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E
l homenaje exagerado es una mala cos- acceder a recibir correos electrónicos que bien no todo es conflicto y que el acto de decir “esto que no cabe reducir a Hulsman a una suerte de
tumbre que suele llevar al fanatismo de pueden nunca ser contestados. Por el contrario, es conflicto”, es un acto de poder, determinado hombre naïve, que no entiende que sus pro-
la falacia de autoridad, al encadenamien- la sorpresa se fundó en la forma que adquirió la por relaciones de poder sobre las que, quizás, el puestas tal vez estén bien para Holanda, pero
to infinito de ideas reproducidas (muchas veces respuesta: Louk tenía en su billetera una plan- abolicionismo deba decir algo. También lo cues- que en los países del margen con sus sistemas
mal reproducidas) y a una cultura de glosadores cha con pequeños y prolijos stickers en los que tionamos acerca de su idea de “transformación de increíblemente violentos se vuelven absoluta-
irreflexivos que nada tienen para decir cuando aparecía su dirección de correo electrónico, la di- situaciones conflictivas en situaciones positivas” y, mente ridículas. Por nuestra parte, admitimos
no encuentran el precedente adecuado. En este rección de su casa y su número telefónico. Louk en especial como funcionaría ese mecanismo en que se pueda discutir si es la violencia penal el
sentido, quisiéramos apartarnos del tradicional no sólo accedía a ser entrevistado por nosotros, situaciones de graves y masivas violaciones a los único gran problema en el ejercicio de la vio-
homenaje y del lugar común de todos los recono- sino que generaba toda una industria al servicio derechos humanos como, por ejemplo, el caso ar- lencia estatal, o si pueden existir mecanismos
cimientos con plena convicción de que la necrofi- de este tipo de contactos. Una mirada atenta, en gentino de la última dictadura. no violentos de organización social; sin embar-
lia que nos rodea y en la que estamos inmersos, realidad develaría que esto era sumamente razo- Louk nos contestó inmediatamente que las go, no podemos dejar de admirar a quien con
nos impone serios límites al momento de hablar nable; aquel hombre de sandalias y saco arrugado preguntas lo entusiasmaban, que estuvo pensan- la convicción de que el sistema penal es uno de
de los muertos. por sus viajes en avión era, fundamentalmente, un do bastante en ellas y que cuando concluyera con los grandes problemas, dedica su vida militante
Louk Hulsman no era nuestro amigo. Ninguno militante. Según decía, el abolicionismo antes que una serie de viajes, entre ellos la visita a su her- a abolirlo.
de quienes hacemos Derecho y Barbarie lo co- corriente teórica, era movimiento político, que, en mano que vive en Francia, según explicó en una Otra singularidad, quizás más casual, ubica a
nocía, tan sólo habíamos leído algunos de sus tra- consecuencia, debía ser sostenido por militantes conversación telefónica, nos enviaría las respues- Louk en un lugar destacado. Su primera aproxi-
bajos, asistido a sus conferencias y recordábamos políticos, sujetos dispuestos a intervenir en la rea- tas correspondientes. Luego, algo avergonzado, mación a lo que luego sería su concepción del
con exactitud el clásico ejemplo de los amigos y el lidad con el propósito, no de describirla y explicar- nos pidió disculpas por haber escrito las respues- Estado y del sistema penal, se produjo en un
televisor con el que solía graficar los mecanismos la, sino de modificarla radicalmente. tas durante algún viaje, en un desprolijo papelito campo de concentración bajo el régimen nazi.
alternativos de resolución de conflictos. Esta cir- Nuestra disciplina, inexistente, hizo que la ela- que perdió. A quienes lo vimos alguna vez, no Esto además de tener el encanto romántico
cunstancia de ajenidad, debería servir para valorar boración de las preguntas demorara más de lo ra- nos cuesta imaginarlo escribiendo en un papeli- de constituirlo en víctima y enemigo del “mal
mucho más este relato. zonable y no fue sino hasta cuatro meses después to, guardándolo en su billetera, quizás junto con radical”, tiene una importante significación en
Durante el mes de mayo de 2008, Hulsman de nuestro primer encuentro que llegamos a inte- la plancha de stickers y, finalmente, extraviándolo su ser de hombre de las ciencias penales. Son
se encontraba en Buenos Aires con motivo de rrogarlo. Queríamos, de algún modo, confrontar para siempre. Poco tiempo después de esa con- relativamente comunes los casos de hombres
un Congreso; sin mediadores o conocidos en co- con su propuesta abolicionista, arrinconarla, en- versación, en la que decidimos que la entrevista se del derecho que a partir de su condición de
mún que nos facilitaran el acceso, lo abordamos frentarla con sus contradicciones, no por que le haría pensando en el tercer número de esta revis- operadores jurídicos relevan los problemas, las
desprevenido explicándole lo inexplicable, que un fuésemos hostiles, sino por que sólo poniéndole ta, Louk Hulsman murió. inconsistencias, la violencia del sistema penal
grupo de estudiantes intentaba sacar una revista obstáculos y permitiendo que los superara se nos Consideramos que la anécdota de esta en- y, en consecuencia, reaccionan en su contra.
de la que existía tan sólo un número, que debería representaría como la propuesta plausible que trevista jamás realizada merecía alguna mención, En cambio, el relato y la perspectiva de quien
haber un segundo número en algún momento consideramos que es. Con este fin, le pregunta- pero creemos que por encima de esto, Louk me- es cosificado por el sistema penal nos es más
y que sería fantástico poder entrevistarlo vía co- mos por el posicionamiento del abolicionismo en rece un reconocimiento especial. Su condición extraño, más desconocido. Los hombres del
rreo electrónico, dado que nuestra imprevisión la definición de determinadas situaciones como de militante abolicionista lo ubicó en un lugar derecho, aún los que mejor enfrentan al puni-
y espíritu horizontal aún no nos habían dado la conflictivas, es decir, si el abolicionismo debería singular, puesto que eso significa enfrentar, con tivismo, suelen ser abogados, jueces, fiscales.
posibilidad de confeccionar entre todos una lista tomar (usando el ejemplo de los amigos) la ro- plena conciencia de las dificultades, a quienes Rara vez son presos. Cabe, entonces, destacar
de preguntas con la que pudiésemos comenzar tura intencional del televisor como una situación sostienen que lo estrictamente necesario debe al Louk-preso, que en el campo ubicó al estado
un diálogo. La respuesta afirmativa no produjo conflictiva dada, o si también, debería intervenir quedar subordinado a los límites de lo supuesta- en un lugar del que nunca lo correría, fundan-
nuestra sorpresa, después de todo, no es difícil en su definición, en su recorte, identificando que mente posible. En este sentido, queremos señalar do así las primeras impresiones de un abolicio-
nista.
Sumari
DERECHO Y BARBARIE
E. Raúl Zaffaroni
El crimen de estado como objeto de la criminología
Marcelo Raffin
Posdictadura y derechos humanos. En torno de las incapacidades
de la praxis jurídica de asumir la fundación de un nuevo orden
Atilio A. Boron
El legado de Gramsci
Rubén Dri
Las muertes de Dios según Hegel
Diego Conno
Política, Comunidad y Vida.
El pensamiento biopolítico de Roberto Esposito.
BARBARIE Y DERECHO
LIBROS
Valeria Tentoni
Notas sobre El Arte, ejercicio de crueldad de Georges Bataille
Mauro Benente
¿Qué es la propiedad? de Pierre Joseph Proudhon
Claudio López
No hay mejor defensa que un buen ataque: comentario
Derecho y Barbarie somos:
a “Defendiendo a la humanidad” de George Fletcher y Jens Ohlin
Lucas Guardia | Juan Cordero Nieto | María Eleonora Feser |Ana Clara Piechestein | Alexis
Álvarez Nakagawa | Mauro Benente | Santiago Ghiglione
Diseño y diagramación:
CINE
Azul De Fazio Lucas Arrimada
Sus ojos en tus ojos. Notas introductorias sobre cine y derecho
Contacto y carta de lectores:
derechoybarbarie@gmail.com
La revista no se reserva los derechos sobre esta publicación.
TESTIMONIOS
Talleres de educación popular en cárceles:
Impreso en abril de 2009 en los talleres gráficos de impresos La Imprenta: Salto 175, reflexiones sobre la necesidad de articular un discurso crítico
Avellaneda, Bs. As., Argentina. con una práctica social alternativa
DERECHO Y BARBARIE
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segundo término, hace objeto de estudio de la
carácter orientador en la cuestión valorativa, que
criminología a las ideologías y al comportamiento
de los ideólogos.
son los documentos internacionales de Derechos 10. En síntesis:
Humanos. No obstante, creemos que ni siquiera
En cuanto a la pretendida neutralidad, ésta (a) El horizonte de proyección de la crimino-
es menester llegar a eso en todos los casos, pues
se hace añicos con la verificación de que muchas logía debe abarcar el estudio de los discursos
basta con orientarse hacia la prevención de los crí-
elaboraciones teóricas y académicas, abundantes políticos, filosóficos, antropológicos, etc., desde
menes de estado.
discursos políticos y jurídicos (y también crimino- la perspectiva de su eventual contribución a las
En este sentido, el planteo es mucho más sim- técnicas de neutralización de valores para los cri-
lógicos) pasan a ser técnicas de neutralización y,
ple de lo que parece a primera vista: si lo que se minales de estado.
por ende, un objeto de estudio frente al que la
pretende es contribuir a evitar estos crímenes,
criminología no puede proclamar neutralidad al- (b) También –y en especial- debe ocuparse del
es obvio que la criminología debe ocuparse de
guna. comportamiento de los penalistas y de sus discur-
los discursos que los fomentan mediante el
Si a ningún criminólogo se le ocurriría declarar- sos, tanto por lo que legitiman como por lo que
refinamiento de técnicas de neutralización y,
se neutral frente a la elaboración de un infractor omiten frente a los crímenes de estado.
por ende, debe ser objeto de estudio de la cri-
juvenil que argumenta apelando a la negación de minología el comportamiento de los teoriza- (c) En este sentido puede afirmarse que la cri-
la víctima porque es un negro, tampoco hay razón dores que fabrican esos discursos y de quienes minología mantiene su distancia del derecho pe-
alguna para hacerlo frente a la elaboración de un los difunden por los medios masivos. nal, pero lejos de que éste le marque sus límites
académico que sostenga lo mismo. Tan negación epistemológicos como lo pretendía el neokantis-
No obstante, no puede negarse que abre un
de la víctima de carácter racista, homofóbica, sexis- mo, se trata de que ésta vigile con suma atención
panorama de investigación completamente nue-
ta, etc., puede ser la del infractor juvenil como la los que aquél pretende marcarle.
vo y muy amplio, pero constituye el desafío de la
del académico. El mayor nivel de elaboración no le (d) Lo anterior no exime a la criminología del
criminología ante la amenaza de que una nece-
resta ningún carácter esencial a la última, sino que, análisis de la función neutralizadora de valores que
sidad preventiva se convierta nuevamente en el
por el contrario, le agrega mucha mayor eficacia. cumple la comunicación social en los crímenes de
pretexto para una técnica de neutralización que
Un homicida juvenil que niega a su víctima en lleve a nuevos crímenes de estado. estado y de la que pueden cumplir las propias
razón de que pertenece a una raza inferior, sólo teorías criminológicas. .
Además, no sólo los discursos políticos se vuel-
se distingue de un académico que sostiene la in-
ven objeto de la criminología por esta vía, sino que
ferioridad de esa raza en sus trabajos en que este
el derecho penal y la criminología misma pueden
último no mata personalmente, pero su discurso
adquirir ese carácter. La conducta de los penalis-
tas y criminólogos y sus elaboraciones deben ser
objeto del propio estudio criminológico, en la me-
dida en que sean susceptibles de convertirse –o
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Cfr. Marie-Monique Robin, Escuadrones de la muerte. La directamente constituyan- técnicas de neutraliza-
escuela francesa, Buenos Aires, 2005. ción para criminales de estado-.
En torno de las incapacidades de la praxis jurídica de asumir política de persecución y exterminio del régimen
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trata de una pregunta que apunta a decidir cuál mal banal y banalidad del mal, por las que entien- Aires, en grado y posgrado, en las Facultades de Ciencias
será el grado de cambio que se pretende introdu- Nino abre su libro con las siguientes preguntas,
de la incapacidad de juicio reflexivo, es decir, la Sociales, Derecho, Filosofía y Letras y en el Ciclo Básico
cir con las nuevas formas políticas respecto de las respuestas y declaraciones de principios: “¿Cómo
posibilidad de ver un igual al momento de prever Común. Se formó en filosofía, derecho, sociología y
anteriores o, dicho a la inversa, hasta qué punto enfrentar el mal? ¿Cómo responder a violaciones traducción en las Universidades de Buenos Aires y
masivas de derechos humanos? ¿Cómo hacerlo las consecuencias de la acción que se va a realizar,
el nuevo régimen político puede y/o quiere pre- de París, donde se doctoró en filosofía. También es
cuando son cometidas desde el Estado o por quie- así como la incapacidad de percibir el carácter ex- diplomático de carrera del Ministerio de Relaciones
tender la fundación de un orden completamente traordinariamente malo de las acciones que son Exteriores de la Argentina. El autor desea agradecer a
nuevo o una recuperación de las formas previas. nes cuentan con el consentimiento y la tolerancia
tales. El mal entonces deviene algo inscripto en el la Revista Derecho y Barbarie la invitación a participar de
La respuesta que distintas experiencias socio-his- de sus gobiernos? Frente a semejantes atrocida- este número.
des, quienes tomen el poder (un nuevo gobierno orden de las cosas, deja de tener profundidad, se
tóricas han dado a esta pregunta respondió a un banaliza; en una palabra, se vuelve común y co- ** Nuestra herencia no está precedida por ningún
número de variables entre las que gravitan de o fuerzas extranjeras de ocupación) deben deci- testamento.
dir si enjuiciarán o castigarán de alguna forma a rriente y pierde su especificidad.
manera determinante, el grado de legitimidad del 1 Estas preocupaciones, entre otras, signaron la materia
los miembros del gobierno anterior o del ejército La relación entre Kant y Arendt es entonces
régimen anterior y en particular, de los nuevos y La justicia retroactiva en el Cono Sur: transiciones
vencido por la comisión de tales actos. El ejemplo clara: se trata de construir una teoría de la acción democráticas y jurisdicción internacional (Departamento
viejos actores, cuál es el alcance de sus capacidades
más famoso de enjuiciar y castigar lo constituyen, a partir del juicio kantiano intersubjetivo sobre la de Filosofía del Derecho de la Facultad de Derecho de
y hasta qué punto han arraigado prácticas y “tradi-
por supuesto, los juicios de Nüremberg luego de base de sus desarrollos de la ley moral y el impe- la UBA, a mi cargo, durante los años 2000 a 2004) y los
ciones” autoritarias (valores, creencias, prejuicios, libros La experiencia del horror. Subjetividad y derechos
la Segunda Guerra Mundial. Suele ocurrir que los rativo categórico.
odios, amores, etc.) en desmedro de democráti- humanos en las dictaduras y posdictaduras de Cono Sur y
cas frente al nuevo régimen que se pretende ins- gobiernos democráticos apenas instalados deben Nino propone entonces aplicar la construcción El tratamiento del pasado. Las respuestas de la transición
talar y construir, con sus actores, sus capacidades decidir, además, si utilizarán las nuevas normas arendtiana a las violaciones a derechos humanos posdictatorial a las violaciones de derechos humanos de la
penales democráticamente sancionadas en contra cometidas por las dictaduras del Cono Sur. El in- dictadura 1976-1983. Estas experiencias posibilitaron un
y sus prácticas y “tradiciones”.
fructífero espacio de discusión, reflexión y aprendizaje
de los miembros del régimen autoritario anterior tento, creo, es válido a condición de señalar que
El caso de la Argentina posdictatorial no ha es- compartidos acerca de estas y otras cuestiones.
por las violaciones masivas de derechos humanos no es el único que podemos ensayar y subrayando
capado a esta lógica. La pregunta sobre los térmi- 2 Recuérdese que Nino escribe este libro en inglés con el
que han cometido. Esta decisión se vuelve espe- su límite: la aporía a la que nos enfrenta, puesto
nos de la transición estuvo en las mentes de todos título Radical Evil on Trial como parte de su trabajo en la
cialmente complicada en tiempos de transiciones que el problema del mal, en estos términos, es Universidad de Yale, desde donde abre un enriquecedor
aquellos que imaginaron el cambio de régimen y
democráticas como las ocurridas en los años 70 un problema sin solución definitiva, irremedia- debate con otros académicos de los Estados Unidos que
naturalmente también de aquellos que tuvieron
en Europa del Sur, en los 80 en Latinoamérica y ble, pero por esto mismo, con la potencialidad se ocupan de estos mismos problemas, en particular con
que implementarlo.1 Diane Orentlicher. El libro fue publicado póstumamente
en los 90 en Europa Oriental. Más allá de cómo de forzarnos a una toma de posición. El malestar
por la Universidad de Yale en 1996 y al año siguiente en
los nuevos gobiernos tratan de hecho las violacio- provocado por la aporía se explica porque su na- castellano, con traducción de Martín Böhmer, uno de
nes de derechos humanos cometidas antes de su turaleza reside en un enfrentamiento de absolu- sus discípulos.
advenimiento al poder creo, y argumentaré en lo tos, dos esquemas morales que se oponen por ser 3 NINO, Carlos S., Juicio al mal absoluto. Los fundamentos
que sigue, que alguna forma de justicia retroacti- inconmensurables. Sin embargo, la aporía de los y la historia del juicio a las juntas de Proceso, Buenos
va por violaciones masivas de derechos humanos absolutos sin solución encierra la virtualidad de su Aires: Emecé, 1997, p. 7.
brinda un sustento más sólido a los valores de- contrario: la búsqueda de respuestas, nunca defi- 4 ARENDT, Hannah, The Origins of Totalitarianism, San
mocráticos.”3 nitivas, que permitan afirmar los valores que han Diego-New Cork-London, Harvest Book-Harcourt Inc.,
sido eliminados. p. 459.
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golpe de Estado a un gobierno constitucional y
a una práctica de justicia institucional con herra- por práctica específica, puesto que se trata de un trascendente sea el “Dios de la naturaleza” o las
mientas que provienen de regímenes de signo régimen que hace de las violaciones a los derechos verdades evidentes por sí mismas). La revolución
diferente y de marcos institucionales diferentes.5 humanos el eje de su política represiva signada por estadounidense instituyó una autoridad median- 5
Adviértase que toda práctica de justicia institucional es
Se trata de una pregunta que ha signado ciertas el terror ejercido desde el Estado. Lo que muchas te el acto de fundación. De ahí que, para Arendt, siempre “retroactiva”, es decir, posterior a la acción que da
prácticas político-jurídicas del siglo 20 y que cons- sea “inútil la búsqueda de un absoluto con que lugar al ejercicio de la jurisdicción.
voces vienen repitiendo en el ámbito jurídico des-
tituye, por definición, una aporía y la fundación de las experiencias fundacionales de Nüremberg y romper el círculo vicioso en el que queda atrapa- 6
Cabe hacer notar la carga semántica de la denominación
de un nuevo orden político. Son estas dos carac- Tokio, es una pretendida “continuidad” de normas do inevitablemente todo comienzo debido a que que se atribuye el gobierno de facto como “Proceso de
terísticas centrales del problema, las que la praxis “este absoluto” reside en el propio acto del co- Reorganización Nacional” respecto de su proyecto socio-
y principios respecto de un vacío fáctico. ¿Cómo político: se trata, pretendiendo inscribirse en la línea de lo
jurídica descarta o no quiere o no puede asumir al puede haber continuidad cuando hay ruptura? mienzo mismo”8. que había hecho el patriciado nacional poco más de cien años
momento de poner en funcionamiento sus meca- ¿Cómo se puede pretender la continuidad cuando Arendt refuerza esta concepción de la fun- antes aunque guardando diferencias con él (“Proceso de
nismos y figuras. Son estas las características que se trata justamente de regímenes de signo opues- dación de un nuevo orden (novus ordo sae- Organización Nacional”), de reorganizar la “nación argentina”
han sido dejadas de lado, más particularmente, al (el orden nacional, los valores occidentales y cristianos, la
to, uno autoritario y el otro democrático, que se clorum), con sus ideas sobre la acción humana,
momento en que fueron planteadas algunas de esencia de la argentinidad) que había sido “desorganizada”
definen por una negación excluyente?7 llave de acceso a la política, y el nacimiento. En y corrompida por elementos foráneos y contrarios a ella,
las dudas, críticas y objeciones a la experiencia del La condición humana (1958), en el capítulo de- como era la ideología de los así denominados “subversivos”
Teniendo en cuenta las diversas experiencias de
juicio a las juntas militares en la Argentina o cada dicado a la acción, Arendt sostiene que la facul- que pretendían pues, a sus ojos, “subvertir” un mentado
“justicia retroactiva”, a la pregunta acerca de si se
vez que se rehabilita el debate acerca de qué ha- tad de la acción implica siempre el comienzo de orden histórico y natural de la sociedad argentina.
violan los principios de legalidad e irretroactividad
cer con las violaciones cometidas por el régimen algo nuevo y en este acto, la interrupción del ciclo 7
Uno de los aspectos fundamentales de esta relación a nivel
de la ley penal y la garantía de juez natural, debe-
dictatorial en distintas instancias. remos convenir en que ello es así, pero no olvide- natural, biológico y automático que lleva inexora- jurídico en la Argentina, lo constituye la así denominada
blemente del nacimiento a la muerte, “como una “doctrina de facto”, elaborada nada más ni nada menos
Resulta claro que la así denominada “justicia ex mos que se trata de una aporía, en la medida en que por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN)
post facto” ha acarreado problemas a los princi- que no cabe posibilidad fáctica de establecer las advertencia siempre actual de que los hombres, en particular desde los años 1930 y repetida a lo largo
pios fundamentales del derecho penal moderno, relaciones de causalidad que nos imponen dichos pese a que deben morir, no nacieron para morir de las décadas siguientes aunque con modificaciones a
empezando por la vulneración del principio de le- principios (empezando por las normas jurídicas y sino para comenzar”9. Aquí Arendt compara a la partir de la última transición posdictatorial, por la que se
galidad y de su corolario de irretroactividad de la los mecanismos institucionales hasta alcanzar el acción, al contrastarla con el movimiento cíclico convalida la continuidad institucional entre regímenes de
natural de la vida de los seres vivientes, con un facto y democráticos. En este sentido, ver, por ejemplo,
ley penal y siguiendo por la de la garantía del juez marco del régimen político). Pero lo que es más las Acordadas de la CSJN del 10 de septiembre de 1930 y
natural, a lo largo del siglo 20 y en la Argentina. grave aún, es que el derecho no logre hacer suya milagro. La facultad de la acción está ontológica- del 7 de junio de 1943. A mayor abundamiento, cf. BIDART
Pero, ¿en qué contexto plantea el derecho estas la realidad de la fundación de un nuevo orden mente enraizada en la natalidad, es decir, en el CAMPOS, Germán, La doctrina de facto, cap. XLV del tomo
vulneraciones? ¿En qué términos sustenta la línea político, que avasalla con fuerza arrolladora cual- nacimiento de nuevos hombres y en el nuevo co- II del Tratado de Derecho Constitucional Argentino,
de continuidad de un régimen para pretender su quier argumento en contrario. La fundación de un mienzo y, sobre todo, en las posibilidades de sus Buenos Aires; Ediar, 1986 y sus tímidas críticas a la doctrina.
validez? Si se sostiene la plena vigencia de estos nuevo orden político no es más ni menos que el acciones futuras. 8
ARENDT, Hannah, On Revolution, London & New York:
principios hay que recordar que ellos se despren- ejercicio del poder constituyente de toda acción En este sentido, conviene aclarar que el poder Penguin Books, 1990, p. 204.
den de un contexto muy particular como es el del revolucionaria que fija, según su propia Weltans- constituyente es la definición misma de lo políti- 9
ARENDT, Hannah, The Human Condition, Chicago and
Estado de derecho que implica la plena vigencia chauung –visión del mundo-, sus principios. co, toda la vitalidad e ilimitación que la institución London: The University of Chicago Press, p. 246.
Epílogo
Las desconexiones e incongruencias de la
praxis jurídica que se acaban de examinar, la dejan
completamente inválida, ciega y sorda, caminando
a tumbos por un mundo que, en muchas oportu-
nidades, desnuda con toda evidencia lo espúreo,
interesado y parcial de sus discusiones.
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Revisar algunas de las cuestiones fundamen-
tales que marcan la construcción de un orden de-
mocrático, es decir, el pasaje desde un régimen
político (autoritario) a otro (democrático), esto es,
de una transición a la democracia, constituye tam-
bién un acto y un ejercicio de memoria. Ella tam-
bién es fundamental a la hora de la construcción
democrática y del ejercicio de la política. Puesto
que sin memoria es imposible cualquier proyec-
ción e institución de una subjetividad plena. ¿Por
qué es importante la memoria? Para ser. Sin me-
moria y sin historia, no podemos ser. Pero estas
cuestiones ameritan otros debates específicos. .
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El legado de Gramsci
| Atilio A. Boron*
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“¡Hay que lograr que ese cerebro deje de fun- otorgaba a Italia una fisonomía muy especial en el 1892, fundadores, según el historiador británico, inmediato asumiría un trabajo en el Secretariado
cionar!”, exclamó entre la desesperación y la im- concierto de los capitalismos de la época. Si el Pie- del “marxismo occidental.” Es decir, que cuando de la Internacional Comunista que, entre 1921 y
potencia el fiscal del régimen fascista ante la corte monte y la Lombardía, con sus cabeceras en Turín estalla la Revolución Rusa, Gramsci era un joven 1924 lo llevaría a vivir en Moscú y Viena. En 1924
que estaba juzgando al fundador del Partido Co- y Milán, eran un reflejo latino del mundo industrial de veintiséis años que, hastiado del marxismo regresa a Italia y es elegido Secretario General del
munista Italiano. La corte, naturalmente, obedeció que agitaba la vida cotidiana en buena parte del reseco, acartonado, convertido en un inofensivo PCI y al año siguiente diputado del Parlamento
a su mandato y lo condenó a veinte años, cuatro Norte de Europa, la estructura social que se confi- catecismo redactado por el pontífice máximo de Italiano que ya funcionaba bajo las severas restric-
meses y cinco días de prisión y a pagar una con- guraba de Roma hacia el Sur tenía muchísimo más la Segunda Internacional (y de su partido guía, la ciones impuestas por el régimen fascista desde
siderable suma de dinero en concepto de multa. que ver con la periferia capitalista latinoamerica- socialdemocracia alemana), Karl Kautsky, escribe sus primeros años. A fines de 1926 es encarcelado
Allí pasaría los restantes once años de su vida sólo na que con lo que acontecía de Roma al Norte. alborozado al confirmarse la noticia del triunfo de bajo la absurda acusación de “haber querido ins-
para ser liberado pocos días antes de su muerte, Pese a ser un hombre del Sur, a Gramsci, nacido los soviets en Rusia taurar por la vio-
el 27 de Abril de 1937, cuando múltiples enferme- en Cerdeña, le tocó pensar y actuar el marxismo un artículo cuyo tí- lencia la república
dades agravadas por la falta de cuidado médico, allí donde Marx había dicho que debía producir- tulo lo dice todo: “La de los Soviets” en
habían minado irreversiblemente su salud. Su lar- se la revolución socialista: en aquellas naciones en revolución contra Italia, sometido
ga agonía en las mazmorras del fascismo revela donde el capitalismo hubiera alcanzado su mayor ‘El Capital’ ”. ¿A qué a un proceso ju-
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no sólo la bajeza moral del régimen sino también desarrollo. Gramsci es, por lo tanto, el gran teórico se refería Gramsci dicial viciado de
el talante ético de su víctima. Es bien sabido que marxista de la revolución en Occidente. con este título? A la nulidad absolu-
en múltiples ocasiones Mussolini le hizo saber a Para honrar tan ambicioso programa, nuestro versión de ese libro ta y condenado,
Gramsci -con quien había compartido en los años autor tuvo que ser, al mismo tiempo, uno de los popularizada por el como decíamos
de la Primera Guerra Mundial algunas actividades más lúcidos analistas de las estructuras económi- partido socialdemó- al principio, a una
en el marco del viejo Partido Socialista Italiano co-sociales y políticas de los capitalismos avanza- crata alemán y de la reclusión que ter-
(principalmente en el diario Avanti!)- su decisión dos. Si Lenin, Trotsky y Rosa tenían siempre como cual se “deducía” la minaría con su
de conmutar su pena y dejarlo marchar al exilio, telón de fondo las particularidades del desarrollo imposibilidad abso- vida.
a condición de que el prisionero hiciera llegar su capitalista en Rusia –o en Polonia- y, al mismo luta de una revolu- Si bien la
pedido de clemencia. Gramsci se negó terminan- tiempo, de su atraso con relación a otros países ción socialista en la producción de
temente a semejante humillación, pagando con europeos, Gramsci siempre tuvo como horizonte periferia del capita- Gramsci con an-
su vida la ejemplar coherencia de su conducta. de sus aportaciones los desarrollos experimenta- lismo. Y en caso de terioridad a su
La preocupación del fiscal del régimen era más dos en los puntos más altos de la civilización del que tal monstruosa encarcelamiento
que comprensible, no así su perversa conclusión. capital: referencias a la situación de Francia, Ale- aberración tuviese es importante,
Preocupación comprensible, decimos, porque sin mania e Inglaterra son constantes a lo largo de lugar lo más conve- de lejos, el corpus principal de su obra es el que
duda Gramsci fue una de las más importantes ca- toda su obra así como a los Estados Unidos, algo niente para el avance de la revolución mundial era intermitentemente logra escribir, bajo las peo-
bezas teóricas del marxismo en el siglo veinte, a la que difícilmente encontramos en muchos autores abortar el proceso lo antes posible. Lo que ya era, res condiciones que puedan imaginarse, durante
altura de las más encumbradas, y comparable tan de la tradición marxista. Esta permanente mirada el gobierno de los Soviets, “no podía ser”, porque sus años en las cárceles fascistas. Pero no todo
sólo con Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburg y tal vez, hacia los capitalismos más desarrollados era im- el libro, según su erudito intérprete, decía que de- el tiempo, porque como lo expresa en su denso
aunque esto sería motivo de arduas polémicas, con pulsada por algunas preguntas a las que habría de bía ser otra cosa. epistolario, sus privaciones, enfermedades y de-
algunas pocas más. Pero hay una calificación muy dedicarle casi toda su vida: ¿por qué fracasó la re- El joven Gramsci se rebela contra tamaña in- presiones lo obligaban a largos períodos de pasi-
importante: los tres arriba mencionados pertene- volución en Occidente? y ¿cuál podrá ser el futuro sensatez. Había llegado a Torino en 1911, a la edad vidad en donde no hallaba fuerzas ni siquiera para
cían a una zona marginal del capitalismo europeo: del socialismo en Occidente? de veinte años, para estudiar en la Facultad de Le- leer. Pero sus célebres Cuadernos constituyen un
Rusia y Polonia. Gramsci, en cambio, pensaba al No sólo su locación geográfica en el corazón tras de la Universidad de esa ciudad. Allí comien- aporte teórico de fundamental importancia. Es-
marxismo y la revolución desde uno de los países capitalista europeo diferencia a Gramsci de sus za a desplegar una intensa actividad política en critos y reescritos varias veces en unos cuadernos
que, en cierto modo al menos, se localizaba en el predecesores “orientales”. Como lo subraya Perry el marco del Partido Socialista y tiempo después, escolares, con una letra pequeña, casi diminuta,
núcleo esencial del sistema capitalista. Es cierto Anderson en su Consideraciones sobre el mar- una vez producida la Revolución Rusa, en un los Cuadernos contienen sus reflexiones sobre
que, tal como lo demostrara el propio Gramsci, xismo occidental, Gramsci es un teórico de otra grupo político denominado L’Ordine Nuevo (El
en realidad no había una Italia sino al menos dos: generación y pertenece a otra época histórica. Le- nuevo orden) integrado, entre otros, por Palmiro
el Norte próspero e industrial, con una influencia nin había nacido en 1870, Rosa en 1871 y Trotsky Togliatti, quien luego sería el Secretario General *Lic. en Sociología, Magíster y Doctor en Ciencia Política.
del PCI, y otros jóvenes radicalizados como An- Profesor Titular de Teoría Política y Social (I) y (II) de la
que llegaba hasta Roma y luego el Mezzogiorno; en 1879. Gramsci, en cambio, es de 1891 y corres- Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Director del Programa
el Sur arcaico y tradicional, esa “inmensa disgrega- ponde a una cohorte en la cual se incluyen Lukács gelo Tasca y Umberto Terraccini. En 1921 Gramsci Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias
ción social”, en palabras del propio Gramsci, que le (1885), Korsch (1886) y Walter Benjamin, nacido en se encontraría entre los fundadores del PCI. De Sociales. www.atilioboron.com
Quisiera concluir con una reflexión final, perti- sario reconciliar la política con las necesidades de
nente especialmente para un público como el de la economía. Bajo el capitalismo esto significó, lisa
esta revista. Al hablar de los aspectos teóricos y y llanamente, subordinar la democracia, la justicia
prácticos del economicismo, Gramsci decía que el o la igualdad a la primacía de la ganancia y los bien-
liberalismo como filosofía económica y política se hechores impulsos del mercado.
basaba en un error teórico fácilmente detectable:
la tendencia a reificar una distinción entre socie-
dad política y sociedad civil que, siendo eminente-
La base teórica y metodológica de esta engañi-
fa está en esa visión fragmentada de la vida social
que Gramsci criticó con simpar elocuencia. En el
27
mente metodológica, se convertía en orgánica u plano académico esta reificación tuvo por conse-
ontológica y, a partir de la cual, el estado en cuan- cuencia legitimar los saberes parciales y compar-
to sociedad política y la sociedad civil devenían timentalizados: una ciencia económica para “la
en “cosas” separadas, en “esferas institucionales” economía”; una ciencia política para el “estado y la
distintas y separadas entre sí. Una distinción mera- sociedad política”; una sociología para la “sociedad
mente metodológica, decía Gramsci, se transmuta civil”, el “derecho” para las normas, y así sucesiva-
en una separación ontológica entre esferas socia-
Obras de Gramsci2
26 Notas sobre la revolución rusa (1917)
La revolución contra el capital (1917)
La poda de la historia (1919)
La Internacional Comunista (1919)
El Estado y el socialismo (1919)
Un partido de masas (1921)
El Partido y la masa (1921)
El Partido Comunista y la agitación obrera en curso
(1921)
Enseñanzas (1922)
La crisis de la pequeña burguesía (1924)
Necesidad de una preparación ideológica de la masa
(1925)
La situación interna de nuestro Partido y las tareas
del próximo Congreso (1925)
La situación italiana y las tareas del P.C.I. (1926)
Carta al Comité Central del Partido Comunista
Soviético (1926)
Espontaneidad y dirección consciente (1931)
Los 32 Cuadernos de cárcel no fueron escritos en
vistas a una publicación, pero cuando fueron publi-
les aisladas, rompiendo la unicidad y totalidad de la mente. De este modo una correcta visión de la vida cados por la casa editora Einaudi, se ordenaron en
vida social. Ese desliz es congruente con la imagen social en toda su compleja interrelación se vuelve seis volúmenes:
que la sociedad burguesa proyecta de si misma: imposible. Peor aún: se arranca de raíz cualquier El materialismo Histórico y la filosofía de Benedetto
un conjunto de átomos individuales y de “partes” posibilidad de elaborar un pensamiento crítico y Croce (1948)
Los intelectuales y la organización de la cultura
separadas, cada una con su propia lógica y “leyes emancipatorio, dado que sin una visión integrada
(1949)
de movimiento” y en donde los imperativos de y totalizante de la vida social lo que existe, en su El Risorgimento (1949)
una, la economía, debe prevalecer sobre todas irreductible fragmentación, es lo único que puede Notas sobre Maquíavelo, sobre la política y sobre el
las demás. El economicismo se convierte, para- existir. En este “pensamiento único” entronizado Estado moderno (1949)
freaseando a Engels, en una verdadera religión de como el “sentido común” epocal (otra categoría Literatura y vida nacional (1950)
Pasado y Presente (1951)
la burguesía toda vez que sitúa a los imperativos gramsciana) cualquier referencia a la construcción
de la acumulación por encima de cualquier otra de una buena sociedad, es rápidamente desterra-
consideración. En los últimos tiempos, esta con- da del discurso político y descalificada como una 2
Nota del editor
cepción se expresó en el debate político argentino ingenua y romántica utopía de incurables soñado-
bajo el mandato de la “gobernabilidad”: cualquier res. El marxismo de Gramsci es uno de los mejores
gobierno debía garantizarla, para lo cual era nece- antídotos contra ese chantaje. .
ritu. Éste último no puede ser representado por- irrepresentable porque sólo los objetos son repre-
que se encuentra más allá de toda objetualización. sentables. Ahora bien, si desparece el momento
Pero el ser humano siempre necesita pasar por objetual de la autoconciencia o espíritu, de éste
la representación. Ésta no puede concebir que el no se percibe más que una “noche”.
hombre es Dios, que lo humano es divino. Nece- Dios es el espíritu por excelencia. El ser huma-
sita representárselo, tomarlo como un aconteci-
miento histórico y, en consecuencia, aleatorio.
Por ello, en el ámbito de la representación, el
no necesita de la representación, que implica el
momento de la objetualidad. Por eso a Dios se lo
representa con la figura del ser humano. El cuer-
31
momento de la particularidad del espíritu aparece po humano es su vehículo pero también su velo.
como la muerte del hombre particular, Jesús de La conciencia debe traspasar ese velo para que
Nazaret. En el ámbito del espíritu, en cambio, se aparezca el espíritu sin interferencias, sin rastro
trata de la muerte de la particularidad y, en conse- de objetualidad. Al desaparecer el momento ob-
cuencia, la aparición de la universalidad. jetual queda sólo el espíritu, noche profunda, en
De esta manera, Hegel expresa dialécticamente la medida en que no hay manera de lograr una
la experiencia hecha por los discípulos de Jesús de representación. Es la muerte de Dios.
Nazaret según la narración evangélica de Lucas (Lc Es la muerte del Dios-objeto, del Dios repre-
24, 13-35) Una pareja desilusionada por la muerte sentado, del Dios-sustancia, del Dios-algo, del
de Jesús vuelve a su casa en la localidad de Emaús. Dios-ente y la resurrección del Dios-sujeto univer-
En el camino se les hace presente Jesús resucita- sal que es vivido en la comunidad. Es la muerte
do, pero ellos no lo reconocen. Llegados a Emaús del “hombre divino singular” y su resurrección
entran en la casa y “una vez que estuvo en la mesa como “hombre divino universal, la comunidad”.
con ellos, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo De esta manera lo expresa Hegel: “Así como el
Según la representación “la esencia divina se dio. En ese momento se les abrieron los ojos y lo hombre divino singular tiene un padre que es
ha reconciliado con su ser-ahí mediante el acae- reconocieron, pero ya había desaparecido”. en sí y solamente una madre real, así también el
cer de la propia enajenación de la esencia divina
34
hacen referencia a aquello que no es propio. Tal Eva hasta el mito de la horda primitiva narrado por nidad porque ella es “la expropiación de la propia
rácter positivo de la “cosa” lo que ha conducido
como afirma el filósofo italiano “en todas las len- Freud en Totem y Tabú, sin olvidar el asesinato sustancia que no se limita a su “tener”, sino que
en el siglo XX a los regímenes más atroces, ya sea
guas neolatinas, y no sólo en ellas, común (com- de Abel a manos de Caín, o aquel más próximo implica y corroe su mismo “ser sujetos”. (Nihilis-
a favor de una única sustancia constituida por la
mun, comune, common, kommun) es lo que no de Remo a manos de Rómulo que diera origen mo y Política, 38) En tal caso, es posible sostener
raza en el caso del nazismo, o de una esencia des-
es propio, que empieza allí donde lo propio ter- a Roma, la comunidad siempre está en falta, co- que el grado de intensidad de la comunidad no
alienada para el stalinismo? Aquí, la radicalidad del
mina” (Communitas, 25-26) Para luego continuar rroída por el miedo (Hobbes), acechada por la cul- acompaña el proceso de individuación sino que es
planteo de Esposito. No hay ninguna cosa positiva,
acentuando su carácter plural, puesto que lo co- pa (Rousseau). Es por eso que precisa de una ley inversamente proporcional al mismo.
ningún bien, ninguna propiedad, ningún interés
mún es lo referente a todos, o cuando menos a (Kant) para salvarla de su trágico destino. Hay una La comunidad así entendida es el “con”, o el
que tengan en común los miembros de una co-
los muchos. Es público y general en contraposi- falla constitutiva “de” y “en” nuestra vida compar- “entre”, vale decir, un modo de relación que al
munidad. Ningún atributo, sustancia o esencia.
ción a privado y particular. Es lo colectivo y por lo tida, en nuestra “con-vivencia”. De este modo, la tiempo que nos vincula con los otros destruye
Sino más bien una carga, un encargo, una deuda,
tanto de todos. Sin embargo, y este es el punto comunidad se desvincula de una ontología posi- nuestra propia identidad, altera nuestra subjeti-
tiva que bajo muy distintos enfoques ha plantea- vidad, instaurando una distancia respecto de no-
do la filosofía política moderna, pero también la sotros que hace que cada uno no sea idéntico a
clásica, para apoyarse en una ontología negativa. sí mismo, y por ello nos hace ser “diferentes”. O
Communitas es efectivamente, “el conjunto de mejor, en un sentido que conduce a una nueva
personas a las que une, no una <<propiedad>>, ontología de la comunidad, el ser mismo como re-
sino justamente un deber o una deuda. Conjunto lación. La cifra de la comunidad entonces, ya no es
de personas unidas no por un <<más>>, sino por la identidad sino la diferencia. Es por eso que la co-
un <<menos>>, una falta, un límite que se con- munidad nunca es nuestra, siempre es de otros.
figura como un gravamen, o incluso una moda- De los otros. Pero una diferencia tal que debe ser
lidad carencial, para quien está <<afectado>>, a contenida y cancelada para su salvaguarda. Pre-
diferencia de aquel que está <<exento>> o <<exi- cisamente porque la comunidad no es reunión,
mido>>.” (Communitas, 29-30). El discurso de asociación o comunión sino exposición y exterio-
la communitas toma así distancia de la dialéctica rización de lo interno. “No calienta y no protege.
público/privado para inscribirse en un nuevo hori- Al contrario expone al sujeto al riesgo más extre-
zonte de sentido: la bipolaridad communitas-im- mo: el de perder, con su propia individualidad, los
munitas. Si común es aquel que tiene la obligación límites que garantizan su intangibilidad por parte
de realizar una función o saldar una deuda, por del otro. De resbalar repentinamente en la nada
el contrario inmune es el que al negar el munus de la cosa” (Nihilismo y Política, 40), o sea, en la
del que forma parte está dispensado de tal obliga- muerte.
ción. La identidad común- propio es así cancelada
De ahí, como nos recuerda Esposito, la intui-
y desplazada por el par común-impropio. Lo que
ción de la filosofía política de que la cuestión de
caracteriza a lo común no es en verdad lo propio,
la comunidad se toque con aquella más extrema
40
pero también, que lo amenaza desde su interior.
Seremos testigos de un fenómeno extraño. El Violencia y derecho, constitución el interés del derecho, a monopolizar la violencia
de manos de la persona particular no exprese la
derecho, en un movimiento desesperado de in- y conservación del orden intención de defender los fines del derecho, sino,
ternalización de su afuera, absorberá su propia
negación y generará la anomia dentro del nomos: En 1921 W. Benjamin escribe un ensayo titu- mucho más así, al derecho mismo. Es decir, que la
nacerán así los espacios de excepción. lado “Para una crítica de la violencia”. En éste, el violencia, cuando no es aplicada por las correspon-
autor de ascendencia judeo-alemana esboza una dientes instancias de derecho, lo pone en peligro, 1
Le agradezco a Mauro Benente por las valiosas críticas que
intuición no menos que polémica3: la violencia se no tanto por los fines que aspira alcanzar, sino por le formulara a este trabajo y a Santiago Ghiglione por las
encuentra tras todo el orden del derecho en sus su mera existencia fuera del derecho”.8 sugerencias y correcciones que le realizara a este escrito.
2
orígenes y conservación; en palabras del autor Lo que se hace evidente aquí es que “lo que Esposito, Roberto, Immunitas, Protección y negación de
“toda violencia es, como medio, poder que esta- la vida, Amorrortu, Bs As, 2005, p. 48.
amenaza al derecho no es la violencia sino su
blece y mantiene el derecho”.4 ‘afuera’. El hecho de que exista un afuera-del-de-
3
Decimos que es una intuición porque Benjamin no se
Benjamin distinguirá entre dos formas de vio- preocupara en ninguna parte del ensayo por explicar lo que
recho. Que el derecho no abarque todo; que algo
afirma. Es decir, se trata de una afirmación a priori, tal vez
lencia -Gewalt- en cuanto al derecho: por un lado escape a su alcance”.9 irreductible, de la cual el autor partirá y a partir de la cual
la violencia fundadora, que será aquella que ins- La pregunta será entonces ¿qué es lo que el sacará conclusiones y derivaciones. Lo que nos interesa en
tituye y establece derecho y, por otro, la violencia derecho teme de esta violencia por fuera del de- este punto, es esta intuición fundamental (porque funda,
conservadora, que mantiene, conserva y asegura constituye el ensayo) y no muchas de las derivaciones que
recho? “¿Cuál es la función que hace de la violen- benjamín sacará a partir de ella (sobretodo las relativas a la
la permanencia y aplicabilidad del mismo. Sin em- cia algo tan amenazador para el derecho, algo tan violencia mítica y divina).
bargo, Benjamín no tiene la simple intención de digno de temor?” La respuesta “debe buscarse 4
insistir en la conexión que existe entre norma y Benjamin, Walter, Para una crítica de la violencia y otros
precisamente en aquellos ámbitos en que, a pe- ensayos, Iluminaciones IV, Taurus, Madrid, 1991, p. 23.
violencia, cosa que ya se encuentra en el centro sar del actual orden legal, su despliegue es aun 5
de toda una tradición de pensamiento realista5, “la En la cual se pueden situar Píndaro y Maquiavelo, entre
permitido”.10 Es decir, debemos dirigir la mirada a otros.
novedad radical del punto de vista de Benjamin aquellos espacios, a aquellos rincones del ordena- 6
reside justamente en reconocerlos como modali- miento donde la violencia es permitida más allá de Esposito, R., Immunitas, Protección y negación de la
dades, o figuras, de una misma sustancia -Gewalt- vida, Amorrortu, 2005, p. 46
sus fronteras, en donde con un movimiento de
que adquiere sentido precisamente a partir de su asimilación el derecho admite en su seno la vio-
7
Ibid
superposición”.6 Es que en definitiva, “la violencia lencia, la incorpora, y así la sitúa en un más acá de 8
Benjamin, W., Para una crítica de la violencia y otros
no se limita a preceder al derecho ni a seguirlo, las mismas. ensayos, Iluminaciones IV, op.cit., p. 26 y 27.
sino que lo acompaña- o mejor dicho lo constitu-
Como ámbito, en su despliegue, la huelga se 9
Esposito, R., op. cit., p. 47.
ye- a lo largo de toda su trayectoria con un movi-
nos presenta como un ejemplo paradigmático. La 10
miento pendular que va de la fuerza al poder y del Benjamin, W., Para una crítica de la violencia y otros
violencia de la huelga es permitida por el derecho, ensayos, Iluminaciones IV, op cit. P. 27.
poder vuelve a la fuerza”.7
42 Pero, es aquí
donde se nos pre-
senta la mayor para-
excepción total,
la excepción de
las excepciones,
Agamben observa que el campo de concen-
tración – que se presenta como la apoteosis del
estado de excepción- es el espacio en el cual es
11
Derrida, Jacques, Fuerza de ley, El fundamento místico
de la autoridad, Tecnos, 1997, p. 89 y 90.
el estado de la posible observar las relaciones de poder desnudas 12
Etwa morsches im Recht., en el original. La traducción es
doja del derecho. En de todos sus elementos enmascaradoradores. Sin
excepción15. Este de Derrida. No tomo la traducción del texto que hasta ahora
este juego de per- embargo, fue Foucault quien vio con mayor cla- seguimos que dice “hay algo corrompido en el derecho”)
implica, lisa y lla-
misión-asimilación el ridad este poder espectral que se extiende tras por considerar mucho más expresiva la de Derrida, J., op.
namente, la sus-
derecho absorbe, en cit, p. 98.
pensión de todo todo el manto de ilusiones, y sobre todo de dere-
sí mismo, aquello que lo amenaza. El orden jurídi- chos y garantías de tinte igualitario que presentan 13
Derrida, J., op cit,, p 99.
el orden jurídico; su anulación desde su interior.
co incorpora algo contrario a su propia lógica, a su nuestros ordenamientos jurídicos. Las técnicas dis- 14
Tanto la huelga como la guerra, tienen la potencialidad,
propia estructura que se sustenta en el monopo- Pero, ¿a quién se le reserva tal derecho que
ciplinarias que se ciernen sobre nuestras comuni- eventualmente, de fundar derecho.
lio de la fuerza, admitiendo en su seno, la violencia niega el derecho en su conjunto?
dades políticas crean espacios de excepcionalidad, 15
El término “estado de excepción” lo tomo de la pluma
de los trabajadores, es decir, violencia externa y Ya a mediados del siglo pasado, Carl Schmitt, de suspensión de la norma, un contraderecho, de Agamben. Es decir, con este término denoto un estado
extraña al derecho. Es aquí, en este punto, donde definía al poder soberano como aquel capaz de que asegura un ejercicio de poder por fuera de la entre la anomia y el derecho. Un espacio donde la norma
el derecho incorpora su propia negación. Es aquí decretar el estado de excepción y así suspender el ley y que en definitiva coadyuva al mantenimiento sigue vigente pero no se aplica, y lo que se aplica no es
donde el orden se convierte en paradoja, donde orden jurídico.16 Es que en determinadas situacio- del orden.
norma vigente. Un espacio, en definitiva, de “anomia-
Benjamin con buen olfato dice “hay algo corrom- nes-Schmitt es un buen ejemplo- el pensamiento legal”. Sin embargo, lo que aquí me interesa no es la
fenomenología del estado de excepción sino cómo es que el
pido en el corazón del derecho”.12 jurídico puso en evidencia, con algo de descaro, derecho incorpora el instituto del estado de sitio -que abre
Lo que amenaza al derecho pertenece enton- la estructura del orden. Él necesita para su pervi- un espacio de violencia por fuera del derecho-, y de esta
ces ya al derecho, es derecho del derecho. En el vencia enmascarar su realidad de funcionamiento, manera, al igual que con la huelga y la guerra incorpora lo
movimiento de asimilación el orden jurídico se velar sus mecanismos y engranajes. El derecho es que niega su propia lógica. De este modo, este trabajo se
el instrumento que él elige para su aceptabilidad, centra en la violencia anómica y sus formas de incorporación
niega a sí mismo, a su lógica, a su estructura, e al derecho, fenómeno que sucede tanto en la huelga y en
internaliza las fuerzas de su propia destrucción. es la máscara que enseña, que encuentra, para la guerra, como en el estado de excepción agambeniano –
Porque en definitiva, en el seno de la huelga con- ocultar sus mecanismos de funcionamiento. Sin fuerza que se aplica, pero no está vigente- (para el concepto
trolada, late, se despliegan, las fuerzas de la huel- embargo, para que el velo no caiga, es necesario de “estado de excepción” ver, Agamben, G., Homo sacer,
que el mismo orden legal se excepcione. De esta El poder soberano y la nuda vida, Pre-textos, Madrid,
ga revolucionaria, de la violencia incontrolada, de 1995 y también Agamben, Giorgio, Estado de excepción,
la violencia fundadora. Por tanto es en el derecho manera se cierra el circulo: la ley se excepciona, y
Adriana Hidalgo, Bs As, 2005).
donde se suspende la lógica del mismo. En su pro- la excepción es ley.
16
En palabras del propio Schmitt “es soberano quien decide
pio interior se abre un espacio anómico, un espa- el estado de excepción” (Schmitt, C., “Teología política I”, en
cio de excepción a las reglas que él establece. Aguilar, O. (comp.), Carl Schmitt, teólogo de la política,
La guerra es otro ejemplo de la aporía inter- FCE, Méjico, 2001, p. 23.- el resaltado es mío).
na del orden jurídico. “La violencia guerrera que 17
Benjamin, W., “Tesis de filosofía de la historia”, en Discursos
se parece al ‘bandidaje’ fuera de la ley, la violencia interrumpidos, Taurus, Madrid, 1979, p. 182.
| Valeria Tentoni
espejismos, donde se abre el abismo, la herida, el
tajo en el bastidor. La inquietud que genera aque-
lla latencia, aquella apertura que no cierra, sino
49
que disloca el círculo.
La destrucción y el consumo en el arte no se-
Georges Bataille, nació en Francia en los albores taille que si bien el cuadro rían, por caso, más que expresiones modernas de
del siglo XIX. Miembro del movimiento surrealista puede contener, suponga- aquel resabio de inercia de sacrificio, la herencia –
hasta entrar en conflicto con Breton, perteneció al mos, un suplicio, no es el por ejemplo en el arte plástico-. “Lo que siempre
Círculo Comunista Democrático y fundó más tar- enmarcado en aquél su- se espera es una fulguración que consume”5 va
de el Colegio de Sociología Sagrada junto a Roger plicio el juez, es decir, no a decir Bataille, pero esa destrucción siempre será
Caillois y Michel Leiris. Fue el fundador, también, es quien vaya a intentar moderada, acota, ya que el deseo es también mo-
de las revistas Critique, Documents, y Acéphale “amonestarnos”, sino que derado, de un peligro que no se presente “dema-
(la que también compuso una sociedad secreta), nos ubicaremos frente al siado grave”6. Porque, como ya dijo, el sacrificio
y su obra se compone tanto de novelas y poesías, objeto-arte desde aquella es un señuelo, y entonces el público estará some-
como de escritos críticos y filosóficos. lejanía que nos exime del tido, como un pez y un anzuelo, al juego latente
cuadro del que, justamen- de la tanza; es en esa tensión donde se ubica la
Su pensamiento tiene como eje a la experien-
te, somos testigos. Enton- potencia de la crueldad, y no en el filoso –concreta
cia, en un rechazo rotundo (lo que llama “horror”)
ces la atracción y el interés y definitivamente filoso- anzuelo (la imagen total
del mundo cerrado, de lo que anotaba como “de-
se debatirán con cualquier del suplicio, por ejemplo), ni en el obtuso y en-
bilidad del moralismo”. La experiencia, para Bataille,
ceguecido pez. Es en la tanza donde la crueldad
48 se erige en única autoridad; y es por eso que mu- horror posible, surgiendo
como vector el elemento resuelve la caza o no.
chos de sus escritos han sido catalogados como
exposiciones de su propio yo a la experiencia mis- placer. Pero, ¿por qué caemos en morder el anzuelo?
ma. De hecho, Jean-Paul Sartre dijo de La Expe- Bataille va a decir que el arte, si bien se ha li- ¿Por qué “picamos”? Y entonces Bataille vuelve
riencia Interior de Bataille, que era un “ensayo berado del servicio al sacrificio religioso de otrora, a aquello que había propuesto; por el retazo de
mártir”. En esta inteligencia, Bataille llegó a decir permanece atado a la representación de lo repug- “sensación de farsa” que nos queda desde niños,
que la filosofía no era otra cosa que “ponerle un nante. Ejercita un paralelo entre las paradojas de por esa insistencia: todavía no terminamos de
traje a lo que existe, un traje matemático”. la fiesta, de la emoción y del sacrificio, para decir aprehender el universo, y entonces: “Lo que nos
luego que una de las fallas de este mundo es la atrae en el objeto destruido […] es que tiene
El texto que nos ocupa, ha sido publicado re-
última de esas paradojas, la del sacrificio. la capacidad de revocar –y arruinar- la solidez
cientemente en una recopilación del trabajo de
del sujeto”; “lo que esperamos desde la infan-
este pensador que Adriana Hidalgo Editora rea- Propone que la conducta que de niño se tiene
cia es el trastorno del orden en que nos aho-
lizó bajo el nombre de La felicidad, el erotismo ante el mundo se corresponde con una de cons-
gamos”.7
y la literatura. En este libro, además del ensayo tante estado de sospecha; y que en la adultez
que le da nombre, se hacen sitio escritos tan es- aquello se trueca hacia una sensación de posesión Finalmente, el sujeto se debate entre aceptar
tructurales para la obra de Bataille como La au- del mundo y los objetos del mundo –y las ideas del el universo sin preguntas, deteniendo la ingenui-
sencia de mito, La Guerra y la Filosofía de lo mundo y de los objetos del mundo– que detienen dad en el límite que permita tolerar sin continuar
Sagrado, El Soberano, o El erotismo, Sostén de en el ser aquél ejercicio de desconfianza, pueril e la interrogación –alejarse, más y más, del cuadro,
la Moral –donde también vincula placer y horror, ingenuo, el cual permite –en “sólo un pequeño nú- caminando de espaldas a él– o ceder a la trampa,
como en este escrito que tomamos ahora, dicien- mero de nosotros”, dice el autor– descubrir (toda- pero de todas maneras, llegando a un vacío idén-
do que “…no podemos gozar sino a condición vía) aquella esquirla del universo: la que llama “cruel tico; ya que como anota Bataille, de continuar
de seguir sintiendo vergüenza.”1 - ente muchos costumbre del sacrificio”. Desde este panorama, hasta el final siguiendo el señuelo –de navegar
1
otros. anota, la imagen del sacrificio de Jesuscristo en la el río tras en anzuelo y finalmente abrir la boca Bataille, Georges. “La Felicidad, el Erotismo y la
para morderlo– lo que quedaría por destruir sería Literatura”. Adriana Hidalgo Editora. Buenos Aires. Año
“El arte, ejercicio de crueldad” fue original- cruz permanece entre nosotros como una de las 2008. Página 377.
más notables expresiones de la crueldad en el arte. el sujeto. No habría otra manera de exiliarnos del
mente publicado en 1949, y abre diciendo que 2
Luego indica que el sacrificio funciona como un campo de ambigüedad que tanto nos inquieta. La Bataille, Georges. Obra citada, página 117.
“El pintor está condenado a complacer”2, indi-
señuelo; en este sentido, Bataille está advirtiendo misión del arte será entonces la de generar un 3
Benjamin, Walter en “La Obra de Arte en la época de su
cando que desde el inicio el artista no puede bajo
que luego de aquella fascinación que genera, difícil minúsculo rapto, un instante apenas en el que, reproductibilidad técnica”. Editorial Taurus. 1976.
ningún concepto generar aversión con su obra,
es reponerse hacia un estado reflexivo. El sacrificio, al exponernos lo terrible, la cercanía de la muerte 4
Foucault, Michel. Las Meninas, en “Las Palabras y las
salvo que exponga el horror para alejar al público
entonces, enceguece, encandila. nos silbe su aliento álgido en la cara, en un juego Cosas”. Página 14. Siglo XXI Editores. 2002. Buenos Aires.
de éste –el aura de Benjamin: “la manifestación
insondable con los límites, para devolvernos lue- 5
Bataille, Georges. Obra citada, página 120.
irrepetible de una lejanía”3 , en una negociación En este sentido, el Jesús crucificado duplica
go al plácido terruño que es la confianza despre-
subterránea entre el placer, el horror, la obra y la la cruz; es la cruz sobre la cruz, es él mismo la 6
Ídem nota 3.
venida de nuestra (falsa) sensación de propiedad
fulgurante necesidad de repregunta. Anota Ba- cruz. Podríamos traer a Foucault cuando en Las 7
Bataille, Georges. Obra citada, página 124.
del universo. .
¿Qué es la propiedad?
de Pierre Joseph Proudhon
| Mauro Benente 51
En el primer número de Derecho & Barba- se refieren a su concepción sobre los sucesos en pantes varía constantemente, es imposible consa-
rie comenté, junto a Claudio López, el libro El Francia en 1789 y la relación entre propiedad e grar un derecho de propiedad (PROUDHON, 2007,
anarquismo frente al derecho publicado por igualdad. Respecto al primer asunto, Proudhon, 75-76). Asimismo, destaca que tampoco puede
la editorial Anarres. Allí decíamos que aquel tra- escinde las nociones de revolución –que se pro- tenerse a la ley civil como fundamento de la pro-
bajo podía ser tenido como una excelente intro- duciría cuando nuestras ideas cambian radicalmen- piedad ya que su inspiración fue la igualdad –por
ducción al ideario anarquista. Continuando este te- de la de progreso –que alude a una extensión lo que la ley civil sólo podría justificar la posesión-
sendero, nada lineal por cierto, es que arribamos o modificación de nuestras ideas- (PROUDHON, (PROUDHON, 2007: 66-75).
al primer libro en el que un autor se reconoce 2007:33). Así, afirma, teniendo en cuenta que no Si bien el tercer capítulo pretenderá impug-
anarquista. ¿Qué es la propiedad?, editado por se han abolido la soberanía ni la propiedad privada nar al trabajo como causa eficiente del derecho
libros Anarres, y disponible en forma gratuita en sino que se han repartido en un mayor número, de propiedad, Proudhon criticará también otros
http://www.quijotelibros.com.ar/anarres.htm, que los sucesos acaecidos en Francia a partir de postulados. Dirá que: como la tierra –al igual que
motivo de este breve comentario. 1789, no se corresponden con la categoría de re- el agua y el suelo- es indispensable para la vida,
Pierre-Joseph Proudhon nace el 15 de enero volución sino con la de progreso (PROUDHON, es insusceptible de apropiación (PROUDHON,
de 1809, en Besançon. Luego de dedicarse a la- 2007, 34-38).2 2007:83); el consentimiento no justifica la propie-
62 contacto con la práctica de educación popular perante. embargo, muchas veces no logramos pasar de
sin un correlato en una práctica social alternativa,
intramuros, desarrollando un taller de alfabeti- En este contexto, la convicción de que una este sentimiento y nos vence la impotencia. Su-
como tampoco puede existir ésta última sin un
zación jurídica y derechos humanos en la Unidad formación profesional crítica carece de sentido perar formas de violencia institucionalizada histó-
discurso que la explique y le de proyección.
Nº 31 SPB, de Florencio Varela. La experiencia se de no ser aplicada a la realidad que se pretende ricamente no es una tarea fácil. Requiere, según
extendió hasta fines de noviembre, y contó con modificar, exige una intervención directa a partir creemos, cambios profundos en nuestra sociedad.
Eso refuerza nuestra convicción de que la única
la asistencia de decenas de personas privadas de
la libertad, entre estudiantes de distintos niveles
2. Seguridad sin cárceles de una praxis alternativa al discurso hegemóni-
forma de lograr esos objetivos es a través de la
co. Ello implica, a su vez, la necesidad de pensar
y presos de “población”3. El taller se caracterizó El último avance de la derecha, bajo el rótulo la Universidad -principal productora de discursos participación. Somos conscientes que la actividad
por la metodología de educación popular, la ac- de neoliberalismo –o neoconservadurismo- legitimantes y formadora de operadores del siste- que hacemos es esencialmente política, aunque
tiva participación de compañeros del colectivo La , ha naturalizado la existencia del par dialéctico ma penal-, como un elemento fundamental a ser no aspiramos a constituir una nueva agrupación
Cantora que se encuentran privados de su libertad seguridad/inseguridad, donde ambos términos transformado a través de una intervención activa. universitaria. También creemos que nuestra acción
dentro del establecimiento y la reflexión perma- adquieren nuevos significados, reduciéndose el sólo podrá tener un sentido trasformador –y no
nente sobre la temática de los derechos humanos segundo exclusivamente al delito –peor aún, a meramente testimonial- en la medida que logre
a partir de las experiencias concretas del encierro. ciertos delitos-. 4. Ámbitos de intervención articularse con las experiencias de otras organiza-
De este modo, el espacio pretendía recuperar la Las “inseguridades” más profundas, determi- ciones que tiendan a los mismos objetivos. En este
De acuerdo a lo que venimos sosteniendo, en sentido, esta modesta participación en Derecho y
nadas por la precariedad del trabajo, la pauperiza-
tanto colectivo, es fundamental la intervención Barbarie –cuyo espacio agradecemos y valoramos
ción de la educación, la carencia de alimentación
simultánea en dos ámbitos diferentes, pero con- enormemente-, es un pequeño pero importantí-
adecuada de amplios sectores de la población, la
comitantes: simo paso que nos acerca y nos permite caminar
falta de servicios elementales de salud, etc., son
reemplazadas por una “inseguridad” cuyo único El campo de actuación concreta del sistema juntos. Aspiramos a la construcción de esos con-
significado es el accionar de los “enemigos” de la penal, la cárcel, donde la violencia e irracionalidad sensos amplios para seguir avanzando4. .
sociedad (internos o externos). Esta mutación de se manifiesta con mayor crudeza. Allí la interven-
significados es reforzada por monstruosas cam- ción alternativa se torna imprescindible, tanto por
pañas mediáticas, montadas sobre hechos de vio- la necesidad de una contención inmediata de la 1
Participan de la experiencia ayudantes de cátedra y
lencia existentes, que magnifican una sensación catástrofe punitiva, como por el valor de la expe- ex alumnos de la comisión “Historia del pensamiento
redituable de peligro y miedo. riencia directa que otorga insustituibles elemen- criminológico”, a cargo de Iñaki Anitua. Para más información
tos de análisis para la comprensión de la realidad ver www.catedrahendler.org.
Esta manera de definir la “inseguridad” deter-
del sistema penal y la construcción de un discurso 2
Para más información sobre el Colectivo La Cantora ver
mina los mecanismos de intervención –estatal o www.lacantora.org.ar.
crítico. Por el momento, nuestra principal herra-
no- sobre el problema. El único mecanismo que ha 3
Así se denomina en la jerga penitenciaria a los pabellones
mienta de intervención en este ámbito son los
quedado en pie es la reproducción de un discurso destinados al alojamiento de personas privadas de libertad
talleres de alfabetización jurídica y derechos hu-
punitivo, exacerbado en períodos electorales, que que no tienen acceso a estudios avanzados o universitarios.
manos intramuros. La propia experiencia irá reve-
sólo atina a responder con más violencia. Así, las 4
Si te interesa contactarte con nosotros escribinos a
lando otros instrumentos posibles, en función de
cárceles se parecen cada vez más a los campos de talleresintramuros@gmail.com.