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Este es un problema urgente. Las filosofias de lo otro (autrui) son extraas para nosotros, estamos molestos con e llos, por una simple razon: el mundo propuesto por el otros es un mundo asexual. Reciprocidades, comunicaciones, comuniones -estas mixturas de las conciencias s on el extremo del puro trabajo de las almas. Sartre parece tener haber visto est a insuficiencia en la filosofia del Otro cuando el critico a Heidegger por haber permitido una "realidad humana" asexuada. Entonces Sartre mismo dedico un capit ulo al deseo, y otro al amor. Pero el progreso es solo aparante. Lo que ahora de viene sexuado es la persona que hace el amor- es el amante y no el amado. El ama do es sexuado solo en la medida en que el o ella es amante. Encontramos aqui la clasica ilusion de la reciprocidad de las conciencias: el Otro seria otro "Yo" q ue tiene sus propias estructuras en el sentido que es el mismo un sujeto. Pero e sto disuelve el problema del otro. Este es que si el amante solo es el sexuado, y si