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HNSEL Y GRTEL Hnsel y Grtel eran los hijos de unos leadores tan pobres que slo coman pan

duro por lo que sus padres queran abandonarlos en el bosque. Aquella noche, Hnsel esper a que todos se acostasen y, sin hacer ruido, se levant; sali al portal y se llen los bolsillos de piedrecitas. Por la maana, se fueron al bosque, pero el nio caminaba el ltimo echando las piedrecitas por el camino y as regresaron, siguiendo el rastro. Pasados unos das, los padres deciden repetir el abandono; esta vez Hnsel no pudo recoger las piedras y tuvo que echar migas de su mendrugo de pan. Por la tarde, al no encontrar a sus padres, los nios queran volver a casa, pero les fue imposible porque los pjaros se haban comido las migajas. Entonces se asustaron de veras y, muertos de miedo, fueron siguiendo un caminito que les condujo hasta una casita que se vea a lo lejos. Cuando llegaron a ella, descubrieron encantados que no era como las dems casas, sino de galletas y de golosinas. -Qu ricas estn!, mm! De pronto apareci por la puerta una anciana un poco extravagante; su nariz era larga y puntiaguda. Les invit a entrar prometindoles sorpresas. Una vez dentro, la sorpresa fue amarga, puesto que encerr a Hnsel en una jaula. -Y t, nia, me limpiars la casa -le orden. La bruja estaba preparando un caldo donde quera cocer a Hnsel y mientras se abocaba para ver si estaba a punto, Grtel la ech dentro. Al fin volvan a ser libres y... ricos, porque encontraron el tesoro de la bruja. Esta vez si hallaron el camino de casa en donde estaban sus padres arrepentidos. Cuento clsico que la viejecita era una bruja

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