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Ah, eran los salarios, de Fernando nega en La Vanguardia

OPININ Lo dijo Mariano Rajoy. Lo suscribi Alf redo Prez Rubalcaba, con lo cual tiene que ser verdad: lo peor de la recesin ha pasado y aparecen buenas seales en el cielo. Una de ellas debe de ser esta que acabo de conocer: la industria textil resucita. Bueno, quiz sea exagerado lo de industria; quiz sea mejor decir que vuelve la actividad a los talleres y ya hay trajes, vestidos, gabardinas, camisas y ropa interior conf eccionados en Espaa. Quien comunica esa buena nueva aporta la explicacin: el incipiente xito se debe a que los costes laborales son menores. Traduccin a lo que usted y yo entendemos: para ganar mucho dinero, las marcas nacionales y dems vendedores ya no consideran imprescindible encargar la ropa a los talleres de muerte de Bangladesh. Ya lo pueden ganar aqu. O sea, que era eso: la parte de estaf a que tiene esta largusima crisis econmica es una conf abulacin para bajar los salarios. Con los salarios que se estaban pagando, no haba f orma de mantener benef icios. As que provquese el pnico en la poblacin, asstese al trabajador con oleadas de despidos que pueden af ectar a la cuarta parte de los empleados, of rzcase un sueldo de supervivencia como alternativa, y volver la actividad. Se supone que tanta maldad no puede haber sido maquinada por nadie; pero se supone tambin que cuenta con la bendicin de los apstoles de la competitividad, ltimamente tan f elices con el aumento de las exportaciones. Somos ms competitivos!, se exclama desde los despachos donde una estadstica f eliz provoca ms entusiasmo que la cena de los obreros. Al f inal va a tener razn don Gerardo Daz Ferrn, al que metieron en la crcel, pero f ue por otras razones: La solucin dijo cuando era hombre de f iar es trabajar ms y cobrar menos. Escandaliz, pero f ue sincero: el ideal salarial para la salida de la crisis est en salarios como los de India y otros emergentes. En cuanto se consigan, Rajoy podr volver al parlamento gallego de Soutomaior a proclamar ante sus f ieles que la crisis est resuelta y vamos camino del pleno empleo. Y este cronista, modestamente, se limita a copiar al sabio y ampla su diagnstico: la economa tambin avanza una barbaridad.