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7 Decisiones para tener xito.

Del Libro El Regalo del Viajero Autor: Andy Andrews info@AndyAndrews.com 1 era. 2 da. 3 era. 4 ta. 5 ta. 6 ta. 7 ma. Nelson Pocket MOTIVACIN

Asumo la responsabilidad de mi pasado. Soy responsable de mi pasado y mi futuro. Buscar la sabidura. Ser siervo de otros. Soy una persona de accin. Aprovecho el momento. Decido ahora. Tengo un corazn decidido. Mi destino est asegurado. Hoy decidir ser feliz. Soy el poseedor de un espritu agradecido. Saludar este da con un espritu de perdn. Me perdonar a mi mismo. Perseverar sin hacer excepciones. Soy una persona de mucha fe.

Dios nos cuida, y nos gua por medio de su hijo Jesucristo por lo que Nunca habr una razn para perder la fe. El futuro, segn lo escojas, es tuyo. Pero ten en consideracin que el tuyo es un futuro de tu eleccin. Nuestro Creador te ha concedido el gran poder de la sabidura contenida en las Siete Decisiones. Pero Nuestro Creador tambin te concede libre albedro. Si decides no integrar esta sabidura en tu vida, si decides pasar por alto este poder, el futuro se perder para siempre. La Razn y la Fe. A todos los hombres los gua la Fe o el Temor, uno o el otro, porque en un sentido ambos son iguales. Tener Fe o tener Temor es esperar un acontecimiento que no ha ocurrido o la creencia en algo que no puede tocarse o verse. Un hombre temeroso vive siempre al borde de la locura. Un hombre de Fe vive en una perpetua recompensa. Tener Fe es creer lo que uno no ha visto. La Recompensa de la Fe es ver lo que uno ha credo. El Razonamiento nunca da cabida a milagros; la Fe produce milagros. Y en una comparacin final, la Fe es una gua ms slida que el razonamiento, el cual slo se puede extender hasta cierto punto, pero la fe no tiene lmites. El nico lmite de tus logros de maana es la duda a la que te aferras hoy. La Razn tiene lmite. Y no mueve montaas. La Fe no tiene lmite. Y mueve montaas.

En una gran obra, algo contina. En grandes campos, algo queda. Las formas cambian y pasan, los cuerpos desaparecen, pero los espritus tardan en marcharse mientras consagran un terreno para la visin del alma. Hombres y mujeres reverentes desde tierras distantes. Generaciones que no nos conocen, ni nosotros a ellas, vendrn aqu a reflexionar y a soar y el poder de la visin se adherir a sus almas. JOSHUA LAWRENCE CHAMBERLAIN, 1828 - 1914

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