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ODA AL NIO DELINCUENTE Luces de nen se ciernen sobre tu rostro, y penetran tu alma quitndote la paz.

Un rincn de la acera es tu refugio ah te acurrucas a descansar. Peridicos viejos son tu cobija y sobre un cartn duermes ya. No sabes tu nombre ni tu edad, ni siquiera sabes donde estas. No sabes leer, casi ni hablar, abandonado a tu suerte te dejaron ya. Qu mala estrella guo tu destino hacia ste lugar donde nadie te quiso ni te querr. Tu madre te tuvo, pero dnde est? tu padre quin es? nadie lo sabr. Tienes el pelito sucio y los ojitos tristes y tus ojeras se confunden con la mugre de tu piel. Ya no tienes lgrimas, ya no sabes llorar, estas muy cansado de mendigar, y de buscar en la basura tu hambre calmar. Hay hombres asechndote por doquier te quieren quitar tu inocencia, ellos te quieren vender. Te ofrecen cosas bonitas que en las vidrieras ves. Te dicen que robes, te ensean el mal y a cambio te ofrecen un lugar donde estar. Te empujan de aqu, te echan de all, solo ellos te quieren te quieren usar. Tu inocencia se fue tu niez qued atrs acaso fuiste nio?, tuviste amor maternal? te abraz alguna vez alguien o alguien te quiso besar? comiste comida caliente o recibiste regalos en

Navidad? fuiste alguna vez a una fiesta o te baaste en el mar?. Ahora te juzgan y te buscan, casi tienes trece ya; te sealan y se apartan, eres malo, aprendiste a matar. No sabes lo que es bueno solo viviste el mal siempre sintiendo desprecio y soledad. Miseria es tu nombre, desdicha tu edad. Creciste teniendo hambre y no slo de pan; creciste teniendo miedo, viviste en la oscuridad. Harapos fueron tus vestidos y zapatos sin par. El basurero fue tu barrio y la chatarra tu hogar. No tienes piedad, pues no la conociste; no sabes amar, esa palabra no existe. No llevas cdula, no tienes identidad; a ti slo te representa el arma en el costal. Corta fue tu vida, si se puede llamar as ya que un disparo certero te ceg ah en medio de las luces y del candil. Ah yace nadie, pues nadie vendr por ti. Ser un alivio tu muerte, ser un descanso al fin. Muchos dormirn contentos, pues ellos dirn entre s !una basura menos, para nuestra ciudad jardn!. Pobre nio mo, mi nio abandonado ese es tu destino, ests condenado

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