diversiones de los Alameda, ¡Calle libre! Uno que otro jóvenes de ayer coche o atajos de burros que si nos q u e topábamos con ellos, los practicábamos capoteábamos y seguíamos para pasar un buen pedaleando para llegar primero. El
¿Te gusta la lengua? rato,
reuníamos los nos
grupos del barrio y
deseo de ser el mejor en todo nos hacía superarnos. Esta carrera, era de velocidad y acordábamos de regreso al centro, era competencia Por el padre Miguel Ángel escoger alguno. Niños, adolescentes de esfuerzo, a ver quién subía más padre.miguel.angel@hotmail.com y jóvenes participábamos. Por lo pronto. Un rico -¡Lengua, otra vez!, -dijo el pronto, vamos a organizar carreras a Independientemente de ésta mercader mercader, espantado. pie. Niños entre los ocho y doce años hacíamos otra que era de puro quería dar un -Sí, lengua, -dijo el esclavo, ahora de edad, nos parecía bien que dieran esfuerzo, por las siete calles que son banquete con más altivo. alrededor de la plazuela, que de subida a la unidad antes nomás c o m i d a s Es la lengua que condena, separa, considerábamos que por lo menos llegaba a la calle Allende y como especiales. provoca intrigas y celos. abarcaba unos trescientos metros, los sabrán costaba más trabajo porque Llamó a su Es con ella que usted blasfema y niños corrían dos vueltas, los eran empedradas la que escogiéramos esclavo, y le manda al infierno. adolescentes entre los quince años, era buena, el caso era competir. Ni ordenó que La lengua expulsa, aísla, engaña al cuatro vueltas y los grandes seis los burros se escapaban para fuera al mercado a comprar la mejor hermano, responde a la madre, ofende vueltas. montarlos y con ellos jugar carreras. comida. al padre,,, Para correr más a gusto, nos Los había por todos lados y los El esclavo volvió con un bello plato La lengua declara la guerra. quitábamos la camisa y para más rumbos. Allá para el Colegio Morelos cubierto con un fino paño. Es con ella que usted pronuncia la comodidad, los huaraches, decíamos, rumbo a la gloria era bien bueno a pata rajada, a talón partido, a pata porque el terreno era plano para las raíz, a uña pelona, en fin, descalzos. carreras. Tan necesarios que fueron Así pues, ya preparados, a la cuenta estos serviciales animales. de tres, ¡Salen! allá van nuestros Así fuimos de buscadores de “atletas”. Diez participantes, primer diversión. Todo nos servía. Hasta lugar; “El chirinas”, siguiendo los carreras de puercos hacíamos. Por los otros, los adolescentes, la gana “El potreros soltaban la puercada para pulgas”, ahora los grandes, grupo de que se criaran y engordaban aquellos ocho participantes “El Güero Lais”, animales flacos que les decíamos Salvador González, Héctor Jáuregui, talachudos, los amarrábamos del “El Diecisiete”, “El Tleinta”, Modesto pescuezo con una soguilla que siempre Gómez, “La Liebre” y otros más. cargábamos y hacerlos correr. Terminada esta carrera, ganando “La Cuando teníamos la mala suerte de Liebre”, así, seguido correteábamos toparnos con sus dueños, patas pa’ respirando el aire puro. cuando son, porque nomás nos llovían Ya que de carreras hablamos, las pedradas que nos tiraba el también hacíamos carreras en corajudo dueño. Todo por disfrutar de bicicleta. Estas las alquilábamos a don aquella nuestra juventud en nuestro Salvador Padilla, tenía su local junto Tepa querido, por eso recordando a la cafetería “La Chiquita”. Por nuestra sana diversión, decimos que veinte centavos la hora teníamos así fue Tepa en el Tiempo. bicicleta. ¿De onde a onde nos Agradecemos sus comentarios a: El mercader removió el paño, y sentencia de muerte. echamos la carrera? De la esquina de jofloreso@prodigy.net.mx asustado dijo: No hay nada peor que la lengua, y -¿Lengua? ¿Es esto el plato más no hay nada mejor que la lengua. delicioso que encontraste? Depende del uso que usted haga de ella. El esclavo, sin levantar la cabeza, Y sin esperar la respuesta, el siervo respondió: hizo una reverencia y se retiró. -La lengua es el plato más delicioso, Y el mercader alabó la sabiduría de sí señor. su esclavo. Es con la lengua que usted ordena, Tal vez muchas personas no habían pide agua, dice “mamá”, hace amistades, caído en la cuenta qué importante es conoce personas, distribuye sus bienes cuidar nuestra lengua. y perdona. Por eso, al hablar de alguien: Con la lengua usted conquista, reúne -Si lo que vas a decir, puede herir… a las personas, se comunica, dice “Dios ¡Mejor calla! mío”, reza, canta, cuenta historias, -Si lo que va a salir de tu boca es guarda en la memoria del pasado, hace para maldecir… ¡Mejor calla! negocios y dice “yo te amo”. -Si lo que estás por decir va a acabar El mercader, no muy convencido, con la honra de alguien… ¡Mejor calla! quiso probar la sabiduría de su esclavo -Si lo que vas a decir son rumores y lo envió nuevamente al mercado, sin fundamento… olvídalo… ¡Mejor ordenándole que trajera ahora, el peor calla! de los alimentos. -Si al hablar juzgas a otros Volvió el esclavo con un lindo plato, semejantes… ¡Mejor calla! cubierto por un fino tejido que el -Calumnias, mentiras, chismes… Si mercader retiró, ansioso, para conocer eso es lo que te mueve a hablar… Ten el alimento más repugnante. cuidado ¡Mejor calla!