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EXILIO Nunca se vio en Gelo algo tan cmico.

Sali de entre el roto metal con paso vacilante, movi la boca, desde el principio nos hizo re r con esas piernas tan largas, esos dos o!os de pupilas tan incre blemente redondas. Le dimos grubas, " linas, " #ialas. $ero no %uiso recibirlas, & !ate, ni si%uiera acepto las #ialas, &ue tan cmico verlo rechazar todo %ue las risas de la multitud se o"eron hasta el valle vecino. $ronto se corri la voz de %ue estaba entre nosotros, de todas partes vinieron a verlo, 'l aparec a cada vez m(s rid culo, siempre rechazando las #ialas, la risa de cuantos lo miraban era tan vasta como una tempestad en el mar. $asaron los d as, de las ant podas tra!eron margas, lo mismo, no %uiso ni verlas, &ue para retorcerse de risa. $ero lo me!or de todo &ue el &inal) se acost en la colina, de cara a las estrellas, se %ued %uieto, la respiracin se le &ue debilitando, cuando de! de respirar ten a los o!os llenos de agua. Si, no %uerr(s creerlo pero los o!os se le llenaron de agua, *E +,G-,+ como lo o"es. Nunca, nunca se vio en Gelo nada tan cmico.

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