Tomar como base para mi opinin el captulo 9 de Hebreos.
Ahora bien, en esta carta la sangre derramada por Jesucristo es de especial significado. Este se asocia, principalmente, al precio pagado para remisin (perdn) o purificacin del pecado del hombre. La mayora de las veces se contrasta el acto ceremonial de purificacin del AT. con la obra perfecta de Cristo, teniendo esta ltima un valor mayor y permanente.
Lo que digo es que en el A.T. la sangre de machos cabros y becerros y las cenizas de una becerra eran utilizadas para purificar externamente a un pecador. (Heb. 9:13-14). La sangre de Cristo limpia la conciencia del pecador para hacer de l un siervo obediente a Dios. El pecado es, incuestionablemente, un asunto interno que procede del corazn del hombre (Mr. 7:2122). Aunque la sangre de los animales serva en cierto sentido la misma funcin que la de la sangre de Cristo, el contraste introducido por el cunto ms (Heb. 9:14) es tan inmenso que no podemos hablar de una comparacin. La sangre de Cristo es el agente que purifica la conciencia del hombre, que separa de los actos que llevan a la muerte, y que hace al hombre dispuesto y deseoso de servir a Dios. La sangre de Cristo limpia al hombre de pecado. Llama, especialmente, la atencin el pasaje de Hebreos 9:16-22 donde el escritor plantea que el derramamiento de sangre lleva a la muerte y a la remisin del pecado. En los versculos 1822 la palabra sangre aparece seis veces. Debido a esta repeticin, ella recibe el nfasis en esta seccin. En el mismo se rememora el da de la expiacin del A.T. y luego en los vv. 23-28 se menciona que estos sacrificios eran figuras terrenales de las realidades celestiales, para entonces presentar el ofrecimiento de Cristo como el mejor sacrificio, suficiente y satisfactorio (v.26).