, y son elementos
constitutivos del mismo en el proceso de su desarrollo. En los organismos socials, podemos agregar
como inherente a los mismos la herencia social, cultural y científico-tecnológica. Una sorprendente
afirmación, declara que el ambiente creado por la construcción sociocultural da lugar a la formación
de parámetros que operan casi como invariantes en el proceso de desarrollo e identidad. Ésta explica
el porqué de una de las razones de la persistencia de las barreras de clase, las cuales suelen ser más
resistentes y tenaces que la propia herencia a través de los genes.
Recientes avances en Genética Molecular han revelado que los genes lejos de ser estáticos, sin
registrar cambio alguno, son por el contrario, flexibles y dinámicos, conocen y engendran. De tal
modo, que muchos biólogos moleculares han acuñado el concepto del “genoma fluido” para
describir una multitud de procesos de mutación y reordenamiento, amplificación o contracción del
ADN, y de las secuencias con que los genes se mueven, congelan o se convierten de un gene a otro.
Estos procesos ocurren durante el desarrollo, tanto en las células germinales como en las somáticas
(Mac-Wan Ho). Hay cambios particulares o específicos pueden producirse repetidamente en ciertos
ambientes y heredarse en sólo una generación. La “información” somática en forma de proceso en
el RNA, puede revertirse en ADN y transformarse en parte del material genético (Mae-Wan Ho y P.
T. Saunders). De tal modo, resulta que no hay absoluta distinción o separación entre lo germinal y
lo somático en lo que al organismo concierne. Es por eso que el conocimiento que ahora se tiene de
los genes en su proceso de desarrollo, es muy diferente del que se tenía referido a que, la
información podía pasar del ADN a la célula pero no viceversa. En vez de una transferencia lineal
en un solo dsentido de la información genética, existe toda una red de realimentación
interrelacionada (o “feedback”) entre organismo y ambiente. Se advierte por lo tanto de inmediato,
que no tiene sentido el localizar las causas del desarrollo solamente en los genes, ya que éstas son
difusas y se distribuyen a través del sistema entero, apareciendo como una intrincada interrelación
organismo-ambiente. En forma similar, la herencia no reside solamente en el ADN, ésta no es
inherente a ninguna sustancia material particular que pasa de una generación a otra, sino que, es más
una propiedad que surge den-tro y entre generaciones (Mac-Wan Ho). Resulta así claro que el
organismo es un todo integrado: genotipo con fenotipo, soma con genes. Dicho todo esto, el
organiusmo es en sí mismo una continuidad de las pasadas y futuras generaciones, mediante o a
través de nexos fisiológicos, ecológicos y socioculturales de estas interrelaciones. Dentro del plazo
de vida de cada generación, el organismo no sólo se construye a sí mismo y a su ambiente, sino que
a su vez, también estructura la generación futura al fijar parámetros para su desarrollo (J. E.
Lovelock). Organismo y ambiente se acoplan en una continua transformación mutua en virtud de la
interconectividad tiempo y espacio, entretejiendo juntas unidades más complejas, desde la familia
hacia la comunidad y sus múltiples grupos, abarcando a la sociedad total y aún más allá.
Si perseguirnos y percibimos estas interrelaciones no se tarda en experimenciar que la tierra
entera es un todo interconectado, un superorganismo como lo apunta James Lovelock. Yendo más
profundamente, al considerar que toda la materia, en algún sentido y bajo diferentes niveles de
complejidad es algo vivo, no inerte. Esto puede apreciarse en la reformulación de la Teoría Cuántica
llevada a cabo por David Bohm, quien comienza por considerar al Universo como una totalidad de
infinitos órdenes implicados, en el que cada partícula está rodeada (cargada) por un potencial
cuántico o campo, producido por las influencias que vienen y van de toda la materia del Universo.
De allí se concluye que cada electrón adquiere su propia identidad en virtud de su posición distintiva
“en su historia de vida”. Remarca Bohm que él no ve mucha diferencia entre materia viva e inerte.

LOS CAMBIOS DE PARADIGMAS


Uno de los acontecimientos menos ponderados, pero que ha producido el electo más profundo
en el inconsciente colectivo del hombre actual -sea cual fuere el grado de complejidad y capacidad
que éste haya alcanzado para describir la realidad-, ha sido el contemplar a nuestro Planeta Tierra en
imágenes obtenidas desde el espacio abierto: “Un pequeño paso para el Hombre; un gran Paso para
la Humanidad”, fue la expresión del primer astronauta que alunizó.
El efecto subliminal de tal acontecimiento, ha tenido como correlato, el cambio de percepción
del concepto de frontera. Aunque perduren los sentimientos tribales de Nación, el hombre de hoy,
vive una nueva dimensión de la convivencia. Al sentirse inmerso en un sentimiento de
interconexiones multidireccionales, el propio miedo se identifica con el miedo de todos los
congéneres, frente a una amenaza de catástrofe.
Estos acontecimientos aún no valorizados en superficie, han producido un cambio de percepción
sobre la realidad newtoniana a la que hemos estado acostumbrados, aunque no haya aparecido
todavía el repertorio de los comportamientos para instalarse en esta nueva realidad.
Por miles de años se mantuvo la creencia que el sol giraba alrededor de la tierra. Tal creencia
quedó tan firmemente arraigada, al punto de ser tenida como verdad indiscutible. En el siglo XVI
Copérnico introduce una idea diferente. Pero este cambio no se produce como consecuencia del
descubrimiento de nuevos datos, sino simplemente por interpretación de los mismos datos de manera
distinta. El movimiento de los planetas no cambió: lo que cambió fue la perspectiva conceptual a
través de la cual se interpretaron los conocimientos.
En el desarrollo del pensamiento humano, cuando ocasionalmente un fenómeno no se ajusta con
el orden establecido, termina por no poder ser ignorado. A este fenómeno se le llama “cambio
paradigmático”. Una vez aceptado, el nuevo paradigma rara vez es cuestionado, transformándose
generalmente en una nueva cosmovisión.
Si Copérnico cambió la visión del Universo, produciendo las “ideas-imágenes” o “imágenes-
guías” que han perdurado por más de 300 años, la Física y la Biología de nuestros días están
cambiando la visión que el hombre tiene de sí mismo.
Sin embargo, en los últimos cuatrocientos años el modo predominante del pensamiento
occidental ha estado basado en un dualismo filosófico, que se conoce como Paradigma Cartesiano-
Newtoniano-Hegeliano-Marxista, de un universo materialista y mecánico en el cual la conciencia no
ha sido más que un volátil epifenómeno. Bertrand Russell la denominó “una conglomeración
fortuita de átomos”. Esta visión del mundo ha terminado por colapsar, bajo el impacto de los muy
recientes y múltiples aportes y conceptualizaciones científicas combinadas. Con la Física post-
Einsteniana, el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, la Cosmología Extra-galáctica, la
Psicología Transpersonal, la Cibernética de Segundo Orden, la Teoría de Autopoiesis, la Geometría
Fractal, entre otros decisivos aportes, han desalojado al viejo modelo y en su lugar se vislumbra el
contorno de un nuevo Paradigma Holístico recursivo, que ha comenzado a emerger como
consecuencia del nuevo concepto de evolución.
Los descubrimientos de las nuevas Ciencias sobre la Complejidad, han desencadenado una serie
de procesos en todas las direcciones del conocimiento, cuyos impactos han terminado por producir
un vertiginoso recambio de las hipótesis de trabajo. Ello ha ocasionado la obsolescencia en la
taxonomía de saberes de los conocimientos que hasta ahora se manejan.

INTERCONECTIVIDAD DE LA NATURALEZA
A partir de 1950 con la aparición de la Cibernética, la creación del computador y la formulación
de la Teoría de Sistemas se desencadena un proceso exponencial de desajustes y recomposiciones en
los esquemas de trabajo y representaciones mentales. Sus efectos van a cristalizarse en la
producción de la década del ‘60. Un vigoroso proceso de aceleración irrumpe en las décadas del ‘70
y ‘80, con los descubrimientos que han terminado por convertirse en un nuevo recambio
paradigmático. Los conceptos de disciplina, multidisciplina e interdisciplina, se sustituyen por el de
transdisciplinización de los saberes. Ello se debe a la interconectividad realimentadora en que se
encuentran todas las cosas en la naturaleza. Aquí las nuevas Matemáticas, la Cibernética y la
Ciencia de Sistemas, se convierten en los instrumentos funcionalizadores que permiten reinterpretar
la realidad, proveyendo un nuevo “almacén de imágenes” para su representación con implicaciones
semióticas en el proceso cognitivo hasta ahora desconocido.

RESONANCIA, VIDA E INTERCONECTIVIDAD


Diferentes lugares en la Tierra tienen diferentes vibraciones,
diferentes emanaciones químicas, diferentes polaridades con
estrellas diferentes. Llama a esto como quieras pero el espíritu
de los lugares es una gran realidad.
D. H. Lawrence
En los últimos veinte años, un grupo de científicos compuesto por biólogos, físicos, químicos y
matemáticos (H. Frohlich, R. Sheldrake y F. Popp) vienen trabajando acerca del secreto del
fenómeno de la vida, partiendo de la hipótesis que ésta radica o es producto del fenómeno de
resonancia, la cual produce la transferencia de energía entre sistemas vibrando con frecuencia
similar. Es decir, son convergentes.
Dicha resonancia ocurre de este modo entre las moléculas. Cuando son éstas excitadas y vibran
a igual frecuencia, transfieren esa energía vibracional a las otras que mantienen las mismas
valencias. La resonancia molecular atrae una a otra, y actúan en concierto como si fuesen un todo
colectivo -como la gente en una manifestación religiosa, concierto musical o protesta política-. Se
sabe hoy que todo organismo está formado predominantemente por moléculas eléctricas dipolares.
Tales moléculas se caracterizan por mantener separadas las cargas positivas y negativas, y están
organizadas de una manera especial para favorecer, tanto la acumulación de energía metabólica en
forma de vibraciones electromecánicas, como la transferencia de esta energía mediante el fenómeno
de resonancia, todo forma instantánea y sin pérdida específica alguna. Efectivamente, los
organismos vivos se comportan como los superconductores de alta temperatura. La transferencia de
energía por resonancia, a su vez, se encarga de organizar la materia viva, al generarse y mantenerse
coherentemente en todos los niveles (Mac-Wan Ho). Esta puede ser la razón de porqué los
organismos son sensibles a las señales electromagnéticas subliminales provenientes del ambiente.
Actualmente se cuenta con la evidencia de la transmisión de este tipo de señales para
comunicación rápida a larga distancia (F. A. Popp). En el Reino Unido recientemente se generaron
una serie de protestas que alcanzaron estado público arguyéndose sobre los posibles efectos
peligrosos provenientes de las radiaciones magnéticas producidas por las líneas de alta tensión y de
otras fuentes de energía. Dichas protestas llegaron a tal punto que han obligado al Comité Central de
Energía Eléctrica de la Gran Bretaña a proceder a una serie de investigaciones al respecto, después
de muchas resistencias. Todas las evidencias sugirieron que los organismos son mucho más
sensitivos y están íntimamente conectados unos a otros y al ambiente como previamente se suponía.
Últimamente se puede afirmar que no cabe duda alguna respecto del parentesco existente entre
lo vivo y lo no vivo -llamado inerte-, con respecto al proceso de la evolución de la materia que se
produce en ambos dominios. Es así que los progresos científicos han dejado sin sentido operativo el
concepto “inerte”. Parece ser que la resonancia es el alma del Planeta.

BIOLOGÍA, SOCIEDAD Y CIENCIA GAIA


El año 1974 marca un nuevo hito, la formulación de una serie de hipótesis relacionadas con la
naturaleza de la Biósfera. Apoyada por el arsenal metodológico de la Ciencia de Sistemas, se
produce el nacimiento de la “Ciencia Gaia”, una nueva “Summa” que explica que la Tierra es un
organismo vivo, donde los niveles de complejidad en la evolución y coevolución de la materia, han
dado lugar a la formación de subsistemas interconectados. En ella, la humanidad es un subsistema
más, encartado en el proceso evolucionario multidimensional.
Esta nueva formulación producida en los últimos 15 años, ha generado este último paradigma
que es auto-comprensivo y auto-suficiente, y cuyo recambio obliga a un reciclaje multidireccional en
todas las líneas de conocimiento y disciplinas, que rigen el proceso de la convivencia y la
interconectividad del ecosistema que constituye nuestro Planeta. Las Ciencias de la Complejidad,
como metodología integradora y comprensiva, proveen los instrumentos conceptuales adecuados
para acometer la transformación mental de los líderes y del sistema educacional, en todos los
niveles.

HACIA UNA NUEVA VISIÓN DE LA REALIDAD


La Ciencia ha sido la actividad más creativa que ha producido la humanidad en los últimos
tiempos. Esta excitante situación, que únicamente tiene paralelo con el crecimiento del globalismo
en todas las esferas de la actividad humana, ha desencadenado una vasta actividad en todo el
espectro intelectual a través del mundo.
El concepto de conocimiento que desencadena la nueva modelización evolucionada del Cosmos,
se traduce en el siguiente postulado: “El conocimiento se mide no por lo que se presume que se sabe,
sino por el reconocimiento que se hace de lo que se ignora”. Toda nueva imagen del mundo es un
producto proveniente de la medición de los niveles de ignorancia de realidades previas en la
dinámica cognitiva.
Este fenómeno de autoreflexión en la dinámica cognitiva tiene como atributo la habilidad de
explicar la realidad en modelos autosuficientes. Cada uno de los nuevos estados devenidos del
proceso evolucionario, han producido cambios en la autoreflexión, los que han podido ser provistos
por los estadios o cosmovisiones previas.
Es así como el hombre se ha visto inmerso, como actor y espectador en los diferentes escenarios
que le ha presentado el proceso de la cognición, como creación de nuevos significantes que obligan a
una transformación semiótica y profunda, con la consecuente reorganización de los sistemas de
valores.
El desarrollo de la Biología, la Física Subatómica, la Ciencias del Espacio Extraterrestre y las
disciplinas interconexas, nos han provisto de una nueva definición de la materia, su proceso
evolucionario y el concepto del fenómeno de la vida. Los descubrimientos sobre la transformación
de la materia nos han colocado en un nuevo escenario de reinterpretación y lectura de la realidad.
Este profundo cambio ha hecho comprender al ser humano que es parte integral del Cosmos,
producto de su evolución, y que no está más alejado y desconectado de esta realidad, de lo que está
una célula del cuerpo humano con respecto a su organismo total.
Deseamos dejar constancia aquí, por lo significante para los argumentos que hemos
desarrollado, las reflexiones provenientes de los acontecimientos que consignamos a continuación: el
diálogo interreligioso mantenido en la ciudad italiana de Assisi en 1986; la reunión en la ciudad de
Oxford, Inglaterra en 1988; la Conferencia Internacional sobre el Diálogo entre Ciencia, Filosofía y
Religión; el Seminario titulado Mente y Naturaleza de Hannover en 1988; el encuentro en la ciudad
de Nueva Delhi bajo el nombre de “Harmonic Convergence of Science, Culture and Consciousness”
(Convergencia Armónica entre Ciencia, Cultura y Conciencia.) en septiembre; y por último el
Encuentro Planetario de Brasil en 1992, relacionado con la defensa del Medio Ambiente. Todos
ellos han sostenido que para cumplir con el cometido del desarrollo de la sociedad humana, es
necesario agregar una nueva dimensión que permita darle al concepto de humanidad, contenidos más
satisfactorios desde diferentes puntos de vista, especialmente con respecto a la preponderancia de las
explicaciones religiosas, teológicas y espirituales, las cuales mantienen aún un áurea un tanto irreal a
los términos de “conciencia”, y “trascendencia de la conciencia” como explicación teleológica del
Universo.
La totalidad de los conceptos de las citadas conferencias estuvieron, no sólo dirigidos a
estimular los procesos mentales, sino que fueron más profundamente dirigidos a aspectos éticos,
estéticos, y psicológicos, respecto a la creación de valores. En una de las intervenciones durante el
cierre de la conferencia de Nueva Delhi se expresó que: “…en un último análisis, en esta dura
prueba en la que se halla sometida la conciencia humana individual, es necesario buscar la
convergencia recursiva como primera prioridad. Mediante ella el capullo de la conciencia mundana
debe sufrir la metamorfosis para que emerja una radiante mariposa, capaz de entrar en una nueva
dimensión. Es sólo suficiente un número de individuos que sean capaces de adquirir tal
transmutación, para que el destino del Planeta Tierra y de la Humanidad queden asegurados.”
Si la ciencia reduccionista todavía encastrada en la visión Cartesiana-Newtoniana, ha pagado un
alto precio en destrucción ecológica y producido la más aterradora amenaza de desastre nuclear, no
podemos permanecer ciegos. Los verdaderos progresos de la Nueva Ciencia, cuyo proceso
irreversible se percibe, deben vehiculizarse a través de la educación y orientarse a transformar estas
amenazas permitiendo un modo de vida que armonice toda la existencia del planeta. En el sentido
más amplio, deben cubrirse todos los aspectos, sean ellos éticos, estéticos, artísticos, religiosos,
filosóficos, recreativos, etc., incluyendo en especial, la genuina condición humana transformadora
mediante su capacidad creativa.
El impacto producido por la Ciencia del Espacio y la redefinición del concepto de materia y su
evolución en todos los niveles de la realidad, apoyados por los productos tecnológicos alcanzados,
ha dado como consecuencia un nuevo salto sobre el horizonte de nuestra ignorancia, y como
correlato, la necesidad de remodelar el sistema de aprendizaje y la transmisión de los conocimientos
en un nuevo Paradigma. Se le ha llamado Paradigma Evolucionario Autoorganizativo y
Autocomprensivo. La explicación de este nuevo Paradigma es el desafío que afrontamos en todo el
recorrido de este libro.

LA PERSISTENCIA DEL REDUCCIONISMO CIENTÍFICO Y FILOSÓFICO


Algunos Físicos preferirían volver a la idea de un mundo real
objetivo donde las más pequeñas partes existirían objetivamente
en el mismo sentido como las piedras o los árboles existen inde-
pendiente de si nosotros los observamos o no. Esto sin embargo
es imposible.
Werner Heisenberg
La historia de la investigación científica en el siglo XX pone en evidencia, que en su mayor
medida, ésta toma para su descripción ideas recibidas, develando acontecimiento tras
acontecimiento, mundos que ya no prolongan nuestra intención, mundos sin conformidad con
nuestra forma de pensar cotidiana. Esta historia comenzó como todos sabemos junto a de la
geometría Euclidiana y la física Newtoniana. Se había olvidado que estaban construidas sobre
ciertos postulados que a fuerza de ser repetidos, habrían terminado por hacer creer que constituían
evidencias irrefutables. El día que nacieron las geometrías no euclidianas, luego la Física de la
Relatividad y la de los cuantas, fue evidente que la realidad podía estar escapando a las estructuras
de nuestras representaciones, forjadas a escala de vida cotidiana. Mediante una abstracción
matemática se descubría un mundo surrealista en el cual los conceptos espaciales y temporales del
mundo vulgar, del mundo común, y aún del mundo cotidiano visible a simple vista, fueron y son
severamente criticados. Sin embargo, estos nuevos mundos abstractos hoy predicen mejor que los
algoritmos tradicionales los resultados experimentales. El universo de lo infinitamente pequeño así
como el universo de lo infinitamente grande, escapan a las reglas acostumbradas de nuestra lógica.
Lo que llamamos la realidad, no es sino una síntesis humana aproximativa construida a partir de
observaciones diversas y miradas discontinuas, como procesos que nosotros mismos construimos.
En más de un texto filosófico de tiempos pasados, lo que los científicos aportaron, hoy se transformó
en ideas especulativas que las conviertieron en acontecimientos vividos. Es decir que ciertamente,
los filósofos a partir de ello construyeron sus teorías del conocimiento, lo cual resulta como producto
de la especulación ideacional. De ahí que sus epistemologías no sean aplicables, por irrelevantes,
para los quehaceres que el conocimiento complejo de hoy exige (Jean Hamburguer).
La palabra ya no designa las formas a priori inmutables, las cuales una subjetividad innegable
hace percibir y pensar el mundo sensible, como sistemas de objetos de acuerdo a procesos cognitivos
que hoy nos han revelado las ciencias micro y macroscópicas. Sin embargo, para la epistemología
tradicional, éstas son las que explican las condiciones de un pensamiento eficaz y coherente de
objetos sobreentendidos por una teoría científica, como si nuestras representaciones del mundo a
toda escala y en todas las regiones que la experimentación nos abre, gobernaran nuestra
representación objetiva. Esas condiciones eran las que predicaba e imponía Kant, hasta el punto de
precisar que corresponde a los filósofos determinar las representaciones y su interpretación, a través
de una doctrina inmutable. No podría ser de otra manera, puesto que el objeto de la ciencia era
conocido por él como una prolongación continua y directa del objeto de la percepción tal como fue
descrito por la geometría de Euclides y la mecánica de Newton. El desarrollo posterior de la ciencia,
ha demostrado que la constitución de objetos científicos exige una ruptura cada vez más manifiesta
con los objetos inmediatos de la percepción, ruptura que claro está, no ocasiona un rodeo por el reino
indefinidamente abierto de las abstracciones más que para ser más penetrante, poderoso y preciso, el
contacto con la experiencia. Para Kant el pensamiento científico es entonces trascendental y
consiste en poner a prueba proyectos, que proponen por anticipado un marco más o menos
determinado, que fija la naturaleza de los datos percibidos tridimensionalmente, para luego dar lugar
a deducciones elaboradas a priori.

COSMOVISIÓN, RELIGIÓN Y SOCIEDAD


Lo Religión aun en sus formas más crudas proveyó de una
sanción a las reglas de moralidad mucho antes de que
aparecieran el razonamiento artificial y la filosofía.
Adam Smith
De la experiencia de la interconectividad y no de la interacción, fluye un sentimiento semejante
al amor. Tienen razón los místicos y creadores de todos los tiempos, en afirmar que es el amor y no
la fuerza de la gravedad la que envuelve y sostiene armónicamente el mundo. Va junto al amor el
sentido de responsabilidad por el objeto de nuestra afección. Es el que genera la auténtica
conectividad, y con su resonancia, el sentimiento de la moralidad, el cual es inherente a todo ser
consciente. Bien puede apreciarse esto en la mayoría de las grandes religiones y sistemas
educacionales de la antigüedad: Buda, Pitágoras, Confucio, Lao Tse, Cristo. Cada uno a su turno,
arquetiparon y cambiaron el mundo en sus diferentes tiempos.
La Biblia, el libro más luminoso de la cultura universal, nos provee de todas las claves para
descubrir la condición humana. Copérnico y Kepler tuvieron razón con sus intuiciones al explicar la
armonía de las esferas en su interpretación cosmológica, en tanto que, Newton tuvo la incomparable
habilidad de trivializar la explicación formal de estos hallazgos mandando a silencio las ciclópeas
contribuciones de Leibnitz y Göethe. Los grandes maestros han enseñado y predicado que todo acto
moral es producto de la experiencia del corazón, la ética y la moralidad no pueden ser impuestas
desde fuera, son actos naturales como el respirar o el caminar. Hoy sabemos que el corazón es la
gran caja de resonancia homeostática que regula el medio interno con el externo en nuestra
representación del mundo, nuestro oscilador universal, la usina que alimenta esa casi infinita red de
interconectividad que es el cerebro humano. El cerebro sabe pero el corazón conoce.
NODO II

EXPLICACIÓN HISTÓRICA: EVOLUCIÓN DE LOS


PARADIGMAS CIENTÍFICOS

• LAS MODALIDADES COGNITIVAS DE LOS MÉTODOS CIENTÍFICOS COMO


• SISTEMAS CUALITATIVOS
• CIRCULACIÓN DE PARADIGMAS. SUS PROTOTIPOS
• PROTOTIPO AXIOMÁTICO
• PROTOTIPO EMPÍRICO
• EVIDENCIA DE CONTRADICCIONES
• PROTOTIPO CONSTRUCTURAL
• PROTOTIPO NORMATIVO
• TEORÉTICA NORMATIVA
NODO II

EXPLICACIÓN HISTÓRICA:
EVOLUCIÓN DE LOS PARADIGMAS CIENTÍFICOS

LAS MODALIDADES COGNITIVAS DE LOS MÉTODOS CIENTÍFICOS COMO SISTEMAS


CUALITATIVOS
Dios Mío, líbranos de una visión única como la del sueño de
Newton.
William Blake
Está generalmente admitido que existe una alta correlación entre la historia de la actividad
humana y la del ambiente donde ésta se ha desarrollado.
La tríada institucional de Religión, Ciencia y Arte, ha dependido siempre del poder contenido en
los símbolos significantes para hacer coherente el pensamiento, y por ende comunicable, por lo tanto
capaz de entrelazar a los individuos, mediante una sociabilidad o interacción social creativa con sus
correspondientes controles.
Un postulado general que hace de la simbolización y de la cognición los factores fundamentales
en el desarrollo cultural, declara que la emergencia de sucesivas formas predominantes de
organizaciones socioculturales, están interdependientemente conectadas con la evolución nooética,
es decir, con la emergencia y evolución en el tiempo de sucesivos modos de indagación, que se han
impuesto para la formulación de conceptos, teorías y métodos intelectuales. Si decidimos
afirmarnos en la idea de considerar la Ciencia como una Institución, lo primero que debemos hacer
es aprehender la significación del tema omnipresente en la modalidad cognitiva, que provee el
lenguaje y soporta a toda la triada institucional, Religión, Arte y Ciencia. Trataremos de explicar
mediante los correspondientes “rationals” cómo opera la Ciencia en ese complejo y sofisticado
logro, la que ha sido reconocida como una extensión del elemental complejo semiótico-cognitivo,
que subyace en todo desarrollo cultural. Para ello, intentaremos bosquejar la estructura y
funcionalidad de dicho complejo social semiótico-cognitivo en cuatro etapas de la evolución social-
cultural. La Ciencia, consecuentemente, representa la proliferación de una versión particular de la
modalidad cognitiva identificada como un especial desarrollo evolucionario, como una conectada
manera de pensamiento cuya aparición es puntual, dando formulación de prototipos paradigmáticos
de pensamiento racional o construcción de modelos autoexplicativos. Frente a cualquier mudanza o
cambio histórico del avance científico, siempre aparecen de manera distintiva y en consecuencia,
modificaciones en la modalidad cognitiva misma. Mediante nuevas formas de pensamiento que
actúan como proceso reorganizativo, la llevan a una mejor adecuación y efectividad (Khun , Koyré y
Nodos VI y VII en interfase).

CIRCULACIÓN DE PARADIGMAS. SUS PROTOTIPOS


Toda Teoría, amigos míos, es gris, pero el verde de la vida
amarillea los árboles.
J.W. Goethe- Fausto I
La Ciencia Occidental se ha desarrollado a través de cuatro principales prototipos racionales,
cada uno de los cuales ha introducido a su vez modificaciones básicas a su predecesor. Éstos han
sido denominados por algunos epistemólogos como: Axiomático, Empírico, Constructural y
Normativo.

• PROTOTIPO AXIOMÁTICO
El Organom de Aristóteles (384-322 a.C.) sistematizó el conocimiento científico imponiéndose
a la incontrolada y confusa especulación precientífica que existía anteriormente. Introdujo una
elegante organización en los procedimientos, que fue completada más tarde por Euclides (270 a.C.)
mediante sus Elementos de Geometría. El método Axiomático se sustentaba en las siguientes
premisas:
1. Toda reflexión persistente debe dar como resultado la aprehensión intuitiva de
proposiciones generales (archai o axiomas) innegables y por lo tanto aceptable a todo
investigador racional.
2. Toda premisa evidente debe ser alcanzada por acuerdo de todas las personas entrenadas en
una disciplina dada.
3. Todo procedimiento válido de razonamiento educativo contenido en definiciones, premisas
y axiomas debe producir conclusiones tales como teoremas, las cuales deben ser verdaderas,
independientemente de la experiencia, pero no obstante universalmente aplicables al mundo
físico. Todo desarrollo sistemático de la totalidad de teoremas complejos posibles deben
constituir un cuerpo del conocimiento universal.
Contemporáneo a la época de Copérnico (1473-1543), existía una reducida pero influyente
comunidad científica para quienes la concepción de la ciencia, implicaba la completa incorporación
de los redescubiertos postulados de Aristóteles por los traductores de la Escuela de Toledo, quienes
declaraban que todo conocimiento científico debía estar basado en la observación. A pesar de la
amalgama que esta comunidad científica hizo con las hipótesis Socráticas y el empirismo de
Aristóteles, estos científicos no alcanzaron para una modificación suficiente del método axiomático.
En el gran debate llevado a cabo con motivo de la aceptación de la teoría astronómica
Copernicana, en contra de la Ptolomeica, aparece una desconcertante evidencia. Surge aquí el
primer ejemplo en que la Ciencia se enfrenta con que dos diferentes hipótesis completamente
incompatibles pueden ser igualmente confirmadas por la experiencia, aunque fue realmente cierto,
que existieron ciertas consideraciones extralógicas que favorecieron la elección entre ambas
alternativas. La teoría Copernicana en virtud de su superior elegancia pareció preferible, pero la
demanda de los tiempos se centró en una posición intelectual, basada en la decisión de considerar
que sólo una era la verdadera teoría aplicable. La idéntica dificultad sobre la que se basaba la teoría
axiomática, se enfrentaba ahora a una nueva ciencia empírica que exigía una prueba distinta para
resolver el conflicto. El incremento de verificaciones experimentales, sólo condujo a aumentar la
confusión, ya que las estas experimentaciones eran usadas para justificar las dos hipótesis
incompatibles. Gracias a la aparición de una versión más rigurosa del empirismo, se arribó a una
exitosa modificación del método científico, conocido como prototipo Empírico.

• PROTOTIPO EMPÍRICO
La sistematización de ideas y procedimientos originados por Kepler, Galileo y Francis Bacon
durante un siglo de trabajos precursores, dieron lugar a que Isaac Newton con su Principia
Matemática en 1687, introdujera un nuevo balance entre los roles de los procedimientos inductivos y
deductivos de inferencia. Por un lado, las observaciones empíricas bajo un riguroso control de
medidas precisas y cuidadas generalizaciones, fueron instituidas como directivas primarias en la
formulación de premisas, mientras que las hipótesis de trabajo en ciencia dejaron de estar limitadas a
los principios derivados del puro razonamiento reflexivo (intuición). Por otro lado, las disciplinas
matemáticas y procedimientos utilizados en el anterior modelo axiomático, fueron empleadas como
derivaciones de consecuencias teóricas, algunas de ellas tal vez imprevisibles, de modo que los
experimentos debieron ser diseñados específicamente para probar una determinada teoría, de
acuerdo a sus correspondientes predicciones y los resultados obtenidos por la experimentación. Las
principales asunciones en este método científico fueron:
1. La uniformidad de la naturaleza como leyes naturales eternas y absolutas fue extraída de la
observación de los fenómenos, presumibles por medio de la “intuición creativa”.
2. Los postulados básicos debían especificar las relaciones tácticas entre los conceptos
cuantitativos originarios (indefinidos), como descripción abstracta del carácter real del
mundo natural.
3. Los sistemas axiomáticos de las matemáticas contemporáneas, que eran asumidos como
universalmente válidos y aplicables al mundo físico, fueron adecuados por derivaciones
predictivas.
4. La confirmación de una teoría debía resultar de la correspondiente evidencia experimental.
La geometría Euclidiana le sirvió a Newton de marco de referencia conceptual para implementar
y explicar su teoría. Mientras tanto, una colección de principios con distinta consistencia interna de
geometría no Euclidiana, siguiendo el formato provisto por George Riemann alrededor de 1850,
evidenció un nuevo desconcierto, ya que frente a los axiomas y postulados de Euclides, estos nuevos
principios demostraron ser verdaderos y aplicables a todas las formas y procesos naturales. Las
conclusiones características del siglo diecinueve fueron que la proliferación de estas geometrías,
sirvieron sólo a creaciones abstractas para las ciencias formales, dado que la física Newtoniana
indicaba que el espacio físico, a fin de cuentas era Euclidiano.

• EVIDENCIA DE CONTRADICCIONES
Bajo los dos grandes temas de la Mecánica y la Electrodinámica, la Física Clásica se vio
sometida a la insostenible presión de integrar una tremenda avalancha de nuevos fenómenos físicos.
Pero no tardaron de aparecer dificultades insolubles, cuya incoherencia afectó a las dos divisiones.
Las leyes de movimiento y gravitación de Newton se demostraron irreconciliables con las
ecuaciones referentes a la propagación de la energía electromagnética, brillantemente formulada por
James Clerk Maxwell en su obra Electricidad y Magnetismo en 1873. La decisiva contribución de
Albert Einstein en su Teoría General de la Relatividad en 1916, proveyó las bases para unificar
ambas disciplinas. Apropiándose de la Geometría de Lobachewski, una de las geometrías no
Euclidianas, considerada por entonces completamente contra-intuitiva, Einstein consiguió formular
las ecuaciones fundamentales de una mecánica analítica, en la que las irreductibles diferencias entre
fuerza gravitacional y electromagnética desaparecieron. En este nuevo formato conceptual, las
distinciones de espacio, tiempo, materia y energía, fueron abandonadas y reemplazadas por múltiples
componentes de una única identidad: un campo unitario, caracterizado y expresado por medio de una
geometría métrica de tipo Riemaniano. Este nuevo modelo cuatridimensional teórico se acomodó
adecuadamente para explicar los fenómenos tradicionales clásicos, significantes tanto en el terreno
de la Mecánica como el de Electrodinámica.
Una tercera modificación del pensamiento científico -el protipo constructural- comenzó a
emerger como una nueva concepción en la investigación. Cualquier esquema formal arbitrario podía
ser utilizado para la organización y explicación en seleccionados dominios de la experiencia, sujetos
a estrictos limites de una interpretación de consistencia lógica legítima.

• PROTOTIPO CONSTRUCTURAL
Los siguientes investigadores del siglo XX, con esta forma de concepción, recibieron un legado
de proporciones tales, que para poder utilizarlo debieron realizar un descomunal esfuerzo, para
apenas comprender y explotar su potencial, pero lo cual culminó en un cambio decisivo irreversible.
A comienzos de la década del veinte se desencadena la revolución de la Física Moderna, la que
todavía absorbe el mayor interés de la Filosofía de la Ciencia contemporánea.
A continuación se consignan los principales lineamientos de este nuevo modelo denominado
Constructural, tal como aparece a mediados del siglo presente. El conocimiento objetivo fue
obtenido por la combinación de dos divisiones independientes acaecidas en las indagaciones o
investigaciones; las que fueron:
1. Ciencia formal, bajo el dominio de sistemas axiomáticos, en los cuales la esquematización
lógica convencional (proposiciones no autoevidentes), debía ser proyectada o diseñada bajo
el control de la lógica deductiva.
2. Ciencia empírica, bajo el dominio de las teorías objetivas explicatorias, en las cuales un
esquema selectivo formal, interpretado en términos de mediciones observables, debían ser
manipuladas con el objeto de dilucidar las consecuencias de un modelo teórico dado y
probar las correspondientes predicciones con evidencias experimentales.
En definitiva, las esquematizaciones matemáticas abstractas nada revelaban acerca del carácter
definitorio o distintivo de la naturaleza de los objetos observados. Las observaciones demostraban
meramente consistencias internas convencionales, a priori, desprovistas de contenido, pendientes de
interpretación experimental. Los procedimientos básicos de indagación consistían en:
a) Construcción de modelos teóricos, relevantes a dominios específicos de experiencia.
b) Prueba, mediante experimentación enseñada, dirigida a mostrar la posible inadecuación de la
teoría o método.
c) Modificación o reformulación del modelo teórico no confirmado. Se tuvo como suposición
general, que acontecimientos excepcionales podrían desaprobar una teoría aún en el caso que
sólo fuesen inferencias estadísticas posibles. Se mantuvo la disposición a aceptar una teoría
soportada en alguna medida por principios arbitrarios ya rechazados.
De este modo, la búsqueda de certeza fue abandonada. La certeza del conocimiento científico,
se consideró a posteriori, dependiente del resultado de la experiencia y probabilística en todos los
campos de las Ciencias Naturales. Tal conocimiento estuvo sujeto a controles pragmáticos y
estéticos diseñados para asegurar la efectividad, los propósitos de predicción, explicación y control.
Por último, le conocimiento adquirido debía contener una filosofía de la naturaleza coherente,
además de proveer una satisfactoria manera de simplicidad, elegancia y comprensión. Es por tanto
entendible, que tal suposición prevalente de la temprana ciencia moderna, fuese ampliamente
aceptada y llevada consigo en las últimas modificaciones del método científico. Este hecho
constituyó la franca explotación del modo seguido por predicciones y explicaciones exitosas de
sistemas mecánicos, de los cuales se esperaba proveyesen bases adecuadas para acontecimientos
exitosos comparables en las ciencias sociales y biológicas. Sin embargo, los persistentes intentos de
extender el éxito de las investigaciones exactas y objetivas al terreno de las ciencias sociales y
biológicas, han encontrado problemas insolubles, cuando éstas se han confrontado con la
modificabilidad de respuestas características, como por ejemplo la adaptabilidad de los sistemas
orgánicos.
No obstante, no puede negarse el impresionante logro alcanzado, tanto en los estudios de
comportamiento en Biología Molecular, como en Psicología Fisiológica, e igualmente en los
modelamientos del macro-comportamiento en Economía y Ecología. A pesar de estos logros, hoy
son totalmente cuestionados por la presencia de sistemas en desequilibrio inestable del tercer orden.
El asunto es simple, dichos logros se han limitado, ya sea a considerar subsistemas elementales, o a
someter a un reduccionismo abstracto al organismo total, que normalmente lo constituyen
organizaciones complejas. Las organizaciones complejas son aquellas de exclusivo interés en
Biología y como extensión, de interés para la Sociología, Psicología, Antropología, Ecología y
Economía.

• PROTOTIPO NORMATIVO
Cualquier sistema biológico siempre se encuentra afectado por una serie de interacciones
jerárquicas. En consecuencia, los requisitos impuestos para éstas, llamadas así por las Ciencias de
Sistemas, consisten en una modelización adecuada de los sistemas totales, donde se reflejan la
intricada interconectividad de los múltiples niveles, con la organización respectiva de metas, con los
multipropósitos en los que los procesos de alimentación negativas y positivas, dan lugar a
alternativos modelos de decisiones. Estos podrían ser clasificados en:
1. Reacción: respuesta determinada ante un programa de comportamiento habitual.
2. Reprogramación: modificación de los programas operacionales o reubicación de sus
recursos como respuesta inventiva.
3. Renormalización: reajuste de las normas establecidas para asegurar ya resulte:
a. la factibilidad mediante flexibilidad, o
b. mejoramiento del control por vía de más principios, reglas o criterios de demanda.
4. Reorganización: Rediseño funcional y estructural de las características evaluativas del
sistema.
5. Reobjetivación: reconstrucción de las concepciones o criterios del mundo exterior, o en
determinados casos, de los principios que se presumen que gobiernan las interacciones.
Como consecuencia de la modificación del Prototipo Constructural, ha aparecido un nuevo
modo de investigación denominado Teorética Normativa.

TEORÉTICA NORMATIVA
No es la lógica ni el raciocinio lo que nos domina
Carlyle
De acuerdo con este nuevo tipo de pensamiento, los objetos de interés científico en general son
concebidos como:
1. Implementar organizaciones sensibles a valores, presuponiéndose que tos cambios en
cualquier nivel de análisis, están asociados con las respuestas selectivas de tos
subsistemas que los componen.
2. Coordinar mediante un protocolo, régimen o principio sintetizado, intrínseco al diseño
del sistema como un todo, especificando a lo largo y a lo ancho del sistema, el alcance y
criterio de las decisiones en el sentido más amplio posible.
3. Cuidadar de dirigir las decisiones adaptativas hacia la extremalización de valores de las
funciones holísticas (tales como aquellas dependientes de la complejidad del sistema en
cuestión)1, o la estabilización de los valores de medidas supremas asociadas con el
aprovechamiento óptimo de valores en conflictos, tales como: libertad máxima, control
óptimo y alcance o envergadura máxima

1
Por ejemplo: minimización del estrés (stress); maximización de la efectividad en la prosecución de metas
pretendidas: colocación óptima de los recursos; optimización de estrategias, programación y organización
de diseños con el objeto de asegurar la continuidad de las funciones del intercambio con el ambiente;
maximizar el alcance del potencial de la configuración del sistema dado;.
4. Abarcar todas las normas naturales específicas de un sistema individual selectivo
inmerso en un proceso de selección evolucionada, ya sea éste físico, biológico,
sociológico o conceptual.
En principio, el grado de amplitud para la aplicación consistente de reconstrucción normativa-
jerárquica, admite por lo tanto una unificación de los dominios dispares mayores, previos de los
sistemas mecanísticos, contra los organísticos. Un prototipo alternativo, como los modelos
ecosistémicos (Holling y Prigogine), constituye un enfoque de primer orden hacia un modelo global,
el cual aún no ha sido adecuadamente especificado, sino que ha sido meramente representado como
un sistema de transacciones entrópicas, económicas y sociales, de entre una colección de sistemas
adaptativos mutuos. Un número impresionante de distintas disciplinas, actualmente tienden a
considerar problemas que asemejan estar asociados de hecho, con características generales
encontradas en cada paso en los sistemas adaptativos, débilmente preparados para transacciones tan
distintas de los acoplamientos normativos fuertes, típicos de las organizaciones unitarias -como las
de comando controlado o los sistemas orgánicos.
Así, modelos ecosistémicos han sido aplicados a la ecología natural (Holling), aposentamientos
humanos o nuevas colonias, sistemas económicos, la Tecnósfera, sistemas sociopolíticos (Tylor),
sistemas de información y modelos cognitivos (M. Maruyama). La observación de las propiedades
estructurales, dinámicas y regulatorias de los ecosistemas de tan vastos y diferentes dominios,
presentan impresionantes analogías, las cuales enfatizan las relaciones existentes entre las nociones y
criterios usados aquí.
El enfoque normativo constituye todo un movimiento dirigido a poner fin a la exclusión de
valores, como puede apreciarse en el trabajo realizado por Marney y Smith (1972) que demostró
que:
a) El estatus epistemológico del concepto de valor como construcción formal, no es de
manera alguna diferente del que comparativamente es usado, por ejemplo para
momentum.
b) Estructuras matemáticas, que admiten interpretación en términos de conceptos de
valores, se encuentran razonablemente desarrolladas en la teoría de perturbaciones de
primer orden, las matemáticas actuales de optimización y variación de cálculos, la teoría
de procesos indefinidos estocásticos, y la teoría de estructuras disipativas (Prigogine).
c) Por cada representación objetiva de un sistema conductal en términos determinísticos de
relaciones causables o procesos estocásticos, existe en principio, una normativa de
representación complementaria en forma de un programa dinámico matemático, para la
extremalización de funciones de valores apropiados sujetas a coerción o acción
limitante.
d) Características cibernéticas de agentes cognitivos taxativos que vinculan o constriñen la
relatividad y reductividad de todas las representaciones conceptuales -y por ende la
necesidad de representaciones complementarias sustantivas-, versus sistemas de
conductas valuativas determinantes.
En marcado contraste, desde el mismo punto de partida, los modeladores de sistemas heurísticos
sostienen que la especificación de parámetros de valores de un sistema humano, pueden ser
fácilmente estipulados o determinados por la rápida interacción en los procesos de ensayos y pruebas
de los enfoques teórico-normativos, para modelar los dictados contra-proposicionales. Esto es, que
la garantía de los valores no admite en principio, “experimentos cruciales” como tipo de prueba. No
hay caminos reales que lleven a la prueba de verificación, de cometidos de valores. En el terreno de
la teoría de valores, vindicación es análoga a validación y confirmación (E. Jantsch ).
La aparición de nuevos modos de pensamientos científicos no termina aquí. Sólo ponemos
término a nuestro comentario y dilucidaciones, porque nos encontramos ahora mismo con un nuevo
avance, ya en acción, que se desarrollará con detalle en el Nodo III.
NODO III

LOS PROLEGÓMENOS DE UN NUEVO PARADIGMA

• LA CRISIS DE LA FILOSOFÍA CARTESIANA Y DE LA FÍSICA DE NEWTON


• LA CONFUSIÓN REDUCCIONISTA DEL POSITIVISMO Y LAS CIENCIAS DEL ESPÍRITU
• EL CAMBIO DE REGLAS EN LA NUEVA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS
• SURGIMIENTO DE LAS NUEVAS CARACTERÍSTICAS EN EL AVANCE CIENTÍFICO
• EL ABANOONO DE LA DIVISIÓN DE CIENCIAS PURAS Y CIENCIAS APLICADAS
• LA TRANSICIÓN PARADIGMÁTICA
• LOS GÉRMENES DEL PARADIGMA EVOLUCIONARIO
NODO III

LOS PROLEGÓMENOS DE UN NUEVO PARADIGMA

LA CRISIS DE LA FILOSOFÍA CARTESIANA Y DE LA FÍSICA DE NEWTON


Descartes con sus vórtices y sus átomos (entre otras cosas) explicó
todas las cosas y no calculó ninguna. Newton con su Ley de
Gravitación calculó todas las cosas y no explicó ninguna. La
historia ha respaldado a Newton y relegado la construcción
cartesiana al dominio de las especulaciones curiosas.
René Thom
Una de las dificultades que ha entorpecido por largo tiempo a las Ciencias de la Conducta, y que
ha repercutido en todas las áreas de las Ciencias Organizacionales, es el hecho que parece no haber
en el cerebro lugar para la conciencia, la inteligencia o el espíritu.
Este hecho ha llevado a muchos científicos actuales a la conclusión que tanto inteligencia,
espíritu o conciencia, no existen como entidades separadas en virtud de muchos aportes, entre ellos
los provenientes de la Biología de la Cognición. La falta de un marco de referencia teórico para
explicar e investigar estos fenómenos en las mencionadas Ciencias, persisten aún, a pesar de los
aportes enunciados. Para entender esto es importante averiguar el cómo y el porqué, estos estudios
de la conciencia fueron separados de las Ciencias de la Conducta.
El concepto de Ciencia tal como la conocemos, aparece en el siglo diecisiete con Copérnico,
Kepler, Descartes, Galileo, Bacon y Newton. Ello modifica lo que hasta entonces había sido la
explicación del mundo basada en la autoridad de Aristóteles y la Teología Escolástica. Lo que esta
Ciencia hizo, fue proponer modelos del Universo que permitiesen encajar los nuevos datos físicos
observados, y continuar confirmando o probando las observaciones siguientes. El éxito de este
método científico dio paso a lo que hoy conocemos como la Ciencia Reduccionista, y persiste aún
hoy, en la cual todo fenómeno en el Universo debe ser explicado en términos de leyes físicas
observadas por los sentidos.
En 1623,Galileo declaró que la ciencia sólo se ocupaba de estudiar las cualidades relacionadas
con las condiciones externas del mundo susceptible de ser pesadas o medidas. Las cualidades
secundarias tales como la belleza, el amor, la moral, los valores o su significados, estaban fuera del
campo científico.
Pocos años después, Descartes expresó la misma idea, con la clasificación de cualidades
primarias y secundarias. El sostuvo que existían dos clases de sustancias. La primera sustancia
física o extensa (res extensa) la que poseía largo, ancho y profundidad, y por lo tanto podía ser
medida y dividida. La segunda sustancia del pensar o pensamiento (res cogitans), que era
indivisible. Estas distinciones entre cualidades primarias y secundarias entre espíritu y materia,
objetivas o subjetivas, condujeron a una diferente actitud filosófica, reservando para lo científico
exclusivamente el mundo físico. El objeto de la ciencia consistía en preguntarse el cómo, y no el
porqué. Newton mismo apoyó esta separación o restricción.
Con la aparición de la Psicología Experimental en el siglo diecinueve, y el conocimiento que el
cerebro es el responsable y base de los procesos conscientes, los científicos alentaron la esperanza de
llegar a descubrir y entender la naturaleza de la conciencia, y sus mecanismos pero continuaron
aplicando para ello los métodos científicos basados en la física Newtoniana.
La física del siglo veinte llegó a la conclusión de que la Mecánica Universal, basada en las leyes
de Newton, debía dar paso a las leyes de la Relatividad General para el Macrouniverso y a las leyes
estadísticas de la Mecánica Cuántica para el Microuniverso. Por este motivo, nuevamente, algunos
pensadores abrigan la esperanza que el fenómeno de la conciencia, se aloje en alguna esquina de
nuestro universo todavía percibido como un todo mecánico. Los trabajos recientes del físico David
Bohm han hecho crecer otra vez esta expectativa.
Durante las décadas de los sesenta y setenta con la teoría del “Big-Bang” esta esperanza ganó
ascendencia entre los cosmologistas, que piensan que ha sido posible que las condiciones en los
primeros segundos del Universo han debido ser precisamente elegidas por el Universo mismo, para
evolucionar en la forma en que lo ha hecho. Algunos sugieren que dichas condiciones no han
sucedido por azar, ya que las anteriores a la expansión del Universo, parece que nunca podrán ser
conocidas.
Técnicamente, el Universo es definido como una SINGULARIDAD, que da lugar a las leyes de
la Física y cuya naturaleza lo hace llevar a cabo su proceso de evolución, conscientemente,
circunstancia que se considera posible, pero en el sentido que no puede ser desaprobada o
desmentida, porque simplemente no puede probarse.

LA CONFUSIÓN REDUCCIONISTA DEL POSITIVISMO Y LAS CIENCIAS DEL ESPÍRITU


Como consecuencia de la autonomía de los fenómenos físicos no
puede haber un solo enfoque para explicar el misterio del ser,
tienen que haber por los menos dos, a saber: un acontecimiento
físico por un lado y una reflexión psíquica por el otro, pero es
casi imposible decidir que es lo que refleja a qué.
Carl Gustav Jung
La idea del Principio Antrópico desarrollada en su forma moderna está basada en las
coincidencias de las argumentaciones anteriores, aunque dicho principio continua sujeto a feroces
debates. En sus más audaces y desafiantes formas sustenta que la evolución de la conciencia
humana debe haber estado predeterminada por las leyes de la física desde su comienzo, el Universo
es construido por el observador humano2. Parece que ahora hay algunas nuevas teorías de la Física
actual, entre ellas, una variación del Principio Antrópico sugiere que nuestro Universo es parte de un
ensamblaje mayor de posibles Universos, y que éste evoluciona por azar, o porque existe una forma
más probable dentro del conjunto de todos los universos posibles. Una vez más el fenómeno de la
conciencia, ha sido excluido en la Física Moderna. No podemos por tanto apelar a la idea de Dios
para que llene este vacío. Pero este cuadro analítico, a pesar de su formidable coherencia, va contra
la corriente respecto de la experiencia diaria. Sabemos que vivimos en un mundo donde el amor, la
belleza, el significado y los valores, son parte de nuestro cotidiano vivir y que estos son los aspectos
más importantes de nuestro mundo individual. Estas experiencias subjetivas son las que
denominamos conciencia, y aunque los físicos no encuentren lugar para ellas, no podemos dejar de
reconocerlas.
Para entender la deficiencia en el Reduccionismo Científico y su persistencia en el enfoque de
algunos físicos post-Einstenianos, es necesario volver la mirada a las afirmaciones sobre las cuales
este tipo de ciencia fue construida. De las cualidades primarias clasificadas por Galileo, excluía la
subjetividad, considerando los datos objetivos, como únicos o exclusivos del quehacer científico.
Pero ¿cómo hacer la ciencia totalmente objetiva, cuando la observación científica es llevada a cabo
por científicos subjetivos? Nuestro actual entendimiento de las funciones del cerebro pueden ayudar
a entender esta paradoja, y el porqué no es claramente comprendida por los científicos reduccio-
nistas. Así lo puntualizó el eminente físico Arthur Eddington: “La mente es la primera y más directa
2
Martin Rees’s “The Antropic Principle”. New Scientist, 6 de agosto 1987
cosa en nuestra experiencia, y todo lo demás son inferencias remotas, sean éstas intuitivas o
deliberadas”. Aunque nosotros experienciamos el mundo externo como una serie de objetos
sensoriales, lo que realmente llega a nuestros sentidos es energía en la forma de vibraciones de
diferentes frecuencias. De muy baja frecuencia para percibir al tocar; de más altas para sentir la
temperatura, o de más altas frecuencias aún para ver. Esas frecuencias acarrean información no
subjetiva y tienen valores objetivos únicamente. Como Sherrington afirmó, son partes de la energía.
En términos de la Física Moderna ésta las describiría como una cantidad de probabilidades
estadísticas. Dichas radiaciones desencadenan o forman códigos neuronales elaborados por el
cerebro, trasformándolos en un modelo del mundo exterior.
Este modelo entonces adquiere un valor subjetivo y mediante un truco (Ritz, Popp y Mac-Wan
Ho) o peculiaridad del funcionamiento del cerebro, éste lo proyecta hacia afuera formando así el
mundo subjetivo como representación (ver Nodo VI). Nosotros normalmente denominamos a esta
mezcla de componentes objetivos y subjetivos; “mundo objetivo” por causa de la persistencia
reduccionista. Pero éste no es objetivo. El mundo exterior, ya sea el que estemos observando o
controlando, sea al observar el medidor que esta informando sobre el número de resonancias en las
partículas de alta energía en un acelerador (los datos de la Mecánica Cuántica), o sea al observar el
rebotar de dos bolas de billar (los datos de la Mecánica Newtoniana), nos produce ambas
observaciones que no son más que modelos mentales subjetivos, creados dentro de nuestro cerebro y
que no necesitan tener una validez objetiva, aunque usualmente la tengan. Esta peculiaridad del
cerebro, nos ha llevado a un entendimiento equivocado acerca de la verdadera naturaleza de la
subjetividad y la objetividad. El punto importante es que toda experiencia que aparece ante la
conciencia es una experiencia subjetiva, y por lo tanto, no forma parte o no es parte de un mundo
exterior, independientemente de tener presente el principio de incertidumbre de Heisenberg. Este
mundo exterior independiente es una ficción generada para nosotros por nuestro propio cerebro, la
que nosotros erróneamente la hemos tomado como real. El hecho de que la mayoría de la gente vea
de una manera similar el mundo exterior es atribuida a la similaridad de los procesos subyacentes
que forman el modelo mental. Consecuentemente, podemos deducir que todos vemos un mundo
exterior objetivo similar porque construimos un modelo como éste. La similitud de modelos no
implica necesariamente la uniformidad del mundo que da lugar a esos modelos.
Estas experiencias mentales son las que construyen los datos para los experimentos científicos.
Cuando observamos una célula a través del microscopio, estudiamos las ondas del cerebro por medio
de los trazos de una máquina de electroencefalogramas (E.E.G), o examinamos los trabajos
cromatográficos que nos informan acerca de los procesos dentro de las células, no estamos haciendo
observaciones independientes del mundo objetivo, sino que construimos modelos subjetivos en
nuestra consciencia, creando así la confusión. La ciencia moderna Reduccionista no obstante,
introduce por entre sus ranuras esos modelos perceptuales subjetivos en sus objetivos teoréticos de
un mundo independiente. La ciencia espera hallar o descubrir la conciencia en ese mundo exterior
aunque ésta haya sido excluida de su percepción desde el mismo comienzo de su percepción.
Nuestros modelos científicos actuales continúan siendo reduccionistas, sólo pueden conducir a
teorías que están por definición desprovistas de conciencia. No hay lugar por lo tanto en un mundo
reduccionista, para el fenómeno de la conciencia como un fenómeno integrador. Las teorías
reduccionistas sobre la evolución social, por ejemplo, están basadas por definición sobre principios
mecanicicistas y determinísticos. Puede que ambas cosas, Universo y Evolución, sean fenómenos
mecánicos, pero por razones teoréticas, nunca podrán ser probados mediante una ciencia
reduccionista. Ésta da por garantido un mundo exterior que es independiente de nosotros mismos, y
sin embargo, usa modelos mentales subjetivos para la comprobación y valorización de sus hallazgos.
Aún la Psicología que no continúa reduccionista, no ha alcanzado a desarrollar todavía, la ciencia de
cualidades secundarias de Galileo. En la Física ya han comenzado a reconocer que lo objetivo no
puede separarse de lo subjetivo.
Los teóricos de la Mecánica Cuántica incluyen al observador en la observación. Por ejemplo, el
hecho que una partícula aparezca, depende de la colisión con la onda cuya ecuación la especifica
como partícula. Hasta que la colisión no se produce la posición de la partícula no puede ser
precisamente especificada. De tal modo, observador y observación están íntimamente relacionados,
hasta que no es observada la partícula no tiene una locación precisa.
Tanto Galileo como Descartes puntualizaron la división del mundo objetivo y del mundo
subjetivo, reservando para el primero el lugar de la ciencia. El nuevo paradigma científico se orienta
a superar el reduccionismo dualista, introducido las llamadas ciencias “cualitativas”, como ha venido
sucediendo con el estudio de estructura y función del cerebro, centrándose más en la conciencia. Se
espera que, mediante el estudio de la conciencia cotidiana, se podrá conseguir formular un conjunto
de leyes generales, similares a las alcanzadas en el ámbito de la Física actual y la nueva Biología.
Dichas leyes podrían cambiar cuando el nivel de conciencia se alterase, al construir otro tipo de
percepciones, justamente como sucede en Física, cuando se pasa de una escala muy larga a otra muy
pequeña. En este esquema, las experiencias trascendentes y místicas, sean espontáneas o inducidas
por circunstancias especiales, tales como las producidas en la aproximación a la muerte, podrían
considerarse como válidas descripciones del mundo.
Podemos de esta manera, ver y considerar a la conciencia como la estructura basal del Universo
de la cual todas las cosas se originan o emergen. El estudio de dichos estados de conciencia, podría
conducirnos a un entendimiento más completo del Universo y de las leyes que lo gobiernan. Estas
apreciaciones, por un lado a través de las cualidades primarias (o físicas), y por el otro mediante
cualidades secundarias (las experiencias subjetivas), podrían resultar emparentadas entre sí mediante
la interacción simultánea y constante, y constituir un todo inseparable. De este modo, el cerebro
sería conciencia en sí mismo.

EL CAMBIO DE REGLAS EN LA NUEVA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS


“No tenemos una ciencia de la naturaleza, lo que tenemos es una
ciencia sobre la descripción de la naturaleza».
Werner Heisenberg
El aspecto fundamental en que ha circulado el Dualismo Ontológico dentro de la tradición
histórica intelectual occidental, ha sido su forma pervasiva
No obstante, el concepto del Ser Supremo como un Todo, se mantiene como un continuo
inmutable que ha persistido desde la época de Parménides. Pasa luego a la concepción del Dios
judeocristiano, que más tarde adquiere una considerable y ampliada dimensión, en el rol que juega
en la teología formulada por los filósofos platónicos y neoplatónicos. El hecho que los arquitectos
de la Física Clásica fueran herederos de esta tradición cultural, no impidió la presencia del Dualismo
Ontológico. Contribuyeron a que éste se constituyera en un articulo de fe fundamental. Así, la
idealización de las matemáticas, es el resultado de la comunión con Dios transformándose en una
emergente de la fundación metafísica, de la cual han de derivar las ciencias naturales.
En el siglo XVII podemos ver como la Metafísica es obvia en las presunciones y
presuposiciones acerca del carácter de la materia, descrita por ecuaciones matemáticas a través de las
ecuaciones clásicas relacionadas con el movimiento. Estas presuposiciones pueden definirse de la
siguiente manera:
1) el mundo físico está hecho de materia inerte incambiable,
2) esta materia sólo cambia en términos de locación y espacio;
3) el mundo físico no es nada más que el espejo en que se refleja la materia que es inherente a
las realidades matemáticas a través de la descripción física de cantidad, más que de realidad;
4) la materia está constituida por unidades que no cambian y pueden ser entendidas por las leyes
mecánicas del movimiento a través de la aplicación de las matemáticas correspondientes;
5) la mente del observador está separada del sistema observado.
Aquí la ontología extiende un puente entre la ley física y la teoría. Todas estas presuposiciones
tienen una base metafísica, en el sentido que las verdades físicas del mundo son reveladas por
estructuras matemáticas, gobernadas por leyes físicas que tienen una realidad separada del
observador. Es decir, tienen una existencia por sí mismas, aunque Kepler, Galileo, Descartes y
Newton afirmaron que la fundamentación ontológica de dichas leyes, constituían la esencia de la
mente perfecta de Dios. Esta asunción fue innecesaria en forma creciente, incluso en el siglo XVIII,
ya que se transformó en un Dualismo Ontológico que permitió que las verdades físico-matemáticas
fueran miradas como entidades separadas e inmutables, fuera del mundo de los cambios. Estas
raíces ontológicas fueron más tarde sostenidas por Kant, que luego adquiriría una enorme resonancia
en el quehacer filosófico unido a la presencia de Hegel y a los desarrollos del Positivismo, que hacen
circular el dualismo hasta nuestros días en las Ciencias del Espíritu.
Ya que este libro ha sido diseñado para ser leído tanto por personas con formación académica o
sin ella, es muy probable que pueda ser criticado o cuestionado por algunos especialistas en las
disciplinas en las que se encuentren aludidos. Tales criticas o cuestionamientos podrían derivarse de
aspectos teóricos o puntualizaciones, que en muchos casos aún se mantienen polémicas. Deseamos
consignar que omitimos aspectos de esta naturaleza porque entendemos que en el estado actual de
nuestro presente, existen nuevas maneras de explicar y entender el carácter de la realidad física,
como se plantean las disciplinas que manejan los principios que determinan el conocimiento de
entidades, tanto del microcosmos como del macrocosmos. Estas realidades no pueden ser
comunicadas en una discusión escrita, y por lo tanto, el lector en general deberá contar con la buena
voluntad para aceptar los criticismos o cuestionamientos que se produzcan. Similar validez
consideramos debe tener esta aclaración, para aquellos que estén más relacionados o constituyan
verdaderos expertos de la Filosofía de la Ciencia. Este es un precio que debemos pagar cuando se
tratan de trasladar desde el ojo del experto al del lector en general, explicaciones o descripciones
difíciles. Vemos así, que poner en la consideración del inexperto, todos los aportes provenientes de
la Física o de la Biología moderna para la explicación del Universo, implica el cambio tanto de la
visión como del pensamiento que se tenga de la realidad.
Con motivo de este Dualismo para la percepción de la realidad –es decir, el sentido que las
cosas están separadas entre si, y que el pensar y sentir como seres con presencia física son dos
entidades divorciadas-, es que hemos llegado a un mundo donde el ser humano es una parte separada
del todo llamado Universo, que se autopercibe limitado en el tiempo y en el espacio. La experiencia
de sí mismo, sus pensamientos y sus sentimientos, son algo completamente separado del resto que le
circunda; resultando la conciencia de sí mismo como una clase de ilusión óptica, y este engaño, una
suerte de prisión, que nos restringe o limita a nuestros deseos o afectos personales hacia las personas
que están más cerca nuestro.
Nuestra tarea debiera ser la de liberarnos de esta prisión a través de la ampliación de nuestro
círculo, transformando éste en un abrazo con todas las criaturas que habitan la Naturaleza y con la
belleza que ellas exhiben, sin un sentido intelectual sino de coparticipación. La palabra compasión
significa “pasión con”, y pasión quiere decir “sentimiento por y para”, o sea, todo lo contrario de
“egoísmo”. Nadie está en condiciones de adquirir su felicidad como ser aislado, sino mediante la
coparticipación y la interacción con todo su entorno. Coparticipando se llega a ser libre, porque a
través de ello se consigue la seguridad interior, que no se da por ninguna clase de aislamiento ni de
egoísmo. Este mensaje es transmitido por todas las grandes culturas de la Humanidad bajo el
concepto de compasión.
La física moderna nos enseña hoy que los fenómenos físicos en definitiva no son locales, sino
que son el producto de las interacciones que ejercen las más mínimas partículas que constituyen el
mundo de la energía y de la materia, las que están en constante interacción, en permanente abrazo
entre ellas, y cuyos efectos se transmiten a todo el contenido del Universo. A este principio se le
denomina de “correspondencia entre los elementos que constituyen el universo”, y dió lugar al
Principio de Indeterminación Simultánea3 . Este principio de correspondencia ha exigido y exige un
salto en el campo experimental como en el de la verificación y formulación de la realidad, que no
puede hacerse con los principios de la ciencia tradicional. Por lo tanto, ha contribuido a la
formulación de una nueva ontología (Ver Bibliografía Taxonómica 7).

SURGIMIENTO DE LAS NUEVAS CARACTERÍSTICAS EN EL AVANCE CIENTÍFICO


En el mundo de la física cuántica ningún fenómeno es un
fenómeno hasta que éste sea registrado como fenómeno.
John Wheeler
La reorientación actual del pensamiento desde la Percepción Mecanicista hacia una Organicista
basada en los principios de autogeneración evolutiva, ha hecho surgir una ciencia y una filosofía
nueva, que reemplazarán, o mejor dicho, ampliarán y subsumirán la ciencia clásica de cuño
Galileico-Cartesiano-Newtoniano. La vieja concepción trajo como consecuencia, las
representaciones en la mente humana y en la sociedad de una fenomenología basada en los
principios mecanicistas. Tanto el pensar como todas las entidades mecánicas, han sido derivadas de
dicha concepción. Se produce así el fenómeno del pensamiento mecanicista y de la sociedad
industrial, y de la sociedad en general, como sistemas que funcionan con dicha dinámica, analizada y
gobernada bajo los principios de la máquina. Estos principios invadieron los más diferentes campos
de la realidad, haciendo hincapié estereotipadamente alrededor del concepto de modelos para
explicar realidades de muy diferente naturaleza. Con la aparición del concepto organicista
autopoiético y evolutivo, esta concepción ha empezado a ser desplazada.
Perduran aún adeptos muy vigorosos y rígidos, la mayoría de los cuales están instalados en las
estructuras educacionales de todos los niveles. Estos parecen estar imposibilitados de dar el paso
hacia esta última cosmovisión. Todavía se producen enfrentamientos, y siguen sosteniendo su
percepción fragmentaria acerca de la naturaleza y de las cosas.
La Concepción Aristotélica y el Reduccionismo dieron lugar en el pasado a lo que aún persiste:
discusiones irreconciliables por el simple hecho que para explicar o elucidar un todo organizado,
antes deben conocerse sus partes y las relaciones que existen entre las mismas. Por ello la ciencia
que aún se enseña -al decir de Kuhn- se dedica al estudio de las relaciones entre las cosas, las que
han seguido siendo filosóficas en la mayoría de los casos. Es así como las nuevas técnicas
matemáticas que requieren una nueva epistemología, no han podido circular para una comprensión
en profundidad de los avances científicos, porque dichas explicaciones van en contra del paradigma
tradicional, basado en la causalidad unidireccional y su representación en unidades elementales.
La incorporación de las nuevas Matemáticas, Geometrías, Física, y Biología han producido
como efecto un cambio copernicano fundamental en la visión y la praxis en el campo operativo, y
por ende, el nacimiento de las nuevas ciencias.

EL ABANDONO DE LA DIVISIÓN DE CIENCIAS PURAS Y CIENCIAS APLICADAS


Siéntate ante los hechos como un niño y prepárate para
abandonar toda noción preconcebida, sigue humildemente donde
quiera y donde se encuentre cualquier precipicio. La naturaleza
es la que manda, de otro modo, no aprenderás nada.

3
El Universo Consciente, Kafatos y Nadeau
T. H. Huxley
Sobre la base de los sucesivos prototipos de indagación científica analizados precedentemente
(Nodo II), podemos ahora con buena conciencia, dedicarnos a identificar las características
emergentes de los últimos avances científicos:
1. Abandono gradual de la búsqueda de certeza, con el reemplazo del absolutismo por una
alternativa de relativismo conceptual; una tendencia a la que puede asociarse la
maximización de la libertad cognitiva.
2. Continuo incremento de los controles cognitivos, mediante la provisión adecuada de una
colección de criterios, destinados a probar y admitir la objetivación de alternativas
conceptuales; la tendencia correspondiente busca puntualizar optimizar los controles
cognitivos.
3. Concretización de las distintas teorías previas amalgamanado las disciplinas
especializadas y con metodologías supuestamente dispares, resultantes de las
generalizaciones de indagaciones racionales de objetivos fundamentales.
El grado máximo de libertad, control óptimo y alcance, pueden ahora ser mirados con criterios
mínimos suficientes de organizaciones óptimas, asegurando entre otras cosas:
a) Viabilidad a largo plazo, basada en la modificabilidad organizacional de estructuras y
funciones.
b) Capacidad de supervivencia frente a amenazas inminentes, con la efectividad de
acciones tácticas adaptativas para el logro de metas y reducción de estrés, control
óptimo.
c) Mantenimiento estable de esas capacidades ideales, bajo expansión continua del
dominio exploratorio de las interacciones, previniendo así los efectos de potenciales
desastres o cambios drásticos en el ambiente.
La expansión de la creatividad, racionalidad y universalidad, que marcan el avance científico,
son correlativos con libertad máxima, control óptimo y alcance máximo, y como tales se
correlacionan con lo que constituye la desiderata antitética pero a su vez simultánea. Por lo tanto, el
asunto estratégico supremo para el agente, estará siempre involucrado en la capacidad negociadora
entre aquellas medidas de valores que no pueden ser simultáneamente maximizadas por un solo
curso de acción. Para cada caso deberá proponerse una estrategia concreta, que responda a los datos
que se obtienen del asunto en estudio, construidos mediante la elaboración cognitiva que
activamente hace el investigador. De este modo, el sistema cognitivo no puede estar nunca en
equilibrio en términos de sus propios valores intrínsecos (Enactivismo. Nodo VI).
Como resultado de esta acumulación de desarrollos históricos en la Ciencia, aparecen
continuamente mejores organizaciones de formas o estructuras cognitivas. En la actualidad, se asiste
a un pasmoso desarrollo de diseños universales de naturaleza evolucionaria, ya que es la naturaleza
en sí misma la que evoluciona constantemente. Por tal causa, una nueva lectura de la significación
de este desarrollo revolucionario de la modalidad cognitiva, produce de inmediato un nuevo
entendimiento de la realidad siempre cambiante, y exige constante reinterpretación. Es decir que
puede notarse ahora que subyace en este desarrollo una nueva claridad. Podemos ver y divisar
ahora, una nueva función en la actividad científica con un programa profundamente prometedor, un
programa de protagonismo conciente alineado y conjugado con los diferentes procesos significantes
emergentes (Nodo VI).
Más allá de todo motivo del actuar, de todo motivo del pensar, de todo motivo del pensar por
pensar, existe un tercer pensamiento gracias a la nueva modalidad del mismo. Este es un
pensamiento consciente dirigido hacia la optimización de la modalidad cognitiva, hacia la
realización de modos de acción y comprensión de la realidad, sucesivos y flexibles, más generales,
más satisfactorios, que nos llevarán a nuevas geometrías conductales. Tal vez no haya, más
entusiasta y eficaz versión de un decidido propósito de alineamiento y conjugación con los procesos
de emergencia, imprevistos en el constante devenir, aportados en forma contundente por las nuevas
ciencias de la complejidad.

LA TRANSICIÓN PARADIGMÁTICA
El hecho de que observemos que el Universo es isotrópico, es
sólo una consecuencia de nuestra existencia.
S.W. Hawking
La gran mayoría de los científicos, todavía consideran a las ciencias concebidas y dirigidas por
sus propias lógicas internas, desarrollándose de acuerdo a sus propias leyes, en una amurallada
soledad fuera del mundo que las rodea. Aún muchas hipótesis científicas, teorías, modelos y
metáforas, se han elaborado y se continúan formulando para la resolución, visualización y
negociación, de problemas económicos, culturales y políticos, por parte de esta suerte de científicos
fuera de sus correspondientes laboratorios. Esto no significa establecer un riguroso paralelo entre
Naturaleza y Sociedad, usando el todavía reinante paradigma científico como visualización, menos
aún, si se considera a la ciencia como una superestructura montada sobre una base económica. Los
marxistas postulan que la ciencia no es una variable independiente, sino un sistema abierto imbuido
y circulando por la sociedad a la que se liga, y opera como una inmensa red de realimentación y
retroalimentación, sistema poderosamente que es influido por el ambiente externo, y en general es
modelado por la receptividad cultural de las ideas dominantes.
Si tomamos las ideas dominantes del siglo XVII y XVIII, rotuladas como “Ciencias Clásicas o
Newtonianas”, observamos que la visión del mundo está basada en el Determinismo. Es decir, que
todo evento está determinado por las condiciones iniciales, las que al menos en principio, debían
identificarse con precisión. Este fue un mundo en el que el azar no tenía lugar, todas las piezas
debían encajar en su lugar, como los engranajes de una maquinaria cósmica.
Con la búsqueda perseguida por los científicos de la Teoría General de Sistemas, basada en una
nueva epistemología para explicar, no los aspectos estructurales de los sistemas, sino los procesos a
través de los cuales estos evolucionan y desarrollan, se produce un gran giro. Esta búsqueda se hizo
más notable y persistente en las últimas décadas. Se centró sobre las comunalidades, en la dinámica
evolucionaria de la realidad, tanto micro como macroscópica.
Como consecuencia, se ha desencadenado un proceso irreversible que ha sacudido todos los
campos del conocimiento. Este enfoque sistémico no se ha satisfecho sólo con el estudio, sino que
ha llegado al esclarecimiento de los principios subyacentes que rigen en el desenvolvimiento, en el
tiempo y en el espacio, la dinámica morfológica, en todos los niveles de la realidad a través de las
ciencias de la complejidad.

LOS GÉRMENES DEL PARADIGMA EVOLUCIONARIO


Todo lo vivo es encuentro. Encuentro no en espacio y tiempo,
sino en tiempo y espacio simultaneados.
M. Buber
La década de los años 1975-85 se considera la gran década, en la que se produce el cambio y
refundación de la Ciencia contemporánea, basada en el concepto de Autoorganización como
coronación científica. En esta década, en forma más o menos simultánea, varios enfoques fueron
desarrollándose independientemente, los que a su tiempo y no siempre con la alegría de sus
descubridores, resultaron estar interrelacionados entre sí, constituyendo los elementos del nuevo
rompecabezas científico, como aportes integradores y convergentes de una nueva síntesis. Entre los
aportes decisivos se cuentan: el concepto de Autopoiesis y Cognición de Humberto Maturana y
Francisco Varela entre 1972 y 1975, y ampliado en 1979; la Teoría de Catástrofe formulada por
René Thom en 1975 y C. Zeeman en 1977; el “lenguaje del cerebro” de Karl Pribram en 1971 y
1976, con la “función holográfica del cerebro”; Ilya Prigogine con su Principio de Irreversibilidad y
Ruptura de Simetría en 1973; la Termodinámica de la Evolución en colaboración con Gregory y
Babloyantz en 1972; con I. Stenger con “Naturaleza y Creatividad” y C. H. Waddington con el
concepto de “Creodo y Morfogénesis” en 1975; Ralph Abraham con “Macrodinámica y
Morfogénesis” en 1976; y David Bohm con el concepto de “Totalidad y Fragmentación” en 1976, y
“Totalidad e Implicación de los Órdenes” en 1980. Por último, por no citar muchos otros más, Erich
Jantsch con su concepto de “Autorrealización y Autotrascendencia en Evolución y Conciencia”, los
“Sistemas Humanos en Transición” en 1976 y la “Autoorganización del Universo” en 1980.
NODO IV

LA CIENCIA DE SISTEMA COMO METACIENCIA


Y LA TRANSDISCIPLINIZACIÓN DE LA CIENCIA

• LA CIENCIA DE SISTEMA EN LA CUARTA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y EL NUEVO


PARADIGMA DE LA AUTOORGANIZACIÓN
• EMERGENCIA DEL PENSAMIENTO SISTÉMICO
• TAXONOMÍA SISTÉMICA
• LA VISIÓN EVOLUCIONARIA DE LAS CIENCIAS DE SISTEMA Y LAS CIENCIAS DE LA
COMPLEJIDAD
• EL NUEVO LÉXICO SISTÉMICO: SEMIÓTICA DE LA COMPLEJIDAD
• TIPOLOGÍA DE LA COMPLEJIDAD
• LAS SOCIEDADES COMO SISTEMAS EN EL TERCER ESTADO
• INESTABILIDAD Y AUTOPOIESIS
• AUTOPOIESIS
• CATÁSTROFE, CAOS Y BIFURCACIONES
• ATRACTOR
• CAOS
• BIFURCACIÓN
• SINERGÉTICA: LOS PRINCIPIOS UNIVERSALES DE LA AUTOORGANIZACIÓN
• ORDEN. CAMBIOS MACROSCÓPICOS. CAMBIO DE LOS COMPORTAMIENTOS Y SUS
PARÁMETROS
• SISTEMAS ABIERTOS. FLUCTUACIONES Y CAMBIOS
• CONFLICTO Y ROTURA DE SIMETRÍA
• SISTEMAS ABIERTOS
• LOS PRINCIPIOS UNIFICADORES DE LOS COMPORTAMIENTOS
• CONCLUSIÓN
NODO IV

LA CIENCIA DE SISTEMA COMO METACIENCIA


Y LA TRANSDISCIPLINIZACIÓN DE LA CIENCIA

Donde no existe lo no nacido, lo no originado, lo no


creado, no formado, no podría haber escape del mundo de
lo nacido, originado, creado, formado.
Sidarta Gautama - El Buda
La incorporación de las nuevas Matemáticas, Geometrías, Física, y Biología han producido
como efecto un cambio fundamental en la visión y la praxis en el campo operativo, y por ende el
nacimiento de las nuevas ciencias.
La visión derivada de estas nuevas incorporaciones da lugar embrionariamente a lo que más
tarde ha de llamarse Enfoque Sistémico, Teoría Sistémica, Ciencias Sistémicas o Metaciencia
Sistémica (Ver Taxonomía Bibliográfica 1).

LA CIENCIA DE SISTEMA EN LA CUARTA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y EL NUEVO


PARADIGMA DE LA AUTOORGANIZACIÓN
No estamos solamente involucrados con el pensamiento como
participantes en la evolución como un epifenómeno; sino con la
evolución como un fenómeno que es identificable con el movi-
miento de nuestra alma, quien expresa y mide el verdadero
estado de la evolución en sí misma. Al decir de Julian Huxley el
hombre no es más que su evolución que se hace consciente
Pierre Teilhard de Chardin
La aceptación de la concepción mecanicista, coincide con la aparición y apogeo de la
Civilización Industrial. Laplace formuló una teoría de predecir el futuro y retrotraer el pasado,
partiendo de una matriz formada por determinados acontecimientos. Dicha imagen de un Universo
Mecánico, simple y uniforme, no sólo moldeó el desarrollo de la ciencia, sino que impregnó muchos
otros campos.
La Constitución norteamericana, por ejemplo, se crea adoptando un modelo mecánico, es decir,
una máquina para gobernar donde sus componentes deben funcionar como un aparato de relojería.
Metternich al proponer el balance de poder en Europa, usó como bagaje intelectual las ideas de
Laplace. La aparición de máquinas imponentes como el ferrocarril, las fábricas textiles,
automovilísticas y la ingeniería faraónica, no hicieron más que confirmar que el universo se
transformaría en una fábrica de objetos mecánicos. En el presente, asistimos a la declinación de la
Era Industrial y al caos que padecen las fuerzas de trabajo, con las consiguientes limitaciones y
estrangulamiento del “modelo mecánico” de la realidad. La idea de la ingeniería celestial orbitando,
eterna y determinísticamente en equilibrio en virtud de sus leyes universales -las que podían
descubrir cualquier observador externo a ellas-, comenzaron a debilitarse y a cuestionarse al poco
tiempo de haberse formulado.
En el siglo XIX, muy tempranamente, la Termodinámica desafió triunfalmente la
intemporalidad de los fenómenos implicados en la imagen mecanicista del Universo. Declaró que si
el mundo era una máquina gigantesca, ésta terminaría por desaparecer ya que su consumo energético
acabaría por agotarse. A partir de allí, la “Función Tiempo” como una nueva circunstancia adquirió
significado.
Los seguidores de Darwin no tardaron en introducir un pensamiento contradictorio: el universo-
máquina podría desaparecer en virtud de la ley de entropía al perder energía y organización. Sin
embargo, por el contrario, los sistemas biológicos consumían energía integrándola al crecer y
evolucionar, resultando así cada vez más complejos y organizados.
A comienzos del siglo XX, Albert Einstein pone al observador frente al universo mecánico, pero
mira a esta máquina de diferente manera. Hace depender la observación del lugar donde ésta se
realiza. Su visión es determinística, acuñando la frase: “Dios no juega a los dados”.
El próximo paso lo dan los físicos cuánticos con el Principio de “Incertidumbre”, dinamitando
su modelo, aunque todavía el punto de referencia es mecanicista. Aquí ya se cuestionan las
tradicionales “leyes universales”, que ya no son de manera alguna universales, sino que son sólo
aplicables a localizadas regiones de la realidad. Todo esto ha sucedido en regiones donde la ciencia
ha dedicado su mayor esfuerzo (D. Bhor, Heisenberg, Erwin Schrödinger, entre otros). (Taxonomía
bibliográfica 3).
La Edad de la Máquina, que ha enfatizado los principios de orden, uniformidad, estabilidad, y
equilibrio, queda relegada para los sistemas cerrados y las relaciones lineales. En éstos, pequeños
“inputs” –o entradas- se materializan en pequeños “outputs” –o salidas-. Con el nacimiento de la
Biología Teórica y el Movimiento Sistémico y sus consecuentes desarrollos, incluyendo la
Cibernética y la Teoría de la Información y su control, se produce la transición a la Sociedad Post-
Industrial. Se observa aquí el paso del alto consumo de energía capital y trabajo, a la sociedad de
alta tecnología en la cual la información y las innovaciones son fuentes críticas, apareciendo con
ellas la necesidad de nuevos modelos científicos que describan esta nueva situación.
Para explicar la realidad sistémica, no solamente del mundo natural sino también del social en
un universo con relaciones no lineales, de cambios acelerados, traducidos en desórdenes,
inestabilidad, diversidad y desequilibrio, debemos tener en cuenta que un “input pequeño” puede dar
lugar a “outputs” masivos, de incalculables consecuencias, temporalizando una alta sensibilidad con
flujos subsistémicos. Sumarizando podemos decir que: mientras algunas partes del universo
funcionan como sistemas cerrados, la mayoría de éstos son y se comportan como sistemas abiertos,
intercambiando energía o materia (o información) con su ambiente. Por lo tanto, los sistemas
biológicos o sociales son sistemas abiertos, y por esto, todo modelo mecanicista está condenado al
fracaso.
Todo ello sugiere que la mayor parte de la realidad, en vez de ser ordenada y en equilibrio, es un
proceso constante de desórdenes y cambios, donde los subsistemas que la componen, están en flujo
permanente, y que, de tiempo en tiempo, una simple fluctuación o la combinación de más de una,
puede transformarse en una fuerza poderosa como consecuencia de su realimentación positiva,
pulverizando o barriendo la organización preexistente. Por todo ello resulta que toda revolución o
cambio es un momento singular o punto de bifurcación.
En lo que a su estudio se refiere, dicho proceso no queda sólo limitado a las disciplinas clásicas,
sino que se extiende a un variado número de nuevos campos de conocimiento, relacionado con el
enfoque sistémico, todo lo cual da lugar a la aparición de una nueva ciencia denominada “Ciencia de
la Complejidad”. Esta se encarga del estudio de los sistemas complejos, sea cual fuere el dominio a
que éstos pertenezcan o de donde se originen. El enfoque sistémico desarrollado por Boulding,
Rapaport, Bertalanffy, Weiss, conjuntamente con la Cibernética de Wiener, Ross Asbby y S. Beer,
fueron reforzados en la década del ‘60 por la Termodinámica de los Sistemas fuera de equilibrio con
los aportes de Aliaron Katchalsky, Ilya Prigogine y sus seguidores, y por la Teoría de los Autómatas
Celulares liderada por John Von Newman. No tardó en evolucionar luego hacia la Teoría de los
Sistemas Autopoiéticos de Humberto Maturana y Francisco Varela, sumándose además la Teoría de
Catástrofe y la Teoría de los Sistemas Dinámicos de René Thom, Christopher Zeeman, Robert Shaw
y Ralph Abraham, entre otros (Ver bibliografía general y Taxonomía bibliográfica para visualizar las
interfaces entre los saberes).
Con todo esto, se reúnen a trabajar colectivamente muy diversos campos de la ciencia agrupados
como “Ciencias de la Complejidad”, en virtud de lo cual, se asiste al acontecimiento que da lugar a
la Cuarta Revolución Científica o Nuevo Paradigma Omnicomprensivo denominado de la
Autoorganización.
En este paradigma se introducen los nuevos conceptos básicos utilizándolos como contrastes a
los usados en las teorías tradicionales, lo que por demás salta a la vista como una reorganización
aplastante. Tradicionalmente las ciencias naturales concibieron el proceso de la Evolución como un
fenómeno determinístico orientado hacia el equilibrio. Los factores del azar, inestabilidad e
indeterminación, fueron subestimados en favor de la estabilidad, el control y la predictibilidad.
Mientras tanto en la Física y en la Mecánica Cuántica, el azar era conceptualizado en el área
microscópica -en la macroscópica se mantuvo el concepto determinístico hasta la aparición de la
Teoría del Big Bang-. Las leyes naturales que fueron determinísticas en el universo mecanicista, se
van desvaneciendo con respecto al equilibrio, a la tensión y al balance. Lo mismo sucede con
respecto a las ciencias de la vida y de la sociedad (Taxonomía bibliográfica 3).

EMERGENCIA DEL PENSAMIENTO SISTÉMICO


Cada paso o avance del conocimiento implica el uso de anteojos
de los cuales nunca podremos prescindir.
HonradLorentz
“Pensamiento Sistémico” no es todavía una expresión de uso general. Sin embargo, creemos
que muy pronto, tanto dicha expresión como la de análisis sistémico -no confundir con sistemático-,
se utilizará en el quehacer científico, en componentes indispensables para formular o explicar toda
suerte de hipótesis o descripción de la realidad, se trate de la emergencia del Universo, la formación
de la materia, el origen de la energía, la aparición de la vida o todo proceso organizacional, en sus
expresiones tanto micro como macro dimensionales.
Comenzaremos por abocarnos a anticipar aquí, en el Pensamiento Sistémico, dos expresiones
molares o fundacionales que se desarrollarán o explicarán oportunamente: Emergencia y
Complejidad, y Comunicación y Control, expresiones que más tarde serán complementadas con
Autopoiesis y Autoorganización (Taxonomía bibliográfica 1 y 2).
En relación al concepto de Complejidad, éste ha presentado situaciones de controversias en el
Método Científico, en lo que respecta a la Química Orgánica y a la Biología, expresadas según las
escuelas en el vitalismo, con diferentes postulaciones incluyentes o excluyentes. La Biología es por
excelencia una ciencia donde el fenómeno de la complejidad es irrestrictamente comprobado, y han
sido los biólogos los pioneros en dar origen y establecer las formas de pensar con respecto al todo.
Precisamente el biólogo Ludwig Von Bertalanffy, fue quien generalizó esta forma de pensar,
sugiriéndola no sólo para los Sistemas Biológicos, sino también para cualquier clase de sistemas.
La segunda expresión enunciada en el pensamiento sistémico, Comunicación y Control,
proviene de muy diferente fuente. Arranca de la comunicación eléctrica y su correspondiente
ingeniería. Un número de otras disciplinas comenzaron a contribuir inmediatamente con ideas
sistémicas, como por ejemplo la Psicología, la Antropología y la Lingüística, pero la verdadera
concepción ha emergido en forma clara de la Biología y de la Ingeniería de la Comunicación y su
control (Taxonomía bibliográfica 4).
Aristóteles afirmó que “el todo es más que la suma de las partes”, pero cuando la cosmovisión
del mundo de éste fue desalojada por la Revolución Científica del siglo XVII, esta afirmación se
consideró innecesaria.
La física de Newton proveyó una cosmovisión mecánica del Universo, la cual sobrevivió a duras
pruebas, dando por resultado que fuese ignorado la postulación o enfoque teleológico de Aristóteles.
Con tal enfoque, los objetos en el mundo contenían en su naturaleza íntima propósitos intrínsecos,
pero quedaron relegados u oscurecidos, considerados como especulaciones metafísicas innecesarias.
Sorprendentemente sin embargo, la historia de la Biología moderna, es la reinstalación de este
respetable concepto aristotélico. Esta reinstalación es, no obstante, desenterrar esa antigua teleología
basada en la existencia del fenómeno de las entelequias -es decir, la doctrina que declara que la
estructura y la conducta son determinadas por los propósitos a cumplir. Los biólogos están
seriamente preocupados por tratar de demostrar que los propósitos tienen una explicación causal. O
más bien lo que ellos persiguen, no es en realidad una rehabilitación teleológica de las entelequias,
sino una explicación teleonómica, palabra que no tiene connotaciones metafísicas.
Toda conducta se describe como si ésta cumpliese una finalidad teleonómica -es decir,
proposicional no finalista. Esta distinción para cada una de ellas no es meramente académica. En
Biología, en lo que va del siglo, se han originado debates acerca de la naturaleza de un organismo, lo
que dió lugar a una discusión más amplia entre reduccionismo y holismo. Todo ello promovió un
cambio de la carga significante al concepto de emergencia, dentro del enfoque sistémico.
Desde el punto de vista reduccionista, se ha sostenido la posición mecanicista que considera a
los sistemas vivos como simples máquinas complejas. Por otra parte, el enfoque holístico
originariamente desarrollado entre otros por Hans Driesch constituyó el movimiento vitalista.
Postula que el desarrollo total de un organismo a partir de un simple óvulo o huevo, residía en una
misteriosa entelequia, la que se encargaba de dirigir y controlar el crecimiento del todo. Por
supuesto, los mecanicistas refutaron tal aserción como no científica. De allí surgieron las
preferencias por el enfoque teleonómico y no teleológico, aunque gradualmente el enfoque holístico
fue cambiando, hasta llegar a la conclusión que oponerse al reduccionismo, no significaba abrazar el
vitalismo. Actualmente, la contienda que enfrenta reduccionismo y vitalismo está muerta, aunque
algunos autores sostengan que rechazar el reduccionismo signifique abrazar el vitalismo -Ver Beck
(1957) y Bunge (1973) en Checkland 1991-.
La Biología actual hoy es una ciencia autónoma, donde se considera no solamente reducir a
fenómenos físicos o químicos, gracias al desarrollo del pensamiento sistémico. El avance producido
por las ciencias microscópicas ha marcado los limites de su propia autonomía. Es conveniente dejar
consignado que la discusión provocada por la llamada Escuela de Biología Organicista, deviene a
partir de 1920 en lo que podría denominarse los primeros pasos del pensamiento sistémico.4 Ligada a
esta menor revolución intelectual de los años ‘40, debe agregarse la enorme contribución de Norbert
Wiener, padre de la cibernética. A partir de este movimiento y conceptualización teórica, comienzan
a expandirse y a englobarse diferentes disciplinas, lo que se denominará posteriormente Enfoque
Sistémico, hasta cubrir un espectro que incluye la percepción del Universo como un todo de
interacciones recursivas, comenzando así, la tarea de cuestionar la visión del Reduccionismo.
Este intento conlleva explorar las consecuencias del pensamiento holístico dentro del método
científico, con especial referencia a la complejidad organizada y sus diferentes niveles. A lo cual
también se agregó, la Teoría de Comunicación y su control, con sus expresiones matemáticas -donde
los principios cibernéticos se asocian a los conceptos de entropía negativa (negentropy)-. En un

4
Por ejemplo: C. D. Broads, London Kegan Paul: The Mind and its Place in Natura en 1923. J. C. Smuta,
London Mac Millan: Holism and Evolution en 1926 y J. H. Woodger: Biological Principle en 1929. Pero es L. Von
Bertalanffy, a mediados de 1940, quien ha generalizado el pensamiento sistémico al formular la Biología Teórica con
su publicación: Modern Theories of Development: An Introduction to Theoretical Biology (Floyd and Harris, 1964),
formalizando lo que denominó ya en 1940, La Teoría de Sistema de los Organismos. Integrándola con la Teoría
General de Sistema en 1954 al fundar la Society for General System Research, con otros científicos como: K.
Boulding, A, Rapaport y R.W.Gerard; a la Society for the Advancement of General System Theory devino más tarde
Bertalanffy (1972). Para más información consúltese Checkland P. 1991 y Taxonomía Bibliográfica 1.
pequeño libro, Schrödinger en 1944. declaró que los organismos se alimentan con entropía negativa.
Wiener en 1948 a su vez, no tiene la menor duda al afirmar que el orden o manera en que un
organismo extrae (energía?) del ambiente, es sinónimo al proceso de la información y mide su grado
de organización. De modo tal que el grado de organización de un sistema está en relación con su
entropía, y a contrario sensus, con el grado de desorganización. Siendo una simplemente la negativa
de la otra, y dejando ligados así los fenómenos de información y entropía (Bell, 1968 y Chapman,
1977). (Ampliar con Taxonomía bibliográfica 6). Ashby en 1956 y Klir en 1969 acometen la tarea
de formular el enfoque sistémico, asociando la conducta sistémica, derivándola de la Cibernética y
de la teoría generalizada de los circuitos eléctricos.
En resumen: debe haber un observador, que en términos sistémicos, dé cuenta del mundo o parte
de él, y su conducta pueda ser descrita en términos de “inputs” y “outnuts” con respecto a la
descripción de su estado. Inclúyense ejemplos que van desde sistemas físicos, como un reloj
mecánico, un motor a explosión, un partido de football, etc.; hasta ejemplos muy abstractos tales
como el proceso de aprendizaje y las relaciones sociales. Así es como se llega a la formulación de
las hipótesis que sostienen que partiendo de un universo aparentemente caótico, se consigue detectar
un conjunto de fenómenos que conforman una compleja interacción, formando un todo llamado
“sistema”. A partir de ello, los intentos de seguir clasificandor dieron lugar a la elaboración de una
categorización: sistemas vivos y sistemas no vivos, concretos y abstractos, abiertos y cerrados.
Dicha clasificación resultó momentáneamente útil para diferentes áreas de particular aplicación.
En 1970 en el campo de la Neurobiología, aparece el concepto de Cibernética de Segundo
Orden como fenómeno biológico, apoyándose precisamente en la participación del observador para
la generación de lo conocido. Aquí comienza a postularse que la Cognición es un fenómeno
biológico -aporte realizado por el biólogo Heinz Von Foerster (1973).

TAXONOMÍA SISTÉMICA
La diferencia entre un sistema vivo y un sistema no vivo está en
el aumento de magnitudes de la raíz cuadrada cuyo orden es de
veinte veces mayor para el primero respecto al posicionamiento
de los niveles electrónicos.
Fritz Popp
K.E. Boulding en 1956, proporcionó en su trabajo titulado “Teoría General de Sistemas” el
esqueleto de la Ciencia. Un verdadero arranque teórico como punto de partida para la
conceptualización sistémica, proponiéndole el nombre de “metadisciplina”. Sugiere que su enfoque
podría abarcar teorías sobre fenómenos muy generales tales como nacimiento, crecimiento y muerte,
o interacciones de entidades individuales básicas y sus conductas, tratando de desarrollar un nivel
apropiado de abstracción para cada una de ellas. Sugiere también que el uso de jerarquías, está
dirigido a llenar la brecha entre los diferentes campos del conocimiento como niveles de análisis
teóricos, destinados a proveer un marco de referencia o estructura sistémica, en el cual colgar la
carne y la sangre de disciplinas particulares o asuntos diversos, en un cuerpo de conocimiento
coherente, ordenado y dinamizado, donde se perciban las interfases entre disciplinas. Más tarde, en
1968 N. Jordan, intenta construir una taxonomía sistémica basándose en tres principios: frecuencia
de los cambios, propósito y conectividad de los mismos, dando lugar a pares de sistemas con
propiedades polares opuestas, los que clasifica: lugar estructural (estático) o funcional (dinámico);
proposicional o no-proposicional con respecto a la conectividad; aquellos densamente conectados
(organísmicos) y, por el contrario, los ligeramente conectados (mecánicos).
En 1976 Berlinski, cuestiona dicha taxonomía, proponiendo diversas reconsideraciones. Los
enfoques de Boulding y Jordan, son esencialmente intuitivos, pues parten del presupuesto de cómo
es el mundo y qué es lo que parece convencer al observador humano -o al experimentador-,
ofreciendo de esta manera una tipología sistémica dividida en clases, tales como: sistemas naturales,
sistemas de actividad humana, diseño sistémico, sistemas sociales, etc. Ambos autores constituyen
un ejemplo de un intento más amplio de dar explicación del mundo real en términos sistémicos, y en
modo similar, la provisión de conceptos por medio del análisis holístico. Esta última intención
llevaba el propósito de, crear las bases en el pensamiento sistémico para los trabajos de investigación
dirigidos a probar cómo las ideas sistémicas, podrían ayudar a manejar las situaciones no
estructurales en el mundo real, y de este modo, derrotar al reduccionismo en el método científico.

LA VISIÓN EVOLUCIONARIA DE LAS CIENCIAS DE SISTEMA Y LAS CIENCIAS DE LA


COMPLEJIDAD
El humor en general tiene su raíz en el fuerte deseo de desinflar
la pomposidad de ciertos sistemas impuestos, los cuales no
reconocen el caos y el absurdo de la mayor parte del mundo
real.
Keneth E. Boulding
En 1978, el economista generalista sistémico Kenneth Boulding crea la expresión “Visión
Evolucionaria” con la finalidad de sistematizar la similitud con que se presenta el proceso evolutivo
a todos los niveles de la realidad, sea cósmico, físico, biológico, ecológico, sociobiológico,
psicológico o sociocultural, como respuesta al fenómeno de la evolución. Se explicita allí, la manera
en que los sistemas de las diferentes realidades se comunalizan en sus procesos, mediante los cuales
se generan, crecen y evolucionan, no obstante sus diferencias estructurales. Como consecuencia, se
independizan conceptos tales como Autopoiesis, Hiperciclo, Sinergía, Estructuras Disipativas,
Catástrofe, Bifurcación, Autoorganización, Irreversibilidad, Morfogénesis, saltando los cotos
disciplinarios de nacimiento, en un afán de explicar el proceso de autoorganización, complejidad y
variedad en todos los niveles, mediante la Termodinámica Irreversible. A partir de este desarrollo,
aparece una nueva jerga científica sobre la que emerge el Paradigma Evolucionado como
descripción unificada en lo Cósmico, Físico, Biológico, Ecológico, Sociobiológico y Sociocultural
(Observar en forma globalizada la Taxonomía bibliográfica como respuesta paradigmática).

EL NUEVO LÉXICO SISTÉMICO: SEMIÓTICA DE LA COMPLEJIDAD


La paradoja es solamente el conflicto entre la realidad y el
sentimiento de lo que debería ser la realidad.
R. Feynman
Las ciencias tradicionales, sean cuales fueren, definieron a todo proceso evolucionado
básicamente como determinístico y orientado hacia la consecución del equilibrio (Comparar las
interfases que se producen en la clasificación matrizada de la bibliografía). Los factores de chance e
inestabilidad fueron desechados en favor de la estabilidad, el control y la predictibilidad. La visión
mecanicista -de la física de Newton y la creencia de Laplace- postuló que, con información
suficiente se podía predecir la posición de cada partícula en el universo. En su momento, estas
afirmaciones fueron altamente persuasivas y largamente dominantes. De tal modo, las leyes que
regían los fenómenos naturales o universales eran determinísticas y eternas en el tiempo. Cualquier
excepción a este principio se miraba con desconfianza. Todo sistema en todo proceso, debía
dirigirse al estado de equilibrio estático, conseguido mediante el balance de las tensiones.
El concepto de equilibrio determinístico fue también dominante en la Ciencia Biológica
Darwiniana, cuya obediencia se observa en los Positivistas y aún perdura en las ciencias culturales.
Los darwinistas definieron a la selección natural, como el equilibrio resultante entre predador y presa
para asegurar la supervivencia del mejor dotado.
Los economistas siguieron los pasos de Adam Smith que todavía perduran en Economía, lo cual
hizo decir a K. Boulding que “la teoría del equilibrio dinámico no es todavía una noción trabajada
en la postulaciones de los científicos políticos sociales”. En la mayoría de los casos, éstos se ocupan
del equilibrio estático y no del dinámico. Se concentran en el estudio de las estructuras y su estado,
en vez de sus procesos y funciones, persiguiendo las condiciones de equilibrio estático, en lugar de
los balances dinámicos en regiones o subsistemas con distintos desequilibrios.
De acuerdo a la síntesis científica actualmente alcanzada, toda la materia evoluciona. El
Universo es un permanente proceso de evolución. No existen realidades estáticas. Todo el universo
tiene historia y se dirige hacia niveles de mayor complejidad. Dios es un ser que siempre está
SIENDO, y por lo tanto creando (Reflexionar sobre la matrización bibliográfica y sus interfases).
Con esta nueva cosmovisión, la ciencia ha cambiando la concepción determinística y prescriptiva de
la ley científica, por la concepción posibilística. No existe un único y predeterminado curso en el
proceso de cambio, éste siempre a la larga es reorganizativo y evolutivo. Lo que existe es un
conjunto de posibilidades dentro de las cuales el cambio se lleva a cabo. En cada caso se presentan
reglas del juego que deben ser explotadas individualmente, de acuerdo con la habilidad del
protagonista en el proceso. La dinámica sistémica, en armonía con el nuevo concepto de ley
científica, introduce el principio de incertidumbre, en el que se incluyen las macroestructuras
sociales. Porque en todo proceso, siempre se presenta más de una posibilidad de cambio. El premio
Nóbel Ilya Prigogine, Bioquímico en Termodinámica, declara que todo sistema tiene una propiedad
básica que es la divergencia (véase bifurcación y rotura) y es la que ha socavado el principio
determinista clásico de trayectoria única. Postula que dada idénticas condiciones iniciales, se
desarrollan diferentes secuencias en los acontecimientos den-tro de los limites del conjunto de
posibilidades establecidos por las reglas del proceso. Las secuencias a su vez, crean nuevos
conjuntos de posibilidades limitadas. La evolución es siempre una posibilidad, no un destino. Su
curso es lógico y comprensible, pero no predeterminado, y por lo tanto no predictible. Como
consecuencia, ha surgido una nueva tipología de sistemas básicos con respecto al fenómeno de
cambio evolutivo de los mismos.

TIPOLOGÍA DE LA COMPLEJIDAD
Estas tipologías nos indican que todo sistema en el mundo real, se presenta en una de tres
formas posibles.
Entre ellas, una forma nueva y radicalmente diferente a la de la concepción clásica, es la del
sistema en estado fuera de equilibrio, térmico y químico.
Las otras dos son:
a) en equilibrio, donde el equilibrio del sistema proviene de la eliminación de la
diferencia de temperatura y concentración de los flujos entre materia y energía; sus
elementos se encuentran desordenados en una mezcla al azar, y el sistema es en sí mismo
homogéneo y dinámicamente inerte.
b) cerca de equilibrio, el estado del sistema difiere apenas de la primera forma, tiene
poca diferencia entre temperatura y concentración, la estructura interna ya no es al azar y el
sistema no es inerte.
Tanto el primero como el segundo tipo de sistemas tienden al equilibrio tan pronto como
desaparecen las condiciones que los mantienen fuera de equilibrio. Para éstos, el equilibrio es el
atractor que los mantiene compensados estadísticamente, eliminando toda variación en sus
concentraciones. Se comportan de acuerdo con la “Ley de Acción de Masa” de Guldberg y Waage,
en la que la eliminación de diferencias entre concentraciones corresponde al equilibrio químico, así
como, la uniformidad de temperatura corresponde al equilibrio termal. Estas dos clases de sistemas
fuera de equilibrio, realizan trabajo, y por lo tanto producen entropía. Al volver al equilibrio no
producen trabajo y la entropía cesa.

LAS SOCIEDADES COMO SISTEMAS EN EL TERCER ESTADO: FUERA DE EQUILIBRIO


El tercer estado posible de un sistema, es aquel que se encuentra fuera de equilibrio termal y
químico. No tiende hacia un mínimo de energía libre y un máximo de entropía, sino que, mediante
la ampliación de cierta fluctuación, evoluciona hacia un nuevo régimen dinámico que es
radicalmente diferente al estado estacionario o de “cuasi-equilibrio”. Los sistemas en tercer estado
no son lineales y ocasionalmente son indeterminados. A primera vista, parecen contradecir la
segunda ley de la Termodinámica ¿Cómo un sistema puede realmente aumentar el nivel de
complejidad y organización y volverse más energético? Esta segunda ley dice que: en cualquier
sistema aislado tanto su estructura como organización tienden a desaparecer y ser reemplazados
por la uniformidad o el azar.
Contrariamente a los investigadores del siglo diecinueve, los investigadores contemporáneos
han advertido que los sistemas evolutivos no son sistemas aislados, así que la segunda ley de la
termodinámica no describe completamente lo que acaece en ellos, y más precisamente, entre ellos y
su ambiente. Lo que ahora se comprueba es que los sistemas en tercer estado son sistemas abiertos,
y que el cambio de entropía dentro de ellos no está únicamente determinado por procesos
irreversibles dentro de sus propios límites. Los procesos dentro del sistema obedecen a la segunda
ley: liberan energía, la que una vez consumida no está disponible para continuar funcionando. Pero
la energía disponible para continuar funcionando puede importarse del ambiente. Se produce
entonces un transporte de energía libre o entropía negativa, a través de las fronteras del sistema,
proveniente del ambiente.
Cuando las dos cantidades; la energía libre dentro del sistema y la libre transportada a través del
ambiente se balancean y compensan entre sí, el sistema entra en estado estacionario sostenido. Pero
en un ambiente dinámico, ambos términos a su vez mantienen el balance en periodos extendidos. De
tal modo, los sistemas que evolucionan en el mundo real, tienden a fluctuar alrededor de los estados
que demarca su dinámica sostenida, en vez de permanecer sin variación. Todo sistema formado de
materia y energía, que emerge en el curso del proceso evolucionado en el mundo real, es un sistema
en tercer estado.

INESTABILIDAD Y AUTOPOIESIS
La forma en la que los sistemas en tercer estado responden a cambios desestabilizadores en sus
ambientes, es de vital importancia para entender sus dinámicas. Los cambios ocurren porque estos
sistemas no son enteramente estables, se mantienen en un umbral de estabilidad, la que si se
transgrede, da lugar a inestabilidades criticas. Cuando esto ocurre, el sistema es llevado al cambio
de los parámetros esenciales para su funcionamiento y entra en un periodo o fase transitoria de caos.
Pero esta fase desaparece cuando el sistema alcanza un nuevo estado, el cual se logra por medio de
un proceso catalítico, con múltiples fuentes de realimentación que reducen el efecto entrópico al
mínimo. Es así como los sistemas en tercer estado, se desenvuelven a través de secuencias de
desestabilización y caos. Estos sistemas no obstante, poseen múltiples situaciones de estabilidad,
que aumentan en proporción directa con los niveles de desequilibrios. De modo que, mientras más
dinámico es un sistema, más negentrópico es, y por tanto con más grado de libertad para combatir
las desestabilizaciones y los estados de caos, en virtud del ciclo catalítico que los empuja a un nuevo
nivel.

AUTOPOIESIS
El significado de Autopoiesis, que proviene de una palabra de origen griego5, es el de auto-crea-
ción. Se refiere a la capacidad que tiene todo sistema para replicar o reproducir su estructura y
funcionamiento. Desde la célula pasando por órganos, organismos, grupos y sociedades de
organismos, son todos sistemas auto-poiéticos.
H. Maturana y F. Varela definieron un sistema autopoiético como. “una red interrelacionada
de componentes, con procesos interactivos, que se generan al mismo tiempo y
simultáneamente, mediante la misma red de interrelaciones que lo producen. El producto es
siempre la red de interacciones que crea y recrea al sistema con un flujo constante de energía”.

CATÁSTROFE, CAOS Y BIFURCACIONES


La terminología creada por los teóricos de los sistemas dinámicos, parece al público no
especializado un tanto alarmante. Contrariamente a lo que pueda significar a primera vista, esta
terminología arroja nueva luz e instrumenta empíricamente, para entender y clarificar los procesos
no lineales que caracterizan la evolución de los sistemas complejos. En el mundo concreto en la
década de los ‘60, René Thom, uno de los pioneros de la teoría de los sistemas dinámicos, desarrolló
una metodología de modelos multidimensionales. Esta teoría permite un riguroso tratamiento de la
sucesión de estados por los que pasa un sistema, aun en el caso en que los cambios sean
fundamentales y acaezcan en forma repentina o imprevista, es decir catastróficas, de ahí el nombre
de “Teoría de Catástrofe”. Esta provee algunos de los modelos matemáticos que representan cierta
variedad de cambios discontinuos, como son: cambios debidos a la súbita apariencia o desaparición
de lo que la teoría dinámica denomina “atractores”, incluyendo entre ellos también los clasificados
como atractores “periódicos o caóticos”.

ATRACTOR
El concepto de atractor radica en el fenómeno o fenómenos sobre los cuales descansan los
comportamientos iniciales, y que, continúan a través del desenvolvimiento de un sistema, de acuerdo
con las leyes de la evolución. Un “atractor” delimita los comportamientos en la que toda trayectoria
queda circunscrita, manteniendo así todo el ensamblaje desde los estados iniciales, como un foco de
convergencia dentro de la propia “cuenca”, “lecho” o modelo. Por ejemplo, cuando un sistema
evoluciona a través de períodos determinados, se dice que el sistema está gobernado por un
“atractor” periódico, y se encuentra sujeto a vaivenes o balances. Cuando la trayectoria de los
estados de un sistema no está en reposo o no presenta periodicidad, sino que se conduce en forma
errática, el sistema se encuentra sometido a un “atractor caótico”.

CAOS
En los años recientes se ha descubierto una amplia variedad de sistemas naturales con conductas
caóticas, que han sido modeladas matemáticamente y ha dado lugar a la aparición de una nueva
disciplina dentro de la teoría de los sistemas dinámicos. Se ocupa del estudio de las propiedades de
los “atractores” caóticos y los sistemas gobernados por éstos. Es popularmente conocida como
“Teoría del Caos” o “Caología” (ver Chaos Theory, de J. Gleick). A pesar de su nombre, se ocupa
de eliminar el caos más que de descubrirlo o crearlo, estudiando los procesos que aparecen en la
superficie, para luego en detalle, esclarecer el orden de las configuraciones subyacentes del
fenómeno que lo produce. Uno de los ejemplos, es el estudio de la turbulencia en los fluidos, por
Taylor en 1923, y más tarde por Edward Lorenz -entre otros, los fenómenos atmosféricos conocidos
como el “Efecto de la Mariposa”.

5
Poïesis significa "hacer" en Griego antiguo (creación, de poiein, hacer). Esta palabra, raíz de la moderna, “poesía”, fue
primero un verbo, una acción transformadora y continuadora del mundo.
BIFURCACIÓN
En los sistemas dinámicos, bifurcación es el fenómeno que produce un cambio súbito que hace
pasar a un sistema de un estado a otro. Lo que significa que el sistema ha pasado de un atractor a
otro. Las bifurcaciones pueden ser bifurcaciones suaves o bifurcaciones caóticas. Por ejemplo, el
mencionado Efecto de la Mariposa dice: “Si una mariposa Monarca agita sus alas en el Sur de
California, un mes más tarde el tiempo en Mongolia se vuelve impredictiblemente diferente.”
(Edward Lorenz - 1963).

SINERGÉTICA: LOS PRINCIPIOS UNIVERSALES DE LA AUTOORGANIZACIÓN


Muchos sistemas físicos y químicos fuera de equilibrio termal, pero también sistemas no físicos,
muestran marcadas analogías cuando alcanzan mayores grados de organización. Dichas transiciones
demuestran estar gobernadas por principios universales.

ORDEN, CAMBIOS MACROSCÓPICOS, CAMBIO DE LOS COMPORTAMIENTOS Y SUS


PARÁMETROS
En la mayoría de los casos, un sistema cambia su estado macroscópico cuando cambian sus
condiciones externas. Por ejemplo: en Física el flujo de energía o materia a través de un sistema
puede ser alterado, en Economía pueden ser introducidas innovaciones, en Ecología el clima o la
contaminación pueden cambiar, en Sociología nuevas opiniones de la gente pueden aparecer. En
proximidad a ciertos valores críticos de los parámetros que describen las condiciones externas, un
mínimo cambio de dichos parámetros, puede causar cambios dramáticos en el sistema total.
Volviendo a los ejemplos citados, en Física la luz desordenada de la lámpara es súbitamente
reemplazada por la luz totalmente ordenada de un rayo láser, o en forma similar, en Economía un
cambio en los precios puede hacer que aparezca un nuevo producto y que desaparezcan otros.
En casi todos los casos los mecanismos que producen los cambios dramáticos en el
comportamiento de los sistemas, responden al siguiente esquema: bajo ciertas condiciones externas
dadas, las partes individuales de un sistema mantienen ciertas configuraciones estables o
movimientos estacionarios, las que pueden ser configuraciones estáticas u oscilaciones de partes
individuales -como las que se producen frecuentemente en Física o Química-. Pero dichas
configuraciones también darse igualmente en las actitudes de la gente de una sociedad bajo procesos
económicos estacionarios. Tales configuraciones o modos de acción, permanecen usualmente
estables frente a pequeñas perturbaciones impuestas por el sistema, o dicho en otras palabras, las
partes individuales del sistema se distienden volviendo al estado anterior una vez que la perturbación
ha sido removida, o si la perturbación continúa y el cambio de comportamiento es apenas apreciable.
Sin embargo, aun con respecto a los valores críticos de los parámetros externos mencionados, esta
estabilidad puede perderse, y en tal caso, el sistema total busca encontrar una nueva configuración
global, o un nuevo comportamiento colectivo en sus partes individuales.

SISTEMAS ABIERTOS, FLUCTUACIONES Y CAMBIOS


Ante el cambio de parámetros externos, los sistemas reaccionan de una manera que puede ser
descrita como:
• Primero: a nivel macroscópico, aparecen modos colectivos que definen el nuevo
comportamiento u orden de sistema total, cuyas características son identificadas como
“parámetros ordenadores”. Tales parámetros pueden ser materiales como la amplitud de las
ondas físicas, o inmateriales como las ideas o símbolos que describen ciertas
configuraciones (modos).
• Una vez que los parámetros ordenadores han sido establecidos, ellos mismos prescriben las
acciones de los subsistemas, o para usar un término más técnico, estos parámetros sujetan o
circunscriben los comportamientos de los subsistemas a nivel microscópico.
He aquí algunos ejemplos ilustrativos: un niño a poco de nacer se ve sujeto a la influencia del
lenguaje en todas sus manifestaciones, no solamente oral sino corporal, la que va circunscribiendo
sus comportamientos. En forma similar, un miembro de un grupo religioso o ideológico se somete a
los parámetros fijados por la religión o ideología a la que ingresa.
Deseamos advertir aquí, que hemos elegido estos ejemplos con el objeto de explicar que los
sometimientos mencionados sólo describen cierto orden de relaciones entre un orden macroscópico
dado y el comportamiento individual, sin que ello implique connotación ética alguna.
El ejemplo del lenguaje en el hombre, muestra la interrelación entre los parámetros ordenadores
que circunscriben al sistema, y que son inherentes a los procesos de todos los sistemas
autoorganizativos. El lenguaje circunscribe al individuo, pero éste de todas maneras, no puede ser
tal sin él. Los parámetros ordenadores o invariantes y los comportamientos individuales,
condicionan el uno al otro recíprocamente. Vemos así, que la ley de causalidad usual parece no ser
aplicable. La distinción entre parámetros ordenadores y los sistemas circunscritos en si mismos,
implican una enorme reducción del número de variables o grados de libertad. En efecto, en muchos
casos prácticos, el número de parámetros ordenadores es mayor en varios órdenes de magnitudes,
respecto del número que rigen a los subsistemas. Esto nos permite describir aún los
comportamientos de sistemas complejos en términos de sólo pocas variables (tener en cuerna el
concepto de atractor), y por ende, en un buen número de casos, pueden ser rigurosamente tratadas
mediante avanzados métodos matemáticos o de física teórica.
En tiempos pasados las estructuras encontradas en la naturaleza, especialmente en el mundo
animado fueron concebidas como dadas de una vez para siempre, en forma estática. Más tarde, esta
imagen fue reemplazada por la concepción que las estructuras son el resultado de la dinámica de la
evolución. En tiempos actuales, este concepto ha sido un tanto exagerado y los científicos siguen
pensando en términos de procesos secuenciales, donde un acontecimiento es seguido por el otro y
causado o precedido por el anterior.
Sin embargo, en el ámbito de la Sinergética se ha esclarecido que los procesos pueden
condicionarse unos a otros cuando van en forma paralela. Tales procesos son bien conocidos en
física. De ahí que haya aumentado la importancia de la computación paralela para computadores en
redes (Crick 1979), como también en el entendimiento del cerebro (Discriminar en Taxonomía
bibliográfica 6). Por ejemplo, la emisión coherente de las ondas de luces por un láser atómico,
parecen jugar un papel en el reconocimiento morfogenético y configuración de formas.

CONFLICTO Y ROTURA DE SIMETRÍA


Como se ha mencionado anteriormente, existen numerosos ejemplos donde en determinados
“puntos críticos”, podemos describir en sistemas complejos sus comportamientos en términos de
unas pocas variables cuantitativas, tales como parámetros ordenadores o invariantes. Aún en los
casos más simples de un parámetro ordenador, se presentan sorprendentes analogías entre sistemas
diferentes. Una de las más importantes, es la característica con que ocurre la rotura de simetría -un
buen ejemplo, es una bola que se mueve en un valle (Hacken Paddington, Taxonomía bibliográfica
2).
En los años recientes, se ha demostrado claramente la similitud de las características en la rotura
de la simetría en los sistemas complejos, incluyendo el cerebro humano. Como ilustración deben
observarse los gráficos de Mauricio Escher de murciélagos ángeles y demonios, y toda su
producción. En dichos gráficos duales, si se toman como fondo a las figuras negras, descubrimos las
figuras del demonio, pero si por el contrario, usamos el fondo blanco aparece la figura del ángel. Si
pasamos de una figura a otra, nuestro cerebro puede asumir en principio dos estados, dándonos dos
diferentes percepciones. En términos generales, el reconocimiento de formas puede verse como una
secuencia en el proceso de rotura de simetría, el que en cada punto de ramificación elige nueva
información para romper la simetría, o en otras palabras, obliga a hacer sólo una posible decisión.
En el caso del gráfico de Escher, la información adicional consiste en tomar el fondo blanco o negro
para el reconocimiento de una u otra figura. Lo que a-priori es asimétrico, cambia en virtud de la
información adicional que contiene la figura misma.
En los sistemas autoorganizativos, la aparición de un nuevo estado o eventualmente una
multitud de nuevos estados, es algo muy común y frecuente. Cuando los parámetros externos de una
estructura cambian y ésta se vuelve inestable, no tarda en aparecer una estructura nueva, que en
principio no demora en elegir un diferente estado ordenado como estructura macroscópica. En tales
situaciones, sólo fluctuaciones especificas internas o externas son las condiciones iniciales o
instrucciones adicionales, que conducen a la decisión que eventualmente es elegida.
La ocurrencia de situaciones completamente equivalentes en los sistemas autoorganizativos ha
alcanzado consecuencias más allá de lo previsible. Siempre se ha pensado sobre soluciones únicas y
excluyentes, pero hoy sin embargo se reconoce que los sistemas pueden dar diferente clase de
respuesta a una situación dada. Precisamente sucede lo mismo en Política, Economía y Psicología,
aunque en esos dominios no se hable de Rotura de Simetría, sino de situaciones de conflicto.
Ciertamente, hay situaciones que presentan problemas que dan lugar a dos o más soluciones que
se excluyen entre si. Cada solución presenta determinadas ventajas, al mismo tiempo también
desventajas. En Psicología o en Política las situaciones de conflictos conducen a indecisiones las
cuales a su vez llevan a inestabilidad. Pequeños grupos, con preferencia por una u otra solución,
pueden inducir a una gran parte de la sociedad que adopte o elija la misma solución, y de esta
manera rompa con la simetría del consenso anterior. Se presentan situaciones análogas como las
siguientes:
• Economía: En competencia entre productos; flujos monetarios.
• Ecología: Dinámica de población; competencia y cooperación entre especies.
• Política: Formación de la opinión pública.
• Epistemología: Emergencia de nuevas teorías; mecanismos de las revoluciones científicas
• Historia: Desarrollo de las sociedades por causa de la industrialización o nuevas
tecnologías.
Desde el punto de vista metodológico, existe una rica variedad de conexiones entre sinergia y
otras disciplinas. Tales conexiones se producen entre: Teoría General de Sistema; Teoría de
Dinámica de Sistema; Teoría de las Bifurcaciones; Teoría de Catástrofe; Cibernética (Teoría del
Control); Teoría de los Procesos Estocásticos; Dinámica Irreversible; Estructuras Disipativas; Teoría
de Fases Transicionales y Mecánica Estadística (Visión globalizada de la Taxonomía bibliográfica
con sus interfases).

SISTEMAS ABIERTOS
En las ciencias naturales, la aparición espontánea del orden ha tenido intrigados a los científicos
ya que esto parecía estar en conflicto con las leyes fundamentales de la Física. De acuerdo con la
Termodinámica el desorden debía aumentar en los sistemas cerrados. Sin embargo, el detallado
estudio de ejemplos explícitos acerca de la transición desorden-orden, ha revelado que existen
contradicciones en esas leyes fundamentales. Uno de los mejores ejemplos es tal vez el rayo láser,
una nueva fuente de luz en la cual la radiación enteramente desordenada de la luz de una lamparilla
es reemplazada por una radiación totalmente coherente. Hoy sabemos que esta fuente produce
formación de imágenes, lo cual es posible porque se introduce energía en dichos sistemas. Es decir,
que son sistemas abiertos y no cerrados como se sostenía.

LOS PRINCIPIOS UNIFICADORES DE LOS COMPORTAMIENTOS


El punto de no retorno como superación de esta proliferación compartimentadora en la búsqueda
del conocimiento, ha comenzado con la tarea sistematizadora a través del estudio de la similitud de
comportamientos que exhiben los sistemas, aunque éstos sean completamente diferentes en tamaño,
complejidad o naturaleza (advertir la emergencia del Nuevo Paradigma Omnicomprensivo). Una de
las preguntas cruciales ha sido la siguiente: ¿Existen principios generales que gobiernen la
autoorganización independientemente de la naturaleza de los sistemas o subsistemas? ¿Existen
métodos teóricos generales que se encarguen de estudiar dichos efectos?
La finalidad que se oculta detrás de estas preguntas puede sorprender porque los sistemas
pueden estar compuestos por elementos tan diversos como átomos, moléculas, fotones, células,
animales, computadores, seres humanos, sociedades, etc. También la forma en que dichos elementos
interactúan uno con otros es igualmente diversa. Sin embargo, en los años recientes se ha
descubierto que una larga clasificación de sistemas pertenecientas a muy diferentes disciplinas,
exhiben inesperadas e impresionantes analogías, tanto en sus micro como macro-comportamientos.
Estas analogías se hacen visibles cuando se adopta un cierto nivel de abstracción. Es interesante
observar que éstas se hacen particularmente pronunciadas cuando los diversos sistemas sufren
cambios macroscópicos dramáticos.

CONCLUSIÓN
Lo expuesto sobre el movimiento y pensamiento sistémico, comenzó con una respuesta a las
dificultades dentro de la tradición intelectual de la ciencia. Hoy, percibir e interiorizar la idea de
representación del Universo y sus infinitos componentes, como “mapa sistémico integrado” es un
hecho totalizador. De modo que la actividad humana como intencionalidad, constituye uno de los
componentes subsistémicos demostrados como propósitos o dinámica de intencionalidad, conforme
al Principio de Incertidumbre e Indeterminación, dadas las múltiples opciones que todo sistema tiene
para decidir.
La proposición fundamental del movimiento sistémico, es que es útil tomar y ver al mundo
como un número en permanente crecimiento de “conjuntos” (en sentido matemático) o subsistemas
interconectados, solapados o superpuestos, con división del trabajo, hasta llegar a constituir un
sistema o supersistema en constante realimentación. En ellos, la actividad humana es siempre
sistémica en el mundo real de la resolución de problemas. De este modo, se pretendió la
conceptualización de una metodología donde primero está la identificación del problema usando esta
nueva visualización y su comprensión.
En los próximos capítulos se consignarán los nuevos desarrollos y descubrimientos de esta
metodología, y cuáles han sido las implicaciones de la Revolución Sistémica.
NODO V

EL NUEVO PARADIGMA OMNICOMPRENSIVO DE LA EVOLUCIÓN:


LA AUTOORGANIZACIÓN

PRINCIPIOS UNIFICADORES EN EL PROCESO DE LA EVOLUCIÓN


ORDENAMIENTO JERÁRQUICO DE LA DINÁMICA EVOLUCIONARIA
ONTOGENIA
FILOGENIA
ANAGÉNESIS
DESCRIPCIÓN DE LOS DIEZ PRINCIPIOS UNIFICADORES DEL PARADIGMA EVOLUCIONARIO
FUERA DE EQUILIBRO (NON-EQUILIBRIUM)
ROTURA ESPONTÁNEA DE SIMETRÍA
AUTORREFERENCIA
AUTOTRASCENDENCIA
IRREVERSIBILIDAD
METAESTABILIDAD: COMPLEMENTARIEDAD DE LOS FACTORES ESTOCÁSTICOS Y
DETERMINÍSTICOS
PROCESO EPIGENEALÓGICO: COGNICIÓN Y MEMORIA
AUTONOMÍA
SIMBIOSIS
INDETERMINACIÓN Y APERTURA (INDETERMINACY OPENNESS)
CONCLUSIONES
NODO V

EL NUEVO PARADIGMA OMNICOMPRENSIVO DE LA EVOLUCIÓN:


LA AUTOORGANIZACIÓN

Nosotros no somos de hoy o de ayer, somos de una inmensa


edad.
Carl G.Jung -Entrevista con J.Freeman- BBC TV. 1959
Este Paradigma trata de explicar la evolución como un fenómeno globalizador a partir del “Big
Bang”, interconectado en sus manifestaciones dinámicas mediante el principio de Homología y no el
de Analogía. Es decir, la dinámica es similar en sus procesos internos y no formales. De este modo,
los procesos tanto de las partículas, los átomos y galaxias, como igualmente la creatividad humana
en arte, ciencia, tecnología, son los mismos. Esta nueva orientación consistió en saltar de los
cambios, a los procesos dinámicos que generan los cambios, es decir a tener en cuenta el orden de
los procesos, o la categorización del orden de los cambios (Jantsch, 1981; E. Laszlo, 1971, 1974 y
1988; Checkland e interfases en Taxonomía bibliográfica 1, 2 y 3).
Con ellos se abre una nueva perspectiva bajo la cual, son los sistemas los portadores de la
evolución como poder inherente a sí mismos en su dinámica autoorganizativa, cualquiera sea su
complejidad. Esta nueva perspectiva produce un cambio crucial en la “interiorización” de la
realidad, al borrar las barreras entre lo animado e inanimado. Si el metabolismo, la autorre-
producción y la transferencia de mutaciones, fueron hasta hace poco características de los fenómenos
vivos, hoy estos fenómenos están demostrados igualmente en los sistemas precelulares de las
moléécu1as y de la creación humana.
Las estructuras químicas disipativas, establecen su propia autonomía al exhibir un sistema de
memoria holística independiente del ambiente, que funciona como sistema cognitivo sin cerebro.
Por ello se considera al fenómeno de la evolución como un proceso creativo, y no de adaptación, que
está más allá de lo biológico como expresión de autotrascendencia. Va más allá de los límites del
sistema mismo. Todo ello, lleva aparejado un cambio epistemológico de profundas consecuencias
en el pensamiento occidental, que conduce a la superación de todo Reduccionismo. Se interioriza
una nueva actitud y visión no dualista, contraria a las dicotomías usuales entre lo natural y lo
cultural, natural y artificial, espíritu y material, observador y observado, subjetivo y objetivo,
colectivo o individual. Los seres humanos son considerados como objetos y sujetos de la evolución,
y agentes integrales de la misma, en nuestro planeta y tal vez en todo el Sistema Solar. Somos
evolución y como tales debemos ejercer un poder responsable en ella.
Esto no implica invalidar las religiones. Por el contrario, los científicos han vuelto sobre ellas
para dar respuesta a muchas cuestiones que les estaban exclusivamente reservadas (Taxonomía
bibliográfica 7, en interfase con 2). La visión evolucionada ha sido siempre una fuente profunda de
inspiración para la humanidad. En el Misticismo y la Filosofia Oriental, especialmente en el
Taoísmo y el Budismo, ha permanecido viva durante más de 2.500 años. En el pensamiento
occidental en los últimos 500 años, esta visión ha sido dominada por una actitud dualista donde la
realidad absoluta es excluida de toda consideración ya se trate de Dios o la verdad científica.

PRINCIPIOS UNIFICADORES EN EL PROCESO DE LA EVOLUCIÓN


Cada causa es el efecto de su propio efecto.
Ibn Arabi - Místico árabe español
La búsqueda de principios unificadores en la descripción de la fenomenología evolucionaria, en
un marco más amplio que el de la evolución biológica, no es nueva. Pero ésta nunca fue más lejos
que hacerla extensiva a ciertos fenómenos socioculturales. El paradigma dualista de evolución
biológica Darwinista, fue ampliado hasta el punto de incluir en él lo conocido como Darwinismo
Social. Además comprendía a otros fenómenos emergentes de los mismos principios, tales como la
universalización de los mecanismos de adaptación, y la lucha por la supervivencia. Incluso la
Historia de la Ciencia, interpretada de modo Popperiano se transforma en testigo de la selección
Darwiniana.
La cultura occidental ha sido profundamente afectada por la orientación estructural Darwiniana
cuyo paradigma se basa en los principios de adaptación y supervivencia, y sin lugar a la creatividad
como producto del juego y su satisfacción, o la plenitud autoafirmadora del hecho mismo del vivir.
Tampoco como un mero funcionar fatalista y predeterminado, que niega a la vida la creatividad
misma, que es su condición suprema. No es un accidente que el paradigma Darwinista se encuentre
íntimamente ligado con el marxismo y el Freudismo como filosofías de vida. Un paradigma dualista
como el Darwinista es intrínsecamente incapaz de percibir la evolución como un fenómeno
universal, donde la adaptación ha sido la respuesta a algo desarrollado fuera del marco de referencia
en consideración, y la supervivencia lo que existe para asegurar y defender contra algo que pueda
amenazar la vida desde fuera.
Por contraste, el paradigma de la autoorganización que emerge en la década de los ‘70, fundado
en un punto de vista no dualístico, hace posible la universalización de la evolución. Ésta descansa
en la dinámica de los procesos y no en la estática de las estructuras. La evolución consiste en el
proceso integral de lo disipativo y lo autoorganizativo. Dicha evidencia ha terminado por ser el
último desafío a los paradigmas anteriores de los diferentes compartimentos científicos (Contemplar
globalizadamente la Taxonomía bibliográfica y sus interfases).
Las comunalidades han sido encontradas, no sólo entre la evolución biológica y la evolución
social, sino también cubriendo todo el espectro que se extiende desde lo físico-cósmico o de la
llamada materia inerte, hasta la evolución sociocultural y la del ámbito mismo de las ideas. En los
desarrollos producidos en la década de los ochenta, se ha elaborado un concepto unificado integral.
Es éste el que describe al universo como un proceso evolucionario constante, manejado por la
interconectividad de la dinámica evolucionaria en todos los niveles. Al hablar de esta dinámica
evoliucionaria, cualquiera que sea, debe contarse siempre con las nociones o principios jerárquicos,
que actúan en el tiempo y en el espacio, las que se describen a continuación (teniendo en cuenta
simultáneamente las áreas en que se mueve la bibliografía matrizada y la dinamización de sus
interfases).

ORDENAMIENTO JERÁRQUICO DE LA DINÁMICA EVOLUCIONARIA


El Tao dio nacimiento a Uno, Uno dio nacimiento a Dos, Dos
dio nacimiento a Tres, Tres dio nacimiento a toda la miríada de
cosas.
Lao Tsé – Tao Teh Ching
• Ontogenia
Ontogenia es la evolución de todo sistema que pasa a través de la estructuración que produce
la secuencia espacio-tiempo. El proceso lógico organizativo en todos los niveles es el mismo.
Los ejemplos de este tipo, se extienden desde las estructuras químicas disipativas como los
bioorganismos, hasta comprender las sociedades y las ideas. Queda aquí por lo tanto incluida, la
evolución biológica no sexual de la reproducción -la fisión binaria de las bacterias y las amebas-
en las cuales no existe una separación clara entre generaciones como en la ontogenia de los
organismos superiores; ya que la transferencia horizontal de los genes así lo demuestran.
• Filogenia
Filogenia es toda secuencia coherente de ontogenias que implican un cambio en el proceso
lógico organizativo. Pueden presentarse repetidas ramificaciones dentro de la multiplicidad de
tales secuencias (cladogénesis). Podemos citar como ejemplos: las generaciones de
bioorganismos reproducidos sexualmente, ecosistemas evolutivos, ciudades, paradigmas
científicos -en el sentido de Khun (1962)-, o ciertas culturas con plasticidad suficiente para
evolucionar. Los modos por los cuales las ontogenias o generaciones de sistemas individuales se
eslabonan en secuencias coherentes suelen variar. Pueden estar basados en la forma en que se
produce la transferencia de materia, energía o información, o también en la forma de la
autoorganización dinámica endógena del sistema.
Sea cual fuere el modo de tales procesos, éstos conducen a una mera reproducción fiel
(stasigenesis), sobre lo que se dirá algo más al hablar de la evolución con mutaciones entre líneas
filogenéticas.
“Árbol monofilético de los organismos”, según Ernst Haeckel (1866)
• Anagénesis
Se define así al funcionamiento evolucionario o la evolución dinámica que conduce a
nuevos sistemas evolutivos, siendo por lo tanto una clase de metaevolución. Cada nuevo nivel
esta caracterizado por nuevos principios ordenadores, los que ante la emergencia de jerarquías
estratificadas, acentúan los principios a otro nivel en forma particular.
En adelante, el término anagénesis será usado para denotar la estratificación en ambas
direcciones: hacia arriba (de lo microscópico a lo macroscópico) y viceversa. Entre los ejemplos
de anagénesis podemos incluir las transiciones que van desde las partículas atómicas a los
núcleos atómicos, de los átomos a las moléculas, o desde las células precarióticas (libres de
núcleos) a las células eucarióticas (nucleadas).

La evolución es una manifestación de la autoorganización disipativa, es decir de la


autoorganización que implica una transformación de energía y producción de entropía. Es
importante hacer notar sin embargo, que la autoorganización disipativa comprende también a otros
tipos o grupos de dinámicas las cuales no dan lugar a evolución. La renovación de la misma
estructura es un proceso que ha sido denominado “autopoiesis” por Humberto Maturana y Francisco
Varela en 1975 (Taxonomía bibliográfica 2), que es característico en las estructuras disipativas
químicas al igual que en las células biológicas, sin llegar a ser evolución.
El comportamiento en ciclos limitados, es también una manifestación al mismo tiempo de una
estructura que se mueve en el espacio y en el tiempo, aun en el caso en que las fases se cumplan en
décadas como en el caso de ciertos ecosistemas -como los bosques de pino y abedules canadienses
en interac-ción con las lombrices del medio-. Si sólo se producen multiplicaciones que no
evolucionan, las fisiones binarias de las bacterias o amebas o las particiones de las colmenas, no son
en sí mismas ontogenéticas o filogenéticas. La evolución se diferencia del crecimiento por la
mutación que lleva a un cambio en la estructura.
La mayor parte de los cambios rigurosos introducidos en el paradigma de la autoorganización se
ha centrado en la ontogenia de los sistemas, de dos importantes maneras.
1. Primero, se extienden a los tres niveles de la dinámica evolucionaria, es decir a la
Ontogenia, Filogenia y Anagenia.
2. Segundo, son aplicables sobre una amplísima variedad de sistemas evolutivos que van desde
los físico biológicos hasta el ámbito sociocultural, aunque ello no implique aplicarlos
universalmente.

DESCRIPCIÓN DE LOS DIEZ PRINCIPIOS UNIFICADORES DEL PARADIGMA


EVOLUCIONARIO
El descubrimiento del fenómeno autoorganizativo en todos los dominios de la materia y de la
dinámica sistémica intrínseca a dicho fenómeno, han hecho posible una unificación que rige al
proceso de la evolución, tanto en el ámbito de lo “inanimado” como lo animado. Estos principios
unificadores pueden describirse en dos dimensiones. Primero a través del ordenamiento jerárquico
de la dinámica evolucionaria, ontogenia, filogenia y anagenia; y segundo, a través de los dominios
de la realidad, desde lo físico (cósmico) pasando por lo biológico (sociobioecológico) hasta alcanzar
lo sociocultural.
Diez son tales principios, pero se contienen mutuamente entre sí:
a) fuera de equilibrio
b) rotura espontánea de la simetría
c) auto-referencia
d) auto-trascendencia
e) irreversibilidad
f) meta-estabilidad (complementariedad de los factores estocásticos y determinísticos)
g) proceso epigenealógico (cognición y memoria)
h) autonomía
i) simbiosis
j) indeterminación (openness).
Se describen a continuación ejemplos que ilustran la aplicabilidad de la cualidad unificadora de
dichos principios.

A) FUERA DE EQUILIBRIO (NON-EQUILIBRIUM)


Se trata de un prerrequisito de la autoorganización disipativa, que implica procesos de
intercambio entre el sistema autoorganizativo con el ambiente.
Cerca del equilibrio dichos procesos morirían, dicho de otra manera, el equilibrio como estado
final de adaptación (mutua) es equivalente a muerte. Por ende, un sistema puede estar o permanecer
globalmente estable cuando se encuentra fuera de equilibrio. Tanto la evolución como la
autorrenovación, dos formas de autoorganización disipativa, son consecuencias del estar fuera de
equilibrio, o lo que es lo mismo, en permanente dinamismo.
En Ontogenia, se manifiesta en los desequilibrios internos no lineales que refuerzan las
fluctuaciones al azar, llevando al sistema a un nuevo umbral de estabilidad, y consecuentemente a
una nueva estructuralización (referirse a Caos y Bifurcación). Ejemplos: estructuras químicas
disipativas (Nicolis y Prigogine, 1977), formación del cáncer (Lefever y Garay, 1977).
En Filogenia, el reconocimiento de la coevolución o ultraciclos (Balmer y Weizsaker, 1974) son
los casos de sistemas o nichos ecológicos, que se estimulan continuamente entre sí, dando lugar a la
aparición de nuevas formas, que horizontalmente cambian la estructura del nicho, mediante un
nuevo nivel de complejidad como acto creativo, y no de nueva adaptación. No se produce ningún
proceso de aprendizaje. La evolución aquí no es nunca un “equilibrio puntual”, sino la
manifestación de una estructura fuera de equilibrio, la que aunque pueda aparecer como globalmente
estable, está permanentemente bajo fluctuaciones. Algunas de esas fluctuaciones será la que llevará
finalmente a una nueva estructura o estructuración.
En Anagénesis, finalmente, se producen nuevos niveles de dinámicas evolucionarias debido al
estado fuera de equilibrio que se manifiesta vertical, entre macro y micro estructura. Es lo que
Jantsch en 1980, denominó coevolución del macro y microcosmos. En la evolución cósmica, la
materia original de hidrógeno y helio constituyen el subtracto con el cual se organizan las
macroestructuras. Pero fueron las condiciones macroscópicas las que condujeron a la formación de
las moléculas orgánicas. Tan pronto como el primer organismo celular apareció en la tierra,
comenzó la fotosíntesis aeróbica, que de acuerdo a los datos recientes, fue hace 3.800 millones de
años atrás, cuando la Tierra no había alcanzado más que una quinta parte de sus presente edad. Con
la fotosíntesis aeróbica se produjo la liberación del oxígeno. Después de la oxidación de la
superficie de la Tierra, la que tomó 2.000 millones de años, el oxigeno libre comenzó a acumularse.
Este oxigeno constituyó el requisito previo para el próximo paso de la anagénesis de la vida, la
célula eucariótica. Ésta a su vez, fue un prerrequisito para los organismos multicelulares. En la
macro ramificación de la evolución biológica, los microorganismos precarióticos mediaron como
reguladores del planeta en la auto-regulación del sistema Gaia, constituido por atmósfera más
biósfera (Lovelock, 1979). Ambas micro y macro ramas cambiaron la una a la otra y de este modo
generaron las condiciones mutuas para su existencia y evolución continuada.
B) ROTURA ESPONTÁNEA DE SIMETRÍA
Generalmente la rotura de simetría es un porceso que genera variedad y conduce al aumento de
la complejidad, lo que también lleva a la generación de diferentes niveles de descripción como lo
indica Prigogine (1973). La transición del nivel de la dinámica clásica (Newtoniana) al equilibrio
termodinámico, marca una rotura de simetría con la introducción de la irreversibilidad, y de este
modo, una dirección en la cual el tiempo fluye y cuenta. La siguiente transición, la constituye un
nuevo nivel marcado por las estructuras disipativas fuera de equilibrio termodinámico, con la
aparición de estructuraciones espontáneas, las que marcan una rotura adicional en la simetría
espacial.
En Ontogenia la rotura de simetría es posiblemente lo más importante. La rotura se produce del
siguiente modo: la secuencia de estructuras se caracteriza por la rotura espontánea de la simetría del
sistema de la misma clase, manera o modo. Por ejemplo, la secuencia de estructuras disipativas en la
evolución de la reacción de un sistema químico, puede ser descrita en términos de una indefinida
serie de roturas de simetrías espaciales. En la teoría de la unificación de campos (especialmente los
modelos de Weinberg-Salam y Georgi-Glashow) se usa el concepto de rotura espontánea de simetría
para describir la proliferación de diferentes familias de partículas
En Biología, la Filogenia biológica es la ramificación en diferentes subespecies y especies, y
representa la rotura de simetría mencionada. Pero también la evolución de un paradigma científico
implica una rotura de simetría. Tal vez la más evidente resulta la que se produce con el modelo
Kepleriano, pre-Newtoniano de la mecánica celestial que pasa de la simetría concéntrica de círculos
a una más compleja de epiciclos. Del mismo modo parecen hoy en día evolucionar los modelos en
la física de partículas. La rotura espontánea de simetría en anagénesis genera una creciente
estratificación jerarquizada, la que se incorpora al complejo sistema de la realidad.
El concepto de rotura de simetría en anagénesis puede ser generalizado a través de toda la
evolución biológica y cultural. La alternancia de roturas temporales y espaciales, es la que produce
nuevos niveles en la dinámica evolucionaria, tanto en la micro como en la macroevolución, es decir
desde abajo hacia arriba y viceversa (Jantsch). De importancia particular es la rotura de simetría
entre el mundo interior y el exterior debido a la autorreflexión de la mente. La visión del mundo
interior, deja de buscar la coincidencias con la visión del mundo exterior, y se orienta hacia la
anticipación de los cambios a sobrevenir. Por ejemplo, tenemos el caso de la transformación masiva
mediante la tecnología. Los seres humanos no han subido un escalón más en la evolución, pero han
incorporado más niveles anagenéticos activos que los organismos menos desarrollados. Dichos
niveles se extienden desde las estructuras disipativas bioquímicas, pasando por las células
eucarióticas (organelas, células eucarióticas, organismos complejos hasta alcanzar la mente
autorreflexiva). Esto significa que la evolución es cada vez más complejamente orquestada en la
jerarquía de la dinámica evolucionaria.

C) AUTORREFERENCIA
La autorreferencia es el principio no dualístico per se. Esto implica que la autorreferencia se
refiere a un porceso que se produce sin referencia a ninguna autoridad externa. Pone todo el énfasis
en la interacción de los procesos cíclicos, los que han sido reconocidos como la lógica básica de los
sistemas para incluir un amplio número de fenómenos. Entre ellos, la autoorganización cíclica
descansa en el proceso de autorrenovación o autopoiesis (Maturana, 1975; Varela, 1979). Más
específicamente, el de hiperciclo, un circulo catalítico cerrado, o proceso de reacción transformadora
con uno o más pasos auto-catalíticos, que han sido declarados como un principio básico en la
evolución precelular (Eigen, 1971; Eigen y Schuster, 1979). El principio de autorreferencia subyace,
también en la autoorganización de estructuras químicas disipativas y en un amplio espectro de
fenómenos autoorganizativos, que van desde los cósmicos hasta los sistemas socioculturales
(Jantsch, 1980). La autorreferencia se presenta aquí en dos niveles:
1. nivel de los pasos autocatalíticos,
2. nivel de los procesos organizativos cíclicos.
La unidad básica de la evolución no es una estructura morfológica, sino un proceso estructural
organizado dentro de un hiperciclo, más los procesos vinculados con el ambiente. De acuerdo con
Bateson (1972) se podría decir que la “mente” como sistema dinámico es la unidad evolucionaria
básica. La organización de los procesos cíclicos conlleva la autorrenovación, permitiendo así una
mayor complejidad en el proceso reproductivo, produciendo una efectiva correlación de errores. La
evolución sobreviene únicamente cuando un error o alguna mutación aparece en el proceso. En otras
palabras, la mutación puede ser representada por una hélice o espiral de procesos más que por un
círculo, pues se aleja de él avanzando a otro estado. La autorreferencia incluye, no sólo la referencia
a las estructuras de los procesos existentes en el tiempo y el espacio, sino también que se refieren a
la autotrascendencia creativa de dichos procesos (véase el siguiente apartado).
En Ontogenia, el hiperciclo catalítico autorreproductivo de segundo grado de Eigen en la fase
precelular de la evolución de polinúcleos-polipéptidos, es el primer ejemplo (Eigen, 1971; Schuster,
1979). En forma similar el reciclaje económico de los sistemas o la autoorganización de los sistemas
económicos de servicio pueden ser representados por estos hiperciclos. El concepto de
autorreferencia, constituye hoy la base de los nuevos enfoques en Psicología. Muy recientemente la
naturaleza circular de esta actividad científica, ha sido altamente acentuada, enfatizada por la crítica
al considerarse una ciencia “objetiva” supuestamente anclada en firmes y absolutas verdades. Al
igual que todo conocimiento, la ciencia es una entramado de relaciones personales vivas con el
mundo, el cual en sí mismo, constituye una forma de sistema autoorganizativo evolutivo. Al otro
lado o extremo del espectro, se sitúa el modelo de Chew (1968) conocido con el nombre de
“bootstrap” referido a la Física de Partículas, en la que los hadrones pueden transformarse entre sí y
ayudar a otros hadrones en sus transformaciones, cuando aparecen como partículas compuestas por
otros constituyentes de partículas, o cuando ciertas fuerzas circunscriben al modelo para su
autorrenovación, el cual puede ser asimilado a un modelo evolucionario. Es interesante que este
modelo, uno de los muy pocos que utilizan el enfoque procesal en física de partículas, reconozca
sólo un fundamental principio: la auto- consistencia.
La Filogenia, aunque usualmente mirada desde el vector vertical del tiempo, también se
extiende a la trama horizontal de los procesos ecológicos, mediante el cual las especies, los nichos y
los ecosistemas se forman mutuamente uno a otro. Generalmente dichos procesos se organizan en
hiperciclos. Al menos, tanto la Filogenia biológica como la cultural, dependen del principio
epigenético y más generalmente del principio epigenealógico, como se verá más adelante. En esta
forma se explicita al proceso de autorreferencia de los macrosistemas.
En Anagénesis, nuevos niveles evolucionarios pueden emerger por medio de los hiperciclos
formados con las células precarióticas, que se desarrollaron por hiperciclos de biomoléculas; las
células eucarióticas pueden haberlo hecho mediante hiperciclos de las precarióticas, y los
organismos por hiperciclos de las eucarióticas. En la misma manera los paradigmas de
conocimientos pueden provenir de hiperciclos de ideas y conceptos, visiones comprehensivas o
cosmovisiones de hiperciclos de sueños y obras de ficción.

D) AUTOTRASCENDENCIA
Si la autorreferencia es el principio que sustenta la preservación de la complejidad, entonces es
el principio que genera la complejidad. Es la superación creativa del “status quo”. La verdadera
autoorganización incorpora inherentemente el principio de autotrascendencia en el acto creativo del
sistema, que va más allá de sus propias fronteras o limites físicos y mentales. La creación es el
corazón, centro o alma de la evolución, no la adaptación. Es la alegría de la vida por la vida misma,
lo que no es más que el aseguramiento de la supervivencia. La vida no se asegura en base al control
y dominio sobre otros sistemas y del ambiente en general, se basa en la confianza en éstos y en la
propia capacidad para enfrentarse o habérselas con lo inesperado. El reforzamiento de esta capa-
cidad es aún más explicito en la evolución biológica y cultural (Waddington, 1976; Jantsch, 1980).
La ruptura de la autorreferencia por causa de una fluctuación desestabilizadora o por un error,
conduce a la organización de una nueva estructura, constituyendo por lo tanto un acto de
autotrascendencia.
En Ontogenia el sistema no sólo reestructura sus procesos internos, sino que además, crea una
red de relaciones con el mundo, usualmente comprendiendo acontecimientos nuevos y desconocidos,
e incluso aspectos inconocibles de este mundo.
Una particular consecuencia de la Autotrascendencia en Ontogenia y Filogenia, es la necesidad
evolucionaria del altruismo. Éste ya aparece en el hiperciclo precursor de la evolución precelular.
Según Figen y Schuster (1979) este hiperciclo precursor necesita para alcanzar su total desarrollo, de
los procesos entre dos nucleótides (cytosine y quanine) y de dos proteínas que actúan como enzimas.
Cada nucleótide transporta la información para su propia autorreproducción y también para la
producción de una proteína. Si la proteína resultante prefiriese catalizar la autorreproducción de sus
propios antecesores nucleótides, la evolución pararía sin más. Pero los otros nucleótides se ven
favorecidos gracias al proceso mencionado. El reforzamiento mutuo prevalece sobre el individual
según Eigen y Schuster.
En Filogenia, una similar necesidad de altruismo podrá ser demostrada en los bioorganismos
una vez que la equívoca influencia de la Sociobiología, sea abandonada y desaparezca. Toda ética
formulada con acuerdo a la continuidad de la evolución, es una expresión del principio de la
autotrascendencia. Contrariamente toda actitud de seguridad estática, es decir de auto-reforzamiento
individual egoísta, sofoca la evolución.
En Anagénesis, la autotrascendencia es de especial importancia. La reestructuración creativa
con el mundo envuelve la invención de nuevos mecanismos y dinámicas evolucionarias. En
evolución sociocultural emerge una responsabilidad explícita por parte del individuo por los
macrosistemas donde su vida se desenvuelve, no sólo en el Planeta Tierra, sino que en todo el
Universo interiorizado a través de sociedad y cultura. El hombre recrea el mundo de acuerdo a su
visión. Es la autoorganización dinámica del mundo interior del hombre lo que constituye el
principal factor en la configuración y representación del mundo exterior (Ver Taxonomía
bibliográfica 7).

E) IRREVERSIBILIDAD
La irreversibilidad de los procesos está vinculada a la noción de entropía, la que en el dominio
de la física, consiste en la transformación de la energía libre mediante el trabajo, en entropía. Esto
quiere significar que la evolución no comienza por un esfuerzo supremo a partir de un estado de
equilibrio, cuyo proceso puede ser o es reversible y vuelve al estado de equilibrio. La evolución no
es nunca estática ni reversible.
En Ontogenia la irreversibilidad de los procesos va siempre acompañada de producción continua
de entropía, lo que implica que transforma la energía libre en entropía disipada. Esta es la razón
porque se denomina como “trabajo” a la autoorganización disipativa y porque se habla de estructuras
disipativas. En el intercambio con el ambiente o del metabolismo de los sistemas autoorganizativos,
la energía libre es importada y la entropía es exportada. De esta forma la entropía no se acumula en
el sistema y un alto grado de producción de entropía significa una vida intensa y saludable para el
sistema.
En Filogenia los procesos evolucionarios son irreversibles en el sentido de que la evolución
nunca vuelve a recorrer sus pasos. Los mamíferos marinos tales como los delfines y las ballenas
exhiben sus historias filogenéticas como animales marinos en cuando se comportan como animales
terrestres y viceversa.
En Anagénesis, la irreversibilidad se hace manifiesta en la preservación de los estratos frente a
la emergencia de multiniveles. Dichos estratos se mantienen semiautónomos dando lugar a lo que se
ha denominado autonomía estratificada (Jantsch 1980). Pero coordinada dentro de sus jerarquía,
estos permanecen altamente normalizados como se verá más adelante. Los estratos se mantienen
bien preservados tanto en las micro como macro comunicaciones de la evolución. Permanecen
todavía los niveles de supergrupos y grupos de galaxias igualmente como los múltiples niveles de
sistemas económicos, sociales y comunitarios en los cuales persisten todos los estratos que
aparecieron en los períodos tempranos de la evolución. El universo no es reversible en si mismo aun
en el caso que se formase en un universo cerrado o pulsatorio y oscilante el que eventualmente
pudiera colapsar. La estratificación anagenética no será reversible paso a paso sino que el Universo
se dirigirá a su destino que son los agujeros negros.

F) METAESTABILIDAD: ESTABILIDAD (COMPLEMENTARIEDAD DE LOS


FACTORES ESTOCÁSTICOS Y DETERMINÍSTICOS)
La complementariedad es el proceso lógico básico del pensar. En evolución, el azar y la
necesidad no se sigue la una a la otra secuencialmente, como lo proclamó Monod (1971) sino que
actúan simultáneamente en forma de una interrelación complementaria. Mientras la descripción
determinística se ocupa del ordenamiento de los principios en juego que aparecen a nivel de los
sistemas como un todo, la descripción estocástica sigue la historia de las fluctuaciones individuales
(Nicolis y Prigogine, 1977). Sólo una descripción combinada de ambas, conduce a formulaciones
realísticas. La interacción de los factores estocásticos y determinísticos ha sido llamada por
Prigogine, “Orden a través de las Fluctuaciones”. Esto conduce a ciertas consecuencias mediante las
cuales se distinguen especialmente la autoorganización y la evolución de otras dinámicas que se
sustentan aún en los conceptos clásicos. Una de las consecuencias es la de la “suspensión de la ley
de los grandes números” en el nivel o umbral de inestabilidad que separan dos estructuras
globalmente estables. En esta fase que se produce alrededor y durante el salto evolucionario, el
sistema no es caracterizado por el promedio macroscópico sino por las fluctuaciones microscópicas
que se producen a lo largo del sistema a través del umbral de inestabilidad conduciéndolo hacia una
nueva estructura. Esta es otra expresión más del principio creativo existente en la evolución. Otra
consecuencia además es la que es imposible una estabilidad permanente.
Fluctuaciones microscópicas generadas por los sistemas autoorganizativos mismos, ponen a
prueba permanentemente, la estabilidad de la estructura en tanto que el grueso o bulto del sistema,
busca contrarrestarlas. Mientras que las fluctuaciones se mantengan por debajo de los niveles
críticos, los sistemas permanecen globalmente estables. Pero esto no significa que se encuentran en
reposo o en equilibrio. Estos sistemas están siempre listos para evolucionar. No tienen nunca
estabilidad garantizada, asegurada, sino, una meta-estabilidad o evolución postergada. De acuerdo
con la muy reciente gran unificación de teorías, ni aun los protones, pueden ser considerados
estables. Estos decaen sobre un tiempo medio del orden de 1.033 años (1.023 de la presente edad
del universo. Ver Taxonomía bibliográfica 3 en interfase con 2). La meta-estabilidad es de gran
importancia a todos los niveles de la evolución ya que la dilación que ésta produce en ella, permite el
desenvolvimiento del proceso evolucionario y la morfogénesis en períodos de relativa estabilidad.
La complementariedad de los factores estocásticos y determinísticos, por ejemplo, regulan la
ontogenia en la estructuras químicas disipativas, bioorganismos, ecosistemas, sociedades, culturas,
paradigmas de conocimiento y cosmovisiones en general.
En Ontogenia existe siempre una fluctuación crítica usualmente generada por el sistema mismo
lo cual conduce al sistema por sobre la inestabilidad a una nueva estructuración. La vieja estructura
no necesita resultar ser insostenible, para que esto suceda, tampoco es necesario la adaptación, frente
a la emergencia de la nueva estructuración. Los paradigmas científicos cambian, no porque los
anteriores han sido falsificados, sino porque nuevas ideas creativas han producido una fluctuación
llevando a la rotura y crisis del paradigma anterior, adoptando una nueva geometría conductal. En
ocasiones, el hombre ha sido considerado como el provocador de crisis, o dicho de otra manera, que
es creativo. “No ha sido la mente filológica la creadora de la cultura -dice Mircea Eliade (1954 y
1978)-sino la adivinación, el pathos, la imaginación, el Error”, en una palabra.
En Filogenia una visión Darwinista tendería a poner el énfasis en los factores determinísticos (la
necesidad de responder a las exigencias de un ambiente determinado). En cambio más avanzadas
teorías se sitúan en un campo neutral. Kimura (1979) pone el énfasis en los factores estocásticos de
los movimientos al azar de las moléculas. Pero es la combinación de factores estocásticos y
determinísticos en una manera complementaria, el balance “sutil entre flexibilidad, y falta de
flexibilidad” como lo explicó Wadington (1975), el cual aparece expresado en el proceso epigenético
o más bien, dicho epigenealógico. En un contexto filogenético la ontogenia individual juega el papel
de la fluctuaciones que conducen a la evolución del Phylum (filo)
En Anagénesis no está completamente claro cual podría constituir un factor determinístico.
Podría ser la evolución de una función particular tal como la envolvente o la encapsulante habilidad
de la función espacio-tiempo, o la capacidad de autorreflexión. El factor estocástico lo podría
constituir la morfogénesis, es decir la evolución de una variedad de formas. En otras palabras, el
universo puede estar hecho de tal forma que eventualmente podría ser autorreflexivo en alguna de
sus partes tal como lo ha sostenido siempre la filosofía oriental dejando a la fisiología y psicología
de los organismos que incorporen tal capacidad al azar de las fluctuaciones morfogenéticas. En
cualquier caso la ya mencionada coevolución de los macro y microorganismos parecen expresar una
profunda complementariedad.

G) PROCESO EPIGENALÓGICO (COGNICIÓN Y MEMORIA)


La autoorganización disipativa es cognitiva; es decir que ésta organiza la información y la
transforma en conocimiento. Esto puede tal vez ser mejor demostrado mediante el uso del esquema
de Weizsäcker (1974) para la información efectiva apragmática. De acuerdo con dicho esquema una
información pragmática consiste en dos componentes, novedad (Erstmaligkeit) y confirmación
(Bestatigung). La autoorganización disipativa continuamente transforma la novedad en
confirmación así como transforma la energía libre en entropía. Toda novedad total significa caos y
toda confirmación total significa muerte; no existe información pragmática disipativa que contenga
ambos extremos. La autoorganización disipativa mantiene un balance entre ambos extremos al
transformar la novedad en confirmación mediante el trabajo de organizar la información acercándola
a su punto óptimo donde la información pragmática alcanza el máximo. Justamente ésta es otra
expresión más que el principio creativo dirige o maneja la evolución expresada aquí en términos de
información. Sin embargo es a través de la interacción entre el principio disipativo con el
conservativo como asimismo los más altos niveles de complejidad, se trasforman en evolución.
Con la posibilidad de la acumulación y organización del conocimiento, constreñido en tiempo y
espacio, ésta hace jugar a la experiencia un amplio papel en el gran sector de la evolución,
transcendiendo así, a los sistemas individuales, desarrollando líneas de acción. Estamos todos
hechos de átomos y moléculas producidas por el “Big Bang”, la explosión que diseminó el polvo
protosolar, originando la formación del sistema solar. Pero también estamos hechos de los primeros
organismos unicelulares que primitivamente poblaron la tierra, los cuales todavía transportamos
dentro de nosotros mismos en forma de organelas como también formas más complejas que han
evolucionado conjuntamente con el phylum al cual pertenecemos como especie y género.
La interacción entre el principio disipativo y conservativo constituye el Principio
Epigenealógico de la evolución. En contraste con el Principio Genealógico que implica el reciclaje
directo de la organización reusable, tal como la herencia de una casa y por lo tanto no aplicable a la
evolución. El principio epigenealógico implica el reuso de los elementos separados de procesos
autoorganizativos en un nuevo contexto semántico de autoorganización. Los elementos acumulados
y conservados en forma de materia, energía o información son selectivamente recuperados en forma
sincronizada y dispuestas para el uso de la autoorganización disipativa como sistemas
autoorganizativos, los que más tarde, crearán una trama de relación en vidas nuevas, tanto dentro del
sistema como fuera de éste en sus vinculaciones con el ambiente. La naturaleza de estas nuevas
relaciones determinarán cuales elementos han de ser recuperados y usados en el nuevo contexto. Por
otro lado, la disponibilidad de tales elementos determinará la clase de relaciones que pueden crearse.
El principio epigenealógico está inherentemente basado en una intricada interacción entre
Ontogenia y Filogenia. En los ejemplos siguientes, sin embargo, se estructuran a tal punto que en
cada ocasión manifiestan el énfasis ya sea sobre la ontogenia o la filogenia.
El principio conservativo se presenta de diferentes maneras. Usualmente, actúa a través de la
conservación y transferencia de materia, energía o información; (acerca de cómo organizar la
materia, energía e información por sí mismas). Pero éstas pueden manifestarse por sí mismas por
medio de la reconstitución de estructuras de dinámicas endógenas en forma holística. Esas cuatro
formas se consignan brevemente con el siguiente subtítulo:
- Conservación y Transferencía de la Materia
Aquí la materia, resultante de un paso de la autoorganización disipativa que usualmente se
presenta en forma de fragmentaciones disponibles, es reusada como sustrato para otro paso de la
autoorganización.
En Ontogenia lo constituye el reciclaje de la materia proveniente del ecosistema. Pero sólo una
parte de dicha materia es reciclada en forma altamente organizada. Por ejemplo, ciertos aminoácidos
sintetizados por una clase de organismos son usados por otros. Los seres humanos obtienen 12 ó13
de los aminoácidos esenciales en forma “prefabricada”. Sin embargo, la mayor parte de la materia,
está fragmentada en átomos y pequeñas moléculas. Uno de los ejemplos más llamativos, es tal vez,
el que ofrece la evolución estelar en la cual cada etapa se construye con el resultado proveniente de
una etapa anterior. El hidrógeno se funde en helio, este en oxígeno y a partir de ellos se sintetizan
más elementos mediante combinaciones de sus núcleos utilizando una gran variedad de procesos de
transformaciones nucleares. En la otra punta del espectro la producción de ciclos proveniente de
material bruto hasta alcanzar la condición de producto terminado representa una cadena análoga.
En Filogenia la evolución cósmica provee también los más impresionantes ejemplos en la
transferencia de materia. En una estrella joven, tal como nuestro sol y su sistema planetario, todos
los isótopos más pesados que el hidrógeno y el helio (la materia primaria sintetizada en las fases
tempranas del universo), provienen de estrellas más viejas, las cuales han expulsado o perdido
materia, especialmente de la explosión de las supernovas. La inseminación del polvo protoestelar
con isótopos mayores, es incluso, un prerrequisito para la catálisis de los procesos sostenidos de
energía en esas estrellas más jóvenes. Estos se mantienen, en particular, por la fusión del núcleo del
hidrógeno (protones) en núcleo de helio, vía un proceso cíclico conocido como, Bethe-Weizsäcker o
ciclo del carbón. Se asemeja a un hiperciclo con perdida radioactiva (decae) ocupando el lugar del
paso autocatalítico. En esta forma la evolución cósmica del macrosistema está dependiendo de una
gran cantidad de procesos evolutivos del Universo como un todo (Ver Taxonomía bibliográfica 2,
interfases con 1 y 3).
En Anagénesis es la síntesis del nucleamiento atómico para la emergencia más tarde, de núcleos
completos y para síntesis de moléculas. Pero las macro ramificaciones de la evolución cósmica,
también están caracterizadas por la interacción entre los principios disipativos y conservativos, lo
que se hace manifiesto como intercambio de fuerza nuclear y gravitación, respectivamente. La
autoorganización conservativa da lugar a toda una jerarquía de macroestructuras cuando actúa a
través de fuerzas estáticas y que no involucran transformación alguna de energía (ejemplo
producción de entropía) al entrar en contacto con la atracción gravitacional de lo cual resulta un
polvo grueso (aborujonado) de materia gaseosa que se filtra en las regiones más densas formando así
los supergrupos, grupos, galaxias hasta las estrellas.
- Conservación y Transferencia de Energía
En este caso la energía es acumulada de manera conveniente para los subsecuentes procesos
disipativos.
En Ontogenia, la versión del principio epigenealógico se hace manifiesto por ejemplo, en los
procesos bioquímicos usando ATP (adenosinetriphosphato) como acumulación de energía
intermediaria y universalmente válida “energy coin”, llamada también acumulación de alimento o
dinero (en los Estados Unidos a veces es llamada energía verde a la acumulación de reserva que es
reintroducida de manera flexible para energizar una variedad de organismos de actividades
económicas).
En Filogenia, la acumulación de energía juega un papel importante en el uso humano, en las
diferentes etapas de la evolución del universo, y en el planeta Tierra: la energía proveniente del
viento, del agua o de las mareas, representan una acumulación de corto plazo de la energía solar. La
biomasa (usada de madera quemada y muy pronto tal vez la producción de carburantes sintéticos
constituye energía solar acumulada a medio plazo). Los carburantes fósiles hacen disponible la
energía solar a través de una acumulación a largo plazo que data de ciento de millones de años. La
energía termal ha sido acumulada al tiempo del nacimiento mismo del planeta. La misma edad se
atribuye a la acumulación de energía en isótopos usada en fisión nuclear, esos isótopos provinieron
de la explosión de supernovas los cuales fueron instrumentales para la formación del sistema solar.
La fusión nuclear finalmente usa energía acumulada en la materia primaria formada inmediatamente
después del “Big Bang”.
En Anagénesis la acumulación de la energía juega un importante papel en la formación de las
estrellas. De acuerdo con recientes pareceres, el choque gravitacional rotando alrededor de las
galaxias (en la Vía Láctea, sistema de cien millones de años) ha dado lugar a la formación y
explosión de supernovas, las cuales, a su turno, desencadenaron el colapsamiento de las nubes
protoestelares, para formar de esta manera, las estrellas y los sistemas planetarios. En las micro-
ramificaciones de la evolución cósmica, la síntesis del nucleamiento atómico usa repetidamente de la
energía acumulada en forma de materia, la que se libera para los procesos nucleares.
- Conservación y Transferencia de Información
Lo que se transfiere aquí, es el conocimiento parcial, acerca de la creación de nuevos sistemas y
estructuras auto-organizativas. Esta acumulación y transferencia de información puede ser
comparada a una biblioteca de programas y subprogramas para computadores, los cuales, han sido
selectivamente recuperados para una futura tarea próxima. La información recuperada otorga al
principio epigenealógico cada vez más flexibilidad que se produce en la transferencia de materia o
energía. El plano de una casa puede hacerse en cualquier parte del mundo pero no sucede así con los
materiales o el uso de energía (labor manual, máquinas, etc.) los que deben usarse localmente. La
transferencia de información, por supuesto, es el mecanismo dominante en la microevolución de la
vida como asimismo de la evolución sociocultural; la transferencia de información es además un
prerrequisito para la evolución en los altos niveles encontrados en la vida. En la evolución
sociocultural, la transferencia de información se extiende más aún hasta incluir la información, no
sólo acerca de la organización de la materia y la energía sino de la información en sí misma. En vez
de tablas de logaritmos los programas de ordenadores pueden acumular, por ejemplo, a aquellas que
son capaces de cualquier clase de logaritmos requeridos.
En Ontogenia las configuraciones biológicas y psicológicas se van formando durante toda la
vida de un organismo como resultado de la experiencia acumulada por la memoria del cerebro y la
de todo el cuerpo, la que es reusada en diferentes contextos. La memoria del cerebro, es también, un
ejemplo de la intrincada interacción entre transferencia de materia (formación de calcio, membranas
y proteínas macromoleculares, todas las cuales juegan un importante papel en la memoria) y
transferencia de energía (formación de campos magnéticos) ambas subyacentes en la efectiva
transferencia de información. Actualmente se advierte claramente que la subdivisión en
transferencia de materia, energía e información es algo artificial como era de esperarse, lo que se ha
orientado sin discusión hacia una completa unidad de los tres agentes.
En Filogenia el principio epigenealógico se ha manifestado en su forma más prominente en la
versión introducida por Waddington en 1947. En una primera aproximación el material genético
puede ser mirado como una acumulación conservadora de información aunque el ADN (por lo
menos en las eucarióticas) aparece ahora como estructura en equilibrio, menos estáticas al igual que
las estructuras autopoiéticas, las cuales constantemente se rompen y reconstruyen. De tal modo que,
por lo menos en la etapa eucariótica nos encontramos con dos niveles, en vez de uno; de
autorrenovación y posible evolución (y reparación) del ADN, del propio proceso epigenético en la
interacción del genotipo (la acumulación conservada de información genética) y al fenotipo (el
sistema disipativo de un organismo). En el proceso epigenético la información disponible es usada
en relación con la autoorganización del organismo la cual toma lugar en el contexto de las relaciones
dinámicas cambiantes, permanentemente con el ambiente. De esta manera, materiales genéticos de
información, casi idénticos pueden proveer fenotipos significantemente diferentes y, diferentes
conjuntos de información genética, pueden proveer fenotipos casi idénticos. El proceso epigenético
es un mediador entre la interacción temporal de las relaciones con el pasado del phylum (llevado en
forma de información genética) y las relaciones espacio temporales con el pasado del organismo, en
juego con el ambiente. En otras palabras, el principio epigenealógico, generalmente, media de
importante interacción entre ontogenia y filogenia, como se ha dicho más arriba.
El principio epigenealógico también se hace manifiesto en la filogenia sociocultural. La
información contenida en bibliotecas es selectivamente recuperada y aplicada en la sustanciación de
nuevas ideas y conceptos (los cuales corresponden a sistemas autoorganizativos). Las biografías y
autobiografías se hacen significantes cuando pueden ser aplicables a otras vidas en diferentes
contextos. La transferencia epigenealógica de información implica la generalización seguida por
particularización. En la experiencia del arte, existen formas, pintura, esculturas, poemas o aun las
complejas formas musicales, las cuales pueden hallarse inmersas en el proceso disipativo del artista
creador o del espectador-oyente. En esta forma la vida del artista creativo es temporalmente revivida
a través de otras personas y aun de otras generaciones, aunque, raramente en otras culturas.
En Anagénesis la incorporación de niveles más bajos de la dinámica evolucionaria a niveles más
altos de la estratificada jerarquización de los multiniveles de la realidad, no deja sin cambiar a la
morfología de esos niveles. Tan pronto como esos niveles son coordinados entra en juego una clase
de principio epigenealógico vertical, entre ellos. Típicamente el nivel más bajo deviene altamente
normalizado. El hombre, el animal más complejo del planeta, está formado por células
pertenecientes a no más de 200 tipos. Las organelas que son las primeras células precarióticas,
también pertenecen a tres o cuatro tipos solamente, las que con las mitocondrias y cloroplastos
juegan un notorio papel. Por otra parte, la apertura máxima de los sistemas multinivélicos sin
embargo, es mantenida al nivel más alto, como se verá mas adelante. La interacción con el mundo
que es el centro del principio epigenealógico está siempre presente mediante la apertura en el nivel
más alto.
- Conservación y Transferencia de la Dinámica Endógena
Al lado de la conservación estructural de materia, energía e información, los sistemas
autoorganizativos, exhiben también una suerte de memoria holística basada en el proceso de
formación de estructuras en el tiempo y el espacio. Por ejemplo, la autoorganización dinámica
integral. Esta dinámica constituye información también pero en forma no fragmentada. Próxima al
equilibrio esta memoria se destruye, ya que el proceso constitutivo de la misma se desvanece.
En Ontogenia esta memoria holística se encuentra en todo comportamiento coherente en el cual
una secuencia de estructuras diferentes se desarrolla dentro del mismo (típicamente, hipercíclico)
lógico proceso de organización. Si las estructuras químicas disipativas son forzadas a retroceder en
su evolución, por ejemplo, por el cambio de grado de no equilibrio, ellas vuelven hacer el mismo
recorrido por el cual se han desarrollado, excepto para ciertos efectos de histéresis que representa el
trabajo invertido irreversible en la creación y rotura de estructuras. Esta debe ser mirada como una
forma más alta de “homeorhesis”, la tendencia natural de los procesos es la de reestablecerse por sí
mismos después de haber sido perturbados. El crecimiento de la curva de población o de los
procesos económicos (tales como consumo de energía) parecen a veces corregir perturbaciones por
medio de guerras o acontecimientos más drásticos con el objeto de retornar al mismo estado que
hubiere resultado sin la aparición de la perturbación.
En Filogenia la evolución implica un cambio en el lógico proceso de organización. Pero en los
ecosistemas, los cuales no emplean una acumulación conservada de materia, energía o información
en forma significante, nidos, madrigueras, pasos o senderos y otras formas representan al menos
mantener la memoria con el mismo grado de complejidad, si éstos son perturbados. Por ejemplo, si
un número de especies con sus nichos característicos y sus correspondientes procesos estructurales
desaparecen del ecosistema, este último tiende a repoblarse por sí mismo con el mismo número de
especies nuevas o mutantes (May, 1978). Pero como los nuevos pobladores crean nuevas relaciones
dinámicas, el ecosistema evoluciona efectivamente a través de tales perturbaciones.
En Anagénesis cambian los mecanismos evolucionarios mismos. Pero la autoorganización
dinámica a su nivel más tajo, la emergente jerarquía estratificada es empleada en un nuevo contexto
multinivélico que se coordina y por lo tanto se acentúa de manera particular. Mientras las
macromoléculas marcaron el comienzo de la autorreproducción y así también la acumulación
conservada de la información en la microevolución de la vida. Esta última capacidad es significan-
temente reforzada con la sexualidad al entrar al nivel de las eucariotas, y más acentuada aún por la
selectividad sexual, que juega a nivel de los organismos complejos, y todavía más acentuada por los
factores socio-biológicos y socio-culturales. Del mismo modo se acentúa en los procesos
bioquímicos especialmente cuando las células se organizan dentro de un organismo complejo, el cual
puede utilizar la caza para procurarse alimento de esta forma. Se cree que los humanos y otros
animales perdieron la capacidad de sintetizar ciertos aminoácidos o vitaminas C y se volvieron
dependientes al encontrar dichos elementos esenciales ya hechos por otras formas vivas.

H) AUTONOMÍA
Toda Autoorganización disipativa implica el establecimiento de cierto grado de autonomía.
Esto se hace evidente en la emancipación de las estructuras químicas disipativas de su ambiente.
Estas no pueden ser totalmente controladas mediante la regulación del ambiente. Ellas establecen su
tamaño de acuerdo con sus procesos estructurales y por lo tanto no crecen indefinidamente como
sistemas en equilibrio, tales como los cristales lo hacen. Esta es una expresión de la correspondencia
general entre estructura y función en los sistemas autoorganizativos. Pero dichos sistemas son
también autónomos en su evolución. No son justamente las fluctuaciones ambientales, las que
precipitan la evolución como lo podría sostener una visualización dualista sino que son las
fluctuaciones internas, las que se generan y refuerzan por el sistema mismo.
En Ontogenia las estructuras químicas disipativas, como por ejemplo el papel de las
fluctuaciones internas generadas y reforzadas, han sido extensivamente estudiadas por Nicolis y
Prigogine (1977). Estas continuamente ponen a prueba la metaestabilidad de la estructura y,
eventualmente, la supera llevando al sistema a constituir una nueva estructura. Una vida humana
creativa, lo mismo, no es simplemente propelida de una estructura a otra, ésta no está manipulada
por fuerzas externas, sino que, se maneja en virtud de su propia creatividad. Hay gente que suele
abandonar la seguridad del empleo y del ambiente sin necesidad, por el solo hecho de entrar en lo
desconocido. El mayor y más profundo desafío en la vida viene desde adentro, no desde afuera.
En Filogenia también la evolución es mucho más que la mera adaptación al ambiente existente.
La evolución del cerebro humano cuyo volumen se ha triplicado dentro de los 2,5 millones de años y
se ha elevado por encima del de los primates considerablemente, ciertamente, trasciende la mera
adaptación y coevolución con las especies competidoras. La sucesión evolucionaria de “ajustado-
res” ejemplifica el reforzamiento de la autonomía (por ejemplo los organismos “poikilotérmicos”
ajustan su temperatura corporal a la temperatura del ambiente a través de “reguladores” tales como:
los organismos homeotérmicos que mantienen su temperatura corporal constante o “ex-
trarreguladores” regulando la temperatura con el ambiente como lo hace el hombre).
La Anagénesis incorpora una tendencia general hacia el reforzamiento de la flexibilidad para
habérselas con lo inesperado (Waddington, 1976; Jantsch 1980). Esta es otra expresión del empuje
evolucionario hacia mayores niveles de autonomía. El resultado de la anagénesis es el de una
realidad multinivélica que se incorpora a los sistemas complejos tal como sucede en los animales
altamente evolucionados y en el hombre mismo. Pero el nivel individual mantiene una cierta
autonomía e incluso, interactúa, independientemente con el ambiente individual. Así es, como se
hace evidente, por ejemplo, con los tres niveles del “cerebro triuno” (cerebro reptiloide,
paleomamífero y neomamífero) que evolucionan en sucesión manteniéndose autónomos química y
funcionalmente, construyendo sus propias relaciones con el mundo (MacLean, 1973). Lo que
sentimos (a través del cerebro paleomamífero) es a veces diferente de lo que racionalmente
pensamos (a través el cerebro neomamífero) y lo que sentimos a su turno puede ser diferente de lo
que estamos obsesionados (a través del cerebro reptiloide). Igualmente las organelas (las primeras
células precarióticas) dentro de las células eucarióticas, y que llevamos dentro de nuestro organismo
mantienen también un alto grado de autonomía, llevando con ellas, su propio material genético
aunque éste fuere parcialmente suficiente. Éstas mantienen el proceso bioenergético básico de
oxidación y reducción que energiza a toda la Biósfera. Está indudablemente justificado, por la tanto
preguntarse como organismos complejos que somos, si pertenecemos a las organelas o si ellas nos
pertenecen a nosotros (Thomas, 1974) efectivamente, los multiniveles de la realidad emergente no
son controlados “desde arriba” sino que constituyen una autonomía estratificada como ya se ha
mencionado.

i) SIMBIOSIS
La simbiotización de los sistemas autoorganizativos, al menos en el dominio de la vida, puede
ser mirada como una consecuencia de la ya mencionada coevolución del macro y microcosmos. Los
sistemas autoorganizativos disipativos mantienen permanente intercambio con el ambiente y por lo
tanto no están aislados nunca. Esto supone que existen sistemas emergentes dentro de los sistemas,
unos tras otros, y así, “ad infinitum”. La interconectividad de la autoorganización dinámica a todos
los niveles subyace como una tendencia manifiesta que conduce a la totalidad, a todos los niveles de
la evolución. Esta misma tendencia es la que J. Smuts, un precursor de la visión evolucionaria
científica, denominó Holismo en Evolución (1926).
Simbiosis no es lo opuesto a autonomía, sino que es una noción complementarla. Sin
autonomía, la simbiosis degeneraría en fusión, con la consiguiente pérdida de la identidad
participante. Simbiosis por contraste, implica estratificación, al menos en dos niveles: a nivel de
participante y a nivel del supersistema simbiótico. La recompensación por la pérdida de cierto grado
de libertad individual es la participación en el reforzamiento de la autonomía del sistema simbiótico.
En Ontogenia la simbiosis entre dos especies de moléculas ya aparece como un prerrequisito
para el logro de la evolución y autorreproducción. De acuerdo con el ya mencionado concepto de
hiperciclo precelular de segundo grado (Eigen, 1971; Eigen y Schuster, 1979), esta unidad
evolucionaria del origen de la vida, depende de la interacción simbiótica entre polinucleótidos, los
cuales, son los mejores mensajeros, o portadores de información para la reproducción de ellos
mismos y de los polipéptidos. Los polipéptidos a su turno, proveen del necesario soporte catalítico
para la autorreproducción de los siguientes polinucleótidos en el ciclo correspondiente. Solamente
en base a tal relación simbiótica es capaz el hiperciclo cerrado de reproducirse a sí mismo y
evolucionar.
En Filogenia, existen muy buenas investigaciones acerca de simbiosis funcional entre diferentes
formas de vida. Los ejemplos comienzan con bacterias comprendiendo e involucrando aun muy
diferentes líneas evolucionarias (los líquenes por ejemplo, constituyen simbiosis entre algas y
hongos). Esta clase de simbiosis funcional, es fácilmente reconocida aun en una apreciación
morfológica de la filogenia. Sin embargo, la simbiosis es un principio más universal en filogenia
que lo que aparece en la superficie. Una observación del proceso revela que muchos tipos de
interacción, incluyendo la competición, expresan lo que puede llamarse proceso simbiótico. Aún
una relación predador-presa que puede parecer desde al punto de vista de la presa destructiva, visto
desde un ángulo morfológico es benéfica para ambas especies. Ha sido demostrado (Allen, 1976)
que ambas especies -predador y presa- expanden nichos y aumentan la densidad de su población
como resultado de tal proceso simbiótico.
En Anagénesis el principio de Endosimbiosis ha sido reconocido como el centro motor de la
estratificación de las microramas de la evolución. La endosimbiosis es la articulación de los
sistemas entre los niveles evolucionamos cuya dinámica conduce a un nivel más alto. La teoría
endosimbiótica del origen de la células eucarióticas proveniente de las células precarióticas
(Margulis, 1970) es hoy ampliamente aceptado. Un origen simbiótico análogo, de los organismos
multicelulares, a partir de las células eucarióticas parece cada vez más plausible, incluso en el
terreno de la física de partículas. Recientes enfoques usando una jerarquía combinatoria (Bastin y
Noyes) miran la emergencia de las cualidades subatómicas y las partículas como una suerte de
endosimbiosis entre los conjuntos de las propiedades de la dinámica sistémica, llamada Schnurs (en
contraste con el Urs estático) dos recientes conceptos germánicos emergentes de la conferencia de
Tutzing bajo el liderazgo de C. F. Von Weizsäcker. Estas palabras sugieren cuerdas concatenadas;
una imagen que encaja para la endosimbiosis de la interrelaciones más que constituir entidades
materiales.

j) INDETERMINACIÓN Y APERTURA (INDETERMINACY OPENNESS)


Puede parecer sorprendente que el principio de indeterminación haya sido reconocido como
muy importante en la mecánica cuántica. La indeterminación Macroscópica es mucho más evidente
en la mayoría de los fenómenos del quehacer diario, especialmente, en el dominio sociocultural. En
efecto, el determinismo parece retroceder cada vez más en el terreno de la actividad científica. El
universo cada vez parece más indeterminado en todos los niveles de la evolución. La
indeterminación evolucionaria está vinculada a la complementariedad de los factores estocásticos y
determinísticos analizados más arriba. La evolución ontogenética como la filogenética pueden
describirse como una sucesión de configuraciones en forma de embudo en el que aparece cada punto
de ramificación o nodo decisorio, podríamos decir también, en cada umbral de inestabilidad, o más o
menos, espectro amplio de posibilidades discretas abiertas. Una de estas posibilidades determina
cual será el próximo espectro de posibilidades disponibles en el próximo nodo. El resultado es una
evolución global abierta la cual no es teleológica (orientada hacia una meta específica, telos) ni
tampoco teleonómica (persiguiendo tal meta otra vez de una trama de procesos sistémicos). La
evolución tiene sentido sólo a posteriori (post-hoc) (Riedl, 1976) ya que es un desenvolvimiento de
relaciones y procesos sistémicos, en el contexto de principios ordenadores que gobiernan la dinámica
evolucionaria en sus respectivos niveles. Poco de esos principios ordenadores han sido reconocidos
explícitamente hasta ahora. El propósito de la evolución, como también, su dirección no está
ordenado o prescrito. Este propósito evoluciona conjuntamente con el sistema mismo en evolución.
En Ontogenia, en los estudios teóricos sobre estructuras químicas disipativas (Nicolis y
Prigogine, 1977), se ha demostrado que en “cada umbral de inestabilidad hay usualmente dos o más
estructuras que el sistema puede desarrollar. ¿Cuál estructura es la elegida? Es inherentemente,
impredictible; existe una verdadera libertad de elección. A lo largo de una secuencia ontogénica de
estructuras, el resultado de la evolución del sistema se vuelve crecientemente impredictible. En los
bioorganismos, por supuesto, esta indeterminación está representada por el desarrollo de una cadena
de líneas genéticamente ancladas en ellas, a lo cual Waddington ha denominado (“chreod”) creodo.
El ya mencionado “balance sutil” entre flexibilidad y falta de flexibilidad que generalmente carac-
teriza al proceso epigenético está o, entra aquí, en juego.
En Filogenia, la ramificación de Phyla, (Phylum) algunas de las cuales se hallan en proceso de
extinción aunque continúa en forma indefinida, constituye una expresión de la indeterminación
evolucionaria. En la evolución del ecosistema, por ejemplo en la colonización de las nuevas islas en
formación, es evidente que no muchas configuraciones morfológicas ganan la carrera por sus
dinámicas características (por ejemplo la velocidad de la colonización). Del mismo modo una visión
del proceso de la evolución biológica puede contemplarse de una manera completamente diferente
de la visión morfológica Darwiniana.
En Anagénesis finalmente está bien claro que con cada nuevo nivel de la dinámica evolucionaria
hacen su aparición nuevas versiones de indeterminación macroscópica. La anagénesis es así un
proceso inherente que abre nuevos niveles de indeterminación en la cual cada paso renueva la
libertad de la evolución. En el sistema estratificado emergente de la realidad multinivélica los
niveles más bajos tienden a normalizarse y a devenir crecientemente más predictibles. Sin embargo,
la libertad (openness) entra por los altos niveles. Una amplia variedad de organismos multicelulares
aparecen en la base de células normalizadas y organelas. La mente autorreflexiva humana es capaz
de concebir muchas visiones de la realidad e incluso de inventar los instrumentos para la
transformación de la realidad correspondiente. Es por lo tanto, altamente perturbador ver que los
sistemas humanos socioculturales son a veces solamente concebidos y estructurados de tal manera
que son los altos niveles, los niveles de los valores, los paradigmas, las imágenes guías culturales y
visión del mundo o cosmovisión, los que se mantienen cerrados. Todo esto es reforzado por las
instituciones de la sociedad como asimismo también por la ciencia, las ideologías, ciertas religiones
(ver Jantsch 1981).

CONCLUSIONES
La unificación de los principios que rigen el proceso de la evolución, en todos los niveles, se ha
discutido en este capitulo a la luz del paradigma de la autoorganización. De ello surge que podría
ser un candidato válido que lleve a la elaboración de una futura teoría sistémica general dinámica
comprehensiva del todo: una teoría dinámica general de sistemas la cual vaya más allá de la mera
estabilización de las estructuras y de las comunalidades en el funcionamiento de los sistemas
pertenecientes a los variados y diferentes dominios de la realidad. Estos principios unificados ponen
el énfasis en la interconectividad de la dinámica evolucionaria en todos los niveles, vinculando de
este modo al hombre a la evolución universal, otorgando un sentido y significado más profundo a la
vida humana. El panorama emergente de esta nueva unificación parece contener los tres pasos que
conducen a la autorrealización gracias la meditación enseñada por el más avanzado filósofo del
Budismo Tibetano (Guenther, 1976-1979): libertad pura, la cual permitirá la emergencia de la visión
genuinamente creativa, radiación del corazón que pueda penetrar al universo todo, la indivisibilidad
y no la dualidad de la cual surge todo significado6.

6
Nota: Se ha reproducido fielmente y glosado la sistemática de Jantsh (1980-1981), con quien se trabajó
sostenidamente. Mayor información en la parte pertinente al comienzo de este libro.
NODO VI

PSICOFISIOLOGÍA EVOLUCIONARIA DE LA COGNICIÓN:


LA AUTOORGANIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO

NUESTRA HERENCIA COGNITIVA


EL PRECIO DE NUESTRA HERENCIA COGNITIVA
EL FENÓMENO DE LA COGNICIÓN
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LAS TEORÍAS DEL CONOCIMIENTO Y LA FILOSOFÍA
DEL LENGUAJE
EL NUEVO MAPA COGNITIVO. SU GEOMETRÍA
CIENCIAS COGNITIVAS
LAS NUEVAS CIENCIAS DE LA COGNICIÓN
EL NACIMIENTO MODERNO DE LAS CIENCIAS COGNITIVAS
LAS BASES FÍSICAS DE LA COGNICIÓN
EL COMIENZO DE LAS NUEVAS CIENCIAS COGNITIVAS
CIBERNÉTICA, TEORÍAS DEL CONOCIMIENTO Y CIENCIAS COGNITIVAS
ETAPAS Y DESARROLLOS DE LAS CIENCIAS COGNITIVAS Y LA TECNOLOGÍA
COMUNICACIONAL
PRIMERA ETAPA: INTRODUCCIÓN A LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
SEGUNDA ETAPA: LA LÓGICA SIMBÓLICA Y LAS HIPÓTESIS COGNITIVISTAS
EL COGNITIVISMO Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, SUS TEORÍAS
TERCERA ETAPA: CONEXIONISMO Y AUTOORGANIZACIÓN
EMERGENCIA Y AUTOORGANIZACIÓN
CUARTA ETAPA: LA ENACCIÓN COMO ALTERNATIVA AL REPRESENTACIONISMO
ILUSTRACIÓN RELACIONADA CON LOS POSTULADOS DEL ENACTIVISMO
CONSECUENCIAS DEL ENACTIVISMO
NODO VI

PSICOFISIOLOGÍA EVOLUCIONARIA DE LA COGNICIÓN:


LA AUTOORGANIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO

NUESTRA HERENCIA COGNITIVA


En la profundidad del inconsciente humano existe
una necesidad pervasiva por un universo lógico que
tenga sentido. Pero el universo real está siempre un
paso más adelante de la lógica.
Frank Herbert Duke
Cuando San Francisco compuso sus cánticos al sol, a las flores del campo, a los animales
salvajes y a los pájaros, él ya se había iniciado en los misterios de una tradición sagrada y mística la
que consideraba que toda la naturaleza era un cuerpo vivo y con alma, donde la palabra naturaleza
significaba nacer, dar vida. Igualmente, Dante Aleghieri en su magna obra la Divina Comedia, se
inspiró para escribirla en otra tradición cultural hermética. Pero ya a la cultura del siglo trece a la
que pertenecieron estas luminarias, estas tradiciones culturales estaban tan atenuadas que el concepto
de naturaleza sólo aparecía como una figura para la alegoría Cristiana. El concepto de Naturaleza ya
había perdido la fuerza que le insufló Thales al declarar que “Todas las cosas de la naturaleza están
llenas de Dios”. En el siglo XV Marsilio Ficino al interpretar nuevamente a Platón recapturó
también la tradición antigua arrancando de Pitágoras y remontando más allá, desde Orfeo, Hermes
Trimegisto, hasta Zoroastro. Al igual que San Francisco, este vio a Dios a través de la multiplicidad
de seres angélicos manifestándose mediante la luz radiante de los cuerpos celestiales del universo.
De este modo el Universo era un cosmos, no materia en movimiento, sino una multiplicidad de seres
animados por la divinidad. Durante el siglo catorce todo la Pintura Iluminada registraba el “trabajo
y las horas” conforme a un ritmo divino de la naturaleza viva. Entre tanto un nuevo instrumento
mecánico aparece en la Europa Medieval, el que vendrá a producir un incipiente cambio de enormes
proporciones, el reloj mecánico. A partir de aquí se produce un acontecimiento irreversible en toda
la cultura. Este no apareció para hacer más liviana la carga de trabajo o las labores si no como nueva
metáfora para cambiar el tempus de la vida humana. Existieron relojes de otra naturaleza en los
tiempos anteriores, de agua, de arena de sol, etc. Pero el reloj mecánico marca un punto decisivo en
la cosmovisión moderna de Occidente. Esta sola tecnología se convirtió en la imagen e idea guía, la
que viene a dar una nueva forma a la imaginación. Con el advenimiento de otras invenciones
terminamos por sumergirnos en una nueva modalidad cognitiva. Aparece una nueva imaginería para
aprehender y construir las bases para la explicación y el entendimiento, no sólo del mundo natural.
Es importante hacer notar que el reloj es parte de la iconografía de la Teología Cristiana producida a
poco de la creación del reloj mecánico. En el corto período de 150 años éste se convierte en el
atributo invariante de todas las virtudes de los siglos quince, dieciséis y siguientes. La temperanza
fue la principal. Igual que el reloj, el cuerpo humano y el alma como microcosmos requieren
regulación mediante la razón. También esto se extendió a la interpretación del Macrocosmos. Dios
con su razón divina producía la Mecánica Celeste. Dichos argumentos inducirán a Descartes a
dicotomizar el concepto de naturaleza en materia y espíritu.
A partir de aquí surge una nueva paradigmatología para describir tanto el micro como el macro
cosmos y sus diferentes leyes, dando lugar a una fenomenología para la física y otra para el espíritu.
En los siglos diecisiete y dieciocho Galileo y Newton terminan por completar la noción de la total
mecanización del universo creado. Con la gradual perfección del reloj, como mecanismo, la vida
deja de ser regulada por los movimientos del sol durante el día o de las estrellas por la noche. El
hombre se siente libre de la naturaleza y puede ordenar su vida sea esta laboral, científica o
monástica. A partir de esta forma de interiorización de la realidad de esta inflexión en el tiempo la
humanidad se va conformando de acuerdo al dictado del mecanicismo. Adora y organiza una nueva
ritualización mental para todos sus repertorios. Comienza otra tradición, otro traslado paradigmático
a través de Copérnico, Descartes, Galileo y Newton.

EL PRECIO DE NUESTRA HERENCIA COGNITIVA


En el transcurso de 400 años donde la vida humana cambió el ritmo de su intrínseca naturaleza,
nuevos cambios están delineándose en el horizonte, aunque todavía estamos inmersos en la visión
mecanicista, a pesar de la presencia del mundo electrónico que permea todos nuestros repertorios.
Nos encontramos en el punto de tensión máxima entre dos culturas: una mecánica contenedora de
límites individualísticos egocéntricos, y otra que invade y borra límites e individualismos. Nuestra
herencia cultural e cognoscitiva es dual a partir de la inspiración que engendró la metáfora del reloj
mecánico. Nos transformamos con él en pilotos intrépidos para surcar todos los océanos del
misterio. Con el perfeccionamiento de la medición mecánica del tiempo la vida ha dejado de ser
regulada por el sol, las estrellas, las estaciones o las tormentas atmosféricas. De tal modo, la vida
humana no se ajusta a sus propios mecanismos fisiopsicológicos, si no que está dirigida por el reloj,
el cual se ha vuelto un verdadero objeto de ritualización de la vida entera, personal y social.
Otra tradición que terminó por ritualizar tanto el pensamiento como el comportamiento que
perdura intacto y reina en los claustros y las instituciones educacionales es la nacida de Descartes,
quien usando el lenguaje de las matemática y los principios de la mecánica dividió en dos partes
nuestra herencia cognitiva haciendo olvidar con cierta suerte de inercia los cánticos de San Francisco
que nos hacían tener presente a la Diosa Natura y su participación en ella como experiencia directa
con todo el Cosmos. Con Descartes desacralizamos la realidad de cada día. Avivamos así, nuestra
escondida soberbia y negamos nuestras aspiraciones a estar guiados por las fuerzas emergentes de
Dios o del Misterio. Nos transformamos en patrones del Planeta Tierra, en dueños de la Creación
porque la confundimos con lo que nace de nuestras manos. El dominio de esta herencia cognitiva es
cada día más opresivo y alarmante cuando nos detenemos a pensar en las tragedias de Chernobyl o
Bhopal.

EL FENÓMENO DE LA COGNICIÓN
El observador es un sistema viviente y el
entendimiento del conocimiento como fenómeno
biológico debe dar cuenta del observador y su rol en
él.
H. Maturana
¿Cuál es la parte que jugamos en la adquisición del conocimiento mediante nuestro organismo y
cuál la que produce el mundo exterior? Todo fenómeno emerge para llenar nuestra mente mediante
la vista, el sonido y sus vibraciones, con la presencia del mundo exterior reflejado en infinitas
conexiones ocultas que terminan por darnos sentido coherente de nuestras representaciones. El
motivo o finalidad de este capítulo es discutir cómo emergen estas conexiones mediante las cuales
conocemos. Continuaremos con el seguimiento de los entrelazamientos reducidos en los recientes
campos de estudio sobre el fenómeno de la cognición referidos en otros capítulos. Se espera con
ello, reforzar las características de los desafíos hechos a la nueva manera de entender los
acontecimientos producidos por los más recientes aportes científicos. Estos han creado los requisitos
que adecúan el entendimiento para incorporar adecuadamente los fenómenos emergentes producidos
por la nuevas ciencias. La importancia de estas consideraciones adicionales a primera vista podrán
parecer meramente referidas a la tradicional epistemología académica. Lo que se desea es exponer
lo contrario. El pensamiento, mejor dicho, el hecho o modos de pensar constituyen los progenitores
de nuestra o cualquiera otra civilización. Como la representación de la figura del ouroboro, las
civilizaciones terminan por morderse la cola volviéndose rígidas y estériles, reforzando las
características de las modalidades de una época determinada; por último dificultando y
entorpeciendo el desarrollo de nuevas modalidades de acción y comportamientos.
Nuestras maneras de pensar y los modelos de pensamiento producidos en cualquier momento de
la historia han terminado por dar forma, tanto a nosotros, como a nuestro planeta, de manera
recíproca. Nuevos modos y manera podrán por lo tanto producir reformas y rediseños, una y muchas
veces más. Los monumentos del pasado y nuestras tradiciones no sólo han esculpido el entorno sino
también nuestro paisaje interior. La textura y lineamiento de los pensamientos guías bajo los cuales
vivimos, son el producto de duras luchas y batallas espirituales, quienes han establecido un modo
general de discurso, de entendimiento, de sentimiento y formas o estrategias de acción. Aunque
sigamos creyendo que somos inconscientes de nuestra historia, sus tradiciones, como traspasos, son
parte de nosotros. Nos han formado los hábitos de pensar y entender, nuestra manera de ver. En
nuestros días están emergiendo nuevas batallas espirituales, diferentes modos de conocimiento.
Estos requerirán nuevos lineamientos, metáforas desconocidas, lo que terminará por diseñar un
nuevo paisaje interior.

CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LAS TEORÍAS DEL CONOCIMIENTO Y LA


FILOSOFÍA DEL LENGUAJE
Persisten aún en estos tiempos en las llamadas construcciones filosóficas, la concepción
equivocada de que la mente se ocupa de las sensaciones primarias mediante las cuales el individuo
aprende a efectuar o hacer las abstracciones que forman la base de su percepción. Se mantiene en
ellos la idea de que la mente al tiempo del nacimiento, es una tabla rasa, la cual gradualmente se va
bosquejando la representación del mundo real, el que se construye mediante la experiencia
acumulativa, gracias al principio de razonamiento inductivo. Este punto de vista rechaza como
absurda la posibilidad de un conocimiento innato o a priori del mundo, esto es, decir que se posea un
conocimiento anterior al nacimiento, a la experienciación del mundo exterior. En el siglo diecisiete
Descartes, y más tarde en el dieciocho Kant con sus hipótesis, rechazaron toda posibilidad de este
tipo de conocimiento, debido a un inadecuado entendimiento entre mente y realidad. Kant
puntualizó que las impresiones sensoriales sólo se convierten en experiencias, es decir adquieren
significado cuando éstas son interpretadas en términos de categorías absolutas existentes, tales como,
tiempo espacio y objeto, categorías con las cuales contamos a priori y no que nosotros mismos
derivamos de la experiencia. Kant definió esas categorías como proposiciones “transcendentales” en
el proceso de cognición porque ellas trascendían la experiencia y por lo tanto, se encontraban más
allá del ámbito de la indagación científica. El primer gran dilema de la postulación de Kant se
produce cuando Carlos Darwin formula la teoría de selección natural a mediados del siglo
diecinueve pero el llamado “establishment” filosófico y la gran mayoría de científicos no parecieron
advertirlo hasta mediados de esta centuria. Uno de los primeros en despertar la atención es Konrad
Lorenz en la década de los cuarenta, al puntualizar el hecho de que el conocimiento del mundo
puede entrar en la mente sólo y a través de la experiencia, dado que el desarrollo ontogénico del
hombre, el que comienza con el óvulo humano fertilizado, culmina en la persona adulta.
Además, debemos tener en cuenta los aportes acerca del desarrollo filogenético del cerebro a
través de la historia evolucionaria. Mediante ésta, se clarifica y se hace patente que el ser humano
conoce o sabe en alguna medida algo del mundo innatamente, con anterioridad e
independientemente de su propia experiencia. Después de todo, no existen razones biológicas que
impidan el paso de este conocimiento de una generación a otra por vía de los genes que determinan
la estructura y función de nuestro cerebro quienes vienen mediante sus mismos procesos selectivos
operando desde nuestros más remotos ancestros. En otras palabras, las categorías Kantianas, tales
como, espacio, tiempo y objeto, e igualmente causalidad, no son componentes transcendentales de la
cognición que caen del cielo, ellas son el producto del proceso selectivo evolucionario para la
supervivencia, manejo del mundo real como proceso de aprendizaje. Existen por lo tanto dos tipos
de aprendizajes.
Uno es el aprendizaje filogenético, en el sentido que durante la evolución hemos desarrollado y
obtenido una muy sofisticada maquinaria para percibir, como por ejemplo el órgano de la visión.
Este hace inferencias del mundo real, en el cual los procesos de abstracción neurofisiológicos
preconcientes, actúan como componentes visuales del fenómeno de la constancia perceptual
asociado con la visión y el consenso inter-hemisférico que se alcanza vía el cuerpo calloso de ambos
hemisferios cerebrales.
Esto demuestra a través de la historia que la especie humana ha aprendido a entender y negociar
con las señales que vienen del mundo exterior mediante la construcción de modelos con ellas
mismas. En otras palabras, que a la luz del reciente y último esclarecimiento del proceso
evolucionario, es decir más allá del Darwinismo y del Neo-Darwinismo, hoy podemos decir que el
hecho de una percepción “a priori” sólo se puede concebir como verdad, cuando se considera la
historia de la Humanidad como un todo y no de modo alguno de la manera Kantiana o Hegeliana y
de sus sucesores fenomenologistas, los que todavía no consiguen zafarse de la traducción
reduccionista. Todo aquello que es “a priori” para el individuo, es a posteriori para la especie.
La segunda clase de aprendizaje, se relaciona con el manejo y conocimiento del mundo, se trata
del aprendizaje genético y se extiende a todo lo largo de la vida del individuo incluyendo la
adquisición cultural, lingüística y científica. De tal modo que vemos al mundo, a través de múltiples
espejos, anteojos, o gafas: algunos de ellos son heredados como parte de nuestro aparato fisiológico,
otros adquiridos mediante la experiencia directa, a medida que avanzamos en nuestras etapas de la
vida. En tal sentido, los descubrimientos de la ciencia nos ayudan a ver el mundo como la ciencia lo
propone o concibe con sus propios espejos (anteojos), como Konrad Lorenz lo declara: cada paso o
avance del conocimiento implica el uso de anteojos de los cuales nunca podremos prescindir. (M.
Delbruck. Ver Taxonomía bibliográfica 2 en interfase).
Los estudios sobre el funcionamiento del cerebro en las últimas décadas han avanzado
sorprendentemente acerca de nuestro entendimiento sobre percepción y cognición. El análisis sobre
el proceso neuronal de la visión con respecto a la retina ha demostrado que la percepción que llega a
la conciencia está lejos de provenir de las sensaciones primarias. Estos estudios han demostrado que
la visión constituye un complicado proceso de abstracción y filtración de información sensorial a
nivel preconciente. La peculiar organización del cerebro nos ha dotado con una capacidad para
realizar el proceso de la cognición que es todo lo contrario de lo postulado por Kant con sus
categorías a priori de toda experiencia. Los evolucionistas post-Darwinistas actuales, afirman que
hay formas de cognición anterior a la experiencia individual pero de ninguna manera anterior con
respecto a la especie y que ésta representa y constituye el cúmulo de negociaciones y adaptaciones
para habérselas con la incorporación del mundo real. Lo mismo que se percibe y manifiesta en los
microorganismos con respecto a fenómenos tales como fotostaxi en las bacterias y fototropismo en
los hongos. Incluso a este nivel primario de los organismos, éstos reciben señales del mundo
exterior, evalúan su significado y responden apropiadamente. La idea Kantiana y su interpretación
apriorística, sostiene que categorías tales como espacio tiempo y objeto son productos ya existentes
en la mente, como aparato cognoscitivo, al nacer. Estas categorías o instrumentos epistemológicos,
han plagado desde entonces todas la teorías del conocimiento. Con planteamientos como éstos, no
podemos soslayar la idea que la filosofía ha sido hecha por y para adultos.
Tanto los filósofos tradicionales como los modernos han menospreciado las exploraciones
epistemológicas de la dinámica del conocer, dedicándose solamente a afirmar que el “conocimiento
verdadero”, sólo lo posee la mente humana adulta sin considerar que éste se origina en la mente del
infante. No obstante los sorprendentes descubrimientos de Piaget debió transcurrir otro cuarto de
siglo para que sus hallazgos pudieran producir algún impacto sobre el campo epistemológico. Este
campo hoy en día se ve desbordado por la Biología Molecular y los hallazgos sobre los orígenes de
la vida como proceso autoorganizativo. Muy por el contrario de lo supuesto por los filósofos, por
una perfección funcional del sistema nervioso. El perfeccionamiento del sistema nervioso se
produce, no por las condiciones innatas, sino, por la supervivencia selectiva de las huellas de la
sobre-conectada red innata. Es decir, que sólo puede aprenderse ontogenéticamente, para lo cual ya
existen las huellas en el cerebro, facilitadas por el aprendizaje filogenético.

EL NUEVO MAPA COGNITIVA, SU GEOMETRÍA: BIOLOGÍA DE LA COGNICIÓN


¿No es acaso un soñar despierto la virtual catástrofe en la
cual el conocimiento se inicia? ¿Al tiempo cuando
muchos estudiosos en el mundo están calculando, no es
deseable que algunos puedan soñar?
René Thom
En cada época histórica, como lo consignamos en el texto, se han desarrollado sus respectivas
epistemologías. La historia humana ha producido a través de sus prácticas sociales cotidianas y su
lenguaje, sus respectivas estructuras imaginarias, es decir, se ha movido dentro de una determinada
geometría conductal. La ciencia en su sentido más lato ha sido un producto y un referente de estas
prácticas sociales y actitudes conductales y las ideas científicas acerca de la naturaleza han
constituido normalmente una dimensión más en que las estructuras imaginarias se han expresado. A
partir de la segunda parte del presente siglo tanto historiadores como filósofos, y en gran medida
científicos de la conducta, se han empeñado en demostrar que la imaginación científica está sujeta a
mutaciones radicales de una época a otra y que debajo de las ideaciones sobre las que se han
sustentado los edificios científicos, han existido realidades profundas de tipo colectivo que han
constituido veneros para la identidad personal y el crecimiento de los saberes. (Kuhn, Alejandro
Koyré; C. Jung; T. de Chardin. Taxonomía bibliográfica 7.)
No podernos decir, cuando nos referimos a la relación que ha existido entre historia humana e
historia de la naturaleza, que éstas hayan tenido una relación integradora con relación al
conocimiento de sí mismo donde hombre y naturaleza se consideran un solo fenómeno, así podemos
apreciar que desde Platón hasta el desarrollo temprano de las ciencias en Europa, hombre y espíritu
han constituido un par que se ha desplazado en el tiempo hasta nuestros días. La ciencia y la visión
del hombre occidental han continuado con una concepción dualista de la realidad.
Esto nos hace pensar que todavía no se ha escrito la historia natural que explique la unicidad del
ser humano como conocimiento de sí mismo. Gracias a los aportes provenientes de la Biología hoy
podemos hablar de una manera inédita con respecto al proceso de la cognición como lo explica la
Teoría de Autopoiesis. (Biología de la Cognición; Autopoiesis y Cognición; El Árbol del
Conocimiento; H. Maturana y E Varela; Nodo V y Taxonomía bibliográfica 2).
Indudablemente que siempre han habido precursores que se han ocupado de lo que hoy
llamamos ciencias cognitivas en todo el devenir del pensamiento humano tanto occidental como
oriental, concediendo a la mente humana la categoría de fuente primordial mediante la cual se
conoce la realidad.
Cuestiones tales como la del espacio vacío, campo eléctrico, fuerzas magnéticas y
gravitacionales del mismo que fueron inabordables han sido resueltas gracias al colosal esfuerzo
realizado por la teoría de la relatividad la cual exigió una total renuncia y abandono del modo de
percepción intuitivo a priori de los conceptos de espacio y tiempo. Esta renuncia o abandono no
significa una discontinuidad de nuestro modo diario de percepción intuitiva, sino el admitir que
podemos afrontar y resolver los fenómenos de la física mediante un método que ignora la intuición,
reemplazándola con una lógica contra-intuitiva, donde la representación del mundo, es más que
tridimensional. Desde este punto de vista, es necesario tener en cuenta que la Teoría de la
Relatividad como una teoría de la Física ha tenido que mantener una muy bien definida conexión
con las observaciones del mundo real usando un lenguaje basado en nuestras intuiciones comunes,
pero a su vez, ha desarrollado una nueva geometría perceptual.
Desde el punto de vista de la Epistemología Evolucionaria la principal lección tanto de la teoría
General como de la Especial de la Relatividad es la siguiente: que los seres humanos son organismos
capaces de manipular representaciones internas del mundo por medio de operaciones concretas
pudiendo trascender las barreras de las percepciones biológicamente condicionadas. Así el hombre
puede liberarse a sí mismo y construir una visión de la realidad que está en conflicto con la intuición
y sin embargo obtener una visión más verdadera del mundo real El concepto de intuición es aquí
usado de una manera libre. La literatura filosófica con respecto a esta palabra, es decir a su
significado, es demasiado vaga, lo que lleva a cubrir una multitud de conceptos confusos. Aquí se
usa para referirse solamente al proceso que conduce a la obtención de operaciones mentales
concretas tales como las que se hacen en la reconstrucción de un objeto tridimensional, a partir de la
proyección de una perspectiva bidimensional o la de desentrañar la equivalencia de dos conjuntos, o
de la visualización mediante la memoria; por ejemplo, el número cardinal siete como un conjunto de
siete objetos. Pareciera que surgiese algo arbitrario cuando un conjunto se sitúa en los límites entre
intuición e inferencia lógica. Los que están familiarizados con la geometría cuatridimensional de la
Teoría Especial de la Relatividad han de sentirse seguros al enfrentarse con casos comprendidos en
marcos de referencias cuatridimensionales como éste. De tal modo, podemos decir que una persona
tiene una intuición acerca de ello, tan cierta como la que tiene otra acerca de la geometría de tres
dimensiones. Una mejor comprensión de la bases biológicas de nuestras intuiciones
tridimensionales antes de poder decidir si existe una total o gran diferencia entre ésta y una intuición
de cuatro dimensiones conseguida por un profesional de la Teoría de la Relatividad. Es sabido que
las consecuencias epistemológicas básicas de la teoría cuántica condujeron a Heisenberg a formular
el principio de incertidumbre, principio que obligó a poner ciertos límites al uso de conceptos
desarrollados en la Física Clásica. Con ello surge el problema de cómo entender en la forma mas
clara posible la naturaleza de estos limites. Cómo poder reconciliar los aspectos de onda o partícula
de la luz y de la materia. El principio de complementariedad de Neil Böhr trata de explicar la
aparente contradicción. De acuerdo a estos principios se llega a la conclusión que la realidad física
es demasiado rica para ser captada solamente con los principios de la física clásica que sólo
contempla a esta en forma tridimensional. En la Teoría Cuántica, desde el acto observacional
elemental es representado por un cuanto de acción entre el observador y lo observado Esto es, que
tenemos que hacer un corte cartesiano y de este modo contemplar en forma alternativa mutuamente
excluyentes cuál de las alternativas es real, a pesar de que las dos son reales. Para superar el corte
cartesiano, la teoría cuántica reconcilia dichas realidades alternativas, pero no reconcilia deforma
alguna la visión alternativa de una realidad. Tal situación sugeriría erróneamente que hay sólo una
realidad vista de diferente manera, como en perspectiva. No, lo que hace la Teoría Cuántica, es
reconciliar realidades alternativas -una u otra-, que el observador ha elegido que suceda. Entre la
implicaciones que acarrea la Teoría Cuántica, una es crucial, y consiste en la pérdida de identidad de
un objeto y la conservación de éste con una limitación distinta sobre la categoría de causalidad.
Ninguna de estas categorías son poseídas por la mente al nacer. Ellas constituyen parte de la
evolución y desarrollo de nuestra estructura cognitiva durante el crecimiento. De tal modo que, no
parece en manera alguna, irrazonable creer que la mente puede encontrar alguna forma para
descargarse o al menos desviarse de su herencia biológica. Esta herencia ha evolucionado hasta muy
reciente, exclusivamente para habérselas con la experienciación en el mundo de dimensiones medias,
es decir tridimensional en directa relación sólo con los órganos de los sentidos.
En conclusión, nos enfrentamos hoy con el hecho de que la idea acerca del mundo físico ha
cambiado y por lo tanto el concepto de certeza como verdad ha sido revisado. En otras palabras que
lamente aparece menos psíquica o espiritual, y la materia menos materia, especialmente a la luz del
principio de complementariedad, el cual ha desvanecido la ilusión de total objetividad y
determinismo del mundo tridimensional. Pareciera que en parte y sólo en parte, la solución del
enigma de cómo nuestra mente ha alcanzado con éxito manejar los diferentes aspectos que a su
tiempo ha presentado el mundo real, descansa o radica en la combinación que ésta ha hecho entre
ilusión y fluctuación. La fluctuación se produce cuando aparece una vasta amplificación de un
conocimiento simple o accesible, el cual, se internaliza por toda la organización social, la que en
forma no conceptual advierte un cambio cualitativo de la realidad social. Volar hacia la luna, usar la
televisión, incorporar el uso de la electrónica, no requieren una inteligencia especial. Lo que se
requiere para que esto suceda es la cooperación, en el caso de la luna la cooperación de quinientas
mil mentes (M. Delbruck). La ilusión surge cuando sólo se tiene la preocupación de que el éxito o
el fracaso radica en nuestra solas conquistas personales. La construcción de las Pirámides Egipcias,
los monumentos Mayas Aztecas Incaicos o de Stonehenge contienen de alguna manera información
astronómica en sus arquitecturas construidas hace milenios. Sus constructores posiblemente, fueron
tenidos en gran estima por sus obras, pero supieron muy poco cuanto ellos mismos ignoraban. Es
importante reflexionar acerca del peculiar papel que juega la ciencia en el proceso de la cognición en
la evolución biológica humana. Las ciencias naturales clásicas solidificaron la creencia que la mente
humana adulta es un absoluto y que ésta capta solamente leyes físicas absolutas referida a materia
absoluta contenida en un espacio y tiempo absoluto. La dicotomía Cartesiana entre mente y materia
constituye la piedra fundamental en que las leyes físicas se sustentaban. La ciencia actual post-
cartesiana ha tomado la dirección opuesta. Nos ha forzado a abandonar los conceptos de espacio y
tiempo y determinismo como absolutos. Ha demostrado que esas ingenuas nociones son sólo
aplicables en las dimensiones medias de espacio, tiempo y energía. Estas deben ser reemplazadas
por esquemas o representaciones formales más abstractas, es decir una nueva forma de conoci-
miento. Tan pronto como nos movemos hacia fenómenos y dimensiones extremas, nuestras
intuiciones, es decir nuestras operaciones mentales concretas, resultan inadecuadas. Este es el punto
exacto donde el pensamiento evolucionado se vuelve decisivamente útil. De hecho, este
pensamiento pone en evidencia, que nuestras operaciones mentales concretas son por lo tanto
adaptaciones aun modo de vida en el que debimos superarnos para la supervivencia, el cual
correspondió a un larguísimo tiempo anterior al desarrollo de la ciencia. Como tales hemos
marchado con dichas adaptaciones de la misma manera como hemos hecho con nuestros órganos de
la locomoción, nuestros ojos y nuestros oídos. Mediante la ciencia hemos podido trascender
nuestras intuiciones del mismo modo que con la electrónica hemos trascendido nuestros ojos y
nuestros oídos. En realidad no nos hemos adaptado, lo que hemos hecho es manifestar nuestra
capacidad creativa al fabricar con el ambiente nuestros repertorios construyendo así el destino de la
evolución humana (Ver Enacción en este Nodo). Para la pregunta de cómo la capacidad mental de
trascender aparecen en el curso de la evolución biológica, todavía no se tiene una respuesta
satisfactoria, aunque los últimos biólogos afirman que la capacidad de trascender es un epifenómeno
de la materia en su proceso autoorganizativo en la búsqueda de más altos niveles de complejidad,
llamado Autopoiesis, donde reside el principio de la vida, la que por último no es más que una suerte
de materia programada, orientada, todo lo cual lleva a la consecución de metas éticas relevantes al
individuo y a su referente coevolutivo: la organización social. El sentimiento de absurdo que evoca
la idea de que la mente proviene de la materia y que en definitiva es materia, es, tal vez, similar a
aquel sentimiento de absurdo también experimentado, cuando debimos enfrentamos con el hecho de
entender la Teoría de Relatividad, para lo cual hemos tenido que cambiar nuestro concepto intuitivo
de tiempo y espacio para una nueva forma de cognición. Lo mismo sucede con la Teoría Cuántica
con respecto a objeto y causalidad. Si consiguiésemos aprender a aceptar este sentimiento de
absurdo con respecto al comportamiento de la materia, el fenómeno de vida, inteligencia y
trascendencia de la materia, entonces podríamos guardar la esperanza de que estamos dando el salto
mismo hacia una nueva síntesis, es decir haciendo el traslado a un nuevo continente mental (Jantsch,
1980).

CIENCIAS COGNITIVAS
En su sentido más amplio se designa como Ciencias Cognitivas al conjunto de disciplinas que se
ocupan del estudio de la mente desde un punto de vista científico. Dichas ciencias todavía no se
encuentran establecidas como maduras desde el punto de vista de un corpus unificado como es el
caso de la Física Atómica ola Biología Molecular. Constituyen más bien un conjunto de disciplinas
que una disciplina en sí misma. Estas se extienden desde la Neurología, Psicología, Lingüística,
Semiótica, Antropología y Filosofía de la Mente hasta la Inteligencia Artificial y los modelos
computacionales de la mente, los que están terminando por dominar todo el espacio. Cada una de
estas disciplinas tiende a dar una respuesta acerca de lo que es mente o cognición en la cual se refleja
cuál es su ámbito especifico o preocupación. El futuro de las ciencias cognitivas parecen irse
perfilando mediante los diferentes impactos demoledores producidos en las llamadas ciencias del
espíritu. Para los filósofos de las ciencias desde Alexandre Koyré a Thomas Khun la mente y los
modos de cognición cambian radicalmente de una época a otra porque la imaginación científica
suele mutar radicalmente. En otras palabras: existe una historia humana de la naturaleza y
paralelamente a dicha historia, una historia de las ideas acerca del autoconocimiento. Consideremos
por ejemplo, la física en la Grecia Clásica, frente a las sofisticaciones actuales. Sin embargo, la
historia del autoconocimiento, en nuestra cultura occidental, permanece aún sin haberse estudiado y
sacudido en profundidad. A pesar de ello los precursores de lo que hoy llamamos ciencias
cognitivas los encontramos desde los albores de nuestra cultura; la mente humana es el ejemplo más
Cercano y familiar. Haciendo un paralelo con las otras ciencias la historia de la mente y del proceso
de la cognición, en la fase actual de las ciencias cognitivas, podría considerarse como si se hubiera
producido una mutación. En este momento se reconoce que el estudio de la cognición como una
actividad interdisciplinaria transdisciplinada, va mucho más allá de la epistemología y la psicología.
Esta mutación tiene sólo treinta años de existencia y ha sido introducida a través del movimiento
llamado Cognitivismo, de lo que se hablará más adelante, como asimismo de los aportes del
Evolucionismo nuevo, el que va más allá del Darwinismo y Neodarwinismo.
Es importante que, como consecuencia de esta mutación, el conocimiento y los modos de
conocer se encuentren inextricablemente ligados a la tecnología actual, la que ha transformado las
prácticas sociales, y la inteligencia artificial es uno de los ejemplos más visibles. La tecnología se ha
convertido en un amplificador que no puede ser separado de las ciencias cognitivas, constituyendo
todo un campo de estudio denominado tecnología cognitiva. Como complementariedad a todo lo
cual la exploración de la mente provee a la Sociedad Global con un espejo donde se refleja así
misma, y va más allá de las círculos de los filósofos, psicólogos, terapistas, etc., permitiendo a los
individuos utilizar sus propias intuiciones para construir sus experiencias y vivenciarlas.
Este nuevo espejo nos está mostrando por primera vez que la sociedad occidental como un todo
se confronta con actividades diarias manipulando símbolos con máquinas que pueden entenderlos.
Por milenios los seres humanos han tenido un conocimiento con entendimiento espontáneo
compartido socialmente.
Ahora este entendimiento espontáneo está inseparablemente ligado a la ciencia, la que está
terminando por transformarlo radicalmente. Por lo tanto los aspectos sociológicos de las nuevas
ciencias cognitivas constituyen una profunda revolución en el proceso de interiorización de la
realidad.

LAS NUEVAS CIENCIAS DE LA COGNICIÓN


La convicción que las ciencias encargadas del estudio de la mente necesitan extender sus
horizontes con el objeto de acompasar las experiencias humanas vividas con las transformaciones
inherentes a las experiencias en sí mismas, es el objeto del siguiente desarrollo. Las experiencias
diarias deben extender sus horizontes con el objeto de beneficiarse con las intuiciones y análisis que
en formas muy variadas han forjado las ciencias encargadas del estudio de la mente. Nuestra cultura
científica occidental ha llegado a un punto en que se hace necesario que consideremos a nuestro
cuerpo físico y a nuestras experiencias como realidades vividas como un “adentro” y un “afuera”,
fenómeno biológico (Maturana). Éste no constituye más que los dos lados o aspectos
complementarios circulares que dan lugar al fenómeno de la cognición. Este enfoque desea reflejar
la preocupación relacionada con las ciencias cognitivas occidentales que han estudiado al sujeto
cognoscente de un modo donde éste aparece como un ser fragmentado, dividido, en el mejor de los
casos, no unificado; todo lo cual, ha dado lugar a la cultura egocentrista en la que estamos inmersos.
La existencia de esta preocupación se vuelve más persistente por el hecho de que todo lo que
proviene del quehacer científico está provisto de una autoridad indiscutible en nuestra cultura actual.
De este modo, la ciencia hoy más que cualquier institución a través de sus creaciones y artefactos
tecnológicos como las llamadas máquinas pensantes y toda la robótica, han aumentado el potencial
de transformación experiencial de la vida diaria mucho más que los libros de los filósofos, las
reflexiones de los teóricos sociales o las terapias analíticas de los psiquiatras o psicólogos. La
generación de este nuevo autoconocimiento que puede emprender el sujeto ha relegado a muchas
teorías especulativas. Estos acontecimientos obviamente están cambiando nuestra vida y el
entendimiento directo que tenemos de ella. No es ninguna sorpresa que libros tales como los
provenientes de Hofstadter y Dennett: The Minds Eye (el Ojo de la Mente) y el de Sherry Turkle:
The Second Self (El Segundo Yo) hayan alcanzado considerable popularidad. En el ambiente
académico la interacción entre ciencia y experiencia como circularidad ha salido ocasionalmente a la
superficie bajo la forma de “folk psychology’ o investigaciones sobre “análisis conversacional’.
Uno de los intentos sistemáticos lo constituye el libro de Ray Jackendoff titulado “Consciousness
and the Computational Mind” (Conciencia y Mente Computacional). Éste sostiene que la
interacción entre ciencia y experiencia provee de una génesis computacional en el proceso de la
conciencia, es decir del “darse cuenta”. Nuestro punto de vista sostiene que las investigaciones
acumuladas y en curso, casi la mayoría de ellas, son insatisfactorias tanto empírica como
teóricamente, porque no van directamente unidas entre sí por un enfoque pragmático donde la
experiencia sea complementada con la ciencia. Es así que la mayoría de los actos espontáneos y la
mayoría de los reflexivos no sean tenidos en cuenta, si estos actos no concuerdan con los requisitos
determinados por la sofisticación del análisis científico. Sin embargo la abundante evidencia
provista por la historia indica que la experiencia en sí misma puede ser examinada de una manera
disciplinada y que la habilidad o técnicas para alcanzarlos han sido considerablemente refinadas a
través del tiempo. Nos referimos aquí a las experiencias acumuladas, no familiares a la tradición
occidental mayoritariamente. Tal es el caso de la tradición budista con sus prácticas de meditación y
su pragmática filosofía exploratoria. Al contrario de la praxis que sostiene el psicoanálisis, la
tradición Budista es especialmente relevante con respecto al ego y al egocentrismo.
Consideramos que ha llegado el momento de construir un puente entre occidente y oriente con
respecto a las ciencias mentales en lo que se refiere al proceso cognitivo y la psicología budista, por
las posibilidades que ésta ofrece con respecto al proceso circular entre las ciencias cognitivas y la
experiencia diaria como proceso transformativo en nuestra, cada día más, cultura científica, a causa
de la interfase mente y tecnología.
Este libro, o mejor dicho, sus hipótesis de trabajo van dirigidas a que sean accesibles a la
audiencia más amplia posible, y no sólo a los científicos y profesionales poniendo, para ello, todo el
énfasis sobre ciencia y experiencia.
Considerando ahora que los lectores están más o menos introducidos en lo que nos proponemos
en este capítulo, procederemos a dividirlo en partes, las que se dedicarán a profundizar y desarrollar
lo que se considera el dominio de las Ciencias Cognitivas frente al ilimitado horizonte que hoy
puede tener la experiencia humana. Necesitados de un esquema didáctico dada la complejidad del
tema desde sus implicaciones semióticas, sucintamente se enfocarán los temas en el siguiente orden:
¿Qué es cognición? Desde el punto de vista clásico hasta abarcar al que se ha dado en llamar
Cognitivismo y que presenta un modelo computacional de la mente en donde se aprecia que las
ciencias cognitivas mantienen la falta de unidad entre el conocer y su sujeto; es decir, la falta de un
proceso de circularidad indivisible entre lo conocido y su conocedor. A continuación expondremos
como los últimos progresos de las ciencias cognitivas han descubierto en forma progresiva, la
manera en que la mente humana construye un modelo cognoscitivo, donde descubre el citado
proceso de circularidad unificada. Esto constituye para el desarrollo de la cultura actual la piedra
fundamental para una nueva cosmovisión. Además adquiere una importancia decisiva el hecho de la
adopción de un replanteo psicológico con respecto a las prácticas del autoconocimiento como
entrenamiento mental y su articulación con la incorporación de la realidad en todos sus ámbitos. Por
último, como las nuevas ciencias cognitivas han dilucidado el fenómeno de que el hecho de conocer
en sí mismo, puede darse, sin necesidad de un ego, como lo demuestran los conceptos de
autoorganización y las propiedades emergentes producidas por el proceso cognitivo especialmente
en los modelos conexionistas y los pasos más avanzados dados por lo que podríamos llamar la
consiente del “Enactivismo” que postula que la cognición consiste en que la representación del
mundo es independiente de nuestra percepción y capacidades cognitivas por o mediante un sistema
cognitivo que existe independientemente del mundo, que erróneamente, decimos que conocemos.
De este modo, la cognición constituye un proceso activo denominado como “embodied action”
(acción corporizada) quedando así ésta incluida dentro del contexto de la teoría evolucionaria, donde
la cognición no consiste en una adaptación optimizada sino más bien en una tendencia natural para la
construcción dinámica de la realidad.
Para cerrar estas disquisiciones, se consignan por último las implicaciones filosóficas y
experienciales dentro del contexto de nuestra cultura científica planetaria. Nuestra principal
preocupación gira alrededor del hecho de que si no ponemos énfasis acerca del proceso cognitivo
como una experiencia vivida en forma diaria en un constante fluir, frente a la sofisticación que
persiste en las ciencias cognitivas tradicionales, podría llegar a generarse una división irreconciliable
dentro de la cultura científica en que estamos inmersos, formando los bandos sostenidos por los
conceptos separados de: mente y vida, frente al autoentendimiento a través de lo vivido a diario,
como construcción y autoconstrucción incesante en el proceso de experiencia y crecimiento. Como
consecuencia nuestros ojos están puestos en las implicaciones éticas profundas las que son
inseparables de un reentendimiento acerca de la responsabilidad y dignidad humana.

EL NACIMIENTO MODERNO DE LAS CIENCIAS COGNITIVAS


Constituye esta fase una mutación que podríamos calificar como sorprendente que hace
tambalear el dualismo de mente y naturaleza, es decir ciencias del espíritu y ciencias de la
naturaleza, con que la búsqueda del conocimiento han venido desarrollándose. Por primera vez se
reconoce por parte de un número considerable de científicos la legitimidad de las investigaciones
que se refieren al conocimiento mismo en todos sus niveles, zafándose de la psicología o la
epistemología usadas para ésta suerte de conocimiento. Esta mutación fue introducida en el
quehacer científico no hace más de cuarenta años. Sobreviene a partir de la terminación de la
Segunda Guerra Mundial, inaugurándose. Con ello se da comienzo a la ciencia de la cognición,
especialmente a lo que se refiere en su carácter mutante y a su aporte realizado por la biología de la
cognición y la dinámica de las estructuras disipativas. Todo ello se ve bien contrastado cuando se
establece la correlación entre los estudios tradicionales y el fenómeno de la evolución como
prolegómeno del nuevo paradigma científico ni Newtoniano, ni Darwiniano.
La tecnología entre otras cosas ha actuado como un amplificador de este proceso mutante. Al
punto que hoy podemos decir que las ciencias cognitivas casi no pueden separarse de lo que también
se ha designado como tecnología cognitiva, ya que entre sí, cumplen una función complementaria.
A través de la tecnología, la exploración científica de la mente ha revelado a la sociedad un espejo
de sí misma superándose con ello la visión mantenida por los filósofos, psicólogos o pensadores
tradicionales. Agregaríamos que por primera vez, Occidente comienza a enfrentar una serie de
interrogantes hasta ahora nunca hechos.
Este texto constituye un modesto aporte con la creencia que puede ser significativo para dar
respuesta a estos interrogantes, obligándonos a cambiar el tenor y la forma de nuestras preguntas,
con lo cual creemos movilizar un enorme potencial individual para la transformación de la
conciencia humana, lo que consideramos como una actividad fascinante, pues se trataría de una de
las más interesantes aventuras la que nos llevaría a otros paisajes relacionados con el conocimiento
de sí mismo.
Estableceremos, en la medida de lo posible, con claridad la diferencia entre información y
conocimiento, ya que el primero podría ser un condicionante y el segundo un transformador, al
considerar a la cognición como la capacidad para explicar a la comunicación comunicando y
consensuando la significación y las regularidades semánticas y semióticas con que ésta funciona.
Así la información no aparecerá como un orden intrínseco, sino que tiene como emergente el
fenómeno genuino de la comunicación a partir del cual nos trasladamos a reinterpretar la
comprensión ingenua que teníamos de las relaciones con el mundo como efecto del fenómeno de la
consensuación, todo lo cual hace cambiar drásticamente y terminará por cambiar nuestra
cosmovisión. Específicamente queremos puntualizar a estos resultados como el motor que llevará a
cambiar las relaciones sociopolíticas. Si nos remitimos al pasado, podremos apreciar cómo las
ciencias cognitivas constituyen un rompecabezas de perspectivas o áreas atomizadas heterogéneas.
No dejamos de tener en cuenta las consecuencias sobre el fenómeno del poder, el que puede verse
caricaturizado cuando se lo enfrenta con el fenómeno de la consensuación en su definitivo
ingrediente comunicacional. Todo esto se contempla en las partes pertinentes del presente, a las
cuales nos remitimos.

LAS BASES FÍSICAS DE LA COGNICION


Para el estudio de las bases físicas del fenómeno de la cognición se ha considerado por la
mayoría de los estudiosos que la percepción del color es el ejemplo más acabado. El color provee
todo un microcosmos a las ciencias cognitivas en las más diferentes disciplinas dadas las bases
físicas y biológicas en que se sustenta, tales como, las neurociencias, la psicología, la inteligencia
artificial, la lingüística y la filosofía, disciplinas que han proporcionado contribuciones muy
importantes para el entendimiento de dicho fenómeno. Otras tales como la genética y antropología
también han contribuido.
El color además tiene una inmediata significación perceptual y cognitiva en la experiencia
humana. En base a las razones apuntadas, el color provee un dominio paradigmático en el cual se
interceptan ciencia y experiencia. Con el objeto de facilitar la exposición se procederá a describir las
diferentes etapas que este fenómeno recorre.
• La primera comprende la aparición del color, que se denominará: estructura de la aparición
del color.
• Luego discutiremos el fenómeno del color como atributo percibido sobre las cosas en el
mundo físico.
• Finalmente se precisará que las diferentes etapas constituyen un categoría experiencial y que
no están separadas en la experiencia misma sino que son formalizadas simultáneamente.
Las teorías sobre el color sin embargo suelen tomar como punto de partida cualquiera de las tres
etapas indicadas. Nuestra exposición evitará ser arbitraria y lo haremos de la forma siguiente:
Aparición del Color.
Comenzaremos no con el sistema visual sino con el color en sí mismo. Existen dos rasgos
importantes en la estructura de la aparición del color que son:
• Primero, todo color que el ojo puede ver se describe como el resultado de la combinación de
seis colores básicos: rojo, verde, amarillo, azul, blanco y negro.
• Segundo la aparición del color varía a través de tres dimensiones tales como matiz,
saturación y luminosidad o brillantez.
De acuerdo con las nuevas teorías del color (Leo Hurvich y Dorotea Jameson) existen tres
canales para la percepción del color en el sistema visual: un canal es acromático e indica los
diferentes grados de brillantez; los otros dos canales son cromáticos y señalan las diferencias en
matices. Es importante consignar que estos son especificados en los experimentos psicológicos pero
no en los fisiológicos. La naturaleza exacta en el aspecto fisiológico todavía es materia de debate,
Sin embargo se acepta que los diferentes canales corresponden en alguna manera a las complejas
conexiones cruzadas entre las células de la retina y los ensamblajes neuronales post-retinales. En la
retina se encuentran tres diferentes pero entremezclados mosaicos de células en las cuales la
coincidencia de la absorción de fotopigmentos describen una curva que vade los 560, 530 y 440
nanómetros respectivamente.
Los tres citados conos de mosaicos responden como receptores a onda larga (L), onda media
(M) y onda corta (S). Los procesos excitatorios e inhibitorios en las células post receptoras permiten
a las señales provenientes de esos receptores ser comparadas en más y en menos, es decir en forma
sumatoria o substractiva. En los modelos de procesos oponentes la añadidura o suma de los tres
receptores genera la brillantez del canal acromático. La diferencia entre la suma de las señales de los
receptores de onda larga (L) y onda media (M) genera el canal verde-rojo o rojo-verde (Ver
Taxonomía bibliográfica 2 en interfase con 5 y 6).

EL COMIENZO DE LAS NUEVAS CIENCIAS COGNITIVAS


El período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial constituye el cantero donde
germinan las diversas semillas dejadas como consecuencias de los avances dispersos de las ciencias
iniciadas por Einstein con su Teoría de la Relatividad, la Teoría General de la Relatividad, la Teoría
Cuántica, la Física de Partículas, y las correspondientes aplicaciones de los descubrimientos micros-
cópicos de la materia y de las matemáticas aplicadas a la citada contienda.
A este período podríamos dimensionarlo en lo que va desde 1940 a 1956, aquél sobre el cual
daremos una breve ojeada, ya que el conocimiento humano es un río en constante movimiento, lo
que no podemos dejar de tener en cuenta. Sin este concepto dinámico en su dimensión histórica, no
contaremos con referentes para transitar los desarrollos significantes.
Entre los acontecimientos que debemos tener en mente se identifican los que comienzan con la
aplicación de las disciplinas y teorías citadas. Los principales actores provienen de un grupo de
científicos conocidos como el grupo M.I.T. en Harvard, EEUU, tales como John Von Newmann con
la Automática, Norbert Wiener, Alan Turing y Warren Mc Culloch. Estos cerebros pueden
considerarse la cabeza visible del nacimiento de las nuevas tecnologías de las hoy llamadas ciencias
cognitivas, emparentadas con la cibernética en sus diferentes desarrollos. No nos proponemos aquí
hacer una historia exhaustiva sino tocar aquellos problemas que sean relevantes al proceso
explicativo que nos ocupa ahora. Debemos agregar además el diálogo intenso mantenido entre
personas con muy diversa formación en un esfuerzo interdisciplinario que se produjo con notable
coincidencia en Europa: Jean Piaget en Suiza con su Epistemología Genética y Conrad Lorenz con
una nueva Epistemología Evolutiva. Deseamos hacer notar que Alan Turing repartió su tiempo entre
los Estados Unidos e Inglaterra y que en Cambridge desarrolló las bases de la Informática moderna.

CIBERNÉTICA, TEORÍAS DEL CONOCIMIENTO Y CIENCIAS COGNITIVAS


La implicación de la Cibernética en la transformación de las hipótesis cognitivas, especialmente
las desarrolladas por la fenomenología y sus diferentes escuelas o corrientes, es de importancia
decisiva en el cambio epistemológico que sufren las disciplinas referidas a la Filosofía del
Conocimiento desarrollados por la Fenomenología.
En la medida en que la cibernética se consolida en forma correlativa las teorías del
conocimiento comienzan a sufrir un descalabro subrepticio en sus postulaciones, aunque sin perder
su filiación reduccionista, esclava del dualismo científico existente.
No obstante en forma creciente se va perfilando una nueva orientación que termina por
cristalizarse en lo que no tardó en reconocerse bajo la denominación de ciencias y tecnologías de la
cognición. Configuran éstas, una nueva revolución conceptual donde se incluye a la tecnología
como elemento constituyente de esta revolución y evidencia del impacto proveniente de la física
cuántica en estos desarrollos. Consecuentemente irrumpe la Era de la Comunicación donde la
información es el tema principal y más visible en el complejo y vasto movimiento de aplicaciones
orientadas hacia la información, el conocimiento y la diseminación. Este vigoroso quehacer es
conocido como tecnología de la información, el paso que antecede a lo que se conoce sin tardanza
con el nombre de ciencias y tecnologías de la cognición.

ETAPAS Y DESARROLLOS DE LAS CIENCIAS COGNITIVAS Y LA TECNOLOGÍA


COMUNICACIONAL
Para la exposición de las respectivas etapas, tendremos en cuenta en este desarrollo la literatura
existente sobre las nuevas ciencias cognitivas, cuya abundancia refleja el vigoroso movimiento
científico que se produce en ellas. Esto podrá apreciarse en la bibliografía que se incluye y en los
diferentes Nodos de este libro, a la que en forma recursiva se aconseja volver por razones de
profundización. Dado los diferentes niveles de complejidad la dinámica personal para la
introyección del nuevo paradigma, demanda un control sostenido de los acontecimientos que se van
desarrollando. Se incluirá aquí la información mínima sobre los distintos períodos por los que
transija el desarrollo de esta nueva ciencia, la que consideramos como una verdadera revolución
conceptual de todas las teorías del conocimiento anteriores.

PRIMERA ETAPA: INTRODUCCIÓN A LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL


Los años formativos de las ciencias de la cognición, abarcan el periodo que vade 1940 a 1956.
Omitiremos aquí un desarrollo histórico y nos limitaremos a puntualizar los acontecimientos de
relevancia que lo jalonan (Véase H. Gardner y Francisco Varela). A este periodo se lo conoce
también como el periodo de los padres fundadores de una nueva ciencia que respondía a una
orientación epistemológica en el sentido en que este término se usa en inglés y que es distinto al que
se usa en la historia de la filosofía de las ciencias en Francia (O. Bachelard). En este período es
cuando se comienza a depurar, cortando con las viejas raíces que las ciencias del conocimiento
tenían.
Estos años pioneros constituyeron un verdadero esfuerzo disciplinario, que como se ha dicho
con anterioridad, coincidieron en Europa y Estados Unidos donde Warren Mc.Culloch utilizaba el
concepto de epistemología experimental.
Esta etapa es la que da lugar a un replanteamiento de la lógica y las ciencias del espíritu con la
pretensión de crear una ciencia de la mente, aunque con diferencias filosóficas de los fenómenos
mentales, dado que estos habían estado demasiado en manos de psicólogos y filósofos. Se
proponían expresar los mecanismos mentales mediante formalismos matemáticos (véase Mc Culloch
y Pitts, 1943) consideraban que el cerebro es un dispositivo con principios lógicos, los que se
reflejaban en la constitución de las neuronas a las que denominaban como autómatas con
funcionamiento binario de verdad o falsedad, por si o por no, constituyendo esto el principio de las
operaciones lógicas. A partir de allí podía inferirse que el cerebro entero era una máquina deductiva.
Con estos criterios Von Newmann y Turing concretan el invento del computador digital. A partir de
ello se concluye en las décadas siguientes la segunda etapa, donde entran de lleno con el uso de la
preferencia de la lógica matemática y el funcionamiento del sistema nervioso y del razonamiento
humano el movimiento conocido como Cognitivista. A partir de ello adquieren carta de ciudadanía
las disciplinas y teorías sistémicas como metadisciplinas, las que regirán a todos los sistemas
complejos. Éstas dejan en forma inconfundible una metodología en muchas ramas de las nuevas
ciencias tales como la Ingeniería, la Biología, la Ecología, las Ciencias Sociales, la Antropología, la
Economía, el Urbanismo, etc.
Este período se puede considerar como el anterior y precursor, el que dio como fruto aunque sea
en una visión muy general, un sinnúmero de herramientas que comienzan a entrar de lleno en nuestra
vida cotidiana.

SEGUNDA ETAPA: LA LÓGICA SIMBÓLICA Y LAS HIPÓTESIS COGNITIVISTAS


Este período comienza a partir de l956 y constituye la segunda etapa de las Ciencias y
Tecnologías de la Cognición (CTC).
Aparecen aquí en escena nuevos representantes tales como Noam Chomsky, Marvin Minsky,
Herbert Simon, quienes son los que perfilarán los principios que regirán este periodo de las ciencias
cognitivas (H. Gardner). Definen a la cognición como la computación de las representaciones
simbólicas en la que se podía incluir la intuición central de la inteligencia humana. Aquí se ven los
resultados de la etapa anterior con respecto a la noción misma de computación en donde a la mente
se la consideraba como una forma lógica. Aquí las hipótesis se amplían con exploraciones
multidisciplinarias en donde la epistemología (en el sentido anglosajón) y las ciencias sociales y
biológicas ocupan un lugar preeminente.
A partir de ello, el cognitivismo da impulso a muchos desarrollos científicos y tecnológicos en
las áreas de la psicología cognitiva, la lingüística y las neurociencias, dando carta de ciudadanía a la
inteligencia artificial.
También a este movimiento se lo conoce como computacionismo. La síntesis de este se basa en
la definición que se da de cognición, la que se formula como la computación realizada por el cerebro
mediante símbolos, es decir, mediante los elementos que representan algo como intencionalidad
“acerca de algo”, el elemento principal se basa en que la conducta inteligente supone la capacidad
para representar el mundo de ciertas formas. En la medida en que su representación sea exacta el
agente tendrá éxito.
Esta noción da lugar a controversias con respecto a la intencionalidad cuando se las refiere a la
realidad física entre un código simbólico en el cerebro o en una máquina (J. Searle, 1983).
Aquí es donde entra la idea de computación simbólica: los símbolos tienen una realidad física y
semántica la que queda condicionada por la computación sin tener en cuenta las operaciones
aleatorias o arbitrarias existentes entre las expresiones simbólicas dando lugar al slogan “No hay
computación sin representación” a pesar que el ordenador digital sólo opera sobre la formas físicas
de los símbolos que computa ya que no tiene acceso al valor semántico por estar limitada
únicamente a la sintaxis del lenguaje que elabora el programador aunque esta sintaxis se considere
como un lenguaje simbólico que refleja la proyección semántica en forma paralela, los cognitivistas
afirman aquí que este paralelismo demuestra la realidad física y mecánica de la inteligencia y la
intencionalidad semántica.
Mantienen la hipótesis que los ordenadores o computadores brindan un modelo mecánico del
pensamiento, en otras palabras que el pensamiento consiste en la computación física de los símbolos,
con ello las ciencias cognitivas se convierten en el estudio de los sistemas cognitivos constituidos
por símbolos físicos. Se volverá sobre estas ideas al tratar la neurobiología y el cognitivismo, allí los
cognitivistas postulan un tercer nivel semántico o representacional que resulta evidente cuando se
tiene en cuenta el valor semántico, que puede adoptar muchas formas simbólicas.
El movimiento cognitivista pone todo el énfasis en las relaciones entre sintaxis y semántica.
Los desarrollos científicos provenientes de la investigación cognitivista están basados en las
preguntas de qué es cognición, cómo funciona, o cómo no funciona adecuadamente un sistema
cognitivo. Se lo identifica a sus participantes activos como aquellos que consideraron el precepto:
“El cerebro procesa información del mundo exterior”. Tal frase se ha considerado como un
enunciado desorientador que se lo tildará como una “filosofía” que constituye “una ceguera” en el
sentido común contemporáneo capaz de poner en peligro los nuevos horizontes en las futuras
ciencias de la cognición (Hilary Putnam, 1983).

EL COGNITIVISMO Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, SUS TEORÍAS


Esta etapa de las ciencias cognitivas constituye el basamento de la inteligencia artificial. A
través de los años se sucedieron muchos progresos y aplicaciones tecnológicas basadas en los
postulados teóricos sostenidos en esta etapa cognitivista, dando lugar a la elaboración de Sistemas
Expertos, la Robótica y el procesamiento de imágenes, que por razones de brevedad no se incluyen
aquí, pero sí dejamos constancia del programa de quinta generación del Japón conocido como ICOT,
lo cual ha convertido al Japón en líder en Inteligencia Artificial.
Las hipótesis cognitivistas que esta etapa desarrolla consideran a la Inteligencia Artificial su
manifestación más acabada. Tienen como propósito complementario proceder a los estudios
cognitivos naturales y biológicos, muy especialmente el hombre y como principal herramienta la
formulación computacional de la representación, donde los procesos mentales de un sistema formal
son asimilados a la actividad de la mente como matiz representativo que pueden ser creencias,
deseos, planes, etc.
Se diferencia de lo que ocurre en Inteligencia Artificial en lo que se refiere a sistemas cognitivos
naturales y se da por sentado que toda representación cogniliva se hace en relación con algo para el
sistema, es decirque son intencionales.
Omitimos aquí más información por considerar que se incluyen en otros desarrollos, los que dan
lugar a una tercera etapa de las Ciencias y Tecnologías de la Cognición en las que emergen las
criticas relacionadas a la noción de representación como componente fundamental de las CTC, las
que dan lugar aun disenso que se analizará a continuación:
La raíz del disenso que se produce en las ciencias y tecnologías de la cognición se da con
respecto a los puntos de vista que se mantienen relacionados con la computación simbólica por una
parte, y por la otra a la noción de representación en cuanto componente fundamental de éstas
ciencias. Es decir que emerge por un lado:
a) la crítica de la computación simbólica en cuanto portadora adecuada de las representaciones;
b) la crítica de la pertinencia de la noción de representación en cuanto componente fundamental
de las ciencias y tecnologías de la cognición (CTC).

TERCERA ETAPA: CONEXIONISMO Y AUTOORGANIZACIÓN


En los albores mismos de la Cibernética como neutralizante del dominio predominante de la
lógica en las ciencias cognitivas se propusieron posibilidades referentes a las funciones específicas
del cerebro con respecto al fenómeno de la cognición.
Se mantuvieron las hipótesis de que los cerebros reales no cumplen con reglas como las que se
aplican a un procesador lógico central donde la información se almacena en lugares precisos sino
que el cerebro humano operaba a partir de interconexiones masivas de forma distribuida,
consecuentemente las neuronas cambiaban como resultado de la experiencia, es decir que éstas en su
conjunto tenían una capacidad autoorganizativa. En 1958, F. Rosenblatt y análogamente W. R.
Ashby llevaron a cabo trabajos pioneros relacionados con la Inteligencia Artificial partiendo de
componentes semejantes a las neuronas. Esos progresos y otros similares terminaron por sacar de
escenario las ideas relacionadas con respecto a las hipótesis que se manejaban en relación con el
funcionamiento del cerebro. Pero a finales de la década de 1970, estas ideas reaparecen con
incontrolable vigor en contra del computacionalismo.
Uno de los factores que contribuyó a este renovado interés fue el descubrimiento paralelo de las
ideas autoorganizativas en física y matemática no lineal (Prigogine e I.Stenguers, l981). El
reflotamiento del movimiento autoorganizativo se produce como segundo vistazo a consecuencia de
lagunas reconocidas dentro del cognitivismo relacionadas con la información simbólica en sus reglas
secuenciales conocidas como “el cuello de botella Von Newmann” tales como el análisis de
imágenes o pronósticos meteorológicos donde se requiere una cantidad de operaciones secuenciales.
Se advierte allí que el procesamiento paralelo no alcanzó el éxito esperado por la ortodoxia
computacional.
Otro inconveniente se observó con relación a la localización de procesamientos simbólicos, ya
que éste siempre estaba localizado, y la pérdida o disfunción de símbolos o reglas de sistemas
producía un gran daño. En cambio, con el concepto autoorganizativo las operaciones distribuidas
daban una inmunidad permanente a cualquier amenaza de pérdida. Se advirtió que las arquitecturas
cognitivas de los sistemas artificiales se habían alejado demasiado de las inspiraciones biológicas ya
que la mente de un niño al poco de nacer es capaz de adquirir lenguaje a partir de manifestaciones
que le llevan a distinguir el objeto significativo.
A partir de estas evidencias el cerebro humano vuelve a convertirse en una nueva inspiración
para las ciencias cognitivistas donde se abandonan las descripciones simbólicas abstractas
ingresando componentes de tipo neurales no inteligentes conectados apropiadamente, cuyo resultado
se manifiesta como propiedades globales semejantes a las que correspondían en el proceso cognitivo
humano. A este movimiento se lo conoce como Conexionismo. Se basa en que las conexiones
apropiadas hecha por cambios graduales a partir de un estado arbitrario podrían homologarse a la
achvidad neuronal, basándose en redes a las que se les presta gran atención mediante la introducción
de medidas estadísticas, que brindan al sistema una función de energía global que termina por
producir una dinámica emergente (Véase Taxonomía bibliográfica 6 y a M. MitchelI Waldrop, 1993
en Complexity Viking Press, Great Britain donde se mencionan todos los progresos e
investigaciones desarrolladas y en desarrollo en el Instituto para el estudio de la complejidad en
Santa Fe, New México, EEUU).

EMERGENCIA Y AUTOORGANIZÁC[ÓN
A partir de las redes neuronales o modelos conexionistas surge una nueva orientación
relacionada con el concepto de emergencia proveniente de los resultados de las redes que producen
efectos globales. Aquí el sistema tecnológico debe contemplar una unidad procesadora central que
guíe toda la operación, manteniendo los circuitos locales con sus respectivas coherencias. Se
conserva aquí el concepto de autoorganización que se utilizaba en los años de la cibernética donde la
coherencia global era considerada como el corazón del sistema. Hoy, a esto se lo considera como
propiedades emergentes o globales de redes no lineales o sistemas complejos, o más precisamente
sinergía. En virtud de esos hallazgos se encontraron propiedades emergentes en todos los dominios.
Por ejemplo en rayos láser, oscilaciones químicas, redes genéticas, patrones de desarrollo, genética
de población, redes de inmunidades ecológicas y geofísicas, vórtices, hologramas, etc. Todos estos
fenómenos tienen algo en común, y es que en cada caso disponen una propiedad que los
investigadores de los distintos campos trataron de entender en toda su generalidad, a la que
denominaron como propiedades emergentes. Para designar esta propiedad se introdujo el concepto
de atractor procedente de la teoría de los sistemas dinámicos utilizada como designación para captar
las propiedades emergentes que todo sistema dinámico tiene en común. A partir de estos hallazgos
el movimiento conexionista de la tecnología incorpora y utiliza el concepto de Emergencia, usando
el ejemplo de un autómata celular, que es una unidad simple que recibe información de dos vecinos
inmediatos, y comunica su estado interno a dichos vecinos, los que pueden estar en dos estados: cero
y uno (activo e inactivo), resultando así una función simple “Matemática de Boole”. Se llega de este
modo a la conclusión de que ningún compuesto por complejo que sea, escapa a las propiedades
emergentes de las unidades autómatas cuyas propiedades son un enlace natural para niveles diversos
de descripciones en los fenómenos naturales y en los cognitivos. Con esta perspectiva ampliada de
la Autoorganización el movimiento conexionista se plantea el nuevo avance en virtud de las
propiedades de los Fenómenos Emergentes.
Sus teorías comienzan por permitirles llevar a cabo modelos funcionales aplicables a muy
diversas actitudes cognitivas tales como el reconocimiento rápido, la memoria asociativa y la
asociación de categorías. Con ello el avance en inteligencia artificial cognitivista y la neurociencia
comienzan a reconstruir procesos en sus diferentes campos sobre los cuales no habían alcanzado aún
resultados convincentes. Estos modelos conexionistas se han acercado en forma muy estrecha a los
sistemas biológicos dando lugar ala integración de Inteligencia Artificial y Neurociencia que hasta
ese momento habían sido impensables, dando lugar a aplicaciones a diversas áreas como la visión o
el reconocimiento del lenguaje. Es imposible aquí dar cuenta de las investigaciones en este campo
por ser abundantísimas (véase Complexity, de M. Waldrop).
Sin embargo deseamos consignar que en el campo del aprendizaje se persiguen dos clases
principales de métodos. El primero inspirado en las reglas de Hebb y las que se dan en los
mecanismos cerebrales al que se le denomina aprendizaje por correlación; y el segundo el
aprendizaje por imitación, es decir mediante un modelo que actúa como instructor activo, inspirado
por el conocido Perceptrom de Rosenblatt, y al que se lo reconoce en su versión moderna como
retropropagador o estrategia técnica de retropropagación. En esta técnica se trata de reducir al
mínimo la diferencia entre la reacción de la red y lo que se espera de ella (Véase Francisco Varela,
1988). Aquí el aprendizaje se convierte en algo parecido a las instrucciones que se utilizan en lo que
se conoce como Net Talk, un artefacto que es un conversor grafemas-fonemas, en virtud del cual
este aparato puede leer en voz alta un nuevo texto, por ejemplo en las operaciones de traducción
entre idiomas, aunque en forma deficiente pero comprensible. El resultado de la función emergente
en las neuronas ha dado el gran impulso que acabamos de reconocer en tecnología referido a
Inteligencia Artificial. Con ello se produce un cambio en las hipótesis de trabajos en las que se
basaban las representaciones simbólicas utilizadas por el conexionismo. Así Conexionismo,
Emergencia y Autoorganización, Asociación dinámica y Asociación dinámica de red, se asocian
estrechamente dando lugar a una transformación de las hipótesis que se han manejado hasta ese
momento. Con ella se sostienen, para los que adhieren a éstas, un futuro insospechado para las
ciencias cognitivas, dando como resultado nuevas definiciones del fenómeno de la cognición. Es así
como se la define como la emergencia de estados globales de una red de componentes simples, las
que funcionan a través de reglas locales gobernando las operaciones individuales y de reglas de
cambio que gobiernan la conexión entre los elementos (Vuélvase sobre el fenómeno de las ciencias
de la complejidad).
Se considera que un sistema cognitivo funciona adecuadamente cuando se aprecia que las
propiedades emergentes y la estructura resultante se corresponden con una aptitud cognitiva
específica, con un resultado esperado para la tarea requerida. A partir de ello el enfoque
conexionista abandona la computación simbólica y la reemplaza por operaciones numéricas usando
las aplicaciones diferenciales que gobiernan un sistema dinámico, las que resultan más afinadas que
las realizadas con símbolos. Aquí los ítem significativos no son símbolos, sino complejos patrones
de actividad entre las muchas unidades que constituyen la red. Este cambio es radical para el
supuesto cognitivista, que se basó en el principio de que es necesario un claro nivel simbólico en la
explicación de la cognición. Apunta F. Varela (1988): “a que el cognitivismo utiliza los símbolos
para satisfacer la necesidad de un nivel semántico o representacional que sea de naturaleza física.
Que los símbolos son significantes y físicos a la vez, y que el computador respeta el sentido de los
símbolos pero sólo manipula su forma física; que esta separación entre forma y sentido fue el golpe
maestro que dio origen al enfoque cognitivista, y en verdad, a la lógica moderna, pero que esta
maniobra fundamental también implica una flaqueza cuando se encaran los fenómenos cognitivos en
un nivel más profundo”. Continúa diciendo que algunos investigadores consideran al Conexionismo
como un paradigma subsimbólico, argumentan que los principios formales de la cognición residen
en un dominio subsimbólico, a lo cual agrega que la relación entre la emergencia subsimbólica y la
computación simbólica es una relación de inclusión donde los símbolos no son más que una
descripción más elevada de propiedades, las que en el fondo están encastradas en un sistema
distribuido subyacente; tal es el caso del llamado código genético; y que los biólogos han pensando
que las proteínas están codificadas por los nucleótides cuyos tripletes de ADN son capaces de
seleccionar adecuadamente un aminoácido en una proteína solamente si están encastrados en el
metabolismo de la célula, cuyas regulaciones enzimáticas están formada por una compleja red
química.
Por todo lo expuesto, se puede apreciar que la perspectiva conectivista de la emergencia y el
fenómeno de la autoorganización está abierta para abarcar un variadísimo dominio del fenómeno
cognitivo. La asociación fructífera entre el cognitivismo y la visión emergentista donde las
regularidades simbólicas son procesos distribuidos paralelos constituyen una posibilidad de
resultados imprevisibles para la inteligencia artificial; esta empresa complementaria insinúa
resultados inapreciables especialmente en todas las ciencias cognitivas.

CUARTA ETAPA: LA ENACCIÓN COMO ALTERNATIVA AL REPRESENTACIONISMO


El vocablo Enacción se traduce del neologismo inglés “enaction”, que deriva del verbo enacth,
que quiere decir representar en el sentido de desempeñar un papel, actuar; de allí la forma
“enactuada” que debe traducirse al español coma actuada, representada o puesta en acto. Sin
embargo, esto habría llevado a confusión porque hacer emerger es la traducción del inglés “bring
for”, de entrar, cuyas connotaciones no pueden traducirse al español adecuadamente, de tal modo
que consideramos insoslayable la necesidad de utilizar el neologismo enaction que castellanizado es
enacción, como se dice al principio (Varela, 1988).
Este movimiento surge como respuesta a una insatisfacción proveniente del Representacionismo
descrito anteriormente.
Se considera que allí aún faltan algunas dimensiones en el fenómeno de la cognición bajo el
tratamiento que le dan las Ciencias de la Tecnología de la Cognición (CTC), con respecto a los
enfoques autoorganizativos, especialmente en Inteligencia Artificial. Se sostiene la idea de que es
preciso insistir en una orientación totalmente distinta, ya que la búsqueda realizada a través de los
sistemas paralelos distribuidos está muy relacionada con los cimientos mismos de los sistemas
representacionales y que ello no contempla totalmente los principios de la autoorganización.
Para la mayoría de los investigadores que participan en este último enfoque la posibilidad de
conseguir una síntesis entre conectivismo y conexionismo giraría alrededor de un tratamiento
descendente y ascendente entre ambos. Aquí se percibe que el concepto de síntesis no es claro, sino
más bien una situación de compromiso; porque en las orientaciones indicadas aún faltan elementos
esenciales del fenómeno de la cognición relacionado con sus cimientos mismos.
El enfoque enactivo denuncia que falta aún incorporar el sentido común en la definición de
cognición para que ésta sea la representación atinada de un mundo externo que está dado de
antemano. Sostiene la necesidad de que hay elementos informativos a ser captados como rasgos del
mundo, tales como las formas y los colores. Encara además la dinámica de la resolución de
problemas, lo que implica también la presencia de un mundo definido. La mayor capacidad de la
cognición viviente consiste en plantear las cuestiones relevantes que van surgiendo en cada
momento de nuestra vida, ya que éstas no son predefinidas sino enactuadas, es decir que se las hace
emerger desde un trasfondo y lo relevante es aquello que nuestro sentido común juzga como tal
siempre en un contexto.
El enactivismo se propone hacer una crítica conceptual al movimiento anterior, la que gira
alrededor de la noción de representación como núcleo de las CTC, en que sólo se puede representar
un mundo que está predefinido, dado que este mundo va surgiendo o es modelado en vez de ser
“predefinido”. Por tal caso la noción de representación ya no puede desempeñar un papel
protagónico. La tradición occidental ha propiciado la comprensión del conocimiento como un
espejo, de la naturaleza.
El verdadero desafío que esta orientación plantea a la citada ciencia descansa en el supuesto más
arraigado de nuestra tradición científica, la que sostiene que el mundo tal como lo experimentamos
es independiente de quien lo conoce.
Afirma este movimiento que la cognición no se puede entender adecuadamente sin sentido
común, el cual no es otra cosa que nuestra historia corporal y social, ya que es conocedor y
conocido, sujeto y objeto, quienes se determinan el uno al otro y surgen simultáneamente (obsérvese
la importancia de los aportes de la nueva física relacionado en el fenómeno de observación y
observado) donde el conocimiento es ontológico. La cognición siempre consiste en interpretar o
representar el mundo como si este fuera de cierta manera a la que se le atribuye el fenómeno que ésta
se debe explicar mediante las hipótesis que definen las representaciones internas por una parte; por
otra parte existe la idea que este rasgo de la cognición se debe explicar mediante la hipótesis de que
un sistema actúa sobre la base de representaciones internas. Pareciera que ambas ideas son
similares. Para afinar un poco esta distinción, es necesario introducir el concepto semántico que se
refiere a todo lo que se puede interpretar conociendo acerca de algo, ya que toda interpretación se
hace sobre alguna cosa, como por ejemplo los datos de un mapa (Tener en cuenta los aportes de
Escher y el fenómeno de Ruptura de la Simetría).
Las implicaciones ontológicas y epistemológicas aquí, son dobles; por un lado se da por sentado
que el mundo está predefinido ante toda actividad cognitiva; luego para explicar la relación entre
esta actividad y un mundo predefinido, plantea la existencia de representaciones mentales dentro del
sistema cognitivo. Esta idea no tarda en convertirse en un concepto más fuerte de representación
cuando se lo hace sobre la base de generalizar o universalizar el fenómeno con la intención de
elaborar una teoría cabal acerca del lenguaje o la cognición, sin tener en cuenta que estos son
producto de la función creativa del homo faber.
Partiendo de las implicaciones ontológicas y epistemológicas no puede darse por sentado que el
mundo está predefinido ante toda actividad cognitiva, así que para explicar las relaciones entre esta
actividad y un mundo predefinido, se plantea la existencia de entender cómo se efectúan las
representaciones mentales dentro del sistema cognitivo (imágenes, símbolos, subsímbolos o patrones
de actividad distribuidos por una red). Así, las teorías hasta hoy manejadas han establecido que:
1. el mundo es predefinido
2. la cognición aprehende este mundo aunque sea en forma parcial
3. el modo en que conocemos este mundo predefinido consiste en representar sus rasgos y
luego actuar sobre la base de estas representaciones.
Deseamos dejar constancia que en los enfoques sobre cognición que estamos manejando, el
campo de investigación es muy intenso, y las posiciones de los científicos a veces enfrentadas, y
otras veces en disenso por razones de matices o por exigencias de revalidación de hipótesis, es
tremendamente fluido, lo cual no puede incluirse en este libro porque escaparía a su cometido.
Sugerimos utilizar la bibliografía que se consignará correspondiente a este Nodo y la general que se
provee.
Nos hemos propuesto sólo presentar una idea muy panorámica y como es sabido, se corre el
riesgo deque se transforme en fárrago y oscuridad.
Es muy sugestivo e intrigante el efecto de interfase que se produce al enfrentar los conceptos de
conciencia, cognición y comunicación hoy utilizado en las nanociencias y en las macro-
representaciones (Véase interfases en Taxonomía bibliográfica 2, 3. 6 y 7).

ILUSTRACIÓN RELACIONADA CON LOS POSTULADOS DEL ENACTIVISMO


¡Estoy despierto! Oh, dejad entonces que reinen las
incomparables figuras allí enviadas por mis propios ojos.
J.W. Goethe – Fausto II
La orientación enactivista tiene como cometido proponer un camino intermedio de lo que se ha
descrito anteriormente para trascender los extremos que las posiciones anteriores que de una u otra
manera vienen sosteniendo. Recurre como ejemplo a utilizar el fenómeno de la visión y el color en
los últimos desarrollos experimentales planteándose la pregunta de la aparición de la sinergía entre
luz y visión como elementos constitutivos del fenómeno de la cognición cuyo fenómeno se define
mutuamente y son correlativos. Con referencia al color, los teóricos modernos hablan de
“propiedades cromáticas preexistentes no como representación de la longitud de onda sino de las
propiedades reflexivas de una superficie, dichas propiedades cromáticas son independientes de la
iluminación y más característica del objeto que se observa… Que las operaciones neuronales
cooperativas que subyacen en nuestra percepción del color son el resultado de la larga evolución
biológica de nuestro grupo de primates… Que los mecanismos neuronales que subyacen a un color
no son la solución de un problema (captar las propiedades preexistentes de los objetos) sino el
surgimiento simultáneo de la percepción cromática en el hombre o clave, y lo que luego se puede
describir como atributos cromáticos del mundo habitado”. Al igual que el color el olor no se revela
como un mapa pasivo de rasgos externos sino como la articulación creativa de sentido a partir de lo
histórico. Bajo la luz la operación del cerebro se interesa centralmente “en la enactuación” de
mundos a través de la historia de linajes viables: es un órgano que construye mundos en vez de
reflejarlos (Varela).
“Afirma que el proceso continuo de la vida ha modelado nuestro mundo entre una ida y vuelta,
entre lo que describimos desde nuestra perspectiva perceptiva como limitaciones externas y
actividad generada internamente” ... “lo que marca la diferencia entre el enfoque enactivo y
cualquier otra forma de constructivismo o neokantismo biológico, es este énfasis en la co-
determinación (del huevo y la gallina)”. Nótense las diferencias que hace con respecto al
movimiento fenomenológico y sus seguidores y la interpretación entendida como la actividad
circular que elabora la acción y el conocimiento en un círculo indisociable.

CONSECUENCIAS DEL ENACTIVISMO


La corriente enactivista sostiene que las aptitudes cognitivas están inextricablemente enlazadas
con una historia de vida: “se hace camino al andar”. La cognición no es más un dispositivo de
representaciones. La cognición es la acción efectiva del acoplamiento histórico que actúa y hace
emerger un mundo a través de una red de elementos interconectados capaces de cambios
estructurales durante una historia ininterrumpida. Cuando se transforman en un mundo de
significaciones preexistentes parte de ellas cambian o configuran un nuevo mundo de significaciones
como ocurre en la historia de la evolución. (F. Varela)
Un sistema cognitivo funciona adecuadamente cuando se transforma en parte de un mundo de
significación preexistente o configura un nuevo sistema de significantes.
Vemos aquí que las representaciones no desempeñan un papel central y la inteligencia ha dejado
de ser la capacidad de resolver un problema para transformarse en la capacidad de ingresar en un
mundo donde se comparten significados; así como el conexionismo nació del cognitivismo por un
contacto muy estrecho con el cerebro, la orientación enactivada un paso más allá del
representacionismo, aunque en la misma dirección para abarcar también la temporalidad del vivir, es
decir, la dimensión histórica. Trátese de una especie (evolución) o del individuo (ontogenia), o de la
estructura social (cultura) (Véase Taxonomía bibliográfica 1 y 5 en interfase).
Las consecuencias de trabajar sin hacerlo en función de las representaciones en los fenómenos
cognitivos ha concitado el interés de los especialistas, los que en un principio eran pocos y en los
últimos años ha crecido en forma incesante. Muchas de las herramientas usadas en el conexionismo
tradicional han sido reformuladas en este nuevo contexto donde las líneas divisorias dejan de ser
claras como lo eran con la orientación simbólica y los últimos postulados del conexionismo
representacional.
Las estrategias enactivistas son muy importantes para la Inteligencia Artificial cuando se
desechan las restricciones que imponen los problemas predefinidos en los casos de resolución de
problemas.
En el enfoque enactivo el sistema debe enfrentar un ámbito no definido que debe articular en
significados descartando los sistemas de clasificación. Opera generalmente llevando a cabo
simulaciones de historias prolongadas de acoplamientos y de estrategias evolutivas básicas en el que
todavía no aparecen desempeños inteligentes, aunque se espera, se produzcan en el futuro (Ver en
Complejidad –Waldrop,1993, los trabajos de J. Holland, Chris Langton y Stuart Kaffman sobre
Inteligencia Artificial y Vida Artificial).
En este campo hay otro enfoque enactivo en el área del lenguaje informático donde la
comunicación no consiste en la transferencia de información del emisor al receptor sino que se
convierte en la modelación mutua de un mundo común a través de una acción conjunta; se postula
aquí que el acto social del lenguaje da existencia a nuestro mundo. La informática así usa actos
lingüísticos como declaraciones, promesas, requerimientos y formulaciones aunque la red de estos
actos no constituye una herramienta para la comunicación, se lo considera que forma una trama de
nuestra identidad.
Para la comprensión del acto administrativo de lo que ocurre en una oficina, ofrece mucho más
comprensión que los clásicos organigramas, la actividad investigadora de desentrañar las
operaciones que se efectúan en función de las dinámicas interpersonales. Este enfoque ha originado
una nueva rama en Inteligencia Artificial dedicada al uso de coordinadores, que reemplazan al
correo electrónico estándar con software destinados al análisis de flujo de conversaciones en una
empresa. Esta reorientación de la Inteligencia Artificial en vez de exigir al computador un análisis
lingüístico abierto le brinda la posibilidad de un reconocimiento explícito, continuo, a modo de una
enacción lingüística.
En lo que se refiere a los nexos que unen la emergencia y la enacción se resuelven mediante la
función que se atribuye a un sistema distribuido enfatizando el proceso histórico que produce
regularidades emergentes, variándose para cada caso, el énfasis que se pone en las redes ya sea que
éstas tengan una capacidad más específica para las representaciones, o por el otro lado, en el caso
que estas redes se orienten a la interpretación del fenómeno cognitivo como emergente, explicado
anteriormente. Así, el camino que se tome, puede estar más o menos cerca de la realidad biológica
que de la pragmática (Smolensky en su “Teoría de la Armonía y Computación Subsimbólica”, y S.
Oyama y los autores citados anteriormente).
NODO VII

SEMIÓTICA SOCIAL
LOS NUEVOS CÓDIGOS COMUNICACIONALES.
LA NATURALEZA Y CIRCULACIÓN DE LAS IDEOLOGÍAS

SEMIÓTICA SOCIAL
EL NACIMIENTO DE LA SEMIÓTICA
LA SEMIÓTICA COMO TRANSDISCIPLINA
ORTODOXIAS Y CONTROVERSIAS ACERCA DEL CAMPO DE LA SEMIÓTICA
LAS IDEOLOGÍAS
CONCLUSIONES
NODO VII

SEMIÓTICA SOCIAL:
LOS NUEVOS CÓDIGOS COMUNICACIONALES.
LA NATURALEZA Y CIRCULACIÓN DE LAS IDEOLOGÍAS

Quizá la historia Universal es la Historia de unas cuantas


metáforas; quizás la Historia Universal es la historia de
la diversa entonación de algunas metáforas.
Jorge Luis Borges – La Esfera de Pascal, 1951
La Semiótica ha sido definida como “la ciencia de la vida de los signos en la sociedad”
(Saussure), más precisamente la creación, detección y uso de los signos en la sociedad, como
elementos indispensables con los que se construyen los almacenes de imágenes y los mapas
cognitivos para la comunicación y sus interacciones, dando así lugar a la creación del lenguaje.
Consideramos que el lenguaje es la condición sine qua non que hace devenir en el hombre lo
humano. En la era de la Comunicación por la que transitamos, el concepto de Semiótica Social está
estrechamente relacionado con los contenidos profundos sobre los que se estructura el Nuevo
Paradigma Científico. Esta nueva disciplina se encarga de explicar el fenómeno de la comunicación
y las manifestaciones conductales especialmente en lo que refiere a la interiorización de la realidad y
el proceso de consensuar de acuerdo con el acto de la cognición, no sólo humana sino en todos los
órdenes de la naturaleza. Un término proveniente de los avances realizados en Lingüística y la
Literatura ha entrado de lleno en la ciencias Sociopolíticas y todas las disciplinas que se ocupan de
los aspectos conductales hasta el punto de precisarse en el campo de la comunicación animal y de los
vegetales entre sí y en interacción con el principal referente que es el hombre. Por Primera vez en
trescientos años la Semiótica como ciencia permite una refundación (véase John Locke, Joao
Poinsot) para las ciencias humanas, dando lugar a una nueva superestructura como epifenómeno para
el mejor entendimiento de lo que hemos designado con el nombre de humanidad, y de ésta con el
ambiente total y sus interacciones. Un nuevo marco de referencia se construye para esta disciplina
bajo los conceptos de Semiosis, Semiología, y en forma definitiva Semiótica.
Por primera vez, lo que se sostiene como signo, se transforma en el elemento que permite el
entendimiento para la Interpretación de todos los repertorios e interacciones que conducen al
fenómeno de la comunicación. Ello configura el genuino fenómeno de la comunicación cuyas
implicaciones son producir el conocimiento activo, ya sea como consenso o disenso, dentro de los
marcos en que Ciencia y Tecnología actúan recursivamente. Así se da origen a la construcción
autopoiética del conocimiento como resultando del entendimiento e interacción de todas las
entidades y creaciones existentes en el Cosmos. Desde este punto de vista, el actual desarrollo de la
Semiótica como un quehacer transdisciplinario nos provee de las múltiples claves que interactúan
entre naturaleza (Biósfera, Tecnósfera, Sociósfera, Noósfera y Nooética) como construcciones
provenientes del acto creativo. Se le atribuye al ser humano los papeles decisivos que le impone el
proceso de la evolución en un universo, que tiene historia, y por lo tanto sus leyes están en constante
desarrollo y replanteamientos, habiéndonos zafado así de la esclavitud en que nos ha mantenido la
concepción de las leyes eternas.
La Taxonomía bibliográfica responde globalmente a la concepción de Semiótica como
metadisciplina, dado que los signos son el ingrediente unitario con los que el ser humano construye
su percepción del mundo. A través de ello opera en todos los ámbitos de la realidad y la evolución
de la materia se dinamiza a través de la conciencia cósmica como fenómeno totalizador de la
dinámica recursiva de los signos (Taxonomía bibliográfica 7), elementos que distinguen y por lo
tanto conocen.

SEMIÓTICA SOCIAL
Cuando las palabras pierden su significado, la gente
pierde su libertad.
Confucio
Como se ha visto más arriba, la Semiótica ha adquirido un desarrollo muy complejo y
abarcativo. Para nuestro propósito, dentro de este desarrollo, deseamos situarla en función de
hipótesis operativas. Preferimos reservar la definición de Semiótica Social para el estudio de los
fenómenos que generan el uso relacional de los signos, que interactúan entre sí dando lugar al
lenguaje, mediante el cual los individuos construyen la realidad por vía del entrelazamiento de los
fenómenos, que producen las interacciones micro y macroestructurales, creándose así el ámbito
cosmovisivo sobre el que se sustenta la identidad a partir de la cual se generan todos los procesos
consensuales.

EL NACIMIENTO DE LA SEMIÓTICA
Es bien conocido hoy en día que el campo de la Semiótica tiene sus antecedentes
contemporáneos por un lado en el ámbito de la Lingüística y por el otro en el de la Filosofía. En el
primero se reconoce a Ferdinand de Saussure, quien ha designado a este campo de investigación con
el nombre de Semiología, término que le pertenece.
También debemos consignar el nombre de C. S. Peirce que ha elegido el nombre de Semiótica.
Ambos lo toman del vocablo griego “Semeion”. Éste último desarrolla su punto de vista teniendo en
cuenta y actualizando los conceptos que en el siglo XVII emplea John Locke en su trabajo: “Ensayo
Sobre el Entendimiento Humano” (Essay Concerning Human Understanding) donde ya usa la
palabra Semiótica. Saussure hace derivar a la Semiología de la rama que se ocupa del estudio de los
signos y que proviene de la Psicología Social y la Lingüística como subespecies (1900-1911). Dicho
autor fue muy cauteloso en el desarrollo de estos comienzos dirigidos a desenvolver una disciplina
en si misma.
Estos dos puntos de vista han dado lugar a dos designaciones, la Escuela Inglesa-Americana, y
otros importantes movimientos europeos que identifican a esta disciplina con el nombre de
Semiótica. La escuela Francesa continúa con la orientación bajo el nombre de Semiología (o
semiologie). Debemos hacer constar que frente a la presión ejercida por múltiples autores en Francia
también se está utilizando el término de Semiótica bajo la palabra Semiotique, aunque sin desplazar
todavía el concepto de Semiologie. Entre los filósofos modernos quien luchó denodadamente para
esclarecer y alejarse de toda la confusión arrastrada por el idealismo, aunque no pudo escapar de él,
se encuentra Martin Heidegger, quien define a la Semiótica como la comprensión de la totalidad de
la experiencia humana sin excepción de las estructuras interpretativas sostenidas por los signos. Así
es como se puede apreciar sin sorpresa que los desarrollos originales de la Semiótica en nuestro
tiempo han seguido las huellas y líneas del idealismo clásico en forma confortable dentro de este
pensamiento, en los cuales se ha plasmado el análisis estructuralista de los textos y de la narrativa y
los movimientos postestructuralistas, postmodernistas, etc.
Recientes trabajos (Anderson y otros, 1984) han tratado de reconceptualizar a la Semiótica en
sus fundamentos, declarando que las ciencias humanas que la informan deben evitar los choques con
la Filosofía, que se debate entre realismo e idealismo, como dicotomía para interpretar la experiencia
humana. Con ello se retoman las tradiciones provenientes de John Locke (1632) anteriormente cita-
das, y las de su contemporáneo, el filósofo portugués. Joao Poinsot.
Para ellos, el nombre de dicha disciplina, aunque detectada en forma muy fragmentaria, arranca
de un origen muy antiguo relacionado con la medicina, designada Semiología, donde se la usa como
la doctrina de los signos proveniente de la Sintomatología. Estos conceptos son revitalizados a
través de diversos canales tales como los provenientes de las reflexiones sobre Lingüística y
Filosofía en función de diversos trabajos (Véase Romeo 1976, 1977 y 1979; Deely 1982 y 1985; Eco
y Deely, 1983; Eco, 1984; Schbach y Trabant, 1983; Doyle, 1984 - Basics of Semiotics). Esta
orientación, a diferencia de la de Saussure, no deriva su principal inspiración exclusivamente del
lenguaje, sino que le da al concepto de Semiosis uno mucho más amplio y fundamental, incluyendo
en él al universo físico en sí mismo, para definir a la Semiosis humana como Antroposemiosis. De
este modo, es que aquí ya vemos el concepto de Semiótica como parte de la interacción con la
naturaleza, ya que ella es la que permite la construcción de los signos (véase enactivismo) y no que
los signos están construidos por anticipado. Aquí se revela la tradición de dos paradigmas que
comienzan a separarse. En uno se visualiza a la Semiótica como un todo, y a la Semiología como
una parte de ésta. El tema de estas dos tradiciones es necesario mirarlo con cuidado ya que no
constituyen dos tradiciones por sí mismas sino que se la contempla como dos movimientos. Uno es
conocido como Continental partiendo de Saussure y el otro del movimiento encabezado por Peirce
descrito previamente, según la visión de los americanos.
Deseamos consignar como muy importante el punto de vista del método con que la Semiótica ha
venido desarrollándose. Éste siempre ha estado ligado con el Positivismo Lógico o el Conductismo
más que como una disciplina en sí misma, pero todavía adscrita al idealismo reduccionista. A la vez,
a diferencia de ambos movimientos, la Semiótica en sus fundaciones doctrinales no debe ser mirada
como una construcción ideológica sino como resultado de una cosmovisión construida activamente.
En la práctica, la Semiótica Social no puede nunca estar libre de alguna influencia ideológica, ya
que todos los semióticos son seres humanos que descargan sobre la disciplina sus puntos de vista,
desde las identidades personales. Aquí se nos plantea el problema de la neutralización de sus
ecuaciones personales, puesto que desde el punto de vista extrínseco de la evaluación de los signos,
ésta se lleva a cabo desde el umbral cosmovisivo en el que se cimenta el método que se use. La
Semiótica debe ser un quehacer en el cual se maneje un punto de vista transdisciplinario, el que no
sólo sea compatible con cualquiera de los métodos usados, mientras que ellos revelen las verdades
que reflejen de alguna manera al mundo o la naturaleza del asunto en el cual se investigue,
incluyendo dentro de ello, aun las ideologías esclerosadas que suelen confundirse con teorías. Esto
quiere decir, mantener la compatibilidad de ésta de acuerdo con los roles que juegan los signos,
haciendo a los métodos compatibles con la capacidad de interpretar aquellos efectos escondidos, que
puedan permanecer entre los diferentes puntos de vista. De tal modo que, en los casos en que se
haya excluido demasiados contenidos, no deje de percibirse el hecho de que se ha usado la ideología
como un método.
La Semiótica es un punto de vista cuya perspectiva se refleja como fenómeno de la
interpretación en los resultados provenientes de los intentos sostenidos de reflejar en forma viva,
cuanto sucede fuera de una percepción estática simplificada. Como estereotipo condicionante,
radica en la decodificación del otro y la coincidencia de la decodificación de sí mismo, medida por la
consensuación.
El total de nuestra experiencia desde sus orígenes más primitivos ha descansado en la
correlación de una red de signos interrelacionados en forma activa. Este fenómeno no puede ser
reducido a una ideología sin perder el punto dé vista propio de que los limites o fronteras de todo
entendimiento es en sí mismo, una actividad de interpretación, construida, dependiente de las
correlaciones emparentadas entre sí, de percepciones y sensaciones en el tiempo y en el espacio
histórico, como ámbito cosmovisivo participatorio.
Nuestro propósito gira alrededor de dar a los signos una perspectiva que se formaliza en
estrecha relación con la actividad y experiencia consensuada relacionada con cada uno Es decir, que
toda experiencia es por lo tanto analizable y probable, y está enraizada por sobre todo en la
experiencia común codificada, tal como se revela ella misma: como la construcción de una red de
interrelaciones construida a través del tiempo, ya sea mediante la herencia biológica animal, como el
caso del horno sapiens, o también a través de la experiencia individual como es la socialización y la
enculturización (Deténgase sobre la apreciación del fenómeno de la emergencia y la complejidad en
los epifenómenos del proceso de la vida, y la consecuencia ontogénica del proceso de consensuar).
Partimos de una nueva definición y entendimiento de la realidad, sobre qué es lo que nosotros
comprendemos por lo real, al proveernos de un centro o foco de lo que significa ésta dentro de la
experiencia humana, que es siempre autopoiética.
En el contenido de esta nueva definición de realidad se encuentran todos los ingredientes que
constituyen los supuestos en que se basa el nuevo paradigma autoorganizativo evolucionario; nos
alejamos aquí de las apreciaciones filosóficas provenientes del realismo en su dilema con el
idealismo, incluyendo el “positivismo”, el “materialismo” y las consecuentes escuelas emergentes
como el “estructuralismo”, el “postestructuralismo” y los diferentes “postmodernismos”. Es decir
que prescindimos de toda matiz que tenga connotación con los puntos de vista citados en todas estas
construcciones El primer requerimiento que exigimos para la Semiótica es, que ella constituye una
disciplina por sí misma, por lo tanto nuestro concepto de lo que es objetivo está totalmente
subsumido en lo subjetivo, ya que el individuo siempre permanece dentro de un nivel de
subjetividad. Como puede revelarlo el conocimiento proveniente de los últimos desarrollos científi-
cos que han puesto en evidencia la circulación histórica de diferentes cosmovisiones.
Si nos preguntamos qué es lo que los estudios semióticos investigan, nuestra respuesta será dada
en breves palabras: la acción de los signos.
Se producen fenómenos semióticos en cualquier nivel de la naturaleza, reservándose el de
Semiótica Social para la disciplina que configura a los repertorios humanos, constituyéndose una
antroposemiosis multinivélica y multidireccional proveniente de la autopoiesis que genera todos los
fenómenos de la naturaleza en sus acotadas realidades.

LA SEMIÓTICA COMO TRANSDISCIPLINA


Si alguien dice algo, yo escucho algo, pero lo que escucho
está determinado en mí. El que escucho determina lo que
escucha, no el que habla.
H. Maturana
A partir de este punto de vista las conocidas doctrinas referidas a la naturaleza de los signos
sufren una vuelta o punto de inflexión, en donde la Semiótica adquiere un pleno desarrollo por
incorporar a su cuerpo de conocimiento el punto de vista dinámico, requerido para explicar los
procesos de significación. Dejando de ser así la que se ocupa de estudiar los signos simplemente
desde un punto de vista ontológico.
Desde aquí los signos no sólo existen sino que se construyen, crecen y se reproducen, como lo
explica la corriente Enactivista. En todo acto semiótico hay que distinguir siempre tres elementos,
de los cuales uno no existe por anticipado sino, que es el producto de la acción entre las partes que se
comunican y el producto de la comunicación, cuyo resultado es la acción diádica y dinámica como
consecuencia. No podemos dejar de tener en cuenta un elemento irreductible, que es la interacción
subjetiva que conduce al logro de metas u objetivos. Tanto las interacciones psíquicas o físicas se
manifiestan mediante la acción de los signos, pero su entorno es un contexto cuyas condiciones se
perciben por la acción e intencionalidad de los signos. En otros términos, la acción de los signos
siempre implica interacciones dinámicas aunque las interacciones dinámicas, no siempre impliquen
la acción de los signos.
Deely hace referencia al caso del mercurio en un termómetro, cuya función diádica se
manifiesta cuando el ambiente se calienta, éste mide la temperatura, pero que para ser percibida debe
haber alguien que esté familiarizado con la función del termómetro. Aquí se reflejan dos eventos,
uno mental o subjetivo y otro físico, el termómetro, que produce cierto tipo de signo; y el que lo
percibe como un índice de la condición ambiental y que entra como un tercer factor en la interacción
dinámica intencional, sin cuya presencia quedaría sólo como una interacción diádica (John Delhi,
1990- pág. 223 y siguientes.).
El más alto nivel de una Semiosis, se da como una experiencia muy estrecha con la presencia
del ser humano, de ahí su designación como antroposemiosis, la cual incluye todo el proceso de la
elaboración de los signos específicamente producidos por el hombre, en estrecha colaboración con
su ambiente. Este concepto incluye tanto el lenguaje como todos aquellos sistemas de signos que se
simultanean con éste y el cúmulo de percepciones recurrentes que modifican el ambiente, ya sea por
otras realidades físicas, sean éstas o no animadas, aunque el entendimiento de todas estas
manifestaciones se hagan posible mediante el lenguaje.
Más precisamente y en forma inclusiva, la antroposemiosis comprende a todos los procesos que
organizan los signos en el cual el ser humano se encuentra directamente involucrado. Desde este
punto de vista, el lenguaje en sí mismo es un sistema secundario y no primario, como se ha pensado
siempre, aun en el caso de la distinción que haya que hacerse en las diferentes tradiciones culturales
y el desarrollo de las civilizaciones. El lenguaje es el medio más aproximado que sostiene a las
redes de interacciones que constituyen dichos fenómenos sociales de Semiosis. Esta red de
interacciones se cristaliza en entramados de experiencias humanas entretejidas intrínsecamente por
la Semiosis Lingüística con las Semiosis compartida, en común con todas las otras especies
biológicas o no biológicas. A esta trama ampliada podemos designarla como una Red Endo-
semiótica con la cual el organismo humano es sostenido y proveído de todos los fenómenos
semióticos que el ambiente le brinda. Además de la interacción entre ser humano y ambiente físico,
éste se ve ligado no sólo con otros humanos sino con otros animales desde el punto de vista
antroposemiótico. Se considera que toda la naturaleza en forma evidente tiene su propio lenguaje,
que también el hombre incorpora formando su microcosmo recurriendo al fenómeno de la metáfora,
al mismo tiempo que desarrolla otras relaciones semióticas para su desenvolvimiento.
Al proceso de percepción y de sensación que es común a todo animal, se lo ha definido frente al
del hombre como zoosemiósis (Sebeok,1963-64).
Al igual que la antroposemiosis, la zoosemiósis se superpone o solapa con el proceso semiótico
compartiéndolo con el hombre o con otros animales. Por cada especie animal hay una específica
modalidad semiótica y que constituyen parcelas de la investigación zoosemiótica, como por ejemplo
la semiosis de las abejas (Vhon Frisch,1950 y Kessel, 1955).
Más recientemente, una tercera área donde se contempla el fenómeno de la Semiosis ha
resultado como consecuencia de la tecnología micro y macroscópica dentro de la naturaleza bajo el
nombre de Fitosemiosis. Ésta se refiere a las redes o tramas semióticas de las plantas, entre las
cuales se distingue el trabajo de Martin Krampen y colaboradores. Aquí se contemplan dos puntos
de vista: las interacciones entre plantas, y entre plantas y animales, como son aquellas en las que los
insectos se transforman en víctimas de las plantas.
Es notable el ejemplo que dan algunas de ellas, las que desorientan a los insectos con respecto a
su sexo para evitar la propagación de éstos como defensa. Los autores que trabajan en este área
destacan que el mundo de las plantas está lleno de incalculables ejemplos relacionados con este tipo
de fenómenos en relación con los animales. Además, en recientes descubrimientos dentro de la
planta misma, se ha descubierto la manera en que ésta informa una infección respecto de una zona a
otra, por ejemplo en las raíces. Esto ha dado lugar a nuevas hipótesis donde podrían extenderse las
fronteras que delimitan las múltiples actividades semióticas incluyendo al reino mineral, llamado
naturaleza inorgánica en ambos campos físicos y químicos.
Bajo las formulaciones de estas hipótesis, no sólo nos encontramos con el área macroscópica de
la Biosemiosis donde hemos definido los tres principales niveles, sino que éstas operan también en el
área microscópica, y asimismo como en el caso de la endosemiosis mencionada (véase Sebeok).
Debe incluirse además un área más integradora dentro de la dimensión macroscópica de la
biosemiosis, que es la que comprende el fenómeno de la evolución en general, la que se designa con
el vocablo de Fisiosemiosis y que es una actividad virtual en comparación con la Biosemiosis, pero
no menos repleta de objetivos causales mediante los cuales, las interacciones físicas que existen
entre las cosas, son canalizadas y dirigidas hacia un futuro diferente como consecuencia de la
interacción que las afecta. Este proceso puede deducirse tanto de las estrellas, de los sistemas
planetarios en su desarrollo o de elementos más primitivos en el área microscópica como es el caso
del polvo estelar, lo que deviene bajo ciertas condiciones en estructuras complejas, como es la
formación de los cuerpos que pueblan el Cosmos.
En muchos aspectos básicos estos últimos desarrollos se nutren de los lineamientos llevados por
ciertos precursores pioneros al decir de Winance (1983, pág. 515 en Sebeok). Esto se mantiene
dentro de la tradición de Peirce, Locke y Poinsot, en lo que la lógica se convierte en Semiótica
asimilándola a un enfoque epistemológico total, donde queda incluida la filosofía natural. Remarca
este autor que la epistemología tomada de las ciencias humanas debe hacerse inclusiva a todas las
otras ciencias incluyendo la denominada “metafísica”, ya que lo que la Semiótica Investiga es
integral y lo que anteriormente solía extrapolarse, debe quedar comprendido dentro de la
investigación semiótica como un todo. En definitiva, resulta claro que desde este punto de vista la
Semiótica es el nombre que se da a una Transdisciplina con campos de investigación distintivos. Por
la misma razón que cada investigación tiene su propia área de deslinde, en este caso las semiosis
están referidas a la acotación que hace cada campo, y el concepto de Semiosis debe incluirse junto
con el de otras áreas de conocimiento, integradas en el campo unificado del nuevo Paradigma
Científico (véase autopoiesis. coevolución, etc.).

ORTODOXIAS Y CONTROVERSIAS ACERCA DEL CAMPO DE LA SEMIÓTICA


La condición última de nuestra naturaleza precisamente es
“este ser humano” que se hace continuamente a sí mismo en
un operar recursivo tanto de procesos autopoiéticos como
sociales con los cuales se genera continuamente la auto-
descripción de lo que hacemos. No es posible conocer sino lo
que se hace. Nuestro ser humano es pues, una continua
creación humana.
Rolf Beheneke
Hemos prescindido deliberadamente de incorporar a esta parte las controversias generadas en
este campo del conocimiento, el que por resultar muy joven se encuentra en un vigoroso proceso de
crecimiento con múltiples ebulliciones. Muchos de los enfoques semióticos todavía no han
conseguido desligarse de las influencias de las disciplinas todavía adscritas al Reduccionismo
científico a pesar de las frondosas nomenclaturas con que circulan como neo-disciplinas transitando
en diferentes escuelas. Para obviar las dificultades que estas omisiones podrían producir a lectores
especializados con amplia vocación inquisidora sugerimos se reflexione sobre el contenido total de
la propuesta que se hace en la Taxonomía bibliográfica con su énfasis en los procesos de interfases
recursivos de la división propuesta.

LAS IDEOLOGIAS
Las ideologías son potencial y enormemente destructivas. La
lucha entre ideologías es a veces mucho más destructiva que la
lucha dentro de ellas mismas. La Guerra de los Treinta Años
(1648-1680) de Europa Cristiana, la actual trágica y sin
sentido entre Irán e Irak, en el Islam o la era de Stalin en la
Unión Soviética, y la horrorosa de Camboya, como asimismo la
Revolución Popular en China, sin lugar a dudas han dejado
advertir a la humanidad de toda su capacidad destructiva.
K. Boulding
Como hemos podido apreciar un sistema de ideas en la mente de la raza humana, da origen en el
curso de la historia y tal vez en los últimos trescientos años a sistemas alternativos y competidores
de postulaciones y racionalizaciones, cristalizándose en ortodoxias, a lo que podríamos llamar
Ideología.
En la mayoría de los casos, éstas han dado lugar a conversiones masivas, dando como resultado
el reemplazo de una ideología por otra, y constituyendo complejos semióticos, conocidos como
Sistemas Filosóficos, Sistemas Políticos, Sistemas Religiosos. Estos sistemas nunca suelen ser
uniformes, sino que a su vez lo constituyen subsistemas y sub-subsistemas, dentro de los cuales
encontramos a las sectas, las posiciones extremas, dentro del pensamiento político de las teorías
filosóficas, dando todas ellas lugar a divisiones culturales con características especificas.
Históricamente las diferentes ideologías, han sido identificadas como regionalizaciones donde
éstas han presentado fronteras o límites acotando características, formas de acción pagadas por el
Estado, donde se han desarrollado y dando como consecuencia lugar a simbologías cuyos complejos
semióticos se han erigido en verdades absolutas.
Así vemos como hoy proliferan vigorosamente los fundamentalismos como localizaciones
recalcitrantes en diferentes regiones del mundo. En 1979 asistimos al estruendoso desplome del
Marxismo. Históricamente en los últimos trescientos años las ideologías han constituido los
sistemas de verdades apodícticas en que prácticamente se han encuadrado los sistemas políticos,
jurídicos y económicos, arropados por los principios Newtonianos de verdades absolutas y eternas,
donde los principios evolutivos y la irreversibilidad de la función tiempo fue totalmente ignorada.
Tales construcciones constituyeron la estructura donde los principios de justicia, de distribución y de
funcionalización de la convivencia demarcaron el ámbito donde podían recorrerse los vericuetos a
que ha estado sometido el concepto de Democracia, por cierto siempre representativa, y mediatizada
en la dinámica de la funcionalización y las obligaciones. Esta suerte de entramado ha dejado un
sustrato que permanece aún subyacente en los diferentes códigos comunicacionales, dando lugar a
múltiples niveles de discursos simultáneos.
El impacto de la tecnología y la aceleración de las comunicaciones en interfase recursiva ha
producido una abundancia de opciones y de participaciones en el ciudadano, las cuales han
terminado por organizar y funcionalizar una nueva semiótica comunicacional, la que día a día,
mediante el ejercicio del zapping individual está depurando el doble discurso y las contradicciones
entre los sistemas de ideas o ideologías y la comunicación genuina, en los diferentes repertorios de la
convivencia. Quizás este fenómeno sea uno de los mutantes más poderosos en el concepto que
todavía se tiene de democracia y la evidencia más aplastante de que la convivencia descansa
cotidianamente en el ejercicio constante del consenso armonizado por el altruismo y su tabla de
valores.
Desde el punto de vista de la Semiótica Social, las ideologías han dejado de ser sistemas
operativos para transformarse en precipitados o escrecencias histéricas perturbadoras de la
comunicación genuina, por donde debe circular el concepto armonizado de la convivencia (Véase lo
pertinente en los apartados que se refieren al concepto de Poder, Nodo IX, X y XI).

CONCLUSIONES
Las consideraciones acerca del contexto circundante y los efectos de la historia biológica y
cultural en el fenómeno de la cognición y la representación semiótica de la acción, nos ha obligado a
tomar en cuenta una Epistemología Transdisciplinaria, para entender la situación actual por la cual
pasan las ciencias que trabajan en el campo de la convivencia, quien está pasando por una verdadera
mutación. Ello nos ha obligado a descartar de antemano las epistemologías con las cuales se han
manejado las diferentes disciplinas tradicionales que se han desarrollado y estructurado, tales como
Ciencias de la Conducta, Ciencias Sociopolíticas, Filosofía y Sociología del Conocimiento, etc.
Nuestra epistemología se desenvuelve en forma simultaneada transdisciplinando Biología, Neuro-
ciencias, Ciencias Tecnológicas y todas las Ciencias de la Convivencia, en su forma macro
dimensional por considerar que son campos inseparables para acometer el estudio de la cognición,
como fenómeno constitutivo en la nueva Teoría del Conocimiento del Paradigma Autoorganizativo y
Autocomprensivo que se propone en este trabajo. Por dicha razón, hemos decidido dejar fuera todos
los desarrollos provenientes de las filosofías tradicionales, entre ellas las escuelas y sub-escuelas
fenomenológicas y todos los derivados del Estructuralismo, Materialismo, Superestructuralismo.
Postmodernismo, etc. No pretendemos con esto subestimar los inmensos aportes hechos a las
ciencias del conocimiento, tampoco creemos que ellos quedan fuera de consideración, sino que
entendemos que el efecto mutante producido por la Biología, las Neurociencias, la Informática en su
variante de Inteligencia Artificial y realidad virtual, y muy especialmente, los desarrollos
espectaculares realizados por la Microfísica y la Biología Molecular nos han puesto en evidencia la
irreconciliación entre las epistemologías tradicionales y las nuevas desarrolladas sobre las disciplinas
que apuntamos utilizadas en nuestro enfoque transdisciplinario.
Se ha reflexionado en la forma más abarcativa, acerca del hecho que contemplar el punto de
vista tradicional de las Ciencias del Conocimiento, y todas las disciplinas que giran alrededor de las
Ciencias de la Conducta, desarrolladas y exploradas, con enfoques filosóficos o biológicos
provenientes de las neurociencias, estas últimas todavía basadas en hipótesis que no han podido aún
superarlos enfoques reduccionistas, no dan respuestas a las hipótesis con que enfrentamos el
fenómeno de la cognición aquí. Nuestras hipótesis de trabajo tienen como cometido, probar los
presupuestos que sobre las ciencias cognitivas sostiene el nuevo paradigma científico, que
intentamos explicar en este trabajo.
Este libro se propone cumplir con una finalidad: guiar al lector en la forma más clara posible en
la radical Revolución Científica sobrevenida, invitándole a prescindir de preconcepciones que le
llevarían a disonancias angustiantes y perturbadoras para el recorrido que le proponemos.
Consideramos que los diálogos polémicos personales internos que se susciten, deberían hacerse a
posteriori, con el objeto de evitar decodificaciones apresuradas o deconstrucciones tardías de las
hipótesis subyacentes que manejamos en el recorrido de todas nuestras propuestas. Descartamos así,
también las posturas de aquellos estudiosos que han tenido en cuenta las ideas reinantes lanzadas por
algunos extremistas que aunque permanecen todavía bajo la férula del reduccionismo, declaran que
las ciencias cognitivas aún continúan bajo los postulados vagos y filosóficos de las Ciencias,
Sociología y Filosofía del Conocimiento. Nuestra intención se centra en el objetivo de conseguir la
actitud más motivante posible, como un efecto de introyección no dolorosa, que el salto
paradigmático a que nos obliga la Revolución Científica a la que apuntamos, se convierta en una
reflexión profunda que nos lleve a una nueva visión de la realidad.
Hemos reflexionado en la forma más abarcativa acerca del hecho de contemplar el punto de
vista tradicional de las Ciencias del Conocimiento. Todas las disciplinas que giran alrededor de las
Ciencias de la Conducta, desarrolladas y exploradas ya sea con enfoques filosóficos o biológicos
provenientes de las neurociencias, han sido tenidas en cuenta. Pero estas últimas están basadas en
hipótesis que no han podido aún superar los enfoques reduccionistas, no dan respuestas a las
hipótesis con que enfrentamos el fenómeno de la cognición aquí. Nuestras hipótesis de trabajo
tienen como cometido probar los presupuestos que sobre las ciencias cognitivas sostiene el nuevo
paradigma científico que intentamos explicar.
Compartimos plenamente aquí la convicción de que el nuevo paradigma autoorganizativo
omnicomprensivo y evolucionario, participa y confirma los conceptos omnicomprensivos que
sostienen a todas las grandes religiones e incluso las menores con teogonías que de alguna manera
revelan los principios autoorganizativos ratificados por las ciencias, como se demuestra en los
contenido de los Nodos pertinentes de este libro. Para ello nos remitimos a la Taxonomía
bibliográfica 7.
NODO VIII

LOS PROBLEMAS CONCEPTUALES


DEL ENFOQUE EVOLUCIONARIO EN LAS CIENCIAS SOCIOPOLÍTICAS

ALIENACIÓN EPISTEMOLÓGICA Y DEFASAJE CIENTÍFICO EN LA DINÁMICA DE LA


CONVIVENCIA
LA BRECHA EN EL PENSAMIENTO EVOLUCIONARIO ENTRE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y
CIENCIAS SOCIOCULTURALES
LA DINÁMICA DE LA EVOLUCIÓN SOCIAL
NATURALEZA DE LA EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS SOCIALES
CAMBIOS PUNTUALES
LAS SOCIEDADES SON ORGANISMOS SUPRABIOLÓGICOS
NODO VIII

LOS PROBLEMAS CONCEPTUALES


DEL ENFOQUE EVOLUCIONARIO EN LAS CIENCIAS SOCIOPOLÍTICAS

ALIENACIÓN EPISTEMOLÓGICA Y DEFASAJE CIENTÍFICO EN LA DINÁMICA DE LA


CONVIVENCIA
Tal vez la coincidencia de nuestra conocimiento acerca
del mundo que nos rodea, como del mundo dentro de
nosotros, es una satisfactoria característica de la reciente
evolución científica en ciencia.
Ilya Prigogine
La formación del intelectual del mundo académico occidental latino está basada en un razona-
miento deductivo axiomático y secuencial, con la preferencia de modelos mecanicistas de causalidad
con una sola vía para explicar los procesos físicos y sociales.
Esta formación es una de las mayores dificultades que hoy afrontan los teóricos de las ciencias
Sociopolíticas, Jurídicas y Económicas. Para liberarlos de tal rigidez, al describir la realidad como
una sucesión deposiciones en equilibrio que siempre debe ser alcanzada, se hace necesario
introducirlos en una nueva manera de pensar.
Los trabajos de I. Prigogine, H. Maturana, F. Varela (ver Nodos IV y V) y otros científicos
acerca de sistemas autoorganizativos disipativos son cruciales. Sabemos hoy que se aprende mucho
más, al estudiar los sistemas desde el punto máximo de desorden que el tratar de controlarlos o
eliminarlos. Persiste aún en nuestra concepción de la dinámica evolucionaria una pasión por el
orden cuando tratamos de describir los procesos, sean éstos disipativos o no.
Usamos las mismas palabras de jerarquía, niveles y sistemas dominantes, que definía la anterior
dinámica evolucionaria con la cual se describían los sistemas en equilibrio.
Allí se asumía que las partes del sistema estaban subordinadas al todo como principio universal.
Se describe así, aún a la sociedad, como una sucesión de supercategorías, categorías, subcategorías,
superestructuras, estructuras e infraestructuras, en vez de considerarlas desde el punto de vista de la
dinámica evolucionaria, como un conjunto de interacciones conectivas, que dan lugar a la
generación constante de diversidades y complejidades, que buscan el beneficio mutuo. Como
producto heurístico el impedimento para adecuar este entendimiento del proceso macro
evolucionario en las ciencias organizacionales, descansa en el punto de vista que se mantiene en el
dominio social. Este radica en la experiencia humana condicionada por los principios de jerarquía
causal lineal. Continúa sucediendo porque se subestima la magnitud de la revolución paradigmática
a la que estamos asistiendo.
Nos enfrentamos con la paradoja que hemos llegado a un casi total conocimiento en el mundo
físico y biológico, conocimiento que distorsionamos sistemáticamente, cuando se trata de explicar la
experiencia sociocultural. La evolución cultural es un vasto y complejo proceso entretejido con la
evolución biológica que ha generado una gran variedad de sistemas de pensamientos teleológicos
acerca de las posibilidades humanas. Pero también ha producido una gran variedad de estructuras
sociopolíticas y artefactos culturales que han sido destructivos y contrarios a la evolución. Nuestra
ceguera para poder ver la multidimensionalidad del proceso Sociocultural, Jurídico y Económico nos
mantiene en la arrogancia intelectual de que existe un solo camino en la evolución de las
instituciones organizacionales.
Esto nos conduce a establecer un único paralelismo entre lo biológico y lo social para analizar al
Ecosistema planetario, negando la interacción y conectividad diversísima que existe con el
ecosistema humano planetario, que es la Sociósfera con sus correlatos de Noósfera y Nooética.

LA BRECHA EN EL PENSAMIENTO EVOLUCIONARIO ENTRE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y


CIENCIAS SOCIOCULTURALES
Las procesos políticos no son sino procesos biológicos ...
¿pero qué político sabe esto?
Gregory Bateson
Los modelos conceptuales utilizados en las Ciencias Sociales y Políticas, Jurídicas y
Económicas no son fáciles de integrar en las teorías de la dinámica evolucionaria.
La visión evolucionaria aquí estudiada, se entiende como el proceso de diferenciación y
complejización dentro de los múltiples componentes que configuran a todos los sistemas,
acompañados por el contenido de información en el Cosmos, la que se mantiene en desarrollo
constante, bajo el concepto de coevolución del macro y microcosmos. Se consideran a las citadas
ciencias sociales como ciencias organizacionales, que llevan a cabo la evolución sociocultural dentro
del dominio del proceso evolucionario general. Los científicos sociales sin embargo, actúan en un
marco de referencia mucho más restringido. Generalmente consideran a la evolución social sólo en
el proceso de clasificar a las sociedades de acuerdo a su grado de desarrollo. De este modo, las
teorías del desarrollo se ocupan de establecer e identificar cómo las sociedades menos avanzadas
pueden desarrollarse. El concepto de evolución social acuñado en las ciencias socioculturales del
siglo diecinueve ha sido hoy en día, completamente rechazado, por considerárselo grandilocuente,
simplista y estrecho. Todas las sociedades humanas tienen un igual largo pasado, aunque las
llamadas sociedades primitivas (de subsistencia) no puedan situarse satisfactoriamente en el mismo
esquema evolucionario en que se colocan las sociedades industriales. No obstante, existe un
concepto evolucionario implícito en las argumentaciones, acerca si los países menos avanzados en la
modernización a la escala en que hoy se producen, la puedan alcanzar en la misma medida, es decir,
igualarse con los más avanzados neutralizando las diferencias.
No hay todavía una teoría general del desarrollo de los sistemas sociales que componen el
planeta como un todo. Sólo se asume que existen unidades sociales autónomas, denominadas países
o naciones, que avanzan de acuerdo con sus propias dinámicas internas, con ocasionales oscilaciones
o meta-fluctuaciones venidas desde afuera. Con respecto a su potencial evolucionario, estas
sociedades son clasificadas:
1. de acuerdo con su eficiencia en estrechos términos economicistas;
2. de acuerdo a lo que se juzga como su capacidad adaptativa para responder a las
condiciones desconocidas a presentarse en el futuro.
Con respecto a esta clasificación, puntualiza Granovetter, ésta se reduce a una tarea sólo referida
a la comparación de utilidades ya desechadas por los economistas solamente. La clasificación por
categorización de las sociedades en función de flexibilidad y adaptabilidad requiere un nivel de
predicción de los futuros problemas del propio sistema, lo que en principio es improbable se pueda
conseguir (Granovetter, 1979). Nuevas conceptualizaciones serán necesarias alcanzar antes de que
pueda ser aplicada la teoría de la evolución basada en la dinámica evolucionaria de ontogenia
filogénica y anagénica referida a los procesos sociales en su totalidad (Jantsch, 1980).
Todas las tentativas realizadas hasta ahora en las ciencias organizacionales van en sentido
contrario a los requerimientos epistemológicos de un modelo evolucionario que no se base en una
clasificación o categorización de subunidades interactivas homeostáticas. Por ejemplo, no tiene
sentido establecer una categorización o jerarquía entre la eficiencia y la capacidad adaptativa del
corazón comparada con la de los pulmones. Lo que se requiere en estas disciplinas es un análisis
sistémico de la “Sociósfera, Tecnósfera y Noósfera” es decir de la totalidad de las unidades sociales,
sus estructuras, sus comportamientos, sus productos como artefactos o tecnologías, sistemas de
creencias y pensamientos existente en todo el planeta. Dado que las ciencias organizacionales no
disponen del instrumental conceptual de pensar en término de Sociósfera se hace necesario
considerar las interacciones y simbiotizaciones entre el complejo de esferas planetarias. Por
ejemplo, no se cuenta con conceptualizaciones apropiadas para explicar la interconectividad y
simbiotización entre Geósfera, Hidrósfera, Cryósfera, Biósfera y Atmósfera, Sociósfera, Tecnósfera
y Noósfera desde un punto de vista de la dinámica evolucionaria (Nodo V y Taxonomía
bibliográfica 2, 4, 5 y 7 en interfase).
Los teólogos están mejor dotados que los científicos sociales en este asunto. Las religiones
universales hacen siempre sus enfoques desde el punto de vista de la Sociósfera proveyendo una
escatología que salta las barreras de los procesos temporales al definir la eternidad recurrente y el
punto omega. La concepción de Kalpa en la India Clásica, un día en la vida de Brahma, es un buen
ejemplo. Consiste en cuatro mil millones de años que comienza y termina con la creación y la
evolución de la misma, pasando todo el universo a ser reabsorbido con todas sus criaturas por el
absoluto (Needham, 1966). El Taoísmo contiene conceptos de un orden natural en evolución
permanente. Los cristianos del Medioevo como los Babilonios y Griegos tuvieron un concepto de la
evolución más modesto al contemplar el drama humano repetirse en un ciclo de 36.000 años, el
“Gran Año” de los babilonios.
En este siglo el biólogo-paleontólogo y teólogo Teilhard de Chardin ha producido el mayor
cambio que han sufrido las escatologías anteriores y antiguas. Esta se sitúa más cerca de la
necesidad de los científicos socioculturales evolucionarios. Introduce el concepto de Noósfera como
la red de pensamiento fosforescente que envuelve a la tierra, la que producirá un aumento en la
concienciación de todo el planeta hasta llegar al punto que todo el globo será consciente y por lo
tanto el mismo cuerpo de Cristo. La tierra adquirirá un alma. El proceso continuará a través de todo
el universo hasta alcanzar el encuentro de todas las conciencias en el punto Omega, una síntesis de
elementos altamente diferenciados en uno.7

LA DINAMICA DE LA EVOLUCION SOCIAL


De la Economía a las leyes de la Psiquiatría, a la
educación las ciencias sociales humanas descansan
ahora sobre una poderosa base conceptual desarrollada
gracias al estudio cibernético de los altamente complejos
sistemas observadores o autoconcientes, esto es, en la
explicación biológica de nuestra naturaleza cognoscitiva.
Rolf Behneke C.
Las leyes que gobiernan la evolución de los sistemas naturales rigen también para las sociedades
humanas. Dichas leyes no prescriben el curso del desarrollo evolucionado, sino que se concretan
meramente a expresar una serie de reglas que circunscriben las posibilidades del fenómeno evolutivo
en dichas sociedades y el protagonismo de los elementos en juego de las mismas. Así como la
evolución biológica se atribuye a la evolución del Cosmos, la evolución sociocultural se considera
alcanzada mediante el protagonismo del Homo Sapiens en su propia evolución.
Las sociedades humanas siguen las leyes generales que gobiernan la evolución de los sistemas
complejos que existen en la Biósfera, dentro de los límites creados por el hombre mismo, tales como

7
(T. de Chardin, 1959, Danah Zohar and Ian Marshall, The Quantum Society – 1993, Blommsbury Press - London;
Fritjof Capra, Belonging to the Universe -1992, Penguin Books, London; Menas Kafatos and Rober Nadeau, The
Conscious Universe - 1990, Springer-Verlag, USA; además Taxonomía bibliográfica 7).
valores, sentimientos, hábitos y costumbres. Pero las sociedades humanas siguen dichas leyes en su
propia forma societaria y no de manera alguna a nivel biológico de sus miembros. Estas
conclusiones han dado lugar a la perenne controversia entre los científicos naturales y los científicos
sociales. Estos últimos, persisten en la división entre ciencias naturales y ciencias humanas por
causa del razonamiento determinístico y mecanicista Newtoniano que se ha extendido por más de
300 años en los esquemas mentales de la civilización Occidental (Ver Taxonomía bibliográfica 4 y 5
en interfase con 6). Los sistemas vivos no se rigen por leyes mecanicistas ni deterministas. De ahí
que estás leyes no sean aplicables a los seres humanos ni a las procesos sociales que le han permitido
su evolución. La sociedad humana es un sistema complejo constituido por una red de relaciones
dinámicas específicas semejantes al ecosistema de cualquier especie biológica que se mantiene a sí
misma, independientemente de los destinos particulares de sus miembros. Los seres humanos
desarrollan su ciclo biológico dentro de ella desde el nacimiento hasta la muerte. Las sociedades
persisten, se desarrollan o decaen de acuerdo con los fenómenos que se generan en sus propios
procesos sociales. El hecho que los miembros de una sociedad tengan conciencia y lenguaje y usen
instrumentos específicos no determina la dinámica evolucionaria. Solamente introduce los
parámetros específicos de controles que fijan el repertorio de posibilidades y la naturaleza del
constreñimiento de la conducta del sistema social. Una sociedad no es un sistema natural como lo
son el átomo, la molécula ola célula, tampoco es un sistema artificial como lo es una máquina o el
computador. Es un sistema que resulta de la acción e interacción humana pero no como proyecto
consciente. Es de forma distinta también con respecto a las organizaciones específicas tanto
públicas como privadas (ejércitos, iglesias, gobiernos, clubes, etc), las que se hacen artificialmente
con criterios ideológicos. La red de relaciones que ligan a los individuos en una nación entera es el
producto surgido en el curso del devenir. El grado de complejidad alcanzado en una sociedad
moderna, aunque modesto comparado con un organismo, excede en mucho al del que los miembros
humanos pueden alcanzar con sus diseños sobre ella.
Una sociedad, aunque compuesta por seres humanos, no es reducible a sumatorias de sus
comportamientos y atributos. Esta evoluciona y adquiere atributos que son inherentes a ella misma
de acuerdo a su complejidad. Tiene capacidad de evolucionar, habilidad de replicar sus
componentes principales tales como gobiernos, asociaciones y la de renovar cualquier parte de su
estructura que pudiese haberse deteriorado por causa de fluctuaciones internas.
De acuerdo con los últimos descubrimientos y síntesis alcanzados por la ciencia actual (ver
Nodo IV y Taxonomía bibliográfica 1), las sociedades humanas son sistemas dinámicos
denominados de tercer estado, con capacidad autoorganizativa y autoevolutiva intrínseca, las que a
través del fenómeno de “autopoiesis” son capaces de tomar alternativas cuando entran en estados de
perturbaciones críticas mediante bifurcaciones, reteniendo la consistencia interna en el curso del
tiempo. Como sistema en tercer estado contiene un conjunto de niveles organizacionales que van
aún por encima de aquellos sistemas también de tercer estado pertenecientes al terreno físico y
biológico. Así vemos que el ambiente de un sistema social es a la vez natural y social, es una parte
de la Biósfera con sus diferentes ecologías, y por otra parte de la Sociósfera constituida también por
otras sociedades y sus correspondientes infraestructuras o Tecnósfera. No obstante su nivel
organizacional suprabiológico su complejidad estructural, mucho mayor que otras organizaciones, es
menor que la de los individuos que la componen (solamente el cerebro humano es más complejo por
muchas magnitudes, que todas las sociedades contemporáneas juntas). La relativa simplicidad de los
sistemas socioculturales es concordante con los principios que rigen a la evolución. Es decir que los
sistemas en un alto nivel de organización, son inicialmente siempre más simples que la de aquellos
que constituyen sus componentes: un nuevo nivel de organización crea una simplificación y no una
complejización de la función del sistema. La simplicidad comparativa de un sistema sociocultural
queda explicada al comparar la escala biológica con la escala del tiempo histórico social humano.
El origen del género Homo data desde millones de años; el origen de las sociedades humanas
como sistemas socioculturales algo más que unidades reproductivas tribales, datan solamente desde
más o menos treinta mil años. Las sociedades humanas evolucionan conforme al principio de
convergencia, hacia progresivos niveles de organización más altos. Cuando el flujo de gente,
información, invenciones, mercancías y fuentes energéticas se intensifica, éstas pueden ver
trascendidas sus fronteras formales. Los ciclos catalíticos que mantienen a un sistema en su
ambiente, se producen de la misma manera en el medio intersocietal e interactúan con él, y a su
turno mediante la misma coordinación, se transforman en un hiperciclo. De este modo las tribus y
villas vecinas convergen en comunidades étnicas o estados, estos a su vez, pueden transformarse en
imperios los cuales, cuando se desmiembran mediante nuevas convergencias pueden dar lugar a la
creación de bloques regionales tanto de países desarrollados como subdesarrollados.
En el mundo de hoy estamos asistiendo a la aparición de un nuevo hiperciclo planetario que
lleva a una consecuente convergencia a todas las sociedades humanas. Los axiomas evolucionarios
tales como autopoiesis, bifurcación, catálisis, hiperciclo y convergencia entre otros son aplicados a
las sociedades humanas porque éstas constituyen una forma de sistemas en tercer estado, en el nivel
suprabiológico organizacional, donde el individuo se ha desarrollado como criatura social que se
desenvuelve con coherencia. La coherencia no es el resultado de propiedades metafísicas, que llevan
al individuo, un animal social, a ser colaborador, si no que el prolongado interaccionar con su
semejantes lo conduce a una colaboración emergente, situación que no es consciente entre sí. De
este modo, este orden de colaboración se conserva y transmite a las generaciones siguientes como
conductas coherentes tales como valores, sentimientos, costumbres, etc., prevalentes en toda
sociedad.
El orden social desarrollado en el tiempo, ha sido siempre modelado por acciones individuales, y
han sido sus interacciones las que han conducido a modificaciones mediante cambios en la cultura
colectiva, en la ciencia, en los programas públicos, etc., ejerciendo así, liderazgos reorientadores.
Todo orden impone limitaciones en el comportamiento individual, aunque dichas limitaciones sólo
se perciben como tales en el comportamiento, cuando éste comienza a estar fuera de fase con los
valores, expectativas y el mapa cognitivo de los individuos. En una sociedad estable, las
limitaciones impuestas por el espontáneo desenvolvimiento del orden social, se presentan como
formas aceptadas del intercambio social. Estos comportamientos aparecen tales como los lazos
individuales del parentesco, de la comunidad o de los grupos en cualquier nivel de complejidad. En
las sociedades tradicionales menos complejas, los mitos y las religiones han creado los lazos sociales
más importantes mientras que en las sociedades modernas se producen muchos tipos de lazos
sociales y consensos cimentados, no sólo por las costumbres y creencias, sino también por los
sistemas jurídicos y las que derivan de las regulaciones individuales y colectivas impuesta por la
tecnología.

NATURALEZA DE LA EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS SOCIALES. CAMBIOS


PUNTUALES
Soy temeroso de la realidad de este mundo.
Arthur Eddington
Las sociedades humanas como las especies biológicas no cambian continuamente por pequeños
incrementos, sino que lo hacen en forma cualitativa. En ellas, los cambios son intermitentes y en
forma de saltos desencadenados, ya sea por ataques externos, como en las conquistas, o por
revoluciones tecnológicas desencadenantes de reorganizaciones internas, las cuales producen
transformaciones entre los individuos entre sí, y de éstos con la naturaleza. Arnold Toynbee lo
puntualiza en su Estudio de la Historia (1972) que pone en evidencia la analogía que existe con las
especies biológicas, las que evolucionan de acuerdo con los principios de la teoría de los cambios
puntuales, en la que la desestabilización de la especie dominante en el nicho ecológico, da lugar al
reclutamiento de minorías periféricas aisladas que aprovechan la ocasión moviéndose hacia el
centro. Pero la especiación, no la mutación, en Biología, con respecto a lo que sucede en los
cambios sociales, descansa en algo más que simples analogías.
Como se ha indicado con anterioridad, las sociedades humanas son sistemas dinámicos en
Tercer Estado, es decir fuera de equilibrio. En lo que se refiere a sus niveles organizacionales, se
alejan del equilibrio termodinámico. Las sociedades sólo pueden mantenerse gracias a la
reproducción de sus componentes o subsistemas, y replicación de la totalidad de interrelaciones e
interacciones que se producen entre dichos subsistemas, interacciones e interrelaciones que actúan
como dinámica integrativa y siempre en busca de más altos niveles de complejidad. Las sociedades
son organismos o sistemas autopoiéticos, es decir que se mantienen a sí mismas, no en virtud de un
equilibrio mecánico, sino que lo hacen debido al flujo de energía proveniente de sus individuos y de
sus recursos, quienes se encargan de llevar a cabo los procesos autocatalíticos en todos los
subsistemas.
De tal modo, las sociedades constituyen sistemas dinámicos complejos, compuestos de
subsistemas multiestables pero siempre sujetos a desestabilizaciones y por lo tanto, a sufrir
bifurcaciones, es decir a comportarse autopoiéticamente. Tal es el paso de la familia extensa al de la
familia nuclear, que no pierde las características biológicas reproductivas, no obstante. Lo mismo
puede suceder en el orden creado por convenciones tales como las estructuras económicas y los
sistemas culturales, los que pueden no sólo ser transformados sino reemplazados buscando mayores
niveles de complejidad. Los gobiernos pueden caer y nuevos movimientos e ideologías emergen en
la superficie. Un cambio súbito puede ocurrir en una sociedad como consecuencia de una
autopoiesis o hiperciclo. En términos de teoría sistémica dinámica, toda sociedad contiene lo que se
llama “atractores estables”, mediante los cuales éstas se aseguran un orden de funcionamiento.
Cuando estos atractores desaparecen o se tornan caóticos, las sociedades entran en una fase que
puede preludiar una “bifurcación catastrófica”. Una sociedad humana es una entidad dinámica, la
que aunque en su comportamiento aparezca como estable, está siempre fluctuando alrededor de
determinadas leyes o convenciones, los comportamientos de sus miembros, las relaciones que
mantiene con otras sociedades, las selecciones que entreteje con otras sociedades y con el ambiente,
todos los cuales funcionan como “atractores”, manteniéndola gracias a sus fluctuaciones, dentro de
su dinámica sistémica (Ver Nodo IV).
Toda estabilidad en una sociedad indica que su autopoiesis es operativa, porque mediante ella
puede asegurarse la reproducción de nuevos subsistemas, el rejuvenecimiento u optimización de los
existentes, la circulación y empleo de toda clase de recursos. Una sociedad entra en estado de
inestabilidad cuando alguno de sus subsistemas se hipertrofia, como por ejemplo: ejércitos y
sindicatos, banca, industria, no dando lugar a nuevos subsistemas o debilitando otros al punto de que
la redistribución de recursos y aprovechamiento de oportunidades de todo tipo, trastoca la
optimización dinámica de su crecimiento. Cuando esto sucede, pueden aparecer las bifurcaciones
catastróficas dando lugar a una autopoiesis que puede indicar un nuevo camino de revitalización y
superación de la inestabilidad, o de lo contrario, se sumirá en el caos, postergándose, sólo en el
tiempo, mediante estagnación, desalentando así la emergencia, una nueva autopoiesis. Los
subsistemas sociales son manejados por seres humanos, pero no están bajo total control consciente
de ningún individuo. Más bien, los subsistemas de producción, consumo, administración y gobierno,
funcionan de. acuerdo a reglas y procedimientos creados por los miembros de la sociedad a través
de muchas generaciones, sostenidos por ideologías. Los individuos contribuyen muy poco a la
creación y control de esas reglas. Aun aquellos instalados en las más altas posiciones encuentran su
libertad de acción circunscritas por sus mismas posiciones dentro del sistema decisorio.
La suma de reglas que codifican las operaciones esenciales de una sociedad constituyen el fondo
común básico de información que poseen colectivamente todos los miembros de dicha sociedad.
Este fondo común de información colectiva es equivalente a la cultura de la sociedad cuando dicha
cultura es definida en sentido amplio. Ello incluye los modos característicos de todas las conductas
humanas y no meramente la “alta cultura” de la ciencia, la tecnología, el arte y la religión a través de
los cuales se concretiza, lo que erróneamente se percibe como “poder personal”. Si este fondo
común de cultura así definido, se mantiene actualizado y operativo, los subsistemas de producción y
consumo funcionarán adecuadamente consolidando a la sociedad total en su medio. Todos los flujos
esenciales realimentan a los subsistemas básicos, que a su vez tenderán a crecer y diversificarse de
modo reproductivo, y sus miembros se sentirán en armonía unos con otros y en balance con el
ambiente. De otro modo, si todos los miembros no mantienen al día ese fondo de información
colectiva en todos sus subsistemas, la sociedad se torna inestable, a punto de bifurcaciones múltiples,
que pueden conducir a estados de desintegración o involución al perder niveles de complejidad. Por
lo tanto permanentemente los individuos deben actualizarse y transformar su cultura, es decir
transformar su fondo común de información colectiva. De lo contrario, entrarán en caos pasando a
ser presa fácil de adversarios, tanto internos como externos.
La dinámica de la evolución social es siempre progresiva, pero de modo discontinuo, debido a
las peculiaridades del desarrollo del fondo común de información colectiva básica. El proceso
histórico nos ha demostrado que las sociedades al igual que las organismos biológicos seleccionan
de sus fondos comunes de información en la unidad colectiva básica, así como los organismos lo
hacen en el reservorio genético. La información es lo que las lleva al cambio cuando esta se
transforma en comunicación y por tanto en consensuación convergente. Este hallazgo nos conduce
aun entendimiento profundo del fenómeno de la evolución social como un todo y de la naturaleza del
poder. Cuando las sociedades son desestabilizadas por fluctuaciones incontrolables, éstas no se
extinguen o desaparecen totalmente, sino que son absorbidas por otras sociedades, o se transforman
a sí mismas. En cualquier caso, llevan a cabo un cambio equivalente a una bifurcación que las
conduce a un mayor grado de complejidad.
Como en la evolución biológica, los cambios en el material genético, la evolución es puntual.
Utiliza sólo parte selectiva de la información para su proceso autopoiético, mediante bifurcación en
forma indeterminada. En las sociedades estas bifurcaciones también lo son en lo que se refiere a su
dirección en el desarrollo histórico anticipatorio no predictible, indeterminado. Sin embargo la
información histórica nos muestra que la suma de bifurcaciones en el curso del tiempo tiende a la
tecnologización de la sociedad, llevándolas de tal modo a mejorar y aumentar la acumulación y uso
de los flujos de energía producida, mediante la mayor complejidad de sus estructuras de todo tipo,
incluyendo las mentales. Sólo a largo plazo, en el sentido histórico la irreversibilidad estadística de
las innovaciones tecnológicas anulan la indeterminación de las bifurcaciones individuales. Existen
comportamientos tanto en la evolución del orden y la complejidad en el reino de la naturaleza, como
en el ámbito histórico, que son homólogos, incluso en el hecho que los resultados no son
predeterminados. No es accidente el que dado suficiente tiempo, apareciese el fenómeno de la vida
y consecuentemente, los seres vivientes y la sociedad humana.
Es lógico en términos de dinámica evolucionaria que cada evolución de niveles, sea cual fuere
su dirección, adquiere mayor complejidad, y por lo tanto, retenga y procese mayor número de flujos
energéticos. La aparición de los mamíferos con endotermia es similar en términos de lógica
evolucionaria a la aparición de las sociedades tecnológicas o tecnologizadas. Así como las primeras
son organismos o sistemas en tercer estado capaces de acumular y usar cada vez mayor cantidad de
energías densas, las sociedades como sistemas en tercer estado tienen capacidad equivalente a nivel
de sus subsistemas. De este modo, arribamos a las conclusiones de que la historia sólo tiene sentido
si las sociedades son concebidas y analizadas o interpretadas, como sistemas en tercer estado de
desequilibrio en constante evolución de sus niveles organizacionales, fenómeno típico de los
sistemas vivos, aunque ante los ojos desnudos del observador común aparezcan como entidades
suprabiológicas.
Resumiendo, hay sólo una dinámica evolucionaria que rige a la materia, ya sea que ésta se
presente como materia física o biológica y se desenvuelve dentro del transcurso del tiempo.
Debemos recordar que no existen teorías ni ciencias absolutas, que la comprensión y explicación de
la realidad siempre ha estado sujeta aun modo conceptual de conocer (Taxonomía bibliográfica 2 y 3
en Interfase). No hay percepciones puras, sólo vemos e incorporamos la realidad a través de los
anteojos que nos provee una teoría, pero no todos los anteojos permiten darle sentido a las múltiples
ramificaciones interaccionales que intuitivamente percibimos y que encontramos a nuestro
alrededor. Ante esto, lo primero que debemos hacer mediante nuestra actualización, es comprobar la
validez de nuestros esquemas conceptuales cuando los usamos como anteojos para observar la
realidad. Comprobar si ésta se presenta coherente y los significados que subyacen en ella nos
obligan a hacer el esfuerzo de entender el mundo, comprenderlo, y entendernos a nosotros mismos.
Si de este modo hemos llegado al punto de entender la dinámica de la sociedad en que estamos
inmersos, la que hoy se presenta planetarizada, habremos llegado ha adquirir una comprensión del
significado coherente de la evolución del universo, con el cual nosotros coevolucionamos (Tener en
cuenta Taxonomía bibliográfica 6 y sus interfases internas).

LAS SOCIEDADES SON ORGANISMOS SUPRABIOLÓGICOS


Lo individual tiende a universalizarse. Lo universal
tiende a individualizarse, y así desde ambas direcciones el
todo se ve enriquecido.
Jan Smith – Holismo y Evolución
Las sociedades como sistemas suprabiológicos relativamente simples, evolucionan y se
desarrollan de una manera un tanto borrosa y aparentemente desordenada. Sin embargo si aplicamos
los axiomas que rigen el proceso evolutivo, a un período lo suficientemente largo, no sólo podemos
percibir las modalidades históricas sino que éstas son consistentes con la dirección de la dinámica de
la evolución de la vida en la Biosfera, como también la evolución de la materia y del Cosmos. Las
pautas indicadas en los axiomas evolucionarios son progresivas no lineales. Sólo en los tiempos
dominados por el pensamiento mecanicista reduccionista, se ha considerado a la evolución social
como un proceso lineal. La forma progresiva en que evoluciona la sociedad no es continua ni suave.
Se produce a veces con procesos regresivos no predeterminados. Las sociedades representan el
ejemplar más ilustrativo de lo que hoy se conoce como ciencia de la complejidad. Son sistemas
complejos, sujetas a permanentes cambios reorganizativos.
En sus distintas fases la evolución sigue su camino con diferentes velocidades, y su motor es la
creatividad que en último término, es siempre una tecnología como se concibe hoy en día, en el más
amplio sentido de instrumentalidad denominada como “software” y “hardware” en el mundo
anglosajón. Con este criterio se clasifica la Taxonomía bibliográfica 4. Toda creación en definitiva,
es de alguna manera un producto con implicaciones tecnológicas, aun en la más estricta
visualización de los contenidos paradigmáticos o artísticos. En definitiva toda creación es un
producto de factura humana. Una innovación tecnológica no es sólo la invención de una herramienta
sino también la ampliación de la imaginación y la transformación del sentido común. Uno de los
mayores logros tecnológicos en el tiempo ha consistido en transformar el sentido de lo sobrenatural
en natural, los mitos en modelos de acción. Por ejemplo, el manejo del fuego y mucho más tarde el
del vuelo espacial. Transformar lo impensable en algo normal y cotidiano, como la transmisión
instantánea para los sentidos del sonido y de la imagen a través de la distancia, por vía de los
satélites u otros artefactos, en tiempo real.
La tecnología siempre ha desafiado los valores y las prácticas en uso y ha sacudido las bases
mismas de las instituciones con su aparición, desde la edad de piedra. Cada invención sin perjuicio
de la rigidez de cada período ha introducido cambios cualitativos. Logros tales como la invención
de la escritura y luego la imprenta, produjeron aceleraciones sin precedentes. Copérnico, Tycho
Brae, Kepler, Bacon, Galileo, Bruno, Locke y Newton, condujeron a liberar la ciencia del dogma
medieval impulsando la transformación de Europa, que fue desplazada de su estabilidad clásica y
lanzada a un futuro incierto.
Esta moderna ciencia, con su insistencia en la observación y la experimentación, produjo una
imagen aséptica del mundo y cambió la cosmovisión, aunque en forma simplista. Con su
concepción mecanicista probó ser tremendamente eficaz para aplicaciones prácticas. Ella dio lugar a
la primera revolución industrial. A su turno, las ciencias autónomas lograron arrancar los secretos
del vientre mismo de la naturaleza y transformar a ésta en un fin para propósitos humanos, dando
lugar a incontables Ingenierías. Tan sólo una nueva tecnología como la electrónica ha impulsado la
ola de revoluciones a la que asistimos a diario en los múltiples dominios de la actividad humana.
En el espacio de tiempo que media entre la sociedad paleolítica y la sociedad informatizada de
hoy, se han sucedido un completo número de sociedades que han evolucionado en sus formas
societarias. Las tribus nómades del paleolítico se transformaron en sedentarias en el neolítico. Estas
a su vez, en reinos e imperios arcaicos y en ciudades estados. Los imperios que se fracturaron
fueron seguidos por principados medievales que luego arribaron al Estado-Nación, algunas de ellas
con vastas colonias hoy desaparecidas. En el momento actual asistimos a una acelerada formación
de comunidades de naciones, que nos llevarán a formas organizacionales planetarias.
La sucesión histórica de formas societarias es susceptible de múltiples interpretaciones.
Depende de los criterios y factores básicos que se elijan como punto departida. A la luz de los
axiomas sostenidos por las hipótesis evolucionarias, los factores básicos para definir las
características de una sociedad, no residen en la variación que han adoptado sus sistemas jurídicos,
políticos o económicos. Estos sistemas han pendulado en algunas épocas históricas de un polo a
otro, desde la distribución de poderes de la democracia por un lado, a la concentración de los
mismos en la dictadura por el otro; entre la propiedad individual y la libertad de mercado en un
extremo y la casi abolición y duro control en el otro. Más bien, lo que ha sucedido en la progresión
histórica, ha sido algo así como que cada sociedad ha llevado a cabo su proceso autopoiético en la
dinámica evolucionaria. Es decir, han manejado los factores que interactúan entre la tecnología y
sistema de valores definidos en el sentido más amplio y las instituciones correspondientes a todo el
cuerpo social. En términos de transformación, las tecnologías dominantes en su momento se han
comportado como catalizadores en la reorganización estructural e institucional desde las sociedades
nómades a las informatizadas de hoy.
Las sociedades progresan, principalmente en virtud de la asimilación de las revoluciones
tecnológicas, sea cual fuere la naturaleza de las mismas, desde el azadón al arado y no de otra
manera. Los progresos siempre se han sucedido con aquellas innovaciones que han introducido un
mejoramiento en algunos procedimientos, tales como aumento de la velocidad, menor inversión de
tiempo y el operar en una mayor escala. Esto se advierte desde la rueda a la máquina a vapor, hasta
el “chip” o grano de silicona, o las múltiples microingenierías. Las innovaciones científico-
tecnológicas en toda sociedad son irreversibles, son consistentes con la dirección del tiempo que rige
para la evolución física y biológica. Las sociedades científico-tecnológicas siempre siguen la
progresión evolutiva hacia el logro de sistemas más dinámicos y autónomos capaces de explotar y
producir mayores flujos de energía, distribuyéndola en la mayor complejidad social. A través de
períodos alternativos de estabilidad y turbulencias, las sociedades evolucionan gracias a las
bifurcaciones tecnológicas producidas por la creación de nuevas ideas, partiendo de aquellas, como
las paleolíticas nómades con bajísimo consumo de energía hasta llegar a las actuales. Aquí tenemos
en cuenta que una idea también es una tecnología. El caso de los mitos en las sociedades de bajísima
complejidad, dio lugar a productos tecnológicos; el ingenio de Leonardo Da Vinci y el mito del
hombre alado se han transformado en las tecnologías de punta e interespacial.
El excesivo consumo de hoy, está poniendo en peligro al planeta a causa de la injusta
distribución del mismo y de la irracional explotación de las fuentes. Es denotar sin embargo que la
intensificación del poder energético no siempre ha conducido a una inmediata eficiencia. En
repetidos casos en la historia de la civilización, los valores dominantes en ella, ya fuese por razones
pecuniarias o políticas, bloquearon la adopción de nuevas tecnologías, como el caso del Emperador
Tiberio que hizo destruir la fórmula del vidrio irrompible por temor a una devaluación del oro, la
plata y las piedras preciosas. China, con otra tabla de valores, inventó la pólvora, que sólo usó para
juegos de artificio.
NODO IX

LA OBSOLESCENCIA GLOBALIZADA
DE LAS CIENCIAS SOCIOPOLÍTICAS Y ORGANIZACIONALES

LA NECESIDAD DE UNA NUEVA EPISTEMOLOGÍA EN EL CONTEXTO DE LAS CIENCIAS


JURÍDICAS, POLÍTICAS Y ECONÓMICAS
LA CONCEPCIÓN MECANICISTA EN LAS CIENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS
REDUCCIONISMO, DARWINISMO, ALTRUISMO Y DEMOCRACIA
LAS ESTRUCTURAS DOMINADORAS COMO BARRERAS EN LA VISIÓN EVOLUCIONARIA DEL
ALTRUISMO Y LA DEMOCRACIA FUNCIONAL
LAS CIENCIAS DE SISTEMAS Y LA PERSISTENCIA REDUCCIONISTA MECANICISTA
LAS ESTRUCTURAS PROFUNDAS DE DOMINACIÓN EN LOS COMPORTAMIENTOS Y LA
DEMOCRACIA
LAS ESTRUCTURAS PROFUNDAS DE DOMINACIÓN Y LAS IMÁGENES GUÍA EN LA DINÁMICA
DE LA CONVIVENCIA
LAS IMÁGENES GUÍA DEL FUTURO Y LAS CULTURAS PARASITARIAS
LA INADECUACIÓN DE LOS LÍDERES POLÍTICOS Y SOCIALES Y LAS IMÁGENES DE FUTURO
NODO IX

LA OBSOLESCENCIA GLOBALIZADA
DE LAS CIENCIAS SOCIOPOLÍTICAS Y ORGANIZACIONALES

LA NECESIDAD DE UNA NUEVA EPISTEMOLOGÍA EN EL CONTEXTO DE LAS


CIENCIAS JURÍDICAS, POLÍTICAS Y ECONÓMICAS
No podemos hablar del fin de la historia, sólo nos
podemos referir al fin de las historias.
ILSA Prigogine & Isabel Stender
De acuerdo con la visión que nos provee la nueva física del mundo, las maneras tradicionales
del filosofar han sufrido un golpe mortal, aunque la advertencia de esto todavía resulta muy difícil
por parte de la mayoría de los filósofos, y de la proliferación de enfoques filosóficos que no han
podido zafarse de la forma pervasiva en que se oculta el Dualismo Científico, y que da lugar a las
ciencias naturales y a las ciencias del espíritu.
Como lo apunta Koyré, ésto es una consecuencia cartesiana, no es una mera curiosidad histórica.
Descartes declara que él arribó a su famoso dualismo a través de la revelación como oposición a su
puro razonamiento deductivo, basado en evidencias empíricas. Comenta que el 10 de diciembre de
1642, recibió la visita del ángel “de la Verdad” quien le traía el mensaje de Dios en el que las
matemáticas eran las llaves que abrían la puerta a todas las verdades de la realidad física. Esta visita
no sólo lo inspiró para inventar la Geometría Analítica, basada en sus estudios realizados en el
colegio Jesuita La Fleche, sino que lo habilitó también para formular una nueva concepción del
Dualismo Metafísico. Agrega: “Descubrimos ciertos principios de la realidad física, no por causa
del prejuicio de los sentidos, sino por la luz de la razón, la que nos hablilla mediante la evidencia a
no tener duda de la verdad (cita 23-120) ya que lo real es todo aquello que verdaderamente existe
como externo a nosotros, esto puede representarse bajo los términos cuantitativos de las
matemáticas”. Concluye que todos los aspectos cualitativos de la realidad provienen del engaño de
los sentidos. Esta fue la consecuencia lógica que llevó a Descartes a afirmar la existencia de dos
dominios de categorías, una para el mundo material y la otra pan el mundo inmaterial de las ideas:
“la res extensa” y “la res cogitante”.
Puntualiza Koyré que los dos mundos con sus verdades dispares no podían darse como
existentes en la naturaleza, con lo que resultó la construcción de dos versiones de la realidad basada
en diferentes criterios para adquirir el verdadero valor del conocimiento. Estas creencias terminaron
por permitir que más tarde, en forma inadvertida, se tuvieran como fundamentos epistemológicos
para el desarrollo de la filosofía. Dentro de las Ciencias del espíritu, va a alojarse como integradora
de la Filosofía, las Ciencias Jurídicas y Políticas, y a su vez, las Económicas. Como se verá con el
Positivismo, todas van a incorporarse con afán cientificista al Reduccionismo Mecanicista sin perder
la naturaleza dualista. Como podemos apreciar y evaluar, las diferentes teorías del Derecho y la
explicación de los fenómenos de las ciencias organizacionales, a pesar de los variadísimos
desarrollos de las múltiples disciplinas que giran alrededor de la naturaleza y explicación de los
procesos de la convivencia, permanecen hasta nuestros días atrapadas en el Reduccionismo
Mecanicista de las leyes eternas. No se han movido del siglo XIX en cuanto a enfoque
paradigmático (Compárese con Nodo VIII y Taxonomía bibliográfica 4 en interfase con 2 y 7).
Martín Heidegger fue de uno los primeros filósofos modernos que confrontó, denunciando este
dilema filosófico al afirmar que: “el uno es todo” y que en el corazón de la dualidad estaba instalado
toda la metafísica occidental girando alrededor del principio del ser, produciendo sus múltiples
alienaciones. Más aclaraciones podrán encontrarse en los respectivos Nodos del libro que se refieren
al papel que juega la Filosofía dentro del Positivismo y sus consecuencias.

LA CONCEPCIÓN MECANICISTA EN LAS CIENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS


¿Cómo la vida puede respetar el determinismo de lo que
acontece hacia afuera y actuar con libertad en los
procesos interiores? Tal vez algún día entenderemos esto
de una mejor manera.
Pierre Theilhard de Chardin
La aceptación de la concepción mecanicista coincide con la aparición y Apogeo de la
Civilización Industrial. Laplace formuló una teoría de predecir el futuro y retrotraer el pasado
partiendo de una matriz formada por determinados acontecimientos. Dicha imagen de un Universo
Mecánico, simple y uniforme, no sólo moldeó el desarrollo de la Ciencia, sino que impregnó muchos
otros campos.
La Constitución norteamericana se crea adoptando un modelo mecánico, es decir, una máquina
para gobernar, donde sus componentes deben funcionar como un aparato de relojería.
Metternich al proponer el balance de poder en Europa., usó como bagaje intelectual las ideas de
Laplace. La aparición de máquinas imponentes como el ferrocarril, las fábricas textiles,
automovilísticas y la ingeniería faraónica, no hicieron más que confirmar que el universo se
transformaría en una fábrica de objetos mecánicos. En el presente asistimos a la declinación de la
Era Industrial y al caos que padecen las fuerzas de trabajo con las consiguientes limitaciones y
estrangulamiento del “modelo mecánico” de la realidad. La idea de la ingeniería celestial orbitando,
eterna y determinísticamente en equilibrio, en virtud de sus leyes universales eternas, las que puede
descubrir cualquier observador externo a ellas, comenzaron a debilitarse y a cuestionarse al poco
tiempo de haberse formulado.
En el siglo XIX, muy tempranamente, la Termodinámica desafió triunfantemente la
intemporalidad de los fenómenos implicados en la imagen mecanicista del Universo. Declaró que si
el mundo era una máquina gigantesca, ésta terminaría por desaparecer ya que su consumo energético
acabaría por agotarse. A partir de allí, la función tiempo como una nueva circunstancia, adquirió
significado.
Los seguidores de Darwin no tardaron en introducir un pensamiento contradictorio: el universo-
máquina podría desaparecer en virtud de la ley de entropía al perder energía y organización. Sin
embargo los sistemas biológicos, por el contrario, consumían energía integrándola al crecer y
evolucionar, resultando así cada vez más complejos y organizados.
A comienzos del siglo XX, Albert Einstein, pone al observador frente al universo mecánico pero
mira a esta máquina de diferente manera. Hace depender la observación del lugar donde ésta se
realiza. Su visión es determinística, acuñando la frase de que “Dios no juega a los dados”.
El próximo paso lo dan los físicos cuánticos con el principio de “incertidumbre”. Aquí ya se
cuestionan las tradicionales “leyes universales”, que no son de manera alguna universales, sino que
son sólo aplicables a localizadas regiones de la realidad (D. Bhor, Heisenberg, Erwin Schrödinger,
entre otros).
La edad de la máquina que ha enfatizado los principios de orden, uniformidad. estabilidad, y
equilibrio, queda relegada para los sistemas mecánicos y los mal llamados sistemas cerrados, con
relaciones lineales, en las cuales pequeños “inputs” se materializan en pequeños “outputs”. Con el
nacimiento de la Biología Teórica y el Movimiento Sistémico y sus consecuentes desarrollos,
incluyendo la Cibernética y la Teoría de la Información y su control, se produce la transición a la
Sociedad Post-industrial. En esta transición se observa el paso del alto consumo de energía, capital y
trabajo a la sociedad de alta tecnología, en la cual el fenómeno de la información y las innovaciones
de todo tipo son fuentes criticas. Como respuesta aparecen con ellas la necesidad de nuevos
modelos científicos que expliquen esta nueva situación. Estos nuevos modelos ponen en crisis la
concepción mecanicista. No sólo en el dominio de las ciencias tradicionales sino que dejan en el
desamparo sin relación paradigmática a las llamadas ciencias del espíritu y en especial a las
organizacionales como son las sociopolíticas y económicas.

REDUCCIONISMO, DARWINISMO, ALTRUISMO Y DEMOCRACIA


Se dice que el hábito es una segunda naturaleza. ¿Cómo
podemos saber si al fin la Naturaleza es sólo el primer
hábito?
Blaise Pascal
¿Cuál es la causa por la cual Darwin llega a la conclusión que la vida es el resultado de la lucha
por la existencia del uno contra el otro o todos contra la naturaleza? ¿Por qué Darwinistas,
Neodarwinistas y Sociobiologistas afirman que la competencia, la agresión y aún la propensión a la
violación y el asesinato en el varón es una característica humana universal? Las estadísticas
muestran sin embargo que la mayoría de los seres humanos están siempre predispuestos a cometer y
llevar a cabo actividades que benefician o ayudan a sus semejantes, mientras que, solamente, una
pequeña minoría es la que comete o ha cometido actos criminales.
Sin duda alguna podemos afirmar que es el altruismo y no la agresión una característica de la
condición humana (Mac-Wang Ho). Ello no significa ni debe deducirse que el altruismo es una
característica sólo innata. El altruismo es una conducta basada en la capacidad universal para la
empatía o simpatía la cual consiste en compartir placer y alegría como asimismo insatisfacción y
sufrimientos, juntos unos con otros, entrelazados y cobijados por el desinterés y la buena voluntad.
Satisfacer las necesidades de otros y compartir con ellos sus satisfacciones, es en sí mismo un hecho
gratificante. Esta simpatía, compasión o compadecer proviene del experienciar la conectividad que
se establece del uno al otro o entre todos, y no de sus interacciones como resultado de un campo
magnético. Bertolt Brecht ha escrito: “Todos anhelamos ser más amables de lo que somos”. La
naturaleza humana en el fondo no es buena ni mala. Si analizamos una situación social donde la
gente se anime hacia el altruismo, la mayoría responderá en dicho sentido. Por el contrario, si se la
selecciona para que se comporte egoístamente, ésta no tarda en comportarse como tal. Si a una
sociedad se la indoctrina de que se es malo por naturaleza o que hay siervos o esclavos por
naturaleza, la sociedad discriminará en dicho sentido. Resulta aquí apropiado recordar la íntima
relación existente entre ciencia y sociedad en sus comportamientos sistémicos macrodinámicos.
Cada vez más se está aceptando que no ha habido teoría científica alguna que haya escapado al
marco de referencia de una construcción lógica pura, es decir a una ideología. En ambos casos
ciencia y sociedad se realimentan entre sí de sus mismos contextos sociopolíticos. Esto puede
apreciarse con sólo fijarse en los períodos históricos críticos o de transición. Nunca más evidente
que en el caso del advenimiento de la Sociología Científica y el Darwinismo utilizado para
legitimarse y legitimar el “estado del arte, de ciencia y sociedad”.
Las ciencias Positivistas aplican el proceso evolucionario concebido por Darwin el que fue
análogo a los principios estadísticos que regían la termodinámica de su tiempo, en los cuales cada
paso de los acontecimientos dependía del azar en tanto que, los procesos y conductas emergentes de
dichos pasos podían ser previstos. Por ejemplo, dada la presencia de una sustancia molecular capaz
de proveer energía química en suficiente cantidad en el ambiente, se puede predecir con seguridad
que el organismo evolucionará con el objeto de usar dicha sustancia. Los pasos en este proceso
evolucionario no son necesariamente predictibles, ya que muy diferentes pasos pueden conducir al
mismo resultado. La primera persona que descubrió estas correspondencias entre la termodinámica
estadística y la evolución biológica fue el lógico matemático Charles Peirce (1877) quien escribió:
“La controversia Darwiniana es en gran medida una cuestión de lógica. El señor Darwin se propuso
aplicar el método estadístico a la Biología. La misma cosa ha sucedido en un gran número de
diferentes ramas de la ciencia, al hacer propia la teoría de los gases. Aunque incapaz de decir cuales
de los movimientos de una molécula de gas particular, podría sostenerse como hipótesis teniéndose
en cuenta la clase de estos cuerpos, ocho años antes que Darwin, Clausius (quien formuló la segunda
ley de la Termodinámica y Maxwell) sin embargo publicó su trabajo inmortal, pudieron mediante la
aplicación de la doctrina de probabilidad predecir que a la larga tales y tales proporciones de
moléculas podrían bajo ciertas circunstancia, adquirir tales y tales velocidades; que cada segundo
podían producirse tales y tales números de correspondientes colisiones, etc. En virtud de dichas
proposiciones, consiguieron deducir ciertas propiedades de los gases, especialmente las relacionadas
con el calor. De la misma manera Darwin, aunque incapaz de describir cuáles eran las operaciones
que producía la variación de la selección natural en algún caso individual, sostuvo que a la larga, en
el tiempo, ésta produciría o debía producirse mediante la adaptación.
J. Z. Young (ver bibliografía) identifica además tres fuentes inmediatas usadas por Darwin:
primero, Malthus con su principio sobre las leyes de probación y su adaptación; segundo, cómo
pueden explicarse los procesos de adaptación y elección; y tercero, cuales son los mecanismos que la
producen. Este es el modo como Malthus llega a la postulación que existe una selección natural y
formula la ley de la tendencia al crecimiento geométrico de la población, mientras que las fuentes de
alimento lo hacen aritméticamente. Como consecuencia, la regulación de la población está sujeta a
hambres, enfermedades y plagas donde se salvan los más fuertes. Según Paley, en la misma fuente,
Darwin encontró el argumento perfecto para sus fundamentaciones mediante la transposición de
conceptos aplicándolos a todos los organismos de la naturaleza. Donde Malthus ponía el énfasis en
el conflicto como resultado de la ley, Darwin sintetizaba éste como el motor que alimentado por el
conflicto producía la adaptación y triunfo del más fuerte. Las conclusiones de Darwin armonizan
con las ideas socioeconómicas prevalentes entre la clase dirigente de su tiempo para quienes el
sufrimiento vía muerte eran inevitables para las masas explotadas, empobrecidas o pauperizadas. De
este modo se justifica la deshumanización industrial. La mayoría de las razones que dieron lugar al
éxito casi instantáneo de la teoría de Darwin, radicó en el hecho de que ésta fue la ideología que se
plasma en el corazón mismo de la atmósfera de la sociedad Victoriana inglesa, centrada en el
materialismo mecanicista, el positivismo, y la economía de libre mercado. Remarca J. Barzun
(1958): “loque dio a Darwin tan rápida victoria y dominio sobre su tiempo fue… la habilidad de los
de su época para identificarse con él”. En otras palabras, lucha y competencia para la supervivencia
fue considerada ser la orden del día para todo aquel que creía entender su teoría, la que se tenía como
verdad indiscutible y fue por último, por sí misma, una explicación de la vida. En resumen, el
Darwinismo compendia el desarrollo de una “Zeitgeist” de la Inglaterra del siglo diecinueve, la que a
su vez presta la justificación y credulidad al Nazismo, una de las más perniciosas ideologías del
presente siglo.
Continúa Barzun: “Materia y fuerza cuando son aplicadas a los seres humanos, hallan como
resultado peligrosísimos usos, y cuando la idea de fuerza es incorporada a las nociones de lucha y
supervivencia del más fuerte, es de esperarse que los seres humanos la usarán como verdades
científicas justificadas por la Biología”. De esta manera queda completa la realimentación positiva
de la ideología sociocultural dominante en la época, que dio nacimiento a la teoría social científica
positivista. El Darwinismo Social y las teorías raciales de desigualdad cualitativa vienen a constituir
el meollo de la aparición del régimen Nazi.
La Sociobiología, una de las teorías neodarwinista más recientes, subrepticimente hace repetir la
historia sobre lo mismo. Al igual que el Darwinlsmo Social, ésta tiene implicaciones sociopolíticas
de considerables consecuencias en nuestros días: el peligro político de legitimar todas las relaciones
humanas en términos de competitividad como expectativas para la autorrealización, lo que tiene hoy
a la humanidad en un callejón sin salida (Bibliografía, Wilson, Dawkin, 1990 y Taxonomía
bibliográfica 2 en interfase con 5).
Sin embargo, la mayor debilidad de las criticas dirigidas contra la Sociobiología, las cuales son
similares a la del Darwinismo Social, consisten en la casi universal e incuestionada aceptación de los
fundamentos en que están basados, tanto el Darwinismo como el Neo-Darwinismo. Estas críticas
han sido y son dirigidas a combatir el Vitalismo o el Fundamentalismo, pero ninguna ha alcanzado a
adivinar una real alternativa al materialismo mecanicista. La teoría de la selección natural está
actualmente desacreditada por las evidencias empíricas encontradas, y a disposición de la mayoría
que quiera usarlas. Dicha teoría presenta una visión reduccionista y distorsionada de las
interrelaciones del organismo, con su ambiente y con la naturaleza en general. Impone no sólo en la
práctica, sino que también en la teoría, un marco de referencia mayormente basado en la violencia.
Como la ciencia y la percepción del mundo son fenómenos interdependientes. (ver Nodo VI) es
indudable que una ciencia distorsionada consecuentemente, desnaturaliza la realidad sociocultural,
en la tarea y afán de satisfacer sus predicciones. Según Vygostky la mente en sí misma, es una
construcción social, es una actividad cooperativa consistente en entretejer las intenciones y los
símbolos con los actos. Las ideas dan a la mente, a su vez, forma a la realidad social. Es tiempo ya
que acometamos poniendo en nuestras manos la tarea de reconciliar nuestras ideas y expectativas
con las verdades científicas que hoy pueden explicar la realidad, desempeñando un papel activo en el
acto creativo de la naturaleza en la reformulación de sus leyes de acuerdo con el proceso global de la
evolución, como se dice en los Nodos VI y VII.

LAS ESTRUCTURAS DOMINADORAS COMO BARRERAS EN LA VISIÓN


EVOLUCIONARIA DEL ALTRUISMO Y LA DEMOCRACIA FUNCIONAL
No me gustan las situaciones de poder porque el poder se
constituye en la obediencia. El poder no se tiene, sino
que se recibe en la obediencia del otro. En otras
palabras, al conceder poder en la obediencia no
entregamos colaboración sino que subordinación, y no
entregamos respeto sino sometimiento.
H. Maturana
En toda sociedad existen estructuras profundas que contribuyen a dar forma a la percepción de
la realidad. Ello supone que, estas estructuras, organizan la experiencia del aprendizaje con respecto
a la elaboración de las interrelaciones humanas, y consecuentemente le dan peculiar configuración a
cada sociedad. La medida en que estas estructuras mentales constriñen o distorsionan la realidad, en
cierta manera se refleja en las capacidades básicas para el aprendizaje, el efecto que estas estructuras
ejercen con respecto al uso del poder y el ejercicio del altruismo. Dichas estructuras están
emparentadas con las estructuras lingüísticas de Chomsky, las representaciones colectivas de
Durkheim y los arquetipos de Jung. Aunque son específicamente sociológicas y se las encuentran en
toda sociedad, van más allá del proceso de socialización. Las más espectaculares manifestaciones de
ellas, se encuentran en las formas institucionalizadas de las relaciones de poder que se detectan ya,
históricamente, en las más simples organizaciones dedicadas a la recolección y la caza. Estas
estructuras profundas de dominación, dan lugar a la discriminación del género, la división del trabajo
y las interrelaciones de los diferentes agregados sociales de generación en generación, operando
primariamente, en la esfera pública. La tragedia de la historia humana sobre los últimos doce mil
años de aposentamiento y urbanización ha sido la acreciente institucionalización de las estructuras
de dominación en la esfera pública, descuidando y desjerarquizando las también estructuras
profundas relacionales con el altruismo y la colaboración.
En cada oportunidad en que hemos alcanzado lo que los historiadores llaman una época o
fomento axial, es decir, cuando se aceleran los intercambios de las acumulaciones científicas y
valores humanísticos entre las civilizaciones coexistentes, se ha presentado un proceso paradójico.
Cuando estas acumulaciones e intercambios parecían marchar juntos y producir una transformación
humana y social, el mundo ha retrocedido y se ha detenido en el umbral mismo de la “nueva era” por
causa de la presión de las estructuras profundas de poder, de las cuales no se ha tenido conciencia.
Esto se advierte si echamos una mirada al siglo sexto anterior a la era cristiana cuando Pitágoras en
Grecia, Lao Tsé en China, Sidarta Gautama y el Buda en la India, predicaron e invitaron a toda la
humanidad de la edad post-tribal a una nueva forma de reflexión y convivencia. Ofrecieron una
nueva cosmovisión basada en el amor genuino por el semejante, el altruismo y la armonización de la
coexistencia de todas las creaciones y criaturas del planeta. Vuelve a repetirse el fenómeno con la
prodigiosa síntesis que produce el Cristianismo, mediante todos los logros alcanzados por las
culturas de la antigüedad, presentados ahora como una síntesis cósmica reencausando el altruismo
como generador del amor, motor de todo el fenómeno de la creación. San Agustín construye la
primera utopía ecuménica en la quinta centuria de nuestra era. El siglo trece da nacimiento a la
revitalización de la síntesis cristiana a través de las Órdenes Mendicantes y la proliferación de los
nuevos teólogos disidentes proclamando la desburocratización y desentumecimiento de la fe por
mediación del Espíritu Santo. Contribuyen a la formación de nuevas instituciones como nicho
ecológicos para alojar los nuevos estados de conciencia. Una nueva y potente energía creadora
revitaliza el Orbe en todas sus manifestaciones, culminando con el Renacimiento. El descubrimiento
de América y los hallazgos científicos paralelos, nos lleva a un nuevo Ecumenismo, transforma
nuestra visión de la realidad y nos lanza a un nuevo escenario. Las estructuras de poder, nuevamente
aquí ofrecen la paradoja. El altruismo, la armonía y el amor genuino, que son el producto de la
interactividad descubierto por la Ley de Convergencia y el principio de Coherencia en Microfísica
(Fritz y Pop) permanecen relegados. A fines del siglo veinte contemplamos el mismo fenómeno
agravadlo al punto de poner a todo el planeta en riesgo.
La ciencia y la tecnología, y toda la riqueza del potencial humano concentra do, nos han
llevado al umbral mismo de una nueva era, pero parece poco visible la estrategia adecuada
para implementarla. Las estructuras profundas de poder continúan sojuzgando las ideas y
manipulando el flujo de recursos en general. Sabemos que coexisten microsociedades donde los
“status” diferenciales no están basados en el ejercicio del poder de unos sobre otros, pero la
tendencia de toda sociedad con estructuras de poder, es la de inclinarse hacia el comportamiento
dominante. Es un hecho histórico condicionado por las ideologías. Pero que esta inclinación es
inevitable, está hoy desmentida por todos los principios de las Ciencias de Sistemas y los procesos
autoorganizativos de la macrodinámica en su constante quehacer irreversible. Nuestra interpretación
del fenómeno sociológico de las estructuras profundas, es que éstas representan las experiencias
sociales repetidas. Ellas, han dejado las huellas orientadas hacia cierta dirección del
comportamiento, en las épocas tempranas de los aposentamientos humanos, continuando en esa
dirección a causa de la inercia social. Todo lo cual, hemos terminado por aceptar, como si fueran las
formas biológicas básicas en la estructuración de las interrelaciones humanas8. No obstante, cada
civilización en sus tradiciones ha demostrado tener una intuición acerca del altruismo y de la
naturaleza y el peligro de las mencionadas estructuras de dominación. El Taoísmo fue uno de las
más antiguos movimientos antijerárquico histórico registrado: apareció alrededor del 400 antes de la
era cristiana como protesta contra el poder político feudal y las guerras. Los Taoístas predicaban la
obligación de observar las leyes de la naturaleza y su comportamiento, en vez de la manipulación de
la sociedad mediante el gobierno. J.Needham, uno de los historiadores más prestigiado sobre la
Civilización China, descubre en ella una profunda mentalidad altruista científica. La naturaleza les
enseñó que los procesos de cambio y evolución no involucran necesariamente el uso y aplicación de
fuerzas externas. La acción del agua fue usada como metáfora favorita. Las prescripciones que los
taoístas recomendaron para los comportamientos sociales fueron sacadas de la observación de la
naturaleza y debían ser localistas en la acción reduciendo su gobierno al mínimo de intervención. La
teoría del Yin-Yang derivada del estudio del comportamiento de la naturaleza puede ser interpretada

8
Taxonomía bibliográfica 2 en interfase con 4; Boulding, I976, Part I – The underside of History: A View of Women
Through Time - Wesview Press.
como una teoría de los sistemas disipativos (Prigogine, 1). El yin y el yang, o la polaridad de la luz
y la oscuridad, de lo seco y lo mojado, de lo flojo o suelto y lo firme, donde se están interpenetrando
continuamente el uno al otro y esfumando o borrando los contornos y formas. Luego física y
conceptualmente, reaparecen como nuevas configuraciones en el constante proceso evolutivo.
Para el Taoísmo es el proceso lo que cuenta. La realidad está en continuo estado de
emergencia. Mediante el seguimiento y el estudio de los procesos, los seres humanos pueden poner
al orden social a tono con el Tao, que es el orden cósmico del universo todo. Existen claras
evidencias, especialmente en la nueva Biología, de conceptos evolucionarios asociados con el
Taoísmo (Needham citado y Taxonomía bibliográfica 7).
Procesos de orientación antijerárquica pueden encontrarse en casi todas las religiones
universales. Dentro del Cristianismo, en el Catolicismo, se produjo la organización anti-jerárquica
Franciscana, y luego el Protestantismo dio lugar al movimiento igualitario Anabaptista. La visión de
un nuevo orden social siempre ha provenido de los movimientos anti-jerárquicos que, en su prédica,
han sostenido que ésta es la única garantía para el mejoramiento y la creatividad humana. Las
estructuras de poder de las Iglesias y del Estado en su afán jerárquico y no de división del trabajo,
por contraste, han producido lo contrario.
Incapaces de distinguir claramente por sí mismas lo bueno de lo necesario, impusieron
coercitivamente comportamientos sólo deseables por parte de sus líderes. Tal conducta
intervencionista en diferentes grados continúa en el presente en ambas estructuras, tanto en los
asuntos institucionales internos como internacionales.
Las limitaciones que tales políticas y conducciones ponen al desarrollo de los potenciales
evolucionarios de la sociedad humana puede ser muy serio y preocupante, sobre todo con respecto a
la capacidad social creativa genuina en todo el planeta, cuya provisión de recursos es limitado y
sujeto a la capacidad manipulativa del hombre, y los accidentes atmosféricos y geotérmicos.

LAS CIENCIAS DE SISTEMAS Y LA PERSISTENCIA REDUCCIONISTA MECANICISTA


No tiene provecho discutir con un profeta. Lo único que
puedes hacer es descreerle.
Winston Churchill
Informar con detenimiento sobre las polémicas y distintas posiciones suscitadas por la
Metodología Sistémica, en las diferentes ciencias sociales, escapan a los propósitos didácticos de
este libro, por ello sugerimos a Checkland (1991) quien da cuenta de ello ampliamente.
Sin embargo, deseamos consignar aquí las discrepancias que en materia social ha planteado la
Escuela de Frankfurt con respecto al pensamiento sistémico, y su metodologías relacionadas con
sistemas blandos (software) y la teoría social dentro de la sociología interpretativa y el humanismo
radical. Con respecto a esto, es importante consignar la posición de Jürgen Habermas, a quien
consideramos permanece atrapado en el reduccionismo de la ciencia tradicional, a pesar de su muy
honesta posición intelectual. La razón es que, Habermas el más conspicuo teórico de la Escuela de
Frankfurt, ha montado un duro ataque sobre la Teoría Sistémica -como él la percibe-, sobre el trabajo
de Niklas Luhmann (Sixel, 1976; Mc Carthy, 1978), un líder sistémico en las Ciencias Jurídicas (ver
bibliografía: Luhmann 1989-1990).
La Escuela de Frankfurt está formada por un grupo de intelectuales y académicos asociados con
el Institute of Social Research de la Universidad de Frankfurt, cuyo director desde 1930, fue Max
Horkheimer. Los trabajos de dicha Escuela se han dedicado principalmente a atacar el positivismo,
con el sentimiento de que una adecuada teoría social debe percibir a la sociedad como un conjunto
de procesos (pero con enfoques mecanicistas reduccionistas y no emergentes de la dinámica de la
complejidad), los cuales pueden ser cambiados por los hombres, particularmente en las sociedades
capitalistas avanzadas, las que son miradas como manipuladoras. Postula dicha Escuela, que el
análisis marxista necesita un mayor distanciamiento del positivismo, incluyéndose además de los
factores económicos, el resto de los factores sociales, y consideran a la ciencia dominada por la
cultura occidental, como represora y manipuladora del hombre a través de las estructuras del poder
(Checkland, 1991).
Para Habermas el enfoque sistémico suministra armas siniestras mediante las cuales el control
social puede ser ejercido. En su debate con Luhmann, llega a rechazar la teoría sistémica arguyendo
que ésta podría legitimar el poder de los expertos transformando la Sociología en una Tecnología
Social, con lo cual se llegaría a inhibir las estructuras sociales mismas. Su reduccionismo ortodoxo,
no le ha permitido comprender la naturaleza implícita de la realidad social, la que es constantemente
cambiante, en la que el hombre es producto de su herencia genética y de las experiencias adquiridas,
las cuales lo habilitan para estar continuamente negociando y renegociando con las propias
percepciones frente a la de los otros, en su permanente interpretación y reinterpretación del mundo,
produciéndose así constantes hiperciclos suprabiológicos reorganizativos en búsqueda de más altos
niveles de complejidad.
Si damos una mirada a la Historia de las Ideas, se suele ver cómo se erige una idea que conduce
a irreversibles cambios en el mundo y cómo se percibe éste. La idea sobre capacidad de los sistemas
mecánicos para realizar trabajos mecánicos, es una idea que llegó a denominarse energía, aunque en
el lenguaje común la denominemos electricidad como representación, y como tal, no una idea
abstracta. La Armonía de las Esferas como trabajo de relojería, hizo tropezar a Newton con la
concepción de la gravitación universal y su construcción de una cosmología mecanicista,
constituyendo las ideas fuerzas que dieron lugar a la Revolución Industrial. Una segunda idea,
igualmente poderosa y crucial, dio lugar a la segunda Revolución Industrial en muy pocas décadas.
Esta fue la idea de la Información, connotándose con ello los conceptos de funcionamiento y
funcionalidad. Esta es una premisa básica para la formulación de sus cuatro conceptos centrales que
son: emergencia, jerarquía, comunicación y control, ya enunciadas anteriormente.
Desgraciadamente la Teoría de la Información se centró en la estadística de la transmisión del
mensaje, ignorando el significado de éste. Esta omisión de la idea es tan importante como
Electricidad e Información. Ello dio lugar a la tercera Revolución, la que ha desencadenado en el
pensamiento social y científico un cambio mayor que en las revoluciones anteriores. Este cambio se
inició cuando se comenzó a hacer extensiva la jerarquía para explicar los sistemas duros (hard
systems) a las tareas diarias, en la toma de decisiones humanas, vocabulario que se difundió entre
científicos, tecnólogos y managers, en el afán de llevar a cabo sus trabajos con las llamadas
“ciencias duras”. Con esto, no se tardó en advertir las desviaciones en las que se incurría al caer en
generalizaciones que profundizaban enfoques reduccionistas con respecto a los sistemas de
tipologías disímiles, produciendo el efecto por el que muchos científicos e intelectuales polemizaran
o rechazaran el enfoque sistémico.
Ello llevó a los teóricos sistémicos a analizar las dificultades generalizadas para poder entender
a los sistemas naturales, y revisar los conceptos sobre sistemas blandos, especialmente cuando éstos
presentaban alto nivel de complejidad tales como aquellos que componían el mundo social. Estas
consideraciones, a su turno, hicieron comprender a los embarcados en la solución de problemas
reales, sobre la necesidad de una redefinición y elaboración conceptual, la que produjo resultados
inesperados. Especialmente en la teoría del aprendizaje, la naturaleza del fenómeno de la cognición,
la semántica y la semiótica, como componentes constantes de todas las situaciones, que siempre
están determinadas por el sentido que ponen en evidencia los diferentes lenguajes, sean verbales,
corporales, gráficos o visuales, al decir de G. Vickers en “The Appreciative Setting” (1968-1973)
(Taxonomía bibliográfica 7 en interfase con 1 y 6). Las implicaciones en la Teoría Social, se tradujo
en que, de una vez por todas, no se puede sostener que existan realidades sociales sustantivas,
porque no existen realidades sociales que puedan ser probadas de igual modo que las realidades
físicas como las regularidades del Universo. Aunque el siglo XX nos enseñó a tener en cuenta
dichas regularidades, gracias a las cuales se conocía el mundo físico, químico, biológico, etc., fuera
de nosotros, y que podíamos manipular mediante el uso del método de las ciencias naturales y el
conocimiento de las ciencias sociales.
Sin embargo con dicho método no se podía alcanzar esa misma clase de “certeza”. De ahí se
descubrió que la mayor importancia estaba en el método, más que en los hallazgos, más en los
procesos que en sus contenidos. Es decir, cómo se percibe al mundo y cómo finalmente se lo
representa. Por ello surge de todo esto la necesidad de definir la naturaleza de los sistemas sociales
como sistemas blandos (soft systems). Así se llega a la conclusión que el sistema social implica un
continum abierto cuyos componentes o subsistemas no son determinísticos. Éstos, dentro de sus
dinámicas internas, rechazan a cualquier suerte de dictador, tirano o demagogo, con lo cual se
alteraría la propia inteligencia de su funcionamiento. Ello pone en evidencia a los científicos
sociales, que hay que aprender a incorporar más conocimientos para poder entender esta aparente
contradictoria situación. Mientras más conocimientos tenga el ciudadano como agente social,
menos posibilidad existirá de la acumulación del poder y distorsión de la dinámica interna del
sistema social.

LAS ESTRUCTURAS PROFUNDAS DE DOMINACIÓN EN LOS COMPORTAMIENTOS Y LA


DEMOCRACIA
La dependencia de las estructuras profundas de poder en el proceso de la convivencia y la
evolución cultural no han sido adecuadamente estudiadas ni entendidas todavía. Sabemos que el
proceso de socialización es crítico para el desarrollo de las potencialidades del individuo, y que éste
es muy difícil bajo condiciones de amenaza. Los repertorios de comportamientos aplicados por las
estructuras especificas son muy estrechos. El miedo constriñe la libertad espontánea y las conductas
exploratorias cerrando la mayoría de las veces las puertas para el vuelo libre de la imaginación en los
repertorios consensuados.
La extensión del autoritarismo prevalece en las aulas de las sociedades industriales, y de este
modo, éste ha pasado al repertorio de comportamientos en la vida adulta. Las estructuras de poder
de esta manera en cualquier sociedad han perjudicado la capacidad de confianza decisoria y de
creatividad del individuo, dejando larvado en la mente de todo ciudadano cierto grado de
dependencia que lo conduce e invita a la sumisión o a la apetencia por el poder, sea cual fuere el
grado de violencia a emplear. Mientras más compleja es una sociedad es más aguda la dependencia,
más débil la autoestima y más errática la violencia. No es inimaginable una sociedad caracterizada
por actitudes públicas basadas en la confianza, que genere procesos de realimentación de la
identidad positiva y de las energías nutridoras psíquicas, de modo que el individuo pueda permitirse
una participación abierta en todas las interacciones del escuchar y aprender, sea cual fuere el
propósito. Tal grado de libertad ampliado podría producir una realimentación continua alentando la
autopoiesis creativa entre los que participan en tal interacción.
Esta clase de sistema de realimentación psíquica, opera muchas veces en grupos de interés con
gran número de participantes, unidos por un fuerte sentimiento de metas compartidas como un
proceso energizante, especialmente en el aprendizaje social. Una sociedad basada en la confianza
que da el altruismo, podrá tener presumiblemente fuertes ingredientes de localismo, pero a la vez
también muchas configuraciones estructurales que faciliten la comunicación de doble vía con las
esferas públicas, logrando así el adecuado grado de cualidad de la convivencia y la funcionalización
genuina de la democracia.

LAS ESTRUCTURAS PROFUNDAS DE DOMINACIÓN Y LAS IMÁGENES GUÍA EN LA


DINÁMICA DE LA CONVIVENCIA
Existe una evidencia histórica sustancial que siempre han existido en toda sociedad imágenes
guías de autoafirmación, aunque éstas han tenido que ver más con el sostenimiento y viabilidad de
cada sucesión cultural. No obstante, el papel jugado por estas representaciones, han sido
normalmente subestimadas a la hora de su estudio sobre la dinámica social.
El sociólogo holandés F. Polak en su trabajo Image of the Future afirma que aquellas
sociedades que han florecido, han tenido siempre la capacidad de generar visiones diferentes a
aquellas que constituyen el soporte de la experiencia de la realidad inmediata. Estas visiones han
estado sujetas a un proceso histórico de selección, las que han dado lugar a ciertas imágenes con una
poderosa capacidad de resonancia social. Dichas imágenes han actuado como generadores de
energía social, llevando a la sociedad hacia un verdadero proceso de realizaciones. Demuestra
además, que cada gran civilización del pasado ha sido formada por la resonancia adquirida por las
imágenes de futuro que les precedieron. Al referirse al siglo veinte, Polak detecta una declinación en
la capacidad de producir imágenes de futuro en Occidente, como aquellas proyectadas en el Renaci-
miento o el iluminismo. La planificación del mundo socialista terminó por eliminar el proceso
visionario, dejando a las sociedades que la han padecido en un estado de postración creativa y de
sometimiento desorientado.
Si echamos una mirada a la literatura de la Antigüedad encontramos imágenes recurrentes.
Hallamos allí imágenes referidas a seres humanos viviendo juntos en forma pacífica en un jardín en
el cual reina la abundancia, compartirla y la alegría. Los nómadas del desierto del Medio Oeste, los
Griegos del Ática que cultivaron su terreno pedregoso y los nórdicos que trabajaron las tierras aún
más pedregosas del Mar del Norte, todos conocieron las imágenes del abundante y Pacífico Jardín.
Tanto los grupos humanos aposentados como los transhumantes o nómadas contaron con dichas
imágenes. Algunas veces éstas representan visiones de épocas por venir; otras de una vida posterior
a la muerte. Lo que es importante es que todas tienen en común la idea de unión y participación. La
lucha, la muerte o la cautividad no aparecen en la escena. Podríamos rotular dichas leyendas y
representaciones como potencial patrimonio cultural para la vida pacífica y en armonía. Estas
leyendas están reflejadas como imágenes guía en el orden social ideal de toda sociedad, en sus leyes
y en sus tratados de postguerra con otras sociedades. El hecho que dichas imágenes provengan de
sociedades guerreras bien conocidas las hacen aún más interesantes. Es digno de notar que dichas
imágenes describen guerreros que devienen seres andróginos poseyendo tanto los caracteres
femeninos como los masculinos (Boulding, 1977). Podrá parecer una verdad de Perogrullo que la
acumulación de conocimiento de una sociedad determine las imágenes de futuro que ésta produce.
Más aún las actitudes con respecto a ese patrimonio de conocimiento y las actitudes hacia la
valoración de la acción humana, pueden ser más importantes que la acumulación de conocimiento en
sí misma. Sin embargo, dichas actitudes han variado en forma significante de sociedad en sociedad
de acuerdo a la capacidad creativa de cada una.

LAS IMÁGENES GUIA DEL FUTURO Y LAS CULTURAS PARASITARIAS


En la obra citada, F. Polak identifica con respecto a las imágenes guía de futuro, dos corrientes
actitudinales cíclicas operando históricamente. La primera corriente puede clasificarse como ciclo
pareado de actitudes optimismo-pesimismo, en la que se contempla a la humanidad como
inherentemente buena o mala y consecuentemente a su orden social. La segunda corriente
representa el ciclo humanista escatológico con la concepción del cambio social en la que no existe
Dios y todo depende de la humanidad misma.
La significación de una visión escatológica del proceso social, es que ésta aparta a la
imaginación humana de la posibilidad de explorar otras posibilidades libres de barreras. Esto puede
contrastarse con la visión utópica del proceso social en la cual uno se atreve a imaginar aun lo que
no ve, como implementar aunque esto fuere “irresponsable”. En concepto de Polak, su manera de
ver es que las civilizaciones han alcanzado su más alto grado de florecimiento en períodos de
optimismo con respecto al orden social combinado con el sentimiento, en una asociación de lo
divino con lo humano para llevar a cabo el cambio social. El reconocimiento de los aspectos
trascendentes del proceso social sobre la posibilidad de producirlo, no depende enteramente de
intuiciones concientes o de proyectos ligados al despertar de una responsabilidad humana por el
mejoramiento del orden social.
El reconocimiento de estos aspectos trascendentes ha sido una fórmula poderosa para liberar y
volcar los potenciales humanos del pasado. La culminación de un largo periodo de secularización ha
desalentado a los ciudadanos contemporáneos, apartándolos de la idea de lo trascendental como
elemento interviniente en los asuntos humanos, como consecuencia de la razón de la estructura
interna de las ideologías deterministas. Esto lo evidencian los fracasos en Occidente con respecto a
la eliminación de los problemas relacionados con guerras, pobreza, hambre, enfermedades e
ignorancia, los que en el pasado siglo parecieron que podrían ser solucionables, agravándose aún
más en el umbral mismo del siglo veinte. La creencia de que la ciencia podía resolverlo todo, nos ha
dejado con muy poco margen de optimismo con respecto a la capacidad humana para el adecuado
tratamiento de los problemas sociales. Con el más vasto patrimonio científico y cultural acumulado
por la humanidad, las sociedades actuales parecen no contar todavía con una imagen de futuro. No
tenemos aún una forma convincente acerca de cuales de los efectos de interacción entre las
diferentes imágenes de futuro de cualquiera de las grandes civilizaciones contemporáneas,
propiciarán el cambio al que se dirige el mundo actual.
Lo único que podemos decir es que es probable que emergiera una nueva síntesis como imagen
de futuro, cuando la visión del paradigma evolucionario sea internalizada por los líderes
instrumentales en todas las áreas del planeta. Es posible que en el futuro, el orden social comience
un proceso de armonización entre las grandes regiones con gran aumento de sus interacciones. Es
posible que la continua homogeneización asociada con la dominación occidental termine por
envolver al planeta todo, o que esta homogeneización pueda ser reemplazada por una interacción
más dialógica entre culturas, permitiendo que al pasado único de cada tradición, con su sabor propio,
se le permita desarrollar nuevas formas sociales que se concatenen con todos los niveles planetarios.
Mirando hacía adelante, podría ser útil considerar cómo las imágenes generadas por una
sociedad cualquiera, han sido formadas por las orientaciones culturales provenientes de su propio
pasado, de su nivel de complejidad, de su sistema de valores, de su grado de secularización, de su
grado de desarrollo en sus cuadros de liderazgo dentro y a través de sus clases y roles, y por último
del funcionamiento y extensión de sus contactos con otras partes de la sociósfera.
En cualquier época cultural, sólo ciertas imágenes de futuro provenientes de un grupo de ellas,
han desarrollado suficiente resonancia cultural, afectando al proceso que conduce a la sociedad toda
a tomar conciencia de éstas. Al decir de Polak, esas imágenes terminan por “explotar” como una
“bomba de tiempo” dentro del futuro ambicionado, que termina por ser descubierto. La existencia
de un número variado de nichos ecológicos culturales donde las imágenes y las innovaciones que
éstos puedan acarrear, es muy importante en el proceso de formación de las mismas. Las
condiciones adecuadas para detectar la formación de imágenes de futuro como actos creativos en el
llamado Tercer Mundo, son muy difíciles de intuir o aún de pronosticar o prever. Mucho más, si
dividimos a este grupo por sus posiciones geográficas y zonas de influencia.
Las Culturas Parasitarias no son más que el producto del traslado de artefactos culturales,
produciéndose con ellos un condicionamiento irreflexivo en el complejo social en que actúan. A
éste se trasladan experiencias que no han tenido su propia dinámica y crecimiento como producto
emergente de sus historias trabajadas paso a paso. Estas historias, han dado lugar a la segregación
de creaciones de todo tipo, como epifenómenos desencadenadores de reacondicionamientos
genuinos y absorbiéndose así las innovaciones emergentes, cuando las culturas no son parasitarias.
Como podemos ver los condicionamientos irreflexivos por incorporación de artefactos culturales
exógenos, siempre se hacen con un costo de simplificación o de gasto de ajuste, frenando la
capacidad creativa y desalentando la actitud de búsqueda para expresiones y soluciones genuinas.
Así vemos, que la totalidad del llamado Tercer Mundo, ha adoptado irreflexivamente estructuras
organizacionales, sin proponerse una explicación circunstanciada de las necesidades que se deseaban
satisfacer. De ahí el gigantesco parasitismo generado, creando como resultado un constante acrecer
de hipótesis de conflictos o derroche de potencialidades en la búsqueda de las propias identidades.
Se ha invertido en toda cultura parasitaria, la lógica del crecimiento y la complejidad, las
propuestas exógenas han paralizado los flujos genuinos del crecimiento sin conciliar de manera
alguna las interacciones que podrían haber resultado de un intercambio reflexivo y adopción de
artefactos culturales.

LA INADECUACIÓN DE LOS LÍDERES POLÍTICOS Y SOCIALES Y LAS IMÁGENES DE


FUTURO
En los capítulos que preceden hemos tratado de explicar la existencia de estructuras profundas
con respecto al poder, más allá de imágenes representaciones y arquetipos. Hemos hablado de la
brecha existente con respecto al proceso evolucionario entre las ciencias físicas y biológicas, y las
ciencias sociales y el patrimonio del pensamiento filosófico y teológico, con respecto a la
escatología del Universo. Se ha tratado de llamar la atención sobre la sociósfera, el dominio en el
cual los seres humanos son los portadores y protagonistas del potencial evolucionario y desarrollo
del Cosmos a través de la Tecnósfera en forma significante. Los científicos sociales y políticos no
están acostumbrados a pensar en términos de tener en cuenta la suma de todos los conocimientos
humanos en interacción y las estructuras institucionales del Planeta como un todo integrado. Son
incapaces de realizar una contribución decisiva para hacer desaparecer las brechas existentes. Los
científicos físicos y biológicos tampoco pueden hacerlo, porque sus instrumentos conceptuales,
cuando se aplican a nivel social parecieran introducir un grado de abstracción inapropiado. Es
importante destacar, sin embargo, que el concepto de Tecnósfera, Sociósfera y Noósfera. unidos al
de Biósfera e interconectividad, puedan constituir los pasos adecuados para cambiar la visión de las
estructuras de poder institucionalizadas, y más aún remover las estructuras ancladas en el
inconsciente colectivos de crudo dominio y dependencia (Reflexionar sobre la razón de las hipótesis
subyacentes que han dado lugar a la Taxonomía bibliográfica).
Hasta ahora, sólo ha sido posible interiorizar la realidad social en forma fragmentada. Los
estudios contemplando la Sociósfera, Tecnósfera y Noósfera con sus correspondientes procesos
disipativos creativos como un todo, todavía no han comenzado. Hasta que esto no suceda será
imposible hacer desaparecer la brecha que separa la micro de la macroevolución en todos sus
aspectos, y muy especialmente el de la coevolución del hombre con la naturaleza, y la canalización
de todo su potencial de energía creativa y no destructiva, en el supremo proceso de la evolución del
Cosmos, donde la conciencia antrópica es un derivado, y la creación de las instituciones que
estructuran la convivencia, una consecuencia.
Es sensato el hecho de darse cuenta que las intuiciones relacionadas con las posibilidades de
mejoramiento de la condición humana, donde el altruismo y el amor, han sido motores potentes en la
evolución del hombre y han estado presente más o menos desde el comienzo de la historia. No
obstante, poco progreso se ha hecho en los niveles organizacionales. Es verdad que el proceso
evolucionario de las sociedades, comparado con otros de la Biósfera son históricamente muy cortos.
Nuestra mente parece no estar bien construida para darse cuenta y apreciar los “tempus” de
crecimiento de la sabiduría humana, aunque pareciera que ésta se hace presente en los tiempos
tardíos de la vida individual. Intuimos hoy que estamos en el umbral mismo de una Nueva Era como
se ha intuido también en otros momentos de la historia donde se terminó por retroceder más que en
avanzar. Si en este momento estamos preparados mentalmente desde el fondo mismo de nuestro
inconsciente colectivo, todavía no lo sabemos.
El entendimiento más profundo de las relaciones entre la dinámica de la mente humana y la
dinámica de la realidad sociocultural -la evolución de la Sociósfera y de la Noósfera- abrirá una
nueva perspectiva para las ciencias organizacionales en su sentido más amplio. Una futura teoría
acerca de un mundo humano creativo en continua evolución, conllevará fenómenos tales como cam-
bios y redefiniciones de las instituciones sociales y políticas en la dinámica de los valores, en los
procesos de competencia y cooperación, conflictos, crisis y revoluciones, todos lo cuales serán
considerados como fluctuaciones creativas potenciales, que empujan a la evolución social al
pluralismo cultural simbiótico y la planetarización de la interacción humana, en esta era tecnológica
sin fronteras para la creatividad. Dará por tierra a todo tipo de “optimización” concorde con utilidad
u otro criterio económico “estático”, poniendo en cambio el énfasis en los criterios dinámicos.
Pondrá también el énfasis sobre una responsabilidad creativa activa, desterrando de este modo la
“consumición” pasiva de los actuales derechos humanos.
Una visión evolucionaria del Universo y de la Democracia, es en sí misma, una manifestación
de la evolución. La recompensa por su elaboración como teoría no sólo constituirá una nueva
filosofía natural sino un nuevo entendimiento a nivel académico de cómo estamos interconectados a
todos los niveles con la dinámica evolucionaria, lo cual ayudará en una medida desconocida a una
completa reestructuración de la realidad humana, tanto en la Sociósfera y la Tecnósfera como en la
Noósfera. Con tal cambio de visión, sobrevendrá una reorientación de la acción política relacionada
con los aspectos significantes en sí mismos, de la vida humana, con un enfoque realista de la
evolución misma y no solamente de la creatividad humana.
NODO X
MACROMETANOIA:
LA GRAN TRANSFORMACIÓN Y LA NUEVA IMAGEN DE LA REALIDAD

ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DE LOS CAMBIOS DE PERSPECTIVA


EVOLUCIÓN ESPACIAL DE LA CONDUCTA. LAS GEOMETRÍAS CULTURALES. LOS NUEVOS
LENGUAJES Y LA GÉNESIS DEL PODER
ECOLOGÍA CULTURAL. HACIA UNA NUEVA CIENCIA DE LA CULTURA PLANETARIA
CIENCIA GAIA, DINÁMICA POLÍTICA, IDEOLOGÍAS, ECOLOGÍA CULTURAL E IDENTIDAD
POLÍTICA Y NOOÉTICA. EL SALTO PARADIGMÁTICO
CONCLUSIONES
NODO X
MACROMETANOIA:
LA GRAN TRANSFORMACIÓN Y LA NUEVA IMAGEN DE LA REALIDAD

ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DE LOS CAMBIOS DE PERSPECTIVA


Pienso que las ideologías políticas y religiosas son teorías
filosóficas, y como tales se constituyen en la apreciación
de la verdad y son por lo tanto, fuente de negación de los
que no comparten la misma creencia.
H. Maturana
Los movimientos de horizontes mentales pueden ser tanto científicos como religiosos. Podemos
ver a Descartes aislándose del mundo en que estaba instalado, poniéndolo todo en duda basta
alcanzar una visión iniciática mediante las matemáticas, y yendo tras ellas a formular un nuevo
método científico. Puede notarse sin embargo, cuán mítico es su Discurso del Método. Al decir de
Joseph Campbell éste constituye el monomito de separación, iniciación y retorno. Tiene la misma
estructura de iniciación que el de Moisés. Se escapa de Egipto como fugitivo. Habiendo tenido la
visión del incendio en el desierto descubre allí la historia oculta de Israel y retorna a Egipto como
figura profética que ha de transformar la historia.
Moisés y Descartes son culturalmente isomórficos y en cada caso es la desaparición de sus
horizontes lo que produce la bifurcación que mueve o desplaza la civilización de un “atractor’ a otro.
Nosotros estamos ahora presenciando y padeciendo otra bifurcación “catastrófica” (ver glosario),
una separación abismal entre la civilización tradicional y la planetarización emergente, la que
estamos experimentando y soportando con las drogas, contaminaciones y violencia terrorista. Esta
bifurcación, es literariamente catastrófica explicada con todo el lenguaje desarrollado por la
Dinámica del Caos. Esto no significa una mala noticia, después de todo “caos” se recompone un
nuevo “cosmos”. Si nos desplazamos y nos colocamos fuera de las definiciones institucionalizadas
sobre la realidad todavía sostenidas por la universidades burocratizadas o liderazgos tanto políticos
como industriales del Estado-Nación, descubrimos un nuevo significado de estos acontecimientos,
un distinto horizonte. En éste avizoramos un nuevo futuro y cómo las cosas serán en él. Lo que ha
sido percibido como ruido (y caos) dentro de las instituciones, comienza a transformarse en
información cuando se participa en la cultura planetaria en toda su extensión: esta información nos
está prefigurando la aparición de un nuevo cosmos. Lo que se vio como inestable y aperiódico,
comienza a tomar forma de una nueva geometría de la conducta más compleja y abarcativa. Lo que
se consideró desconocido e incontrolable dentro de una mentalidad abstracta algebraica lineal, ahora
se transforma en una experiencia que se corporiza en forma de danzas sin razón aparente, y que
puede ser manejada por las ciencias del Caos y las nuevas matemáticas, para la reorganización y
visualización de un nuevo Cosmos que responde a las leyes que rigen al Universo evolucionario,
recreativo constante y en búsqueda de mayores niveles de complejidad y trascendencia de las
mismas. Toda transición de un estado a otro suele experienciarse con la visualización que
manejamos todavía como una amenaza, y las condiciones o situaciones se miran como problemas
que requieren o deben ser resueltos a través de una respuesta institucional.
Consideremos por ejemplo, la contaminación atmosférica, el síndrome del sida, las catástrofes
termo-nucleares o un colapso económico global. Si en vez de considerar esos fenómenos como
amenazas a gobiernos e instituciones, nos preguntamos: ¿qué clase de geometría como imagen de
cambio le está dando forma?; ¿y cuál es su conducta?; ¿qué es lo que está apareciendo en los límites
de nuestro entendimiento, en el horizonte entre percepción e imaginación?; ¿cuál en la fase-espacio
entre Nación-Estado y Planeta?; ¿qué está pasando entre ambos en una economía electrónica?
Nuestro convencimiento es que las nuevas formas con las que se podrán entender los fenómenos con
que nos debatimos a diario, son sólo explicables con las nuevas matemáticas, las que nos han
provisto de una distinta imaginería que nos pone fuera de la visión Cartesiana-Galileico-Newtoniana.
Una mentalidad superadora de un universo mecanicista gobernado por estructuras y no por procesos
autoorganizativos es lo que debe conciliarse con la visión tradicional, dando lugar al cambio
perceptivo de una nueva visualización de la realidad.

EVOLUCIÓN ESPACIAL DE LA CONDUCTA. LAS GEOMETRÍAS CULTURALES. LOS


NUEVOS LENGUAJES Y LA GÉNESIS DEL PODER.
La geometría es el material mágico mediante el cual el
mundo fue construido.
Albert Einstein
Cuando se analizan y estudian los aportes de los historiadores del arte y los filósofos de la
ciencia, se puede advertir que subyace en todo el recorrido una verdadera historia cultural de la
geometría mediante la cual se ha descrito al universo y se han organizado a su turno las cosmologías
y las estructuras de Poder. El mundo antiguo arcaico, es el mundo de la mentalidad aritmética, de
selección y recolección, de la historia lineal, de los linajes totémicos y de la contabilidad de los
graneros. El mundo clásico de los egipcios, fenicios y griegos es el de la mentalidad algebraica
lineal. Este es un mundo con centro y periferia, con la elite en el Centro y los recursos humanos en
la periferia. El mando en el centro con su especiales sonidos para impartir las órdenes y los
símbolos alfabéticos para interpretarlas en la periferia. Surge el ego como centro, transformándose
en dios antropomórfico. Es un mundo de arriba y abajo, de lo superior y lo inferior, una mentalidad
causal de lo absoluto usada por la imaginación para describir y gobernar el entorno. De otro modo,
la imaginación alfabética y algebraica con todas sus representaciones es inconcebible en el mundo
arcaico que es sólo de espacio oral. La funcionalización del poder es difusa y gira alrededor de la
solidaridad con fuerte acento femenino y el culto a la fecundidad. No encontramos aquí tumbas
individuales sino la presencia de los ancestros en una fosa común, como si
esta fuera el vientre de la Gran Madre al cual todos los huesos de la estirpe o
de la tribu deben volver. No existe un lenguaje con alfabeto fijo, ni un
espacio fijo con geometría, ni tampoco un ego fijo individual. El mundo
arcaico es diferente, tiene su propia mentalidad, su propia imaginación
matemática para cuya aritmética los problemas se limitan al uno y al dos, lo
que es expresado en sus iconos primordiales, en los collares fálicos de la
Gran Madre, iconos que pueden ser vistos en la estatuaria como los del
paleolítico en Dolni Vestonice.
En el decurso histórico se observa el cambio o giro que sufre la
imaginación geométrica como una constante. Así lo advertimos con
Pitágoras o Platón frente a la mentalidad dinámica de Galileo y Newton, con
el cual se produce un proceso e evolución cultural que es inconcebible para
los guardianes del mundo clásico de la Iglesia, la que se queda anclada en
verdades absolutas, inamovibles. La dificultad con las articulaciones de una
mentalidad geométrica a otra, ha radicado siempre en que las narrativas en
matemática y literatura se transformaron en construcciones geométricas que
la mente tomó como realidades y valores absolutos. Los valores de la
mentalidad arcaica se basaron en el parentesco participativo. En la
mentalidad clásica radicaron en sometido y sometedor como jerarquías
estáticas.
Para la mentalidad dinámica del modernismo, los valores se transforman, están en movimiento y
cambio. Galileo y Newton describen el movimiento de una manera; el capitalismo describe el
movimiento de la moneda y el de las elites como circulación legítima. En Derecho, la Filosofía
alemana con Hegel, en Economía con Sombart y el espíritu fáustico, a lo que se suma el
Darwinismo, construyen la ideología acerca del liderazgo político. El Principio de Legitimidad
cobra fuerza con Machiavelo, se racionaliza con Bodín y termina por entronizarse con la revolución
francesa, desplazando el origen divino del poder de los reyes como figuras totémicas, para
transformarse en la teoría del mandato. Todo ello culmina con la sistematización reduccionista
mecanicista a las cuales se ajustan y moldean las estructuras democráticas vigentes hasta hoy.
En literatura Dickens o Sola, describirán el movimiento del individuo, del pordiosero al rico y se
exaltarán los principios legitimadores del individuo como gobernante, pendulándose del mandato a
la dictadura o a la tiranía. Tanto el científico, el político, el filósofo, el negociante, o el artista están
dentro de la misma imaginación matemática.
En los momentos actuales nos encontramos en un nuevo horizonte, a lo que se suma una
encrucijada histórica. Ha aparecido un nuevo horizonte, lo que se denomina “Bifurcación
Catastrófica”, cuya narrativa está contenida en la nueva rama de las matemáticas denominada
Caología y las recién estrenadas Ciencias de la Complejidad. A través de estos aportes, se presenta
la visualización del “Poder” como un hiperfenómeno proveniente de la dinámica de las interacciones
de los componentes de un sistema en busca de objetivos. Se configura éste como un “efecto
emergente” de la armonización y capacidad negociadora de los subsistemas que concurren en la
totalidad de un sistema en su dinámica recursiva. Consecuentemente ha surgido una distinta
mentalidad, la que es inconcebible para los pontífices de la mentalidad de la dinámica Newtoniana,
que son los que gobiernan las Universidades y las Naciones-Estados que conciben y utilizan el poder
como una propiedad legitimada por el solo hecho del estatus. El poder es difuso y propiedad del
sistema en su totalidad. Los nodos decisorios, es decir a los líderes o gobernantes, sólo les queda la
posibilidad de descubrir las alternativas inmersas en el conjunto de posibilidades, que la dinámica
difusa del sistema les ofrece para cumplir los objetivos en función de decisiones óptimas. Como
expertos, estos líderes tienen que crear ilusiones, pero dichas ilusiones están basadas en los
proyectos construidos con la vieja geometría, en un mundo que históricamente ya no existe, se ha
desvanecido ante las emergentes condiciones de nuestra Nueva Cultura Planetaria. Lo que la nueva
imaginación nos aconseja y hace posible hacer, es abandonar dichas “soluciones” las que sólo
resultan obvias ilusiones. Cuando dejamos de ver y pensar con perspectiva de túnel, y optamos por
otra conducta geométrica, nos movemos hacia otra visualización, la que a su vez es transformadora
en forma irreversible. La imaginación es el espacio que nos permite expandir nuestro horizonte. En
los recientes estudios sobre imaginación y razón (véase Mark Johnson, The body in the Mind,
Chicago University Press 1987) el cuerpo humano es el campo de la metáfora. Con ésta extendemos
nuestra percepción y con ella razonamos e inferimos por homología. La nueva física no es más que
un lenguaje. Parece una ironía que la experiencia humana transmitida por un artista, un santo o un
yogui, en diferentes culturas por milenios y repetida en situaciones completamente diferentes, hayan
sido miradas como supersticiones o ilusiones, mientras que una partícula elemental que existe como
un impulso de un nanosegundo, vista en una pantalla, solo por las eminencias de aceleradores de
partículas como el C.E.R.N. o de Palo Alto, que han costado tanto como la construcción de la Gran
Pirámide, sean consideradas “científicamente reales”. En éstas nuevas mentes “una partícula no es
más real que un ángel o un enano de jardín, estas no son, en el decir de los nuevos científicos como
F. Varela, construcciones introducidas por los aceleradores, sino que son abstraídas por la
imaginación perceptual así como los santos o bodhisatvas introdujeron los ángeles mediante la
meditación”.
La Física Moderna según sus científicos, entre ellos Bruce Gregory (Inventing Reality, New
York, Wiley and Sons, 1988), es un lenguaje. La Religión también es un lenguaje, y tanto ciencia
como religión tienen sus ideologías. En un sistema de pensamiento se puede discutir cuántos
ángeles pueden danzar en la cabeza de un alfiler. En otro sistema como en el de las ondas de
Broglie, las que pueden proveer imágenes o conclusiones tan disturbantes como las abstracciones de
Schöedringer, con respecto a la metáfora del gato. Tanto la ciencia como las religiones son
sostenidas por los Estados, y como se invierte en lo que se cree, los sistemas así sostenidos terminan
por convertirse en nuestra realidad cultural y desde ellas estrangular las dinámicas interactivas que
genera la convivencia al imponer estructuras que empobrecen y distorsionan los procesos. Son éstos
los que generan la nueva geometría fluida y cambiante de toda la realidad en permanente evolución
creativa en busca de nuevos niveles de complejidad y trascendencia (Taxonomía bibliográfica en
Interfase: 1. 2, 5, 6 y 7).

ECOLOGÍA CULTURAL, HACIA UNA NUEVA CIENCIA DE LA CULTURA PLANETARIA


No descubrirás nuevas tierras a menos que dejes de
perder de vista la costa por algún tiempo.
Irónicamente los Físicos y los Biólogos son los grandes sacerdotes, quienes han derribado el
materialismo científico, los que nos han liberado de la garra de los positivistas. Esta cualidad
imaginativa en todas los tiempos ha producido el cambio de geometrías conductales con la
consiguiente inflexión en los modos de construcción y deconstrucción de la realidad. Con el
Principio de Incertidumbre de Heisenberg; la teoría de la Relatividad de Einstein y los desarrollos
posteriores de la Física de Partículas; la conceptualización de los fenómenos de las estructuras
disipativas de Prigogine; de Autopoiesis de Maturana y Varela; los aportes de David Bhom y de
Rupert Sheldrake; la Teoría de Sistema y las nuevas matemáticas del Caos; ha devenido un proceso
irreversible. Estamos en presencia de una nueva cualidad imaginativa: las descripciones en la
ciencia han comenzado a ser de una trascendencia innegables, obligándonos a cambiar
sustancialmente el tenor y cómo se hacen las preguntas. Las antiguas respuestas han quedado
obsoletas. Cada inflexión en el conocimiento crea sus espejos para reflejar y sus anteojos para
proyectar y ver la realidad. Los artistas del Renacimiento se fascinaron con el descubrimiento de la
perspectiva y del movimiento. Con el giro que tomó la fe religiosa y la observación científica, la
inmutabilidad de los dogmas terminó por resquebrajarse. El cientificismo mecanicista creó su propia
narrativa arrastrando a las llamadas ciencias del Espíritu. Hoy en día el conocimiento se construye y
alcanza a través de muchas percepciones que se organizan entremezclándose: Arte, Ciencia y
Tecnología (Ver Enactivismo, Nodo VI).
La producción de imágenes con el computador y la ciencia ficción se confunden con la dinámica
de la Ciencia del Caos y la nueva música. La producción de imágenes virtuales y su animación.
para simular el interior del cuerpo humano o el comportamiento de las Galaxias nos facilitan una
nueva geometría a la que no habíamos accedido antes. El paisaje musical actual en virtud de la
interacción tecnológica, nos muestra cuando la música es arte, ciencia o cuando la ciencia construye
el campo mismo, es decir que es muy difícil establecer los límites entre ciencia y arte. Hoy
podríamos decir, que la guerra mantenida entre el científico y el artista en nuestra tradición
occidental positivista, se puede dar por superada. Ambos realizan del mismo modo el proceso
cognitivo si se tienen en cuenta aquí los aportes de la Autopoiesis o de la Geometría Fractal entre
otros. Podemos observar como cada vez más los científicos se acercan a los artistas y a los místicos
y viceversa. La ciencia hoy acepta la indeterminación, la incertidumbre, el caos y la poiesis en sus
descripciones con imágenes.
Para la formulación de sus leyes, los artistas dicen que no se trata sólo de un improntu de la
imaginación, sino, una manera de incorporar el conocimiento utilizando la inspiración con habilidad
y rigor en el proceso creativo. De tal modo que científicos y artistas saltan los límites, confunden
sus fronteras para avizorar un nuevo horizonte cosmovisivo, para lo cual necesitan apelar a una
nueva imaginería que está más allá de lo visible, tratando de captar lo que está fuera de lo que
conocen en forma tridimensional. Bien valen aquí los ejemplos de las pinturas de Magritte o Escher
donde cada uno puede presentar al mismo tiempo, imágenes distintas mediante un horizonte
invisible para el ojo, horizonte que aparece, según la persona a medida que ésta observa con su carga
de subjetividad. Así como sucedió con el Renacimiento italiano está sucediendo en este
renacimiento planetario. Asistimos hoy a una nueva música, a una nueva mente planetaria del jazz,
de las nuevas formas de conocer y reconocer mediante lo invisible.
Incursionamos en meta-dominios, es decir, estamos entrando a un nuevo mundo emergente, una
nueva conexión entre el macro y el microcosmos. Este va de la química de la atmósfera a la
Bacteriología; de la Biología de la Cognición a los Sistemas Autoorganizativos. La imaginación de
los científicos reduccionistas positivistas, dentro de la cual permanecen la Economía, la Política, el
Derecho y el resto de las ciencias organizacionales continúa reinando en las claustros. Esta
imaginación se ha transformado en una subcultura arqueológica como descripción de la realidad,
estrangulando de este modo todos los procesos reorganizativos que está generando el proceso
coevolutivo en el que estamos lanzados, conforme a la ciencia reciente como nuevo dominio para la
descripción de la realidad. Se impone una distinta forma de cognición, la que ya ha emergido en
interfase con la tecnología. una nueva cultura, otra reorganización de las interacciones humanas.
Por lo tanto se ha descubierto, una re-visión para poder incorporar las descripciones profundas de los
nuevos comportamientos. A medida que aumenten las amenazas contaminantes y el deterioro de la
seguridad personal no sólo en lo físico y económico, sino también en lo que hace a la propia
identidad, tendremos que ajustarnos a estas nuevas descripciones para escapar a los efectos
alienantes que produce el mantener las viejas narrativas para comunicarnos el presente actual. Aquí
vemos como las auto-respuestas entran en conflicto con las nuevas preguntas que la realidad nos
insinúa en cada paso. Se vuelve evidente el hecho de que el conocer no radica en las respuestas sino
en las preguntas que sugieren el nuevo entorno. Podemos observar, en otro orden de cosas, que hay
cambios significantes con respecto al ambiente en lo que se refiere a innovaciones con respecto a
arquitectura; en las campañas contra pesticidas, con respecto al cultivo de las bacterias que podrían
dar lugar a la obtención de energías como emergente de una reinterpretación en los aportes
provenientes de la Ciencia Gaia. Aquí lo microscópico trabaja interconectado con lo macroscópico
proveyendo nuevas bases para una economía científica.
Para esto se requiere una nueva manera de reconocer los lineamientos que conducen a adquirir
la habilidad que proporciona el nuevo entendimiento que da la Biología en interacción con todos los
aportes tecnológicos entre micro y macro ciencias, mediante la nanología como proceso
autopoiético. Con respecto a la teoría de la Cognición se ha evidenciado que lo perceptual se integra
con la fisiología óptica mediante el ambiente cultural como proceso de acoplamiento, dando lugar a
una nueva y distinta construcción semiótica activa de la realidad, la que se presenta con simultáneos
niveles de complejidad interactiva y nunca linealizada a lo que estábamos acostumbrados. Todo lo
cual, está produciendo una distinta geometría de la conducta. Las ecuaciones lineales utilizadas para
describir un huracán o la turbulencia de una aeronave con motores jet comenzaron a revelar que,
cuando se empezaba a manejar muchas variables se daba un salto a un nivel más complejo y que
transponiendo la imagen que dichas conductas presentaban, al representarlas como modelos, se
entraba de lleno en la morfogénesis estructural de René Thom o la Dinámica del Caos de Ralph
Abraham (Ver bibliografía). Como consecuencia, a partir de estos niveles de complejidad,
advertidos, ha sido la nueva imaginación experimental, la que ha dado respuesta, la que por sí misma
no puede explicarse sólo con palabras, como sucede con la melodía la danza o el dibujo. Hoy un
científico construye sus propias metáforas cuando trabaja con un supercomputador o computador,
como los últimos producidos que poseen los más veloces mecanismos de (“pattern-recognition” -
reconocimiento de configuraciones) los que superan al cerebro y al ojo humano. Con estos pueden
coger los “gigabits” de información sobre un huracán, representar ese huracán y transponerlo o
transformarlo en un gráfico como complejo semiótico. Cuado el científico lo observa, descubre la
imagen oculta en esos datos y le da una forma representacional, comienza auxiliado por el poder de
la imaginación hasta alcanzar a entender su conducta aunque esta no sea informada por el ordenador.
Esto por cierto, no es posible para el programador con sus millares de ecuaciones lineales porque
ello no puede ser conocido o controlado con un nivel más bajo de imaginación perceptual, sino con
un nivel más alto de abstracción que escapa a nuestro habitual manejo del espacio. Es decir con
diferente capacitación cognitiva. Es necesario alcanzar una mente activa con una nueva capacidad
enactiva de la imaginación, para llegar a tales profundos dominios cognoscitivos los que proceden a
reorganizar la percepción emergente de la nueva fuente de datos.
Desde las distintas disciplinas y a través del entrecruce que sólo un puñado de científicos y
pensadores, donde todavía no se cuenta con los científicos organizacionales y por ende los
provenientes del ámbito del Derecho, de las Ciencias Políticas y de la Economía se ha conseguido
plasmar un nuevo elitismo cultural. Un solo científico no puede estar familiarizado o versado en los
múltiples campos del conocimientos con el nuevo enfoque cognoscitivo, sean estos campos
conocidos o desconocidos, los descubrimientos se ven enriquecidos con la contribución de los más
variados dominios cognoscitivos y los científicos de los diferentes campos se reúnen para tal fin.
Tales situaciones están resultando más comunes entre comunidades de científicos y pensadores que
en los ambientes académicos. Estos nuevos grupos están operando como “atractores extraños”
(téngase en cuenta la finalidad del Instituto Santa Fe, fundado para el desarrollo de la ciencia de la
complejidad en Nueva México, EEUU). Constituyen el almácigo de las nuevas semillas de la
Ciencia. En el campo organizacional véase Boulding, Jantsch, Laszlo, Luhman, Maturana,
Lovelock, etc. (Bibliografía general).
Todo descubrimiento es en esencia una sorpresa relacional, una convergencia mediatizada al
decir de Bateson. Es generalmente sabido que en cualquier campo del conocimiento siempre se han
establecido nuevas relaciones entre las cosas que antes permanecían separadas. Ramón y Cajal,
Darwin, Einstein, Heisenberg, y hoy J. Lovelock, se movieron fuera de la visión de los pasillos
institucionales promoviendo nuevos horizontes. Generalmente el descubrir exige dejar al cerebro
hacer, durante toda una vida, y que se mueva en el aire fresco de diferentes dominios cognoscitivos.
Una de las razones por la cual estamos en una nueva era creativa es porque la emergente cultura
planetaria es una compleja ecología de múltiples dominios cognoscitivos. Se trata de un mundo
donde las diferentes culturas, no los países, son las que trabajan asociadas. En ella no prima ninguna
cultura imperial ni ninguna elite civilizacional que mapee los grupos creadores de esta nueva
geometría mental. Vivimos en un mundo de tal complejidad topológica que la vieja perspectiva
linealizada de un observador subjetivo dentro de una naturaleza objetiva no puede orientarnos en
nuestro nuevo espacio multidimensional. La imaginación matemática del modernismo fenecido con
las ecuaciones newtonianas ya no son útiles para una descripción adecuada del universo en el que
hemos entrado, en esta cultura planetaria del arte y de las ciencias, las que han roto sus
compartimentos estancos. En forma no intencional, bastante instintiva, nos estamos desplazando
hacia una nueva geometría de la conducta con los desarrollos de las matemáticas desde la Teoría de
Catástrofe a la Dinámica del Caos, desde las Biologías Cognitivas a la Geometría Fractal, de la
Autopoiesis en el microcosmo a la Auto-organización del Universo en toda sus dimensiones. Lo que
mencionamos reiteradamente para su mejor profundización.

CIENCIA GAIA, DINÁMICA POLÍTICA, IDEOLOGÍAS, ECOLOGÍA CULTURAL E


IDENTIDAD
Emocionalmente superficial, temeroso de la intimidad,
orgulloso con su autopercepción, indulgente en la
promiscuidad sexual, horrorizado ante la vejez o la
muerte, el nuevo narcisista ha perdido interés en el
futuro.
Christopher Lasch
The Culture of Narcissism, Warner Book, 1979
En una interpretación de la dinámica planetaria basada en los principios de la Ciencia Gaia,
comenzamos a entender y usar un nuevo lenguaje al desentrañar la dinámica de la Ecología Cultural
en sus interacciones y sus conexiones con la Biósfera. No bien alcanzado esto, no tardaremos en
entender y descifrar tanto los sistemas paradecisorios en los regímenes jurídicos, sociopolíticos y
económicos. Estos no son más que la descripción de procesos metabólicos parasistémicos nocivos
de los sistemas visibles u oficiales. En materia, sea ésta política o económica, podemos sin duda
afirmar que el juego entre ideologías de derecha o de izquierda se encuentran en un punto de
encrucijada y que ambas no van a ninguna parte, porque están basadas en el mismo principio
mecanicista de las llamadas ciencias duras manejadas aún por el reduccionismo mecanicista. Se ha
podido comprobar que la degradación del ambiente en los países del Este es mucho mayor que la de
los países capitalistas. La transición de un modo de Conciencia Ideológica a uno de Conciencia
Ecodinámica requiere que nos traslademos a otro nivel de entendimiento o razonamiento, más allá
de los esquemas de derecha o izquierda o de teorías económicas. Para ello los principios del nuevo
Paradigma Científico nos muestran como continentes y océanos constituyen un todo en la conducta
de la dinámica global, y no son entidades separadas sino sustento de la Biósfera, la Tecnósfera y la
Sociósfera.
Justamente, la vieja filosofía mecanicista en que se ha sustentado la ciencia del industrialismo y
del postindustrialismo, nos dieron como productos la Nación-Estado, las fábricas, las escuelas, como
reclutadoras de mano de obra en compartimentos estancos. Hoy, con los principios provenientes de
la nueva ciencia basada en la Biología Cognitiva y la Autoorganización de todos los procesos
interactuando con el mundo electrónico de la inteligencia artificial, nos han instalado en otros
niveles de la realidad. El ahorro o reserva de recurso, deben ser definidos no con los conceptos de
valores de intercambio en el campo de la competitividad, sino que deberá ser relanzado para la
consecución de nuevas estrategias que conduzcan a la producción. redistribución y armonización de
las libertades congruentes con el destino evolutivo de la Humanidad y de su madre, el Planeta Tiara.
Ninguna época de transición ha sido fácil ni agraciada, y la nuestra no es una excepción. El
dinero electrónico y la música electrónica se han expandido formando una trama planetaria
distributiva de nichos ecológicos culturales. Esta trama se ha transformado en un producto final del
proceso de la vida individual, en un ingrediente evolucionario autocreativo trascendente. Aquí no
toman parte las llamadas leyes de la selección natural haciendo elección de quienes el mejor
adaptado y negociador con el ambiente, lo que quedaba fijado en el linaje como una pretendida
información filogenética del pasado. Ya no pueden existir o existirán dinastías mundiales
conspirando como herederas del pasado. Todo se transforma y se transformará en un complejidad
fractal (ver significado de Geometría Fractal) autoorganizativa, recreativa a partir del ruido
producido por la rotura de las viejas estructuras. Nuevos y emergentes dominios interactuarán
sincrónica e impredictiblemente. A pesar que los individuos en tales nuevos sistemas, no
reconozcan lo que ellos mismos estén haciendo, y por lo tanto no ejerzan el control de los mismos.
Podemos comparar este proceso con las cianobacterias en la formación de la atmósfera que dio paso
a la Biósfera. Éstas no decidieron crear el oxígeno que dio lugar a dichos fenómenos, sino que éste
se produjo con la actividad conjunta de todas ellas como producto emergente. Del mismo modo,
nosotros no hemos decidido producir los hoyos o agujeros de ozono, o el efecto de invernadero.
Hemos envuelto y lanzado nuestros productos industriales con una propaganda postindustrial,
imponiendo modas que alientan y estimulan el consumo de aerosoles desodorizantes, aire
acondicionado, fertilizantes, etc., llevando la conducta consumista a niveles indescriptibles de
estragamientos. Todo esto ha producido un efecto opuesto, transformando nuestro medio en una
Biósfera contaminada en la que estamos obligados a vivir atrincherados en ideologías al uso.
Hemos fomentado la identidad egocéntrica y triunfalista, desprovista de la sustentación de
valores, minando con contravalores casi todo los repertorios, desacralizando la vida humana y la del
Planeta todo, como parte integrante del Universo autocreativo y misterioso, que merece despertar
nuestros mayores asombros y veneración.
Queremos sin embargo puntualizar que los procesos culturales evolucionarios no son negativos
ni positivos, sino que suelen surgir de los mismos, las nuevas maneras en que una sociedad
encuentra la forma de producir emergentes, que a su turno se transformarán en un movimiento
altruista reorganizativo, dando lugar a conductas Nooéticas, como lo demuestra el proceso
regenerativo. Éstas han ofrecido siempre las grandes transformaciones religiosas ecuménicas,
sacralizando nuestros repertorios, como lo hace la Biósfera en sus procesos simbióticos que empujan
la evolución y los cambios de conciencia, con la correspondiente trascendencia de las conciencias
individuales.
Nuestro “inconsciente planetario electrónico” mediante la propaganda y la comunicación, nos
está llevando hacia la creación de una inteligencia artificial en la cual tecnología y ecología se están
reestructurando para colaborar con la Biósfera. De esta manera la Biósfera, donde se cruzan e
interactúan la electrónica con la microbiología, está demostrando un tremendo potencial
evolucionario constante (Lovelock). Ambas no trabajan bajo los principios de Bancos contenedores
de genes, sino como vasos o alambiques donde se producen las transformaciones alquímicas de
nuestro tiempo, y como tal, un correspondiente nuevo paradigma que debemos internalizar y
concienciar (L. Margulis) (Bibliografía Taxonómica 7 en interfase segundo nivel).

POLÍTICA Y NOOÉTICA. EL SALTO PARADIGMÁTICO


El que allí llega de vero de sí mismo desfallece; cuánto
sabía primero mucho baxo le parece; y su sciencia tanto
crece, que se queda no sabiendo, toda sciencia
trascendiendo.
San Juan de la Cruz
Sin los aportes y visión de los nuevos científicos, el paso de la sociedad política actual hacia una
civilización y cultura planetaria postindustrial no será posible. Sólo un salto paradigmático que
produzca el cambio de visión y acción sobre la realidad podrá lograrlo. En todo cambio o paso de lo
viejo a lo nuevo, lo nuevo no se infiere de lo viejo, sino de los “fenómenos emergentes y convergen-
tes” (F. Popp). No se puede inferir la vida mirando en los océanos prebióticos, como tampoco se
puede inferir una sociedad agrícola por el hecho que un puñado de mujeres decidiera domesticar
hierbas silvestres en las colinas hace diez mil años. Tampoco se puede inferir la dinámica global de
la cultura planetaria mediante la observación y análisis de las bases industriales de la Nación-Estado
o de la avaricia de los Bancos o de las Bolsas de Comercio.
Los hombres de negocio ”hacen dinero de la misma manera que las cianobacterias fabrican
oxigeno”. Es así como éstos responden a las corrientes históricas en las que se desenvuelven.
Podemos estar seguros que la mayoría de los hombres de negocio no piensan acerca de las corrientes
que emanan de una política nacional industrial, ya que ésta siempre se orienta en términos
ecodinámicos hacia una Política Nooética como subsistema en el proceso de una política
macrosistémica global. Lo hacen como agentes de compartimentos estancos, respondiendo a las
viejas dinámicas mecanicistas.
Con la nueva visión, todo ello se asemeja más al proceso musical, el que a través de sus ondas y
vibraciones sobre la materia, lo material, el lenguaje que crea la comunicación y no sobre lo que se
habla, se transforma en un proceso recursivo de realimentación circular nooética. Podemos así
entender que la política debe ser una política nooética espacial, en la cual su dinámica se expresa a
través de más de tres dimensiones con una localización globalizada. Sin embargo, vemos que esto
no puede entenderse porque persiste en el inconsciente la noción de Estado-Nación. El Estado-
Nación actual, como última chance podrá perdurar como forma dinosáurica o residual en una
ecología cultural (Taxonomía bibliográfica 1, 2, 4 y 7 en interfase). Estamos pasando de la época
del gigantismo confrontador; dejando atrás las grandes Naciones-Estados basadas en sus identidades
totémicas, deberán dar paso hacia una política nooética para el siglo veintiuno.
Vemos así como los individuos van desplazando su visión del espacio Euclidiano hacia otras
geometrías en la percepción y construcción de la convivencia.
Si fallamos en vivenciar esta transformación en nuestra imaginación espacial y somos incapaces
de trascender nuestra identidad con una dinámica multidimensional integradora, terminaremos por
caer en una implosión de terrorismo paranoide. Este colapso implicaría una entropía cultural
planetaria, es decir el desencadenamiento de guerras tribalizadas de los unos contra los otros; vascos,
iraníes, palestinos, israelíes, serbios, croatas, iraquíes, árabes y así “ad infinitum”. Estas culturas
están padeciendo un recalentamiento mediante el cual liberan energía en la fase de cambio de lo
tradicional a lo planetario, sin darse cuenta que no tienen futuro. Los únicos que parecen entenderlo
instintivamente son las culturas de la juventud planetaria estratificada y extra “establishment”, que lo
hacen a través de la música y sus propagandas humanitarias, cuyos líderes han conducido a una
acción profética de la política Nooética. También se lo expresa en las partes negativas con respecto
a la solidaridad para combatir el sida por ejemplo. No es ninguna sorpresa que hayan prefigurado a
través del caos dinámico que engendra la elaboración musical del Jazz y del Rock, una música
planetaria. Ellos han sido los primeros en zafarse de sus tradicionales culturas. La música pop, las
nuevas matemáticas, la sofisticación aeroespacial, la moda en el vestir, la cultura del blue jean son
procesos paralelos en esta transformación, porque en esta nueva dinámica caótica de la cultura
planetaria ninguna burocracia de tecnócratas de cuello blanco podrá realizar el cambio, como lo está
haciendo la música en lo que se refiere a valores nuevos e identidad social.
Para alejar al mundo de una entropía cultural tan peligrosa como lo amenaza el terrorismo, los
etnocentrismos xenófobos provenientes de las dislocaciones de las viejas alianzas políticas, la droga,
los fraudes financieros, etc., el mundo en su totalidad debe reciclar todos los liderazgos. Introducir a
sus líderes en la dinámica del nuevo paradigma donde la acción se sustenta en una nueva visión y
geometría de la interacción global de liderazgo. Así como la música como arte popular es sólo una
parte de la nueva mente planetaria, las tecnologías aeroespaciales deberán seguir desarrollando una
nueva mentalidad geopolítica respondiendo a mitigar la amenaza de la condición humana. Tanto los
llamados países subdesarrollados como los bolsones de marginación de los llamados países ricos o
desarrollados, deberán afrontar estos problemas mediante programas basados en una economía
científica planetaria. Su horizonte será el de la participación de todas las culturas, superándose las
políticas imperialistas de cualquier signo.
Sin el seguimiento de las leyes que rigen la macrodinámica planetaria será imposible administrar
y distribuir los bienes y servicios que el estado actual de Biósfera y Tecnósfera han producido en su
proceso evolutivo, consecuente con sus procesos autoorganizativos y la capacidad creativa humana
con sus trascendentes epifenómenos, que son: Biósfera, Tecnósfera y Noósfera y todos sus productos
altruistas y solidarios.
Si lo nuevo no es inferible de lo viejo, es imaginable que escritores y artistas, realmente capaces
de concebir una nueva imagen del mundo, sean lo suficientemente intuitivos para enseñarnos lo que
los politólogos, economistas y juristas no pueden hacer.
No es la ideología del capitalismo la que ha ganado a la ideología del comunismo, sino que por
el contrario, el centro, como la periferia de las estructuras imperiales ya fueren americanas o
soviéticas. La Europa Comunitaria misma ha sido incapaz de sostener una identidad territorial en la
dinámica del caos planetario constructivo, surgido de la información electrónica. El capitalismo
postindustial, derivado del centralismo industrial inglés está girando hacia el policentrismo
electrónico de Massachusetts, California y Japón, revelando un estado dinámico, más bien expresivo
como fenómenos autoorganizativos integrativos de una realidad realimentadora planetaria. Tanto los
imperios centralizadores como las Naciones-Estados se están disolviendo. Lo
“endosimbiótico”(Lovelock y Margulis) para la célula planetaria no son los territorios nacionales, si
no que son las personas como organelas, que producen la identidad individual, el bioma cultural.
La mentalidad industrial sigue buscando transformar la villa rural en un complejo industrial,
remplazando la pradera genética que sostiene la biodiversidad, en un monocultivo a base de
pesticidas, generando los desastres ecológicos conocidos. Si continuamos persistiendo en pensar y
actuar con la vieja mentalidad, si continuamos creyendo que un gene tiene un solo rasgo, que una
nación tiene una sola identidad soberana, y que el planeta es el contenedor de todo el sistema vivo,
continuaremos los genes, las naciones y la biósfera hasta llegar con nuestro empecinado ingenio a
provocar su extinción. Si por otra parte, entendemos que la compleja ecología en las enzimas del
citoplasma, como igualmente la dinámica morfológica de los cordones de ADN son las que
transmiten la herencia, nosotros mismos experimentaremos un mismo sentimiento a través del
tiempo, mediante el cual continuaremos generando nuestra descendencia. Si conseguimos alcanzar
una visión Gaia de la Dinámica Planetaria, lograremos entender que son los endosimbiones los que
participan en el proceso metabólico. De este modo investiremos a nuestra identidad con una
capacidad constructiva en la vida del proceso planetario, abandonando así el concepto Nación-
Estado, sustituyéndolo por el de Ecologías Culturales de la diversidad. Porque tanto un africano, un
ruso, un árabe, un australiano, azteca o esquimal son ingredientes constitutivos de la propia
identidad, no como una sombra o como un enemigo, sino que necesitamos soportarnos y sostenemos
los unos a los otros porque somos compañeros simbióticos en la ecología planetaria como biomas
culturales.
El hecho de salvar a los otros nos salva a nosotros mismos.
Para entender las interrelaciones políticas entre el efecto de invernaderos, los agujeros en la capa
de ozono, y las revoluciones y colapso de las naciones del Este Europeo, necesitamos cambiar
nuestra visión muniéndola de un enfoque proveniente de la dinámica ecológica cultural. La
imposición forzosa de las viejas ideologías nos llevarán únicamente a continuas explosiones de
violencia en ciclos de supresión desde el centro y de terrorismo desde la periferia, o de
desintegración en etnias regresivas y autodestructivas, como puede apreciarse en los Balcanes. Lo
que se impone como necesario no es un panel de académicos expertos para llevar acabo un análisis
de las relaciones internacionales, sino una reimaginación del mundo en que vivimos, un cambio de
percepción del mismo. Para esta tarea no hay expertos porque todos estamos necesitados de lo
mismo.
Mientras los poderosos se reúnen en los parlamentos, en los grupos de presión o en los
cónclaves académicos o económicos, las jóvenes generaciones en las calles y esquinas pueden estar
demostrando que la sabiduría está encerrada en una canción o en un tema o metáfora improvisada.
Sólo la imaginación y la inventiva puesta en acción puede librarle batalla la reduccionismo
mecanicista arrogante que ha dominado nuestras mentes durante un período histórico crucial. Una
nueva mentalidad histórica ha aparecido y su visión del mundo es profundamente diferente, no sólo
porque nos provee de de una nuevo paradigma, sino que nos hace vivir una nueva cultura planetaria.
No se tardará en rediseñar la base misma de los aposentamientos donde se desenvuelve la ecología
humana. Se generalizarán las nuevas maneras y formas de conocer, articulando los procesos
emergentes de esta distinta cognición, con una nueva humanidad que omita y destierre la inmensa
pena proveniente del malentendimiento en todas los rincones de nuestra vida planetaria.

CONCLUSIONES
Durante el siglo dieciocho la idea de transformación fue crucial en todos los campos del
conocimiento y de la acción. Se produjeron las consolidaciones de los imperios modernos y la
formación de las Estados-Naciones de los nuevos países de habla española y portuguesa, los aportes
de la Termodinámica y del Electromagnetismo, y la nueva narrativa del proceso evolucionario.
Spencer y Darwin son los campeones de una nueva manera de pensar. Simultáneamente los
movimientos pictóricos y literarios, transforman perspectivas y polarizan las desigualdades.
El comienzo del siglo veinte recibe tal herencia, la que, con la ayuda del cinematógrafo, la
novela, la música, la pintura, las ideologías y las grandes guerras, terminan por darnos el cuadro
acabado de la apoteosis de las transformaciones. Ahora, al final mismo del siglo XX, cuando el
ruido en las ciencias de la comunicación es para nosotros lo mismo que el calor fue en la Termodiná-
mica, nos encontramos con una nueva forma de arte y una nueva interpretación de las leyes de
Darwin. Contamos hoy con nuevas obras musicales que mediante y en conjunción con el video y la
realidad virtual mediante el computador, se pueden grabar los sonidos vibracionales de las plantas y
transformarlos mediante el análisis espectroscópico en sonidos musicales. Estas nuevas formas
musicales son formas de arte, logrados en cooperación con la ciencia que ahora está apareciendo en
el nuevo horizonte.
Cuando esta música se generalice y gane terreno en nuestra audiencia, nunca volveremos a ser la
misma cultura, porque ya no expresará sentimientos patrióticos, ni lenguajes o literaturas, porque es
la expresión de una nueva cultura planetaria científica. Éstas son las nuevas formas de
transformaciones que se están produciendo en nuestro horizonte.
NODO XI

HACIA UNA MACRODINÁMICA PLANETARIA:


LA CRISIS DE LOS SISTEMAS ORGANIZACIONALES GLOBALES
Y LA DE SUS LIDERES

LA CRISIS DEL DERECHO Y DE LAS CIENCIAS POLÍTICAS


EL NUEVO CIUDADANO
LA NUEVA VISIÓN CIENTÍFICA Y EL PROCESO DE OBSOLESCENCIA EN LAS CIENCIAS
JURÍDICAS, POLÍTICAS Y ECONÓMICAS
OBSOLESCENCIA POLÍTICA Y PODER
ECONOMÍA Y CIENCIA GAIA
OBSOLESCENCIA POLÍTICA, CIENCIA GAIA Y PODER
LA CRISIS DE LA ECONOMÍA TRADICIONAL
CIENCIA JURÍDICO-POLÍTICO-ECONÓMICA Y ECODINÁMICA PLANETARIA
NODO XI

HACIA UNA MACRODINÁMICA PLANETARIA:


LA CRISIS DE LOS SISTEMAS ORGANIZACIONALES GLOBALES
Y LA DE SUS LIDERES

No existe ley excepto la ley que no es ley.


J. A Wheeeler

Consuentudo est quasi altera natura.


Cicerón

Los hombres están limitados por las libertades civiles en


la misma proporción en que están dispuestos a poner
cadenas morales a sus apetitos: en la proporción en que
el amor a la justicia está por encima de la rapacidad.
Edmund Burke

LA CRISIS DEL DERECHO Y DE LAS CIENCIAS POLÍTICAS


Ya por aquí no hay camino, porque para el justo no hay
ley; él para sí, se es ley.
San Juan de la Cruz
En sólo treinta años la Ciencia y la Tecnología han sometido al Orden Jurídico a un verdadero
efecto de trituración. Dichos efectos han producido un consiguiente arrastre de inoperancia en las
instituciones que por más de dos mil años hemos transitado, y utilizado para el manejo de la convi-
vencia.
Esta crisis se plantea en todas las direcciones, tanto en las instituciones Jurídicas, Políticas y
Económicas, como en la Sociedad Civil o Cuerpo Social. Se apela a usar los mismos instrumentos
para atender las demandas planteadas en un contexto que ha cambiado dramáticamente. Asistimos a
una crisis operativa y de acción que se evidencia muy duramente a nivel conceptual e intelectual con
respecto a la naturaleza del poder y de la dinámica interna de la Comunidad Organizada.
No sorprende en absoluto encontrar los desfases implementacionales y la incapacidad instru-
mental entre los poderes. Mientras el Ejecutivo en forma autoritaria absorbe tecnología y
hegemoniza toda la actividad, los organismos Legislativos y Judiciales, van a la zaga de éste.
Llama la atención la negligencia, ignorancia o frivolidad con que las máximas autoridades
conducen los problemas de la organización y el funcionamiento del aparato estatal. No se trata
solamente de incorporar nuevos enfoques o sistemas para manejar la información al servicio de la
toma de decisiones. No se trata de sagacidad política y de asesores políticos. Es algo mucho más
grave y difícil. Se trata de dar un salto paradigmático y, de una reconversión epistemológica que se
hace necesaria para poder vincular funcional y estructuralmente el aporte proveniente de la Biología
y su nueva comprensión de la Biósfera, en asociación con los múltiples y constantes aportes de la
Tecnósfera para ejercer el proceso de la toma de decisiones. Se hace necesaria la redefinición del
concepto de política y políticas para alcanzar la racionalidad y obtener los principios reorganizativos
en que deben basarse las instituciones encargadas de procesar las diferentes y multinivélicas cargas
de trabajo en su constante proceso evolutivo.
Hay aún, un aspecto más profundo por lo inquietante, posiblemente el más decisivo en la crisis
del derecho contemporáneo, que afecta a los cimientos mismos del Estado y que tiene que ver con
los fundamentos teóricos e intelectuales de la propia acción política. Se relaciona con la
administración y con la distribución de los bienes en una economía que se ha transformado aséptica
con especto a la creación de valores e indiferente con las leyes del Ecosistema, ignorando a la
Ciencia Gala que ha tomado a su cargo los niveles de racionalidad con que debe ser tratado el
ecosistema global.
El crecimiento de Ciencia y Técnica con su consiguiente efecto exponencial, ha producido la
revolución intelectual más formidable de todos los tiempos. Esta revolución compromete por igual a
todas las profesiones y a todas las actividades humanas. Sin embargo la crisis de dirigentes políticos
se manifiesta en el mundo entero. Se evidencia la persistencia de la retórica y de las técnicas de
estrategias disuasivas en vez del compromiso para la acción y superación de un mundo obsoleto y
deficitario. Los líderes políticos, incapaces de garantizar con valentía los principios que deben
sustentar las condiciones de la dignidad humana, se debaten en generalizaciones y soluciones -que
toman en la marcha- de problemas que globalizan la problemática del planeta.
Frente a tal encrucijada no queda otra alternativa que trabajar para la transformación del
pensamiento político. Es urgente la reconversión del paradigma reduccionista en que estamos
instalados. Este debe ser reemplazado por el nuevo paradigma evolucionario autoorganizativo, que
coloca a las Ciencias Socioculturales dentro del campo más ampliado de las leyes que rigen la
dinámica ecosistémica, y que dan lugar a la construcción conceptual de la Ciencia Gaia como nueva
síntesis.
El concepto de soberanía con que se, administra la convivencia globalizada en múltiples escalas,
ha cambiado de contenido funcional frente al significado de nación, autonomía, autodeterminación y
fronteras.
La humanidad ante estas transformaciones profundas, que sólo salen a la superficie en forma
episódica, soporta un proceso de “destribalización” con respecto a la identidad nacional, de
consecuencias imprevisibles en lo que se refiere al equilibrio emocional-individual. Las ideologías
aún porfían en mantener la identidad individual arraigada a emocionalidades totémicas, provenientes
del viejo concepto de soberanía y de la figura paternal del llamado “líder carismático”.
Por otro, lado, las comunicaciones simultáneas en tiempo y espacio desarrolladas por la
Tecnósfera, desalojan con vertiginosidad los ingredientes con los cuales estaba construida la
identidad personal. Este proceso psicológico está desplazando los sentimientos etnocentristas con
proporciones planetarias. No hay lugar a dudas que nos encontramos frente a la emergencia de un
nuevo ciudadano, como congéneres sin frontera (Taxonomía bibliográfica 2, 4, 6 y en interfase 5 y
7).

EL NUEVO CIUDADANO
¿Tomaría un cuchillo para apuñalar el seno de mi madre?
Entonces cuando yo muera ella no me tomará en su seno para
descansar.
Tú me pides que vaya ahora a horadar la tierra en busca de
minerales. ¿Desgarraría yo su piel para sacarle los huesos?
Entonces cuando yo muera no podré reentrar en su cuerpo
para volver a nacer.
¡Me pides que arrase los campos de heno y los venda para ser
rico igual que el hombre blanco? ¿Pero cómo atreverme a
cortar la cabellera de mi madre?
Jefe de la tribu nativa Wanapum
Citado por Sheldrake en ”The rebirth of Nartura”, 1990
La toma de conciencia de las transformaciones que está experimentando el planeta en todos los
procesos de la convivencia, parece aún no haberse registrado con algún grado de claridad en la
mente de los políticos y de los líderes empresariales. Esta omisión nos parece no sólo inexplicable,
sino altamente costosa en términos económicos. Creemos que ha llegado el momento critico que
hace necesario acometer la tarea de avocarse a reflexiones jurídicas, políticas y económicas sobre un
fenómeno casi inesperado por parte de la clase dirigente en cualquier terreno de la convivencia.
Estas reflexiones deben dirigirse a evaluar el fenómeno de la emergencia de un nuevo ciudadano en
escena. La prospectiva que suele hacerse con respecto al orden político del futuro, descubre como
un agente esencial, al hombre, quien protagoniza y es destinatario a la vez de las actividades que se
llevan a cabo en la sociedad global.
Asistimos aun fenómeno de reinstalación del individuo en la dinámica social que está dispuesto
a defender, fortalecer, enriquecer y asegurar los valores fundamentales. Este nuevo ciudadano ha
descubierto que independientemente de la acción política canalizada a través de los políticos, existen
los más diversos mecanismos de participación y organización de múltiples actividades y de
liderazgos. Se encarga además de despertar la conciencia en cuanto, a la necesidad de un cambio
profundo de mentalidad para transformar el discurso político en un verdadero instrumento que sea
inspirador de una acción renovadora y eficaz. Ha terminado el tiempo de la retórica y de la oratoria
que apelan a la emotividad, o a ideologías. Hoy, cada ciudadano sabe que tiene el derecho de exigir
definiciones muy concretas sobre objetivos políticos. Reclama que los programas y proyectos acerca
de la forma en que deben tratarse los complejos problemas de la comunidad, sean claros y
correspondan con las necesidades de las sociedades en que están insertos.
Sobre las barbas mismas del siglo veintiuno no se conciben divagaciones de tipo general, sobre
valores y cursos de acción, que nadie discute. Exige de toda oratoria, proposiciones concretas sobre
el para qué, el cómo, el cuánto, el cuándo, el dónde, el con qué y quiénes llevarán acabo las
proposiciones que se presentan.
Este nuevo ciudadano se ha transformado en el principal creador de valores y agente responsable
de la modernización! cambio o transformación del pensamiento de los dirigentes en cualquier tipo de
arena. Se preocupa activamente de la renovación y la transformación de la educación general,
principalmente en los primeros niveles de la enseñanza. Aspira a que los niños, cuando lleguen a la
adolescencia, tengan los conocimientos y hábitos necesarios para defender la propia creatividad y los
valores básicos que replantea una convivencia planetaria en un mundo de recursos y materiales
finitos. Tiene conciencia de que la Biósfera es el sustento fundamental de la Humanidad, y que la
Sociósfera debe administrarse con la racionalidad adecuada, que permita garantizar la continuidad de
todos los procesos de la vida y el respeto a que obliga la pertenencia compartida. Este nuevo
ciudadano, como miembro planetario y vecino sin contigüidad, es leal a su comunidad, su pueblo, su
país, su región y continente, y no tiene la más mínima duda que para alcanzar los propios objetivos
debe introyectar y tener a la vista, la dinámica planetaria en el ya y en el ahora de cada propuesta.
El desarrollo, enriquecimiento y consolidación de esta nueva concepción ciudadana, constituye
el gran desafío y objetivo de la actividad de todo y cada uno de los líderes entretejidos en el
tegumento social. El líder político debe redefinir suposición en este nuevo contexto.
LA NUEVA VISIÓN CIENTÍFICA Y EL PROCESO DE OBSOLESCENCIA EN LAS CIENCIAS
JURÍDICAS, POLÍTICAS Y ECONÓMICAS
Los leyes ocultas no niegan nuestras leyes de probabilidad,
sino que toman al átomo y a las estrellas y a los seres humanos
como son, y nada responden cuando mentimos.
Esta es la única razón por la cual ningún gobierno puede
codificar, ya que las definiciones legales desvirtúan la ley
oculta.
Su suma paciencia no tratará de detenernos si buscamos
morir: cuando nos lanzamos a toda velocidad en un coche, o
cuando nos entregamos a la bebida; esas son las maneras en
que somos castigados por la ley oculta.
W. H. Auden – The hidden Law
Los científicos actuales que están inmersos en los trabajos sobre Sistemas Dinámicos
Complejos, tales como los que se observan en Meteorología, Geoquímica, Economía, como los
trabajos que se desarrollan en el Santa Fe Institute y Stanfor Universlty, California, con Brian Arthur
(ver M. Mitchell Waldrop, Bibliografía General 744), con aportes que día a día están lanzando las
nuevas Ciencias de la Complejidad, parecen no tener dificultades con la interpretaciones de las
ciencias Jurídicas, Políticas y Económicas, las que pasarán a ser subsistemas organizativos de la
Ciencia Gaia en el nuevo Paradigma Planetario Evolucionario.
En cambio, los políticos, los biólogos y los economistas tradicionales continúan atados a una
imaginación todavía de tradición Darwiniana, y a la mentalidad industrial del siglo diecinueve. Si
nuestra imaginación persiste cautiva por el pasado Darwinista, seguiremos persistiendo en los modos
de pensar del siglo diecinueve por ejemplo, con respecto al proceso de adaptación y al ambiente. Lo
mismo nos sucede con respeto al concepto de materia. Así usamos la frase “la naturaleza de las
cosas” como expresión, porque el mundo Darwiniano estaba concebido como un contenedor lleno de
objetos, cada uno en su lugar y no de procesos recursivos, realimentadores y reorientadores de las
acciones que mantienen el constante evolucionar de la sociedad. Conforme a las leyes Darwinistas,
el fenómeno de la vida fue concebido como un accidente sostenido por el despiadado proceso de la
adaptación. Aunque hemos aprendido que hay más espacio vacío que lleno en un átomo, como
asimismo en el universo, y que los instrumentos musicales sugieren sus especiales geometrías para
producir sus vibraciones, todavía persistimos en que el universo está lleno de cosas en vez de
percibirlo como una gran proceso, como una composición musical, en vez de un conglomerado de
materia, y que sólo es ciencia aquella que produce datos duros.
Cuando uno comienza a familiarizarse con el nuevo lenguaje utilizado por la Biología Cognitiva
(Nodos VI y VII) no tarda en asombrarse preguntándose si este nuevo re-conocer nos lleva a un
nuevo conocimiento de lo que es en sí la Política, la Economía y las relaciones jurídicas. Estos no
constituyen más que procesos de la vida o la vida misma. El lenguaje de los economistas y
biologistas tradicionales, y aun el de los sociobiologistas, es atomístico y buscador del dato duro,
pero el nuevo lenguaje científico, habla de conexionismo, redes neuronales, tramas distributivas y
metadinámicas, en las cuales la conducta global del sistema muestra propiedades tales como un
lenguaje emergente y un nuevo dominio cognitivo (Maturana y Varela, The Tree of Knowledge). Si
yo me imagino ser un objeto en un contenedor, yo relacionaré mi identidad con respecto a los
contenedores, sea este un auto, una casa, un banco, un barrio o una Nación. Percibiré la mayoría de
las relaciones que tocan mi contorno y giran en mi entorno, como necesarias a mi identidad. Si por
otro lado, me percibo como un proceso, una nube en el cielo, una ola en el mar, entonces, las otras
nubes u ondas que comparten la dinámica de mi emergencia no serán miradas como amenazas.
Esto parecerá muy orientalista, ya budista o taoísta, para nosotros los occidentales, porque
nuestro ego está siempre relacionado con nuestro género, propiedad y formas de conducta. Uno de
los efectos de la planetarización de lo esotérico que ha introducido la filosofía oriental en nuestra
cultura tecnológica, ha sido el de proveemos con otros modelos de conciencia, justamente en el
momento en que estamos haciendo el cambio de la sociedad industrial y postindustrial a la sociedad
informatizada que en definitiva es pura comunicación. Lo que se hace evidente en este cambio de
conciencia, es superar nuestra mentalidad industrial plenamente. Así pensamos en los agujeros de
ozono y en el efecto de invernadero porque seguimos concibiendo en términos donde hay un adentro
y un afuera en los cuales podemos arrojar cosas, y no en términos de procesos que en definitiva son
globales. Sólo vemos objetos, no relaciones con respecto a nosotros mismos, y por lo tanto, el
espacio como parte integrante es irrelevante.
Nuestros políticos menosprecian la importancia que la nueva noción de espacio tiene en el
ambiente, y sin esta percepción no pueden acceder a una nueva filosofía política e instrumentar una
nueva Economía. Continúan anclados en la mentalidad industrial sin poder hacer en profundidad un
cambio hacia la mentalidad ecológica que gobierna a la ciencia planetaria basada en los principios de
la Ciencia Gaia. Esta no se cifra en una nueva ideología o sistema de creencias especulativas, sobre
las que todavía se sustentan las ciencias Jurídicas y Políticas, sino en un nuevo entendimiento de
cómo funcionan los sistemas dinámicos complejos, en dónde no pueden existir intereses opuestos
sino estructuras coexistentes, como lo percibe la Ecología y todos los principios de las ciencias
autoorganizativas basadas en el fenómeno de la Autopoiesis.

OBSOLESCENCIA POLÍTICA Y PODER


En ciertos campos esto es familiar. Es notorio apreciarlo en el Derecho frente a la Tecnología.
Aquí la obsolescencia es escandalosamente notoria. Se confunde con senescencia en la formas de
pensamiento, todo lo cual hace insostenible y dificultoso conciliar lo viejo con lo Nuevo, y por lo
tanto, contemporizar las viejas costumbres con las nuevas. Pero ya hemos agregado mucho más de
lo que este simple ejemplo puede arrimar. Detrás de ello se oculta un principio general profundo que
da respuesta general y demostrada, tanto al proceso evolucionado como al mental. Se trata de la
situación que origina el uso simultáneo del modo de juzgar irreconciliables produciendo así una
sistemática confusión paradigmática (Véase Nodo VII), donde la decodificación de los mensajes se
hace imposible por la barrera misma que ha construido el viejo paradigma, frenando la circulación
de los nuevos significantes.
En estos campos de conocimiento nos encontramos enfrentados con una especie de relación
abstracta que se presenta como componente recurrente en muchos procesos dinámicos, componentes
que aparecen con diferentes nombres, generando una distinta semiótica en el manejo de los
significados de términos que han quedado vacíos de contenidos. Individualmente, las personas
pueden estar dispuestas a favorecer más unos que otros, los dualismos conceptuales en que estamos
sumidos, los que clasificaremos de acuerdo al mayor componente, como conservadores o radicales;
liberales frente a matices parecidos de los anteriores. Detrás de esas designaciones o
identificaciones, subyace una verdad epistemológica. Es la que insiste en que los polos de contrastes
que dividen a las personas son necesidades dialécticas del mundo vivo, lo que en ciencia actual se
denomina puntos bifurcantes.
No se concibe el día sin la noche; forma sin función. El problema práctico que esto plantea
radica en el proceso de combinación o superación: ¿cómo reconocer la relación dialéctica entre los
polos de contraste, cómo proceder? Ser uno de los polos frente a un adversario es fácil, pero para un
gobernante la situación plantea y requiere soluciones verdaderamente difíciles. Un gobernante tiene
que ponerse por encima de partidismos. Los procesos sociales no son lineales, son
multidimensionales, con producción constante de emergentes con altos niveles de incertidumbre
sobre los cuales el político, o cualquier clase de líder, debe desentrañar la mejor alternativa para
llevar a cabo su toma de decisiones, que debe ser referida a la dinámica del sistema y sus hipótesis
subyacentes. Aquí aparece claramente la díada o contraste con que los gobernantes tradicionales
toman sus decisiones, en la pretensión de superar los problemas, creyendo así salvarse del efecto de
obsolescencia, lo que es siempre una cuestión de tiempo, porque las dinámicas internas son más
fuertes que las decisiones exógenas que aplican éstos. ¿Cómo conseguir que el cambio se produzca
sin costos superando la obsolescencia? ¿Y cómo sintetizar y codificar el proceso dándole forma? En
materia de evolución biológica el asunto es claro, el efecto inmediato nunca se acusa ni afecta al
código genético individual. En materia social, el conjunto de todos los códigos genéticos, está sujeto
a un proceso de selección de las diferencias, especialmente con relación a las habilidades para la
creatividad y los procesos integrativos y adaptativos que culminan en transformaciones
reorganizativas. El conformismo o disconformismo individual se transforma en el criterio electivo
del cambio social, y los contrastes básicos entre los miembros y sus categorías, son olvidados hasta
que aparezca una nueva disconformidad creada por el estado de cosas, lo que puede conducir a una
bifurcación catastrófica, llevando a una evolución o involución.
La obsolescencia no se evita por el simple hecho de acelerar los cambios estructurales.
Tampoco mediante la desaceleración de los cambios funcionales. Está claro que, tanto el excesivo
conservadurismo, como el exagerado radicalismo, no son apropiados para producir cambios
adecuados. Una combinación contrastada de ambos hábitos mentales será mejor que sólo uno de
ellos si la perspectiva se hace con criterio multidimensional y multinivélico. Desgraciadamente, los
sistemas partidistas son notorios por estar sujetos a determinismos irrelevantes, especialmente
cuando la Democracia se transforma en Partidocracia.
La “fuerza” relativa del adversario será definitiva, la que regule las decisiones a pesar de la falta
de consistencia de las argumentaciones hechas, aquí vemos como se niega la dinámica y la
inteligencia interna del sistema o sistemas sobre los que opera. No es el demasiado poder lo que
corrompe como reza en el mito acerca del Poder. Deseamos consignar una vez más que “poder”,
“energía”, “tensión” y el resto de metáforas cuasi-físicas, deben ser desconfiadas y especialmente
una entre ellas, es la más peligrosa: Poder. Esta metáfora que encierra una abstracción mítica de
insaciabilidad, bajo la nueva visión profunda que proveen los principios paradigmáticos de la nueva
ciencia, ha quedado vacía de contenidos (Véase el concepto de fenómeno difuso que sobre poder se
da en los Nodos IX y X).
El poder como lo hemos consignado en otra parte del libro, es un epifenómeno revelado por la
dinámica interactiva de los sistemas de tercer estado de desequilibrio dinámico. A este sistema
pertenecen todas las estructuras políticas, jurídicas y económicas. El poder es la integración
sumatoria de todos los efectos heurísticos a que conducen las dinámicas orientadas a la consecución
de metas. El gobernante es sólo el intérprete final de los procesos subyacentes que conducen a las
metas deseadas, tal como lo indica el vocablo griego “Kuberno” de donde deriva la palabra
Cibernética. Aquí es difícil para un adversario, ver más allá de la dicotomía entre ganar y perder.
Con las nuevas disciplinas sobrevenidas se cambian los conceptos de ganar o perder por el de crecer.
Por eso, todo adversario tiene que tener puesta la vista en el largo plazo, cambiando así la percepción
inmediata por una visión ponderada del todo, trasladarse a una nueva geometría de la acción donde
la nueva perspectiva le sitúa en forma muy distinta en su integración conectiva con el Cosmos,
convirtiéndolo en un participante sincrónico y armonizante, y no en un contrincante.

ECONOMÍA Y CIENCIA GAIA


No es la pobreza ni la necesidad, sino el exceso y la
avaricia lo que reduce a la vida a un mero nivel material
La vida natural es coordinada y vibra a muchos niveles,
por lo cual gana dignidad y belleza.
Erich Janstch
El concepto de Gaia es en esencia una nueva visión de lo pequeño frente a lo grande; de cómo
un plancton en el mar puede afectar el ciclo del sulfuro de las nubes y la autorregulación del ciclo de
la temperatura del planeta como un todo. Un proyecto de la NASA. en busca de vida en el planeta
Marte, desencadenó lo que se referirá a continuación. Todo comenzó cuando la NASA. encargó a
Lyn Margulis y James Lovelock una investigación sobre Exobiología. En el desarrollo de este
proyecto ellos comenzaron a entender cómo, sólo una bacteria, es decir la presencia de vida bacterial
en un planeta, podría por sí misma cambiar su atmósfera como un todo. Lo que tanto E. Margulis
como J. Lovelock vinieron a discernir y entender inadvertidamente en sus investigaciones, fue que
estaban observando al planeta Tierra de manera equivocada, al concebir a la Tierra como un
conjunto discreto de rocas y materiales girando en el espacio: también estaban concibiendo en forma
errónea a las bacterias; como si éstas estuviesen fijadas en ese espacio contenedor. Junto con otros
microbiologistas, L. Margulis comenzó a desentrañar y reconocer la arquitectura simbiótica de las
células; que las bacterias no eran entidades discretas en simples locaciones. Éstas eran entidades
colectivas, cuyas membranas no eran paredes sino vehículos que transportaban y comunicaban. Las
bacterias eran criaturas sociales que podían cambiar e intercambiar sus genes promiscuamente, a tal
velocidad de mutación, que parecían ser mejor entendidas como un superorganismo de dimensión
planetaria, o en otras palabras, como un Bioplasma Planetario. Con esta nueva imagen de Bioplasma
Planetario en mente, las cosas empezaron por cambiar de sentido, no sólo con respecto a las células
y las bacterias, sino también con respecto a la atmósfera, las rocas, o los océanos. Una bacteria no
les resultaba como un objeto flotando en el Bioplasma, sino que eran fases de movimientos que
interactuaban con los océanos y la atmósfera, y que además, mediante sus procesos metabólicos
producían el hermoso color azul que tiene el cielo. De tal modo, que este Bioplasma, debía
considerarse y verse como un interpenetrado proceso en lo geofísico.
Este proceso simultáneamente estaba siendo estudiado por J. Lovelock. Para ellos, los límites
rígidos entre animal, vegetal y mineral se disuelven cuando uno contempla este bioplasma bacterial
interpenetrando los sedimentos minerales o produciendo oxígeno. Esto sucedió ya en la atmósfera
primigenia de la época Arcaica. Mientras más observados, estos ínfimos seres que forman el
bioplasma, más se percibía su dinámica concertada, como si constituyesen los anticuerpos del
planeta, manteniendo su identidad en el tiempo y en el espacio, dándole así al Planeta Tierra un
sistema inmunitario que le sirve para mantener su propia identidad y continuar con todos los
procesos evolutivos.
El concepto de Gaia fue por primera vez introducido en 1972. Fue usado en una carta dirigida
por Lovelock al periódico científico Atmospberic Environment. En 1973, con Lynn Margulis como
coautora, le envía dos trabajos donde formulan lo que se conoce como “Las Hipótesis Gaia” (The
Gaia Hypothesis). En ellos se postula que el clima y la composición química de la superficie de la
tierra como ambiente, es y ha sido activamente regulado hasta alcanzar un estado tolerable para la
existencia de la biota por la biota misma. El desarrollo de dichas hipótesis, así como el lenguaje
especifico de dichos trabajos, se publican en un libro en 1979. Las Hipótesis Gaia han madurado
tras un trabajo consistente, lo que ha llevado a la formulación de una teoría científica, la que explica
el desarrollo de la biota y todos los materiales del ambiente, como un proceso inseparable que
produce la autorregulación del clima y las condiciones emergentes de su propia química, dando lugar
así a la constitución de la Biósfera. Por ejemplo, que el oxigeno es y ha sido regulado durante la
existencia de las plantas terrestres, en un más menos cinco por ciento de su nivel actual. Rechaza el
concepto del Darwinismo de adaptación, introduce la noción de coevolución y supera la separación
entre la Biología victoriana y la Geología (Taxonomía bibliográfica en interfase 2 y 3).
Aquí la teoría Gaia define a la evolución como un proceso estrechamente acoplado, cuyos
constituyentes son la biota y los materiales del ambiente, formando un sistema que comprende la
atmósfera, los océanos y las rocas de la superficie. Este proceso coevolucionario es lo que en sí
constituye la existencia de Gaia como un Dominio Emergente, con su consecuente dinámica
evolucionaria como un organismo auto-sostenido donde el todo es más que la suma de las partes.
Como todo organismo, Gaia posee su autorregulación sistémica. Esta clase de sistema no puede
explicarse con la lógica de causa y efecto porque se trata de un sistema vivo. ¿Qué es un sistema
vivo? Es algo que los biólogos eruditamente tratan de no responder. Cuando un biólogo o un
bioquímico examina un animal sabe que muchas de sus reacciones y procesos pueden ser explicados
adecuadamente mediante principios químicos deterministas. Pero también aceptan la legitimidad de
la fisiología. Saben que un animal intacto implica que posee homeóstasis, la que resulta como
proceso de la regulación automática de la temperatura y de la composición química como propiedad
emergente. Tal propiedad requiere el auxilio de la fisiología para su explicación y entendimiento.
Lo mismo se requiere para la explicación del planeta tierra como Gaia, la que es un superorganismo,
y por lo tanto, requiere ser explicada a través de la física, la química y la fisiología. Un punto
importante a introducir aquí, es que la teoría Gaia y la coevolución no son siempre mutuamente
exclusivas. Los organismos no siempre tratan ostensiblemente de regular su ambiente cuando la
regulación no es necesaria.
El concepto de homeostasis es sólo aplicable cuando la realimentación tiene la adecuada
amplitud y fase para mantener a un sistema apropiadamente constante. Tanto los ingenieros
sistémicos como los fisiólogos saben desde siempre que la realimentación es mucho más sutil de lo
que comúnmente se cree y que corresponden a los procesos descritos por la cibernética de segundo
orden y la autopoiesis (Véase Prigonine sobre Estructuras disipativas y confróntense los trabajos que
sobre vida artificial desarrolla el Instituto Santa Fe en Nuevo México, EE.UU.. citado).
Estos profesionales saben también, que tanto realimentación positiva y negativa que producen la
irreversibilidad y el efecto regentrópico, pueden mantener la estabilidad o la inestabilidad de acuerdo
o conforme a sus procesos, correspondiendo a la naturaleza de organismo viviente. El concepto de
homeóstasis para Gaia está relacionado con el que usan los biólogos en modelos micro y macro
poblacionales, los que han debido enfrentar problemas matemáticos hoy sólo alcanzables a través de
las nuevas formulaciones de la teoría de “atractores extraños”, y los modelos dinámicos provisto por
la Caología con sus ecuaciones no lineales.
Un modelo geofisiológico emergente para describir procesos en este dominio necesita explicar
coherentemente las realimentaciones positivas y negativas. Durante larguísimos períodos la biósfera
arcaica fue manejada por bacterias. Cuando un bioquímico examina un animal vivo sabe que
muchas de sus reacciones pueden ser adecuadamente descrita. Lo mismo puede decirse con respecto
a la Tierra, este superorganismo también requiere las mismas explicaciones porque tiene su propia
fisiología. Pero los procesos de realimentación son tan numerosos e intrincados que no pueden ser
explicados con las matemáticas ni las geometrías tradicionales.
Con las leyes surgidas de Las Hipótesis Gaia, la atmósfera y la corteza terrestre no pueden
continuar describiéndose en la manera corriente hecha hasta ahora (la composición de sus gases,
océanos y su química, la configuración de las montañas, etc.), sin una directa asociación con la vida
que la tierra tiene. Siempre hemos pensado que la biósfera está constreñida y adaptada al ambiente
del planeta. Pero Las Hipótesis Gaia proponen que existe aquí un proceso circular en el que este
ambiente territorial es en sí mismo el resultado de lo que la biósfera realizó en el tiempo. Lovelock
lo explica en forma metafórica: “vivimos o somos el resultado de la respiración y de los huesos de
nuestros ancestros”. Como resultado la biósfera entera es Gaia y confunde su identidad con el
Planeta Tierra como un todo adaptable y plástico, como un sistema unitario, a través del tiempo en
su asociación constante entre el fenómeno de la vida y su ambiente físico, en constante evolución,
creándose y recreándose constantemente.

OBSOLESCENCIA POLÍTICA, CIENCIA GAIA Y PODER


Gaia como yo la veo, no es una madre indecisa, tolerante de
toda clase de abusos, no es ella una frágil y delicada damisela
en peligro en manos de esta humanidad brutal. Ella es fuerte y
dura, siempre mantiene al mundo tibio y confortable para
aquellos que obedecen sus reglas, pero es despiadada en su
destrucción para aquellos que la transgreden.
James Lovelock, 1988
Las nuevas ciencias basadas en la dinámica planetaria están mostrando a diario nuevas formas
de entendimiento del poder que ejerce el poder; del fenómeno de la vida sobre la tierra con la
formación del bioplasma, tanto con las bacterias como con las macro expresiones de todos los
fenómenos de la biósfera.
Este fenómeno ha entrado de lleno a redefinir el concepto de Poder. Pero lo que realmente ha
magnificado su cambio de la noción, ha sido la nueva imaginación matemática con los trabajos
aportados por la ciencia del Caos, los que ya no pueden formalizarse generando una imaginería
apropiada mediante la ciencia proveniente de Galileo y Newton controlada por leyes absolutas.
Si damos una mirada retrospectiva a nuestra historia cultural, no tardamos en descubrir que las
mayores transformaciones de la civilización han sido, y son provocadas, por situaciones emergentes
a causa de las invenciones de sus gobernantes, las que han producido un fascinante entrecruce de
realimentaciones evolutivas, como entramado o redes elaboradas mutuamente por los sistemas de
comunicaciones e intercambio, tales como las monedas, los alfabetos y los números que constituyen
generación de consenso participativo.
Los alfabetos dan lugar a la literatura y los números a las matemáticas, y con ello aparece un
poder no fáctico que debe tenerse en cuenta. No deja de sorprender esto, especialmente en las
épocas mitopoiéticas, precisamente con respecto a la dinámica social que genera. Puede esto
observarse muy bien en la relación que guarda la aparición de la democracia griega representativa.
El desarrollo de la civilización occidental puede ser mirado como un movimiento cultural producido
por cuatro pilares constituidos por la mentalidad matemático-literaria sostenidos por la Aritmética y
la Geometría, pilares que se advierten en las ciencias organizacionales hasta nuestros días. La
mentalidad aritmética pasó de la antigua Uruk a la Atenas clásica. La Geometría de la Grecia
antigua a la Italia del Renacimiento a la mentalidad dinámica del modernismo desde Galileo. Y por
último las intuiciones de Poincare y de Lipanounov constituyen el punto de arranque para una nueva
imaginación matemática a la que puede llamarse la mentalidad morfológica desarrollada por
matemáticos tales como R. Thom, Smale, Zeeman, Abraham y otros, que no han penetrado todavía
en las Ciencias Políticas.
Esta nueva mentalidad, mediante la cual ha comenzado a aparecer una nueva geometría de los
sistemas globales, expresada como retratos de la realidad, ha empezado a capturar la imaginación en
forma muy distinta a las anteriores descripciones aritméticas o algebraicas con que fue percibido el
fenómeno del poder. La percepción con esta nueva imaginación de dichos sistemas, nos hacen ver
que éstos son altamente impredictibles, abiertos y caóticamente complejos. A partir de esta nueva
mentalidad, y no de la mentalidad de Newton o Darwin, es que se formaliza la nueva teoría
evolucionaria de la que toma cuerpo toda la Ciencia Gaia, y por ende la construcción de una nueva
noción del concepto de poder.
Para esta nueva concepción, la imaginación es la madre de toda percepción. Esta se cristaliza en
diferentes fases. Cada sentido provee una dimensión del significado, pero la dinámica que lo integra
haciéndolo coherente con el mundo es el proceso de autopoiesis en la dinámica cognitiva, que
recurre a la facultad de la imaginación expresada mediante el mito como metáfora en busca de la
expresión semiótica, que exige el nuevo contexto para interpretar el fenómeno del poder, y que no es
más que el logro de metas que debe desentrañarse desde lo desconocido, tal como la declara el
principio de indeterminación. Los místicos probablemente tienen razón cuando afirman que hay más
dimensiones que las que proveen los ojos. En definitiva, quien construye el. mundo perceptivo es el
organismo humano como una extensión metafórica desentrañando lo desconocido (Mark Johnson,
The Body in the Mind: The Bodily Basis of Meaning, Imagination and Reason; Chicago, University
Press, 1987). El universo es una realidad vacilante llena de infinitas posibilidades con billones de
impulsos dentro de un micrón, de tal modo que lo que acertamos a significar a nosotros mismos, es
aquel particular mundo o realidad cognitiva que elegimos para materializar nuestro conocimiento
(Véase Enacción, Nodo VI).
Lo que nos habilita o permite integrar sonido, luz y figura y otros datos, es la adivinación de la
imagen y la habilidad que tiene ésta de estabilizar nuestro mundo derivado de un conjunto de
conductas geométricas infantiles preverbales, mediante las cuales hemos comenzado a conocer como
las cosas suceden. Si tenemos una inapropiada geometría cultural en nuestra mente para explicar las
cosas que pasan ante nosotros, nuestra conducta social será problemática y buscará soluciones. Si
tenemos una ansiedad inconsciente que amenaza con la pérdida de nuestro yo, de inmediato,
tratamos de aceptar nuestra geometría pero con nuevas líneas de conexión que nos permitan
mantener la identidad y escapar de las conductas paranoicas como desajuste o desorientación (Véase
Rotura de Simetría).
En las épocas transicionales los desajustes se generalizan por las desorientaciones creando
respuestas paranoides, dado que la cultura tradicional no resulta viable para las nuevas situaciones.
En un mundo con tecnología electrónica con multiplicidad de procesos autoorganizativos, estamos
inmersos en una nueva realidad que no podemos todavía interpretar, y en la mayoría de los casos, no
sabemos convivir en ella si permanecemos inmersos en sistemas organizacionales obsoletos.

LA CRISIS DE LA ECONOMÍA TRADICIONAL


No es hoy la moneda lo que mide el valor, sino los
conocimientos y las habilidades.
¿Cuáles son las bases para establecer el concepto de valor en esta nueva Economía Electrónica?
Advertimos de inmediato que no es la tierra, como lo fue durante el feudalismo, o los metales
preciosos en el mercantilismo, o el papel moneda en el capitalismo temprano. Hoy el valor consiste
y está dado por el intercambio de diferencias. “…es la diferencia la que hace la diferencia. El
disiluto valor del dólar en el tiempo y en el espacio, entre Londres, New York, Tokio, Zurich y
Frankfurt, permite hacer una fortuna con nada más que hacer cambios de moneda lucrando con las
diferencias, mediante los medios de información. Así, el valor está en la información del uso de
unos miles de impulsos electrónicos o bits entre una moneda y otra” (Thompson).
En esta nueva economía, el valor se crea en la transacción; no está basado en los bienes que
produce la abundancia y la riqueza, es una economía sin economía porque no está sustentada por
bienes. Porque los valores son creados por las transacciones. En esta suerte de economía, el sistema
de creencias, el egoísmo y la predación expropiatoria, superan los contenidos ideológicos anteriores.
Este último capitalismo cibernético es aún más crítico que el capitalismo anterior, el del papel
impreso. Ahora la noción y naturaleza del capital depende no sólo de la confianza en las empresas y
corporaciones, sino del futuro de la Nación-Estado que lo respalda. Si un inversor tiene confianza
que una Nación-Estado tiene gran capacidad para producir innovaciones científicas, y habilidad
suficiente para hacer los cambios necesarios para pasar de una economía industrial a una economía
científica, entonces los bonos del tesoro y la moneda son comprados con vistas al futuro como
anteriormente podría haberse hecho con acciones en las Bolsas de una empresa con las mismas
expectativas, o también acumular granos o minerales, cosechas anticipadas o minas.
Siempre se ha negociado con las expectativas sobre el futuro, de acuerdo con el sistema de
expectativas. Aún se sigue haciendo, pero ahora el contexto ha cambiado. La plaza o el mercado de
la plaza, las ferias y grandes exposiciones se han expandido, han sobrevenido en un mercado
planetario y el tiempo para efectuar las transacciones se ha contraído a segundos. El cruzamiento de
los dos logaritmos inversos a saber: la expansión del espacio y la contracción del tiempo, ha
generado una singularidad impredictible.
Por otra parte, el cruce de lo extenso: el planeta, con lo corto: el tiempo, ha creado un nuevo
“atractor” que se rige sólo por los principios de la Ciencia Gaia. Bajo estos principios, las Naciones,
los Estados o las Corporaciones multinacionales, son análogas a los bosques o selvas húmedas, a las
colonias submarinas dentro de la Biósfera Planetaria, es decir son componentes del bioplasma. Éstos
producen para hacer sostenible la vida en el planeta, y no para especulaciones destructivas.
Claramente conforme a esta nueva realidad, no hay nadie que esté al frente dirigiendo una nueva
economía mundial. Ahora lo que se maneja, es la ventaja especulativa como diferencias del valor
del dinero conforme a su función medidora de diferencias coyunturales, de acuerdo al mapeo de las
áreas económicas, simultaneadas por la neutralización de la función espacio tiempo. Estamos frente
a un sistema autónomo con propiedades emergentes que todavía no se entienden, ni parecen haberse
advertido. Continuamos gobernados por los que todavía designamos hombres de negocio,
economistas o políticos en el sistema.
Si comenzáramos a entender y mirar la economía mundial de una manera metafórica conforme
con la Ciencia Gaia y no profesional, es decir, no con los actuales criterios “economistas”, las
noticias del mundo serian leídas y escuchadas en forma muy distinta. La disolución del mundo
comunista comenzada por la “Perestroyka” se vería como un esfuerzo de las generaciones jóvenes
para alcanzar la entrada a los nuevos dominios cognitivos de la economía electrónica global en el
juego mundial. Con respecto a las de los países latinoamericanos, las leeríamos o escucharíamos de
otro modo. La entrada al juego mundial mediante la venta de las deudas adquiridas
internacionalmente a compradores anónimos, o a los mismos prestadores que presienten un mejor
futuro a dichos países, les ha permitido a estos países entrar en el juego global ejerciendo o
produciendo efectos en los Bancos internacionales, más allá de lo que pueden significar sus recursos
de riqueza genuina, sin advertir el despojo y la indefensión a la que han sido sometidos.
Cuando se considera y analiza la Economía Mundial, consciente de los negocios en forma usual,
frente a las políticas de las “economías invisibles” inmediatamente se vuelve obvio que la conducta
de una economía no está descrita por sus economistas con sus PNB econométricos. Cuando
echamos una mirada a la condición total de nuestro tiempo, podemos discernir nuevas formas que
empiezan a aparecer en los umbrales mismos de nuestra imaginación y percepción. Comenzamos a
ver que el bioplasma planetario de Gaia y la Tecnósfera como producto residual de la economía
global electrónica, es la verdadera economía de riqueza. Entonces entendemos que esta nueva
representación nos describe una nueva dinámica conductal de este emergente dominio globalizado y
dejaremos de pensar con una imaginación matemática sostenida por la dinámica mecanicista de
Newton o del Neo-Darwinismo, del capitalismo industrial y postindustrial. Nos lanzaremos a re-
imaginar la realidad abandonando las narrativas centradas en el concepto de competencia, ego y
riqueza especulativa y lucha.
Terminaremos por ver que esta narrativa basada en los principios de la representación de las
cosas como objetos apropiables egoístamente, y la de la adaptación de los organismos en sus nichos
ecológicos en virtud de las presiones del ambiente, corresponde a los patrones mecanicistas. Con la
nueva visión percibiremos a los organismos circulando en el ambiente como un proceso fluido en el
cual el “nicho” es un vacío ocupable, sin localizaciones en el espacio. Con esta nueva imaginación
perceptual, habremos conseguido trasladarnos a un nuevo renacimiento, con otra mentalidad, donde
la nueva narrativa, está inspirada por la Morfodinámica, que se ocupa de explicar la interpenetración
e interconexiones que existen entre lo micro y lo macro, lo infinitamente pequeño y lo
inimaginablemente grande en interacción constante, donde vida y materia lo construyen todo en su
incesante proceso de autopoiesis.
Nuestro sentido de los valores cambiará cuando comencemos a apreciar de igual modo lo
pequeño y lo grande, y su interindispensabilidad. Generalizaremos así una nueva cultura planetaria
en la cual la riqueza no se medirá ni contará con criterios aritméticos de ventajas personalizadas,
sino como procesos en los que participan en la construcción de la riqueza, desde el más desconocido
trabajador y científico hasta el más poderoso billonario o famoso político. Todos ellos son
cohabitantes e integrantes componentes de Biósfera, Sociósfera y Tecnósfera con derechos de base
garantidos y controlados por los principios que rigen la vida sostenible del planeta, conforme a los
principios de la Ciencia Gaia.

CIENCIA JURÍDICO-POLÍTICO-ECONÓMICA Y ECODINÁMICA PLANETARIA


La humanidad debe ponerse a sí misma metas universales
que abarquen todo el planeta. Si la humanidad no ha de
destruirse así misma debido a la posesión de tales metas, debe
antes que nada alcanzar un conocimiento sin precedente
respecto de las condiciones básicos generadoras de la cultura
como una guía científica para las metas universales.
H. Maturana
El paso de las ciencias hasta hoy conocidas y denominadas Jurídica, Política y Económica, a la
Ecodinámica como ciencias necesarias para gobernar el mundo actual, deberá ir acompañado por un
cambio planetario en las ciencias de la conducta. En ellas quedan involucradas todas las disciplinas
organizacionales como las jurídicas, políticas, económicas y las provenientes de la tecnología
comunicacional. Este cambio significará una nueva historia cultural, que redefinirá el curso que
debe tomar la acción de los líderes organizacionales, la política y la formación de los políticos y de
los científicos de la política, y de las instituciones que forman la dinámica de la comunidad global.
Precisamente estamos entrando en una nueva cultura, la cultura informatizada, y necesitamos
urgentemente definir qué clase de cultura es ésta. La cultura de la sociedad informatizada, se ha
transformado en una cultura popular generalizada, planetaria, la que está imponiendo los nuevos
patrones de convivencia. Estos patrones de convivencia son lo que la nueva ciencia biológica
designa como “atractores extraños” (“strange attractor”) que funcionan con fuerza totémica
reorientadora en el proceso semiótico cognoscitivo y los nuevos principios de la identidad personal,
creando nuevos signos y con ellos nuevos consensos (Nodo VII).
Las ciencias conductales tradicionales provistas por el “establishment” permanecen aún ancladas
en la visión mecanicista industrial. La Ecodinámica no está basada en ecosistemas mecanicistas.
Todos los ecosistemas como nichos ecológicos son expresiones culturales en términos de
crecimiento y complejidad, y por lo tanto, son procesos interactivos y evolutivos. Las peculiaridades
de los organismos que los componen están reflejadas en sus conductas interactivas, dando forma a
sus autonomías e identidades. Así nos explicamos los procesos mediante los cuales un árbol o un
animal crece y el agua surge y se desplaza. Como consecuencia, debemos cambiar las estadísticas y
los modelos econométricos como instrumentos de ponderación y dejar de vernos como árbitros en la
solución de los problemas por vía de la cuantificación. Por el contrario, lo que debemos hacer es
sumergirnos en nuestra historia cultural sin criterios estadísticos sino como procesos; penetrar sus
meollos en el lenguaje, los mitos, las religión y el arte, replanteando una nueva semiótica. Cuando
comencemos a entender y apreciar las membranas de las ecologías culturales, empezaremos a
cambiar el concepto de Estado como contenedor y movernos hacia otro concepto de la Política
paradigmatizado por la ciencia Gaia y la dinámica de los sistemas complejos en tercer estado de
desequilibrio.
Este cambio de mentalidad requiere un profundo proceso de imaginación que sustituya a la
tradicional recolección de datos; trasladarse más allá de la sociedad postindustrial, abandonando la
concepción atomística individualista que sólo compite en poner dólares en los bancos. Debemos
girar hacia una visión simbiótica en todos los procesos, para que nos lleve a descubrir las conexiones
de todas las actividades; pasar del Banco a la Ecología, de las Universidades al Universo (Ver Nodo
4 y Taxonomía bibliográfica 1, 4 y 5).
Si cultivamos la capacidad de asombro y nuestra imaginación no es simple acumulación de
imágenes paralizantes, las nuevas Ciencias Planetarias nos proveerán de una nueva imaginería y
percepciones, de una nueva forma de conocer y reconocer, la que nos sorprenderá con una distinta
visión de la vida y todos sus fenómenos en el Planeta Tierra. Nuestro planeta no es un contenedor de
sustancias duras y una capa poblada de organismos en espacio newtoniano hostil, en donde los
organismos son seres pasivos encajados en un molde con leyes adaptativas de hierro. Ambos,
planeta y organismos, macrocosmos y microcosmos no son cosas, contenedores y contenidos, sino
procesos organizativos extendidos en el tiempo, que circulan como los ríos, construyendo todo el
paisaje que constituye el proceso evolucionario.
En una reimaginación del mundo mecanicista trabajan los nuevos biólogos reunidos alrededor
de la ciencia Gaia. Sus búsquedas se extienden desde el origen de la atmósfera planetaria de la vida
celular, el origen de las redes neuronales en el cerebro de la formación de las ciudades, entre muchos
otros campos.
Todas estas búsquedas están comenzando por decirnos que la vieja visión de objetos contenidos
en el espacio o de los organismos constreñidos a un nicho ecológico, no nos explican lo que
necesitamos entender y saber, acerca de donde estamos ahora en el tiempo y en el espacio, como
nueva realidad. Tanto un planeta, como el cerebro o una célula, no pueden describirse como objetos
en un espacio Euclidiano, sean estos continentes de la biósfera o genes o una molécula, sino que por
el contrario, deben visualizarse como procesos dinámicos emanados de sus fases de espacio-tiempo.
Los conceptos de gala, mente y vida son dominios emergentes de la dinámica de los sistemas tierra,
cerebro, célula, molécula y partícula, como parte de las infinitas galaxias que forman al Universo. Si
conseguimos alcanzar nuestra transformación mental, habremos dado un paso hacia la Nueva Era
para la convivencia, alejándonos de la política de competencia y enfrentamiento del Estado-Nación.
Estrecharemos filas unificándonos hacia un nuevo entendimiento de la Biósfera y de la Cultura
Planetaria.
Hasta tanto el hombre común o el ciudadano desprevenido no haya transformado su mente con
esta nueva imaginería, continuará buscando la solución de los problemas políticos a través de las
fuerzas destructivas reforzando el egoísmo, ya sea usando las técnicas maoístas o de los escuadrones
del terrorismo, alarmando al mundo. El uso de la imaginación para fraguar un nuevo
autoconocimiento e identidad, no es un tiempo perdido o un pasatiempo, sino la generación de las
ideas que pueden transformar al terror y la destrucción confrontadora, re-explicando la naturaleza del
mundo. Es la nueva identidad la que nos permitirá replanteamos una realidad compatible con las
nuevas ciencias, facilitando así al hombre una transición adecuada, el paso desde un mundo
mecanicista a otro simbiótico autoconstructivo y evolucionarlo. Si continuamos viviendo y
sintiendo un tiempo de desintegración, nuestras actividades continuarán siendo intimidadoras y
violentas. Si por el contrario se imagina y se presiente un tiempo de reintegración evolutiva nos
sentiremos cooperadores pletóricos y abiertos a la esperanza, a la sorpresa y lanzados a la creación.
Las ciencias ecodinámicas nos proveen de un verdadero nuevo almacén de imágenes y de
inspiración para construir una nueva Cultura Planetaria que dé lugar a nuevos sistemas jurídicos,
políticos y económicos. El hombre no nace ni bueno ni malo, se forma y crece en el entendimiento
con otros, bajo los principios negociadores que fundamentan el altruismo que rige la simbiotización
de la biósfera y se desnaturaliza si estos principios son desconocidos.
En el dilatado proceso de los nacionalismos del siglo diecinueve, hemos visto a los Estados
Nacionales como contenedores de la identidad personal. Las culturas emergentes del avance
tecnológico nos están demostrando que los problemas emergentes de las drogas y su contrabando no
se ajustan a la imagen nacionalista del Estado contenedor, sino que éstos fenómenos aparecen como
“ruidos” (conforme a la teoría de la información), circulando por los canales donde comienza la
internacionalización de la Economía Planetaria. Asimismo, la ola de fraudes bancarios, de las
políticas y valores de mercado, son ruidos que se van imponiendo en un mundo amenazado por la
recesión y el desamparo del hombre común en la concreción de sus derechos, de ahí el fenómeno
masivo del desempleo, que ya es planetario. Además comenzamos a presenciar la aparición de
nacionalismos xenófobos regresivos, como el fascismo y nazismo, y la discriminación racial, en
busca de culpables para explicarnos la “vida” que no entendemos.
Sólo se podrá apreciar la urgencia de la introducción de una educación basada en las leyes
dinámicas de la ciencia Gala a nivel global, que cambie nuestra imagen del mundo. Se impone con
dramática urgencia la necesidad de lanzar líneas de acción que transformen las industrias militares y
el uso del poder, en una educación planetaria ecodinámica que lleve a término los cambios
profundos en el inconsciente colectivo moldeado, el que continúa atado a un paradigma mecanicista
egocéntrico ya fenecido. Desde 1945, sin perjuicio de las estrategias tradicionales en el pasado
histórico del Capitalismo, el llamado Primer Mundo organizó un sistema de desarrollo internacional
que trajo consigo la devaluación de las culturales tradicionales y la reducción de la capacidad
adquisitiva a los más bajos niveles de pobreza inhumana, reemplazándolas con economías
industriales o post industriales, generando como se ha dicho, endeudamientos, los que más tarde en
forma inicua fueron recomprados. Así los bosques han sido derribados para producir ganado o
escarbadientes necesarios para satisfacer el mercado consumista de los menos. No existe ninguna
diferencia moral entre derribar bosques y destruir las selvas productoras de oxígeno, como la de
transformar las hojas de coca en cocaína. Recientes estudios han demostrado que cierta clase de
antibióticos y hormonas para el aumento de la carne en diferentes clases de animales comestibles son
cancerígenas, que los materiales destinados al embalaje están contribuyendo al aumento de la
destrucción del ozono en la atmósfera por no ser degradables, y que la quema de bosques
contribuyen alarmantemente en la producción del efecto invernadero junto con el consumo de
combustibles para el ocio, como el excesivo uso del automóvil, que constituyen una verdadera
amenaza a la Biósfera, siendo actos tan criminales como el tráfico de la cocaína. Los bancos que
reciben el dinero provenientes de la cocaína, lo hacen recircular como moneda lavada produciendo
una suerte de economía invisible por vía de reinversiones en todas las partes posibles del planeta, en
bonos de deuda pública y papeles de mercados, y no de industrias productivas.
Las deudas de los países en desarrollo son gigantescas poluciones en la actividad inconsciente
de la acción política. Estas deudas no son más que una forma de reemplazar la representación
genuina de los países deudores por la participación patógena en la dinámica global del planeta,
concretadas en despojos de los que menos pueden. En un lejano futuro, cuando se esclarezca la
dinámica de los sistemas globales, los motivos inconscientes de la política y los efectos de la
economía invisible, entraremos de lleno en la tarea de una redefinición de la Política como actividad
global Nooética (Taxonomía bibliográfica 4 y 7) (Bibliografía General 718, 719 y 720).
Como proceso de transformación y de salto paradigmático, la dinámica de la economía invisible
en los países latinoamericanos, como asimismo en cualquier otra región del Tercer Mundo, vuelven
a las inversiones de los japoneses nocivas y destructivas. ¿Cuál es la diferencia que existe entre las
inversiones de la década del ‘80 entre los narcotraficantes y la de los japoneses o de la O.P.E.C., en
lo que respecta los riesgos en que se pone a la Biósfera, que es en definitiva la economía que nos
sostiene a todos?
NODO XII

EL NUEVO CIUDADANO PLANETARIO:


EDUCACIÓN Y NUEVA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO

ABISMO GENERACIONAL
LA CRISIS DE LOS SISTEMAS EDUCACIONALES
¿QUÉ ES EDUCACIÓN A FINALES DEL SIGLO XX?
DE LA EDUCACIÓN TRADICIONAL A LA CONCEPCIÓN SISTÉMICA EN EDUCACIÓN
EDUCACIÓN Y PROFESIONALIZACIÓN BAJO LA CONCEPCIÓN MECANICISTA
EL CAMBIO DE PERSPECTIVA
LA EDUCACIÓN SISTÉMICA
LA TEORÍA SISTÉMICA
LOS PRESUPUESTOS BÁSICOS
PARÁMETROS MODELIZADORES DEL SISTEMA EDUCACIONAL SISTÉMICO
LOS PROGRAMAS O TAXONOMÍA DE LOS SABERES
ORGANIZACIÓN DEL APRENDIZAJE
INVESTIGACIÓN, TRABAJO E INTEGRACIÓN SOCIAL
LA NUEVA PAIDEIA
EDUCACIÓN, OBSOLESCENCIA, CRECIMIENTO Y EVOLUCIÓN (PAIDEA)
EL NUEVO CIUDADANO PLANETARIO Y LA EDUCACIÓN Y LA ECONOMÍA DEL
CONOCIMIENTO
LA RESPONSABILIDAD EDUCACIONAL
LA UNIVERSALIDAD DE LA CRISIS DE LOS SISTEMA EDUCACIONALES
LA EDUCACIÓN POSTCAPITALISTA EN LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO
EDUCACIÓN EN LAS SOCIEDADES INFORMATIZADAS
QUÉ ES CONOCIMIENTO
NODO XII

EL NUEVO CIUDADANO PLANETARIO:


EDUCACIÓN Y NUEVA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO

ABISMO GENERACIONAL
El conocimiento se mide no por lo que se presume que se sabe,
sino por el reconocimiento que se hace de lo que se ignora.
Erich Janstch
La aceptación de las distancias generacionales y la presunción de que cada generación conocerá
un mundo distinto, son características del hombre moderno. Pero esta presunción, no abarca la
conjetura que el cambio registrado entre una generación y otra, puede ser de un nuevo orden. La
generación adulta supone que todavía existe un consenso general acerca de lo bueno, de lo moderno
y de lo bello, y que la naturaleza humana, equipada con medios internalizados para percibir, pensar,
sentir y actuar es en esencia constante. Asombra ver con cuánta facilidad se combina, fe en el
cambio con fe en la inmutabilidad. Con esta actitud mental, se ignora abiertamente la aparición de
los nuevos mecanismos de cambio y transmisión cultural que difieren fundamentalmente de aquellos
con los que estamos familiarizados. La sola admisión de los valores de la nueva generación, que
pueden ser completamente distintos, se interpreta como amenaza a los valores morales, patrióticos o
religiosos de sus mayores. Es así que los niños de nuestra cultura aprenden a esperar el cambio
dentro de la inmutabilidad. Sin embargo, por todos los rincones, se abre paso una nueva forma
cultural. Los hijos de hoy enfrentan un futuro acerca del cual nuestra ignorancia es tan absoluta, que
no podemos manejarlo como actualmente intentamos hacerlo. Usamos recursos como si se tratara
de un cambio generacional ubicado dentro de una cultura estable, plasmada sobre un modelo
parental.
En el curso de tres décadas, han sucedido hechos que han alterado irrevocablemente las
relaciones de los hombres con otros hombres, y con el mundo natural. La desintegración efectiva del
átomo, el descubrimiento de la bioquímica de la célula viva, la exploración interplanetaria con sus
imágenes televisivas, la posibilidad de obtener energía ilimitada o materias sintéticas, entre muchos
otros factores, han creado una división increíble entre las cosmovisiones generacionales.
Hasta hace muy poco tiempo los mayores podían decir: “Yo he sido joven y tú nunca has sido
viejo”, pero los jóvenes de hoy pueden responder: “Tú nunca has sido joven en el mundo que nos
tocó vivir, y jamás podrás serlo”.
Esta es la experiencia común de los padres y sus hijos. Desde un punto de vista, todos los que
nacimos antes de la década del 40 somos inmigrantes, al igual que los pioneros manejamos
habilidades y valores sólo parcialmente apropiados para esta nueva época. Sin embargo, somos los
adultos quienes tenemos en nuestras manos las técnicas del gobierno y el poder, y nos aferramos a la
convicción de que nuestros hijos terminarán por ser muy parecidos a nosotros.
Súbitamente ha aparecido una razón, y ésta es que todos los pueblos del mundo forman parte de
una red de intercomunicaciones, que los jóvenes planetariamente comparten. Un tipo de experiencia
que los mayores nunca tuvieron, y que no experimentarán jamás, es la emergencia de cambios
escalonados. Los niños de hoy se crían en un mundo que sus mayores no pueden comprender
cabalmente. Sólo unos pocos adultos saben que esto sucede. Son los niños los precursores de las
culturas del futuro, los ingenieros y arquitectos anticipados, los epistemólogos armonizadores de la
coevolución, en un mundo donde la evolución se simbiotiza en todas las direcciones y dimensiones.
Lo fundamental de este discurrir, es que este cambio radical se ha registrado casi simultáneamente
dentro del ciclo vital de una generación, y que el impacto de cambio es mundial. Todos los hombres
parecen ingresar al mismo instante cronológico. El mundo es una comunidad a pesar que todavía
carece de las formas de organizaciones y de las sanciones mediante las cuales se pueda organizar una
comunidad política.
Por tanto, desde el punto de vista del ingreso en un presente para el cual ninguno de nosotros
está preparado, por su comprensión supeditada al pasado, para la interpretación del presente, y para
las expectativas en el futuro. Todos los que nos criamos antes de la Segunda Guerra Mundial somos
pioneros inmigrantes en el tiempo. Nuestro pensamiento nos ata todavía al mundo, tal como existía
en la época de nuestra infancia y nuestra juventud. Nacidos y criados antes de la revolución
electrónica y espacial, la mayoría de nosotros no entiende lo que esto significa.
Todavía conservamos en nuestra manos las redes del poder, controlamos los recursos e
imponemos las aptitudes necesarias para mantener el orden y organizar los tipos de sociedades que
sólo conocemos. Manejamos los sistemas educacionales, los sistemas de aprendizaje, las escuelas
profesionales por las que deben trepar los jóvenes, peldaño por peldaño. Los adultos sin embargo,
hemos quemado las naves, no vemos la necesidad de aprender más. Estamos condenados a vivir con
lo que sabemos en un entorno “desconocido”. Levantamos con materiales nuevos edificios ajustados
a los viejos esquemas.
En cambio, la nueva generación de todo el mundo se asemeja a la primera generación nacida en
un país nuevo. Están los satélites y los computadores instalados en su tiempo, que son sus
instrumentos de uso diario.
Viven en un mundo en que los acontecimientos les llegan con toda su compleja proximidad. No
están sujetos a las secuencias lineales que dicta la palabra impresa, sino inmersos en la atmósfera
destellante de la imagen, incorporando conocimientos y elaborando sinapsis neuronales como jamás
lo hizo la especie humana. Viven de otro modo el hecho de matar. Las viejas ideas de tiempo de
guerra o de paz han perdido significado. Saben que el pueblo de una nación no puede salvarse por sí
solo, porque se sienten involucrados con todas las partes de la Humanidad. “Mi bando” y “el de
ellos” ha perdido significado, aunque saben que existe la guerra, la viven de otra manera. Tienen ya
presentida e introyectada alguna forma de orden mundial.
Pero esto, no es lo único que les separa de sus mayores. Descubren cuando observan con
atención, que los mayores abordan torpemente, y en la mayoría de las veces sin éxito, las tareas que
les imparten las nuevas condiciones. Que utilizan medios inapropiados y que muchos resultados son
inciertos. No obstante el empeño, los jóvenes no saben lo que se debe hacer pero intuyen que debe
haber un sistema mejor.
En muchos de los debates acerca del abismo generacional se levantan las voces sobre la
alienación de los jóvenes, omitiéndose totalmente la alienación de los mayores. Ignoran por
completo que toda comunicación consiste en diálogo, y que entre estos interlocutores, ambos
carecen de vocabulario. La verdadera comunicación se posibilita sólo cuando cada uno comprende
que hablan no uno, sino dos idiomas en los cuales las “mismas” palabras asumen significados
diferentes, produciéndose así una confusión semiótica, con decodificaciones arbitrarias. Entonces, si
están dispuestos a escuchar y preguntar, podrán iniciar una comunicación más o menos placentera,
los viejos con los jóvenes. Pero mientras exista un adulto que piense que los padres y maestros de
antaño invocan su propia juventud para entender a los jóvenes, ese adulto estará perdido.
Sucede que en el campo de la ciencia los estudiantes reciben los conocimientos con los poderes
más absolutos, en un marco de total autoridad, y los mayores dicen cuándo y cuánto los jóvenes
pueden estudiar con este sistema perimido que traiciona la vocación de conocer. La verdad radica en
que estos jóvenes son incapaces de aprender de padres y adultos, a los que nunca se parecerán.
Hoy reconocemos que la característica más humana del hombre no consiste en su capacidad para
aprender, sino en su capacidad para enseñar y almacenar lo que otros han perfeccionado. Ahora que
entendemos mejor este nuevo sistema, crecen nuevos modelos para enseñar, no lo que deben
aprender, sino cómo deben hacerlo. No con qué deben comprometerse, sino cómo deben hacerlo.
Cuál es el valor del compromiso y no con qué deben comprometerse.
Se ha terminado la época de copiar del pasado, debemos crear modelos de sistemas abiertos que
apunten al futuro.

LA CRISIS DE LOS SISTEMAS EDUCACIONALES


Ensancha el espacio de tu tienda y extiende en ella tus
alfombras, pues te has de mover en todas direcciones.
Isaías
El efecto, en cuanto a las distancias, ha traído como consecuencia el cambio de concepto de las
escalas y de la función espacio-tiempo. Al multiplicarse las escalas de acción posible en tiempo y
espacio, un proceso de transformación abierta o subliminal transita por todos los resquicios de la
convivencia, impulsado por la ciencia y la tecnología como apoyo logístico. Esta instrumentación
conlleva una explosión de efectos que se traducen en aceleraciones múltiples en la totalidad de las
instituciones que procesan las interacciones que siguen los múltiples niveles de la convivencia.
La aparición de nuevas situaciones sobre la superficie de la organización de la sociedad y sus
instituciones, combinada con la aceleración de las interacciones por la dinámica de la función
espacio-tiempo, ha puesto a la humanidad en escenarios diferentes, marcados por altos grados de
incertidumbre en todos los sectores de la vida del ecosistema. Sin embargo, la incapacidad de las
maneras de pensar y la inadecuación de las instituciones convencionales para afrontar y tratar con
eficacia esta nueva dinámica, y redistribuir en todas las direcciones la innovación creadora, se
mantienen por causa de fórmulas mentales y cosmovisión obsoletas, debatiéndose en un escenario
“fenecido”.
Con profunda amargura e inocultable sobresalto después de las primeras explosiones nucleares,
Albert Einstein comunicó al mundo que a partir de dicho acontecimiento todo cambiaría, excepto la
manera de pensar de los hombres sobre las cosas.
Hay un defasaje entre la realidad que cambia a diario y destruye paradigmas de antiguo uso
prácticamente en todos los frentes.
Son muchos y distintos los procesos globales que se cuelan y pugnan por alimentar las
demandas surgidas de una nueva convivencia, que lucha contra las muy limitadas y estáticas
concepciones convencionales, alimentadas y defendidas por nuestras formas de pensar sobre los
problemas que nos desbordan. El cambio se impone en forma acelerada en situaciones múltiples en
forma exponencial, volviendo obsoletas la mayoría de nuestras ideas convencionales y los
repertorios que exige la actual sociedad.
La paradoja entre percepción y acción sobre la realidad sobrevenida, se plantea ante cada
instancia, cuando nos proponemos afrontar problemas concretos. Carecemos de capacidad
institucional e intelectual para resolverlos. Trabados por cuestiones ideológicas perimidas y
limitados por principios jurídicos que corresponden a otros siglos y a otros sistemas de convivencia.
Nuestra forma de pensar es lineal y secuencial. Nos comportamos como si estuviéramos
mirando al futuro por un espejo retrovisor, nos negamos a mirarlo de frente. Por inercia o rigidez,
nos resistimos a saltar al nuevo escenario.
La transmisión tradicional del conocimiento contemporáneo incluyendo todas las disciplinas y
tecnologías, y sus casi infinitas combinaciones, se hacen sentir en la tierra y en el espacio abierto,
como si nada hubiera sucedido, con esquemas mecanicistas, y la persona humana vive inmersa en
estos efectos robotizadotes.
La fórmula Ciencia y Tecnología a la “n” potencia, sin un paradigma humanista y una nueva
visión del mundo, es decir la introyección profunda del nuevo escenario al que hemos sido lanzados,
se ha transformado en el instrumento más brutal, no sólo contra el hombre y su entorno, sino que
hombre y ambiente se destruyen mutuamente. Cada vez se sabe más sobre más cosas, pero el
avance científico y tecnológico, y la brecha existente por el atraso relativo de nuestras maneras de
pensar sobre el tratamiento de los nuevos problemas, mediante nuevos métodos y nuevas teorías de
comprender -comprensión integradora- de la compleja realidad de nuestro tiempo, de nuestra
convivencia, se debate entre la inercia y la ignorancia, con la que tratan la realidad los que toman las
altas decisiones. Por otro lado, las nuevas generaciones se debaten en la incomunicación buscando
paraísos o alivios a la angustia existencial en la cultura de la droga, en las cortinas del ruido que
provoca la música joven a modo de mantram multitudinario en busca de catarsis.

¿QUÉ ES EDUCACIÓN A FINES DEL SIGLO XX?


Miles de investigadores -mis colegas y yo mismo incluido- nos
hemos visto envueltos en un frenesí científico desencadenado
por el afán de la fama o de la fortuna. Día a día las rutinas
lucran atándonos al laboratorio, al fraude o al espionaje
científico, a amenazas sutilmente escondidas a nuestras
desnudas mentiras. Hemos corrido en una manera indigna sin
precedentes a patentar hallazgos menores como investigadores
en busca de Premio Nóbel o de millones de dólares.
Robert Hazen (1989
Battle of the Supermen – The Guardian 15/4/1989, Londres
El proceso educacional actual, está descolocado y ajeno a las expectativas del estudiante de
cualquier parte del planeta. Mientras las universidades imparten conocimientos recientemente
puestos al día, la presuposición de las premisas con que se hacen, están basadas en nociones ancladas
en un paradigma obsoleto. Tales nociones podrían identificarse como:
a) La separación entre espíritu y materia del dualismo Cartesiano.
b) Las excesivas connotaciones físicas que usamos en las metáforas para explicar los conceptos
de energía, tensión, poder, fuerzas sociales etc., o para explicar fenómenos mentales y la
percepción de la realidad.
c) Los principios tomados de Bacon, Descartes, Locke, Newton, Kant, etc., que éstos aplicaron
a las ciencias físicas, fueron llevados a las ciencias mentales debiéndose estudiar a éstas en
términos cuantitativos.
Las premisas utilizadas para construir la visión y representación latente del mundo, y la
parcialmente inconsciente epistemología que tales ideas han generado, se han vuelto obsoletas en
tres diferentes maneras o puntos de vista:
1. Pragmática: ha quedado claro en el tiempo y en el espacio, que tales premisas y sus
correspondientes corolarios llevaron a la codicia y avaricia a la legitimación del derecho del
más fuerte, a las guerras exterminadoras, a las tiranías ideológicas, y por último, a la
contaminación y de predación catastrófica generalizada en el Planeta
2. Intelectual: las premisas están obsoletas a causa de sus enfoques reduccionista mecanicistas
en Medicina, Psicología, Sociología, Ciencias Políticas, y todas las llamadas Ciencias del
Espíritu. En todas ellas, los nuevos hallazgos de la Biología y la Física han producido una
transformación paradigmática convergente, que obliga a desalojar las nociones anteriores.
3. Tales premisas, como bases para explicar el sentimiento religioso, unidas al
desencadenamiento de las construcciones ideológicas, generadas por la teoría Darwiniana,
han terminado por destruir los sistemas de creencias sostenidos por las experiencias
numinosas que generan las religiones.
Evidentemente nuestra civilización, desde el ángulo que se la mire, presenta una imagen
caricaturesca de la vida. En el campo de la Economía hemos tenido que tomar partido entre dos
monstruosas ideologías: el Capitalismo o el Comunismo. En materias de pensamiento nos hemos
movido entre variados fanatismos anti-intelectuales, de un extremo al otro.
En lo que se refiere a religión, haciendo uso de la libertad garantizada constitucionalmente,
asistimos a la presencia y nos movemos en una gama de un abigarrado repertorio de religiones
llamadas mayores subdivididas, y un creciente número de sectas cuyo espectro va desde un
protestantismo totalmente secular, a una extendida maraña de cultos mágicos, con total ignorancia de
lo que es el sentimiento religioso. No es un accidente que mientras la Iglesia Católica abandonó el
uso del latín, las nuevas generaciones en busca de cultos aprendan a recitar sus mantras en Sánscrito,
Palí o lenguas exóticas.
En los ámbitos universitarios se pretende mantener los niveles de excelencia, mientras los
móviles que reinan son la desconfianza, la vulgaridad, la victimización de las personas y sus
desajustes, y por último, la utilización de los recursos destinados en favor de rápidos resultados
comerciales. Todo lo cual se percibe como un sordo chillido de avaricia y codicia, frustración,
miedo y odios ambivalentes. Es comprensible por lo tanto, que las autoridades sólo concentren la
atención en lo superficial, sin pensar que tarde o temprano, los problemas emergentes de la
obsolescencia profunda en que se debaten, terminarán por imponerse, exigiendo al contexto todo, su
debida atención. Escapan aunque sólo aparentemente, las enseñanzas técnicas y de negocios, porque
confieren habilidades que llevan al éxito dentro de esta filosofía sin compromiso con los valores. Al
afrontar la tarea de formar ingenieros, médicos, abogados, sociólogos, psicólogos, biólogos, etc.,
hasta cubrir toda los saberes lanzados por los avances científicos actuales, por otra parte imponiendo
el dualismo reduccionista científico tradicional, no hacemos otra cosa que aumentar la
obsolescencia. Cuando creemos que un estudiante noble y estudioso ha alcanzado su puesta el día
con los más altos niveles de excelencia, éste está tan obsoleto como nosotros. Todos navegamos en
el mismo barco con otros tiempos. Aquí el rigor es parálisis y muerte. Reina por su ausencia la
imaginación, la única que alimenta todo proceso mental acompañada de los métodos proporcionados
en la marcha por los alumbramientos paradigmáticos. Creo que los estudiantes tuvieron razón en sus
luchas durante la década de los sesenta, pero sus conceptos del poder como poder social tenían
solamente dimensión física. No estaban informados que en otros tiempos estas batallas se libraron
con ausencia del concepto de fuerza física. Se hicieron por la verdad, por la belleza, por el honor.
Prestando atención a toda estos desajustes, mirados desde otro ángulo, los estudiantes por
ejemplo, estuvieron equivocados en sus diagnósticos. Existía una equivocación que alcanzaba a toda
la cultura. Ellos lucharon por alcanzar representación, y por lo tanto, poder táctico amenazador ante
cualquier disenso. Ellos ganaron pero ha quedado bien claro que el ganar esta batalla no ha
producido diferencias en el proceso educacional. La referida obsolescencia no ha cambiado. No hay
dudas que en cualquier momento se librarán las mismas batallas. Ha quedado en evidencia que el
mero hecho de una tribulación no cambia nada. Ante todo, es necesario contar con la libertad y
valentía en reconocer qué es lo que debe hacerse y no sólo responder a demandas unilateralizadas,
sino alcanzar un conocimiento ponderado del cómo actuar. Proponer por lo tanto como
materialización de la Educación integral, un análisis neutral sobre el proceso de obsolescencia de
todo el sistema de conocimiento. Si ésta ocurre, ello significa que las cosas suceden en diferentes
partes del sistema, que algo está faltando o dejándose de lado. En un sistema estático, como se lo
concibe al educacional, no se produce obsolescencia porque éste no evoluciona bajo el rigor de leyes
eternas, al no ser visto como epifenómenos de sistemas vivos. Los sistemas vivos son los únicos que
enfrentan desequilibrios dinámicos y por eso evolucionan. En materia de cambio evolutivo, todo el
contexto social es parte de la Biósfera. Para su análisis es necesario recurrir a un mismo paradigma
comprensivo, pues se trata de afrontar y entender (resolver) los cambios evolutivos culturales y
educacionales.

DE LA EDUCACIÓN TRADICIONAL A LA CONCEPCIÓN SISTÉMICA EN EDUCACIÓN


El conocimiento envanece, pero el amor edifica. Si alguno se
imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.
Corintios 18-1-2
Una edad histórica se caracteriza como un período de tiempo unitario con su particular visión
del mundo y conceptualización de la realidad. La creación de la Escuela Moderna es coincidente
con la creación del maquinismo. Esta edad de la máquina y el correspondiente efecto de la imprenta,
se caracterizó por la postulación de principios tales, como que el mundo podría ser completamente
entendido, y que tal comprensión, podía alcanzarse aplicando el uso del método analítico. Ëste se
lleva a cabo mediante tres pasos sucesivos, consistentes en análisis de las partes que se pretenden
entender, estudiar su comportamiento, y por último generalizar dicho entendimiento. Esto ha sido
suficiente para explicar el todo. Dicha teoría o enfoque, llamado Reduccionismo, fue el responsable
de la prominencia en ciencia de considerar la indivisibilidad de los componentes de la materia, más
allá del átomo, los elementos químicos, las células, las necesidades básicas, los instintos, las ideas
simples y los fonemas. Una vez que dichos elementos se consideraron entendidos, su explicación se
ampliaba al entendimiento del todo. La relación causa-efecto era suficiente para explicar todas las
interacciones de los elementos. Una causa fue tomada como causa de la otra. Esta exclusiva y
excluyente explicación de causa-efecto no requería de manera alguna la presencia del ambiente.
Además, los laboratorios y esquemas conceptuales eran concebidos sin tener en cuenta el ambiente
como variable interviniente. Solamente Dios era la primera y única causa y como tal, no podía ser
explicada. Su aceptación era pura materia de fe. No fue así para la Ciencia. Esta se basaba en el
Determinismo, cuya teoría no dejaba lugar para el azar o la elección de propósitos. El mundo fue
concebido como un reloj herméticamente sellado que operaba con la regularidad dictada por su
estructura interna y sus leyes causales. Además, el hombre fue considerado como una máquina,
creada por Dios a su imagen y semejanza. La Revolución Industrial ha sido su consecuencia. Todo
trabajo demasiado caro para mecanizarse, debía ser realizado por mano de obra barata. De tal modo,
se produce el ensamble hombre-máquina, se constituye así, el continuo industrial reduciendo y
obligando al ser humano a conducirse como una máquina. Este pensamiento analítico, como
veremos más adelante. Condujo a la deshumanización de la Educación.

EDUCACIÓN Y PROFESIONALIZACIÓN BAJO LA CONCEPCIÓN MECANICISTA


Aunque cueste creerlo, a primera vista, todo el sistema Educacional incluyendo el Universitario
y la investigación científica, no son otra cosa que instituciones industriales dedicadas a diseminar la
instrucción y la información. Fueron modeladas como fábricas. Los alumnos estudiantes, o
investigadores, son tratados como material no procesado listo para entrar en la línea de producción
para ser convertidos en producto terminado. Cada paso en el proceso está programado. El producto
semiterminado es periódicamente inspeccionado y examinado. El resultado de examinación
particular, se sobreentiende, debe ser uniforme y evaluado con un número como modelo de calidad.
El proceso educacional en cada nivel se considera exitoso si el “producto terminado” puede ser
vendido a un alto precio. Así, tanto la educación, como el sistema educativo. se reducen a un
número discreto y desconectado de partes tales como escuelas, currícula, materias, lecciones,
ejercicios, cursos, grados, créditos, certificados, los que se cuantifican y califican en forma
atomizada, sin ser conceptualizados como parte de un proceso holístico, el cual termina por
alcanzarse, si ello llega o ocurrir, fuera de la Escuela o, de la Universidad, etc. El estudiante o
alumno termina por ser sobre-instruido en lo que puede muy bien hacer solo, sin condicionamiento,
y subinstruido para lo que necesita, que es lo que realmente debe hacer por sí mismo, tal como
ensamblar todo lo que ha recibido como instrucción, en forma coherente, para entender el mundo en
que está inmerso y los roles que en él debe cumplir. El cursante recibe respuesta a cuestiones que él
no ha preguntado, y le son negadas la mayoría de las preguntas que él se puede formular. Es
enseñado a responder y no a preguntar, a pesar de que el progreso radica o depende más de las
preguntas que se hacen, que de las respuestas que sedan.
Las Universidades son máquinas creadas por los patrones de los Departamentos y Facultades
destinadas a garantizarles un trabajo de por vida de acuerdo a sus propios deseos. La educación es
así el precio que el estudiante debe pagar por la autoridad que adquiere para hablar, en la casi
totalidad de los casos, sobre disciplinas y asuntos que no entiende. La enseñanza está largamente
dedicada a inculcarle al estudiante un vocabulario sobre teorías, leyes, conceptos y métodos, muchos
de los cuales han demostrado sólo la habilidad de contradecir las evidencias. Algo parecido sucede
en los sistemas escolares a merced de los maestros. La educación concebida mecánicamente, trata al
estudiante como máquina que debe alcanzar la capacidad de reproducir de un grabador, cámara
fotográfica o de combinar como una computadora lo que ha recibido. Los exámenes son pruebas
para medirles la instrucción. Siguiendo a Pavlov Skinner, el estudiante es tratado como un
organismo condicionado para responder sobre lo que de él es deseado, mediante el premio a las
respuestas conectas y el castigo a las equivocadas. Con la incorporación de la tecnología educativa,
este método de enseñanza ha ido más lejos, mediante la mecanización del maestro, con la instrucción
asistida por computadores y enseñanza programada. Así el maestro o profesor mecanicista, sabe
como programar al estudiando directamente. Este proceso se ve reforzado con la sugestión
subliminal que las máquinas producen.
En la educación formal, se tiene por sentado el hecho que dada las condiciones organizacionales
y la existencia de educando, el solo hecho de enseñar, produce el aprendizaje. Se ignora que la
mayoría de lo que aprendemos no es enseñado sino que aprendemos en el trabajo o jugando, más que
en la escuela. Trabajo y juego son minimizados en el proceso educacional. La ausencia de juego y
diversión se combina con la expectativa que las repuestas o las preguntas deben hacerse con respecto
a lo esperado por el maestro, asegurándose de esta manera la supresión de cualquier eventual
creatividad que el alumno tenga. Tanto las escuelas como los Departamentos universitarios están
organizados burocráticamente, es decir, mecánicamente. Resisten fuertemente los procesos de
innovación y someten a sus componentes a rígidas reglas de ordenamiento y regulaciones. Cambiar
las currículas suele ser una quimera. Sólo se ejerce allí la estrategia de dejar las cosas como están
para ver como se quedan.

EL CAMBIO DE PERSPECTIVA
Igualmente que en otros períodos históricos, la era del maquinismo ha sido fuertemente sacudida
por dilemas y problemas insolubles. Por ejemplo, aunque la Teoría Determinista declaraba y
afirmaba la imposibilidad de elección, y se siguió pensando en el libre albedrío, de tal modo que la
libre voluntad frente al Determinismo resultó incompatible. Sin embargo, ambas teorías fueron
asumidas. Esta suerte de dilema, tuvo ocupado a los filósofos sin llegar a alcanzar una solución. En
las primeras décadas del siglo el físico matemático y Premio Nóbel, W. Heisenberg, demostró que
una de las dos propiedades de los elementos que componen la materia se identificaba únicamente
mediante un determinismo simultáneo, de tal modo que la seguridad de uno dependía de la presencia
del otro. A partir de este descubrimiento surge el principio de ‘Incertidumbre”, que sacude todo el
edificio conceptual con respecto al completo entendimiento y conocimiento de la realidad.
Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial muchos científicos comenzaron a pensar que algo
estaba sucediendo. No tardé en aparecer un decidido interés por la noción del concepto de sistema
frente al de máquina. Este nuevo concepto terminó en dar por tierra con la Edad de la Máquina.
LA EDUCACIÓN SISTÉMICA
El movimiento sistémico se desarrolló en parte por causa de
que un grupo de estudiosos ligeramente excéntricos
comenzaron a sentir que la organización disciplinaria de las
ciencias y la comunidad académica había abandonado o
violado el principio básico de la unidad estructural de los
sistemas que componen el Universo.
Kenneth Boulding, 1984
La concepción sistémica del Universo es una visión o ‘weltanschauung” de todos los niveles de
la realidad. Esta visión incorpora en su modo de explicitación un cuerpo integrado de conceptos, los
que incluyen no sólo lo teórico, sino también la práctica metodológica con sus modelos y diseños de
toda clase y tipo de sistemas.
Transformar un régimen educacional de tipo tradicional a la concepción sistémica, implica
transformar de raíz el modo y forma del aprendizaje y la funcionalización de los conocimientos. El
proceso educacional de hoy y todos sus contenidos mantienen y se derivan de una visión mecanicista
no orgánica del Universo. La metodología sistémica sin una clara explicación previa de su
desarrollo, puede volverse contradictoria, sin llegar a producir un cambio de visión y adecuadamente
introyectarse. Además de su concepción organicista. debe perseguir en todos los contextos
neutralizar los efectos persistentes del paradigma mecanicista que pretende reemplazar.
El sólo hecho de enseñar no da por garantizado que sea aprenda. La mayor parte del
aprendizaje se produce sin ser enseñado. Sin embargo, la educación en general y los educadores en
particular, están basados en la enseñanza condicionante, no en el conocimiento por el entendimiento.
Enseñar es un medio para alcanzar un fin. La educación sistémica por el contrario, consiste en hacer
posible el entendimiento y conocimiento, usando todos los medios que permitan el aprendizaje y no
el condicionamiento como instrucción, denominado enseñanza. Aprender a descubrir, no a acumular
información que obstruya el proceso de aprender a aprehender la realidad. La habilidad para
conducir al educando es mucho más importante para que por sí mismo descubra, y no enseñarle
conceptos y letra muerta. Motivarle para que conozca por sí mismo, no con instrucciones que debe
aceptar por anticipado.

LA TEORÍA SISTÉMICA
La gente no crece mediante la adquisición de hábitos no
conectados, de conocimientos desperdigados como si los
eligiera: si yo conozco esto o no; si esto me interesa o no. Por
el contrario, en el fondo la gente por bien o por mal incorpora
todo lo que proviene de otra gente, atmósfera, acontecimientos
desarrollados por admiración, a veces en forme inconciente
por supuesto. Nosotros somos la compañía que buscamos.
Doris Lessing
Un sistema es un todo que no puede ser dividido en partes independientes; el efecto de la
conducta de las partes en el todo, depende de las otras partes. Por lo tanto, las propiedades
esenciales de un sistema se pierden cuando ésas son tomadas por separado. Tanto un automóvil
como un ser vivo desarmado no pueden cumplir sus funciones. Además, las partes en sí mismas
pierden sus propiedades esenciales cuando son separadas del todo. Consecuentemente, un sistema
no puede ser entendido en sentido analítico porque es un todo. El análisis de un sistema revela su
estructura y como funciona. Esto sólo informa sobre cómo funciona y enseña cómo trabaja, pero no
se logra el entendimiento del fenómeno en sus últimas consecuencias. Para explicar la conducta de
los sistemas se requiere un pensamiento sintetizador; éste difiere significantemente del analítico. En
vez de analizar las partes se explica el todo. Una vez entendido, se explican las partes sin
desagregarlas. Ello da como resultado revelar las funciones y roles en el todo, en vez de las
estructuras, demuestra por qué un sistema funciona y no cómo. Lo que explica el resultado del
trabajo de un sistema no es la suma independiente de sus partes, sino el producto de sus
interacciones. Por lo tanto, lo que importa en todo sistema es identificar las interacciones, no la
acción de las partes tomadas se paradamente. La educación tradicional es analítica reduccionista.
En la educación sistémica el Reduccionismo ha sido reemplazado por el Integracionismo. Esta
doctrina sostiene que aunque el conocimiento del todo deriva de sus partes, el entendimiento de ese
todo, deriva del entendimiento del todo del cual es parte. El conocer se desarrolla de las partes al
todo, pero el entender, del todo a las partes.
En el pensamiento sistémico, la causa-efecto sólo provee un número limitado de maneras para
ver y apreciar las interacciones. Con este enfoque sistémico se aplica la relación de productor-
producto o correlación directiva, porque es más fructífera. Aunque un productor es suficiente, otras
cosas son necesarias, tales como el ambiente. Por lo tanto, para una explicación sistémica del
mundo es necesaria la explicación del ambiente, ya que el conjunto de cosas necesarias no pueden
ser completamente especificadas. La explicación causal libre, o fuera de ambiente, es sólo ideal.
Por último un productor no es suficiente para determinar su producto, es necesario además conocer
los propósitos y sus elecciones o selecciones. No podemos olvidar que, aún en la Era de la Máquina,
la visión del mundo estaba basada en el propósito divino de Dios. En el período postindustrial el
pensamiento sistémico continuó a pesar de todo, conservando la concepción mecanicista. De ahí que
continúa aún el proceso de la robotización del hombre por causa de la ausencia de una educación
sistémica organicista, integradora y armonizadora que permita entender y negociar con la realidad
globalizada.

LOS PRESUPUESTOS BÁSICOS


La Educación Sistémica se basa en los siguientes principios:
1. Facilitar al estudiante el aprendizaje de aquello que desea y necesita aprender.
2. Enseñarle cómo aprender más eficientemente.
3. Motivarle para que aprenda, particularmente, aquellas cosas que necesita, en orden de
satisfacer sus deseos y curiosidades, y que a su vez sean socialmente útiles.
Los educadores y profesores, simplemente, no conocen por anticipado lo que los alumnos y
estudiantes de hoy necesitarán saber mañana. Por lo tanto, ellos no deberán imponer sus
requerimientos y concepciones al estudiante. Se ha observado en casi todos los países del mundo, en
forma considerable, el trasiego o abandono de profesiones adquiridas, en diferentes actividades, por
razones motivacionales o de personalidad para evitar frustraciones. Toda persona puede ser
enseñada a aprender, lo que casi es un condicionamiento, porque la enseñanza acarrea carga
subjetiva del otro (“ecuación personal”) en la que influyen además tiempo, lugar y personalidad del
estudiante. Por lo tanto, éste debe gozar del mayor grado de libertad para ensayar diferentes maneras
de aprendizaje en concordancia con la disciplina que persiga, tales como:
a) Autoaprendizaje. Ejemplo, la forma en que los niños aprenden a hablar o los adultos
adquieren conocimientos que no han aprendido pero que necesitan en el trabajo.
b) Aprendizaje en virtud de ensoñar a otro. Aquellos que enseñan cosas que no les han sido
enseñadas están bien advertidos del hecho que ellos aprenden mucho mejor que los que son
enseñados.
c) Haciendo, bajo la guía de alguien que sabe: tales son el aprendiz o el internado. Son dos
modalidades muy efectivas. Vía motivación o vocación, el estudiante o pupilo será compelido a
aprender a:
1. Cómo usar lo que conoce.
2. Cómo llevar a cabo lo que no conoce.
3. Cómo darse cuenta que no se conoce.
4. Como aprender qué es lo que se necesita conocer.
Los requerimientos para el ingreso a los estudios formales hasta ahora han sido asegurar que el
alumno o estudiante como “material en bruto”, mantengan un nivel de uniformidad. Tal
uniformidad es sólo relevante para el caso de producción en masa. Si la educación en sí es un
objetivo para adquirir conocimientos que conduzcan al logro de una vida plena, y no los
requerimientos para alcanzar un título o graduación, no son necesarios los requerimientos de
uniformidad que exige todo ingreso. Por el contrario, los requerimientos que deben exigirse al
otorgarse la graduación, deben consistir en saber hacer bien lo que el estudiante ha entendido y
comprendido, demostrar la habilidad para ello, y cuando ha terminado los estudios, la habilidad para
seguir aprendiendo. Los exámenes a libro cerrado no demuestran conocimiento, porque ellos no
presentan la situación de la vida real en la cual se necesite el entendimiento de lo que debe ser
evaluado. En la vida real somos evaluados de acuerdo a la idoneidad y no a la información
redundante. Los exámenes a libro cerrado sólo preparan al estudiante a vivir de su memoria, como
los náufragos sin recursos. Los maestros y profesores que trabajan con los estudiantes en problemas
reales, no necesitan exámenes para probar lo que éstos saben. El uso de exámenes evidencia la
ausencia de una relación estrecha entre profesor o maestro y estudiante, la que es esencial a toda
buena educación y formación. Materias, disciplinas e incluso profesiones, no son más que maneras
convenientes y discrecionales de clasificar los conocimientos. Pero el mundo no está organizado en
la misma forma en que nosotros hemos organizado éstos. No existen problemas físicos, químicos.
biológicos, psicológicos, sociológicos, o incluso sistémicos. Estos adjetivos sólo describen el punto
de vista de la persona que los confronta, y no el problema en sí. Cualquier problema puede ser
mirado desde diferentes puntos de vista, pero no todos ellos pueden ser igualmente productivos.
Aprender cuál combinación puede producir el mejor enfoque debe constituir una parte esencial del
proceso educativo.
Los avances y progresos, la mayoría de las veces han resultado de una reorganización de los
conocimientos, alcanzados independientemente, más que del descubrimiento de nuevas cosas. Es
decir, la capacidad de encontrar las relaciones y detectar las interacciones. Lógrase así, la síntesis
como comprensión unificada mediante la realimentación y depuración de los compartimientos
estancos en que el sistema actual tiene organizado los conocimientos. Por lo tanto, debe orientarse al
estudiante, animarlo para que organice sus estudios en la manera que mejor convenga a él, no al
sistema educacional. Cuando se aísla una materia, disciplina, incluso un sistema, se inhibe a éstos de
la exploración necesaria de las interrelaciones con los otros conocimientos, porque la naturaleza es
un continuum y los conocimientos no operan en el vacío.
Los programas por materias y los departamentos académicos no organizan los conocimientos.
Estos organizan a los maestros y profesores y desorganizan los conocimientos. Los departamentos
de disciplina son inherentemente contrarios al concepto de educación.
Resumiendo, un sistema educacional sistémico deberá garantizar lo siguiente:
1. Preservar las diferencias individuales entre los alumnos o estudiantes, alentándolos para que
desarrollen su propias capacidades de combinación, evitando moldearlos como productos en
serie.
2. La focalización en el aprendizaje y no en la enseñanzas conduce al estudiante a aprender
cuál es la mejor manera de aprender, motivándolo así, hacia el deseo de aprender más.
3. Orientar al estudiante a aprender a sintetizar porque, esto es lo que produce el entendimiento
y la habilidad para saber. La nueva transmisión de la información e instrucción se ocupa no
sólo en establecer relaciones entre las disciplinas particulares, entre ciencias y tecnología o
artes y humanidades en forma independiente.
4. Dotar al estudiante con la capacidad de manejar la realidad como un todo, como un sistema,
en vez de orientar al análisis de las partes en forma reduccionista, y no de sus interacciones e
interconectividad.
5. Acostumbrarlo y animarlo a que adquiera el hábito de rediseñar sus saberes para que se
transformen en conocimientos genuinos.
Con el enfoque sistémico, las instituciones educacionales de cualquier nivel y los procesos que
ellas desarrollan, se desburocratizan agilizándose y adaptándose a toda nueva suerte de cambios,
tanto para el procesamiento de nuestros conocimientos, como de paradigmas. Permite además una
participación activa del estudiante en los rediseños e implementaciones, dejando éste así de ser un
sujeto pasivo y condicionado, sin oportunidad de demostrar su potencial capacidad creativa.
¿Acaso se podrá ayudado de las argumentaciones que anteceden acerca del Sistema Educacional
Global, llevarse a éste a una transformación radical, pasándolo o trasladándolo del paradigma
mecanicista para el cual fue construido, al paradigma sistémico? A ésto se va a dirigir nuestro
esfuerzo.

PARÁMETROS MODELIZADORES DEL SISTEMA EDUCACIONAL SISTÉMICO


Un sistema educacional sistémico tiene como finalidad y objetivo cumplir tres principales
propósitos:
1. Desarrollar y transmitir un cuerpo de conocimientos que responda a las necesidades de todos
los que participan en él, tanto maestros, profesores, alumnos, como administradores del
sistema y las organizaciones que lo alimentan.
2. Desarrollar y probar un nuevo procedimiento pedagógico que corresponda a los nuevos
requerimientos del enfoque sistémico.
3. Desarrollar estructuras participativas integradores con el sistema, y experimentar con ellas
para capitalizar las realimentaciones.

LOS PROGRAMAS O TAXONOMÍA DE LOS SABERES


La ciencia general de sistema nos conduciría hacia una suerte
de ambientalismo de la mente humana y a sentir el verdadero
deleite por la inmensa variedad del Universo. Ello nos llevaría
a ver el mundo de las ideas humanas como un ecosistema
alimentando una inmensa variedad de opciones y no como a
un organismo demandando subordinación a una autoridad
central.
Kenneth Boulding
Los programas deben basarse u orientarse hacia la consecución de los siguientes objetivos:
1. Poner en evidencia que los problemas organizacionales o institucionales son sólo
abstracciones provenientes del análisis de la realidad social. Entender que ésta realidad no
es otra cosa que la interacción entre sistemas complejos, los que como tales, no pueden ser
descompuestos separadamente tratando los problemas independientemente, porque con ello
se pierden sus propiedades esenciales. Por lo tanto, todo programa debe en sí mismo
contener una metodología que le permita afrontar los problemas holísticamente, incluyendo
así toda la problemática sistémica.
2. Tener en cuenta el aumento de la complejidad y la aceleración producida por los progresos
científicos y tecnológicos, y consecuentemente el cambio social. El aprendizaje sólo por la
experiencia hoy no es suficiente, por lo tanto, los programas deben orientarse a hacer uso de
diseños de sistemas flexibles que permitan incorporar la realidad cambiante, y que ayuden a
afrontar con mayor efectividad la creciente complejidad y aceleración del cambio
multidireccional.
3. Por causa que el Sistema Social funciona con el fin de alcanzar metas y los subsistemas que
lo componen también tienen iguales propósitos, suelen a veces entrar en conflicto, es
indispensable contar con la habilidad conciliadora necesaria para que el Sistema Total pueda
satisfacer las necesidades de sus componentes, para así poder proveer la cualidad y calidad
de vida que se aspira dentro del sistema. Esto da lugar y obliga a tener en cuenta, la
armonización del aspecto ecológico con el humano, es decir, mantener la dinámica
ecosistémica. Todo sistema social debe estor concebido, organizado, regulado y gobernado
con la vista puesta a dar respuestas a sus múltiples componentes o subsistemas, con el fin de
promover y alcanzar los objetivos sistémicos integrados desde el punto de vista humano, en
armonía con los principios autoorganizativos ecosistémicos que aporta la Ciencia Gaia.
4. Como todo sistema social, necesita para funcionar de todo su entorno ambiental. Éste, como
todos sus componentes, debe tenerse en cuenta y hacerse responsable de organizarlos y
gobernarlos, conforme a los requerimientos ecosistémicos, tanto hacia adentro como hacia
afuera. Es decir, teniendo en cuenta el ámbito sistémico. A este requerimiento debe
llamársele Imperativos Ambientales del Ecosistema.
5. Los citados cuatro principios deben estar integrados por un enfoque interdisciplinario
‘Transdisciplinario” formando un todo interactuante entre el cuerpo de conocimientos a
impartir, y los roles que deben cumplir nuestros profesores y alumnos en forma simultánea y
activa. De este modo, es el estudiando el que constituye su propio molde.
No deberán existir requisitos especiales sino aquel exigido por la promoción normal. Como la
variedad de estudiantes aumenta, especialmente entre los postulantes universitarios, ello permite que
unos puedan aprender de los otros. Esto alienta la oportunidad de que los estudiantes mismos
contribuyan en la organización de sus materias y programas sin que se vean constreñidos por la
rigidez que imponen los cursos predeterminados. El estudiante puede hacer uso de todo cuanto
pueda ofrecerle la Universidad, siempre que cumpla con los requisitos mínimos y aprobación de su
propio diseño ante la Facultad, la cual debe permitirle que haga su defensa y los cambios que
proponga en cualquier momento. Consistente con esta metodología, las materias y cursos, no son
simples agregados uniformados que pueden ser tomados independientemente. El principal
instrumento y finalidad de la educación consiste en aprender a conocer y a investigar, constituyendo
en sí un colectivo para poder sintetizar, compartido con el profesor y los otros alumnos, adquiriendo
así por sí mismo o con la ayuda de los otros, los objetivos perseguidos. Está completamente probado
que todo estudiante es capaz de adquirir independientemente la información y los conocimientos que
necesita sintetizar.

ORGANIZACIÓN DEL APRENDIZAJE


El aprendizaje se divide en dos pasos:
a) Teórico. Se ocupa de la clase que imparte la información conforme a la nueva taxonomía,
de acuerdo con la nueva conceptualización y metodología. Pueden asistir todos los alumnos
que lo deseen y necesiten de la disciplina que se imparte, sea cual fuere la carrera elegida por
éste.
b) Práctico. Se forman grupos de interés de 6 á 12 estudiantes, sobre temas que deseen trabajar
los participantes mismos. Por ejemplo, aspectos organizacionales en los países llamados
“subdesarrollados”, subsistemas patológicos, diseño de redes organizacionales para la
integración de minorías étnicas, arquitectura social o ambiental, aspectos conceptuales sobre
conducta individual organizacional, liderazgo, etc. Estas células de aprendizaje hacen al
estudiante sentirse responsable del uno por el otro, porque ellos se evalúan automáticamente
entre sí acerca de cómo cada uno ha aprendido, y no cuánto. Además, el continuo contacto y
la estrecha interacción vuelven innecesarios los exámenes convencionales. En realidad, el
estudiante es evaluado no sólo como tal, sino también como maestro, puesto que son ellos
los que nos pueden enseñar lo que no han aprendido, demostrándolo de esta manera. Esto
les induce a aprender más cosas que entre sí todavía no conocen.

INVESTIGACIÓN, TRABAJO E INTEGRACIÓN SOCIAL


Esta forma de aprender está orientada a hacer aprovechable el esfuerzo en proyectos auspiciados
por Centros Institucionales o Empresas determinadas, fuera del campo universitario o técnico. Ello
es una manera de crear unidades autopoiéticas creativas e innovadoras aplicadas a la necesidad del
sistema social donde el estudiante está inserto. De este modo, el estudiante trabaja conjuntamente
Con los profesores y científicos como personal adscrito a los proyectos eventuales, pagado por los
clientes. La división clásica entre Investigaciones Básicas e Investigaciones Aplicadas se vuelve
innecesaria. Todo proyecto debe estar orientado a obtener resultados prácticos con el enfoque
sistémico. Cada caso, exige el desarrollo de su propia metodología y conceptualización, porque
debe estar dirigido a contextos determinados, donde intervienen variables intermedias con sus
correspondientes problemas interactuantes en el mundo real.
Esto es lo único que cuenta para poder conocer. De este modo las investigaciones básicas están
implícitas en la investigación llamada aplicada, porque toda implementación o post implementación
debe evaluarse para considerarse como lograda, ya que no hay investigación posible fuera de la
función espacio tiempo y la ecuación personal del investigador a la que está sometida el Universo
todo en su proceso evolutivo. No hay observación que no sea afectada por el observador. Es
importante hacer notar que las Investigaciones Básicas parecen haber demostrado muy poca utilidad.

LA NUEVA PAIDEIA
Tanto los filósofos tradicionales como los modernos, han menospreciado las exploraciones
epistemológicas de la dinámica del conocer, dedicándose solamente a afirmar que el “conocimiento
verdadero”, sólo lo posee la mente humana adulta, sin considerar que éste se origina en la mente del
infante. No obstante los sorprendentes descubrimientos de Piaget, debió transcurrir otro cuarto de
siglo para que sus hallazgos pudieran producir algún impacto sobre el campo epistemológico. Este
campo hoy en día se ve desbordado por la Biología Molecular y los hallazgos sobre los orígenes de
la vida como procesos autoorganizativos. Contrariando los supuestos de los filósofos, existe una
perfección funcional del sistema nervioso. El perfeccionamiento del sistema nervioso se produce, no
por las condiciones innatas, sino por la supervivencia selectiva de las huellas de la sobreconectada
red innata. Es decir que, sólo puede aprenderse ontogenéticamente, para lo cual, ya existen las
huellas en el cerebro, facilitadas por el aprendizaje filogenético.
A la luz de la experiencia ganada con respecto al perfeccionamiento del sistema nervioso
complejo del cerebro humano con posterioridad al nacimiento, podemos ahora acometer la tarea de
examinar y estudiar cómo se producen las funciones cognitivas en la mente del infante y del niño.
Con los estudios iniciados por J. Piaget en 1920, al frente de los cuales permaneció hasta 1980, ha
quedado corroborado que la mente no es un aparato pasivo, dedicado a manejar y recibir sensaciones
de acuerdo con ciertas reglas fijas y flujo de señales, sino que ésta las transforma activamente por
medio de acciones exploratorias. El enfoque de Piaget considera a la inteligencia humana como una
actividad dedicada a la construcción activa de la realidad, y no como un receptor y procesador
pasivo de la información proveniente del mundo exterior. Esto, sin perjuicio de tener en cuenta que
la actividad intelectual humana posee innegables condicionantes objetivas como ingredientes de los
componentes de las operaciones mentales. Piaget configura el proceso del aprendizaje de acuerdo a
un equilibrio de todos los elementos que comprenden la cognición del niño. Usa la palabra “equili-
brio”, no en el sentido químico o mecánico habitual, sino que se refiere a la idea de una dinámica
sostenida entre los dos mayores aspectos antitéticos del proceso cognitivo, que son, acomodación y
asimilación.
Acomodación de la nueva situación significa el cambio mental existente o el de una conducta
mental existente para adaptarlo a las características de la nuevos objetos y sus interrelaciones. Es
decir, tener en cuenta los nuevos aspectos de la realidad. Piaget declara que es una nueva forma de
ser realista tomando la vida como viene.
Asimilación, la contra-fuerza de la acomodación en el “equilibrio”. Significa incorporar los
aspectos de la nueva realidad en las viejas conductas y esquemas cognitivos más que cambiarlos.
Hay una manera de ser autístico al ver la realidad sólo de acuerdo con las nociones preconcebidas.
Por ejemplo, el niño tiene una manera de tomar los objetos. Si no lo consigue, no concreta su
proceso de integración. Piaget considera la inteligencia como una actividad dedicada a la
construcción activa de la realidad, y por ende, no considera al niño como un receptor y procesador
pasivo de la información proveniente del mundo exterior. Esto, sin perjuicio de tener en cuenta que
la actividad intelectual humana posee innegables condicionantes afectivos, como ingredientes de los
componentes de las operaciones mentales. Con ello, Piaget ha transformado esta área de
investigaciones en una verdadera mina para exploraciones epistemológicas. Los filósofos
tradicionales, como ya se ha dicho anteriormente, se han referido siempre al estudio del
conocimiento y sus verdades como producto de la mente adulta, sin tener en cuenta el desarrollo de
las diferentes etapas de la mente humana.
Hay que reconocer que las categorías cognitivas de la mente constituyen un conjunto de
operaciones para incorporar el mundo real. Dicho mundo real es un mundo de dimensiones medias,
constituido por cosas que son más o menos directamente accesibles a nuestro aparato sensorio,
habituado apercibir en forma tridimensional. No sorprende por lo tanto, que muchas de las nociones
así adquiridas tengan que ser descargadas o modificadas cuando la ciencia se desplaza más allá de
dichas dimensiones medias, o tenga que manejar entidades infinitamente pequeñas, como la de los
átomos y sus núcleos o partículas, o muy grandes, tales como las que se refieren a la estructura del
Universo y su evolución. Con respecto a este punto, es muy importante conocer el mecanismo
mediante el cual el cerebro genera la posibilidad de adquisición de estas nociones, fuera de las
adquiridas por el aparato sensorial, ya que el conocimiento de dichos mecanismos serían un paso
adelante para explorar las posibles alternativas, mediante las cuales nosotros construimos la realidad,
fuera de las categorías comunes de dimensiones medias.
Como lo puntualiza Piaget y su escuela, a lo largo del proceso de maduración ontogénica de la
mente, se logra la adquisición de las nociones del espacio, tiempo y objeto, seguida más tarde por la
de causalidad lógica, noción de conjunto y de número. Dichas categorías de la cognición aparecen a
través y durante los diferentes períodos del desarrollo clasificados como:
a) sensorio motor (desde el nacimiento hasta los 2 años) durante los cuales el niño construye
los conceptos de objeto, espacio y causalidad.
b) preoperacional (de los 2 a los 5 años) durante el cual la mente del niño comienza a utilizar
símbolos, sea en forma de imágenes mentales o mediante la imitación, la que cada vez se
hace más internalizada, o mediante la forma de palabras como símbolos de representación de
los objetos o acontecimientos. Además, un objeto puede ser tomado como símbolo para otro
objeto, como por ejemplo ocurre en los juegos de imaginación. También el niño comienza a
razonar sobre analogía y memoria.
c) operacional concreto (de los 5 a los 10 años) el niño puede hacer operaciones mentales con
objetos concretos presentes: puede clasificar, construir estructuras jerárquicas, comienza a
realizar ordenamientos y relaciones seriadas, a comprender la equivalencia de los conjuntos y
hacer uso efectivo de las imágenes. Más tarde en este período hacen su aparición, el
concepto de conservación de las propiedades continuas, tales como cantidad, peso y
volumen.
d) operaciones formales (de los 10 a los 14 años) es el último período, en el cual el mundo real
es concebido como un subconjunto de mundos posibles, en el que aparece el pensamiento
proposicional con aserciones y declaraciones de lo que puede ser verdadero o falso.
Cada uno de dichos períodos, pueden ser a su vez subdivididos en un número de etapas
caracterizadas por diferentes estructuras intelectuales. Una de las más singulares y sorprendentes
conclusiones de Piaget, ha sido que la edad en que el niño individualmente alcanza uno u otro de
esos períodos o etapas puede variar enormemente, pero con respecto a la secuencia de las etapas,
éstas se mantienen invariantes. Es decir que el orden de los períodos y etapas es siempre el mismo,
y el comienzo de uno presupone haber alcanzado la maduración característica de los anteriores.
Cada etapa es integrada dentro de sí misma.
Para complementar las exposiciones de Piaget o sugerir conciliaciones, se incorporan aquí todos
los contenidos provenientes de la Biología de la Cognición formulada por Maturana y Varela. Para
ello se recurre a la contribución especial que ambos autores llevan acabo en su libro El árbol del
conocimiento,, (Editorial Universitaria - Santiago de Chile, 1992). Este libro, profusamente
ilustrado, hace un desarrollo minucioso e incomparable en lo que se refiere al proceso de cómo el
hombre conoce, sistematizando todos los aportes que en esta materia introduce el nuevo paradigma
científico evolutivo y autoorganizativo del que nos venimos ocupando. Agregar aquí un comentario
sería estéril para lo que nos proponemos, pero consideramos que su lectura es indispensable para la
comprensión de una nueva Paideia9. Si agregamos los efectos producidos en el proceso de la
Cognición por la incorporación de la tecnología en todos los quehaceres de la sociedad actual, y en
especial, en el proceso del aprendizaje en los niños, llegamos a la conclusión que ha surgido una
nueva manera de educar y transmitir el conocimiento. El Nodo VI se vuelve aquí parte integrante y
es decisivo para conciliar todas las innovaciones en este campo.

EDUCACIÓN, OBSOLESCENCIA, CRECIMIENTO Y EVOLUCIÓN


Toda supervivencia depende de dos fenómenos contrastados; dos maneras de integrar procesos
de crecimiento; uno hacia adentro y otro hacia fuera, para responder a los caprichos y demandas del
ambiente. Estos dos componentes necesarios para la vida, que es en sí un constante proceso de
aprendizaje destinado al desarrollo en integración de los estímulos del ambiente de la humanización
denominal o educación, se corresponden en muy distintas maneras con diferenciados intereses, y dan
lugar a las bases evolutivas filogenéticas, las que se complementan con la fenotípica que produce la
acumulación de habilidades y saberes. El desarrollo interior embriológico “epigenético” es
conservativo y demanda que cada paso debe ser compatible o conforme con el “status quo ante”. En
contraste, el mundo exterior es perpetuamente cambiante, pero a su vez está siempre listo para
recibir las diferentes criaturas, las cuales deben habérselas con cambios sobre cambios. Ningún
animal o planta, y hoy podemos decir también mineral, viene terminado o hecho a la medida. Toda

9
Paideia (en griego παιδεια, "educación" o "formación", a su vez de παις, país, "niño") era, para los antiguos griegos, la
base de educación que dotaba a los hombres de un carácter verdaderamente humano. Como tal, no incluía habilidades
manuales o erudición en temas específicos, que eran considerados mecánicos e indignos de un ciudadano; por el
contrario, la paideia se centraba en los elementos de la formación que harían del individuo una persona apta para ejercer
sus deberes cívicos.
criatura por sí misma debe afrontar cambios en su propio cuerpo. Debe adquirir ciertas
características somáticas ya sea por el crecimiento, el uso, la falta de él, hábitos, dificultades o
carencias, o por ultimo, por cultivo. Es decir, por el proceso educativo. Estas características
adquiridas no pasan, sin embargo, a los descendientes. No son directamente incorporadas en el
ADN. En términos individuales las características se transmiten al azar por los genes o por la
creación mediante las mutaciones. No obstante, las características adquiridas, aunque no sean
transmitidas por el ADN, pueden aumentar la propensión a desarrollar ciertas cualidades mediante
los hábitos y el ejercicio del altruismo, los que condicionan inherentemente el proceso de la vida en
sí misma. Son los hábitos y el altruismo los que predisponen las condiciones de selección natural,
por vía de la elaboración filogenética y fenotípica en el proceso evolutivo. El principio de que los
malos o negativos hábitos por ausencia del altruismo, a nivel social terminan por seleccionar
propensiones letales, está histórica y ampliamente demostrado (Véase Nodos VIII y IX – Altruismo,
y confróntese a Sheldrake en Bibliografía General).
Observemos la obsolescencia como condicionante en el proceso mental y cultural. Si deseamos
entender un proceso mental, debemos remitirnos a la evolución biológica. Pero si queremos
entender la evolución biológica, tenemos que retornar la mirada al proceso mental. Esto quiere decir
que toda selección biológica pone el énfasis en la compatibilidad entre el inmediato pasado y el largo
período evolucionarlo que exige la selección interna, la cual es determinada por el principio de
“homología”. Las selecciones internas son conservadoras por excelencia, las cuales quedan bien
demostradas en embriología. También lo son en la preservación de las formas abstractas. Así,
podemos ver como en ambos casos el familiar proceso se desarrolla como una “tautología”, como
por ejemplo, como en geometría una tautología crece y se diferencia en múltiples teoremas. Lo
mismo se refleja en el proceso embriológico con respecto a la obsolescencia. En una palabra, el
conservacionismo de la ”coherencia y compatibilidades”, es algo que se comienza a insinuar desde
el principio en el proceso mental de integración de herencia y ambiente. Es decir que la filogenia se
ve constantemente favorecida por la actividad fenotípica como función actualizadora por vía de la
educación.
Es hacia esto es sobre lo que debemos dirigir la atención cuando tratamos de encontrar la raíz a
los procesos obsolescentes. Por un lado, nos enfrentamos con la paradoja o dilema que nos deja
perplejos y desanimados cuando pensamos corregir o luchar contra la obsolescencia, pero por el otro
lado, de perder control del status quo. Por el simple hecho del temor o miedo a perder coherencia,
claridad y compatibilidad, o a veces salud mental, simplemente por el hecho de que la obsolescencia
desaparezca, es que nos negamos a cambiar, y le atribuimos a ésta todos los peligros que se avizoran
en los procesos mentales regresivos, habitualmente utilizados en las ideologías políticas. Debemos
advertir y hacer entender que los procesos obsolescentes o la obsolescencia en sí misma, tiene
muchos matices. Por un lado, una parte de un sistema cultural puede rezagarse, mientras que otra
parte se ha desarrollado aceleradamente. La obsolescencia se hace evidente nítidamente entre los
dos componentes. Si el retraso de una parte es debido a selección interna o natural, entonces es
lógico conjeturar que la raíz de un progreso demasiado rápido debe encontrarse en el proceso de la
selección externa. Seguramente se pensará, que está operando fuera de tiempo, por causa que los
dos componentes que conducen el proceso evolucionario están mutuamente fuera de fase. Porque la
imaginación ha ido demasiado lejos y para las generaciones conservadoras mayores, puede parecer
que enfrentan un período de pesadilla cercano o la pérdida de salud mental. Todo sueño es un
proceso no moderado por la rigidez interna o externa.
De ahí que las propuestas de superación de los procesos de obsolescencia está en relación
directa con el fondo común que genera la imaginación colectiva para cambiar los contextos que
conducen a estados estagnantes. La educación en sí es el motor de la evolución trascendente. Es la
voluntad manifestada en forma abarcativa por el Universo todo, a través de las leyes de la
convergencia, tal como hoy lo corrobora la física de partículas (ver Fritz Popp), expresada en todos
los procesos de solidaridad y armonía que genera el destino cósmico, en su incesante trascender los
horizontes infinitos del misterio (Ver Taxonomía bibliográfica 7).
EL NUEVO CIUDADANO PLANETARIO, LA EDUCACIÓN Y LA ECONOMÍA DEL
CONOCIMIENTO
Qué escuela de economía o de ciencia política ha centrado sus
estudios en torno al proceso fundamental de la sociedad -el
aprendizaje- porque el proceso de aprendizaje es todo. No
nacemos ni amando ni odiando a nadie en particular
H. Maturana y F. Varela
Dentro de la presente década, lo que queda del siglo, la educación como sistema y como proceso
de aprendizaje, cambiará más de lo que ha cambiado durante todo el período que va desde la
creación de la escuela moderna, sobrevenida con la invención de la imprenta hace más de 400 anos.
En una economía bajo un proceso planetario irreversible, el conocimiento como auténtico repertorio
de saberes y de información, lo que es decir saber ¿cómo, para qué, por qué, dónde, cuándo y con
qué?, es el primer y básico ingrediente para la formación de la riqueza. Una sociedad basada en el
conocimiento, que en forma exponencial, empujan la Sociósfera y la Tecnósfera, demanda del
sistema educacional en todos los niveles conocimiento y competencia responsables. Como nunca,
hasta en las más simples actividades, y aun en la interacción de la convivencia y el correlato
ecológico-ambiental, renecesita conocimiento. Jamás la Humanidad entera se ha visto en situación
igual.
Por otra parte, la clientela educacional global que está basada en el conocimiento, sólo puede
demandar trabajo vendiendo conocimiento y habilidad. En una economía basada en el conocimiento
y en su interacción simbólica como “inteligencia artificial” en interfase, ha producido insospechada
transformación en las ciencias de la comunicación. Su efecto en la vida cotidiana individual es
incontrolable. Se hace impostergable la necesidad de redefinir en qué consiste la educación y el
aprendizaje, y por ende, cuál es la función y responsabilidad de esta actividad. Debemos
replantearnos de cuajo qué es lo que hace a una persona educada e instruida. El enseñar y el
aprender actuales están sometidos a cambios drásticos y acelerados, en parte gracias a un mejor
conocimiento teórico del proceso del aprendizaje, como por ejemplo: el fenómeno de Autopoiesis y
la capacidad heurística de la tecnología actual. Por último, la mayoría de las disciplinas se han
vuelto estériles u obsolescentes, porque el paradigma Mecanicista y Reduccionista en que están
basadas ha sido superado por el nuevo paradigma de concepción sistémica, autoorganizativo,
dinámico y holístico. Todo ello acarrea la necesidad de repensar acerca de qué y cómo, se enseña.
Lo que se aprende, debe ser conocimiento que conduzca a la creatividad, y no condicionamientos y
adiestramientos en perjuicio de saberes y habilidades del tipo para y porqué (Véase Enactivismo).

LA RESPONSABILIDAD EDUCACIONAL
La complejidad del mundo actual nos obliga a no presumir
sobre la suficiencia de nuestros conocimientos sino al
reconocimiento de nuestra ignorancia.
Erich Janstch
Debido a que el aprendizaje formal institucionalizado es el que da acceso a cualquier nivel de la
actividad laboral, mediante graduaciones, certificados o diplomas, estos requisitos controlan
monopólicamente el mercado de trabajo, el porvenir, la cualidad y calidad de vida, de todos los
miembros de lo que hoy se ha dado en llamar “Sociedad de Conocimiento”. Pero no sólo el leer y
escribir y el manejo de la aritmética son suficientes hoy para escapar a la clase de “analfabeto
laboral”. Hoy se necesita, no un mínimo de habilidad en computación elemental, sino un
conocimiento más comprensivo y entendimiento considerable de la tecnología, sus dimensiones, sus
características, su ritmo de crecimiento y generación de efectos, algo casi totalmente ausente todavía
en la mayoría de los países. En la actualidad, es indispensable y crucial conocer la complejidad del
mundo en el cual no existen barreras posibles para la diseminación del conocimiento y los niveles de
expectativas. Ya ni los pueblos, ciudades, naciones o regiones, pueden definir sus propios
horizontes, sin tener en cuenta la interconectividad planetaria. Por eso, el conocimiento por sí, tiene
la misma raíz y la comunicación simultánea de éste, ha vuelto a la vida comunitaria la célula más
importante del aprendizaje. Los medios de masa proveen más aprendizaje que el que provee la
escuela. Esta todavía es necesaria para organizar sistemáticamente y con sentido vocacional el
aprendizaje, para se convierta en conocimiento como herramienta personal, para la participación e
interacción social, pero debe ser reorganizada en base a la interfase tecnológica que exige la realidad
actual, con sus medios interactivos y los aportes que la realidad virtual están ofreciendo para conocer
en base a más de tres dimensiones.
La sociedad de conocimiento requiere como prioridad que sus miembros aprendan cómo
aprender, es decir como saber o conocer nuevos saberes. Los conocimientos actuales cambian con
velocidades insospechables, pero no así las habilidades. Un ingeniero de hace diez años sin
actualización permanente se vuelve obsoleto. Lo mismo sucede con un médico, abogado,
economista, geólogo, gerente, líder político o sacerdote. Por otra parte, la mejor Universidad
imaginable y con el mayor número de años de enseñanza no puede dar a un estudiante todas las
posibilidades de elección. Existe hoy en día, un número casi infinito de carreras para elegir que no
lo pueden proveer las Universidades actuales. Lo único que se puede hacer y lograr entonces, es
preparar al estudiante cómo aprender a aprender, y conocer antes y después de la graduación. La
sociedad de conocimiento es una sociedad de continuo aprendizaje y segundas carreras.
La misión del las Universidades actuales debe ser la de matrizar los conocimientos desalojando
las disciplinas existentes de compartimentos estancos, y transformarlas en fuentes de información o
banco de datos, de donde sacar el conocimiento con orientación y explicación de los profesores
como armonizadores generalistas, de acuerdo a una nueva taxonomía de saberes (Téngase en cuenta
la finalidad de la Taxonomía bibliográfica incluida, la cual propone un nuevo ordenamiento
interactivo de los diferentes campos del conocimiento).

LA UNIVERSALIDAD DE LA CRISIS DE LOS SISTEMAS EDUCACIONALES


Cuando falta el Tao, el hombre recurre a la virtud.
Cuando falta la virtud el hombre recurre a lo compasivo.
Cuando falla lo compasivo, el hombre recurre a la moralidad.
Cuando falta la moralidad, el hombre recurre a la ceremonia.
Ahora la ceremonia es sólo un mero balbucear de la fe y de la
lealtad. Esto es el comienzo de toda confusión y desorden.
Lao Tsé - Tao Teh Ching
La casi totalidad de los sistemas educacionales en cualquiera de sus niveles continúan todavía
anclados en sus formas tradicionales. Inclúyese la Europa del Norte, del Oeste, Japón y Korea;
EE.UU desde 1960 y aún hoy todavía; toda América Latina y los países de la Europa del Este, como
asimismo la U.R.S.S. Sea cual fuere la causa o razón, estos sistemas han subordinado la misión de
enseñar mayormente a determinados objetivos deseables, pero no necesariamente responsables. Las
diversas situaciones sociales tienen auténtica y genuina obligación educacional. La falla de la
escuela americana en producir una alfabetización (literacy) y formación universalizada, constituye lo
que ellos llaman el “rust belt” de la convivencia. Todo lo cual representa un costo mayor que el
costo de la mala calidad de vida y de los productos que se consumen (ver P. F. Drucker). En una
Sociedad de Conocimiento, la preparación y el aprendizaje forman las bases fundamentales de la
Economía. El liderazgo industrial americano, juntamente con el liderazgo educacional de los
últimos treinta años, hizo a esa cultura complaciente, lo que por vía de imitación, se ha diseminado
en forma planetaria. Introducir en la escuela americana, y en la influencia universalizada que ésta
ejerce, un mejor nivel de educación que vaya más allá aún de la escuela elemental, debe constituirse
en una alta prioridad política en la sociedad global. La tarea no es difícil, pero las implicaciones
políticas y culturales, sí pueden serlo. Cosa que puede apreciarse por las alarmantes demandas,
familiares y comunitarias, en todas partes del planeta. El costo social de la educación en América y
muchos otros países con minorías étnicas, es altísimo y en la mayoría de las veces inimaginable,
arrastrando el consecuente alto porcentaje de “disfunción” y penuria social y económica, lo que es
reflejado en la cualidad y calidad de vida.
En los niveles técnicos y universitarios es de público conocimiento las protestas y revueltas de
1964 en los campus, como los episodios del ‘68 en Francia, Alemania y en casi toda la Europa
actual, América Latina, África, etc. El sistema preuniversitario necesita especialmente en las
versiones anglosajonas, universalizar la información y los conocimientos para darle al graduando
una capacidad que le permita continuar aprendiendo y le despierte el deseo de seguir haciéndolo.
Ningún sistema educacional hasta la fecha ha dado en la tecla. Un proverbio latino dice “Non schola
sed vita discimus” (Aprendemos no para la escuela sino para la vida). Se compilan todos los años,
voluminosos archivos con los resultados de los exámenes. Pero no existen instituciones que
examinen a los graduados diez años después, acerca de si todavía esos conocimientos, son útiles o
actuales, a pesar de las magníficas notas obtenidas en su tiempo.

LA EDUCACIÓN POSTCAPITALISTA EN LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO


El conocimiento hoy, transforma al hombre en empresario de
sí mismo.
El mayor cambio, aún mayor que el sufrido en los países comunistas en materia política,
económica y organizacional, es el giro que ha tomado en todos los países desarrollados la demanda
de conocimiento y habilidades.
El centro de gravedad de los problemas sociales ha cambiado con respecto a la naturaleza y
cualidad de la actividad laboral. Hoy en día, el trabajador ya no sólo puede vender habilidades, tiene
que vender conocimientos.
Todos los países, desarrollados y menos desarrollados, se están transformando en forma
acelerada, en países que compran y venden conocimiento. El trabajador que vendía su fuerza
muscular y ganaba el pan con el sudor de su frente, se ha transformado en una categoría histórica.
Hasta hace muy poco, el conocimiento era considerado como un privilegio o adorno orientado
más bien al logro de estatus, que al desempeño de roles como necesidad básica. El acceso al trabajo
y la oportunidad de hacer carrera en él, cada día exige más requisitos, prefiriéndose a los
diplomados.
Hoy en día los trabajadores llamados de cuello azul, han perdido toda seguridad en el trabajo y
los sindicatos se han convertido en instrumentos de resistencia al cambio. Por otra parte, la
estratificación social se ha diluido en una suerte de Sociedad de Conocimiento, donde cada individuo
vende lo que sabe de acuerdo con la necesidad de saberes exigidos, teniendo la libertad de valorar su
propia capacidad creativa. La actividad gerencial, se ha transformado en un arte liberal destinado a
cumplir funciones sociales y no especulativas. El conocimiento se ha transformado en el capital de
cualquier sociedad, y los trabajadores productores de conocimientos, en el grupo social que está
dando forma a las nuevas normas de convivencia y sistema de valores. Todo ello afecta a nuestra
nueva identidad, porque se valora hoy en una forma muy distinta, qué es conocimiento, el cómo lo
adquirimos, y cómo lo transmitimos.
En una sociedad de conocimiento, su economía está basada en los saberes, que es el capital que
cada uno aporta al proceso de producción. El concepto de patrón cada día es más estrecho.
Generalmente los empleados conocen más que el dueño, y éstos lo saben. Es así que esta suerte de
trabajador, es más un asociado que un empleado, más bien un colega que un subordinado, y por
ende, debe ser tratado como tal.
Uno de los más singulares postulados de Marx fue que “el capital como ingrediente en el
proceso de la producción es el único que tiene movilidad, el capital se mueve hacia donde lo pagan
más”. Sin embargo, hoy en día el capital es el conocimiento, en cualquier economía desarrollada o
en desarrollo. Los trabajadores saben que sus conocimientos son los que realmente le aseguran su
movilidad y libertad de elección. En la tremenda transformación producida en EE.UU. en la década
del ochenta, de la noche a la mañana la mayoría de los gerentes y profesionales se encontraron en la
calle después de casi una vida de trabajo. Al principio, esto constituyó un tremendo shock, pero muy
pronto los desplazados se dieron cuenta que con sus conocimientos -muchos de ellos pasados de los
cincuenta-, podían conseguir aún mejores trabajos, porque sus conocimientos y la posibilidad de
reciclarlos manteniéndose al día, los había hecho libres, es decir patrones de ellos mismos. Esta
lección la han aprendido muy bien las generaciones jóvenes, quienes no se perciben como más
dependientes de patrón alguno, por que sus conocimientos pueden tener múltiples aplicaciones, y
pueden venderlo libremente. Suelen adquirir a la vez nuevos conocimientos conforme a la demanda
real que haya de ellos, sin importarles mayormente los límites de edades, eligiendo muchas veces
segundas carreras, incluso para trabajo voluntario como vocación.
Los empleadores hoy no son muy importantes para los trabajadores con conocimiento. Su
vinculación la establecen, casi únicamente, como lugar de trabajo, porque su auto-movilidad les
permite cambiar de empleador fácilmente. La expresión casi usual es “trabajo en una empresa pero
yo soy el empresario de mí mismo.”
En menos de un siglo han desaparecido fuentes de trabajo que existieron desde la amaneceres de
la historia. El servicio doméstico es una especie en extinción. El trabajador rural sólo constituye
una pequeña minoría que ha sido remplazada por el auto-empresario rural. Los presupuestos
marxistas no se han cumplido, y las fuerzas del proletariado no tienen mercado de trabajo.
Tampoco, en una impresionante mayoría, lo tienen los que constituyeron el ejército industrial de los
llamados cuellos azules. A partir de 1970, el trabajador industrial comenzó a declinar junto con su
fuerza de trabajo y su poder político. Se espera que para el 2010 apenas alcanzarán entre 10 y el 5
por ciento. El próximo paso no tiene escapatoria, debido al proceso de automatización y
robotización, un sistema que está organizado sobre la capacidad de manejar información y donde el
trabajador manual se ve desplazado.
El centro de gravedad aquí gira alrededor del conocimiento. Cada día se crean más puestos de
trabajo de los que se pierden en el trabajo manual, y por sobre todo, mucho mejor pagados. Aquí no
estamos enfrentados con un problema económico, tampoco con una lucha de clases, ni alienación,
como lo sostenían los marxistas en su retórica. Aún entre los grupos que más han sufrido con el
cambio, como las minorías étnicas, los inmigrantes, los migrantes internos, los trabajadores del acero
o de las minas, han descubierto la necesidad de transformarse en trabajadores con conocimiento, y
han comenzado sus procesos de aprendizaje y reciclaje.
Parece que ha llegado el final del avance a través de la estratificación social. El único estatus
que hoy realmente se reconoce, es el que provee el conocimiento. Esto es verdad para las legiones
de trabajadores que sólo necesitaban el carné del sindicato. El problema no radica hoy en ventaja o
desventaja social, ni tampoco de dinero, sino de dignidad. A fines de los ochenta, no menos del
cincuenta por ciento de la población de los países desarrollados bajo la edad de los cuarenta han
aprendido como actualizarse utilizando las oportunidades de la educación continua o permanente.
Como consecuencia, han mejorado sus condiciones de vida y promoción social, además han
aumentado sus oportunidades de autoempleo.
El problema de estatus social y reconocimiento, se ha transformado en autorrespeto. Los
Ministerios de Trabajo deben transformarse en ministerios de reciclaje y re-profesionalización para
combatir el analfabetismo laboral, y en asociación con los de Economía, efectuar la redistribución de
la riqueza y la redistribución del derecho al trabajo. No puede existir una sociedad con porcentajes
de desocupados que amenace constantemente la paz social, y la salud psicológica de los individuos.
Un desempleado además de enfermarse por pérdidas de autoestima, enferma a su familia, por
carencia de seguridad, además de ausencia de valores, con los cuales deben crecer las nuevas
generaciones.

EDUCACIÓN EN LAS SOCIEDADES INFORMATIZADAS


La comunicación simultánea y su apoyo tecnológico, exige una actividad laboral siempre
calificada, con gran incremento de la especialización personalizada. Con el objeto de que este
trabajador no pierda una visión globalizada del todo, donde su actividad pueda influir en el proceso
de interacción e interconectividad, la actividad coordinadora gerencial es crucial. La función
gerencial es intrínsecamente “sistémica”. Por dicha razón, se transforma en una actividad social de
decisiva importancia. Se la podría sintetizar en los siguientes requisitos para armonizar el trabajo –
esto es en definitiva una función social, a saber:
1. Incentivar como reconocimiento al especialista integrador con la oportunidad de hacer
carrera como generalista.
2. Crearle al especialista una visión unificada de la organización como sistema y la influencia
que ésta pueda ejercer en el suprasistema.
3. Estructurar la actividad gerencial como grupos de tarea (“task-forces”) sin perder su
condición de generalista.
4. Asegurar que tanto los insumos, como la preparación requerida y la transparencia
comunicacional, satisfagan al sistema.

QUÉ ES CONOCIMIENTO
Cuando el libro impreso apareció en el siglo quince, este acontecimiento representó algo como
si de pronto apareciesen múltiples rutas oceánicas. Doscientos años más tarde, estas rutas se van
transformando en túneles donde comienza a transitar la especialización y la transmisión del
conocimiento. Esta transmisión todavía es la que hacen los especialistas sin interconectar las múlti-
ples áreas para que el conocimiento contenga una cosmovisión integrada. Este es el camino que aún
hoy las especializaciones recorren creando un obstáculo para adquirir el conocimiento genuino y
significante. Una especialización es una parte instrumental, ingrediente o “raw material” que
permitirá llegar a integrar los saberes.
Conocimiento, es la síntesis que, como información holística, posee una persona como
cosmovisión y sustento de los valores para operar en la realidad, permitiéndole desarrollar todas sus
potencialidades. De este modo le habilita para interactuar en los múltiples niveles de la realidad, con
la consecuente contribución al patrimonio cultural de la sociedad global, como lo aconseja la nueva
taxonomía de saberes que contiene este libro.
NODO XIII

CONSIDERACIONES FINALES Y JUSTIFICACIONES

APÉNDICES:
A - GLOSARIO
B - TAXONOMÍA BIBLIOGRÁFICA
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS EN LOS NODOS
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
ÍNDICE DE AUTORES
ÍNDICE DE TEMAS
NODO XIII

CONSIDERACIONES FINALES Y JUSTIFICACIONES

En este Nodo, consecuentemente con el trabajo de presentar el Nuevo Paradigma Científico,


hemos elaborado un Glosario dirigido a facilitar las interpretaciones semióticas que el paradigma
demanda. Este constituye el Apéndice A.
Además, para presentar la información de la cual nos valemos para explicar el Nuevo Paradigma
Científico, incluimos una Bibliografía Taxonomizada haciendo uso de la Bibliografía General. Esta
se propone ilustrar todos las hipótesis operacionales utilizadas para presentar el Nuevo Paradigma
Científico de la Evolución, Omnicomprensivo, Autoorganizativo.
Como consecuencia hemos construido una taxonomía cibernetizada de subsistemas que se
realimentan entre sí, para ilustrar los principios en que descansa el Nuevo Paradigma Científico. A
la misma la hemos titulado Taxonomía Bibliográfica y constituye el Apéndice B.
APÉNDICE A

GLOSARIO
El presente glosario trata de cumplir la funcionalidad de una guía semiótica lexicográfica,
respondiendo a las necesidades que reclaman las diferentes disciplinas sobre la que se realiza la
nueva síntesis paradigmática. La mayoría de los términos que aquí se incluyen son neologismos o
traducciones enriquecidas etimológicamente con los significantes que los textos exigen, de ahí que
los aspectos semánticos y semióticos de cada uno de los términos que se incluyen, responden a
matices neológicos de las ciencias sobrevenidas que conforman el nuevo paradigma científico
evolucionado, autoorganizativo y omnicomprensivo. Cualquier otro contenido deberá confrontarse
con los diccionarios especializados, si allí se incluyesen las palabras definidas en el presente. Se
sugiere usar este glosario en estrecha relación con las instrucciones que se dan en el primer Nodo del
texto, en el cual se considera a este libro como el vehículo cuyo abordaje nos invitará a realizar el
“viaje”, que nos permitirá alcanzar la nueva visión de la realidad, mediante el enjuiciamiento y
reinterpretación de las funciones de los paradigmas anteriores, a través de los cuales, ha discurrido el
quehacer de búsqueda de ese cerebro colectivo que designamos Humanidad, y que se proyecta como
una riqueza compartida, bien denominada como culminación de la excelencia humana con los
neologismos de Noósfera y Nooética.

Adaptación
Atributos o capacidades que tienen los organismos, mediante los cuales pueden alcanzar algunas
características demandadas por el ambiente o formas de vida. Generalmente se refieren a los
procesos de supervivencia, reproducción u obtención de habilidades. Sin embargo, debe entenderse
como un término teleológico o teleonómico.
ADN
Ácido Desoxirribo Nucleico. Es una molécula constituida por un largo número de unidades
químicas denominadas nucleótides, todas unidas formando una larga cinta o cuerda. Usualmente,
dos de esas cintas están ligadas en forma paralela, una a otra, formando una espiral. Este ácido es el
material que contiene la herencia genética, pero en los organismos superiores sólo una pequeña
proporción aparece en los genes. El ácido desoxirribonucleico contiene cuatro clases de nucleótides
cuyas secuencias constituyen la base del código genético. Las cadenas de ADN y sus estructuras se
copian a sí mismas en un proceso llamado de replicación, y este código genético de los genes puede
ser trasladado en secuencias de aminoácidos, los cuales están ligados en cadenas para formar
proteínas; la síntesis proteínica que se lleva a cabo en las bases de dichas cadenas llamándosele
Ácido Ribo Nucleico (ARN), el cual sirve como templetes que transcriben los genes del ADN.
Algedónico (circuito)
Entendemos por algedónico un proceso regulador que permite ser usado para supervisar en
forma analítica un circuito que es necesario controlar. Se trata entonces de construir un artefacto que
pueda enchufarse y desenchufarse en toda una planta, cuando algunas variables críticas se desbordan
sin saber por qué sucede.
Algoritmo
Es un conjunto de instrucciones comprehensivas dirigidas a conseguir metas que se conocen
(Confróntese con Eurístico).
Allele
Ocupa una región particular dentro de un cromosoma. La ocasión propia para dicha locación,
donde siempre debe haber más de una forma alternativa en la que puede ser colocado un gene con
respecto a otro, se le llama el allele de cada uno.
Analógico
Véase digital.
Anastomósico
Ramificaciones y sus reconexiones como corrientes que se producen en el delta de un río.
Atavismo
La reaparición de características más o menos remotas de los ancestros. También suele llamarse
reversión o recidivismo.
Átomo
En la filosofía del atomismo constituyó una invariante eterna como unidad de la materia, la que
era dura, impenetrable y homogénea. En química era la unidad más pequeña que intervenía en las
reacciones químicas. En la física moderna, es una estructura activa compleja con núcleo central
orbitado por electrones; el núcleo y sus constituyentes están formado por partículas que a su vez se
transforman en unas estructuras con actividad complejísima.
Atomismo
La doctrina que indica que el átomo es la unidad más pequeña en la que está compuesta la
materia, siendo por tanto indivisible y que constituía la base de toda realidad. En la filosofía
moderna esta doctrina ha sido superada en virtud del concepto de partículas subatómicas
fundamentales.
Atractor
Es un término usado en la Dinámica moderna que denota el límite de una trayectoria dentro del
cual se mueve un sistema dinámico. Los atractores generalmente descansan dentro de un lecho o
cuenca de atracción. Atractores o lechos de atracción son configuraciones o elementos esenciales en
los modelos matemáticos para campos morfogenéticos, gracias a las contribuciones de René Thom.
Azar
Una secuencia o evento se dice que se produce al azar, si no hay forma de predecir cuál es la
clase de evento que se sucede ni la frecuencia con que puede sucederse, tanto hacia el pasado como
hacia el presente, dentro de un sistema que obedece a regularidades probabilísticas o de
probabilidades. Nótese que esta clase de eventos, los que se denominan al azar, se producen siempre
en los componentes de un conjunto limitado. Tirar una moneda se dice que se hace para obtener la
suerte al azar, cada tirada es una probabilidad que puede ser cara o cruz, pero siempre el fenómeno
del azar se da dentro de un conjunto limitado. Suele ser cara o cruz, dos alternativas, pero cuando
éstas aumentan, el azar es más complejo por el aumento de probabilidades (Véase probabilidades,
estadística, series estadísticas, en diccionarios especializados).
Bifurcación
Es un término conocido en la Teoría del Caos como una transición que se produce entre el
estado de una conducta ordenada y el estado en el que entra una conducta caótica. En algunos
enfoques, el punto de bifurcación se produce mediante pequeños cambios, cuyos parámetros
matemáticos pueden poner al sistema que funciona en forma ordenada en un estado caótico. Esta
transición se evidencia también en la Geometría Fractal, donde pequeños cambios de dimen-
sionalidad conducen a diferencias totales en la formas (o patterns). Tales procesos de bifurcación
pueden ser las fuerzas que conducen a emergencias de complementariedad a todos los niveles y
escalas. Tales emergencias son las que le dan forma a las múltiples estructuras del Universo. (Una
conferencia internacional titulada “Formas en el Universo“ fue celebrada en el Smithsonian
Institution titulada “Bifurcación y Naturaleza” en 1989).
Bodhisatuas
Persona próxima a convertirse en Buda (Santo budista), o a punto de alcanzar la iluminación.
Cambio Paradigmático
Es el fenómeno que se desarrolla en las conceptualizaciones en que se expresa el pensamiento
humano. Cuando ocasionalmente un fenómeno no se ajusta con el orden establecido, termina por no
poder ser ignorado o desconocido. Una vez aceptado el nuevo paradigma rara vez es cuestionado,
transformándose generalmente en una nueva cosmovisión.
Campo
Es una área que ejerce una influencia física. Este concepto se usa para interconectar o
interrelacionar materia y energía dentro de sus áreas de influencia. El campo no es una forma de
materia, es más bien energía contenida en los propios límites del campo. En física corriente se
reconocen muchas clases de campos fundamentales: el gravitacional, el electromagnético y el de la
materia que representa la física cuántica. En las hipótesis denominadas de causación formativa, en
su concepto más amplio, se define al campo físico como aquél que incluye el campo mórfico
simultáneamente.
Campo Mórfico
Se designa con este nombre a aquella unidad que se organiza con una estructura y forma de
actividad características. Los campos mórficos subyacen por debajo de los holones o unidades
mórficas, en todos los niveles de complejidad. Al término campo mórfico se lo utiliza para explicar,
tanto a los procesos conductales, como sociales, culturales y campos mentales. Los campos
mórficos son formados y estabilizados por resonancias mórficas provenientes de unidades
morfológicas previas, las cuales estuvieron bajo la influencia de campos de la misma clase;
consecuentemente el campo mórfico contiene una clase de memoria acumulativa y tiende a devenir
en formas habituales con dinámicas incrementadoras (Véase morfogénesis, resonancia, atractor,
dinámica sistémica, etc.).
Campo Morfogenético
Es aquel que juega un papel causal en el fenómeno de la morfogénesis. Este término fue
primeramente propuesto en 1920 y actualmente es ampliamente usado por los biólogos
evolucionistas, aunque la naturaleza de los campos morfogenéticos todavía permanece oscura. En
las hipótesis de causación formativa, el campo morfogenético es mirado como un campo mórfico
estabilizado por la resonancia mórfica.
Caos
Fenómeno definido por las matemáticas modernas que conduce a la formulación de modelos
para operar sobre problemas relacionados con bifurcación, rotura, etc. La sistematización de
modelos provenientes del fenómeno de Caos constituye la nueva disciplina conocida como Teoría
del Caos (Ver Nodo IV - Léxico Sistémico).
Cibernética
Es una rama de las matemáticas que se encarga de los problemas de función y control recursivo
en toda clase de procesos, pero que ha hecho su gran desarrollo con respecto a información.
Coevolución
Es un sistema evolucionario estocástico, en el cual, los cambios de dos o más especies
interactúan en tal forma que el conjunto de cambios en la especie A y sus diferentes estadios,
influyen en la selección de cambios naturales de la especie B. Asimismo, la especie B, sufre los
cambios en forma similar de la especie A.
Creodo
Es un canal que permite el paso dentro de un campo mórfico.
Cromosomas
Son cuerdas o hilos microscópicos organizados como estructuras, que se encuentran dentro del
núcleo de una célula viva, y también en células que no tienen núcleo, como las bacterias. Están
hechos de ADN y proteínas que contienen cadenas de genes.
Digital
Una señal es digital cuando es discreta, esto es, discontinua y alternativa por presencia o
ausencia, en contraste binario. También cuando una magnitud o cantidad en la señal, es muestreada
y usada para representar variables de cantidad en un referente de señales continuas que se denomina
como analógica.
Dominancia
En genética, un gene dominante es el que acarrea el mismo efecto fenotípico, ya sea que se
presente en una dosis única a través de su allele específico o en doble dosis. El allele que no es
efectivo para transmitir esa presencia dominante del gene, se lo designa como allele recesivo, que
repite las características ancestrales y no las inmediatas.
Dualismo
Es a doctrina filosófica que define a mente y materia como entidades independientes, las que no
pueden reducirse una a la otra (confróntese con materialismo).
Eidética
Se trata de una imagen mental. El concepto de eidético es aquel que se refiere a las
características que se asocian con el proceso perceptual, especialmente referido a los órganos de los
sentidos. La imagen eidética se proyecta hacia fuera, aunque el proceso se realiza desde un adentro.
Enactivismo
Viene del vocablo “enacción”, deriva del verbo enacth, que quiere decir presentar, en el sentido
de desempeñar un papel (Ver cuarta parte, “La Enacción”, Nodo VI).
Energía
En general, es la capacidad o poder de producir un efecto. En el sentido técnico de la física,
energía es la propiedad de un sistema, la que es medida por su capacidad de hacer un trabajo.
Trabajo está técnicamente definido como aquello que se da cuando una fuerza se emplea para una
determinada aplicación. La energía puede ser potencial o cinética, y se presenta en una gran
variedad de formas: eléctrica, termal, química, nuclear, radioactiva y mecánica, etc.
Entelequia
En la filosofía aristotélica representa el principio de la vida, el que se identifica como alma o
psique. La entelequia es a la vez, formal o formativa, y constituye la causa última o finalidad de un
cuerpo vivo. Así conlleva siempre un propósito internalizado como vida. En la corriente biológica
del vitalismo para Hans Driesch, entelequia es un principio vital no material, un factor teleológico
causal direccional, el que produce desarrollos armónicos, procesos conductales y mentales
(Confróntese con programas genéticos y campos mórficos).
Entropía
Es la tendencia inexorable en que se mueven los sistemas, de un estado más probable hacia uno
menos probable, hasta llegar a la decadencia o destrucción, lo que significa la pérdida de energía del
sistema o muerte (Confróntese con negentropía y leyes de la termodinámica).
Epigenésis
Es el fenómeno que da origen a nuevas estructuras durante el desarrollo embrional (Confróntese
con preformación).
Epistemología
Es una rama de la ciencia que combina con la filosofía. Como ciencia, epistemología es el
estudio de cómo un organismo particular o sus agregados conocen, piensan y deciden. Como
filosofía, epistemología es el estudio necesario de los límites y características de cómo se conoce un
proceso, se piensa, se decide y se toman las decisiones (Ampliar con definiciones contenidas en el
texto).
Evolución
Literariamente significa el proceso de apertura y desenvolvimiento o desarrollo. En biología se
lo usó originalmente como el desarrollo individual de plantas y animales, lo cual, de acuerdo con la
doctrina de la preformación dependían del desenvolvimiento de partes preexistentes. Recién en
1830 esta palabra fue usada por primera vez como la transmutación de los organismos, lo que más
tarde fue referido como proceso de transmutación, lo cual fue dirigido por procesos direccionales
progresivos. La teoría de Darwin plantea la selección natural con la cual los procesos se
consideraron como ciegos y sin propósito o determinísticos. Esta interpretación es usada en forma
excluyente por el Neodarwinismo, y constituye un dominante ortodoxo de la biología moderna con
dicho enfoque. Otras corrientes o escuelas sostienen que el proceso evolucionario o evolución, está
referido a principios inherentemente creativos en la materia o en el fenómeno de la vida, y que los
procesos evolucionarios tienen una manifestación direccional, con propósitos y principios de
acuerdo a la cosmología moderna. El sistema moderno, es un sistema que evoluciona en todas las
direcciones y tiene nacimiento e historia del tiempo (Véase Teoría del “Big Bang”).
Feedback
Es un neologismo introducido del inglés que puede ser traducido como realimentación o
retroalimentación, cuyo significado está referido al retorno que producen los sistemas de los
insumos, de entrada o “inputs“ que se le hacen, cuyo efecto es el resultado, de salida o “outputs”.
Un feedback es positivo cuando tiene como efecto incrementar la salida o output. Es negativo
cuando tiende a decrecer la salida o output, y por lo tanto generalmente produce una estabilización
(Nota: este término es a veces usado incorrectamente para explicar el simple fenómeno de estimulo-
respuesta, controlar con definición española).
Fenocopia
Un fenotipo que comparte ciertas características con otro fenotipo, en el cual dichas
características provienen de factores genéticos. En las fenocopias, estas características giran
alrededor de cambios somáticos producidos por la presión del ambiente.
Fenotipo
Son las apariciones que se producen en el organismo como efectos que se transforman en
atributos constitutivos. Contrástese con “Genotipo” que se refiere al material genético del
organismo y que proviene de la herencia (Véase Nodo V).
Filogenia
La historia evolucionaría de las especies (Véase Nodo V).
Fisicalismo
Neologismo referido a una forma de materialismo. Doctrina que sostiene que todas las
proposiciones científicas, son en principio expresadas en términos correspondientes a las ciencias
físicas, incluyéndose en ella las proposiciones referidas a la explicación acerca de la actividad
mental.
Forma
Es la configuración o estructura que tiene algo que se distingue de los materiales que la
constituyen. En la tradición platónica el término “forma” es usado como la traducción del griego
eidos y es intercambiable con el término idea. Hay cosas particulares que nosotros experienciamos
en el mundo como formas eternas, y consideramos que trascienden el espacio y el tiempo. Por
contraste, en la tradición aristotélica las formas de las cosas son inmanentes a la cosas mismas.
Desde el punto de vista nominalista las formas no tienen realidad objetiva independiente fuera de
nuestra propia mente.
Fotostaxis
Movimiento de los genes vivos frente a un estímulo luminoso.
Gene
Es la unidad material de la herencia. El gene está compuesto de ADN y se encuentra situado en
los cromosomas. Un gene individual es un tramo corto de un cromosoma que influencia un carácter
particular de un conjunto de caracteres de un organismo de una manera particular. Las formas
alternativas de un gene, de acuerdo a su posición son llamadas alleles. La unidad de un gene es
definida de diferentes maneras para distintos propósitos: para un biólogo molecular es mirada como
un cistrón, que es un tramo de ADN que se codifica por una cadena de aminoácidos en una proteína.
Para algunas escuelas del Neodarwinismo, el gene es la unidad de selección y la evolución consiste
en la frecuencia de cambio de los genes.
Genética
Es la ciencia que se ocupa con los aspectos de herencia y variación de los organismos y con el
proceso del crecimiento y diferenciación dentro del organismo.
Genotipo
Es la constitución genética de un organismo (Confróntese con Fenotipo e información especial
en el texto).
Gestalt
Es un término alemán que en forma muy general significa: configuración, forma o esencia,
ninguno de los cuales transmite el verdadero sentido, por dicha razón se lo ha introducido como
neologismo. Este término es usado para referirse a un total unificado, estructuras completas o
totalidades que no deben reducirse a las sumas de sus partes. Para ello rige el principio que “el todo
es más que la suma de las partes”.
Hábito
Es una disposición mental, un conjunto de tendencias que se comportan de una determinada
manera adquirida frecuentemente por vía de la repetición, un conjunto de prácticas, usos y
costumbres. La palabra hábito también significa vestido, atuendo, como la de los monjes. En
biología es usado para referirse a las características y modos de crecimiento o apariencias en las
plantas y en los animales. En cristalografía se habla del hábito de los cristales al referirse al
significado de las características con que asumen sus formas. En las hipótesis de formación
causativas, las unidades de naturaleza mórfica a todos los niveles de complejidad tienden a aparecer
como el aumento habitual a través de la repetición por sus propias resonancias mórficas.
Hadrones
Nombre de una determinada partícula (Ver diccionario especial).
Herencia
Es la transmisión de los caracteres de una generación a la siguiente; también debe considerarse
desde los ancestros a los descendientes. Desde un punto de vista general, se incluyen la herencia de
los caracteres adquiridos, como también los hábitos de vida restringida a la biología moderna. Se
refiere a la herencia genética (confróntese con Mendeliana y Neodarwinista). De acuerdo con las
hipótesis de causación formativa, es una corriente biológica (confróntese con Sheldrake). La
herencia considera tanto la genética como la herencia proveniente de los campos mórficos
producidos por la resonancia médica.
Herencia Mendeliana
Se designa como tal a la que se describe por medio de pares discretos de los factores
hereditarios ahora identificados como genes. Cada par de progenes viene de cada progenitor. Los
genes se mezclan entre ellos para determinar la forma del cuerpo y el sexo.
Heurístico
Este vocablo es una contracción de “método heurístico”. Significa el conjunto de instrucciones
que se tienen en cuenta para la búsqueda de una meta desconocida por vía de exploración, la cual
continuamente va repitiendo sus evaluaciones, en concordancia con los progresos que se van
haciendo, relacionados con algún criterio conocido (confróntese con algoritmo). Con respecto a
expresiones macrosociales suele usarse como un efecto correspondiente a plusvalía o resultado
multiplicador.
Hipótesis de Causación Formativa
Son las hipótesis que se refieren a los organismos como unidades mórficas, las que a todo nivel
de complejidad están formadas por campos mórficos, se influencian entre sí y se estabilizan
mediante la resonancia mórfica de todas las unidades mórficas previas.
Holismo-Holística-Holístico
Es la teoría que declara que el lodo es más que la suma de sus partes (compárese con
reduccionismo).
Holografía
Procedimiento para conseguir una imagen con sensación de relieve (tridimensional) conseguida
mediante la interferencia que produce la superposición de dos haces de rayo láser.
Holograma
Con motivo de la invención del rayo láser (véase su significado) las fotografías obtenidas
mediante el uso de la luz que dos haces de rayo láser producen tiene como resultado que ésta aparece
en forma tridimensional. Una de las principales características es que si esa fotografía se rompe en
pedacitos, cualquiera de ellos sometidos a una nueva exposición de láser, reproduce el mismo objeto
fotografiado en su totalidad, aunque con disminución de detalles.
Holón
Se designa con este término a un todo, el cual puede estar contenido en un todo mayor. Los
holones están organizados en nichos multinivélicos jerarquizados relacionalmente a lo que se le
denomina como en holarquías. Este término fue acuñado por Arthur Koestler con un significado
equivalente a unidades mórficas.
Homeóstasis
Es la capacidad que tiene un sistema para mantener sus variables críticas dentro de los límites
fisiológicos frente a una fase con perturbaciones o disturbancias inesperadas. La pérdida de
homeóstasis puede significar la ruptura irreversible de un sistema que culmina con la muerte o
destrucción del mismo.
Homología
Noción clave en anatomía comparada, morfología y teoría de la evolución, ha sido interpretada
de forma diversa por diferentes autores. Más que un concepto meramente zoológico, es un caso
particular de isomorfia en los sistemas generales. El concepto de homología se refiere al parecido
entre dos organismos, tales como las relaciones entre ciertas partes de A, las que resultan similares
con las relaciones correspondientes a partes de B. Tales parecidos, son considerados como
evidencias que se presentan en el proceso evolucionario. Su uso preciso hoy está muy asociado con
la biología genética molecular, campo que sirve para explicar la correspondencia entre segmentos
cromosomáticos y cadenas de ADN, así como enzimas determinadas genéticamente y sus
reacciones. El concepto de homología está muy ligado a la historia de las diferentes disciplinas que
lo utilizan relacionado con el concepto de morfología.
Idea
En la epistemología ofrecida y tratada en este libro -que se refiere a diferentes enfoques
disciplinarios- consúltense los significados que suele tener para diferentes ciencias. Nuestro enfoque
es transdisciplinario. Idea significa la unidad más pequeña de un proceso mental, resulta ser la
diferencia o distinción, o las novedades en una diferencia. Lo que es llamado idea en el lenguaje
popular aparece como un agregado complejo de tales unidades. Podemos ver que en el lenguaje
popular solemos tener dudas para clasificarla, decirla o llamarla. Sin embargo, en la simetría
bilateral de una rama, el mensaje se mide como un simple o único impulso neural, al que lo
interpretamos como una idea, como unidad líquida. En el ejemplo de simetría bilateral o de impulso
neural, se puede apreciar claramente (Confróntese con los significados de cognición, símbolo y
significado en las diferentes orientaciones cognitivas).
Implosión
Acción de romperse hacia adentro con estruendo las paredes de una cavidad por causa de una
presión inferior a la exterior. Metafóricamente hoy se la usa como el fenómeno que se produce
dentro de los sistemas, cuando se perturba la dinámica homeostática por ingreso de variables que
deben ser reabsorbidas, modificando eventualmente la calidad y cualidad de la dinámica anterior.
Incertidumbre
Se conoce con el nombre de “Principio de Incertidumbre” o principio de indeterminación la
formulación hecha por el físico Werner Heisenberg para explicar que no se puede determinar
simultáneamente con la misma precisión, velocidad y posición de una partícula cuando ésta se
presenta ya como onda o partícula (cuanto). Por otro lado, implica la relación de interacción entre el
observador y lo observado. La seguridad de un elemento depende de la presencia del otro.
Información
Literariamente significa la transmisión de un concepto que puede o no, ser entendido (Véase
comunicación y dato). En el mundo actual, el concepto de información se ha mezclado con el de
informática o era de la información, en virtud de la cual toda fuente, sea dato o tratamiento de estos,
en concepto se transmite por vía de la tecnología. Pero el concepto de información responde
etimológicamente a la idea de dar forma “in” a datos, lo cual quiere decir que lo informativo juega
con roles referidos a causas formativas, como es el caso de la información genética (Véase Teoría de
la Información). Como metáfora sería: “información es la diferencia que hace a la diferencia”.
Téngase en cuenta que información no siempre es comunicación.
Input
Vocablo inglés que se traduce como ingreso de materiales, señal de entrada o de información en
el lenguaje cibernético. También se lo usa como ingreso de materia prima en los procesos de
producción.
Interfase
Es la interconexión o superficie entre dos estados de sistemas diferentes o subsistemas, todo
depende de la clasificación relativa que se dé en la descripción que se utilice.
Integracionismo
Postura que sostiene que el entendimiento de un sistema va, del todo a las partes, y no al revés
(se opone a reduccionismo).
Interaccionismo
Es una forma de dualismo, mediante el cual los acontecimientos mentales pueden producir o
causar acontecimientos físicos y viceversa.
Interconexiones
Conexiones mutuas entre las partes de un sistema y entre sistemas (Véase convergencia).
Intereses
Todo aquello que crea valores y orienta en este sentido.
Introyectar
Colocar dentro de sí mismo características de otro sujeto o de un objeto, cuando éste ha sido
representado por el sujeto apropiante. Tomar a otro sujeto u objeto, y proyectarlo desde el otro, en
tanto que están siendo apropiados por el sujeto.
Irreversible
Proceso que evoluciona en un sentido del tiempo pero no en el contrario (Véase estructuras
disipativas y Sistemas en tercer estado, ruptura, bifurcación y caos, o catástrofe).
Lamarckiano o Herencia Lamarckiana
Son las características adquiridas por la herencia. Hasta el final del siglo XIX se creía que las
características requeridas por un organismo respondían a las condiciones de vida, como resultado de
sus propios hábitats, los que serían heredados por la descendencia. Tanto Lamarck como Darwin
compartieron esta opinión general. La posibilidad de este tipo de herencia fue negada en el terreno
por las corrientes ortodoxas de la genética mendeliana (Confróntese con herencia) en las últimas
teorías biológicas.
Láser
Esta palabra es una sigla formada por la frase en Inglés: “Light Amplification by Stimulated
Emission of Radiation” (amplificación de la luz mediante la emisión estimulada de la radiación)
Constituye una fuente de una luz coherente monocromática, que presenta múltiples aplicaciones en
todas las ciencias modernas, tanto en el campo de la micro como el de la macrovisión, conocido
vulgarmente como Rayo Láser. Fue descubierto por el Premio Nóbel de Física de 1971, Dennis
Gabor. Su descubrimiento le llevó a inventar la holografía en 1958.
Lineal
Es un término técnico en matemática que describe la relación entre variables sucesivas cuando
éstas están representadas en forma diferente al procedimiento ortogonal cartesiano de coordenadas, y
el resultado consiste en una línea continua. Lo lineal describe la relación entre una serie de causas o
argumentos tales, donde las secuencias no van hacia atrás sino que cofunden el punto de partida.
Opuesto a lineal es no lineal, también es lo recursivo.
Materia
Es lo que tradicionalmente ha sido contrastado con el concepto de forma, mente o espíritu. En
la filosofía materialista, materia es la sustancia y la base de toda realidad, y es usualmente concebida
gracias al espíritu del atomismo. En la física newtoniana la materia se define como masa y extensión
y se contrasta con la energía. De acuerdo con la teoría de la relatividad, masa y energía son
mutuamente transformables, y hoy en día los sistemas materiales son considerados como formas en
que se presenta la energía (Ver resonancia mórfica, R. Sheldrake).
Materialismo
Es la doctrina que afirma que todo lo que existe sea o no materia, es enteramente dependiente de
la materia para justificar su existencia (confróntese con materialismo histórico).
Mecánica
En su sentido más lato o amplio, constituye el cuerpo teórico y práctico de la parte de las
ciencias que se refieren a la invención y construcción de máquinas, la explicación de sus operaciones
y el cálculo de su eficiencia. En física, se trata del estudio del comportamiento de la materia bajo la
acción de fuerzas. En la presente centuria la mecánica Newtoniana ha sido sustancialmente
modificada por la teoría de la relatividad, y reemplazada por la mecánica cuántica como método para
la interpretación física de los fenómenos que ocurren en escalas muy pequeñas o microscópicas.
Mecanicista
Concepción de base conductista según la relación estimulo-respuesta. Todo lo que se refiere a
la epistemología propuesta por Galileo, Newton y Darwin (Véase reduccionismo y confróntese con
organicismo).En educación, mecanicismo está relacionado con reglas rígidas de ordenamiento y
regulación. La postura mecanicista lleva al alumno a aprender y responder, y no a preguntar
(Confróntese con condicionar y enseñar).
Memoria
Es la capacidad de recordar o reconocer. Desde el punto de vista mecanicista la memoria
humana y la animal dependen de los trazos materiales dentro del sistema nervioso. Desde el punto
de vista de la causación formativa, la memoria en sus más variadas formas conscientes o
inconcientes es debida a la resonancia mórfica (Ver cognición y sus teorías).
Mene
Es un término acuñado por Richard Dawckins, quien lo define como una unidad de herencia
cultural. Hipotetiza que esta unidad es análoga a los genes y que son virtualmente elegidas en los
fenotipos como consecuencia de las necesidades de supervivencia como respuesta al ambiente
cultural.
Mente
En el sentido más lato y todavía corriente en el vocabulario no especializado, mente significa la
actividad no material que realiza el cerebro mantenida por la división cartesiana de mente y materia.
En el dualismo cartesiano, el pensamiento conciente de la mente es distinto del cuerpo material, la
mente es algo no material, de ahí que el materialismo derive de la división que se hace entre mente y
materia, es decir, de la actividad física del cerebro. La psicología profunda puntualiza que la mente
conciente está asociada con algo mucho más profundo que el simple sistema mental, la mente
inconsciente. Desde el punto de vista de Young la mente inconciente no es meramente algo
individual sino que se construye juntamente con el inconsciente colectivo. Desde el punto de vista
de las hipótesis de causación formativa, la actividad mental consciente e inconsciente se encuentran
dentro y a través de los campos mentales, los cuales al igual que otra clase de campos mórficos
contienen una suerte de memoria dentro de ellos mismos (Confróntese con los significados
específicos que se dan en el Nodo referido a cognición, cognitivismo, creatividad, enactivismo, etc.).
Metalenguaje, Metalógica
El lenguaje de la lógica basada en la concepción de metasistemas. (Véase inteligencia artificial,
cognición, informática, tecnología, etc.)
Metasistema
Se define así a un sistema que va más allá de los sistemas lógicos, y que por lo tanto, son
capaces de decidir proposiciones, discutir criterios o ejercer regulación para sistemas que en sí
mismos son lógicos, pero incapaces de tomar decisiones y decidir su propia autorregulación. Por
causa de que la metalógica, es inaccesible para los sistemas lógicos o los metalenguajes, los
metasistemas son capaces de hacer razonamientos que no son expresables en los sistemas de
lenguaje ordinarios.
Molécula
Es una unidad química. La más pequeña cantidad de sustancia que es capaz de mantener una
existencia independiente. Cada clase de molécula tiene características atómicas propias en su
composición, con estructura específica y propiedades químicas y físicas también específicas.
Morfogénesis
Es la disciplina que trata sobre la aparición y configuración de las formas (Véase campos
morfogenéticos, resonancia morfogenética, unidades morfogenéticas y campo mórfico).
Multinodos
Una máquina, un cerebro, un sistema gerencial formado por individuos que toman decisiones y
son capaces de obtener resultados en forma corporativa, constituyen entidades multinodales, es decir
compuestos de una red de nodos, los que conllevan y hacen posible tomar decisiones finales, por
objetivos o metas (Véase nodo).
Mutación
Cambio súbito. Las mutaciones son observadas en los fenotipos de los organismos y pueden ser
generalmente rastreadas en los cambios del material genético. El término mutación es hoy en día
usado en forma general para explicar los cambios de los genes al azar. En la teoría evolucionaria
convencional un descendiente puede diferir de sus parientes por las siguientes suerte de razones:
1. Cambios en el ADN, llamado mutación.
2. El barajamiento de los genes en la reproducción sexual.
3. Los cambios somáticos adquiridos durante la vida individual en respuesta a presiones
ambientales, hábitos, edad, etc.
4. La segregación somática proveniente del barajamiento o caída o desaparición de genes, los
que se producen como resultados epigenéticos en parches de tejidos que fueron
diferenciados en el proceso genético. Se interpreta a los cambios genéticos como digitales
(confróntese este término), pero las teorías modernas suelen definirlos como indeterminados,
por no existir razones para que se produzcan, y se considera que todo pequeño cambio, es en
general, lo que constituye el inicio del proceso evolucionario. Hoy es generalmente
aceptado que muchos pequeños cambios mutacionales combinados constituyen, a través de
generaciones, a llevar a cabo el proceso evolucionario.
Mutación Homeótica
Se designa así aquella mutación que se produce en una parte del cuerpo dirigida a desarrollar
una manera apropiada para integrarse con otra parte del cuerpo, como por ejemplo, el crecimiento de
una pata para ser reemplazada por una antena. Esto seda con normalidad en los experimentos
realizados con la “mosca de la fruta” (Confróntese con Holón).
Nanociencias
Neologismo creado para explicar las disciplinas que se ocupan del estudio de entidades
infinitamente pequeñas, como por ejemplo la Biología Molecular, Física de los Fotones, Ingeniería
Genética, etc.
Naturaleza
Proviene del vocablo natura, el que en nuestra cultura occidental deviene del contenido unívoco
“madre natura”. Éste se ha expresado como el poder que controla y opera en el mundo físico, y es la
causa inmediata de todo fenómeno que se produce en este mundo físico También significa aquello
que es inherentemente inseparable a la combinación de cualidades esenciales pertenecientes a
cualquier cosa, en una forma dada como carácter fundamental. Como acepción, se lo usa como
poder o impulso inherente, mediante el cual los organismos vivos son controlados y controlan su
propia actividad. Desde el punto de vista de la ciencia convencional, significa todo aquello que está
hecho de materia, unidades morfogenéticas y energías que son gobernadas por las leyes de la
naturaleza, las que usualmente han sido tomadas como normas eternas (Véase Introducción, Nodo I
referente a la nueva visión de la realidad).
Neodarwinismo
Se trata de una nueva versión de la teoría Darwinista de la evolución por selección natural.
Difiere de la teoría de Darwin en el hecho que la herencia Lamarckiana está explicada en términos
de genes en virtud de la herencia mendeliana. El Neodarwinismo postula que los genes mutan al
azar en proporción a las alternativas de los genes o alleles. Dentro de una población resultan
influenciados por la selección natural. En su forma más extrema reduce a la evolución a la
frecuencia en que los genes cambian en una población (especie) dada (Confróntese con el
movimiento conocido como teorías biológicas del Postdarwinismo discutidas en el texto).
Negentropía - Negentrópico
Es el fenómeno creado y popularizado por la disciplina que explica la dinámica irreversible de
los sistemas. Explica el concepto de entropía negativa (Confróntese con el concepto de entropía).
Todo sistema que aumenta en entropía implica la pérdida de información correspondiente a toda la
dinámica del sistema. El efecto negentrópico es lo contrario (Véase autopoiesis, sistemas en el
tercer estado, sistemas disipativos, hiperciclo, epifenómenos, teoría de catástrofe y nodos pertinentes
del texto).
Neologismo
Palabra que el idioma ha incorporado recientemente, utilizando sus procedimientos propios de
formación de palabras. Carga de significado a un nuevo fonema.
Nodo
Es el fenómeno dinámico que se produce con el encuentro de dos o más variables que obligan a
una toma de decisión específica (Véase bifurcación, ruptura, autopoiesis, cibernética).
Nooética
Nueva disciplina concebida como la expresión de los valores últimos que conjugan
conocimiento de toda índole, incluyendo el científico y la ética como disciplina de los valores.
Metatrascendencia de conocimiento humano, y tabla de valores que incluyen los valores altruistas
que maneja el proceso creativo, tanto del micro como del macro Cosmos.
Noósfera
Capa pensante (humana) de la tierra que constituye un reino nuevo, un todo especifico y
orgánico en proceso de animización y distinto de la biósfera (capa viviente no reflexiva), si bien es
alimentada y soportada por ésta. Es a la vez una realidad ya dada, y un valor por realizar libremente.
Ontogenia
Es el proceso del desarrollo del individuo que estudia la embriología más todos los cambios que
produce la influencia del ambiente y los hábitos (Véase Nodo V). Historia de transformaciones de
una unidad como resultado de una historia de interacciones, a partir de su estructura inicial.
Organicismo
Es una forma de holismo. De acuerdo con este fenómeno, el mundo consta de organismos u
holones de unidades mórficas en todos los niveles de la complejidad. Todo organismo se considera
como una unidad construida por sus partes, las que a su vez están hechas de organismos, y son todos
ellos unidades que están organizadas por jerarquías anidadas. Incluye a todos los reinos conocidos,
como el mineral, el vegetal, el animal, el humano y los epifenómenos de Sociósfera, Tecnósfera y
Noósfera. Con el descubrimiento del proceso evolucionario del universo como historia del tiempo,
el concepto de organismo es parte fundamental en el nuevo paradigma científico (Confróntese con
Nodo V). En la visión organicista todo organismo debe ser entendido exclusivamente en relación
con las actividades y funciones que se realizan como respuestas a un todo o unidad. Organismo en
este sentido, incluye desde las partículas a los átomos, moléculas, cristales, células, tejidos, órganos,
plantas, animales, hombre, sociedades, culturas, ecosistemas. planetas, sistema planetario, galaxias
y epifenómenos como la creatividad humana en todas sus manifestaciones. Con este espíritu se
define al Cosmos entero como un organismo, y no como una máquina, como fue percibido en la
teoría mecanicista.
Output
Egreso, salida o señal de salida, como resultado del “input” en lenguaje cibernético. También se
lo utiliza para designar en forma concreta los productos obtenidos en el proceso de fabricación como
consecuencia del ingreso de materia prima para la obtención de ellos.
Paradigma
En su sentido más restrictivo es un modelo, una muestra, ejemplar o configuración reiterativa
singular. Suele usarse también el adjetivo paradigmático como una manera de hacer algo que es
reconocible por la forma subyacente dentro de algunas variaciones superficiales. En un concepto
más amplio, la forma en que en diferentes tramos históricos se ha concebido al universo como un
sistema auto-satisfactorio e inteligible (Véase cambio paradigmático). En el sentido en que lo usa T.
S. Kuhn (1970), un paradigma científico es la conceptualización que se alcanza sobre la manera en
que se observa al mundo, que es compartida por los miembros de la comunidad científica a la que le
provee modelos aceptables con los cuales puede afrontarse la solución de problemas. El fenómeno
que se produce cuando un orden establecido termina por ser reconocido. O sea, cuando un
fenómeno de desajuste generalizado no puede continuar ignorado, exige un nuevo sistema de
razonamientos, los que una vez aceptados constituyen un nuevo paradigma, y que rara vez es
cuestionado, transformándose entonces generalmente en una nueva cosmovisión (Véase Cambio
paradigmático y texto pertinente).
Paradigma Holístico
Modelo que concibe al universo como una totalidad con tendencia a construir unidades de
complejidades crecientes. Este modelo todavía transita por la conceptualización reduccionista de
acuerdo con la teorización de J. S. Smuts (1926). Este tipo de concepción, de realidad holística, ha
sido modificado y superado por la concepción evolucionaria (Véase texto).
Paradoja
Es aquello que se propone como algo que asombra, y que puede ser tal como se dice, pero que
es contrario al sentido común.
Parallax
Es la aparición de movimientos en la observación de objetos, movimientos que se crean cuando
los ojos del observador se mueven en relación con ellos. La diferencia entre posiciones que
aparecen en los objetos vistos con un solo ojo, y las posiciones vistas en relación con el otro ojo,
constituye el fenómeno de Parallax o paralaje (Véase eidético, cognición, ilusión óptica, emergencia
de imagen y enactivismo).
Pensamiento Sistémico
El pensamiento sistémico es una explicación del mundo como un sistema. Ella exige la
necesidad de explicar que el ambiente como muestra de conjunto de interacciones, es una parte
constitutiva de todo sistema. Postula que no existe en la realidad, una explicación causal libre que se
produzca fuera del ambiente (Véase texto).
Percepción Mecanicista
El mundo es concebido como una estructura cerrada en donde las interconexiones se explican
como meras relaciones regulares de causa-efecto entre elementos, sin tener en cuenta el ambiente
como variable interviniente (Véase lineal, reduccionismo, cartesianismo, newtonianismo, etc.)
Percepción Orgánica
El mundo es concebido como un sistema total y abierto de interacciones constantes, superación
y crecimiento (Véase organicismo, paradigma, macrometanoia, parte introductoria y texto).
Pitagorismo
Es la teoría que sostiene que el universo es esencialmente matemático y que esta realidad
matemática trasciende el tiempo y el espacio. Está estrechamente emparentada con el Platonismo.
Platonismo
Es la tradición filosófica que ha seguido a Platón. Postula la existencia autónoma y real de las
ideas o las formas como esencias que existen exteriormente en el espacio y en el tiempo, y que son
manifestaciones independientes en el mundo fenomenológico.
Preformación
Es la teoría que postula que la estructura de todos los organismos adultos preexiste ya en el
huevo fertilizado. El desarrollo embriónico supuestamente radica en la mera manifestación de estas
preformadas estructuras, las que se desenvuelven y desarrollan (Confróntese con epigenésis y Nodo
V).
Proceso de Globalización
Integración de los haberes y comprensión de que el hombre es parte integral del Cosmos, como
producto y como medio de su evolución.
Proceso Exponencial
Fenómeno de crecimiento acelerado donde la curva se dispara en forma geométrica
(multiplicándose las magnitudes), a diferencia del la forma aritmética (adicionándose)(Consúltese en
un diccionario técnico matemático).
Procronismo
Es la condición o cualidad que conlleva todo organismo como verdad evidente de su
crecimiento pasado. El procronismo es a la ontogenia, lo que es la homología a la filogenia
(Confrontar cada uno de estos términos).
Programa Sistémico
Son programas concebidos para la explicación de la educación sistémica. Forman un todo en el
que interactúan simultáneamente alumno y aprendizaje para la adquisición del conocimiento. Los
profesores se transforman en armonizadores, y es el alumno quien busca el conocimiento
selectivamente. Los programas tienen un enfoque interdisciplinario transdisciplinado, concebidos
con los postulados del nuevo paradigma evolucionario, donde se considera a todos los sistemas
como unidades flexibles, abiertas al cambio multidireccional en permanente juego con el ambiente
(Véase el Nodo referido a cognición, extensivamente).
Programa Genético
Es un plan de procedimientos predeterminado, como lo es el que se hace para un concierto o
para un programa de computador. El concepto de programa genético implica que el organismo
hereda planes con procedimientos predeterminados, los que son asumidos o tenidos en cuenta porque
son llevados a cabo por los propios genes. El programa genético es una de las principales metáforas
mediante las cuales el concepto de actividades proposicionales es introducido como causa formativa
dentro de la biología moderna (Confróntese con la palabra entelequia).
Proteína
Un complejo orgánico molecular compuesto por aminoácidos ligados en cadenas designadas
como cadenas polipécticas. La secuencia de los aminoácidos está especificada por la secuencia de
los nucleótides en el ADN de los genes. Pueden haber una o más cadenas en una proteína, que se
enroscan en configuraciones de características tridimensionales. Las proteínas se hallan en todos los
organismos vivos y se presentan en muy diferentes clases, en la molécula. Muchas proteínas son
enzimas o catalíticos en las reacciones Bioquímicas y otras pueden jugar muy variados papeles en
otros roles estructurales (Véase célula, molécula, átomo, etc.).
Reduccionismo
Se llama así a la doctrina en virtud de la cual, los fenómenos más complejos pueden ser
reducidos a menos complejos (Confróntese con holismo). Se conoce como la actividad que cada
científico realizaba para encontrar la forma más simple y más económica, y usualmente más elegante
de explicación de los datos con que formulaban sus conceptualizaciones. Esta manera científica de
ver, está ampliamente discutida y superada por el nuevo paradigma científico, el que considera que
toda suerte de reduccionismo se convierte en un vicio, si éste está acompañado por las maneras
dogmáticas de sostener que la explicación más simple es la única manera de explicación, ya que los
datos generalmente deben ser entendidos dentro de organizaciones gestálticas más complejas. En
filosofía ha sido concebida como una teoría en la que la conducta humana puede ser en último
término reducida a la conducta inanimada que gobierna a la materia mediante las leyes naturales
(continuando con la división entre materia y espíritu). En biología reduccionista se sostiene la
creencia que todos los fenómenos de la vida pueden en última instancia ser entendidos únicamente
en términos de la física y de la química tradicionales (Véase Darwinismo, Neodarwinismo, biología
post-darwinista). El reduccionismo está íntimamente asociado con la teoría mecanicista, con el
materialismo y con el atomismo (Confróntense).
Regulación
En embriología se usa este término para designar el desarrollo de los procesos que se dan en un
embrión o parte de éste, a pesar de las disturbancias que puedan producirse de alguna manera en su
estructura, tales como el agregado o la reorganización dentro de éste. Por ejemplo, la división de
este embrión (seaurchin) se va a desarrollar como un nuevo ejemplar más pequeño y proporcionado,
y eventualmente va a constituir un retoño normal (Véase holograma, confróntese con metamorfosis
como contrario).
Resonancia Mórfica
Se define así a las estructuras de actividad previas en una secuencia de estructuras similares o
actividades organizadas por un campo mórfico. A través de la resonancia mórfica pasan las
influencias de casaciones formativas en el tiempo y en el espacio, y dichas influencias son asumidas
no por razones que caigan dentro del espacio y el tiempo relacionadas con la distancia, sino que
existen o devienen solamente del pasado. El mayor grado de similitud y la mayor influencia de las
resonancias mórficas provienen del pasado. En general a una unidad mórfica se la asocia
estrechamente con el pasado, por estar sujeta al fenómeno de su auto-resonancia que siempre
proviene de estados anteriores (Véase campo mórfico y unidad mórfica).
Retículo, retícula o Reticular
Viene del latín y significa “red”. Son las formas de conexiones que se producen en una red en la
cual éstas pueden dar paso o no a conexiones específicas (Confróntese con Anastomosis).
Rotura
Rotura de simetría (Ver Nodo IV).
Simbiosis
Función que se considera presente en todos los niveles de complejidad de la materia, de acuerdo
con el nuevo paradigma. Forma de cooperación de los organismos vivos en función de un fin
superior, como es la evolución y el mantenimiento del proceso evolucionario (Confróntese con
interacción sinergía, holismo, bifurcación, autopoiesis y Nodo V).
Sinapsis
Es el área funcional que se produce mediante el contacto entre células nerviosas, o entre las
células nerviosas y los efectores, como son las células musculares. Múltiples conexiones musculares
entre las neuronas. Exponente de la actividad cerebral, como consecuencia de las nuevas tecnologías
a las cuales se las designa como efecto sináptico en el proceso de averiguación y conocimiento
(Confróntese con inteligencia artificial en el texto).
Sistema
Es un todo en el que cada una de las partes depende de su relación con las otras partes, y pierde
su valor independientemente de aquellas. El concepto de sistema exige la capacidad sintetizadora
que ejerce el cerebro, cuyo resultado es una visión globalizada e integradora. Según la definición
más usual, un sistema es un conjunto en interacción. La noción de sistema no se deja encerrar
fácilmente en una definición. En ella circulan los conceptos provenientes de todas las disciplinas.
Ello permite organizar los conocimientos en modelos comunicables al utilizar reflexión y acción
simultáneamente.
Sociedad de Conocimiento
Se designa así a la sociedad post-industrial donde el conocimiento y el aprendizaje es un
continuo necesario para todos los seres humanos, ya sea a través de nuevas carreras o de
incorporación de nuevas habilidades. La sociedad de conocimiento se ha logrado gracias a la
irrupción de la informática en todos los niveles del quehacer humano, transgrediendo o superando el
concepto piramidal de subordinación por el intercambio de conocimientos, y la capacidad creadora
que desarrolla cada individuo. Exige estar atento a los cambios constantes que el proceso
evolucionador y transformador ha generado la llamada sociedad tecnotrónica, donde el concepto de
empleado se va transformando cada día más al de asociado, colega o miembro activo en todos los
procesos de producción. En materia de conocimiento como producto de la sociedad global, se lo
conoce como Noósfera, la que obliga a una necesidad de redefinición del concepto de economía, la
que también se denomina economía del conocimiento (Confróntese con el texto).
Somático
(Del griego soma que quiere decir cuerpo). Se dice que una característica es somática cuando
ésta se realiza a través de los cambios que se producen en el cuerpo. Pueden ser internas, como por
ejemplo, enfermedades somáticas, o externas, cuando por ejemplo, ciertas características se van
adquiriendo como cambios durante el desarrollo de la vida del individuo, conforme a los efectos
ambientales, o a la práctica de actividades que se transforman en hábitos. También se incluyen aquí
las apariencias que producen los lenguajes corporales donde las reacciones se manifiestan
abiertamente (Confróntese con adaptación, acción, interpretación, introyección, texto de cognición).
Teleología
Es el estudio de las causas finales donde se estudian los fenómenos en relación y con referencia
a propósitos y metas.
Teleonomía-Teleonómico
Teleonomía proviene de las voces griegas tele y nomo, que se traducen como finalidad y norma.
El concepto de teleonómico resulta ser teleológico en las conceptualizaciones darwinistas
(Confróntese con las ideas de R. Dawkins). Bajo esta interpretación todo propósito está
considerado como el resultado conductal entre estructura y función de los organismos, los que son
considerados el producto de la adaptación, como en el proceso de evolución, la que se establece por
la selección natural (como la desacreditada teoría del más fuerte) (Confróntese con los conceptos de
biología post-darwiniana).
Teoría de la Información
Es una rama de la cibernética que trata de definir la cantidad de información requerida en los
procesos de control de una complejidad dada. En este estrecho sentido técnico, suele medirse como
bits. Un bit es la cantidad de información requerida para especificar uno o dos alternativas, como
por ejemplo la distinción entre uno y cero en las notaciones binarias usadas por los ordenadores o
computadores.
Teoría Mecanicista
Esta explica que todos los fenómenos físicos deben ser explicados mecánicamente (véase
mecánica) sin referencia a metas, propósitos o designios (Confróntese teleología). La metáfora
central es la máquina. En el siglo XVII el universo fue concebido como una inmensa máquina
diseñada, hecha y manejada por Dios, quien gobernaba con leyes eternas. Hacia el final del siglo
XIX se vio desde el punto de vista de las nuevas ciencias o ramas de la física, que la eterna máquina
construida por Dios no funcionaba como estaba previsto (véase Termodinámica). En biología las
teorías mecanicistas declaraban que los organismos vivos no son otra cosa que prefiguraciones de las
máquinas inanimadas o de los sistemas mecánicos: todos los fenómenos de la vida podían explicarse
o entenderse en términos de principios obtenidos de modelos mecánicos, los que podían explicarse
por medio de la física y de la química.
Teoría de Sistema
Es una torna de holismo, mediante el cual se organizan todos los niveles de complejidad en que
se producen las propiedades especificas de los sistemas. Los orígenes de esta teoría provienen de los
enfoques que trataron de establecer paralelos entre los sistemas fisiológicos en biología y los
sistemas sociales. El enfoque sistémico originariamente fue profundamente influenciado por la
Cibernética, la cual elaboró la metáfora que consistía en afirmar que la autorregulación de las
máquinas era como un sistema de pensamiento (Inteligencia artificial). El desarrollo científico
alcanzado por esta teoría ha logrado la conceptualización de ciencias de sistemas como metaciencia
(Confróntese con el texto).
Transformación Semiótica
Se utiliza para explicar la transformación y unificación consensuada de los códigos
comunicacionales. Se consigue así la producción de nuevas relaciones con nuevos significados de
términos cuando han perdido contenidos comunicacionales, ganando nuevos contenidos
etimológicos.
Transparencia Comunicacional
Es la que se obtiene mediante la optimización de los códigos compartidos y de los sistemas de
significados.
Tiempo
Nueva dimensión donde se realizan los cambios, transformación, dinamismo, irreversibilidad.
El nuevo paradigma científico lo define en función de historia en el proceso evolucionario
(Confróntese con Historia del Tiempo, de S. Hawking, traducido al español).
Tipos Lógicos
Es una serie de ejemplos ordenados: el nombre no es en sí el de la cosa nombrada, sino que
responde a diferentes tipos lógicos, los que son más complejos o jerarquizados que el que se usa para
la cosa nombrada. Con respecto a clases o seriación, éstas son diferentes al tipo lógico y más
complejas o jerarquizadas que los miembros que corresponden a dicha tipología.
Transferencia de Funciones
Es una expresión que se relaciona con la operación de entrada y salida (input y output) cuyos
procesos pueden ser transformados en un nuevo input o entrada, proveniente de un output o salida
anterior, y viceversa.
Transductor
Se designa así a una máquina o instrucciones de un protocolo mediante el cual se dan las
instrucciones para el uso de reglas, o el cambio apropiado de las mismas a introducir en un sistema.
Pertenece a la jerga tecnológica como neologismo. Podría considerarse una interfase entre el
acoplamiento de hardware y software, ya sea como máquina o protocolo de instrucciones.
Ultraestabilidad
Es la capacidad de retorno que tiene un sistema para sostener los estados de equilibrio frente a
perturbaciones desconocidas o fuerzas inanalizables, es decir capacidad de resistir intervenciones en
el sistema para el cual no se hicieron diseños determinados. Podría interpretarse también como el
grado mayor de flexibilidad sin perder homeóstasis.
Unidades Mórficas
Significa una unidad de forma en que se lleva a cabo el proceso de organización, tales como un
átomo, molécula, cristal, célula, planta, animal, configuración de conductas instintivas, de grupo
social, elementos de cultura, ecosistema, planeta, sistema planetario o galaxias. Las unidades
mórficas están organizadas en jerarquías anidadas o dentro de unidades de unidades. Un cristal, por
ejemplo, contiene moléculas las que a su vez contienen átomos, los que contienen electrones y
núcleos, los que a su vez contienen partículas, y que por último están constituidas por “quarks”.
Variancia
Se llama así al número total de posibilidades en que pueden registrarse los estados de un
sistema, o los elementos o componentes del mismo (Consúltese en un diccionario técnico
matemático).
Visión Globalizadora
Se designa así a la que percibe a la realidad como un sistema integrado. Es una visión a-
perceptiva, opuesta a visión especializada y parcializada (Véase Sistema, Paradigma, y confróntese
con Cognición y sus corrientes en el texto).
Vitalismo
Es la doctrina que considera que los organismos vivos se oponen a los sistemas mecánicos
inanimados. Contraría la teoría mecanicista, donde se considera a todos los sistemas vivos o no,
como máquinas. El vitalismo desarrolló el concepto de entelequia, la que consideró que existía
como principio de organización con propósitos finales, compuesta por los factores que constituyen el
fenómeno de la vida. Este concepto no era reducible a las leyes ordinarias de la física y de la
química. El vitalismo es una teoría que está por debajo del holismo y del organicismo, ya que acepta
el hecho de que los sistemas físicos deben ser estudiados por la física como sistemas inanimados, y
que éstos son esencialmente mecánicos.
Zoosemiósis
Son los signos y sonidos que configuran los instrumentos de comunicación entre los animales,
entre éstos y el hombre, y entre las plantas y los animales (Ver Nodo VII).
APÉNDICE B

TAXONOMÍA BIBLIOGRÁFICA

¡Válame Dios, en lo que me he metido! Ya tenía olvidado lo


que trataba, porque los negocios y salud me hacen dejarlo al
mejor tiempo, y como tengo poca memoria, irá todo
desconcertado, por no poder tornarlo a leer y aunque se es
todo desconcierto cuanto digo; al menos es lo que siento.
Teresa de Avila – Cap.2º - Cuarta Morada, Castillo Inferior

Este apéndice tiene la finalidad de exponer los criterios metodológicos que se utilizan para
implementar bibliográficamente el Nuevo Paradigma Científico, Evolutivo, Autoorganizativo y
Omnicomprensivo. La base en que se sustenta este Nuevo Paradigma es la autoexplicación
sistémica. Como tal, la bibliografía debe responder a criterios implementadores en función de la
complejidad que tiene todo sistema. Ésta se visualiza a través de subsistemas interactivos y
realimentadores entre ellos, cuya circularidad se funcionaliza a través de los múltiples fenómenos de
interfases convergentes en redes multidimensionales y multidireccionales. Su operatividad dinámica
se concretiza en la actividad que cada Nodo asume para dar respuestas y fisonomía a la carga de
trabajo del sistema global, dando lugar aun número casi infinito de interfases realimentadoras como
Cibernéticas de Primer o Segundo Orden, conforme a los Sistemas de Complejidad.
En todo el desarrollo de la actividad científica, siempre se han utilizado criterios taxonómicos,
es decir, se ha recurrido a una actividad clasificatoria de los saberes. Desde Aristóteles hasta
nuestros días, han circulado muchas taxonomías. En el mundo científico actual, éstas han derivado
en un acopio de compartimentos estancos, cuyo seguimiento se ha vuelto imposible. Los criterios
lineales para clasificar los saberes, han dado lugar a un volumen de información que se ha vuelto
incontrolables por la incapacidad que toda explicación lineal tiene para vincularlos. Se ha cumplido
el fenómeno Bíblico de babelización, donde todos hablamos y ninguno nos entendemos. Es
necesario “volver las aguas a madre”.
Configurar una nueva cosmovisión que no nos fracture y aliene, esto es lo ha conseguido el
Nuevo Paradigma Científico, y lo ha concretado la metaciencia sistémica. Nuestra clasificación,
después de estudiar la consistencia interna que toda explicación debe tener, creemos que la ha
logrado, a través de la visualización de siete Subsistemas que son:
1. Metodología: Como soporte epistemológico, la Ciencia de Sistema como metaciencia
autoexplicativa, que responde a todas las necesidades para la adquisición de los saberes y la
concretización del conocimiento, auxiliada por las diferentes disciplinas cuantitativas y
descriptivas (Nodo IV).
2. Materia: El mundo físico como proceso de evolución de la materia.
3. Biósfera: Globalización de todos los fenómenos evolutivos del proceso de la vida.
4. Sociósfera: Superestructura como epifenómeno de la convivencia y de las interacciones entre
materia y vida.
5. Tecnósfera: Superestructura proveniente del proceso de interacción de la materia y la
creatividad humanas.
6. Comunicación: Componente constante de los procesos de autoorganización en todos los niveles
de la realidad, acompañado por la Autopoiesis en cualquiera de sus grados y niveles de
complejidad en incesante dinamismo recursivo.
7. Nooética y Noósfera: Metadominios donde la explicación de la autorrealización del proceso
evolutivo y la búsqueda de valores y niveles de conciencia, recorre todo el proceso creativo,
desde el origen del Universo hasta los desarrollos alcanzados en interacción con la actividad
humana. Se incluyen aquí los medios utilizados, ya sean sistemas de creencias, religiones,
filosofías y toda suerte de explicaciones omnicomprensivas.
Como este libro se ha escrito utilizando la metodología sistémica como metaciencia, el
acompañamiento bibliográfico responde a dichos criterios. Ello nos ha llevado a reflexionar sobre la
necesidad de una presentación taxonómica que responda ala esencia de este Nuevo Paradigma
Científico. Sabemos que nada está separado de nada. Que toda separación que hacemos para
explicarnos cualquier aspecto de este Nuevo Paradigma, se hace con criterio provisional o didáctico,
con el objeto de una profundización detenida en alguna dinámica a desentrañar por razones
determinadas, es decir, que recurrimos a un criterio de tipo holográfico en donde cualquier parle del
todo tiene los rasgos de éste, pero en forma más simplificada. Nunca se presenta como una fracción
atomizada bidimensional. Es así como, desaparecida la razón didáctica que utilicemos, mentalmente
se vuelve a la actitud abarcativa y comprensiva omnipresente que reclama toda interpretación
sistémica, donde el todo y las partes se simultanean para explicarse entre sí. De este modo, se
combate el hábito de la percepción lineal de explicación por secuencias, y no de interpretación de
procesos integrados.
Así vemos que cualquier averiguación que hagamos, una vez determinado el asunto sobre el
cual queremos incidir, intuitivamente somos orientados hacia las posiciones relacionales del asunto
averiguado. Por ejemplo: si queremos aislar un área de conocimiento como es la Psicología dentro
de esta taxonomía, debemos instalarnos como punto de partida en la Biósfera, dentro de ésta luego
precisar qué organismo vivo estamos dispuesto a estudiar. Definido éste, saltará a la vista
inmediatamente las interrelaciones que en proceso de interfases hay que tener en cuenta para
averiguar lo que deseamos. Así veremos que si se trata de Psicología Evolutiva o Psicología Social,
ambas partirán del Subsistema Biósfera, pero tendrán diferentes números de interacciones con
respecto a los otros subsistemas. En el caso de la Psicología Evolutiva, tendremos que recurrir a la
Sociósfera para detectar los grupos específicos donde se desarrolla el proceso de crecimiento y
maduración, ya que en el subsistema Biósfera se encuentra todo lo que explica la parte biológica y
fisiológica del niño, y en el Subsistema Sociósfera, se encuentra toda la información para explicar el
proceso ambiental que contribuye al crecimiento.
Si se tratase del adulto, veremos que los subsistemas se simultanean casi instantáneamente,
porque las posiciones relativas de un adulto estarían en relación con todos los otros subsistemas con
mayor o menor grado de incidencia hasta las más remotas, las que se utilizarán en favor de la
concreción del punto específico de averiguación. Por ejemplo: si dentro de la Psicología del adulo
quisiésemos desentrañar la peculiaridad del sistema de creencias o religiosidad del individuo que nos
ocupa, la gravitación del subsistema 7, Nooética o Noósfera, podrá satelizar a los otros subsistemas.
Si lo que se busca es averiguar sobre Psicología Criminal, el punto de partida para la averiguación
podría ser el Subsistema Sociósfera en interacción permanente con la Biósfera, para explicar desde
el punto de vista biológico, las bases de la conducta desviada y la Biósfera, como escenario donde se
produce todo el proceso ontogénico que desarrolla la condición humana en interacción, es decir la
socialización y las participaciones en los múltiples grupos, etc.
Otro ejemplo: el origen del proceso de la Materia. Se parte del Subsistema 2, o sea Materia, en
interfase uno de la clasificación de este subsistema, utilizando la nomenclatura que se consigna para
explicar las interacciones e interfases. En el caso de partículas, dependerá de precisar qué se quiere
averiguar sobre ellas, y así veremos por ejemplo, una relación de interfase e interacción con
Tecnósfera, eventualmente con Comunicación y quizás, muy periféricamente, con Noósfera.
En la aparición del fenómeno de la vida recurriremos al Subsistema 3: Biósfera. Tendremos que
precisar si se trata del sistema más simple para el caso unicelular o del más complejo, el cerebro
humano. Allí veremos la necesidad del mapeo que debemos hacer para desentrañar y visualizar
todos los subsistemas que intervienen en interacción constante, desentendiéndonos, si así lo
deseamos. de la clasificación taxonómica utilizada en las ciencias tradicionales, depurando el campo
de averiguación de rodeos innecesarios, todo lo cual hace ganar profundización y concreción
conectiva con todas las áreas del conocimiento que nos exige la comprensión e integración del
fenómeno que deseamos conocer. Es decir que iríamos a un “banco de información” donde no
existirían redundancias ni información superflua innecesaria para el asunto que nos ocupa.
A continuación consignamos las interfases básicas, las que pueden matrizarse ad infintum. Este
trabajo se desarrolla en el libro titulado: “Educación, Ciencia Gaia y Nueva Taxonomía del
Conocimiento, en preparación”. Aquí las presentamos sólo con una finalidad didáctica de sentido
lógico enunciativo, no taxativo de manera alguna. para que el que la consulte la utilice como
orientación.

DESCRIPCIÓN INTERACTIVA DE LOS SUBSISTEMAS

Primer Subsistema:
k) Metaciencia Sistémica:
Como soporte epistemológico, la Ciencia de Sistema como metaciencia autoexplicativa
que responde a todas las necesidades para la adquisición de los saberes y la
concretización del conocimiento, auxiliada por las diferentes disciplinas cuantitativas y
descriptivas.
1.1. Subsistemas
1.1.1. Múltiples subsistemas conceptuales e instrumentales
1.2. Primer Nivel de interfase realimentador
1.2.1. con 1.1.1.
1.3. Segundo Nivel de interfase realimentador
1.3.1. con: 2; 3; 4; 5; 6 y 7

Segundo Subsistema:
l) Materia:
El mundo físico como proceso de evolución de la materia.
4..1 Subsistemas
4..1.1. Sólido
4..1.2. Líquido
4..1.3. Gaseoso
4..2 Primer Nivel de interfase realimentador
4..2.1. con: 2.1.2. y 2.1.3.
4..2.2. con: 2.1.1. y 2.1.3.
4..2.3. con: 2.1.1. y 2.1.2.
4..3 Segundo Nivel de interfase realimentador
4..3.1. con: 1; 3; 4; 5; 6 y 7.
4..3.2. con: 1; 3; 4; 5; 6 y 7.
4..3.3. con: 1; 3; 4; 5; 6 y 7.

Tercer Subsistema:
5. Biósfera:
Globalización de todos los fenómenos evolutivos del proceso de la vida.
4..1 Subsistemas
4..1.1. Biota
4..1.2. Vegetales
4..1.3. Animales
4..1.4. Hombre
4..2 Primer Nivel de interfase realimentador
4..2.1. con: 3.1.2.; 3.1.3. y 3.1.4.
4..2.2. con: 3.1.1.; 3.1.3. y 3.1.4.
4..2.3. con: 3.1.1.; 3.1.2. y 3.1.4.
4..2.4. con: 3.1.1.; 3.1.2. y 3.1.3.
4..3 Segundo Nivel de interfase realimentador
4..3.1. con: 1; 2; 4; 5 y 7.
4..3.2. con: 1; 2; 6 y 7
4..3.3. con: 1; 2; 6 y 7.
4..3.4. con: l; 2; 4; 5; 6 y 7

Cuarto Subsistema:
5. Sociósfera:
Superestructura como epifenómeno de la convivencia y de las interacciones entre materia
y vida.
4..1 Subsistemas
4..1.1. Hombre
4..1.2. Grupo
4..2 Primer Nivel de interfase realimentador
4..2.1. con: 4.1.2.
4..2.2. con: 4.1.1.
4..3 Segundo Nivel de interfase realimentador
4..3.1. con: 1; 2; 3; 5; 6 y 7.
4..3.2. con: 1; 2; 3; 5; 6 y 7.
Quinto Subsistema:
5. Tecnósfera:
Superestructura proveniente del proceso de interacción de la materia y la creatividad
humana.
5.1. Subsistemas
5.1.1. Artefactos físicos (hardware)
5.1.2. Artefactos intelectuales (software)
5.2. Primer Nivel de interfase realimentador
5.2.1. con: 5.1.2.
5.2.2. con: 5,1.1.
5.3. Segundo Nivel de interfase realimentador
5.3.1. con: l; 2; 3; 4; y 6.
5.3.2. con: 1; 2: 3; 4; 6 y 7.
Sexto Subsistema:
6. Comunicación:
Componente constante de los procesos de autoorganización en todos los niveles de la
realidad, acompañado por la Autopoiesis en cualquiera de sus grados y niveles de
complejidad en incesante dinamismo recursivo.
6.1. Subsistemas
6.1.1. Intercomunicación en la Metodología
6.1.2. Comunicación en la Materia
6.1.3. Comunicación en la Biósfera
6.1.4. Comunicación en la Sociósfera
6.1.5. Comunicación en la Tecnósfera
6.1.6. Comunicación en la Nooética y Noósfera
6.2. Primer Nivel de interfase realimentador
6.2.1. con 6.1.1., 6.l.2., 6.l.3., 6.l.4., 6.l.5., 6.l.6.
6.2.2. con 6.1.1., 6.l.2., 6.1.3., 6.l.4., 6.l.5., 6.l.6.
6.2.3. con 6.1.1., 6.l.2., 6.l.3., 6.l.4., 6.1.5., 6.1.6.
6.2.4. con 6.1.1., 6.l.2., 6.1.3., 6.l.4., 6.1.5., 6.1.6.
6.2.5. con 6.1.1., 6.1.2, 6.1.3, 6.1.4, 6.1.5, 6.1.6.
6.2.6. con 6.1.1., 6.1.2., 6.1.3., 6.l.4., 6.1.5., 6.l.6.
6.3. Segundo Nivel de interfase realimentador
6.3.1. con: l; 2; 3; 4; 5; y 7.
6.3.2. con: l; 2; 3; 4; 5 y 7.
6.3.3. con: l; 2; 3: 4; 5; y 7.
6.3.4. con: 1; 2; 3; 4; 5 y 7
6.3.5. con: 1; 2; 3; 4; 5 y 7
6.3.6. con: 1; 2; 3; 4; 5 y 7.

Séptimo Subsistema:
7. Nooética y Noósfera:
Metadominios donde la explicación de la autorrealización del proceso evolutivo y la
búsqueda de valores y niveles de conciencia recorre todo el proceso creativo, desde el origen
del Universo hasta los desenvolvimientos alcanzados en interacción con la actividad humana.
Se incluyen aquellos medios utilizados, ya sean sistemas de creencias, religiones, filosofías y
toda suerte de explicaciones omnicomprensivas.
7.1.Subsistemas
7.1.1. Nooética
7.1.2. Noósfera
7.2.Primer Nivel de interfase realimentador
7.2.1. con: 7.1.2.
7.2.2. con: 7.1.1.
7.3.Segundo Nivel de interfase realimentador
7.3.1. con: l; 2; 4; 5 y 6.
7.3.2. con: 1; 2; 4; 5 y 6
BIBLIOGRAFÍA DE CADA SUBSISTEMA

Subsistema 1: Metaciencia Sistémica

1. Abraham, Ralph, 1976, ‘Macroscopy of Resonance’ in Peter Hilton (ed.), Structural Stability,
the Theory of Catastrophes and Applications in the Sciences. New York: Springer.
2. Ackoff, R. L., 1971,. ‘Toward a system of systems concepts’, Management Science, 17,
No.11.
3. Ackoff, R. L. and Emery, F. E. (1972), On Purposeful Systems, London, Tavistock.
4. Alloway, L., 1972, “Network: the art world described as a system”, Art Forum XI (1)
September 1972.
5. Artuso, Robert et al., eds. Chaos, Order and Patterns: Proceedings - 1990. NATO
Advanced Study Institute Series. 1991, Plenum.
6. Aubin, Jean P., Viability Theory, 1991, Sc - Systems and Control: Foundations and
Applications. 572pp., 14 III., Birkäuser.
7. Audi, R. Belief, 1988, Justification and Knowledge: An Introduction to Epistemology,
192pp., Van Nostrand.
8. Awrejcewicz, J., Bifurcation and Chaos in Coupled Oscillators, 1991, 250pp.m, Wold
Scientific.
9. Bacon, Francis, A Selection of His Works. (Indianapolis: Bobbs-Merril Educational
Publishing, 1965.
10. Bacon, Francis, A. Perez-Ramos, 1988, Francis Bacon’s Idea of Science and the Maker’s
Knowledge Tradition. 352p., Oxford U.P.
11. Balarishnan, N., ed., Handbook of Logistic Distribution, 6l6pp., 1992, Marcel Dekker.
12. Bannet, E. T., 1989, Structuralism and the logic of dissent: Barthes, Derrida, Foucault,
Lacan, 312 Pp., Macmillan.
13. Barlow, M. T.: Bingham, N.H., 1991 eds., Stochastic analysis, 350pp., line drawings,
Cambridge U.P.
14. Bartley, W. W., III, 1964, ‘Rationality versus the Theory of Rationality’, in Mario Bunge,
ed.: The Critical Approach to Science and Philosophy, (New York: The Free Press).
15. Bender, Edward A.; Williamson, S. Gill., 1991, Foundations of Applied Combinatories.
352pp., Addison-Wesley.
16. Bennett, R. J. and Chorley. R. J., 1978, Environmental Systems, London: Methuen
17. Berger, M. A., An introduction to probability and stochastic processes, Texts in Statistics,
250 pp., 1992, Springer.
18. Berlinski, D., 1976, On Systems Analysis, Cambridge, Mass., MIT Press.
19. Bernstein, R., 1983, Beyond Objectivism and Relativism: Science, Hermeneutics, and Praxis,
Philadelphia, University of Pennsylvania Press.
20. Bertalanffy, L. von, 1940, ‘The organism considered as a physical system’, Reprinted in
1968 q.v.
21. Bertalanffy, L. von, 1950, ‘The theory of open systems in physics and biology’ in Emery,
1969, q.v.
22. Bertalanffy, L. von, 1968, General System Theory, New York, Braziller
23. Bertalanffy, L. von, 1972, ‘The history and status of general systems theory’ in Klir, 1972,
q.v.
24. Bocchi, Gianluca and Ceruti, Mauro, 1991, Emergence and Trascendence in Evolution, en
Gaia 2, Edit. by Thompson, William 1.
25. Boguslaw, R., 1965, The New Utopians: A Study of System Design and Social Change,
Englewood Cliffs, Prentice-Hall
26. Boulding, K. E., 1956, ‘General systems theory - the skeleton of science’ , Management
Science, 2 (3).
27. Brock, William A.; Hsieh, David A.; Le Baron, Blake., l992, Nonlinear dynamics, chaos and
instability, 260pp. MIT Press.
28. Bryer R. A. and Kistruck, R., 1976, ‘Systems theory and social science’, Working Paper
735/76 Warwick University School of Industrial and Business Studies.
29. Bryer, R. A., 1977 ‘The status of the systems approach’, OR Society Conference, ‘The king
is dead, long live the king’, University of Aston, December 1977
30. Buck, Brian; Macaulay, Vincent A., 1991 eds., Maximum Entropy in Action; a Collection of
Expository Essays, xxvii, 220pp., 74 iii, Oxford U.P.
31. Buckley, W., Ed.1968, Modern Systems Research for the Behavioural Scíentist, Chicago,
Aldine.
32. Bunde, A.: Havlin., eds. 1991, Fractals and Disorered Systems, 370pp., 131 figs., Springer.
33. Campbell, Donald T., 1974, ‘Evolutionary Epistemology’, in P.A. Schilpp, ess: The
Phílosophy of Karl Popper (La Salle: Open Court, 1974), Pp. 413-463, reprinted in Radnitzky
and Bartley , 1987.
34. Campbell, Donald T., 1977, ‘Descriptive Epistemology’, William James Lectures, Harvard
University, mimeographed.
35. Caríson, D. A.; Haurie, A. B.; Leizarowitz, A., 1991, Infinite horizon optimal control:
Deterministic and stochastic systems. 2nd., 332pp., 8 figs., Springer.
36. Cornock, J. S., 1980, ‘The use of systems ideas in the domain of the artist’, Dissertation,
University of Lancaster
37. Crutchfield, J.; J. D. Farmar, N. H. Packard, and R. S. Sbaw., 1986, Chaos, Scientific
American, 255 (6):46-57
38. Chapman, G. P., 1977, Human and Environmental Systems, New York, Academic Press
39. Chase, W. P., 1974, Management of Systems Engineering, New York, Wiley
40. Chew, Geoffrey, 1968, ‘Bootstrap: A Scientific Idea?’. Nature, 121, 161, 762-765.
41. Churchman, C. W., 1968a, The Systems Approach, New York, Dell.
42. Churchman, C. W., 1968b, Challenge to Reason, New York, McGraw-Hill
43. Churchman, C. W., 1971, The Design of Inquiring Systems, New York, Basic Books
44. Churchman, C. W., 1974, ‘Philosophical speculations on systems design’, OMEGA, 2 (4)
45. Churchman, C. W., 1979, ‘Paradise regained: a hope for the future of systems design
education’, in Bayrakrat, B.A. et al. (1979) q.v.
46. Elbert, Rolf, 1974, “Entropie und Strukur Kosmischer Systeme”, in: Weizsäcker, Ernst, ed.,
1974.
47. Emery, F. E. and Trist, E. L., 1960, Systems Thinking, Harmondswirth, Penguin Books
48. Feyerabend, Paul K., 1970, ‘Against Method’ in N.Radner and S.Winokur (eds.), Minnesota
Studies in the Philosophy of Science, Vol. IV, Analyses of Theories and Methods of Physics and
Psychology. Minneapolis, Univ. of Minnesota Press.
49. Forrester, J. W., 1969, Principles of Systems, Cambridge, Mass., Wright-Allen Press
50. Froyland, J., 1992 an., Introduction to chos and coherence, 60 line drawings, Adam Hilger.
51. Gadamer, H.G., 1975,. Truth and Method, Boston, Seabury Press.
52. Gärdenfors, P. Knowledge, 1989, In Flux: Modeling the Dynamics of Epistemic States,
262pp., M.I.T. Press.
53. Gibbons, Robert., 1992, A primer in game theory, 2S6pp. Harvester Wheatsheaf.
54. Gleick, James, 1991, Chaos, Cardinal by Heinemann, 1987, Chaos: The Making of a New
Science. New York: Viking Press.
55. Gödel, Kurt, 1931, ‘Ober formal unetsheidbare Sätze der Principia Mathematica und
Verwandter Systeme I’, Monatshefte für Mathematik und Physik, 39, 173-198. Transíated into
English in: Martin Davis, ed., The Undecidable. New York, Rayen Press, 1965.
56. Gödel, Kurt, 1934, ‘Qn Undecidable Propositions of Formal Mathematical Systems’,
Mimeographed notes on lectures given at the Institute for Advanced Study, Princeton. New
York, Rayen Press, 1965.
57. Goldman, A. I., Epistemology and Cognition, 1988, 437pp. Harvard U.P.
58. Gutzwiller, M. C., Chaos in Classical and Quantum Mechanics, 1991, Interdisciplinary
Applied Mathematics.448pp. ill., 1991, Springer.
59. Haake, Fritz., 1991, Quantum Signatures of Chaos, xv. 242pp., 45 figs., Springer.
60. Hall, Nina, ed. 1991, The New Scientist Guide to Chaos, 240pp., Penguin.
61. Hayes, Sandra; Castrigiano, Dominico, 1991, Catastrophe Theory, 200pp., Addison.Wesley.
62. Heidegger, M., 1969, The Essence of Reasons, Trans. T. Malick, Evansville, Illinois, North-
western University Press.
63. Hintikka, J. and M. B. Hintikka, 1988, Logic Of Epistemology and the Epistemology of
Logic, Selected Essays, Synthese Library, 342pp., Kluwer.
64. Hoos, I., 1972, Systems Analysis in Public Policy: A Critique, Berkeley, University of
California Press.
65. Hoos, I., 1976, ‘Engineers as analysts of social systems: a critical enquiry’, Journal of
Systems Engineering, 4 (2).
66. Hoyningen-Huene, P.; Wuketits, F. M., eds. 1989, Reductionism and Systems Theory in the
Life Sciences: Some Problems and Perspectives, l9Opp., Kluwer.
67. Husserl, E., 1936, ‘The origin of geometry’, in Luckmann (1978) q.v.
68. Trout, 1991, The Philosophy of Science, Bradford Books.
69. Jantsch, Erich, 1975, Design for Evolution: Self.organization and Planning in the Life of
Human Systems, New York, Braziller.
70. Jones, L. M., 1978, ‘The conflicting view of knowledge and control implied by different
systems approaches’, Journal of Applied Systems Analysis. 5 (2)
71. Kitabara, Yasusada, 1983, Information Network System, London, Heinemann Educational.
72. Klir, G. J., 1969, An Approach to General Systems Theory, New York, Van Nostrand
Reinhold.
73. Klir, G. J., Ed.1972, Trends in General Systems Theory, New York, Wiley.
74. Kornal, Janos, 1971, Anti-Equilibrium, Amsterdam, North-Holland Publishing.
75. Laszlo, E., 1972a, The Systems View of the World, New York, Gordon and Breach
76. Laszlo, E., 1972b, Introduction to Systems Philosophy, New York, Braziller.
77. Laszlo, Ervin, 1972, Introduction to Systems Philosophy: Toward a New Paradigm of
Conmporary Though. New York, Gordon and Breach; also Harper Torch Books.
78. Lilienfeld, R., 1978, The Rise of Systems Theory, New York, Wiley.
79. Lorenz, E., 1962, ‘The Statistical Prediction of Solutions of Dynamic Equations’, Proc.
Internas. Symp. Numerical Weather Prediction, Tokyo, 629-635.
80. Mandelbrot, Benoit, 1977, The Fractal Geometry of Nature. New York, Freeman.
81. Medio, Alfredo; Gallo, Giampado, 1977, Chaotic dynamics: Theory and applications to
economics, 25Opp.
82. Mesarovic, Mihajlo D., Macko, D. and Takahara, Y., 1970, Theory of Hierachical,
Multilevel Systems. New York, Academic Press.
83. Micheal Leyton, 1992,. Symmetry, Causality, Mind, Bradford Books.
84. Miller, D. L., Philosophy of Creativity, 2l2pp., 1988, Lang.
85. Mingers, J. C., 1980, ‘Towards an appropriate social theory for applied systems thinking:
critical theory and soft systems methodology’ Journal of Applied Systems Analysis, 7.
86. Nicolis, Grégoire and Prigogine, Ilya, 1971, Fluctuations in non-equilibrium systems, Proc.
Natl. Acad. Sci., USA, 68, 2102-2107.
87. Nicolis, Grégoire and Prigogine, Ilya, 1977, Self-organization in Nonequilibrium
Systems:From Dissipative Structures to Order Through Fluctuations, New York, Wiley-
Interscience.
88. Pattee, Howard, 1978, ‘Biological System Theory: Descriptive and Constructive
Complementarity’ in: George, ed., Applied General Systems Research, New York, Plenum Press,
511.520.
89. Peter Gärdenfors, 1990, Modeling the Dynamics of Epistemic States. Bradford Book.
90. Poston, Tim and Stewart, lan, 1978, Catastrophe Theory and its Applications, London,
Pitman.
91. Pritcbard, Joe, 1991, The chaos cookbook: a practical programming guide, 240pp.,
ButterworthHeinemann,
92. Rosen, Joe, 1975, Symmetry Rediscovered, London, Cambridge University Press.
93. Slote, M., 1989, Beyond Optimizing: A Study of Rational Choice, 224pp. Harvard U.P.
94. Sztompka, P., 1974, System and Function: Toward a Theory of Society, New York,
Academic Press.
95. Thom, René, 1972, Stabilité Structurelle et Morphogenese, Reading, Mass., Benjamin. Engl.
transl.: Structural Stability and Morphogenesis, Reading, Mass., Benjamin, 1975.
96. Trappl, R., Hanika, F. de P. and Pichler, F. R., Eds.1977, Progress in Cybernetics and
Systems Research, Volume V, Washington, Hemisphere Publications.
97. Waldrop, M. Mitchell, 1992, Complexity. The Emerging Science at the Edge of Order and
Chaos, Viking, Penguin Books London.
98. Woodcock, Alexander and Davis Monte, 1985, Catastrophe Theory, Penguin Books.
99. Zahar, E., 1989, Einstein’s Revolution: a Study in Heuristics, 4l6pp., Open Court.
100. Zeeman, E. Christopher, 1977, Catastrphe Theory: Selected Papers 1972-1977. Reading,
Mass, London and Amsterdam, Addison-Wesley.
101. Zeleny, Milan and Pierre, Norbert A., 1976, “Simulation of self-renewing systems”, in Jantsch
and Waddington, eds.

Subsistema 2: Materia
102. Abraham, Ralph (1976). ‘Vibrations and the Realization of Form’ in Erich Jantsch and Conrad
H. Waddington (eds.), Evolution and Consciousness. Reading, Mass.: Addison-Wesley.
103. Abraham, Ralph, and Marsden, Jerrold E. (1978). Foundations of Mechanics. Second
Edition. Reading, Mass.: Benjamin/Cummings.
104. Bartley, W.W., III (1978), ‘Consciousness and Physics: Quantum Mechanics, Probability,
Indeterminism, the Body-Mind Problem’, in Ph¡losophía, 1978, pp. 675-7 16.
105. Bohm, D., Hiley, B.J., Ka]oyerou, P.N. (1978). An ontological basis for quantum theory.
Physics Repon 144, 323-348; 349.375.
106. Bobm, David (1973). ‘Quantum Theory as an Indication of a New Order in Physics.
B.Implicate and Explicate Orderin Physical Law.’ FoundJ of Physics, Vol. 3, No. 2, p.149 ff
107. Christakos, George. 1992, Random field models in earth sciences. 41 ipp. Academic Press.
108. Cburcbland, P.M. 1984, Matter and Consciousness: A Contemporary Introduction ¡o the
Philosophy of Mind. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
109. Churchland, P. 1988, Matter And Consciousness: Contemporary Introduction To The
Philosophy of Mind, 2nd ed., 2O8pp. M.I.T. Press.
110. d’Espagnat, Bernard (1976), Conceptual Foundations of Quantum Mechanics, 2n rev. ed.
Reading, Mass.: Benjamin.
111. Eigen, Manfred, 1971, ’SeIf-organization of matter and the evolution of biological
macromolecules”, Naturwissenschaften, 58, 465-523.Franz, Marie-Louise von (1974), Number
and Time: Reflections Leading Towards Unification of Depth Psychology and Physics.
Evanston, III.: Northwestern University Press.
112. Franz, Marie-Louise von (1974)Number and Time: Reflections Leading Towards Unification
of Depth Psychology and Physics. Evanston, Iii.: Northwestern University Press.
113. Glansdorff, Paul and Prigogine, IIya (1971), Thermodynamic Theory of Structure, Stability,
and Fluctuation, New York: Wiley-Inter-science.
114. Haken, H. (1977) Synergetics: Non-equilibrium Phase Transitions and Self-Organization in
Physics, Chemistry and Biology, Berlin, Heidelberg and New York: Springer.
115. Hawking, S.W. (1977), “The quantum mechanics of black boles”, Scienticic American, Jan.
1977; also in: Scientific American (1977).
116. Hawking, S.W.; G.W. Gibbons; 1983 and S.T.C. Siklos, eds., The Very Early Uníverse.
Cambridge: Cambridge University Press.
117. Henbest, Nigel (1979), The Exploding Universe. New York: Macmillan. Se pp. 204a-206b.
118. Ho, M.W. (1989), Coherent excitations and the physical foundations of life. In Theoretical
Biology: Epígenetic and Evolutionary Order from Complex Systems (B.D.Goodwin and
P.Saunders, eds.), Edinburgh University Press, Edinburgh.
119. John Earman. (1990).Absolute versus Rational Theories of Space and Time. Bradford Books.
120. Lamarter, Richard Thomas de. 1986, Big Blue. (New York: Dodd, Mead.)
121. Langone, John. 1989 Superconductivity: The New Alchemy. (Chicago: Contemporary Books)
122. Lockwood, M. Mind, 1989, Brain and the Quantum: The Compound ‘1’. 352p. Blackwell.
123. Popp, F.A., Li, K.H., Mei, W.P., Galle, M. and Neurobr, R. (1988), Physical aspects of
biopbotons. Experientia 44, 576-585.
124. Porkert, Manfred (1974). The Theoretical Foundation of Chinese Medicine: Systems of
Correspondence. Cainbridge, MA: M.I.T. Press.
125. Prigogine, IIya. From Being to Becoming. 1980 (San Francisco: W.H.Freeman.)
126. Prigogine, IIya. 1984 Order Out of Chaos. (New York: Bantam Books.)
127. Schramn, David N. and Clayton, Robert N. (1978) “Did a supernova trigger the formation of
the solar system?”, Scientific American, Oct. 1978.
128. Simon, Julian L. and Hermann Kahn, eds. (1984), The Resourceful Earth (Oxford: Basil
Blackwell).
129. Trefil, J.S. 1983. The Moment of Creation: Big Band Physics. New York: Scribners.
130. Weinberg, Steven (1977), The First Three Minutes: A Modern View of the Origin of the
Universe. New York: Basic Books.
131. Weiner, Jonatban. (1986). Planet Earth. New York: Bantam Books.
132. Zhabotinsky, A.M. (1974) SeIf-oscillating Concentrations. Moscow: Nauka.
133. Zahar, Danah and Marshal Ian, 1993, The Quantum Society, Printedin England by Clays.Ltd.
134. Zohar, Danah, 1991, The Quantum Self, Printed and bound in Great Britain by Harper Collins
Book Manufacturing, Glasgow.
135. Zukav, Gary (1979). The Dancing Wu Li Masters: An Overview of the New Physics. New
York: William Morrow.

Subsistema 3: Biósfera
136. Algore, Senatar. Earth in the Balance. 1992. Biddles Ltd, Guildford and Kings Lynn.
137. Arber, Agnes. The Mind and the Eye. Cambridge Science Classics. Rey ed., l5Opp. 1985,
Cambridge U.P.
138. Ayala, F.J. and Dobzhansky, T. (1974), Studies in the Philosophy of Biology London:
Macmillan
139. Bernd-Olaf Küppers. (1990), Information and the Origin of Life. Bradford Books.
140. Bowler, P.J. The Non-Darwinian Revolution: Reinterpretation of a Historical Myth. 248pp.,
1988, John Hopkins U.P.
141. Brandon, R., and R. Burian, eds. 1984, Genes, Organisms, and Populations: Controversies
over the Units of Selection. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press.
142. Brooks, Daniel R.; Wiley, E.O. 1988, Evolution As Entropy: Toward a Unified Theory of
Biology. Science and the Conceptual Foundations. 2nd ed., 352pp., III. Chicago U.P.
143. Bruck, Connie. The Predators’ Bull. (New York: Simon and Schuster, 1988.)
144. Cairns, J., Overbaugh, J. and Miller, S. (1990). The origin of mutants. Nature 335, 142-145;
also, Hall, B.G., Spontaneous point mutations that occur more often. Canguilbem, Georges,
Ideology and Rationality in the History of the Life Sciences. 150pp. 1988, MIT Press.
145. Canguilhem, Georges (1988), Ideology and Rationality in the History of the Life Sciences.
Bradford Books.
146. Canguilhem, Georges (1989). The Normal and the Pathological. Zone Books.
147. Canguilbem, Georges. Ideology and Rationality iii the History of the Life Sciences. l5Opp.,
1988, MIT Press.
148. Capra, Fritjof, and Charlene Sprentnak. 1984, Green Politics. (New York: E.P.Dutton.)
149. Clemens, H. 1983,. Alfred R. Wallace: Biologist and Social Reformer. London: Hutchinsoli.
150. Conguilhem, 6. 1989, Ideology and Rationality in the History of the Life Sciences. l5Opp.
MIT Press.
151. Corning, Peter A. 1983. The Synergism Hypothesis: A Theory of Progressive Evolution. New
York: McGraw-Hill.
152. Csanyi, Vilmos. 1982. ‘General Theory of Evolution’. Studia Biologica Hunagarica. 18.
Budapest: Akadémial Kiadó.
153. Chaisson, Eric. J. 1975. Cosmic Dawn: The Origin of Matter and Life. Boston: Atlantic,
Little, Brown.
154. Churchland, P.S., and T.J. Sejnowski. 1988, Perspectives on cognitive neuroscience. Science,
242:741-745
155. Davies, P.C.W. (1977), Space and Time in the Modern Universe. London: Cambridge
University Press.
156. Day, Stacey B., 1982. Biologos and Biopsycholosocial Synthesis: the SAMA Foundation
Lectures, Calabar, West Africa, l3Opp 1985. International Foundation for Biosocial
Development & Human Health.
157. Denton, Michael. (1986). Evolution: Theory in Crisis. London: Burnett Books.
158. Depew, David J.; Weber, Bruce H., 1985 eds, Evolution at a Crossroads: the New Biology and
the New Philosophy of Science, 288pp. reissued, MIT Press.
159. Dubos, René. (1976). ‘Symbiosis between Earth and Humankind’, Science 193, 459.
160. Durham, William (1979), ‘Towards a Co-evolutionary Theory of Human Biology and Culture’,
in N. Chagnon and W. Irons, eds., Evolutionary Biology and Human Social Behavior (North
Scituate, Mass.: Duxbury Press).
161. Dyke, C. 1988, The Evolutionary Dynamics of Complex Systms: a Study in Biosocial
Complexity. Monographs on the History and Philosophy of Biology. l92pp. Oxford U.P.
162. Dyson, Freeman. (1982). Origins of Life. Cambridge University Press.
163. Edelman, Gerald M. (1987), Neural Darwinism: The Theory of Neuronal Group Selection
(New York: Basic Books).
164. Eden, M. (1967). ‘Inadequacies of Neo-Darwinian Evolution as a Scientific Theory’, in:
Moorhead and Kaplan, eds., Mathematical Challenges to the Neo-Darwinian Interpretation of
Evolution. Wistar Institute Press.
165. Edwards, Robert. 1989, Life before birth: Reflections on the embryo debate. 224pp., Spp.
b&w ill. Hutchinson.
166. Eigen, Manfred and Schuster, Peter (1977 /78) “The hypercycle: a principle of natural self
organization”; in three parts: “Part A: The emergence of the hypercycle”,
Naturwissenschaften, 64(1977), 541-565; “Part B: The abstract hypercycle”,
Naturwissenschaften, 65(1978), 347-369. Appeared under the same title as book: Berlin,
Heidelberg and New York: Springer, 1979.
167. Eigen, Manfred and Winkler, Ruthild (1975) Das Spiel: Naturgesetze steuern den Zafall.
Munich and Zurich: Piper.
168. Elredge, Niles and Stephen J. Gould. (1977). ‘Punctuated Equilibria: the Tempo and Mode
of Evolution Reconsidered’ Paleobiology, 3.
169. Elredge, Niles. ‘Darwinism and the Expansion of Evolutionary Theory’, Science 210.
170. Endler, J. 1986, ‘The newer synthesis? Some conceptual problems in evolutionary biology’.
Oxford Surveys in Evolutionary Biology, 3:224-243
171. Ereshefsky, Marc (1992). The Units of Evolution. Bradford Books.
172. Feidman, J. 1986. ‘Neural representation of conceptual knowledge’, University of Rochester
Technical Report 189.
173. Fetzer, James 5. 1985, Sociobiology and Epistemology, 2SOpp., Reidel.
174. Fodor, J. 198 Ib., ‘The present status of the innateness controversy’ In Representations:
Philosophical Essays on the Foundations of Cognitive Science. Cambridge, Massachusetts:
The MIT Press, A Bradford Book.
175. François Delaporte. (1991), The History of Yellow Fever. Bradford Books.
176. Gibson, Ejenne. 1986, From Aristotle to Darwin and Back Again: a Journey in Final
Causality. Species and Evolution. 209pp. Reissued, Notre Dame U.P.
177. Goodwin, B., N. Holder, and C. Wyles, eds. (1983), Development and Evolution.
Cambridge: Cambridge University Press.
178. Goodwin, B.C. (1978) “A cognitive view of biological process”, Journal of Social and
Biological Structures, 1, 117-125.
179. Gould, S.J. (1982). ‘Darwinism and the expansion of evolutionary theory’,, Science 216:380-
387.
180. Gould, S.J., and R.Lewontin. (1979), The spandrels of San Marco and the Panglossian
paradigm: A critique of the adaptationist programme. Proceedings of the Royal Society of
London. 205:581-5948.
181. Gould, Stephen Jay (1977) Ontogeny and Phylogeny. Cambridge, Mass.: Belknap Press of
Harvard University.
182. Grof, S. 1985, Human Survival and Consciousness Evolution. 224pp., State University of
New York Press.
183. Grubb, Michael, ed. 1991, Energy Policies and the Greenhouse Effect. Vol 1: Policy
Appraisal. 3l2pp. Dartmouth.
184. Hahlweg, Kai; Hooker, Cíifford A., 1989, eds. Issues in Evolutionary Epistemology. SUNY
Series in Philosphy and Biology. 480pp., 111. SUNY Press.
185. Hilhertz, Wolf (1975) “Evolutionary environments: notes for a minifesto”, in: Frei Otto, ed.,
I.L. 13, Stutgart: Institut ftir Leichtbau, University of Stuttgart.
186. Ho, M., and P.Saunders. 1984. Beyond Neo-Darwinism. New York: Academic Press.
187. Ho, M.W. (1986). Heredity as process: towards a radical reformulation of heredity. Rivista
di Biologia 79, 407-447.
188. Ho, See M. W. and Popp, F. A. (1991). The evolution of biological form and organization
without natural selection. Paper delivered at AAAS Annual Meeting, Washington D.C., 14-19
Feb., Session on Non-random Evolution: Matter, Life, Mmd. (to appear in Proceedings)
189. Holland, H.D. 1984. The chemical evolution of the atmosphere and the oceans. (Princetion,
N.J.: Princeton University Press), 539
190. Holling, C.S. 1976. ‘Resilience and Stability of Ecosystems’ In Jantsch and Waddington, eds.
Evolution and Consciousness. Reading, Mass.: Addison-Wesley.
191. Holling, C.S. (1976) “Resilience and stability of ecosystems”, in: Jantsch and Waddington,
eds. (1976).
192. Hubel, D. 1988. Eye, Brain and Mind. New York: W.H.Freeman
193. Jackson, Wes, 1991, Hierarchical Levels, Emergent Qualities, Ecosystems and the Ground for
a New Agriculture in Gaia 2. Edit by Thompson, William 1.
194. Jacob, F. (1974) The Logic of Living Systems, London: Allen Lane
195. Jantsch, Erich (1976) “Evolving images of man: dynamic guidance fort he mankind process”,
in: Jantsch and Waddington, eds.
196. Jantsch, Erich and Waddington, Conrad H., eds. (1976) Evolution and Consciousness: Human
Systems in Transition. Reading, Mass., London and Amsterdam: Addison-Wesley.
197. Jones, A.K. (1990). Social symbiosis: a Gaian critique of contemporary social theory. The
Ecologist 20, 108-113.
198. Josiah Macy Jr. Foundation. 1950-1954. ‘Cybernetics: Circular Causal and Feedback
Mechanisms in Biological and Social Systems’, 5 vols. New York: Josiah Macy Jr.
Foundation.
199. Jung, Carl Gustav and Pauli, Wolfgang (1954) The Interpretation of Nature and the Psyche.
New York and London.
200. Katchalsky, Aharon (1971) “Biological flow structures and their relations to chemodiffusional
coupling”, Neuroscience. Res. Prog. Bu!!. 9, 397-413.
201. Kemp, Penny; Wall, Derek. 1990, A green manifesto for the 1990’s, lg2pp. Penguin.
202. Knoch, Walter A. The biology of literature, Bochum Publications in Evolutionary Cultural
Semiotics, 14. 150 pp. In prep., Brockmeyer.
203. Kornblith, H., ed. 1984. Naturalizing Epistemology. Cambridge, Massachusetts: The MIT
Presa, A Bradford Book.
204. Lewontin, R. 1983. ‘The organism as the subject and object of evolution.’ Scientia 118:63-
82.
205. Lewontin, R. 1989. ‘A natural selection: Review of J. M. Smith’s Evolutionary Genetics’,
Nature 339:107.
206. Lewontin, R. C. 1993. The Doctrine of DNA, Biology as Ideology. Penguin Books, London.
207. Lieber, Arnold L. (1978) The Lunar Effects: Biological Tides and Human Emotions. Garden
City, N.Y., Anchor/Doubleday.
208. Löfgren, Lars (to appear). ‘Life as an Autolinguistic Phenomenon’, in Milan Zeleny, ed.,
Autopoiesis: A Theory of ¡he Living Organization. New York: North Holland.
209. Lovelock, James E, 1991, Gaia, A Planetary Emergent Phenomenon in Gaja 2. Edit by
Thompson, William Iwin.
210. Lovelock, James, 1990, The Ages of Gaia. Oxford University Press, Printed by Clays, Ltd.
211. MacLean, Paul D. (1973) “A triune concept of the brain and behavior”, in: T. Bong and D.
Campbell, eds., The Hincks Memorial Lectures, Toronto: University of Toronto Press.
212. Margalef, Ramón (l968), Perspectives in Ecological Theory. Chicago: University of Chicago
Press. Large extracts reprinted in Co-Evolution Quarterly, No.6, Summer 1975, 49-66
213. Margulis, Lynn (1970) Origin of Eukaryotic Cells. New Haven, Conn.: Yale University Press.
214. Margulis, Lynn and Dorion Sagan . (1981). Microcosmos. Simon and Schuster.
215. Margulis, Lynn and Guerrero, Ricardo, 1991, Two Plus Three Equal One Individuals Emerge
from Bacterial Communities, en Gaia 2. Edit by Thompson, William Irwin.
216. Margulis, Lynn and Lovelock, James E. (1974) “Biological modulation of the earth’s
atmosphere”, Icarus, 21, 47 1-489.
217. Maturana, H. and F.J. Varela. 1987, The Tree of Knowledge: The Biological Roots of Human
Understanding. Boston: New Science Library.
218. Maturana, H., G. Uribe, and Samy Frenck. 1968. ‘A biological theory of relativistic color
coding in the primate retina.’ Archivos de biología y medicina experimentales. Supplement
No.1 Chile.
219. Maturana, Humberto R. (1970), Biololgy of Cognition. Report BCL 9.0. Urbana, III.:
Biological Computer Laboratory, University of Illinois.
220. Maturana, Humberto R. and Varela, Francisco (1975) Autopoietic Systems. Report BCL 9.4.
Urbana, III.: Biological Computer Laboratory, University of Illinois.
221. May, Robert M. (1973) Stability and Complexity in Model Ecosystems. Princeton, N.J.:
Princeton University Press.
222. Mayr, E. (1982), The Growth of Biological Thought (Cambridge: Harvard University Press).
223. McLaury, R. E. 1987. ‘Color-category evolution and Shuswap yellow-with-green.’ American
Anthropologist, 89:107-124
224. Milsum, H. H. (1972) ‘The hierarchical basis for general living systems’ in Klir Ed.(1972)
q.v.
225. Moravec, H. 1988. Mind Children. Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press.
226. Myers, Norman. (1984). Gaia: An Atlas of Planet Management. New York: Doubleday.
227. Nicolis, G., and I. Prigogine. 1977 Self-Organization in Nonequilibrium Systems. (New
York: John Wiley and Sons.)
228. Nuboer, J.F.W. 1986. A comparative review on color vision. Netherlands Journal of Zoology
36:344-380.
229. Owen Flanagan. (January 1993). Concerning Consciousness. Bradford Books.
230. Palacios, A., C. Martinoya, S. Bloch, and F.J. Varela. 1990. Color mixing in the pigeon: A
psychophysical determination in the long wave spectral range. Vision Research 30:587-596.
231. Pankow, Walter (1976) “Openness as self-transcendence”, in: Jantsch and Waddington, eds.
(1976).
232. Pattee, Howard H. (1978) “The complementarity principIe in biological and social
structures”, Journal of Social and Biological Structures, 1,191-200
233. Piaget, J. 1954. The Construction of Reality in the Child. New York: Basic Books.
234. Piatelli-Palmarini, M. 1987. Evolution, selection, and cognition. In From Enzyme Adaptation
to Natural Philosophy, ed. E. Quagliariello, G. Gernardi, and A Ullman. Amsterdam:
Elsevier.
235. Prigogine, Ilya, Nicolis, Gregoire and Babloyantz, Agnes (1972) “Thermodynamics of
evolution”, Physics Today, 25, 23-28 and 38-44.
236. Ruse, Michael (1982), Darwinism Defended: A Guide to the Evolution Controversies (Reading,
Mass.: Addison-Wesley).
237. Sagan, Carl (1977), The Dragons of Eden: Speculation on the Evolution of Human
Intelligence, New York: Random House.
238. Saunders, P.T. (1991). Evolution without natural selection: further implications of the
daisyworld parable. In Symbiosis, Cooperativity and Coherence. Proc. 3rd Camelford
Conference on the Implications of the Gaia Thesis (P.Bunyard and E.Goldsmith, eds.),
Wadebridge Ecological Press, Cornwall.
239. Schopf, J.William (1978) “The evolution of the earliest cells”, Scientific American, Sept.1978.
240. Schródinger, E. (1944) What is Life? London: Cambridge University Press
241. Schrödinger, Erwin (1964). My View of Life, transl. by Cecily Hastings. Cambridge:
Cambridge University Press.
242. Shapiro, Robert. (1986). Origins: A Skeptic’s Guide to the Creation of Life on Earth. New
York, Summit.
243. Smuts, Jan Christiann (1923) Holism and Evolution. Republished New York: Viking (1967).
244. Stanley, S.M. A Theory of Evolution Above the Species Level. Proceeding of the National
Academy of Sciences USA 72, 1975.
245. Stebbins, G.L. (1973) “Evolution of morphogenetic patterns”, Brookhaven Symp. Biol.
25,277-243; quoted in: Gould (1977), p.40’1.
246. Stent, Gunther S. (1972) “Cellular communication”, Scientific American, Sept. 1972; also in:
Kennedy, ed. (1974).
247. Stumm, Werner, ed. (1977) Global Chemical Cycles and their Alterations y Man. Berlin:
Dahlem Konferenzen/Abakon.
248. Tickell, Sir Crispin. (1986). Climatic Change and World Affairs. University Press of
America.
249. Todd, John and Jack Todd Nancy, 1991, Biology as a Basis for Design in Gaia 2. Edit by
Thompson, William 1.
250. Valentine, James W. (1978) “The evolution of multicellular plants and animals”, Scientific
American, Sept.1978.
251. Varela, Francisco and Anspach, Mark. 1991, Immu-knowledge, The Process of Somatic
Individuation, in Gaia 2. Edit by Thompson, William 1.
252. Waddington, C.H. (1977) Tools for Though, London: Jonathan Cape
253. Waddington, Conrad H. (1975) The Evolution of an Evolutionist. Edinburgh: Edingburgh
University Press; Ithaca, N.Y.: Cornell University Press.
254. Watson, J.D. (1968) The Double Helix London: Weidenfeld & Nicolson
255. Weizsbeker, Carl Friedrich von (1974) “Evolution und Entropiewachstum”, in: Weizsácker,
Ernst von, ed. (1974)
256. Weizsacker, Christine U. von (1975) “Die unweltfreundliche Emanzipation”, in:
Humanökologie (mt. Tagung für Humanökologie), Vienna: Georgi.
257. Wilson, Edward 0. (1975) Sociobiology: The New Synthesis. Cambridge, Mass.: Belknap
Presa of Harvard University.
258. Wilson, Edward 0. (1978) On Human Nature. Cambridge, Mass.: Harvard University Press.
259. Young, J.Z. Philosophy And The Brain. 2l3pp. 1988, Oxford U.P.
260. Zeki, 5. 1983. Color coding in the cerebral cortex: The reaction of cells in monkey visual
cortex to wavelengths and colors. Neuroscience 9:741-765.
261. Zeleny, Milan (1977) “Self-organization of living systems”, Int. Journal of General
Systems,4,13-28.

Subsistema 4: Sociósfera
262. Abraham, R, and C. Shaw.. 1985. Dynamics: The Geometry of Behavior. 3 vols. Santa-
Cruz: Aerial Press.
263. Abraham, Ralph and C. Shaw. (1984). Dynamics: The Geometry of Behavior. Aerial Press.
264. Adams, James. 1986. The Financing of Terror. (London: New English Library, 1986.)
265. Aganbegyan, Abel, 1989, ed. Perestroika. (New York: Charles Scibner’s Sons.)
266. Albrecht Wellmer. (1991). The Persistence of Modernity. Bradford Books.
267. Alchian, Armen. (1950), ‘Uncertainty, Evolution and Economic Theory’, Journal of Political
Economy 58, reprinted in revised form in Alchian (1977). Alchain Armen (1977), Economic
Forces at Work (Indianapolis: Liberty Press).
268. Aliber, Robert Z. The International Money Game. (New York: Basic Books, 1973.)
269. Allot, Philip, 1990, Eunomia, New Order for a New World, Oxford New York, University
Press.
270. Alvin I. Goldman. (1991). Philosophy Meets the Cognitive and Social Sciences. Bradford
Books.
271. Andersen, P.B. 1991. Semiotic Approaches to Construction and Assessment Computer
Systems. University of Aarhus.
272. Anderson, Benedict. 1991, Imagined Communities: Reflections on the Origin and Spread of
Nationalism. Rev. ed., l5YZpp. Verso.
273. Baechler, Jean (1975), The Origin of Capitalism (Oxford: Blackwell).
274. Barker, M. Comics: 1989. Ideology, Power and the Critics. 256pp., illus., Manchester U.P.
275. Barrett, Miche1e. 1991, Ideology: the Politics of a Concept. 250pp., Polity Press.
276. Barry, Brian. 1991, Theories of Justice. 456pp. Harvester Wheatsheaf.
277. Bartley, W.W., III (1985/87), ‘Knowledge is Not a Product Fully Known to Its Producer’, in
Kurt R.Leube and Albert Zíabinger, eds., The Political Economy of Freedom (Munich:
Philosophia Verlag, 1985); and in revised and expanded form as ‘Alienated Alienated: The
Economics of Knowledge versus the Psychology and Sociology of Knowledge’, in Radnitzky
and Bartley (1987).
278. Barzun, J. (1958). Darwin, Marx, Wagner, Doubleday Anchor, New York.
279. Bateson, G. (1971) ‘The cybernetics of “self”: a theory of alcoholism’ in Bateson (1973) q.v.
280. Batra, Raveendra N. 1978 The Downfall of Capitalism and Communism. (London: Macmillan
Press.)
281. Bauer, Peter (1981), Equality. The Third World and Economic Delusions (Cambridge, Mass.:
Harvard University Press).
282. Bennet, James T. and Thomas J. Di Lorenze. 1983. Underground Government.
(Washington, D.C.: Cato Institute.)
283. Benton, Ted. 1991, Philosophy and the New Right: Case of Roger Scruton. 128pp. Pluto
Press.
284. Beradt, Charlotte. 1985, The Third Reích of Dreams. (Wellingborough, U.K.: Aquarian
Press.)
285. Binoche, B. 1989, Critiques des droits de 1’homme. Philosophies. 128pp, P.U.F.
286. Bloch, E. 1989, The Utopian Functions Of Art & Literature. Selected Essays. Studies in
Contemporary German Social Thought. 3lOpp., MIT Press.
287. Boaz, David, 1986, ed. Left, Right, and Babyboom. (Washington, D.C.: Cato Institute.)
288. Bok, Sissela. 1984, Secrets. (New York: Vintage Books.)
289. Booth, Ken.1979, Strategy and Ethnocentrism. (London: Croom Helm.)
290. Boyne, R. and A. Rattansi, eds. 1989, Postmodernism and Society. 224pp., Macmillan.
291. Braudel, Fernand (1982a), Civilization and Capitalism: 15th-l8th Century, Vol.II, The Wheels
of Commerce (New York: Harper & Row).
292. Braudel, Fernand. 1977, Afterthoughts on Material Civilization and Capitalism. (Baltimore:
Johns University Press.)
293. Brian Massumi. (1992). A User’s Guide to Capitalism and Schizophrenia. Bradford Books.
294. Brown, Lester R., et al. 1990, State of the World. (New York: W.W.Norton, 1990.)
295. Brzezinski, Zbigniew. 1989, The Grand Failure: The Birth and Death of Communism in the
20th Century. (New York: Charles Scribner’s Sons.)
296. Buckley, W. (1967). Sociology and Modern Systems Theory Englewood Cliffs: Prentice-Hall
297. Burte, E.?. (1816), ‘Letter to a Member of the National Assembly’, in Works (London: F.C.&
J.Riviagtom).
298. Burrell, G. and Morgan, G. (1979) Sociological Paradigms and Organizational Analysis
London: Heinemann
299. Burton, J.W. (1968) Systems, States, Diplomacy and Rules Cambridge: University Press
300. Bury, J.P.T., ed. 1971, The New Cambridge Modern History. (Cambridge: Cambridge
University Press.)
301. Calvert, Peter. 1983, Politics, Power and Revolutions. (Brighton, Sussex: Wheatsheaf Books.)
302. Cao-Garcia, Ramon 1983, J. Explorations Towards Economic Theory of Political Systems.
(New York: University Press of America.)
303. Center for Medieval and Renaissance Studies, UCLA. 1979, The Dawn of Modern Banking.
(New Haven: Yak University Press.)
304. Coker, F.W. 1967, Organismic Theories of the State. (New York: AMS Press.)
305. Coleman, J.L. 1988, Markets, Morals, and the Law. 480pp., Cambridge U.P.
306. Collier, A. 1989, Scientific Realism and Socialist Thought. 224pp., Harvester.
307. Collins, J. 1989, Uncommon Cultures: Popular Culture and Post-Modernism. l76pp.,
Routledge.
308. Collins, L. (Ed.) (1976), The Use of Models in the Social Sciences. London: Tavistock
309. Constant, B. Fontana, B., 1988, ed., Political Writings. Cambridge Texts in the History of
Political Though. 530pp., Cambridge U.P.
310. Cornwell, Rupert. 1983, God’s Banker. (New York: Dodd, Mead.)
311. Coser, Lewis A. 1970, Men of Ideas. (New York: Free Press.)
312. Crenshaw, Martha, ed. 1983, Terrorism, Legitimacy, and Power. (Middletown, Conn.:
Wesleyan University Press.)
313. Crombie, A.C. (1953), Augustine to Galileo Vol.II: Science in the Later Middle Ages and
Early Modern Times, Harmondsworth: Penguin Books (first edition 1959)
314. Crovitz, L.Gordon; 1989, Rabkin, Jeremy A., ed. Fettered Presidency: Legal Constraints on the
Executive Branch. 360pp. Reissued, American Enterprise Institute.
315. Curtin, Philip D. 1984, Cross-Cultural Trade in World History. (Cambridge: Cambridge
University Press.)
316. Chackerian, Richard, and Gilbert Abcarian. 1984, Bureaucratic Power in Society. (Chicago:
Nelson-Hall.)
317. Chernow, Ron. 1990, The House of Morgan. (New York: Atlantic Monthly Press.)
318. Childe, V.Gordon (1950), ‘The Urban Revolution’, The Town Planning Report.
319. Dawkins Richard (1990) The Shellfish Gene, Longman London.
320. De Gruyter (1990). Political Theory. Welfare State. 3110119323.
321. Demerath, N.J. and Peterson, R.A. (Eds.) (1967) System, Change and Conflict, New York:
Free Press
322. Denhart, Robert B. 1981, In the Shadow of Organization. (Lawrence: The Regents Press of
Kansas.)
323. Dixon, Norman. 1976, On the Psychology of Military Incompetence. (London: Futura
Publications.)
324. Dodd, Mfred 1986, Francis Bacon‘s Personal Life-Story, Vol. II. (London: Rider.)
325. Dei, Titeo. 1985. The Anatomy of Dependence. (Totyo: Kodansha International.)
326 Drucker, Peter F, 1990, The New Realities, Printed in Great Britain by Cox and Wyman Ltd,
Reading.
327. Douglass, Bruce: Mara, Gerald M; Richardson Henry S., eds.1990, Liberalism and good.,
240pp. Routledge.
328. Dumouchel P. y J. P. Dupyy (comps.), 1983, L’Auto-Organization De La Physique du
Politique (París: Editions au Sevil).
329. Dupyy J. P y Dumouchel P. (comps.) 1983. L’Auto-Organization: De La Physique du
Politique (Paris: Editions au Sevil).
330. Eagleton, Terry. 1991, Ideology: an Introduction. 256pp., Verso.
331. Ehrlich, Judith Ramsey, and Barry J Rehfeld. 1989, The New Crowd. (Boston: Little,
Brown.)
332. Einaudi, Luigi (1948), ‘Greatness and Decline of Planned Economy in the Hellenistic World’,
Kyklos II, PP. 193-210, 289-3 16.
333. Elster, J. and R. Slagstad, cd. 1988, Constitutionalism and Democracy. Studies in
Rationality and Social Change. 368pp., Cambridge U.P.
334. Entman, R.M. 1989, Democracy Without Citizens: Media and the Decay of American Politics.
24Opp.
335. Ferguson, H. 1989, The Science of Pleasure: Cosmos and Psyche in the Bourgeois World.
288pp., Routledge.
336. Field, G. Lowell, and John Higley. 1980, Elitism. (London: Routledge & Kegan Paul.)
337. Forcey, Linda, Rennie, ed. 1990, Peace: Meanings. Politics, Strategies. 242pp. figs., tabs.,
Praeger.
338. Freeman, Jonathan (1975) “Dynamique et trausformations du systeme tribal: l’exemple des
Katchin”, L~Homme, XV, 63-98.
339. Friedman, James W. 1991, Game theory with applications to economics. 2nd ed., 3S2pp. 13
line drawings.
340. Fuller, 5. 1988, Social Epistemology. Science, Technology and Society. 32Opp., Indiana U.P.
341. Fukuyama, Francis, 1992, The End of History and The Last Man, Published in Penguin Books.
342. Gabriel, Richard A. 1985, Military Incompetence. (New York: Hill and Wang.)
343. Galbraith, John Kenneth. 1975, Money: Whence It Came, Where It Went. (Boston: Houghton
Mifflin.)
344. Galbraith, John Kenneth. 1983, The Anatomy of Power. (Boston: Houghton, Mifflin.)
345. Gane, M., ed. 1989, Ideological Representation and Power in Social Relations. Economy and
Society, 240pp., Routledge.
346. Georgescu-Roegen, Nicholas (1971) The Entropy Law and the Economic Process. Cambridge,
Mass.: Harvard University Presa.
347. Giarini, and Jean Remy Roulet, eds. 1988, L‘Europe face á 1a Nouvelle Economie de Service.
(Paris: Preases Universitaires de France.)
348. Giarini, Orio, and Walter R. Stahel. TIte Limits to Certainty: Facing Risks in the New Service
Economy. (Geneva: The Risk Institute Project, ed.)
349. Giarini, Orio. 1978, The Emerging Service Economy. (Oxford: Pergamon Press.)
350. Giddens, A. (Ed.) (1974) Positivism and Sociology London: Heinemann
351. Gigerenzer, G. et al. 1989, The Empire of Chance: How Probability Changed Science and
Everyday Life. 357pp., Cambridge U.P.
352. Gilpin, Robert. 1981, War and Chan the in World Politics. (Cambridge: Cambridge
University Press.)
353. Goldstein, R. 1989, Reporting the Counterculture. Media and Popular Culture: 5. 220pp.,
Unwin Hyman.
354. Goodwin B; Saunders P (comps) 1989. Theoretical Biology (Edinburgh University Press)
355. Gorbachov, Mikha¡l. 1987, Selected Speeches and Articles. (Moscow: Progress Publishers.)
356. Gould, C.C. 1988, Rethinking Democracy: Freedom and Social Co-operation in Politics.
Economy and Society, 373pp., Cambridge U.P.
357. Gouldner, Alvin W. 1979, The Future of Intellectuals and the Rise of the New Class. (New
York: Continuum Books.)
358. Gouras, P., and E.Zenner. (1981). ‘Color vision: A review from a neurophysiological
perspective’ Progress in Sensory Physiology 1:139-179.
359. Grachev, Andrei. 1982, In the Grip of Terror. (Moscow: Progress Publishers.)
360. Granovetter, Mark (1979) “The Idea of ‘Advancement’ in Theories of Social Evolution and
Development”, American Journal of Sociology Vol. 85, N” 3, November 1979: 489-515.
361. Greenstein, Fred 1., ed. 1988, Leadership in the Modern Presidency. (Cambridge, Mass.:
Harvard University Press.)
362. Griffin, D.R. 1988, The Reenchantment of Science: Postmodern Proposals. Constructive
Postmodern Thought. 22’tpp., State University of New York Press.
363. Grof, Stanislav 1985, Beyond The Brain, Mc Graw-Hill, by University of New York, Albany.
364. Gwynne, S.C. 1986, Selling Money. (New York: Weidenfeld and Nicolson.)
365. Haakonssen, Knud (1981), The Science of a Legislator: the Natural Jurisprudence of David
Hume and Adam Smith (Cambridge: Cambridge Universty Press).
366. Habermas, J. and Luhmann, N. (1971) Theorie der Gesellschaft oder Sozialtechnologie,
Frankfurt: Suhrkamp
367. Habermas Jurgen. (1987). The Philosophical Discourse of Modernity. Bradford Books.
368. Habermas Jurgen. (1989). The Structural Transformation of the Public Sphere. An Inquiry
into a Category of Bourgeois Society. Bradford Books.
369. Habermas Jürgen. (1990). Moral Consciousness and Communicative Action. Bradford
Books.
370. Habermas Jurgen. (1992). Postmetaphysical Thinking. Bradford Books.
371. Hamrin, Carol Lee. China and the Challenge of the Future. (San Francisco: Westview Press,
1990.)
372. Hans Blumenberg. (1987). The Genesis of the Coppernican World. Bradford Books.
373. Hansen, Robert H. The Why, What and How of Decision Support. (New York: AMA
Management Briefind, 1984.)
374. Hayek, F. A. (1952fl9), The Counter-Revolution of Science: Studies on the Abuse of Reason
(Indianapolis: Liberty Press, 1979).
375. Hayek, F. A. (1967), New Studies in Philosophy, Politics and Economics (London: Routledge
& Keegen Paul, Ltd.).
376. Hayek, F.A. (1976), Law, Legislation and Liberty, Vol. II, The Mirage of Social Justice
(London: Routledge & Keegen Paul Ltd.).
377. Hayek, Friedrich A. von. 1975. Kinds of Order in Society. Studies in Social Theory
No.5.Menlo Park: Institute for Humane Studies.
378. Herman, Edward S. 1981, Corporate Control, Corporate Power. (New York: Cambridge
University Press.)
379. Hess, Stephen. 1984, The Government/Press Connection. (Washinton, D.C.: The Brookings
Institution.)
380. Heuer, G.A.; 1991, Leopold-Wildburger, U., Balanced Silverman games on general discrete
sets. Lecture Notes in Econom¡cs and Mathematical Systems, 365. l4Opp., 26 figs., 9 tabs.
Springer.
381. Hoffman, Lily M. 1989, The Politics of Knowledge. (Albany: State University of New York
Press.)
382. Honderich, Ted., Violence for Equality: Inquiries in Political Philosophy. 240pp. Reissued
1989. Routledge.
383. Honneth, Axel. (1991). The Critique of Power. Bradford Books.
384. Horwich, Paul. (1987). Problems in the Philosophy of Science. Bradford Books.
385. Illich, Ivan. Tools for Convivality. (New York: Harper & Row, 1973.)
386. Jakubowski, Franz. Ideology and superstructure in historical materialism. l44pp. 1990.
Pluto Press.
387. Jean L. Cohen and Andrew Arato. (1992). Civil Society and Political Theory. Bradford
Books.
388. Jerry A. Fodor. (1990). A Theory of Content and Other Essays. Bradford Books.
389. John Earman. (May 1992). Bayes or Bust? Bradford Books.
390. John of Salisbury; Nederman, Cary J., 1990, editor. John of Salisbury: Policraticus: Of the
frivolities of courtiers and the footprints of philosophers. Cambridge texts in the history of
political thought. 288pp., Cambridge U.P.
391. Johnson, Paul. 1988, Intellectuals. (New York: Harper & Row.)
392. Kahn, Joel 5., and J.R. Llobera. 1981, The Anthropology of Pre-Capitalist Societies.
(London: Macmillan Press.)
393. Kahn, Robert L., and Elise Boulding, eds. 1964, Power and Conflict in Organizations. (New
York: Basic Books.)
394. Kapuscinski, Rszard. 1983, The Emperor. (New York: Harcourt Brace Jovanovich.)
395. Keílner, D. Jean Baudrillard: 1989, From Marxism to Post Modernism and Boyond. Key
Contemporary Thinkers. 2tS6pp., Polity.
396. King, Dennis. 1989, Lyndon La Rouche and the New American Fascism. (New York:
Doubleday.)
397. Kitcher, Patricia. (1993). Freud’s Dream. Bradford Books.
398. Knoch, Walter A. 1987, Stereotypy, ritual myth: towards cultural stratification. Bochum
Publications in Evolutionary Cultural Semiotics, 18. 100 pp., Brockmeyer.
399. Koestler, A. and Smythies, J.R. (Eds.) (1969) Beyond Reductionism London Hutchinson
400. Konrad, George, and Ivan Szelenyi. 1976, The Intellectuals on the Road to Class Power.
(New York: Harcourt, Brace Jovanovich.)
401. Konrad, George. 1984, Antipolitics. (New York: Harcourt Brace Jovanovich.)
402. Koyré, A. (1965) Newtonian Studies London: Chapman and Hall
403. Kripke, Saul (1975). ‘Outline of a Theory of Truth’, The Journal of Philosophy, 72,690-716
404. Kropotkin, P. (1914). Mutual Aid: A Factor of Evolution, Extending Horizon Books, Boston,
Mass., p.x
405. Kropotkin, Peter. 1927, Kropotkin’s Revolutionary Writings. (New York: Vanguard Press.)
406. Kuhn, A. (1974) The Logic of Social Systems San Francisco: Jossey-Bass
407. Kuhn, T.S. (1962) The Structure of Scientific Revolutions Chicago: University Press
408. Kuhn, Thomas S. (1962) The Structure of Scientific Revolutions. Chicago: University of
Chicago Press; 2nd enlarged ed., 1970.
409. Kuhn, Thomas 5. (1977) The essential Tension: Selected Studies in Scientific Tradition and
Change. Chicago: University of Chicago Press.
410. Kula, Witold. 1976, An Economic Theory of the Feudal System. (London: NLB.)
411. Kumar, Knishan. 1990, Utopianism. Concepts in the social sciences. 128pp. Open U.P.
412. Kymlicka, Will. 1990, Contemporary political philosophy: an introduction. 3l2pp. Oxford
U.P.
413. Laqueur, Walter. 1976, Fascism: A Reader’s Guide. (Berkeley: University of California
Press.)
414. Leakey, R.E. (1981), The Making of Mankind (New York: Dutton).
415. Leakey, Richard E. and Lewin, Roger (1978) People of the Lake: Mankind and its Beginnings.
Garden City, N.Y.: Anchor/Doubleday.
416. Lebedoff, David. 1981, The New Elite. (New York: Franklin Watts.)
417. Le Clair, Edward E., Jr., and Harold K. Schneider. 1968, Economic Anthropology. (New
York: Holt, Rinehart and Winston.)
418. Lenert, Charles C., ed. 1991, Intellectuals and politics: Social Theory beyond the academy.
Key issues in sociological theory, 5. 224pp., Sage.
419. Lepenies, W. 1988, Between Literature and Science: The Rise of Sociology. Ideas in Context.
389pp., Cambridge U.P.
420. Lessing, Doris (1975) The Memoirs of a Survivor. New York: Knopf; Bantam paperback,
1976.
421. Levitas, Ruth. 1990, Concept of Utopia. 240pp. P.Allal.
422. Lock, John (1676/1954), Essays on the Laws of Nature, ed. W.Leyden (Oxford: Claredon
Press).
423. Lock, John (1690/1887), Two Treatises on Civil Government, 2nd edition (London:
Routledge).
424. Lowi, Theodore: Ginsbergs, Benjamin. Poliscide. Big Government, Big Science. Lilliputian
Politics. 33Opp. 1990. University Press of America.
425. Luhmann, Niklas. 1990, Political Theory in the Welfare State, trans. by J.Bednarz, vi. 239pp.
De Gruyter.
426. MacDonald, C. 1989, Mind-Body Identity Theories. Problems of Philosophy. Their Past and
Present. 3O’tpp., Routledge.
427. MacKay, D.M. (1970) ‘The bankruptcy of determinism’ New Scientist, 2 JuIy 1970
428. Machlup, Fritz. 1980, Knowledge: Its Creation, Distribution, and Economic Significance,
Vol.I (Princeton: Princeton University Press.)
429. Mafud, Julio. 1972, Sociología del peronismo. (Buenos Aires: Editorial Americalee.)
430. Mant, Alistair. 1983, Leaders We Deserve. (Oxford: Martin Robertson.)
431. Manuel De Landa. (1992). War in the Age of Intelligent Machines. Zone Books.
432. Maruyama, Magoroh (1976) “Toward cultural symbiosis”, in: Jantsch and Waddington, eds.
(1976).
433. Mattelart, Armand. 1982, Multinational Corporations and the Control of Culture. (Atlantic
Highlands, N.J.: Humanistic Press.)
434. Maturana, Humberto, R. 1992, El Sentido de lo Humanm, Ediciones Pedagógicas Chilenas
S.A.
435. McCartney, Laton. 1988, Friends in High Places: The Bechtel Story. (New York: Simon and
Schuster.)
436. McLuhan, Marshall, and Bruce R.Powers. 1989, The Global Village. (New York: Oxford
University Press.)
437. McQuaid, Kim. 1982, Big Business and Presidential Power. (New York: William Morrow.)
438. Mead, M., ed. (1961). Cooperation and Competition Among Primitive Peoples, Beacon Press,
Boston; I thank E. Goldsmith for directing me to this book.
439. Mende, Tibor. 1981, From Aid to Re-colonization. (New York: New York University Press.)
440. Michael Kelly. (1990). Hermeneutics and Critical Theory in Ethics and Politics. Bradford
Books.
441. Michael Tye. (1991). The Imagery Debate. Bradford Books.
442. Miller, Abraham H. 1980, Terrorism and Hostage Negotiations. (Boulder, Col.: Westview
Press.)
443. Miller, E.J. (Ed.) (1976) Task and Organization New York: Wiley
444. MilIs C. Wrigiú (1959) The Sociological Imagination New York: Oxford University Press
445. Minsky, M. 1986. The Society of Mind. New York: Simon and Schuster.
446. Mintzberg, Henry. 1983, Power in and Around Organizations. (Englewood Chffs, N.J.:
Prentice-Hall.)
447. Montesquieu, Charles Louis de Secondat de (1748), De l’Esprit des loix, 1 (Geneva: Barnillot
& Fils.)
448. Moran, Michael. 1990, The politics of the financial services revolution. 180pp., Macmillan.
449. Moro, Comodoro R. Ruben. 1985, Historia del conflicto del Atíantico Sur. (Buenos Aires:
Escuela Superior de Guerra Aerea.)
450. Mornis, M.B. (1977) An Excursion into Creative Sociology New York: Columbia Kelleher
(1970) q.v.
451. Moses, John A. 1990, Trade union theory from Marx to Walesa, 288pp. Berg.
452. Moskowitz, Milton. 1988, The Global Marketplace. (New York: Macmillan.)
453. Moyser, G., 1991, ed. Politics and Religion in the Modern World. 240pp. Routledge.
454. Mudjanto, G. 1986, The Concept of Power in Javanese Culture. (Jakarta: Gadjah Mada
University Press.)
455. Mueller, Robert K. 1986, Corporate Networking. (New York: Free Press.)
456. Murphy, Thomas Patrick, ed. 1976, The Ho/y War. (Columbus: Ohio State University Press.)
457. Nagel, Jack. H. 1975, The Descriptive Analysis of Power. (New Haven: Yak University
Press.)
458. Nagel, Stuart S. 1990, Policy Theory and Policy Evaluation: Concepts, Knowledge, Causes
and Norms. Contributions in Political Science, 325pp. Greenwood Press.
459. Naylor, R.T. 1987 Hot Money. (New York: Simono and Schuster.)
460. Needham, J. (1966) ‘Science and society in East and West’ in Goldsmith and Mackay (1966)
461. Neville, Neil; Gibbins, Roger. 1991, New elites in old societies. 352pp., Oxford U.P
462. Newton, I., P.B. Scheurer and G.Debrock, eds. 1988, Newton’s Scientific and
PhilosophicalLegacy. International Archives of the History of ideas. 39lpp., Nijhoff.
463. Nisbett, R., and L. Ross. 1980. Human Inference: Strategies and Shortcomings of Social
Judgement. Englewood Cliffs, New Jersey: Prentice Hall.
464. Noer, Deliar. 1988, Culture, Philosophy and the Future. (Jakarta: P.T.Dian Rakyat, 1988.)
465. Noonan, John T., Jr. Bribes. (New York: Macmilan, 1984.)
466. Noyes, Richard. ed. 1991, Now the synthesis: a new economic model, 192pp., Shepheard-
Walwyn.
467. Ohmae, Kenichi. 1987, Beyond National Border. (Homewood, III.: Dow Jones-Irwin.)
468. Ohmae, Kenichi. 1985, Triad Power. (New York: Free Press.)
469 Ong, Walter J. 1982, Orality and Literacy. (London: Methuen.)
470. Ozbekhan, H. (1977) ‘The future of Paris: a systems study in strategic urban planning’, Phil.
Trans. Roy. Soc. London A287, 523-544
471. Palazzoli, Mara Selvini, et 1986, al. The Hidden Games of Organizations. (New York:
Pantheon Books.)
472. Palmer, R. 1979. Hermeneutics. Evanston, Illinois: Northwestern University Press.
473. Papert, 5. 1981. Mindstorms. New York: Harper and Row.
474. Parsons, T. (1977) Social Systems and the Evolution of Action Theory New York: Free Press
475. Perlmutter, Amos. 1981, Modern Authoritarianism. (New Haven: Yale University Press.)
476. Perry, Roland. 1984, Hidden Power. (New York: Beaufort Books.)
477. Polanyi, Livia. 1989, Telling the American Story: Structural and Cultural Analysis of
Conversational Storytelling, 158pp. Paperback, MIT Press.
478. Ponting, Clive. 1985, The Right to Know. (London: Sphere Books.)
479. Popper, Karl R. and Eccles, John C. (1977) The Self and Its Brain: An Argument for
Interactionism. Berlin, Heidelberg and New York: Springer.
480. Portela, Adolfo, et al 1985, Malvinas su advertencia termonuclear. (Buenos Aires: A-Z
Editora.)
481. Prigogine, Ilya (1976) “Order through fluctuation: self-organization and social system”, in:
Jantsch and Waddington, eds. (1976)
482. Prigogine, Ilya (1977) “The metamorphosis of science: culture and science”, paper presented
to the Conference on Science in Society, European Community, Brusself, 1977.
483. Prigogine, Ilya. (1990). Science Civilization and Democracy. No.18 (4) 493-507. Bashara
Magazine.
484. Pujol-Davila, José. 1985, Sistema y poder geopolítico. (Buenos Aires: Ediciones Corregidor.)
485. Putnam, H. 1981. Reason, Truth and History. Cambridge: Cambridge University Press.
486. Pye, Lucian W., with Mary W. Pye. 1985, Asian Power and Politics. (Cambridge, Mass.:
The Belknap Press, Harvard University Press.)
487. Radnitzky, Gerard and W.W. Bartley, III, eds. (1987): Evolutionary Epistemology,
Rationality and the Sociology of Knowledge (La Salle: Open Court).
488. Rapaport, A. and Horvith, W.J. (1959) ‘Thoughts on organization theory’ , General Systems,4
489. Rawls, John (1971), A Theory of Justice (Cambridge: Harvard University Press).
490. Renfrew, Colin (1973), The Explanation of Culture Change: Models in Prehistory (London:
Duckworth).
491. Reszler, André. 1981, Mythes politiques modernes. (Paris: Presses Universitaires de France.)
492. Rich, D.C.; Linge, G.J.R., cd. 1990, The state and the spatial management of industrial
change. 2S6pp., Routledge
493. Rodinson, Maxime. 1973, Islam and Capitalism. (New York: Pantheon Boks.)
494. Rostovtzeff, M. (1930), ‘The Decline of the Ancient World and its Economic Explanation’,
Economic History Review, II; A History of the Ancient World (Oxford: Claredon Press);
L’empereur Tibére et le culte impérial (Paris: F.Alcan), and Gesellschaft und Wirtschaft im
Romischen Kaiserreich (Leipzig: Quelle & Meyer).
495. Roszak, T. (1970) The Making of a Counter Culture, London: Faber & Faber
496. Roszak, T. (1973) Where the Wasteland Ends, London: Faber & Faber
497. Rudig, Wolfgang, ed. 1990, Green politics 1: Green Politics. 272pp., 5 line drawings, 1990.
Edinburgh U.P.
498. Runciman, W.G. (1972), A Critique of Max Weber’s Philosophy of Social Science,
Cambridge: University Press
499. Rustow, Alexander. 1980, Freedom and Domination. (Princeton: Princeton University Press.)
500. Sadler, A.L., trans., 1988, The Code of the Samurai. (Rutland, Vt., and Tokyo: Charles
E.Tuttle.)
501. Sandoz, Ellis. 1990, Government of Laws: Political Theory, Religion and the American
Founding. 3l2pp., Lousiana State U.P.
502. Sardar, Ziauddin. 1985, Islamic Futures. (London: Manselí Publishing.)
503. Sargent, Lyman T. 1990, Contemporary Political Idelogies: Comparative Analysis, Reader.
416pp.
504. Scientific American (1971) Energy and Power. San Francisco: Freeman
505. Scitovsky, Tibor (1976), The Joyless Economy: an Inquiry into Human Satisfaction and
Consumer Dissatisfaction (New York: Oxford University Press).
506. Scott, Alan. 1990, Ideology and the new social movements. Controversies in
Sociology.282pp., Unwin.
507. Schultz, Ted, ed. 1989, The Fringes of Reason. (New York: Harmony Books.)
508. Schwarz, M.; 1991, Thompson, M., Divided We Stand: Redefining Politics, Technology and
Social Class. 224pp.
509. Shiels, Frederick 1990, L. Preventable disasters: Why governments fail. 2Spp., Rowman &
Littlefield.
510. Sik, Ota, 1991, cd. Socialism today? The changing nature of socialism. 208pp. Macmillan.
511. Siu, R.G.H. 1979, The Craft of Power. (New York: John Wiley and Sons.)
512. Skinner, Quentin, ed. 1990, The return of grand theory of the human sciences. Canto. 224pp.
Cambridge U.P.
513. Soto, Hernando de. 1989, The Other Path. (New York: Harper & Row.)
514. Starr, Chester G. 1989, The Influence of Sea Power on Ancient History. (New York: Oxford
University Press.)
515. Steinberg, Sheldon S.: Austern, David T. 1990, Government, Ethics and Managers: Guide to
Solving Ethical Dilemmas in the Public Sector. 32Opp., Quorum Books.
516. Stephen Stich. (1990). The Fragmentation of Reason. Bradford Books.
517. Sterling, Claire. 1981, The Terror Network. (New York: Harper & Row.)
518. Stigum, Bernt P. (1990). Toward a Formal Science of Economics. Bradford Books.
519. Strategic Survey, 1988-1989. (London: International Institute for Strategic Studies, 1989.)
520. Strong, Tracy B. 1990, The idea of political theory: Reflections on the self in political time
and place. 224pp. Notre Dame U.P.
521. Sumner, Colin. ed. 1990, Censure, Politics and criminal justice. 2O8pp. Open U.P.
522. Sussman, Leonard R. Power, 1990, The Press and the Technology of Freedom: Coming Age
of Integrated Systems Digital Networks. 550pp. Freedom House.
523. Suter, Keith. 1986, Reshaping the Global Agenda. (Sydney: U.N.Association of Australia.)
524 Suttie, I. (1989). The Origins of Love and Hate, Penguin Books, Harmondsworth.
525. Swetz, Frank J. 1987, Capitalism and Arithmetic. (La Salle, III.: Open Court.)
526. Stafford Beer. 1972, The Brain of the Firm. John Wiley & Sons. Reprinted 1986, 1990.
527. Taylor, Stanley. 1989, Conceptions of Institutions and the Theory of Knowledge. (New
Brunswick, N.J.: Transaction.)
528. Teilhard De Chardin (1965). The Phenomenon of Man. Collins London.
529. Thompson, John B. 1990, Ideology and modern culture: Critical social theory in the era of
mass communication. 400pp., 15 figs., 12 tabs. Polity Press.
530. Thornton, M, 1989. Folk Psychology: An Introduction. Toronto: University of Toronto Press/
Canadian Philosophical Monographs.
531. Tismanneau, Vladimir: Shapiro, Judith. 1990, Debates on the future of communism. l8Opp.
Macmillan.
532. Tlaba, G.M. 1988, Politics and Freedom: Human Will and Action in the Thought of Hannah
Arendt. 224pp., University Press of America.
533. Toulmin, Stephen (1977) “From form to function: philosophy and history of science in the
l950s and now”,Daedalus, 106,143-162
534. Tsurumi, Shunsuke. 1987, A Cultural History of Postwar Japan. (London: KPI.)
535. Turner, Stansfield. 1985, Secrecy and Democracy. (Boston: Houghton Mifflin.)
536. Ullmann-Margalit, Edna (1977), The Emergence of Norms (Oxford: Claredon Press).
537. Vickers, Geoffrey (1968) Value Systems and Social Process. London: Tavistock; New York:
Basic Books; Pelican paperback, 1970.
538. Vincke, Philippe. 1992, Multicriteria decision-aid. l8Opp. Wiley.
539. Vogel, Ursula; Maron, Michael, ed. 1991, The frontiers of citizenship. 200pp., list of tabs.
Macmillan.
540. Walter, Ingo. 1985, Secret Money. (London: George Alíen & Unwin.)
541. Wallerstein, I.; Balibar, E. Race, 1991, Nation, Class: Ambiguous Identities. 300pp.
542. Whitehead, Alfred North (1969) Process and Reality. New York: Free Press.
543. Whitehead, Alfred North. 1958, The Function of Reason. (Boston: Beacon Press.)
544. Wiarda, Howard J. 1985, Ethnocentrism in Foreign Policy. (Washington, D.C.: American
Enterprise Institue for Public Policy Research.)
545. Wiener, N. (1950) The Human Use of Human Beings Boston: Houghton Mifflin
546. Wilmsen, Edwin N., ed. 1990, We Are Here: Politics of Aboriginal Land Tenure. 222pp.,
California U.P.
547. Wing, R.L. 1986, The Tao of Power. (Garden City, N.Y.: Doubleday)
548. Wittgenstein, Ludwig (1922). Tractatus Logico-Philosophicus. London: Routledge and
Kegan Paul.
549. Wolferen, Karl van. 1989, The Enigma of Japanese Power. (New York: Alfred A. Knopf.)
550. Wright, Robin. 1985, Sacred Rage. (New York: Linden Press.)
551. Yallop, David A. 1984, In God’s Name. (New York: Bantam Books.)
552. Yoshino, M.Y., and Thomas B. Lifson. 1986, The Invisible Link. (Cambridge, Mass.: M.I.T.
Press.)
553. Young, R.M. (1985). Darwin ‘s Metaphor, Cambridge University Press, Cambridge.
554. Zagare, Frank C. Game Theory. Quantitative Applications in the Social Sciences - University
Papers. 88pp. Date not set. Sage.

Subsistema 5: Tecnósfera
555. Amit, J. Daniel. 1989, Modeling Brain Function: The World of Atractor Neural Networks.
Hebrew Jerusalem.
556. Arnold, Erik, and Ken Guy. 1986, Parallel Convergence: National Strategies in Information
Technology. (London: Fraces Pinter.)
557. Ashby, W.R. (1956). An Introduction to Cybernetics London: Chapman and Hall
558. Ashby, W. Ross. 1978, Design for a Brain. (London: Chapman and Hall.)
559. Boden, M.A. 1990, Computer Models of Mind: Computational Approaches In Theoretical
Psychology.
560. Bohm, D. and F.D. Peat. 1988, Science, Order and Creativity. 300pp., Routledge.
561. Brooks, R.A. 1986. ‘Achieving artificial intelligence through building robots.’ A.I.Memo
899, MIT Artificial Intelligence Laboratory, May.
562. Brooks, R.A. 1987. ‘Intelligence without representation.’ MIT Artificial Intelligence Report.
563. Brooks, R.A. 1989a. ‘A robot that walks: Emergent behaviors from a carefully evolved
network.’ A.I.Memo. 1091, MIT February.
564. Brooks, R.A. 1989b. ‘A robust layered control system for a mobile robot’. IEEE Journal
Robotics Automation. R.A-2: 14-23
565. Brown, G. 1989, Mi, Brains and Machines. Mind Matters. 163p. Bristol Classical Pres.
566. Colombo, Umberto, et al. Science and Technology Towards the XXI Century and Their Impact
Upon Society. (Milan: The Pirelli Group, n.d.)
567. Coterill, Rodney M.J. ed. 1988, Computer Simulation in Brain Science.
568. Churchland, Patricia S and Terrence J. Sejnowski. (April 1992). The Computational Brain.
Bradford Books
569. Dennett, D. 1978a. ‘Artificial intelligence as philosophy and psychology. In Brainstorms.’
Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
570. Dennett, D. 1984a. ‘Computer models and the mind - a view from the East Pole’. Times
Literary Supplement, December 14. (Also reprinted in 1986 as The logical geography of
computational approaches: A view from the East Pole. In The Representation of Knowledge,
ed. M.Brand and M.Harnish. Tucson: University of Arizona Press.)
571. Drexíer, K.Eric. 1986, Engines of Creation. (New York: Anchor Press.)
572. Dreyfus, H., and S.Dreyfus. 1988. Making a mind versus modeling the brain: Artificial
intelligence back at a branch point.’ Daedulus (Winter): 15-43.
573. Dreyfus, H., and S. Freyfud. 1986. Mind over Machine. New York: Macmillan, Free Press.
574. Dreyfus, Hubert L. (Forthcoming November 1992). What Computers Still Can’t Do - A
Critique of Artificial Reason.
575. Eco, Umberto, 1991, Semiotics and the Philosophy of Language, Published by Macmillan
Academic and Professional Ltd.
576. Einstein, Albert. (1921). ‘Geometry and Experience’ in Idea and Mechanics. Dell Publishing
Co., 1954. Note: Lecture before the Prussian Academy of Sciences, Jan. 27, 1921.
577. Fodor, J. 198 la. ‘Computation and reduction’. In Representation: Philosophical Essays on
the Foundations of Cognitive Science. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford
Book.
578. Fodor, J., and Z. Pylyshyn. 1988. ‘Connectionism and cognitive architecture: A critical
review.’, Cognition 28:3-71.
579. Fussbudget, Hectoring and Znarler, Rueful (1979). ‘Sagacity Theory, a Critique’, TIte
Mathematical Intelligencer, 2, 56-59.
580. Gila Sher. (1991). The Bounds of Logic. Bradford Books.
581. Haugeland, J. 1981. ‘The nature and plausibility of cognitivism’, Reprinted in Mmd Design:
Philosophy, Psychology, Artificial Intelligence, ed. J.Haugeland. Cambridge, Massachusetts:
The MIT Press, A Bradford Book.
582. Heims, 5. 1980. John von Neumann and Norbert Wiener. Nature. Cambridge,
Massachusetts: The MIT Press.
583. Hellerstein, D. 1988. ‘Plotting a theory of the brain.’ The New York Times Magazine, May
22.
584. Jackendoff, R. 1987. Consciousness and the Computational Mind. Cambridge,
Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
585. Jantsch, Erich (1972) Technological Planning and Social Futures. London: Associated
Business Programmes; New York: Halsted Press; paperback 1974.
586. Johann P. Arnason, Peter Beilharz, Michael Crozier, Kevin McDonald, Peter Murphy, David
Roberts, Gillian Robinson, PhilipaRothfield, John Rundelí, editors. (Journal). Thesis Eleven.
Orders to: MIT Press Journals, 55 Hayward Street, Cambridge, MA 02142.
587. Jones, J.C. (1967) ‘The designing of man-machine systems’ in Singleton et al. (1967) q.v
588. Joseph Kosuth. (1991). Art After Philosophy and After. Bradford Books. 589. Levite, Ariel.
Intelligence and Strategic Suprises. (New York: Columbia University Press, 1987.)
590. Long, J. and A. Whitefield ed. 1989, Cognitive Ergonomics and Human-Computer
Interaction. University College London.
591. Long, J. Cambridge Series on Human-Computer Interaction. University College London.
592. Lyons, W. 1986. The Disappearance of Introspection. Cambridge, Massachusetts: The MIT
Press, A Bradford Book.
593. Maturana, Humberto and Varela, Francisco J., 1980, Autopoiesis and Cognition, the
Realization of the Living, Published by Reidel Publishing Company.
594. Maturana, Humberto R. 1992, Emociones y Lenguaje en Educación y Política, Ediciones
Pedagógicas Chilenas, SA.
595. McCulloch, W.S. 1965. Embodiments of Mind. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press.
596. Muroyama, Janet H., and H. Guyford Stever, eds. 1988, Globalization of Technology.
(Washington, D.C.: National Academy Press.)
597. Newell, A., and Simon, H. Computer science as empirical inquiry: Symbols and search.
Reprinted in Mind Design: Philosophy, Psychology, Artificial Intelligence, ed. J.Haugeland.
Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
598. Partridge, Derek and Yorick Wilks. 1990, The Foundations of Artificial Intelligence.
599. Prigogine, Ilya and Stengers, Isabelle <1975) ‘Nature et Créativité”, Revue de l’AUPELF XIII,
No.2
600. Putnam, H. 1983. ‘Computational psychology and interpretation theory’. Reprinted in
Realum and Reason: Philosophical Papers, Volume 3, ed. H.Putnam. Cambr¡dge: Cambridge
University Press.
601. Putnam, H. 1988, Representation And Reality, 136pp. MIT Press.
602. Pylyshyn, Z. 1984. Computation and Cognition: Towards a Foundation for Cognitive
Science. Cambride, Massachusett: The MIT Press, A Braford Book.
603. Reeke, G.G., and G.M.Edeíman. 1988. Real brains and artificial intelligence. Daedelus 117
(no.1): 143-173
604. Robert Cummins and John Pollock. (1991). Philosophy and Artificial Intelligence, Bradford
Books.
605. Rosenbaum, 1. 1989. Readings in Neurocomputing. Cambridge, Massachusetts: The MIT
Press.
606. Rummelhart, D., and J. McClelland, eds. 1986. Parallel Distributed Processing: Studies on
the Microstructure of Cognition. 2 vol. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press.
607. Smolensky, P. 1988. On the proper treatment of connectionism. Behaviour and Bramn
Scíences 11:1-74.
608. Sternberg, R.J. 1988, The Nature of Creativity: Contemporary Psychological Perspectives.
454pp. Cambridge, U.P.
609. Thompson, Evan, 1991, Perception and the Emergence of Color in Gaia2. Edit by Thompson
William, 1.
610. Wiener, N. (1948) Cybernetícs Cambridge, Mass.: MIT Press, and New York: J. Wiley
(enlarged edition 1961)
611. Winograd, T. and F. Flores. 1986. Understanding Computers and Cognition: A New
Foundation for Design. New Jersey: Ablex Press.
612. Winograd, Terry, and Fernando Flores. 1986, Understanding Computers and Cognition.
(Reading, Mass.: Addison-Wesley.)
613. Zajonc, Arthur G. 1991, Light and Cognition in Gaia 2. Edit by Thompson William, I.

Subsistema 6: Comunicación
614. Alston, W.P. 1989, Epistemic Justification: Essays in the Theory of Knowledge. 253pp.
Cornell U.P.
615. Andy Clark. (1989). Microcognition - Philosophy, Cognitive Science, and Parallel Distributed
Processing. Bradford Books.
616. Arlandi, Gian France, ed. Feruccio Rossi-Landi probatio. Bochum Publications in
Evolutionary Cultural Semiotics, 15., 150pp. In prerp., Brockmeyer.
617. Attali, Jacques. 1981, Les Trois Mondes. (Paris: Fayard.)
618. Attali, Jacques. 1985, Noise. (Minneapolis: University of Minnesota Press.)
619. Axel Honneth and Hans Joas. (1991). Communicative Action. Bradford Books.
620. Bateson, G. (1973). Steps to an Ecology of Mind St Albans (Herts): Paladin
621. Bechtel, W. 1988, Philosophy of Mind: And Overview for Cognitive Science. 176pp.,
Lawrance Erlhaum.
622. Berofski, R. 1987. Making History: Pukapukan and Anthropological Constructions of
Knowledge. Cambridge: Cambridge University Press.
623. Bogart, L. 1989, Press and Public: Who Reads What, When, Where, and Why in American
Newspapers. 2nd ed., 392pp., Lawrence Erlbaum.
624. Brown, M.E. 1989, Television and Women’s Culture: The Politics of the Popular.
Communication and Human Values. 272pp., Sage.
625. Carlson, M., ed. 1990, Theatre semiotics: sings of life. Advances in Semiotics. 144 Pp.
Indiama U.P.
626. Cirlot, J.E. 1962, A Dictionary of Symbols. (New York: Philosophical Library.)
627. Clark Glymour. (1992). Thinking Things Through. Bradford Books.
628. Condry, J. 1989, The Psychology of Television. 500pp., Lawrence Erlbaum.
629. Cummins, Robert (1989). Meaning and Mental Representation. Bradford Books.
630. Cummins, Robert. Meaning and Mental Representation. ll3pp. 1989, MIT Press.
631. Christopher Peacocke. (1992). A Study of Concepts. Bradford Books.
632. Churchland, P.M. 1988. Perceptual plasticity and theoretical neutrality: A reply to Jerry
Fodor. Philosophy of Scíence 55:167-187.
633. Deely, J. 1990, Basics of Semiotics. Advances in Semiotics. 160 PP., 7 ilí., Indiana U.P.
634. Doig, J.C. 1988, In Defense of Cognitive Realism: Cutting the Cartesian Know. 306pp.
University Press of America.
635. Dreyfus, H. 1989. ‘Alternative philosophical conceptualizations of psychopathology’. In
Phenomenology and Beyond: The Self and Its Language, ed. H.A. Durfee and D.F.T. Rodier,
41-50. Dordrecht: Kluwer Academic Publishers.
636. Eco, U. et al., eds. 1989, Meaning and mental representations. 238pp., Indiana U.P.
637. Eco, U.; Marmo, C., 1986, eds. On the medieval theory of signs. Foundations of Semiotics.
21. ix. 224 PP.
638. Eco, U.; Sebeok, 1983, T. The signs of three: Dupin Holmes, Peirce. 2SOpp. reissued,
Indiana U.P.
639. Feldman, J., and D. Ballard. 1982. Connectionist models and their properties. Cognitive
Science, 6:205-254.
640. Fischer, Roland (1975 1 76) “Transformations of consciousness. A Cartography”, in two
parts: “I. The perception-hallucination continuum”, Confinia Psychiatrica, 18, (1975), 221-
244; “II. The perception-meditation continuum”, Confinia Psychiatrica, 19, (1976), 1-23.
641. Fodor, J. 1985. ‘Fodor’s guide to mental representations: The intelligent auntie’s
vademecum’, Mind 94:76-100.
642. Fodor, J. 1987. Psychosemantics: The Problem of Meaning in the Philosophy of Mind.
Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
643. French, E.E. 1987, The Geometry of Vision and the Mind-Body Problem. 204pp., Peter Lang.
644. Gardner, Howard. 1985, The Mind’s New Science. (New York: Basic Books.)
645. Gibson, J.J. 1979. The Ecological Approach to Visual Perception. Boston: Houghton Mifflin.
646. Globus, G. (1987). ‘Heidegger and cognitive science’. Philosophy Today (Spring):20-30.
647. Glover, Jonathan, I: Philosophy and Psychology of Personal Identity. 224pp. Reissued 1989,
Penguin.
648. Goldie, C.M. 1991, Communication Theory. London Mathematical Society Student Texas,
20, 200pp.
649. Gordon, Robert M. 1987, Structure of Emotions: Investigations in Cognitive Philosphy.
Studies in Philosophy. 175pp. 8 diags., Cambridge U.P.
650. Greimas, A.J. 1990, Narrative semiotics and cognitive discourses, 224 Pp. 1990, Frances
Pinter.
651. Grof, Stanislav (1975), Realms of the Human Unconscious: Observations from LSD Research.
New York: Viking.
652. Grossbergs, S. 1984. Studies in Mind and Brain. Boston: DReidel.
653. Hall, S. 1989, Reproducing Ideologies. Communications and Culture. 288pp., Macmillan.
654. Hilbert, D.R. 1987. Color and Coor Perception: A Study in Anthropocentric Realism.
Stanford: Center for the Study of Language and Information.
655. Hillis, D. 1988. ‘Inteiligence as an emergent behavior; or, the songs of Eden’. Dadaelus
(Winter): 175-189.
656. Hirst, W., ed. 1988, The Making of Cognitive Science: Essays In Honor Of George A. Miller,
296pp., Cambridge U.P.
657. Hofstadter, D.R. and D. Dennet, eds. 1981. The Mind’s Eye: Fantasies and Reflections on
Self and Soul. New York: Basic Books.
658. Horowitz, M.J. 1988. Introduction ¡o Psychodynamics: A New Synthesis. New York: Basic
Books.
659. Jackendoff, Ray (1992). Language of the Mind. Bradford Books.
660. Jameson, D., and L. Hurvich. 1989. ‘Essay concerning color constancy.’ Annual Review of
Psychology 40:1-22
661. Jerry A. Fodor. (1987). Psychosemantics – The Problem of Meaning in the Philosophy of
Mind. Bradford Books.
662. John R. Searle. (October 1992). The Rediscovery of the Mind. Bradford Books.
663. Johnson, M. 1987. The Body in the Mind: The Bodily Basis of imagination, Reason, and
Meaning. Chicago: University of Chicago Press.
664. Josephson, Brian (1975) “The Tonal-Nagual model of reality”, paper presented to the First mt.
Conf. on Science and Consciousness, Fairfield, Iowa, Dec. 1975.
665. Kay, P., and C. McDaniel. 1978. ‘The linguistic significance of the meanings of basic color
terms.’ Language 54:610-646.
666. Kearney, R. 1988, The Wake of Imagination: Ideas of Creativity in Western Culture. 467pp.,
Hutchinson.
667. Kelso, J.A.S., and B.A.Kay. 1987. Information and control: A macroscopic analysis of
perception-action coupling. In Perspectives on Perception and Action, ed. H.Heuer and
A.F.Sanders. New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates.
668. Knoch, Walter A., ed. Evolution of culture / Evolution der Kultur: paradigms of future
interdisciplinary semiotics. Bochum Publications in Evolu¡ionary Cultural Semiotics, 22. 220
pp. In prep, Brockmeyer.
669. Knoch, Walter A., ed. 1989, For a semiotics of emotion. BochumerBeitrdge zur Semiotik, 4.
210 PP., Brockmeyer.
670. Kosslyn, 5. 1981. ‘The medium and the message in mental imagery: A theory.’ Psychological
Review 88:46-66.
671. Lakoff, G. 1988. ‘Cognitive semantics. In Meaning and Mental Representations,’ ed.
Umberto Eco el al. Bloomington: Indiana University Press.
672. Land, E. 1983. ‘Recent advances in retinex theory and some implications for cortical
computations: Color vision and the natural image’. Proceedings of the National Academy of
Sciences (USA) 80:5163-5169.
673. Luhmann, N. (1989). Ecological Communication. Polity Press.
674. Lycan, W. 1989, Mind And Cognition. 364pp., Blackwell.
675. Lythgoe, J. 1979. The Ecology of Vision. Oxford: Claredon Press.
676. McLuhan, M. and B.R. Powers. 1989, The Global Village: Transformations in World Life
and Media in the 2lst Century. Communications and Society. 2O8pp., Oxford U.P.
677. Noth, W. 1990, A handbook of semiotics. Advances in Semiotics. 544 PP., 47 ill, Indiana
U.P.
678. Owen Flanagan. (1991). The Science of the Mind. Bradford Books.
679. Oyama, 5. 1985. The Ontogeny of Information. Cambride: Canibridge University Press.
680. Pinker, Steven. (1989). Learability and Cognition. The Acquisition of Argument Structure.
Bradford Books.
681. Pribram, Karl (1971) Languages of the Brain. Engleworth Cliffs, N.J.: Prentice-Hall.
682. Rajnath, A., ed. Deconstruction: a critique. 256 Pp. Macmillan.
683. Rosch, E. 1987. Wittgenstein and categorization research in cognitive psychology. In
Meaning and the Growth of Understanding: Wittgenstein‘s Significance for Developmental
Psychology, ed. M. Chapman and R. Dixon. Hillsdale, New Yersey: Lawrence Erlbaum.
684. Sebeok, T.; Umiker-Sebeok, J. 1989, The semiotics web 1988. Approaches to Semiotics, 85.
427 Pp. de Gruyter.
685. Sebeok, Thomas A. and Jean Umiker-Sebeok, eds. 1991, The Semiotic Web 1990. Mouton de
Gruyter July.
686. Shannon, C.E. and Weaver, W. (1949) The Mathematical Theory of Communication Urbana,
111.: University of Illinois Press
687. Shannon, Claude E. and Weaver, Warren (1949) The Mathematical Theory of
Communications. Urbana, III.: University of Illinois Press.
688. Shannon, Claude, and Warren Weaver. 1949, The Mathematical Theory of Communication.
(Urbana: University of Illinois Press.)
689. Singer, Milton. 1991, Explorations in Semiotic Anthropology. Mouton de Gruyter.
690. Stent, Gunther 5. (1972) “Cellular communication”, Scientific American, Sept. 1972, also in:
Kennedy, ed. (1974).
691. Stent, Gunther 5. (1975) “Explicit and implicit semantic content of the genetic information”,
Proc. Fourth Int. Conf. Unity of the Sciences, “The centrality of science and absolute
values”, New York; Tarrytown, N.Y.: mt. Cultural Foundation.
692. Stephen Neale. (1991). Descriptions. Bradford Books.
693. Sweetzer, E.E. 1984. Semantic Structure and Semantic Change. Ph.D. dissertation
University of California at Berkeley.
694. Tobin, Y., From sing to text: a semiotic view of communication, S38pp. 1989, Benjamins.
695. Varela, Francisco, Evan Thompson and Eleanor Rosch. (1991). The Embodied Mind.
Bradford Books.
696. Veron, E. 1988, La Semiosis sociale: fragments d’une théorie de la discursivité. 230 Pp.,
Presses Universitaires de Vincennes.
697. Alexander, R.D. 1987, The Biology of Moral Systems. Foundations of Human Behavior.
328pp., de Gruyter.
698. Alisjahbana, S. Takdir. 1966, Values As Integrating Forces in Personality, Society and
Culture. (Kuala Lumpur: University of Malaya Press.)
699. Appel, Willa. 1983, Cults in America. (New York: Holt, Rinehart and Winston.)
670. Barthel, Manfred. 1984, The Jesuits. (New York: William Morrow.)
671. Bartley, W.W., III (1982), ‘Rationality, Criticism and Logic’, Philosophia, 1982, Pp. 121-221.
672. Batchelor, 5., trans. 1979. A Guide to the Bodhisattva’s Way of Life. Dharamsale, India:
Library of Tibetan Works and Archives.
673. Bateson, Gregory and Mary Catherine Bateson. (1987). Angels Fear: Towards an
Epistemology of the Sacred. New York: Macmillan.
674. Berry, R.J. 1988, God and Evolution: Creation, Evolution and the Bible. l89pp., Hodder
675. Bittner, R. 1989, What Reason Demands: On Justification Of Morality And Autonomy.
240pp., Cambridge, U.P.
676. Brian Bealdey and Peter Ludlow. (1992). The Philosophy of Mind. Bradford Books.
677. Brink, D.O. 1989, Moral Realism And The Foundation Of Ethics. 3SOpp., Cambridge U.P.
678. Campbell, Joseph (1956) Hero with a Thousand Faces. New York: Meridian.
679. Capra, Fritjof and Steindl-Rast, David with Matus, Thomas 1992, Belonging to the Universe,
New Thinking About God and Nature, Penguin Books.
680. Carruthers, Michael, 1983, The Buddha, Past Masters General Editor Keith Thomas.
681. Casti, John L. 1992, Searching for certainty. 480pp. Scribner.
682. Cooper, T. 1989, et al. Communication Ethics and Global Change. 4l6pp., Longman.
683. Crimmins, Mark. (1992). Talk About Beliefs. Bradford Books.
684. Chai, Ch’u, and Winberg Chai. 1973, Confucianism. (New York: Baron’s Educational
Series.)
685. D’Amico, R. 1989, Historicism And Knowledge. l74pp. Routledge.
686. Dreyfus, H., and S.E. Dreyfus. 1990. What is morality? A phenomenological account of the
development of ethical expertise. In Universalism versus Communitarianism, ed.
D.Rassmussen. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press.
687. Dreyfus, Hubert L. (1990). Being-in-the-World; A Commentary on Heidegger’s Being and
Time, Division 1. Bradford Books.
688. Eliade, Mircea (1954) The Myth of the Eternal Return, o, Cosmos and History; Bollingen
Series XLVI, Princeton, N.J.: Princeton University Press.
689. Evans-Pritchard, E. (1965), Theories of Primitive Religion (Oxford: Clarendon Press).
690. Flew, A.G.N. (1967), Evolutionary Ethics (London: Macmillan).
691. Franck, F., ed. 1980. The Buddha Eye: An Anthology of the Kyoto School. New York:
Crossroads.
692. Frolov 1. 1982, Global Problems and the Future of Mankind. (Moscow: Progress Publishers.)
693. Gardner, Martin. 1988, The New Age: Notes of a Fringe Watcher. (New York: Prometheus
Books.)
694. Georges Bataille. (1989). Theory of Religion. Zone Books.
695. Glenn, Edmuad 5., and Christine Gleen. 1981, Man and Mankind. (Norwood, N.J.: Ablex
Publishing.)
696. Goldstein, J., and J. Kornfield. 1987. Seeking the Heart of Wisdom: The Path of Insight
Meditation. Boston: Shambhala.
697. Grim, Patrick. (1991). The Incomplete Universe - Totality, Knowledge, and Truth. Bradford
Book.
698. Guenther, H. 1976. Philosophy and Psychology in the Abhidharma. Berkeley: Shambhala
Publications.
699. Guenther, H. 1989. From Reductionism to Creativity. New Science Library.
700. Guenther, H., and L.S. Kawamura. 1975. Mind in Buddhist Psychology. Emeryville,
California: Dharma Publishing.
701. Guenther, Herbert V. 1992. Matrix of Mystery.
702. Hall, Douglas John. (1986). God and Human Suffering. Minneapolis: Augsburg, 1986.
703. Hart, W.D. The Engines of the Soul. Cambridge Studies in Philosophy. l9Opp. 1988,
Cambridge U.P.
704. Hayward, J. 1987. Shifting Worlds, Changing Minds: Where the Sciences and Buddhism
Meet. Boston: New Science Library.
705. Horigan, 5. 1989, Nature and Culture in Western Discourses. l20pp., Routledge.
706. Illich, Ivan. 1970, Celebration of Awareness. (New York: Doubleday.)
707. Inada, K.K. 1970. Nagarjuna: A Translation of his Mulamadhyamikakarikas. Tokyo:
Hokusiedo Press.
708. Isaacson, Walter, and Evan Thomas. 1986, The Wise Men. (New York: Simon and Schuster.)
709. Kafatos, Menas and Robert Nadeau. 1990 The Conscious Universe. Springer-Verlag New
York, Inc.
710. Klein, A. 1986. Knowledge and Liberation: Tibetan Buddhist Epistemology in Support of
Transformative Religious Experience. Ithaca, New York: Snow Lion.
711. kLong-chen rab-’byams-pa (1975). ‘Long-chen pa’s Natural Freedom of Mind’, Transl. by
Herbert V.Guenther, Crystal Mirror, Vol. IV. Emeryville, CA: Dharma Publishing.
712. kLong-chen rab-’byams-pa (1976). Kindly Bent to Ease Us, Part Two: Meditation, Translated,
annotated and with an introduction by Herbert V.Guenther. Emeryville, CA: Dharma
Publishing. (Author name given as Longchenpa)
713. Korzybski, Alfred (1949) Time-binding: The General Theory, Two Papers, 1924-26.
Lakeville, Conn.: Institute of General Semantics.
714. Kumar, Krishan. 1991, Utopia and anti-utopia in modern times. Sl2pp., Blackwell.
715. Langer, E. 1989. Mindfulness. New York: Addison Wesley.
716. Langer, Suzanne K. (1967, 1972) Mind, an Essay on Human Feeling, 2 vols. Baltimore and
London: Johns Hopkins Press. Vol.I 1967; Vol.2: 1972.
717. Laszlo, Ervin (1974) “Goals for global society - a positive approach to the predicament of
mankind”, Proc. Third Intl. Conf Unity of the Sciences, “Science and Absolute Values”,
London; Tarrytown, N.Y.: Intl. Cultural Foundation.
718. Laszlo, Ervin (1978) The Inner Limits of Mankind: Heretical Reflections on Today’s Values,
Culture and Politics. Oxford and New York: Pergamon Press.
719. Lee, B.; Urban, G., eds. 1989, Semiotics, self and society. Approaches to Semiotics, 84. 311
PP., de Gruyter.
720. Levi, Peter. 1987, The Frontiers of Paradise. (New York: Weidenfeld & Nicolson.)
721. Locke, John (1690/1924), Essay Converning Human Unverstanding, ed. A.S. PringlePattison
(Oxford: Claredon Press).
722. Longair, M.S. and Einasto, J., eds. (1978) The Large Scale Structure of ¡he Universe. Int.
Astron. Union Symp. No. 79. Boston: Reidel.
723. Longchenpa (1976) Kindly Bent to Ease Us, 3 vols. Transl. and annotated by Herbert
V.Guenther. Part Two: Meditation, Part Three: Wonderment. Emeryville, Calif.: Dharma
Publishing.
724. Loy, D. 1989. Non-Duality. New Haven, Connecticut: Yale University Press.
725. Markley, 0W. (1976) “Human consciousness in transformation”, in: Jantsch and Waddington,
eds. (1976)
726. Mellen, E. (1984) Religious Dogmatics & the Evolution of Societies. Polity Press.
727. Molnar, Thomas, Utopia: the Perennial Heresy. 260pp. Reissued 1990, University Press of
America.
728. Montefiore, Hugh. (1985). The Probability of God. SCM Press.
729. Mortimer, Edward. 1982, Faith and Power. (New York: Vintage Books.)
730. Murakami, Shigeyoshi. 1983, Japanese Religion in the Modern Century. (Tokyo: University
of Tokyo Press.)
731. Nagel, T. 1986. The View from Nowhere. New York: Oxford University Press.
732. Neufeldt, R.W., ed. 1986. Karma and Rebirth: Post Classical Developments. Buffalo: State
University of New York Press.
733. Nishitani, K. 1982. Religion and Nothingness. Trans. Jan Van Bragt. Berkeley: University
of California Press.
734. Pol-Driot, R. 1989. L’amnesie philosophique. Paris: Presses Universitaires de France.
735. Pugh, George Edgin (1977) The Biological Origin of Human Values. New York: Basic Books.
736. Rodman, John (1977) “Theory and practice in the environmental movement: notes towards an
ecology of experience”, Proc. Sixth Int. Conf Unity of Sciences, “The search for absolute
values in a changing world”, San Francisco; Tarrytown, N.Y.: Int. Cultural Foundation.
737. Russell, Bertrand (1912). The Problems of Philosophy. London: George Allen and Unwin.
738. Searle, J. 1983. Intentionality: An Essay in the Philosophy of Mind. Cambridge: Cambridge
University Press.
739. Sheng-Yan, M. 1982. Getting the Buddha Mind. New York: Dharma Drum Publications.
740. Sigmund, Paul E. 1990, Liberation theology at the crossroads, 272pp. Oxford U.P.
741 Silandanda, U. 1990. The Four Foundations of Mindfulness. Boston: Wisdom Publications.
742. Snowball, David. 1991, Continuity and Change in the Rhetoric of the Moral Majority. Prager
Series in Political Communication. Prager.
743. Stephen L. White. (1991). The Unity of the Self. Bradford Books.
744. Suzuki, Daisetz Teitaro, 1983, The Essence of Buddhism, Printed and bound in Great Britain
by Billing Sons Limited, Worcester.
745. Swidler, Leonard, ed. 1986, Religious Liberty and Human Rights in Nations and in Religions.
(Philadelphia: Ecumenical Press.)
746. Teichman, J. 1988, Philosophy And The Mind. l36pp., Blackwell.
747. The Scientific-Technological Revolution and the Contradictions of Capitalism. International
Theoretical Conference, Moscow, May 21-23, 1979. (Moscow: Progress Publishers, 1982.)
748. Thompson, E. 1986. Planetary thinking/planetary building: An essay on Martin Heidegger
and Nishitani Keiji. Philosophy East and West 36:235-252.
749. Thorpe, Wilard H. (1976) “Science and man’s need for meaning”, Proc. Fifth Int. Conf.
Unity of the Sciences, “The search for absolute values: harmony among the sciences”,
Washington, D.C.; Tarrytown, N.Y.: Int. Cultural Foundation
750. Yuasa, Y. 1987. The Body: Toward an Eastern Mind-Body Theory. Trans. Nagatomi
Shigenori and T.P. Kasulis. Albany: State University of New York Press.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL

1. Abraham, R, and C. Shaw. 1985. Dynamics: The Geometry of Behavior. 3 vols. Santa-Cruz:
Aerial Press.
2. Abraham, Ralph (1976). ‘Macroscopy of Resonance,’ in Peter Hilton (ed.), Síructural Síability,
the Theory of Catastrophes, and Applications in the Sciences. New York: Springer.
3. Abraham, Ralph (1976). ‘Vibrations and the Realization of Form,’ in Erich Jantsch and Conrad
H. Waddington (eds.), Evolution and Consciousness. Reading, Mass.: Addison-Wesley.
4. Abraham, Ralph and C. Sbaw. (1984). Dynamics: The Geometry of Behavior. Aerial Press.
5. Abraham, Ralph, and Marsden, Jerrold E. (1978). Foundations of Mechanics. Second Edition.
Reading, Mass.: Benjamin/Cummings.
6. Ackoff, R.L. (1971). ‘Toward a system of systems concepts’ Management Scence, 17, No. 11
7. Ackoff, R.L. and Emery, F.E. (1972) On Purposeful Systems, Londong: Tavistock
8. Adams, James. The Financing of Terror. (London: New English Library, 1986.)
9. Aganbegyan, Abel, ed. Perestroika 1989. (New York: Charles Scibner’s Sons, 1988.)
10. Albrecht Wellmer. (1991). The Persistence of Modernity. Bradford Books.
11. Alchian, Armen. (1950), ‘Uncertainty, Evolution and Economic Theory’, Journal of Political
Economy 58, reprinted in revised form in Alehian (1977). Alchain Armen (1977), Economic
Forces al Work (Indianapolis: Liberty Press).
12. Alexander, R.D. 1987, The Biology of Moral Systems. Foundations of Human Behavior.
328pp., de Gruyter.
13. Algore, Senator. Earth in the Balance. 1992. Biddles Ltd, Guildford and Kings Lynn.
14. Aliber, Robert Z. 1973, The International Money Game. (New York: Basic Books.)
15. Alisjahbana, S.Takdir. Values As Integrating Forces in Personality, Society and Culture.
(Kuala Lumpur: University of Malaya Press, 1966.)
16. Alston, W.P. 1989, Epistemic Justification: Essays in the Theory of Knowledge. 2513pp.
Cornelí U.P.
17. Alvin 1. Goldman. (1991). Philosophy Meets the Cognitive and Social Sciences. Bradford
Books.
18. Allot, Philip, 1990, Eunomia, New Order for a New World, Oxford New York, University Press.
19. Alloway, L. (1972). “Network: the art world described as a system” Art Forum XI (1)
September 1972.
20. Amit, J.Daniel. 1989, Modeling Brain Function: The World of Attractor Neural Networks,
Hebrew Jerusalem.
21. Andersen, P.B. 1991, Semiotic Approaches to Construction and Assessment Computer Systems.
University of Aarhus.
22. Anderson, Benedict. 1991, Imagined Communities: Reflections on the Origin and Spread of
Nationalism. Rey ed., l92pp. Verso.
23. Andy Clark. (1989). Microcognition - Philosophy, Cognitive Science, and Parallel Distributed
Processing. Bradford Books.
24. Appel, Willa. 1983, Cults in America. (New York: Holt, Rinehart and Winston.)
25. Applebaum, Herbert. 1984, Work in Non-Market and Transitional Societies. (Albany: State
University of New York Press.)
26. Arber, Agnes. The Mind and the Eye. Cambridge Science Classics. Rey ed., l50pp. 1985,
Cambridge U.P.
27. Arlandi, Cian France, ed. Feruccio Rossi-Landi probatio. Bochum Publications in Evolutionary
Cultural Semiotics, 15. l50pp. la prerp., Brockmeyer.
28. Arnold, Erik, and Ken Guy. 1986, Parallel Convergence: National Strategies in Information
Technology. (London: Fraces Pinter.)
29. Artuso, Robert et aL, eds. 1991, Chaos, Order and Patterns, Proceedings - 1990. NATO
Advanced Study Institute Series, Plenum.
30. Ashby, W.R. (1956). An Introduction to Cybernetics London: Chapman and Hall
31. Ashby, W.Ross. 1978, Design for a Brain. (London: Chapman and Hall.)
32. Attali, Jacques. 1981, Les Trois Mondes. (Paris: Fayard.)
33. Attali, Jacques. 1985, Noise. (Minneapolis: University of Minnesota Press.)
34. Aubin, Jean P. 1991, Viability Theory. Soc. Systems and Control, Foundations and
Applications. S’l2pp., 14 III., Birkáuser.
35. Audi, R. 1988, Belief, Justification and Knowledge: An Introduction to Epistemology. l92pp.,
Van Nostrand.
36. Awrejcewicz, J. 1991, Bifurcation and Chaos in Coupled Oscillators. 250pp. Wold Scientific.
37. Axel Honneth and Hans Joas. (1991). Communicative Action. Bradford Books.
38. Ayala, F.J. and Dobzhansky, 1. (1974) Studies in the Philosophy of Biology London: Macmillan
39. Bacon, Francis. 1965, A Selection of His Works. (Indianapolis: Bobbs-Merril Educational
Publishing.)
40. Bacon, Francis. A. Perez-Ramos. 1988, Francis Bacon’s Idea of Science and the Maker’s
Knowledge Tradition. 352p., Oxford U.P.
41. Baechler, Jean (1975), The Origin of Capitalism (Oxford: Blackwell).
42. Balarishnan, N., ed. 1992, Handbook of Logistic Distribution. 6l6pp. Marcel Dekker.
43. Bannet, El. 1989, Structuralism and the logic of dissent: Barthes, Derrida, Foucault, Lacan. 312
PP. Macmillan.
44. Barker, M. Comics: 1989, Ideology, Power and the Critics. 256pp., illus., Manchester U.P.
45. Barlow, M.T.: Bingham, N.H., eds. 1991, Stochastic analysis. 350pp., lime drawings.
Cambridge U.P.
46. Barrett, Mich~le. 1991, Ideology: the Politics of a Concept. 250pp., Polity Press.
47. Barry, Brian. 1991, Theories of justice. 456pp. Harvester Wheatsheaf.
48. Barthel, Manfred. 1984, The Jesuits. (New York: William Morrow.)
49. Bartley, W.W., III (1964), ‘Rationality versus the Theory of Rationality’, in Mario Bunge, ed.:
The Critical Approach to Science and Philosophy (New York: The Free Press).
50. Bartley, W.W., III (1978), ‘Consciousness and Physics: Quantum Mechanics, Probability,
Indeterminism, the Body-Mind Problem’, in Philosophia, 1978, Pp. 675-7 16.
51. Bartley, W.W., III (1982), ‘Rationality, Criticism and Logic’, Philosophia, 1982, Pp. 121-221.
52. Bartley, W.W., III (1985/87), ‘Knowledge Is Not a Product Fully Known to Its Producer’, in
Kurt R. Leube and Albert Ziabinger, eds., The Political Economy of Freedom (Munich:
Philosophia Verlag, 1985); and in revised and expanded form as ‘Alienated Alienated: The
Economics of Knowledge versus the Psychoogy and Sociology of Knowledge’, in and Bartley
(1987).
53. Barzun, J. 1058). Darwin, Marx, Wagner, Doubleday Anchor, New York.
54. Batchelor S., trans. 1979. A Guide to the Boadhisahvas’s Way of Life. Dharamsale, India:
Library of Tibetan Works and Archives.
55. Bateson. G., 1971, ‘The cybernetics of “self’: a theory of alcoholism’ in Bateson (1973) q.v.
56. Bateson, G. 1973. Steps to an Ecology of Mind, St Albans (Herts): Paladin
57. Bateson, Gregory and Mary Catherine Bateson. (1987). Angels Fear: Towards an Epistemology
of the Sacred. New York: Macmillan.
58. Batra, Raveendra N. 1978 The Downfall of Capitalism and Communism. (London: Macmillan
Press.)
59. Bauer, Peter (1981), Equality. The Third World and Economic Delusions (Cambridge, Mass.:
Harvard University Press).
60. Bechtel, W. 1988, Philosophy of Mind: And Overview for Cognitive Science. l76pp., Lawrance
Erlbaum.
61. Bender, Edward A.; Williamson, S. Gill. 1991, Foundations of Applied Combinatories. 352pp.
Addison-Wesley.
62. Bennet, James T. and Thomas J. Di Lorenze. 1983, Underground Government. (Washington
D.C.: Cato Institute.)
63. Bennett, R.J. and Chorley. R.J. (1978) Environmental Systems London: Methuen
64. Benton, Ted. Philosophy and the New Right: Case of Roger Scruton. l28pp. 1991. Pluto Press.
65. Beradt, Charlotte. 1985, The Third Reich of Dreams. (Wellingborough, U.K.: Aquarian Press.)
66. Berger, MA. 1992, An introduction to probability and stochastic processes. Texts in Statistics.
250pp. Springer.
67. Berlinski, D. (1976) On Systems Analysis Cambridge, Mas.: MIT Press
68. Bernd-Olaf Kuppers. (1990). Information and the Origin of Life. Bradford Books.
69 Bersnstein, R. 1983. Beyond Objectivism and Relativism: Science, Hermeneutics, and Praxis.
Philadelphia: University of Pennsylvania Press.
70. Berofski, R. 1987. Making History: Pukapukan and Anthropological Constructions of
Knowledge. Cambridge: Cambridge University Press.
71. Berry, R.J. 1988, God and Evolution: Creation, Evolution and the Bible. l89pp., Hodder
72. Bertalanffy, L. von (1940) ‘The organism considered as a physical system’ Reprinted in
Bertalanffy (1968) q.v.
73. Bertalanffy, L. von (1950) ‘The theory of open systems in physics and biology’ in Emery (1969)
q.v.
74. Bertalanffy, L. von (1968) General System Theory New York: Braziller
75. Bertalanffy, L. von (1972) ‘The history and status of general systems theory’ la Klir (1972) q.v.
76. Binoche, B. 1989, Critiques des droits de l’homme. Philosophies. 128pp, P.U.F.
77. Bittner, R. 1989, What Reason Demands: On Justification Of Morality And Autonomy. 240pp.,
Cambridge, U.P.
78. Bloch, E. 1989, The Utopian Functions Of Art & Literature. Selected Essays. Studies on
Contemporary German Social Thought. 310pp., MIT Press.
79. Boaz, David, ed. 1986, Left, Right, and Babyboom. (Washington, D.C.: Cato Institute.)
80. Bocchi, Gianluca and Ceruti, Mauro, 1991, Emergence and Transcendence in Evolution, in Gaia
2, Edit by Thornpson, William 1.
81. Beden, M.A. Computer Models of Mind: Computational Approaches la Theoretical Psychology.
82. Bogart, L. 1989, Press and Public: Who Reads What, When, Where, and Why in American
Newspapers. 2nd cd., 392pp., Lawrence Erlbaum.
83. Boguslaw, R. (1965) The New Utopians: A Study of System Design and Social Change
Englewood Cliffs: Prentice-Hall
84. Bohm, D. and F.D.Peat. 1988, Science, Order and Creativity. 300pp., Routledge.
85. Bohm, D., Hiley, B.J., Kaloyerou, P.N. (1978). An ontological basis for quantum theory.
Physics Report 144, 323-348; 349-375.
86. Bohm, David (1973). ‘Quantum Theory as an Indication of a New Order in Physics. B.
Implicate and Explicate Order in Physical Law.’ Found. of Physics, Vol. 3,No. 2,p.149ff
87. Bok, Sissela. 1984, Secrets. (New York: Vintage Books.)
88. Booth, Ken. 1979, Strategy and Ethnocentrism. (London: Croom Helm.)
89. Boulding, K.E. (1956) ‘General systems theory - the skeleton of science’ Management Science,
2 (3)
90. Bowler, P.J. 1988, The Non-Darwinian Revolution: Reinterpretation of a Historical Myth.
248pp., John Hopkins U.P.
91. Boyne, R. and A.Rattansi, eds. 1989, Postmodernism and Society. 224pp., Macmillan.
92. Brandon, R., and R. Burian, eds. 1984. Genes, Organisms, and Populations: Controversies over
the Units of Selection. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press.
93. Braudel, Fernand (1982a), Civilization and Capitalism: l5th-l8th Century, Vol.II, The Wheels of
Commerce (New York: Harper & Row).
94. Braudel, Fernand. 1977, Afterthoughts on Material Civilization and Capitalism. (Baltimore:
Johns University Press.)
95. Brian Beakley and Peter Ludlow. (1992). The Philosophy of Mind. Bradford Books.
96. Brian Massumi. (1992). A User’s Guide lo Capitalism and Schizophrenia. Bradford Books.
97. Brink, D.O. 1989, Moral Realism and the Foundation of Ethics. l3SOpp., Cambridge U.P.
98. Brock, William A.; Hsieh, David A.: Le Baron, Blake. 1992, Nonlinear dynamics, chaos and
instability, 260pp. MIT Press.
99. Brooks, Daniel R.; Wiley, E.O. Evolution As Entropy: 1988, Toward a Unified Theory of
Biology. Science and lts Conceptual Foundations. 2nd ed., 3S2pp., 111., Chicago U.P.
100. Brooks, R. A. 1986. ‘Achieving artificial intelligence through building robots.’ A. I. Memo
899, MIT Artificial Intelligence Laboratory, May.
101. Brooks, R. A. 1987. ‘Intelligence without representation.’ MIT Artificial Intelligence Report.
102. Brooks, R. A. 1989a. ‘A robot that walks: Emergent behaviors from a carefully evolved
network.’ A .I. Memo. 1091, MIT February.
103. Brooks, R. A. 1989b. ‘A robust layered control system for a mobile robot. IEEE Journal
Robotics Automation. R.A-2:14-23
104. Brown, G. 1989, Mind, Brains and Machines. Mind Matters. l63p. Bristol Classical Pres.
105. Brown, Lester R., et al.1990, State of the World, 1990. (New York: W.W.Norton.)
106. Brown, M.E. 1989, Television and Women’s Culture: The Politics of the Popular.
Communication and Human Values. 272pp., Sage.
107. Bruck, Connie. 1988, The Predators’ Ball. (New York: Simon and Schuster.)
108. Bryer R A. and Kistruck, R. (1976) ‘Systems theory and social science’ Working Paper 735/
76 Warwick University School of Industrial and Business Studies
109. Bryer, R.A. (1977) ‘The status of the systems approach’ OR Society Conference ‘The king is
dead, long live the king’ University of Aston, December 1977
110. Brzezinski, Zbigniew. 1989, The Grand Failure: The Birth and Death of Communism in the
2Oth Century. (New York: Charles Scribner’s Sons.)
111. Buck, Brian; Macaulay, Vincent A., eds. 1991, Maximum Entropy in Action; a Collection of
Expository Essays. xxvii, 220pp., 74 ill, Oxford U.P.
112. Buckley, W. (1967). Sociology and Modem Systems Theory, Englewood Cliffs: Prentice-Hall
113. Buckley, W. (Ed.) (1968) Modern Systems Research for the Behavioral Scientist. Chicago:
Aldine
114. Bunde, A.: Havlin., eds. 1991, Fractals and Disordered Systems. 37Opp. 131 figs., Springer.
115. Burke, E.P. (1816), ‘Letter to a Member of the National Assembly’, in Works (London: F.C.
& J.Rivington).
116. Burrelí, G. and Morgan, G. (1979) Sociological Paradigms and Organizational Analysis
London: Heinemann
117. Burton, J.W. (1968) Systems, States, Diplomacy and Rules Cambridge: University Press
118. Bury, J. P. T., ed: The New Cambridge Modern History. (Cambridge: Cambridge University
Press, 1971.)
119. Cairns, J., Overbaugh, J. and Miller, 5. 1990, The origin of mutants. Nature 335, 142-145;
also, Hall, B.G. Spontaneous point mutations that occur more often. Canguilhem, Georges.
ldeology and Rationality in the History of the Life Sciences. 150pp. 1988, MIT Press.
120. Calvert, Peter. 1983, Politics, Power and Revolutions. (Brighton, Sussex: Wheatsheaf Books.)
121. Campbell, Donald T. (1974), ‘Evolutionary Epistemology’ , in P.A. Schilpp, es.: The
Philosophy of Karl Popper (La Salle: Open Court, 1974), Pp. 413-463, reprinted in Radnitzky
and Bartley (1987).
122. Campbell, Donald T. (1977), ‘Descriptive Epistemology’, William James Lectures, Harvard
University, mimeographed.
123. Campbell, Joseph (1956) Hero with a Thousand Faces. New York: Meridian.
124. Canguilhem, Georges (1988). Ideology and Rationality in the History of the Life Sciences.
Bradford Books.
125. Canguilhem, Georges (1989). The Normal and the Pathological. Zone Books.
126. Canguilhem, Georges. 1988, Ideology and Rationality in the History of the Life Sciences.
150pp., MIT Press.
127. Cao-Garcia, Ramon J. 1983, Explorations Towards Economic Theory of Political Systems.
(New York: University Press of America.)
128. Capra, Fritjof and Steindl-Rast, David with Matus, Thomas 1993, Belonging to the Universe,
New Thinking About God and Nature, Penguin Books.
129. Capra, Fritjof, and Charlene Sprentnak. 1984, Green Politics. (New York: E.P.Dutton.)
130. Caríson, D.A.; Haurie, A.B.; Leizarowitz, A. 1991, Infinite horizon optimal control:
Deterministic and stochastic systems. 2nd., 332pp., 8 figs., Springer.
131. Caríson, M., ed. 1990, Theatre semiotics: sings of life. Advances in Semiotics. 144 Pp.
Indiania U.P.
132. Carruthers, Michael, 1983, The Buddha, Past Masters General Editor Keith Thomas.
133. Casti, John L. Searching for certainty. 48Opp. 1992. Scribner.
134. Center for Medieval and Renaissance Studies, UCLA. 1979, The Dawn of Modern Banking.
(New Haven: Yale University Press.)
135. Cirlot, J.E. 1962, A Dictionary of Symbols. (New York: Philosophical Library.)
136. Clark Glymour. (1992). Thinking Things Through. Bradford Books.
137. Clemens, H. 1983. Alfred R. Wallace: Biologist and Social Reformer. London: Hutchinson.
138. Coker, F.W. 1967, Organismic Theories of the State. (New York: AMS Press.)
139. Coleman, J.L. 1988, Markets, Morals, and the Law. 480pp., Cambridge U.P.
140. Colombo, Umberto, et al. Science and Technology Towards the XXI Century and Their impact
Upon Society. (Milan: The Pirelli Group, n.d.)
141. Collier, A. 1989, Scientific Realism and Socialist Thought. 224pp., Harvester.
142. Collins, J. 1989, Uncommon Cultures: Popular Culture and Post-Modernism. l76pp.,
Routledge.
143. Collins, L. (Ed.) (1976) The Use of Models in the Social Sciences London: Tavistock
144. Condry, J. The Psychology of Television. 500pp. 1989, Lawrence Erlbaum.
145. Conguilhem, 1989, G. Ideology and Rationality in the History of the Life Sciences. 150pp.,
MIT Press.
146. Constant, B. Fontana, E., ed. 1988, Political Writings. Cambridge Texts in the History of
Political Though. 530pp., Cambridge U.P.
147. Cooper, T. et al. 1989, Communication Ethics and Global Change. 4l6pp., Longman.
148. Corning, Peter A. 1983, The Synergism Hypothesis: A Theory of Progressive Evolution. New
York: McGraw-Hill.
149. Comock, J. S. (1980). ‘The use of systems ideas in the domain of the artist’ Dissertation,
University of Lancaster
150. Cornwell, Rupert. 1983, God’s Banker. (New York: Dodd, Mead.)
151. Coser, Lewis A. 1970, Men of Ideas. (New York: Free Press.)
152. Coterill, Rodney M.J. ed. 1988, Computer Simulation in Brain Science.
153. Crenshaw, Martha, ed. 1983, Terrorism, Legitimacy, and Power. (Middletown, Conn.
Wesleyan University Press.)
154. Crimmins, Mark. (1992). Talk About Beliefs. Bradford Books.
155. Crombie, A.C. (1953), Augustine to Galileo Vol .11: Science in the Later Middle Ages and
Early Modern Times, Harmondsworth: Penguin Books (first edition 1959)
156. Crovitz, L.Gordon; Rabkin, Jeremy A., ed. 1989, Fettered Presidency: Legal Constraints on
the Executive Branch. 360pp. Reissued, American Enterprise Institute.
157. Crutchfield, J., J.D. Farmar, N.H. Packard, and R.S. Shaw. 1986. Chaos. Scientific
American 255 (6):46-57
158. Csanyi, Vilmos. 1982, ‘General Theory of Evolution’. Studia Biologica Hunagarica. 18.
Budapest: Akadémiai Kiadó.
159. Cummins, Robert (1989). Meaning and Mental Representation. Bradford Books.
160. Cummins, Robert. 1989, Meaning and Mental Representation. 173pp., MIT Press.
161. Curtin, Philip D. 1984, Cross-Cultural Trade in World History. (Cambridge: Cambridge
University Press.)
162. Chackerian, Richard, and Gilbert Abcarian. 1984, Bureaucratic Power in Society. (Chicago:
Nelson-Hall.)
163. Chai, Ch’u, and Winberg Chai. 1973, Confucianism. (New York: Baron’s Educational
Series.)
164. Chaisson, Eric. J. 1975. Cosmic Dawn: The Origin of Matter and Life. Boston: Atlantic,
Little, Brown.
165. Chapman, G.P. (1977) Human and Environmental Systems New York: Academic Press
166. Chase, W.P. (1974) Managerial of Systems Engineering New York: Wiley
167. Chernow, Ron. 1990, The House of Morgan. (New York: Atlantic Monthly Press,.)
168. Chew, Geoffrey (1968). ‘Bootstrap: A Scientific Idea?’. Nature, 121, 161, 762-765.
169. Childe, V. Gordon (1950), ‘The Urban Revolution’, The Town Planning Report.
170. Christakos, George. 1992, Random field models in earth sciences. 411pp. Academic Press.
171. Christopher Peacocke. (1992). A Study of Concepts. Bradford Books.
172. Chuchland, P.M. 1984. Matter and Consciousness: A Contemporary Introduction to the
Philosophy of Mind. Camhridge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
173. Churchland, P. 1988, Matter And Consciousness: Contemporary Introduction to the
Philosophy of Mind, 2nd ed., 208pp., M.I.T. Press.
174. Churchland, P.M. 1988. Perceptual plasticity and theoretical neutrality: A reply to Jerry
Fodor. Philosophy of Science 55:167-187.
175. Churchland, P.S., and T.J. Sejnowski. 1988. Perspectives on cognitive neuroscience. Science
242:741-745
176. Churchland, Patricia S. and Terrence J. Sejnowski. (April 1992). The Computational Brain.
Bradford Books
177. Churchman, C.W. (1968a) The Systems Approach New York: Dell
178. Churchman, C.W. (1968b) Challengetlo Reason New York: McGraw-Hill
179. Churchman, C.W. (1971) The Design of Inquiring Systems New York: Basic Books
180. Churchman, C.W. (1974) ‘Philosophical speculations on systems design’ OMEGA, 2 (4)
181. Churchman, C.W. (1979) ‘Paradise regained: a hope for the future of systems design
education’ in Bayrakrat, B.A. el al. (1979) q.v.
182. D’Amico, R. 1989, Historicism And Knowledge. l74pp. Routledge.
183. d’Espagnat, Bernard (1976) Conceptual Foundations of Quantum Mechanics, 2n rey. ed.
Reading, Mass.: Benjamin.
184. Davies, P.C.W. (1977). Space and Time in the Modern Un/verse. London: Cambridge
University Press.
185. Dawkins Richard (1990) The Shelfish Gene Longman London.
186. Day, Stacey B. 1982, Biologos and Biopsycholosocial Synthesis: The SAMA Foundation
Lectures, Calabar, West Africa, l3Oppl 985. International Foundation for Biosocial
Development & Human Health.
187. De Gruyter (1990). Political Theory. Welfare State. 3110119323.
188. Deely, J. 1990, Basics of Semiotics. Advances in Semiotics. 160 Pp., 7 ill., Indiana U.P.
189. Demerath, N.J. and Peterson, R.A. (Eds.) (1967) System, Change and Conflict New York:
Free Press
190. Denhart, Robert B. 1981,1ra íhe Shadow of Orgaraizatiora. (Lawrence: The Regents Press of
Kansas.)
191. Dennett, D. 1978a. ‘Artificial intelligence as philosophy and psychology. In Brainstorms’.
Cambndge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
192. Dennett, D. 1984a. Computer models and the mind - a view from the East Pole. Times
Literary Supplement, December 14. (Also reprinted in 1986 as The logical geography of
computational approaches: A view from the East Pole. In The Representation of Knowledge,
ed. M. Brand and M. Harnish. Tucson: University of Arizona Press.)
193. Denton, Michael. (1986). Evolution: Theory in Crisis. London: Burnett Books.
194. Depew, David J.; Weber, Bruce H., eds. 1985, Evolution at a Crossroads: the New Biology
and the New Philosophy of Science. 288pp. reissued, MIT Press.
195. Dixcm, Nonnan. 1976, On the Psychology of Military Incompetence. (London: Futura
Publications.)
196. Dodd, Alfred 1986, Francis Bacon’s Personal Life-Story, Vol. II. (London: Rider.)
197. Doi, Takeo. The Anatomy of Dependence. (Tokyo: Kodansha International, 1985.)
198. Doig, J.C. 1988, In Defense of Cognitive Realism: Cutting the Cartesian Know. 3O6pp.
University Press of America.
199. Douglass, Bruce: Mara, Gerald M; Richardson Henry 5., eds. 1990, Liberalism and good.
240pp. Routledge.
200. Drexler, K. Eric. 1986, Engines of Creation. (New York: Anchor Press.)
201. Dreyfus, H. 1989. ‘Alternative philosophical conceptualizations of psychopathology’. In
Phenomenology and Beyond: The Self and Its Language, ed. H.A. Durfee and D.F.T. Rodier,
4 1-50. Dordrecht: Kluwer Academic Publishers.
202. Dreyfus, H., and S. Dreyfus. 1988. ‘Making a mind versus modeling the brain: Artificial
intelligence back at a branchpoint.’ Daedulus (Winter): 15-43.
203. Dreyfus, H., and S.E. Dreyfus. 1990. What is morality? A phenomenological account of the
development of ethical expertise. In Universalism versus Communitarianism, ed. D.
Rassmussen. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press.
204. Dreyfus, H., and S. Freyfud. 1986. Mind over Machine. New York: Macmillan, Free Press.
205. Dreyfus, Hubert L. (1990). Being-in-the-World; A Commentary on Heidegger’s Being and
Time, Division 1. Bradford Books.
206. Dreyfus, Hubert L. (Forthcomirag November 1992). What Computers Still Can’t Do - A
Critique of Artificial Reason.
207. Drucker, Peter F, 1990, Time New Realities, Printed in Great Britain by Cox and Wyman Ltd,
Reading.
208. Dubos, René. (1976). ‘Symbiosis between Earth and Humankind’, Science 193, 459.
209. Dumouchel P. y J. P. Dupyy (comps.) 1983. L’Auto-Organization: De La Physique du
Politique (París: Editions au Sevil).
210. Dupyy J. P y Dumouchel P. (comps.) 1983. L’Auto-Organization: De La Physique du
Politique (París: Editions au Sevil).
211. Durham, William (1979), ‘Towards a Co-evolutionary Theory of Human Biology and Culture’,
in N. Chagnon and W. Irons, eds., Evolutionary Biology and Human Social Behavior (North
Scituate, Mass.: Duxbury Press).
212. Dyke, C. 1988, The Evolutionary Dynamics of Complex Systems: a Study in Biosocial
Complexity. Monographs on time History and Philosphy of Biology. l92pp., Oxford U.P.
213. Dyson, Freeman. (1982). Origins of Life. Cambridge University Press.
214. Eagleton, Terry. 1991, Ideology: an Introduction. 256pp. Verso.
215. Eco, U. et al., eds. 1989, Meaning and mental representations. 238pp., Indiana U.P.
216. Eco, U.; Marmo, C., eds. On the medieval theory of signs. Foundations of Semiotics. 21.
ix.224 Pp.
217. Eco, U.; Sebeok, 1983,T. The signs of three: Dupin, Holmes, Peirce. 2SOpp. reissued,
indiana U.P.
218. Eco, Umberto, 1991, Semiotics and the Philosophy of Language, Published by Macmillan
Academic and Professional Ltd.
219. Edelman, Gerald M. (1987), Neural Darwinism: The Theory of Neuronal Group Selection
(New York: Basic Books).
220. Eden, M. (1967). ‘Inadequacies of Neo-Darwiraian Evolution as a Scientific Theory’, In:
Moorhead and Kaplan, eds., Mathematical Challenges to time Neo-Darwinian Interpretation of
Evolution. Wistar Institute Press.
221. Edwards, Robert. Life before birth: Reflections on the embryo debate. 224pp., 8pp. b&w
ill.1989. Hutchinson.
222. Ehrlich, Judith Ramsey, and Barry J. Rehfeld. 1989, The New Crowd. (Boston: Little,
Brown.)
223. Eigen, Manfred(197 l) ”Self-organization of matter and the evolution of biological
macromolecules”, Naturwissenschaften, 58, 465-523.Franz, Marie-Louise von (1974) Number
and Time: Reflections Leading toward a Unification of Depth Psychology and Physics.
Evaraston, Ill. Northwestern University Press.
224. Eigen, Manfred and Schuster, Peter (1977 /78) “The hypercycle: a principle of natural self
organization”; in three parts: “Part A: The emergence of the hypercycle”, Naturwissenschaften,
64(1977), 54 1-565; “Part B: The abstract hypercycle” Naturwissenschaften, 65(1978), 347-
369. Appeared under the same title as book: Berlin, Heidelberg and New York: Springer,
1979.
225. Eigera, Manfred and Wirakler, Ruthild (1975) Das Spiel: Naturgesetze steuern den Zufall.
Munich and Zurich: Piper.
226. Einaudi, Luigi (1948), ‘Greatness and Decline of Planned Economy in the Hellenistic World’,
Kyklos II, pp. 193-210, 289-316.
227. Einstein, Albert. (1921). ‘Geometry and Experience’ in Idea and Mechanics. Dell Publishing
Co., 1954. Note: Lecture before the Prussian Academy of Sciences, Jan. 27, 1921.
228. Elbert, Rolf (1974) “Entropie und Strukur kosmischer Systeme”, in: Weizsäcker, Ernst, ed.
(1974)
229. Eliade, Mircea (1954) The Myth of the Eternal Return: or, Cosmos and History; Bollingen
Series XLVI, Princeton, N.J.: Princeton University Press.
230. Elredge, Niles and Stephen J. Gould. (1977). ‘Punctuated Equilibria: the Tempo and Mode
of Evolution Reconsidered’ Paleobiology, 3.
231. Elredge, Niles. ‘Darwinism and the Expansion of Evolutionary Theory.’ Science 210.
232. Elster, J. and R. Slagstad, ed. 1988, Constitutionalism and Democracy. Siudies inRationality
and Social Change. 368pp., Cambridge U.P.
233. Emery, F.E. and Trist, E.L. (1960), Systems Thinking Harmondswirth: Penguin Books
234. Endler, J. 1986. ‘The newer synthesis? Some conceptual problems in evolutionary biology’.
Oxford Surveys in Evolutionary Biology 3:224-243
235. Entman, R.M. 1989, Democracy Without Citizens: Media and the Decay of American Politics.
240pp.
236. Ereshefsky, Marc (1992). The Units of Evolution. Bradford Books.
237. Evaras-Pritchard, E. (1965), Theories of Primitive Religion (Oxford: Clareradora Press).
238. Feldman, J. 1986. ‘Neural representation of conceptual knowledge.’ University of Rochester
Technical Report 189.
239. Feldmara, 3., and D.Ballard. 1982. Connectionist models and their properties. Cognitive
Science 6:205-254.
240. Ferguson, H. 1989, The Science of Pleasure: Cosmos and Psyche in the Bourgeois World.
288pp., Routledge.
241. Fetzer, James S. 1985, Sociobiology and Epistemology, 250pp., Reidel.
242. Feyerabend, Paul K. (1970). ‘Against Method,’ In N. Radnerand, S. Winokur (eds.),
Minnesota Studies in the Philosophy of Science, Vol. IV: Analyses of Theories and Methods of
Physics and Psychology. Minneapolis: Univ. of Minnesota Press.
243. Field, G. Lowell, and John Higley. 1980, Elitism. (London: Routledge & Kegara Paul.)
244. Fischer, Roland (1975/76) “Transformations of consciousness. A Cartography”, in two parts:
“1. The perception-hallucination continuum”, Confinia Psychiatrica, 18, (1975), 221-244; “II.
The perception-meditation continuum”, Confinia Psychiatrica, 19, (1976), 1-23.
245. Rew, A.G.N. (1967), Evolutionary Ethics (London: Macmillan).
246. Fodor, J. 1981 a. ‘Computation and reduction’. In Representation: Philosophical Essays on
the Foundations of Cognitive Science. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford
Book.
247. Fodor, J. 198 lb. ‘The present status of the innateness controversy.’ In: Representations:
Philosophical Essays on time Foundations of Cognitive Science. Cambridge, Massachusetts:
The MIT Press, A Bradford Book.
248. Fodor, J. 1985. ‘Fodor’ s guide to mental representations: The intelligent auntie’s
vademecum.’ Mind 94:76-100.
249. Fodor, J. 1987. Psychosemantics: Time Problem of Meaning in the Philosophy of Mind.
Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
250. Fodor, 3., and Z. Pylyshyn. 1988. ‘Connectionism and cognitive architecture: A critical
review.’ Cognition 28:3-71.
251. Forcey, Linda, Rennie, ed. 1990, Peace: Meanings. Politics, Strategies. 242pp. figs., tabs.,
Praeger.
252. Forrester, J. W. (1969) Principles of Systems Cambridge, Mass.: Wright-Allen Press
253. Franck, F., ed. 1980. The Buddha Eye: An Anthology of the Kyoto School. New York:
Crossroads.
254. François Delaporte. (1991). The History of Yellow Fever. Bradford Books.
255. Franz, Marie-Louise von (1974) Number and Time: Reflections Leading toward a Unification
of Depth Psychology and Physics. Evanston, III.: Northwestern University Press.
256. Freeman, Jonathan (1975) “Dynamique et transformations du systéme tribal: l’exemple des
Katchin”, L’Homme, XV, 63-98.
257. French, E. E. 1987, The Geometry of Vision and the Mind-Body Problem. 204pp., Peter
Lang.
258. Friedman, James W. 1991, Game theory with applications to economics. 2nd ed., 352pp. 13
lime drawings.
259. Frolov I. 1982, Global Problems and time Future of Mankind. (Moscow: Progress
Publishers.)
260. Froyland, Jan. 1992, Introduction to chaos and coherence. 60 line drawings. Adam Hilger.
261. Fukuyama, Francis, 1992, The End of History and Time Last Man, Published in Penguin
Books.
262. Fuller, 5. 1988, Social Epistemology. Science, Technology and Society. 320pp. Indiana U.P.
263. Fussbudget, Hectoring and Znarler, Rueful (1979). ‘Sagacity Theory, a Critique’, The
Mathematical Intelligencer, 2, 56-59.
264. Gabriel, Richard A. 1985, Military Incompetence. (New York: Hill and Wang.)
265. Gadamer, H.G. (1975). Truth and Method. Boston: Seabury Press.
266. Galbraith, John Kenneth. 1975, Money: Whence It Came, Where It Went. (Boston: Houghton
Mifflira.)
267. Galbraith, John Kenneth. 1983, The Anatomy of Power. (Boston: Houghton, Mifflira.)
268. Gane, M., ed. 1989, Ideological Representation and Power in Social Relations. Economy and
Society. 240pp. Routledge.
269. Girdenfors, P. Kraowledge. 1989, In Flux: Modeling the Dynamics of Epistemic States.
262pp. M.I.T. Press.
270. Gardner, Howard. 1985, The Mind’s New Science. (New York: Basic Books.)
271. Gardner, Martin. 1988, The New Age: Notes of a Fringe Watcher. (New York: Prometheus
Books.)
272. Georges Bataille. (1989). Theory of Religion. Zane Books.
273. Georgescu-Roegen, Nicholas (1971) The Entropy Law and the Economic Process. Cambridge,
Mass.: Harvard University Press.
274. Giarini, and Jean Remy Roulet, eds. 1988, L’Europe faced la Nouvelle Economie de Service.
(Paris: Presses Universitaires de France.)
275. Giarini, Orio, and Walter R. Stahel. The Limits lo Certainty: Facing Risks in the New Service
Economy. (Geneva: The Risk Institute Project, n.d.)
276. Giarini, Orio. 1978, The Emerging Service Economy. (Oxford: Pergamon Press.)
277. Gibbons, Robert. 1992, A primer in game theory. 256pp. Harvester Wheatsheaf.
278. Gibson, Eienne. 1986, From Aristotle to Darwin and Back Again: a Journey in Final
Causality. Species and Evolution. 209pp. Reissued, Notre Dame U.P.
279 Gibson, J. J. 1979. The Ecological Approach to Visual Perception. Boston: Houghton
Mifflin.
280. Giddens, A. (Ed.) (1974) Positivism and Sociology London: Heinemann
281. Gigerenzer, G.et.al. The Empire of Chance: How Probability Changed Science and Everyday
Life. 357lpp. 1989, Cambridge U.P.
282. Gila Sher. (1991). The Bounds of Logic. Bradford Books.
283. Gilpin, Robert. 1981, War and Change in World Politics. (Cambridge: Cambridge University
Press.)
284. Glansdorff, Paul and Prigogine, Ilya (1971) Thermodynamic Theory of Structure, Stability, and
Fluctuation. New York: Wiley-Interscience.
285. Gleick, J. 1987. Chaos: Time Making of a New Science. New York: Viking Press.
286. Gleick, James, 1991, Chaos, Cardinal by Heinemann.
287. Glenn, Edmund 5., and Christine Glenn. Man and Mankind. (Norwood, N.J.: Ablex
Publishing, 1981.)
288. Globus, G. (1987). ‘Heidegger and cognitive science’. Philosophy Today (Spning):20-30.
289. Glover, Jonathan. 1: Philosophy and Psychology of Personal Identity. 224pp. Reissued 1989,
Penguin.
290. Godel, Kurt (1931). ‘Ober formal unetsheidbare Sätze der Principia Mathematica und
verwandter Systeme 1’, Monatshefte für Mathematik und Physik, 39, 173-198. Translated into
English in: Martin Davis, ed., The Undecidable. New York: Rayen Press, 1965.
291. Gödel, Kurt (1934). ‘On Undecidable Propositions of Formal Mathematical Systems’.
Mimeographed notes on lectures given at the Institute for Advanced Study, Princeton. New
York: Raven Press, 1965.
292. Goldie, C. M. 1991, Communication Theory. London Mathematical Society, Student Texas.
20. 200pp.
293. Goldman, A. I. 1988, Epistemology and Cognition. 437pp. Harvard U.P.
294. Goldstein, J., and J. Kornfield. 1987. Seeking the Heart of Wisdom: The Path of Insight
Meditation. Boston: Shambhala.
295. Goldstein, R. 1989, Reporting the Counterculture. Media and Popular Culture: 5. 220pp.
Unwin Hyman.
296. Goodwin B y Saunders P (comps) 1989. Theoretical Biology (Edinburgh University Press)
297. Goodwin, B., N. Holder, and C. Wyles, eds. (1983). Development and Evolution.
Cambridge: Cambridge University Press.
298. Goodwin, B. C. (1978) “A cognitive view of biological process”, Journal of Social and
Biological Structures, 1, 117-125
299. Gorbachev, Mikhail.1987, Selected Speeches and Articles. (Moscow: Progress Publishers.)
300. Gordon, Robert M. 1987, Structure of Emotions: Investigations in Cognitive Philosophy.
Studies in Philosophy. l75pp. 8 diags. Cambridge U.P.
301. Gould, C.C. 1988, Rethinking Democracy: Freedom and Social Cooperation in Politics,
Economy and Society, 373pp. Cambridge U.P.
302. Gould, S. J. (1982). ‘Darwinism and the expansion of evolutionary theory.’ Science 216:380-
387.
303. Gould, S J., and R. Lewontin. (1979). The spandrels of San Marco and the Panglossian
paradigm: A critique of the adaptationist programme. Proceedings of the Royal Society of
London. 205:581-5948.
304. Gould, Stephen Jay (1977) Ontogeny and Phylogeny. Cambridge, Mass.: Belknap Press of
Harvard University.
305. Gouldner, Alvira W. 1979, The Future of Intellectuals and the Rise of the New Class. (New
York: Continuum Books.)
306. Gouras, P., and E. Zenner. (1981). ‘Color vision: A review from a neurophysiological
perspective’ Progress in Sensory Physiology 1:139-179.
307. Grachev, Andrei. 1982, In the Grip of Terror. (Moscow: Progress Publishers.)
308. Granovetter, Mark (1979) “The Idea of ‘Advancement’ in Theories of Social Evolution and
Development”, American Journal of Sociology Vol. 85, N~ 3, November 1979: 489-5 15.
309. Greenstein, Fred 1., ed. Leadership in time Modern Presidency. (Cambridge, Mass.: Harvard
University Press, 1988.)
310. Greimas, A.J. 1990, Narrative semiotics and cognitive discourses, 224 pp. Frances Pinter.
311. Griffin, D. R. 1988, The Reenchantment of Science: Postmodern Proposals. Constructive
Postmodern Thought. 224pp. State University of New York Press.
312. Grim, Patrick. (1991). The Incomplete Universe - Totality, Knowledge, and Truth, Bradford
Book.
313. Grof, S. 1985, Human Survival and Consciousness Evolution. 224pp. State University of
New York Press.
314. Grof, Stanislav (1975) Realms of the Human Unconscious: Observations from LSD Research.
New York: Viking.
315. Grof, Stanislav 1985, Beyond The Brain, McGraw-Hill, by University of New York, Albany.
316. Grossbergs, S. 1984. Studies in Mind and Brain. Boston: D. Reidel.
317. Grubb, Michael, ed. 1991, Energy Policies and the Greenhouse Effect. Vol 1: Policy
Appraisal. 312pp. Dartmouth.
318. Guenther, H. 1976. Philosophy and Psychology in the Abhidharma. Berkeley: Shambhala
Publications.
319. Guenther, H. 1989. From Reductionism to Creativity. New Science Library.
320. Guenther, H., and L. S. Kawamura. 1975. Mind in Buddhist Psychology. Emeryville,
California: Dharma Publishing.
321. Guenther, Herbert V. (1992). Matrix of Mystery.
322. Gutzwiller, M. C. 1991, Chaos in Classical and Quantum Mechanics. Interdisciplinary
Applied Mathematics. 448pp. ill. Springer.
323. Gwynne, S.C. 1986, Selling Money. (New York: Weidenfeld and Nicolson.)
324. Haake, Fritz. 1991, Quantum Signatures of Chaos. xv. 242pp., 45figs. Springer
325. Haakonssen, Knud (1981), The Science of a Legislator: the Natural Jurisprudence of David
Hume and Adam Smith (Cambridge: Cambridge Universty Press).
326. Habermas, J. and Luhmann, N. (1971) Theorie der Gesellschaft oder Sozialtechnologie,
Frankfurt: Suhrkamp.
327. Habermas Jürgen. (1987). The Philosophical Discourse of Modernity. Bradford Books.
328. Habermas Jürgen. (1989). The Structural Transformation of the Public Sphere. An Inquiry
into a Category of Bourgeois Society. Bradford Books.
329. Habermas Jürgen. (1990). Moral Consciousness and Communicative Action. Bradford
Books.
330. Habermas Jürgen. (1992). Postmetaphysical Thinking. Bradford Books.
331. Hahlweg, Kai; Hooker, Clifford A., eds. 1989, Issued in Evolutionary Epistemology. SUNY
Series in Philosophy and Biology. 480pp., fi. SUNY Press.
332. Haken, H. (1977) Synergetics: Nonequilibrium Phase Transitions and Self Organization in
Physics, Chemistry and Biology. Berlin, Heidelberg and New York: Springer.
333. Hall, Douglas John. (1986). God and Human Suffering. Minneapolis: Augsburg, 1986.
334. Hall, Nina, ed. 1991, The New Scientist guide to chaos. 240pp. Pengum.
335. Hall, 5. 1989, Reproducing Ideologies. Communications and Culture. 288pp. Macmillan.
336. Hamrin, Carol Lee. 1990, China and the Challenge of the Future. (San Francisco: Westview
Press.)
337. Hans Blumenberg. (1987). The Genesis of the Coppernican World. Bradford Books.
338. Hansen, Robert H. 1984, The Why, What and How of Decision Support. (New York: AMA
Management Briefind.)
339. Hart, W. D. 1988, The Engines of the Soul. Cambridge Studies in Philosophy. l90pp.
Cambridge U.P.
340. Haugeland, J. 1981. ‘The nature and plausibility of cognitivism.’ Reprinted in Mind Design:
Philosophy, Psychology, Artificial Intelligence, ed. J.Haugeland. Cambridge, Massachusetts:
The MIT Press, A Bradford Book.
341. Hawking, S.W. (1977) “The quantum mechanics of black holes”, Scientific American, Jan.
1977; also in: Scientific American (1977).
342. Hawking, S. W.; G. W. Gibbons; and S. T. C. Siklos, eds. 1983, The Very Early Universe.
Cambridge: Cambridge University Press.
343. Hayek, F. A. (1952/79), The Counter-Revolution of Science: Studies on the Abuse of Reason
(Indianapolis: Liberty Press, 1979).
344. Hayek, F. A. (1967), New Studies in Philosophy, Politics and Economics (London: Routledge
& Keegen Paul, Ltd.).
345. Hayek, F. A. (1976), Law, Legislation and Liberty, Vol. II, The Mirage of Social Justice
(London: Routledge & Keegen Paul Ltd.).
346. Hayek, Friedrich A. von. 1975. Kinds of Order in Society. Studies in Social Theory No.5.
Menlo Park: Institute for Humane Studies.
347. Hayes, Sandra; Castrigiano, Dominico. 1991, Catastrophe Theory. 200pp. Addison-Wesley.
348. Hayward, J. 1987. Shifting Worlds, Changing Minds: Where the Sciences and Buddhism
Meet. Boston: New Science Library.
349. Heidegger, M. 1969. The Essence of Reasons. Trans. T. Malick. Evansville, Illinois: Noth-
western University Press.
350. Heims, 5. 1980. John von Neumann and Norbert Wiener. Nature. Cambridge,
Massachusetts: The MIT Press.
351. Hellerstein, D. 1988. ‘Plotting a theory of the brain.’ The New York Times Magazine, May
22.
352. Henbest, Nigel (1979). The Exploding Universe. New York: Macmillan. Se pp. 204a-206b.
353. Herman, Edward S. 1981, Corporate Control, Corporate Power. (New York: Cambridge
University Press.)
354. Hess, Stephen. 1984, The Government/Press Connection. (Washinton, D.C.: The Brookings
Institution.)
355. Heuer, G. A. 1991; Leopold-Wildburger, U. Balanced Silverman games on general discrete
sets. Lecture Notes in Economics and Mathematical Systems, 365. l4Opp., 26 figs., 9 tabs.
Springer.
356. Hilbert, D.R. 1987. Color and Coor Perception: A Study in Anthropocentric Realism.
Stanford: Center for the Study of Language and Information.
357. Hilbertz, Wolf (1975) “Evolutionary environments: notes for a minifesto”, In: Frei Otto, ed.,
I.L. 13, Stutgart: Institut für Leichtbau, University of Stuttgart.
358. Hillis, D. 1988. Intelligence as an emergent behavior, or, the songs of Eden’. Dadaelus
(Winter):175-189.
359. Hintikka, J. and M. B. Hintikka. 1988, Logic of Epistemology and the Epistemology of
Logic: Selected Essays, Synthese Library. 342pp. Kluwer.
360. Hirst, W., ed. 1988, The Making of Cognitive Science: Essays In Hounor of George A. Miller,
296pp. Cambridge U.P.
361. Ho, M., and P. Saunders. 1984. Beyond Neo-Darwinism. New York: Academic Press.
362. Ho, M. W. (1986). Heredity as process: towards a radical reformulation of heredity. Rivista
di Biologia 79, 407-447.
363. Ho, M. W. (1989). Coherent excitations and the physical foundations of life. In Theoretical
Biology: Epigenetic and Evolutionary Order from Complex Systems (B.D.Goodwin and
P.Saunders, eds.), Edinburgh University Press, Edinburgh.
364. Ho, See M. W. and Popp, F. A. (1991). The evolution of biological form and organization
without natural selection. Paper delivered at AAAS Annual Meeting, Washington D.C., 14-19
Feb., Session on Non-random Evolution: Matter, Life, Mind. (to appear in Proceedings)
365. Hoffman, Lily M. 1989, The Politics of Knowledge. (Albany: State University of New York
Press.)
366. Hofstadter, D. R. and D. Dennet, eds. 1981. The Mind’s Eye: Fantasies and Reflections on
Self and Soul. New York: Basic Books.
367. Holland, H. D. 1984. The chemical evolution of the atmosphere and the oceans. (Princeton,
Ni.: Princeton University Press), 539
368. Holling, C. S. 1976, ‘Resilience and Stability of Ecosystems.’ ln Jantsch and Waddington, eds.
Evolution and Consciousness. Reading, Mass.: Addison-Wesley.
369. Holling, C.S. (1976) “Resilience and stability of ecosystems”, in: Jantsch and Waddington,
eds. (1976).
370. Honderich, Ted. 1989, Violence for Equality: Inquiries in Political Philosophy. 240pp.
Reissued. Routledge.
371. Honneth, Axel. (1991). The Critique of Power. Bradford Books.
372. Hoos, I. (1972) Systems Analysis in Public Policy: A Critique Berkeley: University of
California Press
373. Hoos, I. (1976) ‘Engineers as analysts of social systems: a critical enquiry’ Journal of
Systems Engineering, 4 (2)
374. Horigan, 5. 1989, Nature and Culture in Western Discourses. l20pp. Routledge.
375. Horowitz, M. J. 1988. Introduction to Psychodynamics: A New Synthesis. New York: Basic
Books.
376. Horwich, Paul. (1987). Problems in the Philosophy o Science. Bradford Books.
377. Hoyningen-Huene, P.; Wuketits, F. M., eds. Reductionism and Systems Theory in the Life
Sciences: Some Problems and Perspectives. l90pp. 1989, Kluwer.
378. Hubel, D. 1988. Eye, Brain and Mind. New York: W. H. Freeman
379. Husserl, E. (1936) ‘The origin of geometry’ in Luckmann (1978) q.v.
380. Illich, Ivan. 1970, Celebration of Awareness. (New York: Doubleday.)
381. Illich, Ivan. 1973, Tools for Convivaliy. (New York: Harper & Row.)
382. Inada, K.K. 1 970. Nagarjuna: A Transiation of his Mulamadhyamikakarikas. Tokyo:
Hokusiedo Press.
383. Isaacson, Walter, and Evan Thomas. 1986, The Wise Men. (New York: Simon and Schuster.)
384. Jackendoff. R. 1987. Consciuosness and the Computational Mind. Cambridge,
Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
385. Jackendoff, Ray (1992). Language of the Mimi. Bradford Books.
386. Jackson, Wes, 1991, Hierarchical, Levels, Emergent Qualities, Ecosystems and de Ground for
a New Agriculture In Gaia 2. Edit by Thompson, William 1.
387. Jacob, F. (1974) The Logic of Living Systems London: Allen Lane
388. Jakubowski, Franz. Ideology and superstructure in historical materialism. l44pp. 1990.
Pluto Press.
389. Jameson, D., and L. Hurvich. 1989. ‘Essay concerning color constancy’. Annual Review of
Psychology 40:1-22
390. Jantsch, Erich (1972) Technological Planning and Social Futures. London: Associated
Business Programmes; New York: Halsted Press; paperback 1974.
391. Jantsch, Erich (1975) Design for Evolution: Self organization and Planning in the Life of
Human Systems. New York: Braziler.
392. Jantsch, Erich (1976) “Evolving images of man: dynamic guidance for the mankind process”,
In: Jantsch and Waddington, eds. (1976).
393. Jantsch, Erich and Waddnigton, Conrad H., eds. (1976) Evolution and Consciousness: Human
Systems in Transition. Reading, Mass., London and Amsterdam: Addison-Wesley.
394. Jantsch, Erich ed, 1981, The Evolutionary Vision. AAA Select. Papers 61 Simposic.
395. Jean L. Cohen and Andrew Arato. (1992). Civil Society and Political Theory. Bradford
Books.
396. Jerry A. Fodor. (1987). Psychosemantics – The Problem of Meaning in he Philosophy of
Mind. Bradford Books.
397. Jerry A. Fodor. (1990). A Theory of Content and Other Essays. Bradford Books.
398. Johann P. Arnason, Peter Beilliarz, Michael Crozier, Kevni McDonald, Peter Murphy, David
Roberts, Gillian Robinson, Philipa Rothfield, John Rundell, editors. (Journal). Thesis Eleven.
Orders to: MIT Press Journals, 55 Hayward Street, Cambridge, MA 02142.
399. John Earman. (1990). Absolute versus Rational Theories of Space and Time. Bradford Books.
400. John Earman. (May 1992). Bayes or Bust? Bradford Books.
401. John of Salisbury; Nederman, Cary J., editor. John of Salisbury: Policraticus: Of the
frivolities of counters and the footprints of philosophers. Cambridge texts in the history of
political thought. 288pp. 1990, Cambridge U.P.
402. John R. Searle. (October 1992). The Rediscovery of the Mimi. Bradford Books.
403. Johnson, M. 1987. The Body in the Mind: The Bodily Basis of Imagination, Reason, and
Meaning. Chicago: University of Chicago Press.
404. Johnson, Paul. Intellectuals. (New York: Harper & Row, 1988.)
405. Jones, A. K. (1990). Social symbiosis: a Gaian critique of contemporary social theory. The
Ecologist 20, 108-113.
406. Jones, J. C. (1967) ‘The designing of man-machine systems’ in Singleton et al. (1967) q.v.
407. Jones, L. M. (1978) ‘The conflicting view of knowledge and control implemented by different
systems approaches’ Journal of Applied Systems Analysis, 5 (2)
408. Joseph Kosuth. (1991). Art After Philosophy and After. Bradford Books.
409. Josephson, Brian (1975) “The Tonal-Nagual model of reality”, paper presented to the First It.
Conf. on Science and Consciousness, Fairfield, Iowa, Dec. 1975.
410. Josiah Macy Jr. Foundation. 1950-1954. ‘Cybernetics: Circular Causal and Feedback
Mechanisms in Biological and Social Systems.’ 5 vols. New York: Josiah Macy Jr.
Foundation.
411. Jung, Carl Gustav and Pauli, Wolfgang (1954) The Interpretation of Nature and the Psyche.
New York and London.
412. Kafatos, Menas and Robert Nadeau.1990, The Conscious Universe. Springer-Verlag New
York, Inc.
413. Kahn, Joel S., and J. R. Llobera. 1981, The Anthropology of Pre Capitalist Societies.
(London: Macmillan Press.)
414. Kahn, Robert L. and Elise Boulding, eds. 1964, Power and Conflict in Organizations. (New
York: Basic Books.)
415. Kapuscinski, Rszard. 1983, The Emperor. (New York: Harcourt Brace Jovanovich.)
416. Katchalsky, Aharon (1971) “Biological flow structures and their relations to chemo-
diffusional coupling”, Neurosci. Res. Prog. Bull. 9, 397-413.
417. Kay. P., and C.McDaniel. 1978. ‘The linguistic significance of the meanings of basic color
terms.’ Language 54:610-646.
418. Keamey, R. 1988, The Wake of Imagination: Ideas of Creativity in Western Culture. 467pp.,
Hutchinson.
419. Kelso, J. A. S., and B. A. Kay. 1987. Information and control: A macroscopic analysis of
perception-action coupling. In; Perspectives on Perception and Action, ed. H. Heuer and A.
F. Sanders. New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates.
420. Kellner, D. Jean Baudrillard: 1989, From Marxism to Post Modernism and Beyond. Key
Contemporary Thinkers. 246pp. Polity.
421. Kemp, Penny; Wall, Derek. 1990, A green manifesto fort he 1990’s. l92pp. Penguin.
422. King, Dermis. 1989, Lyndon La Rouche and the New American Fascism. (New York:
Doubleday.)
423. Kitahara, Yasusada. 1983, Information Network System. (London: Heinemann Educational.)
424. Kitcher, Patricia. (1993). Freud’s Dream. Bradford Books.
425. Klein, A. 1986. Knowledge and Liberation: Tibetan Buddhism Epistemology in Support of
Transformative Religious Experience. Ithaca, New York: Snow Lion.
426. Klir, G. J. (1969) An Approach to General Systems Theory New York: Van Nostrand
Reinhold
427. Klir, G. J. (Ed.) (1972) Trends and General Systems Theory New York: Wiley
428. kLong-chen rab-’byams-pa (1975). ‘Long-chen pa’s Natural Freedom of Mind,‘ transl by
Herben V. Guenther, Crystal Mirror, Vol. IV. Emeryville, CA: Dharma Publishing.
429. kLong-chen rab-’byams-pa (1976). Kindly Bent to Ease Us, Part Two: Meditation, translated,
annotated and with an introduction by Herbert V. Guenther. Emeryville, CA: Dharma
Publishing. (Author name given as Longchenpa)
430. Knoch, Walter A. 1987, Stereotypy, ritual myth: towards cultural stratification. Bochum
Publications in Evolutionary Cultural Semiotics, 18. 100 PP. Brockmeyer.
431. Knoch, Walter A. The biology of literature. Bochwn Publlications in Evolutionary Cultural
Semio¡ics, 14. 150 pp. In prep., Brockmeyer.
432. Knoch, Walter A., ed. Evolution of culture / Evolution der Kultur: paradigms of future
interdisciplinary semiotics. Bochum Publications in Evolutionary Cultural Semiotics, 22. 220
pp. In prep, Brockmeyer.
433. Knoch, Walter A., ed. 1989, For a semiotics of emotion. BochumerBeitrdge zur Semiotik,
4.210 pp. Brockmeyer.
434. Koestler, A. and Smythies, J. R. (Eds.) (1969) Beyond Reductionism London Hutchinson
435. Konrad, George, and Ivan Szelenyi. The Intellectuals on the Road to Class Power. (New
York: Harcourt, Brace Jovanovich, 1976.)
436. Konrad, George. 1984, Antipolitics. (New York: Harcoun Brace Jovanovich.)
437. Kornai, Janos. 1971, Anti-Equilibrium. (Amsterdam: North-Holland Publishing.)
438. Komblith, H., ed. 1984. Naturalizing Epistemology. Cambridge, Massachusetts: The MIT
Press, A Bradford Book.
439. Korzybski, Alfred (1949) Time-binding: The General Theory, Two Papers, 1 924-26.
Lakeville, Conn.: Institute of General Semantics.
440. Kosslyn, S.1981. ‘The medium and the message in mental imagery: A theory.’ Psychological
Review 88:46-66.
441. Koyré, A. (1965) Newtonian Studies London: Chapman and Hall
442. Kripke, Saul (1975). ‘Outline of a Theory of Truth’, The Journal of Philosophy, 72,690-716.
443. Kropotkin, P. (1914). Mutual Aid: A Factor of Evolution, Extending Horizon Books, Boston,
Mass., p.x
444. Kropotkin, Peter. 1927, Kropotkin’s Revolutionary Writings. (New York: Vanguard Press.)
445. Kuhn, A. (1974) The Logic of Social Systems San Francisco: Jossey-Bass
446. Kuhn, T.S. (1962) The Structure of Scientific Revolutions Chicago: University Press
447. Kuhn, Thomas 5. (1962) The Structure of Scientific Revolutions. Chicago: University of
Chicago Press; 2nd enlarged ed., 1970.
448. Kuhn, Thomas 5. (1977) The Essential Tension: Selected Studies in Scientific Tradition and
Change. Chicago: University of Chicago Press.
449. Kula, Witold.1976, An Economic Theory of the Feudal System. (London: NLB.)
450. Kumar, Krishan. 1991, Utopia and anti-utopia in modern times. 5l2pp. Blackwell.
451. Kumar, Krishan. 1990, Utopianism. Concepts in the social sciences. 128pp. Open U.P.
452. Kymlicka, Will. 1990, Contemporary political philosophy: an introduction. l3l2pp. Oxford
U.P.
453. Lakoff, G. 1988. ‘Cognitive semantics.’ In Meaning and Mind Representations,’ ed. Umberto
Eco et al. Bloomington: Indiana University Press.
454. Lamarter, Richard Thomas de. 1986, Big Blue. (New York: Dodd, Mead.)
455. Land, E. 1983. ‘Recent advances in retinex theory and some implications for cortical
computations: Color vision and the natural image’. Proceedings of the National Academy of
Sciences (USA) 80:5163-5169.
456. Langer, E. 1989. Mindfulness. New York: Addison Wesley.
457. Langer, Suzanne K. (1967, 1972) Mind, an Essay on Human Feeling, 2 vols. Baltimore and
London: Johns Hopkins Press. Vol.I 1967; Vol.2: 1972.
458. Langone, John. 1989, Superconductivity: The New Alchemy. (Chicago: Contemporary
Books.)
459. Laqueur, Walter. 1976, Fascism: A Reader’s Guide. (Berkeley: University of California
Press.)
460. Laszlo, E. (1972a) The Systems View of the World New York: Gordon and Breach
461. Laszlo, E. (1972b) Introduction to Systems Philosophy New York: Braziller
462. Laszlo, Ervin (1972) Introduction to Systems Philosophy: Toward a New Paradigm of
Contemporary Though. New York:’ Gordon and Breach; also Harper Torch Books.
463. Laszlo, Ervin (1974) “Goals for global society - a positive approach to the predicament of
mankind”, Proc. Third Intl. Conf. Unity of the Sciences, “Science and Absolute Values”,
London; Tarrytown, N.Y.: In¡n. Cultural Foundation.
464. Laszlo, Ervin (1978) The Inner Limits of Mankind: Heretical Reflections on Today’s Values,
Culture and Politics. Oxford and New York: Pergamon Press.
465. Leakey, R. E. (1981), The Making of Mankind (New York: Dutton).
466. Leakey, Richard E. and Lewin, Roger (1 978, )People of the Lake: Mankind and its
Beginnings. Garden City, N.Y.: Anchor/Doubleday.
467. Lebedoff, David. 1981, The New Elite. (New York: Franklin Watts.)
468. Le Clair, Edward E., Ir., and Harold K. Schneider. 1968, Economic Anthropology. (New
York: Holt, Rinehan and Winston.)
469. Lee, B.; Urban, G., eds. 1989, Semiotics, self and society. Approaches to Semiotics, 84.311
PP. de Gruyter.
470. Lenert, Charles C., ed. 1991, Intellectuals and politics: Social Theory beyond the academy -
Key issues in sociological theory, 5. 224pp., Sage.
471. Lepenies, W. Between Literature and Science: 1988, The Rise of Sociology. Ideas in Context.
389pp. Cambridge U.P.
472. Lessing, Doris C. l975, The Memoirs of a Survivor. New York: Knopf; Bantam paperback,
1976.
473. Levi, Peter. 1987, The Frontiers of Paradise. (New York: Weidenfeld & Nicolson.)
474. Levitas, Ruth. 1990, Concept of Utopia. 240pp. P. Allal.
475. Levite, Ariel. 1987, Intelligence and Strategic Surprises. (New York: Columbia University
Press.)
476. Lewontin, R. 1983. ‘The organism as the subject and object of evolution.’ Scientia 118:63-82.
477. Lewontin, R. 1989. ‘A natural selection: Review of J. M. Smith’s Evolutionary Genetics’,
Nature 339:107.
478. Lewontin, R. C. 1993. The Doctrine of DNA, Biology as Ideology. Penguin Books, London.
479. Lieber, Arnold L. (1978) The Lunar Effects: Biological Tides and Human Emotions. Garden
City, N.Y., Anchor/Doubleday.
480. Lilienfeld, R. (1978) The Rise of Systems Theory New York: Wiley
481. Lock, John (1676/1954), Essays on the Laws of Nature, ed. W. Leyden (Oxford: Claredon
Press).
482. Lock, John (1690/1887), Two Treatises on Civil Government, 2nd edition (London:
Routledge).
483. Lock, John (1690/1924), Essay Converning Human Unverstanding, ed. A.S. Pringle-Pattison
(Oxford: Claredon Press).
484. Lockwood, M. 1989, Mind, Brain, and the Quantum: The Compound ‘1’. 3S2p. Blackwell.
485. Löfgren, Lars (to appear). ‘Life as an Autolinguistic Phenomenon’, in Milan Zeleny, ed.,
Autopoiesis: A Theory of the Living Organization. New York: North Holland.
486. Long, J. and A. Whitefield ed. 1989, Cognitive Ergonomics and Human-Computer
Interaction. University College London.
487. Long, J. Cambridge Series on Human-Computer Interaction. University College London.
488. Longair, M. S. and Einasto, J., eds. (1978) The Large Scale Structure of The Universe. bit.
Astron. Union Symp. No. 79. Boston: Reidel.
489. Longchenpa (1976) Kindly Bent To Ease Us, 3 vols. Transl. and annotated by Herbert V.
Guenther. Part Two: Meditation, Part Three: Wonderment. Emeryville, Calif.: Dharma
Publishing.
490. Lorenz, E. (1962). ‘The Statistical Prediction of Solutions of Dynamic Equations,’ Proc.
Internal. Symp. Numerical Weather Prediction, Tokyo, 629-635.
491. Lovelock, James E, 1991, Gaia, A Planetary Emergent Phenomenon in Gaia 2. Edit by
Thompson, William Iwin.
492. Lovelock, James, 1990, The Ages of Gaia. Oxford University Press, Printed by Clays, Ltd.
493. Lowi, Theodore: Ginsbergs, Benjamin. Poliscide. 1990, Big Government, Big Science.
Lilliputian Politics. 330pp. University Press of America.
494. Loy, D. 1989. Non-Duality. New Haven, Connecticut: Yale University Press.
495. Luhmann, N. (1989). Ecological Communication. Polity Press.
496. Luhmann, Niklas. 1990, Political Theory in the Welfare State, trans. by J.Bednarz, vi. 239pp.
De Gruyter.
497. Lycan, W. 1989, Mind And Cognition. 364pp. Blackwell.
498. Lyons, W. 1986. The Disappearance of Introspection. Cambridge, Massachusetts: The MIT
Press, A Bradford Book.
499. Lythgoe, 1. 1979. The Ecology of Vision. Oxford: Claredon Press.
500. Macdonald, C. Mind-Body Identity Theories. Problems of Philosophy. Their Past and
Present. 304pp. 1989, Routledge.
501. MacKay, D. M. (1970) ‘The bankruptcy of determinism’ New Scientist, 2 July 1970
502. MacLean, Paul D. (1973) “A triune concept of the brain and behavior”, in: T. Boag and D.
Campbell, eds., The Hincks Memorial Lectures, Toronto: University of Toronto Press.
503. Machlup, Fritz. 1980, Knowledge: Its Creation, Distribution, and Economic Significance,
Vol.I. (Princeton: Princeton University Press.)
504. Mafud, Julio. 1972, Sociología del peronismo. (Buenos Aires: Editorial Amencalee.)
505. Mandelbrot, Benoit, 1977. The Fractal Geometry of Nature. New York: Freeman, 1977
506. Mant, Alistair. 1983, Leaders We Deserve. (Oxford: Martin Robertson.)
507. Manuel De Landa. (1992). War in the Age of Intelligent Machines. Zone Books.
508. Margalef, Ramón (1968) Perspectives in Ecological Theory. Chicago: University of Chicago
Press. Large extracts reprinted in CoEvolution Quarterly, No.6, Summer 1975, 49-66
509. Margulis, Lynn (1970) Origin of Eukaryotic Cells. New Haven, Conn.: Yale University Press.
510. Margulis, Lynn and Dorion Sagan . (1981). Microcosmos. Simon and Schuster.
511. Margulis, Lynn and Guerrero, Ricardo, 1991, Two Plus Three Equal One – Individuals
Emerge from Bacterial Communities, in Gaia 2. Edit by Thompson, William Irwin.
512. Margulis, Lynn and Lovelock, James E. (1974) “Biological modulation of the earth’s
atmosphere”, Icarus, 21, 471-489.
513. Markley, O. W. (1976) “Human consciousness in transformation”, in: Jantsch and
Waddington, eds. (1976)
514. Maruyama, Magoroh (1976) “Toward cultural symbiosis”, in: Jantsch and Waddington, eds.
(1976).
515. Mattelart, Armand. Multinational Corporations and the Control of Culture. (Atlantic
Highlands, N.J.: Humanisties Press, 1982.)
516. Maturana, H. and F. J. Varela. 1987. The Tree of Knowledge: The Biological Roots of
Human Understanding. Boston: New Science Library.
517. Maturana, H., G. Uribe, and Samy Frenck. 1968. ‘A biological theory of relativistic color
coding in he primate retina.’ Archivos de biologia y medicina experimentales. Supplement
No.l Chile.
518. Maturana, Humberto and Varela, Francisco. 1980, Autopoiesis and Cognition, the Realization
of the Living, Published by Reidel Publishing Company.
519. Maturana, Humberto R. (1970), Biololgy of Cognition. Report BCL 9.0. Urbana, 111.:
Biological Computer Laboratory, University of Illinois.
520. Maturana, Humberto R. 1992, Emociones y Lenguaje en Educación y Política, Ediciones
Pedagógicas Chilenas, S.A.
521. Maturana, Humberto R. and Varela, Francisco (1975) Autopoietic Systems. Report BCL 9.4.
Urbana, Ill.: Biological Computer Laboratory, University of Illinois.
522. Maturana, Humberto, R. 1992, El Sentido de lo Humano, Ediciones Pedagógicas Chilenas,
S.A.
523. May, Robert M. (1973) Stability and Complexity in Model Ecosystems. Princeton, N.J.:
Princeton University Press.
524. Mayr, E. (1982), The Growth of Biological Thought (Cambridge: Harvard University Press).
525. McCartney, Laton. Friends in High Places: The Bechtel Story. (New York: Simon and
Schuster, 1988.)
526. McCulloch, W. S. 1965. Embodiments of Mind. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press.
527. Mc Laury, R. E. 1987. ‘Color-category evolution and Shuswap yellow-with-green.’
American Anthropologist 89:107-124
528. Mc Lohan, M. and B. R. Powers. 1989, The Global Village: Transformations in World Life
and Media in the 2lst Century. Communications and Society. 2O8pp. Oxford U.P.
529. Mc Luhan, Marshall, and Broce R.Powers. The Global Village. (New York: Oxford
University Press, 1989.)
530. Mc Quaid, Kim. 1982, Big Business and Presidential Power. (New York: William Morrow.)
531. Mead, M., ed. (1961). Cooperation and Competition Among Primitive Peoples, Beacon Press,
Boston.
532. Medio, Alfredo; Gallo, Giampado. 1990, Chaotic dynamics: Theory and applications to
economics. 250pp.
533. Mellen, E. (1984) Religious Dogmatics & the Evolution of Societies. Polity Press.
534. Mende, Tibor. 1981, From Aid to Re-colonization. (New York: New York University Press.)
535. Mesarovic, Mihaijo D., Macko, D. and Takahara, Y. (1970) Theory of Hierarchical,
Multilevel Systems. New York: Academic Press.
536. Michael Kelly. (1990). Hermeneutics and Critical Theory in Ethics and Politics. Bradford
Books.
537. Michael Tye. (1991). The imagery Debate. Bradford Books.
538. Micheal Leyton. (1992). Symmetry, Causality, Mind. Bradford Books.
539. Milsum, H. H. (1972) ‘The hierarchical basis for general living systems’ in Klir (Ed.) (1972)
q.v.
540. Miller, Abraham H. 1980, Terrorism and Hostage Negotiations. (Boulder, Col.: Westview
Preas.)
541. Miller, D. L. 1988, Philosophy of Creativity. 2l2pp. Lang.
542. Miller, E. J. (Ed.) (1976) Task and Organization New York: Wiley
543. Mills C. Wright (1959) The Sociological Imagination New York: Oxford University Press
544. Mingers, J. C. (1980) ‘Towards an appropriate social theory for applied systems thinking:
critical theory and soft systems methodology’ Journal of Applied Systems Analysis, 7 545.
Minsky, M. 1986. The Society of Mind. New York: Simon and Schuster.
546. Mintzberg, Henry. Power In and Around Organizations. (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-
Hall, 1983.)
547. Molnar, Thomas, 1990, Utopia: the Perennial Heresy. 260pp. Reissued, University Press of
America.
548. Montefiore, Hugh. (1985). The Probability of God. SCM Press.
549. Montesquieu, Charles Louis de Secondat de (1748), De l’Esprit des loix, 1 (Geneva: Barrillot
& Fils.)
550. Moran, Michael. The politics of the financial services revolution. l8Opp. 1990, Macmillan.
551. Moravec, H. 1988. Mind Children. Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press.
552. Moro, Comodoro R. Ruben. 1985, Historia del Conflicto del Atlantico Sur. (Buenos Aires:
Escuela Superior de Guerra Aérea.)
553. Morris, M. B. (1977) An Excursion into Creative Sociology New York: Columbia Kelleher
(1970) q.v.
554. Mortimer, Edward. 1982, Faith and Power. (New York: Vintage Books.)
555. Moses, John A. 1900, Trade union theory from Marx to Walesa, 288pp. Berg.
556. Moskowitz, Milton. 1988, The Global Marketplace. (New York: Macmillan.)
557. Moyser, G., ed. 1991, Politics and Religion in the Modern World. 240pp. Routlcdge.
558. Mudjanto, G. 1986, The Concept of Power in Javanese Culture. (Jakarta: Gadjah Mada
University Preas.)
559. Muelier, Robert K. 1986, Corporate Networking. (New York: Free Press.)
560. Murakami, Shigeyoshi. 1983, Japanese Religion in the Modern Century. (Tokyo: University
of Tokyo Press.)
561. Muroyama, Janet H., and H. Guyford Stever, eds. 1988, Globalization of Technology.
(Washington, D.C.: National Academy Press.)
562. Murphy, Thomas Patrick, ed. 1976, The Holy War. (Columbus: Ohio State University Press.)
563. Myers, Norman. (1984). Gaia: An Atlas of Planet Management. New York: Doubleday.
564. Nagel, Jack. H. 1975, The Descriptive Analysis of Power. (New Haven: Yale University
Press.)
565. Nagel, Stuart 5. 1900, Policy Theory and Policy Evaluation: Concepts, Knowledge, Causes
and Norms. Contributions in Political Science, 32Spp. Greenwood Press.
566. Nagel, T. 1986. The View from Nowhere. New York: Oxford University Press.
567. Naylor, R. T. 1987, Hot Money. (New York: Simon and Schuster.)
568. Needham, J. (1966) ‘Science and society in East and West’ in Goldsmith and Mackay (1966)
q.v.
569. Neufeldt, R. W., ed. 1986. Karma and Rebirth: Post Classical Developments. Buffalo: State
University of New York Press.
570. Nevitte, Neil; Gibbins, Roger. 1991, New elites in old societies. 352pp. Oxford U.P.
571. Newell, A., and Simon, H. Computer Science as Empirical Inquiry: Symbols and Search.
Reprinted in Mind Design: Philosophy, Psychology, Artificial Intelligence, ed. J. Haugeland.
Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, A Bradford Book.
572. Newton, I, P. B. Scheurer and G. Debrock, eds. 1988, Newton’s Scientific and.
Philosophical Legacy. International Archives of ¡he History of Ideas. 391pp. Nijhoff.
573. Nicolis, G., and I. Prigogine. 1977, Self-Organization in Nonequilibrium Systems. (New
York: John Wiley and Sons.)
574. Nicolis, Grégoire and Prigogine, Ilya (1971) “Fluctuations in non-equilibrium systems,” Proc.
Natl. Acad. Sci. (USA), 68, 2102-2107
575. Nicolis, Grégoire and Prigogine, Ilya (1977) Self-organization in Nonequilibrium Systems:
From Dissipative Structures to Order Through Fluctuations. New York: Wiley-Interscience
576. Nisbett, R., and L.Rosa. 1980. Human Inference: Strategies and Shortcomings of Social
Judgement. Englewood Cliffs, New Jersey: Prentice Hall.
577. Nishitani, K. 1982. Religion and Nothingness. Trans. Jan Van Bragt. Berkeley: University
of California Press.
578. Noer, Deliah. 1988, Culture, Philosophy and the Future. (Jakarta: P. T. Dian Rakyat.)
579. Noonan, John T., Jr. 1984. Bri bes. (New York: Macmilian.)
580. Noth, W. 1990, A handbook of semiotics. Advances in Semiotics. 544 pp., 47 ill, Indiana
U.P.
581. Noyes, Richard. ed. 1991, Now the synthesis: a new economic model, l92pp. Shepheard-
Walwyn.
582. Nuboer, J. F. W. 1986. A comparative review on color vision. Netherlands Journal of
Zoology 36:344-380.
583. Ohmae, Kenichi. 1987, Beyond National Border. (Homewood, Ill.: Dow Jones-Irwin.)
584. Ohmae, Kenichi. 1985, Triad Power. (New York: Free Press.)
585. Ong, Walter 1. 1982, Orality and Literacy. (London: Methuen.)
586. Owen Flanagan. (1991). The Science of the Mind. Bradford Books.
587. Owen Flanagan. (January 1993). Concerning Consciousness. Bradford Books.
588. Oyama, 5. 1985. The Ontogeny of Information. Cambridge: Cambridge University Press.
589. Ozbekhan, H. (1977) ‘The future of Paris: a systems study in strategic urban planning’ Phil.
Trans. Roy. Soc. London A287, 523-544
590. Palacios, A., C. Martinoya, S. Bloch, and F. J. Varela. 1990. Color mixing in the pigeon: A
psychophysical determination in the longwave spectral range. Vision Research 30:587-596.
591. Palazzoli, Mara Selvini, et al. 1986, The Hidden Games of Organizations. (New York:
Pantheon Books.)
592. Palmer, R. 1979. Hermeneutics. Evanston, Illinois: Northwestern University Press.
593. Pankow, Walter (1976) “Openness as self-transcendence”, in: Jantsch and Waddington, eds.
(1976)
594. Papen, 5. 1981. Mindstorms. New York: Harper and Row.
595. Parsons, T. (1977) Social Systems and the Evolution of Action Theory New York: Free Press
596. Partridge, Derek and Yorick Wilks. 1990, The Foundations of Artificial Intelligence.
597. Pattee, Howard (1 978). ‘Biological System Theory: Descriptive and Constructive
Complementarity’ in: George, ed., Applied General Systems Research. New York: Plenum
Press, 511-520.
598. Pattee, Howard H. (1978) “The complementarity principle in biological and social structures”,
Journal of Social and Biological Structures, 1, 19 1-200
599. Perlmutter, Amos. 1981, Modern Authoritarianism. (New Haven: Yak University Press.)
600. Perry, Roland. 1984, Hidden Power. (New York: Beaufort Books.)
601. Peter Gärdenfors. (1990). Modeling the Dynamics of Epistemic States. Bradford Book.
602. Piaget, J. 1954. The Construction of Reality in the Child. New York: Basic Books.
603. Piatelli-Palmarini, M. 1987. ‘Evolution, selection, and cognition’. In From Enzyme
Adaptation to Natural Philosophy, ed. E. Quagliariello, G. Gernardi, and A. Ullman.
Amsterdam: Elsevier.
604. Pinker, Steven. (1989). Learability and Cognition. The Acquisition of Argument Structure.
Bradford Books.
605. Pol-Driot, R. 1989. L’amnesie philosophique. Paris: Presses Universitaires de France.
606. Polanyi, Livia. 1989, Telling the American Story: Structural and Cultural Analysis of
Conversational Storytelling. 158pp. Paperback, MIT Press.
607. Ponting, Clive. 1985, The Right to Know. (London: Sphere Books.)
608. Popp, F. A., Li, K. H., Mei, W. P., Galle, M. and Neurohr, R. (1988). Physical aspects of
biophotons. Experientia 44, 576-585.
609. Poppcr, Karl R. and Eccles, John C. (1977) The Self and Its Brain: An Argument for
Interaction ism. Berlin, Heidelberg and New York: Springer.
610. Porkert, Manfred (1974). The Theoretical Foundation of Chinese Medicine: Systems of
Correspondence. Cambridge, MA: M.I.T. Press.
611. Portela, Adolfo, et al. 1985, Malvinas su advertencia termonuclear. (Buenos Aires: A-Z
Editora.)
612. Poston, Tim and Stewart, Ian (1978). Catastrophe Theory and its Applications. London:
Pitman.
613. Pribram, Karl (1971) Languages of the Brain. Engleworth Cliffs, N.J.: Prentice-Hall.
614. Prigogine, Ilya (1976) “Order through fluctuation: self-organization and social system”, in:
Jantsch and Waddington, eds. (1976)
615. Prigogine, Ilya (1977) “The metamorphosis of science: culture and science”, paper presented
to the Conference on Science in Society, European Community, Brusself, 1977.
616. Prigogine, Ilya and Stengers, Isabelle (1975) “Nature et Créativité”, Revue de l’AUPELF, XIII,
No.2
617. Prigogine, Ilya, Nicolis, Grégoire and Babloyantz, Agnes (1972) “Thermodynamics of
evolution”, Physics Today, 25, 23-28 and 38-44.
618. Prigogine, Ilya. (1990). Science Civilization and Democracy. No.18 (4) 493-507. Bashara
Magazine.
619. Prigogine, Ilya. 1980, From Being to Becoming. (San Francisco: W.H.Freeman.)
620. Prigogine, Ilya. 1984, Order Out of Chaos. (New York: Bantam Books.)
621. Pritchard, Joe. 1991, The chaos cookbook: a practical programming guide. 240pp.
Butterworth Heinemann,
622. Pugh, George Edgin (1977) The Biological Origin of Human Values. New York: Basic Books.
623. Pujol-Davila, José. 1985, Sistema y poder geopolítico. (Buenos Aires: Ediciones Corregidor.)
624. Putnam, H. 1981. Reason, Truth and History. Cambridge: Cambridge University Press.
625. Putnam, H. 1983. ‘Computational psychology and interpretation theory’. Reprinted in
Realism and Reason: Philosophical Papers, Volume 3, ed. H. Putnam. Cambridge:
Cambridge University Press.
626 Putnam, H. 1988, Representation And Reality, l36pp. MIT Press.
627. Pye, Lucian W., with Mary W. Pye. 1985, Asian Power and Politics. (Cambridge,Mass.: The
Belknap Press, Harvard University Press.)
628. Pylyshyn, Z. 1984. Computation and Cognition: Toward a Foundation for Cognitive Science.
Cambride, Massachusetts: The MIT Press, A Braford Book.
629. Radnitzky, Gerard and W. W. Banley, III, eds. (1987): Evolutionary Epistemology,
Rationality and the Sociology of Knowledge (La Salle: Open Court).
630. Rajnath, A., ed. Deconstruction: a critique. 256 Pp. Macmillan.
631. Rapaport, A. and Horvith, W. J. (1959) ‘Thoughts on organization theory’ General Systems.
632. Rawls, John (1971), A Theory of Justice (Cambridge: Harvard University Press).
633. Reeke, G. G., and G. M. Edelman. 1988. Real brains and artificial intelligence. Daedelus
117 (no.l): 143-173
634. Renfrew, Colin (1973), The Explanation of Culture Change: Models in Prehistory (London:
Duckwonh).
635. Reszler, André. 1981, Mythes politiques modernes. (Paris: Presses Universitaires de France.)
636. Rich, D.C.; Unge, G. J. R., ed. The state and the spatial management of industrial change.
256pp. 1990, Routledge.
637. Robert Cummins and John Pollock. (1991). Philosophy and Artificial Intelligence. Bradford
Books.
638. Rodinson, Maxime. 1973, Islam and Capitalism. (New York: Pantheon Books.)
639. Rodman, John (1977) “Theory and practice m the environmental movement: notes towards an
ecology of experience”, Proc. Sixth Int. Conf. Unity of Sciences, “The search for absolute
values in a changing world”, San Francisco; Tarrytown, N.Y.: mt. Cultural Foundation.
640. Rosch, E. 1987. Wittgenstein and categorization research in cognitive psychology. In
Meaning and the Growth of Understanding: Wiagenstein’s Significance for Developmental
Psychology, ed. M. Chapman and R. Dixon. Hilisdale, New Yersey: Lawrence Erlbaum.
641. Rosen, Joe (1975). Symmetry Rediscovered. London: Cambridge University Press.
642. Rosenbaum, I. 1989. Readings in Neurocomputing. Cambridge, Massachusetts: The MIT
Press.
643. Rostovtzeff, M. (1930), ‘The Decline of the Ancient World and its Economic Explanation’,
Economic History Review II; A History of the Ancient World (Oxford: Claredon Press);
L’empereur Tibere et le culte impérial (Paris: F.Alcan), and Gesellschaft und Wirtschaft im
Römischen Kaiserreich (Leipzig: Quelle & Meyer).
644. Roszak, T. (1970) The Making of a Counter Culture London: Faber & Faber
645. Roszak, T. (1973) Where the Wasteland Ends London: Faber & Faber
646. Rudig, Wolfgang, ed. Green politics I:1990. Green Politics. 272pp., 5 line drawings. 1990.
Edinburgh U.P.
647. Rummelhart, D., and J. Mc Clelland, eds. 1986. Parallel Distributed Processing: Studies on
the Microstructure of Cognition. 2 vol. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press.
648. Runciman, W.G. (1972) A Critique of Max Weber’s Philosophy of Social, Science Cambridge:
University Press
649. Ruse, Michael (1982), Darwinism Defended: A Guide to the Evolution Controversies
(Reading, Mass.: Addison-Wesley).
650. Russell, Bertrand (1912). The Problems of Philosophy. London: George Allen and Unwin.
651 Rustow, Alexander. Freedom and Domination. (Princeton: Princeton University Press, 1980.)
652. Sadler, A. L., trans., 1988, The Code of the Samurai. (Rutland, Vt., and Tokyo: Charles
E.Tuttle.)
653. Sagan, Carl (1977) The Dragons of Eden: Speculation on the Evolution of Human Intelligence,
New York: Random Hause.
654. Sandoz, Ellis. 1990, Government of Laws: Political Theory, Religion and the American
Founding. 3l2pp. Lousiana State U.P.
655. Sardar, Ziauddin. 1985, Islamic Futures. (London: Mansell Publishing)
656. Sargent, Lyman T. 1990, Contemporary Political Ideologies: Comparative Analysis, Reader.
416pp.
657. Saunders, P. T. (1991). Evolution without natural selection: further implications of the
daisyworld parable. In Symbiosis, Cooperativity and Coherence. Proc. 3rd Camelford
Conference on the Implications of the Gala Thesis (P. Bunyard and E. Goldsmith, eds.),
Wadebridge Ecological Press, Cornwall.
658. Scientific American (1971) Energy and Power. San Francisco: Freeman
659. Scitovsky, Tibor (1976), The Joyless Economy: an Inquiry into Human Satisfaction and
Consumer Dissatisfaction (New York: Oxford University Press).
660. Scott, Alan. 1990, Ideology and the new social movements. Controversies in Sociology.
282pp. 1990., Unwin.
661. Schopf, J. William (1978) “The evolution of the earliest cells”, Scientific American, Sept.
1978.
662. Schramn, David N. and Clayton, Robert N. (1978) “Did a supernova trigger the formation of
the solar system?”, Scientific American, Oct. 1978
663. Schrödinger, E. (1944) What is Life? London: Cambridge University Press
664. Schrödinger, Erwin (1964). My View of Life, Tansl. by Cecily Hastings. Cambridge:
Cambridge University Press.
665. Schultz, Ted, ed. 1989, The Fringes of Reason. (New York: Harmony Books.)
666. Schwarz, M.; Thompson, M., Divided We Stand: Redefining Politics, Technology and Social
Class. 224pp.
667. Searle, J. 1983. Intentionality: An Essay in the Philosophy of Mind. Cambridge: Cambridge
University Press.
668. Sebeok, T.; Umiker-Sebeok, J. 1989, The semiotics web 1988. Approaches to Semiotics, 85.
427 Pp. de Gruyter.
669. Sebeok, Thomas A. and Jean Umiker-Sebeok, eds. 1991, The Semiotic Web 1990. Mouton de
Gruyter July.
670. Shannon, C. E. and Weaver, W. (1949) The Mathematical Theory of Communication Urbana,
Ill.: University of Illinois Press
671. Shannon, Claude E. and Weaver, Warren (1949) The Mathematical Theory of
Communications. Urbana, Ill.: University of Illinois Press.
672. Shannon, Claude, and Warren Weaver. 1949, The Mathematical Theory of Communication.
(Urbana: University of Illinois Press.)
673. Shapiro, Robert. (1986). Origins: A Skeptic’s Guide to the Creation of Life on Earth. New
York, Summit.
674. Sheng-Yan, M. 1982. Getting the Buddha Mind. New York: Dharma Drum Publications.
675. Shiels, Frederick L. 1990, Preventable disasters: Why governments fail. 25pp. Rowman &
Littlefield.
676. Sigmund, Paul E. 1990, Liberation theology at the crossroads, 2’l2pp. Oxford U.P.
677. Sik, Ota, ed. 1991, Socialism today? The changing nature of socialism. 208pp. Macmillan.
678. Silandanda, U. 1990. The Four Foundations of Mindfulness. Boston: Wisdom Publications.
679. Simon, Julian L. and Hermann Kahn, eds. (1984), The Resourceful Earth (Oxford: Basil
Blackwell).
680. Singer, Milton. 1991, Explorations in Semiotic Anthropology. Mouton de Gruyter.
681. Siu, R. G. H. The Craft of Power. (New York: John Wiley and Sons, 1979.)
682. Skinner, Quentin, ed. 1990, The return of grand theory of the human sciences. Canto. 224pp.
Cambridge U.P.
683. Slote, M. Beyond 1989, Optimizing: A Study of Rational Choice. 224pp. Harvard U.P.
684. Smolensky, P. 1988. On the proper treatment of connectionism. Behavior and Brain Sciences
11:1-74.
685. Smuts, Jan Christiann (1923) Holism and Evolution. Republished New York: Viking (1967).
686. Snowball, David. 1991, Continuity and Change in the Rhetoric of the Moral Majority. Prager
Series in Political Communication. Prager.
687. Soto, Hernando de. 1989, The Other Path. (New York: Harper & Row.)
688. Stafford Beer. 1972, The Brain of the Firm. John Wiley & Sons. Reprinted 1986, 1990.
689. Stanley, S. M. 1975, A Theory of Evolution Above the Species Level. Proceeding of the
National Academy of Sciences USA 72.
690. Starr, Chester G. 1989, The Influence of Sea Power on Ancient History. (New York: Oxford
University Press.)
691. Stebbins, G. L. (1973) “Evolution of morphogenetic patterns”, Brookhaven Symp. Biol. 25,
277-243; quoted in: Gould (1977), p.4O7.
692. Steinberg, Sheldon S; Austern, David T. 1990, Government, Ethics and Managers: Guide to
Solving Ethical Dilemmas in the Public Sector. 320pp. Quorum Books.
693. Stent, Gunther S. (1972) “Cellular communication”, Scientific American, Sept. 1972, also in:
Kennedy, ed. (1974).
694. Stent, Gunther S. (1972) “Cellular communication”, Scientific American, Sept. 1972; also in:
Kennedy, ed. (1974).
695. Stent, Gunther S. (1975) “Explicit and implicit semantic content of the genetic information”,
Proc. Fourth Int, Conf Unity of the Sciences, “The centrality of science and absolute values”,
New York; Tarrytown, N.Y.: bit. Cultural Foundation.
696. Stephen L. White. (1991). The Unity of the Self. Bradford Books.
697. Stephen Neale. (1991). Descriptions. Bradford Books.
698. Stephen Stich. (1990). The Fragmentation of Reason. Bradford Books.
699. Sterling, Claire. 1981, The Terror Network. (New York: Harper & Row.)
700. Sternberg, R. J. 1988, The Nature of Creativity, Contemporary Psychological Perspectives.
454pp. Cambridge, U.P.
701. Stigum, Bernt P. (1990). Toward a Formal Science of Economics. Bradford Books.
702. Strategic Survey, 1988-1 989. (London: International Institute for Strategic Studies, 1989.)
703. Strong, Tracy B. 1990, The idea of political theory: Reflections on the self in political time
and place. 224pp. Notre Dame U.P.
704. Stumm, Werner, ed. (1977) Global Chemical Cycles and their Alterations y Man. Berlin:
Dahlem Konferenzen/Abakon.
705. Sumner, Colin. ed. 1990, Censure, politics and criminal justice. 208pp. Open U.P.
706. Sussman, Leonard R. 1990, Power, the Press and the Technology of Freedom: Coming Age of
Integrated Systems Digital Networks. 550pp. Freedom House.
707. Suter, Keith. 1986, Reshaping the Global Agenda. (Sydney: U.N. Association of Australia.)
708. Suttie, I. (1989). The Origins of Love and Hate, Penguin Books, Harmondsworth.
709. Suzuki, Daisetz Teitaro, 1983, The Essence of Buddhism, Printed and bound in Great Britain
by Billing Sons Limited, Worcester.
710. Sweetzer, E. E. 1984. Semantic Structure and Semantic Change. Ph.D. dissertation
University of California at Berkeley.
711. Swetz, Frank J. 1987, Capitalism and Arithmetic. (La Salle, 111.: Open Court.)
712. Swidler, Leonard, ed. 1986, Religious Liberty and Human Rights in Nations and in Religions.
(Philadelphia: Ecumenical Press.)
713. Sztompka, P. (1974) System and Function: Toward a Theory of Society New York: Academic
Press
714. Taylor, Stanley. 1989, Conceptions of Institutions and the Theory of Knowledge. (New
Brunswick, N.J.: Transaction.)
715. Teichman, J. 1988, Philosophy And The Mind. 136pp. Blackwell.
716. Teilhard De Chardin (1965). The Phenomenon of Man. Collins London.
717. The Scientific-Technological Revolution and the Contradictions of Capitalism. International
Theoretical Conference, Moscow, May 21-23, 1979. (Moscow: Progress Publishers, 1982.)
718. Thom, René (1972) Stabilité Structurelle er Morphogenese. Reading, Mass.: Benjamin. Engl.
transl.: Structural Stability and Morphogenesis, Reading, Mass.: Benjamin, 1975.
719. Thompson, E. 1986. Planetary thinking / planetary building: An essay on Martin Heidegger
and Nishitani Keiji. Philosophy East and West 36:235-252.
720. Thompson, Evan, 199l, Perception and the Emergence of Color in Gaia 2. Edit by Thompson
William, 1.
721. Thompson, John B. 1990, Ideology and modern culture: Critical social theory in the era of
mass communication. 400pp., 15 figs., 12 tabs. Polity Press.
722. Thornton, M. 1989. Folk Psychology: An Introduction. Toronto: University of Toronto Press/
Canadian Philosophical Monographs.
723. Thorpe, Wilard H. (1976) “Science and man’s need for meaning”, Proc. Fifth Int. Conf.
Unity of the Sciences, “The search for absolute values: harmony among the sciences”,
Washington, D.C.; Tarrytown, N.Y.: mt. Cultural Foundation
724. Tickell, Sir Crispin. (1986). Climatic Change and World Affairs. University Press of
America.
725. Tismanneau, Vladimir: Shapiro, Judith. 1990, Debates on the future of communism. l80pp.
Macmillan.
726. Tiaba, G.M. 1988, Politics and Freedom: Human Will and Action in the Thought of Hannah
Arendt. 224pp. University Press of America.
727. Tobin, Y. 1989, From sign to text: a semiotic view of communication, 538pp. Benjamins.
728. Todd, John and Jack Todd Nancy, 1991, Biology as a Basis for Design in Gaia 2. Edit by
Thompson, William 1.
729. Toulmin, Stephen (1977) “From form to function: philosophy and history of science in the
1950s and now”, Daedalus, 106, 143-162
730. Trappl, R., Hanika, F. de P. and Pichler, F.R. (Eds.) (1977) Progress in Cybernetics and
Systems Research Volume V Washington: Hemisphere Publications
731. Trefil, J.S. 1983. The Moment of Creation: Big Band Physics. New York: Scribners.
732. Trout. (1991). The Philosophy of Science. Bradford Books.
733. Tsurumi, Shunsuke. 1987, A Cultural History of Postwar Japan. (London: KPI.)
734. Turner, Stansfield. 1985, Secrecy and Democracy. (Boston: Houghton Mifflin.)
735. Ullmann-Margalit, Edna (1977), The Emergence of Norms (Oxford: Claredon Press).
736. Valentine, James W. (1978) “The evolution of multicellular plants and animals”, Scientific
American, Sept. 1978.
737. Varela, Francisco and Anspach, Mark. 1991, Immu-knowledge The Process of Somatic
Individuation, In Gaja 2. Edit by Thompson, William 1.
738. Varela, Francisco, Evan Thompson and Eleanor Rosch. (1991). The Embodied Mind.
Bradford Books.
739. Veron, E. 1988, La Semiosis sociale: fragments d’une théorie de la discursivité. 230 Pp.,
Presses Universitaires de Vincennes.
740. Vickers, Geoffrey (1968) Value Systems and Social Process. London: Tavistock; New York:
Basic Books; Pelican paperback, 1970.
741. Vincke, Philippe. 1992, Multicriteria decision-aid. l80pp. Wiley.
742. Vogel, Ursula; Maron, Michael, ed. 1991, The frontiers of citizenship. 200pp., list of tabs.
Macmillan.
743. Waddington, C. H. (1977) Toolsfor Thought, London: Jonathan Cape
744. Waddington, Conrad H. (1975) The Evolution of an Evolutionist. Edinburgh: Edingburgh
University Press; Ithaca, N.Y.: Cornell University Press.
745. Waldrop, M. Mitchell, 1992, Complexity. The Emerging Science at the Edge of Order and
Chaos, Viking (Penguin Books London).
746. Walter, Ingo. 1985, Secret Money. (London: George Allen & Unwin.)
747. Wallerstein, I.; Balibar, E. Race, 1991, Nation, Class: Ambiguous Identities. 300pp. Verso.
748. Watson, J .D. (1968) The Double Helix London: Weidenfeld & Nicolson
749. Weinberg, Steven (1977) The First Three Minutes: A Modern View of the Origin of the
Universe. New York: Basic Books.
750. Werner, Jonathan. (1986). Planet Earth. New York: Bantam Books.
751. Weizsäcker, Carl Friedrich von (1974) “Evolution und Entropiewachstum”, in: Weizsäcker,
Ernst von, ed. (1974)
752. Weizs¡cker, Christine U. von (1975) “Die unweltfreundliche Emanzipation” , in:
Humanökologie (Int. Tagung für Humanökologie), Vienna: Georgi.
753. Whitehead, Alfred North (1969) Process and Realiiy. New York: Free Press.
754. Whitehead, Alfred North. 1958, The Function of Reason. (Boston: Beacon Press.)
755. Wiarda, Howard J. 1985, Ethnocentrism in Foreign Policy. (Washington, D.C.: American
Enterprise Institute for Public Policy Research.)
756. Wiener, N. (1948) Cybernetics Cambridge, Mass.: MIT Press, and New York: J.Wiley
(enlarged edition 1961)
757. Wiener, N. (1950) The Human Use of Human Beings Boston: Houghton Mifflin
758. Wilmsen, Edwin N., ed. We Are Here: Politics of Aboriginal Land Tenure. 222pp. 1990,
California U.P.
759. Wilson, Edward 0. (1975) Sociobiology: The New Synthesis. Cambridge, Mass.: Belknap
Press of Harvard University.
760. Wilson, Edward 0. (1978) On Human Nature. Cambridge, Mass.: Harvard University Press.
761. Wing, R. L. 1986, The Tao of Power. (Garden City, N.Y.: Doubleday.)
762. Winograd, T. and F. Flores. 1986. Understanding Computers and Cognition: A New
Foundation for Design. New Jersey: Ablex Press.
763. Winograd, Terry , and Fernando flores. 1986, Understanding Computers and Cognition.
(Reading, Mass.: Addison-Wesley.)
764. Wittgenstein, Ludwig (1922). Tractatus Logico-Philosophicus. London: Routledge and
Kegan Paul.
765. Wolferen, Karl van. 1989, The Enigma of Japanese Power. (New York: Alfred A. Knopf.)
766. Woodcock, Alexander and Davis Monte. 1985. Catastrophe Theory. Penguin Books.
767. Wright, Roban. 1985, Sacred Rage. (New York: linden Press.)
768. Yallop, David A. 1984, In God’s Name. (New York: Bantam Books.)
769. Yoshino, M. Y., and Thomas B. Lifson. 1986, The Invisible Link. (Cambridge, Mass.: M.I.T.
Press.)
770. Young, J. Z. 1988, Phiosophy And The Brain. 233pp. Oxford U.P.
771. Young, R. M. (1985). Darwin’s Metaphor, Cambridge University Press, Cambridge.
772. Yuasa, Y. 1987. The Body: Toward an Eastern Mind-Body Theory. Trans. Nagatomi
Shigenors and T. P. Kasulis. Albany: State University of New York Press.
773. Zagare, Frank C. Game Theory. Quantitative Applications in the Social Sciences - University
Papers. 88pp. Date not set. Sage.
774. Zahar, E., Einstein’s Revolution: a Study in Heuristic. 4l6pp. 1989, Open Court.
775. Zajonc, Arthur G. 1991, Light and Cognition in Gaia 2. Edit by Thompson William, 1.
776. Zeeman, E. Christopher (1977) Catastrophe Theory: Selected Papers 1972-1977. Reading,
Mass, London and Amsterdam: Addison-Wesley.
777. Zeki, 5. 1983. Color coding in the cerebral cortex: The reaction of cells in monkey visual
cortex to wavelengths and colors. Neuroscience 9:741.765.
778. Zeleny, Milan (1977) “Self-organization of living systems”, In: Journal of General Systems, 4,
13-28.
779. Zeleny, Milan and Pierre, Norbert A. (1976) “Simulation of self-renewing systems”, in: Jantsch
and Waddington, eds. (1976).
780. Zhabotinsky, A.M. (1974) Self Oscillating Concentrations. Moscow: Nauka.
781. Zohar, Danah and Marshallan, 1993, The Quantum Society, Printed in England by Clays Ltd.
782. Zohar, Danah, 1991, The Quantum Self, Printed and bound in Great Britain by Harper Collins
Book Manufacturing, Glasgow.
783. Zukav, Gary (1979). The Dancing Wu Li Masters: An Overview of the New Physics. New
York: William Morrow.
ÍNDICE DE MATERIAS

A Campo 20, 21, 37, 53, 62, 69, 70, 77, 84, 114,
Adaptación 102, 103, 106, 107, 110, 114, 122, 131, 137, 139, 143, 157, 161, 164,
146, 208, 209, 252, 253, 258, 265 167, 169, 171, 178, 180, 207, 231,
ADN 36, 37, 119, 159, 310, 314, 317, 320, 233, 235, 237, 249, 276, 279, 292,
325, 330 293, 296, 313, 320, 322, 340
Algedónico 310 Campo Mórfico 313, 314, 325, 331, 332
Algoritmo 311, 319 Campo Morfogenético 313
Altruismo 31, 33, 111, 201, 207, 211, 212, Caos 28, 30, 75, 78, 86, 90, 91, 92, 106, 115,
213, 218, 223, 268, 296, 297 195, 205, 228, 232, 233, 234, 236,
Allele 311, 314 240, 261, 312, 313, 322
Anagénesis 99, 105,107, 108, 110, 111, 112, Caos, Teoría del 92, 313
114, 118, 120, 121, 122, 124, 126 Catástrofe, Teoría de 326, 326
Analógico 311 Cerebro, evolución del 122
Anastomósico 311 Cibernética 11, 28, 34, 38, 39, 79, 80, 83, 84,
Antroposemiosis 172 97, 129, 150, 155, 156, 206, 256,
Aristo 70, 82, 315 259, 313, 327, 333
Atavismo 311 Coevolución 106, 107, 114, 122, 123, 178,
Atomismo 311, 323, 331 187, 222, 258, 259, 274, 314
Átomo 191, 252, 253, 274, 281, 311, 331, 335 Cognición 2, 9, 10, 12, 20, 21, 36, 42, 49, 61,
Atractor 75, 91, 92, 95, 157, 227, 264, 311, 73, 84, 99, 106, 115, 129, 134, 135,
313 136, 137, 139, 141, 142, 143, 144,
Autómata 80, 152, 157 145, 146, 147, 148, 150, 151, 152,
Automática 150, 259, 292 153, 154, 155, 158, 159, 160, 161,
Autonomía 63, 83, 99, 101, 106, 112, 122, 162, 163, 169, 180, 181, 182, 216,
123, 124, 249, 267 233, 234, 238, 242, 294, 295, 296,
Autopoiesis 28, 30, 31, 38, 73, 75, 81, 86, 90, 320, 323, 324, 329, 330, 333, 336
105, 109, 139,142, 174, 178, 191, Complejidad 9, 21, 37, 39, 41, 56, 72, 73, 75,
192, 194, 195, 218, 232, 233, 236, 80, 81, 83, 86, 87, 88, 89, 97, 101,
254, 259, 262, 265, 299, 326, 327, 107, 109, 110, 115, 121, 142, 145,
332, 338, 343 151, 156, 158, 174, 186, 191, 193,
Azar 35, 62, 73, 80, 88, 89, 106, 113, 114, 194, 195, 196, 198, 199, 200, 215,
208, 282, 296, 312, 325, 326 216, 221, 222, 228, 230, 232, 234,
235, 236, 237, 252, 266, 290, 299,
B 300, 313, 318, 319, 327, 328, 333,
Bifurcación 32, 75, 80, 86, 88, 92, 106, 192, 334, 337, 338, 343
194, 196, 227, 228, 225, 230, 312, Complementariedad 99, 106, 113, 114, 125,
313, 322, 327, 332 140, 143, 312
Biósfera 1, 2, 17, 23, 41, 107, 170, 188, 190, Computador 12, 39, 152, 158, 164, 191, 232,
191, 197, 222, 223, 236, 237, 238, 234, 243, 330
241, 248, 251, 258, 259, 260, 264, Creado 74, 126, 314
265, 268, 269, 270, 281, 327, 338, Cristianismo 212, 214
339, 340, 341, 343 Cromosomas 314, 317
Bootstrap 110
Budismo 102 D
Budismo Tibetano 127 Digital 10, 11, 152, 153, 311, 314
Dominancia 314
C Dualismo 38, 66, 67, 68, 147, 150, 203, 278,
Cambio Paradigmático 38, 312, 328 280, 314, 321, 324
275, 277, 282, 285, 287, 288, 289,
E 291, 292, 294, 295, 298, 301, 302,
Ecología 55, 57, 93, 96, 152, 225, 232, 235, 303
236, 238, 240, 242, 254, 267 Futuro, imagen de 220
Ecológico, nicho 86, 193 Fusión Nuclear 118
Econométricos, modelos 267
Ecosistema 17, 18, 41, 57, 104, 105, 110, 114, G
116, 121, 126, 186, 190, 248, 266, Gaia 18, 22, 23, 25, 41, 107, 225, 234, 236,
277, 290, 291, 327, 335 242, 245, 248, 249, 252, 254, 257,
Eidética 314 258, 259, 260, 261, 264, 265, 267,
Endosimbiosis 124, 125 268, 269, 291, 340
Energía 40, 53, 64, 69, 79, 81, 88, 89, 90, 91, Gene 36, 241, 311, 314, 317
93, 97, 104, 105, 112, 115, 116, Genética 36, 119, 148, 150, 157, 215, 241,
117, 118, 119, 120, 121, 141, 156, 310, 314, 317, 318, 320, 321, 322,
194, 196, 199, 200, 206, 208, 212, 325
215, 218, 223, 240, 256, 274, 279, Genotipo 37, 119, 316, 317
313, 315, 323 Geometría 2, 10, 16, 18, 21, 28, 30, 31, 32, 38,
Entelequia 82, 315, 330, 336 44, 45, 51, 52, 53, 70, 77, 129, 138,
Entropía 79, 83, 89, 105, 112, 115, 117, 205, 139, 140, 203, 225, 228, 229, 231,
240, 315, 326 232, 233, 234, 236, 237, 240, 253,
Enzimas 111, 242, 320, 330 256, 260, 261, 262, 297, 312
Epigenealógico 99, 106, 115, 110, 114, 115, Geometría Conductal 3, 20, 22, 30, 31, 33,
116, 117, 118, 119, 120 72, 114, 138, 232
Epigenético 114, 119, 126, 296 Gestalt 318
Epistemología 2, 34, 45, 59, 66, 70, 73, 96, Global 16, 17, 30, 56, 94, 125, 143, 156, 210,
134, 139, 143, 147, 150, 152, 153, 228, 237, 239, 240, 248, 250, 253,
177, 180, 201, 203, 279, 315, 320, 264, 266, 269, 270, 289, 299, 301,
323 306, 333, 337
Evolución 185, 186, 187, 188, 189, 190, 191, Globalización 330, 338, 341
193, 195, 196, 197, 198, 199, 208,
210, 213, 217, 223, 224, 225, 229, H
230, 232, 238, 255, 258, 260, 271, Hábito 15, 207, 289, 318, 339
274, 294, 296, 297, 298 Herencia 20, 36, 115, 129, 131, 133, 140, 174,
215, 242, 243, 297, 310, 316, 317,
F 318, 322, 324
Feedback 36, 316 Herencia Lamarckiana 322, 326
Fenocopia 316 Herencia Mendeliana 318, 326
Fenotipo 37, 119, 316, 317 Hermética 131
Filogenia 99, 104, 105, 106, 108, 110, 111, Heurístico 186, 319
112, 114, 116, 118, 119, 120, 121, Hiperciclo 86, 109, 111, 117, 124, 192, 194,
122, 124, 126, 297, 317, 330 326
Fisicalismo 317 Holismo 82, 123, 197, 319, 327, 331, 332,
Fisión 104,118 334, 336
Fisión nuclear 118 Holografía 319, 322
Fitosemiosis 176 Holograma 157, 319, 331
Flexibilidad 55, 114, 118, 122, 126, 188, 335 Holón 319, 325
Forma 170, 172, 173, 176, 180, 181, 182, 190, Homeóstasis 259, 319, 320, 335
191, 192, 193, 196, 197, 198, 203, Homología 101, 231, 297, 320, 330
204, 210, 211, 212, 219, 220, 222,
228, 231, 233, 235, 238, 240, 243, I
248, 249, 251, 255, 256, 257, 260, Idea 1, 35, 38, 44, 49, 62, 63, 78, 98, 132, 135,
261, 264, 267, 268, 269, 270, 273, 137, 141, 142, 153, 160, 161, 162,
200, 205, 209, 215, 220, 243, 294, Lenguaje 10, 18, 20, 49, 74, 94, 129, 133, 135,
317, 320, 321 138, 139, 153, 156, 157, 161, 164,
Ideología 18, 22, 31, 94, 126, 167, 173, 179, 169, 171, 172, 176, 191, 215, 216,
180, 194, 195, 208, 209, 212, 220, 225, 228, 229, 231, 236, 239, 243,
225, 227, 230, 231, 236, 238, 241, 253, 267, 320, 321, 324, 328, 333
242, 243, 249, 251, 254, 279, 297 Lineal 9, 12, 13, 31, 33, 36, 155, 157, 186,
Implosión 240, 320 197, 228, 229, 322, 329, 337, 339
Incertidumbre 2l, 38, 64, 79, 88, 98, 140, 206,
232, 233, 255, 277, 284, 320 M
Indeterminación 29, 30,69, 80, 98, 99, 106, Materia 3, 37, 40, 41, 42, 43, 53, 62, 67, 69,
125, 126, 196, 233, 262, 320 79, 81, 87, 88, 90, 93, 102, 103,
Inestabilidad 34, 75, 79, 80, 87, 90, 96, 113, 104, 106, 107, 115, 116, 116, 127,
114, 125, 194, 195, 259 131, 132, 140, 141, 142, 149, 170,
Información 2, 3, 8, 9, 11, 12, 13, 16, 18, 20, 196, 197, 209, 214, 236, 239, 252,
33, 36, 57, 64, 79, 83, 87, 96, 104, 253, 255, 265, 278, 281, 282, 284,
111, 115, 116, 118, 119, 120, 121, 288, 296, 302, 311, 313, 314, 316,
124, 137, 141, 147, 151, 154, 155, 321, 323, 324, 326, 328, 331, 332,
157, 164, 187, 192, 195, 196, 206, 333, 338, 340, 341, 342, 343
321, 228, 234, 237, 241, 248, 263, Materialismo 29, 174, 181, 209, 210, 232,
268, 282, 288, 289, 291, 292, 293, 314, 317, 323, 324, 331
294, 298, 300, 302, 304, 306, 309, Mecánica 32, 45, 53, 62, 64, 65, 80, 82, 97,
313, 317, 321, 326, 333, 337, 339, 108, 125, 132, 133, 153, 315, 323,
340 334
Input 79, 316, 321, 328, 335 Meditación 127, 145, 231
Integracionismo 286, 321 Memoria 11, 19, 31, 99, 101, 106, 115, 119,
Inteligencia 7, 8, 10, 11, 12, 34, 61, 129, 141, 120, 121, 140, 157, 288, 295, 313,
142, 143, 148, 151, 153, 154, 155, 323, 324, 337
157, 158, 159, 160, 163, 164, 181, Mene 324
217, 237, 238, 256, 293, 294, 299, Mente 10, 18, 32, 35, 42, 64, 67, 69, 108, 109,
324, 332, 334 114, 126, 134, 135, 137, 139, 140,
Inteligencia Artificial 8, 10, 11, 34, 129, 143, 141, 142, 143, 144, 145, 146, 147,
151, 153, 154, 155, 157, 158, 159, 150, 152, 153, 154, 156, 179, 210,
160, 164, 181, 237, 238, 299, 324, 217, 223, 230, 233, 235, 240, 250,
332, 334 257, 262, 268, 290, 293, 294, 295,
Interaccionismo 321 314, 317, 323, 324
Interconexiones 9, 38, 155, 265, 321, 329 Metabolismo 101, 112, 159
Interdisciplina 39 Metaestabilidad 99, 106, 113, 122
Intereses 254, 296, 322 Metalenguaje 324
Interfase 8, 50, 102, 113, 137, 145, 149, 162, Metalógica 324
163, 180, 188, 190, 197, 204, 210, Metasistema 324
213, 216, 232, 233, 240, 249, 258, Mística 131
300, 321, 335, 340, 341, 342, 343, Molécula 40, 98, 101, 105, 107,114, 115, 116,
344 117, 124, 191, 208, 268, 310, 324,
Introyectar 251, 322 327, 330, 331, 335
Irreversibilidad 74, 86, 99, 106, 107, 112, 179, Morfogénesis 74, 86, 113, 114, 234, 313, 325
196, 259, 334 Multinodos 325
Irreversible 298 Mutación 5, 11, 36, 105, 109, 143, 147, 180,
193, 257, 325
L Mutación Homeótica 325
Lamarckiano 322
Láser 93, 95, 97, 157, 319, 322 N
Nanociencia 325
Naturaleza 2, 17, 30, 34, 35, 39, 41, 42, 45, Pensamiento Sistémico 75, 81, 83, 85, 98,
52, 54, 62, 63, 64, 66, 68, 69, 70, 214, 286, 329
71, 72, 74, 82, 95, 97, 109, 116, Percepción Mecanicista 69, 329
131, 132, 133, 138, 140, 143, 147, Percepción Orgánica 329
149, 158, 160, 167, 169, 170, 172, Pitagorismo 329
173, 174, 175, 176, 177, 178, 183, Platonismo 329
190, 191, 193, 196, 198, 199, 204, Preformación 315, 316, 329
207, 209, 210, 213, 215, 216, 217, Proceso de Globalización 330
222, 248, 252, 259, 263, 268, 273, Proceso Exponencial 39, 330
288, 302, 312, 313, 318, 326 Procronismo 330
Negentropía 315, 326 Programa Genético 330
Neodarwinismo 143, 316, 317, 326, 331 Programa Sistémico 330
Neologismo 5, 13, 15, 159, 309, 310, 316, Proteína 111, 159, 317, 330
318, 317, 325, 326, 335
Nodo 13, 14, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 25, 27, 31, R
47, 49, 58, 59, 61, 64, 70, 71, 72, Reduccionismo 1, 15, 22, 25, 44, 55, 63, 66,
75, 77, 99, 101, 125, 129, 131, 139, 70, 82, 83, 85, 102, 178, 181, 201,
142, 161, 167, 169, 180, 183, 185, 204, 207, 215, 237, 242, 281, 286,
188, 191, 194, 201, 203, 204, 210, 319, 321, 323, 329, 331
225, 227, 232, 245, 247, 254, 262, Regulación 122, 132, 209, 259, 323, 324, 331
266, 267, 296, 271, 273, 307, 309, Religión 25, 42, 45, 49, 50, 94, 195, 231, 267,
310, 313, 315, 316, 317, 325, 324, 279
326, 327, 329, 330, 332, 336, 337, Resonancia Mórfica 313, 318, 319, 323, 331
338 Retículo 332
Nooética 49, 170, 186, 225, 239, 240, 270, Rotura de Simetría 75, 95, 96, 107, 108, 262,
310, 327, 338, 339, 343, 344 332
Noósfera 1, 23, 170, 188, 189, 222, 223, 224,
241, 310, 327, 333, 338, 339, 340, S
343, 344 Semiología 170, 171, 172
Semiótica 5, 15, 20, 25, 28, 34, 75, 87, 142,
O 167, 169, 170, 171, 172, 173, 174,
Ontogenia 99, 104, 105, 106, 108, 109, 111, 175, 176, 177, 178, 180, 181, 216,
112, 114, 116, 117, 119, 120, 124, 234, 254, 262, 275, 309, 334
125, 163, 188, 330, 327 Simbiosis 99, 106, 123, 124, 332
Organicismo 323, 327, 329, 336 Sinapsis 275, 332
Output 316, 328, 335 Sistema 17, 19, 22, 36, 41, 43, 55, 56, 57, 67,
71, 72, 75, 78, 79, 81, 83, 84, 86,
P 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 97,
Paideia 271, 293, 296 98, 101, 118, 156, 157, 158, 159,
Paradigma 8, 15, 16, 19, 20, 21, 22, 33, 38, 161, 165, 176, 179, 186, 188, 190,
41, 43, 66, 70, 72, 73, 75, 78, 80, 191, 192, 195, 199, 217, 218, 221,
86, 97, 99, 101, 102, 103, 105, 106, 230, 231, 232, 241, 253, 254, 255,
108, 114, 126, 147, 151, 159, 169, 256, 258, 259, 260, 263, 264, 269,
174, 178, 181, 182, 220, 237, 238, 271, 275, 276, 280, 282, 284, 285,
240, 242, 249, 252, 254, 269, 277, 286, 288, 289, 290, 291, 292, 293,
278, 281, 285, 289, 296, 299, 309, 297, 298,301, 302, 303, 304, 305,
310, 312, 327, 328, 329, 330, 331, 311, 312, 314, 315, 316, 319, 320,
332, 334, 336, 337, 338, 339 321, 323, 324, 325, 326, 327, 328,
Paradigma Holístico 38, 328 329, 332, 334, 335, 336, 337, 339,
Paradoja 64, 87, 212, 277, 297, 328 340
Parallax 328, 329 Sociedad de Conocimiento 299, 300, 301, 303,
Partícula 37, 65, 87, 140, 231, 268, 318, 321 332
Sociobiología 111, 209, 210 Transdisciplinaria 14, 20, 180
Sociocultural, proceso 186 Transductor 335
Sociósfera 7, 21, 170, 186, 188, 191, 221, 222, Transferencia de Funciones 335
223, 237, 251, 265, 298, 327, 338, Transformación Semiótica 334
339, 342, 343 Transparencia Comunicacional 305, 334
Somático 36, 333 Turbulencia 92, 234

T U
Taoísmo 102, 188, 213 Ultraestabilidad 335
Tecnósfera 1, 7, 21, 57, 188, 191, 222, 224, Unidades Mórficas 313, 319, 327, 335
237, 241, 248, 249, 264, 265, 298, Utopía 212
327, 338, 340, 343
Teleología 82, 333, 334 V
Teleonomía 333 Valores, teoría de 58
Teoría de la Información 33, 79, 206, 216, Variancia 335
268, 321, 333 Visión Globalizadora 336
Teoría de Sistema 83, 232, 334 Vitalismo 81, 83, 210, 315, 336
Teoría Mecanicista 328, 331, 334, 336
Termodinámica 74, 78, 80, 86, 88, 89, 97, Z
205, 208, 243, 315, 334 Zoosemiósis 336
Tipos Lógicos 335
ÍNDICE DE AUTORES

A Habermas 215
Abraham 74, 80, 234, 261 Hans 315
Anderson 172 Hawking 72, 334
Amold 193 Heidegger 30, 172, 204
Ashby 80, 84, 155 Heisenberg 29
Ho 36, 37, 40, 64, 207
B Hofstadter 144
Bacon 52, 61, 198, 279 Holland 164
Barzun 209 HolImg 56, 57
Bateson 20, 109, 187, 235
Berlinski 85 J
Bertalanffy 20, 80, 81, 83 Jackendoff 145
Bohm 29, 37, 62,74 Jameson 149
Bouldmg 20, 80, 83, 84, 85, 86, 87, 179, 213, Jantsch 20, 58, 74, 101, 107, 108, 109, 111,
219, 235, 284, 290 112, 122, 126, 127, 142, 188, 235, 257, 299
Brian 252 Johnson 231, 262
Burke 247 Jung 63, 101, 138, 211

C K
Campbell 227 Kafatos 69, 189
Capra 189 Katcbalsky 29, 80
Klir 84
CH Koestler 319
Chapman 83 Konrad 135, 136
Koyré 50, 138, 143, 203, 204
D Kuhb 328
Dawkins 333 Kuhn 70, 138
Deely 172, 175
Dennett 144 L
Drucker 301 Laszlo 101,235
Lessing 285
E Lock 170
Eco 10, 172 Lorenz 81,92
Eigen 109, 111, 124 Lovelock 37, 107, 235, 238, 241, 257, 258,
Einstein 29, 53, 79, 149, 206, 229, 232, 235, 260
277 Luhmann 215
Eliade 114
M
F MacLean 123
Freeman 101 Margulis 124, 238, 241, 257, 258
Maruyama 57
G Maturana 20, 30, 73, 80, 91, 105, 109, 134,
Gardner 151, 153 139, 144, 175, 185, 211, 227, 232, 235, 253,
Gleick 92 266, 295, 298
Granovetter 188 McCulloch 150, 152
Guenther 127 Minsky 152

H N
Needham 188, 213 Smuts 83, 123, 197, 328
Newton 1, 9, 32, 34, 35, 45, 46, 49, 52, 53, 59,
61, 62, 67, 82, 87, 132, 198, 216, 229, 230, T
261, 265, 279, 323 Taylor 92
Nicolis 106, 122, 125 Teilhard 78, 189, 205
Noyes 124 Thom 35, 61, 74, 80, 91, 138, 234, 261, 311
Thomas 123
O Thompson 263
Oyama 165
V
P Varela 30, 73, 80, 91, 105, 109, 139, 151, 158,
Piaget 137, 150, 293, 294, 295 159, 163, 185, 231, 232, 253, 295, 298
Popp 39, 40, 64, 84, 239, 298 Vickers 216
Prigogine 20, 29, 56, 57, 74, 80, 88, 106, 107,
113, 122, 125, 155, 185, 203, 213, 232 W
Putnam 154 Waddington 74, 11, 114, 119, 122, 126
Waldrop 156, 157, 164, 252
R Weinberg 108
Rapaport 80, 83 Weizslcker 106, 115, 117, 125
Russell 38 Wiener 80, 83, 150
Wilson 210
S
Saunders 36 Y
Schródinger 79, 83, 206 Young 208, 324
Schuster 109, 111, 124
Searle 153 Z
Sebeok 176, 177 Zeeman 74, 80, 261
Sheldrake 39, 232, 250, 297, 318, 323 Zohar 189
Skinner 283

También podría gustarte