Está en la página 1de 1

La dobl, colocndola de modo que estaba a travs de su regazo,

con la cabeza hacia el suelo. Pas su pierna sobre la parte


posterior de sus rodillas y luego frot su mano sobre sus nalgas.

Ella se estremeci y l se ri entre dientes suavemente. Le
gustaba sacar su placer. Jugar con ella sin piedad. Era duro. No
haba dudas en eso. Era implacable, incluso. Pero era justo, y un
amante generoso. l saba lo que le gustaba a ella y nunca
dudaba en darle lo que necesitaba.

También podría gustarte