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LA VIRGENCITA DE GUADALUPE, A PROPÓSITO DEL

BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE
MÉXICO
UNA OPINIÓN PERSONAL ACERCA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE, UTILIZADA
POR MIGUEL HIDALGO, COMO SÍMBOLO QUE IMPULSÓ EL MOVIMIENTO
INDEPENDENTISTA

Todos los mexicanos o la mayoría de nosotros sabemos qué función tuvo la imagen de
la Virgen de Guadalupe, en aquel proceso que inició Don Miguel Hidalgo y Costilla. Se
sabe o se presupone la importancia que este símbolo tuvo en aquella época. Y que ha
quedado en la memoria de muchos de nosotros. Por ser un hecho de los más
conocidos y así también por formar parte de esa construcción de la historia de nuestro
país: México.

En este ensayo intentaré describir, bajo propios criterios la importancia que tuvo
la Virgen de Guadalupe como símbolo de un movimiento que encabezó, nada más y
nada menos que Miguel Hidalgo y Costilla, denominado por ésa razón el “Padre de la
patria”.

¿En dónde se encuentra el punto crucial que favorece a la Nueva España para
pensar en una independencia?. Esto se presenta en las Abdicaciones de Bayona,
según lo dijo el historiador François-Xavier Guerra.

En 1808, cuando Napoleón Bonaparte en pleno apogeo del poder francés, invade
España con el pretexto de pasar por ese territorio en camino de doblegar a Portugal,
introduce sus tropas personándose con su ejército y ocupando Madrid. La resistencia,
que los españoles opusieron al invasor, culminó en una revolución. En ese entonces
las Cortes (podríamos decir, el Parlamento Español, válgase la expresión) se
reunieron en lo que dio en llamarse Junta Central, y estableció una Constitución.

François-Xavier Guerra nos indica que durante la invasión Napoleónica en


España, se realizaron las abdicaciones denominadas de Bayona, porque bajo la
presión de Napoleón, Fernando VII abdicó primero en su padre Carlos IV y éste tuvo
que abdicar en Napoleón, que a su vez deja la corona a su hermano José Bonaparte.
François-Xavier Guerra continúa diciendo al respecto:

El primero de estos acontecimientos, el que marca una definitiva a todo el mundo


hispánico, son las abdicaciones de Bayona de finales de mayo de 1808 por las
que la Corona de España pasa de los Borbones españoles a José Bonaparte. Los
acontecimientos posteriores son conocidos [en España]: a medida que llegaba a
las provincias españolas [...] los levantamientos contra los franceses y la
formación de juntas insurreccionales en el nombre de la fidelidad a Fernando VII.1

En América se sigue con un desarrollo ideológico semejante al de la Península.


En un principio se presenta un desconcierto: la abdicación de Fernando VII propicia
una ausencia legítima de poder en la Nueva España, entonces el gobierno recae en las
audiencias, ayuntamientos y en la soberanía del pueblo. 2 Y para mantener el gobierno
con la ausencia del rey, se crea una junta general y se jura a favor de Fernando VII.

Hay una postura muy clara en todos estos acontecimientos; la fidelidad, sea como
fuere de los habitantes de las Américas – como se autodenominan ellos mismos – que
se le tenía a Fernando VII, aunque las noticias de España hacia la Nueva España
fueran muy tardías. Sin lugar a duda, conforme iban transcurriendo los días, y
Fernando VII seguía cautivo, los habitantes de la Nueva España se encontraban en
total incertidumbre.

Sin embargo, y aquí es donde entra en escena histórica Don Miguel Hidalgo,
muchos de los criollos desde 1807 y más profundamente en 1808–1810 pensaron en la
posibilidad que tenía la Nueva España para hacerse independiente. Hubo todas la
posibilidades; tanto económicas y políticas, aspectos ideológico, coyunturales, de poder
de decisión, etc. No sabemos o no está bien estudiado, si por causas del
descubrimiento de las conspiraciones, que ya se llevaban a cabo desde hacía mucho
tiempo. Una de ellas, las que relatan los libros de historia patria, fue la de Querétaro la
más importante de ellas por el hecho de cómo se llevó a cabo y de las personalidades
de gran envergadura que se reunían; Miguel Hidalgo, Abasolo, Allende, el matrimonio
Ortiz de Domínguez, corregidores de Querétaro, entre otros. Se llegó a realizar
conversaciones de la terrible situación por la que atravesaba la Nueva España, no sólo
por los efectos de la invasión Napoleónica, sino por el estado de incertidumbre de los
habitantes.

Finalmente, nuestro cura, una vez descubierta la conspiración, se anticipó a la


fecha pactada en un principio, esta era el 8 de Diciembre pero “la noche del 15 del
septiembre en la villa de Dolores, de la que era párroco, llama en su auxilio a todo el
pueblo, libera a los presos y se hace de las armas de la pequeña guarnición local”.3 Y
de esta manera se inicia el movimiento independentista a quien algunos historiadores
llaman Revolución popular de Independencia.

¿Miguel Hidalgo hizo lo propio? No lo sé, Pero se realizó de alguna u otra forma.
Lo más importante para nuestro ensayo, no es el momento en que se ejecutó, ni
tampoco como se realizó, sino el papel que jugó la imagen de la Virgen de Guadalupe
1
François-Xavier Guerra. Modernidad e independencia. Ensayos sobre las revoluciones. Fondo de Cultura
Económica. 118.
2
Entendiéndose, la palabra pueblo, en el sentido del concepto de esa época: el pueblo son los elementos de
gobierno, rey, audiencia, ayuntamiento, etc.
3
Luis Villoro lo menciona en el capítulo: La revolución de independencia en la obra preparada por el centro de
estudios Históricos. Historia general de México, Colegio de México, p. 613.
en el momento mismo del aquel 16 de septiembre cuando persuadiendo a los
habitantes del pueblo de Dolores éstos se apoyaron en el movimiento de lucha por la
Independencia. Así mismo es importante destacar la reflexión que se obtiene sobre el
poder de convocatoria, que en esos momentos tuvo el cura Hidalgo, con el uso de esta
imagen, plasmada en el estandarte que agitó con vehemencia en ese día histórico.

¿Pero cuándo surge la Virgen de Guadalupe? Las primeras apariciones de la


Virgen de Guadalupe, desde el punto de vista de la historiografía, se remonta hasta
principios de diciembre del año de 1517, y como todo guadalupano sabe, aquella
narración que se cuenta de los padres a hijos de generación en generación que hubo
cinco apariciones de la Virgen de Guadalupe. Existió, sin que esto se haya comprobado
aún, un indio llamado Juan Diego, que se trasladaba al colegio de Tlatelolco para
recibir adoctrinamiento, tenía que pasar por un camino, en las faldas de un cerrito
denominado el Tepeyac (actualmente conserva el mismo nombre). Se realizó la
primera aparición de la Virgen, ella le habló, le encomendó que él sería el medio por el
cual le comunicaría al santo Obispo D. Juan de Zumárraga, le construyera un templo
donde se le venerará por ser la madre de Dios. Allí mismo en el cerro del Tepeyac. La
narración es más amplia y profunda, aquí sólo nos referimos utilizando criterios
históricos y sin alusiones a persona alguna.

Enrique Florescano cita a Francisco de la Maza, quien fue el primero en descubrir


una de las obras dedicada a las apariciones de la Virgen de Guadalupe. Así mismo,
dice Florescano, la Virgen de Guadalupe es el primer gran símbolo unificador de los
nacidos en estas tierras llamadas Nueva España y que ahora se le denomina
República mexicana.4 De esta manera culmino mi escrito. Estamos de acuerdo con lo
dicho por Florescano. ¿Qué hubiera sido en este lugar de América sin este símbolo, en
el pasado y aún en la actualidad?¡Sólo la reflexión personal de cada mexicano lo
responderá! Nuestra postura es eminentemente histórica.

Por el Prof. JOEL NEGRETE HERNÁNDEZ


2009.

4
Enrique Florescano, Memoria mexicana, Fondo de Cultura Económica, pp. 398- 406.

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