Está en la página 1de 20

San Francisco de Asis

CNTICO
Liturgia celeste Gracias ! Haz de m instrumento !

DE OBSERVADOR A CELEBRANTE DE LA CREACION plantadas por la mano del Amado huellas del Amado yndolas mirando vestidos los dej rastro del paso
LA REDENCIN

bosques y espesuras

noche sosegada
fonte escondida

montaas y valles
prado de verduras

San Juan de la Cruz

flores
EL MANZANO

DESPOSORIO
entremos ms adentro en la espesura
LA CRUZ

cena que recrea y enamora

En el principio moraba el Verbo, y en Dios viva en quien su felicidad infinita posea.

El Verbo se llama Hijo, que del principio naca; hale siempre concebido y siempre le conceba.

Y as la gloria del Hijo es la que en el Padre haba, y toda su gloria el Padre en el Hijo posea.

Tres personas y un amado

entre todos tres haba, y un amor en todas ellas


y un amante las haca; y el amante es el amado

en que cada cual viva.

En aquel amor inmenso

que de los dos proceda,


palabras de gran regalo

el Padre al Hijo deca,


de tan profundo deleite que nadie las entenda;

slo el Hijo lo gozaba


que es a quien perteneca.

Nada me contenta, Hijo,

fuera de tu compaa;
y si algo me contenta, en ti mismo lo quera.

El que a ti ms se parece
a m ms satisfaca.

Una esposa que te ame, mi Hijo, darte quera, que por tu valor merezca tener nuestra compaa y comer pan a una mesa, del mismo que yo coma porque conozca los bienes que en tal Hijo yo tena.

Mucho lo agradezco, Padre, -el Hijo le responda-; a la esposa que me dieres yo mi claridad dara, para que por ella vea cunto mi Padre vala, y cmo el ser que poseo de su ser le reciba.

Hgase, pues dijo el Padre-,

que tu amor lo mereca;


y en este dicho que dijo, el mundo criado haba

palacio para la esposa hecho en gran sabidura.

Regad, nubes, de lo alto, que la tierra lo peda y brase ya la tierra, que espinas nos produca, y produzca aquella flor con que ella florecera!.

Mi voluntad es la tuya el Hijo le respondaIr a buscar a mi esposa y sobre m tomara sus fatigas y trabajos, en que tanto padeca: Y porque ella vida tenga, yo por ella morira, y sacndola del lago a ti te la volvera.

Al que a ti te amare, Hijo, a m mismo le dara y el amor que yo en ti tengo ese mismo en l pondra

El que a ti ms se parece a m ms satisfaca

Palabras de gran regalo el Padre al hijo deca

Una esposa que te ame, mi Hijo, darte quera, que por tu valor merezca tener nuestra compaa

a la esposa que me dieres yo mi claridad dara

Y porque ella vida tenga, yo por ella morira, y sacndola del lago a ti te la volvera

También podría gustarte