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LA ESTANCIA

Haba una vez una gran estancia. Al fondo del patio haba un rbol cuyo fruto era la manga. En los campos verdes, se criaban caballos de carreras, en el bosque, los pajaritos aprendan a cantar y el viento dulce que hacia mover los bellos maizales que cada vez se parecan al color del fuego y en el lago los peces nacan para luego ser llevados a los acuarios de la ciudad. Pag.15

LA MISA DEL SOL


Una maana, la mam pjaro enseaba a sus cras a volar mientras que la sabia y elegante doa Raquel, cantaba y llamaba a la gente diciendo: -Es la hora del sol!. Entonces todos bamos volando entre pequeos y adultos al encuentro de un lugar en el rbol de madera muy dura en la aroeira, en el cual doa Raquel al dar la seal de los tres golpes con el pico en una rama hueca todos comenzaron a cantar la cancin ms hermosa de la vida en homenaje al sol.

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